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Prò

Anatomìa
Clìnica
´
2.a EDICION
1

1
Anatomía
general
2 Anatomía clínica

Anatomía general
4 Anatomía humana
4 Definición y significado
4 Historia de la anatomía
4 Anatomía clínica
4 Terminología
5 Metodologías del estudio anatómico
6 Organización general del cuerpo
6 Conceptos generales de embriología
6 Conceptos generales de histología
6 Variaciones anatómicas
10 Posición anatómica estándar
13 Regiones del cuerpo
14 Tegumento común
14 Piel
21 Sistema esquelético
21 Cartílagos
22 Huesos
27 Osificación
31 Sistema articular
31 Clasificación de las articulaciones
37 Mecánica articular
38 Términos de movimientos
40 Sistema muscular
40 Músculos: tipos y clasificación
43 Tendones
45 Vainas fibrosas y vainas sinoviales de los tendones
46 Bolsas serosas anexas a los músculos
46 Fascias
48 Sistema cardiovascular
48 Corazón
48 Arterias
50 Venas
53 Capilares
53 Circulaciones mayor y menor (circulaciones sistémica y pulmonar)
53 Sistema linfático
56 Sangre
56 Médula ósea
57 Sistema nervioso
57 Sistema nervioso central y sistema nervioso periférico
Anatomía general 3

65 Sistema digestivo
66 Sistema respiratorio
66 Sistema urinario
67 Sistemas genitales
67 Sistema genital masculino
67 Sistema genital femenino
68 Sistema endocrino
69 Glándulas endocrinas
69 Cavidades corporales
70 Serosas
71 Generalidades de los medios de diagnóstico por imágenes

Resumen conceptual
• La anatomía humana es la ciencia dedicada al estudio de la estructura y forma del cuerpo
humano.
• Los sistemas están formados por el conjunto de órganos que sirven para desempeñar una
función compleja. Los sistemas anatómicos son: esquelético, articular, muscular, digestivo,
respiratorio, urinario, genital, endocrino, cardiovascular, linfático, nervioso y tegumentario.

Guía de estudio
4 Anatomía clínica

Anatomía humana na, mediante la investigación y la publicación de los


resultados obtenidos.
Definición y significado
La anatomía humana es la ciencia dedicada al estu- Anatomía clínica
dio de la estructura y forma del cuerpo humano.
Anatomía deriva del término griego que quie- Los alcances y objetivos de la anatomía clínica
re decir cortar a través, significado que corresponde están orientados hacia una anatomía aplicada en rela-
actualmente al término disecar. ción con el paciente. Ésta debe entenderse como el con-
La disección se realiza cortando o separando los teji- junto de conocimientos sobre anatomía humana que
dos para su estudio; es uno de los procedimientos que son fundamentales en la práctica de la atención de la
permiten estudiar la estructura del cuerpo humano. salud y para la comprensión del examen clínico más sim-
ple. Se pone énfasis en la anatomía que se necesita
conocer para explorar, diagnosticar y tratar a los pacien-
Historia de la anatomía tes. Esto implica reconocer las estructuras accesibles a la
palpación, cómo se proyectan en la superficie los órga-
La anatomía humana se ha ido desarrollando como nos profundos y su correlación con los medios de imáge-
ciencia con el progreso de los conocimientos sobre los nes diagnósticas. En el inicio de su carrera, el alumno
componentes del cuerpo y la comprensión de las funcio- también debe aprender las bases morfológicas para
nes de los órganos. Las descripciones anatómicas huma- poder abordar las otras disciplinas de la formación del
nas más antiguas fueron encontradas escritas en papi- profesional en las ciencias de la salud.
ros con información sobre medicina, producidos en
Egipto cerca de 1.600 años antes de Cristo. El origen de
estos conocimientos se atribuye a trabajos publicados Resolución de problemas médicos
mil años antes por Imhotep.
Siglos después, en Grecia, la anatomía humana fue La integración de las disciplinas que componen las
enseñada por Hipócrates de Cos (460-370 a. C.) for- carreras de las ciencias de la salud, implica, entre otras
mando parte de la enseñanza básica de la formación cosas, la aplicación de la información morfológica en las
médica. En esa época se realizaban disecciones en ani- diversas situaciones clínicas. Una forma de aproximarse a
males para corroborar experimentalmente las descrip- esta integración entre las disciplinas es resolver ejerci-
ciones de la morfología humana. Hipócrates es recono- cios basados en problemas médicos.
cido como el “padre de la medicina”. El objetivo de estos ejercicios es relacionar la presen-
Herófilo de Calcedonia (335-280 a. C.) y Erasístrato tación de una situación típica en la atención de los
de Ceos (304-250 a. C.) realizaron disecciones en cadáve- pacientes, con una explicación morfológica aplicable
res humanos en Alejandría, lo que constituyó un gran a dicha situación. De esta manera se analizan el diagnós-
avance en la información científica anatómica de su época. tico y el tratamiento, fundamentándolos con el conoci-
Galeno de Pérgamo (130-200 d. C.) reunió la infor- miento de la anatomía normal y el reconocimiento de las
mación anatómica disponible hasta ese momento y la diferencias que se presenten en el paciente. Como resul-
volcó en los documentos que produjo. Trabajó en Roma tado de este proceso, se hace énfasis en cuáles son los
y también realizó demostraciones anatómicas mediante elementos cuya comprensión resulta fundamental para
disecciones en animales. Sus escritos establecieron los resolver estos casos clínicos y se brinda información bási-
conocimientos anatómicos con los cuales los médicos se ca de otras disciplinas, favoreciendo la integración entre
formaron durante los siguientes 1.500 años, hasta el ellas.
Renacimiento.
La anatomía científica moderna comienza en
Europa, en la primera mitad del siglo XVI, con Andrés Terminología
Vesalio de Bruselas (1514-1564). Fue profesor de
Anatomía en la Universidad de Padua y empleó la inves- Como ocurre en otras ciencias, para la descripción
tigación anatómica, disecando cadáveres humanos, para anatómica se debe emplear un vocabulario técnico
corregir y actualizar los conocimientos que se enseñaban preciso, de validez universal y uniforme, que favorezca la
hasta ese momento, basados en las obras de Galeno. Las comprensión entre los profesionales. A su vez, también
descripciones que realizó Vesalio tuvieron una influencia se deben conocer los términos coloquiales, de uso
definitiva en sus contemporáneos y en los anatomistas común, que permitan comunicarse con el resto de las
que le siguieron. La más importante de sus obras: personas.
(1543) sirvió como modelo de En la práctica, el empleo de la terminología anató-
publicación para muchos tratados de anatomía posterio- mica debe evitar las interpretaciones erróneas de las
res. Su aporte científico permitió seguir un camino racio- descripciones y permitir expresarse con claridad y preci-
nal para la adquisición del conocimiento anatómico, sión. Para el alumno que comienza una carrera profesio-
basándose en la experiencia directa y la confrontación de nal, esto determina que tiene que aprender un lenguaje
las diferentes observaciones anatómicas. nuevo, con un vocabulario extenso, cuya procedencia
A partir de Vesalio se han ido completando y corri- del latín y del griego no siempre le resultará conocida o
giendo los conocimientos de esta disciplina de la medici- familiar. Este lenguaje técnico establece las normas bási-
Anatomía general 5

cas para la descripción, la posición, la orientación, la carácter internacional, constituida totalmente por tér-
dirección, los planos y los nombres de las estructuras minos en latín. Este listado de 5.573 nombres anató-
anatómicas. micos en latín fue aprobado en 1895, en la ciudad de
Cuando el nombre de una persona se ha incluido Basilea, y es conocido como la Nómina Anatómica de
en la denominación de una estructura anatómica, ese Basilea (BNA).
nombre propio se conoce como epónimo. En muchos En el año 1923 la Sociedad Alemana de
casos una misma estructura se encuentra asociada a Anatomía decidió revisar la BNA y en 1935 este nuevo
nombres de diferentes personas (autores de publicacio- listado se presentó en la ciudad de Jena, la Nómina
nes, anatomistas, cirujanos o fisiólogos de diferentes Anatómica de Jena.
países) y estas denominaciones son utilizadas según la En 1933 la
costumbre local o el espíritu nacionalista. reunida en Birmingham, también presentó
una revisión de la BNA, que fue publicada y conocida
como .
Terminología Anatómica Internacional En 1950 se creó un comité internacional para esta-
blecer un listado oficial único, formado por tres repre-
La Terminología Anatómica Internacional es el sentantes de cada país: el
listado oficial de los términos anatómicos aceptados (IANC). En 1955, durante
para su empleo en la designación de las estructuras. Este el 6º Congreso Internacional de Anatomistas realiza-
listado es el resultado del consenso de los anatomistas do en París, fue aprobada una lista con 5.640 térmi-
representados por las Asociaciones Anatómicas de cada nos. Esta primera edición de la Nómina Anatómica
país y reunidos en la Federación Internacional de Internacional se conoció al principio como Nómina
Asociaciones de Anatomía (IFAA). Anatómica de París (PNA).
Para ser entendidos y comprendidos, los estudiantes En 1989, después de seis ediciones de dicha
y los profesionales de las distintas escuelas de ciencias de , la Federación Internacional de
la salud deben expresarse empleando los términos ana- Asociaciones de Anatomía (IFAA) creó el Comité
tómicos que son de aceptación y uso oficial interna- Federativo Internacional de Terminología Anató-
cional. mica (FICAT), reemplazando al IANC en sus funciones
El idioma oficial empleado en la Terminología de corrección y actualización del listado anatómico ofi-
Anatómica Internacional es el latín, pero en los textos cial.
y en las comunicaciones en español se puede utilizar la En 1998 el FICAT publicó la primera edición de la
traducción literal al español de estos términos en Terminología Anatómica Internacional (TA) con
latín. Lo mismo sucede con los otros idiomas. 7.583 términos. Este listado actualiza y reemplaza
Algunos de los objetivos básicos de la Terminología todas las nomenclaturas anatómicas anteriores y es
Anatómica son: cada estructura debe ser designada el que se encuentra en vigencia en la actualidad. El
por un solo nombre; cada nombre debe ser corto y FICAT también es el responsable de la terminología en
simple; las estructuras relacionadas topográficamente otras ciencias morfológicas como citología, histología y
por proximidad deben tener los nombres armonizados embriología.
(p. ej., arteria femoralis, vena femoralis, nervus femora-
lis); los adjetivos calificativos deben ser opuestos de un
modo general (p. ej.,: major y minor, superficialis y pro- Metodologías del estudio anatómico
fundus); los epónimos no deben ser usados.
A lo largo de este texto, los nombres tradicionales La disección, los medios de diagnóstico por imá-
con los que se conocían a algunas estructuras anatómi- genes y la endoscopia se han convertido en las fuentes
cas son presentados entre corchetes, cuando se mencio- principales para la observación de las características mor-
nan por primera vez. El objetivo es facilitar la identifica- fológicas de las distintas partes del cuerpo. La descrip-
ción de la equivalencia entre las terminologías, para ción de la anatomía macroscópica se nutre de estas
aquellos lectores que conocen estas estructuras por sus metodologías para establecer sus fundamentos y cuanti-
nombres no oficiales. ficar los porcentajes de las diferentes variaciones de la
anatomía normal.
El empleo de las diferentes técnicas y puntos de vista
Véase Buscador de equivalencias terminológicas.
determina la existencia de distintas ramas o especialida-
des de la anatomía, donde un mismo sujeto de estudio
presenta perspectivas diferentes y complementarias.
La anatomía macroscópica es la parte del estudio
Hacia fines del siglo XIX aún no existía una nomen- morfológico que se logra sin recurrir al uso del microsco-
clatura anatómica con base científica. Para esa época pio u otro sistema de aumento óptico.
se habían acumulado unos cincuenta mil términos ana- La anatomía microscópica es la rama de la anato-
tómicos en uso. Cada país adoptaba su criterio particu- mía que estudia la estructura de células, tejidos y órga-
lar y por eso un mismo elemento era conocido hasta nos, empleando el microscopio. También se la denomina
por cinco nombres diferentes. histología.
En 1887 los anatomistas alemanes tuvieron la ini- La anatomía descriptiva es el estudio de las estruc-
ciativa para establecer una nomenclatura única, de turas anatómicas mediante la explicación de las caracte-
6 Anatomía clínica

rísticas morfológicas de los órganos, sus accidentes y sus El sistema endocrino está formado por un conjun-
divisiones en partes. to de glándulas que no poseen conducto excretor. Estas
La anatomía sistémica es el estudio de las estructu- glándulas liberan hormonas.
ras, organizado a partir de su división por sistemas y los El sistema cardiovascular está compuesto por el
órganos que los componen. corazón y los vasos sanguíneos, que conducen la sangre
La anatomía topográfica estudia en forma agrupa- a través del cuerpo.
da todos los elementos que se encuentran en una El sistema linfático abarca los vasos, nódulos y
región. Permite relacionar espacialmente las estructuras órganos vinculados con la linfa.
que se encuentran en cada región del cuerpo. El sistema nervioso está integrado por estructuras
La anatomía funcional es el estudio de las estruc- formadas por tejido nervioso. Está dividido en una parte
turas en relación con su función. central y otra periférica.
La anatomía aplicada permite la aplicación práctica El sistema tegumentario está formado por la piel,
del conocimiento anatómico al diagnóstico y tratamien- sus anexos y el tejido subcutáneo.
to de las personas. También abarca las técnicas que per-
miten ver las estructuras en el sujeto vivo.
La anatomía del desarrollo estudia los cambios Conceptos generales de embriología
estructurales que se producen en el individuo desde la
fertilización y el desarrollo prenatal hasta la vida adulta. Cuadros 1-1 y 1-2.
La anatomía de superficie es el estudio de la con-
figuración superficial del cuerpo, reconociendo los acci-
dentes y puntos de referencia visibles o palpables. Conceptos generales de histología
La anatomía proyectiva establece la relación entre
la superficie corporal y las partes más profundas, ubicán- Cuadro 1-3.
dolas con respecto a los puntos de referencia superficia- El tejido adiposo es un tejido conectivo laxo que
les y niveles vertebrales. tiene abundantes adipocitos. Estas células tienen como
La anatomía comparada es el estudio comparativo característica principal el almacenamiento de triglicéri-
de la morfología de los animales con respecto a los órga- dos en su citoplasma. En el tejido adiposo también se
nos o las partes homólogas del cuerpo humano. encuentran vasos sanguíneos, nervios, fibroblastos y
fibras, que lo dividen en lobulillos.
Hay dos tipos de adipocitos maduros: los blancos y
Organización general del cuerpo los marrones, que identifican a los dos tipos de tejidos
adiposos diferentes: el blanco y el pardo (de color
La célula es la unidad estructural del cuerpo humano. marrón, grasa parda). Este último forma una pequeña
Los tejidos son un conjunto de células con una dife- fracción del tejido adiposo del adulto, pero está amplia-
renciación similar, que funcionan y se organizan en mente distribuido en el feto y el recién nacido. El tejido
forma integrada. adiposo pardo es generador de calor corporal por su
Varios tejidos se reúnen para formar un órgano, que abundancia de mitocondrias y vasos sanguíneos.
constituye una unidad anatómica delimitada. El tejido adiposo blanco se ubica en diferentes luga-
Los órganos pueden ser agrupados de acuerdo con res del cuerpo: en el tejido subcutáneo (el 70% del total),
su función en sistemas. alrededor de las vísceras (el 20%) e intramuscular (el 10%).
Los sistemas están formados por el conjunto de
órganos que sirven para desempeñar una función com-
pleja. Los sistemas anatómicos son: Variaciones anatómicas
El sistema esquelético incluye los huesos y los car-
tílagos que proporcionan el soporte y la protección de Un rasgo esencial de los organismos biológicos es su
los otros órganos. variabilidad. No hay dos individuos que sean exacta-
El sistema articular está formado por las estructu- mente iguales. La constitución genética, la ascendencia,
ras que vinculan las partes de los huesos entre sí, permi- la edad y otros factores, algunos de ellos ambientales,
tiendo, en muchas ocasiones, sus movimientos. determinan la presencia de diferencias anatómicas entre
El sistema muscular está constituido por los múscu- los seres humanos.
los, con sus tendones, que mediante sus contracciones La descripción anatómica emplea una abstracción,
actúan movilizando o fijando las partes del cuerpo. presentando a un ser humano idealizado, con caracterís-
El sistema digestivo abarca los órganos que parti- ticas generales en su morfología y en sus estructuras,
cipan en los mecanismos de alimentación, desde la mas- que corresponden a la presentación más habitual. Esta
ticación hasta la eliminación de los desechos sólidos. abstracción es lo que se considera normal, es decir, lo
El sistema respiratorio está formado por los con- que se presenta con mayor frecuencia estadística. Las
ductos para el aire y los pulmones. diferencias con esta normalidad pueden ser variacio-
El sistema urinario incluye los órganos que produ- nes, anomalías y malformaciones. Las dos primeras
cen, conducen y eliminan la orina. no alteran la función del organismo y no deberían aca-
Los sistemas genitales femenino y masculino inclu- rrear dificultades en las actividades desempeñadas. Las
yen las gónadas, los conductos que transportan a los malformaciones son las diferencias que alteran las fun-
gametos y los órganos sexuales que permiten su unión. ciones normales.
Anatomía general 7

Cuadro 1-1. Estructuras que derivan de las tres capas germinales primitivas
Capa Derivados

Endodermo Porción epitelial de las amígdalas, faringe, tiroides, paratiroides, timo, trompa auditiva, cavidad timpáni-
ca, tráquea, bronquios y pulmones

Epitelio del tracto gastrointestinal, hígado, páncreas, uraco y vejiga urinaria

Epitelio de revestimiento de la próstata, las glándulas bulboureterales, la vagina, el vestíbulo, la uretra y


sus glándulas asociadas

Mesodermo Mesodermo cefálico: cráneo, oído medio, dentina, músculos y tejido conectivo

Mesodermo paraxial: esqueleto (excepto cráneo), músculos del tronco, dermis y tejido conectivo
Mesodermo intermedio: sistema urogenital

Mesodermo de la placa lateral: sistema cardiovascular, células sanguíneas, sistema linfático, células lin-
fáticas, bazo, corteza suprarrenal, músculos viscerales y de los miembros, tejido conectivo visceral y
membranas serosas (pericardio, pleura y peritoneo)

Ectodermo Ectodermo superficial Epidermis, pelo, uñas, glándulas sudoríparas y sebáceas, glándula mamaria,
(general) lente del ojo, oído interno, esmalte dental y lóbulo anterior de la hipófisis

Neuroectodermo Tubo neural: sistema nervioso central, retina, glándula pineal y lóbulo posterior
de la hipófisis

Cresta neural: nervios y ganglios craneales, nervios espinales, médula suprarrenal,


células pigmentarias, mesodermo de la cabeza, cartílagos de los arcos
faríngeos, nervios y ganglios simpáticos y células de Schwann (neurolemmocitos)

Cuadro 1-2. Derivados de los arcos faríngeos


Arco faríngeo Huesos, cartílagos y ligamentos Músculos Nervios

1er arco Yunque y martillo Músculos masticadores: V nervio craneal


(arco mandibular) Ligamento anterior del martillo m. temporal, m. masetero, (n. maxilar y
Partes del hueso temporal m. pterigoideo lateral, n. mandibular del
Cigomático m. pterigoideo medial n. trigémino)
Maxilar M. milohioideo
Mandíbula Vientre anterior del m. digástrico
Cartílago mandibular [de Meckel] M. tensor del velo del paladar
Ligamento esfenomandibular M. tensor del tímpano

2º arco Estribo Músculos de la mímica VII nervio craneal


(arco hioideo) Apófisis estiloides del h. temporal M. estilohioideo (n. facial)
Ligamento estilohioideo Vientre posterior del m. digástrico
Asta menor del h. hioides M. estapedio
Parte superior del cuerpo del
h. hioides

3er arco Asta mayor del h. hioides M. estilofaríngeo IX nervio craneal


Parte inferior del cuerpo del (n. glosofaríngeo)
h. hioides

4º y 6º arco Esqueleto laríngeo, cartílagos tiroides, M. elevador del velo del paladar X nervio craneal
cricoides, aritenoides, corniculado y Músculos constrictores de la (n. laríngeo superior
cuneiforme faringe y laríngeo recurrente
M. cricotiroideo del n. vago)
Músculos de la laringe (6º arco)
8 Anatomía clínica

Cuadro 1-3. Tejidos


Tejido Características

Epitelial Pavimentoso (plano) simple Una sola capa de células aplanadas con núcleo en posición cen-
tral. Se localiza en: endotelios vasculares, alvéolos pulmonares,
cápsula glomerular de los riñones, superficie interna de la mem-
brana timpánica. Forma las capas epiteliales de las serosas

Cúbico simple Una sola capa de células cúbicas con núcleo en posición central.
Reviste la superficie ovárica, delimita la superficie anterior de la
cápsula del cristalino, forma el epitelio pigmentario de la superficie
posterior del ojo, cubre los túbulos renales, conductos glandulares
y forma la porción secretora de glándulas

Cilíndrico simple no ciliado Una sola capa de células cilíndricas no ciliadas con núcleos próxi-
mos a la base celular. Contiene células caliciformes y células con
microvellosidades en algunas localizaciones. Cubre el tubo digesti-
vo, los conductos de glándulas y la vesícula biliar

Cilíndrico simple ciliado Una sola capa de células cilíndricas ciliadas con núcleos próximos
a la zona basal. Contiene células caliciformes. Cubre los segmen-
tos superiores del sistema respiratorio, las trompas uterinas, el
útero, algunos senos paranasales, el conducto central de la médu-
la espinal y los ventrículos cerebrales

Cilíndrico seudoestratificado No es un verdadero tejido estratificado. Los núcleos celulares se


disponen en diferentes niveles. Todas las células se adhieren a la
membrana basal, pero no todas alcanzan la superficie apical.
Reviste la mayor parte de la vía aérea superior. El epitelio cilíndrico
seudoestratificado no ciliado tapiza grandes conductos glandula-
res, el epidídimo y parte de la uretra masculina

Pavimentoso (plano) estratificado Está formado por varias capas celulares. Las capas más profundas
están formadas por células cúbicas y cilíndricas. Las células pavi-
mentosas (planas) se ubican en la capa apical y en varias capas
subyacentes en ésta. Las células de la capa basal reemplazan a las
células superficiales que se pierden. La variedad queratinizada
forma la capa superficial de la piel. La no queratinizada reviste
superficies húmedas como la boca, el esófago, parte de la epiglo-
tis, parte de la faringe, la vagina y la lengua

Cúbico estratificado Son dos o más capas de células que presentan, en el estrato api-
cal, forma cúbica. Se localizan en las glándulas sudoríparas adul-
tas, en las glándulas esofágicas y en parte de la uretra masculina

Cilíndrico estratificado Son varias capas de células de formas irregulares. Sólo la capa api-
cal presenta células cilíndricas. Cubre parte de la uretra, los gran-
des conductos excretores de las glándulas esofágicas, áreas de la
mucosa anal y parte de la conjuntiva del ojo

De transición Su aspecto es variable. La forma de las células de la superficie api-


cal varían desde pavimentosas (cuando está estirado) hasta cúbi-
cas (cuando se encuentra relajado). Se localiza en la vejiga urinaria
y en parte de los uréteres y la uretra

Glandular Glándulas Los productos secretorios son liberados dentro de conductos. Se


exocrinas localiza en las glándulas sudoríparas sebáceas y secretoras de cera
en la piel y en las glándulas digestivas (glándulas salivales y pán-
creas)

Glándulas Los productos de secreción (hormonas) se difunden hacia los vasos


endocrinas sanguíneos después de haber atravesado el fluido intersticial

(Continúa)
Anatomía general 9

Cuadro 1-3. Tejidos (Cont.)


Tejido Características

Conectivo Embrionario Mesénquima Está formado por células mesenquimatosas de forma irregular
inmersas en una matriz amorfa semilíquida que contiene fibras
reticulares. Se ubica debajo de la piel y a lo largo de los huesos en
desarrollo en el embrión. Algunas células mesenquimatosas se
encuentran en el tejido conectivo adulto, especialmente en los
vasos sanguíneos

Mucoso Consta de fibroblastos dispersos e inmersos en una matriz amorfa


viscosa y gelatinosa que contiene fibras delicadas de colágeno. Se
localiza en el cordón umbilical del feto

Maduro Laxo Areolar Está constituido por fibras (de colágeno, elásticas y reticulares) y
células (macrófagos, fibroblastos, células plasmáticas, adipocitos y
mastocitos) inmersas en una matriz amorfa semilíquida. Se localiza
en el tejido subcutáneo, en el estrato papilar de la dermis, en la
lámina propia de las mucosas y alrededor de órganos, nervios y
vasos linfáticos

Adiposo Se compone de adipocitos, células especializadas en almacenar tri-


glicéridos como una gran gota intracelular. El núcleo y el citoplasma
tienen una localización periférica. Se localiza en el tejido conectivo
de la capa profunda de la piel, alrededor del corazón y de los riño-
nes, en la médula ósea amarilla, en las almohadillas de las uniones
auriculares (atriales) y en la parte posterior de la cavidad orbitaria

Reticular Es una red entrelazada de fibras y células reticulares. Se localiza en


el estroma (armazón de soporte) de los órganos sólidos o macizos,
en la médula ósea roja (para dar origen a las células sanguíneas),
en la lámina reticular de la membrana basal y alrededor de vasos y
músculos

Denso Regular La matriz extracelular tiene un aspecto blanco brillante. Consta de


fibras de colágeno dispuestas en haces y fibroblastos intercalados
entre las fibras. Forma los tendones, los ligamentos y las aponeu-
rosis

Irregular Consta de fibras de colágeno dispuestas al azar y fibroblastos. Se


localiza en las fascias, en el estrato reticular de la dermis, en el
periostio, en el pericondrio, en las cápsulas articulares, en las
membranas capsulares de los órganos, en el pericardio y en las
válvulas cardíacas

Elástico Consiste en fibras elásticas ramificadas. Los fibroblastos se hallan


en los espacios entre las fibras. Se localiza en el tejido pulmonar,
en la pared de las arterias elásticas, en la tráquea, en los bron-
quios, en los pliegues vocales, en el ligamento suspensorio del
pene y en algunos ligamentos

Cartílago Hialino Está constituido por una matriz blancoazulada brillante, que con-
tiene fibras de colágeno y condrocitos. Es el cartílago más abun-
dante del organismo. Se localiza en los huesos largos, en el extre-
mo anterior de las costillas, en la nariz, en partes de la laringe, en
los bronquios, en los bronquiolos y en los esqueletos embrionario
y fetal

Fibrocartílago Se compone de condrocitos dispuestos en hilera a lo largo de


haces de fibras de colágeno dentro de una matriz extracelular. Se
localiza en la sínfisis pubiana, en los discos intervertebrales, en los
meniscos y en algunos tendones

(Continúa)
10 Anatomía clínica

Cuadro 1-3. Tejidos (Cont.)


Tejido Características

Conectivo Maduro Cartílago Elástico Está constituido por condrocitos dispuestos en una red de fibras
elásticas dentro de una matriz extracelular. Se localiza en la epiglo-
tis, en el pabellón auricular y en la trompa auditiva

Hueso Compacto El tejido óseo compacto consiste en osteonas que contienen lami-
nillas, lagunas, osteocitos, canalículos y conductos centrales

Esponjoso El tejido óseo esponjoso está formado por delgadas columnas


denominadas trabéculas, dejando espacios que son ocupados por
la médula ósea

Líquido Sangre y linfa Está formada por el plasma y por elementos figurados: glóbulos
rojos (eritrocitos), glóbulos blancos (leucocitos) y plaquetas (trom-
bocitos)

Muscular Esquelético Son fibras largas, cilíndricas, estriadas, con múltiples núcleos peri-
féricos y control voluntario

Cardíaco Son fibras estriadas ramificadas con uno o más núcleos en posi-
ción central. Contiene discos intercalares y el control es involunta-
rio. Se dispone en las paredes del corazón

Liso Son fibras ahusadas, sin estriaciones, con un único núcleo central.
Su control es involuntario. Se localiza en el iris del ojo, en las pare-
des de los vasos sanguíneos, de las vías aéreas, del tubo digestivo,
de la vía biliar, de la vejiga urinaria y del útero

Nervioso Está constituido por neuronas (células nerviosas) y células de la


neuroglia. Las neuronas constan de un cuerpo y de prolongacio-
nes celulares que se extienden desde el cuerpo. Las células de la
neuroglia no generan impulsos nerviosos, pero tienen otras fun-
ciones importantes como la de sostén y metabolización de los
deshechos neuronales. Se localiza en todo el sistema nervioso

Hay estructuras anatómicas que presentan variacio- do (punto orbitario) y los extremos superiores de los ori-
nes más frecuentemente que otras y deben ser tenidas ficios de los meatos auditivos externos (punto porión).
en cuenta al abordar una región. En algunos casos, la Los pacientes y el material de estudio pueden encon-
variabilidad anatómica es tan marcada que la “descrip- trarse en otras posiciones. En la posición de decúbito
ción de libro”, que corresponde a la disposición más fre- supino, el cuerpo se encuentra acostado horizontal-
cuente, en la práctica se encuentra en menos de la mitad mente, con la espalda apoyada, boca arriba [decúbito
de los casos. dorsal]. En el decúbito prono el cuerpo se encuentra
acostado, boca abajo [decúbito ventral]. En el decúbito
lateral, está acostado apoyado sobre un lado.
Posición anatómica estándar
Todas las descripciones anatómicas se realizan a par- Ejes del cuerpo
tir de una posición de referencia dispuesta por con-
vención y que es independiente de la posición en la cual Un eje es una línea recta, formada por una sucesión
se encuentre el sujeto estudiado (fig. 1-1). continua e indefinida de puntos en una sola dimen-
La posición anatómica de referencia, para todas sión. Para establecer referencias espaciales en las des-
las descripciones, se define de la siguiente manera: cuer- cripciones anatómicas, se emplean tres ejes dispuestos
po humano de pie, erguido, con la mirada al frente, los perpendicularmente entre sí (ejes ortogonales) y otros
miembros superiores a ambos lados del tronco con las ejes que son oblicuos (fig. 1-2).
palmas de las manos hacia delante y los miembros infe- El eje longitudinal del cuerpo es craneocaudal, de
riores juntos, con los pies paralelos y sus dedos hacia orientación superoinferior y dirección vertical. Su extre-
delante. mo superior pasa por el punto más alto del cráneo (vér-
Para establecer el plano horizontal del cráneo se tex). A nivel de la pelvis pasa por el centro de gravedad
emplea un plano infraorbitomeatal, que pasa por el del cuerpo. En su extremo inferior se ubica entre ambos
extremo inferior del borde de la órbita del lado izquier- pies.
Anatomía general 11

Los planos coronales (frontales) son planos dis-


puestos verticalmente y de lado a lado. Dividen el cuer-
po en una porción anterior y otra posterior (véase fig.
1-2).
Los planos sagitales son planos verticales, orienta-
dos en sentido anteroposterior. Dividen el cuerpo en una
parte derecha y otra izquierda. El plano sagital media-
no es el plano sagital central o medio, que pasa por el
eje longitudinal del cuerpo (fig. 1-5). Los planos sagi-
tales paramedianos son paralelos al plano sagital
mediano y están ubicados cerca de éste.
Los planos horizontales son planos dispuestos
transversalmente, de lado a lado y perpendiculares a los
planos verticales. Dividen el cuerpo en una parte supe-
rior y otra inferior.
Los planos transversos son planos perpendiculares
al eje longitudinal de una estructura. En el tórax, por
ejemplo, los planos transversos coinciden con los hori-
zontales.
Los planos oblicuos son los planos que seccionan
partes del cuerpo pero cuya orientación no es paralela a
ninguno de los planos ortogonales. Para describir sus
orientaciones se toman las medidas de los ángulos que
forman con los otros planos.
Fig. 1-1. Posición anatómica de referencia del cuerpo
humano, vista anterolateral. El cuerpo se encuentra de pie,
con los miembros inferiores juntos. Los miembros superio-
res están ubicados a los lados del tronco. Las palmas están
orientadas hacia delante, los antebrazos en supinación. La
mirada hacia delante y horizontal.

El eje sagital es ventrodorsal, de orientación antero-


posterior y dirección horizontal. Su nombre proviene de
saeta (sagitta), debido a que se dispone como una fle-
cha, atravesando el cuerpo de adelante hacia atrás.
El eje transversal es laterolateral, de dirección hori-
zontal, dispuesto de lado a lado del cuerpo.
Los ejes oblicuos se disponen en ángulos no per-
pendiculares con respecto a los tres ejes mencionados
anteriormente (ortogonales). Para describir la orienta-
ción de los ejes oblicuos se toman puntos de referencia
por donde pasan o la medida del ángulo que forman
con los ejes ortogonales.
Los ejes de orientación del encéfalo difieren de los
descritos para el resto del cuerpo. Debido a la curvatura
que se forma durante el desarrollo embrionario de las
vesículas encefálicas, el ángulo que forman entre sí el eje
longitudinal del tronco del encéfalo y el eje longitu-
dinal del prosencéfalo es de aproximadamente 100º.
Este último se encuentra desviado sólo a 10º del eje sagi-
tal de la cabeza. Esta orientación particular del encéfalo
determina que las estructuras prosencefálicas dorsales
se ubiquen por encima de las ventrales (fig. 1-3).

Fig. 1-2. Representación de los planos de sección, ejes orto-


Planos de sección gonales y direcciones. En la intersección de los planos
mediano y coronal se ubica el eje longitudinal. En la inter-
Un plano es una superficie bidimensional. Los cor- sección de los planos coronal y horizontal se ubica el eje
transversal. En la intersección de los planos mediano y hori-
tes que seccionan al cuerpo se pueden orientar en los zontal se ubica el eje sagital.
distintos planos del espacio (fig. 1-4).
12 Anatomía clínica

Eje longitudinal del


prosencéfalo
[Eje de Forel]

V Ventral

D Dorsal
Eje longitudinal del
R Rostral tronco del encéfalo
[Eje de Meynert] . Plano sagital
C Caudal

Fig. 1-3. Ejes y términos de orientación del encéfalo. En el


corte mediano de la cabeza se representan los ejes longitu-
dinales del prosencéfalo y del tronco del encéfalo. En azul y
verde: las direcciones del prosencéfalo. En violeta y anaran-
jado: las direcciones del tronco del encéfalo.

Términos de situación y dirección


. Plano horizontal
Para poder localizar las distintas estructuras en el
cuerpo se emplean términos específicos que permiten
describir las posiciones relativas en las que se encuen-
tran. Hay términos de situación y de dirección asociados
en pares, mediante significados opuestos entre sí. Los
términos de situación están siempre relacionados con la
posición anatómica estándar, que se toma como base
para todas las descripciones anatómicas. La indicación
de la dirección derecha o izquierda siempre está refe-
rida al lado del cuerpo en estudio y no al punto de vista
del observador (fig. 1-6).
Los términos compuestos surgen de la combina-
ción de los términos simples que se enumeran a conti-
nuación:

Craneal significa que está ubicado más cercano al extre- . Plano coronal
mo superior del cuerpo, hacia el cráneo o la cabeza.
Superior, ubicado por arriba.
Caudal, más cercano al extremo inferior del tronco.
Del latín cauda, cola.
Inferior, ubicado por abajo, debajo.
Ventral, ubicado hacia el vientre, anterior.
Dorsal, ubicado hacia el dorso, posterior.

Fig. 1-4. Secciones anatómicas. A. Un corte en el plano sagital divide la región en


una porción lateral y otra medial. B. Un corte en un plano horizontal divide la región
en una porción superior y otra inferior. C. Un corte en un plano coronal divide el
cuerpo en una porción anterior y otra posterior. D. Este corte en un plano oblicuo
está orientado de arriba hacia abajo y de medial a lateral. . Plano oblicuo
Anatomía general 13

Frontal, orientado hacia la frente o relacionado con ella.


Occipital, perteneciente o relativo al occipucio.
Radial, hacia el lado del hueso radio, lateral, en el
miembro superior.
Cubital o ulnar, hacia el lado del hueso cúbito,
medial, en el miembro superior.
Palmar o volar, orientado hacia la palma.
Tibial, hacia el lado del hueso tibia, medial, en el
miembro inferior.
Peroneo o fibular, hacia el lado del hueso peroné,
lateral, en el miembro inferior.
Sural, perteneciente o relativo a la pantorrilla (en
latín, sura).
Plantar, hacia la planta del pie.
Oral, ubicado más cercano al extremo craneal o rostral.
Aboral, ubicado más alejado al extremo craneal o
rostral.
Recto, directo, enderezado.
Oblicuo, inclinado, diagonal.
Transverso, de lado a lado, atravesado.
Circunflejo, doblado alrededor de algo.

Regiones del cuerpo


El cuerpo se divide en varias regiones principales
que pueden identificarse desde el exterior de éste.
Fig. 1-5. Sección del cuerpo en el plano mediano. Se ve la
La división básica del cuerpo queda definida en las
mitad derecha del cuerpo desde su cara medial.
siguientes partes: cabeza, cuello, tronco, miembros
superiores y miembros inferiores.

Proximal, ubicado más cerca del tronco o del punto


de origen de una estructura.
Eje longitudinal del cuerpo
Distal, ubicado más alejado del tronco o del punto de
origen de una estructura.
Medial, ubicado más cercano al plano mediano. Craneal Medial
Lateral, alejado del plano sagital mediano. Lateral
Medio, situado en medio de un conjunto de estructu-
ras.
Proximal
Mediano, situado en el plano sagital medio.
Intermedio, ubicado entre dos estructuras.
Mesial, más cercano al primer diente incisivo.
Oclusal, ubicado hacia el plano de cierre de los arcos
dentales.
Rostral, situado hacia el rostro o pico.
Cefálico, ubicado hacia la cabeza. Caudal

Podálico, ubicado hacia los pies.


Distal
Anterior, ubicado en una situación precedente.
Posterior, ubicado con posterioridad de lugar.
Proximal
Interno, del lado de adentro de un órgano.
Externo, del lado de afuera de un órgano.
Profundo, más alejado de la superficie.
Superficial, más cercano a la superficie.
Derecho, hacia el lado derecho.
Izquierdo, hacia el lado izquierdo.
Luminal, orientado hacia la luz de la estructura. Distal
Apical, hacia el vértice o ápex.
Basal, orientado hacia la base.
Central, cercano al centro de un órgano. Derecho Izquierdo
Periférico, más alejado del centro de un órgano.
Axial, ubicado en un eje (axis). Perpendicular al eje Fig. 1-6. Términos de situación y dirección. Las flechas indi-
can la orientación de los términos de dirección.
longitudinal del cuerpo.
14 Anatomía clínica

Estas partes se subdividen a su vez en regiones que La mama y la glándula mamaria son formaciones tegu-
pueden encontrarse a diferentes niveles de profundidad: mentarias. El tejido glandular se forma a partir de glán-
pueden ser superficiales, profundas o ambas a la vez. dulas sudoríparas apocrinas modificadas. El cuerpo de la
En algunos casos, los límites de una región superficial se mama se desarrolla en el tejido subcutáneo. La descrip-
proyectan hacia la profundidad y esta misma región se ción de la mama se abordará en la región pectoral del
extiende hacia el interior del cuerpo, teniendo una por- tórax.
ción superficial y una porción profunda.
Las regiones también tienen subdivisiones que
serán descritas en el desarrollo de las regiones corres- Piel
pondientes (recuadro 1-1).
La piel (cutis) es de fácil acceso a la exploración físi-
ca del paciente. Contribuye al diagnóstico de numerosas
Tegumento común enfermedades sistémicas. La piel está compuesta por la
epidermis (la capa epitelial más superficial) y la dermis
El tegumento común está dispuesto en dos capas: la piel (capa más profunda formada por tejido conectivo).
y el tejido subcutáneo (fig. 1-7). El sistema tegumenta- La piel tiene diferentes funciones: protege al orga-
rio está integrado por la piel con sus estructuras anexas nismo de los efectos de la exposición al medio ambien-
(glándulas sudoríparas y sebáceas, pelos, músculo erec- te, de las agresiones físicas y químicas; envuelve al
tor del pelo y uñas) y el tejido subcutáneo. cuerpo brindando contención para los líquidos extrace-
La piel constituye el mayor órgano del cuerpo, forman- lulares y los órganos más profundos; regula la tempe-
do su recubrimiento externo, y abarca una superficie de ratura corporal; es un órgano de los sentidos para el
aproximadamente 1,80 m2. Representa alrededor del tacto, la temperatura y el dolor, y participa en la síntesis
16% del peso corporal. de la vitamina D.

Recuadro 1-1. Regiones superficiales y profundas del cuerpo humano


Regiones superficiales
La cabeza se divide en: región frontal, región parietal, región occipital, región temporal, región auricular, región mas-
toidea y región facial o cara. Ésta última se subdivide en regiones menores.
El cuello se divide en: región cervical anterior, región esternocleidomastoidea, región cervical lateral y región cervical
posterior.
El tronco se divide en: tórax, abdomen, regiones dorsales y región perineal.
Las regiones del tórax son: región infraclavicular, región preesternal y región pectoral.
Las regiones del abdomen son: hipocondrio (2), epigastrio, región lateral (2), región umbilical, región inguinal (2), e
hipogastrio (región púbica).
Las regiones dorsales son: región vertebral, región sacra, región escapular, región supraescapular, región interescapu-
lar, región infraescapular y región lumbar.
Las regiones del miembro superior son: cintura pectoral, axila, brazo, codo, antebrazo y mano.
Las regiones del miembro inferior son: cintura pélvica, glútea (nalga), muslo, rodilla, pierna y pie (fig. R1-1-1).

Regiones profundas
Las regiones profundas son espacios dentro del cuerpo que contienen diferentes estructuras y tejidos.
Una región puede estar circunscrita por estructuras y puntos de referencia que establecen un área (un triángulo u otra
figura geométrica) o un volumen que puede compararse con un cuerpo geométrico (una pirámide o un prisma), en
el cual se pueden describir sus límites, contenidos y relaciones.
En algunos casos las regiones están separadas por estructuras que cierran y aíslan distintos espacios, creando com-
partimentos que pueden estar comunicados entre sí.
Las depresiones de una superficie se denominan fosas y en ocasiones corresponden al espacio ocupado por otra
estructura que se apoya o rellena ese lugar.
Una cavidad se refiere al espacio hueco dentro de una estructura o un conjunto de límites que encierran ese espa-
cio. El volumen de la cavidad puede estar ocupado por elementos que deben ser retirados para ver las paredes del
espacio hueco (cavidades craneal, orbitaria, torácica). El volumen de la cavidad puede corresponder a la sustancia
que ocupa la luz de un órgano hueco (cavidades nasal, laríngea, uterina). El volumen de la cavidad puede estar ocu-
pado por el líquido que rellena el espacio limitado por una membrana (cavidades articular, pleural, peritoneal).
El mediastino es una región profunda del tórax que ocupa el espacio que se encuentra entre la pleura derecha y
la pleura izquierda. Por encima llega hasta el cuello y, hacia abajo, hasta el músculo diafragma. Hacia atrás lo limita la
cara anterior de la columna torácica y hacia delante llega hasta la cara posterior del esternón. Corresponde a la por-
ción central de la cavidad torácica. Contiene, entre otras estructuras, el corazón, el pericardio, los vasos sanguíneos
que llegan y salen del corazón, la tráquea y el esófago.
(Continúa)
Anatomía general 15

Recuadro 1-1. Regiones superficiales y profundas del cuerpo humano (Cont.)


Región Región
Región parietal orbitaria
A Región
B Región parietal
temporal
frontal
Región
cigomática Región Región
infraorbitaria occipital
Región
infratemporal Región
nasal
Región
parotido- Región
maseterina labial
Fosa Región
retromandibular mentoniana

Región de Triángulo
la mejilla submentoniano

Región Triángulo Región


cervical submandibular Región cervical
posterior cervical posterior
Triángulo
carotídeo anterior
Región
cervical Triángulo
lateral muscular
(omotraqueal)
Fosa Fosa Fosa Región
supraclavicular supraclavicular yugular esternocleido-
mayor menor mastoidea

Triángulo clavipectoral Región escapular

Fosa Región
infraclavicular deltoidea

Región
deltoidea

Región
axilar

Región anterior del Región posterior del


brazo (braquial brazo (braquial
anterior) posterior)

Región
Región anterior posterior
del codo del codo
Triángulo clavipectoral

Región posterior
del antebrazo
(antebraquial
posterior)

Región posterior
Región anterior del carpo
del carpo Fosa
infraclavicular
Palma de Dorso de
la mano la mano
Región axilar
(fosa axilar)

C D
E

Fig. R1-1-1. Regiones del cuerpo. A. Cabeza y cuello, vista anterolateral derecha. B. Cabeza y cuello, vista posterior. C. Miembro
superior derecho, vista anterior. D. Miembro superior derecho, vista posterior. E. Axila derecha, con el brazo en abducción de
noventa grados.
16 Anatomía clínica

Recuadro 1-1. Regiones superficiales y profundas del cuerpo humano (Cont.)

Triángulo Región
clavipectoral vertebral
Fosa Región
Región infraclavicular supraescapular
deltoidea

Región Región
pectoral Región
axilar deltoidea

Región
preesternal Región
escapular

Región Región Región


Región pectoral pectoral
interescapular
inframamaria lateral lateral

Hipocondrio Región Región


epigástrica lumbar
Región
Región Región infraescapular
abdominal umbilical
lateral Región
glútea
Región
inguinal Región
púbica

Región
Triángulo sacra
femoral
Región
anal

F G

Región
glútea

Triángulo
femoral Surco
glúteo

Región
posterior
Región del muslo
anterior
Región Región (femoral
del muslo
urogenital anal posterior)
(femoral
anterior)
H Región perineal Región
posterior
Región
de la
anterior rodilla
Región de la rodilla
anterior Fosa
poplítea Región
de la pierna
Región sural
(crural
posterior Región
anterior)
de la pierna retromaleolar
(crural lateral
posterior)

Dorso Planta
del pie del pie

Región
I J calcánea K

Fig. R1-1-1. Continuación. F. Tronco, vista anterior. G. Tronco, vista posterior. H. Periné femenino. I. Miembro inferior derecho,
vista anterior. J. Miembro inferior derecho, vista posterior. K. Pie, vista inferior.
Anatomía general 17

Epidermis

Piel Capa papilar


Dermis

Capa reticular

Tejido
subcutáneo
Panículo adiposo del
tejido subcutáneo

Capa membranosa del


tejido subcutáneo

Tejido conectivo laxo del


tejido subcutáneo

Fascia de revestimiento
superficial

Fig. 1-7. Corte de la piel y el tejido subcutáneo. Esquema que muestra la ubicación de las capas presentes desde la piel hasta
la fascia de revestimiento superficial.

La piel forma una cubierta continua, con pliegues En las capas profundas de la epidermis también se
que aumentan su superficie. La piel se interrumpe a nivel encuentran los melanocitos (células pigmentadas de
de los orificios naturales, donde se continúa con las origen neuroectodérmico) que producen melanina, pig-
diversas mucosas. mento oscuro que protege a las células del estrato basal
El color de la piel depende de la circulación sanguí- de las radiaciones ultravioletas nocivas.
nea y de los pigmentos contenidos en las células de la Las células dendríticas [de Langerhans] pertenecen
epidermis. Varía con la región del cuerpo, con la edad y al sistema inmunitario y tienen una forma estrellada con
con la población. muchas ramificaciones. Se originan en la médula ósea,
La superficie de la piel presenta crestas, separadas por se ubican en el estrato espinoso y desencadenan res-
surcos. Las hileras de papilas de la dermis forman el puestas inmunitarias primarias.
soporte de tejido conectivo de las crestas de la piel y En contacto con la membrana basal de la epidermis
están muy desarrolladas en la palma y en la planta de los hay epiteliocitos táctiles [células de Merkel], que
pies. Las huellas digitales se basan en la configuración corresponden a receptores del tacto conectados a las
única, para cada persona, del ordenamiento de los surcos terminaciones nerviosas de las neuronas sensitivas.
de la piel que se encuentran en el pulpejo de los dedos. El espesor de la epidermis varía de acuerdo con la
También se presentan pliegues de flexión en las región de la piel y el grado de fricción a la que está
superficies de las articulaciones y arrugas o líneas de expuesta. La epidermis de la piel gruesa tiene una capa
expresión en la cara, características del envejecimiento, más, el estrato lúcido, entre el granuloso y el córneo.
por la contracción de los músculos subyacentes. En las palmas y las plantas se encuentra la piel gruesa.
En las superficies elevadas de la piel se abren las
glándulas sudoríparas. En los pliegues se ubican los pelos
y los poros de las glándulas sebáceas. Dermis
La dermis (corion) se ubica profunda a la membrana
Epidermis basal de la epidermis y es la capa más gruesa de la piel.
Contiene los vasos sanguíneos y linfáticos, nervios y ane-
La epidermis es un epitelio estratificado escamoso xos cutáneos. Es un tejido conectivo denso, con gran
queratinizado. En la epidermis no hay vasos sanguíneos resistencia y elasticidad, con fibras de colágeno orienta-
o linfáticos. El estrato basal (profundo) es donde se das en el sentido de las líneas de tensión [líneas de
produce la formación de nuevas células (queratinocitos), Langer], entrelazadas con fibras elásticas.
que regeneran la epidermis en aproximadamente 30 Se distinguen dos regiones en la dermis, una más
días. En la superficie de la epidermis, las células maduras superficial, la capa papilar y una más profunda, la capa
queratinizadas que forman el estrato córneo, se elimi- reticular.
nan por descamación. La queratina producida por estas La capa papilar limita con la epidermis y consiste en
células protege a las capas más profundas del calor, de un tejido conectivo con fibras finas de colágeno y elasti-
la entrada de materiales extraños y repele el agua. na. En la superficie presenta protrusiones cónicas redon-
18 Anatomía clínica

deadas, las papilas dérmicas. Estas papilas se proyec- Las glándulas sebáceas holocrinas son glándulas
tan hacia la epidermis formando una amplia superficie acinosas ramificadas en racimo. Producen una sustancia
de unión. La cantidad y altura de las papilas está relacio- oleosa denominada sebo. La mayoría desembocan en los
nada con la exigencia mecánica de ese sector de la piel. folículos pilosos (complejo pilosebáceo). El sebo recu-
En las papilas se encuentran asas capilares y receptores bre la superficie del pelo y lo humecta. También evita la
táctiles. evaporación del agua de la piel y la mantiene flexible y
La capa reticular limita con el tejido subcutáneo y suave. No existen en la palma de las manos ni en la plan-
consiste en un tejido conectivo denso irregular con fibras ta de los pies.
de colágeno formando una red y algunas fibras elásticas
entrelazadas. Estas redes de fibras le otorgan resistencia,
extensibilidad y elasticidad a la piel. El espacio entre las Pelos
fibras está ocupado por células adiposas, vasos, fibras Los pelos son filamentos córneos producidos por la
nerviosas y los anexos de la piel. epidermis. El epitelio se invagina formando un cilindro,
la vaina radicular, que rodea al pelo. La glándula sebá-
cea desemboca en la vaina radicular. El pelo posee una
Anexos de la piel raíz profunda que penetra en la dermis y un bulbo pilo-
so que junto con la papila dérmica del pelo forman el
Las estructuras anexas de la piel (glándulas cutá- folículo piloso.
neas, pelos y uñas) se desarrollan en el embrión a partir Se encuentran presentes en la mayor parte de la piel,
de la epidermis (fig. 1-8). excepto en las palmas, la superficie palmar de los dedos,
los talones y las plantas de los pies.
Glándulas cutáneas Presentan una distribución que varía según el sexo.
Las glándulas sudoríparas ecrinas son glándulas Se distribuyen con mayor densidad en el cuero cabellu-
tubulares simples, enrolladas. Su porción secretora se do y a partir de la pubertad, en el pubis, alrededor de los
ubica a nivel de la dermis profunda, en ocasiones en el genitales externos, las axilas y la cara.
tejido subcutáneo, y el conducto excretor termina en la Los pelos tienen como funciones la participación en
superficie de la piel a través de un poro. Están disemina- la percepción táctil, la protección solar y la disminución
das en toda la piel, pero son más numerosas en la de la pérdida de calor. Protegen de la entrada de partí-
frente, las palmas y las plantas. La función de estas glán- culas extrañas a la cavidad nasal y el conducto auditivo
dulas es producir el sudor que, con su evaporación, con- externo. Las pestañas y las cejas protegen a los ojos.
tribuye a la regulación de la temperatura corporal. El músculo erector del pelo se encuentra en el
Hay glándulas sudoríparas apocrinas que se ubi- espesor de la dermis. Es un músculo liso que se extien-
can en la piel con vello y comienzan a funcionar en la de desde la parte media del folículo piloso hasta la capa
pubertad. Su conducto excretor se abre en los folículos papilar de la dermis. Con su contracción pone la “piel de
pilosos y están ubicadas en axila, ingle y aréola. gallina”, produciendo la erección del pelo. Cuando cam-

Pelo

Terminaciones nerviosas Epidermis


aferentes

Músculo erector del pelo


Dermis

Glándula sebácea

Folículo piloso

Nervio cutáneo Tejido subcutáneo

Vaso linfático
Fascia de revestimiento
superficial
Vasos sanguíneos
superficiales Músculo esquelético

Ligamento cutáneo Glándula sudorípara

Fig. 1-8. Piel, anexos y tejido subcutáneo. Esquema que muestra la disposición de los anexos cutáneos.
Anatomía general 19

bia la inclinación del pelo, también comprime y vacía lo adiposo (por ejemplo, en las regiones inferiores del
hacia la superficie la glándula sebácea anexa. Está iner- abdomen).
vado por fibras nerviosas del sistema simpático y es esti- La capa más profunda del tejido subcutáneo es el
mulado por el frío o las emociones. Está ausente en las tejido conectivo laxo, que forma un plano de desliza-
pestañas, las cejas, las vibrisas, los tragos y la barba. miento entre la capa membranosa y la fascia de revesti-
miento subyacente.
El panículo adiposo del tejido subcutáneo no
Uñas está presente en los párpados, el pene, el clítoris, y en la
La uña (unguis) es producida por la epidermis. mayor parte de la oreja. En el escroto se encuentra repre-
Protege el extremo distal de los dedos y aumenta la resis- sentado por una capa muscular con abundantes fibras
tencia a la presión del pulpejo de estos. elásticas, el dartos.
Las uñas están formadas por escamas córneas que
se aplican sobre el lecho ungueal. En la región proximal
del lecho, cubierta por la raíz ungueal, se encuentra la Vascularización de los tegumentos
matriz ungueal, que es la responsable del crecimiento
continuo de la uña. La matriz se extiende hasta el arco La irrigación sanguínea de la piel es importante
de la lúnula. El hiponiquio es la porción de epidermis para la regulación de la temperatura corporal.
cubierta por la placa ungueal ubicada más distal. Las arterias para la irrigación del tegumento pueden
proceder de arterias musculocutáneas y fasciocutá-
neas, que atraviesan la fascia de revestimiento y pene-
Tejido subcutáneo tran en el tejido subcutáneo, o de arterias cutáneas
(menos frecuentes) cuyo trayecto está situado en el
El tejido subcutáneo [hipodermis] está ubicado pro- plano subcutáneo.
fundo a la dermis de la piel. Algunas de las porciones Las arterias forman una red de anastomosis entre el
profundas de los anexos cutáneos se ubican en este tejido subcutáneo y la piel mediante plexos de disposi-
plano. Está compuesto en su mayor parte por tejido ción paralela a la superficie y que tienen interconexiones.
conectivo laxo. Este tejido está atravesado por los vasos En el nivel profundo de la capa reticular de la dermis se
y nervios que se dirigen a la piel o vienen de ella. encuentra el plexo arterial dérmico profundo. Entre
El tejido subcutáneo participa en la termorregula- las capas papilar y reticular de la dermis se forma el
ción actuando como aislante térmico, reteniendo el calor plexo arterial subpapilar, de donde se origina el asa
corporal. Asimismo amortigua las compresiones produci- capilar intrapapilar.
das por el apoyo del cuerpo sobre las eminencias óseas. Las venas también se encuentran anastomosadas y
Se diferencian distintas capas, pero su presencia no es formando plexos en la dermis y el tejido subcutáneo.
uniforme en todas las regiones del cuerpo. La capa más Finalmente, el drenaje venoso atraviesa las fascias de
superficial es el panículo adiposo, profunda a ésta se envoltura para dirigirse a las venas del sistema profundo.
encuentra una capa membranosa y, en el último plano, Las arterias de la piel presentan una importante iner-
una capa de tejido conectivo laxo interpuesta entre el vación que las hace reaccionar produciendo cambios en
tejido subcutáneo y la fascia de revestimiento del cuerpo. su circulación. En las capas profundas de la dermis son
El panículo adiposo tiene un espesor y una consis- comunes las anastomosis arteriovenosas; cuando
tencia muy variables. Es el principal almacén de tejido éstas se encuentran permeables reducen la circulación
adiposo del cuerpo y su grosor varía con el estado nutri- en los plexos superficiales, evitando la pérdida de calor.
cional. Su distribución depende de la región corporal y el Los capilares linfáticos se ubican en la región pro-
sexo. Este tejido adiposo habitualmente está dividido en funda de la capa papilar de la dermis y desde allí se diri-
lobulillos separados por tabiques de tejido fibroso, gen hacia una red linfocapilar profunda de la piel,
donde se encuentran los vasos. desde donde la linfa es conducida a las redes linfáticas
En el panículo adiposo se encuentran los ligamen- subcutáneas.
tos cutáneos (retinacula cutis) que se extienden desde
la superficie profunda de la dermis hasta la fascia de
revestimiento. Atraviesan el tejido subcutáneo y fijan la Inervación de los tegumentos
piel a los planos más profundos. Estos haces fibrosos
pueden ser largos y escasos (piel móvil) o cortos y abun- La inervación que se encuentra en los tegumentos
dantes (piel fija). Un ejemplo de ligamentos cutáneos es mayoritariamente sensitiva (aferente) y en menor
muy desarrollados son los ligamentos suspensorios de proporción, simpática (eferente).
la mama. Las sensaciones del tacto, de la temperatura, de las
El panículo adiposo, en algunas regiones, contie- vibraciones y del dolor son captadas por los receptores
ne una capa muscular (formada por músculos “cutá- (exteroceptores) que se ubican en los diferentes planos
neos”) como el músculo platisma, en el cuello. En de los tegumentos. Asociado a estos receptores se
otros lugares el panículo adiposo presenta una capa encuentra el origen de las fibras nerviosas sensitivas
fibrosa. somáticas, cuyo cuerpo neuronal está situado en el
En las regiones donde el tejido subcutáneo está muy ganglio espinal correspondiente.
desarrollado, se encuentra una capa membranosa, de Hay receptores ubicados en la porción profunda de
grosor variable, que forma el límite profundo del panícu- la epidermis, como el epiteliocito táctil [célula de
20 Anatomía clínica

Merkel], hasta donde llegan las fibras nerviosas que atra- que se logre la reepitelización depende de otros factores
viesan la dermis. tales como la profundidad de la lesión, la ubicación y la
Algunos receptores se ubican en la capa papilar de la forma.
dermis, como el corpúsculo táctil ovoideo [de
Meissner] y las terminaciones nerviosas libres.
En la capa reticular de la dermis se encuentran el Estrías cutáneas
corpúsculo sensitivo fusiforme [de Ruffini], el bulbo La presencia de fibras colágenas y elásticas le confieren
terminal [de Krause] y terminaciones nerviosas en espi- a la piel una gran resistencia y elasticidad. La piel es un
ral alrededor de los pelos (terminaciones peritriquia- órgano con una gran capacidad y resistencia al estira-
les). miento. Esto se evidencia en situaciones tales como el
Otros receptores se encuentran en el tejido subcutá- aumento del volumen abdominal durante el embarazo o
neo, como el corpúsculo lamelar [de Pacini]. las grandes variaciones del peso. Sin embargo, esta capa-
La inervación simpática es eferente vegetativa y cidad en ocasiones se ve superada y en consecuencia sur-
está destinada a los músculos erectores de los pelos, a gen las estrías cutáneas. Se producen por la ruptura de
las glándulas sudoríparas y a los vasos. Esta inervación las fibras elásticas, como consecuencia del estiramiento
autónoma proviene de los ganglios simpáticos y sus excesivo. El aspecto de las estrías varía de acuerdo con el
fibras nerviosas pertenecen a las neuronas posganglio- tiempo de evolución: inicialmente son cordones sobreele-
nares. Se distribuyen en la piel formando parte de los vados de color rosado, que se transforman en bandas de
nervios cutáneos o rodeando las arterias cutáneas. piel fina de color púrpura y finalmente blancas. Aparecen
predominantemente en abdomen, mamas y en la cara
medial y lateral de los muslos y la región glútea.
Líneas de tensión de la piel En algunas patologías en las que existen alteraciones
Karl Langer estudió las líneas de tensión presentes en estructurales de las proteínas de la matriz extracelular
la piel. Encontró que las fuerzas de estiramiento (ten- (colágeno y elastina), las estrías cutáneas pueden apare-
sión) que actúan en la piel siguen la dirección de las cer de manera espontánea o ante mínimos estiramien-
fibras de colágeno ubicadas en la dermis reticular. tos.
Basado en su hallazgo diseñó un mapa que muestra la
disposición de dichas líneas, denominadas líneas de
Langer (fig. 1-9). Quemaduras
Las incisiones quirúrgicas realizadas en forma paralela Las quemaduras son lesiones producidas en los tejidos
a estas líneas tienden a curar con muy poco tejido cica- vivos por la acción de agentes físicos, químicos o bioló-
trizal, mientras que, en aquellas que cortan dichas líneas, gicos. Éstas varían desde eritema (enrojecimiento) hasta
el proceso de cicatrización se realiza con mayor dificul- la destrucción de tejidos y estructuras. Su pronóstico
tad, ya que la sección lleva a la retracción de las fibras
colágenas y de este modo se dificulta la aposición de los
bordes de la herida. En este caso, la resolución genera
un defecto estético importante, que puede producir, en
algunas personas, cicatrices hipertróficas.

Heridas de la piel
Las heridas cutáneas son lesiones traumáticas de la piel
con solución de continuidad de ésta. De acuerdo con el
mecanismo por el que se producen, las heridas se pue-
den clasificar en:
Incisa o cortante: producida por un instrumento con
filo (cuchillo, navaja).
Punzante: producida por un elemento con punta
aguda (puñal, aguja, punzón).
Contusa: producida por el golpe de un elemento romo
(martillo, maza).
Desgarrante: la lesión separó los tegumentos en
forma anfractuosa.
En ocasiones se producen combinaciones de estas heri-
das (contusodesgarrante, contusocortante).
En las heridas agudas, la aproximación de los bordes
mediante puntos de sutura o elementos adhesivos dismi-
Vista anterior Vista posterior
nuye la distancia que las células deben migrar para
cubrir la solución de continuidad y se produce una cica-
triz por primera intención. Cuando las heridas curan sin Fig. 1-9. Líneas de tensión de la piel. Las líneas punteadas
que se haya logrado la aposición de sus bordes, cicatri- sobre la piel indican la dirección de las líneas de tensión de
la piel [líneas de Langer].
zan por segunda intención, y el tiempo necesario para
Anatomía general 21

depende de la profundidad alcanzada y de su extensión. siendo reemplazando por hueso y en el adulto es muy
Asimismo hay órganos y estructuras que cursan con peor reducida la cantidad de cartílago que persiste. Los hue-
evolución, tal es el caso de la quemadura de las vías sos son órganos vivos que están formados por un tejido
aéreas. conectivo duro y resistente. El 99% del calcio corporal se
La extensión de una quemadura cutánea puede medir- almacena en los huesos.
se como porcentaje de superficie corporal afectada.
La “regla de los 9” asigna valores múltiplos de 9 a los
siguientes segmentos del cuerpo: cabeza y cuello 9%; Cartílagos
cada miembro superior 9%; parte anterior del tronco
18%; parte posterior del tronco 18%; cada miembro Los cartílagos cubren las superficie articulares o
inferior 18%, y el 1% restante corresponde a la región están unidos a algunos huesos, en los lugares donde se
perineal. necesita algo de flexibilidad (por ejemplo en la pared del
Un ejemplo de quemadura superficial es el enrojecimien- tórax). El tejido cartilaginoso prácticamente no tiene
to que resulta de la exposición solar sin la protección ade- vasos y sus células se nutren por imbibición. Su sustan-
cuada. En estos casos la lesión asienta en la epidermis cia intercelular está muy hidratada (70% de agua). El
(aunque puede extenderse hasta la dermis papilar). El eri- pericondrio es la membrana conectiva que lo envuelve
tema se debe a la dilatación del plexo vascular superficial y lo nutre. El tejido cartilaginoso es rígido, pero a la vez
que ocasiona su color rojo. La curación se produce natural- es elástico en la flexión y la compresión.
mente, y queda una hiperpigmentación (bronceado) que Hay tres tipos de cartílagos en el organismo, que se
desaparece con la descamación del estrato córneo. diferencian por las características de su sustancia interce-
lular (fig. 1-10). El cartílago hialino es el más abun-
dante, translúcido y algo azulado. Constituye la matriz
Sistema esquelético embrionaria de los huesos. Forma los cartílagos articula-
res, costales, traqueales, bronquiales, laríngeos, de la
El sistema de sostén corporal está formado por tejidos nariz y epifisarios. El cartílago fibroso es de color blan-
conectivos especializados: el hueso y el cartílago. El quecino, resistente, con abundantes fibrillas colágenas.
hombre posee un endoesqueleto osteocartilaginoso y Se lo encuentra en los discos articulares y meniscos. El
membranoso que integran el conjunto de estructuras cartílago elástico es de color amarillento, flexible y con
rígidas del cuerpo y permiten su movilidad. abundantes fibras elásticas. Forma el cartílago auricular,
A partir de su formación en la vida fetal, el cartílago va la trompa auditiva y la epiglotis.

Cartílago costal,
cartílago hialino

Cartílago articular,
cartílago hialino

Menisco medial,
cartílago fibroso

A B

Disco
intervertebral,
cartílago fibroso Cartílago
epligótico,
cartílago
elástico

C D

Fig. 1-10. Tipos de cartílagos. A. Vista anterior de la caja torácica. B. Abertura de la articulación de la rodilla mediante un corte
horizontal de su cápsula. C. Corte mediano de la columna vertebral. D. Corte mediano del cuello con laringe.
22 Anatomía clínica

Frontal

Maxilar
Mandíbula

Vértebras cervicales
Clavícula

Húmero Esternón

Costillas Vértebras lumbares

Coxal
Radio

Cúbito (ulna)
Sacro

Carpo
Metacarpo

Falanges

Fémur

Rótula (patela)

Tibia

Peroné (fíbula)

Tarso
Metatarso
Falanges

Fig. 1-11. Esqueleto adulto. Vista anterior. El antebrazo derecho está supinado. El antebrazo izquierdo está pronado.

Huesos na vertebral, las costillas y el esternón, y el esqueleto


apendicular, cuyos huesos pertenecen a los miembros
El esqueleto óseo está formado por 206 huesos superiores e inferiores. A su vez el esqueleto de cada
constantes (200 huesos y los 6 huesecillos del oído) (figs. miembro tiene dos porciones: una cintura (cingulum),
1-11 y 1-12). También existen huesos que pueden ser que lo relaciona con el esqueleto axial, y una porción
inconstantes, los que se denominan supernumerarios o libre del miembro, que corresponde al resto de sus
accesorios; ellos pueden ser suturales (generalmente en las huesos. La escápula y la clavícula forman la cintura del
suturas craneales) o sesamoideos (pequeños, se encuen- miembro superior y el coxal forma la cintura del miem-
tran asociados a algunos tendones y articulaciones). bro inferior (cuadro 1-4).
Con la edad, el número de los huesos puede variar,
por ejemplo: el ilion, el isquion y el pubis se sueldan
para formar el coxal. Los frontales en el niño son dos Configuración interna del hueso
piezas óseas que luego se fusionan.
En la estructura interna del hueso del adulto se
reconocen dos porciones con aspecto diferente: el
Esqueleto axial y apendicular hueso compacto y el hueso esponjoso (o trabecular).
El hueso compacto forma una capa periférica y conti-
De acuerdo con su ubicación en las regiones del nua, que está cubierta en su superficie externa por el
cuerpo, los huesos se pueden agrupar en dos divisiones: periostio. El hueso esponjoso está constituido por una
el esqueleto axial, ubicado en relación con el eje longi- serie de laminillas o trabéculas que delimitan espacios
tudinal del cuerpo y constituido por el cráneo, la colum- comunicados entre sí, ocupados por la médula ósea.
Anatomía general 23

Parietal
Occipital

Vértebras cervicales

Escápula
Húmero

Vértebras torácicas
Costillas

Cúbito (ulna)
Vértebras lumbares
Radio Coxal
Sacro
Carpo
Cóccix
Metacarpo

Falanges

Fémur

Tibia
Peroné (fíbula)

Calcáneo
Metatarso
Falanges

Fig. 1-12. Esqueleto adulto. Vista posterior. El antebrazo derecho está supinado. El antebrazo izquierdo está pronado.

Cuadro 1-4. Esqueleto


Axial Cráneo Neurocráneo Frontal, etmoides, esfenoides, parietal, temporal,
occipital, huesecillos del oído

Viscerocráneo Maxilar, nasal, lagrimal, cigomático, palatino, cornete


nasal inferior, vómer, mandíbula, hioides

Columna vertebral Vértebras cervicales, torácicas, lumbares, sacro, cóccix

Tórax Esternón, costillas

Apendicular Miembro superior Cintura pectoral Escápula, clavícula

Porción libre Húmero, cúbito (ulna), radio, huesos del carpo,


metacarpianos, falanges

Miembro inferior Cintura pelviana Coxal

Porción libre Fémur, rótula (patela), tibia, peroné (fíbula), huesos


del tarso, metatarsianos, falanges
24 Anatomía clínica

Hueso esponjoso
Hueso compacto Lámina externa

Diploe

Lámina interna

Fig. 1-13. Corte coronal de la calvaria. Disposición del hueso compacto y el hueso esponjoso en los huesos planos del cráneo
(hueso parietal).

Las trabéculas del hueso esponjoso se disponen y orien- la diáfisis con la epífisis se denomina metáfisis. La tibia
tan a lo largo de las líneas de tensión que soporta cada es un ejemplo de hueso largo.
porción del hueso. Esta orientación permite al hueso una En los huesos planos, el grosor es reducido y predo-
mayor resistencia a las presiones o a las tracciones. minan el largo y el ancho. Constituyen paredes de las
La diáfisis de los huesos largos, de forma aproxima- cavidades corporales y presentan superficies de inserción
damente cilíndrica, está constituida por hueso compacto muscular amplias. Por ejemplo, el occipital.
que rodea la cavidad medular, y las epífisis, de forma Los huesos cortos presentan dimensiones semejan-
aproximadamente esferoidea, están constituidas por tes en sus tres ejes, con forma variable, generalmente
hueso esponjoso y rodeadas por una delgada lámina cuboidea. Por ejemplo, los huesos del carpo.
de hueso compacto. Los huesos irregulares tienen formas y proporcio-
El hueso esponjoso de los huesos planos se dispo- nes variadas. Por ejemplo, el esfenoides.
ne entre dos láminas de hueso compacto. En los huesos Los huesos neumáticos presentan cavidades relle-
de la calvaria, al hueso esponjoso se lo denomina diploe nas de aire (cavidades neumáticas) denominadas celdas
y a las láminas de hueso compacto se las denomina o senos de acuerdo con su tamaño. Por ejemplo, el esfe-
lámina [tabla] interna y lámina [tabla] externa (fig. noides.
1-13). Los huesos sesamoideos son huesos pequeños,
Los huesos cortos están formados en su mayor anexos a un tendón o un ligamento. Su nombre es debi-
parte por hueso esponjoso, rodeado por una lámina de do a su parecido con la forma de una semilla de sésamo.
hueso compacto, también identificado como hueso Pueden ser inconstantes y se los encuentra en relación
cortical. estrecha con las articulaciones metacarpofalángica del
En la cavidad medular de los huesos largos y en las pulgar y metatarsofalángica del dedo gordo (hallux), en
cavidades del hueso esponjoso (entre las trabéculas) la porción medial del gastrocnemio y en el tendón del
se encuentra la médula ósea donde se produce la peroneo largo. Los sesamoideos se articulan con un
hematopoyesis (formación de las células de la sangre). La hueso que les sirve de sostén. La rótula (patella) puede
médula ósea es un tejido diferente del tejido óseo. En el ser considerada, por su ubicación y relación con el ten-
hueso seco (hueso de osario) sólo se conserva su matriz dón del cuádriceps femoral, como un hueso sesamoi-
mineral, por lo tanto carece de médula ósea y el espacio deo, se diferencia de éstos por su tamaño y porque siem-
que ocupaba ésta se encuentra vacío. pre se osifica (es un hueso constante).
El periostio es una membrana fibrosa, ricamente
vascularizada e inervada, que rodea la superficie exterior
del hueso. Participa en el crecimiento del hueso y en su Huesos supernumerarios
irrigación. Los huesos accesorios o huesos supernumerarios se
Los cartílagos epifisarios se encuentran en los hue- desarrollan a partir de centros de osificación adicionales
sos largos antes de llegar a la edad adulta y permiten el formando huesos aparte. Esto sucede porque muchos
crecimiento en longitud del hueso. huesos se desarrollan a partir de varios centros de osifi-
cación y, cuando uno de estos centros pierde su unión
con el resto, da el aspecto de un hueso supernumerario.
Clasificación Además de los huesos sesamoideos y los huesos sutura-
les, toma importancia la aparición de un hueso acceso-
Los huesos se pueden diferenciar y clasificar de rio denominado hueso trígono. Éste es un tubérculo
acuerdo con la forma general que presentan (fig. 1-14). lateral de la apófisis posterior del astrágalo que aparece
En los huesos largos predomina la longitud por de manera independiente y ocasional. Se forma a partir
encima del grosor y el ancho. Presentan una diáfisis de un núcleo de osificación propio y no debe ser confun-
(cuerpo) y dos epífisis (extremos). La zona de unión de dido con imágenes patológicas del pie.
Anatomía general 25

Epífisis proximal

Metáfisis

Diáfisis
B

A C D
Epífisis distal

Fig. 1-14. Tipos de huesos. A. Hueso largo, húmero. B. Hueso plano, escápula. C. Hueso corto, calcáneo. D. Hueso irregular,
vértebra.

Clasificación funcional cuello quirúrgico está ubicado entre los tubérculos y la


De acuerdo con la función o funciones que cumplen, diáfisis.
los huesos pueden agruparse en diferentes tipos, La cavidad medular es el espacio central, amplio y
pudiendo pertenecer a más de uno. hueco, como un conducto, que se ubica a lo largo de la
En general los huesos constituyen el armazón del diáfisis, pero que no se encuentra en las epífisis del
cuerpo y brindan inserción a los músculos. hueso. La superficie interior de la pared de la diáfisis
Algunos huesos se comportan como una palanca está revestida por el endostio. El interior de la cavidad
sobre la que actúan los músculos para producir los movi- medular se encuentra ocupado por la médula ósea. En
mientos. los niños, la médula ósea tiene aspecto rojizo (médula
Los huesos pueden actuar como soporte de la carga,
el peso corporal, cuando se ubican en los lugares por
donde pasan las líneas de fuerza del apoyo del cuerpo.
También pueden servir para la protección de los
Cavidad medular
órganos, limitando cavidades ocupadas por estos ele-
mentos.
Hueso compacto

Porciones de los huesos largos


Hueso esponjoso
La diáfisis forma el cuerpo del hueso, es la porción
central, aproximadamente cilíndrica y con un diámetro
prácticamente uniforme, formada por tejido óseo com-
Línea epifisaria
pacto (fig. 1-15). Las epífisis se encuentran en ambos
extremos del hueso largo y constituyen los abultamien-
tos donde se ubican las superficies articulares, lisas y Cartílago articular
cubiertas por cartílago articular. La metáfisis tiene
forma de cono truncado o embudo y se ubica entre la
Epífisis
diáfisis y la epífisis, constituyendo la zona de transición
entre ambas partes. En la unión entre la epífisis y la
metáfisis se ubica el cartílago epifisario (placa epifisa- Línea epifisaria
ria) [cartílago de crecimiento], responsable del crecimien-
to en longitud de estos huesos, hasta su osificación, Metáfisis
cuando es reemplazado por la línea epifisaria. El cue-
llo anatómico es una porción más estrecha del hueso,
Fig. 1-15. Corte sagital de la rodilla. Partes de los huesos.
ubicada entre la superficie articular y los tubérculos. El
26 Anatomía clínica

Cuello Cabeza Apófisis


Cresta
(proceso)
Apófisis

Tubérculo

Escotadura
Metáfisis (incisura)

Espina

Fosa

Diáfisis
Foramen

Tuberosidad
Línea

Fig. 1-16. Accidentes de la superficie y partes de los huesos. A. Extremo proximal del fémur derecho, vista anterior. B. Vista
posterior del sacro, del coxal y del fémur izquierdos.

ósea roja) debido a su función hematopoyética. En el Cresta: reborde óseo elevado.


adulto, la médula ósea está inactiva y acumula tejido adi- Línea: una protrusión ósea lineal.
poso, siendo denominada médula ósea amarilla. Espina: protrusión puntiaguda.
Protuberancia: prominencia más o menos redondeada.
Los huesos pueden presentar cavidades que pue-
Accidentes de la superficie del hueso den ser articulares o no.
Las cavidades articulares son depresiones esferoi-
En la superficie de los huesos existen irregularidades dales, elipsoidales o cupuliformes, con superficies lisas,
denominadas accidentes óseos; puede tratarse de pro- que están cubiertas por cartílago articular, para recibir a
trusiones (salientes), depresiones (fosas) o superficies una saliente del hueso con el que se articulan.
ásperas (fig. 1-16). Las cavidades no articulares tienen formas y fun-
Las salientes articulares presentan una forma regu- ciones diversas. Pueden ser cavidades de inserción de
lar, relacionada con la forma geométrica que tiene la músculos o ligamentos. Hay cavidades de recepción, por
superficie articular que soportan. donde pasan tendones, vasos y nervios que se presentan
Cóndilo, saliente articular en un complejo articular. en forma de conducto, canal, surco (depresión lineal) y
Cabeza, extremo abultado articular. escotadura o incisura (muesca entrante en un borde). La
Capítulo, extremo abultado articular como una cavidad también puede constituir una fosa (depresión o
cabeza, pero de menor tamaño. excavación) donde se alojan diferentes estructuras anató-
Cara articular, cara que presenta una superficie arti- micas. Las cavidades de ampliación son excavaciones
cular. rodeadas de hueso, que forman celdas y senos intraóseos
Las salientes extraarticulares tienen formas varia- comunicados con las cavidades de la cabeza.
bles, en general son irregulares y rugosas. Están destina- La superficie de los huesos está perforada por forá-
das a inserciones de músculos o ligamentos. Su grado de menes nutricios, aberturas por donde pasan los vasos
desarrollo depende de la potencia del músculo que se que irrigan el hueso y que se continúan a través del teji-
inserta en ellas. do óseo con conductos vasculares. Estos forámenes y
Tuberosidad: es una protuberancia ósea más bien conductos presentan diferentes diámetros en relación al
redondeada con un relieve rugoso. calibre del vaso que los atraviesa. Los más amplios (de
Tubérculo: es una protuberancia ósea de menor primer orden) corresponden al pasaje de la arteria nutri-
tamaño. cia principal del hueso y en los huesos largos se ubican
Eminencia: es una prominencia más bien alargada. en su diáfisis para dirigirse a la cavidad medular. Los de
Proceso (apófisis): protrusión alargada, puede ser de diámetro intermedio (de segundo orden) se ubican
inserción. generalmente cerca de las superficies articulares. Los
Apófisis: protrusión desarrollada en una epífisis, con más estrechos (de tercer orden) son los más numerosos
un centro de osificación propio. y se encuentran en las superficies no articulares.
Epicóndilo: relieve óseo relacionado por proximidad Algunos huesos están perforados por orificios deno-
con un cóndilo. minados forámenes (agujeros o perforaciones) o con-
Anatomía general 27

ductos de transmisión, que comunican una de las mesenquimatoso que está ricamente vascularizado.
caras del hueso con la cara opuesta, permitiendo el Con el desarrollo, algunas células se diferencian en célu-
pasaje a través de él de estructuras anatómicas. las osteogénicas (osteoblastos y osteocitos) y se agru-
pan en focos que comienzan a producir la matriz preó-
sea (sustancia osteoide). Al principio esta matriz no tiene
Osificación depósitos de calcio; luego, cuando se produce la calcifi-
cación, se constituye la matriz ósea. Este tipo de osifi-
Los huesos son formados por los osteoblastos y cación se produce en los huesos planos que rodean la
osteocitos que producen la matriz ósea. Hay diferen- cavidad craneal, en la mandíbula y la clavícula. Los hue-
tes mecanismos a partir de los cuales se desarrollan los sos que se forman mediante este mecanismo se denomi-
diferentes huesos. Estos tipos de osificación se diferen- nan huesos membranosos.
cian por el tejido a partir del cual se desarrolla el hueso.
Osificación condral: pericondral y
Osificación membranosa endocondral
En la osificación condral el esbozo inicial del hueso
En la osificación membranosa el hueso se forma a es de tejido cartilaginoso y está revestido de pericon-
partir de un molde (maqueta) de tejido conectivo drio. El cartílago es sustituido progresivamente por

Núcleo
Pericondrio de osificación
primario

Manguitos óseos
pericondrales A. diafisaria

Cartílago Núcleo
mineralizado de osificación
A secundario

A. epifisaria
Epífisis
proximal
Metáfisis
proximal
Cartílago
epifisario
Cavidad
medular ósea

Sustancia
Epífisis esponjosa
distal
B
Hueso
Núcleo de osificación epifisario

A. epifisaria
Tabique
y metafisaria
transversal

Placa epifisaria
Macrófagos

A. diafisaria
Condroblastos

Periostio C Osteoblastos

Fig. 1-17. Crecimiento y osificación de un hueso largo. A. A la izquierda: comienzo de la osificación del molde cartilaginoso del
hueso. A la derecha: se forman la arteria diafisaria y el núcleo de osificación primario. B. A la izquierda: llegada de los vasos a
las epífisis y núcleo de osificación. A la derecha: al momento del nacimiento. Formación de la cavidad medular. C. A la izquier-
da: epífisis proximal de un hueso largo. A la derecha: detalle del cartílago epifisario.
28 Anatomía clínica

hueso. Todos los huesos, excepto los membranosos, se cer mes de vida embrionaria. Los centros de osifica-
forman mediante este mecanismo indirecto (fig. 1-17). ción primarios son los que aparecen primero, como los
El proceso de osificación condral puede desarrollar- centros diafisarios de los huesos largos. Los centros
se desde el pericondrio ubicado en la superficie del de osificación secundarios son epifisarios y apofisa-
esbozo cartilaginoso, se trata en este caso de la osifica- rios, se originan después del nacimiento, excepto en la
ción pericondral. O bien desarrollarse a partir de cen- epífisis distal del fémur y la proximal de la tibia, donde se
tros de osificación bien definidos, localizados en el originan antes.
espesor del cartílago: es la osificación endocondral. Los ocho huesos del carpo se osifican progresivamen-
La osificación pericondral es característica de las te entre el primero y el noveno año de vida, empezando
diáfisis de los huesos largos. El pericondrio de esta por el grande y terminando con el pisiforme, lo que sirve
región se transforma en periostio con capacidad osteo- para calcular radiológicamente la edad de un paciente.
génica y deposita las láminas concéntricas de hueso en
la superficie de la diáfisis.
En la osificación endocondral hay una penetración Osteona
de vasos desde el periostio hacia el interior de los esbo-
zos cartilaginosos del hueso. Junto con los vasos llegan La osteona constituye la unidad funcional del tejido
células osteogénicas que forman hueso alrededor de los óseo compacto (fig. 1-18).
vasos ramificados, sustituyendo progresivamente al car- De acuerdo con la forma de ordenamiento de las
tílago desde el centro a la periferia. Los vasos también fibras de colágeno de la matriz ósea, se distingue el
transportan células pluripotenciales que formarán la hueso reticular (de tipo embrionario) del hueso lami-
médula ósea. nar (hueso del adulto).
En el interior de las epífisis de los huesos largos El hueso laminar tiene una organización en capas
y en los huesos cortos, predomina la osificación endo- cilíndricas, denominadas laminillas óseas. En cada
condral, mientras que el hueso de origen pericondral laminilla, las fibras de colágeno tienen una dirección
se encuentra formando la delgada capa de hueso com- oblicua, paralela entre sí. Entre una capa y la siguiente,
pacto periférico que lo rodea. estas fibras están dispuestas en la dirección opuesta, en
forma alternada de capa a capa. Las laminillas óseas se
disponen en forma concéntrica alrededor de un conduc-
Centros de osificación to central que contiene vasos. El conducto central con
las laminillas que lo rodean se denomina osteona [siste-
Los centros de osificación son los lugares donde se ma de Havers].
inicia el proceso de osificación en los huesos de origen Entre las osteonas se encuentran las laminillas
cartilaginoso. Este proceso es progresivo a partir del ter- intersticiales constituidas por restos de osteonas más

Osteona Conducto
Laminillas transverso
intersticiales

Trabéculas
óseas

Laminilla
circunferencial
externa
Conducto
nutricio
Laminilla
circunferencial
interna

Endostio

Conducto central
de la osteona
Periostio

Fig. 1-18. Esquema de la constitución interna de un hueso largo, corte transversal a nivel de su diáfisis. En el hueso compacto
se ven las osteonas y en el hueso esponjoso las trabéculas óseas. En el centro del hueso se encuentra la cavidad medular del
hueso. Los conductos centrales de la osteona se encuentran ocupados por sus vasos.
Anatomía general 29

antiguas. Los conductos centrales de las osteonas el cual se refuerzan algunas zonas y se reabsorben otras,
están conectados entre sí por medio de los conductos orientándose de las trabéculas óseas según las líneas
transversales [de Volkmann]. de fuerza. De esta manera se forma el callo óseo defi-
nitivo.

Trabécula
Osificación patológica: huesos
La trabécula ósea es la unidad funcional del tejido heterotópicos
óseo esponjoso, la organización de este tejido es bási- En ocasiones, en ciertos tejidos blandos que normal-
camente laminar. Las laminillas óseas se disponen mente no contienen hueso, puede hallarse tejido
paralelas a la superficie de las trabéculas, que presentan óseo, denominado hueso heterotópico. Habitual-
la forma de placas curvas, barras y cilindros que se divi- mente se desarrolla en tejidos que sufren traumatis-
den y se unen entre sí. No hay vasos recorriendo el inte- mos repetidamente y, en consecuencia, las zonas de
rior de las trabéculas óseas, los osteocitos se nutren por hemorragia se calcifican y terminan osificándose. Esto
difusión desde la médula ósea. La superficie de estas tra- ocurre en los atletas que sufren distensiones y desga-
béculas está cubierta por el endostio. rros musculares repetidamente y también se observa
en los músculos del compartimento medial del muslo
de los jinetes.
Osificación normal: crecimiento
El modelo cartilaginoso de un hueso largo presenta Calcificación ectópica
dos extremos engrosados (futuras epífisis) y una parte Es un trastorno caracterizado por depósito de calcio en
media (futura diáfisis). En la zona entre la diáfisis y la epí- los tejidos que normalmente no lo presentan, como, por
fisis (la metáfisis), existe una lámina cartilaginosa, el ejemplo, músculos, tendones y tejido subcutáneo. Puede
cartílago epifisario, que persiste hasta el final del cre- presentarse en diversas enfermedades, en las que habi-
cimiento. Este cartílago permite, mediante su osifica- tualmente se encuentran valores elevados de calcio en la
ción, el agregado de material óseo a la diáfisis, aumen- sangre. En otras ocasiones se pueden encontrar calcifica-
tando su longitud. ciones sobre cicatrices.
El eje de crecimiento del cartílago epifisario está
orientado longitudinalmente. En su extremo relaciona-
do con la diáfisis, los vasos invaden el cartílago y se
Osteoporosis
produce su sustitución progresiva por hueso. Cuando
Con el envejecimiento, la capacidad del hueso de
la proliferación del cartílago disminuye, la osificación
mantener constante la densidad mineral va disminuyen-
avanza y reemplaza completamente al cartílago y a
do. En consecuencia, el depósito de matriz ósea y su
partir de ese momento el hueso no crece más en lon-
mineralización disminuyen y puede aparecer un cuadro
gitud.
de osteoporosis.
Debido a las funciones que desempeña durante el
La osteoporosis se presenta como una disminución
crecimiento, la metáfisis es un punto crítico del hueso.
de la masa de tejido óseo conservando la calidad de
El periostio diafisario también desempeña una
la estructura de la matriz ósea. Se produce por el predo-
acción importante en el crecimiento. El hueso perióstico
minio de la destrucción del hueso. Es un trastorno meta-
reforma al hueso endocondral dando la forma cilíndrica
bólico que afecta a las mujeres a partir de los cincuenta
a la diáfisis.
años y a los hombres a partir de los setenta (osteoporo-
sis senil).
Existe una mayor predisposición a las fracturas, las más
Fractura, remodelación ósea y frecuentes son las del cuello del fémur, y los aplasta-
consolidación mientos vertebrales, que pueden llegar a producirse de
Las fracturas se definen como la solución de conti-
manera espontánea. Esta patología se presenta en el
nuidad de un hueso, que se produce bruscamente por
90% de las mujeres mayores de 80 años.
un golpe exterior o por una contracción muscular
intensa. Para que la lesión se consolide (cicatrice) es
necesario que los bordes de la fractura, o los fragmen-
tos de ésta, estén en una posición próxima entre sí. Tumores óseos
Esto se realiza mediante las maniobras de reducción Los tumores óseos primarios son infrecuentes y
de la fractura, que llevan a la aposición de los frag- constituyen el 2% de todos los tumores del cuerpo
mentos óseos, y la posterior inmovilización de la humano. La mayoría de éstos producen hueso o cartíla-
región afectada. Durante la consolidación proliferan go. Se caracterizan por presentar dolor y tumefacción y,
los osteblastos (células productoras de hueso) vecinos a en ocasiones, dependiendo de la localización, pueden
la lesión y producen sustancia osteoide que ocupa el manifestarse mediante la aparición de una fractura pato-
espacio interfragmentario y une ambos extremos con lógica o espontánea.
hueso esponjoso, que da lugar a un callo óseo provi- Las metástasis son la causa más frecuente de lesión
sorio. tumoral ósea, y con frecuencia provienen de tumores
Este callo sufre un proceso de remodelación mediante primitivos de tiroides, pulmón, mama o próstata.
30 Anatomía clínica

Epífisis Cartílago articular

A. epifisaria

Metáfisis
V. epifisaria

Linfático perióstico

A. medular N. perióstico

Diáfisis A. perióstica

Periostio
Cavidad medular
A. nutricia

V. centromedular
V. nutricia

Fig. 1-19. Vascularización de un hueso largo. Corte longitudinal esquemático.

Vascularización del hueso El sistema epifisometafisario se origina en las arte-


rias articulares, las arterias musculotendinosas vecinas y
Las arterias del hueso son numerosas y su organiza- algunas arterias propias para la epífisis y la metáfisis.
ción depende del tipo de hueso que se considere. Las arterias de la médula ósea proceden de la
En los huesos largos las arterias se clasifican en tres arteria nutricia diafisaria. Estas arterias se capilarizan,
sistemas. Para el sistema vascular diafisario, la arte- para continuarse en los sinusoides que las conectan con
ria principal del hueso penetra por el foramen nutricio la vena centromedular.
de mayor calibre. La arteria nutricia ingresa en dirección Los sistemas que irrigan el tejido óseo de los huesos
oblicua a través del hueso compacto de la diáfisis, for- largos y las arterias que irrigan la médula ósea en su inte-
mando el conducto nutricio (fig. 1-19). En el miembro rior se anastomosan entre sí.
superior las arterias nutricias se dirigen hacia el codo y Los huesos planos se irrigan por dos tipos de arte-
en el miembro inferior, en cambio, se alejan de la rodilla. rias. Las arterias periósticas constituyen una red
La arteria nutricia se distribuye en el tejido óseo perióstica de donde nacen ramas que penetran en el
compacto por los conductos centrales y transversos de la hueso por forámenes de diámetro intermedio y peque-
osteona. En la médula ósea sus ramas recorren la cavi- ño. Las arterias orificiales penetran en el hueso por
dad medular del hueso. orificios de mayor tamaño describiendo un trayecto obli-
El periostio que recubre la diáfisis se encuentra rica- cuo con respecto a la superficie del hueso.
mente vascularizado por arterias de la proximidad (múscu- La irrigación de los huesos cortos procede de dos
los, ligamentos) que dan origen a una abundante red fuentes. Las arterias periósticas se originan en las arte-
vascular arterial. Cuando se separa el periostio, se pro- rias de la vecindad y pueden formar una red anastomó-
duce una abundante hemorragia en la superficie. En el tica perióstica cuyas ramas atraviesan el hueso cortical.
sistema perióstico, los vasos periósticos se introducen Las arterias orificiales se originan también en las arte-
por forámenes de menor diámetro hacia los conductos rias de la vecindad, como arterias propias del hueso, y
nutricios, donde se ramifican y capilarizan, anastomo- penetran por forámenes vasculares más grandes y
sándose con las arterias endósticas originadas en el sis- extraarticulares. Pueden originarse en arterias musculo-
tema precedente. tendinosas y ligamentosas.
Anatomía general 31

En algunos huesos cortos se jerarquizan ciertas arte- (denominadas anfiartrosis) y articulaciones inmóviles
rias constituyentes de pedículos bien definidos que se (cuadros 1-5 y 1-6).
distribuyen en el hueso esponjoso en múltiples ramifica- Los movimientos de los huesos de una articulación
ciones según la estructura del hueso. La integridad de se pueden interpretar como rotaciones alrededor de ejes
estos vasos es de importancia fundamental para mante- ortogonales y como desplazamientos en los planos que
ner una correcta nutrición ósea. son perpendiculares a estos ejes.
La arteria nutricia se acompaña de una o dos venas La cantidad de ejes alrededor de los cuales se pueden
que emergen de la profundidad del hueso. El origen del mover las partes de una articulación constituyen los gra-
sistema venoso lo constituye un conjunto de colecto- dos de libertad de ésta. Cuando el movimiento de un
res sin válvulas, encargados de drenar la sangre del hueso está limitado a la rotación sobre un solo eje, se llama
hueso. La circulación venosa de un hueso largo se inicia uniaxial y posee sólo un grado de libertad. Si presenta
en una vena centromedular única o ramificada y ensan- movimientos independientes alrededor de dos ejes, la arti-
chada, de allí las venas se orientan hacia la superficie y culación será biaxial y tendrá dos grados de libertad. Si
llegan al periostio. Esta circulación de retorno se encuen- puede moverse en los tres ejes ortogonales, tendrá tres
tra muy desarrollada en las epífisis donde existen con- grados de libertad. Si se mueve alrededor de muchos
ductos de mayor diámetro. ejes de posición intermedia, la articulación será multiaxial.
En los huesos planos las venas ensanchadas que se Las articulaciones también se clasifican según el tipo
ubican en el tejido óseo esponjoso se denominan venas y la disposición del tejido que se interpone entre las
diploicas. Poseen un trayecto sinuoso de volumen varia- superficies articulares. Estos tejidos interóseos pueden
ble o bien adoptan una disposición en conductos finos presentar continuidad (en este caso las articulaciones
muy ramificados. En los huesos cortos se originan a par- se denominan sinartrosis) o ser discontinuos y presen-
tir de lagos centrales o sinusoides dilatados que conflu- tar una cavidad articular con líquido sinovial (diartrosis).
yen hacia una o dos venas que emergen en el periostio.
La circulación sanguínea de los huesos es abundan-
te. Esto explica que en una fractura la sangre proceda de Sinartrosis
la cavidad medular y de la médula ósea desgarrada, del
tejido óseo compacto y del periostio. Las sinartrosis son uniones entre los huesos o
estructuras articuladas, mediante tejido conectivo sólido
o semisólido. Se clasifican de acuerdo con el tejido
Necrosis avascular conectivo principal que compone la articulación:
En algunas fracturas, en las que un fragmento óseo se Hay articulaciones fibrosas, por tener tejido fibro-
separa del resto y en consecuencia no recibe la irriga- so interpuesto.
ción proveniente de la arteria nutricia, puede producir- Hay articulaciones cartilaginosas, por tener cartí-
se el fenómeno de necrosis avascular. Es decir, la lago interpuesto.
muerte celular que se produce como consecuencia de Hay articulaciones óseas, por tener tejido óseo
la isquemia. Ocurre típicamente en las fracturas del interpuesto.
escafoides, del astrágalo, del cuello femoral y del cue-
llo del húmero. Articulaciones fibrosas [sinfibrosis]
Suelen cursar con dolor y se pueden diagnosticar En las sindesmosis los huesos se encuentran unidos
mediante radiografías. El tratamiento varía de acuerdo por estructuras compuestas por fibras elásticas o de
con la localización y puede requerir la extirpación quirúr- colágeno alineadas en paralelo, adoptando la forma de
gica y colocación de injertos o prótesis para reemplazar una banda o cinta (ligamento). Si el ligamento es corto,
la porción de hueso faltante. el movimiento se encuentra muy limitado. Si el ligamen-
to es de mayor longitud, permite una movilidad más
amplia (como el ligamento estilohioideo).
Sistema articular Las membranas interóseas unen los huesos a tra-
vés de una lámina de tejido conectivo fibroso con fuer-
Las distintas partes que constituyen el esqueleto se vin- tes fibras de colágeno (como la membrana interósea
culan entre sí mediante diferentes tejidos y estructuras. radiocubital).
Estas conexiones interóseas son las articulaciones. Una gonfosis es una prolongación en forma de cla-
Pueden ubicarse entre dos o más huesos. Una articula- vija o espina que se introduce en un hueco o alvéolo y es
ción simple es aquella articulación en la que intervienen mantenida por fibras cortas en su posición (por ejemplo:
solamente dos huesos. Un complejo articular (articu- entre la raíz del diente y el alvéolo).
lación compuesta) es una articulación en la que intervie- En las suturas los huesos, que están unidos por teji-
nen más de dos huesos. do fibroso de fibras cortas, quedan inmovilizados. Este
tipo de articulación se encuentra entre los huesos del
cráneo. Según la configuración de las superficies articu-
Clasificación de las articulaciones lares, se clasifican en:

Las articulaciones pueden diferenciarse según el A. Sutura plana [armónica]: en ella se ponen en con-
grado de movilidad entre las partes que unen. Así, hay tacto superficies planas y lineales (por ejemplo: entre
articulaciones móviles, articulaciones semimóviles los huesos nasales).
32 Anatomía clínica

Cuadro 1-5. Clasificación de las articulaciones


Articulación Clasificación Ejemplos
Ósea Sinostosis Esfenoides-Occipital

Plana Hueso nasal derecho-Hueso nasal izquierdo

Escamosa Temporal-Parietal
Sutura
Dentada Frontal-Parietal
Fibrosa
Esquindilesis Esfenoides-Vómer
Sindesmosis Acromion-Apófisis coracoides

Membrana interósea Diáfisis del radio-Diáfisis del cúbito


Gonfosis Raíz del diente-Alvéolo dentario

Sincondrosis 1ra costilla-Cartílago costal-Esternón


Cartilaginosa Cartílago epifisario En la metáfisis de los huesos largos
Sínfisis Pubis derecho-Pubis izquierdo

Plana Cigapofisaria cervical

Trocoide Radio-Cúbito proximal


Cilíndrica
Gínglimo Húmero-Cúbito

Bicondílea Temporal-Mandíbula
Sinovial
Selar (silla de montar) Trapecio-1er metacarpiano

Elipsoidea Metacarpiano-Falange proximal

Escápula-Húmero
Esferoidea
Cotiloidea Coxal-Fémur

B. Sutura escamosa: las superficies en contacto están El cartílago epifisario [cartílago de crecimiento] es
talladas en bisel (por ejemplo: temporoparietal). una articulación transitoria. Es la unión entre la epífisis y
C. Sutura límbica: forma especial de sutura escamosa la diáfisis de un hueso mediante una lámina de cartíla-
con engranaje por superposición. go hialino (el cartílago epifisario), que luego desapare-
D. Sutura dentada: presentan engranamientos o dien- cerá cuando se suelden ambas partes del hueso.
tes que encajan entre sí (por ejemplo: sutura coro-
nal). Articulaciones óseas
E. Sutura aserrada: como la sutura sagital. Las soldaduras óseas entre huesos se denominan
F. Esquindilesis: una superficie en forma de cresta que sinostosis. Estas articulaciones óseas son completa-
se articula con una ranura (por ejemplo: vómer y mente inmóviles. Algunos ejemplos: entre el esfenoi-
esfenoides). des y el occipital y entre los cuerpos vertebrales del
sacro.
Articulaciones cartilaginosas
En este tipo de articulaciones, las superficies articu-
lares poseen formaciones de cartílago hialino o fibro- Articulaciones sinoviales
cartílago que se interpone entre ambos huesos, care-
cen de cavidad sinovial y presentan ligamentos peri- Las articulaciones sinoviales (diartrosis) son unio-
féricos que rodean la articulación. nes entre los huesos que presentan, entre las superfi-
En las sincondrosis, entre las superficies articulares, cies articulares, una cavidad interpuesta con líquido
se encuentra cartílago hialino que une los huesos, como sinovial en su interior.
en las articulaciones condrocostales. En general son articulaciones móviles, particular-
Las sínfisis presentan un fibrocartílago interpuesto mente interesantes por su complejidad anatómica y su
entre las superficies articulares (como el disco interverte- diversidad funcional. Su movilidad depende de la forma
bral o la sínfisis pubiana). Los movimientos son limitados de las superficies articulares y de los ligamentos que sos-
y de poca amplitud individual, son anfiartrosis. Los dis- tienen entre sí a los huesos articulados.
cos fibrocartilaginosos proveen absorción de fuerzas de Las articulaciones sinoviales tienen en común las estruc-
choque y flexibilidad. turas anatómicas básicas que las constituyen (fig. 1-20).
Anatomía general 33

Cuadro 1-6. Clasificación de cada articulación


ARTICULACIÓN GRUPO (Tipo) SUBGRUPO (Género)

Entre los cuerpos vertebrales Cartilaginosas Sínfisis


Cigapofisarias cervicales Sinoviales Planas
Cigapofisarias torácicas Sinoviales Planas
Cigapofisarias lumbares Sinoviales Cilíndricas (trocoides)
Entre las láminas vertebrales Fibrosa Sindesmosis: lig. amarillos
Sindesmosis: lig. interespinosos
Entre las apófisis espinosas Fibrosa
Sindesmosis: lig. supraespinoso
Entre las apófisis transversas Fibrosa Sindesmosis: lig. intertransversos
Lumbosacra Cartilaginosa Sínfisis
Sacrococcígea Cartilaginosa Sínfisis
Sacras Óseas Sinostosis (en el adulto)
Coccígeas Óseas Sinostosis (en el adulto)
Atlantooccipital Sinovial Elipsoidea
Atlantoaxoidea lateral Sinovial Plana
Atlantoaxoidea medial Sinovial Trocoide
Incudomaleolar (yunque y martillo) Sinovial Selar
Incudoestapedial (yunque y estribo) Sinovial Esferoidea
Esternoclavicular Sinovial Selar + disco articular
Acromioclavicular Sinovial Plana + disco articular (inconstante)
Coracoclavicular Fibrosa Sindesmosis: lig. trapezoide y lig. conoide
Glenohumeral Sinovial Esferoidea + labrum glenoideo
[Escapulotorácica] [Planos de deslizamiento] [Sisarcosis]
Humerorradial Sinovial Esferoidea
Codo Humerocubital Sinovial Gínglimo
Radiocubital proximal Sinovial Trocoide
Radiocubital distal Sinovial Trocoide
Sindesmosis: cuerda oblicua
Membrana interósea radiocubital Fibrosa
Membrana interósea
Radiocarpiana Sinovial Elipsoidea + disco articular
Escafosemilunar Sinovial Plana
Pirisemilunar Sinovial Plana
Pisipiramidal Sinovial Plana
Trapeciotrapezoidal Sinovial Plana
Grandetrapezoidal Sinovial Plana
Grandeganchosa Sinovial Plana
Mediocarpiana Sinovial Elipsoidea
Carpometacarpiana del 1er dedo Sinovial Selar
Carpometacarpianas (2° al 5° dedo) Sinoviales Planas
Intermetacarpianas Sinoviales Planas
Metacarpofalángicas Sinoviales Elipsoideas
Interfalángicas de la mano Sinoviales Gínglimos
Sacroilíaca Sinovial Plana/Anfiartrosis
Sínfisis del pubis Cartilaginosa Sínfisis
Coxofemoral Sinovial Cotiloidea + labrum acetabular
Femorotibial Sinovial Bicondílea + meniscos
Rodilla
Femoropatelar Sinovial Troclear
Tibioperonea Sinovial Plana
Membrana interósea de la pierna Fibrosa Membrana interósea
(Continúa)
34 Anatomía clínica

Cuadro 1-6. Clasificación de cada articulación (Cont.)


ARTICULACIÓN GRUPO (Tipo) SUBGRUPO (Género)

Sindesmosis tibioperonea Fibrosa Sindesmosis


Tibioperoneoastragalina o talocrural Sinovial Gínglimo
Subtalar o subastragalina o talocalcánea Sinovial Cilíndrica (trocoide)
calcaneocuboidea Selar
Transversa del tarso Sinovial
talocalcaneonavicular Esferoidea
Intertarsiana cubonavicular Sinovial Plana
Intertarsiana cuneonavicular Sinovial Plana
Intertarsiana intercuneiforme Sinovial Planas
Intertarsiana cuneocuboide Sinovial Plana
Tarsometatarsianas Sinoviales Planas
Intermetartarsianas Sinoviales Planas
Metatarsofalángicas Sinoviales Elipsoideas
Interfalángicas del pie Sinoviales Gínglimos
Costovertebral-cabeza costal Sinovial Plana
Costovertebral-costotransversa Sinovial Plana
Esternocostal Sinovial Plana + sincondrosis
Costocondral Fibrosa
Intercondral Fibrosa
Cuerpo y manubrio esternal Cartilaginosa Sínfisis manubrioesternal sinostosis
Cuerpo y apéndice xifoides Cartilaginosa Sínfisis xifoesternal
Frontoparietal (sut. coronal) Fibrosa Sutura dentada
Parietooccipital (sut. lambdoidea) Fibrosa Sutura dentada
Interparietal (sut. sagital) Fibrosa Sutura aserrada
Temporoparietal (sut. escamosa) Fibrosa Sutura escamosa
Sutura occipitomastoidea Fibrosa Sutura dentada
Temporocigomática Fibrosa Sutura dentada
Esfenovomeriana Fibrosa Esquindilesis
Internasal Fibrosa Sutura plana
Sutura palatina mediana Fibrosa Sutura plana
Temporomandibular Sinovial Bicondílea + disco articular
Alveolodentaria Fibrosa Gonfosis
Cricotiroidea Sinovial Plana
Membrana cricotiroidea Fibrosa Sindesmosis
Cricoaritenoidea Sinovial Elipsoidea

Las superficies óseas están revestidas de cartílago hiali- segmentos de cilindros, uno convexo y el otro cón-
no: el cartílago articular. Los huesos están unidos por cavo, con movimientos de deslizamiento y giro longi-
una cápsula articular fibrosa y por ligamentos. La cáp- tudinal (por ejemplo: la articulación subtalar).
sula articular fibrosa presenta un revestimiento de mem- C. Articulación trocoide: es una variedad de las articu-
brana sinovial en su cara interior. laciones cilíndricas, donde la superficie articular con-
vexa forma un pivote alrededor del cual se mueve la
Superficies articulares superficie cilíndrica cóncava (por ejemplo: la articula-
Las diartrosis son clasificadas por la forma que pre- ción radiocubital proximal). Se mueve en un solo eje
sentan sus superficies articulares (fig. 1-21): de disposición longitudinal (uniaxial).
D. Gínglimo [troclear]: una de las superficies articulares
A. Articulación plana [artrodia]: presenta superficies tiene forma de polea, en cuyo surco (garganta) se
articulares más o menos planas que se deslizan una aloja la saliente de la superficie articular opuesta (por
sobre la otra (por ejemplo: entre las apófisis articula- ejemplo: la articulación humerocubital). Se la puede
res vertebrales, articulación cigapofisaria). Presenta describir como la función de una bisagra. Presenta
un movimiento multiaxial de escaso desplazamiento. un movimiento uniaxial transversal.
B. Articulación cilíndrica: las superficies articulares son E. Articulación elipsoidea [condílea]: las superficies
Anatomía general 35

Membrana Periostio articulares están representadas por dos caras articula-


fibrosa de
la cápsula Cartílago res elipsoidales (ovoideas), una cóncava y la otra
articular articular convexa, enfrentadas (por ejemplo, la articulación
radiocarpiana: el extremo distal del radio es cóncavo
y el cóndilo carpiano es convexo). Tiene dos ejes de
movimientos (biaxial).
F. Articulación bicondílea: dos superficies convexas
elipsoidales (cóndilos) se deslizan enfrentadas, una
sobre la otra (por ejemplo: la articulación temporo-
Cavidad
articular mandibular).
Membrana Labrum G. Articulación bicondílea doble: dos cóndilos de una
sinovial articular
epífisis se enfrentan a dos superficies articulares prác-
Articulación sinovial Labrum articular ticamente planas ubicadas sobre los cóndilos de otro
hueso (por ejemplo: la articulación femorotibial).
H. Articulación selar [por encaje recíproco]: cada una
Metáfisis de las superficies articulares es cóncava en un eje y
convexa en el eje perpendicular. Cada superficie tiene
la forma de una silla de montar a caballo (geomé-
tricamente un paraboloide hiperbólico). La concavi-
dad de una superficie se enfrenta con la convexidad
Menisco Disco de la otra (por ejemplo: la articulación trapeciometa-
articular articular carpiana). Los movimientos se desarrollan en dos ejes
(biaxial).
I. Articulación esferoidea [enartrosis]: las superficies
articulares son esféricas o casi esféricas. Una de ellas
Menisco articular Disco articular es convexa y se enfrenta a la excavación de la otra
superficie, que es cóncava (por ejemplo: la articula-
Fig. 1-20. Elementos constituyentes de las articulaciones sino-
ción escapulohumeral). Es una articulación multiaxial.
viales. Arriba a la izquierda: corte longitudinal de una articula-
ción típica. Arriba a la derecha: corte donde se ve la disposi- J. Cotiloidea: es una variedad de la articulación esfe-
ción de un labrum articular. Abajo a la izquierda: corte donde roidea, donde la superficie cóncava es suficiente-
se ve la disposición de un menisco articular. Abajo a la dere- mente profunda para albergar gran parte de la super-
cha: corte donde se ve la disposición de un disco articular. ficie convexa y sobrepasa su ecuador (por ejemplo: la

Articulación esferoidea Articulación cilíndrica Articulación elipsoidea

Articulación de silla de montar Articulación plana Articulación trocoide

Fig. 1-21. Articulaciones sinoviales. Diferentes formas de las superficies articulares. Se representan los ejes de movimiento que
indican los grados de libertad de las articulaciones.
36 Anatomía clínica

articulación coxofemoral). Es una articulación multia- fibrosa. Puede observarse una perforación en su centro.
xial. Sus caras se moldean en relación con las superficies arti-
culares para asegurar su congruencia.
Las sisarcosis están constituidas por músculos que
están interpuestos entre los huesos y presentan espacios Cápsula articular y ligamentos
con tejido conectivo laxo que permiten su deslizamiento Constituyen un dispositivo que asegura el contacto
y no corresponden a articulaciones verdaderas (por entre las superficies articulares. La cápsula se inserta en
ejemplo: la articulación escapulotorácica). el hueso en la vecindad del revestimiento del cartílago
articular. En algunas articulaciones se fija a cierta distan-
Cartílago articular cia de las superficies articulares, pudiendo tener un tra-
Cada superficie articular está revestida por un cartí- yecto recurrente hasta el borde del cartílago articular. En
lago articular hialino, que se adhiere íntimamente al otras, la cápsula se fija a distancia del cartílago. En este
hueso. Su superficie libre es pulida y de coloración blan- caso puede ocurrir que una parte o la totalidad del car-
quecina. El cartílago articular es maleable, extensible y tílago epifisario se ubique dentro de los límites de la
compresible, se deforma bajo la influencia de presiones, cápsula articular.
para retornar a su espesor original cuando éstas cesan. La disposición de la cápsula articular en forma de un
La extensión del revestimiento cartilaginoso es directa- manguito fibroso está relacionada con la característica
mente proporcional a los movimientos de la articulación; de las superficies articulares. Su grosor es variable y
es más extenso en las articulaciones muy móviles. depende de los movimientos de cada articulación. La cáp-
Su espesor varía entre 0,2 y 2 mm. Es más espeso en sula articular presenta engrosamientos en los lugares
los puntos de presión y de deslizamiento de la articula- donde se ejercen fuerzas de tracción, que constituyen los
ción. Es más grueso en el vértice de las cabezas del ligamentos. En la articulación del codo y en la articula-
fémur y del húmero y más delgado hacia el fondo o cen- ción talocrural, los ligamentos están bien diferenciados y
tro de la cavidad glenoidea y del acetábulo. En los miem- son gruesos en sus partes lateral y medial, mientras que la
bros inferiores es más o menos elástico a la presión, y se cápsula es más delgada adelante y atrás por la amplitud
comporta como un elemento de amortiguación frente a de los movimientos de flexión y de extensión.
los choques. Su desaparición acarrea el desgaste rápido Los ligamentos poseen formas variables: banda,
del hueso por presión y frotamiento recíproco. cinta, cordón separado o engrosamiento adherido a la
El cartílago articular no posee vasos sanguíneos, se cápsula. Su resistencia le confiere firmeza a la articula-
nutre por imbibición a expensas del líquido sinovial. La ción. Hay ligamentos fibrosos, prácticamente inexten-
parte basal del cartílago también se nutre por los vasos sibles, cuya extensión limita el movimiento. Hay liga-
ubicados en el hueso sobre el que está fijado. mentos elásticos, algo más extensibles, como por
ejemplo los ligamentos amarillos de las articulaciones
Labrum articular, menisco y disco vertebrales. Con la edad, los ligamentos pierden su elas-
Estas estructuras son formaciones de fibrocartílago ticidad y flexibilidad volviéndose más rígidos y con mayor
que sirven para la adaptación de las superficies articula- tendencia a acortarse. En gran parte, esto depende de
res (véase fig. 1-20). las exigencias a las que se los ha sometido. El ejercicio
El labrum articular [rodete articular] se dispone en físico tiende a mantener la flexibilidad aun en individuos
forma de anillo alrededor de algunas fosas articulares a de edad avanzada.
las que aumenta su superficie articular y concavidad. Algunos ligamentos se encuentran a distancia de la
Visto en un corte es triangular. Su base descansa sobre articulación. Pueden presentarse reducidos a cintas
el contorno de la superficie articular y se relaciona, hacia fibrosas, pero con función mecánica importante. Su ori-
adentro, con el cartílago articular y hacia afuera, con el gen puede corresponder a músculos o tendones periar-
periostio. Su cara interna mira hacia la cavidad articular ticulares.
y la externa se relaciona con los medios de unión perifé- Los ligamentos pueden lesionarse por traumatis-
ricos. Por ejemplo: labrum glenoideo en la articulación mos articulares, simple distensión, desgarramiento, rotu-
del hombro y labrum acetabular en la articulación de la ra (esguince) o bien desinserción con arrancamiento
cadera. En un traumatismo la inserción ósea del labrum óseo o sin él. Cuando existe un amplio desgarro capsu-
puede desgarrarse. loligamentoso, éste permite los desplazamientos
El menisco articular tiene forma de medialuna y amplios de las superficies articulares que se enfrentan,
está interpuesto entre las superficies articulares, mejo- tal como ocurre en las luxaciones.
rando su concordancia. Al corte, dos de sus caras miran A ambos lados de sus inserciones óseas, la cápsula se
hacia las superficies articulares y su base, periférica, se continúa con el periostio de los huesos a los que une.
adhiere a la cápsula. Pueden presentar inserción ósea en Está cubierta por un tejido conectivo periarticular al cual
sus extremidades, como ocurre en la rodilla. La parte se aplican músculos que entran de esta forma en contac-
periférica es más fibrosa y recibe vascularización a través to con la articulación. Se los denomina músculos yux-
de su unión con la cápsula articular. La parte central es taarticulares y desempeñan una acción de “ligamentos
cartilaginosa, no tiene vasos y se nutre por imbibición. activos”, aun cuando anatómicamente, en sentido
El disco articular está interpuesto entre las superfi- estricto, no forman parte de la articulación.
cies articulares y divide la articulación en dos cavidades La sinovial es una membrana delgada que tapiza la
secundarias. Sus dos caras miran hacia las superficies cápsula articular por su superficie interior. Se inser-
articulares y su borde periférico se adhiere a la cápsula ta por sus extremos en el contorno del revestimiento car-
Anatomía general 37

tilaginoso de las superficies articulares, con el que com- El punto de apoyo es el punto inmóvil en torno del
parte su origen embriológico. Cuando la cápsula se cual gira la palanca. En el hombre lo constituye la arti-
inserta a distancia de la superficie articular, la sinovial culación. La potencia es la fuerza que impulsa a la
tapiza toda la superficie ósea interpuesta, reflejándose a palanca a desplazarse, está representada por el músculo
partir de la cápsula y formando un receso articular. o los músculos que se insertan en ella. La resistencia es
La sinovial presenta, a veces, prolongaciones de la fuerza que se debe vencer. Así, en el movimiento de
volumen variable en el interior de la articulación. Se las flexión del antebrazo sobre el brazo, la palanca está
denomina pliegues sinoviales y se encuentran frente a constituida por los dos huesos del antebrazo, el punto
las interlíneas articulares rellenando los espacios libres. de apoyo es la articulación del codo, la potencia agrupa
La sinovial es la parte más ricamente vasculariza- los músculos bíceps braquial y braquial y la resistencia
da de la articulación. Segrega líquido sinovial. Se trata está representada por el antebrazo, la mano y lo que
de un líquido transparente que existe en escasa cantidad ésta debe levantar.
en estado normal. Se encuentra constituido por agua, De acuerdo con la ubicación del punto de apoyo y de
materias proteicas, algo de mucina, trazas de grasas y los puntos de aplicación de la potencia y de la resisten-
sales minerales. También se observan en él, células dete- cia se distinguen en mecánica tres géneros de palanca
rioradas y descamadas del cartílago y de la sinovial. (fig. 1-22):
Constituye una porción vulnerable de la articulación. Palanca de primer género: es aquella en la que el
Es sensible a las infecciones aportadas por la sangre (artri- punto de apoyo (A) está situado entre el punto de apli-
tis septicémicas) o a las modificaciones del medio interno cación de la resistencia (R) y el de la potencia (P). La arti-
(reumatismo, gota). Los traumatismos que la desgarran culación de la cabeza con la columna vertebral propor-
provocan hemorragias intraarticulares (hemartrosis). Las ciona un ejemplo.
alteraciones que asientan en la sinovial repercuten siem- Palanca de segundo género: es aquella en la que
pre sobre el movimiento articular (dolor, rigidez). el punto de aplicación de la resistencia (R) está situado
El manguito capsular, tapizado interiormente por entre el punto de apoyo (A) y la aplicación de la poten-
la membrana sinovial, sirve de pared a la cavidad arti- cia (P). Es lo que sucede cuando se levanta el talón, ele-
cular. Es de dimensiones muy variables, es más extenso vándose sobre las puntas de los pies.
cuanto más amplio es el movimientos. Su forma es Palanca de tercer género: en ella se encuentra una
también variable; en algunas articulaciones, como la potencia (P) aplicada entre el punto de apoyo (A) y el
rodilla, es muy compleja a causa de la presencia de punto de aplicación de la resistencia (R). Este tipo de
meniscos intraarticulares, franjas sinoviales y cuerpos palanca es el más numeroso en el organismo, en parti-
adiposos. cular en los miembros.
Las nociones elementales de mecánica precedentes
permiten interpretar la acción de los músculos: cuando
Mecánica articular se conocen sus inserciones y sus relaciones articulares es
fácil prever su acción. Por ello se habla de músculos fle-
Tipos de palancas xores, extensores, rotadores (mediales o laterales),
abductores o aductores.
Acción mecánica de los músculos Independientemente de esta acción como palanca,
Las diversas piezas del esqueleto son semejantes a algunos músculos periarticulares actúan sobre las super-
palancas y poseen como ellas un punto de apoyo, una ficies articulares manteniéndolas en contacto y reforzan-
potencia y una resistencia. do la acción puramente pasiva de los ligamentos fibro-

Potencia Potencia

Resistencia
Potencia

Punto de apoyo
Punto
de apoyo Punto de apoyo

Resistencia
Resistencia
Potencia Potencia

Punto de apoyo Punto de apoyo Punto de apoyo


Resistencia Potencia Resistencia Resistencia
A B C
Fig. 1-22. Tipos de palancas. A. Palanca de primer género. B. Palanca de segundo género. C. Palanca de tercer género.
38 Anatomía clínica

sos; ellos se comportan así como verdaderos ligamen- eje transverso, excepto en la flexión del pulgar donde
tos activos de la articulación. Esto es notable sobre el eje de giro es oblicuo.
todo en la articulación escapulohumeral. Cada músculo La extensión indica el enderezamiento o el aumen-
considerado de manera aislada posee una acción que le to del ángulo formado entre huesos o segmentos del
es propia. cuerpo. Es el movimiento opuesto a la flexión. El seg-
mento en movimiento se desplaza en un plano sagital,
alrededor de un eje trasverso (excepto el pulgar). Puede
Términos de movimientos haber un alargamiento de la distancia entre los extremos
alejados de los segmentos articulados.
Hay términos que describen el tipo de movimiento En el movimiento de abducción, el extremo no arti-
que presenta una porción del cuerpo, de un hueso o de cular de un segmento se aleja del plano sagital mediano.
un órgano con respecto a otro (fig. 1-23). También es denominado separación. El segmento en
movimiento se desplaza en un plano coronal y su extre-
mo articular gira alrededor de un eje sagital, excepto en
Movimientos simples el ojo donde la abducción se realiza alrededor del eje
vertical.
La flexión indica la reducción o disminución del El movimiento de aducción indica que se acerca
ángulo formado entre huesos o partes del cuerpo. Este hacia el plano sagital mediano. Este movimiento tam-
movimiento determina, en general, el acortamiento de bién es denominado aproximación. Es el movimiento
la distancia entre los extremos alejados de los segmentos opuesto a la abducción. El segmento en movimiento se
articulados. El segmento flexionado se desplaza en un desplaza en un plano coronal, alrededor de un eje sagi-
plano sagital y su extremo articular gira alrededor de un tal (excepto para el ojo).

A B C

D E G

Fig. 1-23. Movimientos. Las flechas indican la dirección del movimiento. A. En anaranjado: flexión del hombro y la cadera. En
azul: extensión del hombro y la cadera. B. En anaranjado: flexión del codo y la rodilla. En azul: extensión del codo y la rodilla.
C. En anaranjado: flexión de la columna vertebral. En azul: extensión de la columna vertebral. D. En verde: abducción del hom-
bro y la cadera. En celeste: aducción del hombro y la cadera. En celeste: rotación lateral del hombro y la cadera. En violeta: rota-
ción medial del hombro y la cadera. E. En azul: circunducción de la cadera. F. En anaranjado: flexión dorsal del tobillo. En azul:
flexión plantar del tobillo. G. En celeste: inversión del pie. En verde: eversión del pie.
Anatomía general 39

La rotación es el movimiento de un segmento alre- La antepulsión es el movimiento de desplazamien-


dedor de su eje longitudinal. La rotación puede ser to de un segmento hacia delante. También se lo denomi-
medial o lateral, determinada por la dirección de la cara na protracción en el caso del hombro.
anterior del segmento que rota. La retropulsión es el movimiento de desplazamien-
La flexión dorsal del pie se trata del movimiento del to de un segmento hacia atrás. También se lo denomina
tobillo que eleva el extremo anterior del pie, producido por retracción en el caso del hombro.
el grupo de músculos extensores (compartimento anterior La nutación se trata del movimiento de balanceo (o
de la pierna). También denominado dorsiflexión. de báscula) del hueso sacro alrededor de un eje transver-
La flexión plantar del pie es el movimiento del sal que atraviesa las tuberosidades sacras, donde el pro-
tobillo que desciende el extremo anterior del pie, produ- montorio de la base de este hueso se dirige hacia abajo
cido por el grupo de músculos flexores (compartimento y su vértice hacia arriba y atrás. El resultado de esta
posterior de la pierna). acción produce el movimiento hacia adelante del pubis
La inclinación lateral indica un movimiento de fle- (antepulsión del pubis) y el aumento del diámetro ante-
xión o doblez hacia la derecha o hacia la izquierda, de la roposterior (conjugado recto) de la abertura inferior de
columna vertebral o el cráneo. la pelvis.
El deslizamiento es un movimiento de traslación, La contranutación es el movimiento de balanceo
con una de las superficies articulares fija y la otra del sacro, por el cual la base de este hueso se dirige
moviéndose de adelante hacia atrás o de lado a lado, sin hacia arriba y su vértice hacia abajo y delante. Esta
modificación angular. acción produce el movimiento hacia atrás del pubis
(retropulsión del pubis).
La elevación se trata del movimiento que desplaza
Movimientos complejos un segmento del cuerpo hacia arriba.
El descenso es el movimiento que desplaza un seg-
La circunducción es la asociación de movimientos mento hacia abajo. También se lo denomina depresión.
simples y resulta de la sucesión de los movimientos de La protrusión es el movimiento hacia adelante, rea-
flexión, abducción, extensión y aducción, por ejemplo. lizado por la mandíbula.
Puede efectuarse hacia delante o hacia atrás. El segmen- La retrusión es el movimiento hacia atrás, realizado
to en movimiento recorre una superficie aproximada- por la mandíbula.
mente cónica y su extremo distal forma una figura apro- La diducción son los movimientos de lado a lado de
ximadamente circular. la mandíbula (excursión lateral de la mandíbula).
La pronación es un movimiento del antebrazo alre-
dedor de su eje longitudinal. Se produce la rotación del
hueso radio, que termina con su epífisis distal ubicada Lesiones articulares
medialmente al cúbito, de manera que la palma queda
orientada hacia atrás. En la pronación máxima, los ejes Luxación
longitudinales de los huesos del antebrazo se cruzan. Recibe el nombre de luxación la pérdida de las relacio-
La supinación es el movimiento del antebrazo alre- nes anatómicas de las superficies articulares enfren-
dedor de su eje longitudinal, produciendo la rotación del tadas. Si la pérdida de la relación no es completa recibe
hueso radio, que termina con su epífisis distal ubicada el nombre de subluxación. Para que una luxación sea
lateralmente al cúbito, de manera que la palma queda posible se requiere un daño importante del aparato cap-
orientada hacia delante. En la supinación máxima, los suloligamentario. Aunque cada articulación tiene una
ejes de los dos huesos del antebrazo son paralelos. maniobra de reducción que le es propia, en términos
La pronación del pie es el movimiento de torsión generales la reducción debe efectuarse lo más temprano
del antepié, con la elevación del borde lateral del pie. posible, y se debe tratar de que el extremo luxado reco-
La supinación del pie es el movimiento de detor- rra el mismo camino que tuvo que recorrer para luxarse,
sión del antepié, con la elevación del borde medial pero en sentido inverso. Las complicaciones agudas de
del pie. una luxación suelen deberse a compresión de estructu-
La eversión es un movimiento que asocia la abducción ras vasculares o nerviosas vecinas.
y la rotación medial del pie. Se produce por la rotación
del hueso calcáneo alrededor de su eje longitudinal. La Esguince
planta del pie se orienta hacia lateral. Los esguinces son lesiones provocadas por la disten-
La inversión es el movimiento que asocia la aduc- sión del aparato capsuloligamentario que rodea a una
ción y la rotación lateral del pie. Se produce el movimien- articulación. Las articulaciones tienen una amplitud de
to de rotación longitudinal del calcáneo. La planta del movimientos limitados por la tensión de ligamentos y
pie se orienta hacia medial. Se trata del movimiento otros tejidos blandos periarticulares. Cuando la fuerza
opuesto a la eversión. ejercida sobre una determinada articulación supera la
La oposición es el movimiento por el cual se aproxi- resistencia de dichas estructuras, se produce su disten-
man el pulpejo del pulgar con el pulpejo de cualquier sión, desgarro o ruptura. Pueden acompañarse de lesio-
otro dedo de la mano. nes óseas y su tratamiento varía de acuerdo con el grado
La reposición se trata del movimiento que realiza el de lesión. El esguince grado I es una ruptura intraliga-
pulgar desde la posición de oposición, hasta la posición mentosa de fibras que cursa con dolor selectivo en la
anatómica. zona de lesión, incapacidad y tumefacción mínimas y
40 Anatomía clínica

ausencia de inestabilidad. El grado III es una lesión liga- la voluntad. Los músculos lisos, blancos, que pertenecen
mentosa completa con dolor intenso, tumefacción e al sistema de la vida vegetativa y que funcionan fuera del
incapacidad marcadas e inestabilidad franca. El grado II es control de la voluntad. El músculo estriado cardíaco
intermedio. La zona más afectada por los esguinces es el (miocardio), rojo, que funciona fuera del control de la
tobillo, al que le siguen el carpo, la rodilla y el hombro. voluntad.
Estudiaremos aquí los músculos estriados de contrac-
Artrosis ción voluntaria que pertenecen al sistema de la vida de
La artrosis es la enfermedad articular degenerativa que relación y que, agrupados alrededor de las piezas del
sufre el cartílago articular. Se presenta en forma prima- esqueleto, las movilizan constituyendo los órganos acti-
ria o secundaria a alteraciones patológicas preexistentes (p. vos de los movimientos voluntarios.
ej., luxación congénita de la cadera). Afecta predominan-
temente las articulaciones que soportan peso, tales como
la coxofemoral y la rodilla. Las personas más afectadas son Músculos: tipos y clasificación
adultos, generalmente de entre 40 y 60 años. Se manifies-
tan clínicamente por dolor y disminución de la movilidad, El sistema muscular está compuesto por todos los
con dolor durante la marcha, inestabilidad articular y alte- músculos del cuerpo. En su mayoría, el tipo de músculo
raciones del apoyo. Puede evolucionar hacia la anquilosis que predomina es el músculo esquelético. Las células
articular si no se aplica el tratamiento adecuado. musculares o fibras musculares (por su forma alargada y
estrecha cuando se encuentran relajadas) son células
Artritis especializadas en la contracción.
La artritis es la inflamación de una o más articulacio- Se distinguen tres tipos de músculos de acuerdo con
nes que se manifiesta clínicamente con dolor, tumefac- sus características: voluntarios frente a involuntarios (si
ción, rigidez y limitación del movimiento de la articu- normalmente están controlados voluntariamente);
lación comprometida. Involucra la degradación del cartíla- estriados frente a lisos (si se observan o no estrías en el
go articular. Sus causas pueden ser de origen autoinmune, examen microscópico); somáticos frente a viscerales (si
por fracturas óseas, por desgaste o deterioro de la articu- están localizados en la pared corporal o soma o forman-
lación, por procesos infecciosos (bacterianos o virales) o do parte de órganos huecos o vísceras).
por precipitación de cristales (por ej. gota). Se presenta con Los músculos estriados esqueléticos son múscu-
mayor frecuencia a nivel de la cadera, las rodillas y los los somáticos voluntarios que permiten realizar el movi-
dedos de la mano. miento de los huesos y las articulaciones y otras estruc-
turas, como el ojo.
Bursitis El músculo estriado cardíaco es un músculo visce-
La bursitis es la inflamación de las bolsas que se ral involuntario que constituye la mayor parte de las
encuentran entre los tendones y la piel o entre los ten- paredes del corazón.
dones y el hueso, y cuya función es ayudar al movimien- Los músculos lisos (no estriados) son músculos vis-
to reduciendo la fricción entre las partes móviles. La cerales involuntarios que forman parte de las paredes de
causa de la bursitis pueden ser: sobrecargas crónicas, los vasos sanguíneos y de los órganos huecos o vísceras.
traumatismos, artritis reumatoidea, gota o procesos Mueven sustancias a través de ellos mediante contraccio-
infecciosos. Las bursitis habitualmente se presentan a nes secuenciales coordinadas (pulsaciones o contracciones
nivel del hombro, la rodilla, el codo y la cadera. peristálticas).
Clínicamente se manifiesta con sensibilidad y dolor arti- De acuerdo con su situación, los músculos esqueléticos
cular, tumefacción y calor a nivel articular. pueden distinguirse en músculos superficiales y músculos
profundos. Los primeros también son llamados “múscu-
los cutáneos” pues se encuentran situados inmediata-
Artroscopia mente por debajo de la piel, en el tejido subcutáneo.
La cavidad de una articulación sinovial puede exami- Están poco desarrollados en el hombre y se los encuen-
narse insertando un artroscopio (cámara de vídeo tra a nivel de la cara (músculos de la mímica), de la cabe-
pequeña). La artroscopia es un procedimiento quirúrgico za y del cuello. Los músculos profundos se encuentran
que permite al traumatólogo examinar las articulaciones cubiertos por la fascia de revestimiento superficial que
en busca de anomalías, como desgarros de los meniscos los envuelve y los separa del tejido subcutáneo (figs. 1-
(discos articulares parciales de la articulación de la rodi- 24 y 1-25). La mayoría de estos músculos se insertan en
lla). Durante la artroscopia pueden realizarse intervencio- el esqueleto (músculos esqueléticos), pero existe un
nes quirúrgicas. pequeño número de músculos profundos que se
encuentran anexados a órganos sin soporte óseo, como
los músculos de la lengua, de la faringe, del ano.
Sistema muscular El conjunto de estos músculos, en un individuo
medio y normal, corresponde a algo menos de la mitad
Los músculos son formaciones anatómicas que gozan del peso total de su cuerpo, es decir, aproximadamente
de la propiedad de contraerse, es decir, de disminuir la 30 kg para un individuo de 70 kg de peso. De ellos, a los
longitud bajo el influjo de una excitación. músculos de los miembros les corresponden aproxima-
Podemos clasificar a los músculos en: los músculos damente 7 kg para el miembro superior y 13 kg para el
estriados esqueléticos, rojos, que obedecen al control de inferior. En ciertos atletas el peso de la masa muscular
Anatomía general 41

M. occipitofrontal M. orbicular
de la boca
M. orbicular de los ojos
M. escaleno
M. esternocleidomastoideo anterior
M. deltoides
M. pectoral menor
M. pectoral mayor

M. braquial
M. bíceps braquial

M. braquiorradial M. supinador

M. flexor radial M. recto


del carpo del abdomen

M. abductor corto M. flexor profundo


del pulgar de los dedos

M. sartorio
M. aductor mayor

M. recto femoral

M. extensor largo
M. peroneo largo de los dedos

M. tibial anterior M. extensor largo


del dedo gordo

Fig. 1-24. Músculos esqueléticos de todo el cuerpo. Vista anterior. En el lado derecho se representan los músculos ubicados en
planos más superficiales. En el lado izquierdo se representan los músculos ubicados en planos más profundos.

puede corresponder al 50% del peso del cuerpo. El tro de los músculos profundos se encuentran múscu-
músculo vivo es de color rojo. Esta coloración denota la los más cortos, que cruzan una sola articulación (p.
existencia de pigmentos y de una gran cantidad de san- ej., braquial, vasto intermedio).
gre en las fibras musculares. B. Músculos anchos o planos: se caracterizan por ser
En general, muchos músculos son rectilíneos y más o aplanados. Se los encuentra en las paredes de las gran-
menos paralelos al eje mayor del cuerpo o al de los des cavidades como el tórax y el abdomen. Presentan
miembros. Aquellos que tienen otra orientación son lla- forma variable: triangular, acintada, plana; curva, etc.
mados oblicuos o transversos. Otros músculos, para diri- Sus bordes son rectilíneos; sin embargo, puede obser-
girse de un punto a otro, no siempre siguen una línea várselos como irregulares y dentados. Algunos de ellos
recta, cambian de dirección durante su trayecto, en forman verdaderos tabiques de separación, como el
general apoyándose en una superficie ósea, son los músculo diafragma y el músculo elevador del ano.
músculos reflejos (p. ej., obturador interno, oblicuo C. Músculos cortos: se encuentran en las articulaciones
superior del ojo). donde los movimientos son poco extensos, lo que no
Según la forma que adoptan, se distinguen (fig. 1-26): excluye su fuerza ni su especialización, por ejemplo:
músculos de la eminencia tenar (en la palma para
A. Músculos largos o fusiformes: tienen forma de mover el pulgar).
huso, con un vientre grueso y redondeado y extremos D. Músculos penniformes: la organización de los fas-
adelgazados. Se los encuentra en especial en los cículos musculares tiene el aspecto de las barbas de
miembros. Los más superficiales son los más largos. las plumas. Las fibras musculares se disponen de
Algunos de ellos pueden cruzar dos articulaciones (p. manera fasciculada oblicua con respecto a un tendón
ej., bíceps braquial, semimembranoso). También den- que forma un eje. Pueden ser semipenniformes cuan-
42 Anatomía clínica

M. esplenio
M. trapecio
de la cabeza

M. deltoides M. supraespinoso

M. redondo mayor M. infraespinoso

M. tríceps braquial M. dorsal ancho

M. erector
M. extensor radial de la columna
largo del carpo

M. abductor
largo del pulgar
M. extensor de los dedos

M. glúteo mayor M. extensor del índice

M. semitendinoso
M. semimembranoso

M. bíceps femoral M. plantar

M. poplíteo
M. gastrocnemio
M. tibial posterior

M. flexor largo
del dedo gordo

M. flexor largo
de los dedos

Fig. 1-25. Músculos esqueléticos de todo el cuerpo. Vista posterior. En el lado izquierdo se representan los músculos ubicados
en planos más superficiales. En el lado derecho se representan los músculos ubicados en planos más profundos.

do los fascículos se ubican de un solo lado del tendón yecto de una interrupción tendinosa que origina la exis-
(músculo semitendinoso), penniformes cuando se dis- tencia de dos vientres musculares, situados uno en la
ponen de ambos lados (músculo recto femoral) o prolongación del otro o acodados en ángulo más o
multipenniformes cuando hay varios ejes tendinosos menos abierto.
(músculo deltoides).
E. Músculos anulares, circulares o esfinterianos: dis-
puestos alrededor de un orificio al cual circunscriben Contracción de los músculos
y aseguran el cierre. Se los llama orbiculares o esfín-
teres. Son de espesor y fuerza variables. La contracción isométrica o estática pone en ten-
F. Músculos convergentes: se originan en un área sión el músculo sin modificar su longitud. Es lo que suce-
ancha y convergen para formar un solo tendón, por de con el cuádriceps femoral en la posición de pie: su
ejemplo el músculo pectoral mayor. contracción estática se opone a la flexión de la rodilla
G. Músculos cuadrados: tienen cuatro lados iguales por el peso del cuerpo (fig. 1-27).
como el músculo cuadrado femoral. La contracción isotónica acorta el músculo acer-
cando sus inserciones y suscita un movimiento propio
Existen ciertos músculos que no pueden ser clasifica- para cada músculo.
dos dentro de una de estas categorías. Un ejemplo de La contracción muscular posee dos cualidades: la
ello lo constituye el músculo recto del abdomen, que es fuerza y la velocidad. La fuerza depende de la longitud
a la vez largo y ancho. y del volumen de las fibras musculares. La velocidad es
Debe señalarse que ciertos músculos como los una condición propia de la fibra muscular. Puede ser
digástricos se caracterizan por la existencia en su tra- aumentada por el entrenamiento.
Anatomía general 43

muy largos otros muy cortos; existen, por último, los que
se extienden en amplias membranas.
Tendones Los tendones son siempre de coloración blanqueci-
Cabezas
na, brillante, nacarada. Son muy resistentes y práctica-
mente inextensibles: la contracción del músculo puede
así actuar sin retardo, sin pérdida de fuerza frente a la
palanca puesta en movimiento.
Vientre Vientres

Inserción de origen e inserción


A B C terminal. Punto fijo y punto móvil
Se distinguen ordinariamente dos inserciones en un
músculo: la inserción de origen y la inserción termi-
nal. En el cuello y los miembros se habla también de
inserción superior e inferior e inserción proximal y
distal.
Las inserciones de origen pueden ser:

D E F - Carnosas: las fibras musculares llegan a la superficie


Tendones ósea de inserción perdiéndose en el periostio, son
poco frecuentes.
- Tendinosas: el músculo se origina por medio de fibras
blanquecinas en un tendón de origen de forma
Corte del variable: cilíndrico, aplanado, etc.
músculo - Tendinomusculares: son una combinación de las
precedentes.
H I
G - Arcos fibrosos: entre dos puntos de inserción ósea se
tiende un arco de cuya convexidad parten fibras car-
nosas (arco tendinoso del sóleo, arco tendinoso del
Fig. 1-26. Tipos de músculos. A. Músculo plano. B.
elevador del ano).
Músculo digástrico. C. Músculo bíceps. D. Músculo semi-
penniforme. E. Músculo penniforme. F. Músculo multipen- Algunos músculos están formados en su origen por
niforme. G. Músculo fusiforme. H. Músculo cuadrado. I. varios cuerpos musculares reunidos distalmente en una
Músculo esfínter. inserción única. Se los designa bíceps, tríceps o cuádri-
ceps según tengan dos, tres o cuatro cabezas de origen.
También la inserción terminal de un músculo único
Tendones puede efectuarse por varios tendones, como por ejem-
plo en los flexores de los dedos. Éstos son músculos
Es raro que un músculo se inserte directamente, por multífidos.
lo general lo hace por intermedio de un tendón. De Las inserciones de terminación pueden hacerse, las
estructura fibrosa, el tendón prolonga al músculo hasta más frecuentes, por medio de tendones, que prolongan
su punto de inserción. La forma de los tendones es varia- el cuerpo muscular bajo formas variables: largos, breves,
ble, unos son cilíndricos, otros aplanados; algunos son cilíndricos, aplanados; pueden emitir expansiones.

Contracción Contracción Contracción


isométrica isotónica: isotónica:
concéntrica excéntrica

A B C

Fig. 1-27. Tipos de contracciones fásicas musculares. A. La contracción isométrica mantiene la longitud del músculo y fija la
articulación en una posición. B. La contracción concéntrica disminuye la longitud del músculo. C. La contracción excéntrica se
produce mientras el músculo se alarga de manera controlada.
44 Anatomía clínica

Hay tendones que se extienden en forma de La terminación de los tendones, cuando se insertan
amplias láminas fibrosas, denominadas aponeurosis. Se sobre el esqueleto, está representada por una fusión ínti-
observan en los tendones anchos que prolongan hasta la ma con el periostio. Las fibras de colágeno tendinosas atra-
línea media a los músculos oblicuos y transverso del viesan el periostio y penetran superficialmente en el hueso.
abdomen. La tracción que ejercen en la superficie de inserción provo-
Cada músculo posee, cuando se contrae, un punto ca la aparición de salientes óseas, apófisis y espinas.
fijo y un punto móvil. La contracción muscular acerca
el punto móvil al punto fijo. Pero, si bien para un movi-
miento dado esos puntos son siempre los mismos para Miositis
un músculo determinado, cada uno de los puntos de ese La miositis es la inflamación de un músculo estriado.
mismo músculo puede ser fijo o móvil según el movi- Ésta puede deberse a una lesión del músculo, a una
miento que realice. Así, en la flexión del antebrazo sobre infección o a una enfermedad autoinmune. Entre las
el brazo el punto fijo del bíceps braquial está en la escá- patologías infecciosas más comunes se encuentran el
pula y su punto móvil en el radio. Pero, en la acción de virus de la gripe, la triquinosis y la toxoplasmosis (parasi-
trepar, el bíceps toma su punto fijo en el radio y en la tarias), y algunas bacterias como Clostridium perfringens
escápula se establece el punto móvil, elevando todo el y Streptococcus pyogenes. Generalmente cursan con
cuerpo. dolor intenso, inflamación local e impotencia funcional
El tendón puede ser considerado como la prolon- del músculo afectado. El tratamiento varía de acuerdo
gación del tejido conectivo que rodea y separa las con la etiología.
fibras musculares en el vientre muscular. Las fibras
musculares se agrupan en fascículos y la cohesión de
sus fibras se debe al entrelazamiento y a la disposición Tenosinovitis
helicoidal del tejido conectivo dispuesto entre ellas. El Es la inflamación de la vaina sinovial. La causa puede
endomisio envuelve los fascículos musculares prima- ser desconocida o deberse a una lesión traumática, tensión
rios. El perimisio agrupa varios fascículos primarios y extrema o infección. Las zonas más afectadas son la región
envuelve los fascículos secundarios. El tejido conectivo del carpo, las manos y los pies, aunque cualquier vaina
fibroso del tendón se continúa con el perimisio muscu- sinovial puede ser afectada. Clínicamente se manifiesta
lar asegurando la transmisión de la fuerza de tracción con dolor y dificultad para mover una articulación (espe-
del músculo (fig. 1-28). El epimisio (tejido conectivo cialmente cuando se produce en las regiones típicas). La
laxo) se ubica inmediatamente profundo a la fascia fiebre, la inflamación y el enrojecimiento de la zona pue-
muscular. den indicar la presencia de infección, sobre todo cuando se
La unión de la fibra muscular y del tendón está ase- tiene el antecedente de una lesión penetrante o una pun-
gurada por el conjunto de fibras conectivas que gradual- ción.
mente se transforman en fibras tendinosas.

Desgarros musculares
Un desgarro es una lesión producida en un músculo,
Perimisio en la que éste o una de sus porciones se distienden y se
Sarcolema
rompen todas o parte de sus fibras. Esta lesión surge
Fascículo
muscular como consecuencia de un estiramiento excesivo y
violento. Es frecuente que se produzcan en los múscu-
Núcleo
Endomisio los de las regiones infraescapular y lumbar, así como en
celular
los de la región posterior del muslo.
Fascia
muscular

Vaso aferente Sección tendinosa


Los tendones pueden sufrir rupturas espontáneas o
Epimisio Fibra muscular secundarias a un traumatismo que puede ser indirecto al
ejercer sobre él una tracción violenta o una lesión direc-
Vientre muscular ta a través de una herida.
Sarcómero La ruptura del tendón calcáneo [tendón de Aquiles]
se produce en forma espontánea en pacientes de 40
Nervio con años o más, realizando algún deporte o al subir una
placas motoras
escalera. Típicamente el paciente siente un dolor intenso
Tendón muscular y súbito en la cara posterior de la pierna, quedando con
Miofibrilla
incapacidad funcional y dolor moderado. Al examen se
Hueso palpa una depresión a nivel del tendón calcáneo y un
moderado aumento de volumen en la región. El pacien-
te no puede pararse en puntas de pie. La ruptura del
Fig. 1-28. Esquema de las partes de un músculo. A la dere- tendón puede producirse por un proceso degenerativo
cha se representa el detalle de una fibra muscular y de una
miofibrilla.
previo, una tendinitis crónica latente o por un esfuerzo
inadecuado para su entrenamiento.
Anatomía general 45

zar grandes esfuerzos de manera repetida. Este incre-


Atrofia muscular mento del volumen celular se debe a un aumento de la
La atrofia muscular es la disminución del tejido mus- producción de las proteínas contráctiles de la célula
cular. Se produce habitualmente por falta de ejercicio del muscular, con el fin de adaptarse y poder realizar con
grupo muscular afectado o bien puede ser secundario a mayor facilidad los esfuerzos a los que se ve sometido
otras patologías, entre las que se destacan aquellas que el músculo.
comprometen la inervación motora, afectando el siste-
ma nervioso central o periférico. Llevan a la disminución
de la fuerza y en casos severos pueden devenir en dismi- Distrofias musculares
nución de la movilidad de un miembro o de parte de él. Las distrofias musculares son un grupo de enferme-
La atrofia muscular por falta de ejercicio es frecuente dades primarias del músculo esquelético que se deben
entre las personas que llevan un hábito de vida sedenta- a trastornos genéticos hereditarios. En su mayor parte,
rio, es normal en el envejecimiento y en aquellas perso- se deben a alteraciones de proteínas estructurales del
nas que deben realizar reposo durante períodos prolon- músculo. Las proteínas contráctiles del músculo estriado
gados. Habitualmente suele revertir con la rehabilitación (actina, miosina, tropomiosina y troponina) están
adecuada. conectadas a la membrana plasmática de la célula mus-
Entre las patologías del sistema nervioso que llevan a cular a través de otras proteínas: distrofina, espectrina,
la atrofia muscular se encuentran la poliomielitis, el sín- etc. Estas últimas, al encontrarse alteradas, son las que
drome de Guillain-Barré, o puede ser secuela de un ACV ocasionan el daño muscular primario conocido como
(accidente cerebro vascular) en el que exista compromi- distrofia.
so de algún área cerebral motora. La función muscular
se recupera parcialmente o incluso puede no recuperar-
se a pesar de realizar la rehabilitación. Vainas fibrosas y vainas sinoviales
de los tendones
Hipertrofia muscular Son formaciones desarrolladas a modo de puente o
La hipertrofia muscular es el fenómeno de aumento de túnel entre las superficies óseas sobre las cuales se
de volumen del músculo, secundario al aumento del deslizan los tendones. Su función es contener el ten-
tamaño de las células. Es decir, el número celular dón permitiéndole un deslizamiento fácil o actuar
se mantiene constante y sólo se modifica el volumen como polea de reflexión. Se las encuentra en especial en
celular. los extremos de los miembros en los que los tendones
Esto se observa en los atletas o personas que realizan deben permanecer en contacto con el esqueleto, cual-
entrenamiento físico de tipo anaeróbico (p. ej., fisico- quiera sea la posición del segmento del miembro que se
culturismo) en el que el músculo se ve sometido a reali- considere.

Falange
proximal Dedo
en extensión
Tendones de
los m. flexores
Vaina fibrosa
Vaina sinovial
Falange distal

Dedo en flexión A

Vaina fibrosa

Tendón Lámina
externa

Hueso
Cavidad Vaina
sinovial sinovial

Mesotendón Lámina
con vaso B interna

Fig. 1-29. Tendón y vaina sinovial. A. Tendones flexores del dedo de la mano con sus vainas fibrosa y sinovial. B. Sección trans-
versal de un tendón rodeado por sus vainas sinovial y fibrosa.
46 Anatomía clínica

Las vainas fibrosas están insertadas en el hueso. tencia (el paciente debe oponerse al movimiento que
Tienen una existencia propia o adaptan su estructura a intenta realizar el examinador).
las formaciones fibrosas y fascias de la vecindad. Rodean Otra forma de evaluar la función muscular es median-
a uno o varios tendones (fig. 1-29). te el electromiograma, con el que se obtiene un regis-
Las vainas sinoviales son envolturas serosas que tro de la actividad eléctrica de las unidades motoras
tapizan el interior de estos túneles osteofibrosos. que forman el músculo. Este registro se realiza colocando
Favorecen el deslizamiento de los tendones. Cada vaina electrodos en la superficie de la piel o bien insertando elec-
sinovial está formada por una lámina visceral que revis- trodos (agujas) dentro del músculo. En el estado de
te y se aplica al tendón, y una lámina parietal, que tapi- reposo del músculo sólo se obtiene un tono basal, que
za el interior de la vaina osteofibrosa. Estas dos láminas corresponde al estado de contracción ligera que no pro-
se continúan una con la otra en los extremos de la vaina, duce movimiento ni resistencia. Cuando el músculo se
formando así recesos sinoviales que hacen de la sino- contrae muestra diferentes descargas que son registra-
vial una cavidad cerrada. En ciertos puntos, el tendón se das gráficamente. El electromiograma permite evaluar el
encuentra unido a la pared osteofibrosa por repliegues estado de las unidades motoras.
conectivos revestidos por la sinovial que contienen vasos
destinados al tendón: son los mesotendones.
Fascias
Bolsas serosas anexas a los músculos Una fascia es una lámina o membrana de tejido conecti-
vo fibroso denso que recubre o envuelve alguna estruc-
Es frecuente observar entre dos músculos o entre un tura anatómica, como los músculos, vasos y vísceras.
músculo y un hueso pequeñas bolsas tapizadas por una
membrana serosa: son las bolsas serosas, que favorecen La Terminología Anatómica aplica el nombre de
el deslizamiento muscular. Algunas de estas bolsas serosas fascia a vainas, hojas, láminas u otros agregados de teji-
se comunican con la sinovial de una articulación vecina. do conectivo disecable visibles macroscópicamente.
Las vainas sinoviales, como las bolsas serosas, pue- Se pueden diferenciar tres tipos de fascias, de acuer-
den infectarse por diferentes vías. La repercusión de esta do con su mecanismo de formación: fascias de condensa-
infección puede llevar a la pérdida del poder de desliza- ción, fascias de migración y fascias de fusión. Asimismo,
miento de la vaina y producir un efecto desfavorable recomienda no emplear los nombres “fascia superficial”
sobre el tendón. En un grado menor de repercusión, el y “fascia profunda” como términos genéricos, debido a los
que queda perturbado es el juego de deslizamiento que, diversos significados asumidos en descripciones tradiciona-
incluso, puede llegar a interrumpirse a causa de las les de distintos orígenes.
adherencias que se contraen. Ello trae aparejadas la pér- Las fascias derivan del mesodermo. Están formadas
dida de la funcionalidad y la fijación en una actitud des- por un tejido rico en fibras de colágeno y en algunos
favorable. casos, fibras elásticas. Cuando llegan al hueso se conti-
núan con el periostio de éste.
La fascia de revestimiento superficial se ubica
Bursitis profundamente con respecto al tejido subcutáneo y
Es la inflamación de una bolsa sinovial y puede pre- recubre músculos y otras estructuras de la mayor parte
sentarse tanto en forma aguda como crónica. del cuerpo. En los miembros, esta fascia adopta la forma
La causa de la bursitis puede ser el uso excesivo de la de un cilindro hueco, que rodea las masas musculares en
articulación, un traumatismo y algunas patologías que toda su extensión, aislándolas de los planos más superfi-
afecten la integridad de la articulación o su movilidad ciales. Esta fascia se continúa hacia la profundidad con
(artritis reumatoidea, gota, infecciones). En otras ocasio- tabiques intermusculares que separan músculos o
nes, no se encuentra la causa. La bursitis se presenta grupos musculares y delimitan celdas o compartimen-
con mayor frecuencia en el hombro, la rodilla, el codo y tos musculares (fig. 1-30).
la cadera, y también puede afectar otras áreas como el En algunas regiones las fascias se encuentran engro-
tendón calcáneo y el pie. Clínicamente se manifiesta con sadas y dan origen a ligamentos o a retináculos de ten-
dolor al movilizar la región afectada, tumefacción y calor. dones, que actúan como poleas.
Los episodios repetidos de bursitis pueden llevar a un En general, las fascias del tronco, la cabeza y
proceso crónico. el cuello son más delgadas, pero se disponen forman-
do organizaciones más complejas que a nivel de los
miembros.
Examen de la función muscular y Las fascias viscerales se ubican en las superficies de
electromiografía órganos que no están recubiertos de serosa.
Para evaluar la función de un músculo, o un grupo Las fascias sirven para proteger y fijar órganos. En
muscular, se utilizan pruebas que se realizan durante el algunos casos se unen a la superficie de éstos; en otros,
examen físico del paciente. La evaluación debe incluir la los contienen en compartimentos o los unen a múscu-
fuerza, el tono y la resistencia muscular. Éstas se lle- los y huesos.
van a cabo mediante maniobras de movilidad activas (el Las fascias también forman vainas y conductos por
paciente ejecuta un movimiento), pasivas (es el exami- donde transitan vasos y nervios.
nador quien moviliza un segmento corporal) y de resis- El tejido subcutáneo alberga los elementos epifascia-
Anatomía general 47

les (superficiales) y se ubica entre la piel y la fascia de miento antibiótico enérgico y la remoción del tejido
revestimiento superficial. afectado.
Las aponeurosis son láminas gruesas de tejido La fascitis plantar es una inflamación aguda de la
conectivo fibroso denso, son tendones aplanados. No aponeurosis plantar. El síntoma principal es el dolor
son fascias. Debido a su forma de láminas pueden for- en el talón o la planta del pie. No suele deberse a un
mar vainas y limitar compartimentos. traumatismo intenso, sino al efecto de pequeños trau-
Las membranas fibrosas son láminas gruesas de matismos que se repiten en el tiempo. El dolor puede
tejido conectivo fibroso denso; son ligamentos apla- aparecer por malas posturas, trabajo excesivo de la
nados y amplios. No son fascias. Debido a su forma de región (correr, saltar) y suele ser más intenso por las
láminas pueden formar tabiques y limitar compartimen- mañanas.
tos.

Síndrome compartimental
Fascitis Los grupos musculares de los miembros superior e
Se denomina fascitis a la inflamación de una fascia. inferior están divididos en compartimentos, que están
Puede ser de causa infecciosa o traumática. envueltos y delimitados por las fascias, fuertes e inexten-
La más común de las fascitis infecciosas es la deno- sibles. El síndrome compartimental se produce cuan-
minada fascitis necrosante, que se extiende por el do el aumento de la presión dentro de un compartimen-
tejido subcutáneo, afectando también la fascia de to compromete la circulación y la función de los tejidos
revestimiento de la zona. Produce la necrosis de estos que están dentro de este espacio. El síndrome compar-
tejidos y progresa en superficie y profundidad. Se con- timental puede ser agudo (generalmente después de
sidera una infección muy grave que requiere un trata- un traumatismo con fracturas óseas o sin ellas, produci-

N. superficial V. superficial Compartimento


crural posterior
Piel

Fascia de
revestimiento
Tejido superficial
subcutáneo

Tabique
intermuscular
crural lateral
Vasos y
n. profundos

Peroné
(fíbula)

Tibia

Tabique
intermuscular
crural
anterior Periostio

Membrana Paquete
interósea Compartimento vasculonervioso
de la pierna crural anterior profundo en la vaina

Fig. 1-30. Corte horizontal de la pierna derecha, vista superior. Se ven las fascias, los tabiques, la membrana interósea y los com-
partimentos limitados por éstos.
48 Anatomía clínica

do por la hemorragia y el edema dentro de este espacio Las arterias están desprovistas de válvulas, salvo los
cerrado) o crónico (frecuente en los atletas, por el desarro- orígenes de la aorta y el tronco pulmonar.
llo muscular). El primero es una emergencia quirúrgica y se
presenta con síntomas que incluyen el dolor progresivo y
muy intenso en relación con la lesión y signos como la Estructura
tumefacción tensa y la relajación de los músculos del com-
partimento afectado. El tratamiento incluye una fascioto- Una arteria comprende tres túnicas: una túnica exter-
mía que permite descomprimir la región. na o adventicia, una túnica media y una túnica íntima,
interna o endotelio. En la adventicia se disponen los
vasa vasorum de la arteria y su inervación. La túnica
Sistema cardiovascular media es musculoelástica y tiene como función soportar
la tensión de la sangre sobre estos vasos. El endotelio
La angiología tiene por objetivo el estudio del sistema es una monocapa continua que se dispone hacia la luz y
que asegura la circulación de la sangre, del quilo y de la desempeña un papel fundamental en la hemostasia y es
linfa en todo el organismo. sensible a las modificaciones de presión y pH (fig. 1-32).
El sistema cardiovascular comprende esencialmente:
• Un órgano central de impulsión: el corazón.
• Un conjunto de conductos, de estructura y propieda- Clasificación
des diferentes: las arterias, las venas, los vasos capila-
res y los vasos linfáticos. Podemos distinguir cuatro variedades de arterias.
Arterias elásticas: son de gran calibre. Su túnica
media tiene una capa muscular entre dos membranas elás-
Corazón ticas (una interna y la otra externa). Gracias a ellas, el flujo
del corazón se transforma en laminar continuo y pulsátil.
El corazón está compuesto por dos mitades diferen- Durante cada diástole, ellas vuelven a su diámetro inicial.
ciadas y se describen, de esta manera, un “corazón
derecho” y un “corazón izquierdo”. En cada una de
estas mitades se encuentran dos cavidades: un atrio
(aurícula) y un ventrículo. Mientras que el corazón A. carótida
derecho y el corazón izquierdo están separados uno de A. subclavia común
otro por un tabique, cada uno de los atrios (aurículas)
comunica con el ventrículo correspondiente por un ori- A. axilar
ficio provisto de válvulas que aseguran, en cada mitad Tronco
del corazón, una circulación sanguínea en sentido único. braquiocefálico
Arco
A los atrios (aurículas) llegan las venas, de los ventrícu- Aorta de la aorta
los parten las arterias. ascendente
Aorta
El corazón es un músculo hueco que circunscribe A. braquial descendente
cavidades en las cuales circula la sangre. Cuando se rela-
A. renal Tronco
ja (diástole), el corazón atrae hacia sí la sangre que cir- celíaco
cula en las venas. Cuando se contrae (sístole) expulsa la
A. radial
sangre hacia las arterias: aorta o tronco pulmonar. Está A. ilíaca
formado por un músculo con propiedades particulares, común
A. cubital
el miocardio, que se halla tapizado interiormente por el (ulnar) A. ilíaca
endocardio y exteriormente por el epicardio. El cora- interna
zón está rodeado por el pericardio, conjunto fibrosero- A. ilíaca
so que lo separa de los órganos vecinos. externa
Arcos palmares
A. femoral
profunda
Situación general A. femoral
A. poplítea
El corazón está situado en el tórax, detrás de la
pared esternocondrocostal, en la parte inferior del
A. tibial anterior
mediastino (mediastino medio).
A. tibial posterior

Arterias
Las arterias son los conductos de transporte de la
sangre desde el corazón (fig. 1-31). El origen de todas
las arterias se reparte entre la arteria aorta y la arteria
Fig. 1-31. Sistema cardiovascular: principales arterias de la
pulmonar. Éstos son conductos elásticos, contráctiles. El circulación mayor del cuerpo.
pulso arterial se corresponde con cada sístole.
Anatomía general 49

Localización
Endotelio
Las arterias nutren todo el cuerpo, excepto el cartíla-
Túnica Membrana basal go hialino, la córnea, el cristalino, la epidermis y las fane-
íntima ras. Las arterias grandes e intermedias, generalmente, se
Membrana elástica
interna disponen en los planos profundos. A nivel de los miem-
bros son subfasciales. A nivel del abdomen son retrope-
ritoneales o se relacionan con alguna de las dependen-
cias del peritoneo. Las pequeñas arterias son subcutáne-
as o intraviscerales.
Capa muscular
Túnica
media Membrana elástica Distribución
externa
Ramas colaterales
Son ramas que se desprenden de un tronco arterial.
Túnica
adventicia
Ramas terminales
Son las ramas que marcan la terminación de una
arteria. Algunas terminan anastomosándose con las
Fig. 1-32. Estructura de una arteria de tipo muscular. Capas ramas vecinas (distribución plexiforme). Otras terminan
que forman la pared arterial.
formando capilares sin generar anastomosis con las arte-
rias vecinas (distribución terminal) (fig. 1-33).

Arterias musculares: son de calibre mediano o Anastomosis


intermedio y su túnica media no presenta, en general,
membrana elástica externa. Son las comunicaciones intervasculares. Hay dos tipos
Arteriolas: son de pequeño calibre (inferior a de anastomosis.
0,5 mm). Su túnica intermedia tiene poco tejido elástico La primera es la anastomosis arterioarterial que
y escasas fibras de músculo liso. constituye una circulación colateral que regula la distri-
Capilares: son de muy pequeño calibre (5 a 30 bución de la sangre. Hay tres subtipos de anastomosis
micrones). No presentan túnica intermedia. A nivel de su arterioarteriales: la anastomosis por inosculación que
inicio presentan una dilatación donde la arteriola forma forma una continuidad entre dos arterias que se unen en
un esfínter precapilar. su terminación (p. ej., los arcos palmares); la anastomo-

Dirección de circulación Anastomosis

B
A. principal Ramas colaterales

Ramas colaterales Anastomosis

Distribución plexiforme
C
Distribución terminal

Anastomosis

Ramas terminales
A D

Fig. 1-33. Ramas y anastomosis vasculares. A. Tipos de ramas y distribución de las arterias dentro de los órganos.
B. Anastomosis por inosculación. C. Anastomosis transversal. D. Anastomosis por convergencia.
50 Anatomía clínica

sis transversal mediante un conducto de unión entre aumento de probabilidades de desarrollar episodios de
dos arterias paralelas (el conducto es de pequeño calibre isquemia en diferentes órganos.
y permite distribuir la sangre entre dos arterias), y la
anastomosis por convergencia en la cual las dos arte-
rias se fusionan en una (p. ej., la arteria basilar). Arteritis (vasculitis)
La segunda son las anastomosis arteriovenosas. La inflamación de la pared de los vasos, denominada
Es una manera de desviación entre una arteriola y una vasculitis, se encuentra en diversas enfermedades.
vénula que genera un cortocircuito entre los vasos, per- Afecta vasos de distinto calibre y localización. Debido a
mitiendo a la sangre saltear su paso por los capilares. Es esto puede presentar manifestaciones clínicas como fie-
un sistema de regulación de la circulación por diferentes bre, dolores musculares, dolores articulares y malestar
tejidos, que puede convertirse, en ciertos casos, en una general. Los mecanismos de producción pueden ser de
circulación con doble sentido. etiología autoinmunitaria (autoanticuerpos que reaccio-
nan con componentes de la estructura del vaso), o por
lesión directa (toxinas, radiación, infecciones). En algu-
Arteriosclerosis y aterosclerosis nas arteritis se desconoce la causa de origen.
La arteriosclerosis es un término que incluye distintas Habitualmente el diagnóstico se realiza mediante la
enfermedades vasculares, que llevan al engrosamiento y biopsia de la pared del vaso.
la pérdida de elasticidad de la pared arterial. La forma
más frecuente es la aterosclerosis que se caracteriza
por la formación progresiva de placas fibrosas en la Aneurismas
superficie interna de la pared de la arteria. Estas placas Los aneurismas son dilataciones permanentes y loca-
tienen un núcleo de colesterol y lípidos, sobresalen hacia lizadas de una arteria. La complicación más grave que
la luz del vaso y debilitan sus paredes. pueden presentar es su rotura, que ocasiona una gran
Estos procesos tienen como consecuencia la estenosis hemorragia. Frecuentemente no presentan síntomas y
de la arteria y la obstrucción del flujo sanguíneo y el pasan inadvertidos. Las arterias afectadas con mayor fre-
cuencia son la aorta y las de la base del cerebro.

V. yugular interna Sección arterial y venosa


V. yugular externa V. subclavia La rotura o el corte de un vaso provoca una extrava-
sación de sangre, es decir una hemorragia. Si la sangre
V. braquiocefálica V. axilar sale del cuerpo, se habla de una hemorragia externa.
derecha Si se acumula en alguna de las cavidades corporales, se
V. cefálica trata de una hemorragia interna. Los vasos secciona-
V. cava
superior dos se pueden reparar mediante la aplicación de próte-
V. basílica sis o injertos que aseguren la conducción de la sangre.
V. braquial V. cava
inferior
V. renal
V. ilíaca Venas
V. radial común
Las venas son vías de conducción que llevan sangre
V. ilíaca
V. cubital interna desde los tejidos, de retorno al corazón (fig. 1-34).
(ulnar) La pared de las venas tiene una estructura que cons-
ta de tres capas: una túnica interna o íntima, una
túnica media y una túnica externa o adventicia (fig.
1-35).
V. ilíaca
externa
La capa más interna o íntima está constituida por
V. femoral una capa de células endoteliales fusiformes que se
V. safena disponen con una dirección que sigue el trayecto del
magna
vaso y que se apoya sobre una membrana basal y una
V. poplítea delgada capa de tejido conectivo de ubicación subendo-
telial. Su función principal es el intercambio de líquidos y
gases (intercambio metabólico) entre las células y la san-
V. tibial posterior
gre a través de la pared del vaso.
La capa media se encuentra formada por células
musculares lisas, siguiendo una disposición circular,
fibras elásticas, fibras de colágeno y proteoglicanos.
Tiene como función regular el flujo sanguíneo.
La túnica íntima o adventicia se constituye de fibra
Fig. 1-34. Sistema cardiovascular: principales venas de la y elementos de tejido conectivo dispuestos en sentido
circulación mayor del cuerpo. Venas del sistema venoso
superficial y del sistema venoso profundo.
longitudinal. En las venas puede encontrarse músculo
liso. Sobre la adventicia se disponen los nervios vegetati-
Anatomía general 51

vos que llegan a la musculatura del vaso. Su función es Las venas pueden ser clasificadas de acuerdo con su
relacionar el vaso con las estructuras que lo circundan. disposición topográfica en cuatro grandes grupos: un
Las principales diferencias entre las venas y las arte- sistema venoso superficial, un sistema venoso profundo,
rias, en relación con su estructura, radican en la túnica un sistema venoso comunicante y un sistema venoso
media. En las venas, la túnica media es más laxa perforante.
debido a la mayor cantidad de fibras elásticas y de El sistema venoso superficial es el que se encuen-
fibras de colágeno que las forman, a diferencia de las tra ubicado profundo a la piel y discurre superficialmen-
arterias, que presentan su capa media formada por te a la fascia de revestimiento de la región. Las venas de
capas compactas de células musculares lisas. A su vez, este sistema transitan por dentro del tejido subcutáneo.
en las venas no hay una clara estratificación así como Este sistema venoso es muy importante en el miembro
tampoco presentan una membrana elástica interna. inferior el cual drena el 10% de su sangre a través de
Para poder llevar la sangre al corazón, en muchas este sistema.
situaciones (como por ejemplo la bipedestación), el siste- El sistema venoso profundo discurre profunda-
ma venoso depende de factores que venzan la fuerza de mente a la fascia de revestimiento superficial y suele
la gravedad. Estos factores que permiten el retorno de la acompañar a las arterias de la región (venas satélites).
sangre al corazón son: el efecto de succión del corazón El sistema venoso comunicante se compone de
(genera una presión hipobárica por desplazamiento del estructuras que comunican venas en el mismo plano o
nivel ventricular en dirección al vértice del corazón estrato, es decir, comunica venas del sistema venoso pro-
durante la sístole); la onda pulsátil que se transmite fundo con otras venas profundas o venas superficiales con
desde las arterias (por sus contracciones musculares a venas del sistema venoso superficial. Estas estructuras
nivel de la pared) hacia las paredes de las venas, colap- venosas respetan el plano de la fascia de revestimiento.
sándolas (este fenómeno es denominado acoplamiento En cambio, el sistema venoso perforante comuni-
arteriovenoso); las bombas musculofasciales y musculo- ca el sistema venoso superficial con el sistema venoso
aponeuróticas que al contraer los músculos favorecen el profundo. Está constituido por venas que atraviesan la
retorno venoso, y también la apertura y el cierre de las fascia de revestimiento por orificios preformados. Las
válvulas venosas. venas perforantes poseen válvulas que impiden la circu-
Las válvulas venosas son estructuras endoteliales lación venosa desde el sistema profundo hacia el super-
que funcionan como un sistema de compuertas que ficial. Las venas perforantes pueden ser directas cuando
evita el reflujo hacia distal de la sangre. Las válvulas se van directamente a un tronco venoso profundo o indi-
componen de dos valvas o cúspides. Una valva tiene rectas si para llegar a este tronco necesitan desembocar
un borde adherente que se une a la pared de la vena y anteriormente en un grupo intermedio de venas profun-
un borde libre que está reforzado por una banda de das.
fibras de la membrana endotelial. Cada valva tiene una Las venas se originan de los capilares venosos o de
cara parietal de forma cóncava hacia el corazón y una los vasos sinusoides. Estos últimos son porciones
cara axial convexa. Las válvulas se encuentran principal- de vasos que tienen una pared delgada y luz amplia. Son
mente a nivel de los orificios (ostium) de desembocadu- espacios sanguíneos intraparenquimatosos de vísceras
ra de las venas. Hay algunas estructuras venosas del como el hígado o el bazo. Otro origen de las venas son
cuerpo humano que son avalvulares (no poseen válvu- las lagunas cavernosas de los cuerpos eréctiles, que
las), por ejemplo: los senos de la duramadre, la vena son espacios venosos tapizados por un endotelio donde
cava superior, la vena porta y las venas renales. los tabiques contienen fibras musculares lisas.
Las venas se reagrupan según dos vías principales, la
pequeña y la gran circulación venosa. La pequeña cir-
culación venosa está formada por las cuatro venas
pulmonares y drena la sangre oxigenada que viene de
Endotelio
los pulmones hacia el atrio izquierdo. La gran circula-
Túnica íntima ción venosa está constituida por dos sistemas que
Membrana basal desembocan en el atrio (aurícula) derecho el sistema de
la vena cava superior y el sistema de la vena cava
inferior.
Válvula La vena cava superior está constituida por la reunión
de las venas braquiocefálicas derecha e izquierda que
drenan: la cabeza y el cuello, por las venas vertebrales,
Túnica media las venas yugulares internas, externas y anteriores, y
los miembros superiores, por las venas subclavias. La
vena cava superior posee una sola vena afluente, la vena
Túnica adventicia
ácigos, que drena la pared del tronco.
La vena cava inferior está constituida por la reu-
nión de las venas ilíacas comunes que drenan el
miembro inferior, por las venas ilíacas externas, y los
Fig. 1-35. Estructura de una vena. Corte longitudinal de órganos de la pelvis, por las venas ilíacas internas.
una vena que permite ver las capas de la pared y el corte
de una válvula venosa.
La vena cava inferior posee numerosas venas afluen-
tes: las venas renales derecha e izquierda (que recibe
52 Anatomía clínica

a la vena suprarrenal izquierda y a la vena testicular guas comprendidas en la misma vaina fibrosa. Las pul-
u ovárica izquierda), la vena suprarrenal derecha, la saciones arteriales, transmitidas a la vena, le dan una
vena testicular u ovárica derecha, las venas frénicas contracción pasiva favorable al retorno venoso.
inferiores y las venas hepáticas. Las venas hepáticas Papel del corazón: la fuerza propulsiva del corazón
drenan la sangre del hígado que recibe a la vena porta. (o vis a tergo) es eficaz ya que se estima en 35 milíme-
Ésta drena todas las venas del intestino y del bazo. tros de mercurio (Hg) de presión a nivel de las arteriolas
Las venas presentan tres tipos de anastomosis: las precapilares.
venovenosas, las arteriovenosas y las venolinfáticas. Las La fuerza aspirante del corazón (o vis a fronte) se ve
anastomosis venovenosas se efectúan por inosculación, favorecida por las presiones intratorácicas y abdomina-
por conducto de unión o por convergencia. A veces les. El fin de la sístole y la inspiración son los factores
constituyen una red o plexo venoso. Las anastomosis esenciales de la aspiración de la sangre.
arteriovenosas son vías de derivación entre una arteriola Papel de los músculos: la contracción muscular (p.
y una vénula. Es un sistema de regulación que puede ej., la bomba muscular de la pierna) y el aplastamiento
permitir evitar el pasaje por un plexo capilar. Las anasto- de la planta de los pies (en particular, la importante red
mosis venolinfáticas constituyen la vía de drenaje final venosa plantar) favorecen la propulsión de sangre hacia
de los vasos linfáticos. proximal.
En la insuficiencia de la circulación venosa se produ- La inmovilización prolongada de un paciente reduce
ce un aumento en la producción de linfa que no puede la circulación venosa y favorece la trombosis venosa.
ser correctamente drenado y genera edemas.
La vascularización de las venas es semejante a la de
las arterias: por la difusión de sangre circulante y de los Várices
vasa vasorum en las grandes venas. Las várices son venas dilatadas de manera anormal
La inervación es rica a nivel de las venas viscerales y que presentan un trayecto tortuoso. Se generan como
es idéntica a la de las arterias en las venas periféricas. consecuencia de un aumento de la presión que ejerce la
sangre sobre el vaso y por la pérdida del tono de la pared
de la vena. Las válvulas de estas venas pueden perder
Anatomía funcional de las venas su capacidad de contener el reflujo de la sangre, tornán-
dose incompetentes. Se afectan con mayor frecuencia
Resistencia a la circulación venosa las venas superficiales de la pierna y el muslo. Uno de los
La resistencia gravitatoria, durante el pasaje de decú- factores que favorecen la aparición de las várices es la
bito supino a la posición de pie, aumenta por un aporte bipedestación prologada y la posición sentada con las
de 500 centímetros cúbicos (cm3) de sangre en las venas piernas en declive.
del miembro inferior. Es una patología que se encuentra en aproximadamen-
Las compresiones externas o internas (presión abdo- te el 20% de la población y predomina en mayores de
minal, útero grávido, tumor abdominal) pueden compro- 50 años. Las personas obesas y las mujeres tienen mayor
meter el retorno venoso. tendencia a desarrollar várices.

Las venas como órganos estáticos


La capacidad del sistema venoso es de 4.700 milili- Trombosis y flebitis
tros frente a los 800 mililitros de las arterias. Esta reser- La trombosis es la obstrucción de un vaso sanguíneo
va vascular es 100 a 200 veces más distensible que el sis- por la formación de un coágulo de sangre (trombo) en
tema arterial. Las venas esplácnicas desempeñan un su interior. Si el vaso afectado es una vena se denomina
papel central en la reserva vascular. tromboflebitis (obstrucción trombótica con inflama-
ción del vaso). Dichos trombos pueden generarse en el
Las venas como órganos dinámicos sitio de la obstrucción o bien migrar desde otro sitio,
La presión venosa disminuye progresivamente desde generando una tromboembolia. La consecuencia de
los capilares hacia las venas cavas donde es negativa. una trombosis arterial es la isquemia; su cuadro clíni-
Esta presión negativa explica la posibilidad de produc- co y su gravedad dependerán del vaso afectado: isque-
ción de embolias cuando hay traumatismos de las gran- mia miocárdica, infarto agudo de miocardio, accidente
des venas. cerebrovascular (ACV) isquémico, necrosis de los dedos
El retorno de la sangre hacia el corazón implica del pie, etcétera.
varios mecanismos asociados: La tromboflebitis produce alteraciones del retorno
Papel de las válvulas: se oponen al reflujo venoso venoso, causando una estasis secundaria. La región dis-
manteniendo la dirección centrípeta de la corriente san- tal al vaso afectado (frecuentemente las venas profundas
guínea. Protegen a los capilares de los aumentos de pre- de los miembros inferiores) presenta edema y se encuen-
sión retrógrados; son más importantes en las pequeñas tra pálida, fría y dolorosa.
venas que en las grandes venas.
Papel de la motricidad propia de la vena: este papel
es débil en las venas superficiales, pero importante en las Úlceras arteriales y venosas
venas esplácnicas, que se vacían a la mitad de su volu- Una úlcera es una excavación en la superficie de un
men en 20 segundos. tejido, que se produce como consecuencia del despren-
Papel de las arterias: se trata de las arterias conti- dimiento de tejido necrótico.
Anatomía general 53

Las úlceras de la piel de los miembros inferiores cula) derecho por intermedio de las venas cavas supe-
pueden ser de origen venoso o arterial. rior e inferior.
Aproximadamente el 70% de las úlceras de la pierna Del atrio derecho la sangre pasa al ventrículo dere-
son venosas, se ubican en su cara medial, en su tercio cho, que impulsa, por su contracción, la sangre venosa
inferior o medio, y presentan bordes irregulares y fondo al tronco pulmonar y de allí a los dos pulmones.
sucio. Son la consecuencia del compromiso vascular que En los pulmones, la sangre venosa sufre una trans-
dificulta el retorno venoso normal, produciendo hiper- formación en el curso de la cual se elimina al exterior el
tensión venosa y dando lugar a alteraciones tróficas anhídrido carbónico y se enriquece en oxígeno.
de los tejidos de la zona. La pierna se encuentra hincha- La sangre así oxigenada, sangre arterial, vuelve al
da y es dolorosa si se infecta. corazón por las venas pulmonares que terminan en el
Las úlceras arteriales son de causa isquémica (falta de atrio (aurícula) izquierdo.
irrigación) y suelen ubicarse en el lado lateral de la pierna. Del atrio (aurícula) izquierdo la sangre arterial pasa al
Presentan bordes netos y su causa puede ser la ateroscle- ventrículo izquierdo: el circuito sanguíneo queda así
rosis arterial o la diabetes mellitus. Suelen ser dolorosas, cerrado.
sobre todo durante el reposo o con la pierna elevada. Se opone así el corazón derecho, que contiene san-
gre venosa, la que envía a los pulmones, al corazón
izquierdo que recibe sangre arterial, la que reparte en
Capilares el resto del cuerpo.
La sangre circula en los vasos con sentido único: se
Están interpuestos entre las arterias y las venas. En aleja del corazón en las arterias y se dirige hacia él en las
los capilares se producen los intercambios entre la san- venas. En el corazón mismo, motor de la circulación san-
gre y los órganos; éstos se establecen ya sea en el senti- guínea, el curso de la sangre está guiado por las válvu-
do sangre-tejido (nutrición) o en el sentido tejido-sangre las auriculoventriculares (atrioventriculares): éstas se
(eliminación). El resultado de estos intercambios es la oponen al reflujo de la sangre desde los ventrículos hacia
transformación de la “sangre arterial”, rica en oxígeno, los atrios (aurículas). Las válvulas pulmonar y aórtica
en “sangre venosa”, cargada de anhídrido carbónico. Se evitan el reflujo de la sangre desde de las arterias (pul-
considera que la unión entre las arterias y los capilares monar y aorta) hacia los ventrículos.
por una parte, entre los capilares y las venas por otra, La gran circulación, general o sistémica, compren-
constituye una zona intermediaria que se denomina: de: el ventrículo izquierdo, la aorta y todas las arterias que
uniones arteriolocapilar y capilarovenular. de ella se originan, los capilares y las venas que conducen
Existen, además, vasos que reúnen directamente las la sangre al atrio (aurícula) derecho. En esta circulación
arteriolas a las vénulas estableciendo un pasaje que desembocan los vasos linfáticos: conducto torácico a la
forma un cortocircuito al territorio capilar (cortocircuitos izquierda y conducto linfático derecho a la derecha.
arteriovenosos). La pequeña circulación o circulación pulmonar
comprende: el ventrículo derecho, la arteria pulmonar y
sus ramas, los capilares pulmonares, las venas pulmona-
Oximetría de pulso res y el atrio (aurícula) izquierdo. En esta circulación, las
Los oxímetros de pulso son instrumentos que miden arterias contienen sangre carbooxigenada y las venas,
la saturación de oxígeno de la sangre arterial, permitien- sangre oxigenada: es lo contrario de lo que sucede en la
do el control continuo del nivel de oxigenación del circulación sistémica (fig. 1-36).
paciente. Tienen la particularidad de utilizarse a través
de la piel o las uñas, sin necesidad de penetrarlas. Por
esto se dicen que actúan de manera no invasiva. Sistema linfático
La oximetría de pulso permite detectar el descenso de los
niveles de saturación de oxígeno antes de que ocurra daño El sistema linfático está constituido por órganos
en el organismo y antes de que aparezcan los signos físicos. linfáticos primarios, secundarios y por vasos linfáticos.
Los vasos linfáticos son, como las venas, conductos con
ramificaciones convergentes, encargados de recoger y
Circulaciones mayor y menor aportar al sistema venoso dos importantes líquidos del
(circulaciones sistémica y organismo: la linfa y el quilo (este último, de origen
intestinal). En el curso de su trayecto, los vasos linfáticos
pulmonar) atraviesan formaciones anexas particularmente estructu-
Desde William Harvey (1628) se sabe que la sangre radas, los nodos [ganglios] linfáticos. Éstos son órganos
circula en el organismo a partir del ventrículo izquierdo. linfáticos secundarios que, entre otras funciones, filtran
Éste, por su contracción, impulsa la sangre arterial a la la linfa aportada por los vasos (fig. 1-37).
aorta y a partir de ésta se reparte en todo el resto del Los vasos linfáticos existen en todos los tejidos irriga-
cuerpo, excepto en los pulmones. dos por vasos sanguíneos, excepto en la placenta y en el
En los diferentes órganos y en los capilares se esta- sistema nervioso central, donde no existen los linfáticos.
blecen intercambios fisicoquímicos que aseguran la vida Se originan en vasos capilares con un extremo cerra-
de los diferentes tejidos. El resultado de estos intercam- do, más voluminosos que los capilares sanguíneos y for-
bios es transportado por la sangre de los capilares. Ésta man una red drenada por los vasos linfáticos, los troncos
es recogida por las venas que la conducen al atrio (aurí- colectores y los conductos linfáticos.
54 Anatomía clínica

Encéfalo

V. yugular interna A. carótida común

Pulmón derecho Pulmón izquierdo

Tronco pulmonar
V. pulmonares derechas
V. pulmonares izquierdas
V. cava superior
Atrio izquierdo
Atrio derecho
Aorta
Ventrículo derecho
Ventrículo izquierdo
V. cava inferior
A. hepática
V. hepáticas
Hígado
V. linfáticos
Intestino
V. porta hepática
A. mesentérica superior
V. renal derecha
A. renal derecha
Riñón derecho

Vénulas Arteriolas

Fig. 1-36. Esquema de la circulación mayor y menor. La circulación menor se encuentra representada entre el corazón y los pul-
mones. En color verde está esquematizado el sistema linfático.

Su forma es variable: algunos, provistos de válvulas, la periferia del nodo por un punto cualquiera, mientras
son irregulares; otros, avalvulados, son regulares y recti- que los eferentes emergen por una depresión, el hilio del
líneos. Cuando son valvulados, los vasos linfáticos pre- nodo.
sentan dilataciones y estrechamientos alternos, que les Habitualmente son de color gris rojizo. Los nodos
dan un aspecto irregular. Las válvulas están implantadas intratorácicos, de drenaje pulmonar, pueden estar
por pares en los estrechamientos de los vasos linfáticos. impregnados de polvo de carbón (antracosis) y volverse
Estos estrechamientos son más espaciados en los troncos oscuros.
gruesos que poseen así menos válvulas. Son superficiales o profundos. Algunos están ais-
En los vasos linfáticos, como en las venas, existen lados, por ejemplo, el nodo del epicóndilo medial del
“insuficiencias valvulares” que permiten el reflujo de la húmero, pero más a menudo están dispuestos ya sea en
linfa; su estasis es generadora de edemas de origen lin- cadenas o en grupos regionales: nodos de la axila, ingui-
fático puro. nales.
Los vasos linfáticos están anastomosados entre sí, lo Su estructura está caracterizada por una cápsula
que no modifica su trayecto convergente hacia los fibrosa periférica, desde donde parten las trabéculas,
nodos. Están, generalmente, adosados a las venas y son tabiques conectivos centrales que circunscriben masas
superficiales o profundos. de células linfoides: los folículos. Éstos se encuentran
Su estructura es muy semejante a la de las venas con rodeados por los senos perifoliculares, terminación de
endotelio interno, una túnica media fibromuscular y una los vasos aferentes y origen de los vasos eferentes.
adventicia.

Terminación
Nodos linfáticos
Fuera de algunas excepciones que serán descritas, las
Los nodos linfáticos son masas de tejido linfático vías linfáticas del organismo son drenadas por dos
(linfocitos y células acompañantes) de volumen variable colectores terminales: el conducto torácico a la
que reciben vasos linfáticos aferentes y están drenados izquierda y el conducto linfático derecho a la derecha.
por uno o varios vasos linfáticos eferentes (fig. 1-38). Éstos terminan en los confluentes venosos yugulosubcla-
Son redondeados u ovoides. Los vasos aferentes llegan a vios del lado correspondiente o en sus proximidades. En
Anatomía general 55

Nodos linfáticos
de cuello Nodos linfáticos
de la cabeza
Conducto linfático V. yugular interna
derecho
V. subclavia
Nodos linfáticos
de la axila
Nodos linfáticos
torácicos
V. cava superior

Nodos cubitales Conducto torácico


Bazo
Cisterna de quilo
Vasos linfáticos
superficiales
del miembro
V. cava inferior superior

Nodos linfáticos
pélvicos
V. femoral
Nodos linfáticos
inguinales
V. safena magna

Nodos linfáticos
poplíteos Vasos linfáticos
superficiales
del miembro
inferior

Fig. 1-37. Sistema linfático: distribución y organización. El área en color violeta corresponde al sector de drenaje linfático del
conducto linfático derecho. El área en color rosa corresponde al territorio de drenaje linfático del conducto torácico.

estos dos conductos linfáticos colectores converge la


linfa conducida por los troncos linfáticos principales: Linfangitis y linfadenitis
tronco yugular (derecho e izquierdo), tronco subclavio Durante un proceso inflamatorio, el flujo linfático
(derecho e izquierdo), tronco broncomediastínico (dere- aumenta para ayudar a drenar el líquido del edema de
cho e izquierdo), tronco lumbar (derecho e izquierdo) y la región afectada. La linfa puede transportar al agente
troncos intestinales. causal de dicha inflamación (ya sea infeccioso o químico)
ocasionando a su vez la inflamación de los vasos linfáti-
cos (linfangitis) o de los nodos linfáticos (linfadenitis).
En el ser vivo
Los nodos y vasos linfáticos son inaparentes en esta- Linfedema
do normal. Algunos nodos superficiales son, sin embargo, El término edema indica el aumento del líquido situa-
visibles o palpables en ciertos sujetos delgados. do en los espacios intersticiales de los tejidos.
Las redes superficiales son visibles cuando están Cuando este edema es causado por una falla en el nor-
inflamadas (linfangitis). mal funcionamiento de los componentes del sistema
Los nodos se hipertrofian frente a la inflamación y linfático se denomina linfedema. Son múltiples las
a la infección, puesto que ellos constituyen una barre- causas que pueden llevar a esto.
ra antiinfecciosa. Se hipertrofian igualmente en ciertas Cuando se realiza una resección de los nodos linfá-
enfermedades que le son propias (infecciones, cánce- ticos, el territorio que habitualmente drenaba su linfa
res del tejido linfático, etc.). Por último, los nodos que allí, ya no puede hacerlo y por lo tanto se acumula en el
drenan un órgano con cáncer pueden estar invadidos intersticio de los tejidos. Un ejemplo de esto es el linfe-
por células neoplásicas. En estos casos la adenopatía dema que se ve en el miembro superior, como conse-
expresa la diseminación del cáncer, más allá del órga- cuencia de la resección de los nodos linfáticos de la
no inicial. axila, realizada como parte del tratamiento del cáncer
de mama.
56 Anatomía clínica

Flujo sanguíneo
Metástasis
Arteriola
Flujo sanguíneo La aparición de células tumorales separadas en un
Células sitio diferente del que originó al tumor se denomina
Vénula metástasis. Es una característica propia de los tumores
tisulares
Capilares linfáticos malignos (cáncer), ya que pueden penetrar en los vasos
Capilares sanguíneos o linfáticos y en las cavidades corporales
(peritoneo, pleura) y a través de éstos diseminarse
Fluido intersticial
hacia otras regiones. Por este motivo los cánceres pue-
Flujo linfático den diseminarse por tres vías: hematógena, linfática o
siembra de cavidades orgánicas, y esta característica
Vaso linfático depende del tipo de tumor.
Válvula del vaso aferente hacia
linfático el nodo
Trabécula
Flujo linfático
eferente Sangre
Arteria Folículo Médula ósea
Vena Nodo linfático
Las células sanguíneas se forman, después del naci-
miento, en la médula ósea. El proceso de hematopoye-
sis produce glóbulos rojos (eritrocitos) y glóbulos
Fig. 1-38. Circulación de la linfa. Las flechas negras grandes blancos. Estos últimos incluyen los granulocitos, neu-
indican la dirección de la sangre. El lecho capilar permite la trófilos, eosinófilos, basófilos, linfocitos B y monoci-
filtración de líquido hacia el tejido irrigado. Las flechas tos. Los linfocitos T se desarrollan y maduran en el timo,
negras pequeñas indican la dirección del fluido intersticial.
La linfa se forma cuando el fluido intersticial penetra en los habiendo sido generados en la médula ósea ubicada en
capilares linfáticos. Las flechas verdes indican la dirección de los huesos. Las plaquetas se producen en la médula ósea
la linfa en los vasos linfáticos. En la parte inferior se mues- como fragmentos celulares de los megacariocitos. Sólo
tra un nodo linfático seccionado, donde se ve su estructura los eritrocitos y las plaquetas se limitan a permanecer den-
interna. tro de la sangre, mientras que todos los leucocitos pueden
dejar la circulación y entrar en los tejidos extravasculares.

Cerebro

N. craneales Cerebelo
(12 pares)
Médula espinal
N. cervicales Intumescencia
(8 pares) cervical
Plexo braquial

Médula espinal
torácica Forámenes
N. torácicos intervertebrales
(12 pares)
N. espinal

Intumescencia Cola de caballo


lumbosacra

N. lumbares
(5 pares) Plexo
lumbosacro

N. sacros
(5 pares)
N. coccígeo
(1 par)

Fig. 1-39. Organización del sistema nervioso. A la izquierda, el esquema muestra una vista anterior del sistema nervioso cen-
tral con el origen de los nervios. A la derecha, la vista lateral representa la ubicación de los plexos nerviosos.
Anatomía general 57

Cerebro

1er n. cervical
Cerebelo

8o n. cervical Plexo cervical


(C1-C4)
1er n. torácico Plexo braquial
(C5-T1)

Nervios
intercostales
12o n. torácico
Médula espinal
1er n. lumbar

Cola de caballo Plexo lumbar


(L1-L4)
5o n. lumbar Plexo sacro
(L4-S4)

N. ciático

Fig. 1-40. Formación de los plexos nerviosos, vista posterior.

Esto aumenta el número de células considerablemente en El sistema nervioso autónomo se distribuye en el


las infecciones y enfermedades locales. sistema nervioso central, donde presenta numerosos
Los tejidos linfoides son el timo, los nodos linfáticos, centros, y en el sistema nervioso periférico, donde tiene
el bazo y el tejido linfoide asociado principalmente con sus ganglios y nervios.
el sistema digestivo y respiratorio. El tejido linfoide con- El estudio del sistema nervioso central comprende
tiene células del estroma (de apoyo o de sostén) que no dos partes diferentes: la morfología y la sistematiza-
son de origen hematopoyético: epitelio del timo, células ción.
no hematopoyéticas dendríticas foliculares de los nodos
linfáticos, folículos del bazo, células dendríticas y macró-
fagos del sistema fagocítico mononuclear. Las células Morfología
dendríticas y los macrófagos son derivados de monocitos
de la sangre que se encuentran en la mayoría de los teji- No concierne solamente a las formas exteriores, las
dos y órganos. Tienen un efecto inmunoestimulante, relaciones y la vascularización. En el sistema nervioso
como células presentadoras de antígeno (CPA). central cierto número de formaciones no aparecen inme-
diatamente a la vista y deben ser descubiertas mediante
cortes o secciones. Por último, la sustancia nerviosa
Sistema nervioso misma presenta cavidades no visibles desde el exterior. El
estudio de la morfología externa debe ser completado
Sistema nervioso central y sistema por un estudio de la configuración interna del seg-
mento considerado.
nervioso periférico
El sistema nervioso central comprende el conjun- Sistematización
to de los centros y vías nerviosas reunidas en el encéfa-
lo y en la médula espinal que se desarrollan a partir del Se describe la organización anatómica y funcional en
tubo neural en el embrión (fig. 1-39). el sistema nervioso central:
El sistema nervioso central está conectado a los diver-
sos órganos por intermedio del sistema nervioso perifé- A. La localización y la significación de los núcleos, las
rico formado por nervios craneales (cuadro 1-7) y espina- columnas y las láminas de sustancia gris.
les. Las ramas anteriores de los nervios espinales pueden B. El trayecto y el destino de los cordones, tractos,
formar plexos nerviosos mediante los cuales las fibras ner- fascículos, comisuras, lemniscos, fibras, decu-
viosas se entremezclan para dar origen a nervios (figs. 1- saciones y estrías, que constituyen la sustancia
40 y 1-41). blanca.
58 Anatomía clínica

Cuadro 1-7. Nervios craneales


Nervio craneal Foramen de salida Función principal Síntomas/signos de daño
del cráneo
I Olfatorio Lámina cribiforme Olfato Anosmia

II Óptico Conducto óptico Visión Alteración visual (defectos en el


campo visual, disminución de la
agudeza visual)

III Oculomotor Fisura orbitaria superior Movimientos oculares y del Ptosis palpebral, estrabismo
párpado superior. divergente. Diplopía
SNAP: Miosis, acomodación SNAP: Midriasis y disminución de
la acomodación

IV Troclear Fisura orbitaria superior M. oblicuo superior Extorsión. Estrabismo y diplopía

V Trigémino

Oftálmico (V1) Fisura orbitaria superior Sensibilidad del globo ocular, Pérdida de sensibilidad.
región frontal, tercio superior Neuralgia
de la cara

Maxilar (V2) Foramen redondo Sensibilidad del tercio medio de Pérdida de sensibilidad.
la cara Neuralgia

Mandibular (V3) Foramen oval Músculos de la masticación, Alteración de la masticación,


sensibilidad del tercio inferior pérdida de sensibilidad.
de la cara Neuralgia

VI Abducens Fisura orbitaria superior M. recto lateral Estrabismo convergente

VII Facial Conducto auditivo Músculos de la expresión facial. Parálisis facial, debilidad.
interno y foramen SNAP: Secreción de las glándu- SNAP: Ausencia de lágrimas,
estilomastoideo las lagrimal, nasales, palatinas, sequedad bucal.
submandibular y sublingual Pérdida de gusto en los dos ter-
cios anteriores de la lengua

VIII Vestibulococlear Conducto auditivo Audición y equilibrio Sordera. Acúfenos. Pérdida del
interno equilibrio, ataxia, nistagmo

IX Glosofaríngeo Foramen yugular Sensibilidad de la orofaringe, Raramente afectado.


tercio posterior de la lengua, Pérdida del gusto en el tercio
glomus y seno carotídeo. posterior de la lengua.
Gusto del tercio posterior de la Alteración de la deglución.
lengua. SNAP: Sequedad bucal
M. estilofaríngeo.
SNAP: Glándula parótida

X Vago Foramen yugular Sensibilidad de mucosas Disfunción de la deglución.


laríngea, faríngea, tráquea, Disfagia. Parálisis de los pliegues
pulmones, esófago, estómago, vocales. Alteración del reflejo
intestino, vesícula biliar y piel tusígeno.
de la oreja. SNAP: Aumento de la frecuencia
Gusto de la epiglotis. cardíaca.
SNAP: Músculo cardíaco,
músculo liso y glándulas del
tubo digestivo desde el esófago
hasta porción derecha del colon
transverso

(Continúa)
Anatomía general 59

Cuadro 1-7. Nervios craneales (Cont.)


Nervio craneal Foramen de salida Función principal Síntomas/signos de daño
del cráneo
XI Accesorio

Raíz craneal Foramen yugular Músculos de la faringe, laringe Disfunción de la deglución,


y paladar ronquera

Raíz espinal Foramen magno y M. esternocleidomastoideo y Alteración de los movimientos de


(C1 a C5) foramen yugular trapecio la cabeza y el cuello, incapacidad
de elevar los hombros

XII Hipogloso Conducto hipogloso Músculos de la lengua Incapacidad para el control


motor de la lengua, alteración de
la pronunciación. Atrofia de la
lengua

El neuroeje comprende la médula espinal y el encé- Sistema nervioso central


falo. En el encéfalo se distinguen de abajo hacia arriba:
la médula oblongada [bulbo raquídeo], el puente [protu- Encéfalo
berancia], el mesencéfalo, el cerebelo, el diencéfalo y el El cerebro, el cerebelo y el tronco del encéfalo
cerebro. son los tres órganos que forman el encéfalo. Los
La médula espinal con las raíces espinales y el hemisferios cerebrales, derivados del telencéfalo,
encéfalo con los nervios craneales están protegidos por presentan una región externa, representada por la cor-
un conjunto esquelético sólido: el conducto vertebral y el teza cerebral (que contiene los cuerpos neuronales),
cráneo, de los que están separados por sus envolturas: denominada sustancia gris. En la porción interna, o
las meninges. sustancia blanca, se disponen los axones que forman

Ramos colaterales
del plexo
Raíz posterior

Ganglio espinal
Ramos terminales del plexo

N. axilar
Médula espinal

N. musculocutáneo
Raíz anterior
N. radial N. espinal

N. mediano Ramo anterior


C5
N. cubital
(ulnar) C6
C7
N. espinal C8
T1
N. radial Médula espinal
(C5-T1)

Fig. 1-41. Esquemas de la formación del plexo braquial. Arriba: las fibras eferentes que se originan en el asta anterior del seg-
mento C5 de la médula espinal, pasan por la raíz anterior del quinto nervio cervical. Luego forman parte de diferentes nervios
del plexo braquial. Abajo: las fibras aferentes que forman parte del nervio radial ingresan en la médula espinal a través de las
raíces posteriores de los nervios cervicales que forman el plexo braquial.
60 Anatomía clínica

Cordón posterior Cordón lateral

Asta posterior
Asta anterior
Lig. dentado
Cordón anterior
Filetes radiculares
posteriores N. espinal
Raíz posterior
Piamadre
Ganglio espinal

Rama posterior Aracnoides

Rama anterior

Raíz anterior
Duramadre
Filetes radiculares
anteriores

Fig. 1-42. Médula espinal y meninges. Vista anterolateral de las meninges espinales envolviendo la médula espinal.

los tractos o las vías. Dentro de la sustancia blanca, a su La porción autónoma o vegetativa inerva el múscu-
vez, se disponen cúmulos de sustancia gris, denomina- lo liso de las vísceras, de los vasos y de las glándulas.
dos núcleos, y unas cavidades por las que circula líqui- Genera su respuesta frente a la detección de estímulos
do cerebroespinal, denominados ventrículos. procedentes del medio interno.
El cerebelo presenta dos hemisferios (uno derecho y el
otro izquierdo) y una porción en la línea media, el vermis. Porción somática del sistema nervioso
El tronco del encéfalo está compuesto por tres seg- Está formada por los nervios que transportan la sen-
mentos de craneal a caudal: el mesencéfalo, el puente sibilidad consciente desde las regiones periféricas del sis-
y la médula oblongada. tema nervioso central y los nervios que inervan los múscu-
los voluntarios (fig. 1-43).
Médula espinal Los nervios somáticos se disponen de manera seg-
Es la porción del sistema nervioso central contenida mentaria asociados a la disposición de los somitas (ubi-
en el conducto vertebral, dispuesta a lo largo de sus dos cados a ambos lados del tubo neural).
tercios superiores (fig. 1-42). El dermomiotoma es una parte del somita que da
origen al músculo esquelético y a la dermis de la piel. A
Meninges medida que las células del dermomiotoma se diferen-
Son tres láminas de tejido conectivo que rodean, cian, las células que migran anteriormente (en dirección
protegen y mantienen el sistema nervioso central dentro ventral) dan origen a la dermis y a los músculos de los
del cráneo (el encéfalo) y del conducto vertebral (la miembros y del tronco. A ellos se los denomina múscu-
médula espinal). los hipaxiales. Los músculos intrínsecos de las regiones
La duramadre es la más externa y la más gruesa de dorsales y la dermis asociada a estas regiones derivan de
las tres cubiertas. La aracnoides se adhiere a la superfi- las células que migran posteriormente (en dirección dor-
cie interna de la duramadre y presenta trabéculas. La sal). A estos músculos se los denomina epaxiales.
piamadre es la más interna de las tres y se adhiere ínti- Las neuronas que se desarrollan dentro de la médu-
mamente al encéfalo y a la médula espinal. la espinal adquieren la capacidad de ser motoneuro-
Entre las trabéculas de la aracnoides se dispone el nas, mientras que las neuronas que se desarrollan a par-
espacio subaracnoideo, por donde circula líquido cere- tir de las crestas neurales son sensitivas.
broespinal. Las neuronas sensitivas somáticas (aferentes
somáticas generales, ASG) llevan la información (tempe-
Divisiones funcionales del sistema ratura, dolor, tacto y propiocepción) desde la periferia al
sistema nervioso central. La propiocepción es la informa-
nervioso central ción que procede de los receptores especiales situados
La porción somática del sistema nervioso inerva las en los músculos y tendones. Permite determinar la posi-
estructuras derivadas de los somitas (piel y músculo ción y el movimiento del sistema musculoesquelético.
esquelético). Se relaciona con la recepción y las respues- Los eferentes motores somáticos (eferentes somá-
tas a los estímulos externos. ticos generales, ESG) son fibras motoras somáticas
Anatomía general 61

Raíz posterior

Ganglio espinal

Raíz anterior
Nervio espinal

Médula espinal

Piel-Dermatoma

Músculo esquelético-
Miotoma

Fig. 1-43. Dermatoma y miotoma. El dermatoma corresponde al área cutánea inervada por las ramas de un nervio espinal. El
miotoma corresponde al grupo de músculos inervados por las ramas de un nervio espinal.

que llevan información desde el sistema nervioso central


C2 hacia los músculos esqueléticos.
Un dermatoma es una región o área de la piel que
C3 está inervada por un solo segmento o nivel de la médu-
C3 C5 la espinal, es decir por un único nervio espinal de cada
C4 lado. La distribución de los dermatomas presenta alguna
C8
C5
T1
superposición en cuanto a su distribución (figs. 1-44, 1-
T1 45 y 1-46).
T2
T3
T4 Un miotoma es aquella porción de músculo esque-
T6
T5 lético inervado por un nivel medular espinal único, es
T6
T7 decir, por un único nervio espinal de cada lado.
C5
T8
T1 T12
T9 L1
T10
T11 L5 Sistema nervioso autónomo
C6 T12
L1
El sistema nervioso autónomo es diferente del sis-
C7 C8 L2
S5
tema nervioso somático. Controla los órganos desti-
nados a la nutrición, ejerciendo una actividad que esca-
L3 L1
S1
pa, casi íntegramente, al control de la voluntad. Dispone
de centros y vías nerviosas propias. Las vías autónomas
S2
L2 se disponen en plexos con ganglios nerviosos situados
L4
en su trayecto.
Existe una intrincada interacción entre el sistema
L3
L5 nervioso somático y el sistema nervioso autónomo a
nivel de los distintos centros, muchos de los cuales se
encuentran en el sistema nervioso central ocupando el
L4
encéfalo y la médula espinal, y a nivel de las vías, de
S1
las cuales la mayoría utiliza el sistema nervioso perifé-
rico.
L5 Este sistema nervioso autónomo comprende dos
porciones distintas, tanto por su organización anatómica
como por la naturaleza de sus neurotransmisores sináp-
Fig. 1-44. Dermatomas. Esquema de los territorios cutáne- ticos: la porción simpática (fig. 1-47) y la porción
os, con la identificación del nervio espinal que lo inerva. En parasimpática (fig. 1-48).
celeste: nervios cervicales. En anaranjado: nervios torácicos.
En verde: nervios lumbares. En violeta: nervios sacros. Esta diferencia no es solamente anatómica, también
es funcional: ambos sistemas inervan los órganos, salvo
62 Anatomía clínica

N. trigémino, r. oftálmica
N. trigémino, r. maxilar N. occipital menor (C2-C3)
N. trigémino, r. mandibular
N. supraclavicular (C3-C4)
N. auricular mayor (C2-C3) C2
N. transverso del cuello (C2-C3) N. cutáneo braquial lateral sup. (C5-C6)

N. supraclaviculares (C3-C4) T1 C8 N. cutáneo braquial lateral inf. (C5-C6)


T2 N. cutáneo braquial post. (C7)
N. cutáneo braquial lateral sup. (C5-C6)
N. cutáneo braquial medial (C5-C6) N. cutáneo braquial medial (C7)
N. cutáneo braquial lateral inf. (C5-C6) T6 N. cutáneo antebraquial lat. (C5-C6)
N. cutáneo antebraquial post. (C6-C8)
N. cutáneo antebraquial lat. (C8-T1)
N. cutáneo antebraquial medial (C8-T1)
N. cutáneo antebraquial medial (C8-T1) L1 T12 T12 N. cubital (ulnar) (C8-T1)
N. radial (C6-C8) N. radial (C6-C8)

N. mediano (C6-C8) N. cutáneo femoral lat. (L2-L3)


N. cubital (ulnar)(C8-T1)
N. obturador (L2-L4)
N. cutáneo femoral lat. (L2-L3)
N. cutáneo femoral post. (S1-S3)
N. obturador (L2-L4) N. femoral (L2-L4)
N. femoral (L2-L4) N. cutáneo sural lat. (L4-S1)
N. cutáneo sural lat. (L4-S1)
N. safeno (L3-L4)
N. safeno (L3-L4)
N. cutáneo sural medial (L5-S2)
N. peroneo (fibular) superf. (L5-S1) N. sural (L5-S2)

N. sural (L5-S2) R. calcáneos del n. sural y del n.


tibial (L5-S2)
N. peroneo (fibular) prof. (L5)

Fig. 1-45. Territorios de inervación cutánea. Vistas anterior y posterior. Se marcan las áreas que corresponden a los nervios cutá-
neos. Entre paréntesis se identifican los nervios espinales que les dan origen.

C2 excepciones. En ellos ejercen funciones descritas gene-


T1 ralmente como antagónicas, que pueden ser tanto esti-
T2
S1 L2
L1
T4
T3 C3 muladoras como inhibidoras (cuadro 1-8).
L3 T6 T5
S3
S2
L4 T8
T7 Cada porción del sistema nervioso autónomo pre-
T9 C4
S5
S4 L5
T10 senta un control central y vías periféricas. De su actividad
T12
T11
C5
resulta el mantenimiento de la constancia del medio
interno (Claude Bernard).
C6

Centros autónomos del sistema


nervioso central
Se localizan desde el diencéfalo hasta la extremidad
inferior de la médula espinal. Están concentrados en la
proximidad del conducto central.
Los centros autónomos del diencéfalo se encuen-
tran ubicados en el hipotálamo y en el tálamo. Los cen-
tros hipotalámicos constituyen el más importante de
todos los centros autónomos. Se disponen alrededor del
tercer ventrículo.
Los centros autónomos del tronco encefálico
corresponden al sistema nervioso parasimpático.
Regulan la actividad del músculo liso de las vísceras y
Fig. 1-46. Dermatomas. Esquema de la disposición de los glándulas de la cabeza, del cuello, tórax y abdomen,
territorios cutáneos correspondientes a cada segmento de hasta la flexura cólica izquierda del colon. A partir de ese
la médula espinal. La posición imita la de los animales cua-
punto, los elementos reciben las fibras nerviosas del sis-
drúpedos.
tema parasimpático sacro.
Anatomía general 63

Cuadro 1-8. Porciones del sistema nervioso autónomo


Sistema nervioso autónomo
Primera motoneuro- Fibra preganglionar/ Segunda motoneuro- Fibra posganglionar/
na (núcleo en SNC) Neurotransmisor na (ganglio en SNP) Neurotransmisor

Sistema Torácico/Lumbar Más corta/Acetilcolina Tronco simpático Más larga/


nervioso T1-T12/L1-L2 (paravertebral- Noradrenalina
simpático (SNAS) prevertebral)

Sistema nervioso Craneal/Sacro Más larga/Acetilcolina Craneal/Pared visceral Más corta/


parasimpático Tronco encefálico Acetilcolina
(SNAP) (NC: III-VII-IX-X) / S2-S4

Sistema (SNAS/SNAP) Pared del tubo


nervioso gastrointestinal
entérico

Vasos sanguíneos, glándulas sudoríparas y m. erector del pelo

Ojo (iris)
1

2 N. esplácnicos
cardiopulmonares
3 Corazón

4 N. esplácnico mayor
Laringe
5 N. esplácnico menor Tráquea y bronquios
1 Pulmones
6 N. esplácnico inferior
Hígado
Vesícula biliar
7 N. esplácnicos
lumbares 2
3
Estómago
Bazo
T1
Páncreas
4
Ganglio celíaco
Glándula suprarrenal
T12 5 Riñón
6
L1
7 Intestino delgado y grueso
L2 Recto y esfínter anal interno

Ganglio aorticorrenal Vejiga urinaria


Pene o clítoris
G. mesentérico
Gónadas
superior
G. mesentérico
inferior

Fig. 1-47. Sistema nervioso autónomo simpático. A los lados de la médula espinal se ubican los troncos simpáticos. Los cuer-
pos neuronales violetas corresponden a las neuronas presinápticas. Los cuerpos neuronales celestes corresponden a las neuro-
nas postsinápticas.
64 Anatomía clínica

Ojo (iris y m. ciliares)

Ganglio ciliar NC III


Glándulas lagrimal, nasal,
Ganglio pterigopalatino NC VII palatina y faríngea

NC IX
Ganglio ótico
Ganglio submandibular
NC X
Glándulas salivales

Corazón
Laringe
Tráquea y bronquios
Pulmones

Hígado
Vesícula biliar
Estómago
Páncreas
Glándula suprarrenal
Riñón

Intestino delgado y grueso


Recto

Vejiga urinaria
Pene o clítoris
S2
S3
S4
N. esplácnicos pélvicos

Fig. 1-48. Sistema nervioso autónomo parasimpático. Los cuerpos de las neuronas presinápticas se encuentran en el tronco del encé-
falo o en la médula espinal sacra. Los cuerpos de las neuronas postsinápticas se encuentran en los ganglios cercanos a los efectores.

Estos núcleos parasimpáticos se denominan: D. Núcleo lagrimal: se encuentra rostral al núcleo sali-
val superior. Sus fibras se incorporan al nervio facial,
A. Núcleo dorsal del vago: se extiende en el piso del siguen luego por el nervio petroso mayor, que se
cuarto ventrículo, lateral al núcleo del nervio hipo- une al nervio petroso profundo (proveniente del
gloso, específicamente en la región conocida como plexo simpático carotídeo interno) formando el ner-
trígono vagal. Provee la inervación parasimpática vio del conducto pterigoideo, a través del cual
del corazón, del sistema respiratorio, del sistema alcanzan al ganglio pterigopalatino, del que
digestivo y glándulas anexas, hasta la flexura cólica emergen fibras posganglionares que se unen al ner-
izquierda. vio maxilar, para seguir luego en el nervio cigomáti-
B. Núcleo salival inferior: se localiza en el extremo co y alcanzar a través de su rama cigomaticotempo-
inferior del núcleo salival superior. Sus fibras acompa- ral al nervio lagrimal, y terminar en la glándula lagri-
ñan al nervio glosofaríngeo, luego al nervio timpáni- mal. Algunas fibras posganglionares terminan en las
co y, por último, al nervio petroso menor, y alcanzan cavidades nasales.
al ganglio ótico donde hacen sinapsis. De este gan- E. Núcleo visceral del nervio oculomotor: se encuen-
glio parten fibras que le aportan la inervación funcio- tra alrededor del núcleo del nervio oculomotor, en la
nal a la glándula parótida, a través del nervio auricu- porción superior del mesencéfalo. Sus fibras forman
lotemporal. parte del nervio oculomotor y alcanzan el ganglio
C. Núcleo salival superior: se ubica en la formación ciliar, del que parte la inervación para las fibras mus-
reticular del núcleo ambiguo. Sus fibras emergen culares del esfínter de la pupila y del músculo ciliar.
acompañando al nervio facial, luego se separan de
éste siguiendo al nervio de la cuerda del tímpano que Los centros autónomos de la médula espinal son
se une al nervio lingual y alcanzan a las glándulas sub- simpáticos o parasimpáticos. Los cuerpos de las neuro-
mandibular y sublingual. nas que corresponden a estos centros están ubicados en
Anatomía general 65

vamente primitivo y el único ejemplo en el hombre es la


Boca Glándula neurona sensorial del epitelio olfativo.
parótida Un receptor epitelial es una célula que se modifica de
Lengua Porción oral un epitelio sensorial no nervioso y es inervada por una
de la faringe neurona sensorial primaria, cuyo soma se encuentra
Glándula
Glándula
cerca del sistema nervioso central. Ejemplos de ello son,
sublingual
submandibular en la epidermis, los epiteliocitos táctiles, los receptores
auditivos y las papilas gustativas. La actividad en este
Esófago tipo de receptor provoca el paso de la excitación a través
M. de una sinapsis. En los receptores del gusto, las células
Hígado diafragma individuales están en constante renovación (a través del
epitelio circundante). En muchos sentidos, los receptores
Duodeno Estómago visuales en la retina son similares en su forma y en sus
relaciones, pero estas células derivan de las paredes ven-
Vesícula biliar Páncreas triculares del encéfalo y no son reemplazadas.
Un receptor neuronal es una neurona sensorial pri-
Colon
transverso maria que tiene un soma en un ganglio craneoespinal y
Colon una prolongación periférica, que termina en una terminal
ascendente Colon sensorial. Todos los sensores cutáneos (con la excepción de
descendente los epiteliocitos táctiles) y los propioceptores son de este
Ciego
Intestino
tipo: los terminales sensoriales pueden ser encapsulados o
Apéndice vinculados a las estructuras especiales mesodérmicas o
delgado
vermiforme
ectodérmicas para formar parte del aparato sensorial. Las
Recto células extraneurales no son excitables, pero crean un
entorno para la excitación del extremo neuronal.
Fig. 1-49. Sistema digestivo. Esquema de la posición de los
órganos que lo forman.
Sistema digestivo
el asta lateral de la médula espinal [asta intermediolate- El sistema digestivo se encarga fundamentalmente de
ral]. incorporar los alimentos, fragmentarlos, producir su
En la médula espinal, los centros vegetativos se degradación enzimática y digerirlos.
encuentran principalmente, en los segmentos espinales Este sistema puede ser dividido en un conducto conti-
que se extienden desde T1 a L2 y de S2 a S4. Los seg- nuo que se extiende desde el orificio de la boca hasta el
mentos torácico y lumbar forman el sector central del ano: el tubo digestivo, y un conjunto de órganos
sistema nervioso simpático. En la médula sacra, los cen- digestivos anexos a él (fig. 1-49).
tros vegetativos forman el sector central del parasimpá-
tico. El tubo digestivo o tracto gastrointestinal puede ser
divido en seis segmentos: la boca, la faringe, el esófa-
Sistema nervioso entérico go, el estómago, el intestino delgado y el intestino
Es un grupo de neuronas motoras y sensitivas, junto grueso.
a las células de la glía, que forman dos plexos interco- En su recorrido, el tubo digestivo se encuentra en
nectados: los plexos nerviosos mientérico y submu- diferentes regiones del cuerpo. La boca y parte de la
coso, dentro de las paredes del tracto gastrointestinal. faringe se encuentran en la cabeza. Otra parte de
Cada uno de estos plexos se encuentra formado por la faringe y el esófago se encuentran en el cuello. El esó-
ganglios (conjuntos de cuerpos neuronales y células fago desciende por el tórax y atraviesa el músculo dia-
asociadas) y haces de fibras nerviosas, las cuales pasan fragma para llegar al abdomen. En el abdomen se
entre los ganglios y desde los ganglios a los tejidos cir- encuentran el estómago, el intestino delgado (con sus
cundantes. porciones: duodeno, yeyuno e íleon) y el intestino grue-
Las neuronas del sistema nervioso entérico derivan so (dividido en: ciego, colon ascendente, colon transver-
de las células de las crestas neurales. Estas neuronas con- so, colon descendente, colon sigmoide, recto y conduc-
trolan los movimientos peristálticos, la actividad secreto- to anal).
ra y el tono vascular del tracto gastrointestinal. En su trayecto por la cavidad abdominopelviana,
la mayor parte del tubo digestivo se encuentra revestida
por el peritoneo.
Receptores Entre los órganos accesorios se encuentran las glán-
dulas anexas del sistema digestivo: las glándulas saliva-
Un receptor neuroepitelial es una neurona con un les mayores y menores, el hígado y el páncreas.
cuerpo neuronal situado cerca de una superficie senso- Otros órganos accesorios del sistema digestivo son:
rial y un axón que transmite las señales sensoriales hacia los dientes, la lengua y la vesícula biliar.
el sistema nervioso central para hacer sinapsis en las La orofaringe y la laringofaringe presentan la
neuronas de segundo orden. Éste es un arreglo evoluti- encrucijada entre el sistema digestivo y el respiratorio,
66 Anatomía clínica

dado que ambos sistemas comparten estos segmentos La irrigación sanguínea de cada pulmón tiene
en su funcionamiento. como función especial, además de la nutrición
En la lengua se encuentran receptores del gusto. del órgano, proveer la sangre para el intercambio
gaseoso.

Sistema respiratorio
Sistema urinario
El sistema respiratorio tiene por función principal asegu-
rar los intercambios gaseosos entre el aire atmosférico y la El sistema urinario está constituido por órganos forma-
sangre. Esta función constituye la “respiración externa” o dores y excretores de orina (fig. 1-51).
ventilación. El sistema respiratorio también participa en la
regulación del pH sanguíneo, tiene receptores para el olfa- Comprende los riñones, derecho e izquierdo, que
to, filtra el aire inspirado y origina la voz. forman y concentran la orina a partir del ultrafiltrado
El intercambio gaseoso se realiza a través de la super- del plasma sanguíneo. Se ubican en el retroperito-
ficie formada por la membrana alveolar de los pulmo- neo, entre la cavidad peritoneal y la pared posterior
nes. Aquí el aire y la sangre se hallan separados por una del abdomen, uno a cada lado de la columna verte-
delgada barrera celular (fig. 1-50). bral. Los riñones también tienen funciones de secre-
ción endocrina.
El aire llega a los pulmones a través de las vías aéreas. La orina producida por cada riñón es reunida por la
Las vías aéreas superiores, que están ubicadas en pelvis renal y luego transportada por el uréter del
la cabeza, corresponden a la nariz, las cavidades nasa- lado correspondiente hacia la vejiga urinaria. El uré-
les, los senos paranasales y la faringe. ter es un conducto que recorre verticalmente el retro-
Las vías aéreas inferiores están ubicadas en el cuello peritoneo (porción abdominal) y la pelvis, hasta atrave-
y en el tórax; son la laringe, la tráquea, los bronquios sar la pared vesical. La vejiga urinaria es un reservo-
principales y sus ramificaciones, dentro del pulmón, rio de paredes musculares y volumen variable que está
bronquios y bronquiolos, hasta llegar a los alvéolos. ubicado en la pelvis, por detrás del pubis y es el encar-
Las cavidades nasales tienen receptores para el gado de controlar la evacuación de la orina al exterior
olfato. La laringe también es un órgano emisor de en períodos determinados (micción), a través de la
sonidos vocales (fonación). uretra. Este conducto tiene características diferentes
Los pulmones, ubicados en el tórax, uno a cada en ambos sexos. La uretra femenina es más corta en
lado, están rodeados respectivamente por una cavidad comparación con la uretra masculina; ambas atravie-
pleural. san el periné.

Seno frontal
Seno esfenoidal
Nariz

Cavidad nasal Porción nasal


de la faringe
Porción oral de la
faringe
Epiglotis
Laringe

Cartílago tiroides Tráquea

Pulmón derecho Pulmón izquierdo

Bronquio principal Bronquio principal


derecho izquierdo

Pleura
M. diafragma

Fig. 1-50. Sistema respiratorio. Esquema de la posición de los órganos que lo forman.
Anatomía general 67

V. cava inferior
M. diafragma

Glándula Esófago
suprarrenal
Glándula
Riñón suprarrenal
Vena renal Riñón

Pelvis renal
Uréter
Aorta
abdominal
A. y v.
genitales M. psoas
mayor
M. ilíaco
A. ilíaca
común
Sacro
V. ilíaca
común

Recto

Uretra Vejiga
urinaria

Fig. 1-51. Sistema urinario. Esquema de la posición de los órganos que lo forman en el sexo masculino.

Sistemas genitales urinaria) y la glándula bulbouretral (en el periné). El otro


órgano anexo, con función secretora, es la próstata.
Los sistemas genitales aseguran la reproducción Los órganos genitales externos son: el pene, el escro-
sexual del ser humano. Esto se logra a través de la to y las envolturas testiculares.
fecundación, que es la unión de los gametos masculi- Este sistema genital masculino es bilateral y par,
no (espermatozoide) y femenino (ovocito secundario). El hasta llegar a la próstata, la uretra y el pene, que son
hombre y la mujer tienen órganos reproductores anató- únicos. En esta porción se constituye la vía común de los
micamente diferentes que están adaptados para produ- sistemas urinario y genital masculino.
cir la fecundación y mantener el crecimiento del embrión El conducto deferente forma parte del contenido del
y el feto. Las gónadas (testículo y ovario) producen los cordón espermático y atraviesa la pared del abdomen.
gametos correspondientes; los otros órganos genitales Los conductos eyaculadores de ambos lados atraviesan
se encargan de su transporte y protección. Las estructu- la próstata, desembocando en la uretra prostática.
ras de sostén del sistema genital permiten el encuentro
de los gametos, y en la mujer, el crecimiento del embrión
y el feto durante el embarazo. Sistema genital femenino
El sistema genital femenino está integrado por
Sistema genital masculino los órganos genitales femeninos internos y externos
(fig. 1-53).
El sistema genital masculino está integrado por los Los órganos genitales internos son: los ovarios,
órganos genitales masculinos internos y externos (fig. 1- que son las glándulas germinales femeninas, pares,
52). ubicadas en la pelvis, donde se produce la maduración
Los órganos genitales internos son: el testículo, de los ovogonios y la secreción de hormonas sexuales
una glándula que produce los espermatozoides y cuyas femeninas. Las trompas uterinas [de Falopio] están
células endocrinas intersticiales elaboran testosterona (hor- unidas al útero y se ubican a ambos lados de éste,
mona sexual masculina y el epidídimo, que está anexado extendiéndose entre éste y el ovario. El útero, ubica-
a cada testículo y es la vía conductora y excretora del do en el centro de la pelvis, tiene una pared muscular
semen (esperma). El epidídimo se continúa con la vía gruesa y una cavidad, donde se efectúan la implanta-
espermática: el conducto deferente, el conducto eya- ción del embrión y el desarrollo del feto. La vagina es
culador y la uretra. Las glándulas anexas a esta vía son la un conducto fibromuscular ubicado por debajo del
glándula vesiculosa [vesícula seminal] (detrás de la vejiga cuello del útero, entre la vejiga y la uretra por delante
68 Anatomía clínica

V. ilíaca
común
A. ilíaca común
Sacro
Uréter
Glándula
vesiculosa
Pared
abdominal Fondo de saco
rectovesical
Vejiga
Cóccix
urinaria

Sínfisis del Recto


pubis
Próstata
Pene
Ano

Uretra Conducto
deferente
Glande Epidídimo
del pene
Testículo

Fig. 1-52. Sistema genital masculino. Esquema de la posición de los órganos que lo forman, vistos mediante un corte mediano
de la pelvis.

y el recto por detrás. Las trompas y los ovarios también Sistema endocrino
se denominan anexos.
Los órganos genitales externos están conforma- El sistema endocrino controla las funciones corporales
dos por la vulva, ubicada por debajo del piso de la pel- mediante la secreción de mediadores químicos que son
vis y compuesta por distintas formaciones: el vestíbulo vertidos al medio interno, las hormonas. Este sistema
de la vagina, los labios menores, los labios mayores, el permite la comunicación y la coordinación de diferentes
monte del pubis, el clítoris, las glándulas vestibulares y la tejidos y órganos, permitiendo que haya una integración
uretra femenina. adecuada de sus distintas funciones.

V. ilíaca común
A. ilíaca común
Sacro
Uréter
Trompa uterina
Pared
abdominal Ovario
Lig. redondo
del útero Fondo de saco
rectouterino
Útero
Cóccix
Vejiga urinaria

Sínfisis del Recto


pubis
Vagina
Uretra

Clítoris Ano

Vulva

Fig. 1-53. Sistema genital femenino. Esquema de la posición de los órganos que lo forman, vistos mediante un corte mediano
de la pelvis.
Anatomía general 69

Cuando las hormonas son conducidas por la circu- se ubica dentro del páncreas, entre los ácinos de la porción
lación, pueden ejercer sus efectos a distancia de la fuen- exocrina de este órgano.
te de producción. Actúan en pequeñas concentraciones, En la región lumbar, en el retroperitoneo, se ubican las
estimulando o inhibiendo la actividad de otras células, glándulas suprarrenales, una derecha y otra izquierda,
mediante su unión con receptores específicos. cada una en relación con la región superior del riñón
El sistema endocrino se encuentra integrado por el correspondiente. Cada glándula suprarrenal está formada
conjunto de células y glándulas que producen hormonas por dos porciones diferentes, la corteza suprarrenal, ubi-
(cuadro 1-9). cada en la periferia y la médula suprarrenal, envuelta por
Las células glandulares endocrinas pueden estar la anterior.
diseminadas en diferentes órganos. Estas células son un El testículo es un órgano del sistema genital masculi-
componente cuantitativamente menor de dichos órga- no que tiene células endocrinas intersticiales [de
nos. Este importante conjunto de células endocrinas dis- Leydig] que producen la hormona andrógena (testostero-
tribuidas forma el sistema endocrino disperso. na). El ovario es un órgano del sistema genital femenino
Cuando las células glandulares endocrinas están que tiene células endocrinas dispersas que producen las
agrupadas formando un órgano diferenciado, éste reci- hormonas sexuales femeninas.
be la denominación de glándula endocrina.

Cavidades corporales
Glándulas endocrinas
Las cavidades corporales son espacios amplios ubica-
Las glándulas endocrinas se diferencian de las glán- dos dentro del cuerpo que contienen, protegen, separan
dulas de secreción externa porque no tienen conducto y sostienen los órganos internos. Ejemplos de estas cavi-
excretor. Vierten su producto de secreción, las hormonas, dades son la cavidad craneal, la cavidad torácica y la
directamente en el medio interno y son distribuidas por cavidad abdominopélvica. Esta última se subdivide en
intermedio de los vasos sanguíneos o linfáticos que se cavidad abdominal y cavidad pélvica.
encuentran en ellas. Son órganos muy vascularizados.
Las glándulas endocrinas se encuentran en diversas Una cavidad se refiere al espacio hueco dentro de
regiones del cuerpo (fig. 1-54). una estructura o un conjunto de límites que encierran ese
En la cavidad craneal se hallan la hipófisis [glándula espacio.
pituitaria] y la glándula pineal. El volumen de la cavidad puede:
En el compartimento visceral del cuello se localizan la
glándula tiroides y las glándulas paratiroides. 1. Estar ocupado por elementos que deben ser retirados
En el abdomen, los islotes pancreáticos [de para ver las paredes del espacio hueco (cavidades cra-
Langerhans] están formados por el epitelio endocrino que neal, orbitaria, torácica).

Cuadro 1-9. Lugar de producción de las principales hormonas


Lugar de producción Hormonas
Hipófisis Hormonas foliculoestimulante, luteinizante, melanocitoestimulante; somatotropina,
tirotropina, corticotropina, prolactina
Glándula pineal Melatonina
Glándula tiroides Triyodotironina, tiroxina, calcitonina
Glándula paratiroides Hormona paratiroidea

Páncreas Insulina, glucagón, somatostatina, polipéptido pancreático


Corteza suprarrenal Aldosterona, cortisol, andrógenos
Médula suprarrenal Adrenalina, noradrenalina
Testículo Testosterona

Ovario Estrógenos, progesterona


Riñón Eritropoyetina, calcitriol
Hipotálamo Oxitocina, hormona antidiurética, hormonas liberadoras e inhibidoras hipofisarias

Estómago e intestino delgado Gastrina, secretina, colecistocinina


Tejido adiposo Leptina

Pared vascular Óxido nitroso


70 Anatomía clínica

Hipófisis Glándula pineal

Glándula Glándula tiroides


paratiroides

Glándula Glándula suprarrenal


suprarrenal derecha izquierda

Islotes
pancreáticos
Ovario

Testículo

Fig. 1-54. Sistema endocrino. Esquema de la posición de los órganos que lo forman. Mitad derecha: sexo masculino. Mitad
izquierda: sexo femenino.

2. Corresponder a la sustancia que ocupa la luz de un Serosas


órgano hueco (cavidades nasal, laríngea, uterina).
3. Estar ocupado por el líquido que rellena el espacio
Las cavidades pleurales, la cavidad pericárdica y
limitado por una membrana (cavidades articular, la cavidad peritoneal son cavidades serosas.
pleural, peritoneal).
Una cavidad serosa es un espacio completamente
cerrado, recubierto por una lámina lisa, brillante y trans-
La cavidad craneal está limitada por la superficie parente denominada membrana serosa. Dentro de este
interna de los huesos del neurocráneo y contiene el espacio hay una pequeña cantidad de líquido seroso. La
encéfalo y otras estructuras intracraneales (fig. 1-55). La membrana serosa presenta dos porciones: una lámina vis-
cavidad torácica se encuentra en la parte superior del ceral [hoja visceral] que se encuentra en contacto directo
tronco, ubicada por encima del músculo diafragma. Está con la superficie de los órganos y una lámina parietal que
limitada por la columna vertebral torácica, el esternón y reviste la pared de la cavidad. Las láminas visceral y parie-
las costillas, que forman la caja torácica. Las cavidades tal se continúan entre sí en sectores de la membrana sero-
abdominal y pélvica se encuentran comunicadas por la sa denominados líneas de reflexión (fig. 1-56).
abertura superior de la pelvis, limitada por la línea Una víscera rodeada por una cavidad serosa no se
terminal de la pelvis ósea. encuentra realmente dentro de dicha cavidad. El conte-
En la región dorsal, otra cavidad queda limitada por nido de esta cavidad es el líquido seroso que facilita el
los huesos que forman la columna vertebral y las estruc- deslizamiento de las láminas de la membrana serosa sin
turas que los conectan: el conducto vertebral. Entre provocar fricción. Este mecanismo permite el desplaza-
sus contenidos se encuentra la médula espinal. miento y la variación de volumen de los órganos rodea-
Hay otras cavidades que se forman dentro de esas dos por serosas sin que se afecten los elementos adya-
cavidades mayores y segmentan sus espacios internos, centes.
creando compartimentos. Un ejemplo de estas otras Debido a la poca cantidad de líquido que hay den-
cavidades son las cavidades serosas. En algunos casos tro de la cavidad, éste se encuentra formando una capa
los compartimentos, cuyo volumen se encuentra ocupa- muy fina que separa las láminas de la serosa. Por lo
do por diferentes estructuras y tejidos, se denominan tanto, el volumen normal de la cavidad es muy pequeño
espacios. comparado con la extensión de las paredes que la limi-
Anatomía general 71

tan. La acumulación anormal de líquidos en estas cavi- hombre. En la mujer: una porción del ovario y de las
dades produce la separación de las láminas de la serosa fimbrias de la trompa uterina no está revestida de
y un importante aumento de su volumen (volumen peritoneo visceral y por lo tanto se relaciona en forma
potencial de la cavidad). directa con la cavidad peritoneal. En el hombre: la
Las cavidades serosas se encuentran contenidas vaginal del testículo es un derivado de la cavidad
en las cavidades corporales más amplias. Las cavidades peritoneal que se desplaza hacia el escroto, junto con
pleurales y pericárdica se encuentran dentro de la cavi- el testículo correspondiente, quedando finalmente ais-
dad torácica. La cavidad peritoneal está dentro de las lada de su origen, constituyendo una cavidad serosa
cavidades abdominal y pélvica. independiente.
Las membranas serosas son originadas a partir del
celoma intraembrionario. Están constituidas por un meso-
telio (capa serosa) y su tejido conectivo de sostén (capa Generalidades de los
subserosa). Sus funciones son: facilitar los desplazamien-
tos de las vísceras, la formación y reabsorción del líquido
medios de diagnóstico por
seroso y la protección de los órganos a los que rodea.
En algunas regiones donde se encuentran las líneas
imágenes
de reflexión de las láminas o fondos de saco [divertícu- Los medios de diagnóstico por imágenes permi-
los] de la cavidad principal, se presentan recesos, con la ten ver representadas gráficamente las estructuras ana-
apariencia de un bolsillo, con un extremo abierto que se tómicas en los seres vivos. También posibilitan realizar
comunica con el resto de la cavidad y el otro extremo estudios funcionales con los órganos en actividad. A tra-
cerrado. vés de estos medios de diagnóstico, la anatomía profun-
Los elementos (vasos, nervios y conductos) que lle-
gan o parten de una víscera forman la raíz [pedículo] de
esta víscera. Estos elementos pueden quedar rodeados
por la membrana serosa. Esta porción de la membra- El globo está La mano no
na constituye un meso o un ligamento, siendo un cerrado, poco ingresa en la
medio de unión del órgano a otras estructuras. inflado y cavidad del
Existen un par de casos particulares con respecto rodeando a la globo
al comportamiento del peritoneo en la mujer y en el mano

A
Lámina Fondo de
parietal de la saco
Cavidad craneal serosa
Raíz de la
Cavidad de víscera
la serosa
Lámina visceral Línea de
de la serosa reflexión de
la serosa
B
Cavidad
Tráquea
torácica
Pared del tórax
Raíz del
pulmón
Fascia
endotorácica Línea de
Cavidad Lámina reflexión de
abdominal parietal de la la pleura
pleura Pulmón
derecho
Cavidad pleural
M. diafragma
Cavidad Lámina visceral
pélvica de la pleura Receso
C costodiafragmático

Fig. 1-56. Cavidades serosas. A. Representación de las rela-


ciones de una víscera con una cavidad serosa. El puño
representa a la víscera y el globo a la serosa. B. Esquema
que muestra las distintas porciones de una serosa en rela-
Fig. 1-55. Cavidades del cuerpo, vistas mediante un corte ción con una víscera. C. Esquema del corte coronal de la
mediano del cuerpo. cavidad pleural y el pulmón derechos.
72 Anatomía clínica

da se torna accesible sin necesidad de invadir físicamen- entender el aspecto con el cual se presentan los dife-
te el cuerpo del paciente. rentes tejidos o estructuras en cada medio de diag-
Las diferentes técnicas que emplean estos estu- nóstico.
dios, en muchos casos, condicionan la indicación y la La identificación de la anatomía normal mediante
preferencia de un medio sobre otro, para ser emplea- estas técnicas permite compararla con las imágenes
dos en los distintos órganos y enfermedades. obtenidas de los pacientes y detectar las diferencias y
Comprender las bases de su funcionamiento ayuda a anomalías (recuadro 1-2).

Recuadro 1-2. Medios de diagnóstico por imágenes


Radiografía simple (RX)
El 8 de noviembre de 1895 el físico alemán Wilhelm Roentgen descubrió los rayos X mientras experimentaba con un
tubo de rayos catódicos.
Los rayos X son radiaciones electromagnéticas sin carga eléctrica (fotones) que se producen cuando una sustancia
densa es irradiada por electrones de alta energía. Un tubo convencional de rayos X consiste básicamente en un cáto-
do y un ánodo ubicados dentro de una ampolla de vidrio al vacío. En el cátodo hay un filamento que, al ponerse incan-
descente por el pasaje de una corriente eléctrica, libera electrones, que se dirigen hacia el ánodo, atraídos por su carga
eléctrica opuesta. Los electrones son acelerados debido a la diferencia de potencial eléctrico entre el cátodo y el ánodo.
Al chocar contra este último (generalmente de tungsteno), los electrones son frenados y emiten la radiación electro-
magnética conocida como rayos X.
Cuando atraviesan un cuerpo, los rayos X pueden ser absorbidos o dispersados en su trayectoria, lo cual determina una
disminución de su intensidad original. Esta propiedad de atenuación es aprovechada para medir las propiedades de
absorción de rayos X que presentan los distintos elementos.
La radiografía consiste en capturar, en una película fotográfica, una imagen formada por las diferentes intensida-
des de los rayos luego de atravesar la estructura estudiada. Los diferentes niveles de gris en una imagen radiográfica
informan sobre el grado de atenuación de los rayos X a lo largo de su recorrido. Esta atenuación está relacionada con
la densidad de los tejidos que fueron atravesados. En su recorrido, el rayo atraviesa sucesivamente estructuras de dife-
rentes densidades y espesores; las atenuaciones se van sumando a medida que el rayo avanza hasta llegar a la pelícu-
la radiográfica o al sensor que mide su intensidad.
Los diferentes tonos de gris que se ven en la imagen radiográfica son identificados con los nombres de los tejidos o
elementos que los originan al ser atravesados por los rayos X, de acuerdo con sus densidades:
La densidad aire se produce porque el haz de la radiación atraviesa el aire sin ser atenuado, incide en la película radio-
gráfica con la intensidad original, impregnándola con
fuerza. En la película se distingue una zona oscura 11a costilla
debido al depósito de las sales de plata producido Colon
por los rayos X. Se denomina radiolúcida (transpa-
rente a los rayos X) aquella sustancia que tiene esta
Hígado
característica.
La densidad hueso se origina debido a que el tejido Riñón
óseo presenta minerales con un alto número atómico, izquierdo
como por ejemplo el calcio, que detienen el avance de M. psoas
los rayos X, por lo cual éstos no llegan a la película mayor
radiográfica y no hay precipitación de las sales de plata.
En la película se observa una imagen blanca (transpa-
rente, iluminada). Se denomina radiopaca (opaca a los Coxal
rayos X) la sustancia que presenta esta característica.
La densidad agua es el resultado de los rayos X que Sacro
atraviesan el cuerpo e inciden en la película, pero con
menor intensidad, dependiendo de su atenuación par-
Articulación
cial. Así, el oscurecimiento de la película es interme- de la cadera
dio.
De acuerdo con la incidencia y la dirección de los Fémur
rayos X se establece el tipo de proyección de la
radiografía:
En la proyección posteroanterior, los rayos X Fig. R1-2-1. Radiografía de abdomen sin contraste.
Proyección posteroanterior. Se ven imágenes radiolúcidas
penetran por el dorso y atraviesan el cuerpo para correspondientes al gas intestinal. Se ve la radioopacidad
alcanzar la película radiográfica o el detector ubica- hepática en la parte superior del hemiabdomen derecho.
do por delante del paciente (fig. R1-2-1).

(Continúa)
Anatomía general 73

Recuadro 1-2. Medios de diagnóstico por imágenes (Cont.)


En la proyección lateral los rayos atraviesan el cuerpo de lado a lado.
También se pueden realizar proyecciones anteroposteriores, oblicuas y verticales (axiales).
La imagen, formada por las distintas intensidades de grises, proporciona información bidimensional acerca del cuer-
po tridimensional estudiado, perdiéndose de esta forma toda la información sobre la disposición en profundidad.
Algunas de las estructuras anatómicas que son difíciles de discriminar con esta técnica, se pueden destacar empleando
medios de contraste (véase más adelante figs. R1-2-2 y R1-2-3 ).
Flexura cólica
izquierda
Riñón Flexura cólica
izquierdo derecha

Pelvis renal Colon


ascendente
Colon
Uréter transverso
(porción
abdominal)
Colon
descendente
Uréter
(porción
pélvica)
Colon
sigmoide
Vejiga Ciego
urinaria

Recto
Fig. R1-2-2. Radiografía de abdomen con contraste.
Proyección posteroanterior. Urograma excretor. Se identifi- Fig. R1-2-3. Radiografía de abdomen con contraste.
can, radioopacos, los sistemas pielocaliciales dentro de los Proyección posteroanterior. Colon por enema. Técnica de
riñones, los uréteres y la vejiga urinaria en la pelvis. doble contraste.

Para identificar y ubicar las estructuras que quedan superpuestas en alguna dirección en particular de los rayos X, es
útil obtener dos radiografías de la región estudiada, realizadas con proyecciones perpendiculares entre sí (postero-
anterior y lateral, par radiográfico).
Los rayos X son una radiación ionizante debido a que al interactuar con la materia producen iones. Esta actividad
biológica es peligrosa para la salud porque puede producir mutaciones y cáncer, por lo cual es necesario proteger de
estas radiaciones los tejidos más sensibles.

Mamografía
La mamografía consiste en una exploración diagnóstica de la mama y la glándula mamaria, mediante la utilización de
un equipo de rayos X modificado, el mamógrafo. Este aparato se compone de un tubo de rayos X adaptado para
adquirir la mayor resolución posible en la visualización de las estructuras fibroepiteliales de la glándula mamaria. Su
capacidad de identificación de lesiones de mínimas dimensiones ha favorecido su utilización en exámenes de rutina para
detectar tumores antes de que se manifiesten clínicamente o puedan ser palpables.

Tomografía computarizada (TC)


La tomografía computarizada es una técnica especial, basada en la aplicación de los rayos X. La tomografía (tomos,
corte, sección y grafía, representación gráfica) representa, en un mapa bidimensional, la imagen correspondiente a un
corte transversal de la región estudiada. Este mapa bidimensional está formado por los coeficientes de atenuación
lineal de los rayos X, a partir de múltiples proyecciones.
Los rayos X después de atravesar el cuerpo en forma rotatoria alrededor del eje longitudinal, son recibidos por detec-
tores que registran su intensidad. Con esta información, el ordenador calcula el grado de absorción de los rayos en cada
porción cuboidea de tejido (voxel, elemento de volumen) ubicada en un plano de sección. Mediante la representación
gráfica de estos voxels se forma la imagen que corresponde al corte realizado en dicho plano.
El área donde hay una gran absorción de rayos X es más brillante (hiperdensa, por ejemplo tejido óseo compacto) y
el área donde la absorción es mucho menor se visualiza más oscura (hipodensa, por ejemplo aire).
Por convención, la imagen de los cortes horizontales (axiales) se orienta para su observación con el dorso del pacien-
te hacia la parte inferior de la imagen y la derecha del paciente a la izquierda de la imagen, como si el corte horizon-
tal se viera desde los pies del paciente (figs. R1-2-4, R1-2-5 y R1-2-6). (Continúa)
74 Anatomía clínica

Recuadro 1-2. Medios de diagnóstico por imágenes (Cont.)

Fig. R1-2-4. Tomografía computarizada de tórax,


corte horizontal (axial) de alta resolución. Con esta
técnica de alta resolución espacial se consigue un
estudio más detallado de la región, obteniéndose
cortes más finos que permiten visualizar estructuras
más pequeñas.

Fig. R1-2-5. Tomografía computarizada de tórax,


corte horizontal (axial) con ventana pulmonar, que
permite el estudio de las estructuras pulmonares de
baja densidad, ajustando la escala de grises para que
las represente en la imagen. Se visualizan los bron-
quios derecho e izquierdo y los vasos en el pulmón.

Bronquio principal Aorta Tronco


derecho ascendente pulmonar

Fig. R1-2-6. Esquema explicativo de la figura R1-2-5.

Pulmón derecho Cuerpo vertebral Aorta


descendente (Continúa)
Anatomía general 75

Recuadro 1-2. Medios de diagnóstico por imágenes (Cont.)


A partir de la combinación de cortes tomográficos sucesivos o de técnicas de exploración continua en espiral, se puede
realizar la reconstrucción tridimensional (3D) de las estructuras estudiadas, representando sus superficies sombrea-
das en una imagen que puede examinarse desde distintos ángulos. También se pueden realizar reconstrucciones mul-
tiplanares (planos coronales, sagitales y oblicuos) (fig. R1-2-7).

Tráquea
Bronquio
principal
derecho

Bronquio
principal
izquierdo

Pulmón
derecho Pulmón
izquierdo

Fig. R1-2-7. Reconstrucción tridimensional de tomografía


computarizada del árbol bronquial.

Endoscopia virtual
La endoscopia virtual permite obtener imágenes para el diagnóstico de órganos huecos sin la necesidad de invadir el
cuerpo por medio de un catéter u otro dispositivo. Mediante este sistema se puede generar una imagen tridimensional
de los vasos sanguíneos (angiografía virtual), de la vía respiratoria (broncografía virtual) y del colon (colonografía vir-
tual), con la posibilidad de recorrer internamente su luz.

Resonancia magnética (RM)


La resonancia magnética es un método tomográfico, es decir que produce representaciones visuales de secciones del
cuerpo, cuyas principales características son: su capacidad multiplanar (produce imágenes en todos los planos del espa-
cio), su elevado contraste y diferenciación de los tejidos blandos y la ausencia de efectos nocivos conocidos al no uti-
lizar radiaciones ionizantes.
Para obtener imágenes de resonancia magnética, el paciente ingresa en un escáner que genera un intenso campo
magnético. Éste sirve para orientar, en paralelo al eje longitudinal, los protones de los átomos de hidrógeno del orga-
nismo. Luego se los somete a ondas de radiofrecuencia, con el fin de desalinearlos de dicho campo magnético. Al
interrumpirse la señal de radiofrecuencia, los protones recuperan la orientación inicial, liberando energía que es medi-
da por el escáner. Las variaciones de energía registradas son analizadas por el ordenador, que construye con esta infor-
mación imágenes de cortes en planos horizontales, coronales y sagitales.
La intensidad con la que reaccionan los tejidos se muestra en la imagen con diferentes niveles de brillo. La intensidad
que presenta un mismo tejido puede variar con los diferentes tiempos entre la excitación y la relajación de los proto-
nes: T1, T2, DP (densidad protónica).
Los tejidos hiperintensos se ven más luminosos y los hipointensos, más oscuros (fig. R1-2-8).
La resonancia magnética no se debe realizar en pacientes que porten alguna prótesis ferromagnética o marcapasos.

Ecografía o ultrasonografía (US)


La ecografía es un procedimiento diagnóstico no invasivo empleado para visualizar estructuras de tejido blando super-
ficiales y profundas (fig. R1-2-9).
La ecografía utiliza un transductor que emite ondas ultrasónicas. Éstas penetran en el organismo y atraviesan los tejidos.
A medida que progresa, el ultrasonido rebota (eco) o pasa a través de las estructuras orgánicas. El transductor recoge el eco
y un ordenador lo convierte en una imagen que representa un corte bidimensional o bien una reconstrucción tridimensio-
nal (cuadro R1-2-1). Esta técnica produce las imágenes en tiempo real, permitiendo mostrar el movimiento.
La obtención de imágenes ecográficas es un procedimiento simple, que al no utilizar radiaciones ionizantes resulta de
gran utilidad para la visualización fetal en el útero de la madre (fig. R1-2-10).
El hueso compacto refleja prácticamente todas las ondas ultrasónicas y el aire las conduce mal, dificultando el estu-
dio de algunas regiones del cuerpo con esta técnica. Los líquidos, en cambio, son buenos conductores. Para mejo-
rar la conducción del ultrasonido se emplea un gel que elimina el aire existente entre el transductor y la piel. En la pel-
vis se aprovecha la distensión de la vejiga urinaria mediante su llenado, que facilita la conducción de la ondas sonoras
por medio de la orina.
(Continúa)
76 Anatomía clínica

Recuadro 1-2. Medios de diagnóstico por imágenes (Cont.)

Hemisferio cerebral Seno venoso

Cuerpo
calloso Mesen-
céfalo
Tálamo
4o
ventrículo

Hueso
frontal
Cerebelo
Fórnix

Hipófisis Médula
oblongada

Puente Atlas
Faringe Médula espinal

Fig. R1-2-8. Resonancia magnética del encéfalo, corte mediano. T1.

Pared
abdominal
Hígado

Vesícula
biliar

Fig. R1-2-9. Ecografía de abdomen. El contenido de la vesícula


biliar se ve hipoecogénico.

Cuadro R1-2-1. Terminología ecográfica clínica


Término Definición

Ecogenicidad Grado con el que un tejido refleja las ondas de ultrasonidos (se manifiesta en las imágenes
como grado de brillo)

Anecogénico Sin ecos internos, de color oscuro o negro

Isoecogénico Con aspecto similar al tejido vecino

Hipoecogénico Menos ecogénico (más oscuro) que el tejido vecino

Hiperecogénico Más ecogénico (más claro) que el tejido vecino

Resolución Capacidad para distinguir entre dos estructuras adyacentes; puede ser lateral (anchura de la
estructura) o axial (profundidad de la estructura)

(Continúa)
Anatomía general 77

Recuadro 1-2. Medios de diagnóstico por imágenes (Cont.)

Fig. R1-2-10. Ecografía fetal tridimensional (3D).

Ecografía Doppler
La ecografía Doppler es un método no invasivo para medir el flujo y la velocidad circulatoria dentro de un vaso o un
órgano. Consiste en medir las variaciones en la frecuencia del ultrasonido proveniente de una fuente emisora que
se encuentra en movimiento.
Una onda de ultrasonido emitida desde el transductor hacia una columna de eritrocitos en movimiento es reflejada con
una frecuencia que varía de acuerdo con la velocidad y la dirección del desplazamiento de la sangre.
En la ecografía Doppler color, el proceso de conversión de la imagen le asigna intensidades de colores a los movimien-
tos. Por convención se asigna el color rojo para el flujo en dirección hacia el transductor y el azul para el que se aleja de él.

Gammagrafía
La gammagrafía o centellografía es una técnica de medicina nuclear que emplea radioisótopos para evaluar el fun-
cionamiento de distintos órganos. Los tejidos captan los diferentes elementos químicos selectivamente; así, emplean-
do isótopos radiactivos de dichos elementos (emisores de rayos gamma), se puede obtener un registro de la captación
y por lo tanto la función de los tejidos explorados. También es útil para visualizar la actividad ectópica (tejidos fun-
cionantes ubicados fuera de su lugar normal).
El paciente es introducido en un escáner que cuantifica las radiaciones emitidas, la cámara gamma, registrándolo en
una imagen bidimensional del paciente (fig. R1-2-11).
La radiación gamma es ionizante y muy penetrante. Las mayores desventajas que presenta este método de diagnósti-
co se basan en el riesgo que presenta la administración de sustancias radiactivas.

Fig. R1-2-11. Gammagrafía ósea de


cuerpo entero, vistas anterior y pos-
terior. Se observa la concentración
del radioisótopo en los huesos.

(Continúa)
78 Anatomía clínica

Recuadro 1-2. Medios de diagnóstico por imágenes (Cont.)

Tomografía por emisión de positrones (PET)


La tomografía por emisión de positrones es un procedimiento que mide la actividad metabólica celular de los teji-
dos del cuerpo. Se utiliza una sustancia radiactiva que se administra por vía intravenosa. Esta sustancia es captada en
mayor cantidad por los tejidos con actividad incrementada. El tomógrafo posee sensores que miden la radiactividad en
el organismo y reconstruye imágenes de secciones del órgano explorado, marcando los lugares donde se concentra la
actividad.

Tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT)


La tomografía computarizada por emisión de fotón único es una combinación de la gammagrafía con la tomogra-
fía computarizada, para la que se administra una pequeña cantidad de un fármaco radiactivo por vía intravenosa.
Utilizando un escáner se obtienen imágenes detalladas de las áreas donde las células absorbieron el fármaco. La SPECT
proporciona información sobre el flujo sanguíneo hacia los tejidos y sobre el metabolismo de éstos, obteniéndose imá-
genes funcionales de los órganos estudiados.

Comparación entre los principales medios de diagnóstico por imágenes


Las diferentes intensidades de grises (luminosidad) que se ven en las imágenes producidas por los distintos medios
dependen de las características que presentan los órganos y tejidos. En algunos medios se destacan mejor algunos de
estos tejidos, permitiendo su mejor diferenciación (cuadro R1-2-2).

Medios de contraste en radiología


Algunos órganos, tejidos y estructuras no se visualizan claramente en los estudios que utilizan rayos X (radiografía,
tomografía computarizada). Los agentes de contraste se utilizan durante los estudios de imagen para resaltar o visua-
lizar las estructuras por explorar. Los agentes utilizados se pueden clasificar en agentes positivos, cuando presentan alto
peso atómico, por lo tanto alta densidad y gran absorción de rayos X (radiopacos); o agentes negativos, que presen-
tan peso atómico bajo, baja densidad y por lo tanto tienen muy baja absorción de los rayos X (radiolúcidos).
Agentes positivos: el sulfato de bario (radiopaco) se utiliza generalmente en estudios del tubo digestivo. Se lo puede
combinar con agentes negativos (aire, anhídrido carbónico) para estudios con doble contraste. El sulfato de bario se
administra por vía oral o rectal. El yodo (radiopaco) se utiliza en estudios de visualización de los conductos excretores
glandulares (sialografías, galactografías), de la vía urinaria (urografía), en estudios vasculares (angiografías) o la visuali-
zación de neovasculatura tumoral. También se utiliza para contrastar y visualizar la permeabilidad de las trompas uteri-
nas en la histerosalpingografía.
Agentes negativos: el anhídrido carbónico, el óxido nitroso, el oxígeno y el aire se utilizan para realzar el contraste de
estructuras huecas durante el estudio de doble contraste, y permiten visualizar la mucosa del órgano explorado. En la
tomografía computarizada se utiliza agua como contraste negativo de relleno gástrico, esto posibilita la observación de
úlceras y otras lesiones.

Medios de contraste en resonancia magnética


El gadolinio es una tierra rara, con propiedades paramagnéticas, que disminuye el tiempo de relajación de los proto-
nes, y por lo tanto produce una imagen brillante (hiperintensa) en los estudios de resonancia magnética. Es utilizado en
forma de solución y administrado por vía intravenosa, para visualizar los vasos (angiorresonancia), la vascularización de
los tejidos, los derrames vasculares y la formación de neovasos tumorales.

Medios de contraste en ultrasonografía


En ecografía se utilizan microburbujas de gas que son administradas por vía intravenosa. Debido a la hiperecogenici-
dad de las microburbujas, aumenta el contraste entre los vasos y el tejido circundante, permitiendo evaluar la perfusión
sanguínea de los órganos.

Véanse más imágenes de Medios de diagnóstico.

(Continúa)
Anatomía general 79

Recuadro 1-2. Medios de diagnóstico por imágenes (Cont.)

Cuadro R1-2-2. Intensidades de grises que presentan las estructuras en los


diferentes medios de diagnóstico por imágenes

RX: radiografía. TC: tomografía computarizada. RM: resonancia magnética. US: ecografía.
El rectángulo rojo marca el nivel aproximado de luminosidad que se ve en la imagen correspondiente.
En la resonancia magnética los vasos sanguíneos pueden presentar una intensidad variable. Suelen verse
hipointensos por un fenómeno denominado “vacío de flujo”. Los vasos aparecen hiperintensos en las secuencias
específicas para angiorresonancia.

Estructura RX TC RM US
T1 T2
Se dispersan
Radiolúcido Hipodenso Hipointenso Hipointenso las ondas sonoras

Aire 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4

Opacidad media Densidad media Hipointenso Hiperintenso Anecogénico

Agua 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4

Radiopaco Hiperdenso Hipointenso Hipointenso Hiperecogénico


Hueso 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4
compacto

Dentro de la sombra
sónica producida por
Radiopaco Hiperdenso Hiperintenso Hiperintenso el hueso compacto
Hueso 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4
esponjoso

Radiolúcido Densidad media Hiperintenso Intensidad alta Hipoecogénico


Tejido 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4
adiposo

Opacidad media Densidad media Intensidad media Intensidad media Hipoecogénico

Músculo 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4

Opacidad media Densidad media Variable Variable Anecogénico


Vasos 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4
sanguíneos
Radiolúcido Densidad media Intensidad media Intensidad media Hipoecogénico
Sustancia 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4
blanca
Radiolúcido Densidad media Intensidad media Intensidad media Ecogénico
Sustancia 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4
gris

Opacidad media Densidad media Hipointenso Hiperintenso Anecogénico


Líquido 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4
cerebroespinal

Autoevaluación
80 Anatomía clínica

Bibliografía Federative International Committee on Anatomical Terminology


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Índce de capítuos

UNIDAD I UNIDAD II

Introducción a la fisiología: la célula Fisiología de la membrana,

y la fisiología general el nervio y el músculo

CAPÍTULO 1 CAPÍTULO 4

Organización funcional del cuerpo humano Transporte de sustancias a través

y control del «medio interno» 3 de las membranas celulares 51

Las células como unidades vivas del cuerpo 3 La membrana celular consiste en una bicapa

lipídica con proteínas de transporte


Líquido extracelular: el «medio interno» 3

de la membrana celular 51

Homeostasis: mantenimiento

Difusión 52
de un medio interno casi constante 4

Transporte activo de sustancias a través


Sistemas de control del organismo 7

de las membranas 58

Resumen: automatismo del organismo 10

CAPÍTULO 5

CAPÍTULO 2

Potenciales de membrana y potenciales

La célula y sus funciones 13

de acción 63

Organización de la célula 13

Física básica de los potenciales de membrana 63

Estructura de la célula 14

Potencial de membrana en reposo

Comparación entre la célula animal y las formas


de las neuronas 65

de vida precelulares 20

Potencial de acción de las neuronas 67

Sistemas funcionales de la célula 21

Propagación del potencial de acción 71

Locomoción de las células 26

Restablecimiento de los gradientes

iónicos de sodio y potasio tras completarse

CAPÍTULO 3 los potenciales de acción: la importancia

del metabolismo de la energía 72

Control genético de la síntesis proteica, las

Meseta en algunos potenciales de acción 72


funciones de la célula y la reproducción celular 31

Ritmicidad de algunos tejidos excitables:


Los genes en el núcleo celular controlan

descarga repetitiva 73
la síntesis de las proteínas 31

Características especiales de la transmisión


Transcripción: transferencia del código de ADN

de señales en los troncos nerviosos 74


del núcleo celular al código de ARN

Excitación: el proceso de generación


del citoplasma 33

del potencial de acción 75


Traducción: formación de proteínas

en los ribosomas 37

CAPÍTULO 6
Síntesis de otras sustancias en la célula 38

Contracción del músculo esquelético 79


Control de la función génica y actividad

bioquímica de las células 38 Anatomía fisiológica del músculo esquelético 79

El sistema genético de ADN controla Mecanismo general de la contracción muscular 81

la reproducción celular 41
Mecanismo molecular de la contracción muscular 82

Diferenciación celular 45
Energética de la contracción muscular 86

Apoptosis: muerte celular programada 45


Características de la contracción de todo

Cáncer 46 el músculo 87

ix
Índice de capítulos

CAPÍTULO 7 Situaciones que provocan voltajes anormales

del complejo QRS 150

Excitación del músculo esquelético:

Patrones prolongados
transmisión neuromuscular y acoplamiento

y extraños del complejo QRS 151

excitación-contracción 93

Corriente de lesión 152

Unión neuromuscular y transmisión de impulsos

Anomalías de la onda T 156


desde las terminaciones nerviosas a las fibras

del músculo esquelético 93

CAPÍTULO 13
Potencial de acción muscular 97

Acoplamiento excitación-contracción 97 Arritmias cardíacas y su interpretación

electrocardiográfica 157

CAPÍTULO 8
Ritmos sinusales anormales 157

Excitación y contracción del músculo liso 101 Bloqueo cardíaco en las vías de conducción

intracardíacas 158
Contracción del músculo liso 101

Extrasístoles 160
Regulación de la contracción por los iones calcio 103

Taquicardia paroxística 162


Control nervioso y hormonal

de la contracción del músculo liso 105 Fibrilación ventricular 163

Fibrilación auricular 166

Aleteo auricular 167

UNIDAD III

Parada cardíaca 167

El corazón

UNIDAD IV
CAPÍTULO 9

La circulación
Músculo cardíaco: el corazón como bomba

y la función de las válvulas cardíacas 113

Fisiología del músculo cardíaco 113


CAPÍTULO 14

Ciclo cardíaco 117


Visión general de la circulación: presión,

Regulación del bombeo cardíaco 123


flujo y resistencia 171

Características físicas de la circulación 171

CAPÍTULO 10

Principios básicos de la función circulatoria 173

Excitación rítmica del corazón 127

Interrelaciones entre la presión, el flujo

Sistema de excitación especializado


y la resistencia 173

y de conducción del corazón 127

Control de la excitación
CAPÍTULO 15

y la conducción en el corazón 131

Distensibilidad vascular y funciones

de los sistemas arterial y venoso 183


CAPÍTULO 11

Distensibilidad vascular 183

Fundamentos de electrocardiografía 135

Pulsaciones de la presión arterial 184

Formas de onda

Las venas y sus funciones 188

del electrocardiograma normal 135

Flujo de corriente alrededor del corazón

CAPÍTULO 16
durante el ciclo cardíaco 137

Microcirculación y sistema linfático:


Derivaciones electrocardiográficas 138

intercambio de líquido capilar,

CAPÍTULO 12 líquido intersticial y flujo linfático 193

Estructura de la microcirculación y del sistema


Interpretación electrocardiográfica de

capilar 193
las anomalías del músculo cardíaco y el flujo

Flujo de sangre en los capilares:


sanguíneo coronario: el análisis vectorial 143

vasomotilidad 194

Análisis vectorial

Intercambio de agua, nutrientes y otras sustancias


de electrocardiogramas 143

entre la sangre y el líquido intersticial 195

Análisis vectorial

Intersticio y líquido intersticial 196


del electrocardiograma normal 145

Filtración de líquidos a través de los capilares 197


Eje eléctrico medio del complejo QRS

ventricular y su significado 148 Sistema linfático 201

x
Índice de capítulos

Cuantificación de la excreción acidobásica renal 414 Grupos sanguíneos O-A-B 471

Regulación de la secreción tubular renal de H 414 Tipos sanguíneos Rh 473

Corrección renal de la acidosis: aumento Reacciones transfusionales resultantes del

de la excreción de H y adición de HCO emparejamiento erróneo de tipos sanguíneos 474


3

al líquido extracelular 415


Trasplante de tejidos y órganos 475

Corrección renal de la alcalosis: menor

secreción tubular de H y mayor excreción


CAPÍTULO 37

de HCO 416
3

Hemostasia y coagulación sanguínea 477

Acontecimientos en la hemostasia 477

CAPÍTULO 32

Mecanismo de la coagulación de la sangre 479

Diuréticos y nefropatías 421

Enfermedades que causan hemorragia

Los diuréticos y sus mecanismos de acción 421

excesiva en los seres humanos 484

Nefropatías 423

Enfermedades tromboembólicas 486

Lesión renal aguda 423

Anticoagulantes para uso clínico 486

La nefropatía crónica se asocia a menudo con una

Pruebas de coagulación sanguínea 487

pérdida irreversible de nefronas funcionales 426

UNIDAD VII

UNIDAD VI

Respiración

Células sanguíneas, inmunidad y coagulación

sanguínea

CAPÍTULO 38

Ventilación pulmonar 491


CAPÍTULO 33

Mecánica de la ventilación pulmonar 491

Eritrocitos, anemia y policitemia 439

Volúmenes y capacidades pulmonares 495

Eritrocitos (glóbulos rojos) 439

Ventilación alveolar 497

Anemias 446

Policitemia 447

CAPÍTULO 39

Circulación pulmonar, edema pulmonar


CAPÍTULO 34

y líquido pleural 503

Resistencia del organismo a la infección:

Anatomía fisiológica del sistema circulatorio

I. Leucocitos, granulocitos, sistema

pulmonar 503

monocitomacrofágico e inflamación 449

Presiones en el sistema pulmonar 503

Leucocitos (células blancas sanguíneas) 449

Volumen sanguíneo de los pulmones 504

Los neutrófilos y los macrófagos defienden

Flujo sanguíneo a través de los pulmones

frente a las infecciones 450

y su distribución 504

Sistema monocitomacrofágico (sistema

Efecto de los gradientes de presión hidrostática

reticuloendotelial) 452

de los pulmones sobre el flujo sanguíneo

Inflamación: participación de los neutrófilos

pulmonar regional 505

y los macrófagos 454

Dinámica capilar pulmonar 507

Eosinófilos 456

Líquido en la cavidad pleural 509

Basófilos 457

Leucopenia 457

CAPÍTULO 40

Leucemias 457

Principios físicos del intercambio gaseoso;

difusión de oxígeno y dióxido de carbono

CAPÍTULO 35

a través de la membrana respiratoria 511

Resistencia del organismo a la infección:


Las composiciones del aire alveolar y el aire

II. Inmunidad y alergia 459


atmosférico son diferentes 513

Inmunidad adquirida (adaptativa) 459


Difusión de gases a través de la membrana

Alergia e hipersensibilidad 469


respiratoria 515

CAPÍTULO 36 CAPÍTULO 41

Grupos sanguíneos, transfusión


Transporte de oxígeno y dióxido de carbono

y trasplante de órganos y de tejidos 471


en la sangre y los líquidos tisulares 521

La antigenicidad provoca reacciones


Transporte de oxígeno de los pulmones

inmunitarias en la sangre 471


a los tejidos del organismo 521

xiii
Índice de capítulos

CAPÍTULO 62 CAPÍTULO 67

Flujo sanguíneo cerebral, líquido Fisiología de los trastornos

cefalorraquídeo y metabolismo cerebral 777 gastrointestinales 833

Flujo sanguíneo cerebral 777

Sistema del líquido cefalorraquídeo 780

UNIDAD XIII

Metabolismo cerebral 784

Metabolismo y regulación de la temperatura

UNIDAD XII
CAPÍTULO 68

Fisiología gastrointestinal
Metabolismo de los hidratos de carbono

y formación del trifosfato de adenosina 843

CAPÍTULO 63

CAPÍTULO 69

Principios generales de la función

Metabolismo de los lípidos 853


gastrointestinal: motilidad, control

Estructura química básica de los triglicéridos


nervioso y circulación sanguínea 787

(grasa neutra) 853


Principios generales de la motilidad

Transporte de los lípidos en los líquidos


gastrointestinal 787

corporales 853
Control nervioso de la función gastrointestinal:

sistema nervioso entérico 789

CAPÍTULO 70
Control hormonal de la motilidad

gastrointestinal 791
Metabolismo de las proteínas 865

Movimientos funcionales en el tubo

digestivo 792
CAPÍTULO 71

Flujo sanguíneo gastrointestinal: circulación


El hígado 871

esplácnica 794

CAPÍTULO 72

CAPÍTULO 64

Equilibrio energético; regulación prandial;

Propulsión y mezcla de los alimentos


obesidad y ayuno; vitaminas y minerales 877

en el tubo digestivo 797

Entradas y salidas energéticas equilibradas

Ingestión de alimentos 797


en condiciones estacionarias 877

Funciones motoras del estómago 799


Regulación de la ingestión de alimentos

Movimientos del intestino delgado 802


y la conservación de energía 879

Movimientos del colon 804

CAPÍTULO 73
Otros reflejos autónomos que influyen

en la actividad intestinal 806


Energética y metabolismo 893

CAPÍTULO 65
CAPÍTULO 74

Funciones secretoras del tubo digestivo 807


Regulación de la temperatura corporal

Principios generales de la secreción del tubo


y fiebre 901

digestivo 807

Temperatura normal del organismo 901

Secreción de saliva 809

La temperatura corporal se regula

Secreción gástrica 811


por el equilibrio entre la producción

Secreción pancreática 815 y la pérdida de calor 901

Secreción de bilis por el hígado 817 Regulación de la temperatura corporal:

importancia del hipotálamo 905


Secreciones del intestino delgado 820

Alteraciones de la regulación térmica corporal 909

CAPÍTULO 66

Digestión y absorción en el tubo digestivo 823


UNIDAD XIV

Digestión de los diversos alimentos mediante

Endocrinología y reproducción

hidrólisis 823

Principios básicos de la absorción

gastrointestinal 827
CAPÍTULO 75

Absorción en el intestino delgado 828


Introducción a la endocrinología 915

Absorción en el intestino grueso: formación


Coordinación de las funciones corporales

de heces 831
por mensajeros químicos 915

xvi
D A D I N U
I

Introduccón a a isoogía:

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ÍNDICE DE LA UNIDAD

1 Organización funcional del cuerpo

humano y control del «medio interno»

2 La célula y sus funciones

3 Control genético de la síntesis

proteica, las funciones de la célula

y la reproducción celular
C A P Í T U L O 1

D A D I N U
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LAS CÉLULAS COMO UNIDADES VIVAS

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DEL CUERPO

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EL «MEDIO INTERNO»

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© 2021. Elsevier España , S.L .U. Reser vados todos los derechos 3
UNIDAD I Introducción a la fisiología: la célula y la fisiología general

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HOMEOSTASIS: MANTENIMIENTO

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DE UN MEDIO INTERNO CASI CONSTANTE

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E 1929,  óg tau Watr Ca (1871- u vta  b, a arg az, trbuy a ur

1945) auñó  tér hmestass ara rrr a manten- aaía  a a    rga. La   a  a

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TRANSPORTE EN EL LÍQUIDO

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EXTRACELULAR Y SISTEMA DE MEZCLA:

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EL APARATO CIRCULATORIO

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4
Capítulo 1 Organización funcional del cuerpo humano y control del «medio interno»

D A D I N U
I
Figura 1-2. Dfusón de íqudo y de os componentes dsuetos a

través de as paredes de os capares y a través de os espacos nters-

tcaes.

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ORIGEN DE LOS NUTRIENTES

EN EL LÍQUIDO EXTRACELULAR

Aparato re s p i r a t o r i o . E a ig ura 1-1  u   t r a qu

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trar  a ag r.

Figura 1-1. Organzacón genera de aparato crcuatoro.

Aparato digestivo. U a g ra   r  ó   a  a  g r qu

tá  r y ata  v r ut ua a r- b b  a  razó t abé atrav  a a  ar    aa -

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   r   ab    a a  ay  r í a  a  é ua    a a funciones metabólicas. N t a  a  utaa  abrb-

aguí,  a ó  a rtía aáta , qu a  aarat gtv u uar ta  a éua

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 aar . Pr tat, gra ata  íqu y u    ó quí a  ua   a  , ara vr tra  

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5
UNIDAD I Introducción a la fisiología: la célula y la fisiología general

Aparato locomotor. ¿D qué ra trbuy  aarat a tuaó, tratr a ña araa a travé 

 tr a a  ta? La ruta   vt y - a ró tra rt  ta r v ara var a

a :    ura  r  úu ,  rga    r ía ab    ujt.

az ar ara btr  a     t  qu       t a  U  g t  r tat  ta r v    s s-

ara a u t r    ó  . E a a r at       t  r tabé   r   t tema ner vs autónm  vgtatv, qu ua a aa

a v a  rt ó rt a tr,  a ua  u b       t  y  t r  a u   a   a   u  

t  rga, u u a tát , órga  tr   ,  a  u ó  b ba  razó,

ría tr u.  vt  aarat gtv y a ró  ua

 a gáua rra .

ELIMINACIÓN DE LOS PRODUCTOS

Sistemas hormonales. Dtr  rga  utra

FINALES METABÓLICOS

g ándu a s endr na s y órga y tj qu  rta r-

Eliminación del dióxido de carbono en los pulmones. A ut quí a hrmna s . L a ra 

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PROTECCIÓN DEL CUERPO

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  ta ,  a  rut   ta- Sistema inmunitario. E ta ut ar  uy  

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Aparato digestivo. E atra  gr qu tra   y g . Et ta rra u  a ara qu

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 v a  , y 2) tr ur a v a r  r agts s   at

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REGULACIÓN DE LAS FUNCIONES

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CORPORALES

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Sistema nervioso. E ta r v tá ut r tgutar   r tat tabé ara a rguaó 

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eerente mtra . L rtr tv tta  ta La  u rr tr araat  12 y 

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REPRODUCCIÓN

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at, ra a abó y tra a ra qu gra u v  r  qu  uará  ugar  aqu

b atar  ur  ruta a a a ara, qu ur. D a í, u   ar  u u  abuv

6
Capítulo 1 Organización funcional del cuerpo humano y control del «medio interno»

 tér hmestass, r  utra qu,   aá

a, t a  a   tr utura  r  ra   t á   at

rgazaa  ra qu ayua a atr  autat

y a tua  a va .

D A D I N U
SISTEMAS DE CONTROL

DEL ORGANISMO

E ur ua t   ta  tr. Agu-

   á tra  t ta    tr

I
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r. Eta atra  ta  á ta   aítu3

Figura 1-3. Contro de retroamentacón negatva de a presón arte-


Hay u tr ta  tr qu atúa dentr

ra por parte de os barorreceptores arteraes. Las señaes recbdas

de s órgans ara rguar a u  u t ,

de detector (barorreceptores) son envadas a bubo raquídeo, donde

tr atúa a travé  t  rga para ntrar as

se comparan con un vaor de referenca. Cuando a presón artera

nterreanes entre s órgans , r j,  aarat


aumenta por encma de o norma, esta presón anómaa ncrementa

rratr, qu atúa aa a ta r v y rgua a


os mpusos nervosos de os barorreceptores haca e bubo raquídeo,

traó  ó  arb   íqu trauar. donde as señaes de entrada se comparan con e vaor de referenca,

para generar una seña de error que conduce a una dsmnucón de a


E íga y  ára tra a traó  gua

actvdad de sstema nervoso smpátco. E descenso de a actvdad


  íqu trauar y  r ñ rg ua a  -

smpátca provoca a datacón de os vasos sanguíneos y a reduccón

tra  róg, , ta, at y tr 

de a actvdad de bombeo de corazón, o que eva a que a presón

  íqu trauar.

artera recupere a normadad.

EJEMPLOS DE MECANISMOS DE CONTROL


 u a  tr  aó ráa ( ig . 1-3). E

a ar  a za  qu  bura a artra aróta


Regulación de las concentraciones de oxígeno y dióxido de

  u, y t abé    ay a aór t   tóra  , 


carbono en el líquido extracelular. C  íg  ua

utra u rtr r v a bar-


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rreeptres qu  tua ua  tra a ar artra.


a  a éua,  rga t u a  tr

Cua a r ó ar tr a  a a  v aa   bar -
a ara atr ua traó a ata y tat

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a  a gba, rguaó qu    unón

qu  tr vatr  vuva á atv   abtua,


amrtguadra de xígen de a hemgbna.

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La traó  ó  arb   íqu tra-

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Valores normales y características

rtua, ua traó ayr   ra  ó 

físicas de los principales componentes


arb  a agr e xta e entr re spratr, a

del líquido extracelular


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Regulación de la presión arterial. Hay var ta qu   uy tr . L v ar  ura  t tr va

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7
UNIDAD I Introducción a la fisiología: la célula y la fisiología general

Tabla 1-1 Componentes importantes y características físicas del líquido extracelular

Constituyente Valor normal Intervalo normal Límite no mortal aproximado a corto plazo Unidad

Oxígeno (venoso) 40 25-40 10-1.000 mmHg

Dióxido de carbono (venoso) 45 41-51 5-80 mmHg

Ion sodio 142 135-145 115-175 mmol/l

Ion potasio 4,2 3,5-5,3 1,5-9 mmol/l

Ion calcio 1,2 1-1,4 0,5-2 mmol/l

Ion cloruro 106 98-108 70-130 mmol/l

Ion bicarbonato 24 22-29 8-45 mmol/l

Glucosa 90 70-115 20-1.500 mg/dl

Temperatura del organismo 37 37 18,3-43,3 °C

Acidobásico (venoso) 7,4 7,3-7,5 6,9-8 pH

L á rtat  r  ít r a   vtaó uar uy a traó  ó

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  u rur ua uó grav  rga ó gatva . Pr j, uga qu  trar u

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CARACTERÍSTICAS DE LOS SISTEMAS

175 Hg . Suga , t , qu   vu

DE CONTROL
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Retroalimentación negativa de la mayoría   «rrr»,  qu ga qu  ta  tr

de los sistemas de control  t ua aa  100% ara rvr  ab . La

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correccón

Gananca =
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8
Capítulo 1 Organización funcional del cuerpo humano y control del «medio interno»

La rtrataó tva  a  a

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  v  rtrataó tva y   arra 

D A D I N U
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I
La re t ro a l i m e n t a c i ó n positiva a veces es útil. E   a-

 ,  rga ua a rtrataó  tv a a u

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 t  atva ua za aa atres de


Figura 1-4. Recuperacón de bombeo cardíaco provocado por a

 ag u aón . Ag ua    t a  z a  atúa  br tra 


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crcuacón. La muerte se debe a a retroamentacón postva cuando za atvaa qu tá  a agr atat

se emnan 2  de sangre o más.


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ró artra   –50 v r +25,  –2,  r, u


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L a gaaa  agu tr ta  tr -


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 bqua a artra .

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La retroalimentación positiva

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puede provocar círculos viciosos y la muerte


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UNIDAD I Introducción a la fisiología: la célula y la fisiología general

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Tipos más complejos de sistemas


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de control: control anterógrado y adaptativo


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RESUMEN: AUTOMATISMO
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DEL ORGANISMO
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VARIABILIDAD FISIOLÓGICA

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tons. Am Sc 60:608, 1972.


 tra a u  u br ga, jv,  70 kg ,

Bentsen MA, Mrzadeh Z, Schwartz MW: Revstng how the bran

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r a  76 kg , á qu   u br «r»


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utaat  a ayría   aí utraza

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  út 40  50 añ .

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r a  , tra  ua   u   ó g  a  y v ar 

contro of the kdney. Am J Physo Regu Integr Comp Physo

ra  ra a u  tér  a gía


289:R633, 2005.

a ua . S barg, t ara  ra  tr a


Dcknson MH, Farey CT, Fu RJ, et a: How anmas move: an nte-

 g ía a  ua y a a , aar t  a   v t  gratve vew. Scence 288:100, 2000.

10
Capítulo 1 Organización funcional del cuerpo humano y control del «medio interno»

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11
C A P Í T U L O 9

D A D I N U
Múscuo cardíaco: e corazón como bomba

I I I
y a funcón de as váv uas cardíacas

E razó, qu  u tra  a f g u r a 9-1 ,  t á r a úu aría  estrad, gua qu  úu quét.

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qu bba agr aa  u y u razón zquer- t aments de atna y de msna a ét a 

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qu arta uj aguí a  á órga y tj  tá u a a  tr y  za urat a traó

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 a auríua  ua bba éb  ba  vtríu,   batat rt  úu quét,   vrá.

qu trbuy a trartar agr aa  vtríu rr -

t. L vtríu ué arta a ra urza


La rotación (giro) ayuda a la eyección y la relajación del

 bb qu ua a agr: 1) aa a ruaó u-


ventrículo izquierdo. E vtríu zqur tá rga-

ar  r  vtr íu r ,  2) a a a  rua ó


za  ja aa  bra uuar qu urr

téa r  vtríu zqur. E razó tá vut


 rt r y rt qu  razó  -

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aa perard, qu  rtg y  t  u ugar.


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y a ub  ára (tra)  a  r ó uta

tuaa  tra aríaa aa rtm-


(a a r a),   qu rv  a ua rtaó  t

dad ardíaa , qu trat ta  aó r t


rar  a ba vtruar zqura ( ig .9-3). S rga

 úu aría y tra u at rít. Et -


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ta  tr rít  a   aítu 10. E t


tra  a ba aa abaj  ró a a uta urat a

aítu   a uó  bba  razó, -


ít (traó). A a  ta ,  vtríu zqur

za  a aratríta a  úu aría


 aja a u u arga y rtr   ra

(ví 9-1 ).
urat a á t (rajaó), ara  rtr qu a agr

tr  raz  a áara  bb.

FISIOLOGÍA DEL MÚSCULO CARDÍACO

El músculo cardíaco es un sincitio. La za ura qu

E razó tá ra r tr t ra  úu -


atrava a bra uuar aríaa  a ig ura9-2 

  aría: mú su aur u ar, mú su ventr u ar y bra 


a d ss ntera ads ; rat  braa 

mu s  u ar e s   a z aa  de e xt aón y de   n du    ó n .


uar qu ara a éua uuar aríaa v-

Eúu auruar y vtruar  tra  ara uy


ua tr í. E r, a bra uuar aríaa tá

ar a úu qué t, t  rqu a uraó


raa r ua éua vua taa tr

 a tra ó  u ayr. N b t at, a  bra 


í  r y  ara.

  a z aa     t a   ó  y     u   ó     r a z ó 


E  aa u         t r a  a    a  braa 

   t r a    éb      t    rqu    t      a bra 


uar   ua tr í ara rar u u-

 t r á  t     ;  ab,  r   t a      a rg a  é tr  a 


at ( ura) rab qu rt ua ráa

r ít a  autát a   r a   t a   a ó 


uó. Pr tat,  u ut  vta ua  

uó   ta  aó r t  razó,


 uv  aa   íqu trauar a  arg 

 r  a    a í u    t  a   t a   r qu  t r  a   at   
j gtua  a bra uuar aríaa ,  

r ít  aría.
qu    t a   a ó v aja  á t    ua

éua uuar aríaa a a gut, a travé   

tr aa  . Pr t at,  ú u  aría  u snt

ANATOMÍA DEL MÚSCULO CARDÍACO

 ua éua uuar aríaa   qu a éua

La f g u r a 9-2 u tra a t g ía  ú u  aría, tá ta trtaa tr í qu ua ua éua 

qu rta a  bra  uuar  aría a  uta   ta  ta  aó  raga ráat a ta .

u r t í  u   ,    qu  a   bra   v ,  v u  v   E razó r at tá r a  r  t : 

a   b   a r y  ara  u  v  . C ab  br v ar qu  snt auruar, qu ra a ar  a  auríua ,

© 2021. Elsevier España , S.L .U. Reser vados todos los derechos 113
UNIDAD III El corazón

Figura 9-3. A. Las ibras s u b e n d o c á rd  c a s nter nas de ventrícuo

zquerdo (malva) dscurren en sentdo obcuo haca as ibras subep-

cárdcas externas (rojo). B. Las ibras de múscuo subepcárdco están

envuetas en una héce haca a zquerda, y as subendocárdcas se

dsponen según una héce haca a derecha.

Figura 9-1. Estructura de corazón y trayecto de lujo sanguíneo a

través de as cavdades cardíacas y de as vávuas cardíacas. E cora -

zón está formado por varas capas, que ncuyen e endocardo, en e

nteror, e mocardo y, más haca fuera, e epcardo y e percardo.

Figura 9-4. Potencaes de accón rítmcos (en mvo tos) de una

ibra de Purknje y de una ibra muscuar ventrcuar, regstrados por

mcroeectrodos.

Eta vó  úu  razó   t u-

a rt qu a auríua  traga u quñ

tr va at  a traó vtruar,  qu  r-

tat ara a aa  bb  razó.

POTENCIALES DE ACCIÓN

Figura 9-2. Naturaeza nterconectada, sncta de as ibras de mús-

EN EL MÚSCULO CARDÍACO
cuo cardíaco.

E ptena de aón qu  rgtra  ua bra uuar

y  sn   t   v e n t r   u ar, qu  r  a a   a r       vtruar, qu  utra  a ig ura9-4,   r

vtríu . L a auríua tá araa   vtríu  araat 105V,  qu ga qu  ta

 r t j      b r   qu r   a a  ab  r tu r a   a  v áv ua  trauar auta  u var uy gatv tr 

aur uvtr uar  (AV ) tr a  aur íua  y  vtr í- at ,  araat –85 V, ata u var gra -

u . Nrat   ta   u  t tv,  araat +20 V, urat aa

 t auruar aa  t vtruar rtat at. Dué  a espga a a braa ra

a travé  t tj br. Pr  trar,    - arzaa urat araat 0,2, tra ua

u  r    u ta  uó   a- me seta , gua a a  a ta  ua r  ar  z a-

z a a ha z AV, qu  u  a  íu  bra    óúbta. La ra  ta ta  ta  aó

uó  var ítr  átr qu  aaza a qu a traó vtruar ur ata 15 v á

  aítu10.   úu aría qu   úu quét.

114
Capítulo 9 Músculo cardíaco: el corazón como bomba y la función de las válvulas cardíacas

¿Qué p ro d u c e el potencial de acción p ro l o n g a d o y la

meseta en el músculo cardíaco? A   ra

rtat tr a ra  a braa  ú-

D A D I N U
u  aría y   qué t   r  ab    t a

 aó rga y  a ta  úu aría.

Prr,  ptena de aón de músu e squeét tá

ru a r t r a artura úbta  gra-

 úr  anae s rápds de sd qu rt qu

gra ata    tr  a bra uuar

I I I
quéta   íqu trauar. A t aa  

a anaes rápds rqu ra abrt 

agua  éa   gu y ué  rra úbta-

t. A a  t rr  ru a rarzaó y 

ta  aó a tra  tra éa  gu

araat.

E  ú u  aría,   t a  a ó  t á r-

u   r a a r tura    t     aa  : 1)    -

  an a e s ráp  d  s de s  d  atvads pr e v   t aj e qu 

  ú u   qué t  , y 2) tra  ba  ó tt a t

   t  t a   ana e s de  a    de t p  L ( a n a  e s ents de

 a), qu t abé  a  anae s de  a-s d .

E ta gua  baó  aa     r   aa

r á        qu  abr    ay  r   t tu y,

 qu  u  á     r t a t ,   r  a     ab   r t 

 u r a t v ar a  é a    g u. D u r a t   t t    

uy ua g ra  ata    t at  a      a

travé    t  aa  aa  tr r  a bra u uar

 aría a , y  t a atv a at u  r í  rga Figura 9-5. Fases de potenca de accón de a céua muscuar de

 +

ventrícuo cardíaco y correntes óncas asocadas para e sodo ( Na ),


   ar  z a ó, d and ug ar a a me set a   t a

 2+  +

e caco ( Ca ) y e potaso ( K ).
 aó. Aá  ,   a qu tra urat ta

a  ta atv a   r     t r á  t     ú   u   ,

tra  qu      a  qu r u a tra ó Fase 0 (desplarzacón): ls canales rápds de sd

  ú   u     q u  é t    r       r t í  u    a r   á  - se abren. Cua a éua aríaa  tuaa y  -

 trauar. arza ,  ta  braa  a á tv. L

La gua ra ua rtat tr  ú - aa   atva r  vtaj (aa rá 

u  aría y  úu quét qu ay ua a  ar )  abr y rt qu   ru ráat

t a t     t    a   a   ó   r    g a      u ta aa  trr  a éua y a ar. E ta 

 qu  atat ué     ta  braa aaza +20 V araat at  qu

aó, a  r  aba  a braa  úu  ar-  aa    rr.

ía a   ta dsmnuye araat  Fase 1 (replarzacón ncal): ls canales rápds de

v  , u  t qu  aar    úu quét. s d se cerran. L aa     rra, a éua

E t a u ó  a  r  aba a  t a   u  za a rarzar y   ta a  a éua a

b r a   uj  traa   a a travé   travé   aa  ta.

 aa   a qu   a  ab a    ñ a  a r. I          t - Fa s e 2 (me s et a): l s c ana le s de c a lc  se abren y l s

  t  a  au  a , a      u   ó   a   r   ab     a  a canales rápds de ptas se cerran. T ugar ua brv

 ta  r u u  uj  aa    ta   r  ar  z a ó  a y   t a  a ó a az a ua

 arga  tv a urat a    t a   ta  aó y, ta  ua : 1) ua ayr raba a

 r tat,   rg r rá  vtaj   ta   a, y 2) a uó  a raba a 

 a   ó  a u   v   r     . Cu a      aa   t   ta. L aa  a atva r  vtaj 

  a -      r ra  ué   0,2 a 0,3  y  t- abr tat urat a a 1 y 0, y  a tra 

r r u   uj  traa    a y  , tabé a éua . Dué ,  aa  ta  rra, y a -

aut a ráat a  r  aba  a braa a baó  ua ruó  a aa   ta y u

   ta . E ta r á   a  é r   a   ta   a aut  a traa   a va a qu  ta

bra  atat  v uv   ta  braa a  aó aa ua ta .

u v  r , a z a  ta ara   ta Fa se 3 (rep l ar z acón r ápd a): l s c anale s de c alc 

 aó. se cerr an y l s c anale s lent s de p t a s se abren. E

   r r   aa  ó      a y  au   t   a

Fases del potencial de acción del músculo cardíaco. La   r   ab     a  a    ta , qu  r t qu 

igura9-5 ru a a  ta  aó   ú-   ta  aga ráat  a éua ,    a a

u aría y  uj   qu t ugar urat aa ta y  v uv   ta  braa  a éua a

a. u v  r .

115
UNIDAD III El corazón

a bra  úu  traga. Et a 

aazó ara  úu quét   aítu7. Ua vz

á ay ra  t a   úu aría

qu t t rtat br a aratríta  u

traó.

A gua qu   úu quét, ua u t-

a  aó aa br a braa  úu aría

 ta  aó  raga aa  trr  a bra

uuar aríaa a  arg  a braa   túbus

transver ss ( T). L  ta  aó   túbu T,

a u vz , atúa br a  braa    túbus sar-

pásms ng tudnaes ara rur a braó  

a aa  araa uuar   rtíu ar-

á. E agua éa  gu á t 


Figura 9-6. Fuerza de a contraccón de múscuo cardíaco ventrcuar;

a u aa a bra y ataza a ra-


se muestra tambén a duracón de período refractaro y de período

refractaro reatvo, más e efecto de una extrasístoe. Obsérvese que  quía qu avr  zat   at

as extrasístoes no producen sumacón de ondas, como ocurre en e


 ata y  a tr í,  qu a ugar a a tra-

múscuo esqueétco.
ó uuar.

Hata ara t a  aat taó-

Fase 4 (ptencal de membrana en reps). Su var


  t r a   ó     qu    ú   u     q u   é t   ,

r  araat  −80 a −90V.


au  q u   ay u g u    t qu  b a  t a t    r t .

Aá    a qu  bra aa  ara -

Ve l o c i d a d de la conducción de las señales en el mús -


a  a  tra   rtíu ará , tabé

culo c a rd í a c o . La v  a  a u ó  a  ña


v a   a aa   a r   a   a   tú b u    T

 ta  aó tar a  arg  a bras mus-


  t   ta  aó, qu abr  aa

uares auruares y ventruares   u 0,3 a 0,5/ , 


 a t  vtaj a a braa  túbu T

araat 1/250  a va  a bra r va


(ig . 9-7 ). E a qu  t r a  a é  u  a atv a ué

gra y  tr a 1/10  a va  a bra u-


  an a e s de b e ra   ó n de  a    , tabé a

uar quéta. La va  uó   ta


anae s de reeptr de r  andna ,  a braa  rtí-

  a z a     u   ó     r a z ó  ,  a   b ra s de


u ará , ara atv ar a b ra ó   a  

Purknje ,   ata 4/  a ayría  a art  -


 ara a . L  a   ara a tra-

ta ,  qu rt ua uó razabt ráa


a ué  a tr a ara ar a raó y

 a ña tara aa a rt art  razó,


traó  ut travra at   a-

  a   aítu10.


 bá qu  a rt ara  úu quét

  aítu6.

Período re f r a c t a r i o del músculo c a rd í a c o . E ú   u  


S   a r  t   túbu T a  urz a  a

aría, a gua qu t  tj tab ,  rra-


 t r a   ó    ú   u    a r í a   r  u   r í a  ara

tar a a rtuaó urat  ta  aó. Pr


rab  rqu  rtíu ará   úu

t at,   r í  r rat ar   razó   tr v a 


aría tá r arra qu   úu quét

t ,   u tra  a ar t  zqura  a ig u-


y  aaa ut a ara grar ua traó

ra 9-6, urat  ua u u aría ra  u-


ta . N btat,  túbu T  úu aría

 r  t ar ua za ya  t aa  ú u  aría. E


t u á tr   v   ayr qu   túbu  

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ACOPLAMIENTO

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EXCITACIÓN-CONTRACCIÓN: FUNCIÓN

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DE LOS IONES CALCIO Y DE LOS TÚBULOS

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TRANSVERSOS

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116
Capítulo 9 Músculo cardíaco: el corazón como bomba y la función de las válvulas cardíacas

D A D I N U
I I I
Figura 9-7. Mecansmos de acopamento exctacón-contraccón y reajacón en e múscuo cardíaco. ATP, trfosfato de adenosna; R yR, cana

2+ 2+

de receptor de ranodna (cana de beracón de Ca ); SERCA2, Ca -ATPasa de retícuo sarcopásmco/endopásmco.

gra a  a traó   a   íqu ta  aó y gu trayé ata agu -

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   t r a   ó    a    í qu    t r a  u  a r   rqu  araat 0,2    úu auruar y 0,3   

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CICLO CARDÍACO

quéta .

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  á     /       á     [ SE RC A 2 ] ; v. ig . 9-7 ). L  ta ó a  ta  uó  a

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Duración de la contracción. E úu aría za vz rra a ra ut  ta ara vr

a trar agu gu ué  a gaa  a agr a travé  ta vauar  ur.

117
UNIDAD III El corazón

Figura 9-8. Acontecmentos de cco

cardíaco para a funcón de ventrícuo

zquerdo, que muestran os cambos

de a presón aurcuar zquerda, de

a presón ventrcuar zquerda, de a

presón aórtca, de voumen ventrcu-

ar, de eectrocardograma y de fono-

cardograma. AV, aurcuoventrcuar.

Diástole y sístole Relación del electrocardiograma

con el ciclo cardíaco


La duraón de  ardí a tta, ua  a ít y a

át,   var vr  a rua aríaa. Pr j- E    t r  a r   g r a  a  a ig u r a 9-8 u   t r a a  nd a s

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 z q u   r  y  a au r í  u  a  z q u   r a , r     t  v a   t . La ró auruar atat ué  a a P -

uarta ur va r r  t a  ab  vu v- trargráa .

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 r  ar  z a ó    vtr íu  , ua a   bra  

El aumento de la frecuencia cardíaca reduce la duración ú   u   v  t r   u  a r      z a  a r aj a r   . P r t a t , a

del ciclo cardíaco. Cua auta a rua aríaa , a T  ru u  at  a  a traó

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Función de las aurículas como bombas

taj ta  va   a át. Para ua r ua

de cebado para los ventrículos


 a r í a  a ra  7 2   at     /    , a ít   r    

araat 0,4   aría t. Para ua La ag r r at  uy  r a tua    a 

 r  u     a  a r í a  a tr    r a, a  í  t   u  gra vta aa a auríua ; araat  80%

a r    a  a   t  0,65        a r í a      t  . E  t  a agr uy rtat a travé  a auríua aa

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   r  a    r aj a    t      u     t ara  r tr Dué , a traó auruar abtuat ru u

u a     t  a   áara   a r í a  a  a t   a a  u 20% aa   vtríu . Pr tat, a

gut traó. auríua atúa  bba  ba qu auta a

118
Capítulo 9 Músculo cardíaco: el corazón como bomba y la función de las válvulas cardíacas

aa  bb vtruar ata u 20%. S barg,  vtríu  a   agr  a rra art

 razó u gur ua  a ayr art  a  a át y ta á vu (rarga, qu  aa-

 u  ta aa  u 20% aa rqu zará á aat)  á a  a traó auruar

D A D I N U
rat t a aaa  bbar tr  300 y  trr ara atr u gat aría aua.

400% á  agr  a qu ta  ur  r. Pr

Desbordamiento de los ventrículos


tat, ua a auríua ja  uar   rbab

durante la sístole
qu  br v ta ra av qu a ra aga u

urz;  t a  ara aa aar íta Período de contracción isovolumétrica (isométrica).

 ua aríaa, at a. Iatat ué  z  a traó v-

I I I
truar  ru u aut úbt  ró vtruar,

  utra  a ig ura9-8,  qu a qu  rr

Cambios de presión en las aurículas: ondas a, c y v. E a a vávua AV. Dué  ar tr 0,02 a 0,03 ara

ur v a  ró aur uar  a ig ur a 9-8  utra tr


qu  vtríu auu ua ró ut ara abrr a

quña va  ró, aa ur vas de pre-


vávua uar (aórta y uar) tra a r

són auruar a,  y v.

 a arta y  a artra uar. Pr tat, urat t

La nda a tá rua r a traó auruar. Hab-

rí  ru traó   vtríu , r 

tuat a ró auruar dereha auta  4 a 6Hg

 ru vaa. E  aa rí  ntraón s-

urat a traó auruar y a ró auruar zquerda

vumétra  smétra ,  qu qur r qu  ru

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aut  a tó   úu aría, r  u


La nda   ru ua  vtríu za a

artat a  u  a bra uuar .


trar; tá r ua  ar t  r u gr uj rtró-

gra  agr aa a auríua a z  a traó

vtruar, r rat r a rtruó  a vávua Período de eyección. Cua a ró vtruar zqur-

AV rtrógraat aa a auríua b a aut  a auta grat r a  80Hg (y a ró

ró   vtríu .


vtruar ra grat r a  8Hg), a

La nda v  ru aa  a  a traó v-


r vtruar abr a vávua uar . I-

truar;  b a uj t  agr aa a auríua 

atat za a ytar agr   vtríu

a  va  tra  a  v áv ua  AV  t á r raa  urat a

a a ar t a y a ar tr a uar. Araat  60%

 t r a   ó  v  t r   u  a r. D ué , ua ya a a z a

 a agr   vtríu a a  a át  u-

a traó vtruar, a vávua AV  abr, y rt

aa urat a ít;  tr  a 70%   t a  r ó 

qu ta agr auruar aaaa uya ráat aa

ua urat  rr tr  rí  yó y


 vtríu ,  qu a qu a a v aarza .

 30% rtat  vaa  ru urat   tr

gut. Pr tat,  rr tr  a períd de

eyeón rápda y   tr a períd de eyeón enta.

FUNCIÓN DE LOS VENTRÍCULOS

COMO BOMBAS

Período de relajación isovolumétrica (isométrica). A a

Los ventrículos se llenan de s a n g re durante la diás-  a ít za úbtat a rajaó vtruar,

tole. D u r a t a  í  t   v  t r   u  a r  a  u u  a  g ra  qu rt qu a presnes ntraventruares ra 

 a t   a      a  g r  a  au r í  u  a    r  a   z qu   r a  zqura uy a ráat. L a r  v aa 

rqu a vávua AV tá rraa . Pr tat, ta rt  a  g ra ar tr a  ta  qu  a aba  ar

 a aza a ít y a r vtruar -  a agr qu r   vtríu qu  a -

uy  uv a u var ató baj ,  aut traí uja atat a agr  uv aa 

ra  ró qu  a gra  a auríuaura- vtríu ,  qu rra úbtat a vávua aórta y

t a  í  t   v  t r   u  a r       at a   t ab r a  v áv ua  uar. D urat tr 0,03 a 0,06   úu  aría

AV y rt qu a agr uya ráat aa  v- gu rajá, au ua   a  vu v-

tríu ,   utra  a vaó  a ur va de gas- truar, a ugar a rí  reajaón svumétra

t ventruar zqur  a ig ura 9-8. E  a   smétr  a . D urat  t  r í  a  r   trav -

períd de enad rápd de s ventríus . t r   u  a r       u y   r á   a   t y r g r  a  a u b aj  

E u  razó a,   r í   a rá ura v ar  a tó  . D  ué   abr a  v áv ua  AV ara

araat  r r tr   a á t. D urat zar u uv   bb vtruar.

 tr     a á t r at    uy ua

quña ata  agr aa  vtríu . Eta  a Volumen telediastólico, volumen telesistólico y volumen

agr qu túa ra aa a auríua  a sistólico. Durat a át,  a ra   vtrí-

va y qu aa a travé  a auríua rtat aa u auta  vu  aa u   vtríu ata

 v  t r í  u    . D u r a t  út t r    a   á  t   a  araat 110 a 120 . Et vu  a

auríua  tra y arta u u aa a uj vumen teedastó . Dué , a a qu  vtríu

 traa  agr aa  vtríu . Et a  v a ía urat a ít,  vu uy ar -

 rab  araat  20%  a   aat 70 ,  qu  a vumen sstó . E

vtríu urat aa  aría. vu rtat qu qua  aa u   vtríu ,

L vtríu  v uv ríg  a  a  a aua araat 40 a 50,  a vumen teesstó-

 a ra qu rva br aríaa,  a . La raó  vu tató qu  ruaa

rtó artra  a abt tu. C ua,  a raón de eyeón, qu abtuat  gua

119
UNIDAD III El corazón

urat a traó vtruar. S  ru a rtura 

ua ura ta    ru ará  u  

úu aar b a u baj uj aguí r art

 ar, a vávua rtruy u aa a auríua

urat a traó vtruar, a v tat qu  ru

ua uga grav y a ugar a ua ua aríaa grav 

u rta.

Válvulas aórtica y de la arteria pulmonar. L a v áv ua 

 uar  aór t a y uar  ua  ua ara

batat tta  a vávua AV. Prr, a vaa r-

  a artra a a  a ít a qu a vávua

uar  r r úbt at, a ra  r r

u á uav  a vávua AV. Sgu, b a u

r á quñ, a va  a yó  a agr

a travé  a vávua aórta y uar  u ayr

qu a travé  a vávua AV, qu  u ayr. A-

á, b a rr rá y a a yó ráa,  br 

a vávua aórta y uar tá t a ua abraó

Figura 9-9. Vávuas mtra y aórtca (vávuas de ventrícuo zquerdo). áa u ayr qu a vávua AV. Fat a

vávua AV t  rt  a ura ta,  qu

 urr   a  a vávua uar. A artr  a


a 0,6 (  60%) araat. A u,  rtaj

aatía  a vávua aórta y uar (qu  utra


 raó  yó  utza íat ara varar a

ara a vávua aórta  a art rr  a igura9-9) 


aaa tóa ( bb) aríaa .

vt qu b tar tuaa br ua ba  u tj


Cua  razó  tra  urza  vu t-

br at urt, r uy b ara rtar


tó u ur ata u var ta baj  10 a 20.

a t  ía aa.


Pr  trar, ua uy gra ata  agr

aa  vtríu urat a át,  vú ta-

tó vtruar u gar a r ta gra  150

CURVA DE PRESIÓN AÓRTICA

a 180   razó a. Mat  aut  vu

tató y a ruó  vu ttó  u Cua  vtr íu  zqur  tra, a r ó v-

autar  vu tó ata á  b   ra. tr uar aut a ráat a t a qu  abr a v áv ua

aór t a . P tr r t,  ué   qu  ay a abr t a

vávua, a ró  vtríu auta u  rá-

LAS VÁLVULAS CARDÍACAS EVITAN

at,   utra  a ig ura9-7, rqu a agr

EL FLUJO INVERSO DE LA SANGRE

a atat  vtríu aa a arta y ué

DURANTE LA SÍSTOLE

aa a artra  trbuó téa .

Válvulas auriculoventriculares. La vávuas AV (a vávu- La traa  agr  a artra urat a ít a

as trúspde y mtra)   uj rtrógra  agr qu u ar  ta y qu a ró aut ata

  vtríu aa a auríua urat a ít, y araat 120 Hg . A a  a ít, ué

a vávuas semunares ( r, a vávuas aórta y de a  qu  vtríu zqur aya ja  uar agr

artera pumnar)   uj rtrógra  a artra y  aya rra a vávua aórta, a ar áta  a

arta y uar aa  vtríu urat a át. Eta artra at ua ró vaa  a artra, u

vávua , qu  utra  a igura9-9 ara  vtríu urat a át.

zqur,  rra y abr pasvamente. E r,  rra S r u ua n sura  a ur v a  r ó aór t a

ua u grat  ró rtrógraa uja a agr ua  rra a vávua aórta; tá rua r u rt

aa atrá, y  abr ua u grat  ró atró- rí  uj rtrógra  agr atat at

graa urza a agr  ró atrógraa. Pr tv  rr  a vávua , gu r a trruó úbta 

aató, a a vávua AV a  ra gú uj uj rtrógra.

rtrógra ara rrar, tra qu a vávua uar, Dué  qu  aya rra a vávua aórta , a r-

qu  u á urt, ra u uj rtrógra ba- ó   trr  a arta uy tat urat

tat rá urat agu gu. t a a ít  rqu a ag r qu tá aaaa  a 

artra áta ta uy tuat a travé 

Función de los músculos papilares. La igura9-9 tabé  va rér  u v aa a va . At  qu

utra  úu aar qu  u a  v  a  traga  u v  vtríu, a ró aórta ab-

vávua AV at a uerda s tendnsa s . L úu tuat a u ata araat 80Hg

aar   tra ua  tra a  ar   v - (ró atóa), qu   tr  a ró áa

truar , r, a trar   qu  ría rar, n  120 Hg (ró tóa) qu  ru  a arta

trbuy a rr  a  v áv ua  . Pr  trar, tra urat a traó vtruar.

  v  a vávua aa tr, aa  vtríu, L a ur va  ró  ventríu dereh y  a arte-

ara   r qu rtr uy a a a aa a  aur íua  ra pumnar  ar a a  a arta , t qu a

120
Capítulo 9 Músculo cardíaco: el corazón como bomba y la función de las válvulas cardíacas

r t ua agtu   araat 1/6,

  aaza   aítu14.

D A D I N U
Relación de los tonos cardíacos con el bombeo

cardíaco

Cua  auuta  razó  u tt   y a

artura  a vávua rqu t  u r ratvat

t qu  u ar ru. S barg, ua a vávua 

I I I
rra,  v  a vávua y  íqu ruat vbra

baj a ua   ab úbt  ró, gra

u  qu vaja  ta a r a travé  tóra.

Cua  tra  vtríu rr  y u ru

qu tá ru r  rr  a vávua AV. E t  a

vbraó  baj y ratvat rga, y    

prmer tn ardía (S1). Cua  rra a vávua aórta y

uar a a  a ít  y u g  y rá rqu

Figura 9-10. Reacón e n t re e voumen ventrcuar  z q u  e rd o y a


ta vávua  rra ráat, y  íqu ruat

presón ntraventrcuar durante a dástoe y a sístoe. Las líneas rojas


vbra urat u rí rt. Et   a segun-

muestran e «dagrama de voumen-presón», que presenta os cambos

d tn ardía (S2). La aua ra   t aría

de voumen y de a presón ntraventrcuares durante e cco cardíaco

 aaza  á ta   aítu23,  raó  a

norma. EP, energía potenca; TE, trabajo externo neto.

auutaó   t   tt.

Trabajo cardíaco

La ur va  ró tóa  tra rgtra a

E trabaj sstó aría  a ata  rgía qu  razó ró tóa qu  aaza urat a traó v-

vrt  trabaj urat aa at aría tra bba


truar a aa vu  a.

agr aa a artra. E trabaj  razó  utza  


Hata qu  vu  vtríu qu   tá tra-

ara. Prr, a ayr rró  utza,  u, ara

y  auta r a  araat 150,

vr a agr  a va  baja ró aa a artra 

a ró atóa  auta u. Pr tat, ata t

ata ró. Et  a trabaj vumen-presón  trabaj

vu a agr u ur  aa aa  vtríu

extern. Sgu, ua quña rró  a rgía  utza

 a auríua . Pr a  150 a ró atóa

ara arar a agr ata u va  yó a travé 

vtruar auta ráat,  art rqu  tj


a vávua aórta y uar, qu   t  energía

br  razó ya   u tr á y  art


néta de uj sanguíne  trabaj aría.

E trabaj tr  vtríu r  rat  rqu  rar qu ra  razó  a a a

arr  a ta art  trabaj  vtríu zqur ata u ít.

b a a ra   v  a r tóa qu


D u r a t a  t r a   ó  v  t r   u  a r, a  r   ó     tó    a

bba   vtríu. E trabaj aa  aa u 


auta u a vú vtruar baj y aaz a

 vtríu ar ara grar a rgía éta  u-


u á a u vu vtruar  150 a 170 . D -

j aguí  rra a a aa  agr qu  ua

ué , a a qu gu auta  vu, a ró

utaa r  uara  a va  yó.

tó a  ga a ur  ag ua  tua   ,  

Habtuat  trabaj  vtríu zqur ar

utra r a uó  a ur va  ró tóa 

ara rar a rgía éta  uj aguí    u

a ig ura9-10. Su aí rqu a t vú va


1%  trabaj  tt a  vtr íu y,  r t at,  g ra 

 at  ata y  a  a bra uuar


  áu  trabaj  tó tt a. S barg,   r t a 

aríaa tá ta ara qu a urza  a traó


tua ara ,   a t aórta ,  a qu

a ag r uy  ua g ra v  a a travé   a v áv ua  aa ua  a bra aríaa  raza  

taa , u r ar á  50%  trabaj tta  óta .

ara grar a rgía éta  uj aguí.


Obér v  at  a gura qu a ró  -

tóa áa  vtríu zquerd ra tá tr 250 y

300Hg, auqu t varía u  a urza  razó

 aa  ra y   g ra  a tuaó  ra-

ANÁLISIS GRÁFICO DEL BOMBEO

zór  rv aría. Para  vtríu dereh ra

VENTRICULAR

a ró tóa áa tá tr 60 y 80Hg .

La ig ura 9-10 utra u agraa qu    at

út ara ar  a  bb  vtríu Diagrama de volumen-presión durante el ciclo cardíaco:

zquerd . L t á rtat  agraa trabajo cardíaco. La ía rja  a ig ura9-10 ra

 a  ur va aa «ró atóa» y «r- u bu a dag rama de vumen-presón  

ó tóa». Eta ur va  ur va  vu-ró. aría ara a uó ra  vtríu zquerd. E

La ur v a  ró a tó a  tr a a  a ig ura 9-11  utra ua vró á taaa  t

razó  vú  agr rgrvat ayr bu. Etá v  uatr a .

y  a r ó a tó a  at at at   Fa s e I: p erí d de llenad . La a I   ag raa 

qu  ruza a traó vtruar, qu  a presón v   u    -  r   ó       z a a u vu v  t r   u  a r 

teedastóa  vtríu. araat 50  y ua r ó a tó a róa

121
UNIDAD III El corazón

Figura 9-11. Dagrama de voumen-presón que

muestra os cambos en e voumen y a p re s  ó n

ntraventrcuares durante un únco cco cardíaco

(línea roja). La zona sombreada representa e traba-

jo externo neto (TE) de ventrícuo zquerdo durante

e cco cardíaco.

a 2 a 3 Hg . La  ata  ag r qu qu a   E ár a qu r ra t ag raa  vu- ró

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120,  a vumen tee d a stó, u aut aría.

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ig ur a 9-11 ,  a qu  vu au   t a a ta 120   a  á agr urat a át,   va u

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a 7Hg . abtuat  t á a a zqura rqu  v-

Fase II: períd de cntraccón svlumétrca . Dura- tríu  tra ata u r vu, at  

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ata guaar a a ró qu ay  a arta, ata u var Conceptos de precarga y poscarga. Cua   v aúa

 ró  araat 80 Hg ,   ñaa a ra trát  úu  rtat -

at  ut C (v. ig .9-11). ar  g ra  tó  úu ua z a a

Fa s e III: p er í d de e ye cc ón. D urat a  y  ó a trar, qu  a prearga , y   ar a ar-

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Fase IV: períd de relajacón svlumétrca . A a aIII  agraa  vu-ró. (A v  ra

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« I V» ( v. f g . 9-10 ) r    j a ta      u   ó   a  r   ó  qu  u ta ua ara  razó 

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araat  2 a 3Hg . t a u tuaó ra  u gra rtat.

122
Capítulo 9 Músculo cardíaco: el corazón como bomba y la función de las válvulas cardíacas

aa  razó, y 2) tr  a rua aríaa y 

Energía química necesaria para la contracción


bb aría r  ta r v autó.

cardíaca: utilización de oxígeno por el corazón

D A D I N U
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REGULACIÓN INTRÍNSECA DEL BOMBEO

za rgía quía ara razar  trabaj  a traó.

CARDÍACO: EL MECANISMO
Araat  70-90%  ta rgía r ra-

DE FRANK-STARLING
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E  aítu20  vrá qu  a ayría  a tua

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u  íg r  ar  ua a t

I I I
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v      a     uj aguí  aa   r a z ó   a 


u trabaj. La rt ra quía qu bra ta

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L tu  rta a tra qu  - tj  rér  ur   tra u r uj a-

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rra a a tensón qu  ru   úu aría-

 urat a traó utaa r a duraón de temp t  úu aría urat  a, ayr  a

urat a ua rt a traó, aa índe de


urza  traó y ayr  a ata  agr qu

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ega predente de as venas .

C a tó  ata (y, r tat, a ró   v-

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¿Cuál es la explicación del mecanismo de F r a n k - S t a r-

a  ua á íg. S a ró tóa tá vaa

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úu  traga  á urza rqu  at 

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Pr tat,  vtríu, b a aut  a uó 

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bba , bba autátat a agr aa aa

 úu aría urat a traó  rra a

a artra . Eta aaa  úu t, ata ua

a ró utaa r  ra  vtríu. Et  a

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at rtat  a  ua aríaa 

aría,  aratríta  t  úu tra, 

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 a   aítu6, y   t ua aratrí-


ata  rgía quía ara ara ua ata aa

ta  úu aría.


 trabaj aría  ayr   r a u ua 

Aá    r tat  t  aut  g tu
razó ya tá a.

Eficiencia de la contracción cardíaca. Durat a traó  ú u  aría, ay tr  atr qu aut a a  u-

 úu aría a ayr art  a rgía quía qu ó  b ba    r a z ó  ua au   t a u vu.

 gata  vrt  ar y ua ró u r 


La    t    ó   a  a r   a au r í  u  a   r  a au   t a

trabaj. La eena ardíaa  a raó tr  trabaj y


  r  t a   t a  r  u     a  a r í a  a  u 10-20%,  qu 

a rgía quía tta uaa ara raz ar  trabaj. La

tabé trbuy a autar a ata  agr qu 

a áa  razó ra tá tr  20 y  25%.

b b  a aa   u t  , au  q u  u  t r  b u   ó   u   

E  ra   ua  aría a t v ar u   -

r qu a   a  Frak-Starg . Ta  

ur ata  5%.

   aítu18,  trat  a auríua atva

tabé r   t r     t  r a    t y u r   j  r v ,

aa re ej de B a  n b r  dg e , qu  trat  r 

REGULACIÓN DEL BOMBEO CARDÍACO

r v  v ag y u  rtar a  r ua  aría a 

Cua ua ra tá  r  razó  bba  u 40 a u 60%.

4 a 6  agr aa ut. Durat  jr t  ra-

Curvas de función ventricular


zó u bbar  uatr a t v ta ata. L

a bá at  qu  rgua  bb  Ua  a jr ra  rar a aaa ua

razó : 1) rguaó aríaa tría  bb    vtríu  bbar agr  at ur vas de

ruta a  ab  vu  a agr qu uy unón ventruar . La ig ura9-12 utra u t  ur va

123
UNIDAD III El corazón

Figura 9-12. Curvas de funcón ventrcuar zquerda y derecha regs-

tradas en perros, que representan e trabajo sistólico ventricular en

funcón de as presones aurcuares medas zquerda y derecha. (Datos

tomados de Sarnoff SJ: Myocardial contractility as described by ven-

tricular function curves. Physiol Rev 35:107, 1955.)

Figura 9-14. Nervos simpáticos y parasimpáticos cardíacos. (Los ner-

vos vagos que se drgen haca e corazón son nervos parasmpátcos.)

AV, aurcuoventrcuar; SA, snoaurcuar.

au r   u  a r   t r a  a , a  a t   a   ag r qu  b -

ba  aa ut ( g a st  ardí a)   r u a  u 

au   t a r á   u 100%  r a   t  u  a   ó     át   a .

Pr  trar,  ga t  u  ur a ta u v ar

ta b aj      r   a   r   r a   t  u  a   ó  v aga

(ara áta).

Figura 9-13. Curvas de gasto ventricular derecho e zquerdo norma


Mecanismos de excitación del corazón por los nervios

aproxmadas para e corazón humano norma en reposo, extrapoadas

simpáticos. La tuaó áta ta u au-

a partr de datos que se han obtendo en p e r ro s y datos de s e re s

tar a rua aríaa  r ua aut jóv

humanos.

 a rua ra  70at/ ata 180 a 200

y, rara v , u 250 at/. Aá , a tua-

 uó vtruar aa ur va de trabaj sstó .


ó áta auta a urza  a traó aríaa

Obér v qu a a qu auta a ró auruar 


ata  b   ra, auta  ta ara 

aa u   a  razó,  trabaj tó  


vu  agr qu  bba y auta a ró 

a auta ata qu aaza  ít  a aaa 


yó. Aí,  rua a tuaó áta u

bb  vtríu.


autar  ga t aría á  a ta   tr v  ,

La igura9-13 utra tr t  ur va  uó v-


aá  aut  gat qu ru  a 

truar aa ur va de gast ventruar . La  urva


Frak-Starg qu ya  a ta.

 ta gura rrta a  uó   vtríu 


Pr  trar , a nhbón    r v   át 

razó ua baaa  at traa  tu


 razó u  ur a uó  bba  ra-

 aa  r ta . A  a qu auta a 


zó  u g ra  ra:            r a , a 

r    a  aur íua  r a   zqura , t abé 


bra r va áta qu ga a razó arga

a  vú vtruar r ut rtv .


tuat a ua r ua baja qu at  b-

A í, a  ur va s de  unón ventr u ar  tra ra 


b a r   a  a   t u 30%  r a   qu   ab r í a

  r  a r    a  Fr a  k-St a r    g    r a z ó  . E
  tua ó át a . Pr t at, ua a atv a

 r, a  a qu  vtríu  a  ruta a


 ta r v  át uy  r baj  

ua r auruar á ata ,  ru aut 


ra, tat  a r ua aríaa  a urza  a

vu    vtríu y  a urza  a traó


traó  úu vtruar  r u,   qu

 ú u  aría,  qu a qu  razó b b  


     u y     v   b b    a r í a  a ta u 30%  r

ayr ata  agr aa a artra .


baj   ra.

Control del corazón por los nervios

La estimulación parasimpática (vagal) reduce la frecuen-

simpáticos y parasimpáticos
cia cardíaca y la fuerza de la contracción. La tuaó

La aa  a  uó  b ba    r a z ó  tabé ta  a bra r va araáta   r v

tá traa  r  r v  smp áts y p ara smp áts v ag  qu ga a  r a z ó  u   t r r u   r   at   

(vags), qu r v a  ra abuat  razó,   aría urat ag u    g u  ,  r  ué   ra -

 utra  a ig ura9-14 . Para v a  ró zó abtuat «aa» y at a ua r ua  20 a

124
Capítulo 9 Músculo cardíaco: el corazón como bomba y la función de las válvulas cardíacas

a atvaó  r trát  úu. Pr tat, 

b rrr qu a traó  aa u  t

       íqu  trauar  tga  t    -

D A D I N U
taa br a uó  bba  razó.

Efecto de los iones potasio. E      ta   a 

qu  razó  té at a y á , y t abé r u a

rua aríaa . Gra ata  ta tabé

u  b qu ar a u ó  u   aría   -

I I I
 a  au r í  u  a  aa  v  t r í  u    a t r av é    az AV.

La  v aó  a traó   t a  a t a   8 a

12 Eq/ ( a tr v   v ar ra) u  r ur

ua rua ba  razó, ua atraó  rt

 u a ur t.

Et t  b arat a   qu ua

traó vaa  ta   íqu trauar

ru  ta  braa  r  a bra 

úu aría,   a   aítu 5. E r,

a ata traó  ta   íqu trauar -

 arz a arat a braa uar,  qu rv a

Figura 9-15. Efecto de dferentes grados de estmuacón smpátca

qu  ta  braa a  gatv. Cua


o parasmpátca sobre a curva de gasto cardíaco.

uy  ta  braa tabé  a a t-

a  ta  aó,  qu a qu a traó

40 at/ tra tú a tuaó araá-


 razó a rgrvat á éb.

ta . Aá , a tuaó vaga ta u rur a

urza  a traó  úu aría  u 20-30%.


Efecto de los iones calcio. U    a r-

L a bra  v aga  tr buy r at  r a 


u  t a  atat trar a    

auríua y  u   vtríu,   qu  ru


 t a , a  qu  razó r g r   a a ua  -

a  t r a   ó     t    a    r a z ó  . E ta tr buó


traó á ta . Et  t tá r u  r   t

a r qué  t  a tuaó vaga t ugar


rt    a     r trát

rat br a ruó  a rua aríaa ,


aría,   ó at  t  aítu.

 ugar  r u r u a  ur z a  a tra ó 


Pr  trar,  ét   a ru b-

razó. S barg, a gra uó  a rua


a aríaa , ar a  t  a  vaó  a -

aríaa , baa  ua gra ruó  a urza 


traó  ta. Artuaat a tra 

a traó aríaa , u rur  bb vtruar


 a  a agr rat tá rguaa  u

 u 50%  á .
tr v a uy tr . Pr tat,   t  aría 

a  tra ara  a rara  v  t

Efecto de la estimulación simpática y parasimpática sobre


ga í.

la curva de función cardíaca. La ig ura9-15 utra ua-

tr ur va  uó aríaa . Eta ur va  ar a

EFECTO DE LA TEMPERATURA
a  ur v a    uó v  t r   u  a r  a f g ura 9-13 . S

SOBRE LA FUNCIÓN CARDÍACA


barg, rrta a uó  t  razó y  a

 u ú vtríu. Mutra a raó tr a ró


E aut  a tratura rra,  urr urat

auruar ra  a traa  razó y  gat aría


a br, ru u gra aut  a rua aríaa ,

rt  vtríu zqur aa a arta .


a v  a ta  b  v ar r a. E   a

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EFECTO DE LOS IONES POTASIO Y CALCIO

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SOBRE LA FUNCIÓN CARDÍACA

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125
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Mayouran J, Cehosk DK, Gonzaez DM, et a: Physoogc, pathoo-

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torson: research observatons and cnca appcatons. Crc Car-


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dovasc Imagng 8:74, 2015.

(80 a 140 Hg)  g a  t  a r í a  tá   t r    a    a 

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reatonshp: nsghts from mathematca modeng. Adv Physo

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126
C A P Í T U L O 1 4

D A D I N U
Vsón genera de a crcuacón:

V I
presón,lujo y resstenca

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CARACTERÍSTICAS FÍSICAS

DE LA CIRCULACIÓN

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ruaón mayr  ruaón peréra .

Componentes funcionales de la c i rc u l a c i ó n . A t  

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Figura 14-1. Dstrbucón de a sangre (en porcentaje de a sangre

 aa tj  ruta a u a . tota) en os dstntos componentes de sstema crcuatoro.

© 2021. Elsevier España , S.L .U. Reser vados todos los derechos 171
UNIDAD IV La circulación

Figura 14-2. Presones sanguíneas normaes (en mmHg) en as dstntas porcones de aparato crcuatoro cuando una persona está en decúbto.

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Volúmenes de sangre en los distintos componentes de la


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t  7%  a agr, y  va uar,  9%. a  33/  a arta r  ua va  

Ruta rrt  baj vu  agr qu ay  1/1.000   aar,  r, araat 0,3/.

 aar , auqu  aí   ru a uó á N btat,   aar t ua gtu  

rtat  a ruaó, a uó  a utaa qu 0,3 a 1 , a  a  g r   qu   a aí  u r a t 1-3  , u

tra y a tr a agr y  tj ,   ta  rrt, rqu ta a uó   utrt

  aítu16. y trót qu t ugar a travé  a ar aar b

razar  t t ta rt.

Superficies transversales y velocidades del flujo sanguí-

neo. S t  vass sstéms  aa t  ura u


P re s i o n e s en las distintas p o rc i o n e s de la c i rc u l a -

a a  tr, a ur travra tta araa ara


ción. C   r a z ó  b b  a a  a  g r  t  u a   t

u r ua  ría a gut:


aa a arta , a ró a  t va  ata ,  ua

a  tr a  100 Hg . Aá ,   bb

Vaso Superficie transversal (cm )


aría  uát, a ró artra atra tr ua pre-

Aorta 2,5
són s stóa  a  120 Hg y ua pre són d a stóa

Pequeñas arterias 20
a  80Hg    r,   v 

a art zqura  a ig ura14-2


Arteriolas 40

A  a qu  uj aguí  atrav a a ru aón

Capilares 2.500

sstéma , a ró a va ay rgrvat a-

Vénulas 250

ta gar a a 0 Hg   t   qu aaza a

Pequeñas venas 80
traó  a  va  av a u rr  rr,  

Venas cavas 8 vaía  a auríua ra  razó.

172
Capítulo 14 Visión general de la circulación: presión, flujo y resistencia

La ró  u    aar té a

 35 Hg  r a    t r    a r t  r    a r  a ta

t a   10 Hg r a    tr  v    ,  r a

D A D I N U
ró  a «  ua»  a ayría     v a -

 u  a r    17 Hg , a  r    a  a    t  , ua  r   ó 

utt baja qu rt  quña uga  aa


Figura 14-3. Interreacón entre presón, resstenca y lujo sanguíneo.

a t r av é    prs     u t   a   a r     a   a r  , P , presón en e orgen de vaso; P , presón en e otro extremo de vaso.
1 2

auqu  utrt u dundr át a travé 

  r aa a éua   tj tr . E

V I
agu aar ,   gr uar   rñ , a   at at a a a  ar tr a  . A í, r

ró  rabt á   v aa ,  u r  y ua   r a z ó   u   r  a    t , a  tú a

 60 Hg , y rga í  traó  u uy    u au tó  at a , r           a a        a   

u rr .    t j  . N b t at, a u   t a ay ua

E a art ra  a ig ura14-2  v a r  ra  ña r v a    a qu  aga

r   tv a     tt   t   a ru aón b b  ar a   a t   a        a r  a     uj  a  g u í-

pumnar. E a artra uar a ró  uát,  .

gua qu  a ar ta ,  r a ró  ba tat r : a 3. La reg u aón de a pre són ar ter  a es generamente

pre són sstóa ar tera pumnar aaza u r  ndep endente de ntr de uj sang uíne    a 

25Hg, y a dastóa,  8Hg,  ua ró artra de ntr de ga st ardí a. E ta ruatr

uar  a   16 Hg . La  a  a ró tá ta  u t       t  a   t r    a

aar uar aaza u r   7Hg . Au  r   ó  a r t r  a  . P r  j     ,   agú     t

aí,  uj aguí r ut a travé   u  a ró a gatvat r baj  v

  qu  a ruaó téa . La baja r r a ara  100 Hg , ua    arga 

 ta uar   a   a   r    j   r v   r v   a      gu ua

u , ya qu  ú qu  ta  a ó   r    ab   ruatr   qu  v a a r ó

a agr   aar uar a íg y tr ga  u v ata a raa. E a, a ña

  avé uar . r va: a) auta a urza  bba  razó;

b) rva a traó   gra rr vr

v ara artar á agr a razó, y ) r-

v a ua tró graz aa  a artra

PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA FUNCIÓN

 u tj ,   qu  auua á agr

CIRCULATORIA

 a gra artra ara autar a ró art-

Au  qu  a  uó   r u  at r  a  u y     j a ,  ay t r 
ra. Dué , y  rí á rga , ra 

r bá  qu uby a  t a  a   u 


ía ,  rñ tabé t u a rtat

ta .
  tr  a ró, tat a rtar ra

1. E uj sang uíne en a mayría de s tejds está n-


qu tra a ró  a rg uar  vu

trad seg ún a nee sdad tsuar. Cua  tj


 agr.

 atv ta u art ayr  utrt y,


Aí u, a ruaó at íat a -

r tat, u uj aguí ayr qu  r, 


a  aa tj  artuar. E  rt  t aítu

a ata 20  30 v  v  r, a ar


   t a r      t r  b á      t r at a    t    uj

 qu  razó rat  u autar u


aguí tuar,  gat aría y a ró artra.

gat aría  á  4-7 v  u gat aría

r a  v  r. Pr tat,   b

aut ar t  uj  ag uí   t  

INTERRELACIONES ENTRE LA PRESIÓN,

rga ua u tj  artuar aa 

EL FLUJO Y LA RESISTENCIA

aut  uj. Pr  trar, a rvauatura

  aa tj,   at a  ar tr a  , tra E uj aguí qu atrava u va aguí tá tr-

tuat a a  u trrtr,  a r  atr : 1) derena de presón  a agr

a ba  íg y  tr utrt y a tr   tr  u va, tabé a g ra-

auuaó  ó  arb y  tr ru. dente de presón   va, qu uja a agr a travé 

A u vz , t rva  ata   tra ara va, y 2)  t qu  uj aguí utra

trar  uj aguí a ata  v rqur-   v a  , qu     re s sten a va su ar. E a

 ara a atva tuar. Aá,  tr r v ig ura14-3  utra ta ra  u gt 

 a ruaó   ta r v tra y a u va ag uí  tua  uaqur ut  ta

r a  t abé ab ra   tr   uj  ruatr.

aguí tuar. P rrta a ró   rg  v a ;   tr


1

2. E ga st ardí a es a suma de tds s  ujs ae s tr, a ró  P . La rta  ua 
2

de  s tej d s . Cua   uj  ag uí  atrav  a u a ró tr  uj  agr y  t travauar

t j,  at at v uv a razó a travé    t  trr  va. E uj a travé  va  u

a  va  y   r a z ó  r       au t  át   a   t a auar  a órua gut, qu    ey de

 t aut    uj  art  ag r b b  á- Ohm :

173
UNIDAD IV La circulación

Figura 14-4. A. Fujómetro eectromagnétco en e

que se muestra a generacón de un votaje eéctrco

en un cabe a medda que atravesa un campo eec-

tromagnétco. B. Generacón de un votaje eéctrco

en os eectrodos de un vaso sanguíneo cuando e

vaso se stúa en un campo magnétco potente y a

sangre luye a través de vaso . C. Sonda moderna

de un lujómetro eectromagnétco para a mpan-

tacón crónca arededor de os vasos sanguíneos.

N y S hacen referenca a os poos norte y sur de

mán.

∆P

F =
Métodos de medición del flujo sanguíneo. S u 

trur u tv á y trá

 r, aa ujómetrs ,  u va aguí ,  b


 F   uj aguí, ∆P  a ra  ró

aar   trr  a ar  va ara r  uj


(P – P )  t r   t r      va y R  a r    -
1 2

aguí.

ta . E  t a ór ua  ar a qu  uj  ag uí  

Flujómetro electromagnético. U ujótr  trag-

r t at r ra a a ra  r ó,  r

ét, uy r   uat  utra  a

vrat rra a a rta .

ig ura14-4, u  uar ara  r  uj aguí  -

Ob  ér v   qu  a deren a  r ó tr    

rtat  abrr  va aguí. E a ig ura14-4A

tr  va, y  a ró abuta , a qu tra


 u tra a gra ó  a  ur z a  trtr  z (vt aj 

a v     a     uj  . Pr  j  ,  a r ó   a b  


é tr )  u ab qu  u v ráat atrava

 t r     u va   100 Hg ,      r,     -


u  a  ag é t. E t   r    r u ó 

ra  tr  ,  abrá uj auqu a ró a   tr a  u grar é tr . E a ig u r a14-4B 

u tra qu   r   a a a a graó 


100Hg .

ua  urz a  trtr  z  ag r qu  tá az a a


La  y  O,  a ó r u  a  r      t  ,  r  a a 

travé  u a agét. E t a,  a u va


r a       á     r t a t   t r t a  a  qu   tr

aguí  tr     u  tt á y   a 

b   r ara tr a  á a  a rua-

tr a ab a  va, ruar a a ía

ó. D b a a g ra  r t aa qu t  t a ór ua ,

  urz a ag éta  . Cu a     uj aguí  at r av    a

  tuat t abé b rá  aar  z ar   u á 

 va  gra  t r     t r    u v   t aj   é  t r  

r a  agbra a  :
r ra a a v a  uj  ag uí  y  t vt aj 

 r g tra ua u vtí tr  u a a r at  r g tr

∆P = F × R

    t r ó    a r    a   . E a i g u r a  1 4 - 4C  u   t r a ua

∆P
«a» ra qu   a br u gra va aguí  ara
R =

F r g trar u uj . E t a  a t t at  á  tt

   tr  .

Ua vtaja ra  ujótr tragét  qu

u rgtrar ab  uj    1/100  gu,

FLUJO SANGUÍNEO

  qu  bt u rgtr at   ab uát

La agtu  uj aguí  , at, a ata  uj y tabé   var  qubr.

Flujómetro ultrasónico Doppler. O tr t   ujótr


 agr qu atrava u ut a  a ruaó  u

qu u aar a trr  va y qu t a a
rí  t tra. Nrat  ra 

vt aja  qu  uj ó tr  trag é t   ujómetr

mtrs pr mnut  trs pr mnut, r u r-

utrasón Dpper, qu  utra  a igura14-5. S ta

ar  tr r gu   uaqur tra ua 

u rta zétr ut   tr  a ar 

uj y  t.

tv. Cua t rta rb a rgía  u aarat

E uj aguí gba  ta a ruaó  u aut

étr ara trat ua rua  var t

 r   u 5.000/, ata qu  ra


         r  g u    t a    t   b r a  a  g r

gua a ga st ardí a  rqu  a ata  ag r qu


ruat. Ua art    rjaa r  rtrt

bba  razó  a arta  aa ut.

174
Capítulo 14 Visión general de la circulación: presión, flujo y resistencia

 a agr ruat y ta a  utra rjaa

v uv  a  éua  ag uí a  aa  r ta  ua

rua r qu a a trata, rqu  rtrt

D A D I N U
  t á a ja   r t a tra r. E  qu   

 eet D pper (    t qu  t ua

 ara u tr y aa a a vz qu ua  bat: ua vz

qu  b a aa  arg a a ra , a ta 

  vuv bruat á baja   qu ra ua 

tr  taba ara).

V I
E uat a ujótr qu  utra  a ig ura 14-5,

a a  utra   ata  r  u     a   t r r u   

 r  a  t r   t t y a a r    j a  a v u  v  aa  r-

ta y  aa   aarat  tró, tra qu tra


Figura 14-6. A. Dos íqudos (uno teñdo de ro j o y e o t ro trans-

ró  t tra a ra  rua tr a


parente) antes de que comence e lujo. B. Los msmos íqudos 1 s

a trata y a a r jaa y,  , a v  a después de que comence e lujo. C. Fujo turbuento, con eementos

   uj ag uí . S   r qu    ab    á   t r  de íqudo movéndose con un patrón desordenado.

u va aguí ,  ab    uj aguí   

v a  tá raa r tat  a  v ar a 

a va  uj.

C  ujótr tragét,  ujótr utra-

La aua  t r arabó  a gut: a é-

ó Dr u rgtrar ab uát rá 

ua  íqu qu ta a ar  uv tat r

uj y tabé ab  qubr.

u ara a a ar  va. La gut aa  é-

ua  za br a , a trra aa br a gua ,

a uarta br a trra , t. Pr tat,  íqu  a art

 t r a    va  u  vr r á   a   t   rqu   ay

Flujo de s a n g re laminar en los vasos. Cu a      uj

ua aa  éua zat tr a za tra

aguí  at  qubr a travé  u va a-

 va y u ar. Aí, aa aa qu  túa á aa 

guí arg y ,  uj  ru  rma aerdnáma,

tr uy rgrvat  á raz qu a aa

até aa aa  agr a a a taa 

á tra .

a ar  va. Aá , a ró  agr á tra

 at   tr  va. Et t  uj  

Flujo de sangre turbulento en algunas situaciones. Cua-

 uj amnar  uj aerdnám y   trar 

 a v      a     uj ag uí   a a g ra,

uj turbuent, qu   uj aguí qu traurr 

ua atrav a ua btr uó  u v a , a u gr

t  a  a    r         va y    z  a  t  u a   t

b r u    a a   b r ua u r   r u g  a ,   uj u 

 u trr,  vr á aat.

vvr turbuent  ra  ugar  ará

(v. ig .14-6C). E uj turbut ga qu  uj aguí-

Perfil de velocidad parabólica durante el flujo lami-

 atrava  va  ró travra y tabé -

n a r. Cu a      r  u    uj  a    a r, a v      a   

gtua, ra ra qu  a rrentes en

 uj    tr  va  ba t at ayr qu a v  -

trben, ar a  r qu u vr  u rí

a ra   b r tr r . E t ó  utra

qu uy ráat  u ut  btruó. Cua

 a f g u r a 14-6 . E a f g u r a 14-6 A  u tra u va

ay rrt  trb  uj aguí utra ua

qu  t      íqu  ,   a  zqura tñ  

rta u ayr qu ua  uj  ará,

u rat y   a r a , traart,  r  ay

rqu  trb auta u a ró gba 

 uj   v a . Cu a      a     u  r,     a r r   a ua

uj   va.

 t r  a z  a r ab ó    a  t r     ,     v 1  á  t a r 

E uj turbut t a autar  rró rta

 a f g ur a 14-6 B. La   r  ó   íqu a  y a  t  a a

a a va  uj aguí, a átr  va a -

ar   v a  a a   a v , a qu tá ag ajaa

guí y a a a  a agr y  vrat rr-

 a az a ua taa   quña y a qu tá 

a a a va  a agr,  aur a a uaó

a  r ó tra  a  az a u. E t  t 

gut:

        p e r   p arab ó    de a ve d ad de  uj 

sang uíne 
v ⋅ d ⋅p

Re =

 Re   númer de Reynds, ua a qu a a

 a ta a r ur turbua  ,   a v a

 a    uj ag uí  (  /), d     á   t r  

va ( tí tr ), ρ  a a ( g/) y η  a

va ( ). La va  a agr u r 

1/30  y a a   grat ayr  1, r

 qu u aut  úr  R y  r a 

200-400 a qu  rurá uj turbut  agua

Figura 14-5. Fujómetro utrasónco Dopper. raa   va , r qu  vará  a r

175
UNIDAD IV La circulación

á    quña   t . N btat, ua  úr 

E a ig ura 14-7A  a ua aa  ta a agua


R y  a a  r a  2.000 abrá turbua 

téa  títr r a  a braa. Cua

 t  va rt quñ .

ta rtruy  ara á a a aa ,   ua auta a

E ú r  R y    uj     t a v a  ua r

apatana eétra tr ab; t ab  u rg-

u autar   ra a ta 200-400 

trar ua u ta tró ara.

a gra artra ,  r, a r ay agua turbu-


E a ig ura14-7B  aya u quñ ragt  -

a  uj  a raa  t va . E a r


rr  a braa , qu  azará aa arrba tr 

ra   a ar t a y a ar tr a uar  úr 


a tra  ua ra étra. E vt  rr

R y u autar a var  urat a a rá- tr  a ra auta u ndut an a ,  qu tabé

a   y ó vtruar,  qu r u ua turbua u rgtrar tróat.

Pr út,  a ig ura14-7C  a ta u aabr


rab  a za ra  a ar ta y  a ar tra

 rta uy  y tra  a braa. Cua t


uar,  ay ua   araa  ara

aabr  tra u, u rta auta , y ua 

qu  ay a tu r b u      a  : 1) ua v      a    v a  a    uj

tra  u rta uy. Et ab tabé

aguí; 2) a aturaza uát  úr  R y ;

 u rgtrar  u ta tró.

3)  ab bru  átr  va, y 4) u átr

La ña  é  t r   a    t r a    u  t r   v  a  a  a u

 va  gra abr. N btat,   va quñ


aar y ué a u  tv   a ara.

 úr  R y a ua  batat  va 


C agu   t  ta   ata      a   u 

ara rvar turbua .


rgtrar  attu   ró  a ta 500/ .

D u  ab  tu a    r g   t r a   r   a a    r g   t r a r

  ab   r   ó  qu    r  u   r á   a   t  t r

PRESIÓN SANGUÍNEA
20 y 100 / ,   v  a  uó  r g tr  a

ig u r a14-7C

Unidades estándar de presión. La ró ag uí a 

 a r  ítr  rur (Hg) r-

qu  aótr  rur  a ua  atró 

RESISTENCIA AL FLUJO SANGUÍNEO

rra ara r a ró  u vó  1846

r Pu. E raa, a ró artra  a uerz a Unidades de resistencia. La rta    t

ejerda pr a sang re ntra una undad de super e de a a  uj  ag uí   u v a  ,  r   u   r  r

p are d de va s. S a r ó  u va   100 Hg ,   r t . Pr  trar , a r ta b   au -

ga qu a urza jra  ut ara ujar ua ar  a ar tr  a   tr a     uj  ag uí  y

ua  rur tra a grava ata ua atura 

50.

E a , a ró    entímetrs de ag ua

(H O). Ua r ó  10 H O g  a ua r ó
2 2

ut ara var ua ua  agua tra a grava

ata ua atura  10. Una presón de 1mmHg es g ua a

una presón de 1,36mH O, rqu a a  rur


2

 13,6 v ayr qu a  agua y 1  10 v ayr

qu 1.

Métodos de alta fidelidad para medir la presión sanguí-

nea. E rur   aó tr t t a r a qu  

aaz  ubr y bajar  raz , r  qu t aarat, qu

 t ara r g trar r   qubr ,  u 

r       r a  ab   r   ó  qu   r  u   á 

ra qu u  aa 2-3 . Sr qu   rgtrar

ráat  ab  ró  ar utzar tr

t  rgtrar  ró. E a ig ura 14-7  utra

 r bá  tr transdutres  ró étr

 u abtua ara vrtr a ró aguía   a-

b rá  a ró  ña étra qu ué 

rgrá  ua rgtrara étra  ata va. Caa

u  t trautr ua ua braa  ta uy

a , uy traa , qu ra ua  a ar  a áara

 íqu. A u vz , ta áara  íqu tá  taa a

travé  ua aguja  atétr tru   va aguí

  qu  b r a ró. Cua a ró  ata ,

a braa rtruy grat y ua  baja v uv a Figura 14-7. A-C. Prncpos de os tres tpos de transductores eectró-

ncos para regstrar rápdamente os cambos de a presón sanguínea


u ó  r.

(v. texto).

176
Capítulo 14 Visión general de la circulación: presión, flujo y resistencia

 a r a  r ó tr   ut   v a  . S a

   r    a   r   ó   t r    u t    1 Hg

y   uj   1 / ,   qu a r t a  

D A D I N U
1 und ad de re s sten a per ér  a , abr v aa abtuat

 PRU.

Expresión de la resistencia en unidades CGS. E a

 ua ua ua  í a bá  a  C GS (tí tr  , g ra-

 , gu) ara rar a rta . Eta ua  a

V I
a · / . La rta  a ua u auar

at a órua gut:

 dna s  1.333 × mmHg

R en =
 5

 cm  m/s

Figura 14-8. A. Demostracón de efecto de dámetro de vaso sobre

e lujo sanguíneo. B. Anos concéntrcos de lujo sanguíneo con ds-

Resistencia vascular periférica total y resistencia vas - tntas veocdades; cuanto más ejos está e ano de a pared de vaso,

más rápdo es e lujo. d, dámetro; P, dferenca de presón entre os


cular pulmonar total. La v a  uj  ag uí  a

dos extremos de vaso.

travé  t   ta ruatr  gua a a v a

 a  a  g r qu b b a   r a z ó  ,      r,  gua a

ga t aría. E u r ua aut, t r  

 r, u rt  uj  256 v : a uta-

araat gua a 100/ . La ra  ró

a  va auta  rró a a uarta ptena de

tr a artra téa y a va téa   u

dámetr gú a órua gut:

100 Hg . Pr tat, a rta  t a a ruaó

téa , qu  a re ssten a peréra tta ,  

Conductanca ∝ dámetro
100/100  1 PRU.

Cua t  va aguí  rga  -

tra  urza a rta réra tta u autar

Ley de Poiseuille. La aua  gra aut  a u-

ata 4 PRU, tra qu ua  ata u ar a ta

taa ua auta  átr u trar  a

 0,2 PRU.

ig ura 14-8 B,  a qu  utra rt travra 

E  ta uar a r ó ar tr a  a 

u va gra y u quñ. L a étr 

 16Hg y a ró a  a auríua zqura  

trr   va a qu a va  uj  aa

2Hg,   qu a ra ta  ró   14.

a  rt  a qu ay  a ayat 

P r t a t , ua  g a  t  a r í a   r a,  t r   a

ua  uj amnar,  qu ya  aba 

100/ ,  aua qu a resstena vasuar pumnar tta

t aítu. E r, a agr  a qu ta a ar 

  0,14 PRU (a  é ta ar t qu  a ruaó  -

va aa  uv rqu tá ara a t va-

téa).

uar. E a  agr gut aa  tr  va 

za br  rr y, r tat, uy  ayr raz .

La conductancia de la s a n g re en un vaso es inversa a

D ra aága ,  a trr, uart, qut y t

la re s i s t e n c i a . La    u  t a    a  a  ó   uj

tabé uy  va rt . E r, a agr

ag uí  a t r av é   u va ara ar ua    r    a 

qu tá ra  a ar   va uy tat, -

r ó aa . Eta  a  r a grat 

tra  qu a qu tá   tr  v a  uy u á 

/  r Hg ,  r tabé  u  r ar  /

ráat.

 r Hg   uaqur tra ua  uj  ag uí 

E  va quñ, at ta a agr tá ra

y r ó.

 a ar ,  r  qu, at,  t u r r

E vt qu a utaa   rír at 

tra  agr qu uya  gra raz . A tgrar a

a rta gú a uaó:

va  t  a étr  a agr 

vt y utar r a ur   a

 u btr a órua gut, qu rrta a e y


Conductanca =

resstenca
de Pseue:

π∆Pr
Cambios pequeños en el diámetro de un vaso cambian

F =

mucho la conductancia. Pquñ ab   átr 8 η

 u v a  rv a ab r  u aaa 

ur a agr ua  uj aguí  ará.  a qu F  a v  a   uj aguí , ∆P  a

Et ó  utra  a ig ura14-8A,  a qu v    r    a   r   ó   t r   t r      v a , r  

tr va  átr ratv  1, 2 y 4 r  a a ra  v a  ,   a g tu  va y η  a v  a

ra  ró  100Hg tr   tr   a ag r.

va. Auqu  átr  t va auta   Obér v  ta uaó qu a va  uj a-

uatr v ,  uj rtv   1, 16 y 256/, g uí   r t at r r a a a u ar t a p ten a

177
UNIDAD IV La circulación

de ra d    v a ,  qu    u   t r a , ua vz á  , qu  

átr  u v a  aguí  (qu  gua a  v  

ra)   qu t a ayr rtaa tr t t

atr ara trar a v a  uj aguí  a

travé  va.

Importancia de la ley de la cuarta potencia del diámetro

del vaso para determinar la resistencia arteriolar. E a

ruaó téa , araat  tr  ta

a rta téa a uj aguí   b  a a r-

t    a  a    qu  ñ a  a r t r    a  . L   á   t r   t r   

Figura 14-9. Resstencas vascuares (R). A. En sere. B. En paraeo.

 a  a r t r    a  v ar ía  ta  4 µ a ta 25 µ,

au  q u  u  u  r t   a r    v a   u  a r    r   t  ab

r   átr tr , a u a ta  ua-

r qu a rta  uaqur va aguí aa.

tr v . C ua  a  y  a uarta ta

E uj a travé  aa u   va u  ara 

uta atrrt, qu raa  va aguí 

a ig ura14-9B tá tra r  grat  ró

 á tr  v a  ,  u  vr qu  t  rt 

y u ra rta , y  a rta   á va

uatr v   átr  v a  auta  uj a ta 

aguí  ara. N btat,  aut  a r-

256 v  ,   r, ta  y  uar ta  ta a qu a

t    a  uaqura   va aguí  au   t a a

b qu a artra , qu r    quñ

r ta vauar tta.

ab  átr a a  ña r v a   a a  ña

Pu  ar r araój qu a añar á  v a  a -

quía   tj a , aga aar r a -

g uí   a  rut  r u z a a r t a v a  uar tt a.

tat  uj aguí  aa  tj  v ay a a tr

N  b  t a t ,   ay u    va ag uí    a r a   

tr, rv  a u  rt  uj. S

rá á   qu a  a  g r uy a a t r av é      r u  t

a rgtra vara  uj aguí  á  100

 rqu  aa va ara ttuy tra v ía  ndut an-

v   za  tuar  t tr  ít 

 a ara  uj aguí . La    u  t a    a tt a (C )


tt a

a tr ó ar tr ar á a y a at aó ar tr ar

 uj  ag uí   a ua  a ut a a   aa

á a .

v ía araa :

Resistencia al flujo sanguíneo en circuitos vasculares en


C = C + C + C + C 
tota 1 2 3 4

serie y en paralelo. La agr qu bba  razó uy

Pr  j , a   rua   rbra, ra, u uar,


 a art  ró ata  a ruaó téa (

ga trt ta, utáa y  r  a r  a  trbuy 


r, a arta) aa  a  baja ró ( r, a va

ara y  aa t j tr buy a a ut a a gba


ava) a travé  u   va aguí u-

 a   r u  a   ó     té    a . E  uj ag uí  a t r av é  


t  r y  ara. L a artra , artra , aar ,

 aa t j  ua  ra ó   u j  ag uí  tt a ( ga t
véua y va   tvat  r. Cua

 aría) y   tr a  r a r t  a (r  ír  a  a


t u,  uj  aa va aguí    y a

ut a a) a  u j  ag uí    t j, a í   r


rta tta a uj aguí (R )  gua a a ua 
tta

 g r a    t    r   ó  . P r t a t  , a a  u t a   ó   ua
a rta  aa va:

tra  a tr aó qur úrga  u rñó tabé

R = R  R  R R 
tota 1 2 3+ 4      a  u   r u  t  a r a    y r   u   a    u  t a    a

v a uar t t a  y   uj aguí  t t a  (      r,  g a  t

E  r, a rta vauar réra tta  gua a

 a r í a  ) , a a vz qu au   t a  a r t a v a uar

a ua  rta   a  ar tra  , ar tra  , aar ,

 r ér  a tt a.

véua y va . E  j qu  v  a ig ura14-9 A,

a rta vauar tta  gua a a ua  R y R


1 2 Efecto del hematocrito y de la viscosidad

L v a  aguí  t ura  raa  qu r-


de la sangre sobre la resistencia vascular

a rut ara qu a r ta a agr a  tt


y el flujo sanguíneo

órga y tj  rga. E ta tr buó araa

Obér v qu tr   atr rtat  a  y 

 rt qu aa tj rgu u r uj aguí  

Pu  a va  a agr. Cuat ayr a a

 ay  r g ra,           t   t   uj   á 

va, r rá  uj  u va  t  á

tj .

atr  at tat. Aá, a vssdad de a

E uat a  va aguí  ara ( ig .14-9B),

sang re nrma es tres vees mayr que a de ag ua .

a rta tta a uj aguí  ra :

¿Qué a qu a agr a ta va? Prat, 

gra úr  rtrt u  a agr, aa u


1 1 1 1 1

= + + + 

  ua jr u arratr r ró br a éua


R R R R R
tota 1 2 3 4

ayat y tra a ar  va aguí.

E  v t qu, ara u g rat  r t a a,

urá ata  agr u ayr a travé  t Hematocrito: proporción de sangre compuesta por eri -

ta ara qu a travé  aa u   va aguí- trocitos. S ua ra t u atrt  40 ga

 r ara, r  qu a rta tta  batat qu  40%  vu aguí tá ra r a éua

178
Capítulo 14 Visión general de la circulación: presión, flujo y resistencia

D A D I N U
V I
Figura 14-11. Efecto de hematocrto en a vscosdad de a sangre

(vscosdad de agua = 1).

Figura 14-10. Vaores de hematocrto en una persona sana (norma)

y en pacentes con anema y poctema. Los números se reieren a

porcentaje de sangre compuesta por ertroctos.

y  r  t  a a . E    at  r  t  u    b r a  u  t

aaza u r  42, tra qu  a ujr  

38. Et var  varab ,    a ra

t aa ,  gra  atva rra y  a attu

 a qu r a ra . Et ab  atrt 

Figura 14-12. Efectos de os cambos en a presón artera durante un


ta  raó   rtrt y  u uó 

período de varos mnutos en e lujo sanguíneo en un tejdo como e

trart  íg   aítu33.

múscuo esqueétco. Obsérvese que, entre vaores de presón de 70 y

E atrt  tra truga a agr  u

175 mmHg, e lujo sanguíneo se «autorregua». La línea azul muestra

tub abra,   v  a ig ura14-10. La abraó


e efecto en esta reacón de a estmuacón de os nervos smpátcos

rt a tura rta  rtaj  éua .


o de a vasoconstrccón medante hormonas como noradrenana,

angotensna II, vasopresna o endotena. Un lujo sanguíneo tsuar

reducdo rara vez se mantene durante más de unas horas, debdo a a


El aumento del hematocrito incrementa mucho la vis-

actvacón de os mecansmos autorreguadores ocaes que inamente


cosidad de la sangre. La va  a agr auta

devueven e lujo sanguíneo a a normadad.

auaat a a qu  a  atrt,  

v  a igura14-11. La va  a agr tta  u

rt rra  uj aguí   tj 


atrt ra   3 a 4,  qu ga qu  ta

rga, auqu  t  a ró artra br  uj


tr v á ró ara bgar a a agr tta a atravar

aguí  u tj u r batat r  


u va qu  ura agua. Cua  atrt auta ata

qu  ría rar,   v  a igura14-12. La razó


60  70,  u  ra  ptema, a va

 t rt  qu  aut  a ró artra 


 a agr u r ata 10 v ayr qu a  agua y u

 auta a urza qu ua a agr a travé  


uj a travé   va aguí  rtraa u.

va,  qu tabé a rt atr 


Otr atr qu ata a a va  a agr 

a rta vauar  u t  u gu a travé


a traó y  t  a rtía aáta , r

 a atvaó   a a  tr u-


t t  u r qu  t  at-

t   aítu 17. D  vr,  a ru


rt, r  qu   at gatv  a ayría

 a ró artra, a ayr art  a rta vauar


    tu            á     . La v       a    a a

 ru  u t br v  a ayría   tj y


aguí  1,5 v a  agua .

 uj aguí  at a ua va ratvat

tat. La aaa  aa tj  ajutar u rta

EFECTOS DE LA PRESIÓN

vauar y atr u uj aguí ra urat 

SOBRE LA RESISTENCIA VASCULAR

ab  a ró artra tr araat 70 y

Y EL FLUJO SANGUÍNEO TISULAR

175Hg  a autrreg uaón de uj sang uíne.

La autorregulación atenúa el efecto de la presión arterial Ob ér v    a ig ur a 14-12 qu   ab  uj 

en el flujo sanguíneo tisular. A artr  t  ta- aguí   u   r v   a r     a t  a   t  u  a   ó 

,  rt  a ró artra bría rvar u át a , qu tr ñ   va ag uí    r ér   .

179
UNIDAD IV La circulación

Figura 14-13. Efecto de a presón artera sobre e lujo sanguíneo

a través de un vaso sanguíneo pasivo según dstntos grados de tono

vascuar causados por e aumento o dsmnucón de a estmuacón

smpátca de vaso.

Figura 14-14. Iustracón de os efectos de a tensón de as paredes

Aágat,  vatrtr ra,  nra-


de vaso y a fuerza de czaamento en os vasos sanguíneos. La tensón de

drenana , ang tensna II, vaspresna  endtena , tabé


as p a re d e s se d e s a r ro   a en re s p u e s t a a os gradentes de p re s  ó n

u  r ur  uj aguí , a   ra tra - transmura y provoca e estramento de as céuas de múscuo so

endotea y vascuar en todas dreccones. La fuerza de czaamento


tra .

es a fuerza de rozamento o arrastre sobre as céuas endoteaes

E a ayría   tj ,  ab   uj a -

causada por e lujo sanguíneo. La fuerza de czaamento produce

guí rara v ura á  ua ra u ua

deformacón undreccona de as céuas endoteaes.

auta a ró artra   at v auta-

  vatrtr . E tv  a ratva taa

r    j a  a  a f g ura 14-13 . I   u    t j     qu  a

 uj aguí  qu  a autrrguar

ráta  autrrgua  uj aguí urat ab

  a    aa t j tr a  r u rar a ayr ía 

 r u    a     a  r   ó  a r t r  a  ,  uj aguí  

    t    v a      t r   t r  ara  r   r    a r u

rgua  aur  a   a  tj ua 

uj aguí  qu ruta ara ara a   a

ab  ró  t ,   ta  

 tj.

aítu17.

Relación p re s i ó n - f l u j o en los lechos v a s c u l a re s pasi-

Tensión de la pared vascular. La tó  a ar  

vos. E va aguí aa   tj qu  u-

va aguí  arra  ruta a  grat

tra autrrguaó,  ab  a ró artra u

  r   ó  t r a   u r a  y  r v   a qu   ú   u    va-

tr t rtat   uj aguí. E t  a

uar y a éua ta  tr  ta r

ró   uj aguí u r ayr qu  r-

(ig .14-14A). Sgú a ey de Lapae , a tó arta (T)

 r a y  Pu,   utra  a ía 

ara u tub  ar a  rra a grat 

ur v a  a t  a ig ura 14-13 . E tv  qu 

ró traura ( ∆P) uta r  ra (r)  va

aut  a ró artra   rta a urza

aguí y v r  grr  a ar ():

qu ua a agr a travé   va  qu aá

t   va á t  , ara re dur  a rát a a

T = ∆P × (r/h)

rta vauar. Ivrat,    a ró

ar tra  v a  aguí  a v  v a a rta , ya A í,  gra va aguí  ut a ata r-

qu  va át  aa grauat b a a  ,  a ar ta , b  tr ar  á  rtt

ruó  a ró  tó. Cua a ró - ara rtr  ayr gra  tó y,  gra, tá

  r baj  u v r ít, a pre són rrza  baa bra  ág. E ab, 

de erre ríta ,  uj a   t  qu  va  aar  t u  ra  u r  y,  r t at,

aguí  aa r t. tá ut a ua tó arta u r,  qu

La tuaó áta y tr vatrtr u-  rt rtr r  ata 65-70Hg  agu

 atrar a raó  uj- ró a v a traa  órga ,   rñ . Ta      aítu-

a ig ura 14-13 . A í, a nhbón  a atv a áta 17,  ab ró  a ró artra u a

data muh  va y auta  uj aguí a b ua r aó   va aguí  ara atr 

 á . Pr  trar, ua tuaó áta tt ab aa  a tó  a ar.

ntrae  va tat qu,  a ,  uj aguí

uy a a r urat u gu , a ar  qu Fuerza de cizallamiento vascular. A a qu uy, a

a ró artra a ata . agr ra ua urza  rzat,  arratr,  a éua

E r a    a  ,    t  a           óg a   ta qu rvt  va aguí ( ig .14-14B).

a  qu  tj utr a raó ró-uj a v a Eta urza , aaa uerz a de z aament,  rra

180
Capítulo 14 Visión general de la circulación: presión, flujo y resistencia

a a v  a  uj  y a a v   a  a ag r, y  t á éua ta t vra rtía qu,  -

vrat ra aa   ra a ub ;  gra, jut, atúa  ttr á y rgua a vía 

 ra  urza/ua  ára (. j., a/ ). E a ñazaó qu a a vauatura urat  arr

D A D I N U
ráta ía ,  t u ú ét  ut z a ab- brar y gu a a rgía   va

tu a    t ara  r a  ur z a    z a   a    t . N b- aguí ara tzar  art  agr a  tj 

tat,  a u agtu ratvat baja araa  a va auta,    á  ta   aítu17.

a urza trát   trat  a ar  r a

ró aguía , a urza  zaat  rtat

Bbografía
  arr y a aataó  ta vauar ara ar

V I
aba a  rqut  uj aguí   tj . L a Véase a bbografía de capítuo 15.

181
C A P Í T U L O 3 8

D A D I N U
I I V
Ventacón pumonar

La u ra  a rraó  rrar a aja ta  va , a ta  aza aa at

íg a  tj y rtrar  ó  arb. L uatr a  ía rta,   qu  tró tabé  uv

t ra  a rraó : 1) ventaón aa at, ajá  a ua vrtbra y a

pumnar, qu  rr a uj  traa y aa  ar qu  átr atrtrr  tóra a araa-

tr a atóra y  avé  uar ; 2) dusón de t u 20% ayr urat a raó áa qu urat

xígen (O ) y de dóxd de arbn (CO ) entre s avés a raó. Pr tant, tds s músus que eevan a aja
2 2

y a sang re; 3) transprte de xígen y de dóxd de arbn tráa se asan m músus nspratrs, y s mús-

en a sang re y s íquds rpraes aa y  a éua us que haen desender a aja tráa se asan m

  tj rra , y 4) reg uaón de a ventaón y músus espratrs.

tra ata  a rraó. Et aítu aaza a vt- L úu á rtat qu va a aja tráa

aó uar;   aítu trr abra a     nter st ae s e xter n s , auqu tr  ú u  qu

tra u rratra á a gía  atra tr buy : 1)  úu e ster nedma stde s ,

rratra a . qu  va  tró; 2)  serrats anterres, qu  va

ua  a ta , y 3)  esaens, qu va a 

rra ta .

MECÁNICA DE LA VENTILACIÓN L úu qu tra aa abaj  a aja ta urat

PULMONAR a raó  rat: 1)  rets de abdmen,

qu t  tt t  ujar aa abaj a -

MÚSCULOS QUE CAUSAN LA EXPANSIÓN


ta rr a  t qu  y tr úu

Y CONTRACCIÓN PULMONAR
ab a  t abé r   t ab a

aa arrba tra  araga, y 2)  nterstaes nterns.


L u  u ar y trar   ara:

La igura38-1 tabé utra  a at 


1) at  vt aa abaj  aa arrba  a-

qu atúa  trta tr  tr ara rur


raga ara aargar  artar a ava tráa, y 2) at

a raó y a raó. A a zqura , urat a -


a  v a ó        a   ta  ara aut ar y

raó a ta tá aguaa aa abaj, y  tr-


rur  átr atrtrr  a ava tráa. La

t a  tr    t á aarga  a a at y a a abaj .


ig ura38-1 utra t  a .

Cua  tra tra  a   ta  u r r  a a


La rraó traqua ra  gu a tta-

at  raó  a ta rr y atúa 


t r  vt  araga . Durat a raó a

ua aaa br a ta ara  vatara aa arrba ,


traó  araga tra aa abaj  a ur

ru  ta ara a raó. L trta


rr   u . D ué , urat a raó

tr ua  ara uta , y atúa  ú-


 a rag a        t  r aj a , y  retre s e á st

u rratr   rqu  agua tr a  ta  


  u ,  a  a r  t r á    a y  a    t r u  tu r a 

ró uta y ru ua aaa trara .


ab a r   u y ua  ar. S

barg, urat a rraó rzaa a urza áta

  utt tt ara rur a raó

PRESIONES QUE ORIGINAN

ráa ara,   qu  gu ua urza a-

EL MOVIMIENTO DE ENTRADA

a rat at a traó   músus

Y SALIDA DE AIRE DE LOS PULMONES

ab d  mn a e s , qu    u j a    t     ab      a  aa

arrba tra a art rr  araga , r Vé a    v í  38-1. E uó  ua   t r u  tu r a  á  t   a

 ta ara  u . qu  aa  u gb y ua  ar a travé  a

E gu ét ara ar  u  var tráqua r qu  aya gua urza qu  at-

a aja tráa. A vara  a  u rqu, ga ua. Aá ,  ay u tr  uó y a

 a ó  r atura, a ta tá aa ar  a aja tráa , t   ut   qu tá

aa abaj,   utra   a zqur  a ig u- u   me d a stn, a   ó  a  a  av a

ra38-1,  qu rt qu  tró  a aa abaj tráa ,   . Pr  trar,  uó «ta»  a

y aa atrá aa a ua vrtbra. S barg, ua  av a trá a , r  a  r ua  aa gaa  íqud

© 2021. Elsevier España , S.L .U. Reser vados todos los derechos 491
UNIDAD VII Respiración

Figura 38-1. Contraccón y expansón de

a caja torácca durante a espracón y a

nspracón, que muestra a contraccón

dafragmátca, a funcón de os múscuos

ntercostaes, y a eevacón y e descenso

de a caja costa. AP, anteroposteror.

peura qu ubra  vt   u   t-

rr  a ava. Aá , a araó tua  

 íqu aa  ut át at ua gra

ró gatva tr a ur vra  uó y a

ur ura arta  a ava tráa. Pr tat, 

u tá ujt a a ar tráa   tuvra

ga , t rqu tá b ubra y  u

zar brt ua  tóra  a y  tra.

Presión pleural y sus cambios durante la respiración. La

presón peura  a ró  íqu qu tá   ga

 a  qu ay tr a  ura uar y a  ura  a

ar tráa . Eta ró  rat ua araó

gra,  qu ga qu ay ua ró grat negat-

va. La ró ura ra a z  a raó 

 araat –5  agua (H O), qu  a ag-


2

tu  a araó ara ara atr  u

a ata u v  r. Durat a raó

ra, a aó  a aja tráa tra aa ura  

u  á urza y gra ua ró á gatva,

ata u r  araat –7,5H O.


2

Eta ra tr a ró ura y a a-

Figura 38-2. Modicacones de voumen pumonar, presón aveoar,

   vu uar  u tra  a ig u r a 38-2 ,

presón peura y presón transpumonar durante a respracón norma.

 a qu a art rr rrta a gatva rt

 a r ó  ura    –5 a t a –7,5  H O urat


2

ata araat –1H O. Eta gra ró gatva


a raó y a ar t u r r u aut  vu 2

 ut ara arratrar 0,5  ar aa  u 


uar  0,5. Dué , urat a raó,  ru

 2 ar ara ua raó traqua ra.


at ua vró  t ó .

Durat a raó, a ró avar auta ata

Presión alveolar: presión del aire en el interior de los alvéo- araat +1H O,  qu urza a aa  0,5
2

los pulmonares. Cua a gt tá abrta y  ay uj   ar ra   u urat  2 a 3  

ar aa  trr   trr   u, a r a raó.

 ta a art  árb rratr, ata  avé ,

 gua a a ró atéra, qu  ra qu  a Presión transpulmonar: diferencia entre las presiones

ró  rra r  a vía aéra ( r, ró alveolar y pleural. E a igura38-2  brva qu a presón

 0H O). Para qu  ruza u vt  traa transpumnar  a ra tr a ró qu ay  
2

 ar aa  avé urat a raó, a ró  trr   avé y a qu ay  a ur tr-

 avé b ur ata u var grat rr a   u (ró ura);  ua a  a

a a ró atéra (baj  r). La gua ur va urza áta   u qu t a aar

(aa «ró avar»)  a ig ura 38-2 utra  t  t  a rraó, aa presón

qu urat a raó ra a ró avar uy de retres.

492
Capítulo 38 Ventilación pulmonar

D A D I N U
I I V
Figura 38-4. Comparacón de os dagramas de dstensbdad de

pumones enos de suero sano y pumones enos de are cuando se


Figura 38-3. Dagrama de dstensbdad en una persona sana. Este

mantene a presón aveoar a a presón atmosférca (0 cmH O) y se


2
dagrama muestra os cambos en e voumen pumonar durante as

modica a presón peura con e in de modicar a presón trans -


ateracones en a p re s  ó n transpumonar ( p re s  ó n aveoar menos

pumonar.
presón peura).

aa y ua tá   ar. Cua  u tá


Distensibilidad de los pulmones

  ar ay ua ur  tat tr  íqu

E vu qu  a  u r aa aut

avar y  ar   avé. E u   uó

utar  ró trauar (  a t u-

aa  ay ur  tat ar-íqu; r tat, 

t ara a az ar   qubr )  a d sten sbd ad

tá rt  t  a tó ura, y   uó

pumnar. La tba uar tta    u-

  uó aa  atúa a urza áta tuar.

  jut   aut ra   r  

Obér v qu a r traura ara ara

araat 200   ar/H O  ró tra-


2

ar  u   ar  araat

uar. E  r, aa vz qu a ró trauar

tr v ayr qu a qu  ara ara ar

aut a 1 H O,  vu uar,  ué   10 a


2

 u   uó aa. Aí,  u ur

20 ,  a 200.

qu as  uer z a s e á sta s tsu are s que tenden a prdur e

aps de pumón en de are representan s aprxmada-

Diagrama de distensibilidad de los pulmones. La ig u-

mente un ter de a eastdad pumnar tta, mentras que

ra38-3  u agraa qu raa  ab  vu

a s uer z a s de tensón super a íqud-are de s avés

uar   ab  a ró ura,  qu, a u

representan aprxmadamente ds ters.

vz ,    a a r ó trauar. Ob  ér v   qu a

La urza áta  a tó ura íqu-ar 

raó  rt ara a raó y ara a raó.

 u tabé auta u ua n tá r-

C aa ua  a  ur v a   r g tra   a a r ó

t   íqu avar a utaa aa suratante.

ura  a quñ y rt qu  vu

uar gu a u v tab tr a uv .

Surfactante, tensión superficial y colapso


La  ur v a   a, r      t  v a   t  , a  ur v a

de los alvéolos
de d stensbd ad nspratr  a y a ur va de d stensbd ad

espratra y t  agraa  a dag rama de ds- Principio de la tensión superficial. Cua  agua ra

tensbdad de s pumnes. ua ur   ar, a éua  agua  a ur-

L a aratríta  agraa  tba tá     ag ua t ua at r a   ó        a    t  t   a

traa r a urza áta   u . Eta tr í. E ua , a ur  agua r tá

 u vr   art : 1) uerz as eástas de tejd tta trar. Et   qu at ua tr

pumnar  í , y 2) uerzas eástas prdudas pr a í a gta  uva: ua braa uy trát  é-

tensón supera de íqud que tapz a as paredes nternas ua  agua qu ra ta a ur  a gta  agua .

de s avés y  tr a aér uar . Ivrta ara t r y va qué urr  a

La urza áta  tj uar tá tra- ur tra   avé . Aquí a ur  agua

a rat r a bra  ea stna y ágen qu tabé tta trar,  qu t a uar  ar 

tá trazaa tr í   aréqua uar. E   avé a travé   brqu y, a ar, a qu 

u a ta bra tá  u ta traí avé tt aar. E t t  rur ua

átat y tra; ué , ua  u  urza trát áta  t  uó, qu  a

a a bra  t y  ra, aargá uerz a eásta de a tensón supera.

 ta ara y jr u á urza áta .

La urza áta qu ru a tó ura  El surfactante y su efecto sobre la tensión superficial. E

u á ja. E ga  a tó ura uratat  u agente atv de supere en ag ua ,  qu

 utra  a igura38-4, qu ara  agraa  - ga qu ru u a tó ura  agua. E

tba   u ua tá   uó rta r éua ta a rtra  ura-

493
UNIDAD VII Respiración

tat aa éuas epteaes aveares de tp II, qu


EFECTO DE LA CAJA TORÁCICA

ttuy araat  10%  ára ura  


SOBRE LA EXPANSIBILIDAD PULMONAR

avé. Eta éua  grauar y t u

Hata ara  aaza a aaa  aó  


 í qu  rta   uratat aa  avé.

u  ara aaa ,  rar a aja tráa .


E uratat  ua za ja  var í,

La aja tráa t u ra  aratríta  á ta  y


rtía   . L t á rtat  

va ; u   u  tuvra rt 


í dp amt satdna , a  ap prteína s de

 tóra, guría  ar u urz uuar ara


suratante  nes a. La atata, jut

ar a aja tráa .


a tr í  rtat ,  rab  a

ruó  a tó ura. Raza ta uó rqu

Distensibilidad del tórax


  uv  ara ur   íqu qu taza a

y de los pulmones en conjunto


ur avar,  qu art  a éua  uv,

tra qu  rt ra br a ur  agua 


La tba  t  ta uar ( u

 avé. La tó  ta ur  tr u av y


y a aja tráa  jut)   ua  a

a ta  a tó ura  ua ur  agua ura.


 u  ua ra rajaa  arazaa ttat.

Cu a t  t at  v a   t , a t    ó  u r  a     r t 


Para r a tba  tru ar   u

íqu  agua  araat a gut: agua ura ,


 a  tra  rgtra a r y vú

72 a/;  íqu ra qu taza  avé


 u     a r  . Para u ar   t    t  a uar t t a  

r  uratat, 50a/;  íqu ra qu


ar a  b  ró qu ara uar  -

taza  avé n ata ra  uratat


 u ué  trar  a aja tráa . Pr

ua , tr 5 y 30a/.


tat, a tba  ta uó-tóra ba

 a  atat a ta qu a   u  ,

110 /H O   r   ó  ara     t  a   b   a   , 


2

araó  200/H O ara  u  a-


Presión en los alvéolos ocluidos producida por la tensión 2

superficial. S  bqua  ut aér qu a   ra aaa . Aá , ua  u  a ata

avé uar, a tó ura   avé t


aazar vú va   r ata aazar

a aar . Et a gra ua ró tva  


vú baj, a ta  tóra  a tra.

avé , qu tta uar  ar. La agtu  a ró


Cua  tá ra  t ít , a tba 

qu  gra  ta ra  u avé  u auar a

ta uó-tóra ba u r r  20%

artr  a órua gut:

 a   u  .

2 × tó ura

Pró =

ra  avé

Para u avé  taañ   u ra  ara-

Trabajo de la respiración
at 100µ y taza r suratante nrma  aua

qu t var  ua ró  araat 4 H O


2 Ya  ñaa qu urat a r ra ó traqua

(3 Hg). S  avé tuvra taza r agua ura


r a t a a tra ó    ú u  r ratr   

 gú uratat, a ró auaa ría ua ró


 r   u   u r a t  a raó; a raó  a  t t a  -

 araat 18H O, 4,5 v ayr. Aí,  u


2 t u r    a v r u  r  r tr    á t

vr a rtaa  uratat  a ruó  a tó


  u  y  a  aja trá a . A í,    

u r  a av ar y,  r tat, tabé  a r uó 


r       ú u  r ratr   r at r a z a u

urz ar ara qu  úu rratr aa


« trabaj» ara r ur a raó,  r  ara r ur

 u.
a  raó.

La p re s i ó n que p ro d u c e la tensión superficial está re l a -


E trabaj  a raó  u vr  tr art :

cionada inversamente con el radio a l v e o l a r. E a ó r u  a


1)  trabaj  ar ara ar  u tra a

atrr  u  vr qu uat r a  avé , ayr
urza áta  uó y  tóra  , a trabaj

 a ró av ar qu r u a tó u ra. A í,
de d s t e n sb  d a d  t rab aj  e á st ; 2)  t r ab aj      a r  

ua  avé  t u ra qu  a ta   r-


ara urar a va  a trutura  uó y  a

a (50  ugar  100µ), a r qu  a 


ar tráa, a trabaj de resstena tsuar, y 3) 

a t   au   t a  a b. E t ó        a    t


trabaj ar ara urar a rta  a vía aéra a

  g     at  v    a  t a t   r  atu r    qu  ñ   , u    
vt  traa  ar aa  u, a

 ua t avé    ra     r    25%  


trabaj de resstena de as vías aéreas.

 ua  ra auta . Aá  , rat  uratat


Energía necesaria para la re s p i r a c i ó n . D u r a t a r  -

      z a a    r t ar  aa  avé  a ta  t r 


raó traqua r a ara a vtaó uar 

t y ét   gtaó, y  agu a u


 ar  3-5%  a rgía tta qu u  ur.

á  t a r  . P r t a t  , u      a  t a t    r   atu r   t
S barg, urat  jr t a ata  rgía

  gú uratat   avé  ua a, y u


ara u autar ata 50 v , at  a

avé   t ua t a tra a a ar , a v  


ra t uaqur gra  aut  a rta 

a ta  a   v  a  ua  ra auta ra. Eta


a vía aéra   uó  a tba uar.

  tu a   ó   r v   a  sín dr  m e de d   u t a d r e sp ra t  r  a de


Pr tat, ua  a ra ta  a ta

reén nad. E r ta    trata   a  tv a  ,


 urz qu  u razar  a aaa  a ra

at rraó a ró tva tua aaa


 r rar rg ía uuar ut ara  r 

 ara a uaa .


rratr  ara aaa .

494
Capítulo 38 Ventilación pulmonar

Tabla 38-1 Valores promedio de los volúmenes

VOLÚMENES Y CAPACIDADES

y las capacidades pulmonares para hombres

PULMONARES

y mujeres jóvenes sanos

D A D I N U
REGISTRO DE LAS VARIACIONES
Volúmenes y capacidades

DEL VOLUMEN PULMONAR: ESPIROMETRÍA


pulmonares Hombres Mujeres

Volumen (ml)

La vtaó uar u tuar rgtra  v-

Volumen corriente 500 400


t  vu  ar qu tra y a   u ,

u ét qu  a esprmetría . E a ig ura38-5 Volumen de reserva inspiratorio 3.000 1.900

I I V
 utra u rótr bá tí. Etá ra r u
Volumen espiratorio 1.100 700

tabr vrt br ua áara  agua ,   tabr

Volumen residual 1.200 1.100

qubra r u . E  tabr ay u ga rratr,

Capacidades (ml)

abtuat ar u íg; u tub ta a ba  a

Capacidad inspiratoria 3.500 2.400


áara  ga . Cua a ra rra aa  trr y

 trr  a áara ,  tabr   va y , y  Capacidad residual pulmonar 2.300 1.800

a u rgtr aua.


Capacidad vital 4.600 3.100

La f g u r a 38-6 u tra u  r g raa qu  a  


Capacidad pulmonar total 5.800 4.200

 ab   vu uar  rt    

 rraó. Para atar a ró   at -

t  a vtaó uar,  ar   u


Volúmenes pulmonares

 a ub v    t ag raa  uatr vúmene s y


La ig ura 38-6 rta uatr vú uar qu,

uatr apadades, qu   r  u hmbre adut


ua  ua,  gua a vu á a qu 

jven. La tabla38-1 ru  vú y a aaa


u ar  u . L vú uar

uar  ara br y ujr a .


tra rr a br aut  ,  b

varía rabt gú  ta  ra  ía , a

a, a atura,   y tr atr,  a attu a a qu

vv a ra. E ga  aa u  t vú

uar   gut:

1. E vumen rrente   vu  ar qu  ra

  ra  aa rraó ra;  gua a ar-

aat 500   br aut a .

2. E vumen de re ser va nspratr   vu a-

a  ar qu  u rar  y r a

 u vu r r t r a ua a  r a

ra  ua urza a; abtuat  gua a

araat 3.000.

3. E vumen de reserva espratr   vu aa

á  ar qu  u rar at ua -

raó rzaa ué  a  ua raó 

Figura 38-5. Esprómetro.

vu rrt ra; rat, t vu

 gua a araat 1.100   br.

4. E vumen resdua   vu  ar qu qua 

 u ué  a raó á rzaa; t

vu   r  araat 1.200.

Capacidades pulmonares

E a ró   att   uar

a v  ruta út rar   á    vú

ba. Eta ba  a apadades

pumnares. E a art ra  a igura38-6  rta

a aaa uar rtat , qu  u -

rbr   ñaa a tuaó:

1. La apadad nspratra  gua a vumen rrente

á  vumen de reser va nspratr . Eta aaa

 a ata  ar ( ≈3.500) qu ua ra u-

 rar, za   v ratr ra

y t  u ata a áa ata.

2. La apadad resdua unna  gua a vumen de

reser va espratr á  vumen resdua. Eta aa-

a  a ata  ar qu qua   u


Figura 38-6. Movmentos respratoros durante a respracón norma

y durante a nspracón y espracón máxmas. a a  ua raó ra ( ≈2.300).

495
UNIDAD VII Respiración

3. La apadad vta  gua a vumen de reser va ns- Tabla 38-2 Abreviaturas y símbolos de la función

pratr á  vumen rrente á  vumen de pulmonar

reser va espratr. Eta aaa  a ata á-

Abreviatura Función

a  ar qu u uar ua ra  

V Volumen corriente
C

u ué  ar at  u ata

CRF Capacidad residual funcional

u áa ó y ué ra a áa

VRE Volumen de reserva espiratorio


ata (≈4.600).

4. La apadad pumnar tta   vu á a VR Volumen residual

qu  u ar  u   á 


CI Capacidad inspiratoria

 ur z  b ( ≈5.800 );  g ua a a  ap ad ad

VRI Volumen de reserva inspiratorio

vta á  vumen resdua.

CPT Capacidad pulmonar total

La ayría   vú y aaa uar

CV Capacidad vital

 ,  gra, araat u 20-30% r  

Rva Resistencia de las vías aéreas al flujo de aire


ujr qu  br , y  ayr  ra   -

hacia el pulmón
ttuó gra y atéta qu  ra  ttuó

quña y atéa . D Distensibilidad

V Volumen del gas del espacio muerto


M

V Volumen del gas alveolar


A

ABREVIATURAS Y SÍMBOLOS UTILIZADOS

 Volumen inspirado de ventilación


EN LAS PRUEBAS DE FUNCIÓN V
I

por minuto

RESPIRATORIA

 Volumen espirado de ventilación por minuto


V
E

La rtría   ua  a ua téa  -

 Flujo del cortocircuito


V
ó qu ut z a a ar   uó g. Mu   a   ta  S

 Ventilación alveolar por minuto


té     a    u     áu  at  át    . Para V
A

  ar  t   áu  , a í  a r  t a ó    ˙


VO Velocidad de captación de oxígeno
2

at  a uó uar,  a taarza vra por minuto

abr v atura  y íb  . L á   r tat  utra ˙


V CO Cantidad de dióxido de carbono
2

 a tabla38-2. Utza t íb rta aquí


que se elimina por minuto

agua ua agbraa a qu utra agu -


˙
V Velocidad de captación de monóxido
CO

a  a trra tr  vú y aaa


de carbono por minuto

uar ;  tuat b tar y vrar ta t-

DLO Capacidad de difusión de los pulmones


2

rra .
para el oxígeno

DLCO Capacidad de difusión de los pulmones

CV = VRI  V  VRE para el monóxido de carbono


C

CV = CI  VRE P Presión atmosférica


B

CPT = CV  VR Palv Presión alveolar

CPT = CI  CRF Ppl Presión pleural

CRF = VRE  VR PO Presión parcial de oxígeno


2

PCO Presión parcial de dióxido de carbono


2

PN Presión parcial de nitrógeno


2

DETERMINACIÓN DE LA CAPACIDAD RESIDUAL


PaO Presión parcial de oxígeno en la sangre
2

FUNCIONAL, EL VOLUMEN RESIDUAL


arterial

Y LA CAPACIDAD PULMONAR TOTAL:


PaCO Presión parcial de dióxido de carbono
2

MÉTODO DE DILUCIÓN DE HELIO


en la sangre arterial

PAO Presión parcial de oxígeno en el gas alveolar


2
La  aa a r ua  u a (C R F ), qu   vu

 ar qu qua   u a a  ua raó PACO Presión parcial de dióxido de carbono
2

en el gas alveolar
ra,  rtat  a uó uar. C u var

 atra u  agu t  ra uar, PAH O Presión parcial de agua en el gas alveolar
2

 rua  ab r ta aaa. N  u


R Cociente de intercambio respiratorio

utzar  ara rta  rótr ara r a CRF



Q Gasto cardíaco

 rqu  ar  vu rua   u  

CaO Concentración de oxígeno en la sangre


2

u rar aa  rótr, y t vu ttuy

arterial

araat a ta  a C RF. Para r a C RF 


CV Concentración de oxígeno en la sangre


O2

b  ut z ar  rótr  ara r ta , abtua-

venosa mixta

t r   u ét  uó  , 

SO Porcentaje de saturación de la hemoglobina


2

 ñaa a tuaó.

con el oxígeno

S a u  ró tr  vu     ar

SaO Porcentaje de saturación de la hemoglobina


2

  z  a         a ua    t r a   ó        a . A t 

con el oxígeno en la sangre arterial

 r rar   ró tr a  r a a ua  raó

496
Capítulo 38 Ventilación pulmonar

r a. A a   t a  ra ó,  vu qu qu a

  u  g ua a a C R F. E t ut  at

z a  at at a r rar      ró tr,

D A D I N U
y  ga   ró tr  za    ga 

  u  . E   u a ,    u  r  

ga     a C R F, y  u   auar  vu  a C RF a

ar tr  g ra  uó  , ut z a a ór ua

g ut:

I I V
 C 
He

CRF = − 1 V
Espr
 

 Cf 
He

 CRF  a aaa rua ua, C  a -


He

traó a     rótr, C  a -


He

traó a     rótr y V   vu


Espr Figura 38-7. Regstro de os cambos de a concentracón de ntró-

a  rótr. geno en e are esprado después de una únca nspracón preva de

oxígeno puro. Se puede utzar este regstro para cacuar e espaco


Ua vz qu  a tra a CRF,  u tr-

muerto, como se anaza en e texto.

ar  vu rua ( VR) rta  vu  rr va

ratr ( VRE), qu   at a rtría r-

a,  a C RF. Tabé  u  trar a aaa ESPACIO MUERTO Y SU EFECTO

uar tta (CPT) ua a aaa ratra (CI)


SOBRE LA VENTILACIÓN ALVEOLAR

a a CRF. E r:

Part  ar qu rra ua ra ua ga a a za

 trab ga,  qu t a a vía


VR = CRF − VRE

aéra ,  a arz , a arg y a tráqua ,  a qu  


y

ru trab ga. Et ar  a are de

CPT = CRF + CI

espa muert, rqu   út ara  trab ga.

Durat a raó  ua rr  ar  a

urt, at  qu  ar rt   avé gu a

EL VOLUMEN RESPIRATORIO MINUTO


a atóra. Pr tat,  a urt  uy vtaj

EQUIVALE A LA FRECUENCIA
ara rtrar  ga ratr   u .

RESPIRATORIA MULTIPLICADA

POR EL VOLUMEN CORRIENTE

Medición del volumen del espacio muerto. E  grá

E vumen re spratr  mnut  a  ata tt a  ar  a igura 38-7  rta u ét  ara r 

uv qu aa aa a vía aéra  aa ut y  gua vu  a urt. Cua  a ta ó,

 at raza úbtat ua rraó rua  O a


a vumen rrente uta r a reuena re spra- 2

100%, qu a t  a urt  O ur. Part 


2
tra pr mnut. E vu rrt ra   ar-

íg tabé  za   ar avar, auqu 


aat 500 y a rua rratra ra  

uttuy tat a t ar. Dué a ra ra a

araat 12rra/. Pr tat,  vumen

travé  u r  tróg qu rgtra ráat, y

respratr mnut es en prmed de aprxmadamente 6/

qu a  rgtr qu  utra  a gura. La rra

mn. Ua ra u vvr urat u rí brv 

ró  ar ra r  a rg  a

u vu rratr ut  ta  1,5 / y ua

urt  a vía aéra,  a qu  ar a  uttu

rua rratra   2 a 4rra/.


tat r O . Pr tat,  a rra a  rgtr
2

La rua rratra auta  ara aa


 aar O , y a traó  tróg  r. Dué,
2

a 40 a 50rra/, y  vu rrt  u


ua  ar avar za a gar a r  tróg,

ar ta gra  a aaa vta, araat a traó  tróg auta ráat rqu 

4.600   u br jv. E t u  ar u vu ar avar qu t gra ata  tróg

za a zar   ar  a urt. Dué 


rratr ut ayr  200/,  á  30 v 

qu  aya ra aú á ar ya  a a t  ar


var ra. La ayr art  a ra  u a-

 a urt  a vía aéra, y  qua ar avar.
tr á  a ta a  tr  t var urat

Pr tat, a traó  tróg qu  rgtra aaza

á  1.

ua traó  ta gua a u traó  

avé,   utra a a ra  a gura. La za gr

rrta  ar qu  t tróg  u trr, y ta ára

VENTILACIÓN ALVEOLAR

 ua a  vu  ar  a urt. Para ua

uataó ata  utza a gut uaó:


E út tér, a uó  a vtaó uar 

rv ar tuat  ar  a  za   trab

ára gr × V
E
ga     u ,  a  qu  ar t á ró a
V =
M

ára ra + ára gr


a  a  g r  u     a r. E ta  za     u y    avé  , 

a av ar ,  ut av ar y  brquí


 V   ar  a urt y V   vu tta
M E

rratr . La va a a qu ga a ta za  ar


 ar ra.

uv  a ventaón avear.

497
UNIDAD VII Respiración

FRECUENCIA DE LA VENTILACIÓN

Pr j, r qu  ára gr  grá  

ALVEOLAR
2 2

30 ,  ára ra   70 y qu  vu ra tta

  500. E a urt ría:


La v  t   a   ó  av ar  r   u t   vu t t a  

ar u v qu tra   avé  y za  ay at 

30

× 500 = 150 
tr ab ga       aa ut. E g ua a a  r u a

30  70

rratra utaa  r a ata  ar u v qu

tra  ta za  aa rraó.


Volumen normal del espacio muerto. E ar r a 

a ur t  u br jv   araat

V = Frec × (V − V )
A C M
150 . E ar  a ur t auta grat 

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 V   vu  a vtaó avar r ut,


A
Espacio muerto anatómico frente a fisiológico. E ét

Fre  a  r ua  a rraó  r ut, V  


C
qu  aaba  rbr ara r  a urt  

vu rrt y V   a urt óg.


M
vu  t   a  aarat rratr tt a

Aí,  u vu rrt ra  500, u a-


 avé  y a  á  za   trab ga   qu 

raa   ; t a  a e spa muer t


 ur t ra  150  y ua r ua rratra

anatóm. D ara   a a, ag u   avé    1 2  r    r a       /    , a v  t   a   ó  av ar  g ua a

  ua    ua  arat b a 12×(500 – 150),  4.200/.

qu  uj aguí  qu atrav a  aar uar


La vtaó avar  u   ra atr

ay at  u  a . Pr tat, tabé  b  -
qu tra a tra  íg y ó 

rar qu  t  avé   r a ar t   a  ur t.
arb   avé . Pr tat, a t  aá 

Cua  uy  a ur t av ar  a  ó

trab ga    aítu gut  aarat

tta  a ur t  a e sp a muer t  só-

rratr   rv a vtaó avar.

g , ara tgur  a ur t aató. E ua

ra  u a ,  a urt aató

y      ó g    a  gua ,   rq u    uó ra


Funciones de las vías aéreas

t   avé    ua ,  r,  ua  ra qu

Tráquea, bronquios y bronquíolos

t avé   ar at  u a     u a  

agua  ar t   u ,  a ur t óg E a f g u r a 38-8   t a a a  v ía  aér a  . E ar   -

u   r a t a 10 v   ayr qu  vu   a  trbuy a  u r   a tráqua ,  brqu

ur t aató,  1-2 . E t  rba   aa z a  y  brquí .

á   t a    aítu 40  ra ó   tr ab U    a í á     r t a t   t a  a  v ía 

ga   uar y   aítu43  raó  agua  a é r a    a t   r a  ab   r t a  y  rtr  a    t -

r a uar . rr u   ar aa y   avé  . Para  v tar qu

Figura 38-8. Vías aéreas.

498
Capítulo 38 Ventilación pulmonar

a tráqua  a, út a artag  t-  rua ra a ra. Cua  ru ta

 araat 5/6  tr  a tráqua . E a  tuaó, a atraó  ára qu bqua  t

D A D I N U
ar      brqu  , a a  ur v a    ar tíag    a ata,  atrpna , a v u rajar a vía

ta  t abé at u a r g z razab, auqu aéra  ut ara avar a btruó.

  r   t  u   v     t  u     t ara qu   u A v   r v  ara át tabé  atv a

 aa y  traga. E t a  a a   a  aa vz  r r j  qu  r g a   u  . La ayr ía 

 t   a   a  úta  gra    b r  qu    t rj z a  r r taó  a braa  -

y a    a a r       b r  q u í     , qu  ab  tu a    t  ta  a  ra  v ía  aér a  , aa  r ga  r r tat ,

t átr r r a 1,5 . E  brquí , a  v, u    gar r        ó  b r  q u  a  . Ta  b  é 

I I V
rgz  u ar   ut ara r u a  r u  r ua u rj trtr brquar

y t at a rat  r a a ua a  a r t r  a   u     a r    qu  ñ a     u   a   r

 r       t r a    u     a r  qu  a      avé  . E r éb  .

 r, ua  avé   ata,  brquí tabé Los factores secretores locales pueden producir constricción

 ata, auqu  tat. bronquiolar. Agua utaa qu  ra   u

P a re d muscular de los b ro n q u i o s y b ro n q u í o l o s . E t  r ua batat atva  a ruó 

t a  a  za   a tráq ue a y    brnq u s qu   t á tró brquar. D  a á rtat  ta

 uaa   r a a   ar tag a  a   a r    tá  r  a - utaa  a hstamna y a sustana de reaón enta de

a   r      a    t   r ú   u   . A   á  , a   a r    a anaa xa . Eta  utaa  bra a v uar

  b r  n q uí    s tá  r  a  a   a  t t a    t  r ú  - r  mastts urat a ra aérga , br t

u ,   a      ó   brquí á tr a, a rvaa r ó  ar. Pr tat, juga u a

a brnquí r e sp ra t r   , qu tá r a uata  a btruó  a vía aéra br vaa  

 r      a    t r  t uar y u t j  br   aa aérga , br t  a utaa  raó ta  a

 u b y a  t á agua bra u uar  a . Mu  a  aaaa .

   r    a    btr utv a    uó   b   a   t      L  rrtat qu ru rj trtr

  brqu  á    quñ  y   brquí  á   a r a    át     a  v ía  a é r a  ( u   ,  v,   ó    

g ra ,    r  u     a  b    a ua  t r a   ó      v a a z u  r y ag u       t  á   sm  g) u 

  ú   u   . atuar rtat br  tj uar ara ar

Resistencia al flujo aéreo en el árbol bronquial. E nd- ra a  r va qu ru tró b-

ne s re spratr  a s nr mae s  ar uy a travé  a  v ía  trutva  a vía aéra .

a é r a    t a t a  aa qu    u      t u g r a    t 

ró r  1 H O   avé  a a atóra


2 Moco que recubre las vías aéreas y acción

ara g   r a r u  uj a é r   u      t ara ua r    r a   ó 


de los cilios en la limpieza de las vías aéreas

traqua . La á a rta a uj aér    ru

T a  a  v ía  aér a  ,    a ar  z a  brquí tr -

 a quña vía aéra   brquí tra , 

a  ,  t á u  a   r ua  aa    qu r ubr

 agu   brquí y brqu  ayr taañ

t a a ur. E        r t a  ar t r a

ra  a tráqua . La razó  ta vaa rta  qu

éu a s  ar me s mu sa s v ua   r ubr t

ay ratvat   t brqu  ayr taañ

 ta  a  v ía  aér a  y  ar t  r   quña  gáua 

 araó   araat 65.000 brquí

ubua  . Aá   atr u  a  a  u r -

tra  ara, a travé   ua  b aar ua

  ,    atraa ar tíua    quña  qu  t á   ar

ata uy quña  ar.

ra   qu a ayr ía   t a  ar tíua   g u

E ag ua    tu a        at  ó g   a   b r  qu í     á 

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 a  v ía     r   r  a t a  b r  qu í     t r    a    , tá

ó   ú   u    u  a r    ; 2) a a a r    ó    a

t a z aa  r u  t  a qu t araat

 a  ar   ,  3) a auuaó     a u z  

200   r  aa ua  a  éua   ta  . E t 

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C o n t ro l nervioso y local de la musculatura b ro n q u i o l a r :

 a qu  a   aítu 2, y a ró 

dilatación simpática de los b ro n q u í o l o s . E   t r     r  -

u «g  urza» r  rg aa a arg. E r,

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ua aa  trr  a t .

(  at a araa , b a u ayr tuaó

  reeptres β-adrenérg s) ru ataó  árb

Reflejo tusígeno
brqua.

Constricción parasimpática de los bronquíolos. Agua  L brqu y a tráqua  ta b a a ró gra

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brquar, a tuaó r va araáta aa v ,   ga ó  azur  r. L u

499
UNIDAD VII Respiración

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2. S r ra a gt y a   u  r a  v  a  r ra   r-  aa a arg, ara r guta .

t ara atraar  ar qu tá   trr   Ta m a ñ o de las partículas atrapadas en las vías a é re a s .

u . E a  turbua aa ara ar a artíua

3. L  ú u ab a   tra   ur z a ,  -  ar  ta az qu a  ga artíua ayr 

r  araga tra tr úu ratr, 6 µ    á   t r a  u a t r av é   a ar  z . E  t

  trta tr , tabé  tra  taañ  r qu    rtrt .

urza. E ua, a ró   u auta D rt  a artíua , ua  a qu t tr

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4. L a ura  v  a  y a  gt  abr tt at   ua  a pre pt aón g rav t ana . Pr j ,

ara úbta ,   qu  ar qu tá t a ta a r a   brquí tra  r ut 

ró vaa   u expta aa ura. A v  r  arbó b a qu a artíua  v 

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160k/. (< 1µ  átr) dunden tra a ar   avé

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aa  brqu y a tráqua , a qu u art  r  0,5µ  átr qua ua   ar

artaga  vag aa tr,   qu  ar avar y  uaa at a raó. Pr j, a

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y traqueaes. E ar qu  uv ráat abtuat C a  g ua   t a  ar tíua  r  t a  a  v ía  aér a 

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 brqu y  a tráqua .  t a  r ta   avé   r  r     uó,

  qu  ru u qubr tr a artíua u-

Reflejo del estornudo

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v ía  aéra  rr . E tíu aat  rj  a   aítu 34, y tra  trartaa r 

    t r u    a r r taó  a  v ía  a é r a  a a ;  át uar . U   artíua u rvar

u art aa a travé  qut ar raa aa  rt  tj br   tabqu avar, a

 bub,   aa  rj. S ru ua r ugar a ua ba rat.

 ra ar a a qu urr   rj tuíg, r

Vocalización

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aa ráat a travé  a arz , trbuy  ta E aba a   a aarat rratr,  tabé a:

ara a ar a vía aéra aa  utaa traña . 1) tr í  tr r v  aba  a rtza

rbra, qu  aaza   aítu58; 2) tr  tr

Funciones respiratorias normales de la nariz

rratr  éa, y 3) a trutura  artuaó y

Cua  ar aa a travé  a arz , a ava aa raa  a ava ra y aa. E aba tá raa

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y   t ab  qu  , u ár a tt a  a  r    a  a    t  160  a ba .

(v. f g . 38-8); 2)  ar  humd  ad  a s mpet amente Fonación. La arg, qu  utra  a ig ura 38-9A,

u at  qu ay a a a á  aá  a ar z , y 3)  tá aataa at ara atuar  vbrar. L -

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aa a  unón de andnament de are  a  a uerdas vaes. L a ura va rtruy

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ra auta ata   0,5°C rt a a tratura gt ;  ta y ata  u ó r var

rra, y ata u 2-3% rt a a aturaó ta  úu í  a ra arg.

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500
Capítulo 38 Ventilación pulmonar

D A D I N U
I I V
Figura 38-9. A. Anatomía de a arnge. B. Funcón de a arnge durante a fonacón, que muestra as poscones de as cuerdas vocaes durante

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501
C A P Í T U L O 6 3

D A D I N U
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I I X
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DE LA MOTILIDAD GASTROINTESTINAL

ANATOMÍA FISIOLÓGICA DE LA PARED

GASTROINTESTINAL ACTIVIDAD ELÉCTRICA DEL MÚSCULO

LISO GASTROINTESTINAL

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«Ondas lentas» causadas por cambios ondulantes en

El músculo liso gastrointestinal funciona como un sinci- el potencial de membrana en re p o s o . Ca  t a  a 

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UNIDAD XII Fisiología gastrointestinal

Figura 63-3. Potencaes de membrana de múscuo so ntestna.

Obsérvense as ondas entas, os potencaes en espga, a despoar-

zacón tota y a hperpoarzacón que se producen en as dferentes

condcones isoógcas de ntestno.

E ta  éua  trta ra ua r  y  utra

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Figura 63-1. Aparato dgestvo.

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Potenciales en espiga. L ta  ga  vr-

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Figura 63-2. Corte transversa típco de ntestno.

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788
Capítulo 63 Principios generales de la función gastrointestinal: motilidad, control nervioso y circulación sanguínea

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CONTROL NERVIOSO DE LA FUNCIÓN

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I I X
GASTROINTESTINAL: SISTEMA

NERVIOSO ENTÉRICO
Cambios de voltaje del potencial de membrana en

reposo. Aá  a a ta y   ta 


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La entrada de iones calcio provoca contracción del mús-


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 ta  ga gra   á  a a

ta tra gra ata   a  a bra

DIFERENCIAS ENTRE LOS PLEXOS

y gra a ayr art  a tra .

MIENTÉRICO Y SUBMUCOSO

Contracción tónica de una parte del músculo liso gas- E pe x m e n t é r    tá r a  u  ay  r ar t  r

t ro i n t e s t i n a l . U a ar t  ú u ga trt ta aa a  ua ura trtaa qu 

 r   u    n t ra     n e s t ó n  a s aá  ,   ugar , t a  arg  t  tub gtv. La ig ura63-4

tra ríta  . La traó tóa  tua , utra u rt  ta aa .

  a  a a rt é tr bá   a  a  ta  y a C   tér  t  r a ttaa 

u  rt v ar  ut  u v ar a  ra  . Su a ar  t ta y, aá  ,  utra tr a   aa 

ta u  autar  ur, r a traó u   u  a r   a     g  tu    a  y   r  u  a r,  t  r v       b r

 at. t    tr  a atv a tra  t   t  -

La traó tóa b  a a ta t. L t ra  u tuaó r:

 ga rt y tu ,  ra qu uat ayr 1) aut  a traó tóa   «t»  a ar

a a rua, ayr rá  gra  traó. E tr tta; 2) aut  a ta  a  tra

a , a traó tóa  b a a aó  ra ríta  ; 3) gr aut  a r ua  a  tra-

789
UNIDAD XII Fisiología gastrointestinal

Figura 63-4. Contro nervoso de a pared

ntestna. Se observan: 1) os pexos men-

tércos y submucoso (fibras negras); 2) e

contro extrínseco de estos pexos por os

sstemas nervosos smpátco y parasmpá-

tco (fibras rojas), y 3) as ibras senstvas

que se drgen desde e epteo umna y

a pared ntestna a os pexos entércos y

desde eos a os gangos prevertebraes de

a médua espna y uego, drectamente,

a a médua espna y a tronco de encéfao

(fibras verdes).

   , y 4) aut  a v  a  u ó  a  utaa       ut  ara jutar

a     t a   ó  a   a rg    t  t    ,  qu     r- ua ó á aa  a aratríta taa

ta a raz  v t  a  a   rtáta  . a tuaó.

E pe x m e n t é r      b        r a r    t r a   t La aetna u  tuar a atv a ga trt  -

 t ar, u t qu ag ua   u  ura    nhb- ta;  r u ar t, a nradrenana a  r a b ,

dra s ; a tra  a bra rta u trar  u  a adrenana , qu aaza  tub gtv

br, quz á  ppéptd nte stna va satv  agú  r v ía aguía tra  r b raa aa a ruaó  r

tr  ét br. L a ña bra  rutat a é ua urar ra. L a á  ut a a  tra ra 

r aj a       a agu      í t r  u  - at  uraa  t  ua za   t ar 

 u  a r   t  t   a    qu    r  a    t        a    br  , ag u   ua    tua    aí-

 at  u gt  tub gtv a gut, tu64.

 u    e s ínter pór , qu tra  v aa-

t  tóag a u , y  e s ínter de a váv u a

CONTROL AUTÓNOMO DEL TUBO


eea , qu tra  v aat  tt ga

GASTROINTESTINAL
  g.

A trar qu   tér,  pex submus 


La estimulación parasimpática aumenta la actividad del

ua br t  rguar a uó arta tra  aa


sistema nervioso entérico. La r vaó araáta 

gt úu  tt. Pr j,   t


tt u aar   dvsnes, ranea y sara ,

gatrtta  rga ua ña tva qu 


qu  tua   aítu61.

tgra    ubu ara tuar  tr  a


Sav  r ag ua  bra  ara át a  qu r v a a 

sereón nte stna  a, a absrón  a y a ntraón


rg bua y aríga  tub gtv,  ner vs vags

a de músu submus, qu u tt gra 


tra r ta a  t a  a  bra   s stema p ara smp át

gat  a ua gatrtta.


ranea. Eta bra rra ua aa r vaó a

ó ag, a tóag y a ár a  y,  g ra ag r,

a tt, aaza ata a rra ta  tt

TIPOS DE NEUROTRANSMISORES

gru.

SECRETADOS POR LAS NEURONAS

E ta parasmpát sar se rga   gt

ENTÉRICAS

ar gu, trr y uart  a é ua a, vaja

L vtgar a ta á  25 b u-    ner v s pév s aa a ta ta    t  t   

taa urtrara tta braa r a tra- g r u   y  ga a t a  a. E  g ,  r t y 

 r va   vr t  ura téra , a tá rabt jr r va r a bra

tr a : 1) a aetna ; 2) a nradrenana ; 3)  trs- araáta qu uaqur tra rgó  tt. Eta

at de a d e n  s n a ; 4) a s e r  t  n n a ; 5) a d  p a m n a ; 6) a bra tr v br t   rj  a aó,

estnna ; 7) a sustana P; 8)  ppéptd ntestna qu  tua   aítu64.

va s atv ; 9) a smat st atna ; 10) a eueneana ; 11) a La neurnas psgangnares  ta araát 

meteneana ; 12) a bmbesna ; 13)  urét Y, y 14)  utra br t    tér y ubu.

ó ítr L a u  ía  ua  ta Su tuaó auta grat a atva  t 

790
Capítulo 63 Principios generales de la función gastrointestinal: motilidad, control nervioso y circulación sanguínea

ta r v tér,  qu, a u vz, ta a ayría r j,  qu tra a ró gtva, 

 a u gatrtta . rtat, a tra  za ,  t

 bó a , t.

D A D I N U
La estimulación simpática suele inhibir la actividad del
2. Reejs que van desde e ntestn a s gangs smpá-

tubo digestivo. L a bra áta  tub gtv 


t s pre ver tebrae s , de sde dnde v ueven a tub  d -

rga  a é ua a tr  gt T5 y L2.


ge stv. E  t  r    j   t r a     t  ña   tu b 

Dué  abaar a éua, a ta a bra rga-


gtv qu rrr arga taa ,  a qu,

gar ara  tt tra  a adenas smpátas


r t  tóag, u a  vauaó 

qu  utra a ab a  a ua vrtbra y


 ( reej gastró ), a   y  tt

I I X
a atrava ata gar a  gag át ,  
ga qu b a ta y a ró gátra

g ang eí a y   vr   g ang s me sentér  s ,   


(reejs entergá strs) y  rj rga  

qu  utra a ayría   uerps de as neurna s


 qu b  vaat  t  í

smp á t   a s p  sg ang   n ar e s ,   qu     rg  a   bra 


   (reej ea).

gagar ara rar  r v át ga-


3. Reejs que van desde e ntestn a a médua espna 

gar, qu  rg a ta a za  tub gtv. E


a trn de enéa para vver después a tub dges-

ta át rva a ta a rg  tub g-
tv. Ct   at : 1) rj r g a-

tv,  trar rra r a r á raa a


   tóag y   u  qu  rg a

a ava bua y a a,  u   araát.


tr  éa y rgra a tóag a travé 

L a tra r va áta bra, br t,


 r v  v ag , ara trar a atv a tra

nradrenana .
y    r t r a ; 2) r    j       r    qu   r v   a  ua

E gra, a  tuaó  ta r v   á-


bó gra  a ttaa  tub gtv, y

t   n hb e a atv a   tu b    g  t  v  y t u   


3) rj  aó qu vaja    y 

 t  u t  a    ta  a r a    át   . Ej  r  


rt ata a éua a y vuv ara rur

u  t     r a  : 1)  at u   r t  t


a tt tra  ,  rt y  

r t  a raraa   r t aa  br  ú u  


úu ab a  ar a  ara a   aó

 t  t   a  a qu  b  (av a mu s  u ar  s mu   s a e , a a


(reejs de deeaón).

qu t a), y 2)  at u  t br á   tt

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CONTROL HORMONAL
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DE LA MOTILIDAD GASTROINTESTINAL
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Fibras nerviosas sensitivas aferentes

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791
UNIDAD XII Fisiología gastrointestinal

Tabla 63-1 Acciones de las hormonas gastrointestinales, estímulos para la secreción y lugar de secreción

Hormona Estímulo para la secreción Lugar de secreción Acciones

Gastrina Proteínas Células G del antro, el Estimula

Distensión duodeno y el yeyuno Secreción de ácido gástrico

Nerviosa Crecimiento mucoso

(El ácido inhibe la liberación)

Colecistocinina Proteínas Células I del duodeno, Estimula

Grasas el yeyuno y el íleon Secreción de enzima pancreática

Ácidos Secreción de bicarbonato

pancreático

Contracción de la vesícula biliar

Crecimiento del páncreas

exocrino

Inhibe

Vaciamiento gástrico

Secretina Ácidos Células S del duodeno, Estimula

Grasas el yeyuno y el íleon Secreción de pepsina

Secreción de bicarbonato

pancreático

Secreción de bicarbonato biliar

Crecimiento de páncreas

exocrino

Inhibe

Liberación de gastrina y

secreción de ácido gástrico

Péptido insulinotrópico Proteínas Células K del duodeno Estimula

dependiente de la glucosa Grasas y el yeyuno Liberación de insulina

(también denominado Hidratos de carbono Inhibe

péptido inhibidor gástrico) Secreción de ácido gástrico

Motilina Grasas Células M del duodeno Estimula

Ácidos y el yeyuno Motilidad gástrica

Nervioso Motilidad intestinal

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MOVIMIENTOS FUNCIONALES

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EN EL TUBO DIGESTIVO

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792
Capítulo 63 Principios generales de la función gastrointestinal: motilidad, control nervioso y circulación sanguínea

MOVIMIENTOS PROPULSIVOS:

PERISTALTISMO

D A D I N U
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Figura 63-5. E perstatsmo mpca a contraccón y a reajacón en

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ta  tt. A, a ña r va ara- o que mpusa e contendo haca e ano. Las contraccones de seg-

áta ta qu ga a tt u u urt mentacón ntermtentes en seccones separadas de ntestno degado

y e grueso mezcan os contendos con un pequeño movmento


rtat.

anterógrado.

Función del plexo mientérico en el peristaltismo. E a

r  tub gtv  aua géta  

tér ay u rtat éb  u. Aá, ua

u at rb tratat  atra ara arazar a S ata   tér, t atró j aa-

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rtat uy tat  a r t. perstát. La ua  t rj y  vt r-

Pr t , ara u rtat eaz  ra u  tát  t aa    «y  tt».

tér atv.

CONTRACCIONES DE SEGMENTACIÓN:

Las ondas peristálticas se mueven hacia el ano con la

MOVIMIENTOS DE MEZCLA

relajación receptiva descendente: «ley del intestino». E

tría ,  rtat ría rgr  uaqur t L vt  za  uy tt  a rt

  ut tua, r   a ró ra (aa a rg  tub gtv. E agua za a tra

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 ró ra. á a .

793
UNIDAD XII Fisiología gastrointestinal

FLUJO SANGUÍNEO GASTROINTESTINAL:

CIRCULACIÓN ESPLÁCNICA

L va aguí  aarat gtv ra art 

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uj  ag uí   tub  g tv rat  á 

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 r   snusde s hepáts ut , ara ug

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 trar  a   r u  a   ó  g   r a  a ar tr   tu b    g  -

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L nutrentes hdrsubes y n grass qu  abrb 

 tt,   rat  arb y a rtía , 

Figura 63-6. Crcuacón espácnca.


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 u át . Aí, tat a éua rtu -

ta   a  éua  arquat a  r  a 

 íga,   hep at t s , ab  rb  y aaa t -


EFECTO DE LA ACTIVIDAD INTESTINAL

rat tr  50 y  75%   utrt . Aá , 

Y LOS FACTORES METABÓLICOS

a éua áta t ugar tabé a ayr art 

SOBRE EL FLUJO SANGUÍNEO

rat quí trar  t utrt . E

GASTROINTESTINAL

 aítu 68 a 72  tua ta u utrtva 

íga. N btat, a ta a g rasas qu  abrb  E  ra,  uj aguí  aa rgó 

 tt n aanz an a sang re prta,  qu aa a  tub gtv y tabé  aa aa  a ar  rta-

át tta,    rg aa  trrt t rra a gra  atva a. Pr j,

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 a r  íga. a va y  a rg ayat  a ubua

 ut a u  r  . D g ua r a ,  r  g 

a aa uuar  a ar tta auta ua

ANATOMÍA DE LA IRRIGACIÓN

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GASTROINTESTINAL

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La ig ura 63-7 utra  qua gra  a rrgaó  abró y, r tat,  uj aguí auta u,

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gru a travé  u ta artra arr. La gura  Mecanismos del aumento del flujo sanguíneo durante

rrta a artra íaa , qu arta u rg aguí la actividad gastrointestinal. Auqu   a ua

ar a tóag. r t a aua ra  aut  a ruó

A trar  a ar  tt, a artra  ra- urat  rí  ayr atva gatrtta, í 

a y vía artra ruar  r abr  ta a  agu  .

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a  a ar tta ut a a ró téra. ua  tt bra vara utaa vaatara .

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tra  a ar tta y  trbuy: 1) a  arg  a qu  utra a estnna ,  péptd ntestna

 a uuar ; 2) aa a va tta , y vasatv, a gastrna y a seretna . Eta a ra

3) aa  va ubu tua baj  t,  tr v tabé   tr  atva tra y

tr v   a   u      r tra  y  ab  r ó  rtra ía  tt,   v   aítu

tt. 64 y 65.

La ig ura63-8 rta a rgazaó a  uj E gu ugar, agua  a gáua gatrtta-

ag uí   r a  v a  t ta  ; aar  ua   , a t qu bra tra utaa aa a uz tt-

quña artra y véua taa  u ta ra- a, tabé rta  a , a adna y a bradnna ,

 r út aa aar . La ar  a artra aa a ar  tt. Eta a  vaatar

 u y r  a   ú   u   y  t r  a   ua  r  a u y tt y  r qu rva gra art  aut  a

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794
Capítulo 63 Principios generales de la función gastrointestinal: motilidad, control nervioso y circulación sanguínea

D A D I N U
I I X
Figura 63-7. Irrgacón artera de ntestno a través de a red mesentérca.

E trr ugar, a dsmnuón de a nentraón de xí- E           r a , ta r v aó    í g  

gen  a ar tta u autar  uj tta    a  ar tr a  a a  véua   r ut a  g r a ara

  50-100%  á; r tat,  rbab qu  rt a va , r   atóga , aaa

 í tabó  a ua y  a ar urat a a ua uó rtat  uj aguí tta

atva tta ruza a traó  íg  a  u   k ruatr, a ata  íg  

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CONTROL NERVIOSO DEL FLUJO

SANGUÍNEO GASTROINTESTINAL

Mecanismo del flujo sanguíneo «a contracorriente» de

las vellosidades. E a ig ura63-8 u vr qu  uj La tuaó  e stómag y  a p ar te d st a de n

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795
UNIDAD XII Fisiología gastrointestinal

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796
Portada Biol Celular OKok 29/11/06 14:34 Página 1

3.ª
EDICIÓN

● Libro de texto dirigido a los estudiantes de todas aquellas licenciaturas


en las que el alumno necesita una buena base de Biología Celular.

R. Paniagua | M. Nistal | P. Sesma | M. Álvarez-Uría | B. Fraile | R. Anadón | F. J. Sáez


● Adaptado específicamente a la limitada extensión del programa
y a su enfoque como punto de partida para otros estudios.

● Selección actualizada de los conocimientos esenciales de


Biología Celular que se requieren para la comprensión de
la estructura y los principales mecanismos vitales de la célula.

● El contenido se adapta, en esencia, a un estudio morfológico ensamblado


con los aspectos moleculares a nivel de estructuras.

● El texto va acompañado de abundante iconografía a todo color:


esquemas, dibujos, micrografías en las que se plasman los resultados
más demostrativos de las diferentes técnicas utilizadas en microscopía
tanto óptica como electrónica.
BIOLOGÍA
CELULAR
NOVEDADES DE LA TERCERA EDICIÓN TERCERA EDICIÓN

◆ Todos los capítulos se han revisado y actualizado.

◆ Se ha introducido un nuevo capítulo, el de «Relaciones de la célula Ricardo Paniagua


con su entorno».
Manuel Nistal
◆ En el de «Ciclo vital de la célula», que se ha ampliado, se incluyen
un apartado sobre muerte celular y otro sobre envejecimiento celular.
Pilar Sesma
◆ Muchos de los dibujos se han modificado, y se ha añadido gran cantidad
de fotografías nuevas. Manuel Álvarez-Uría

BIOLOGÍA CELULAR
◆ Se proporciona al lector un resumen de la bibliografía más apropiada
para profundizar en los diferentes aspectos tratados. Benito Fraile
◆ Se ha insertado un apéndice con el significado de las siglas utilizadas Ramón Anadón
a lo largo del texto.

Francisco J. Sáez

ISBN: 978-84-481-5592-6

The McGraw-Hill Companies

9 788448 155926 www.mcgraw-hill.es


00 PANIAGUA INDEPENDIENTE 29/11/06 13:56 Página XV

Contenido

PREFACIO......................................................................................................................................................... IX
SIGLAS UTILIZADAS ...................................................................................................................................... XI

CAPÍTULO 1: ESTUDIO GENERAL DE LA CÉLULA .............................................................................. 5

CAPÍTULO 2: MEMBRANA PLASMÁTICA Y MEMBRANAS CITOPLÁSMICAS ................................. 39

CAPÍTULO 3: ESTRUCTURA Y EXPRESIÓN GÉNICA .......................................................................... 71

CAPÍTULO 4: SÍNTESIS Y DEGRADACIÓN DE MACROMOLÉCULAS ................................................ 135

CAPÍTULO 5: CONVERSIÓN ENERGÉTICA........................................................................................... 199

CAPÍTULO 6: CITOESQUELETO ............................................................................................................ 239

CAPÍTULO 7: RELACIONES DE LA CÉLULA CON SU ENTORNO ....................................................... 295

CAPÍTULO 8: CICLO VITAL DE LA CÉLULA........................................................................................... 345

XV
01 PANIAGUA BIOLOGIA 3 01 29/11/06 12:38 Página 5

MÉTODOS DE ESTUDIO DE LA CÉLULA Y LOS TEJIDOS

TÉCNICAS DE MICROSCOPÍA
Lámpara Filamento
El principal instrumento, aunque no el único, para el es- Fuente luminosa
tudio de la célula y de los tejidos es el microscopio; por
ello iniciaremos este capítulo explicando qué es y para
qué sirve este instrumento, así como los diferentes ti- Lente condensadora
pos de microscopio y las diversas técnicas que se reali-
zan con ellos. Muestra

Lentes del objetivo

MICROSCOPIO ÓPTICO DE CAMPO CLARO Imagen intermedia

Características Lente proyectora

Básicamente, el microscopio óptico compuesto es un


tubo provisto de dos lentes (una en cada extremo) que
amplían sucesivamente la imagen del objeto (prepara- Imagen final
ción histológica), el cual está intensamente iluminado. Microscopio óptico Microscopio electrónico
De las dos lentes, una se encuentra próxima al objeto y
se denomina lente objetivo; la otra se sitúa junto al ojo
del observador, en cuya retina se forma la segunda ima- Figura 1.1. Comparación de los microscopios óptico y
gen aumentada, y recibe el nombre de lente ocular. Si electrónico.
se sustituye el ojo del observador por una cámara foto-
gráfica se pueden obtener fotografías de la preparación
histológica, a los mismos aumentos a los que se obser-
va o a mayores aumentos si se amplía el negativo. Este
esquema simple inicial se perfecciona añadiendo lentes Límite de resolución =
intermedias, que multiplican el aumento, y otros dispo- = 0.61 × longitud de onda/apertura numérica.
sitivos como el condensador, que concentra la luz emiti-
da por la fuente luminosa sobre el objeto, o diversos La longitud de onda dependerá de la luz empleada; si
sistemas para aumentar el contraste (Fig. 1.1). se usa luz natural blanca, la longitud de onda es 550 nm
Lo importante del microscopio no son los aumentos (nm es la abreviatura de nanómetros). La apertura nu-
en sí mismos, pues una fotografía puede ampliarse to- mérica es igual a n x seno α, siendo n el índice de re-
do lo que se desee sin que por ello se observen objetos fracción (cambio en la velocidad de la luz difractada) del
que no aparecían en la imagen inicial, sino el poder de medio situado entre el objeto y la lente, y α el ángulo de
resolución. Éste se define como la capacidad de distin- semiapertura de la lente. Si el medio es aire, n = 1. Si se
guir como imágenes diferentes dos puntos cercanos. El utiliza aceite de inmersión, n = 1.51. El valor de seno α
poder de resolución se mide utilizando como unidad la (siempre menor que uno por definición) puede llegar a
inversa del límite de resolución (poder de resolución = ser 0.93 como máximo en los microscopios actuales. En
= 1/límite de resolución). El límite de resolución se defi- estas condiciones:
ne como la distancia mínima entre dos puntos para que
éstos puedan distinguirse como tales. Se calcula por la Límite de resolución =
fórmula de Abbe: = 0.61 × 550/(1.51 × 0. 93) = 335.5/1.4 = 240 nm.

5
01 PANIAGUA BIOLOGIA 3 01 29/11/06 12:38 Página 6

6 BIOLOGÍA CELULAR

Si se tiene en cuenta que el límite de resolución del 2. Inclusión y corte. Los organismos unicelulares y las
ojo humano sin ayuda de lentes es 0.23 mm = 230 µm células aisladas pueden observarse con facilidad
(micrómetros) = 230 000 nm, el microscopio óptico au- con el microscopio, pero los órganos y tejidos, in-
menta casi 1000 veces el poder de resolución del ojo. cluso pequeños fragmentos de ellos, son demasia-
El límite de resolución del microscopio de luz es muy do gruesos para que sean traspasados por la luz; de
difícil de mejorar. Para conseguir un límite de resolu- ahí que sea necesario cortarlos en finas láminas.
ción más pequeño, según se desprende de la fórmula Para ello se utiliza un aparato llamado micrótomo,
indicada antes, habría que aumentar el denominador (la que permite la realización de cortes de tan sólo al-
apertura numérica) o disminuir el numerador (longitud gunos micrómetros de espesor. El material biológi-
de onda). Aumentar el denominador no es posible en lo co resulta de ordinario extremadamente blando pa-
que respecta al seno α, porque el seno de un ángulo ra poder efectuar los cortes; por ello, a la fijación
nunca puede ser mayor que uno, pero puede aumentar- sigue un proceso de endurecimiento del material y
se ligeramente el índice de refracción con el empleo de su inclusión en una sustancia plástica, generalmen-
lentes de cuarzo. Con respecto a la disminución del nu- te parafina o resina, en la que queda embebido el
merador, la longitud de onda de la luz blanca no es sus- tejido para que pueda cortarse con facilidad. Una al-
ceptible de disminución pero puede emplearse luz ul- ternativa rápida a la inclusión, aunque con resulta-
travioleta, cuya longitud de onda es 260 nm. De este dos de menor calidad, consiste en congelar el tejido
modo, usando lentes de cuarzo y luz ultravioleta, se y hacer los cortes con un micrótomo especial para
consigue el máximo límite de resolución posible, alre- esta finalidad (criótomo). Este procedimiento se uti-
dedor de 150 nm. Sin embargo, este procedimiento tie- liza en observaciones de urgencia o cuando el pro-
ne el inconveniente de que la luz ultravioleta no es visi- ceso de inclusión puede eliminar o dañar los com-
ble y hay que proceder por aproximación, tomando ponentes que se desea estudiar.
fotografías para observar luego dónde se ha impresio- 3. Tinción. Una dificultad en la observación microscó-
nado la placa fotográfica. Este método no es útil, por pica es el escaso contraste que presenta el material
tanto, para los estudios habituales pero se ha utilizado biológico debido a su gran contenido en agua. Para
para el estudio de ácidos nucleicos que absorben inten- mejorar el contraste se utilizan las tinciones, que
samente la luz ultravioleta. permiten colorear artificialmente los distintos com-
Los aumentos finales se obtienen multiplicando los ponentes tisulares. Son muchos y variados los colo-
del objetivo por los del ocular. Hay que tener en cuenta rantes que se emplean. Aunque las primeras tincio-
que la resolución de la imagen es la del objetivo, puesto nes empleadas se obtuvieron de forma empírica,
que el ocular no amplía el poder de resolución. Sin em- con el tiempo se han desarrollado técnicas que per-
bargo, el ocular es muy útil, porque con sólo el objetivo miten demostrar determinadas reacciones enzimá-
quedaría la imagen demasiado pequeña para ser observa- ticas o poner de manifiesto la naturaleza de una
da con comodidad. En algunos microscopios se emplea, sustancia celular concreta mediante la utilización de
además, una lente intermedia, cuyos aumentos constitu- anticuerpos marcados con un colorante frente a esa
yen un factor multiplicador más a la hora de calcular los sustancia (véase página 13).
aumentos finales. La imagen obtenida puede impresio-
nar una placa fotográfica colocada en vez del ocular. Al
positivar el negativo, la imagen puede aumentarse hasta Medios para aumentar el contraste en diversas
cuatro o cinco veces, obteniendo así una imagen amplia- modalidades de microscopía óptica
da que permite observar con comodidad los detalles
captados gracias al poder de resolución. Las ampliacio- Para estudiar el material vivo, en el que no pueden apli-
nes excesivas diminuirían la nitidez de la imagen. carse las tinciones convencionales pues las células
mueren en la fijación, se emplea el microscopio de con-
traste de fases. Con el microscopio ordinario, una parte
Técnicas preparatorias utilizadas de los rayos que atraviesan el objeto son difractados y
en microscopía óptica se desvían cambiando su fase. En los materiales bioló-
gicos la diferencia de fase de onda entre los rayos des-
La correcta observación del material biológico con el viados y los que no son desviados es de aproximada-
microscopio óptico requiere una serie de procesos pre- mente, 1/4 de esa longitud de onda. Cuando ambos
vios que, en esencia, son los siguientes: tipos de rayos atraviesan las lentes y sufren interferen-
cia, los rayos resultantes experimentan un cierto retra-
1. Fijación. Las células de los órganos y tejidos mue- so de fase que no se detecta con el microscopio ordina-
ren y se descomponen cuando son extraídas de su rio. En el microscopio de contraste de fases, los rayos
medio si no se las mantiene en condiciones espe- difractados son adelantados o retrasados 1/4 de la lon-
ciales como las que se dan en los cultivos celulares. gitud de onda con respecto a los no difractados por me-
El proceso de fijación no evita la muerte celular, dio de una placa anular. Si ambos grupos de rayos se
pero preserva de la descomposición manteniendo suman (contraste brillante o negativo), el objeto apare-
inalterada la estructura morfológica. Entre los mu- cerá más brillante que el medio, mientras que si el con-
chos líquidos fijadores utilizados, el formaldehído o traste es oscuro o positivo, los rayos experimentarán
formol es el más habitual. Otros fijadores son el al- una sustracción, siendo la imagen resultante más oscu-
cohol y el ácido acético. ra que la del medio. De este modo, el microscopio de
01 PANIAGUA BIOLOGIA 3 01 29/11/06 12:38 Página 7

CAPÍTULO 1: ESTUDIO GENERAL DE LA CÉLULA 7

contraste de fases transforma estas diferencias de fase punto por fluorescencia es dirigida a un tubo multiplicador,
en diferencias de amplitud y, por tanto, de intensidad, donde es analizada. Los datos se registran en un ordena-
haciendo que el material presente un mayor contraste. dor que integra la información elaborando una imagen de
El microscopio de interferencia se basa en principios alta definición, incluso de objetos bastantes gruesos, mu-
similares pero tiene la ventaja de proporcionar resulta- cho más perfecta que la imagen obtenida con los micros-
dos cuantitativos. Con este microscopio se pueden de- copios ordinarios, ya que esta última presenta puntos
terminar cambios en el índice de refracción y las varia- perfectamente enfocados junto con otros fuera de foco.
ciones de fase se pueden reflejar en cambios de color El microscopio confocal, al reconstruir la imagen por or-
tan acentuados que una célula viviente es capaz de apa- denador, también puede realizar una reconstrucción tri-
recer coloreada. dimensional integrando las imágenes obtenidas de dife-
Una variante de este microscopio es el microscopio rentes planos de la preparación y rotar esa imagen para
de Nomarski, en el que el rayo de luz, tras atravesar el observarla desde diferentes ángulos.
objeto y la lente objetivo, por medio de un prisma birre-
fringente se divide en dos rayos polarizados, que si-
guen trayectorias ligeramente diferentes, y que interfie- MICROSCOPIO ELECTRÓNICO DE TRANSMISIÓN
ren entre sí. La imagen resultante tiene un efecto en
relieve característico. Este microscopio es particular- Características
mente útil en el estudio in vivo de las células.
Otra variedad es el microscopio de polarización. Se El microscopio electrónico supone un considerable au-
basa en la propiedad de ciertas sustancias (anisótropas) mento en el poder de resolución al emplear no luz visi-
que tienen un distinto índice de refracción según la di- ble sino electrones acelerados, cuya longitud de onda
rección que se considere. Las sustancias que siempre es unas 100 000 veces menor. Igual que la luz, los elec-
mantienen el índice de refracción se llaman isótropas. trones tienen una naturaleza vibratoria y corpuscular. Al
Esta propiedad de las sustancias anisótropas es utiliza- ser de pequeña longitud de onda, pueden contornear
da mediante un dispositivo de polarización, que se apli- muy bien los objetos, lo que les confiere un gran poder
ca al microscopio para apreciar estas diferencias como de resolución. Su masa es muy pequeña (1/1840), por lo
diferencias de contraste entre las diversas sustancias. que pueden ser desviados con mucha facilidad. El aire
El microscopio citofotométrico se basa en que diver- los desvía, por lo cual se trabaja en tubos huecos en los
sos componentes celulares absorben específicamente de- que reina el alto vacío, equivalente a 10–5 Torr (Torricelli
terminadas bandas de luz. Así, mientras que los ácidos o mm de mercurio). Para desviar los electrones de un
nucleicos absorben la banda de 260 nm (ultravioleta), las modo controlado se utilizan lentes que no son ópticas
proteínas absorben la de 280 nm. También algunas re- sino electromagnéticas. A mayor poder de la corriente,
acciones histoquímicas dan bandas de absorción específi- mayor desviación. En síntesis, el funcionamiento del mi-
cas en el espectro visible y pueden analizarse cuantitati- croscopio electrónico es como sigue:
vamente con estos microscopios. La absorción se mide Un filamento (cátodo) en un tubo de vidrio a gran vacío
directamente con un fotomultiplicador o por dosimetría es calentado y emite electrones que tienden a seguir una
sobre placas fotográficas calibradas. Así, mientras la cito- trayectoria rectilínea aunque vibratoria. Mediante una
fotometría con luz ultravioleta permite detectar los ácidos lente electromagnética (que hace las veces de condensa-
nucleicos (DNA y RNA) sin distinguir entre ambos, si se re- dor) los electrones son concentrados en el objeto. Una
alizan tinciones específicas para el DNA (como la reacción segunda lente electromagnética funciona como lente ob-
de Feulgen), el microscopio citofotométrico puede cuanti- jetivo, dando una imagen ampliada del objeto. La tercera
ficar el contenido en DNA sin confundirlo con el de RNA. lente es el proyector, que actúa de ocular, volviendo a am-
Para el análisis de células y tejidos con fluorescencia pliar la imagen y proyectándola sobre una pantalla fluo-
propia o que han sido tratados con colorantes fluores- rescente o sobre una placa fotográfica. Entre ambas lentes
centes (fluorocromos) se utiliza el microscopio de fluo- hay una lente intermedia, también electromagnética, que
rescencia. La característica fundamental de este micros- amplía una vez más la imagen (Fig. 1.1).
copio es la incorporación de una lámpara, que actúa En el microscopio de luz de campo claro, la formación
excitando el fluorocromo, y de un filtro especial, que de imágenes depende de la desigual absorción de la luz
presenta altos valores de transmisión para las ondas emi- en diferentes zonas del objeto. En el microscopio electró-
tidas por el colorante fluorescente. Normalmente, antes nico se debe a la dispersión de los electrones al interac-
del análisis en el microscopio hay que tratar la muestra tuar con los átomos. Al pasar por el objeto, los electro-
con reactivos que impidan la decoloración. Debido a su nes se dispersan de forma elástica y algunos caen fuera
gran sensibilidad y a la posibilidad de observación si- de la apertura del objetivo. La imagen que se forma en la
multánea de varias longitudes de onda, el microscopio pantalla resulta de la ausencia de estos electrones en de-
de fluorescencia es muy utilizado para distinguir los di- terminadas zonas. Esta dispersión está en función del
ferentes componentes celulares, utilizando marcadores espesor y densidad de los átomos del objeto (masa ató-
distintos para cada uno de ellos. mica). A mayor número atómico, mayor dispersión. Se
El microscopio óptico de barrido confocal adapta un puede calcular el poder de resolución con la misma fór-
sistema de barrido mediante rayo láser que se concentra mula empleada para el microscopio óptico.
en un punto de muy poco espesor. Este rayo se desplaza Antes de aplicar la fórmula se debe tener en cuenta
mediante un sistema de espejos y rastrea punto por pun- que, en el microscopio electrónico, el voltaje normal-
to un plano de la preparación. La luz que emerge del mente utilizado es 60 000 voltios, la longitud de onda de
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8 BIOLOGÍA CELULAR

los electrones es 1.5/vo


ltaje = 
1.5/60
000 = 0.005 nm, través de un voltaje de un millón de voltios, por lo que
y la apertura numérica es 0.01. Si se aplica ahora la fór- también se les denomina microscopios electrónicos de
mula del límite de resolución resulta: alto voltaje. Esta aceleración confiere a los electrones la
energía cinética suficiente para atravesar muestras grue-
Límite de resolución = 0.61 × 0.005/ sas de hasta varios micrómetros de espesor. La ventaja
apertura numérica = 0.61 × 0.005 /0.01 = 0.3 nm. principal de este microscopio es que proporciona infor-
mación del espesor de la estructura celular, dando una
Como la mayoría de las moléculas biológicas tienen visión de la organización tridimensional de las células.
átomos de pequeño número atómico, el material se con- Además, la resolución y la profundidad de campo son
trasta agregando metales pesados como el osmio. Con excelentes por todo el grosor de la muestra. Aunque es-
materiales biológicos seccionados la resolución nunca te microscopio se emplea sobre todo en metalurgia (pa-
es mejor de 1 nm, ya que no puede ser mayor de 1/10 del ra el estudio de metales de lámina fina), en Biología ha
grosor del corte, y éste es siempre superior a los 10 nm. sido muy útil para entender la organización tridimensio-
La resolución depende también del contraste, pero éste nal de estructuras celulares, utilizando cortes de varios
es menor cuanto más fino sea el corte. De hecho, 1.5 nm micrómetros en los que se encontraban incluidas célu-
es una resolución muy buena. las enteras (véase Fig. 6.1.A).
Si se compara con el microscopio de luz, se aprecia
que el microscopio electrónico ha mejorado el poder de
resolución unas 240 veces (el límite de resolución ha MICROSCOPIO ELECTRÓNICO DE BARRIDO
pasado de 240 nm a 1 nm) y unas 240 000 veces (240 ×
× 1000) respecto al del ojo humano sin lentes. La microscopía de barrido o de scanning no es una téc-
Igual que en el microscopio de luz, los aumentos del nica más de la microscopía electrónica convencional, y
microscopio electrónico se obtienen multiplicando los requiere un microscopio diferente (Fig. 1.2). Como en el
del objetivo, lente intermedia y proyector. Las fotografías microscopio electrónico de transmisión, se trabaja con
pueden ampliarse varias veces para observar la imagen gran vacío, pero el haz electrónico no es fijo y de super-
con más comodidad. ficie amplia, sino puntual y móvil, de modo que rastrea
punto por punto la muestra. No hay lente proyectora,
sino un detector de electrones que proyecta la imagen
Técnicas preparatorias usadas en microscopía fuera del tubo, sobre un monitor de imagen. No se ha-
electrónica de transmisión cen cortes ultrafinos de la muestra, la cual tampoco se
fija con osmio ni se contrasta con plomo o acetato de
Como en la microscopía óptica, la observación del ma- uranilo. El procedimiento seguido es recubrir la mues-
terial biológico con el microscopio electrónico requiere tra con átomos opacos (oro y platino) mediante som-
unas técnicas preparativas que comprenden la fijación, breado metálico. El límite de resolución (10 nm teóri-
inclusión, corte y contraste de ese material. Puesto que cos) es menor que el del microscopio electrónico de
las estructuras se van a observar con mayor detalle que transmisión (0.3 nm teóricos, generalmente 3 ó 4 nm rea-
en la microscopía óptica (observación ultraestructural), les) y los aumentos directos a los que se puede realizar
estas técnicas son aún más delicadas. La fijación se rea- la observación son también menores (20 000 frente a
liza generalmente en glutaraldehído, que consigue una 100 000). Su principal utilidad es la observación de la
mejor preservación de los tejidos que el formol, segui- superficie de las células, orgánulos y componentes tisu-
da de una posfijación con osmio, que impregna muchas lares, para obtener una visión tridimensional de su for-
estructuras con diversa afinidad, proporcionando un ma externa y organización espacial.
gran contraste al chocar los electrones con la muestra.
La inclusión se realiza en resinas plásticas, de epóxido o
metacrilatos, que proporcionan mayor dureza. Los cor- ALGUNOS MÉTODOS DE ESTUDIO UTILIZADOS
tes han de ser extremadamente finos (cortes ultrafinos EN MICROSCOPÍA ELECTRÓNICA
de 20 a 80 nm de espesor), lo que sólo se consigue con
un aparato de gran precisión, denominado ultramicró- Existen diversas técnicas que pueden ser aplicadas en
tomo, en el que se utilizan cuchillas especiales afiladísi- algunos de los microscopios electrónicos descritos con
mas (de vidrio o diamante). Para contrastar el material objeto de mejorar determinados aspectos de la obser-
no se emplean colorantes sino átomos de metales pesa- vación. Algunas de ellas se han utilizado con finalidades
dos como el plomo y el uranilo, que acentúan el con- muy concretas, como el estudio de la cromatina (véase
traste proporcionado por el osmio. página 76) o del citoesqueleto (véase página 239) y de
ellas se tratará cuando se estudien estos componentes
celulares. Otras se emplean con carácter más general, y
MICROSCOPIO ELECTRÓNICO DE ALTA son las que se describirán a continuación.
ACELERACIÓN (ALTO VOLTAJE)

Se han fabricado algunos microscopios denominados Contraste negativo


de alta aceleración. Estos microscopios tienen hasta
10 metros de altura y pueden pesar unas 22 toneladas. Mediante el contraste negativo se mejora mucho la re-
Su característica particular es que aceleran electrones a solución de estructuras biológicas, pudiendo conseguir-
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CAPÍTULO 1: ESTUDIO GENERAL DE LA CÉLULA 9

A B

Figura 1.2. Microscopía de barrido. A: Ciegos pilóricos de estrella de mar (Marthasterias glacialis). X20. (Cortesía de A. Martí-
nez. Departamento de Histología, Universidad de Navarra). B: Ojo de insecto (Drosophila melanogaster). X48.

se hasta 1 nm con el microscopio electrónico de trans- Criofractura-réplica (freeze-etching)


misión. Esto se debe a que no se utilizan cortes, sino ex-
tensiones del material tal como éste se encuentra (sin Esta técnica es muy útil para el estudio de las superficies
cortar). El material biológico (bacterias, virus, orgánulos fracturadas de la membrana plasmática y orgánulos celu-
celulares, macromoléculas, etc.) se rodea con ácido fos- lares (Fig. 1.3). El proceso comprende tres pasos (Fig. 1.5):
fotúngstico que no permite el paso de electrones, los
cuales atraviesan fácilmente el material biológico sin te- 1. Congelación de la muestra (muy rápida para que
ñir. En las imágenes se observa el ácido fosfotúngstico, no se formen cristales de hielo).
muy oscuro, rodeando el material, el cual queda sin teñir, 2. Fractura de la muestra con una cuchilla, en una
con el aspecto de un negativo fotográfico (Figs. 1.16.F campana de gran vacío y a muy baja temperatura
y 5.5). (a unos –115 °C). No hay corte, sino fractura por
las líneas de mínima resistencia. A continuación,
se produce la sublimación del hielo a vapor de
Sombreado metálico agua (a –100 °C).
3. Réplica por sombreado metálico, seguida de eva-
Se evaporan, con un determinado ángulo, átomos me- poración de carbono sobre la muestra. El material
tálicos sobre una superficie que presente un relieve, biológico se disuelve con detergentes y sólo que-
como material filamentoso, bacterias, virus, superficies da la réplica para ser observada con el microsco-
fracturadas de la membrana plasmática, etc. (Fig. 1.3). pio electrónico.
Quedan así unas sombras y un contraste que permiten
una apreciación tridimensional.
Los metales se evaporan mediante un filamento in- Microanálisis de energía dispersiva de rayos X
candescente de tungsteno en una campana en la que (MEDX)
se ha hecho el vacío. Los átomos del metal son bombe-
ados sobre la muestra, que se ha colocado en un ángu- Los electrones que chocan con la muestra no sólo su-
lo determinado. El ángulo de incidencia permite medir fren la dispersión mencionada anteriormente y que per-
la altura de las partículas (Fig. 1.4). Una variante utiliza- mite formar imágenes; también generan rayos X. Un
da para revelar moléculas largas y finas como los áci- electrón que incida en las capas de electrones de un
dos nucleicos es el sombreado mientras la muestra va átomo puede causar un desplazamiento de un electrón
girando. orbital interno hacia una órbita más alta. El electrón pri-
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10 BIOLOGÍA CELULAR

DIFRACCIÓN DE RAYOS X
Esta técnica instrumental proporciona mayor resolu-
ción que las técnicas más perfeccionadas de microsco-
pía electrónica. Consiste básicamente en hacer atrave-
sar un haz fino de rayos X sobre el material que se ha
de analizar y colocar detrás una placa fotográfica que
recoge el espectrograma.
La técnica se basa en que las radiaciones se difrac-
tan al encontrar pequeños obstáculos. Si un rayo de
luz blanca (longitud de onda = 550 nm) incide sobre
un retículo de 1000 líneas por mm, por ejemplo, se di-
fractará dando las diferentes bandas del espectro. A
partir de los ángulos de difracción pueden calcularse
los espacios del retículo. Si en vez de luz blanca se uti-
lizan rayos X (longitud de onda = 0.1 nm), el enrejado
mencionado sería demasiado amplio para que se pro-
dujera difracción. Pero se pueden utilizar redes de di-
fracción mucho más pequeñas, tales como cristales,
cuyas moléculas constituyen verdaderos retículos de
dimensiones moleculares capaces de difractar radia-
ciones de tan pequeña longitud de onda. Del mismo
modo, en vez de estos cristales puede emplearse ma-
terial biológico, cuya organización molecular resulta
mucho más compleja.
Sabiendo el ángulo de incidencia de un punto del es-
Figura 1.3. Imagen a poco aumento (X5000) de una cé- pectrograma y la longitud de onda del haz incidente, se
lula tratada mediante criofractura-réplica y sombreado me- puede calcular el espacio que produce la difracción. Es
tálico. Los orgánulos celulares seccionados no quedan en posible, de este modo, deducir la disposición de los áto-
el mismo plano sino que aparecen por encima o por debajo mos individuales de las moléculas que forman el mate-
de la superficie del corte. N: núcleo mostrando los poros rial examinado. Los rayos X tienen un poder de penetra-
nucleares (flechas). G: complejo de Golgi. M: mitocondria. ción mucho mayor que el de los electrones y se pueden
(Tomado de NCI Frederick). utilizar con materiales muy gruesos.

RADIOAUTOGRAFÍA
mario es dispersado de manera inelástica, esto es, cam-
bia de dirección y pierde energía en forma de rayos X. Esta técnica se basa en la sensibilidad de las emulsio-
Como el número de capas electrónicas y las energías nes fotográficas a las radiaciones ionizantes. Como en
relativas son características de cada átomo, se produce las células no existen normalmente elementos radiac-
un espectro de energías de rayos X, que se expresa en tivos, si a un tejido de un organismo se le suministran
kiloelectronvoltios. El análisis de este espectro, median- moléculas marcadas con isótopos radiactivos (que se
te un analizador de rayos X acoplado a un microscopio seleccionan de modo que sólo se incorporen a una o
electrónico, sirve para identificar y cuantificar los áto- varias sustancias determinadas), se puede seguir el
mos de la muestra, lo que hace de él un instrumento camino de esos isótopos por el tejido y, por tanto, de
analítico. dichas sustancias, viendo a qué tipos celulares del te-

Metal en
evaporación

Muestra
Sombra

Rejilla Figura 1.4. Preparación de


Bomba una muestra con sombreado
metálico.
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CAPÍTULO 1: ESTUDIO GENERAL DE LA CÉLULA 11

Muestra

Cuchilla helada

Muestra
Soporte de
la muestra Freón Platina de
Nitrógeno la muestra
líquido
líquido
1. Congelación 2. Fractura

Figura 1.5. Preparación de 5. Réplica vista al


una muestra por criofractura. 3. Grabado 4. Sombreado y replicación microscopio electrónico

Gelatina
Cristal de BrAg

Espécimen (sección)
Filme de sostén
(coloidón + carbón)

Grano revelado

Gelatina
Espécimen (sección)

Filme de sostén

Figura 1.6. Representación de una preparación radioau-


tográfica.

jido en estudio se incorporan y, dentro de esas célu-


las, de qué orgánulos o estructuras celulares forman
parte, y seguir la transformación de dichas estructuras Figura 1.7. Marcaje radiactivo con timidina tritiada de
(Fig. 1.6). un cultivo de células de testículo fetal de ratón. Las célu-
las que se encontraban replicando el DNA durante la ad-
Si, por ejemplo, se quiere saber qué células de un
ministración de la timidina radiactiva aparecen marcadas
tejido están sintetizando DNA como un paso previo a
con gránulos negros. X900. (Cortesía de M.P. de Miguel).
la división celular, se suministra timidina tritiada (H 3)
al tejido durante algún tiempo. Durante ese período,
en todo el DNA sintetizado por las células de ese teji-
do se incorporará la timidina marcada radiactivamen- CITOQUÍMICA E HISTOQUÍMICA
te. Al tomar muestras del tejido (p. ej., cortes histoló-
gicos), si la lámina que contiene el corte se recubre de Las tinciones empleadas comúnmente en microscopía
una emulsión fotográfica, en ésta quedará una impre- óptica proporcionan por sí mismas alguna información
sión producida por las radiaciones emitidas por la ti- acerca de la naturaleza química de los componentes de
midina tritiada, que activan los cristales de bromuro las células y tejidos. Así, la tinción de rutina más co-
de plata de la emulsión. Al revelar fotográficamente mún, la hematoxilina y eosina, utiliza un colorante bási-
esta emulsión, aparecerán gránulos negros de plata co (hematoxilina) y un colorante ácido (eosina). Las sus-
sobre los núcleos que han sintetizado DNA durante tancias de naturaleza ácida (como los ácidos nucleicos)
el período de administración de la timidina radioacti- tienen afinidad por la hematoxilina y, en general, por to-
va (Fig. 1.7). dos los colorantes básicos, con los que se tiñen, y por
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12 BIOLOGÍA CELULAR

A B C

D E

F G H
Figura 1.8. Tinciones de uso frecuente en microscopía óptica. A: Tinción con hematoxilina y eosina. Uréter de ratón. Los nú-
cleos aparecen teñidos de color morado por la hematoxilina. Los haces de fibras del tejido conjuntivo y de células musculares
lisas se tiñen en rosa por la eosina. X250. B: Tinción con tricrómico de Masson. Esófago de rata. La epidermis (e) aparece de
color rojizo, el tejido conjuntivo (tc) en azul y el músculo liso (m) en color pardo. X125. C: Tinción con la técnica de PAS para
la demostración de hidratos de carbono. El glicocálix que recubre las microvellosidades intestinales (flecha) y el moco de las
células caliciformes (cabeza de flecha) aparecen teñidos. X450. D: Método de Feulgen para demostración del DNA. Túbulos se-
miníferos humanos. Sólo los núcleos de los diferentes tipos celulares aparecen teñidos. X950. (Cortesía de J. Codesal. Departa-
mento de Morfología, Universidad Autónoma de Madrid.) E: Demostración de lípidos (color rojo) con la técnica del rojo grasa
en la corteza suprarrenal de perro. La zona fascicular (estrella) muestra mayor cantidad de lípidos que el resto. X60. (Cortesía
de M. García Villanueva, Hospital Ramón y Cajal, Madrid.) F-H: Técnicas inmunohistoquímicas para la demostración de las ac-
tividades enzimáticas (flechas) fosfatasa ácida (F), ATPasa (G) y NADPH (H). Conducto del epidídimo. X450. (Cortesía de
J. Regadera, Departamento de Morfología, Universidad Autónoma de Madrid.)
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CAPÍTULO 1: ESTUDIO GENERAL DE LA CÉLULA 13

eso estas sustancias se denominan basófilas. Por el con- que se quiere estudiar la distribución de la actina en cé-
trario, las sustancias de naturaleza básica (la mayor parte lulas o tejidos de rata. Se obtiene actina purificada de ra-
del citoplasma) tienen afinidad por la eosina y, en gene- ta y se usa como antígeno al inyectarla a un conejo. Éste
ral, por los colorantes ácidos, con los que se tiñen, y por forma anticuerpos frente a la actina de rata. Estos anti-
eso se las denomina acidófilas o eosinófilas (Fig. 1.8.A). cuerpos anti-actina se unen a un colorante fluorescente
Existen muchos otros colorantes empleados habitual- y se ponen en contacto con las células de rata que se
mente en la histología convencional. No siempre se uti- quiere estudiar. Donde haya actina se unirán a ella los
lizan dos colorantes; pueden emplearse tres o más en anticuerpos, que se harán visibles en el microscopio de
las tinciones denominadas tricrómicas, tetracrómicas, fluorescencia gracias al colorante (Figs. 1.9.A y 1.10.A).
etc. (Fig. 1.8.B). Estas combinaciones de colorantes per- En vez de un colorante fluorescente se puede unir al an-
miten distinguir mejor los diversos tipos celulares y com- ticuerpo una enzima como la peroxidasa, que se pone
ponentes tisulares. Por ejemplo, existen colorantes indi- de manifiesto mediante la diaminobencidina, formándo-
cados especialmente para la demostración de hidratos se un precipitado pardo donde hay peroxidasa y, por
de carbono (PAS) (Fig. 1.8.C), DNA (Feulgen) (Fig. 1.8.D) consiguiente, anticuerpo (Figs. 1.9.B, 1.10.B y 1.10.C). El
o lípidos (rojo grasa) (Fig. 1.8.E). empleo de esta enzima tiene la ventaja de que puede uti-
Con el paso de los años se han desarrollado técnicas lizarse en material incluido en parafina y de que la tin-
que, mediante la producción de reacciones químicas cu- ción presenta un carácter permanente, mientras que la
yo producto final puede ser detectado al unirse a un co- fluorescencia se emplea generalmente en cortes obteni-
lorante, permiten demostrar por medios morfológicos dos por congelación y perdura poco tiempo.
las modificaciones moleculares de las células y tejidos. A veces, una sustancia es tan escasa que apenas se
Los dos apartados más sobresalientes de la Citoquímica pone de manifiesto con la técnica inmunohistoquímica
e Histoquímica son la Enzimohistoquímica (o Enzimoci- descrita. En estos casos puede amplificarse el efecto uti-
toquímica) y la Inmunohistoquímica (o Inmunocitoquí- lizando la inmunohistoquímica indirecta. Con esta técni-
mica). También se utilizan las lectinas para el marcaje y ca, los anticuerpos de conejo obtenidos frente al antíge-
reconocimiento de determinados hidratos de carbono. no se usan a su vez como antígenos al inyectarlos en la
cabra. Los anticuerpos de cabra (obtenidos contra anti-
cuerpos de conejo) son los que se unen al colorante fluo-
ENZIMOHISTOQUÍMICA rescente o a la peroxidasa. De esta manera se consigue
que a las moléculas de la sustancia en estudio (actina,
Un ejemplo de reacción enzimohistoquímica es la técni-
por ejemplo) se unan moléculas del primer anticuerpo
ca de Gomori para la demostración de la fosfatasa ácida
(obtenido en el conejo), al cual, a su vez, se unen varias
y, por consiguiente, de los orgánulos denominados liso-
moléculas del anticuerpo obtenido en la cabra, que es el
somas en los que está presente dicha enzima (Fig. 1.8.F).
visible, potenciándose así la imagen obtenida (Fig. 1.9.C).
Sobre el tejido que se quiere estudiar se añaden glice-
Las técnicas de inmunohistoquímica son también apli-
rofosfato sódico y nitrato de plomo. En las células que
cables a la microscopía electrónica con las modificaciones
contengan la enzima fosfatasa ácida se producirá la si-
pertinentes. Generalmente, se usa inmunohistoquímica
guiente reacción:
indirecta, y el anticuerpo secundario lleva acoplado al-
Glicerofosfato sódico + (NO3)4Pb ⇒ (PO4)4Pb3 gún trazador denso para poder visualizarlo en los lugares
donde se produzca la reacción (Fig. 1.11.A). El trazador
El producto de la reacción es muy insoluble y preci-
más utilizado es el oro coloidal, en partículas esféricas de
pita inmediatamente. Como no es visible con el micros-
diámetro comprendido entre 5 y 40 nm. El marcaje se
copio, se añade sulfuro amónico para conseguir un pre-
efectúa incubando la muestra con los dos anticuerpos
cipitado negro de sulfuro de plomo, que sí es visible. La
sucesivamente, lo que se puede realizar bien incubando
reacción producida es:
pequeños fragmentos del tejido antes de la inclusión (in-
(PO4)4Pb3 + S(NH4)2 ⇒ S2Pb munomarcaje preinclusión) o incubando las secciones ul-
trafinas obtenidas después de la inclusión y puestas sobre
Basadas en el mismo principio existen reacciones una rejilla de níquel o de oro (inmunomarcaje postinclu-
histoquímicas que demuestran otras enzimas como la sión). En este último caso, la resina utilizada tiene que ser
ATPasa (Fig. 1.8.G) y la NADPH (Fig. 1.8.H). Estas reac- hidrófila, para permitir el acceso del anticuerpo al antíge-
ciones pueden ponerse de manifiesto tanto con el mi- no, y no se usa posfijación con tetróxido de osmio con los
croscopio óptico como con el electrónico, con las modi- metales pesados utilizados ordinariamente como contras-
ficaciones pertinentes y los diferentes tratamientos que tes en microscopía electrónica que puedan interferir con
conllevan una y otra técnica microscópica. Generalmen- la reacción antigénica o enmascarar el trazador.
te, la fijación e inclusión, que deterioran la actividad en-
zimática, se suplen con la congelación del material que
es cortado en un criótomo. MARCAJE CON LECTINAS

INMUNOHISTOQUÍMICA Las lectinas son proteínas que fueron aisladas inicial-


mente en plantas pero que después se han encontrado
Las técnicas inmunohistoquímicas utilizan anticuerpos en tejidos animales, incluidos los de mamíferos. Estas
como reactivos específicos para demostrar una multi- proteínas tienen la propiedad de unirse a secuencias es-
tud de sustancias diferentes (Fig. 1.9). Supongamos pecíficas de monosacáridos y parece que intervienen en
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14 BIOLOGÍA CELULAR

Antígeno Anticuerpo

Colorante
fluorescente

Antígeno Anticuerpo 3-3'-diaminobencidina

Precipitado
Peroxidasa

Inyección en conejo
Ac conejo anti-ag de rata
Ag de rata

Inyección en cabra

Incubación con células de


rata + colorante fluorescente
(o peroxidasa) Ac cabra-anti ac conejo

Incubación con células


Inmunohistoquímica directa de rata + colorante
fluorescente
(o peroxidasa)
Ag rata + ac conejo + colorante fluorescente (o peroxidasa)

Inmunohistoquímica indirecta

Ag rata + ac conejo + ac cabra + colorante fluorescente (o peroxidasa)


C

Figura 1.9. Inmunohistoquímica. A: Esquema del procedimiento general utilizado en la técnica de inmunofluorescencia.
B: Esquema del procedimiento general empleado en la técnica de peroxidasa-anti-peroxidasa. C: Comparación del método di-
recto e indirecto en las técnicas inmunohistoquímicas.
01 PANIAGUA BIOLOGIA 3 01 29/11/06 12:39 Página 15

CAPÍTULO 1: ESTUDIO GENERAL DE LA CÉLULA 15

A B

C D
Figura 1.10. A: Triple marcaje en fibroblastos de ratón en cultivo utilizando anticuerpos unidos a tres colorantes fluorescentes:
anti-actina (verde), anti-vimentina (rojo) y anti-proteínas nucleares (azul). X31 500. (Micrografía de G. Giese. Tomada de European
Microscopy and Analysis 1995; 33: 1). B: Inmunomarcaje frente al antígeno epitelial de membrana en el epitelio del epidídimo hu-
mano siguiendo la técnica de peroxidasa-anti-peroxidasa. El antígeno se detecta como un precipitado negro en los estereocilios de la
superficie apical (flecha). X550. (Cortesía de J. Regadera, Departamento de Morfología, Universidad Autónoma de Madrid.) C: In-
munomarcaje del receptor 2 del factor de crecimiento transformante β (TGF-β), utilizando la técnica de peroxidasa-anti-peroxidasa,
en próstata humana. X170. D: Marcaje con la lectina WGA de las glándulas de Kingsbury de la cloaca del tritón Triturus marmora-
tus. X400. (Cortesía de E. Romo. Departamento de Biología Celular y Genética. Universidad de Alcalá.)
01 PANIAGUA BIOLOGIA 3 01 29/11/06 12:39 Página 16

16 BIOLOGÍA CELULAR

A B
Figura 1.11. A: Marcaje antiactina con oro coloidal en microscopía electrónica en testículo del teleósteo Gambusia affinis. Las par-
tículas de oro (flechas) se detectan por todo el citoplasma basal de la célula folicular (F), mientras que en el citoplasma apical de es-
ta célula sólo se detecta donde hay contacto con espermátidas (E). X30 000. B: Marcaje de L-fucosa con la lectina AAA en una es-
permátida humana observada con microscopía electrónica. Las partículas de oro aparecen en el complejo de Golgi (G) y en la
vesícula acrosómica (VA). X45 000. (Cortesía de M.I. Arenas. Departamento de Biología Celular y Genética. Universidad de Alcalá.)

el reconocimiento célula a célula, al unirse a los hidratos bolo y el vaso y se destruyen lo suficiente como para que
de carbono de la superficie celular e inducir la proximidad sus orgánulos queden libres, pero no para que se rom-
entre las células adyacentes a cuya superficie se han uni- pan. Unos 20 minutos de homogeneizado bastan para
do. Debido a este reconocimiento específico de monosa- obtener este efecto.
cáridos, las lectinas se han utilizado para el reconocimien- El homogeneizado se somete a la 1ª centrifugación,
to de la composición de hidratos de carbono localizados que se realiza a unas 1000 veces la fuerza de la grave-
tanto en las superficies celulares como en el citoplasma. dad (1000 G), durante unos 20 minutos. El resultado es
Las lectinas más empleadas se muestran en la Tabla 1.1. que los núcleos se sedimentan, mientras que los demás
Las técnicas de marcaje con lectinas son similares a las orgánulos celulares quedan en el sobrenadante.
usadas en inmunohistoquímica: en microscopía óptica las Éste se somete a la 2ª centrifugación (10 000 G duran-
lectinas pueden marcarse con peroxidasa y ponerse de te 20 minutos). El sedimento formado está compuesto
manifiesto mediante diaminobencidina (Fig. 1.10.D); en por mitocondrias, lisosomas y peroxisomas.
microscopía electrónica pueden observarse marcando el El sobrenadante se somete a la 3ª centrifugación
anticuerpo secundario con oro coloidal (Fig. 1.11.B). (105 000 G; 2 horas). El sedimento consiste en retículo
endoplasmático rugoso y ribosomas libres (la denomi-
nada fracción microsómica). El sobrenadante consiste
TÉCNICAS MOLECULARES APLICADAS en citoplasma fundamental con microtúbulos y filamen-
A LA BIOLOGÍA CELULAR tos, retículo endoplasmático liso, complejo de Golgi y
membrana plasmática (fracción citosólica).
FRACCIONAMIENTO CELULAR Para separar el retículo endoplasmático de los ribo-
somas en la fracción microsómica se resuspende ésta y
Es una técnica utilizada para separar los distintos orgá- se trata con un detergente (desoxicolato de sodio); des-
nulos y componentes celulares con miras a su estudio pués se centrifuga a 105 000 G durante 20 minutos. En
bioquímico y con el microscopio electrónico (Fig. 1.12). el sedimento quedan los ribosomas y en el sobrenadan-
La técnica se inicia con la homogeneización. El tejido te, las membranas de retículo endoplasmático.
se tritura en un homogeneizador (émbolo que gira me- El sedimento de la segunda centrifugación puede re-
diante un motor, y que se ajusta a la pared de un vaso), suspenderse en gradiente de sacarosa (distintas capas en
de manera que las células son comprimidas entre el ém- concentraciones crecientes) y centrifugarse a 100 000 G
01 PANIAGUA BIOLOGIA 3 01 29/11/06 12:39 Página 17

CAPÍTULO 1: ESTUDIO GENERAL DE LA CÉLULA 17

TABLA 1.1. Lectinas mejor conocidas y carbohidrato al que se unen

Nombre Origen Carbohidrato reconocido

APA Abrus pecatorius β-galactosa

BPA Baubinia purpurea α-N-acetil galactosamina

ConA (Concanavalina A) Canavalia ensiformis α-manosa

DBA Dolichus bifloris α-N-acetil galactosamina

DSA Datura stramonium α, β-N-acetil glucosamina

ECA Erythrina cristagalli α, β-galactosa

EEA Evonimus europaeus α, β-galactosa

GSA I Griffonia simplicifolia I α-N-acetil galactosamina

GSA II Griffonia simplicifolia II α, β-N-acetil glucosamina

HPA Helix pomatia α-N-acetil galactosamina

JAC Artocarpus integrifolia α-galactosa

LCA Lens culinaris α-manosa

LTA Lotus tetragonolobus α-fucosa

MAA Maackia amurensis ácido siálico (N-acetil neuramínico)

MPA Maclura pomifera α-galactosa

PHA-L/E Phaseolus vulgaris carbohidratos complejos de 2 y 3 cadenas

PNA Arachis hypogaea β-galactosa

PSA Pisum sativum α-manosa

PWM Phytolacca americana β-N-acetil glucosamina

RCA I y II Ricinus communis I y II β-galactosa

SBA Glycine max (soja) α, β-N-acetil galactosamina

SJA Sophora japonica β-N-acetil galactosamina

SNA Sambucus nigra ácido siálico (N-acetil neuramínico)

STA Solanum tuberosum β-N-acetil galactosamina

UEA I Ulex europaeus α-fucosa

VVA Vicia viciosa α-N-acetil galactosamina

WFA Wisteria floribunda α-N-acetil galactosamina

WGA Triticum vulgaris β-N-acetil glucosamina

durante una hora. Tras la centrifugación, en el sedimen- trifugan a 38 000 G durante 20 minutos. En el sobrena-
to quedan lisosomas y peroxisomas, y en el sobrena- dante queda la matriz mitocondrial y en el sedimento
dante las mitocondrias. A su vez, las mitocondrias pue- las membranas mitocondriales. Se resuspende el sedi-
den romperse por tumefacción manteniéndolas durante mento y se centrifuga a 1900 G durante 15 minutos, ob-
20 minutos en una solución de albúmina y fosfato 0.2 M, teniendo como sedimento la membrana interna y como
a pH 7.2. A continuación, las mitocondrias rotas se cen- sobrenadante la membrana externa. La purificación de
01 PANIAGUA BIOLOGIA 3 01 29/11/06 12:39 Página 18

18 BIOLOGÍA CELULAR

Fragmento
de tejido

Células intactas
Homogeneización

Homogeneizado

Sobrenadante (citoplasma)

Sedimento (núleos) Centrifugación (1000 g 20 min)

Sedimento (mitocondrias,
lisosomas y peroxisomas) Centrifugación (10 000 g 20 min) Sobrenadante (res to
del citoplasma)

Sedimento (microsomas: Sobrenadante (hialoplasma,


retículo endoplas mático Centrifugación (105 000 g 2 h) retículo endoplasmático liso,
rugoso y (ribosomas libres) complejo de Golgi, membrana
plasmática y citoesqueleto)

Sobrenadante (retículo
endoplasmático rugoso
Sedimento (ribosomas) Tratamiento con desoxicolato de sodio al sin ribosomas)
0.25 % y centrifugación a 105 000 g 20 min)

Figura 1.12. Representación esquemática de los sucesivos pasos en el fraccionamiento celular.


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CAPÍTULO 1: ESTUDIO GENERAL DE LA CÉLULA 19

las membranas se realiza en gradiente de sacarosa a trocelulosa que se incuba con el anticuerpo primario es-
100 000 G durante una hora. pecífico para la proteína que se pretende localizar y, a
De modo similar (resuspensión y sucesivas centrifu- continuación, con el anticuerpo secundario conjugado
gaciones con gradiente de sacarosa) pueden separarse con peroxidasa. El revelado (generalmente con un agente
los componentes del sobrenadante de la tercera centri- quimioluminiscente cuya luz impresiona la placa foto-
fugación. gráfica) pone de manifiesto la proteína que reaccionó
En ultracentrífugas analíticas pueden separarse partí- frente al anticuerpo específico (Fig. 1.13).
culas aún más pequeñas, como virus o macromoléculas
(ácidos nucleicos, proteínas, etc.). Mediante ventanas TÉCNICAS DE HIBRIDACIÓN DE ÁCIDOS
transparentes en el tubo de centrifugación y empleando NUCLEICOS
técnicas ópticas y electrónicas, puede observarse el des-
plazamiento de las partículas y determinarse la velocidad Estas técnicas se basan en la capacidad de emparejarse
a la que se sedimentan (coeficiente de sedimentación). las secuencias complementarias de ácidos nucleicos:
Este coeficiente depende del peso molecular, tamaño y no sólo hebras de DNA entre sí sino también hebras de
forma de la partícula, y se expresa en la forma de unida- RNA entre sí o una hebra de DNA con otra de RNA. Tie-
des S (Svedberg). nen muchas aplicaciones: una de ellas es la localización
de un gen o de una determinada secuencia de DNA en
un tejido, y otra es poner de manifiesto la presencia de
AISLAMIENTO E IDENTIFICACIÓN DE PROTEÍNAS un gen activo (que transcriba RNA mensajero) en las cé-
POR ELECTROFORESIS (TÉCNICA WESTERN) lulas de un tejido. La detección de la secuencia buscada
Es una técnica para la identificación de proteínas que, se realiza introduciendo una sonda, que consiste en un
separadas mediante electroforesis en un gel de SDS- fragmento de DNA o RNA cuya secuencia de bases es
poliacrilamida (PAGE), son inmunorreactivas a un anti- complementaria de la del fragmento de DNA o RNA que
cuerpo específico. se pretende localizar. Dicha sonda ha sido previamente
El tejido es homogeneizado y sus proteínas se sepa- marcada (radiactivamente, con un colorante fluorescen-
ran mediante electroforesis: al desplazarse por el gel te o mediante quimioluminiscencia) para poder ser de-
durante este proceso, las proteínas se separan y se or- tectada posteriormente. Si la secuencia buscada está
ganizan en bandas ordenadas por su carga, orden que presente, la sonda se combinará con ella y los híbridos
coincide, en líneas generales, con el peso molecular podrán ser detectados utilizando una técnica que per-
(cuanto mayor sea el peso, mayor es la carga negativa). mita visualizar el marcaje empleado: impresión de una
Las proteínas son transferidas a una membrana de ni- placa fotográfica, microscopía de fluorescencia u otras.

kDa

97.4

66.2

42.7

31.5

21.5

14.4
Peso molec. Esquel. Liso Vuelo Cola Pared Coraz. Intest. Pared Retr. Bucal
Rata Mosca Cangr. Lombriz caracol

Figura 1.13. Resultados de la identificación de la proteína muscular calponina en diferentes tejidos musculares y especies,
utilizando la técnica Western. En la columna de la izquierda aparecen las diferentes proteínas, ordenadas por sus pesos mole-
culares y teñidas con azul Comassie. Las restantes columnas corresponden al resultado de la electroforesis de las proteínas de
cada uno de los músculos estudiados tras la incubación con anticuerpos frente a calponina conjugados con peroxidasa. En los
músculos que contienen calponina aparece teñida una banda correspondiente al peso molecular de dicha proteína. (Cortesía de
M. Royuela, Departamento de Biología Celular y Genética. Universidad de Alcalá.)
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20 BIOLOGÍA CELULAR

Los procedimientos técnicos concretos seguidos en Localización de secuencias específicas


el uso de la hibridación de ácidos nucleicos dependen en una población de fragmentos de RNA
de la finalidad a la que se aplique el estudio. (técnica Northern)

Esta técnica es una variante de la anterior, pero aplicada


Hibridación in situ a la identificación de secuencias de RNA mediante son-
das de RNA, que pueden ser marcadas radiactivamente
En esta técnica la hibridación se realiza in situ sobre célu-
o con otros marcadores, como los de tipo quimiolumi-
las completas, núcleos o cromosomas, sin necesidad de
niscente. El RNA de las células es extraído por el mismo
aislar previamente el DNA, y se utiliza preferentemente
procedimiento indicado para la obtención del DNA, pe-
para localizar un gen o fragmento de DNA. Para poder
ro efectuando el tratamiento final con DNAasa (en vez
realizar la hibridación se procede a la desnaturalización
de con RNAasa), quedando el RNA. Éste es separado
del DNA (elevando la temperatura hasta 85-90 °C o cam-
por electroforesis en un gel de formaldehído-agarosa,
biando a valores extremos el pH), con lo que las cadenas
que permite la desnaturalización del RNA y su transfe-
del doble helicoide se separan. Al ir descendiendo la
rencia a una membrana de nailon o nitrocelulosa, que
temperatura o neutralizando el pH se produce la rees-
se incuba con la sonda marcada.
tructuración del doble helicoide, y la sonda de DNA intro-
ducida se hibrida con el DNA complementario. El marca-
je de la sonda permite visualizar el DNA hibridado.
La hibridación in situ puede también poner de mani-
REACCIÓN EN CADENA DE LA POLIMERASA
fiesto la presencia de un gen activo (que transcriba RNA
(PCR)
mensajero) en las células de un tejido. Tras eliminar el
Esta técnica tiene como finalidad aislar y amplificar un
DNA del tejido mediante digestión enzimática con DNAasa,
determinado fragmento de DNA a partir de una mezcla
se añade una sonda de DNA o RNA marcada cuya se-
compleja de secuencias de DNA. Se basa en la amplifica-
cuencia es complementaria de la del RNA mensajero que
ción de esas secuencias por medio de una enzima poli-
se pretende localizar, y que se hibridará con éste.
merasa que es estable en condiciones de temperaturas
tan altas como para desnaturalizar el DNA. Para com-
Localización de genes o secuencias específicas prender cómo se aplica esta técnica es conveniente leer
en una población de fragmentos de DNA antes el apartado correspondiente a la replicación del
(técnica Southern) DNA (véase página 86).
Tras homogeneizar el tejido, se procede a obtener el
El primer paso es el aislamiento del DNA. Tras homoge- DNA según el procedimiento ya indicado. Este DNA es
neizar el tejido, se separan los núcleos por centrifuga- incubado junto con los cuatro tipos de desoxinucleótidos
ción y se procede a obtener los ácidos nucleicos. Para o sus análogos (uno de ellos marcado), la enzima DNA
ello, se utilizan diversos procedimientos; el más habi- polimerasa que actúa a temperatura elevada (polimerasa
tual consiste en usar un detergente (SDS) que lisa los TAQ) y las dos secuencias de DNA (de 15 a 20 desoxinu-
núcleos y libera su contenido. Mediante tratamiento con cleótidos cada una), cuyas bases son complementarias
fenol-cloroformo se desnaturalizan las proteínas, que de los extremos iniciales y finales del fragmento de DNA
precipitan por centrifugación, quedando en el sobrena- que se va a copiar, y que actúan como cebadores especí-
dante una fase acuosa entre cuyos componentes están ficos para la replicación de ese fragmento de DNA. Se
los ácidos nucleicos. El sobrenadante es sometido a va- utiliza un cebador diferente para cada uno de los dos ex-
rios ciclos de tratamiento con fenol y centrifugación tremos del fragmento de DNA porque las dos hebras de
hasta eliminar por completo las proteínas. Seguida- DNA se disponen con direcciones opuestas, y son copia-
mente el sobrenadante se trata con etanol frío, que pre- das en direcciones opuestas ya que la replicación siem-
cipita los ácidos nucleicos que pueden separarse del so- pre se realiza en el sentido 5’ → 3’ (Fig. 1.14).
brenadante. La eliminación del ácido nucleico que no La incubación se somete a unos 30 ciclos de tempe-
interesa (RNA) se realiza con una enzima específica (la ratura. Cada ciclo consta de tres fases, de acuerdo con
RNAasa) que lo digiere, quedando el DNA. los cambios de temperatura: a 85-90 °C el DNA se des-
El DNA genómico aislado se digiere mediante enzi- naturaliza, separándose sus dos hebras; a 50-60 °C los
mas de restricción, las cuales fragmentan los dobles heli- cebadores se disponen sobre sus secuencias comple-
coides de DNA cortándolos por secuencias determina- mentarias en las hebras de DNA; a 72 °C actúa la TAQ
das. A continuación, los fragmentos son separados por polimerasa, que comienza a copiar las dos cadenas de
electroforesis en un gel de agarosa y se transfieren des- DNA. En el primer ciclo se ha obtenido una réplica del
pués a una membrana de nailon o nitrocelulosa por capi- fragmento de DNA. En realidad, la copia obtenida es
laridad. Esta transferencia es necesaria para mantener el de mayor longitud que la del fragmento que se preten-
DNA firmemente en su lugar, lo que no ocurriría si se de amplificar, pues los cebadores marcan el inicio y el
mantuviera en el gel. A medida que se efectúa la transfe- sentido en que la polimerasa irá copiando, pero no el
rencia se va desnaturalizando el DNA. La membrana con punto donde se detendrán, ya que la polimerasa se de-
los fragmentos de cadenas simples de DNA se incuba tiene cuando se interrumpa el ciclo. En los ciclos si-
con una sonda de DNA o RNA marcada, complementaria guientes cada una de las copias del fragmento de DNA
de la del fragmento de DNA que se pretende localizar, y es copiada de nuevo, con lo que en cada ciclo se multi-
se produce la hibridación. plica por dos el número de copias. En cada ciclo, la co-
01 PANIAGUA BIOLOGIA 3 01 29/11/06 12:39 Página 21

CAPÍTULO 1: ESTUDIO GENERAL DE LA CÉLULA 21

5’ 3’
Doble helicoide de DNA

3’ 5’ Polimerasa T AQ

Fragmento que se DNA cebadores


pretende amplificar Desoxinucleótidos

Primer ciclo
5’ 3’ 5’ 3’

3’ 5’
5’ 3’

3’ 5’ 3’ 5’
Separación de las cadenas por el Síntesis de DNA por los
calor e hibridación de los cebadores cebadores en ambas cadenas

5’ Segundo ciclo 3’ 5’ 3’

3’ 5’
5’ 3’
3’ 5’
3’ 5’
5’ 3’
5’ 3’
3’ 5’
5’ 3’

3’ 5’ 3’ 5’

Tercer ciclo
5’ 3’ 5’ 3’

3’ 5’
5’ 3’
3’ 5’
3’ 5’
5’ 3’ 5’ 3’
3’ 5’
5’ 3’
3’ 5’
3’ 5’
5’ 3’
5’ 3’
3’ 5’
5’ 3’
3’ 5’ 3’ 5’
5’ 3’
5’ 3’
3’ 5’
5’ 3’

3’ 5’ 3’ 5’

Figura 1.14. Esquema de la técnica de la reacción en cadena de la polimerasa, utilizada para amplificar una secuencia de
DNA.
01 PANIAGUA BIOLOGIA 3 01 29/11/06 12:39 Página 22

22 BIOLOGÍA CELULAR

pia del fragmento original siempre será demasiado lar- minan mucho mejor las propiedades de cada uno y las
ga pero no ocurre lo mismo con la copia de las copias que dependen de la relación entre varios de ellos.
obtenidas en los ciclos anteriores, ya que la replica- Los cultivos se realizan sobre la superficie de una ca-
ción del DNA se hace siempre en dirección contraria a pa de plástico sobre la que pueden crecer las células. So-
la hebra copiada y el punto de inicio viene marcado bre esta capa se añaden diversos elementos necesarios
por los cebadores. para que las células se desarrollen, tales como compo-
Una modalidad de PCR que se aplica al estudio mi- nentes de la matriz extracelular, aminoácidos, vitaminas,
croscópico de los tejidos es el RT-PCR (retro-PCR), que sales minerales y diversas sustancias como factores de
revela si un gen conocido es activo en las células de crecimiento. Como los diferentes tipos celulares tienen
ese tejido en particular, al poner de manifiesto si está necesidades nutritivas diferentes, los elementos del me-
presente en esas células el RNA mensajero correspon- dio de cultivo varían dependiendo del tipo celular.
diente. Los cortes histológicos son tratados con DNAasa Las células cultivadas realizan un número limitado
para eliminar el DNA respetando el RNA. A continua- de divisiones, tras las cuales mueren. Sin embargo, es
ción, los cortes se incuban con un DNA cebador cuya frecuente que se produzca alguna variante celular capaz
secuencia de nucleótidos sea complementaria de la se- de reproducirse indefinidamente, constituyendo una lí-
cuencia del extremo 3’ del RNA mensajero que se nea celular. Si se desea, puede aislarse una célula de
quiere localizar, los cuatro tipos de desoxinucleótidos esta variante, cultivarla aparte y obtener descendencia
que forman el DNA y la enzima transcriptasa inversa de ella. Así se obtiene un clon de ese nuevo tipo celular.
(que permite copiar el RNA como DNA). De esta mane- Un comportamiento especial es el de las células can-
ra se obtiene una copia en DNA del RNA mensajero cerosas que, además de reproducirse indefinidamente,
buscado, si está presente. A continuación, el DNA ob- lo hacen con gran rapidez y sin necesidad de fijarse so-
tenido es amplificado como se hace en la técnica de bre una superficie. Estas células se pueden obtener a
PCR común. partir de tumores, pero también se logra inducir la trans-
formación neoplásica (cancerosa) de las células norma-
les mediante la adición de determinados agentes, como
CULTIVO DE CÉLULAS Y TEJIDOS virus o sustancias químicas, a los cultivos.
Otra posibilidad de los cultivos celulares es la fusión
Una manera de experimentar la acción de diferentes de dos tipos celulares diferentes en una célula binuclea-
factores sobre las células y los tejidos consiste en ais- da denominada heterocarion. La fusión se consigue
larlos de los organismos vivos en que se encuentran y añadiendo diversas sustancias como polietilenglicol o
colocarlos en un medio de cultivo donde proliferan (cul- virus inactivados que alteran las membranas plasmáti-
tivo celular). Es el estudio in vitro, que completa el estu- cas. Cuando un heterocarion se divide, se reúnen los
dio in vivo tradicional. cromosomas de ambos núcleos y, tras la mitosis, se for-
El cultivo puede ser de fragmentos de tejidos o bien ma un nuevo tipo celular que reúne los cromosomas de
de uno o más tipos celulares previamente aislados del ambos tipos celulares (células híbridas). Estas células
tejido (véase Fig. 1.7). De esta forma se pueden cultivar son útiles para estudiar las interacciones entre dos tipos
separadamente los diversos tipos celulares y se deter- celulares y la localización de determinados genes.

NIVELES DE ORGANIZACIÓN EN BIOLOGÍA

FORMAS DE VIDA los próximos capítulos, son las células eucariotas o


células con núcleo verdadero y la dotación habitual
Desde que en 1665 Robert Hooke describiera la célula de orgánulos citoplásmicos. Integran organismos tan-
como unas cavidades o celdillas en la estructura mi- to uni como pluricelulares, a partir de los protozoos.
croscópica del corcho, hubieron de pasar casi dos si- Frente a este mundo de seres vivos, que es el más
glos hasta verificar que todos los organismos animales evidente, existe un mundo microscópico, y a veces
y vegetales, superiores o inferiores, están formados por submicroscópico, constituido por las células procario-
células, que son idénticas en lo esencial, pues básica- tas o células sin verdadero núcleo (aunque sí con áci-
mente constan de los mismos orgánulos y componen- dos nucleicos) y cuyos orgánulos citoplásmicos que-
tes. Este descubrimiento llevó al botánico Schleiden dan limitados a los ribosomas y algunos sistemas
(1838) y al zoólogo Schwann (1839) a la formulación de simples de membranas. Incluso por debajo de este ni-
un principio fundamental de la Biología que se conoce vel de organización están los virus y viroides, consi-
como la teoría celular, cuya enunciación se puede resu- derados seres vivos infecciosos pero no organismos
mir diciendo que la célula es la unidad morfológica y celulares. Existen otros agentes infecciosos que ni si-
funcional del ser vivo. quiera pueden ser considerados seres vivos, como es
Sin embargo, la teoría celular no implica necesa- el caso de los priones, que son proteínas malforma-
riamente que todas las células alcancen el mismo ni- das capaces de contagiar esa malformación, por lo
vel de complejidad. Las células más complejas, a las que trataremos de ellos cuando estudiemos la forma-
que dedicaremos principalmente nuestra atención en ción de las proteínas.
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CAPÍTULO 1: ESTUDIO GENERAL DE LA CÉLULA 23

ponentes de la cápsula son proteínas específicas que


VIRUS Y VIROIDES
sólo se producen bajo la influencia del genoma del vi-
En 1892, Ivanowsky demostró la existencia de unos or- rus. Algunos virus tienen una estructura más compleja,
ganismos infecciosos tan pequeños que atravesaban fil- como el bacteriófago T4, con cabeza (DNA más envuelta
tros de porcelana con poros menores de un micróme- proteica), pieza intermedia, cola y fibras caudales. La
tro. Estos microorganismos son los virus, que ocupan el cola está provista de una placa terminal con la que el vi-
nivel inferior de organización de los seres vivos. Los vi- rus se fija a la superficie de la bacteria. En ella hay enzi-
rus no son propiamente células. Se ha discutido si real- mas que lisan esta superficie para inyectar el ácido nu-
mente son seres vivos, pues dependen de otras células cleico en la bacteria. El resto del bacteriófago queda
para su reproducción, así como para la síntesis de ma- fuera (Fig. 1.15).
cromoléculas y otras muchas actividades. No tienen Los virus penetran también en la célula por vesicula-
ninguno de los orgánulos que estudiaremos al tratar de ción (endocitosis). La liberación del virus puede ocurrir
la célula y, en cierto sentido, carecen de metabolismo. al romperse la célula infectada cuando es muy grande
Para su duplicación dependen de su capacidad de pene- el número de virus, o por exocitosis (Fig. 1.16).
trar en células de organismos vivos y de modificar el La replicación vírica depende del tipo de nucleoide.
metabolismo de éstas, reemplazando algunas funcio- Los virus DNA (Fig. 1.17) pierden la cápsula al entrar en
nes del DNA celular por las regidas por su propio ácido la célula, donde el DNA se replica originando muchas
nucleico. Las funciones de la célula huésped pueden copias que formarán los nucleoides de los descendien-
desviarse por completo hacia la producción de nuevos tes del virus original. Para formar la cápsula de esos nu-
componentes del virus, en cuyo caso el ácido nucleico cleoides, el DNA vírico se transcribe (utilizando las enzi-
vírico es el modelo de producción. mas de la célula) en el RNA mensajero que codifica la
Se conocen muchos virus diferentes, desde el tama- síntesis de las proteínas capsulares. Esta síntesis se rea-
ño de un ribosoma (30 nm) hasta 100-300 nm. Esencial- liza también utilizando enzimas y ribosomas de la célu-
mente constan de un nucleoide envuelto por una cápsu- la. El último paso es el montaje de cada cápsula con su
la proteica (cápside) que lo protege (Fig. 1.15). nucleoide y así los nuevos virus quedan finalizados.
El nucleoide es un ácido nucleico que puede ser DNA Algunos virus RNA replican su RNA a expensas de la
o RNA, pero nunca ambos. Tanto en los virus DNA como célula, pero utilizando como modelo su propio RNA víri-
en los RNA, el ácido nucleico forma una hélice doble o co, ya que carecen de DNA (Fig. 1.18). Éste es el caso
simple, con disposición lineal o, más rara vez, circular del virus de la gripe y del virus de la estomatitis vesicu-
(Tabla 1.2). La capacidad del ácido nucleico vírico es muy lar, que constituyen un sistema extraordinario en Biolo-
variable. Algunos virus, como el del mosaico del tabaco, gía, pues en ningún otro ser se puede sintetizar RNA a
poseen más de 6000 bases (unos 2 µm de longitud) en partir de RNA. Ello implica la inducción de nuevas enzi-
un solo filamento de RNA, que únicamente pueden fabri- mas, como las capaces de emplear moldes de RNA. Los
car tres o cuatro proteínas diferentes. Otros virus, como ribosomas y otros componentes de la célula se utilizan
el bacteriófago T4, llegan a tener hasta 200 000 pares de para las funciones víricas. Lo primero que hace el RNA
bases (unos 65 µm) de doble helicoide de DNA y pueden vírico es actuar como mensajero y emplear los riboso-
producir unas 300 proteínas diferentes. mas para fabricar la enzima RNA replicasa y otras pro-
La cápsula proteica que envuelve al nucleoide com- teínas. Esto permite que el RNA vírico forme múltiples
prende desde 60 hasta miles de moléculas. Los virus copias de sí mismo, las cuales servirán de modelos pa-
más complejos pueden tener, además, una envuelta con ra obtener aún más copias de ese RNA. El RNA vírico
fosfolípidos y glucoproteínas recubriendo la cápsula. actúa también como RNA mensajero para la síntesis de
Las unidades proteicas (capsómeras) muestran general- las proteínas capsulares que se ensamblarán con las
mente configuraciones geométricas poliédricas. Los com- múltiples copias obtenidas del RNA.

TABLA 1.2. Características del nucleoide de diferentes virus

Nucleoide Cadenas Configuración Tipo de virus

DNA 2 Circular SV40, virus polioma

DNA 2 Lineal Poxvirus

DNA 1 Circular Bacteriófagos M13 y Φ174

DNA 1 Lineal Papovavirus

RNA 2 Lineal Reovirus

Virus del mosaico del tabaco, virus de la polio,


RNA 1 Lineal
bacteriófago R17
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24 BIOLOGÍA CELULAR

RNA Fibras caudales

Capsómeras
Placa terminal

Adenovirus
Pieza Cabeza
intermedia Bacteriófago T4
Cola

Virus mosaico
del tabaco

Proteína de la cápside

Proteína de Transcriptasa
la matriz inversa

Integrasa

RNA Proteasa

Bicapa lipídica derivada Figura 1.15. Representación


de la célula huésped Gp 41 y Gp 120 esquemática de diversos virus.
(ligandos para el linfocito T H ) Los tamaños a los que han si-
do dibujados no guardan pro-
Virus de inmunodeficiencia humana HIV-1 porción entre sí.

Otros virus RNA utilizan un mecanismo diferente pa- Hay estructuras constituidas por un ácido nucleico
ra su replicación (Fig. 1.19). Son los retrovirus, que pa- que son aún más simples que los virus. Se trata de los vi-
rasitan células animales y pueden ser oncogénicos. roides, que consisten en una molécula desnuda de RNA
Poseen la enzima transcriptasa inversa, que también de entre 240 y 600 nucleótidos (de 80 a 200 nm de longi-
penetra en la célula junto con el nucleoide vírico. Esta tud) e infectan diversas plantas como patatas, cocoteros
enzima permite copiar el RNA vírico, pero no en RNA si- y crisantemos. No se ha demostrado que este RNA codi-
no en DNA, el cual se incorpora al DNA de la célula fique proteína alguna. Cualquier actividad bioquímica en
(transducción del DNA) y se transcribe en múltiples co- la que esté implicado el viroide requiere las proteínas en-
pias de RNA, que formarán los nucleoides de los nue- zimáticas celulares. Parece que para la propia duplica-
vos virus. Además, como en el caso anterior, el RNA ción del viroide se utiliza la enzima RNA polimerasa II de
vírico actúa como mensajero para la síntesis de las pro- la célula huésped (que normalmente transcribe el DNA
teínas capsulares. celular en RNA mensajero).
01 PANIAGUA BIOLOGIA 3 01 29/11/06 12:39 Página 25

CAPÍTULO 1: ESTUDIO GENERAL DE LA CÉLULA 25

A B

C E F G
Figura 1.16. A-C: Observación con el microscopio electrónico de virus (flechas) del papiloma (A) y herpes (B y C) en el inte-
rior del núcleo (N) y en los espacios intercelulares (EI) de células epidérmicas humanas. A: X20 000. B: X80 000. C: X55 000.
(Cortesía de E. Burgos Lizalde, Departamento de Anatomía Patológica. Hospital La Paz, Madrid.) D-F: Virus de la inmunodefi-
ciencia en simios observados en microscopía de barrido (D), microscopía de transmisión en cortes (E) y microscopía de trans-
misión in toto y tinción con contraste negativo (F). D: X100 000. E y F: X200 000. (Micrografías de M.V. Nermut. Reproducidas
de European Microscopy and Analysis, 1994; 30: 13.) G: Bacteriófago observado tras tinción con contraste negativo. X90 000.
(Micrografía de P. Johson. EMIF. University of Rhode Island.)
01 PANIAGUA BIOLOGIA 3 01 29/11/06 12:40 Página 26

26 BIOLOGÍA CELULAR

CÉLULAS PROCARIOTAS
Son células muy pequeñas, como los micoplasmas, las
ión bacterias típicas como Escherichia coli y las algas verde
DNA ac
plic azuladas (cianobacterias). Su organización es más senci-
Re lla que la de las células eucariotas. Contienen ribosomas
DNA Ensamblaje
Endocitosis y algunos sistemas de membranas que no forman verda-
Proteínas Transcripción deros orgánulos. En general, el metabolismo de las célu-
de la RNA las procariotas presenta una diversidad extraordinaria.
cubierta Tra
d ucc Proteínas de Así como los ciclos metabólicos de algunas bacterias
ión
la cubierta apenas difieren de los de organismos superiores, otras
bacterias poseen sistemas metabólicos exclusivos. Esta
diversidad explica que se puedan encontrar bacterias en
Figura 1.17. Esquema del comportamiento de un virus ambientes muy diversos, e indica el alto grado de orga-
DNA de doble helicoide. nización que se esconde en esa aparente sencillez morfo-
lógica. La clorofila bacteriana y otros pigmentos fotosin-
téticos difieren de los de las células eucariotas.
Hoy día todos los organismos procariontes se clasifi-
can en dos grandes grupos o subreinos: arqueobacte-
rias o bacterias primitivas, y eubacterias o bacterias ver-
Proteínas de RNA daderas.
n
la cubierta replicasa Replicació
l R N A
de
ARQUEOBACTERIAS
Traducción

Síntesis de
la RNA Ensamblaje
replicasa Cumplen con las características generales de las células
RNA
procariotas al presentar una membrana plasmática (en
este caso rodeada de pared celular) que contiene un nu-
Ribosomas cleoide (doble helicoide de DNA no unido a proteínas) y
ribosomas de 70 unidades S. No hay orgánulos mem-
branosos. La principal característica de las arqueobacte-
Figura 1.18. Esquema del comportamiento de un virus rias es su localización habitual en ambientes que son
RNA cuyo nucleoide es un simple helicoide que posee la hostiles para la mayoría de los organismos y donde
enzima RNA replicasa. desarrollan un metabolismo peculiar, de acuerdo con el
cual se clasifican en tres grupos:

Envoltura
Cápsula
RNA+transcriptasa inversa RNA

Transcripción DNA
inversa
Replicación

RNA

Transcriptasa Integración del DNA


inversa en el cromosoma del
Proteínas de
huésped
la cápsula

Transcripción
Proteínas de
la envoltura
Traducción
je
bla
ns am
E
Figura 1.19. Esquema del
Transcriptasa inversa comportamiento de un virus
RNA con un simple helicoide
que posee la enzima trans-
criptasa inversa.
01 PANIAGUA BIOLOGIA 3 01 29/11/06 12:40 Página 27

CAPÍTULO 1: ESTUDIO GENERAL DE LA CÉLULA 27

1. Metanógenas. Convierten el CO2 y el H2 en meta- do considerados bacterias en sentido estricto, uno de


no (CH4). No pueden vivir en presencia de oxíge- cuyos representantes más estudiado y utilizado en los
no. Se encuentran en las aguas estancadas y resi- laboratorios es Escherichia coli. Su metabolismo puede
duales (son las que producen el gas de los ser autótrofo o heterótrofo.
pantanos), en el fondo del océano y en las aguas
termales. También residen en el tracto intestinal
de algunos animales, como los rumiantes.
Micoplasmas
2. Halófitas. Viven en medios salinos, al borde de los
océanos y en lagos salados. Algunas crecen inclu-
Pasteur pensó que la pleuroneumonía bovina era cau-
so en la salmuera saturada. Decoloran y alteran el
sada por un agente bacteriano que no pudo ser aislado
pescado salado. Mantienen fuertes gradientes de
por ser demasiado pequeño, de un tamaño comparable
la concentración iónica a través de la membrana
al de los virus. Sin embargo, se demostró que este mi-
plasmática y utilizan esos gradientes para trans-
croorganismo no era un virus porque pudo ser aislado
portar sustancias hacia fuera o hacia dentro de la
y cultivado en un medio sin células. Utilizando filtros de
célula. Algunas halófitas realizan fotosíntesis me-
calibre sumamente pequeño, se determinó el tamaño
diante un pigmento diferente de la clorofila, deno-
de este microorganismo, que resultó ser de entre 125 y
minado rodopsina bacteriana por su parecido con
150 nm, es decir, más pequeño que algunos virus. Se
el pigmento visual retiniano del mismo nombre.
han aislado más de 30 cepas que causan enfermedades
3. Termoacidófilas. Se encuentran en manantiales
respiratorias en aves de corral, artritis en cerdos e infec-
calientes y ácidos. Un grupo de estas bacterias (las
ción de ubre en ovejas. En los seres humanos causa
sulfobacterias) se encuentra en aguas sulfurosas,
pleuroneumonía y uretritis. El género recibió el nombre
a unos 80 °C y de pH inferior a 2. Son aerobias y
de Mycoplasma. Son bien conocidas dos especies:
realizan la oxidación de SH2 a S (en vez de la foto-
M. laidlawii y M. gallisepticum.
síntesis de H2O a O2). Necesitan esta elevada tem-
El M. laidlawii mide de 200 nm a 1 µm. Tiene vida libre
peratura para establecer gradientes de electrones
y no necesita células para la duplicación. Contiene DNA,
que les permitan mantener un pH interno próxi-
ribosomas y algunas enzimas, como las necesarias para
mo a la neutralidad.
la conversión de la glucosa en ácido pirúvico. Tiene un
gránulo de significado incierto y una vacuola que algu-
Se considera que en estos ambientes debieron de vi-
nos interpretan como pliegue de la membrana plasmáti-
vir las formas más primitivas de vida antes de que evo-
ca. Todo ello va envuelto en una membrana plasmática
lucionaran al enriquecerse la atmósfera en oxígeno. Las
de 10 nm de espesor, constituida por una bicapa lipídica
arqueobacterias no sólo se diferencian de las eubacte-
que contiene fosfolípidos y colesterol, como las mem-
rias en su especial ambiente y metabolismo, sino tam-
branas de las células eucariotas (Figs. 1.20 y 1.21.A). Es-
bién en algunas características moleculares:
tos microorganismos son los únicos procariotas conoci-
1. La pared celular carece de peptidoglucanos, cons-
tantes en las eubacterias con pared celular.
2. Los lípidos de la membrana plasmática consisten
Membrana
en un diéter establecido por el glicerol con dos
plasmática
moléculas de fitanol (un alcohol que presenta una
Inclusión Ribosomas
cadena alifática ramificada). En las eubacterias y
lipídica
células eucariotas, el glicerol se une por enlaces DNA
del tipo éster a cadenas alifáticas rectas.
3. El RNA de transferencia (tRNA) posee una pseu- Vacuola
dopurina en vez de la base timina presente en las
eubacterias y procariotas.
4. La enzima RNA polimerasa difiere de la de las eu-
bacterias.
5. La síntesis proteica se inicia con el aminoácido
metionina y no es inhibida por el cloranfenicol. En
ambos aspectos las arqueobacterias coinciden con
las células eucariotas y se diferencian de las eubac-
terias.

EUBACTERIAS
Gránulo
Constituyen un grupo muy amplio de microorganismos
que comprenden desde las formas más simples, como
los micoplasmas, hasta las más complejas, como las Figura 1.20. Esquema de Mycoplasma laidlawii.
cianobacterias, pasando por los organismos que han si-
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28 BIOLOGÍA CELULAR

A B

C D

E F
Figura 1.21. Imágenes de microscopía electrónica de procariotas. A: Mycoplasma penetrans. No se observan orgánulos celulares
sino tan sólo el nucleoide (flecha). X70 000. (Tomado de Yáñez A. y colaboradores. Emerging Infectious Diseases, 1999; 5:1.) B: Es-
cherichia coli. El nucleoide aparece como finas fibrillas (flecha). X40 000. (Micrografía de W. Villiger.) C: Klebsiella oxytoca (bacteria
gramnegativa). Se observan la membrana interna (MI), el espacio periplásmico (P), la membrana externa (ME) y la cápsula de po-
lisacáridos (C). X180 000. (Cortesía de A. Martínez y M. Ivarte. Departamento de Histología, Universidad de Navarra.) D: Microsco-
pía electrónica de barrido de Escherichia coli que muestra numerosas fimbrias (flecha). X20 000. (Micrografía de Indigo Instrumens.)
E: Micrococo en división. La flecha señala el tabique que separa ambas células hijas. (Micrografía de P. Johson. EMIF. University of
Rhode Island.) F: Cianobacteria. L: laminillas. C: cianosomas. X40 000. (Micrografía de Indigo Instrumens.)
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CAPÍTULO 1: ESTUDIO GENERAL DE LA CÉLULA 29

dos que carecen de pared celular. El DNA (4% del peso Mide 1 × 2 µm y contiene unos 5000 compuestos dife-
seco) es un doble helicoide de unos 500 000 pares de ba- rentes, desde agua a DNA y enzimas (Figs. 1.21.B y
ses (unos 170 µm). El RNA (8% del peso) se encuentra 1.22). Se reproduce cada 15-30 minutos en un medio de
formando parte de algunos centenares de ribosomas de cultivo compuesto por glucosa y unas sales inorgáni-
70 S. Las bacterias típicas tienen 10 veces más bases en cas. Esto quiere decir que posee todas las enzimas ne-
su nucleoide y el número de ribosomas es 100 veces ma- cesarias para sintetizar todos sus compuestos a partir
yor. Se calcula que este micoplasma puede sintetizar en- de unos pocos elementos.
tre 500 y 1000 proteínas diferentes; entre ellas están las Las bacterias poseen una membrana plasmática de
enzimas necesarias para la replicación, transcripción y dimensiones normales, recubierta de una pared celular
traducción del DNA, y para la glucólisis anaerobia. varias veces más gruesa (Figs. 1.21.C, 1.21.D y 1.22). En
En M. laidlawii la reproducción parece ocurrir por las bacterias gramnegativas, como E. coli, la pared celu-
formación de nuevas células en su interior que terminarí- lar se organiza del modo siguiente: externamente a la
an por liberarse de la célula madre, ya que en el citoplas- membrana plasmática o membrana interna, hay una ca-
ma de las formas de mayor tamaño se observan inclusio- pa denominada espacio periplástico, constituida por
nes correspondientes a las formas de menor tamaño. En proteínas y peptidoglucanos; estos últimos son polisa-
la especie M. gallisepticum, cuyo tamaño es constante cáridos que forman cadenas lineales (generalmente de
(250 nm), la división celular se produce por tabicación, dos tipos de azúcares repetidos), unidas entre sí por
mediante la formación de un tabique transversal y la es- cortos péptidos. Más externamente se encuentra una
cisión posterior. nueva bicapa lipídica (la membrana externa) que con-
El descubrimiento de estas células planteó esta pre- tiene una proteína transmembranosa llamada porina,
gunta: ¿pueden existir células más pequeñas? Tales cé- que hace que la membrana sea permeable a muchas
lulas podrían revelarse mediante el microscopio elec- sustancias. Recubriendo la membrana externa puede
trónico, cultivos o enfermedades. Para ello es necesario haber un revestimiento desarrollado de hidratos de car-
que formen agregados de al menos 100 000 moléculas. bono, denominado cápsula, constituido por glucolípi-
Al ser la membrana plasmática de unos 10 nm, el diá- dos, esto es, glúcidos unidos a los fosfolípidos de la he-
metro celular debe ser, como mínimo, de 30 nm. Los mimembrana lipídica externa de esta membrana externa
cálculos bioquímicos aseguran que estos organismos (Figs. 1.21.C, 1.22 y 1.23). En los potentes antígenos que
necesitan realizar unas 100 reacciones enzimáticas dife- presenta la membrana externa radica fundamentalmen-
rentes. Esto implica un diámetro de unos 40 nm. Ade- te la toxicidad que muestran las bacterias gramnegati-
más, hay que calcular más moléculas para repuesto de vas en los mamíferos, así como su mayor resistencia a
las que se desgastan, lo que nos lleva a un diámetro de la penicilina y a la enzima lisozima, que impiden la agre-
unos 50 nm. Pues bien, M. laidlawii tiene el doble de diá- gación de los componentes de la pared. A esta estructu-
metro. Esto sitúa los micoplasmas en el límite de las célu- ra de la pared celular se debe el que la tinción gram sea
las vivientes, aunque no hay que descartar la posibilidad negativa en estos organismos porque, después de te-
de que existan otras células cuyas necesidades bioquími- ñirlos con el colorante cristal violeta, son decolorados
cas sean inferiores a las de las células que conocemos. por disolventes debido a que éstos pueden atravesar la
pared celular. La pared celular de las bacterias grampo-
sitivas es más gruesa, y consta de una única bicapa lipí-
Bacterias típicas: Escherichia coli dica (no hay membrana externa), recubierta de una
gruesa capa de peptidoglucanos que no pueden atrave-
Una de las bacterias típicas más estudiadas por genetis- sar los disolventes.
tas y bioquímicos es la Escherichia coli, un bacilo que El DNA se encuentra mucho más centralizado que en
se encuentra en el tubo digestivo de los mamíferos. los micoplasmas. Es una doble cadena de unos 3 millo-

Ribosomas Mesosoma

Cápsula
Membrana
externa

Espacio
periplásmico

Membrana
interna
(plasmática)
Figura 1.22. Representa-
ción esquemática de Esche-
richia coli. Inclusión Invaginación Nucleoide
01 PANIAGUA BIOLOGIA 3 01 29/11/06 12:40 Página 30

30 BIOLOGÍA CELULAR

Glucolípidos Porina

Cápsula

Bicapa Membrana
lipídica externa

Lipoproteína

Proteína Espacio
soluble periplásmico

Péptido-
glucanos
Membrana
Bicapa interna
lipídica (membrana
plasmática)

Proteínas transmembranosas

Figura 1.23. Pared celular de bacteria gramnegativa.

nes de pares de bases (1000 a 1500 µm de longitud). En fibra única (triple hélice), de 10 a 20 nm de espesor y va-
E. coli, en fases próximas a la división celular, el DNA rios micrómetros de largo, que nace en un gránulo ba-
forma dos regiones nucleares, cada una en contacto sal. La fibra está formada por la proteína flagelina. La
con una invaginación llena de repliegues de la membra- rotación de los flagelos ayuda al desplazamiento de la
na plasmática llamada mesosoma, que es el esbozo del bacteria. Otros apéndices son fibrillas sumamente finas
primer orgánulo celular. y cortas denominadas fimbrias o pili (Fig. 1.21.D).
Las bacterias como E. coli pueden sintetizar miles de Las bacterias se dividen por división directa. Una vez
proteínas diferentes y poseer hasta 10 000 ribosomas. replicado el DNA, las dos copias se separan por estran-
Éstos son de 70 S y contienen mayor proporción de gulación de la membrana entre los puntos de anclaje de
RNA que de proteínas. una y otra copia, formándose dos células hijas, cada una
El mesosoma interviene en la duplicación y distribu- con un nucleoide idéntico (Fig. 1.21.E). Algunas bacte-
ción del DNA y parece que contiene enzimas relaciona- rias pueden transformarse en esporas inactivas, extraor-
das con este proceso. De hecho, se duplica con el DNA, dinariamente resistentes a grandes cambios de tempe-
previamente a la división celular. Además, el mesoso- ratura, deshidratación, etcétera. Las esporas tienen una
ma contiene las enzimas de la cadena transportadora región nuclear, poco citoplasma y una pared muy grue-
de electrones (en los micoplasmas estarían adosadas a sa, que se forma a expensas de la membrana plasmáti-
la membrana plasmática). Otras muchas enzimas se en- ca y la pared celular. En la germinación funcionan cier-
cuentran en el citoplasma o adosadas a la membrana tos mecanismos de síntesis antes inactivos.
plasmática.
No hay fagocitosis ni pinocitosis. Tampoco existen li-
sosomas. Sin embargo, algunas bacterias producen exo- Cianobacterias
enzimas, que actúan fuera de la membrana plasmática
desdoblando macromoléculas en otras más sencillas Aunque la mayoría de las algas son eucariotas, las llama-
que puedan ser incorporadas a través de la membrana. das algas verde azuladas (cianobacterias) son procario-
También poseen enzimas que destruyen tejidos facili- tas. Se encuentran como células independientes o como
tando la penetración bacteriana. Sin embargo, la exis- colonias pluricelulares filamentosas. Comparten con otras
tencia de estas enzimas no supone la unión de vesículas bacterias muchas de sus características como la presen-
a la membrana plasmática. La presencia de numerosos cia de DNA de doble helicoide y de ribosomas libres de
ribosomas adheridos a ésta sugiere que estas enzimas 70 S (Figs. 1.21.F y 1.24). La pared celular es semejante a
se sintetizarían en la misma membrana y se verterían la bacteriana, en concreto a la de las bacterias gramne-
fuera de la célula. gativas.
Muchas bacterias poseen flagelos, que son muy dife- Una característica propia, ausente en otras bacterias y
rentes de los de las células eucariotas. Consisten en una que revela un nivel de organización discretamente supe-
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CAPÍTULO 1: ESTUDIO GENERAL DE LA CÉLULA 31

Cianosomas Ribosomas Gránulos Membrana


de fosfato Interna
Inclusión (plasmática)
lipídica
Espacio
periplásmico

Membrana
externa
Nucleoide Cápsula

Laminillas fotosintéticas

Figura 1.24. Representación de una cianobacteria.

rior, es la existencia de un metabolismo fotosintético se- Las células eucariotas suelen ser hasta 1000 veces
mejante al de las plantas verdes. Además de la clorofila, más voluminosas que las procariotas (Fig. 1.25). El DNA
contienen otro pigmento, la ficobilina, que comprende, a es también unas 1000 veces más abundante, va unido a
su vez, dos pigmentos: ficocianina (azul) y ficoeritrina (ro- unas proteínas denominadas histonas y está encerrado
jo). Separando fracciones por centrifugación, se ha com- en una doble membrana. Ésta constituye una envoltura
probado que la clorofila está dentro de unos sáculos nuclear completa que forma parte del sistema de mem-
membranosos (laminillas), mientras que la ficobilina se branas interno de la célula, con el que mantiene conexión
encuentra en gránulos denominados cianosomas adosa- en las células recién formadas (Fig. 1.26). En el núcleo se
dos a las membranas. Cianosomas y laminillas pueden encuentra el nucléolo que es la expresión morfológica de
realizar la fotosíntesis juntos, pero no por separado. Estos la síntesis de ribosomas. El sistema de membranas celu-
pigmentos permiten que estas algas puedan desarrollar- lares alcanza un notable desarrollo y es en él donde se re-
se en condiciones ambientales extremas de temperatura alizan gran parte de las reacciones vitales. Todas las sus-
y concentración salina. Las membranas con clorofila, sin tancias que la célula necesita penetran a través de la
que puedan considerarse verdaderos cloroplastos, cons- membrana plasmática; algunos de los materiales lo ha-
tituyen un orgánulo membranoso de células procariotas. cen en el interior de vesículas de endocitosis, que se inva-
Además, las cianobacterias pueden fijar N2 convir- ginan desde la membrana plasmática (Fig. 1.26). En las
tiéndolo en NH3, con el que sintetizan sustancias orgáni- células animales, que necesitan aumentar su superficie
cas nitrogenadas como aminoácidos o nucleótidos. (para el transporte de sustancias) sin que se produzca pa-
Pueden vivir prácticamente con sólo luz, N2, CO2 y agua. ralelamente un aumento del volumen celular, la membra-
na plasmática desarrolla pliegues y proyecciones digiti-
formes de ésta (microvellosidades) (Fig. 1.27.A). En las
CÉLULAS EUCARIOTAS células vegetales, cuya membrana plasmática se adapta a
la pared celular rígida, el aumento de la superficie celular
En las páginas anteriores se han resumido los diferen- se consigue mediante el desarrollo de una gran vacuola
tes niveles de organización en la estructura de los seres intracitoplásmica (Fig. 1.27.B). El sistema de membranas
vivos. En los virus sólo hay ácido nucleico y cápsula internas, además de formar la envoltura nuclear, constitu-
proteica. No hay ribosomas ni síntesis proteica; tampo- ye una compleja red de canales por el citoplasma deno-
co vida libre. Los restantes microorganismos menciona- minada retículo endoplasmático. Los ribosomas son de
dos son procariotas (pro = previo, carios = núcleo), con 80 S y, en contraste con los de las células procariotas, po-
un núcleo no organizado, y todos poseen una membra- seen más proteínas que RNA. Estos ribosomas sintetizan
na plasmática que alberga un contenido: DNA, riboso- proteínas, que quedan en el citoplasma fundamental
mas (de 70 S), proteínas y enzimas. En las bacterias típi- (también denominado hialoplasma o citosol), y se adosan
cas existe, además, una pared celular y un esbozo de al retículo endoplasmático (y a veces a la membrana nu-
orgánulo: el mesosoma. Las cianobacterias aportan a clear externa) formando el retículo endoplasmático rugo-
este nivel de organización la presencia de membranas so, en cuyo caso, las proteínas sintetizadas se almacenan
dentro de la célula, las cuales podrían considerarse co- en el interior de estas membranas y parte de ellas serán
mo el primer orgánulo. exportadas fuera de la célula. Otra variedad de retículo
01 PANIAGUA BIOLOGIA 3 01 29/11/06 12:40 Página 32

32 BIOLOGÍA CELULAR

A B
Figura 1.25. Electronografías de células eucariotas. A: Un organismo unicelular: la microalga Dunaliella bioculata. CP: cloro-
plasto; F: flagelo; G: complejo de Golgi; GA: gránulo de almidón; MT: mitocondria. N: núcleo; P: pirenoide; PG: plastoglóbulo;
RER: retículo endoplasmático rugoso; R: Ribosomas; V: vacuola. X10 500. (Micrografía de K.A. Bérubé. Tomada de European
Microscopy and Analysis 1993; 26: 21.) B: Células de organismo superior (ganglio linfático humano). Se observan el núcleo (N),
mitocondrias (M), cisternas aisladas de retículo endoplasmático rugoso (RER), ribosomas libres (R), un complejo de Golgi (G)
y una pareja de centríolos (C). X5000.

endoplasmático es el retículo endoplasmático liso, que la digestión intracelular y que se denominan lisosomas.
carece de ribosomas y, que, entre otras funciones, es el Éstos forman compartimientos aislados de los restantes
lugar de síntesis de muchos lípidos y sus derivados. El re- componentes celulares, que no pueden así ser alcanza-
tículo endoplasmático conecta con otras membranas que dos por las enzimas digestivas. Otras vesículas con una
forman grupos de sáculos superpuestos que constituyen función muy diferente son los peroxisomas, donde se ge-
el aparato o complejo de Golgi, donde se producen modi- neran y degradan peróxidos peligrosamente reactivos
ficaciones en las moléculas fabricadas en el retículo en- durante la oxidación por el oxígeno de diversas molécu-
doplasmático, principalmente en los hidratos de carbono las. Orgánulos membranosos, aparentemente no conec-
añadidos a las proteínas. Del complejo de Golgi emigran tados con los anteriores y que poseen cierta autonomía
vesículas de exocitosis hacia la membrana plasmática, a debida a un DNA y RNA propios, son los cloroplastos,
la que se fusionan vertiendo hacia el exterior parte de las que realizan la fotosíntesis (se encuentran sólo en las cé-
sustancias fabricadas por la célula y que constituyen se- lulas vegetales con esta capacidad) y las mitocondrias,
creciones celulares. Del complejo de Golgi emanan tam- que realizan el metabolismo oxidativo. Finalmente, las cé-
bién vesículas que contienen las enzimas necesarias para lulas eucariotas poseen un citoesqueleto, constituido por
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CAPÍTULO 1: ESTUDIO GENERAL DE LA CÉLULA 33

Vesícula de Centríolos Retículo


Gota de endocitosis Microtúbulos endoplasmático
Lisosoma
lípido rugoso
Peroxisoma Núcleo
Complejo
de Golgi
Vesícula de
exocitosis

Membrana
Filamentos plasmática
Mitocondria
Ribosomas
Retículo endoplasmático liso Glucógeno

Figura 1.26. Representación esquemática tridimensional de una célula eucariota.

Cloroplasto Retículo
Microvellosidades endoplasmático
Cilios
Vacuola rugoso
Centríolos Retículo endoplasmático liso
Vesículas
Lisosomas Zonula
occludens

Zonula
adherens

Macula
adherens

Microtúbulos

Filamentos
Mitocondrias Complejo
Lámina basal Ribosomas de Golgi

A Pliegues (interdigitaciones) basales B


Figura 1.27. Esquema de células eucariotas vistas con el microscopio electrónico. A: Célula animal (epitelial). B: Célula
vegetal (parénquima clorofílico).
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34 BIOLOGÍA CELULAR

TABLA 1.3. Diferencias entre células procariotas y eucariotas

Procariotas Eucariotas

Envoltura nuclear Ausente Doble

Proteínas asociadas al DNA Ausentes Histonas y proteínas asociadas

Retículo endoplasmático liso y rugoso,


Orgánulos membranosos Esbozos complejo de Golgi, mitocondrias, plastidios,
lisosomas, peroxisomas
Ribosomas
Proporción proteína/RNA 35/65 55/45
Unidades S totales 70 S 80 S

microtúbulos, microfilamentos y filamentos intermedios. La transición de células procariotas a eucariotas no


Estas estructuras permiten a la célula mantener su forma, es brusca. En los protozoos diplomonados y microspo-
y poder cambiarla y desplazarse, así como para mantener ridios se encuentran los modelos más sencillos de célu-
la ubicación de los orgánulos celulares o facilitar el des- la eucariota. Quizá el más simple de todos sea el diplo-
plazamiento de éstos y de otros componentes y sustan- monado Giardia, un organismo unicelular que vive de
cias. La motilidad celular, o del medio en contacto con la forma anaeróbica como parásito intestinal de mamífe-
célula, se consigue mediante cilios y flagelos (Fig. 1.27.A). ros. Posee núcleo verdadero (de hecho, es binucleado)
En la Tabla 1.3 se expresan las principales diferencias en- y citoesqueleto, pero carece de retículo endoplasmáti-
tre las células eucariotas y las procariotas. co, complejo de Golgi, mitocondrias y cloroplastos.

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA

BIBLIOGRAFÍA DE CARÁCTER GENERAL MÉTODOS DE ESTUDIO DE LA CÉLULA


Y LOS TEJIDOS
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ter P. Introducción a la Biología Celular. 2.ª ed. Barcelona,
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Cockroft DL. A comparative and historical review of culture
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CAPÍTULO 1: ESTUDIO GENERAL DE LA CÉLULA 35

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ESTRUCTURA DE LAS MEMBRANAS CELULARES

PRIMEROS ESTUDIOS CON ésta se disponía enfrentada a la anterior para que los
grupos polares y no polares quedasen también en la
MÉTODOS INDIRECTOS misma relación respecto al agua. En 1925, Gorter y Gren-
La membrana plasmática no es visible con el microsco- del extrajeron los lípidos de la membrana de eritrocitos
pio de luz, que sólo permite apreciar las sustancias que y calcularon que, al extenderlos sobre el agua, ocupa-
la rodean; por eso, su estudio comenzó con métodos in- ban una superficie doble de la que debían ocupar las
directos. membranas de los eritrocitos. Llegaron a la conclusión
En 1895, Overton presumió la existencia de una de que la membrana es una capa lipídica bimolecular
membrana de naturaleza lipídica en la célula debido a que (Fig. 2.1.A).
la superficie celular es fácilmente traspasada por lípidos En 1932, Cole estudió la tensión superficial de mem-
y muy resistente al paso de corriente eléctrica. En 1897, branas de huevos de erizo de mar. El valor encontrado
Langmuir estudió el comportamiento de los fosfolípi- resultó inferior a la tensión superficial teórica para una
dos al extenderlos sobre el agua, y observó que los gru- capa de fosfolípidos; de ello dedujo que éstos deberían
pos polares (hidrófilos) de cada molécula quedaban en ir acompañados de proteínas que disminuyeran su ten-
contacto con la superficie acuosa mientras que los gru- sión superficial. En 1935, Danielli y Davson propusieron
pos no polares (hidrófobos) se disponían perpendicu- un modelo de estructura de la membrana plasmática en
larmente a ésta. Si se añadía otra capa de fosfolípidos, el que las proteínas se sitúan con los grupos polares de

Grupo polar (hidrófilo)


Grupo no polar (hidrófobo)

Capa monomolecular
de lípidos

A B Lípido Poro Proteína

C D
Proteína Lípido

Figura 2.1. Primeros modelos de membrana plasmática. A: Bicapa lipídica que forma la estructura básica de la membrana plas-
mática. Los grupos polares (hidrófilos) se disponen en la periferia, mientras que los grupos no polares (hidrófobos) se disponen en
el interior de la membrana. B: Modelo de membrana plasmática propuesto por Danielli y Davson. Las proteínas rodean a los lípidos.
C-D: Resumen de otros modelos de membrana en los que las proteínas no rodean a los lípidos, sino que están embebidos en ellos.
Los lípidos se disponen formando esferas (C) o en bicapa (D). El modelo C se aplicó principalmente a membranas citoplásmicas; el
D, a la plasmática. Del modelo C podría pasarse con facilidad al D en los procesos de unión de vesículas a la membrana plasmática.

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40 BIOLOGÍA CELULAR

la bicapa lipídica. Posteriormente, incluyeron en su mo- observó con el microscopio electrónico. La imagen re-
delo poros o canales en la membrana para explicar el sultante era la estructura trilaminar, por lo que se llegó
paso de sustancias (Fig. 2.1.B). a la conclusión de que la fijación del osmio tenía lugar
en los grupos polares de los fosfolípidos. Al añadir pro-
teínas a esta membrana, se repetía la imagen anterior
ESTUDIOS CON EL MICROSCOPIO pero con las líneas densas más gruesas, por lo que se
ELECTRÓNICO pensó que las proteínas se disponían junto con los gru-
pos polares de los fosfolípidos.
Con la aplicación del microscopio electrónico al estudio La idea de que todas las membranas celulares son
de las células se vio por primera vez la membrana plas- esencialmente iguales se compagina con la observación
mática. Ésta, observada a grandes aumentos (por enci- de una continuidad entre diferentes membranas celula-
ma de los 40 000), aparece como una estructura trilami- res: entre el retículo endoplasmático liso y el rugoso; en-
nar. Inicialmente, el espesor de la membrana plasmática tre éste y el complejo de Golgi; entre las vesículas que
se estimó en 7.5 nm. Al mejorar la calidad de la fijación surgen del complejo de Golgi y la membrana plasmática;
se corrigió este valor situándolo en 10 nm, valor admiti- y entre ésta y las vesículas que se adentran en el cito-
do actualmente y corroborado por diversos métodos de plasma. También se observan conexiones entre el retícu-
estudio. La misma imagen trilaminar de la membrana lo endoplasmático rugoso y la envoltura nuclear, la cual,
plasmática se observaba también en las membranas de en su membrana externa, tiene ribosomas adheridos. In-
los orgánulos citoplásmicos (membranas citoplásmicas), cluso en células jóvenes y, con un carácter temporal, se
por lo que Robertson (1959) denominó a esta estructura ha visto una continuidad entre el retículo endoplasmáti-
unidad de membrana (Fig. 2.2), al entender que existe co rugoso y la membrana plasmática. Sin embargo, era
una igualdad esencial entre todas las membranas celu- lógico pensar también en componentes singulares de
lares. acuerdo con la especialización del orgánulo. De hecho,
En 1962, Stoeckenius elaboró una membrana artifi- nunca se han visto conexiones entre mitocondrias o
cial con dos capas de fosfolípidos, la fijó con osmio y la cloroplastos y otras membranas. Un hecho significativo

A B
Figura 2.2. A-B: Membranas plasmáticas y membranas citoplásmicas que muestran la estructura trilaminar de ambas. Fle-
chas grandes: hemimembranas externas de la membrana plasmática. Flechas pequeñas: hemimembranas internas de la mem-
brana plasmática. Estrella: espacio intercelular. En el citoplasma (C) de ambas células se observan algunas membranas cito-
plásmicas de retículo endoplasmático liso (cabezas de flecha) y de mitocondrias (flechas abiertas). A: X125 000. B: X200 000.
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CAPÍTULO 2: MEMBRANA PLASMÁTICA Y MEMBRANAS CITOPLÁSMICAS 41

es que las membranas citoplásmicas son más delgadas del concepto termodinámico de interacciones hidrófo-
que la membrana plasmática: su espesor es de unos bas e hidrófilas entre moléculas, enlaces no covalentes
7 nm, frente a los 10 nm de la membrana plasmática. El como puentes de hidrógeno, e interacciones electrostá-
espesor de la bicapa lipídica es también menor: 4 nm en ticas. Se llegó a la conclusión de que las proteínas (que
las membranas citoplásmicas y 5 nm en la membrana también tienen grupos polares y no polares) no podían
plasmática. Además, las membranas citoplásmicas tie- disponerse en configuración beta, como se postulaba
nen, en general, mayor proporción de proteínas que la en el modelo de Danielli y Davson, sino de modo que,
plasmática. Esto último es muy evidente en las membra- como ocurre en los lípidos, sus grupos polares estén en
nas mitocondriales que conservan su estructura al elimi- contacto con la fase acuosa y los no polares queden en
nar los lípidos. el interior de la membrana.
Por otra parte, esta estructura trilaminar no está tan Por lo que respecta a las técnicas de microscopía
clara en algunas membranas citoplásmicas, particular- electrónica, las dos siguientes fueron de un gran valor
mente en el caso de las mitocondrias, cuya membrana en el estudio de las membranas:
muestra partículas globulares, sobre todo cuando se 1. Contraste negativo, que permitió observar protu-
utilizan determinados fijadores. Esto llevó a algunos in- berancias e irregularidades en las membranas,
vestigadores de la década de 1960-70 a proponer dife- imposibles de apreciar en los cortes. En algunas
rentes modelos, en los que los lípidos de la membrana células se vio que la membrana plasmática está
se disponían radialmente formando glóbulos, con los constituida por bloques o unidades poligonales.
grupos polares hacia el exterior (Fig. 2.1.C). Al mismo 2. Criofractura-réplica. Al romperse las membranas
tiempo, en estos modelos se discutía la disposición de por las líneas de mínima resistencia, éstas quedan
las proteínas, que se distribuirían por toda la membrana divididas en dos hemimembranas: P (protoplásmi-
(Figs. 2.1.C. y 2.1.D). ca o interna) y E (exoplásmica o externa). La super-
ficie interna de cada hemimembrana no es lisa, y
sobre ella resaltan partículas de 4 a 16 nm sobre un
EL MOSAICO FLUIDO DE MEMBRANA. fondo liso. Estas partículas se corresponden con
ESTRUCTURA Y COMPOSICIÓN cavidades en el fragmento complementario de la
membrana y son debidas a proteínas, por lo que
Hacia 1970 se produjeron grandes avances en la bús- son más abundantes en membranas ricas en enzi-
queda de un modelo de membrana debido al desarrollo mas. Las dos partes de la membrana son asimétri-

Figura 2.3. Muestra obtenida por criofractura-réplica de la membrana plasmática. El plano de fractura divide a ésta en dos
hemimembranas que presentan una estructura asimétrica. La hemimembrana señalada como I (P) es la interna o protoplásmi-
ca; la señalada como E es la externa o exoplásmica. Sobre la hemimembrana interna se observan partículas de mayor tamaño
que las que aparecen sobre la externa, la cual presenta cavidades en las que encajan las partículas que sobresalen en la hemi-
membrana protoplásmica. X90 000. (Tomado de Fawcett DW. A Textbook of Histology, 11.ª ed. Philadelphia, Saunders, 1986.)
02 PANIAGUA BIOLOGIA 3 02 29/11/06 12:42 Página 42

42 BIOLOGÍA CELULAR

cas, siendo las partículas más abundantes y mayo- contacto con la fase acuosa. Forman la matriz de la
res en la hemimembrana P (Fig. 2.3). membrana. Hay unos cinco millones de moléculas lipí-
dicas por µm2 de membrana.
Con los resultados de estos y otros estudios, Singer y
Los principales tipos de lípidos que forman ambas
Nicolson (1972) llegaron a proponer un modelo que ha
bicapas de la membrana son los siguientes (Fig. 2.6):
sustituido a todos los anteriores y que, pese al tiempo
transcurrido, se encuentra en vigor y se aplica a todas las
1. Las grasas neutras, formadas por ésteres de gli-
membranas de la célula. Es el modelo del mosaico fluido
cerol y uno (monoglicéridos), dos (diglicéridos) o
de membrana (Figs. 2.4 y 2.5), en el que las proteínas, lí-
tres (triglicéridos) ácidos grasos, son un compo-
pidos e hidratos de carbono se sitúan en una configura-
nente minoritario, o incluso ausente, en la mem-
ción estable de baja energía libre. Los lípidos forman una
brana plasmática. En las membranas de bacterias
bicapa en la que se disponen las proteínas configuradas
y células vegetales son frecuentes los glucolípidos
de acuerdo con las interacciones que establecen con las
simples, constituidos por glicerol esterificado con
moléculas que las rodean. Hay también oligosacáridos
uno o dos ácidos grasos y con un monosacárido o
que se disponen sobre los lípidos y las proteínas en la
un oligosacárido unido al tercer hidroxilo.
hemimembrana E.
2. Fosfolípidos. Son fosfodiglicéridos, es decir, con-
La membrana plasmática del eritrocito de rata tiene
sisten en una molécula de glicerol esterificado
un 60% de proteínas y un 40% de lípidos. Esta proporción
con dos ácidos grasos (de 16 y 20 carbonos de
es similar a la encontrada en las membranas plasmáticas
longitud); cada uno de ellos se encuentra unido
de la mayoría de los tipos celulares; por ejemplo, la
por su extremo carboxilo a un hidroxilo del glice-
membrana plasmática del hepatocito de rata tiene un
rol. El tercer hidroxilo del glicerol está esterificado
58% de proteínas y un 42% de lípidos. No obstante, exis-
con un fosfato. Si este fosfato no se esterifica con
ten membranas plasmáticas que se alejan mucho de esta
ningún otro componente, el fosfolípido se deno-
proporción, como la mielina, que tiene un 20% de proteí-
mina ácido fosfatídico. Si el fosfato se une a otros
nas y un 80% de lípidos.
radicales, se denomina de acuerdo con este radi-
Las membranas citoplásmicas, además de ser más
cal. Los principales fosfolípidos son los unidos a
delgadas que la plasmática, como ya se ha dicho, po-
colina (fosfatidil colina o lecitina), serina (fosfatidil
seen mayor proporción proteínas/lípidos. La diferencia
serina o cefalina), etanolamina (fosfatidil etanola-
más notable radica en la membrana mitocondrial inter-
mina, también denominada cefalina, como el fos-
na, que tiene un 80% de proteínas y un 20% de lípidos.
folípido anterior), inositol (fosfatidil inositol), o a
La Tabla 2.1 muestra la composición de diferentes mem-
otra molécula de glicerol (fosfatidil glicerol). En
branas celulares.
las membranas también hay otro fosfolípido, for-
mado por la unión de dos ácidos fosfatídicos a
LÍPIDOS DE LAS MEMBRANAS otra molécula de glicerol (difosfatidil glicerol o
cardiolipina).
Los lípidos forman una doble capa, con los grupos hi- 3. Esfingolípidos. Son derivados de la esfingosina,
drófobos en el centro y los hidrófilos en el exterior, en que es un aminodialcohol con un largo hidrocar-

Superficie externa

Oligosacáridos (glicocálix)

Hemimembrana
externa (cara E)

Monocapa
lipídica

Proteína
integral Figura 2.4. Representación
tridimensional del modelo
Proteína
del mosaico fluido de mem-
integral
brana. La membrana se ha
transmembranosa
separado parcialmente en dos
Hemimembrana hemimembranas, como que-
interna (cara P) da tras el tratamiento de crio-
Citoplasma fractura-réplica.
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CAPÍTULO 2: MEMBRANA PLASMÁTICA Y MEMBRANAS CITOPLÁSMICAS 43

Oligosacárido
Oligosacárido Proteína periférica unida Proteína integral
unido a un lípido unido a
a un oligosacárido trasmembranosa
una proteína

CARA E
Lípido

CARA P

Proteína integral Proteína periférica Proteína periférica


parcialmente embebida unida a una proteína integral unida a un lípido

Figura 2.5. Modelo de membrana plasmática basado en el modelo del mosaico fluido propuesto por Singer y Nicolson. Las
proteínas integrales aparecen embebidas en la bicapa lipídica formando hélices de uno o varios pasos. La mayoría de ellas
atraviesan totalmente la membrana (proteínas transmembranosas); otras sólo ocupan una hemimembrana. Las proteínas pe-
riféricas están adosadas a una hemimembrana, uniéndose a una proteína integral, a un lípido o a un oligosacárido que, a su
vez, está unido a un lípido. Los oligosacáridos quedan sobre la hemimembrana externa y forman el glicocálix; pueden estar
unidos a una proteína integral o a un lípido.

TABLA 2.1. Diferencias en la composición de lípidos (%) entre diferentes tipos de membranas
celulares en el hígado de rata

MP MP RER REL EN Gol Lis Mi ex Mi in


eritr hep hep hep hep hep hep hep hep

Proteínas 60 58 70 70 70 65 70 60 80

Lípidos totales 40 42 30 30 30 35 30 40 20

Ácido fosfatídico 1 1 1

Fosfatidil colina 31 24 55 54 55 49 33 47 44

Fosfatidil etanolamina 15 11 19 19 20 15 13 23 24

Fosfatidil serina 7 9 3 1 3 4 5 2 1

Fosfatidil inositol 2 4 8 7 7 6 7 11 6

Fosfatidil glicerol 2 4

Cardiolipina (difosfatidil glicerol) 3 16

Ceramida y esfingomielina 13 14 3 6 3 10 20 5 3

Glucolípidos 3 7

Colesterol 24 25 9 12 10 14 18 5 3

No detallados 5 5 3 1 1 2 4 1 1

MP: membrana plasmática. RER: retículo endoplasmático rugoso. REL: retículo endoplasmático liso. EN: envoltura nuclear. Gol: complejo de Gol-
gi. Lis: lisosoma. Mi ex: menbrana mitocondrial externa. Mi in: menbrana mitocondrial interna: eritrocito; hep: hepatocito.
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44 BIOLOGÍA CELULAR

Monosacárido PO 4
CH 2 OH- CHOH - CH 2 OH
Glicerol
Glicerol Glicerol
Glicerol

CH 3 - CH - CH - ..... - COOH
Grasas
Ácido graso neutras Ácido
Glucolípidos simples fosfatídico

CH 2 OH - CH 2 - N - (CH3 )3 Colina Etanolamina


CH 2 OH - CH 2 - NH 2
OH OH
H OH CH 2 OH - CHNH 2 - COOH Serina
H H Inositol
OH H
OH H
H OH

Inositol
Colina Etanolamina Serina

PO4 PO4 PO4 PO 4

Glicerol Glicerol Glicerol Glicerol

Fosfatidil Fosfatidil Fosfatidil Fosfatidil


colina inositol etanolamina serina

Glicerol Glicerol CH2 OH - CHNH 2 - CHOH - CH = CH - (CH 2 ) 12 - CH

PO4 PO4 PO4


Esfingosina
Esfingosina
Glicerol Glicerol Glicerol

Ceramida
Fosfatidil Difosfatidil
glicerol glicerol

Galactosa
Ácido siálico Cadena alifática
Colina Galactosamina
Monosacárido CH 3
Galactosa
PO4
Glucosa CH 3

Esfingosina Esfingosina Esfingosina


OH

Esfingomielina Cerebrósido Gangliósido Colesterol

Figura 2.6. Representación esquemática de la composición de los lípidos de la membrana plasmática.


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CAPÍTULO 2: MEMBRANA PLASMÁTICA Y MEMBRANAS CITOPLÁSMICAS 45

buro terminal. La esfingosina unida a un ácido gra- bido a su mayor contenido en ácidos grasos insatura-
so en su grupo amino forma la ceramida. dos. La mayor presencia de fosfatidil serina (con fuerte
carga negativa) en la hemimembrana P determina que
— La ceramida esterificada con fosfato y colina exista una diferencia de carga entre ambas hemimem-
en el grupo hidroxilo terminal forma la esfin- branas. De las causas de esta asimetría se tratará en
gomielina. Debido a la presencia del fosfato y página 49.
colina, se puede incluir entre los fosfolípidos.
— La ceramida unida a hidratos de carbono (de uno
a 15 azúcares) forma glucolípidos complejos (glu- PROTEÍNAS DE LAS MEMBRANAS
coesfingolípidos), abundantes en las membranas
de células animales. Éstos pueden ser: Proteínas integrales y periféricas
• Cerebrósidos. El hidrato de carbono es un
monosacárido. En la mielina abunda el galac- De acuerdo con configuración que adoptan en la mem-
tocerebrósido, que sólo tiene galactosa. brana, las proteínas son de dos tipos (véase Fig. 2.5):
• Gangliósidos. El hidrato de carbono es un oli-
gosacárido con varios residuos de ácido siáli-
co (N-acetil neuramínico), que le confiere car- Proteínas integrales
ga negativa.
Estas proteínas suelen atravesar por completo la mem-
4. Esteroles derivados del ciclopentano-perhidro-fe- brana (proteínas transmembranosas) formando hélices
nantreno, con un hidroxilo en un extremo y una α de paso único o múltiple por la membrana, aunque se
cadena alifática corta en el otro. El más común es conocen algunas que sólo ocupan una hemimembrana,
el colesterol. como el citocromo b 5 del retículo endoplasmático. Son
anfipáticas, es decir, presentan una distribución asimé-
Entre los diferentes modelos experimentales de mem- trica de los grupos hidrófilos e hidrófobos, lo que las ca-
brana utilizados para investigar las propiedades de la bi- pacita para estar en parte embebidas y en parte sobre-
capa lipídica se encuentran los liposomas, constituidos salientes en la membrana. La extensión en que una
por bicapas lipídicas en forma de esfera de 25 nm a 1 µm proteína integral está embebida se regula por el equili-
de diámetro, y las membranas negras, que son bicapas brio termodinámico; esto es, está determinada por la
lipídicas planas formadas en un agujero situado en la secuencia de aminoácidos y la estructura covalente de
separación entre dos compartimientos acuosos. Estos la molécula, así como por su interacción con las molé-
estudios han llevado a precisar que las membranas fun- culas que la rodean. Los grupos polares de la proteína
cionales requieren una matriz lipídica fluida; esto es, quedan generalmente en la superficie de la membrana,
una membrana es funcional cuando se mantiene por mientras que los residuos no polares permanecen em-
encima del punto de fusión de sus lípidos. La tempera- bebidos entre las cadenas hidrocarbonadas de los fos-
tura de fusión depende de la longitud de la cadena de folípidos.
los fosfolípidos, del número de dobles enlaces y de la Las proteínas integrales están firmemente unidas a
concentración de colesterol. los lípidos por interacciones hidrófobas. Algunas refuer-
En esta matriz fluida, los lípidos pueden hacer despla- zan la unión por enlaces covalentes con lípidos y sólo
zamientos de difusión lateral, rotación y flexión con una se disocian de éstos por tratamientos drásticos (deter-
constante de difusión lateral de 10–8 cm2/s. En contraste gentes, agentes que desnaturalizan las proteínas y di-
con estos movimientos laterales, son infrecuentes los solventes orgánicos) que destruyen la integridad de las
movimientos de voltereta (flip-flop), esto es, inversión de membranas.
la polaridad de las moléculas cruzando la membrana de Las proteínas integrales pueden realizar movimien-
arriba a abajo. Sólo son frecuentes durante la síntesis tos de rotación y de traslación con una constante de di-
de membrana por el retículo endoplasmático (véase pá- fusión de aproximadamente 5 × 10–9 cm2/s. El desplaza-
gina 49). miento de las proteínas se mostró con el siguiente
La permeabilidad de la membrana disminuye con la experimento. Se cultivaron conjuntamente células de
abundancia de colesterol, que presenta los siguientes ratón y células humanas y se marcó una proteína espe-
efectos: (a) dificulta que las cadenas de hidrocarburos cífica de la membrana plasmática de la célula de ratón
de los ácidos grasos se junten y cristalicen; (b) dificulta mediante un anticuerpo unido a un colorante fluores-
la permeabilidad de la membrana para las pequeñas cente. Se hizo lo mismo con otra proteína específica de
moléculas solubles; y (c) aumenta la flexibilidad y la es- la membrana de la célula humana, pero marcando ésta
tabilidad mecánica de la bicapa. con un colorante diferente para distinguir ambas proteí-
Existe asimetría en la bicapa lipídica, pues hay ma- nas. Tras fusionar ambas células, se vio que, al princi-
yor proporción de fosfatidil colina y esfingomielina pio, cada tipo de proteína quedaba limitada a un área
(fosfolípidos con colina y que poseen ácidos grasos diferente en la célula híbrida, pero posteriormente am-
saturados) en la hemimembrana exoplásmica (E), y bas proteínas se entremezclaban (Fig. 2.7). Durante estos
mayor cantidad de fosfatidil etanolamina y fosfatidil movimientos las proteínas son capaces de mante-
serina (fosfolípidos con ácidos grasos insaturados) en ner su orientación molecular y su grado de intercalación
la hemimembrana citoplásmica (P). La matriz lipídica en la membrana, como resultado de su estructura anfi-
de la hemimembrana P es más fluida que la de la E de- pática.
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46 BIOLOGÍA CELULAR

Proteína específica de membrana de


la célula de ratón marcada

Figura 2.7. Demostración


del desplazamiento de las
proteínas por la membrana
plasmática. Cada una de las
Célula de ratón dos células en cultivo pre-
senta una proteína diferente
Proteína específica de marcada, utilizando dos co-
membrana de la célula lorantes diferentes para que
humana marcada se distingan. Al fusionar am-
bas células, en la célula hí-
brida resultante se observan
las dos proteínas, al princi-
pio en áreas diferentes; des-
Célula híbrida Célula híbrida después pués, al mantener un tiempo
producida por fusión de un cierto tiempo el cultivo a 37 °C, ambas pro-
Célula humana teínas se entremezclan.

El movimiento de desplazamiento de las proteínas pueden obtenerse: basta con provocar la lisis de esta
puede abrir poros transitorios o dinámicos. De esta ma- célula, en un medio hipotónico. Estas proteínas compren-
nera, el paso a través de la membrana del agua y de den (Fig. 2.8):
sustancias insolubles en lípidos no requiere la presen-
cia de poros, que nunca se han visto. Además, algunas 1. La glucoforina. Es una glucoproteína de unos 30 ki-
proteínas actúan como moléculas portadoras uniéndo- lodaltons (kDa), cuya porción transmembranosa
se a las sustancias transportadas. Son proteínas trans- tiene la forma de una hélice α de paso único. El
membranosas que poseen actividades tipo permeasa, y segmento externo está muy glucosilado, con oli-
en su interior existen caminos polares para permitir el gosacáridos que están unidos a oxígeno o a ni-
transporte molecular. De estos aspectos se tratará más trógeno y constituyen hasta un 64% del peso de
adelante en este mismo capítulo (véase página 53). la proteína. Estos oligosacáridos constituyen casi
la totalidad de los hidratos de carbono de la
membrana del eritrocito; predomina (hasta el
Proteínas periféricas 90%) el ácido siálico, que tiene fuerte carga ne-
gativa.
Estas proteínas no son transmembranosas y sobresalen 2. La proteína banda 3. Es también transmembrano-
en una de ambas hemimembranas (véase Fig. 2.5). Es- sa y está formada por dos monómeros de 100 kDa
tán asociadas a la membrana únicamente por un enlace (929 aminoácidos) cada uno, que forman múlti-
covalente con un ácido graso o por interacciones no co- ples hélices α transmembrana (unos 14 segmen-
valentes (principalmente electrostáticas) con una pro- tos) y proporcionan un canal hidrófilo para el pa-
teína integral. No están estrechamente asociadas a los so de Cl– y CO3H–. En su cara externa presenta
lípidos, y un tratamiento con la adición de un agente algunos oligosacáridos unidos a nitrógeno. Se dis-
quelante (tratamiento de tipo suave), basta para diso- pone formando tetrámeros (dos dímeros) y es cru-
ciarlas enteras de la membrana. Se encuentran sobre cial en el paso del CO2 de la sangre al interior del
todo en la hemimembrana P y corresponden en su ma- eritrocito.
yor parte a enzimas. 3. La anquirina o proteína banda 2.1, de 210 kDa. Co-
En la hemimembrana E son muy escasas y pueden necta cada dímero banda 3 a una proteína esque-
unirse a una molécula de GPI (glucosilfosfatidil inosi- lética llamada espectrina.
tol), esto es, a un oligosacárido que, a su vez, se en- 4. Las proteínas esqueléticas espectrina, actina y
cuentra unido a los dos ácidos grasos de una molécula tropomiosina, situadas bajo la membrana plas-
de fosfatidil inositol. mática, y las proteínas banda 4.1 y aducina, que
se encuentran asociadas a las anteriores. La es-
pectrina supone el 25% de las proteínas de esta
Algunas proteínas específicas de la membrana membrana. Es una molécula larga, delgada y fle-
plasmática xible, constituida por dos monómeros alargados
(α de 240 kDa y β de 220 kDa) que se disponen
Las proteínas de la membrana plasmática más estudia- formando una doble hélice de unos 100 nm de
das son las del eritrocito, debido a la facilidad con que longitud y unos 5 nm de espesor. A su vez, dos
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CAPÍTULO 2: MEMBRANA PLASMÁTICA Y MEMBRANAS CITOPLÁSMICAS 47

Glucoforina Banda 3 ESPACIO EXTRACELULAR

Anquirina

Actina
Tropomiosina

Banda 4.1

Espectrina
Figura 2.8. Representa-
ción de las proteínas es- Aducina
queléticas asociadas a la
membrana plasmática del
eritrocito de mamífero. CITOPLASMA

dímeros se asocian en sentido longitudinal y plasmática carece de cadena respiratoria y tampoco po-
opuesto, estableciendo contacto por sus cabe- see actividad glucolítica.
zas, para formar tetrámeros. A este contacto se Determinadas enzimas de la membrana plasmática
ancla la espectrina en la membrana mediante la están limitadas a la superficie donde desempeñan su
proteína anquirina, la cual, como se ha dicho, se función (apical, lateral o basal). Las uniones estrechas
ancla a su vez en el dímero banda 3. Los tetráme- entre células (véase página 313) impiden el desplaza-
ros de espectrina forman una red bajo la mem- miento de estas proteínas. La composición lipídica en
brana plasmática asociándose con sus colas. A cada una de esas zonas de membrana puede ser tam-
esas colas se adosan filamentos cortos de actina bién diferente.
(35 nm de longitud y 6 nm de grosor), unidos a la El citoesqueleto asociado a la membrana plasmática
proteína tropomiosina (43 kDa) y a tres molécu- también difiere del encontrado en el eritrocito, y consis-
las de la proteína banda 4.1 (82 kDa). Finalmente, te generalmente en filamentos de actina, de mayor lon-
a cada banda 4.1 se une una molécula de aduci- gitud que los del eritrocito. Estos filamentos se entre-
na. De la actina y tropomiosina, así como de cruzan formando una red que se une a la membrana de
otras proteínas que forman parte del citoesque- diversas formas. En estas uniones intervienen proteínas
leto de las células eucariotas, se tratará en la pá- especializadas (véase página 243).
gina 241). En las membranas citoplásmicas las proteínas varían
5. Una proteína periférica interna: la enzima gliceral- dependiendo del orgánulo membranoso. De ellas se tra-
dehído 3 fosfato deshidrogenasa. tará al estudiar cada uno de ellos.

La membrana plasmática de la mayoría de las célu-


las nucleadas de eucariotas contiene otras proteínas HIDRATOS DE CARBONO DE LAS MEMBRANAS
distintas cuya organización difiere en cada caso. Algu- (GLICOCÁLIX)
nas de esas proteínas sirven de receptores que intervie-
nen en procesos de reconocimiento y adhesión celular; Estructura y composición
otras actúan como transportadores hacia el interior o el
exterior de la célula; otras son enzimas que catalizan Los hidratos de carbono están presentes en la mem-
reacciones asociadas con la membrana y, finalmente, brana plasmática unidos covalentemente a proteínas
otras son proteínas estructurales que, junto con los re- (glucoproteínas) o a lípidos (glucolípidos). Se encuen-
ceptores, conectan la membrana plasmática con el cito- tran del lado externo y son generalmente oligosacári-
esqueleto, con otra célula adyacente o con la matriz ex- dos. La célula queda así recubierta por una envoltura
tracelular. de material hidrocarbonado, denominado glicocálix
En membranas plasmáticas de diversos tipos celula- (véanse Figs. 2.4 y 2.5), que es particularmente visible
res se han detectado cerca de 30 enzimas. Las más cons- en algunas células (véase Fig. 2.25.B) y que llega a re-
tantes son: 5’ nucleotidasa, Mg2+ATPasa, Mg2+ ATPasa presentar entre el 2 y el 10% del peso de la membrana.
activada por Na+ y K+, fosfatasa alcalina, adenilato cicla- En esta cubierta también pueden encontrarse algunas
sa, fosfomonoesterasa ácida y RNAasa. La membrana proteínas. Las más conocidas son las ya mencionadas,
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48 BIOLOGÍA CELULAR

que se unen al GPI y actúan como receptores de señales y de los cambios en la carga eléctrica del medio
extracelulares. También puede haber glucoproteínas y extracelular, actuando como una resina intercam-
proteoglucanos (algunos unidos también al fosfatidil biadora de iones.
inositol) que fueron segregados por la célula al espacio 2. Reconocimiento y fijación de las partículas que in-
extracelular y luego adsorbidos por la superficie celular. corpora la célula por endocitosis.
La diferencia entre las glucoproteínas y los proteogluca- 3. Reconocimiento específico de células entre sí du-
nos radica en que, mientras que las glucoproteínas rante el desarrollo embrionario, permitiendo la
constan de un polipéptido unido a uno o escasos oligo- agrupación de las células para generar los tejidos
sacáridos, los proteoglucanos presentan numerosas y y órganos. La implantación de la metástasis de-
largas cadenas hidrocarbonadas (disacáridos repetidos pende de la capacidad de las células tumorales no
muchas veces) unidos a la cadena polipeptídica (véase sólo para emigrar sino también para crecer en lu-
Fig. 7.5). gares nuevos, rodeadas de células con las que
Casi todas las proteínas presentan oligosacáridos en normalmente no interaccionan. De esta manera,
su lado externo, pero sólo la décima parte de las molécu- estas células deben ignorar las propiedades del
las lipídicas de la hemimembrana externa están unidas a glicocálix en el reconocimiento y la diferenciación.
oligosacáridos. Como en la membrana hay unas 50 veces 4. Participación en las uniones de células entre sí y
más lípidos que proteínas, habría que pensar que hay cin- con la matriz extracelular efectuadas por glucopro-
co veces más oligosacáridos unidos a lípidos que a prote- teínas transmembranosas como cadherinas (unen
ínas. Sin embargo, el peso total de los oligosacáridos uni- células entre sí) e integrinas (unen células a la ma-
dos a proteínas es mayor que el de los unidos a lípidos, triz extracelular).
pues mientras que cada molécula de lípido portadora de 5. Propiedades inmunológicas. Contiene muchos de
oligosacáridos posee una única cadena de hidrato de car- los antígenos celulares que causan el rechazo de
bono, cada molécula de proteína posee varias cadenas. trasplantes e injertos. Un ejemplo son los grupos
Los oligosacáridos del glicocálix unidos a proteínas sanguíneos que residen en el glicocálix de los eri-
se unen bien al nitrógeno (en un residuo del aminoácido trocitos.
asparagina, por lo que se denominan oligosacáridos N), 6. Anclaje de enzimas. En el glicocálix de algunas
o al oxígeno (en un residuo del aminoácido treonina o células hay unidades globulares (5-6 nm de diá-
serina, por lo que se llaman oligosacáridos O). Los pri- metro) que contienen enzimas, como leucoamino-
meros presentan 12 azúcares y son ricos en manosa, peptidasas en los hepatocitos y maltasa en los en-
mientras que los segundos sólo tienen unos cuatro azú- terocitos (células del epitelio intestinal).
cares. Una forma de identificar los hidratos de carbono
del glicocálix son las proteínas denominadas lectinas,
de la familia de las selectinas, que se unen específica-
mente a secuencias determinadas de hidratos de carbo- BALSAS LIPÍDICAS DE LA MEMBRANA
no (véase página 13). PLASMÁTICA
Los oligosacáridos del glicocálix unidos a lípidos for-
man principalmente glucoesfingolípidos, pero también Los esfingolípidos, que tienen largas cadenas de ácidos
hay oligosacáridos unidos a fosfatidil inositol. grasos saturados, crean intensas fuerzas de van der Wa-
El grado de desarrollo del glicocálix es muy variable. als que atraen los lípidos adyacentes formándose micro-
En la mayoría de las células el glicocálix forma una de- dominios transitorios, ricos en esfingolípidos y coleste-
licada capa, difícilmente apreciable con el microscopio rol, de unos 70 nm de diámetro, también denominados
electrónico, pero en algunas células epiteliales está muy balsas lipídicas (Fig. 2.9). Esas zonas ocupan ambas he-
desarrollado. Uno de los ejemplos mejor estudiados es mimembranas, son algo más gruesas que el resto de la
el glicocálix del epitelio intestinal. Estas células poseen bicapa, concentran componentes del glicocálix y acomo-
numerosas prolongaciones citoplásmicas hacia la luz, dan determinadas proteínas. Algunas de éstas son largas
denominadas microvellosidades, que están recubiertas proteínas transmembranosas que se unen a oligosacári-
por un material filamentoso, el cual, visto con el micros- dos que, a su vez, se unen a las ya mencionadas lectinas.
copio electrónico de gran poder de resolución, se pre- Hay también proteínas transmembranosas que sirven
senta como unos filamentos muy ramificados formando para la transmisión de señales extracelulares al citosol,
un entramado tridimensional. Se le denomina glicocálix proteínas periféricas de la hemimembrana externa que
antenular (Fig. 2.25.B). se unen a un GPI, y proteínas del medio extracelular que
se concentran para ser incorporadas a la célula.

Funciones

Aunque todas las células poseen glicocálix, éste no es RENOVACIÓN DE LAS MEMBRANAS
igualmente visible en todas ellas ni responde a las mis- CELULARES
mas necesidades. Las principales funciones reconoci-
das en el glicocálix son las siguientes: Marcando las proteínas con leucina-3H se ha visto que
los polipéptidos de alto peso molecular de la membrana
1. Es responsable de la carga negativa de la superfi- plasmática se renuevan cada 2-5 días, mientras que los
cie celular, principalmente debida al ácido siálico, de bajo peso molecular lo hacen cada 7-13 días. Mar-
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CAPÍTULO 2: MEMBRANA PLASMÁTICA Y MEMBRANAS CITOPLÁSMICAS 49

cando radiactivamente los lípidos se prueba que éstos ponentes de las membranas citoplásmicas se realiza en
se renuevan cada 3-5 días. el retículo endoplasmático liso y rugoso: liso en cuanto
La membrana plasmática se encuentra en un continuo que posee enzimas para sintetizar fosfolípidos; rugoso,
proceso de reciclaje. De ella se invaginan vesículas con porque debe poseer ribosomas para sintetizar las pro-
contenidos necesarios para el metabolismo de las células teínas integrales. Las proteínas periféricas internas se
(endocitosis), lo que supone una pérdida de membrana, y sintetizan en ribosomas libres (no en el retículo endo-
a ella se fusionan vesículas procedentes del citoplasma plasmático rugoso) próximos a la membrana plasmáti-
(principalmente del complejo de Golgi) (exocitosis), lo que ca. La glucosilación de las proteínas cuyos hidratos de
supone una recuperación de membrana (Fig. 2.10). carbono formarán parte del glicocálix se inicia en el retí-
La renovación de la membrana plasmática a partir de culo endoplasmático rugoso y se completa en el com-
vesículas del complejo de Golgi exige, a su vez, un incre- plejo de Golgi. En éste también se produce la glucosila-
mento de las membranas de este orgánulo para reponer ción de los lípidos, completando el glicocálix.
las membranas perdidas. Estas nuevas membranas pro- Los fosfolípidos y el colesterol, los dos elementos
ceden del retículo endoplasmático, que es el lugar de sín- constitutivos principales de todas las membranas ce-
tesis de las membranas celulares (con excepción de las lulares, se sintetizan en el retículo endoplasmático li-
membranas de las mitocondrias, de los plastidios y quizá so a partir de los ácidos grasos formados en el hialo-
de los peroxisomas). plasma. Las moléculas lipídicas recién sintetizadas se
Por otra parte, las membranas de las vesículas de en- sitúan en la hemimembrana P (del lado del hialoplas-
docitosis terminan uniéndose a lisosomas que, a su vez, ma). La translocación de la mitad de estos lípidos a la
reciben membranas del complejo de Golgi (cargadas hemimembrana E tiene lugar mediante una transloca-
con enzimas lisosómicas) y emiten membranas hacia sa de fosfolípidos denominada escramblasa, que tam-
éste mediante vesículas con los receptores para cargar bién se encuentran en la membrana plasmática y que
enzimas lisosómicas en el complejo de Golgi. De todo equilibra ambas hemimembranas en pocos minutos
este tráfico de membranas se tratará en la página 173. (Fig. 2.11).
La escramblasa cataliza el movimiento flip-flop de
fosfatidil colina, fosfatidil serina y fosfatidil inositol, pe-
SÍNTESIS DE LAS MEMBRANAS ro no el de fosfatidil etanolamina. Algunos de los fosfo-
CELULARES lípidos se transforman en lípidos con etanolamina una
vez translocados, pero esto ocurre en pequeña propor-
Como la formación de las membranas requiere no só- ción, de modo que se establece una asimetría en la
lo lípidos sino también proteínas, la síntesis de los com- composición lipídica de la membrana del retículo endo-

Dominio lipídico

Proteínas periféricas unidas a


Glucoesfingolípidos
oligosacáridos unidos a fosfatidil inositol
Lectinas unidas a
oligosacáridos específicos

CARA E

Colesterol

CARA P

Figura 2.9. Representación de un dominio o balsa lipídica de la membrana plasmática. Estas zonas tienen un espesor mayor
que el del resto de la membrana y son ricas en esfingolípidos y colesterol. Presentan un glicocálix muy denso y largas proteínas
transmembranosas unidas a oligosacáridos con gran afinidad por las lectinas. Hay también proteínas periféricas externas que se
unen al glucosilfosfatidil inositol.
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50 BIOLOGÍA CELULAR

Hemimembrana E Glicocálix

Membrana
plasmática
Hemimembrana P

Fusión de la vesícula con


la membrana plasmática

Vesícula procedente
del complejo de Golgi

Figura 2.10. Renovación de


la membrana plasmática a
partir de las vesículas ema-
nadas del complejo de Golgi.
Nótese cómo los oligosacári-
dos que se encuentran en el
interior de las vesículas pa-
san a situarse en la superfi-
Complejo de Golgi
cie de la membrana plasmá-
tica formando el glicocálix al
producirse la inversión de la
curvatura de la membrana.

plasmático y de todas las membranas derivadas de és- cen en la hemimembrana E donde fueron formados.
te, incluida la membrana plasmática. En esta última, También en el complejo de Golgi se produce la glucosila-
además de la escramblasa, hay otra proteína, denomi- ción del fosfatidil inositol de la hemimembrana E.
nada flipasa, que es exclusiva de la membrana plasmá- Con excepción de las mitocondrias y cloroplastos,
tica y mueve fosfatidil serina y fosfatidil etanolamina que como se verá más adelante son orgánulos semiau-
desde la hemimembrana E hacia la P, contribuyendo a tónomos, y quizá también de los peroxisomas, los de-
la asimetría. más sistemas de membranas de la célula se hallan
En el retículo endoplasmático liso se forma también la interconectados, bien directamente o a través de ve-
esfingosina por la condensación de serina y un ácido sículas que transportan membrana y sustancias de un
graso. La esfingosina unida a otro ácido graso forma la sistema a otro. Cuando los fosfolípidos van a formar
ceramida (véase Fig. 2.6). A partir de la membrana del re- parte de la membrana de las mitocondrias hace falta un
tículo endoplasmático se forman las membranas del procedimiento especial de transferencia (véase pági-
complejo de Golgi. En la hemimembrana E de éste, se na 210). En el caso de los cloroplastos no se plantea es-
forman la esfingomielina (si a la ceramida se añade fos- te problema, pues fabrican sus propios lípidos. Por lo
fato y colina tomados de la fosfatidil colina) y los gluco- que respecta a las proteínas, tanto la mitocondria como
esfingolípidos (si a la ceramida se añaden monosacári- los cloroplastos son capaces de sintetizar algunas de
dos para formar cerebrósidos u oligosacáridos para ellas con sus propios ribosomas, pero la mayoría deben
formar gangliósidos) (véanse Figs. 2.6 y 2.11). Como en ser sintetizadas en el citosol. De la transferencia de pro-
el complejo de Golgi no hay translocasas de fosfolípidos, teínas a mitocondrias y cloroplastos se tratará también
tanto la esfingomielina como los glucolípidos permane- en las páginas 208 y 217.
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CAPÍTULO 2: MEMBRANA PLASMÁTICA Y MEMBRANAS CITOPLÁSMICAS 51

Hialoplasma
Hemimembrana P Síntesis de un fosfolípido (fosfatidil colina)
Dos acil-graso Coa Colina
Acil transferasa Fosfatasa fosfotransferasa
CoA P
CoA

P P
Ácido fosfatídico Diglicérido Fosfatidil
colina
Hemimembrana E Glicerol fosfato Colina
Luz del retículo
endoplasmático
Fosfatidil Fosfatidil Fosfatidil Fosfatidil
colina serina inositol etanolamina

Hemimembrana P

Fosfolípido neosintetizado:
fosfatidil colina, serina,
inositol o etanolamina

Disposición de los fosfolípidos


neosintetizados en la hemimembrana P

Hemimembrana E

Translocasa de fosfolípidos (escramblasa)

Hemimembrana P
Redistribución de los fosfolípidos entre las dos
hemimembranas (se translocan los fosfolípidos
con colina, serina o inositol pero no los que tienen
etanolamina), aunque unos pocos se transforman
en fosfatidil etanolamina una vez translocados

Colina-fosfato
Ácido graso Ácido graso
Hemimembrana E
Esfingomielina
Paso al complejo de Golgi
Ceramida
Fosfatidil Esfingosina
Hemimembrana P serina Monosacáridos

Glucoesfingolípidos

Formación de esfingomielina y esfingolípidos a partir


de fosfatidil serina, fosfato, colina y monosacáridos.
Quedan en la hemimembrana E y no pueden ser
translocados
Hemimembrana E

Figura 2.11. Esquema de la formación de la bicapa lipídica en la membrana del retículo endoplasmático. A partir de los áci-
dos grasos (sintetizados en el hialoplasma) se originan los fosfolípidos, que se disponen formando una monocapa, continua-
ción de la hemimembrana P del retículo endoplasmático. Posteriormente, una translocasa de fosfolípidos (escramblasa) pasa
parte de los nuevos fosfolípidos con colina, serina o inositol a la otra hemimembrana. Los fosfolípidos con etanolamina no
pueden ser translocados, pero algunos de los anteriores puede transformarse en fosfatidil etanolamina. Algunas moléculas de
fosfatidil serina se unen a un ácido graso y forman esfingosina que, con otro ácido graso, da lugar a ceramida. Una vez que la
membrana ha pasado al complejo de Golgi, la ceramida puede convertirse en esfingomielina (por unión a fosfato y colina) o en
glucoesfingolípidos (por unión a monosacáridos y oligosacáridos). Ambos tipos de moléculas se forman en la hemimembrana E
del complejo de Golgi, donde permanecen definitivamente pues este orgánulo carece de translocasas.
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52 BIOLOGÍA CELULAR

INTERCAMBIOS DE LA CÉLULA CON EL MEDIO EXTERNO

te entre las diferentes moléculas. Una molécula atraviesa


TRANSPORTE DE MOLÉCULAS
más rápidamente la membrana cuanto menor es su ta-
PEQUEÑAS A TRAVÉS DE maño (menor peso molecular) y mayor es su solubilidad
LA MEMBRANA PLASMÁTICA en lípidos con relación a su solubilidad en agua (coefi-
ciente de partición). La membrana plasmática deja pasar
PERMEABILIDAD DE LA MEMBRANA con facilidad moléculas pequeñas no polares (oxígeno,
PLASMÁTICA. DIFUSIÓN SIMPLE nitrógeno, benceno) y moléculas pequeñas polares sin
Las membranas celulares se comportan como membra- carga (agua, urea, glicerol, CO2); sin embargo, es mucho
nas semipermeables; es decir, el agua se mueve con más impermeable a los iones y moléculas cargadas, por
mayor facilidad que la mayoría de los solutos y se des- lo que estas sustancias atraviesan la membrana muy len-
plaza hacia donde éstos están más concentrados. Este tamente (Fig. 2.12.A). Otras membranas de la célula, así
proceso se llama ósmosis. El agua tiende a entrar en las como las bicapas lipídicas artificiales, poseen las mismas
células, donde la concentración de iones y pequeñas propiedades.
moléculas es mayor que en el medio externo. Para com- Aunque el movimiento de estas moléculas se realiza
pensar esa entrada de agua, las células han desarrollado en ambas direcciones, el flujo neto de ellas se produce
diferentes estrategias, como la presencia de paredes ce- a favor de gradiente de concentración, aumentando li-
lulares rígidas (bacterias, células vegetales), de orgánu- nealmente con el valor del gradiente, lo que se denomi-
los activos en la expulsión de agua (vacuolas pulsátiles) na difusión simple.
o de bombas de membrana.
Por otra parte, además del agua, muchas otras molé- TRANSPORTE MEDIADO POR PROTEÍNAS
culas pueden atravesar la membrana plasmática. La ve-
locidad de penetración de una molécula a través de la La mayoría de las sustancias necesarias para las células
membrana plasmática (permeabilidad) varía ampliamen- (azúcares, aminoácidos, nucleósidos, vitaminas, etc.) son

Moléculas no polares Pequeñas moléculas polares Grandes moléculas Iones


(hidrófobas) (hidrófilas) sin carga polares sin carga CI– Mg++ H+
O2 N2 benceno H2O CO2 urea glicerol glucosa sacarosa Na+ K+ CO3H–

Gradiente
electroquímico

Gradiente
electroquímico

Difusión simple Difusión facilitada Ionóforo formador Ionóforo


B mediada por proteína de canal transportador móvil
por canal transportadora
Difusión facilitada por ionóforo

Figura 2.12. Representación del paso de sustancias a través de la membrana plasmática. A: La membrana plasmática deja pa-
sar con facilidad y a favor del gradiente de concentración, por difusión simple, pequeñas moléculas no polares y pequeñas mo-
léculas polares sin carga; en cambio, es poco permeable a las grandes moléculas polares sin carga y a todas las moléculas car-
gadas. B: Para aumentar la velocidad de penetración a través de la membrana (permeabilidad), muchas moléculas polares,
como iones, aminoácidos, azúcares y nucleótidos, utilizan sistemas de transporte. En el esquema se representan algunos meca-
nismos de transporte pasivo que favorecen la difusión simple y permiten la difusión facilitada.
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CAPÍTULO 2: MEMBRANA PLASMÁTICA Y MEMBRANAS CITOPLÁSMICAS 53

moléculas polares o con carga neta y atraviesan dema- co. La mayoría de los canales para el paso de iones ac-
siado lentamente las membranas por difusión simple túan como puertas transitorias y su apertura y cierre es-
para satisfacer las necesidades de las células. Por ello tán regulados por diferentes tipos de estímulos, que
las células han desarrollado numerosos sistemas de pueden ser:
transporte basados en proteínas transmembranosas de
paso múltiple (Fig. 2.12.B). Si las moléculas se transpor- 1. La unión a un ligando (una molécula específica del
tan a favor del gradiente, este proceso ocurre espontá- canal y diferente de las sustancias transportadas
neamente y se denomina transporte pasivo; en cambio, por éste); son los canales regulados por ligando
si lo hacen en contra del gradiente el proceso necesita (Fig. 2.13.A).
un aporte de energía para poder realizarse, y se habla 2. Un cambio de potencial de membrana; son los ca-
entonces de transporte activo. nales regulados por voltaje (Fig. 2.13.B).
3. La unión a un nucleótido cíclico, principalmente
cGMP; son los canales regulados por nucleótidos
cíclicos (véase página 336).
Transporte pasivo 4. El cambio en la concentración de algún ion; son
los canales regulados por concentración iónica.
El transporte pasivo puede realizarse bien mediante ca- 5. La estimulación mecánica.
nales (proteínas de canal) o mediante transportadores
(proteínas transportadoras o permeasas) (Fig. 2.12.B). Un ejemplo de la actuación combinada de estos ca-
nales es la transmisión sináptica (véase Fig. 7.39).

Proteínas de canal
Proteínas transportadoras. Difusión facilitada
Las proteínas de canal forman canales acuosos que per-
miten el paso de moléculas polares o de iones a veloci- Las proteínas transportadoras, o permeasas, permiten
dades muy superiores a las que permitiría su difusión el paso altamente selectivo de determinadas moléculas
simple a través de la bicapa lipídica. Aunque en algunos o iones. Presentan además una cinética de transporte
canales el flujo de sustancias transportadas aumenta li- muy diferente de la difusión simple, saturándose el
nealmente con el gradiente, siguiendo las leyes de la di- transporte con determinadas concentraciones, por lo
fusión simple, en la mayoría de ellos, el proceso tiende que se denomina difusión facilitada (la cinética del trans-
a saturarse con altas concentraciones, lo que indica que porte por proteínas de canal sería intermedia entre ésta
la molécula transportada interactúa con el canal protei- y la de la difusión simple). En la difusión facilitada, cuan-

Molécula transportada

Ligando

Gradiente
electroquímico

Canal cerrado Canal abierto

A CANAL REGULADO POR LIGANDO

Molécula transportada

Figura 2.13. Dos sistemas + + + + +


de canales que aumentan la +
+ + + - + + + + + + -- - -- +
permeabilidad en la difusión
simple. A: Proteína de ca- Gradiente
nal regulada por ligando. La electroquímico
unión de éste a la proteína
determina la apertura del
- - - - - - - - - - --+ + + +-
canal. B: Proteína de canal
Membrana polarizada
regulada por cambios en la
(estado normal)
polaridad eléctrica de la
membrana. B CANAL REGULADO POR VOLTAJE Membrana despolarizada
02 PANIAGUA BIOLOGIA 3 02 29/11/06 12:42 Página 54

54 BIOLOGÍA CELULAR

do la proteína transportadora tiene ocupados todos los


centros de unión al sustrato se dice que está saturada,
y la velocidad de transporte con esa concentración es Difusión simple
máxima (Vmáx). Cada transportador tiene una velocidad
máxima característica, así como una constante de unión Vmáxima
para su soluto (KM), que es igual a la concentración del
soluto cuando la velocidad de transporte es la mitad de
la máxima (Fig. 2.14). La cinética del transporte mediado
Difusión facilitada
por transportadores se parece a la de las reacciones enzi- mediada por transportador
máticas, aunque aquí no se produce modificación del Vmáx/2
sustrato, sino facilitación del transporte. Muy probable-
mente, en este proceso se producen también cambios de
conformación del transportador.
Los transportadores pueden transportar un solo tipo de
moléculas (transporte sencillo o uniporte) o simultánea-
KM
mente dos tipos de moléculas (cotransporte) (Fig. 2.15.A)
mediante cambios en la configuración de la molécula Figura 2.14. Diferencias en el comportamiento de los trans-
transportadora (Fig. 2.15.B). En este segundo caso, la cé- portadores. Así como en la difusión simple la velocidad del
lula puede utilizar el movimiento a favor del gradiente de transporte es directamente proporcional a la concentración
una de las sustancias transportadas para transportar la del soluto, en la difusión facilitada se alcanza una velocidad
otra en contra de su gradiente de concentración, de mo- máxima (Vmáxima) cuando el transportador está saturado por el
do que el transporte global sea energéticamente favora- sustrato. La constante de unión de cada transportador para su
ble, como estudiaremos en este mismo capítulo al tratar soluto (constante de Michaelis = KM) es igual a la concentra-
del transporte activo (véase página 56). Si ambas sustan- ción del soluto cuando la velocidad del transporte es la mitad
cias se transportan en la misma dirección, el transporte de la máxima (Vmáx/2).
se denomina paralelo o simporte, y si se transportan en
direcciones opuestas se habla de transporte antiparalelo
o antiporte. formadores de canales. Ambos actúan protegiendo la
Como modelos de la difusión facilitada se han estu- carga del ion transportado, de modo que éste pueda pe-
diado con detenimiento pequeñas moléculas hidrófobas netrar en el interior hidrófobo de la bicapa. Al no estar
sintetizadas por microorganismos y utilizadas probable- acoplados a fuentes energéticas, sólo permiten el movi-
mente como armas biológicas, denominadas ionóforos. miento neto de los iones a favor del gradiente electroquí-
Se conocen dos clases de ionóforos: los móviles y los mico (véase Fig. 2.12.B).

Molécula transportada Ion transportado

Bicapa
lipídica

Transporte sencillo Transporte unidireccional Transporte de intercambio


UNIPORTE SIMPORTE ANTIPORTE
A Figura 2.15. Proteínas trans-
Cotransporte portadoras en la difusión fa-
cilitada. A: El transporte pue-
Soluto de ser de una sola molécula
(uniporte) o de dos diferen-
tes (cotransporte). En este
caso, el transporte puede ser
Gradiente de Bicapa uni o bidireccional. B: Posi-
concentración lipídica ble mecanismo por el que se
realiza el transporte median-
te un cambio en la configu-
ración de la proteína trans-
B Proteína de transporte portadora.
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CAPÍTULO 2: MEMBRANA PLASMÁTICA Y MEMBRANAS CITOPLÁSMICAS 55

La valinomicina es un transportador iónico móvil del K+. velocidad de unos 20 000 cationes por canal y por mili-
Tiene forma de anillo con un exterior hidrófobo (forma- segundo. Esta velocidad es unas 1000 veces superior a
do por cadenas laterales de valina) y una zona interna la de los ionóforos móviles.
polar que se adapta al K+ (Fig. 2.16). Otro transportador Un tipo especial de permeasas, especializadas en el
móvil es el ionóforo A23187, que transporta Ca++ y Mg++. transporte de agua, son las acuoporinas.
La gramicidina es un ionóforo formador de canal que
transporta cationes monovalentes (H+, Na+, K+) a una Transporte activo
Cuando el transporte es en contra del gradiente electro-
químico se denomina transporte activo. Se consume
D-hidroxiisovalerianato energía, que puede obtenerse de la degradación del
ATP. Gracias a este transporte se consigue que las con-
centraciones extra e intracelulares de algunos iones sean
diferentes, tal como se muestra en la Tabla 2.2.

O
D-valina TABLA 2.2. Concentración intracelular
O O y extracelular de diferentes iones
K+ Concentración Concentración
D-lactato Ion intracelular extracelular
O O
(mM) (mM)
O L-valina
Na+ 5-15 145

K+ 140 5

Mg++ 30 1-2
Cadena lateral hidrófoba
Ca++ 1-2 2.5-5
Figura 2.16. Esquema de la valinomicina, que es un trans-
Cl– 4 110
portador iónico móvil especializado en el transporte de po-
tasio.
H+ 4 × 10–5 4 × 10–5

+
1 2 Na
Medio extracelular

Gradientes de
+ +
Na y K

ATP ADP P+
ATP
+ E1 ADP
Na + ++ E1P
Na Mg Inhibición por
Inhibición por oligomicina y
ouabaína N-etilmaleimida
+ +
K K
4 E2 E2 P 3

P H2O

P+ P+
+ ADP ADP
K

Figura 2.17. Esquema del transporte activo realizado por la ATPasa de Na+ y K+. Esta enzima bombea Na+ al exterior de la
célula e introduce K+. La salida de Na+ (en contra del gradiente de concentración) se realiza con gasto de energía (desdobla-
miento del ATP en ADP y P). La oligomicina y la N-etilmaleimida inhiben la transformación de la enzima fosforilada en confi-
guración E1P a configuración E2P. La ouabaína inhibe la transformación de la enzima desfosforilada en configuración E2 a con-
figuración E1 y la salida de Na+.
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56 BIOLOGÍA CELULAR

El transporte puede ser tanto uniporte como cotrans- te probablemente en la membrana plasmática, aunque
porte, y es realizado por permeasas. Uno de los trans- sólo se ha demostrado con toda seguridad en el retículo
portadores activos mejor estudiados es una enzima endoplasmático liso del músculo, donde bombea gran-
transmembranosa: la bomba de Na+/K+ o Na+–K+–ATPasa des cantidades de Ca++ al producirse el estímulo nervio-
(Fig. 2.17). El bombeo de Na+ y K+ está asociado a la so que desata la contracción muscular.
actividad ATPasa de esta proteína. El Na+, que entra li- Muchos sistemas de transporte activo son impulsa-
bremente a favor del gradiente eléctrico y de concen- dos por la energía almacenada en los gradientes ióni-
tración por canales y cotransportadores (el interior de cos, y no directamente por la hidrólisis de ATP. Todos
la membrana plasmática es negativo), es expulsado ellos funcionan como sistemas de cotransporte (unidi-
por la bomba hacia el exterior, en contra del gradiente, reccionales o de intercambio) en los que el ion cotrans-
con gasto de energía. Por cada molécula de ATP hidro- portado por gradiente electroquímico proporciona la
lizada (en un segundo, una Na+–K+–ATPasa puede hi- fuerza impulsora para el transporte activo de una se-
drolizar 100 moléculas de ATP), se bombean tres Na+ gunda molécula (transporte activo secundario), que
hacia el exterior y dos K+ hacia el interior. De esta ma- luego es bombeada al exterior. Así ocurre en el la ab-
nera, la célula acumula carga negativa en su interior. sorción de monosacáridos por el epitelio intestinal
Esta ATPasa requiere además la presencia de Mg2+, (Fig. 2.18). En la membrana de las microvellosidades,
pero existen otras ATPasas activadas por el magnesio la molécula cotransportada con el Na+, por ejemplo la
que no son activadas por los iones sodio y potasio. En ge- glucosa, se une a la proteína transportadora en un lu-
neral, puede decirse que las enzimas cuya actividad re- gar diferente al que se une el Na+. Éste tiende a entrar
quiere la presencia de potasio son inhibidas por el sodio. por gradiente electroquímico y arrastra el azúcar hacia
Las ATPasas son extremadamente específicas, y el interior de la célula. Posteriormente el Na+ será
las reacciones que catalizan dependen estrictamente bombeado fuera de la célula por la ATPasa Na+–K+ y la
de la localización de la enzima en relación con los glucosa abandona la célula por una proteína transpor-
sustratos de la reacción. Los lugares activadores en tadora de difusión facilitada. Una deficiencia en estos
los que se fijan el sodio y el potasio se encuentran, sistemas de transporte es la responsable de la enferme-
respectivamente, en la cara interna y externa de la dad denominada malabsorción de glucosa-galactosa.
membrana. Esta polarización del sistema implica que Los transportadores ABC (ATP-binding cassettes) se
la enzima posea una estructura asimétrica y una caracterizan porque contienen dos componentes que se
orientación constante; por consiguiente, no es posible unen al ATP y lo hidrolizan. Muy frecuentes en bacte-
rias, también existen en algunas células eucariotas, co-
su rotación alrededor de un eje paralelo al plano de la
mo en linfocitos, y su actividad aparece sobreexpresada
membrana.
en algunas células tumorales, que bombean de este
Existen cuatro fases en la intervención de la enzi-
modo hacia fuera muchos fármacos, haciéndose resis-
ma. En la primera, la enzima se encuentra en la forma
tentes a ellos.
E1 (no fosforilada) de interacción con el Na+. En la se-
gunda etapa, se produce la fosforilación, a partir del
ATP, quedando la enzima en la configuración E1P. Esta
etapa depende de la presencia de Mg2+ y Na+, y la
TRANSPORTE MEDIANTE VESÍCULAS
transferencia de este último se realiza en el curso de
la reacción. La tercera etapa sólo implica un cambio
de configuración, pasando la enzima de la forma E1P a La incorporación a la célula de moléculas de gran tama-
ño (macromoléculas), tales como enzimas, ácidos nu-
E2P, y puede ser bloqueada por la N-etilmaleimida o
cleicos, histonas, y otras, se produce por un mecanismo
por la oligomicina. En la cuarta etapa, la enzima es
de vesiculación (endocitosis), mediante el cual dichas
desfosforilada, pasando a la forma E2 de interacción
moléculas son englobadas en una membrana prove-
con el K+, cuya transferencia se realiza durante la reac-
niente de la membrana plasmática. Las proteínas y
ción. El ciclo se cierra por regeneración de la forma
otras macromoléculas pueden ser también segregadas
inicial E1 a partir de E2. El fármaco ouabaína se combi- hacia el exterior por un proceso inverso denominado
na con la forma E2, fijándose en la cara externa, ocu- exocitosis. Un transporte combinado es el paso de sus-
pando el sitio de unión al K+, y bloquea la conversión tancias de un lado a otro de la célula (transcitosis). En
de la enzima a la forma E1, inhibiendo la salida de Na+ cualquier caso, se trata de transportes que conllevan gas-
de las células, por ejemplo en los eritrocitos. Este fár- to de energía proporcionada por la hidrólisis del ATP.
maco es un esteroide cardiotónico, similar a la digita- Las vesículas de endocitosis viajan por el citoplas-
lina y también obtenido de la planta Digitalis, utilizado ma y se unen a otras vesículas y a sistemas de mem-
desde hace más de 200 años para el tratamiento de la branas distribuyendo sus contenidos: algunos de éstos
insuficiencia cardíaca. La bomba de Na+–K+ sólo se en- pueden ser finalmente degradados por los orgánulos
cuentra en células animales. En las células vegetales especializados en esa función, otros pueden ser utiliza-
el transporte iónico más frecuente en la membrana dos en el citosol, y otros pueden ser reciclados hacia la
plasmática es una bomba de protones (H+). propia membrana plasmática. A su vez, las vesículas
La concentración de Ca2+ es mucho mayor fuera de la cuyo contenido va a ser segregado fuera de la célula
célula que dentro de ella. Esto es debido a una ATPasa se forman en los orgánulos membranosos que sinteti-
de Ca2+ similar a la de Na+–K+. La ATPasa de calcio exis- zan esas sustancias, y van transitando por diferentes
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CAPÍTULO 2: MEMBRANA PLASMÁTICA Y MEMBRANAS CITOPLÁSMICAS 57

+
Na Glucosa
Glucosa +
Na

Proteína de
transporte
unidireccional
de glucosa
+
y Na

ATPasa +
K
ATP ATP + P

+
+ K Glucosa
Na
Proteína de difusión
A facilitada de glucosa B

Figura 2.18. A: Cotransporte de la absorción de glucosa y de Na+. La entrada de Na+ es a favor del gradiente electroquímico
y va unida a la entrada de glucosa. Después, a través de la membrana plasmática de la cara basal, la glucosa abandona la célu-
la por difusión facilitada y el Na+ es bombeado activamente al exterior y contrarrestado por la entrada de K+. B: Detalle de la
proteína de transporte unidireccional de Na+ y glucosa.

sistemas de membranas hasta alcanzar la membrana Macropinocitomas


plasmática. Así pues, por el interior de la célula existe
un tráfico de vesículas que van y vienen entre diferen- Un caso especial para la incorporación de grandes solutos
tes orgánulos membranosos y que reflejan el transpor- es la formación de grandes vesículas (de 200 a 1000 nm),
te de sustancias y también el reciclaje de membranas denominadas macropinocitomas.
(para más detalle sobre exocitosis y endocitosis, véan-
se las páginas 173 y 177). Del tráfico de vesículas entre
Cavéolas
orgánulos se tratará al estudiar los orgánulos corres-
pondientes. En este apartado estudiaremos la organi-
Las cavéolas, inicialmente identificadas en los endote-
zación de las vesículas, su formación y acoplamiento
lios, se encuentran en la mayoría de los tipos celulares.
con los órganos diana.
Algunas suelen verse conectadas a la membrana y tie-
nen forma de matraz (Figs. 2.19.B y 2.19.C). Miden entre
50 y 80 nm y están revestidas por la proteína caveolina,
TIPOS DE VESÍCULAS que parece ser una proteína integral de membrana. Se
han observado en la transmisión de algunas señales
Vesículas lisas
mecánicas y hormonales, y parecen formarse en los do-
minios o balsas lipídicas de la membrana, donde están
Vesículas lisas sin características especiales
los receptores de estas señales.
Su membrana presenta una superficie lisa. Miden unos
150 nm de diámetro. Se observan en la endocitosis Vesículas de transcitosis
inespecífica de moléculas proteicas y otras sustancias
de tamaño no superior a 150 nm, incluidos algunos vi- La transcitosis es un proceso muy frecuente en las célu-
rus (Fig. 2.19.A). las endoteliales para el transporte de sustancias del exte-
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58 BIOLOGÍA CELULAR

B C

D F G
Figura 2.19. Tipos de vesículas. A: Vesículas lisas (V) en una prolongación citoplásmica de un fibroblasto. Algunas conectan
con la membrana plasmática (flecha). X25 000. B: Vesículas del tipo cavéolas (V) bajo la membrana plasmática de células
musculares lisas. EI: espacio intercelular. X45 000. C: Micrografía electrónica de cavéolas (CV) y vesículas recubiertas de clatri-
na (CL) obtenida tras extracción con detergente, fijación, secado por el método del punto crítico y aplicación de sombreado me-
tálico X100 000. (Micrografía de J. E. Heuser. Washington University. School of Medicine.) D: Transcitosis en las células endote-
liales de un capilar sanguíneo. Se observan vesículas tanto libres en el citoplasma como en continuidad con la membrana
plasmática de la superficie basal y de la adluminal (flechas). X25 000. E: Endocitosis de vesículas recubiertas de clatrina (fle-
chas). X90 000. (Micrografía de R.A. Crowther y B.M.F. Pearse. MRC Laboratory of Molecular Biology. Camridge. London.) F: Ve-
sículas recubiertas de clatrina obtenidas por centrifugación diferencial y examinadas en el microscopio electrónico de trans-
misión. X90 000. G: Vesículas COP obtenidas por centrifugación diferencial y examinadas en el microscopio electrónico de
transmisión. Compárese la cubierta con las de las vesículas mostradas en la Figura F. X 80 000. (Las Figuras F-G son microgra-
fías de E. Rothman and L. Orci. Department of Molecular Biology. Princeton University. New Jersey, USA.)
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CAPÍTULO 2: MEMBRANA PLASMÁTICA Y MEMBRANAS CITOPLÁSMICAS 59

rior a la luz del vaso sanguíneo o viceversa. Se produce y se forman en zonas de la membrana plasmática re-
mediante vesículas aparentemente lisas, sobre cuya mem- vestidas internamente de clatrina (Fig. 2.19.D). En el fi-
brana se disponen proteínas asociadas a la transcitosis broblasto estas zonas suponen el 2% de la superficie ce-
(TAP), que interaccionan con su receptor en la membra- lular. Son también vesículas recubiertas de clatrina las
na diana. En los fibroblastos ocurre también un proceso que se emiten desde la cara trans del complejo de Golgi
de transcitosis que parece estar relacionado con el des- con enzimas lisosómicas y las que realizan el transporte
plazamiento celular. La endocitosis se produce en toda retrógrado hacia la cara trans del complejo de Golgi
la membrana pero la reposición de membrana sólo tie- desde los lisosomas. Se ha sugerido, aunque hay mu-
ne lugar en la zona hacia donde se desplaza la célula chas dudas al respecto, que también están recubiertas
(Fig. 2.19.D y 2.20). de clatrina las vesículas que contienen la secreción re-
gulada, que se vierte por exocitosis, y las que revierten
hacia la cara trans del complejo de Golgi desde los grá-
Vesículas recubiertas de clatrina nulos de secreción inmaduros. Estas diferencias en el
origen y destino explican la existencia de varios tipos
La clatrina es una proteína que configura sobre la mem- de vesículas recubiertas de clatrina, cada una para un
brana de la vesícula una estructura poligonal (pentágo- transporte diferente. La diferencia entre ellas parece re-
nos y hexágonos) (Figs. 2.19.C, 2.19.E y 2.19.F). Cada sidir en los distintos tipos de adaptina (se conocen cua-
molécula de clatrina se dispone formando un trisque- tro), que varían según el tipo de receptor; por ejemplo,
lión (complejo de tres brazos), compuesto por tres poli- las adaptinas de los receptores para la endocitosis for-
péptidos mayores (cadenas pesadas de 180 kDa) y tres man un grupo diferente de la de los receptores del gru-
menores (cadenas ligeras de 30-40 kDa) (Fig. 2.21). Ca- po manosa-fosfato de las enzimas lisosómicas (véase
da brazo del trisquelión tiene tres dominios rectos que página 174). De este modo, la adaptina actúa como un
forman ángulo cada uno respecto al siguiente. El domi- sistema de clasificación de vesículas.
nio aminoterminal finaliza en una estructura a modo de El ensamblaje de la cubierta de estas vesículas re-
esfera, que queda hacia el interior de la vesícula. Se quiere una GTPasa, que se encuentra en forma inacti-
considera que una vesícula recubierta de clatrina tiene, va (unida a GDP) en el citosol. En la membrana forma-
al menos, 36 trisqueliones organizados en 12 pentágo- dora de la vesícula hay un factor de intercambio de
nos y 8 hexágonos, de modo que cada brazo del tris- nucleótidos de guanina (GEF) que se une a esta enzi-
quelión se solapa con parte de los brazos de los trisque- ma y la fosforila, convirtiéndola en la forma activa
liones vecinos. (unida a GTP). La fosforilación deja en la enzima un
Entre el revestimiento de clatrina y la membrana de ácido graso libre a modo de tallo, que se inserta en la
la vesícula se encuentran unas partículas denominadas membrana formadora de la vesícula, y las moléculas
adaptinas, que sirven para el ensamblaje de los trisque- de clatrina y adaptina se disponen sobre la GTPasa y
liones. Cada adaptina (380 kDa) tiene dos copias de tres sobre otras proteínas transmembranosas especiales
polipéptidos diferentes, cuyos pesos moleculares son no bien conocidas (Fig. 2.22). El tipo de GTPasa varía
105, 50 y 16 kDa. Las partículas se unen, por una parte, según el origen de las vesículas. Las que se forman en
a los extremos globulares distales de los trisqueliones las membranas del complejo de Golgi requieren la
promoviendo su ensamblaje y, por otra, a las colas de GTPasa denominada Arf, pero las que se forman en la
los receptores específicos de las moléculas que se in- membrana plasmática utilizan una GTPasa diferente
corporan en la vesícula participando en la selectividad no bien conocida.
del proceso (Fig. 2.22). El cierre de las vesículas de clatrina requiere otra
Estas vesículas se observan en la endocitosis de al- GTPasa de gran tamaño denominada dinamina, que hi-
gunas sustancias que tienen un tamaño inferior a 150 nm, droliza el GTP a GDP y se dispone en el cuello de la bolsa

Desplazamiento de vesículas
de izquierda a derecha

Exocitosis
Endocitosis

Figura 2.20. Transcitosis de vesículas durante el movimiento de un fibroblasto en cultivo. En la zona de avance del fibroblasto se
produce una evaginación de la membrana plasmática, porque se añade membrana a este nivel como consecuencia de la incorporación
de vesículas (exocitosis). Para reponer esta membrana se invaginan vesículas (endocitosis) en el resto de la superficie del fibroblasto.
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60 BIOLOGÍA CELULAR

Sitio de unión para


el ensamblaje

Cadena ligera

Cadena pesada

Trisquelión
de clatrina

Membrana de
la vesícula

Revestimiento
de clatrina
Vesícula
revestida

Figura 2.21. Esquema de


la constitución del revesti-
miento de clatrina. Esta pro-
teína se dispone formando
unos complejos de tres patas
Inicio del denominados trisqueliones.
ensamblaje Cada trisquelión está consti-
tuido por tres moléculas ma-
yores (pesadas) y tres molé-
culas menores (ligeras). Las
vesículas más simples estarí-
an revestidas de 36 trisque-
Desarrollo del liones, que se disponen for-
ensamblaje mando 12 pentágonos y 8
hexágonos.

emergente, formando un anillo que se estrecha hasta mo recorrido en sentido inverso (desde el complejo de
que la bolsa se desprende como una vesícula. Golgi al retículo endoplasmático rugoso) y, posiblemen-
Una vez que la vesícula se separa de la membrana, te, circulan también entre los compartimientos del com-
la clatrina se desensambla. Es posible que la dinamina plejo de Golgi, tanto en sentido anterógado como en
haya causado no sólo el desprendimiento de la vesícu- sentido retrógrado. También se ha sugerido que son ve-
la sino también la hidrólisis del GTP de la Arf (o de la sículas COPI las que constituyen la secreción constituti-
GTPasa correspondiente) que se fosforiló en el ensam- va (véase página 173) y las que transitan de los endoso-
blaje. Existen datos que indican que en el desensam- mas tempranos a los tardíos (véase página 180), aunque
blaje interviene una proteína cochaperona (véase pági- hay muchas dudas al respecto.
na 148), denominada Hsc70, que hidroliza el ATP y que Cada vesícula COP está recubierta por grandes com-
es activada por otra proteína denominada auxilina de- plejos proteicos que reciben el nombre de coatómeros,
pendiente de Ca2+. cada uno de los cuales consta de varias subunidades
(siete en las vesículas COPI y cuatro en las COPII) (véase
Fig. 2.19.G). Como en el caso de la clatrina, el ensam-
Vesículas COPI y COPII blaje de los coatómeros requiere una GTPasa que se ac-
tiva del mismo modo. En las vesículas COPI la GTPasa
Hay dos tipos de vesículas COP (coat protein): tipo I es la Arf, pero en las vesículas COPII es otra diferente,
(COPI) y tipo II (COPII). Estas últimas circulan únicamen- denominada Sar1. Una vez activada, los coatómeros se
te desde el retículo endoplasmático rugoso hacia el disponen sobre ella y sobre otras proteínas transmem-
complejo de Golgi. Las vesículas COPI hacen ese mis- branosas poco conocidas (Fig. 2.23).
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CAPÍTULO 2: MEMBRANA PLASMÁTICA Y MEMBRANAS CITOPLÁSMICAS 61

Receptor para la molécula GTPasa activa Factor intercambiador de


transportada (con GTP) nucleótidos de guanina
Membrana Molécula
plasmática transportada
Adaptina

GTPasa inactiva
(con GDP)
Clatrina

Depresión de la membrana recubierta de clatrina

Dinamina

Formación de la vesícula recubierta de clatrina

Figura 2.22. Formación de


una vesícula de clatrina. En el ADP + P
ensamblaje de la clatrina inter- ATP
viene la proteína adaptina y la
Auxilina
forma activa (unida a GTP) de
una GTPasa. La vesícula es se- Hsc70
parada de la membrana origen
mediante una estrangulación
producida por la proteína dina-
mina con actividad GTPasa. Una
vez desprendida la vesícula, la Desprendimiento de la vesícula
clatrina se desensambla por ac-
ción de una hsp70 citosólica que
requiere la hidrólisis del ATP. Desensamblaje de la clatrina

El cierre de las vesículas COP y el desensamblaje MARCADORES DEL DESTINO DE


de sus cubiertas difieren de lo descrito para la clatri- LAS VESÍCULAS
na. No se sabe cómo tiene lugar el cierre de las vesí-
culas, pero no interviene la dinamina ni otra GTPasa. El tipo de revestimiento de cada vesícula proporciona ya
Sólo cuando la vesícula se ha separado de la membra- una clasificación de éstas, aunque no exhaustiva, porque
na emisora se libera desde ésta una GTPasa, denomi- no todas las vesículas con el mismo revestimiento tienen
nada GAP (GTPase activating protein), que hidroliza el el mismo destino. En efecto, en la superficie de las vesícu-
GTP de la Arf o de la Sar1, que se liberan al citosol pa- las debe haber alguna molécula que actúe como marca-
ra ser reciclados, y los coatómeros se desensamblan. dor del acoplamiento con el órgano diana, y en la mem-
No parece que en este proceso intervengan la ATPasa brana de éste debe haber un receptor para ese marcador,
Hsc70 ni la auxilina. de tal modo que sólo pueda encajar en él el marcador
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62 BIOLOGÍA CELULAR

Desensamblaje Desensamblaje
de la cubierta de la cubierta

P P

GAP GAP

Hidrólisis de Sar1

Hidrólisis de Arf

Vesícula recubierta Vesícula recubierta


por coatómeros por coatómeros
tipo I (COPI) tipo II (COPII)

Factor intercambiador de Factor intercambiador de


nucleótidos de guanina nucleótidos de guanina

Coatómeros del tipo I Coatómeros del tipo II


Arf activa Sar1 activa
Arf inactiva (Arf-GTP) Sar1 inactiva (Sar1-GTP)
(Arf-GDP) (Sar1-GDP)

Complejo de Golgi Retículo endoplasmático rugoso

A B
Figura 2.23. Formación de las vesículas COP. En el ensamblaje de los coatómeros interviene una GTPasa (Arf para las vesí-
culas COPI y la proteína Sar1 para las vesículas COPII), que deben activarse pasando de la forma unida a GDP a la forma fosfo-
rilada (unida a GTP). Como en las vesículas recubiertas de clatrina, una vez formada la vesículas, los coatómeros se desensam-
blan por la actividad de una GTPasa que hidroliza el GTP de las proteínas Arf o Sar1. No hay evidencia de que ocurra la
hidrólisis del ATP.
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CAPÍTULO 2: MEMBRANA PLASMÁTICA Y MEMBRANAS CITOPLÁSMICAS 63

Efector de Rab
Membrana receptora de la vesícula t-SNARE
ATP ADP

4
NSF y proteínas adaptadoras 3

Figura 2.24. Control del aco-


plamiento de las vesículas ema- 6
nadas del complejo de Golgi
con la membrana diana me-
diante marcadores del destino
de la vesícula (proteínas v-SNA-
RE) que encajan en receptores
de la membrana diana (proteí-
nas t-SNARE). Tras la fusión de
la vesícula las proteínas SNARE
2
se desensamblan mediante unas
proteínas denominadas NSF con
ayuda de otras proteínas llama-
das adaptadoras. Igualmente, se
requieren unas GTPasas, deno-
minadas proteínas Rab, que de-
ben pasar a la forma activa fos-
forilada (unida a GTP) para la
formación de la vesícula. Para v-SNARE
la fusión de la vesícula es preci-
so que las proteínas Rab se aco- Rab-GDP Rab-GTP
plen con sus receptores (efector
de Rab). Tras la fusión de la ve-
1
sícula, las proteínas Rab se inac-
tiva al hidrolizarse el GTP y se
separan de su receptor. Membrana emisora de la vesícula

adecuado. Estos receptores y marcadores han sido deno- de nucleótidos de guanina a la forma activa Rab-GTP,
minados proteínas SNARE (unas siglas para designar re- que se ancla en la membrana donde se está formando la
ceptores de proteínas solubles de unión a proteínas de vesícula por un resto acilo unido a cisteína. Las Rab se
fusión sensibles a N-etilmaleimida), también denomina- acoplan a la vesícula en formación y la acompañan hasta
das trampa, que es la traducción de la palabra inglesa que alcanzan la membrana del órgano diana. Para la fu-
snare. Para la fusión de las membranas de las vesículas sión con esta membrana se requiere no sólo el acopla-
con la membrana de destino se requiere, por tanto, el miento de t-SNARE y v-SNARE, sino también de la Rab-
acoplamiento del marcador presente en la membrana de GTP con la proteína efector de Rab, situada sobre la
la vesícula (v-SNARE) con el receptor presente en la membrana diana. Tras producirse la fusión de la vesícula
membrana diana (t-SNARE) (Fig. 2.24). Hay unas 20 pare- con el órgano diana, se hidrolizan las Rab-GTP a Rab-GDP,
jas (v y t) de proteínas SNARE diferentes, cada una aso- que pasan al citosol, y se desacopla la pareja t-SNARE y v-
ciada con un tipo particular de membrana. SNARE y (Fig. 2.24).
Para asegurar que se ha producido el acoplamiento El desensamblaje de esta pareja lo realiza una pro-
adecuado, existe un mecanismo de confirmación me- teína llamada NSF (N-ethylmaleimide-sensitive fusion),
diante una variedad de GTPasas, las denominadas pro- con la mediación de unas proteínas adaptadoras y la hi-
teínas Rab, de las que se conocen alrededor de 30 dife- drólisis del ATP. Cada miembro de la pareja queda de-
rentes y que, como las SNARE, se distribuyen por las sactivado y necesita una nueva activación para que
diversas membranas celulares, que difieren entre sí en pueda ser funcional. De esta manera se evita que vesí-
sus SNARE y Rab. Las Rab se encuentran en el citosol culas con las v-SNARE apropiadas puedan fusionarse
unidas a GDP y son fosforiladas por un intercambiador con sus órganos diana en momentos no deseables. La
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64 BIOLOGÍA CELULAR

reactivación permite que la célula controle cuándo y en el que hay que desplazar el agua y conseguir que las
dónde debe producirse la fusión de vesículas. Una vez bicapas lipídicas interactúen. Este proceso consume ener-
desasociada la pareja SNARE, las t-SNARE quedan en la gía y parece iniciarse con el aumento intracitoplásmico
membrana receptora y se forman vesículas con v-SNARE de Ca2+, lo que activaría algunas de las proteínas relacio-
que retornan hacia la membrana progenitora. nadas con la actina, tales como la fodrina y la gelsolina,
Es posible que, en algunos casos, no existan marca- los microtúbulos y unas proteínas denominadas anexinas
dores ni receptores para indicar la ruta de las vesículas. (también conocidas como lipocortinas). Las anexinas se
Éste sería posiblemente el caso de algunas proteínas unen a fosfolípidos de membrana y parecen actuar como
que emigran directamente desde el retículo endoplas- puentes de unión entre las membranas que se fusionan.
mático rugoso hacia la membrana plasmática. Parecen interaccionar también, aunque no se sabe cómo,
Todas las fusiones entre membranas que ocurren en el con proteínas relacionadas con la actina.
proceso de transporte celular (fusión de vesículas a la El transporte de las vesículas desde el órgano emi-
membrana plasmática, a membranas del complejo de sor al órgano diana se realiza utilizando los microtúbu-
Golgi o de lisosomas) constituyen un proceso complejo los como carriles para el desplazamiento.

ESPECIALIZACIONES DE LA MEMBRANA PLASMÁTICA

MICROVELLOSIDADES degradan la grasa de la luz intestinal hasta glicerol, áci-


dos grasos y monoglicéridos.
Una diferenciación muy especializada de la membrana La membrana plasmática de las microvellosidades
plasmática para el transporte de sustancias al interior de posee enzimas que terminan esta degradación hidroli-
la célula se encuentra en las microvellosidades. Con el zando los disacáridos y oligopéptidos: disacaridasas,
microscopio de luz se descubrió en la superficie de las que rompen disacáridos como la sacarosa, maltosa y
células de epitelios absorbentes (como el epitelio intesti- lactosa en monosacáridos y que se encuentran unidas a
nal o los túbulos contorneados proximales del riñón) una la parte más externa de la membrana; y aminopeptida-
fina capa de material, más refringente que el resto del ci- sas, que liberan un aminoácido terminal de un péptido
toplasma y que se teñía con algunas técnicas para la de- de cadena corta y sobresalen desde la membrana hacia
mostración de hidratos de carbono (véase Fig. 1.8.C). Las el citoplasma. En la profundidad de la membrana de la
finas estriaciones en las que se resolvía esta capa a gran- microvellosidad se encuentra también la fosfatasa alca-
des aumentos se designaron con los nombres de chapa lina, que hidroliza compuestos fosfatados.
estriada (para las células denominadas enterocitos que La membrana plasmática del enterocito posee igual-
revisten el intestino) y borde en cepillo (para las células mente sistemas de transporte para incorporar las molé-
que forman los túbulos contorneados renales). culas resultantes de la degradación a la célula. Ya se ha
Con el microscopio electrónico se descubrió que las hablado del sistema empleado para la absorción de mo-
estriaciones eran en realidad finas prolongaciones cito- nosacáridos en las microvellosidades acoplado con el
plásmicas muy numerosas (unas 3000 por célula), de transporte de Na+ en la misma dirección. La absorción
unos 0.5-1 µm de longitud y de 80-90 nm de diámetro. de aminoácidos requiere cuatro sistemas de transporte,
Se las denominó microvellosidades (Figs. 2.25.A y 2.25.B). según el tipo de aminoácido: 1) un sistema para los
En los enterocitos se ha calculado que habrá unos 200 15 aminoácidos neutros; 2) otro para los tres aminoáci-
millones de microvellosidades por mm2 de superficie dos dibásicos; 3) otro para la prolina e hidroxiprolina
apical. El citoplasma de estas prolongaciones digitifor- (en los que el nitrógeno del grupo imino forma parte de
mes contiene numerosos filamentos longitudinales dis- una estructura en anillo) y la glicina; y finalmente 4) un
puestos paralelamente al eje mayor de la microvellosi- sistema de transporte diferente para el ácido glutámico
dad y constituidos principalmente por actina y otras y el ácido aspártico, ambos con dos grupos carboxilo.
proteínas asociadas (Figs. 2.25.C y 2.25.D y página 251). Además, existen sistemas de transporte que pueden in-
La membrana plasmática de las microvellosidades corporar dipéptidos y tetrapéptidos.
intestinales constituye la barrera real que deben atrave- La misión principal de las microvellosidades consiste
sar las sustancias del tubo digestivo para penetrar en el en incrementar la velocidad del proceso de absorción,
interior del organismo. Los hidratos de carbono, proteí- que se realiza a través de la superficie celular, aumentan-
nas y lípidos de la dieta son demasiado grandes para do enormemente esta superficie. De los 15 m2 en que se
ser absorbidos por el epitelio intestinal y deben ser de- calculaba la superficie interna del intestino humano an-
gradados a sus componentes más simples por las enzi- tes del descubrimiento de las microvellosidades, se ha
mas segregadas por el estómago y el páncreas. Las pasado a calcular esta superficie en 300 m2.
amilasas descomponen los hidratos de carbono en mo- Semejantes a las microvellosidades son los estereo-
nosacáridos y disacáridos, las proteasas hidrolizan las cilios del epidídimo de los mamíferos. Inicialmente se
proteínas en aminoácidos y oligopéptidos, y las lipasas pensó que se trataba de cilios inmóviles, pero con el mi-
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CAPÍTULO 2: MEMBRANA PLASMÁTICA Y MEMBRANAS CITOPLÁSMICAS 65

A B

C D E
Figura 2.25. A: Sección transversal de un túbulo contorneado proximal del riñón humano que muestra: una porción apical
con un ribete de microvellosidades (flechas grandes) que casi ocluyen la luz tubular; una porción media con abundante retícu-
lo endoplasmático y vesículas (estrella), y una porción basal con el núcleo (N) y abundantes mitocondrias (flecha pequeña).
LB: lámina basal. X2500. B: Sección longitudinal de microvellosidades intestinales recubiertas por un desarrollado glicocálix
(G) en una lagartija (Podarcis hispanica). X 29 000. (Cortesía de M.A. Burrell. Departamento de Histología. Universidad de Na-
varra.) C-D: Sección longitudinal (C) y transversal (D) de las microvellosidades del epitelio intestinal humano. Cada microve-
llosidad muestra la membrana plasmática y un eje de filamentos de actina (F). Estrella: glicocálix muy desarrollado. C y D.
X85 000. E: Sección longitudinal de estereocilios del conducto del epidídimo humano. X6500.
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66 BIOLOGÍA CELULAR

A C

D E
Figura 2.26. Repliegues de la superficie celular. A: Pliegues basales de las membranas plasmáticas que producen interdigitacio-
nes entre las células adyacentes (flecha) en un túbulo contorneado distal renal humano. Los pliegues contienen desarrolladas mi-
tocondrias (M). X30 000. B: Interdigitaciones (flecha) similares en el tegumento de Syndesmis (turbelario) pero carentes de mito-
condrias. El citoplasma de una de las células es más oscuro (estrella). X10 000. (Cortesía de P. García Corrales. Departamento de
Biología Animal. Universidad de Alcalá.) C: Pliegues apicales en el epitelio de la vejiga urinaria, que forman un reservorio de
membrana para los cambios de forma del epitelio. Algunos pliegues han perdido aparentemente la conexión con la membrana
plasmática (flechas). X45 000. (Micrografía de R. C. Wagner, F. E. Hossler. Mammalian Histology-B408. Department of Biological
Sciences. University of Delaware, USA.) D: Pliegues apicales en células epiteliales del intestino posterior de Formica nigrans. Las
mitocondrias no se encuentran entre los pliegues, sino en su base (flechas). Las cabezas de flecha señalan pliegues basales aso-
ciados a mitocondrias. X10 000. E: Detalle de los pliegues apicales incluidos en el recuadro de la figura anterior. La flecha señala la
formación de una vesícula de endocitosis. Asterisco: microtúbulos. Flecha transparente: cutícula. X47 000. (Cortesía de Mercedes
Garayoa. Departamento de Histología. Universidad de Navarra.)
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CAPÍTULO 2: MEMBRANA PLASMÁTICA Y MEMBRANAS CITOPLÁSMICAS 67

croscopio electrónico pudo comprobarse que son micro- ga urinaria (Fig. 2.26.C) y en el intestino posterior de la
vellosidades más largas y delgadas que las del intestino hormiga negra (Figs. 2.26.D y 2.26.E).
o el riñón (Fig. 2.25.E). Similares, pero estrechándose con- La función de los pliegues o interdigitaciones posible-
forme se acercan a la base, son los pelos sensoriales de mente difiere según el tipo de epitelio. Las funciones
las máculas del utrículo y del sáculo en el oído. Estos pe- más evidentes son: 1) reforzar la cohesión entre las célu-
los no guardan relación con el transporte, sino con la las, 2) proporcionar una reserva de membrana que facili-
transformación del estímulo mecánico en impulso ner- te cambios rápidos en la forma celular, y 3) aumentar la
vioso. superficie de intercambio y, por tanto, la velocidad del
transporte.
Así pues, los pliegues laterales basales con mitocon-
PLIEGUES E INTERDIGITACIONES drias probablemente guarden relación con la regulación
osmótica del líquido transportado (por ejemplo, envian-
do Na+ y agua al exterior), ya que este proceso se reali-
Son numerosos los ejemplos de epitelios cuyas células za a través de la membrana y requiere un gran aporte
presentan repliegues de la membrana plasmática en de energía. Los pliegues apicales de la vejiga urinaria
una o varias caras. Cuando estos repliegues se estable- tienen más que ver con la reserva de membrana, ya que
cen en las caras de contacto con las células adyacentes estas células deben expandir y contraer rápidamente su
(caras laterales en las células epiteliales), dan lugar a in- superficie. En cambio, los del intestino de la hormiga
terdigitaciones. mencionada parecen responder a un aumento de la su-
El caso más llamativo es el de los pliegues laterales perficie de absorción, ya que la cutícula impide el desa-
basales que se observan en algunos epitelios, como el rrollo de microvellosidades y, en la base de estos plie-
de los túbulos contorneados distales del riñón y en con- gues, se pueden ver vesículas de endocitosis.
ductos excretores de glándulas salivales. En estas célu- Al margen de estas funciones, los pliegues forman
las, las interdigitaciones se establecen entre las regio- parte de la membrana plasmática y, por tanto, pueden
nes de las caras laterales próximas a la base de la célula desarrollar algunos tipos de uniones intercelulares. En
y son muy profundas y numerosas; además, el citoplas- algunas interdigitaciones se han descrito áreas de an-
ma que queda comprendido entre ellas contiene largas claje con filamentos de actina.
mitocondrias dispuestas en el sentido base-ápice de la
célula (Fig. 2.26.A). En algunos epitelios con pliegues
basales no se observan mitocondrias entre los replie-
UNIONES DE LAS CÉLULAS ENTRE SÍ
gues de la membrana plasmática (Fig. 2.26.B). Menos
frecuentes son los pliegues apicales, que no necesaria- Y CON LA MATRIZ EXTRACELULAR
mente representan interdigitaciones de caras laterales y
pueden estar en la superficie en contacto con la luz. Se De estas uniones se tratará al estudiar las relaciones de
observan en epitelios tan diferentes como el de la veji- la célula con su entorno (véase página 308).

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