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1
Persignado
Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor
Dios Nuestro; en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo. Amén.
Acto de contrición
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre
y Redentor mío; por ser Tú quién eres, Bondad infinita, y porque te
amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón el haberte
ofendido. Ayudado de tu divina gracia propongo firmemente
nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me
fuere impuesta. Amén.
Credo
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de
la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor,
Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos
los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios
verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del
Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros lo hombres, y
por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu
Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por
nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio
Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las
Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del
Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y su reino no tendrá fin.
2
Rosario por la Vida
Ofrecimiento
Este Santo Rosario Señor te lo ofrecemos:
• Por todas las familias que esperan el nacimiento de un niño,
para que les des la capacidad para reconocerlo como un
regalo tuyo.
• Por todas las madres que se encuentran embarazadas y
tiene dificultades, para que sepan encontrar con la ayuda
de la Iglesia la fuerza y el coraje que necesitan.
• Para que sepamos cuidar la primera casa en la que
habitamos: el seno de las madres, donde se fundamenta
toda relación humana.
• Para que todas las leyes protejan la vida, desde su
concepción hasta su término.
• Para que todos nosotros seamos valientes a la hora de
defender la Vida como el mayor regalo que Tú nos has
hecho.
Oración Inicial
3
Consagración al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo creador, visita las almas de tus fieles y lena de
la Divina gracia los corazones que Tú mismo creaste. Tú eres
nuestro Consolador, Don del Dios Altísimo, Fuente Viva, Fuego,
Caridad y Espiritual Unción.
Tú derramas sobre nosotros tus siente sagrados dones; Tú el Dedo
de la mano de Dios; Tú el prometido del Padre; Tú que pones en
nuestros labios, los tesoros de tu Palabra. Enciende con tu Luz
nuestros sentidos, infunde tu amor n nuestros corazones, y con tu
perpetuo auxilio fortalece nuestra débil carne.
Aleja de nosotros al enemigo, danos pronto la paz., se Tú mismo
nuestra Guía y puesto bajo tu dirección evitaremos todo lo
nocivo.
Por Ti conozcamos al Padre, y también al Hijo y que en Ti; Espíritu
de ambos, creamos en todo tiempo. Gloria a Dios Padre, y al Hijo
que resucitó, y al Espíritu Consolador; por los siglos de los siglos.
Amén.
Oh Santísima Trinidad
4
Misterios Dolorosos
Padre Nuestro.
Aves Marías (10).
Doxología: Gloria al Padre…
Jaculatoria: V. Espíritu Santo dador de vida;
R. Danos vida en Ti.
5
Segundo Misterio Doloroso: La Flagelación del Señor.
Señor Jesús, perdón, mil veces perdón por todos los pecados
cometidos. Por todas las ocasiones en las que pudiendo recibir y
gozar de tus dones, los he rechazado e incluso arrebatado a tus
hijos. Perdón, por que en la actualidad continuamos
flagelándote con nuestra vida de pecado, cada flagelo a tu
divino cuerpo, va impregnado de tanta sangre de inocentes, de
tantas injusticias que cometemos, de tanta corrupción, de tantos
vicios aceptados por tus hijos, de tantas voces silenciadas de tus
hijos que tienen hambre y sed de justicia. Míranos benignamente
y concédenos tu perdón.
Padre Nuestro.
Aves Marías (10).
Doxología: Gloria al Padre…
Jaculatoria: V. Espíritu Santo dador de vida;
R. Danos vida en Ti.
6
Tercer Misterio Doloroso: La Coronación de Espinas.
Señor Misericordioso, Rey del Universo; han sido nuestros actos los
que te han coronado de espinas. Esas espinas que se encajan
con mayor intensidad en tu divina frente, por los muchos pecados
cometidos en contra de tu voluntad. Tú deseas que todos nos
salvemos y lleguemos al conocimiento de la Verdad, pero el
demonio y sus acechanzas se apoderan cada vez más del
corazón de las personas, porque le han abierto de par en par la
puerta de su alma. Hay muchos que dicen amarte, pero sus
acciones dicen lo contrario; veneran y se consagran al maligno,
lo hacen por ignorancia, lo hacen porque anhelan poder,
riqueza, pero lo que no saben que al entrar por esa puerta
difícilmente podrán salir. Hoy te pedimos por todos ellos, ten
compasión y misericordia.
Padre Nuestro.
Aves Marías (10).
Doxología: Gloria al Padre…
Jaculatoria: V. Espíritu Santo dador de vida;
R. Danos vida en Ti.
7
Cuarto Misterio Doloroso: Jesús con la cruz a cuestas.
Vas cargando con cada uno de nuestros pecados. El peso de
esa cruz, los insultos, flagelos y salivazos de los soldados, han
provocado caídas durante el camino, caídas dolorosas que
humanamente no te hubieran hecho llegar al calvario, pero que
la fuerza de tu amor por nosotros te volvía a levantar, para
concedernos por tu misericordia la salvación. Hoy con un corazón
arrepentido por todas nuestras faltas, acudimos a Ti, queremos
reparar por tantos pecados cometidos, en especial por los que
tenta contra la vida.
Padre Nuestro.
Aves Marías (10).
Doxología: Gloria al Padre…
Jaculatoria: V. Espíritu Santo dador de vida;
R. Danos vida en Ti.
8
Quinto Misterio: Crucifixión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
Todo parece sombrío en el monte calvario, pues el Hijo de Dios,
su vida ha entregado por nosotros. Ante las acusaciones de los
soldados Romanos no ha respondido ni una palabra, ¿por qué te
quedas callado Señor, si eres el Divino Verbo? Era todo un silencio
el que se vertía en el calvario. Sobresalía el silencio de Jesús, un
silencio de amor, pero también, se vislumbraba el silencio de la
humanidad, un silencio de miedo. En la actualidad se sigue
manifestando este silencio de los hombres, se ven tantas
injusticias, tanta maldad, odio y rencor, y nadie hace nada, nadie
dice nada. El hombre encuentra en el hombre su principal
enemigo. Es un dolor tan grande para Jesús ver cómo sus hijos se
arrebatan la vida, pero es aún más doloroso ver cómo tantas
madres arrebatan la vida de sus hijos, de esos pequeños
indefensos que su silencio es de esperanza, silencio que se une al
silencio de amor de Jesús, para sólo exclamar Padre perdónalos
porque no saben lo que hacen. Padre tengo sed de vivir, de
honrarte y glorificarte en una familia, tengo sed de sentirme
amado por mis padres. Señor acuérdate de mí y hazme del cielo
gozar. Padre en tus manos encomiendo mi espíritu, todo está
cumplido, mi vida se ha definido con solo una palabra de mi
madre de mi padre, no me han dejado vivir, me han crucificado
como lo hicieron contigo, ahora sólo un consuelo me llevo llegar
al cielo en los brazos de María y desde ahí pedir por mis padres
que dijeron no a la vida, no tomes en cuanto su pecado, aquí
estoy Señor por siempre te alabaré en reparación de los actos de
mis padres y de tantos que han dicho no a la vida.
Padre Nuestro.
Aves Marías (10).
Doxología: Gloria al Padre…
Jaculatoria: V. Espíritu Santo dador de vida;
R. Danos vida en Ti.
9
Oh Virgen de Guadalupe, mira con amor a todos tus hijos,
concédenos permanecer fieles a los designios de Dios, protege a
todos los que te encomendamos y acudimos a Ti, en especial a
todos los niños del mundo entero, concédeles una vida plena en
Cristo tu Amado Hijo. Amén.
Letanías a la Virgen
V. Oh Soberano santuario, Madre del Verbo Eterno;
R. Líbranos Virgen, del infierno a los que rezamos tu Santo
Rosario.
V. Emperatriz poderosa, de los mortales consuelo;
R. Ábrenos Virgen el Cielo con una muerte dichosa.
V. Y danos pureza del alma;
R. Tú que eres tan poderosa.
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2. Dios te Salve María Santísima, Madre de Dios Hijo; Virgen
Purísima en el parto, en tus manos, encomiendo mi
esperanza para que la alientes, llena eres de gracia el Señor
es contigo, Bendita Tú eres entre todas las mujeres y Bendito
es el Fruto de tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
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V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios;
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro
Señor Jesucristo Amén.
Cristo, óyenos.
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos.
Cristo, escúchanos
Santa María,
ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
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Madre de la misericordia,
Madre de la divina gracia,
Madre de la esperanza,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso de insigne devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consuelo de los migrantes,
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
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Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta a los Cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz
14
Oración por la Vida
Padre Misericordioso,
que nos has llamado a la vida
y nos das el don de la libertad para amar,
te pedimos por aquellos padres
que haciendo mal uso de esta libertad
destruyen el don de la vida
que Tú les confías en sus hijos.
Perdona también a todos aquellos
que permiten o colaboran en estos actos.
Amén.
15
Hora Santa por el Don de la Vida
Canto.
Oración de Desagravio
Dios mío, Dios de Amor y de Verdad. Autor de la santificación de
nuestras almas, postrado humildemente ante tu soberana
Majestad, detesto en la amargura de mi corazón todos mis
pecados, como ofensas hechas a Ti, digno de ser amado sobre
todas las cosas.
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Acto de Fe
¡Oh Dios mío!, hoy creo en todas las verdades que la Iglesia
católica nos ha enseñado, ya que Tú te has revelado y nunca
podrás ser engañado porque no has engañado a nadie.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre.
Canto.
Acto de Esperanza
Canto.
Acto de Caridad
¡Oh Dios mío! Sabes que mi amor por Ti está por encima de todas
las cosas, y con toda mi alma y corazón, ya que Tú estás lleno de
bondad y eres digno de todo el amor, nos enseñaste a amar a
nuestro prójimo como a nosotros mismos, gracias a tu amor, hoy
perdono a aquellos que me han ofendido y pido perdón a los
que yo he ofendido, ya que hoy vivo por Ti, y moriré por Ti, porque
Tú y yo seremos uno solo en el momento de mi muerte. Amén.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre.
Canto.
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Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo 2,13-18
Después de que los magos partieron de Belén, el ángel del Señor
se le apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al niño
y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allá hasta que yo te avise,
porque Herodes va a buscar al niño para matarlo".
José se levantó, y esa misma noche tomó al niño y a su madre y
partió a Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes.
Así se cumplió lo que dijo el Señor por medio del profeta: De
Egipto llamé a mi hijo. Cuando Herodes se dio cuenta de que los
magos lo habían engañado, se puso furioso y mandó matar, en
Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años.
Conforme a la fecha que los magos le habían indicado.
Así se cumplieron las palabras del profeta Jeremías: En Ramá se
ha escuchado un grito, se oyen llantos y lamentos: es Raquel que
llora por sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya están
muertos.
Palabra del Señor. Gloria a Ti Señor Jesús.
Canto.
18
Acto de Desagravio
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estaré esperando para entregarte el premio que te tengo
prometido.
Consuela mi Corazón, haciendo la mejor de las reparaciones,
reparación grata frente a mi presencia; conversión de corazón,
cambio de vida. Sé radical en tu decisión, no te dejes desviar ni
a derecha ni a izquierda, fija tu mirada en el cielo y no en la tierra.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria al Padre.
Canto.
Súplicas de Perdón
Perdón, Señor, Perdón.
• Señor perdona todos los pecados en contra de la vida.
• Señor perdona a todas las mujeres que han rechazado el
don de la maternidad.
• Señor perdona todo desprecio hacia la santidad de las
familias.
• Señor perdona toda ofensa hacia las mujeres.
• Señor perdona toda ofensa cometida hacia los niños y
jóvenes.
• Señor perdona a todos los médicos que se prestan a realizar
aberraciones contra la vida.
• Señor perdona a todos los dirigentes sociales y gobernantes
que buscan destruir los ideales de vida de tantas personas.
• Señor perdona a todos tus hijos que expresando que te
aman, realizan actos contrarios a tus designios.
• Señor perdona a todos los activistas que están a favor del
aborto.
• Señor perdona a todo tu pueblo que vive inmerso en la
cultura de la muerte.
Canto.
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Repara para que cese el pecado en el mundo entero
He dado mi vida, para darte vida; morí en una cruz, porque quise
llevar mi estado victimario al culmen.
¿Qué tienes para darme, para ofrendarme? ¿Cuáles son tus
inclinaciones? ¿En dónde está puesta tu mirada? Acaso, ¿en las
cosas del mundo o en las del cielo? Mira, te he llamado por tu
nombre, mis redes vivas han sido lanzadas en la alta mar y te han
atraído; entrégamelo todo, dónate sin reserva. Quiero dar fin a tu
sufrimiento, quiero darte fuerzas para que puedas continuar tu
marcha; aún, eres peregrino en la tierra, recuerda que para
ganarte una de mis moradas en el cielo, debes ser santo, debes
vivir mi Palabra, encarnar mi Evangelio. Muchos tienen ojos y no
ven, oídos y no escuchan; en ti, obraré prodigios de amor,
derramaré torrenciales de misericordia.
Mi Corazón padece soledad, sufre por el desdén de muchos
hombres; el pecado coarta la libertad, esclaviza; el pecado te
subyuga, te ancla, te amarra; cada pecado es un latigazo que
hiere mi cuerpo santísimo.
Haz actos de reparación, pide para que cese el pecado en el
mundo entero; pide, para que los pecadores más empedernidos,
se conviertan de corazón a Mí; pide, para que mis palabras, mis
llamadas angustiosas no caigan en el vacío, ni reboten en
corazones soberbios. Limpia mi divino rostro ensangrentado con
el lienzo blanco y puro de tu corazón. Ámame por los que no me
aman, adórame por los que no me adoran, y glorifícame por los
que no me glorifican.
Canto.
21
A cada petición responderemos: Corazón de Jesús, Fuente de
vida y de amor, derrama tus gracias sobre nosotros.
1. Por todas las personas, para que Dios nos conceda valor
para abrazar su precioso regalo de la vida, incluso en las
circunstancias más difíciles. Roguemos al Señor.
2. Por los momentos en que tenemos miedo a acoger la vida,
para que el Señor llene nuestros corazones con confianza
en su cuidado amoroso y provea cada necesidad.
Roguemos al Señor.
3. Por todos los católicos, para que la verdadera presencia de
Jesús en la Eucaristía, nos fortalezca al proteger el don de la
vida. Roguemos al Señor.
4. Por las veces que somos presionados a comprometer el
respeto por la vida humana, para que el Señor fortalezca
nuestro valor y resolución. Roguemos al Señor.
5. Para que el Espíritu Santo nos revele a cada uno, cómo
estamos llamados a usar nuestros dones, al compartir el
Evangelio de la vida y la alegría. Roguemos al Señor.
6. Por los que enfrentan decisiones médicas difíciles, para que
reciban la guía y la paz del Señor al procurar escuchar su
voz. Roguemos al Señor.
7. Por las mujeres embarazadas, cuyo corazón está atribulado,
para que reciban apoyo útil y amoroso para ellas y su bebé.
Roguemos al Señor.
8. Para los momentos en los que dudamos del valor de nuestra
vida, para que descansemos en la conciencia de que
somos infinitamente amados, y que Dios tiene un plan para
nuestra vida.
Canto.
22
Los hombres me flagelan, me clavan la corona de espinas,
me crucifican.
23
Los hombres clavan en mi cabeza la corona de espinas con
sus malos pensamientos; pensamientos que les lleva a la
concupiscencia, al desenfreno, a la inmoralidad.
Los hombres clavan en mi cabeza la corona de espinas
cuando inventan leyes que desdicen mi verdad, desvirtúan la
noción de pecado. Los hombres clavan en mi cabeza la
corona de espinas cuando se afanan por las cosas del mundo
y descuidan las que sí son verdaderamente importantes para
la salvación de su alma. Los hombres clavan en mi cabeza la
corona de espinas cuando dan cabida a la envidia, al
egoísmo, a la vanagloria, al deseo desmesurado del poder, del
tener.
Los hombres clavan en mi cabeza la corona de espinas
cuando se odian a sí mismos, cuando toman en sus manos el
derecho que no les pertenece, de acabar con una vida.
Los hombres clavan en mi cabeza la corona de espinas
cuando dudan de mi verdadera presencia en la Hostia
consagrada, cuando no creen en la eficacia de los
sacramentos.
Los hombres me crucifican cuando las familias se desintegran,
familias que han de ser iglesias domésticas, hogares de
Nazaret. Los hombres me crucifican cuando denigran de mis
sacerdotes, en vez de orar y reparar por ellos.
Los hombres me crucifican cuando dan rienda suelta a sus
bajas pasiones. Los hombres me crucifican cuando se dejan
absorber por la ciencia, la tecnología y pretenden indagar mis
misterios divinos, bajo argumentos y raciocinios humanos. Los
hombres me crucifican cuando desprecian mi amor. El mundo
corre a una velocidad vertiginosa, no hay tiempo para la
oración, no hay tiempo para un encuentro a solas Conmigo.
Los hombres me crucifican cuando impiden la acción del
Espíritu Santo, los hombres me crucifican cuando mi sagrada
pasión es subvalorada; sagrada pasión que me llevó a un
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padecimiento, a un sufrimiento acérrimo, pensando en tu
redención, en tu liberación; sagrada pasión que me llevó a
exhalar mi último suspiro, pensando en ti; sagrada pasión en la
que pagué tu deuda contraída por el pecado.
Ya conoces mi dolor, mi sufrimiento. Ya conoces las causas por
las cuales los hombres me flagelan, me coronan de espinas,
me crucifican. Ya conoces los motivos, por los que, de nuevo,
místicamente se reanuda mi sagrada pasión. ¿Qué te queda?
Conversión de corazón. ¿Qué te pido? Ser como Verónica.
Ven a Mí, enjuga mi divino rostro ensangrentado, maltratado;
ven a Mí, consuela mi Corazón, para Yo con tu acto de
generosidad, estampar y dibujar en el sudario de tu corazón,
mi divino rostro.
¿Qué espero de ti? Arrepentimiento de tus culpas y reparación
de tus pecados.
Canto.
25
Mi Madre Llora
Mi Madre llora cuando algunos de mis hijos se desvían de camino.
Mi Madre llora al tener que presenciar la caída de tantas almas,
a las profundidades del infierno.
Mi Madre llora cuando algunos de mis hijos reciben mi presencia
eucarística indignamente; hijos que beben y comen su propia
condenación y destrucción.
Mi Madre llora cuando mis hijos se dejan absorber por las cosas
del mundo; mundo que les esclaviza, mundo que les arrebata mis
bendiciones, mis gracias.
Mi Madre llora cuando las madres sufren por sus hijos.
Mi Madre llora cuando familias enteras se disuelven, se destruyen.
Mi Madre llora cuando uno de mis sacerdotes, cae.
Mi Madre llora ante la proliferación de sectas, de grupos
independientes segregados de mi verdadera Iglesia.
Mi Madre llora ante la fabricación de bombas atómicas; inventos
que llevarán a la muerte a muchos de mis hijos.
Mi Madre llora ante el hambre, el desamparo, la soledad.
Mi Madre llora ante la injusticia social.
Mi Madre llora cuando llamo a uno de mis hijos a la vida
consagrada, sacerdotal y mi llamada no es escuchada.
Mi Madre llora cuando mi Evangelio, mi Palabra, no es vivida.
Mi Madre llora cuando se persigue mi Iglesia; Iglesia que jamás
será destruida, porque Yo soy su roca firme, su piedra angular.
Mi Madre llora cuando el aborto y el matrimonio entre
homosexuales es aprobado, leyes que llevarán a la condenación
a muchos hombres.
Mi Madre llora cuando los esposos, unidos bajo la indisolubilidad
del matrimonio, se separan.
Mi Madre llora al ver tantos jóvenes esclavizados de la droga, de
la prostitución, del satanismo.
Mi Madre llora cuando sus llamadas angustiosas no son
escuchadas.
9. Para que Dios nos conceda los ojos para ver y el corazón
para amar, a los que nos necesitan para caminar con ellos
en tiempos de sufrimiento. Roguemos al Señor.
10. Por las personas que desean tener un hijo, para que
experimente la presencia del Señor y se llenen de su paz.
Roguemos al Señor.
11. Para los amigos y familiares, de las mujeres
embarazadas, para que les brinden un apoyo amoroso y de
afirmación a la vida, tanto para la madre como para el
niño. Roguemos al Señor.
12. Por los profesionales de la medicina, para que el
respeto por la vida de cada persona caracterice cada una
de sus acciones. Roguemos al Señor.
13. Por nuestra nación, para que Dios nos una en paz y
respeto de unos a otros y a toda la vida humana. Roguemos
al Señor.
14. Por las personas discapacitadas, para que sean
tratadas con el amoroso cuidado y respeto debido a cada
persona. Roguemos al Señor.
15. Para que Dios nos conceda, la sabiduría y el valor, para
proteger amorosamente su don de la vida humana en cada
etapa, así como en la enfermedad y la salud. Roguemos al
Señor.
Canto.
27
Oración Final
Oh Dios, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la
tierra, Padre, que eres Amor y Vida, haz que en cada familia
humana sobre la tierra se convierta, por medio de tu Hijo,
Jesucristo, nacido de Mujer, y del Espíritu Santo, fuente de caridad
divina; en verdadero santuario de la vida y del amor para las
generaciones porque siempre se renuevan. Haz que tu gracia
guíe los pensamientos y las obras de los esposos hacia el bien de
sus familias y de todas las familias del mundo.
Haz que las jóvenes generaciones encuentren en la familia un
fuerte apoyo para su humanidad y su crecimiento en la verdad y
en el amor. Haz que el amor, corroborado por la gracia del
sacramento del matrimonio, se demuestre más fuerte que
cualquier debilidad y cualquier crisis, por las que a veces pasan
nuestras familias.
Te pedimos por intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret, que
la Iglesia en todas las naciones de la tierra pueda cumplir
fructíferamente su misión en la familia y por medio de la familia.
Tú, que eres la Vida, la Verdad y El Amor, en la unidad del Hijo y
del Espíritu santo. Amen.
Canto.
28
Acto Proclamación del Sagrado Corazón de Jesús como Rey de
México y juramento de vasallaje y fidelidad.
Corazón Sacratísimo del Rey Pacífico: radiantes de júbilo como
fieles vasallos, venimos hoy a postrarnos al pie del trono que te ha
erigido y consagrado nuestra piedad; gozosos te proclamamos a
la faz del mundo Rey Inmortal de la Nación Mexicana, al acatar
tu soberanía sobre todos los pueblos.
Canto.
30