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MISTERIOS LUMINOSOS
(Jueves)
Señor Dios, nos reunimos delante de ti para rezar por nuestros
hijos. Queremos consagrarlos a tu misericordia y amor para que
sean fuente de bendiciones en todos los lugares y circunstancias.
Son tus hijos, Señor. Guárdalos en tu corazón y que no se pierda
ningún de los que llamaste a la vida. Sabemos que en el mundo hay
muchos sufrimientos y maldades, y nuestros hijos están sobre esa
constante amenaza. Muchas familias se separan; pierden el camino
y se tornan vulnerables, víctimas de todo tipo de violencia. Muchos
de nuestros hijos fueron consumidos por el mundo de la droga y de
la promiscuidad. Pedimos, Señor, que vengas en nuestro auxilio
y, por la fuerza de nuestra oración cuida de ellos, liberándolos de
todo poder del maligno y llenándolos de la fuerza de tu Espíritu
Santo. Que ellos sean la luz de Cristo resucitado que irradia alegría
y esperanza al mundo entero. Amen.
Hermoso Espíritu Santo de Dios, tú eres nuestra esperanza en
medio de caminos difíciles y eres quien nos sostienes en las
dificultades. Es por todo esto que quiero dejar a mis hijos frente a
tu sagrada presencia.
Amado Rey, aunque en su juventud quizás se presenten
diferentes tentaciones te pido que puedas frenar sus pies de
hacer lo malo y que sean formados por ti como personas de bien.
Son muchas las adversidades que sufren los que no te conocen,
más los que claman a tu nombre nunca serán avergonzados.
Sean cubiertos cada uno de mis hijos por tu sangre preciosa y
que en medio de cualquier problema puedan recibir tu
instrucción y en obediencia seguir tu consejo.
Toma el control de cualquier rebeldía, desobediencia, y en
general cualquier comportamiento que no provenga de ti, para
que puedan tener un carácter conforme al tuyo y sean mudados
de su vieja naturaleza.
En el nombre de Jesús.
A mi Ángel de la Guarda
Oh, mi Santo Ángel de la Guarda,
cuida de mi alma y de mi cuerpo.
Ilumina mi mente para que pueda
conocer mejor al Señor mi Dios y
amarle con todo mi corazón.
Vela sobre mí cuando rezo para que no
ceda a las distracciones de la vida.
Susténtame con tu consejo mientras
vivo como cristiano recto, y ayúdame
a hacer buenas obras con un corazón
generoso. Protégeme de la astucia del
adversario, y levántame cuando sea
tentado para que pueda ganar la lucha
contra el mal.
Quédate a mi lado en todo momento,
nunca dejes de velar por mí hasta que
sea llamado de nuevo a la casa del
padre, donde alabaremos juntos a
nuestro Gran Dios por toda la
eternidad. Amén.
Al Ángel de la
Guarda de
nuestros hijos y
los hijos de todo
el mundo
Ángeles del Señor que por orden de la
piadosa providencia divina, son sus
guardianes, guárdenlos en este día,
iluminen su entendimiento, dirijan sus
afectos, gobiernen sus sentimientos
para que jamás ofendan al Dios y
Señor. Amén.
PETICIONES:
Señor, ilumina la mente de nuestros hijos para que conozcan el camino que tú
has querido para ellos, para que te puedan dar gloria y alcancen la salvación.
Te lo pedimos Señor.
Señor, te pedimos por la salud física, mental, emocional y espiritual de
nuestros hijos. Por su crecimiento y madurez en todas estas áreas, por el
carácter, temperamento y personalidad de nuestros hijos. Que en su modo de
ser y vivir den un buen testimonio de Cristo.
Te lo pedimos Señor.
Señor, te pedimos por la Sangre de tu Hijo derramada valiente y
generosamente en la Santa Cruz, que limpies y purifiques a mis hijos
(nombrarlos) selles su alma, cuerpo y espíritu, su mente, corazón y vida para
que ganen todas las batallas contra el mal, te ruego les des fuerza, salud,
defensa y auxilio en todo momento y sobre todo en cualquier mala situación.
Te lo pedimos Señor.
Señor Dios Padre Todopoderoso te pedimos envíes a la Virgen Santísima y su
esposo san José, a tus Ángeles, Arcángeles y Santos del Cielo para que los
guarden, custodien y alejen de todo mal, de toda necesidad y toda adversidad,
para que los asistan y guíen en sus caminos y no permitan que reciban mal
alguno.
Te lo pedimos Señor.
CREDO DE LOS APOSTOLES
Creo en Dios, Padre todopoderoso,
Creador del Cielo y de la tierra. Creo
en Jesucristo, su único Hijo, nuestro
Señor, que fue concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo, nació de
Santa María Virgen, padeció bajo el
poder de Poncio Pilato.