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TEMA IX.

TEORÍA GENERAL DE LAS ORGANIZACIONES


INTERNACIONALES.

1. INTRODUCCIÓN.

Si el número de Estados que forman la comunidad internacional ha crecido de forma


elevada desde la segunda mitad del siglo pasado, al tiempo que se reconocía también la
subjetividad internacional de otros actores, como ya hemos visto, el fenómeno ha
adquirido una situación máxima con la aparición de las organizaciones internacionales
(OOII), el ha sido propiciado por los propios Estados, desde que comprendieron la
dificultad, cuando no la imposibilidad de poder conseguir la resolución de determinados
problemas sin la colaboración de otros Estados que, si bien inicialmente se hicieron a
través de conferencias intergubernamentales y tratados multilaterales, progresivamente
fue derivando hacia la creación de OOII de tipo sectorial, organizaciones con estructura
y personalidad jurídica propia y diferenciada de la de sus miembros.
El fenómeno de la aparición de las OOII ha supuesto la aparición de un Derecho
institucional que ha supuesto una modificación del orden internacional por la aparición
de las numerosas OOII que hoy desarrollan sus fines en la sociedad internacional del
momento.
El origen de este fenómeno suele fijarse a partir de 1815, cuando comenzó a utilizarse
por las Potencias la figura de las Conferencias internacionales y los tratados
multilaterales que intentaban resolver problemas comunes a ellos, como es el caso de las
Comisiones fluviales del Rin creada por el Tratado de Maguncia de 1831. Junto a esta u
otras Comisiones y las Uniones administrativas como la Unión Telegráfica
Internacional de 1865, son las primeras, si bien primitivas, OOII, es decir, crean un
mínimo de organización institucional, asentadas de forma permanente en una sede y
atienden a un fin concreto. En un segundo momento, la Sociedad de Naciones (SdeN)
aporta como criterio nuevo su vocación universal y fines que hasta entonces ninguna
otra había incluido entre sus fines, como velar por la paz y seguridad internacionales.
Tras su disolución, el 26 de junio de 1945, la aparición de la ONU (ONU), en un tercer
momento, ha propiciado una tercera fase marcada por el universalismo del fenómeno, a
lo que ha contribuido tanto la propia ONU, con el notable aumento de sus competencias,
derivado de los cambios habidos en la sociedad internacional, sin olvidar lo que se
conoce como el “sistema de la ONU” que son OOII, algunas de ellas herederas de las
Uniones administrativas, actuando hoy como organismos especializados de la ONU. Por
último, una posterior fase del fenómeno de las organizaciones internacionales, podemos
identificarla con aquellas que gestionan grandes intereses de la comunidad
internacional, como ha ocurrido con la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos,
surgida de la III Conferencia del Derecho del Mar.

2. DEFINICIÓN DE ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL.

Siguiendo a DÍEZ DE VELASCO,1 se entiende por OI, como las asociaciones


voluntarias de Estados establecidas por acuerdo internacional, dotadas de órganos
permanentes, propios e independientes, encargadas de gestionar unos intereses
colectivos y capaces de expresar una voluntad jurídicamente distinta de la de sus
miembros.
Analizando los elementos de esta definición, tendremos:
a) Los miembros de las OOII, normalmente son Estados, lo que es un dato más a la
hora de distinguirlas de otras figuras internacionales, aunque también es posible
que puedan ser admitidas como miembros otras OOII, como ocurre a la UE que
es miembro observador de la ONU.2
b) El nacimiento de una organización está condicionado a la adopción de un tratado
internacional constitutivo de la organización, aunque en algún caso, se ha creado
sobre la base de una resolución de una OI. Este modo de creación las hace
claramente diferentes de otros actores como las organizaciones no
gubernamentales y supone la convocatoria de una conferencia internacional de
Estados que firman el tratado constitutivo y que tras los trámites previstos en el
mismo, entra en vigor cuando se alcance el número suficiente de prestaciones de
consentimiento predeterminados, número que varía según el caso. Así, las
modificaciones de los tratados constitutivos de la UE siempre exigen la
unanimidad de los Estados miembros, mientras que lo normal es que se exija un
determinado número de signatarios para la creación de la organización o incluso
que lo hayan ratificado alguno de los Estados que tengan algún papel específico

1
DÍEZ DE VELASCO, M.: Instituciones… Op. cit. pág. 44.
2
Entre otros supuestos, podemos citar el caso de la Res A/49/2, de 19 de octubre de
1994, por el que se otorga la condición de observador en la AG a la Federación
Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.
en la futura organización, como ocurrió en la creación de la ONU que estaba
condicionada su puesta en marcha a la ratificación de los cinco miembros
permanentes del CdeS.
c) La estructura orgánica permanente e independiente supone que cada
organización internacional tiene un modelo de órganos propios. La variedad de
los modelos de estructura orgánica es grande, aunque suele coincidir con un
órgano plenario, un órgano restringido, una secretaria y en algún caso un
tribunal para dirimir controversias entre los miembros. Dichos órganos no suelen
estar reunidos de forma permanente, fijándose en el tratado constitutivo o por
sus propias resoluciones, el procedimiento para celebrar sus reuniones.
d) La autonomía jurídica, supone que las OOII tienen una personalidad jurídica
distinta de la de sus miembros y en consecuencia tienen una voluntad distinta de
la de sus miembros (aunque se vea influida por ellos), al menos referida al
ámbito de sus competencias.
Y, como nos dice ANDRÉS,3
“En todo caso, ya desde sus orígenes, se perfilan unos rasgos que van a
caracterizar en lo sucesivo a estos entes. En primer término, se trata de
creaciones de Estados;… si bien en los últimos tiempos ha tendido a
flexibilizarse su membresía para permitir la presencia en su seno de otros entes,
la interestatalidad sigue siendo una característica predominante en el común de
las OOII, Por ello no debe confundirse a éstas con las Organizaciones no
Gubernamentales pues éstas últimas son entidades de carácter privado
constituidas habitualmente por grupos de individuos, conforme a la legislación
de un determinado Estado que poseyendo una marcada creación internacional,
comúnmente sus acciones persiguen finalidades de tal carácter”.

3. CLASIFICACIÓN.

Existe tal cantidad de OOII que la labor de su intento de clasificación puede ser
aventurado, al tiempo que su dinamismo, tampoco facilita la tarea. No obstante lo
anterior, está generalmente admitido las siguientes agrupaciones:
a) De acuerdo con los fines que persiguen. Mientras que las OOII con fines
generales no ven limitado su campo de actuación a cualquier aspecto que
consideren necesario (como ocurre en el caso de la ONU), sin perjuicio de que
puedan tener limitaciones concretas en el propio tratado constitutivo, las
organizaciones con un fin específico, que son la generalidad de ellas, su tratado
constitutivo determina claramente el fin para el que han sido creadas, como
3
ANDRÉS SÁENZ DE SANTA MARÍA, Paz: Sistema… Op. cit. pág. 91-92.
ocurre en la extinta Comunidad Económica Europea, organización con fines
económicos en su origen, que se han ido ampliando con el tiempo e incluso ella
ha sido el germen de la actual UE. Los fines específicos a los que atienden las
OOII son de lo más variado: priman las de naturaleza económica (como en el
caso del FMI), aunque no faltan las de naturaleza científica o técnica, como la
Unión Postal Universal,4 los de naturaleza militar, como el caso de la OTAN o
de la extinta Pacto de Varsovia, entre otros muchos supuestos.
b) Organizaciones abiertas y cerradas. Mientras que en el primer supuesto, la OI
intenta que se integren en ella el mayor número posible de miembros, por lo que
el sistema de admisión suele ser muy generoso (sin perjuicio de los controles
que la misma imponga al respecto, en el segundo, por el contrario, se
caracterizan por mantener condiciones excluyentes a la partición de nuevos
miembros.
c) Organizaciones de vocación regional y universal. En el primero de los casos, la
vocación de la organización es limitar el número de miembros a una o varias
consideraciones como criterios económicos, geográficos, políticos, etc., en tanto
que las organizaciones de tipo universal, no tienen ninguno de esos límites sino
que están abiertas a la participación de todos los Estados. El caso paradigmático
de este modelo es la ONU, de la que la mayoría de los Estados existentes en la
actualidad o son miembros de pleno derecho (situación normal) o al menos
tienen el estatuto de observadores (participan en las deliberaciones de la AG
aunque no votan, como en el caso de la Santa Sede). Ejemplo de una OI de tipo
regional, podríamos citar a la UE.
d) Organizaciones internacionales de cooperación y organizaciones internacionales
de integración. Las organizaciones de tipo cooperación, que son la mayoría de
todas, limitan su actividad a la mera coordinación de actividades de los Estados
miembros, mientras que en el caso de las de integración, como en el caso de la
UE, se produce una cesión del uso de su soberanía a favor de la organización
para la gestión de los intereses comunes de sus Estados miembros.

4
La constitución de la Unión Postal Universal, firmada en Viena en 1864 y modificado
su estatuto de creación por los Protocolos Adicionales de Tokio de 1969, de Lausana de
1974, de Hamburgo de 1984, de Washington de 1989, de Seúl de 1994, de Beijing de
1999 y de Bucarest de 2004. Cfr. BOE nº 52, de 2 de marzo de 2009.
4. PERSONALIDAD JURÍDICA DE LAS ORGANIZACIONES
INTERNACIONALES.

La atribución de la personalidad jurídica a las OOII por parte de los Estados que las
constituyen, se basa en la premisa de que así puedan cumplir en la sociedad
internacional los fines para los que fueron creadas. Si históricamente el reconocimiento
de esta personalidad jurídica no era una cuestión pacífica, hoy sin embargo, es
generalmente admitido su reconocimiento, ya que sin que pueda asimilarse su
personalidad jurídica a la de los Estados, sin embargo, ésta se la reconoce de forma tan
amplia como para que puedan cumplir los objetivos para los que fue creada,
manteniéndose discrepancias respecto del fundamento de esta personalidad. No obstante
lo anterior, el reconocimiento de la subjetividad internacional de la organización, es
decir, como titular de derechos y deberes internacionales y de capacidad de obrar para el
cumplimiento de sus fines, es un hecho pacífico hoy.
No obstante lo anterior, la personalidad jurídico internacional de las OOII varía en
atención a su tratado constitutivo,5 por lo que queda sujeto a las previsiones de la
Convención de Viena de Derecho de los Tratados y siendo necesario el estudio, caso
por caso, para determinar su alcance, sin perjuicio de que, en todos los casos, se deba
reconocer un mínimo de personalidad a todas ellas, que se traduce en manifestaciones,
que entre otras, pueden ser:
a) El tratado constitutivo, tiene una naturaleza constitucional de la Organización y
en él, se encuentran las reglas básicas de su funcionamiento, teniendo la
calificación de derecho originario de la Organización, como ocurre en la UE.
b) El mantenimiento de relaciones internacionales. Es generalmente admitido que
las OOII tienen derecho a la legación activa y pasiva, es decir, a nombrar
representantes ante otros sujetos de DI y a que éstos nombren a su vez ante la
organización. Prueba de este derecho es el Convenio de Viena de 1975, relativo
a la representación de los Estados ante las OOII de carácter universal en cuanto
al aspecto activo y que a pesar de no estar en vigor todavía, da prueba de la
tendencia de la sociedad internacional sobre la materia. En el aspecto pasivo, es

5
Aunque la firma del tratado constitutivo es el origen ordinario de una OI, como nos
señala REMIRO, también puede proceder de normas de derecho interno, como en el
caso de Consejo Nórdico, que surgió en 1952 de una serie de actos de derecho interno
de los parlamentos de Dinamarca, Islandia, Noruega, Suecia y posteriormente Finlandia.
REMIRO BROTONS y otros: Derecho Internacional… Op. cit. pág. 147.
decir, la posibilidad de que representantes de otros sujetos de DI se acrediten
ante una OI, es claramente significativo el caso de la UE, que tiene más de 160
acreditaciones de otros tantos Estados ante ella. Aunque cabe asimilar dichas
acreditaciones a las establecidas en el Derecho Diplomático del Convenio de
Viena de 1961, existe una particularidad en este caso ya que estas legaciones
pasivas se dan a tres bandas entre el Estado acreditante, la OI acredita y el
Estado huésped en la que se encuentra la OI, de tal forma que la acreditación es
ante la OI pero le corresponde al Estado huésped garantizar los privilegios,
inmunidades y ventajas inherentes a la representación. En el ámbito de la
legación activa, es generalmente admitido y así lo confirma la práctica que las
OOII acreditan personal diplomático ante otros sujetos de DI, aunque no es un
supuesto muy común, siendo la práctica de la UE la que ha sido más prolija a la
hora de abrir legaciones ante Estados no miembros de la misma, en cuyo caso se
aplica por analogía el Derecho Diplomático en los términos ya vistos antes. En
el caso de la acreditación ante otra OI, ya desde 1964, las entonces CCEE,
abrieron distintas legaciones ante varios órganos especializados de la ONU, con
un estatuto para la legación similar al caso anterior. No es reconocido, sin
embargo, ningún aspecto del Derecho Consular por innecesario.
c) Conclusión de tratados internacionales. A las OOII se las garantiza la conclusión
de tratados internacionales con otros sujetos de DI. Dada la gran actividad que
éstas mantienen en la actualidad, la conclusión de tratados internacionales con
Estados parte, Estados terceros y otras OOII, es práctica habitual y en los más
diversos aspectos. Por propia necesidad operativa, a la OI le corresponde firmar
un acuerdo de sede con el Estado huésped (aunque se trate de sedes
provisionales como ha ocurrido hasta épocas recientes con la actual UE, así
como otro documento relativo a los privilegios e inmunidades relativos al
personal adscrito al servicio de la organización. En un segundo momento, la OI
tenderá a participar en acuerdos internacionales relativos a su campo de
actuación. De hecho, esta actividad de todas las organizaciones internacionales
ha llevado a la redacción del Convenio de Viena de 1986 sobre el Derecho de los
tratados entre Estados y las OOII o entre ellas entre sí, tratado que al día de hoy
no se encuentra en vigor y que es una réplica del Convenio de Viena de 1969,
adaptado a las particularidades de los actores. No obstante lo anterior, la
posibilidad de concluir tratados internacionales por las OOII es una cuestión
reconocida explícitamente en el tratado constitutivo o bien al amparo de la teoría
de las competencias implícitas de la organización o incluso al amparo de
resoluciones adoptadas por la propia OI. Una última cuestión relativa al ius
contrahendi de las OOII y en atención a sus efectos, nos obliga a diferenciar los
tratados en los que participa la organización con terceros de los de naturaleza
mixta y que obligan a participar junto a la organización a sus Estados miembros
por afectar a competencias compartidas, como ocurre en los acuerdos de
asociación firmados por la UE con terceros Estados.
d) La posibilidad de dirimir controversias internacionales en las que la OI se vea
involucrada, entendiendo por controversia la discrepancia en derecho o de hecho
sobre una cuestión de DI y con otro sujeto de DI. Este tipo de controversias
pueden surgir por el reparto de competencias entre dos organizaciones o bien
entre una OI y un Estado. La solución de la controversia quedará condicionada
al uso de cualquiera de los métodos de solución de controversias reconocidos
por el DI, aunque en caso concreto su elección puede venir predeterminada a que
esta se produzca, tal y como ocurre en las que se produzcan entre la UE y los
Estados miembros del Acuerdo del Espacio Económico Europeo y cuyo
mecanismo de solución es una comisión mixta o incluso también, aunque es
poco frecuente, que sea un tribunal internacional el competente para dirimirla,
como es el caso del TJUE, con competencia obligatoria para conocer de las
controversias entre la UE y sus Estados miembros, otros sujetos de DI e incluso
con particulares, siempre que haya un vínculo con el Derecho Comunitario
Europeo.
Esta capacidad jurídico internacional deberá ser previa al reconocimiento de su
capacidad jurídica; en el caso de la ONU, el art. 104 de la Carta, se establece que
corresponderá a los Estados miembros el reconocimiento a la Organización, dentro de
su territorio, de la capacidad jurídica suficiente para el ejercicio de sus funciones,
precepto que se completó con la Convención de 1946, sobre Privilegios e Inmunidades
de las Naciones Unidas.
5. MODIFICACIONES DE LA PERSONALIDAD JURÍDICA DE LAS

ORGANIZACIONES INTERNACIONALES. SUCESIÓN Y DISOLUCIÓN.

Las OOII se caracterizan por su permanencia en el tiempo y, en consecuencia, lo que no


implica que no se puedan producir su personalidad jurídica internacional modificaciones
tipo sucesión e incluso disolución. En el primero de los supuestos, la sucesión de una
organización por otra se ha realizado con sustitución parcial de sus funciones (como
ocurrió con la UEO respecto del Consejo de Europa) e incluso una total en el caso de la
transformación de la OECE en la actual OCDE.
En estos casos, se deberá establecer el sistema por el que se la transfieran los bienes a la
organización sucesoria, competencias e incluso su patrimonio, al igual que se deberán
determinar las medidas relativas a sus funcionarios. En cuanto a la segunda de las
posibilidades (disolución), puede deberse a que la misma esté prevista en su tratado
constitutivo, como en el caso de la CECA, 6 con una existencia prevista en su tratado
constitutivo a cincuenta años o bien porque los Estados miembros acuerden
simplemente su disolución por razones externas a la propia organización, como ocurrió
con el Pacto de Varsovia, disuelto en 1993.7

6. MIEMBROS.

En el tratado constitutivo de la organización se establece la forma de participación de


los Estados8 celebrantes del tratado que al ser ratificado, forman parte de la
organización. Se entiende que la participación en una OI es un acto voluntario del

6
Son escasos los supuestos en los que la creación de una OI tiene un límite temporal; el
caso más conocido es el de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, creada en
1951 y cuyo plazo de vigencia se limitó a 50 años. Transcurrido dicho plazo, sus
competencias fueron asumidas por la Comunidad Europea.
7
El Tratado de Amistad, Colaboración y Asistencia Mutua o Pacto de Varsovia, era un
acuerdo de naturaleza militar, firmado en 1955, por todos los países de Europa del Este
a excepción de Yugoslavia. Surgió como contrapunto a la OTAN. l Pacto de Varsovia…
8
Lo más habitual es que la pertenencia a una OI sea una cuestión de Estados; sin
embargo, podemos encontrar excepciones a esta regla, como ocurrió con la admisión de
Bielorrusia y Ucrania en la ONU, en 1945, a pesar de no ser Estados independientes
sino federadas entonces en la URSS o los de Filipinas y la India, al haber sido admitidas
también en la ONU sin haber alcanzado la independencia. Asímismo, la UE es miembro
de muchas OOII, a pesar de ser una OI, llegando también a darse el caso de que el
tratado constitutivo de una OI prevea la posibilidad de que se incorporen a ella
territorios no autónomos, como ocurre en la UPU, siempre que dicho territorio tenga un
servicio postal independiente del Estado del que depende.
Estado, que evidentemente puede estar condicionado por cuestiones políticas. Pero, de
la otra parte, el tratado constitutivo puede establecer determinadas condiciones para que
un sujeto de DI pueda ser admitido como miembro. En este sentido, por ejemplo, en la
lección siguiente se analizarán las condiciones para ser miembro de la ONU.
Por otra parte, la condición de miembro de una organización puede perderse de forma
voluntaria en el supuesto de que un miembro decida retirarse de la organización en cuyo
caso habrá que estar a los que se establezca en el tratado constitutivo. Tal fue el caso de
los Estados Unidos cuando decidieron retirarse en 1984 de la UNESCO, retirada que
tuvo efectos un año después de la comunicación a la organización en tal sentido, de
acuerdo con lo que establecía el tratado constitutivo de la UNESCO al respecto. Pero
también es posible que el tratado constitutivo no establezca la forma de retirada como
ocurre en el caso de la ONU o de la EU, hasta su versión del 2009 (Tratado de Lisboa).
En estos casos la doctrina tiene establecido que a pesar de que no exista dicho
procedimiento, la permanencia en una OI es sobre la base de la cláusula rebus sic
stantibus.
Asimismo, existen otros dos supuestos que afectan a la participación de un miembro en
una OI, en concreto, la ausencia de participación en algunas actividades de la
organización, como propició Francia en el seno de la CEE en 1965 (práctica que se
conoció como crisis de la silla vacía) y la exclusión, que es la pérdida de la condición de
miembro de la organización en contra de la voluntad de éste y que puede ser temporal o
definitiva de acuerdo con un criterio meramente temporal o bien mediante la suspensión
temporal de alguno de los derechos del miembro. Así, por ejemplo, la Carta de la ONU,
prevé en su art. 6 la posibilidad de expulsión de un miembro que viole repetidamente los
principios de la Carta y, en su art. 5 la suspensión del ejercicio de los derechos de la
condición de miembro, caso de haber sido objeto de acción preventiva o coercitiva del
CdeS.
La participación en una organización internacional, puede ser plena o menos plena.
Respecto de la primera, la adquisición del estatuto de miembro de una OI puede
lograrse desde el momento inicial de su constitución o bien en un momento posterior al
mismo. Los primeros son los miembros originarios mientras que los segundos son los
admitidos, quedando en este caso este grupo condicionado al cumplimiento de los
requisitos que en el tratado constitutivo se les exijan y normalmente condicionado a su
capacidad de cumplimiento de las obligaciones inherentes al mismo o bien cualesquiera
otras como el cumplimiento por el candidato de algún requisito que no afectaría a los
fines de la organización (como ocurre en la exigencia de que los candidatos a la UE,
sean países democráticos). En cualquiera de los casos, una vez conseguido el estatus de
miembro, la igualdad de derechos, es la norma.
El segundo de los aspectos, es decir, la participación restringida de un miembro,
independientemente de su calificación por el tratado constitutivo de la OI, supone la
restricción de alguno de los derechos inherentes a la calidad de miembro de pleno de
derecho. Son dos las figuras más habituales sobre la materia, a saber: los observadores y
los asociados. La condición de observador, es reconocida por alguna OI a otros sujetos
de DI para que puedan participar en las deliberaciones de alguno de sus órganos y que
algún caso, es el paso previo para su incorporación como miembro de pleno derecho.
Así, mientras que el estatuto de miembro asociado abarca una multitud de situaciones
distintas (muchas veces son la antesala a la plena incorporación), supone el derecho a
participar en las reuniones de alguno de sus órganos pero sin derecho a voto. La UE ha
concluido con numerosos países acuerdos de esta naturaleza y son muchos los Estados
terceros que gozan del estatuto de Estado asociado, como con Marruecos o Turquía,
entre otros muchos.

7. ÓRGANOS.

Mediante la creación de los órganos de las OOII, es decir, de su entramado institucional,


bien sea en el tratado constitutivo o en sucesivas reformas, la OI consigue su actuación
independientemente de la voluntad de los Estados parte y en consonancia con los fines a
los que atiende.
El mecanismo institucional está enmarcado en el tratado constitutivo, aunque no es
infrecuente que el mismo también pueda estar expresado en protocolos adicionales a ese
tratado, en una reforma posterior del mismo (piénsese en las innumerables reformas que
han tenido los tratados originarios de la actual UE) o incluso que se haya modificado
mediante normas de derecho derivado de la propia OI. Del estudio de la práctica
institucional, podemos adelantar lo variado del sistema institucional de cada OI, no
obstante lo cual, podemos adelantar que suelen existir los siguientes órganos:
a) Un órgano interestatal compuesto por representantes de los Estados miembros y
que expresan la voluntad de éstos ante la OI. De hecho, este tipo de órganos a su
vez pueden ser plenarios, si participan todos los miembros de la organización
(AG de la ONU) o de forma restringida (CdeS de la ONU, donde sus quince
miembros, cinco tienen un posición privilegiada al ser permanentes y los otros
diez son elegidos por un período de dos años atendiendo a criterios de
representación geográfica).
b) De acuerdo con la función que representan, los órganos pueden ser deliberativos
en los que se adoptan las grandes líneas de actuación de la OI, los órganos de
decisión, en los que se toman las decisiones ejecutivas, los órganos
administrativos que se limitan a implementar lo acordado por los otros.
Finalmente, en algunas de ellas, existen los órganos de control judicial (tipo
tribunal), político (atribución dada a las Asambleas tipo el Parlamento Europeo)
o incluso financiero (como los tribunales de cuentas) y por último, los órganos
consultivos, como ocurre en la UE con el Comité Económico y Social y en el
que se ven representados los Estados miembros en sus intereses económicos y
sociales.
c) Órganos compuestos por funcionarios de la propia organización que atiendan a
los intereses de ésta y que desempeñen labores propias de la misma como
administrativos o judiciales.
d) En algunas organizaciones se crean órganos paritarios, como ocurre entre la
OIT, con los comités paritarios entre representantes de los gobiernos, las
patronales y los sindicatos, modelo similar al de los comités sectoriales en la UE
en los participan igual número de representantes de las patronales y los
sindicatos, moderados por un representante de la Comisión.

8. ADOPCIÓN DE ACUERDOS.

Las OOII, como asociaciones que son capaces de adoptar decisiones distintas de las
voluntades de sus miembros en el seno de sus órganos, correspondiendo a cada
organización el mecanismo en el que se forma sus acuerdos, lo cual está expresada en el
tratado constitutivo. Las formas más características de adopción de decisiones son:
a) Unanimidad. Es la forma de adopción de decisiones más respetuosa con la
voluntad de los miembros desde el momento en que para su funcionamiento se
exige el voto favorable (o al menos no votar en contra) de todos sus miembros.
Este mecanismo de adopción de decisiones hace terriblemente complicado el
conseguir el acuerdo suficiente para que la propuesta salga adelante. De hecho,
tanto la ONU como la UE se han visto en algún momento prácticamente
paralizadas por la incapacidad de sus miembros en llegar a un acuerdo unánime
en una materia cuando así estaba previsto.
b) Consenso. Se trata de la adopción de una decisión por un órgano, sin necesidad
de acudir a la votación, para lo que es necesario la propuesta de un texto que se
va perfilando hasta que es asumible por todos los miembros. Es el modelo
utilizado por el Consejo Europeo de la UE.
c) Los sistemas de mayoría. Es el modelo más utilizado en la adopción de
decisiones y normalmente funciona sobre la base de una mayoría (la mitad más
uno de los miembros) o mayoría cualificada (2/3 de los miembros), bien
entendido que cada miembro es un voto o bien un número de votos previamente
asignados conforme a criterios económicos, poblacionales, económicos o una
mezcla de todos ellos y sin perjuicio de cualquier otra regla que pudiera ser
prevista. Es el modelo de adopción de decisiones utilizado hoy por el Consejo de
Ministros de la UE.

9. LOS MEDIOS DE ACCIÓN DE LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES:


RECURSOS DE PERSONAL Y FINANCIEROS.

Para la consecución de los fines atribuidos a la OI, además de los medios para la
adopción de decisiones ya visto, es necesario también que la OI tenga a su servicio
funcionarios que estarán a su servicio y unos recursos financieros.
Respecto del recurso de personal, es admitido que las OOII pueden contratar de forma
temporal o definitiva agentes a su servicio. El modelo de contratación es de lo más
variado y pueden desarrollar actividades, entre las que podemos destacar:
a) Los funcionarios internacionales en sentido estricto, es el personal adscrito de
forma permanente y exclusiva al servicio de una OI y hoy, cada día más regida
por un régimen estatutario propio y cada da más similar en aspectos como el
secreto profesional o la obediencia jerárquica, a los sistemas de derecho
continental. Tienen un modelo de retribución propio establecido en su estatuto,
así como un modelo fiscal privilegiado que le exime de contribuciones
personales por razón de su salario en el país donde desempeña sus funciones.
Tienen por último un sistema disciplinario también propio, sin perjuicio de las
garantías jurisdiccionales que se les garanticen a través de órganos judiciales
como el Tribunal Administrativo de ONU o el Tribunal de Primera Instancia de
la UE.
b) Los miembros de los órganos intergubernamentales de la organización, que
adquieren su estatuto en su calidad de representante de los Estados.
c) Los agentes temporales, que son personal de todo tipo que trabajan
eventualmente para la OI, muchas veces no a través de una remuneración
periódica mientras dura su vinculación sino con una remuneración total por los
servicios prestados y son profesionales que su vida laboral está en campos
concretos en los que son especialistas.
d) Los miembros de los tribunales de la organización, que tienen su vinculación
con esta mientras que dura su mandato y con los privilegios, inmunidades e
independencias propias de su cargo.
Para terminar, haremos referencia a los recursos financieros de las OOII, muchas veces
su talón de Aquiles. Los recursos de éstas deben atender a la consecución de los fines
para los que fueron creadas. Normalmente, el modelo de financiación se sostiene sobre
contribuciones obligatorias y no obligatorias de los Estados. Las obligatorias, están
expresadas siempre en los tratados constitutivos como el sistema de financiación
ordinaria de la OI y son imperativas para los miembros, expresándose también el
criterio de distribución de los gastos en el caso de que el modelo sea distinto para cada
uno de ellos, reparto que suele hacerse sobre la base de criterios poblaciones, de
capacidad económica o cualquier otro. Este es el caso de la ONU, donde Estaña
contribuye, por ejemplo, con un 2.25% aproximadamente del presupuesto anual de la
organización, en tanto que organizaciones como la OPEP, todos los miembros abonan la
misma cuota. Junto a las contribuciones obligatorias, tenemos las voluntarias y que
atienden a gastos específicos de la organización; es el caso de la financiación de las
9
operaciones de paz y seguridad de la ONU. Existen, sin embargo, otros modelos de
financiación, como ocurre en la UE, en la que desde 1970, se puso en marcha un
modelo de financiación basado fundamentalmente en recursos de naturaleza fiscal,
como exacciones fiscales procedentes, entre otros, de intercambios con países terceros,
las multas que eventualmente las instituciones comunitarias impongan a los Estados
miembros por infracciones del Derecho Comunitario Europeo e incluso un porcentaje
del Impuesto del Valor Añadido (IVA) recaudado en todo los países miembros y que
9
Cfr. asunto “Certain expenses of the United Nations (Article 17, paragraph 2, of the
Charter). Advisory opinion of 20 july 1962. ICJ Reports 1962, pág. 151.
periódicamente lo fijan en el Consejo de Ministros y que está en torno al 1.1% del total
del IVA recaudado por todos los Estados miembros.
Evidentemente este modelo de financiación comunitaria es el más deseable para que la
organización pueda cumplir sus objetivos sin la presión a la que muchos Estados suelen
acudir al retrasar sus cuotas anuales, acumulando unas deudas astronómicas con la
organización y que las lleva a una asfixia económica.

10. INMUNIDADES Y PRIVILEGIOS DE LAS OOII.

No es extraño en la práctica internacional que en el ámbito de las OOII, en su tratado


constitutivo, se establezca el reconocimiento de ciertos privilegios tanto para sus
agentes como sus locales. En este sentido y para evitar enumeraciones innecesarias,
traeremos a colación el art. del Pacto de la SdeN que reconocía tales derechos en su art.
7, punto 4 y 5 o el art. 105 de la Carta de la ONU establece que la Organización gozará
en el territorio de cada uno de sus miembros, de los privilegios e inmunidades
necesarios para la realización de sus propósitos y los representantes de los miembros de
la Organización y sus funcionarios y gozarán también de los privilegios e inmunidades
necesarios para el ejercicio con independencia de sus funciones. Esta previsión inicial,
se vio complementada por la res. de la AG de 13 de febrero de 1946.10
Las inmunidades y privilegios de los OOII, pueden agruparse en cuatro categorías
fundamentales, como nos recuerda SORENSEN:11
a) Inmunidad de jurisdicción.
b) Inviolabilidad de locales y archivos.
c) Privilegios monetarios y fiscales.
d) Liberad de comunicaciones.

10
Instrumento de Adhesión de España a la Convención sobre privilegios e inmunidades de Naciones
Unidas, aprobada por la AG 22 (I), el 13 de febrero de 1946, publicada en BOE nº 249, de 17 de octubre
de 1974.
11
Cfr. SORENSEN, M.: Manual… Op. cit. pág. 445.

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