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Kiara: Buenos días, espero que se encuentren bien el día de hoy, quien les habla es Kiara

Dayana Rubio Asto, estudiante del tercer año C del Colegio San Martin de Porres soy una
integrante de “Reseñas Literarias KMD”, y el día de hoy hablaremos sobre los dos cuentos
escogidos llamados “El sueño del Pongo” y la “Agonía de Rasu-Ñiti”, del autor José María
Arguedas.

Mariana: Buenos días soy Mariana Lucía Zavala Lázaro y hablaremos sobre su biografía del
autor, nació el 18 de enero de 1911 en Andahuaylas. Sus padres fueron Víctor Manuel
Arguedas Arellano y Victoria Altamirano Navarro, nació en el seno de una familia criolla y
aristócrata por parte materna, quedó huérfano de madre a los dos años y medio de edad, con
respecto a sus estudios en el años 1931 ingresó a la facultad de letras de la Universidad de San
Marcos, allí se licencio en literatura, se recibió de bachiller en 1957 y de doctor en 1963. En
1933 publicó su primer cuento llamado “WARMA KUYAY”, fue publicado en la revista Signo. En
1935 publicó “AGUA”, su primer cuento, que obtuvo el segundo premio de la revista
americana de Buenos Aires u que inauguró una nueva época en la historia del indigenismo
literario. Siguiendo con sus estudios, en 1941 empezó a desempeñar el profesorado, hasta
1949. Ejerció también como funcionario en el Ministerio de Educación, poniendo en evidencia
su interés por preservar y promover la cultura peruana. Entre los años 1958 y 1968 fue
catedrático de Etnología en la Universidad de San Marcos y de 1962 a 1969 en la Universidad
Agraria La Molina. Murió de un tiro en la cabeza el 28 de noviembre de 1969, falleciendo tras
cuatro días de agonía el 2 de diciembre, a los 58 años de edad.

Danitza: Buen día yo soy Kiara Dayana Rubio Asto, uno de los cuentos que José María Arguedas
escribió fue el sueño del Pongo, este cuento nos narra acerca de cómo un hombrecito de
ánimo muy débil, pequeño y de cuerpo frágil, se dirigía hacia una hacienda para realizar las
cosas que se le indicaba, al llegar el patrón se burló del hombrecito. El patrón siempre le
mandaba a hacer sus labores y él siempre los cumplía, no hablaba con nadie, trabajaba callado
y comía en silencio. El patrón siempre lo trataba mal, a pesar que el hombrecito siempre le
obedecía, el pongo siempre se iba un rato a rezar el Ave María, pero el patrón cuando se daba
cuenta, le hacía que imitara a un perro o a una vizcacha para que el pongo deje de rezar, y
siempre empujaba en la cabeza al pongo delante de toda la servidumbre, le obligaba a que se
arrodille, el pongo le obedecía, cuando se arrodillaba el patrón le daba suaves golpes en la
cara. Todos los días hacía con el pongo lo mismo, pero un día por la tarde el pongo quiso
hablar con el patrón y el patrón se sorprendió y le dijo que hable, el pongo empezó a decirle
que había soñado que los dos habían muerto juntos, y que aparecieron frente al gran padre
San Francisco, estaban desnudos, el padre los examino pesando el corazón de cada uno y el
padre San Francisco dijo que viniera uno de los ángeles más hermoso y que le acompañe otro
ángel más pequeño y que sea hermoso. Mando que trajeran una copa de oro llena de miel de
chancaca más transparente y dio la orden que al patrón le cubriera con la miel, el ángel
obedeció y derramo la miel sobre el patrón, después el padre San Francisco dijo que venga el
ángel de menos valor y que traiga un tarro de gasolina excremento humano, de pronto un
ángel viejo se apareció y el Padre ordeno que cubriera al pongo con la gasolina excremento
humano, el ángel hizo caso y lo cubrió. El padre San Francisco volvió a mirarlos y les ordeno
que se laman el uno al otro, por un largo tiempo; el viejo ángel rejuveneció y el padre le dijo
que vigilara para que su voluntad se cumpliera.

Kiara: El sueño del Pongo me pareció muy bonito e interesante, porque nos enseña a como dar
un buen trato y no humillar a las personas por más débiles que sean.

Mariana: El cuento nos deja como mensaje que debemos tratar bien a nuestro prójimo así sea
la persona más débil, porque el trato que nosotros brindamos será la manera en que nos van a
tratar.
Danitza0: También está el cuento titulado “La Agonía de Rasu-Ñiti”, este cuento nos habla
acerca de los últimos momentos del indio Pedro Huancayre, quien es un danzante de tijeras o
danzak, quien fue avisado por el Wamani (cóndor) que va a morir y con las pocas fuerzas que
le queda a Rasu-Ñiti se levanta empieza a hacer una danza, sus hijas le escuchan y lo van a ver
junto con su mamá, llegan y su esposa le pregunta si ya se despide y el indio le dice que el
corazón avisa, el indio manda a que sus hijas llamen a Lurucha (el arpista) y don Pascual (el
violinista). Y realizan una ceremonia que sorprende a su familia y a su discípulo Atok´ sayku.
Mientras que Rasu-Ñiti va danzando a la vez va muriendo y cuando llega el momento final
Lurucha el arpista toca el Yawar Mayu, el cual es la melodía que finaliza el proceso de la agonía
de Rasu-Ñiti. Él entrega su espíritu a su discípulo Atok´ sayku, su discípulo continua sus pasos
pero con una melodía diferente, el Wamani transciende de un danzante a otro para que así se
pueda dar la continuación de la tradición y la supervivencia de la cultura andina.

Kiara: Este cuento me pareció muy hermoso y a la vez muy llamativo, porque nos narra cómo
Rasu-Ñiti fue avisado por Wamani que iba a morir, y este a la vez que danzaba su surpo iba
muriendo poco a poco.

Mariana: El mensaje que nos deja este cuento es que tenemos que preservar las danzas
tradicionales como es el caso de la danza de las tijeras, nunca se debe perder las danzas
porque son parte de una herencia que nos ha dejado nuestros antepasados.

Danitza: José María Arguedas era un autor que tiene distintas obras y cuentos, estos son muy
interesantes, les recomiendo leerlos y también escuchen y compartan nuestro podcast, que
tengan buen día.

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