Book - Resolucion de Conflictos - Español PDF

RESOLUCIÓN DE
CONFLICTOS
MINISTERIALES
HABILIDADES DE MANEJO
Dr. Adrian Najera

Tabla de Contenidos
INTRODUCCIÓN: 3
CAPÍTULO
1 Pautas Fundamentales Para Resolución 4
de Conflicto en la Iglesia
2 La Mentalidad Correcta en el Conflicto 17
3 Verdades sobre el Conflicto 35
4 A: Analizar el Conflicto 42
5 C: Comportamiento del Conflicto 51
6 C: Consolida tus Intereses 62
7 I: Identifica los Involucrados 70
8 Ó: Objetiva Comunicación 79
9 N: Negociando la Resolución 91
10 Lidiando con Gente Dificultosa 108
ASIGNATURA 115
Resolución de Conflictos Introducción
INTRODUCCIÓN
A veces, los líderes dentro de la iglesia pueden no

estar equipados para resolver el conflicto. Es posible
que carezcan de capacitación y habilidades o que
estén sesgados a favor o en contra de una de las
partes o que no todos los participantes en el conflicto
los tengan en alta estima o que no estén dispuestos
a invertir el tiempo y la energía necesarios para
resolver el conflicto. No siempre es fácil encontrar
líderes capacitados, imparciales y respetados que
estén dispuestos a invertir el tiempo y la energía
necesarios para resolver conflictos. A pesar de las
mejores intenciones, los líderes de la iglesia pueden
encontrar que la controversia está ganando
velocidad y sentirse impotentes para detenerla o
dirigirla. Las iglesias esperan hasta que la discordia
se asemeja a un tren fuera de control. Sería mucho
más productivo hacerlo antes, incluso antes de que
comience un enfrentamiento. La capacitación en
manejo de conflictos es de gran beneficio para
cualquier iglesia en cualquier momento. Incluso en
tiempos de paz y armonía, inevitablemente surgirán
pequeñas tensiones. Un poco de capacitación en
manejo de conflictos puede contribuir en gran
medida a resolver un desacuerdo antes de que haya
tenido la oportunidad de intensificarse.
Una vez que las tensiones se intensifican hasta

convertirse en un conflicto que no puede ser
manejado de manera efectiva por los internos, un
consultor de conflictos se convierte no solo en una
buena idea, sino también en una necesidad.
¿Serás tú?
3
Resolución de Conflictos Pautas Fundamentales
CAPÍTULO 1
PAUTAS FUNDAMENTALES PARA
RESOLUCIÓN DE CONFLICTO EN LA IGLESIA
Si vamos a enumerar las habilidades que los líderes

de la iglesia deben poseer, el manejo de conflictos
debe ser una de ellas. Las realidades de la vida de
la iglesia dictan la importancia de esta tarea ya que
ninguna iglesia parece estar exenta de desacuerdos,
malentendidos y similares. Acéptelo, somos un
grupo diverso de personas con diferentes
personalidades, preferencias y antecedentes. Ya sea
que los problemas sean suyos como líder o entre el
cuerpo, debe tratarlos antes de que se conviertan en
divisiones. ¿Por qué? Contradice el camino del amor
y por ende, nuestro testimonio. — “En esto
conocerán todos que sois mis discípulos, si os amáis
los unos a los otros.” (Juan 13:34-35)
El propósito de la iglesia proporciona la razón

por la cual el manejo de conflictos es importante
para los líderes.
Cuando alineamos nuestros propósitos como iglesia
con lo que Jesús declaró como los más grandes
mandamientos, giramos lo que hacemos como
iglesia en torno a amar a Dios y amar a los demás.
El tema clave a recordar cuando se trata de un
conflicto en la iglesia es que nuestro mayor propósito
debe ser doble. ¿Cómo vamos a cumplir nuestro
propósito de amar a Dios si hay discordia en la
iglesia?
4
Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a
su hermano, es mentiroso. Pues el que no
ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo
puede amar a Dios a quien no ha visto? Y
nosotros tenemos este mandamiento de Él: El
que ama a Dios, ame también a su hermano.
1 Juan 4:20-21
Para priorizar a Dios, debemos reconciliarnos

unos con otros.
Quizás Jesús tenía esto en mente cuando pronunció
las palabras en Mateo 5:23-24. — “Por tanto, si
estás ofreciendo tu ofrenda en el altar y allí te
acuerdas de que tu hermano o hermana tiene algo
contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar. Ve
primero y reconcíliate con ellos; entonces ven y
ofrece tu regalo. Acababa de terminar de decir que la
ira y el juzgar a los demás, no solo asesinar a
alguien, tiene graves consecuencias (v. 20-22). “Por
lo tanto” (v. 23), dijo, si vas a adorar a Dios, ponte
bien con la gente “primero”. — “Porque el que no
ama a su hermano y a su hermana, a quienes ha
visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto”.
La reconciliación en el conflicto es importante

para todo el cuerpo y la causa de Cristo.
El Apóstol Pablo suplicó a dos mujeres en la iglesia
de Filipos que “sean del mismo sentir en el
Señor” (Filipenses 4:2). Animó a otros a que también
se unieran a ellos y los ayudaran a reconciliarse.
Hay demasiado en juego para que los líderes de la
iglesia ignoren el conflicto, incluso si es entre otros
en el cuerpo. No cumpliremos nuestro propósito de
amar a Dios si se permite que la división o las
contiendas se enconen en el cuerpo. — “Quien ama
5
a Dios debe amar también a su hermano y a su
hermana”.
No todo conflicto es malo

Nos reunimos en la Iglesia con ideas preconcebidas
y formas preprogramadas de hacer las cosas. El
conflicto está destinado a ocurrir cuando las ideas
chocan, las filosofías no se solidifican y la
metodología difiere. El objetivo de ponernos unos a
otros en la misma sintonía “en Cristo”, por lo tanto,
viene con sus desafíos.
¿Cuál es la diferencia entre el conflicto bueno y

el malo?
Si por conflicto estamos hablando de falta de
acuerdo, puede que no sea algo malo. A menudo,
cuando superamos bien el conflicto, llegamos a un
lugar mejor del que podríamos haber estado sin el
desacuerdo.
Si, por el contrario, estamos hablando de chocar de

tal manera que sean antagónicos entre sí, no es
bueno. Cuando los desacuerdos se vuelven
divisivos, rompiendo nuestra unidad y comunión en
Cristo, es un conflicto malo. Dios nos manda a “vivir
en armonía unos con otros” (1 Pedro 3:8).
¿Cuándo se vuelve malo el desacuerdo?

Cuando tratemos de resolver nuestras diferencias,
habrá ocasiones en las que estemos en desacuerdo
unos con otros. El desacuerdo se convierte en un
mal conflicto cuando no se alinea con nuestro
propósito de amar a Dios y amar a los demás. Las
relaciones despojadas de amor durante el conflicto
no solo dañan la comunión mutua, sino que también
6
deshonran a Dios e incluso ponen en duda nuestro
amor por Él. Véase 1 Juan 4:20-21.
El conflicto debe permanecer dentro de los

parámetros del amor de Dios. Eso significa que las
características que definen el amor deben estar
presentes en todo momento. Deberíamos poder
resolver nuestras diferencias sin desobedecer los
Grandes Mandamientos. Si no lo hacemos, nuestros
desacuerdos se han convertido en malos conflictos.
La próxima publicación analizará los rasgos en 1
Corintios 13 como una prueba de fuego para el
conflicto de la iglesia.
Una prueba de fuego para el conflicto de la iglesia

El conflicto se vuelve malo cuando se sale de los
parámetros del amor de Dios. Quizás podamos usar
los rasgos enumerados en 1 Corintios 13 como
nuestra prueba de fuego para el conflicto de la
iglesia como "el amor nunca falla" (v. 8). Encontrará
que algunos de los rasgos están redactados
positivamente y otros negativamente. Necesitamos
la presencia de ciertos rasgos y la ausencia de otros
para que nuestros desacuerdos se mantengan
sanos y alineados con nuestro propósito de amar a
Dios ya los demás.
La prueba de fuego para el conflicto de la iglesia

incluye rasgos positivos y no debe revelar
ciertos rasgos negativos.
El amor es la prueba de fuego para el conflicto de la
iglesia
7
Para cumplir nuestro propósito de amar a Dios y a
los demás, debemos demostrar estos rasgos
positivos en conflicto:
• Paciente
• Amable
• Siempre protege
• siempre confía
• siempre espera
• siempre persevera
Para cumplir nuestro propósito de amar a Dios y a
los demás, debemos guardarnos de estos rasgos
negativos en conflicto:
• Envidiar
• Jactancioso
• Orgulloso
• deshonrar
• Egoísta
• Se enoja fácilmente
• Mantener un registro de los errores
• Deleite en una mentira en lugar de la verdad
El conflicto ocurrirá, pero no es momento de dejar de
lado nuestro propósito de amar a Dios ya los demás.
En todo caso, es un momento para adherirse aún
más y trabajar para lograrlo.
Pautas breves para prevención del conflicto

Se necesita cierto tipo de clima para cultivar
reacciones sanas, como las de Cristo, ante las
diferencias, los desacuerdos y los errores. Podemos
aprender cómo construir el tipo de ambiente para
prevenir conflictos mirando los mandamientos de las
Escrituras de “unos a otros”. Se enumeran a
continuación para mostrar cómo se necesitan no
8
solo las palabras correctas sino también las
acciones y, en esencia, las actitudes correctas para
prevenir conflictos.
El tipo de actitudes que previenen el conflicto

• Acéptense unos a otros (Romanos 15:7)
• Soportaos unos a otros (Efesios 4:2)
• Ser dedicados los unos a los otros (Rom. 12:10a)
• Perdonarse unos a otros (Efesios 4:32)
• Honraos los unos a los otros (Romanos 12:10b)
• Sean bondadosos unos con otros (Efesios 4:32)
• Amaos los unos a los otros (Romanos 13:8)
• Sométanse unos a otros (Efesios 5:21)
El tipo de palabras que previenen el conflicto
Amonestarnos unos a otros (Col. 3:16)
• Edificaos unos a otros (Romanos 14:19)
• Consolaos unos a otros (1 Tesalonicenses 4:18)
• Confesaos vuestras faltas unos a otros (Santiago
5:16)
• Anímense unos a otros (1 Tesalonicenses 5:11)
• Saludaos unos a otros (Romanos 16:16)
• Sean honestos unos con otros (Col. 3:9)
• Sean bondadosos unos con otros (Efesios 4:32)
• Oren unos por otros (Santiago 5:16)
• Estimularse unos a otros (Hebreos 10:24)
El tipo de acciones útiles en la prevención de
conflictos
• Sobrellevad las cargas los unos de los otros
(Gálatas 6:2)
• Cuídense unos a otros (1 Corintios 12:25)
• Compañerismo unos con otros (1 Juan. 1:7)
• Sean hospitalarios unos con otros (1 Pedro 4:9)
• Oren unos por otros (Santiago 5:16)
9
• Servirnos unos a otros (Gálatas 5:13)

Pautas breves para resolución del Conflicto
¿No sería genial si todos en la Iglesia se llevaran
bien todo el tiempo y no tuvieras que resolver
conflictos? ¡Quizás estés pensando en lo mucho
más fácil que sería tu trabajo como líder! Idealmente,
todos en la Iglesia deberían poder unirse “en Cristo”
aceptándose y amándose verdaderamente unos a
otros a pesar de nuestras diferencias. Sin embargo,
de manera realista, eso no sucederá de este lado de
la eternidad por al menos tres razones:
1) La Iglesia está formada por seres humanos

caídos. Aunque redimidos, todavía tenemos esa
naturaleza pecaminosa que puede asomar su fea
condición cuando no andamos en el Espíritu
(Gálatas 5:13-26).
2) Tenemos un enemigo que busca devorar y dividir.

Si no nos mantenemos alerta y con dominio propio
(1 Pedro 5:8), Satanás puede ganar algo de terreno
cuando no nos mantenemos firmes vestidos con
toda la armadura de Dios (Efesios 6:11-17).
3) Cada vez que reúnes a un grupo diverso, como lo

hizo Dios al formar la Iglesia (Efesios 2:13-22),
vamos a encontrar una gran variedad de opiniones,
preferencias y estilos. No siempre vamos a estar de
acuerdo.
Dios sabía que el conflicto sucedería en la Iglesia. Él

ya proporcionó la respuesta para resolver el conflicto
en la forma en que diseñó el funcionamiento del
cuerpo.
10
Ayuda para resolver conflictos
Estos dos puntos pueden ayudarnos a
reconectarnos en tiempos de conflicto:
• El recuerdo de quiénes somos en Cristo forma la
base para resolver los conflictos.
• La reciprocidad del cuerpo y con el cuerpo de
Cristo ayuda a resolver los conflictos.
Tomando responsabilidad ante el conflicto

Como miembros del Cuerpo, tenemos una
responsabilidad, seamos o no parte de ese conflicto.
Recuerde, como se discutió en una publicación
anterior, somos miembros unos de otros. Eso
significa que lo que afecta a un miembro afecta a
todos.
“Una de las lecciones mas importantes que

aprendí en el ejércitoAdrian
fue; el Najera
verdadero líder
acepta la responsabilidad de la situación, e
incluso puede aceptar la culpa, con tal que
la situación se resuelva”
“El conflicto nunca lograra alcanzar

resolución mientras continuemos
apuntando el dedo al prójimo, y esto aplica
tanto en la iglesia, como en la familia”
“hasta que acepté mis errores, admití que

yo era el problema aquí (aunque todavía no
le veía la lógica), hasta ese entonces se
resolvió el problema”
Adrian Najera
11
Responsabilidad cuando soy parte del conflicto
de la iglesia
El comienzo de Romanos 12 habla de cómo somos
miembros unos de otros en el cuerpo. Luego
enumera una serie de mandatos sobre cómo
debemos relacionarnos entre nosotros, incluido el
ser devotos unos de otros y vivir en armonía unos
con otros. El versículo 18 se enfoca en la
responsabilidad de los miembros individuales del
cuerpo para que esto suceda diciendo: “Si es
posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en
paz con todos” (Rom. 12:18).
Romanos 14 trata de problemas que muy a menudo

causan división en la iglesia... asuntos negociables.
A lo largo del capítulo encontramos referencias a
nuestra responsabilidad personal en estos asuntos.
— “¿Quién eres tú para juzgar al siervo de otro?
Para su propio amo, los sirvientes se sostienen o
caen… Tú, entonces, ¿por qué juzgas a tu hermano
o hermana? ¿O por qué los tratas con desprecio?
Porque todos compareceremos ante el tribunal de
Dios. … Así pues, cada uno de nosotros dará cuenta
de sí mismo a Dios. … Por lo tanto, hagamos todo lo
posible para hacer lo que conduce a la paz y a la
edificación mutua”. (Romanos 14:4-19)
Y, no podemos eludir versículos como los siguientes;

Mateo 5:23-24; 7:4-5; 2 Corintios 5:10.
No importa quiénes somos, o qué posición

ocupamos, todos debemos “ser solidarios,
compasivos, amarnos unos a otros, compasivos y
humildes” (1 Pedro 3:8). Como lo expresa la NASB,
"todos ustedes sean armoniosos", lo que significa
12
que cada uno de nosotros tiene la responsabilidad
de hacer su parte para vivir en armonía unos con
otros.
Líderes: ¡Estos versículos también los incluyen a

ustedes! Pero, como pastores, tienen una
responsabilidad aún mayor de ser “ejemplos para el
rebaño” (1 Pedro 5:2-3).
Responsabilidad cuando no soy parte del

conflicto
Claramente podemos ver que tenemos una
responsabilidad personal sobre cómo tratamos los
conflictos. Pero, ¿qué pasa con el conflicto dentro de
la Iglesia que no tiene nada que ver con nosotros?
¿Deberíamos ignorarlo? ¿Tomar bandos? ¿Orar por
ellos? ¿O ayudarlos?
Quizás nos ayude la situación de conflicto en la

iglesia de Filipos entre dos de sus mujeres.
Ruego a Evodia y a Síntique que sean del

mismo sentir en el Señor. Sí, y te pido a ti, mi
fiel compañero, ayuda a estas mujeres que han
luchado a mi lado en la causa del evangelio,
junto con Clemente y el resto de mis
colaboradores, cuyos nombres están en el libro
de la vida. (Filipenses 4:2-3)
El Apóstol Pablo ni siquiera estaba físicamente

presente, pero habiendo oído hablar de este
conflicto, estaba tan preocupado que "rogó" a las
mujeres que se reconciliaran. Pero no se detuvo allí,
le pidió a alguien más que “ayudara a estas mujeres”
ya que todas eran miembros unas de otras y
13
participantes juntas en la causa del evangelio. Había
demasiado en juego como para permitir que este
conflicto empeorara. Note que Pablo los exhortó a
“ser del mismo sentir en el Señor” no que tenían que
estar de acuerdo unos con otros.
Líderes: Es posible que no siempre seas el que

traiga directamente la resolución del conflicto dentro
de la iglesia, pero tienes la responsabilidad de guiar
el proceso. Cuando usted es el que debe ayudar,
cuídese de tomar partido. Ayude a las personas a
encontrar su comunidad y comunión en el Señor
como miembros unos de otros. Si es necesario,
ayúdelos a aprender a estar de acuerdo en estar en
desacuerdo sobre ciertos temas, a extender el
perdón y la aceptación, por el bien de Cristo, en su
nombre, para su gloria, por causa de Él.
El conflicto pudiera obstaculizar el cumplimiento

de la Gran Comisión
Si miramos el contexto de la misión de Jesús para
que vayamos y hagamos discípulos (Mateo 28:19),
encontramos otras dos partes que agregan aspectos
importantes a su mandato. El versículo anterior (v.
18) nos deja saber que el discipulado está bajo su
autoridad. El siguiente versículo (v. 20) nos recuerda
que lo hacemos con su presencia constante. Si nos
tomamos el tiempo para pensar en el conflicto en la
iglesia, podemos ver cómo afecta estos tres
aspectos de la Gran Comisión.
3 formas en que el conflicto nos impide

cumplir la Gran Comisión
14
1) El conflicto nos desconecta, potencialmente
descarrilándonos.
Piensa en las palabras de Jesús: “Toda potestad me

es dada en el cielo y en la tierra” (Mateo 28:18). Una
desconexión de Él puede causar una desconexión
de los demás y muy pronto nos descarrilamos.
2) El conflicto nos distrae, disminuyendo

potencialmente el bien eterno que Dios quiere
hacer a través de nosotros.
Piense en el mandato de Jesús de “id y haced

discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y
enseñándoles que guarden todo lo que os he
mandado” (Mateo 28:18-19a). Es difícil concentrarse
en hacer discípulos cuando se está distraído
tratando de apagar el fuego provocado por el
conflicto. Y es difícil para las personas ver el valor de
convertirse en discípulos cuando ven a los cristianos
en desacuerdo unos con otros, no diferentes al
mundo que los rodea.
3) El conflicto empaña nuestra luz al reflejar a

Jesús, destruyendo potencialmente nuestro
testimonio de Él.
Piensa en la promesa de Jesús: “Ciertamente estaré

con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo” (Mateo 28:20). La presencia de Jesús no
solo nos da la confianza para superar nuestras
inseguridades que tan a menudo nos llevan a estar a
la defensiva, sino que también alimenta el deseo
dentro de nosotros de que otros experimenten ese
15
mismo poder en Él. Pero, si todo lo que ven son
nuestras disputas y peleas, su presencia no se
sentirá.
16
Resolución de Conflictos Mentalidad Correcta
CAPÍTULO 2
LA MENTALIDAD CORRECTA
EN EL CONFLICTO
Para navegar bien el conflicto, necesitamos la

mentalidad correcta. La forma en que nos tratamos
externamente es importante, pero la resolución
genuina de conflictos debe venir desde adentro.
Gran parte de la forma en que lidiamos con las
diferencias, las decepciones y las confrontaciones se
relaciona con la forma en que pensamos acerca de
Dios, de nosotros mismos y de los demás.
La actitud de Cristo nos ayuda en el conflicto

¿Qué mejor actitud podemos tener en tiempos de
conflicto que la de Cristo Jesús?
En vuestras relaciones unos con otros, tened

la misma mentalidad que Cristo Jesús: Quien,
siendo en su misma naturaleza Dios, no
consideró el ser igual a Dios como algo que se
pudiera usar en su propio beneficio; más bien,
se despojó a sí mismo al tomar la naturaleza
misma de un siervo, haciéndose en semejanza
humana. (Filipenses 2:5-8)
Que el Dios que da paciencia y consuelo os dé

la misma actitud mental hacia los demás que
tuvo Cristo Jesús, para que unánimemente y
una sola voz glorifiquéis al Dios y Padre de
nuestro Señor Jesucristo. Acéptense, pues,
unos a otros, como Cristo los aceptó a
ustedes, para gloria de Dios. (Romanos
15:5-7)
17
Ambos pasajes usan la palabra griega 'phroneo'
traducida ya sea mentalidad o actitud, de la raíz de
la palabra 'phren' que significa la mente. ¿Cómo
afectó el pensamiento de Cristo su relación con Dios
y con los demás?
La actitud de Cristo en nosotros es nuestro mejor

enfoque en el conflicto. En los versículos anteriores
encontramos dos cualidades del corazón de Jesús
que nos ayudarían mucho en tiempos de conflicto:
1) Humildad
2) Aceptar
Las reacciones correctas en conflicto

¿Cómo “mantenemos relaciones saludables” en la
Iglesia en los días en que vivimos? Las opiniones
varían e incluso pueden ser bastante polarizadoras.
Si bien los líderes de la iglesia no tienen que estar
de acuerdo con todos, sí necesitan las reacciones
correctas en el conflicto, aquellas que son como las
de Cristo.
Para tener las reacciones correctas en el conflicto,

necesitamos la mentalidad correcta, o las actitudes
del corazón, las de Cristo Jesús (Fil. 2:5; Rom. 15:5).
— “Sobre todo cuida tu corazón, porque todo lo que
haces fluye de él.” (Proverbios 4:23)
Cuando lideramos con un corazón como el de Cristo,

reaccionaremos como Él en tiempos de conflicto.
Aquí hay cuatro formas en que Jesús actuó como un
humilde servidor (Filipenses 2:5-8). Piense en las
implicaciones para usted en cualquier conflicto que
pueda enfrentar.
18
1. “Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por
nosotros como ofrenda y sacrificio de olor fragante
a Dios.” (Efesios 5:2)
2. “Cuando le lanzaban sus insultos, él no se

vengaba; cuando sufría, no amenazaba. En
cambio, se encomendó al que juzga con justicia”.
(1 Pedro 2:21-23)
3. “en Cristo Dios te perdonó.” (Efesios 4:31-32)
4. “Por el gozo puesto delante de Él soportó la

cruz” (Hebreos 12:2)
Se necesita el poder de Dios para elevarse por

encima del conflicto
Con demasiada frecuencia, las disputas aumentan
en las iglesias porque no logramos aferrarnos al
poder de Dios para superar el conflicto.
Y Dios nos resucitó con Cristo y nos hizo sentar con

Él en los lugares celestiales en Cristo Jesús, para
mostrar en los siglos venideros las incomparables
riquezas de su gracia, expresada en su bondad para
con nosotros en Cristo Jesús. (Efesios 2:6-7)
Nuestra posición en Cristo nos da poder para

elevarnos por encima del conflicto
Posicionalmente, sentados en los lugares celestiales
en Cristo Jesús, ya estamos en un lugar que nos
daría la perspectiva necesaria para enfrentar el
conflicto de una manera como la de Cristo. Pero,
debido a que no siempre vivimos de acuerdo con
nuestra posición en Él, nos encontramos en un
conflicto malsano.
19
Fue necesario el poder de Dios para levantar a
Jesús, y en consecuencia a nosotros, a esa posición
de victoria sobre el pecado y sus consecuencias
destructivas. Asimismo, se necesitará el poder de
Dios para que vivamos desde esa posición.
Para elevarse por encima del conflicto, regrese al

evangelio
Vivimos en un mundo divisivo de estrés y alta
ansiedad por una variedad de problemas que tiende
a producir personas agitadas, defensivas y enojadas
que atacan a los demás. Desafortunadamente,
también se ha infiltrado en demasiadas iglesias. Tal
hostilidad produce un conflicto que atenúa nuestra
luz y nos impide ser un pueblo que pueda marcar
una diferencia real en este mundo egocéntrico,
autopromotor y autogratificante. Para superar el
conflicto y restaurar nuestro testimonio, debemos
volver al Evangelio para restaurar la unidad que Dios
quiere que experimentemos como su Iglesia.
Cómo volver al Evangelio nos ayuda a superar

los conflictos
Cuando volvemos al Evangelio, recordamos lo que
lograron la muerte y la resurrección de Jesús y en
eso encontramos poder para elevarnos por encima.
1. Posicionalmente, la muerte de Jesús nos

reconcilia con Dios, pero también entre nosotros.
Reunió a dos grupos hostiles para formar un cuerpo
en Él.
Porque él mismo es nuestra paz, que hizo de los dos

grupos uno y destruyó la barrera, el muro divisorio
de hostilidad, anulando en su carne la ley con sus
20
mandamientos y ordenanzas. Su propósito fue crear
en sí mismo una nueva humanidad de los dos,
haciendo así la paz, y reconciliar a ambos con Dios
en un solo cuerpo a través de la cruz, por la cual dio
muerte a su enemistad. (Efesios 2:14-16)
Solo cuando volvamos a la cruz recordaremos

nuestra posición en Él. Si no recordamos, no nos
comportaremos “como es digno del Evangelio de
Cristo” (Filipenses 1:27). En Cristo, a causa del
Evangelio, “estamos firmes en el mismo Espíritu,
combatiendo como uno solo por la fe del
evangelio” (Filipenses 1:27). Debido al Evangelio, las
diferencias de opiniones no tienen por qué
dividirnos, sino que pueden servir para fortalecernos.
Si seguimos volviendo al pie de la cruz, pronto nos
encontraremos actuando como si ya no fuéramos
extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos del
pueblo de Dios y también miembros de su familia...
“edificados juntamente para ser una morada en la
cual Dios vive. por su Espíritu” (Efesios 2:18-22).
2. En la práctica, sólo el Evangelio proporciona

causa y poder suficiente para superar el
egocentrismo que lleva a tanto conflicto.
Y por todos murió, para que los que viven, ya
no vivan para sí, sino para aquel que murió y
resucitó por ellos. De ahora en adelante no
consideraremos a nadie desde un punto de
vista mundano… Por lo tanto, si alguno está en
Cristo, la nueva creación ha llegado. (2
Corintios 5:15-17)
Solo cuando encontramos nuestra identidad y

propósito en Cristo podemos dejar de lado la
21
mezquindad, las disputas y la actitud defensiva que
proviene de los desacuerdos con los demás. Si bien
nos puede importar lo que piensen los demás, en
última instancia, no nos define. Cuando nuestra
importancia proviene de quienes somos en Cristo
Jesús, podemos elevarnos por encima de las
opiniones e incluso de las palabras hirientes de los
demás. En cambio, nos vestimos de “compasión,
bondad, humildad, mansedumbre y paciencia” y
“soportamos unos a otros… y perdonamos como el
Señor nos perdonó”. Y, lo más importante, amamos.
(Col. 3:12-14)
Guiemos a la Iglesia de regreso al Evangelio dando

un ejemplo de lo que significa, tanto posicional como
prácticamente, comportarnos “como es digno del
Evangelio de Cristo” (Filipenses 1:27). Recordemos
unos a otros lo que Jesús hizo por nosotros y el
poder que nos da para ir más allá del derecho a
amarnos unos a otros como Él nos ama (Juan
13:34).
Para elevarnos por encima del conflicto,

debemos orar con los motivos correctos
La variedad de opiniones puede conducir a una
tensión saludable mientras luchamos por llegar a las
mejores decisiones. Sin embargo, si esos
desacuerdos son alimentados por ambiciones
egoístas, el conflicto tiende a convertirse en una
situación insalubre. Para superar el conflicto
necesitamos la ayuda de Dios, pero incluso nuestras
oraciones se verán contaminadas si no oramos con
los motivos correctos.
22
El conflicto o la causa del conflicto afecta la
forma en que oramos
Dado que “el siervo del Señor no debe ser
sentencioso” (2 Timoteo 2:24; 1 Timoteo 3:2-3), el
conflicto con “peleas y contiendas” (Santiago 4:1) no
puede verse como un conflicto saludable sino más
bien como mundanalidad humana (1 Cor. 3:3).
Cuando los desacuerdos se vuelven verbalmente
combativos y crueles, entonces nuestra vieja
naturaleza humana ha aflorado con sus “deseos que
luchan por dentro” (Santiago 4:1).
Ese tipo de actitud y motivación del corazón a

menudo nos impide orar. Es posible que ni siquiera
le pidamos ayuda a Dios (Santiago 4:2) ya que
estamos tratando de impulsar nuestra propia
agenda, no la de Él. Si oramos, a menudo es por
costumbre, para mantener las apariencias o para
tratar de torcer el brazo de Dios para que responda
como deseamos. Luego, cuando el conflicto va de
mal en peor, tal vez con una división inminente, nos
preguntamos por qué Dios no respondió a nuestras
oraciones. Basado en Santiago 4:3, no deberíamos
sorprendernos. — “Cuando pides, no recibes,
porque pides con malos motivos…”
Orar con los motivos correctos para obtener la

ayuda de Dios Elevándose por encima del
conflicto
Unos versículos más adelante, en Santiago 4,
leemos acerca de la ayuda que Dios nos dará para
superarnos: la verdadera gracia al pedir (Santiago
4:3). Dado que Dios “se opone a los soberbios, pero
muestra favor a los humildes”, entonces
necesitamos la humildad para admitir que tal vez
23
nuestros caminos no siempre sean correctos, que no
siempre sabemos qué es lo mejor. Si no llegamos a
ese punto, le abrimos la puerta al diablo para que
entre y haga estragos. Para evitar que eso suceda,
debemos someternos a Dios (Santiago 4:7).
Oramos, “no se haga mi voluntad, sino la tuya” (Lc.
22:42). Admitimos que sus caminos son los mejores,
diciendo: “Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu
voluntad, así en la tierra como en el cielo” (Mateo
6:9-10).
Entonces “nos acercaremos a Dios y Él se acercará”

a nosotros (Santiago 4:8). Cuando humildemente
confesamos nuestro pecado, esos deseos o motivos
impíos, “Él es fiel y justo, y nos perdonará nuestros
pecados y nos limpiará de toda maldad” (1 Juan
1:9). Entonces estaremos listos para guiar a otros a
ese mismo trono de gracia (Hebreos 4:16) para que
juntos nos elevemos por encima del conflicto,
luchando juntos por sus propósitos, siguiendo su
diseño y misión para la iglesia, todo logrado por el
poder que Él provee.
Para elevarse por encima del conflicto, confíe en

la gracia de Dios
¿Qué hacemos cuando no podemos estar de
acuerdo unos con otros? ¿Qué hacemos cuando
alguien está siendo antagónico? ¿Qué hacemos con
el dolor de la traición o las palabras duras de
alguien? ¿Qué hacemos con nuestra decepción o
frustración por las elecciones de alguien? —
Podríamos tomar represalias. Podríamos participar
en un acalorado debate o pelea. Podríamos fingir
que todo está bien mientras estamos furiosos por
24
dentro. O bien, podríamos superar el conflicto
confiando en la gracia de Dios.
Reflexiona sobre “las incomparables riquezas de su

gracia, expresadas en su bondad para con nosotros
en Cristo Jesús” (Efesios 2:7). Piensa en la
diferencia que la gracia, expresada en bondad, haría
en la discordia relacional.
El problema en el conflicto es la falta de gracia

Dado que la bondad de Dios está destinada a
llevarnos al arrepentimiento (Rom. 2:4), ciertamente
abordar el conflicto en y con su gracia tiene el
potencial de ayudarnos a sortear las ofensas y
extender el perdón y la paciencia unos con otros.
Nos permitirá alejarnos de nuestra terquedad y
necesidad de ser correctos para buscar en su lugar
la reconciliación y la paz (Heb. 12:14). Cuando
fallamos en recurrir a la gracia de Dios, abrimos la
puerta a la amargura y al problema (Hebreos 12:15).
No hay comparación con la provisión de la gracia de

Dios. Note la descripción en Efesios 2:7 de “las
incomparables riquezas de su gracia” y luego note
que “de su plenitud todos hemos recibido gracia en
lugar de la gracia ya dada” (Jn. 1:16). El suministro
de la gracia de Dios nunca se agotará, no importa
cuántas veces nos volvamos a Él en busca de
"gracia para que nos ayude en el momento de
nuestra necesidad" (Hebreos 4:16).
El problema en conflicto es que no confiamos ni

accedemos a su gracia
25
Accedemos a la gracia de Dios a través de la
humildad y la fe.
En humildad (Santiago 4:6) decimos: “No se trata

de mí sino de ti, Señor”. — En el conflicto, entonces,
ya no nos negamos a movernos por orgullo o
superioridad moral.
Con fe (Rom. 5:2), decimos: “No puedo, pero tú sí,

Señor”. — En el conflicto, entonces, nos damos
cuenta de que no es nuestro trabajo “arreglarlo”, sino
el de Él.
Desde un lugar de humildad y fe, estamos listos para

vestirnos con todas las cualidades de bondad que
emulan la gracia de Dios.
Por tanto, como pueblo elegido de Dios, santo y

muy amado, vístanse de compasión, bondad,
humildad, mansedumbre y paciencia. Sopórtense
unos a otros y perdónense unos a otros si alguno
de ustedes tiene queja contra alguien. Perdona
como el Señor te perdonó. (Col. 3:12-13)
Nos vestimos con estas cualidades al estar…
• firmes en su gracia (1 Pedro 5:12)

Así como somos salvos por gracia (Efesios 2:8-9),
también andamos por gracia (Col. 2:6). Entonces, al
tratar con el conflicto, no podemos ignorar su gracia
y esperar demostrar las cualidades de Colosenses
3:12-13 porque es Su gracia la que “nos enseña a
decir 'No' a la impiedad y a las pasiones mundanas,
y a vivir vida sobria, recta y piadosa” (Tito 2:11-12).
26
• creciendo en gracia (2 Pedro 3:18)

Debido a que somos humanos, nunca
comprenderemos completamente las "incomparables
riquezas de su gracia" (Efesios 2:7). Justo cuando
pensamos que dominamos el manejo de conflictos,
algo más surgirá y nos llevará a una dimensión
completamente diferente de nuestra necesidad de
gracia sobre gracia (Juan 1:16). Como dijo el Apóstol
Pablo, sigamos adelante (seguir creciendo) y no
pensar que hemos llegado (Filipenses 3:12).
• confiando en la gracia (2 Corintios 1:12)

Cuando confiamos “no en la sabiduría del mundo,
sino en la gracia de Dios”, abordaremos las
situaciones de conflicto “con integridad y sinceridad
piadosa” (2 Corintios 12:9). Superaremos la
amargura y las disputas y “haremos todo lo posible
por vivir en paz con todos y ser santos” (Hebreos
12:14-15). Sabemos que podemos confiar en que la
gracia de Dios será suficiente en todas las
situaciones (2 Corintios 12:9).
Para elevarse por encima del conflicto,

aproveche los dones espirituales de otros e
invítelos a involucrarse
Aunque el conflicto puede ser inevitable, Dios ha

equipado a la Iglesia con poder para resolver
conflictos y traer reconciliación en lugar de división.
Ese poder fluirá a través de personas con dones
espirituales necesarios para ese momento. Como
líderes, no tenemos que manejar todos estos
problemas por nuestra cuenta. Podemos aprovechar
27
los dones espirituales de otras personas para ayudar
a los miembros del cuerpo a superar los conflictos.
¿Es bíblico involucrar a otras personas para

ayudar con el Conflicto?
Dios nos instruye a ir a la persona directamente

ANTES de involucrar a otros (Mat. 5:23-24;
18:15-17). Y debemos alentar a las personas a
seguir el plan de Dios para la resolución de
conflictos. Pero, como vemos en el ejemplo del
apóstol Pablo, él suplicó, o instó fuertemente, a dos
mujeres en la iglesia de Filipos a “ser del mismo
sentir en el Señor”, pero luego le pidió a otra
persona que se involucrara en ayudar a las mujeres.
(Filipenses 4:2-3). Aunque Pablo no presenta mas
rubros de los beneficios en implicar a mas personas,
sí apoya que otras personas se involucren en el
conflicto. Recordemos que Pablo lidió con iglesias
jóvenes y aprendices, en las cuales les era menester
el acto de presencia de más integrantes, uniendo la
fe de varios y la sabiduría en conjunto para disminuir
la posibilidad de error.
Fíjate en la palabra “todos” en Romanos 12:5 que

dice “así que en Cristo, siendo muchos, formamos
un solo cuerpo, y cada miembro pertenece a todos
los demás”, lo que sugiere que todos y cada uno de
nosotros podría tener un papel como necesario en el
asunto. Podemos tener la tentación de decir "no me
corresponde a mí involucrarme", pero como
miembros del Cuerpo, pertenecemos a "todos" los
demás.
28
¿Cómo podrían ser útiles los diferentes dones
espirituales en la resolución de conflictos?
Lo invito al versículo 3 en Romanos 12: “Porque por

la gracia que me ha sido dada, les digo a cada uno
de ustedes: No tengan un concepto de sí mismos
más alto de lo que debieran, sino más bien con un
juicio sobrio, de acuerdo con la fe de Dios. ha
distribuido a cada uno de vosotros.” — Debemos
abordar cualquier participación en el Cuerpo desde
un lugar de humildad y gracia, no como superiores a
los demás. Incluso nuestros dones espirituales nos
son dados sobre la base de la gracia (Rom. 12:6). Si
saltamos a los últimos versículos de Romanos 12,
encontramos una serie de mandatos que ayudarían
a prevenir y/o resolver conflictos. (Tómese el tiempo
para leer Romanos 12:9-21). Entre el principio y el
final de este capítulo, encontramos una lista de los
siguientes dones espirituales (Romanos 12:7-8).
Aquí hay formas en que aprovechar esos dones

puede ayudar en tiempos de conflicto, brindando lo
que se necesita:
profecía - a veces solo se necesita una llamada de

atención, advirtiendo sobre a qué conduce el
conflicto no resuelto en términos de nuestra
comunión con Dios y con los demás, así como
nuestro testimonio al mundo que nos rodea.
servicio - A veces, las personas necesitan ser

liberadas para pasar el tiempo necesario para
resolver los problemas, por lo que puede ser
realmente útil contar con la ayuda de personas con
el don de servicio para el cuidado de niños, para
29
cumplir temporalmente con sus responsabilidades
ministeriales, etc.
enseñanza - a veces las personas necesitan

aprender cómo Dios quiere que abordemos los
conflictos, ya sea en una clase, uno a uno o en un
procedimiento bíblico escrito.
exhortación - a veces las personas necesitan un

poco más de estímulo y aliento para hacer lo
correcto en estas situaciones.
dar - a veces las personas necesitan hacer un

esfuerzo adicional para recibir asesoramiento o
alejarse para poder lidiar con los problemas, pero
no tienen las finanzas para hacerlo.
liderazgo - a veces las personas necesitan ayuda

para visualizar los resultados potenciales de hacer
su parte para vivir Romanos 12:18 que dice: "Si es
posible, en cuanto dependa de ustedes, vivan en
paz con todos".
misericordia - a veces, las personas primero

necesitan experimentar un poco de compasión y
consuelo para superar sus heridas y estar
dispuestas a hacer su parte para resolver los
problemas.
Algunos de los dones enumerados en Efesios

4:11-12 y 1 Corintios 12:8-10 también pueden ser
útiles:
pastor - A veces las personas necesitan que

alguien se ocupe de su bienestar espiritual durante
30
estos tiempos difíciles para que no dejen que los
conflictos los descarrilen.
Sabiduría - a veces, las personas en medio de un

conflicto no pueden ver la mejor manera de
proceder, especialmente en formas que se alineen
con el corazón y los caminos de Dios.
conocimiento - a veces, las personas necesitan

que se les presente el consejo completo de Dios
sobre un tema que causa conflicto para que
puedan tomar decisiones bíblicas.
fe, milagros, sanidades - a veces, las personas

más necesitan a alguien que se pare en la brecha
en oración creyendo que Dios puede hacer lo que
parece imposible, que tiene el poder de abrirse
paso y traer sanidad a los corazones de las
personas.
discernimiento - A veces las personas son

engañadas en este tipo de situaciones ya que a
Satanás nada le gustaría más que la división
dentro del Cuerpo. Necesitan ayuda para clasificar
las mentiras para poder distinguir el bien del mal, la
verdad del error.
Obviamente, no se trata de que todo el Cuerpo

embosque a las personas que están en desacuerdo
entre sí, sino que intervenga según sea necesario.
31
Para elevarse por encima del conflicto, siga la
Palabra de Dios
La palabra de Dios contiene las soluciones a todos
los dilemas del ser humano y de la iglesia. Sin
embargo, en ocasiones si seria provechoso recibir
asesoramiento profesional para ayudarnos a
aprender cómo lidiar con nuestra ira, dolor,
resentimiento y una serie de otras emociones que
brotan del conflicto, y para esto existe la consejería
cristiana dentro del cuerpo de Cristo. Pero, nuestra
mejor fuente para superar el conflicto es seguir la
Palabra de Dios.
Por qué la Palabra de Dios nos ayuda a superar

los conflictos
La Palabra de Dios está inspirada por Aquel que nos
creó y nos conoce mejor de lo que nosotros mismos
nos conocemos (Sal. 139:1-18). En consecuencia, la
Escritura “penetra hasta dividir el alma y el espíritu,
las coyunturas y los tuétanos; juzga los
pensamientos y las actitudes del corazón” (Heb.
4:12).
A través de Su Palabra, Dios se abre paso con el

entendimiento que necesitamos no solo sobre la
situación, sino también sobre nuestros propios
pensamientos y actitudes al respecto que nos
mantienen en conflicto.
Pero Dios no se detiene en abrirnos los ojos a la

realidad de la situación, Él usa las Escrituras para
enseñarnos, reprendernos, corregirnos y
entrenarnos en justicia (2 Timoteo 3:16). Superar el
conflicto no se trata simplemente de hacernos sentir
mejor, sino de hacernos ser mejores.
32
Lo que la Palabra de Dios enseña sobre el
manejo de conflictos
Aquí solo cuatro mandatos bíblicos que, cuando se
aplican, nos permitirán superar el conflicto en lugar
de ser parte del problema.
Ser proactivo. (Mateo 5:23-24)

No espere a que la persona ofendida venga a usted.
Los versículos a los que se hace referencia
anteriormente se aplican cuando la otra persona
percibe una ofensa, incluso cuando no lo ves de esa
manera. Busque la reconciliación antes de que se
intensifique. Póngase al frente de los problemas,
antes de que la persona tenga la oportunidad de
seguir dándole vueltas o chismear al respecto.
Sea un pacificador. (Romanos 12:16-21; Efesios

4:3)
Tome todas las medidas posibles para lograr una
resolución pacífica. En Efesios 4:2 Dios nos exhorta
a “Ser completamente humildes y mansos; sed
pacientes, soportándoos unos a otros en amor.” Si la
situación no cambia, debes saber, ante Dios, que
hiciste tu parte en la búsqueda de la paz.
Estar orientado al proceso. (Mateo 18:15-17)

Entender que no se trata solo de confrontar o
“arreglar” un problema. Anime a las personas a
resolverlo entre ellos antes de involucrarse. La
verdadera reconciliación... la curación de la
relación... es el objetivo principal, no resolver los
problemas. Las personas no tienen que estar
siempre de acuerdo o gustar de algo, pero deben
aceptarse unos a otros para estar en comunión.
33
Sea un Paráclito/colaborador. (Filipenses 4:2-3)
Ven junto a otros en el cuerpo y ayúdalos a resolver
sus diferencias. No espere a que sus problemas se
derramen dentro el cuerpo. Esto incluye orar para
que el Paráclito principal, con P mayúscula, el
Espíritu Santo, haga su obra en sus corazones, pero
también para que se involucre de manera práctica,
exhortándolos y aconsejándolos para que resuelvan
sus diferencias. Sin embargo, antes de involucrarse,
asegúrese de aplicar Mateo 7:5 a su propia vida:
“sácate primero la viga de tu propio ojo, y entonces
verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano”.
Como líderes, apliquen la Palabra de Dios al tratar

con los conflictos, como un ejemplo para el cuerpo.
Y anime a las personas a abordar el conflicto a
través del lente de las Escrituras para que ellos
también puedan superarlo.
34
Resolución de Conflictos Verdades del Conflicto
CAPÍTULO 3
VERDADES SOBRE EL CONFLICTO
Algunas personas son rompedores de la paz.

Algunos son comprometedores de la paz. Y algunos
son pacificadores. Ha sido así a lo largo de la
historia humana. El conflicto ha sido parte de la vida
desde que la vida comenzó. Y el conflicto ha sido
parte de la vida de la iglesia desde que comenzó la
iglesia. Entonces, Jesús dijo: “Bienaventurados los
pacificadores” (Mateo 5:9). Y el Apóstol Pablo
escribió: “Y la paz de Dios gobierne en vuestros
corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en
un solo cuerpo; y sed agradecidos.” (Colosenses
3:15). La iglesia necesita que seas un pacificador,
que te esfuerces por resolver los conflictos de
manera que honren a Dios y promuevan la paz.
La iglesia también necesita que seas una persona

sabia y valiente. Proverbios 29:8 dice: “Los
escarnecedores alborotan la ciudad, pero los sabios
apartan la ira”. Proverbios 29:11 dice: “Los necios
dan rienda suelta a su ira, pero los sabios al final
traen la calma”. En tiempos de conflicto, la gente
tonta hace cosas tontas. La sabiduría es a menudo
escasa. Los sabios necesitan tomar su lugar y
ponerse de pie. Eso requiere coraje. En Josué 1, el
Señor le dijo a Josué que fuera “fuerte y
valiente” (Josué 1:6,7,9). Se lo dijo tres veces.
Entonces los oficiales del pueblo dijeron: “Sé fuerte y
35
valiente” (Josué 1:18). Pablo escribió en 1 Corintios

16:13: “Sé valiente; sé fuerte." La sabiduría sin
valentía es como una linterna sin batería.
En las páginas que siguen, ofrezco una estrategia

que creo que lo ayudará a usted y a quienes lo
rodean a superar los conflictos de manera positiva
que conduzcan a una mayor medida de paz. Esto se
puede utilizar como un recurso individual para
mejorar sus habilidades de gestión de conflictos o
como una guía para un equipo de liderazgo que
gestiona una disputa.
Antes de entrar en estrategias para manejar el

conflicto, aquí hay algunas verdades básicas sobre
el conflicto.
El conflicto es inevitable.
Piensa en las áreas de tu vida. ¿No has
experimentado conflictos en una variedad de
relaciones y situaciones? Incluso cuando trataste de
ser "amable", ¿no experimentaste al menos algunos
enfrentamientos? Mira las noticias de hoy.
Encontrarás ejemplos de conflicto dondequiera que
mires. El conflicto es una parte inevitable de la vida.
A través de los tiempos, la Biblia ha sido un libro de

conflicto. Comienza con el conflicto. En Génesis 4,
Caín mató a Abel. Y el conflicto sigue en libro tras
libro. La Biblia también termina con conflicto. El libro
36
de Apocalipsis profetiza la Batalla de Armagedón, la

lucha final de la historia humana. La Biblia describe
el conflicto entre reyes y ejércitos, entre esposos y
esposas, entre ricos y pobres, entre padres e hijos,
entre hermanos, entre enemigos, entre amigos e
incluso entre líderes de la iglesia. El conflicto era
común no solo entre las personas malas, sino
también entre los justos. Moisés experimentó
conflicto. David experimentó un conflicto. Lo mismo
hicieron Daniel, Pedro, Juan, Santiago, Pablo e
incluso Jesús. El conflicto es inevitable. Va a suceder
en tu vida y en tu iglesia.
El conflicto puede ser destructivo.

Ya sabes que eso es cierto. Lo has visto en tu vida.
Lo has visto en el mundo. Lo has visto en las
Escrituras. Caín sí mató a Abel. Y el conflicto de hoy
causa dolor y división. Los conflictos no resueltos
dañan iglesias, matrimonios, familias, carreras y
amistades.
Hay muchos conflictos en el reino animal. Su

conflicto no siempre termina bien allí. También hay
mucho conflicto en los reinos de los humanos,
incluida la iglesia. Y ese conflicto tampoco siempre
acaba bien. La Escritura nos da una advertencia.
Gálatas 5:15, “Si os mordéis y os devoráis unos a

otros, tened cuidado o seréis destruidos unos por
otros”. El conflicto puede ser destructivo.
37
El conflicto también puede ser constructivo.

El conflicto puede hacer que las personas crezcan,
tanto personal como espiritualmente. Puede resolver
problemas y conducir a un cambio positivo. El bien
puede provenir del conflicto. Si ve la discordia solo
como un evento destructivo, cuando se involucre en
un conflicto probablemente se comportará de
manera destructiva. Si, por otro lado, ve el conflicto
como una oportunidad potencialmente constructiva,
es probable que se comporte de manera conducente
a resolver problemas y restaurar relaciones. ¡El
conflicto manejado puede ser constructivo!
El conflicto energiza a las personas.

Motivará a algunos a actuar y mantendrá a otros
despiertos por la noche. Puede convertirse en una
fuerza impulsora dentro de una iglesia, de lo que
todo el mundo habla. Piense en la última vez que
estuvo involucrado en una disputa. ¿No te estimuló
el conflicto? ¿Cómo usaste la energía añadida? ¿Te
robó el sueño? ¿Te da dolor de cabeza o de
estómago? ¿O te motivó a investigar opciones
creativas para resolver el problema?
Cuando hay un desacuerdo, la gente se anima. Esa

energía se puede canalizar de manera constructiva o
destructiva, formas que servirán para resolver el
conflicto o para escalarlo. Cuando sienta esa oleada
de energía relacionada con el conflicto, tome
38
medidas para manejarla en lugar de permitir que ella

lo controle a usted.
El conflicto saca lo mejor y lo peor de las

personas.
Cuando se involucran en una controversia, algunas
personas se elevan a nuevas alturas. Otros se
hunden a profundidades sin precedentes. En 1
Samuel 22, el rey Saúl perseguía a David. Un
sacerdote llamado Ahimelec sin darse cuenta había
ayudado a David en su huida, sin darse cuenta de
que estaba huyendo del rey. Eso enfureció al rey
Saúl, quien ordenó la muerte de Ahimelec, su familia
y todos los sacerdotes en Nob. El conflicto sacó lo
peor de Saúl. Los funcionarios del rey, sin embargo,
no estaban dispuestos a levantar la mano contra los
sacerdotes del Señor. La tensión sacó lo mejor de
ellos. En este cruce, el rey Saúl ordenó a su secuaz,
Doeg, que hiciera el asesinato. Ese día Doeg mató a
85 sacerdotes del Señor, junto con todos los
hombres, mujeres y niños de Nob. El conflicto sacó
lo peor de Doeg.
Cuando estás enredado en un conflicto, la situación

sacará lo mejor o lo peor de ti. La decisión es tuya.
El conflicto se puede manejar de manera

efectiva. Cuando algo es inevitable, energizante y
puede ser destructivo o constructivo, debe
administrarse bien. El conflicto es como un fuego.
39
Tiene un gran potencial para destruir. Pero si se

maneja bien, tiene la capacidad de calentar,
energizar y limpiar la maleza muerta y seca, y hacer
posible una nueva vida. El conflicto manejado puede
resolver problemas y restaurar relaciones. En la
iglesia, el conflicto manejado puede aclarar la visión
y resolver las diferencias.
La gestión de conflictos comienza en el corazón.

Jesús dijo: “Del corazón salen los malos
pensamientos: homicidio, adulterio, fornicación,
hurto, falso testimonio, calumnia” (Mateo 15:19).
Pensamientos, palabras, acciones y actitudes fluyen
del corazón. Si tu corazón se inclina hacia la paz,
tienes la oportunidad de alcanzarla. Si su corazón se
inclina hacia la venganza, infligir dolor, desquitarse o
abusar del poder, la paz estará fuera de su alcance.
La estrategia de gestión de conflictos que ofrezco no

viene con una garantía de paz, porque la gestión de
conflictos comienza en el corazón, no con una
estrategia. Pero si su corazón se inclina hacia la paz,
la aplicación de estos principios lo ayudará a
manejar el conflicto de manera más efectiva, lo que
lo llevará a una mayor medida de paz.
El Plan de A-C-C-I-Ó-N
De aquí en delante estudiaremos algunas
estrategias básicas de manejo de conflictos y las
pondremos es una manera fácil de recordar. Como
40
dije, no puedo prometer que si usas esta estrategia

todos tus conflictos terminarán felices para siempre.
Eso sería un cuento de hadas. Esas garantías solo
suceden en las caricaturas; como al final de la
película de Shrek “y fueron feos por siempre”.
Tengo niños pequeños en casa, las caricaturas
abundan.
En fin, si te puedo asegurar que si usas esta

estrategia, tus conflictos irán mejor que si no lo
hicieras.
La estrategia se resume en las siglas: A-C-C-I-Ó-N.

A: Analizar el conflicto
C: Comportamiento de conflicto
C: Conoce tus intereses
I: Identificar a los involucrados
Ó: Objetiva comunicación
N: Negociar una resolución
41
Resolución de Conflictos Analizar el Conflicto
CAPÍTULO 4
A : ANALIZAR EL CONFLICTO
Cuando estés en un conflicto, antes de reaccionar,

da un paso atrás y evalúa lo que está pasando. En el
Antiguo Testamento, Nehemías era el líder de su
pueblo. Hubo un conflicto. Esto es lo que hizo
primero. “Y enojéme en gran manera cuando oí su
clamor y estas palabras. Meditélo entonces para
conmigo” (Nehemías 5:6-7). Estaba enojado, pero
antes de actuar o hablar, reflexionó. Evaluó el
conflicto detenidamente dentro de si. Cuando esté
en un conflicto, especialmente cuando esté enojado,
dé un paso atrás y evalúe lo que está pasando. Aquí
explica cómo evaluar un conflicto. Ganar nuestra
batalla contra nuestros propios impulsos arrebatados
es parte del “niéguese a sí mismo y sígame” que nos
delego el maestro.
Toma la temperatura.
Tu cuerpo siempre tiene temperatura. Una
temperatura de 98.6 F (37 C) es ideal. Si su
temperatura es 101 F, tiene fiebre. Si llega a 105 F,
estás gravemente enfermo. Si cae a 95 F, estás
hipotérmico. Tu temperatura es un signo de salud.
¿Alguna vez ha ido al consultorio del médico sin que
la enfermera le haya tomado la temperatura?
Al igual que un cuerpo, un conflicto tiene

temperatura. Puede estar ardiendo y listo para
estallar en llamas o enfriarse, con un efecto
escalofriante. Hace años, el Departamento de
Seguridad Nacional desarrolló un sistema de aviso
de amenazas basado en colores, desde el verde
(amenaza baja) hasta el rojo (amenaza grave). Los
42
colores determinaban el nivel de amenaza. He
desarrollado un esquema de colores para identificar
la temperatura de los conflictos. Los niveles de
temperatura van de azul a naranja a rojo a púrpura.
Los conflictos suelen escalar en este orden.
El Conflicto Azul (Enfriamiento): En un conflicto

azul, hay un enfriamiento en la relación. Al principio,
el enfriamiento puede ser difícil de detectar. Las
interacciones pueden no ser tan cálidas como antes.
Luego hay un retiro gradual de la relación. La gente
ya no habla ni pasa tiempo con los demás como
antes. La comunicación sigue siendo cortés, pero en
su mayor parte es superficial y breve, y ninguna de
las partes se abre realmente. Nadie va al ataque,
pero todo el mundo se retira. Hay una separación.
El Conflicto Naranja (a fuego lento, ardiendo):

cuando el agua hierve a fuego lento, permanece
justo por debajo del punto de ebullición. Cuando un
fuego arde, emite mucho humo y está
continuamente a punto de estallar en llamas. En un
conflicto naranja, las relaciones son tensas, pero las
interacciones se mantienen justo por debajo del
punto de ebullición. Puede haber algo de humo, pero
no fuego. Hay desaires perceptibles, comunicación
tensa y expresiones no verbales de frustración,
decepción o ira. La gente se vuelve mezquina y se
ofende fácilmente. Las diferencias se convierten en
argumentos. Se vuelve difícil para las partes
involucradas trabajar juntas. Las relaciones se
vuelven desagradables y existe la sensación de que
un estallido de ira podría ocurrir espontáneamente.
43
El Conflicto Rojo (Ebullición, Explosivo): En un
conflicto rojo los ánimos se encienden. Hay mucha
rabia y mucha culpa. El ambiente se pone al rojo
vivo. Las personas funcionan como adversarios
declarados. Las discusiones nunca parecen
resolverse. Puede haber un ciclo continuo de ataque
y contraataque. La venganza también entra en
juego. Hablar se convierte en gritar. Las palabras se
vuelven duras, acusativas y abusivas. A veces, la
situación se convierte en violencia física. Las
personas buscan aliados para unirse a su lado y
apoyar su causa.
El Conflicto Púrpura (Frígido): En un conflicto

púrpura, las personas se muestran frías entre sí.
Están enojados y se evitan unos a otros. Las
relaciones están congeladas. Hay poca o ninguna
comunicación entre las partes en conflicto. A veces
hay comunicación a través de un intermediario y
otras veces no hay comunicación. Cuando un
esposo y una esposa viven en la misma casa pero
están tan enojados que duermen en habitaciones
separadas, comen comidas separadas y se niegan a
dirigirse el uno al otro, se ven envueltos en un
conflicto helado.
Cuando hay un conflicto entre un padre y un hijo que

lleva a tal distanciamiento que no hay comunicación
ni relación entre ellos, el conflicto también ha llegado
a este nivel. Tan dolorosos como son los
enfrentamientos rojos, los conflictos morados son
peores. Pueden ocurrir incluso en la iglesia, donde
generalmente resultan en la interrupción de la
comunicación entre las partes involucradas, la
asistencia a diferentes servicios de adoración o
44
incluso el traslado de una u otra parte a una iglesia
diferente. Leslie Flynn, en su libro When the Saints
Come Storming In, escribe sobre una respuesta
inusual a un conflicto morado: “En una iglesia
canadiense que no tenía un pasillo central, sino solo
una división en el centro de las bancas, dos familias
en conflicto decidieron sentarse en la misma banca y
adorar a Dios compartiendo la misma banca.”
Los conflictos frígidos son difíciles de resolver.

Requieren mucha descongelación. ¿Qué tan caliente
(o frío) es su conflicto? Toma su temperatura antes
de continuar.
Mida la amplitud: la siguiente pregunta que debe

hacerse es ¿Qué tan amplio es su conflicto? ¿Está
muy extendido? ¿O confinado? En el estado de
California, ocasionalmente se experimentan
incendios forestales. Si esos incendios se limitan a
un área determinada, no representan un gran
problema. Simplemente queman el combustible
disponible y se finalizan. Sin embargo, si el fuego es
empujado por los fuertes y secos vientos del desierto
de Santa Ana, incluso el más pequeño brote puede
convertirse en una gran amenaza. Los incendios
forestales destruyen propiedades y amenazan vidas.
Son difíciles de controlar. En ocasiones, un incendio
forestal se vuelve tan incontrolable que la estrategia
de los bomberos se centra más en proteger los
edificios que en contener el fuego en sí. Un pequeño
incendio contenido, no presenta amenaza tan
grandiosa. Pero una conflagración impulsada por el
viento y que se extiende sobre un terreno seco y
lleno de árboles: ¡un gran problema!
45
Lo mismo ocurre con los conflictos. Si se pueden
contener, se pueden resolver fácilmente, o al menos
minimizar el daño. Sin embargo, una vez que
comienzan a proliferar, pueden cobrar vida propia y
causar un gran daño a las personas y
organizaciones. Cuando evalúe una disputa, tome
nota de qué tan bien contenida está. También tenga
en cuenta la atmósfera en la que se ha encendido la
disputa. ¿Hay personas o fuerzas avivando las
llamas? Si el viento caliente sopla repentinamente,
un conflicto entre dos personas puede envolver
fácilmente a toda una familia o iglesia.
Tenga en cuenta la edad: un conflicto nuevo es

más fácil de manejar que uno antiguo. Cuanto más
tiempo ha existido una disputa, más ha adquirido
una historia. Se instala la amargura. Se producen
peleas y venganzas. Si no se resuelven, los
conflictos azules pueden volverse naranjas y el
naranja volverse rojo. Efesios 4:26 dice: “En vuestro
enojo no pequéis; no dejéis que se ponga el sol
estando aún enojados”.
Identifique la fuente: una de las preguntas clave

que debe hacerse de cualquier conflicto es qué lo
causó. Esta no siempre es una pregunta fácil de
responder. Pero identificar la fuente es un paso
importante. Si tiene un techo con goteras, puede
usar un balde para recoger el agua, pero si no
arregla el techo, la próxima vez que llueva, volverá a
gotear.
Evaluar la estructura de poder: El poder siempre

es un tema en conflicto. Al evaluar el nivel de
conflicto, considere las estructuras de poder
46
involucradas. La energía puede provenir de una
variedad de fuentes. Quienes oficialmente ocupan
puestos de autoridad tienen poder organizativo.
Aquellos que tienen una medida de carisma tienen
poder persuasivo. Algunos tienen muchos
seguidores y disfrutan del poder de la popularidad.
Aquellos que son obstinados, y/o intimidantes
pueden ejercer una gran cantidad de poder personal.
Aquellos que poseen riqueza, habilidades o
información vital para el éxito de una organización
manejan una gran cantidad de poder de recursos.
Incluso las víctimas o las víctimas percibidas pueden
ejercer una medida de lo que yo llamo poder de
simpatía. He estado en reuniones de la iglesia donde
la persona más poderosa en la sala ha sido la que
llora. A veces, el que supuestamente está en la cima
no es el que negocia el poder. También hay poder en
los números. Cuando sea parte de una controversia,
evalúe la influencia de los involucrados. Cuando hay
una desigualdad de poder, alguien puede necesitar
ser empoderado o protegido. Cuando se abusa del
poder, es posible que haya que confrontar a alguien.
Cuando eres el que está en una posición de poder,
tienes tanto la responsabilidad como la oportunidad
de resolver la disputa. Quien se encuentra en una
posición significativamente más débil, puede haber
poco o nada que pueda hacer para mejorar las
cosas. En última instancia, sin embargo, todos
tienen el poder de apelar a Aquel que tiene el poder
más alto. Esto se llama el poder de la oración.
Conócete a ti mismo: Evaluar el conflicto incluye

evaluarte a ti mismo. De una forma u otra estás
involucrado. Tanto si eres un participante activo en el
conflicto, como un líder llamado a gestionarlo o
47
afectado por él, eres parte de él. Hágase algunas
preguntas. ¿Cómo te sientes acerca del conflicto en
general? ¿Cómo tiendes a manejar los conflictos?
¿Cómo se manejó en su familia de origen? ¿Cuál es
su nivel de estrés actual? ¿Qué está pasando en su
vida que podría afectar la forma en que responde al
conflicto? Evalúate a ti mismo mientras evalúas el
conflicto.
Pasos para evaluar el conflicto

La evaluación del conflicto comienza con la
evaluación de uno mismo. Antes de reunirse como
equipo de liderazgo, piense en las preguntas de
evaluación personal e identifique sus valores
fundamentales y actitudes con respecto al conflicto.
Luego, individualmente o como grupo de liderazgo,
trabajen en la evaluación del conflicto. En este punto
el objetivo no es resolver o gestionar el conflicto,
sino entender qué hay detrás. Puede pensar que
tiene una comprensión completa de lo que está
sucediendo, pero siempre es más complicado que la
evaluación inicial de una persona.
ASIGNATURA - CAPÍTULO 4
INSTRUCCIONES: El alumno creará un conflicto
en el cual ANALIZARÁ detenidamente. Conteste
las siguientes 15 preguntas con respuestas
concisas en acuerdo al conflicto que usted
presenta.
Evaluación personal: valores fundamentales y

actitudes sobre el conflicto
1. ¿Cómo se manejó el conflicto en su familia de
origen? ¿Cómo contribuye esa experiencia
temprana a su visión del conflicto?
48
2. ¿Usted considera que el conflicto es destructivo?
¿Constructivo? ¿O ambos?
3. Identifique un momento de su vida en el que un
conflicto condujo a un final destructivo. ¿Qué
pasó? ¿Cómo impactó esta experiencia sus
sentimientos sobre el conflicto?
4. Identifique un momento de su vida en el que un
conflicto condujo a un final constructivo. ¿Qué
pasó? ¿Cómo impactó esta experiencia sus
sentimientos sobre el conflicto?
5. ¿El conflicto saca lo mejor de ti? ¿O lo peor?
Piensa en ejemplos recientes.
6. ¿Te da energía el conflicto? ¿De qué maneras?
¿El conflicto está afectando tu sueño? ¿Tu salud?
¿Tu actitud?
7. ¿Sientes que estás caminando sobre cáscaras de
huevo con ciertas personas? ¿Con quién? ¿Por
qué?
8. ¿La negación del conflicto le está causando
problemas en su vida?
9. ¿Se queja con los demás de las personas con las
que siente tensión o conflicto, sin expresarlo
directamente al antagonista?
Canalización de Conflictos
10. ¿Cuál es la temperatura del conflicto? (Azul,
Naranja, Rojo, Púrpura) 2. ¿Cuál es la amplitud
del conflicto? ¿Qué tan probable es que se
propague? ¿Quién es probable que lo propague?
¿Qué tan rápido es probable que se propague?
11. ¿Qué antigüedad tiene el conflicto? ¿Es una
continuación de las tensiones pasadas? ¿O es
una disputa reciente?
12. ¿Cuál es la fuente del conflicto? ¿Había un
punto de ignición primario? ¿Hubo un
49
comportamiento inapropiado involucrado? ¿Qué
hizo que se intensificara?
13. ¿Quién tiene poder y qué tipo de poder?
¿Poder organizacional (liderazgo oficial)?
¿Poder persuasivo (carisma, popularidad o
intimidación)? ¿Poder de los recursos (riqueza,
habilidades o información)? ¿Poder solidario
(victimización o discriminación)? ¿Poder numérico
(los números importan)?
14. ¿Existe una desigualdad de poder que hace que
algunas personas sean vulnerables? ¿Qué se
puede hacer para protegerlos durante el proceso
de gestión de conflictos?
15. ¿Cómo afectan sus valores y actitudes
personales individuales hacia el conflicto la forma
en que lo manejan como grupo?
*No se trata de solo cumplir con la asignatura, sino a

entrenarse en la resolución de conflictos.
Trabajar con estas preguntas lo ayudará a identificar

no solo sus valores y actitudes personales hacia el
conflicto, sino también los elementos de la disputa
actual que se esfuerza por manejar. Una vez que
haya completado la evaluación, le invito a considerar
cómo responderá al conflicto.
50
Resolución de Conflictos Comportamiento del Conflicto
CAPÍTULO 5
C : COMPORTAMIENTO DEL CONFLICTO
Cuando estés involucrado en un conflicto, elige tu

comportamiento, no dejes que tu comportamiento te
elija a ti. La disensión provoca estrés, el estrés nos
lleva a la autoconservación, y la autoconservación
provoca una respuesta instintiva de lucha o huida.
Las personas que reaccionan al conflicto en un nivel
meramente instintivo probablemente pelearán o
correrán. La huida y la lucha son opciones
razonables en algunas situaciones. A veces huir es
la mejor opción. Y a veces tomar posición y luchar es
la mejor opción. A veces una respuesta instintiva es
mejor. Sin embargo, manejará el conflicto de manera
mucho más efectiva si elige comportamientos
intencionalmente en lugar de reaccionar
instintivamente. De una forma u otra, el
comportamiento de conflicto que elija contribuirá a
fingir la paz, romper la paz o hacer la paz. La
decisión es tuya. Elige la respuesta que te llevará a
la paz.
En la mayoría de los conflictos hay problemas que

resolver y relaciones que preservar o restaurar. Por
lo general, hay competencia entre esas dos
prioridades. Esta competencia entre solucionar el
problema y preservar o restaurar las relaciones
conduce a cuatro estilos de conflicto básicos, que
describo como tipos de vehículos. Cuando tiene un
trabajo que hacer que requiere un vehículo, un
determinado tipo se adaptará a la tarea mejor que
otro. Del mismo modo, cuando estás en una
controversia, un estilo de conflicto se adaptará mejor
a la situación que cualquier otro. Los cuatro estilos
51
de conflicto se ilustran y explican en el siguiente
diagrama. Esta ilustración se basa en un modelo
desarrollado por Robert Blake y Jane Mouton y
conocido como “Gestión Gerencial”.
TIPO DE RELACION
AMBULANCIA AUTOBUS
(se acomoda) DEL EQUIPO
(colaborar)
CARRO DE ESCAPE EXCAVADORA

(evitar) (compite)
QUIEN OBTIENE LA VICTORIA
La excavadora
Cuando estás en un conflicto, una opción es luchar
para ganar. Esto implica competir contra tu
adversario y hacer todo lo posible para derrotarlo y
ganar ventaja. El grito de guerra de este popular
estilo de conflicto es “¡A mi manera!” El objetivo
principal de muchas personas involucradas en un
enfrentamiento es ganar a toda costa. Si tales
combatientes fueran vehículos, serían excavadoras,
moviéndose agresivamente hacia su objetivo y en el
proceso derribando cualquier cosa que se
interponga en su camino. Nada los detiene. Se
esfuerzan por obtener resultados de ganar-perder.
Su fortaleza es que hacen bien su función, mientras
que su debilidad es que pueden dañar
irreparablemente a las personas y las relaciones en
el camino.
52
Hay muchas maneras de ser una excavadora. He
visto a personas usar su estatura física para
intimidar a otros. Conocí a un hombre que era más
alto que la mayoría de la gente. Con frecuencia se
paraba más cerca de lo normal mientras conversaba
con otros. El resultado fue que literalmente y
físicamente los menospreció. La gente encontró esto
intimidante, especialmente en tiempos de disensión.
Otros usan su riqueza o inteligencia o propensión a
la grandilocuencia o una personalidad volátil para
arrasar su camino hacia la victoria. Aún otros
recurren a las lágrimas y una mentalidad de
victimización. Si bien las lágrimas suelen ser un
signo de debilidad y mansedumbre, también pueden
ser herramientas efectivas para abrirnos camino
hacia la cima. En algunas situaciones, la excavadora
es la mejor opción de estilos de conflicto. Los
ejemplos bíblicos incluyen a David enfrentándose a
Goliat y Jesús volteando las mesas de los cambistas
en el templo.
Habrá momentos en que resolver un problema tenga

una prioridad más alta que preservar las relaciones
con los oponentes del conflicto. Sin embargo, los
participantes en el conflicto deben elegir esos
momentos con cuidado. También necesitan
seleccionar cuidadosamente sus palabras y
acciones. Es fácil para las personas tipo excavadora
sentirse justificadas y volverse demasiado agresivas
en situaciones de conflicto, siguiendo una filosofía
de que "el poder hace lo correcto" o "el fin justifica
los medios". Pero la realidad a menudo es que “el
poder hace el mal”. Por regla general, “los medios
injustos conducen a un fin injusto”. Si la excavadora
es su estilo de conflicto dominante, tenga cuidado.
53
Aprenda a retroceder y considere otras opciones
primero. Si rara vez o nunca elige este estilo,
aprenda a usarlo cuando sea apropiado. Hay
momentos en los que defender lo que es correcto es
más importante que mantener felices a los demás.
Cuando llegue ese momento, elige pararte, ponte de
pie en la forma en que Jesús se pararía.
El Autobús del equipo

Con frecuencia, en un conflicto, el mejor curso de
acción es trabajar juntos para resolver las
diferencias. El grito de batalla de este estilo de
conflicto es “¡A nuestra manera!” En lugar de
competir para ganar, este estilo se enfoca en que
todas las partes trabajen juntas para resolver las
diferencias para que todos puedan ganar. El
vehículo que mejor describe este estilo es el autobús
del equipo. Las personas que se pudiesen describir
como autobuses de equipo tienen un lugar a donde
ir y planean ir allí juntos. Y tienen la intención de
ganar juntos. Tommy Lasorda, el ex gerente de los
Dodgers de Los Ángeles, lo expresó de esta
manera. “Tienes que jugar por el nombre en la parte
delantera de tu uniforme, no por el nombre en la
parte de atrás”. El enfoque del autobús del equipo es
maximizar el potencial; tanto para resolver el
problema como para restaurar las relaciones.
Mientras la excavadora atropella a otros, el autobús
corre con ellos. La gente con esta característica se
esfuerza por lograr resultados mutuamente
aceptables y en los que todos ganen. Su fortaleza es
su capacidad para negociar una solución que sea
aceptable para todas las partes, pero su debilidad es
que no están seguros de qué hacer cuando se
rompen las negociaciones. Y las negociaciones se
54
rompen. No todas las personas jugarán de acuerdo
con las reglas básicas del juego limpio, y no siempre
es posible encontrar soluciones que mantengan
felices a todos. Un resultado de ganar-ganar es un
objetivo muy deseable, pero no siempre es posible.
La ambulancia
A veces en un desacuerdo la mejor opción es optar
por perder para que otro pueda ganar. Este estilo de
conflicto es altamente acomodaticio. El grito de
“batalla” de aquellos que eligen adaptarse es “¡A tu
manera!” y el vehículo que mejor los describe es la
Ambulancia. Sus mayores prioridades son las
relaciones y el bienestar de los demás. Ganar el
conflicto viene en segundo lugar. En lugar de
atropellar a las personas o incluso correr junto con
otros, la ambulancia corre hacia las personas para
ayudarlas. La fuerza del enfoque de Ambulancia es
el cuidado de las personas. Jesús instruyó a sus
seguidores a “amarse unos a otros” (Juan 13:34) y
demostró este estilo cuando sanó a las personas y
perdonó sus pecados. De hecho, Jesús fue tan lejos
como para dirigir a sus seguidores a “Amar a
vuestros enemigos” (Mateo 5:44). Jesús sabía quién
necesitaba confrontación y quién necesitaba
bondad. Mateo 12:20 cita al profeta Isaías con
referencia a Jesús: “No quebrará la caña cascada, ni
apagará la mecha que humea”. Una caña cascada
es frágil y debe manejarse con cuidado para evitar
que se rompa. Algunas personas son como cañas
cascadas. Necesitan tener un toque suave, incluso
en una situación de conflicto.
Una debilidad de este enfoque es su tendencia a

permitir que algunas personas sigan siendo
55
dependientes y otras codependientes. Otra debilidad
es su alto costo para quienes lo emplean de manera
constante. Estas personas eventualmente pueden
sentirse como felpudos. El enfoque de la ambulancia
conduce a resultados en los que todos ganan, en los
que uno de los participantes decide: “Perderé.
Puedes ganar. Solo quiero cuidar de ti. En algunas
circunstancias puede haber un alto precio para
complacer a otros. Justo antes de la Segunda
Guerra Mundial, el primer ministro británico, Neville
Chamberlain, desarrolló una política de
apaciguamiento hacia la Alemania nazi, creyendo
que ceder a algunas de las demandas de Hitler
podría evitar la guerra. Esto no sucedió. El precio del
apaciguamiento de Chamberlain fue alto.
La acomodación es el estilo de conflicto a elegir

cuando un oponente en conflicto es vulnerable,
impotente y necesita desesperadamente una
victoria. Sin embargo, si este se convierte en su
estilo dominante, pagará un alto precio personal en
situaciones de conflicto.
El carro de escape
¡Los conflictos generalmente duelen! Entonces, para
evitar el dolor, algunas personas simplemente evitan
la controversia. El grito de batalla de aquellos que
eluden el conflicto es "¡La carretera!" y el vehículo
que mejor los describe es el vehículo que sale
huyendo. Cuando llega la disensión, se van. Ellos
“toman la carretera”, huyendo de sus adversarios.
Este estilo por lo general resulta en un resultado de
perder. El carro del escapo simplemente quiere salir
del conflicto, sin dejar ninguna posibilidad de
resolución mutua. Evitar tiene una prioridad más alta
56
que ganar la disputa o preservar o fomentar la
relación. Los evasores de conflictos a menudo se
retraen tanto física como emocionalmente, haciendo
lo que sea necesario para esquivar la incomodidad.
A veces, aquellos que eligen el enfoque. Los carros
de escape piensan que solo están siendo amables.
Tienden a tener una creencia fundamental que dice:
"La gente agradable no se mete en conflictos". Otros
usan a esta persona de una manera más hostil.
Realmente no les importan sus oponentes o el
conflicto en cuestión. Es como el adolescente en
desacuerdo con sus padres que responde a las
preocupaciones de los padres con un imperturbable
“¿Pero porqué?" La implicación es, por supuesto,
“No pelearé, pero tampoco dejaré que ganes. No me
importas tú ni tus preocupaciones”. No importa cuál
sea la motivación para elegir este curso de acción,
aquellos que regularmente optan por la evasión
eligen perder tanto los conflictos y a veces hasta las
relaciones.
Sin embargo, al igual que con los otros estilos de

conflicto, hay ocasiones en las que el carro de
escape es el mejor enfoque. En las caricaturas de mi
infancia, esa era la técnica a la que recurre el
Correcaminos cuando se enfrenta a Wylie Coyote.
Simplemente encuentra una manera de abandonar
la vecindad.
En algunas ocasiones Jesús escogió ser un auto de

escape. En Lucas 4:28–30, por ejemplo, una
multitud local se volvió contra Jesús, queriendo
matarlo arrojándolo por un precipicio. El versículo 30
dice que “Pasó entre la multitud y siguió su camino”.
De manera similar en Juan 8:59, mientras la gente
57
se preparaba para apedrearlo, “Jesús se escondió, y
salió del templo, y atravesando por en medio de
ellos, se fue”. Y Juan 10:30 registra: “Otra vez
trataron de prenderlo, pero se les escapó”.
Ciertamente, hay momentos en los que es prudente

evitar el conflicto. Por ejemplo, es una buena idea
evitar involucrarse en una discusión si una persona
tipo Excavadora te confronta y corres el peligro de
ser atropellado, con poco o nada que ganar si te
mantienes firme. Eso es lo que hizo Jesús cuando
se enfrentó a la multitud de su ciudad natal. Otro
momento para evitar el conflicto es cuando el
problema simplemente no vale la pena discutirlo.
“Elige tus batallas”, como dice el dicho popular. No
puedes pelear por cada pequeña cosa. A veces es
mejor ignorar el problema y dejarlo pasar. Elija evitar
el conflicto cuando no tenga nada que ganar con la
lucha y nada que perder con la huida.
Un resumen de los estilos de conflicto

La excavadora
Compite contra otros
Lo quiere “a mi manera”
Atropella a otros
Resultado ganar-perder
El autobús del equipo

Trabaja con otros
Intenta lograr “¡a favor de todos!”
Corre junto con otros
Resultado de ganar-ganar
La ambulancia
Se adapta a las necesidades de los demás
58
Busca un “¡a tú manera!”
Corre hacia otros (para ayudarlos)
Resultado de perder-ganar
El carro del escape

Evita a los demás
Corre a "la autopista!"
Huye de otros
Resultado de perder-perder
Elegir estilos de conflicto

Jesús usó los cuatro estilos de conflicto. A veces
confrontaba a otros. A menudo trabajaba con sus
discípulos como un equipo. En la cruz Él eligió
perder para que obtuviéramos la vida eterna. Y a
veces se alejó del conflicto. Todos los estilos de
conflicto son herramientas útiles. Usar la
herramienta correcta para la situación correcta es
clave para su éxito. Cuando la tarea requiera un
martillo, no use un destornillador. De manera similar,
el desafío en cualquier conflicto es elegir el mejor
estilo (herramienta) para la situación en cuestión. Si
bien no existen fórmulas garantizadas para elegir un
estilo de conflicto, estas sencillas pautas ayudarán:
• Elija ser una Excavadora cuando defender lo que

es correcto es más importante que mantener
felices a otras personas. Hay causas por las que
vale la pena luchar. Estas normalmente son la
transformación de vidas, y la expansión del
Evangelio en una visión mundial bíblica.
Definitivamente no vale la pena luchar por cosas
pasajeras.
59
• Elija el enfoque del Autobús del equipo cuando

prevalezca la buena voluntad y todos los
participantes en la disputa estén dispuestos a
realizar un esfuerzo de buena fe para resolver
sus diferencias.
• Elija ser Ambulancia cuando se trata de

profundas heridas, así como en situaciones en
las que puedes optar por perder el conflicto sin
pagar un alto precio personal u organizacional.
• Elige ser un Coche de Escape cuando no tengas

nada que ganar con la lucha ni nada que perder
con la huida.
Se Flexible. Siga el ejemplo de Jesús empleando

diferentes estilos en diferentes escenarios de
conflicto. ¡Lo más importante es elegir! Su estilo de
conflicto debe ser una respuesta deliberada en lugar
de una reacción instintiva. Con demasiada
frecuencia, el comportamiento conflictivo proviene de
un impulso en lugar de una decisión reflexiva. No
permita que su estilo preferido o natural se convierta
en su único estilo. ¡En cada conflicto, elige tu
postura de conflicto!
Canalización de Conflictos

en el cual observará el comportamiento de los
participantes. Conteste las siguientes 8
preguntas con respuestas concisas en acuerdo
al conflicto que usted presenta.
60
Pasos para elegir su respuesta al conflicto
Antes de elegir cómo responderá a su conflicto,
piense en sus opciones. Eso lo ayudará a identificar
cuál de los estilos de conflicto es su mejor respuesta
a su situación actual.
1. Entre los participantes del conflicto, ¿quién se

está comportando como Excavadora? ¿Cómo está
afectando ese comportamiento al conflicto?
está comportando como un Autobús de Equipo?
¿Cómo está afectando ese comportamiento al
conflicto?
está comportando como una Ambulancia? ¿Cómo
está afectando ese comportamiento al conflicto?
está comportando como un coche de escape?
¿Cómo está afectando ese comportamiento al
conflicto?
5. Si tuviera que elegir ser una Excavadora en el
conflicto, ¿qué pasos de acción tomaría? ¿Cómo
cree que eso afectaría el resultado de la disputa?
6. Si tuviera que elegir ser un autobús del equipo en
el conflicto, ¿qué pasos de acción tomaría? ¿Cómo
7. Si tuviera que elegir ser una Ambulancia en el
conflicto, ¿qué pasos de acción tomaría? ¿Cómo
8. Si tuviera que elegir ser un Coche de Escape en
el conflicto, ¿qué pasos de acción tomaría? ¿Cómo
61
Resolución de Conflictos Consolida tus Intereses
CAPÍTULO 6
C : CONSOLIDA TUS INTERESES
El conflicto es una competencia entre personas que

tienen diferentes deseos, necesidades, valores u
objetivos. Si se va a resolver el conflicto, es
necesario que cada participante identifique su
resultado deseado o temido de la disputa. Los
resultados deseados o temidos se denominan
“intereses”.
¿Qué es un interés?
Un interés es una participación que uno tiene en el
resultado del conflicto. Tu interés tiene un lado
positivo, algo que deseas, como un aumento de
sueldo, una posición de mayor poder o tu
preferencia en cualquier cosa, desde el color de la
alfombra hasta el estilo de la música en el culto. Tu
interés también tiene un lado negativo, un resultado
que deseas evitar, como una reducción salarial, ser
despedido, degradado, perder poder o perder ante la
preferencia de tu oponente en cualquier cosa, desde
el color de la alfombra hasta el estilo de la música.
Los intereses son los resultados deseados que se
esfuerza por obtener y los resultados negativos que
se esfuerza por evitar.
Intereses vs. Posiciones

Hay una diferencia entre intereses y posiciones.
Según Roger Fisher y William Ury, “Tu puesto es
algo que has decidido. Tus intereses son lo que te
llevó a decidir.” Un interés, entonces, es lo que
alguien tiene en juego en un conflicto. Una posición
es una postura o un lado que uno toma en una
controversia. Si bien los dos pueden sonar similares,
62
existen diferencias significativas entre ellos. Una
posición responde a la pregunta "¿Qué posición
estás tomando?" mientras que un interés responde a
la pregunta "¿Qué es lo que realmente quieres?" Un
interés identifica los resultados básicos deseados de
uno. Se pueden considerar opciones creativas,
siempre y cuando se cumplan los resultados básicos
deseados. Las posiciones son soluciones de atajo,
que a menudo incluyen demandas más allá de los
intereses básicos. Las posiciones tienden a ser
rígidas y resistentes a las opciones creativas.
Identificar intereses ayuda a resolver conflictos,
mientras que mantener posiciones retrasa y
distorsiona el proceso de resolución.
Como ejemplo, supongamos que va a cenar con su

cónyuge. Realmente no quieres comida rápida. La
has comido en los últimos dos días y estás cansado.
También te gustaría un entorno más tranquilo que el
que ofrece un restaurante de comida rápida.
Entonces, le sugieres a tu cónyuge: "Vamos a la
langosta roja".
Sin embargo, a su cónyuge no le gusta la langosta

roja. El aire acondicionado allí, en opinión de su
cónyuge, siempre está demasiado frío, al igual que
los mariscos. Entonces, su cónyuge responde:
“Realmente no me gusta ese lugar. Vayamos a “la
estación de las hamburguesas”, un restaurante local
de hamburguesas y papas fritas.
Tienes un conflicto. Tanto usted como su cónyuge

han declarado sus posiciones: "Vamos a la langosta
roja" y "Vamos a la estación de las hamburguesas".
Ninguno de ustedes, sin embargo, ha manifestado
63
su interés. Su interés es "Hoy no quiero comida
rápida". El interés de su cónyuge es "No quiero ir a
la langosta roja hoy (ni ningún otro día)".
Si se apega a sus posiciones, no llegará a una

resolución de mutuo acuerdo para la disensión. O se
sentirá decepcionado con la comida rápida, o su
cónyuge sufrirá una noche fría en la langosta roja.
Sin embargo, si te enfocas en tus intereses reales,
puedes identificar opciones adicionales. Tal vez el
restaurante “la sensación del Espagueti” satisfaga
tanto el ambiente deseado como el menú deseado.
No sirve comida rápida, y algunos dicen que tanto la
comida como el ambiente son atractivos.
En cualquier conflicto es importante identificar los

verdaderos intereses de cada parte. Eso puede
significar eliminar posiciones hasta que se revelen
los intereses. Es como pelar una naranja para
obtener la fruta o romper una cáscara para obtener
la nuez. Las posiciones son como cáscaras y
caparazones. Hay algo mejor detrás de ellos.
¡Identifica intereses! ¡Evita las posiciones!
Intereses materiales vs. Intereses personales

Ken Sande escribe: “Los conflictos generalmente
involucran dos tipos de problemas: materiales y
personales”. Cada conflicto tiene dos componentes:
un problema y personas. Esos componentes
conducen a los intereses materiales y a los intereses
personales. Los intereses materiales son los temas
sustantivos y más obvios en la disputa, cosas como
el dinero, el poder, las posiciones y salirse con la
suya en la decisión. Los intereses personales son
cuestiones relacionales involucradas en un
64
desacuerdo, valores como ser tratado de manera
justa, ser tratado con respeto y tener la oportunidad
de expresar sus preocupaciones. Una sabia
estrategia de resolución de conflictos se ocupará
tanto de los intereses materiales como personales,
tanto resolviendo el problema como restableciendo
(o evitando la ruptura de) las relaciones. Resolver
problemas sin considerar las relaciones de las
personas involucradas conducirá eventualmente a
futuros conflictos, que probablemente se vuelvan
más intensos a medida que los intereses personales
continúen sin resolverse. Así es como la disidencia
escala de un conflicto azul a naranja, a rojo y
finalmente a púrpura. Las iglesias generalmente dan
un gran valor a las relaciones. Si bien la
construcción de relaciones es un valor central
positivo, esta realidad también significa que la
mayoría de los conflictos de la iglesia tienen un
fuerte componente de interés personal. Si te
esfuerzas por resolver la discrepancia en términos
de intereses materiales sin abordar los intereses
personales, el conflicto no desaparecerá. Puede
haber una tregua entre los participantes, pero la
calma temporal terminará por otra cosa.
La gente quiere (y necesita) ser tratada con respeto.

Si no se les trata de esa manera, las diferencias
sobre intereses materiales menores pueden
convertirse en conflictos desbocados sobre intereses
personales. Las peleas son conflictos fuera de
control. A menudo, la causa material inicial se pierde
y se olvida debido a la abrumadora energía de los
ataques personales.
65
Los intereses personales tienen un gran peso. Es
posible “ganar” el conflicto y aun así sentirse como
un “perdedor” debido a la forma en que te han
tratado. También es posible “perder” el conflicto y
aún sentirse como un “ganador” debido a la forma en
que lo han tratado.
Mientras se esfuerza por resolver los intereses

sustantivos de un conflicto (dinero, poder, etc.), no
olvide abordar los intereses personales. Todo el
mundo quiere y necesita ser tratado con respeto. Si
son tratados de esa manera, el conflicto puede tener
un final feliz. Como me dijo una vez un sabio amigo:
“A veces tienes que decir 'no' y hacer que se sienta
como un 'sí'”. En esta declaración, el “no” representa
los intereses materiales y el “sí” los intereses
personales.
Intereses inapropiados
No todos los intereses son nobles y justos. A veces,
los participantes del conflicto tienen intereses
inapropiados. La venganza es una de ellas. Hay una
parte de nosotros que ama la retribución. Vengarse
satisface nuestro sentido innato de la justicia. En las
películas, queremos alegrarnos cuando la persona
agraviada se pone de pie, se defiende y se venga de
quien le ha hecho daño. Y cuando ha sido agraviado,
es natural querer vengarse. Pero si buscas
venganza, bien puede haber un desquite por la
venganza. Las tensiones solo empeoran. Dios tiene
una mejor idea. Romanos 12:19 nos aconseja:
“Amigos míos, no os venguéis, sino dejad lugar a la
ira de Dios, porque escrito está: Mía es la venganza;
Yo pagaré, dice el Señor.” Deja la venganza al
66
Señor. El deseo de venganza es un interés
inadecuado.
Otros intereses inapropiados incluyen infligir dolor,

aprovecharse injustamente, explotar a los
vulnerables u oprimir a otros. Pero estos y todos los
demás intereses inapropiados deben dejarse de lado
durante el proceso de resolución de conflictos. No
tome el camino bajo.
Evite el atrincheramiento
A medida que se desarrolla un conflicto, es fácil
atrincherarse en una posición. El atrincheramiento
proviene de hacer declaraciones posicionales que
son difíciles de retractar. El atrincheramiento va en
contra de una resolución. Incluso puede ir en contra
de sus propios intereses. Es fácil quedarse fijo en
una posición. Si cavas la zanja lo suficientemente
profundo, nada puede hacerte salir o ceder.
Terminas tomando una última posición por algo que
simplemente no es tan importante. Si bien es
necesario luchar por sus intereses reales, evite
atrincherarse en posiciones.
Su interés de “mi blanco perfecto"

Los intereses en conflicto son como un objetivo. Hay
intereses en el anillo externo que son de menor valor
para usted, intereses en el
anillo medio que son de mayor
valor para usted y un interés de
“centro” que es de mayor valor
para usted.
67
Tu centro es tu respuesta a la pregunta "¿Qué es lo
que más quiero?" En una discusión, es importante
que apunte a sus intereses, identificando cuáles son
el anillo exterior, el anillo medio y el blanco. En el
proceso de negociación, puede optar por sacrificar
un interés de anillo exterior para dar en el blanco.
Sin embargo, nunca sacrifique su interés del centro
por un interés de anillo exterior.
En el adiestramiento militar de puntería al blanco con

arma de fuego se utiliza el método BRASS (ingles,
Breath, Relax, Aim, Sight, Squeeze), se traduce a
Respirar, Relajación, Apuntar, Vista, Apretar). Para
lograr con precisión darle al blanco, uno debe
hacerse experto en cada fase; saber como respirar,
saber como relajarse a uno mismo, saber como
sostener el arma para apuntar debidamente, saber
medir factores de distancia y viento, y saber como y
cuando apretar gatillo. Mi punto es… estamos
notando que para “darle al blanco”, la misma
persona debe saber dominarse y apropiarse de uno
mismo. Pegarle al centro depende del dominio
propio, al igual que en una discusión.
Cuando te veas envuelto en un conflicto, identifica

tus intereses haciéndote dos preguntas: ¿Qué
quiero? ¿Y qué es lo que más quiero? A veces tienes
que dejar ir algo que quieres para poder ganar lo
que más quieres.
68
Pasos para orientar sus intereses

en el cual aprenderá como consolidar sus
intereses y ayudar a consolidar los intereses de
los participantes. Conteste las siguientes 9
1. En el conflicto actual, ¿qué diferentes bandos o

“posiciones” está tomando la gente involucrada?
2. ¿Te has unido a uno de esos bandos?
3. ¿Te has atrincherado en una posición?
4. ¿Alguno de tus intereses o posiciones son
inapropiados?
5. ¿Cuáles son tus intereses materiales? ¿Qué
quieres ganar?
6. ¿Cuáles son tus intereses personales? ¿Cómo
quieres que te traten?
7. ¿Qué puedes perder si no manejas bien el
conflicto?
8. ¿Qué resultado quieres lograr? ¿Qué es lo que
mas quieres? ¿Cuál es tu interés de “tiro al blanco”?
9. Además de tu “centro del blanco”, ¿cuáles son
algunos de los intereses del “anillo exterior” (menor
valor) que tiene?
69
Resolución de Conflictos Identificando los Involucrados
CAPÍTULO 7
I: IDENTIFICA LOS INVOLUCRADOS
El conflicto es como una piedra en un estanque.

Tiene un efecto dominó que puede tocar a mucha
gente. Es importante identificar quién se ve afectado
por las ondas. ¿Qué papeles juega cada uno? ¿Y
qué intereses tienen? Aquellos que tienen intereses
en el resultado son “partes interesadas” en el
conflicto. Pablo escribió: “Cada uno de ustedes debe
mirar no sólo por sus propios intereses, sino también
por los intereses de los demás” (Filipenses 2:4).
Todos tenemos intereses, especialmente cuando
estamos involucrados en un conflicto. Las disputas
afectan a una variedad de personas de diversas
maneras. Si los afectados quedan fuera del proceso
de resolución, sentirán que se han violado sus
intereses personales. Cuando esté involucrado en
un conflicto, pregúntese: “¿Quién más se ve
afectado por el resultado de este conflicto?
¿Quiénes son los otros interesados?” Siempre eres
libre de estirar los brazos y balancearlos de un lado
a otro, con una excepción: tú libertad para balancear
los brazos termina donde comienza la nariz de otra
persona. Es vital en una controversia identificar a las
partes interesadas. Identifico a las partes
interesadas usando los siguientes términos y
descripciones.
Primarios
En un conflicto, un “principal” es alguien que está
directamente involucrado en el conflicto como
iniciador o como una de las partes opuestas iniciales
en la disputa. Los primarios son los que comenzaron
o estuvieron inicialmente involucrados en la pelea,
70
los que es más probable que se mencionen con

referencia al conflicto. Es probable que sean los más
activos y visibles en la pelea. Y se ven directamente
afectados por el resultado de la disputa. En Éxodo
2:11–13 leemos acerca de un conflicto. Un guardia
egipcio estaba golpeando a un esclavo hebreo. El
guardia y el esclavo fueron los principales en el
conflicto.
Secundarios
Los secundarios son aquellos que se ponen del lado
de uno u otro de los primarios. Si José y Adán son
buenos amigos y Julián entra en conflicto con José,
es probable que Julián se encuentre peleando no
solo con José sino también con Adán. En ese caso,
Adán sería un secundario. Si José tiene cincuenta
amigos leales, Julián está en un gran problema. A
veces, los secundarios se unen a un conflicto porque
se identifican con la causa. Otros se unen en función
de su relación con uno o más de los principales, ya
sea defendiendo a un amigo o atacando a un
enemigo común. Hace varios años, en una clase
llena de tensión doctrinal, un alumno vino a mí en
privado para expresarme su preocupación por la
forma en que alguien más me había hablado. El
alumno dijo: “No puedo tolerar la forma en que le
habló. Fue grosero e irrespetuoso. No debería
hablarle a nuestro profesor de esa manera”. Ese
alumno era un secundario, entrando al conflicto en
defensa de un primario, que en este caso era yo.
En el conflicto de Éxodo 2, Moisés fue testigo de

cómo un guardia egipcio golpeaba a un esclavo
hebreo. Rescató al esclavo matando al guardia,
entrando así en el conflicto como secundario. Él no
71
había sido parte de la disputa original y es posible

que ni siquiera supiera qué había causado que el
guardia atacara al esclavo. Simplemente saltó,
tomando el lado del esclavo y matando al guardia.
En 2 Samuel 13, Amnón violó a su media hermana,
Tamar. El hermano de Tamar, Absalón, despreció a
Amnón por lo que había hecho, y después de dos
años de odio entró en el conflicto como un
secundario. En un acto de venganza, Absalón mató
a Amnón. Absalón entró en el conflicto como
secundario y escaló la hostilidad.
Los secundarios a menudo entran en una lucha con

gran pasión porque luchan tanto por una causa
como por una lealtad. Cuantos más secundarios
haya, más difícil será resolver el problema. Las
iglesias valoran la amistad y la lealtad. Por eso es
tan común en las iglesias que los conflictos se
intensifiquen rápidamente en términos de la
participación de muchos secundarios. Es genial
tener a los secundarios de tu lado, pero complican
las situaciones de conflicto. Los secundarios sienten
firmemente que su causa es justa. Y si están
defendiendo a una persona que les importa, los
sentimientos de lealtad alimentan su sentido de la
justicia. Si se unen a una primaria para atacar a un
enemigo común, su sentido de la justicia se ve
impulsado por su alianza. Ellos razonan: “Si ambos
sentimos lo mismo por él o ella, ¿cómo es posible
que estemos equivocados?”. Los secundarios
pueden entrar en conflicto con mucha pasión, a
menudo desdibujando las líneas entre los
secundarios y los primarios. Las secundarias pueden
mantener un conflicto, a veces incluso después de
que las primarias hayan desaparecido. A menudo es
72
difícil identificar los intereses de los secundarios

porque su participación con frecuencia se basa en
una relación con un principal más que en un tema
material.
En un conflicto, es tentador para un primario reunir

un equipo de secundarios para unirse a la lucha
contra los oponentes. Es muy fácil para las personas
bien intencionadas, pero que no están involucradas,
quedar atrapadas en una disputa basada en la
lealtad. En la mayoría de los casos, esto sirve para
escalar el conflicto, haciéndolo más difícil de
resolver. Los secundarios a veces se encuentran
actuando de manera injusta en base a lo que
perciben como lealtades justas. Piensa bien antes
de convertirte en un secundario. Es posible que solo
esté agregando combustible al fuego, sin mencionar
que podría quemarse o quemar a alguien más. Si
eres un secundario en un conflicto, ten cuidado de
no permitir que tu sentido de la lealtad distorsione tu
sentido del bien y del mal.
Espectadores afectados
Hay un proverbio africano que dice: “Cuando los
elefantes pelean, la hierba sufre”. La hierba no está
directamente involucrada en la lucha, pero seguro
que se ve afectada por ella. A veces, este tipo de
impacto se denomina daño colateral. En situaciones
de conflicto puede haber muchos daños colaterales.
Los conflictos afectan a personas que no tienen una

voz activa en el proceso del conflicto. Cuando la
tensión marital se sale de control, los niños se
convierten en víctimas inocentes de daños
colaterales. El esposo y la esposa no tienen
73
intención de lastimar a sus hijos, sin embargo, los

niños están dañados. Son transeúntes afectados.
Eso también pasa en las iglesias. Una disputa en la

iglesia puede resultar en la partida de un pastor. La
familia del pastor está afectada por la polémica.
También habrá personas en la congregación que se
verán afectadas negativamente por la partida del
pastor, aunque no hayan tenido ningún papel en el
proceso del conflicto. Ya sea que hayan tenido la
oportunidad y hayan optado por no involucrarse en
el conflicto o no hayan tenido la oportunidad de
participar en el proceso, siguen siendo partes
interesadas que se han visto afectadas por el
resultado del enfrentamiento. En muchas
denominaciones, la oficina nacional o de distrito se
ve afectada por el conflicto de la iglesia. La situación
puede costarles tiempo de personal mientras los
líderes denominacionales intentan manejar la lucha.
La discordia puede dañar la reputación de la
denominación. También puede afectar la lealtad de
la iglesia o del pastor a la denominación.
Cuando un conflicto en la iglesia resulta en la partida

de un pastor, por lo general hay muchas personas, a
veces incluso la mayoría de la congregación, que
sienten que se han quedado fuera del proceso.
Otras personas toman decisiones que impactan en
sus vidas y ni siquiera han sido consultadas. Eso los
deja sintiéndose frustrados, enojados y sin respeto.
Líderes
Los líderes también son partes interesadas en un
conflicto. Si bien pueden identificarse con uno u otro
principal, tienen un mayor interés en el conflicto: el
74
bienestar de la organización. Es responsabilidad de

los líderes asegurarse de que la discusión se
resuelva de acuerdo con las reglas básicas del juego
limpio. También es responsabilidad de los líderes
proteger a los vulnerables. Pablo elogió a Timoteo
como alguien que se interesaba genuinamente en el
bienestar de los demás (Filipenses 2:20). Esa fue
una de las cualidades que hicieron de Timoteo un
líder eficaz.
Cuando los líderes no lideran, las tensiones se salen

de control. Y hay varias formas en que los líderes
pueden fallar. Los líderes fracasan cuando se
permiten convertirse en secundarios activos. Tarde o
temprano, los líderes pueden necesitar emitir un
juicio en una controversia, pero si ese juicio se hace
prematuramente, los líderes no han logrado liderar.
Simplemente se han unido a la refriega. Los líderes
también fallan cuando no establecen reglas básicas.
Al manejar el conflicto, alguien necesita establecer el
proceso mediante el cual se resolverá la diferencia y
decidir qué comportamientos son aceptables y
cuáles son inaceptables. Las reglas básicas deben
establecerse y aplicarse. Si una de las reglas
básicas es que los líderes no asistirán a reuniones
secretas con ninguna de las partes, y uno o más
líderes asisten a tales reuniones secretas, han
fallado en sus responsabilidades.
A veces, los líderes se ven obligados a tomar

decisiones difíciles y confrontar las malas acciones.
Yo era parte de una iglesia en la que un conflicto se
estaba saliendo de control. Después de numerosos
intentos de resolución, una pareja se negaba a
casarse, su plan era seguir viviendo en unión libre.
75
La junta de la iglesia discutió el asunto y acordó que

era hora de una confrontación. Un miembro de la
junta declaró: “Alguien necesita hablar con ellos. No
será el pastor. Seré yo misma. Y después de que
hable con ellos, o no volverán, o se casan, pero ya
no podemos permitir que continúen transmitiendo el
mensaje que la iglesia consecuente vivir en pecado”.
Luego hizo una confrontación amable, pero firme.
Como era de esperar, la pareja se fue.
Público
Un espectador es alguien que observa un conflicto
pero no tiene interés en su resultado. El espectador
es como el aficionado a los deportes que mira un
partido de fútbol, sin favorecer a ningún equipo
sobre el otro. El proceso es interesante, pero el
resultado realmente no le importa al espectador. Sin
embargo, ¡los espectadores deben tener cuidado! A
medida que las disputas se intensifican en alcance y
escala, fácilmente pueden comenzar a tocar
individuos o temas cercanos y queridos por el
espectador. Al comienzo de la Segunda Guerra
Mundial, Estados Unidos se percibía a sí mismo
como un espectador mientras Alemania en Europa y
Japón en el Pacífico estaban en conflicto con otras
naciones. Luego, el 7 de diciembre de 1941, Pearl
Harbor fue bombardeado. Estados Unidos pasó
rápidamente de espectador a participante.
En un conflicto de la iglesia, los que están fuera de

la iglesia están mirando. Se corre la voz. La gente
quiere ver cómo manejamos las disputas.
¿Actuamos como el resto del mundo? ¿O hay algo
diferente en nosotros? Jesús oró por sus discípulos,
“que todos sean uno, Padre, así como tú estás en mí
76
y yo estoy en ti. Que también estén en nosotros para

que el mundo crea que tú me enviaste". Cuando
estamos unidos y resolvemos los conflictos
cristianamente, influenciamos al mundo hacia la
creencia en Jesús. Cuando el conflicto saca lo peor
de nosotros, la iglesia pierde mucha credibilidad
Cuando los cristianos pelean, el mundo está
mirando.
Comprender su papel
¿Quién eres tú en una controversia en particular?
¿Eres un primario, un secundario, un líder, un
afectado o un espectador? Una vez que comprenda
su papel en el conflicto, podrá elegir más fácilmente
su comportamiento e identificar sus intereses. En
ese punto, también puede identificar a las otras
partes interesadas y sus intereses. Comprender el
papel de los demás en el conflicto lo ayudará a
comprender mejor sus comportamientos e intereses,
lo que hará posible trabajar hacia soluciones
comunes.
Pasos para identificar a los involucrados

en el cual aprenderá a identificar a los
involucrados. Conteste las siguientes 9
1. ¿Quiénes son los principales (primarios) en el

conflicto? ¿Cuáles son sus intereses? ¿Cuáles son
sus comportamientos? ¿Qué poder poseen?
77
2. ¿Quiénes son los secundarios en el conflicto?

¿Cuáles son sus relaciones con los primarios?
¿Cuáles son sus relaciones con los demás en la
iglesia? ¿Cuál es la probabilidad de que otros
secundarios se unan al conflicto? ¿Cómo están
afectando los secundarios al conflicto?
3. ¿Quiénes son los transeúntes (espectadores)
afectados en el conflicto? ¿Cuáles son sus
intereses? ¿Cómo les está afectando actualmente el
conflicto? ¿Cómo los afectarán los posibles
resultados del conflicto?
4. ¿Cómo está afectando el conflicto el testimonio de
la iglesia en la comunidad?
5. ¿Quiénes son los líderes responsables de
manejar el conflicto?
6. ¿Qué reglas básicas deben establecerse?
7. ¿Quién necesita ser confrontado?
8. ¿Quién necesita ser protegido?
9. ¿Alguno de los líderes es también principal o
secundario apasionado en el conflicto? De ser así,
¿cómo afectará su participación la gestión y el
resultado del conflicto? ¿Debería alguno de ellos
hacerse a un lado y recusarse del proceso de
gestión de conflictos?
78
Resolución de Conflictos Comunicación
CAPÍTULO 8
Ó : OBJETIVA COMUNICACIÓN
La comunicación abierta es un componente vital de

la gestión de conflictos. Cuando se rompe la
comunicación, también se rompe la posibilidad de
resolver el conflicto.
La Biblia está llena de pautas sobre la comunicación.

Una frase corta pero asombrosa en Efesios 4:15
resume cómo debemos dirigirnos unos a otros.
“Hablando la verdad en amor.” No olvides la verdad.
No olvides el amor. La verdad sin amor es
demasiado atrevida para manejar. El amor sin
verdad es una tontería sentimental. Decir la verdad
en amor es clave para una comunicación efectiva.
Proverbios 15:1 señala que “La respuesta amable
quita la ira, pero la palabra áspera hace subir la ira”.
El tono de su voz y la elección de sus palabras
servirán para resolver o intensificar el conflicto. La
buena comunicación incluye hablar sabiamente.
Una buena comunicación también implica una

escucha activa. En las palabras de Santiago, “Todos
deben ser prontos para escuchar, tardos para hablar
y tardos para enojarse” (Santiago 1:19). En este
versículo, escuchar, hablar y enojarse están
vinculados. Escuchar antes de hablar es una forma
efectiva de desacelerar la ira.
La comunicación también incluye extraer los

pensamientos y sentimientos de los demás. “Los
propósitos del corazón del hombre son aguas
profundas, pero el hombre entendido las
saca” (Proverbios 20:5). La extracción de
79
pensamientos y sentimientos se lleva a cabo a
través de la escucha activa y el cuestionamiento
activo. Este proceso da como resultado una mayor
conciencia y aclaración de intereses, generalmente
para ambas partes.
La comunicación crea un puente por el que pasan

preocupaciones, ideas, sentimientos y soluciones de
una persona a otra. Las opciones creativas se
desarrollan cuando las personas comienzan a
dialogar entre sí en un idioma que ambas partes
pueden entender y apreciar. Si desea resolver un
conflicto, debe comunicarse de una manera que
todos puedan aceptar, comprender y apreciar.
Dos puertas
Hay dos puertas figurativas por las que deben pasar
tus palabras. Una es la puerta de tu boca. El Salmo
141:3 pide: “Pon guarda a mi boca, oh SEÑOR;
guarda la puerta de mis labios.” El Salmo 39:1
promete: “Cuidaré mis caminos y guardaré mi lengua
del pecado; Pondré un bozal en mi boca mientras los
impíos estén en mi presencia”. Santiago 3 advierte
que la lengua es algo pequeño que es capaz de
infligir daño severo. Así que tenga cuidado con lo
que va a decir antes de abrir la puerta de su boca.
La otra puerta es la de tu corazón. Como dice

Proverbios 4:23: “Sobre todo, guarda tu corazón,
porque de él mana la vida”. Y Jesús señaló que “De
la abundancia del corazón habla la boca” (Mateo
12:34).
Tus palabras encuentran su origen en tu corazón y

luego fluyen por tu boca. Desde esa perspectiva, hay
80
dos puertas por las que deben pasar tus palabras. Si
tu corazón es correcto y puro, probablemente
puedas dejar la puerta de tu boca abierta de par en
par. Pero si tu corazón no es recto y puro, será mejor
que elijas con cuidado cuándo abrir la puerta de tu
boca.
La comunicación es responsabilidad de todos

En un conflicto, la comunicación es responsabilidad
de todos. Es responsabilidad del infractor. Jesús
instruye: “Por tanto, si estás ofreciendo tu ofrenda en
el altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene
algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar. Ve
primero y reconcíliate con tu hermano; luego ven y
presenta tu ofrenda” (Mateo 5:23–24). Ofrecer una
ofrenda en el altar era un acto de adoración. Según
Jesús, Dios no sólo se preocupa por el acto de
adoración sino también por la reconciliación de los
hermanos y hermanas. En este caso es el ofensor
(“Si... tu hermano tiene algo contra ti”) quien tiene la
responsabilidad de iniciar la comunicación.
La comunicación también es responsabilidad de la

parte ofendida. Jesús también dijo: “Si tu hermano
peca contra ti, ve y repréndele su falta, solo entre
ustedes dos. si te hace caso, has ganado a tu
hermano” (Mateo 18:15). En este versículo es
claramente el ofendido quien tiene la
responsabilidad de iniciar la comunicación con el
ofensor. Ve y muéstrale su falta. Jesús no dijo:
“Guárdatelo para ti y deja que tu corazón se
amargue”. Y Jesús no dijo “Ve y cuéntaselo a otro”. A
veces he escuchado a personas afirmar que quién
los ha ofendido es “inaccesible”, insinuando así que
sería imposible o peligroso iniciar una comunicación
81
directa sobre el comportamiento ofensivo.
Ciertamente, hay ocasiones en las que existe un
desequilibrio de poder tan extremo que la parte más
débil podría correr un peligro significativo al
acercarse al delincuente. Sin embargo, la excusa de
"inaccesible" se usa con demasiada frecuencia,
generalmente junto con quejarse ante un oyente
dispuesto a escuchar que se pone del lado del
ofendido. El oyente dispuesto puede volverse
secundario y alimentar los sentimientos de dolor e
injusticia, lo que en realidad intensifica el conflicto.
Jesús dijo: “Ve y muéstrale su culpa”. El ofendido
tiene la responsabilidad de abrir la comunicación.
Tanto en Mateo 5:24 como en Mateo 18:15, Jesús

instruyó a sus seguidores a "ir" a quien has ofendido
o al que te ha ofendido. La forma en que “vas” es
vital para la resolución del conflicto. Si vas con la
venganza en mente, no tienes motivos para esperar
resolver la discusión. Si vas a disculparte, pero en tu
disculpa dedicas mucho tiempo a justificarnos a
nosotros mismos y nuestro comportamiento, no
puedes esperar que la disculpa conduzca a la
reconciliación. A veces, figuras públicas (y también
figuras no tan públicas) ofrecerán alguna variación
de la siguiente disculpa general: "Si he ofendido a
alguien, lo siento mucho". Nadie, y me refiero a
nadie, que haya sido ofendido tomará esa
declaración como una disculpa sincera y
significativa. De hecho, suele servir para aumentar el
nivel de tensión y empeorar las cosas. Si te acercas
a la otra persona solo para salir del apuro, no lo
harás. Sin embargo, si vas con el propósito de la
reconciliación y entablas una conversación honesta
y abierta, tienes la oportunidad de lograr la paz.
82
La Biblia también sugiere una responsabilidad de
terceros en la comunicación. En Filipenses 4:2-3,
Pablo escribió: “Ruego a Evodia y ruego a Síntique
que se pongan de acuerdo en el Señor. Sí, y te pido,
fiel compañero de yugo, que ayudes a estas
mujeres. Aparentemente había habido una disputa
no resuelta entre Evodia y Síntique. Pablo abrió la
comunicación al respecto, pidiéndole a su
"compañero de yugo leal" que mediara. En este
caso, tanto Pablo como el leal compañero de yugo
tenían interés en el resultado del conflicto, que
afectó adversamente la reputación y el ministerio de
la iglesia. Como líder, Pablo intervino y abrió ese
puente de comunicación, pidiéndole a su compañero
de ministerio que interviniera como intermediario
para ayudar a las mujeres a llegar a un acuerdo. A
veces es responsabilidad de un tercero abrir las
líneas de comunicación. Sin embargo, no vea esto
como una excusa para entrar sin invitación en los
asuntos de otras personas. Los entrometidos
intensifican el conflicto y, en el proceso, crean
muchos enemigos. Sin embargo, si se encuentra en
el papel de líder o espectador afectado, ayudar a las
partes disidentes a resolver su disputa a través de
una comunicación abierta puede beneficiar a todos.
La comunicación es una responsabilidad compartida.

Pertenece al ofensor, al ofendido y, a veces, incluso
a un tercero. La comunicación es un puente hacia la
reconciliación.
Preguntas clave para hacer

Manejar con éxito un conflicto incluye hacer las
preguntas correctas. Jesús practicó regularmente
83
hacer preguntas directas para identificar los
intereses de los demás.
Jesús preguntó a dos discípulos: “¿Qué queréis?”.

(Juan 1:38). Jesús le preguntó a un mendigo ciego:
“¿Qué quieres que haga por ti?” (Lucas 18:41).
Jesús le preguntó a un inválido en el estanque de
Betesda: "¿Quieres curarte?" (Juan 5:6). Jesús le
preguntó a la madre de Santiago y Juan: "¿Qué es lo
que quieres?" (Mateo 20:21).
Para identificar los intereses de los demás, siga el

ejemplo de Jesús. Hacer preguntas. Aquí hay
algunas preguntas abiertas para hacer.
• ¿Qué pasó?
• ¿De qué manera te he ofendido?
• ¿Por qué hiciste eso?
• ¿Qué quieres lograr a través de este conflicto?
• ¿Qué temes perder?
• ¿Quién más tiene interés en este conflicto?
• ¿Qué intereses compartimos en común?
• ¿Cuáles ve como opciones para resolver este
conflicto?
La pregunta "clave"
Uno de los objetivos de la comunicación es
identificar los intereses de todas las partes
interesadas. Una vez que se comprenden esos
intereses, los participantes en el conflicto pueden
comenzar a trabajar en opciones creativas para
resolver los problemas. La pregunta clave en el
proceso de comunicación es "¿Qué quieres?"
Muchas veces, la gente no sabe lo que quiere. En

otras ocasiones, sus deseos son injustos,
84
irrazonables o están más allá de su capacidad para
satisfacerlos. Pero hacer esa pregunta clave puede
ayudarlos a identificar sus intereses principales y
cambiar su energía de atacar a las personas a
resolver problemas.
Errores de comunicación a evitar

Si bien la comunicación puede resolver la fricción y
unir a las personas en una reunión de mentes, si se
maneja mal, también puede escalar el conflicto. Las
palabras equivocadas dichas en el momento
equivocado y de la manera equivocada a la persona
equivocada sólo echan leña al fuego. Hay muchos
errores de comunicación que se deben evitar. Los
siguientes son algunos errores comunes que se
deben evitar:
El Chismoso
La Biblia es muy clara acerca de la naturaleza
destructiva del chisme. Proverbios 26:20 dice que
“Sin leña se apaga el fuego; sin chismes se acaba la
riña.” El chisme mantiene un conflicto avivado.
Proverbios 16:28 elabora: “El hombre perverso
suscita discordia, y el chismoso separa a los amigos
íntimos”. Una de las formas más seguras de
convertir a un amigo en enemigo es chismear sobre
él o ella. Chismear nunca mejora las cosas.
Romper confianza
Romper una confianza exacerba el conflicto. es
traición y está incorrecto. Si debe hablar
confidencialmente con otra persona, elija a alguien
en quien pueda confiar y dígale desde el principio
que lo que está a punto de compartir es confidencial.
Pida un acuerdo verbal de que lo tratarán de esa
85
manera. Si usted está en el extremo receptor de
información confidencial, manténgalo todo en
privado. Si por alguna razón no se puede confiar en
usted o si usted no puede mantener en silencio la
información, expréselo abiertamente. Si usted
acostumbra la famosa frase “mi pecho no es bodega
de nadie”, entonces usted es chismoso, y no se le
podrá confiar información privilegiada. Es importante
que el alumno de Teología se esté entrenando
seriamente en la practica de ser confidente de los
aconsejados o de los conflictos sin divulgar esta
información libremente. La vida ministerial custodia
la información privilegiada al grado que se tragará
algunos tragos amargos en el camino. A esto se le
llama madurez espiritual.
En las palabras de Proverbios 11:13, “El chismoso

traiciona la confidencia, pero el hombre de confianza
guarda el secreto”.
Engaño
El engaño puede ser un acto de omisión, comisión o
palidez. La omisión se refiere a no compartir la
información apropiada y relevante, lo cual equivale a
hacer declaraciones falsas de manera activa.
Palidecer implica hacer declaraciones veraces
cuidadosamente redactadas con la intención de
engañar sin decir una mentira.
Las mentiras, las exageraciones y otras formas de

engaño avivan las llamas del conflicto. Mantienen las
aguas agitadas. Jesús llamó al diablo “mentiroso y
padre de mentira” (Juan 8:44). De hecho, Jesús se
refirió al engaño como el “lenguaje nativo” del diablo.
Por otro lado, nuestro Señor se identificó como “el
86
camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6). A lo largo
del Nuevo Testamento, se hace referencia
consistentemente a Jesús en términos de la verdad.
En una situación de conflicto, ¿el ejemplo de quién
vas a seguir? Como Jesús también señaló, “La
verdad os hará libres” (Juan 8:32). El que engaña
nunca es libre. Tiene que recordar qué mentira le
dijo a quién para mantener su historia en orden. Una
mentira invariablemente lleva a otra. Y con cada
falsedad, el engañador se hunde en un hoyo más
profundo. También tiene que preocuparse por lo que
sucederá cuando se descubra su engaño. Tarde o
temprano, la deshonestidad será expuesta, a un
precio muy alto.
Palabras sin Vigilancia

Proverbios 13:3 nos dice que “El que guarda sus
labios guarda su alma, pero el que habla
precipitadamente se arruinará”. Durante la discusión,
las emociones se disparan. Y cuando las emociones
están en su punto álgido, las palabras fluyen
libremente. En el fragor de una pelea, podrías decir
algo de lo que no solo te arrepentirás más adelante,
sino que en realidad no lo dices en serio. Sus
palabras imprudentes pueden reflejar sus emociones
desprevenidas en ese momento, pero no sus
verdaderos pensamientos y sentimientos en un
momento menos apasionado. Cada vez que
prologue una declaración con "Realmente no
debería decir esto, pero...", es mejor detenerse justo
ahí antes de decir algo de lo que se arrepentirá más
adelante. Sería mucho mejor comprobarlo usted
mismo, cambiando esto a "Realmente no debería
decir esto... así que no lo haré". Recuerda que hay
dos puertas a través de las cuales tus palabras
87
deben pasar antes de que puedan ser pronunciadas,
la puerta de tu corazón y la puerta de tu boca. En
medio de un choque emocional, piénsalo bien antes
de dejar ambas puertas abiertas. ¡Guarda tus
palabras!
Medios de Comunicación
Hay varias maneras de expresar su comunicación.
Puede hablar cara a cara, hablar por teléfono, hacer
zoom, enviar una carta, enviar un mensaje de texto,
enviar un correo electrónico o publicar algo en las
redes sociales. Los participantes en los conflictos
con demasiada frecuencia gravitan hacia los
mensajes de texto, el correo electrónico o las redes
sociales cuando se comunican abiertamente o sobre
sus adversarios. Aquellos que reciben tal
comunicación generalmente ven las palabras con un
sesgo negativo. Leen todo tipo de motivaciones
contradictorias intencionadas o no intencionadas.
También eliminan la capacidad de aclarar
declaraciones o proporcionar respuestas en el
momento. Para gestionar un conflicto, comuníquese
cara a cara, por zoom o por teléfono siempre que
sea posible.
Cuando los adversarios están involucrados en una

conversación acalorada, una de las partes puede
solicitar grabar la conversación. Nunca estés de
acuerdo con eso. Cuando las personas graban una
conversación de este tipo, lo hacen para usar,
abusar y abusar de sus palabras habladas. Sacarán
sus comentarios de contexto. Están buscando
municiones para usar en su contra, no una
resolución con ustedes.
88
Antes de Confrontar
• La confrontación a veces es necesaria, sin
embargo, antes de confrontar, considere lo
siguiente.
• Asegúrese de tener una comprensión precisa de
los hechos y las percepciones.
• Asegúrese de entender su papel en el conflicto.
•Asegúrese de que el problema sea lo
suficientemente importante como para merecer una
confrontación.
• Asegúrese de que la hora y el lugar sean "seguros"
para todas las partes.
• Asegúrese de identificar lo que quiere lograr del
conflicto y la confrontación.
• Asegúrese de lo que puede permitirse perder si la
confrontación resulta en una escalada de la
controversia.
• Asegúrate de las palabras que quieres decir y su
mensaje.
Pasos para abrir la comunicación

en el cual analizará como se ha desarrollado la
comunicación durante el conflicto. Conteste las
siguientes 10 preguntas con respuestas
concisas en acuerdo al conflicto que usted
presenta.
1. ¿Qué dice la gente sobre el conflicto?

2. ¿De qué manera expresan sus opiniones (cara a
cara, teléfono, correo electrónico, mensajes de texto,
redes sociales, etc.)?
89
3. ¿De qué manera las conversaciones intensifican
el conflicto?
4. ¿Quiénes son los ofensores percibidos en el
conflicto?
5. ¿Quiénes son los ofendidos percibidos en el
conflicto?
6. ¿Los percibidos agresores y los ofendidos
percibidos se comunican entre sí? ¿Cual es tu
análisis del dialogo?
7. ¿Quién no tiene voz en el conflicto, pero debería?
8. ¿Cómo se debería comunicar el conflicto (cara a
cara, zoom, teléfono, mensaje de texto, correo
electrónico, redes sociales, etc.)? ¿y porqué?
9. ¿Cómo se calificaría a usted mismo como oyente?
10. ¿Qué no debes decir en el conflicto?
90
Resolución de Conflictos Negociando la Resolución
CAPÍTULO 9
N: NEGOCIANDO LA RESOLUCIÓN
Cuando comprenda sus verdaderos intereses y los

intereses de otras partes interesadas, es hora de
dirigir la energía del conflicto hacia la negociación de
una resolución. La negociación es un proceso
destinado a llegar a una solución a una disputa.
Puede tomar una variedad de caminos.
Caminos a la resolución
Ken Sande enumera varias formas en que se
pueden resolver las disputas. Se pueden resolver
mediante solución unilateral, negociación,
mediación, arbitraje y litigio. Cada uno de estos
métodos se explica a continuación en un orden que
refleja una complejidad creciente del proceso de
resolución, un costo creciente, una participación
creciente de otros y una sensación decreciente de
buena voluntad entre los participantes del conflicto.
Solución Unilateral
Muchos conflictos pueden resolverse si una de las
partes toma la decisión unilateral de ponerle fin. La
parte infractora puede resolver una disputa
admitiendo haber actuado mal y disculpándose.
Como dijo Jesús: “Si estás ofreciendo tu ofrenda en
el altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene
algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar. Ve
primero y reconcíliate con tu hermano; luego ven y
presenta tu ofrenda” (Mateo 5:23–24). En esta
enseñanza es la parte infractora quien acude a la
otra para resolver un conflicto. "Me equivoqué. Lo
siento”: esas palabras pueden tener un impacto
91
poderoso y, a menudo, pueden provocar una

resolución unilateral de conflictos.
Si la parte ofendida es la que decide poner fin al

conflicto, esta elección generalmente implicará
simplemente “dejarlo pasar”. En Mateo 18:15 Jesús
dijo: “Si tu hermano (o hermana) peca contra ti...”
“Si” es una palabra muy grande que merece una
consideración cuidadosa. La pregunta "si" considera
si otro ha pecado o no contra ti. Demasiadas
disputas se intensifican por asuntos que son
pequeños y no intencionados. Estos pueden ser
pasados por alto por aquellos que los perciben como
un desaire. Proverbios 19:11 señala que “La
sabiduría del hombre le da paciencia; es para su
gloria pasar por alto una ofensa.” En el toma y daca
de la vida, la mayoría de nosotros pasa por alto
rutinariamente las ofensas. Si entrara en conflicto
por cada ofensa percibida, estaría demasiado
ocupado peleando para lograr cualquier otra cosa.
Pasar por alto una ofensa es una forma de mantener
la paz. Sin embargo, ofrezco dos advertencias
cuando esté considerando este camino hacia la
resolución:
• Advertencia #1: No pretendas pasar por alto una

ofensa si al hacerlo estás enterrando amargura
en tu corazón.
• Advertencia #2: No pase por alto una ofensa si
esto significa permitir que continúe el
comportamiento destructivo. El comportamiento
dañino continuo podría terminar lastimando tanto
al ofendido como al ofensor.
92
Si bien es para “la gloria de uno pasar por alto una

ofensa”, la situación depende de la naturaleza y la
gravedad de la ofensa.
Si el conflicto es por algo material, una de las partes

puede terminarlo unilateralmente simplemente
cediendo y dejando que la otra persona gane. Esta
estrategia unilateral se llama “elegir perder”. Si
otorga un valor alto a la relación y un valor bajo a la
cosa material que se disputa, "elegir perder" es una
opción razonable. Sin embargo, si habitualmente
elige perder, o si elige perder cuando no puede
permitirse el lujo de perder, una solución unilateral
es demasiado costosa. Este recurso puede hacerte
sentir como un felpudo.
Disculparse, dejarlo pasar y elegir perder pueden ser

formas sabias y efectivas de resolver unilateralmente
algunos conflictos. Si el valor de la relación es alto y
las apuestas materiales y personales son bajas, es
una buena opción. Si ese no es el caso, considere
otro camino hacia la resolución.
Negociación
En el enfoque unilateral de resolución de conflictos,
cualquiera de las partes A o B puede decidir poner
fin al conflicto. La negociación, que involucra tanto a
la parte A como a la parte B, es la resolución de
conflictos de persona a persona. En Mateo 5:25
Jesús dijo, “Arregla las cosas rápidamente con tu
adversario” y en Mateo 18:15, “Si tu hermano peca
contra ti, ve y repréndele su falta, solo entre ustedes
dos. Si te escucha, te has ganado a tu hermano”.
Jesús afirmó el valor de la resolución de conflictos
de persona a persona.
93
La negociación permite que las partes A y B se

reúnan cara a cara, identifiquen intereses
individuales y comunes, desarrollen opciones
creativas y lleguen a una resolución de mutuo
acuerdo. La negociación es una herramienta eficaz
tanto para resolver problemas como para restaurar o
preservar relaciones. Debe usarse con frecuencia.
Mediación
En la mediación interviene un tercero como consultor
de conflictos. Las partes A y B siguen siendo los
principales participantes en el conflicto, y la parte C
actúa como mediador para asesorarlos, ayudarlos y
alentarlos a resolver sus diferencias. Jesús apoyó el
proceso de mediación. En Mateo 18:15 Él instruyó a
una persona ofendida a ir al ofensor para una
reunión cara a cara (negociación). Sin embargo, en
el versículo siguiente, Jesús continuó: “Pero si no te
hace caso, lleva contigo a uno o dos más”. Si la
negociación uno a uno no logra resolver una disputa,
el siguiente paso es la mediación. Hay varias
ventajas de involucrar a un mediador:
• Un mediador puede agregar una perspectiva
imparcial.
• Un mediador puede ayudar a desarrollar reglas
básicas de juego limpio.
• Un mediador puede ayudar a identificar los
intereses reales.
• Un mediador puede señalar intereses comunes.
• Un mediador puede aportar energía creativa al
proceso de resolución.
• Un mediador puede ayudar a proteger el
bienestar de ambas partes.
• Un mediador puede ayudar a estimular
sentimientos de buena voluntad.
94
• Un mediador permite que los participantes

tengan la última palabra en la resolución.
Jesús dijo: “Bienaventurados los pacificadores,

porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mateo
5:9). Un mediador es un pacificador. Cuando las
negociaciones se rompen, la mediación es el
siguiente paso para hacer las paces. Sin embargo,
es importante que las partes contendientes estén de
acuerdo sobre el proceso de mediación y el
mediador.
Arbitraje
En el arbitraje, como en la mediación, la parte C
entra en el conflicto entre las partes A y B. Sin
embargo, en el arbitraje, la parte C tiene el poder de
decidir sobre una solución a la disputa. Por lo
general, en el proceso de mediación-arbitraje, las
partes en conflicto (A y B) acuerdan mutuamente
permitir que el árbitro, la parte C, escuche a cada
parte exponer su caso y luego tome una decisión. En
otras ocasiones, un tribunal, un contrato previamente
existente o una autoridad eclesiástica otorgan al
árbitro el poder de tomar una decisión vinculante.
En Hechos 15 hubo disputa en la iglesia sobre la

inclusión de los gentiles. Pablo y Bernabé estaban
de un lado, creyendo que los gentiles debían ser
incluidos en la iglesia. Otros eran de la opinión de
que, para convertirse en cristiano, un gentil
necesitaba primero ser circuncidado, según la
costumbre y la ley judía. Cada lado expuso su caso
(produciendo testigos y presentando declaraciones
de opinión), y luego James actuó como árbitro. En
Hechos 15:19 Santiago comenzó su declaración con
95
“Es mi juicio...” Escuchó los argumentos y luego

decidió el asunto.
En disputas entre creyentes, Jesús instruyó (en

Mateo 18) a sus discípulos primero a intentar un
arreglo negociado (v. 15), seguido por un arreglo
mediado (v. 16) y finalmente por un arreglo arbitrado,
con la iglesia actuando como árbitro… “Si él (la parte
ofensora) se niega a escucharlos (a los mediadores),
díselo a la iglesia”. En esta enseñanza, nuestro
Señor dejó en claro que la iglesia tiene la autoridad
de esperar que sus miembros estén de acuerdo con
su juicio si quieren seguir siendo miembros.
El arbitraje tiene las mismas ventajas que la

mediación, con una excepción: en el arbitraje, el
poder de decidir sobre una resolución se quita de las
manos de las partes contrarias y se le otorga al
árbitro. En la mediación ese poder se deja en manos
de las partes que están en desacuerdo. El arbitraje
ofrece la ventaja de garantizar que se llegue a una
resolución, así como la desventaja potencial (para
las partes en disputa) de quitarles la decisión de
tomar las decisiones. Una u otra o ambas partes en
conflicto pueden verse obligadas a aceptar una
resolución que consideren indeseable.
Litigio
El siguiente paso en el proceso de resolución es el
litigio. El litigio involucra a un demandante, un
demandado, abogados, testigos, un juez y un jurado.
El litigio es costoso, costoso no solo en términos
monetarios sino también en términos de tiempo,
energía, reputación y relaciones. Al igual que el
arbitraje, también pone el poder de decisión en
96
manos de otros. En Mateo 5:25 Jesús aconsejó en

contra de los litigios: “Arregla las cosas rápidamente
con tu adversario que te está llevando a juicio. Hazlo
mientras estés con él en el camino, no sea que te
entregue al juez, y el juez te entregue al alguacil, y
seas echado en la cárcel.”
En un conflicto entre cristianos, uno de los actores

es la iglesia. En el espectáculo público de litigio
entre creyentes, la reputación de la iglesia puede
estar en peligro. Por esta razón, 1 Corintios 6
también advierte contra pleitos entre creyentes. Los
versículos 4 y 5 sugieren encontrar un árbitro dentro
de la iglesia en lugar de acudir a los tribunales. “Por
lo tanto, si tienen disputas sobre tales asuntos,
nombren como jueces incluso a hombres de poca
importancia en la iglesia. Digo esto para
avergonzarte. ¿Es posible que no haya nadie entre
ustedes lo suficientemente sabio como para juzgar
una disputa entre creyentes…?
El versículo 7 sugiere adoptar un enfoque unilateral

en lugar de un litigio, afirmando que es mejor ser
agraviado que dañar a la iglesia a través de un
conflicto. “Así que, por cierto es ya una falta en
vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos.
¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no
sufrís más bien el ser defraudados? (vs. 8) Pero
vosotros cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a
los hermanos.”
Como se ha señalado, los litigios son caros. Cuesta

mucho dinero; consume una buena cantidad de
tiempo y energía, alejando a los litigantes de otros
compromisos en sus vidas; daña la reputación de las
97
personas y, a veces, incluso de la iglesia; y destruye

las relaciones. Por lo tanto, la Escritura advierte
contra los litigios entre cristianos. Sin embargo, ¿hay
algún momento en que el litigio sea apropiado,
incluso entre cristianos? La respuesta es sí. En
Mateo 18, la prescripción de Jesús para la
resolución de conflictos entre creyentes pasa a un
cuarto paso. El paso 1, como hemos visto, es
negociación (v. 15), el paso 2 es mediación (v. 16) y
el paso 3 es arbitraje (v. 17). Pero más adelante, en
el versículo 17, Jesús saca su conclusión final: “Si se
niega a escuchar incluso a la iglesia, trátenlo como a
un pagano o a un recaudador de impuestos”. Esta
declaración abre la puerta para el paso 4, litigio, pero
solo después de que los pasos uno a tres no hayan
resuelto la disputa.
Vivimos en una sociedad altamente litigiosa e,

incluso como cristianos, podemos apresurarnos a
llevarnos unos a otros a los tribunales. Esa
tendencia va en aumento, incluso entre pastores e
iglesias. Si y solo si todo lo demás falla, el litigio
sigue siendo la opción final y desafortunada.
Cada paso a lo largo de este continuo incurre en

mayores gastos y riesgos. Como Jesús indicó en
Mateo 5:25, hacemos bien en resolver pronto
nuestros conflictos. ¡Cuanto más duren, más
costarán!
La caja de herramientas de resolución

Los mecánicos de automóviles, los trabajadores de
la construcción y los plomeros saben que la
herramienta correcta utilizada de la manera correcta
puede solucionar incluso el peor de los problemas.
98
Eso también es cierto en la resolución de conflictos.

Aquí hay algunas "herramientas" para ayudarlo a
desarrollar opciones creativas para la resolución de
conflictos:
“Expandiendo el pastel”
“Expandir el pastel” es el proceso de agregar algo de
valor al objeto del conflicto. Aquí hay un ejemplo.
Supongamos que una madre tiene tres hijos. Cada
niño quiere una barra de helado, pero solo hay dos
barras de helado en el congelador. La madre podría
intentar dividir las dos barras de tres maneras para
que cada niño reciba una parte justa, pero las barras
de helado están en palitos y son difíciles de dividir.
La madre podría hacer que los niños sacaran pajitas,
con dos pajitas largas y una corta. Los dos niños que
sacaran popotes largos recibirían cada uno una
barra de helado. El que saca la pajita corta se
quedaría sin él. Si bien esto podría considerarse
justo, no sería amable. Un niño se lastimaría. Una
tercera opción para resolver el conflicto sería
“expandir el pastel” agregando algo más de valor a
los objetos en disputa. En este caso, se podría usar
una barra de chocolate para “expandir el pastel”. La
madre podría decir: “Solo tengo dos barras de
helado, pero también tengo esta barra de chocolate
con rico chocolate con leche, caramelo masticable,
maní crujiente y un centro de turrón cremoso. ¿A
alguien le gustaría la barra de chocolate en su lugar?
Lo más probable es que uno de los tres quiera la
barra de chocolate en lugar de una barra de helado,
pero incluso si las barras de helado siguen siendo el
refrigerio preferido de los tres niños, la barra de
chocolate podría servir como un consuelo aceptable
99
para el que se queda corto. Esto sería mucho menos

doloroso que estar sin nada.
Lo que ha hecho la madre al “expandir el pastel” es

agregar algo más de valor al objeto del conflicto. En
muchos conflictos habrá un ganador y un perdedor.
No todos los conflictos terminarán con una solución
mutuamente satisfactoria, ni todo puede ser
comprometido o dividido por igual. Sin embargo,
agregar una “ganancia” adicional para el que pierde
el conflicto principal puede contribuir en gran medida
a mantener la paz.
“Hacer una ofrenda de paz”

En Génesis 27–32, Jacob huyó de su familia
después de que su hermano Esaú amenazara con
matarlo. Se fue a vivir con su tío Labán, donde
permaneció durante veinte años. Después de que
las tensiones comenzaron a escalar con Labán,
decidió regresar a casa; sin embargo,
comprensiblemente estaba preocupado por su
hermano, con quien a menudo había tenido
conflictos. Entonces, de camino a casa, después de
luchar con Dios, Jacob envió una impresionante
ofrenda de paz delante de él como regalo para su
hermano Esaú, “doscientas cabras y veinte machos
cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros, treinta
camellas con sus crías, cuarenta vacas y diez toros,
veinte asnas y diez asnos” (Génesis 32:14, 15). Con
el ganado iba una declaración implícita y clara a su
hermano: “Quiero la paz”. Esaú también quería paz.
Al principio Esaú rechazó a los animales, pero luego
los aceptó por lo que eran, un regalo ofrecido como
muestra del deseo de poner fin a la hostilidad.
100
A veces, un participante en un conflicto puede dar un

paso hacia la reconciliación al hacer una ofrenda de
paz. Una ofrenda de paz puede ser cualquier señal
de conciliación que su oponente reconocerá como
un gesto de buena voluntad ofrecido con la
esperanza de iniciar la paz. A veces, una ofrenda de
paz puede ser el punto de inflexión que conduce a la
reconciliación.
“Ofrecer una concesión”

“Ofrecer una concesión” es una acción realizada por
una parte en una disputa que voluntariamente
renuncia a una o más demandas como expresión de
buena voluntad. Al ofrecer una concesión, una de las
partes puede iniciar una expresión de buena
voluntad que se vuelve contagiosa, haciendo que el
compromiso sea posible y satisfactorio. Cuando eso
sucede, la otra parte puede responder ofreciendo
una concesión recíproca. El resultado es que cada
una de las partes en conflicto ha dado un paso más
hacia una resolución de mutuo acuerdo.
“Lluvia de ideas de soluciones”

Una sesión de lluvia de ideas es aquella en la que se
ofrecen ideas sin comentarios críticos a favor o en
contra. Se enumeran en una pizarra, cartelera o
alguna pantalla visible para todos los participantes.
El propósito de la lluvia de ideas es hacer una lista
de todas las posibles soluciones al problema. En la
resolución de conflictos, las soluciones sugeridas
variarán desde las que benefician a una parte hasta
las que benefician a la otra, pero cada idea debe
enumerarse sin comentarios críticos (al menos
durante la fase de lluvia de ideas).
101
“Creación de un menú de opciones”

Una vez que se enumeran las sugerencias, se
pueden combinar, eliminar o expandir hasta que se
cree un menú de opciones más viables. El menú
puede incluir una variedad de opciones, incluidas las
derivadas de "expandir el pastel" y "ofrecer
concesiones". El menú puede conducir a una
solución de mutuo acuerdo, pero si no, al menos
proporcionará una fuente de ideas para quienes
tienen el poder de decidir el resultado del conflicto.
"Salvando la apariencia"
Las disputas involucran intereses materiales y
personales, y ambos deben ser considerados en el
proceso de resolución. Sin embargo, a veces, en el
calor del momento, se dicen o hacen cosas que
hacen que una o más de las partes sufran
vergüenza o incluso humillación. Tal pérdida de
prestigio debe abordarse en el proceso de
resolución. Las personas tienen derecho a ser
tratadas con dignidad y respeto, incluso si
terminaran perdiendo uno o más de sus intereses
como resultado del conflicto. La protección de su
dignidad se llama “salvar las apariencias”. A veces,
en el curso de un conflicto, uno o más participantes
pueden desarrollar el deseo de renunciar a sus
intereses y poner fin al conflicto, si pueden encontrar
una manera de hacerlo que les permita salvar su
apariencia. Proporcionar una manera para que otros
mantengan su dignidad es un instrumento
importante en la caja de herramientas de resolución.
"Salvar la cara (o apariencia)“ no es algo natural. En

el fragor de una discusión, el instinto a menudo nos
dice que “lo tomemos del cuello", "ganemos a toda
102
costa" y "no te rindas en ningún momento". A esto se

le llama “echarle sal en la herida”. La respuesta
opuesta es proporcionar el salvamento de la
apariencia. Salvar las apariencias es permitir que el
perdedor mantenga un sentido de integridad a pesar
de la pérdida. Las palabras amables o una pequeña
concesión de buena voluntad pueden contribuir en
gran medida a ayudar a otro a salvar las apariencias.
También puede acortar la duración de un conflicto y
sus consecuencias. Algunas personas lucharán por
más tiempo y más duro de lo que lo harían
normalmente para tratar de salvar las apariencias.
Ofrecer una solución para salvar las apariencias
puede ser suficiente para persuadirlos de que
terminen la pelea. A medida que un conflicto se
dirige hacia la resolución, ayude a todos los
involucrados a salvar las apariencias. Cuando
guardas la imagen de otra persona, la tuya también
se ve mejor.
He aprendido a admirar la prudencia del Dr.

Fernando Quiles (canciller de la Universidad
Dayspring) cuando se han acalorado nuestras
disputas. El ha utilizado tácticas muy sabias para
descender cada discusión. El Dr. Quiles es quien
habla la mayoría de palabras cuando platicamos, y
todos los días platicamos de todo. En cada
conversación cotidiana que tenemos, la cual es todo
el día, todos los días, yo quizás hablo un tercio de
las palabras que el habla durante cada
conversación, soy mas callado por naturaleza. Sin
embargo, en alguna ocasional diferencia de
opiniones, el Dr. Quiles disminuye significativamente
su dialogo y me escucha. Sus palabras son
selectivas con la intención de ayudar mi imagen,
103
comprender mi punto, y encontrar de la manera mas

sutil como resolver la situación.
Indulgente
En un conflicto la gente sale herida. Si se van a
resolver los conflictos y restaurar las relaciones, se
debe extender el perdón. Jesús enseñó a sus
discípulos a orar: “Perdónanos nuestras deudas,
como también nosotros hemos perdonado a
nuestros deudores” (Mateo 6:12). Pablo escribió:
“Perdonad como el Señor os perdonó” (Colosenses
3:13). Y cuando Jesús murió en la cruz, oró: “Padre,
perdónalos” (Lucas 23:34). Unos años más tarde,
Esteban se convirtió en el primer mártir de la iglesia.
Mientras lo apedreaban, siguió el ejemplo de Jesús,
clamando: “Señor, no les tomes en cuenta este
pecado” (Hechos 7:60).
El perdón es un regalo que le das a quien te lastima.

Perdonar a otro también es un regalo que te das a ti
mismo. A medida que avanzas en la vida,
inevitablemente te lastimarás. Es como caminar en
un día lluvioso. Te vas a poner barro en las botas.
Puede llevar ese barro en sus botas por el resto de
su vida (o al menos mientras tenga las botas),
haciendo que las botas queden antiestéticas,
aumentando su peso y dejando un rastro de barro
donde quiera que camine. O puedes limpiar el barro.
Algunas personas recogen las heridas de la misma
manera que las botas recogen el barro. Las heridas
se convierten en una carga adicional a medida que
avanzan penosamente por la vida. Se vuelven
amargados e infelices. El perdón limpia el lodo.
Lewis Smedes identifica cuatro etapas en el perdón:
104
(1) Nos duele

(2) Odiamos
(3) Nos curamos a nosotros mismos
(4) Nos reunimos.
Cada etapa es importante. El dolor reconoce la

profundidad del dolor. El odio reconoce la ira y el
sentimiento de injusticia. La sanación de nosotros
mismos es el proceso que limpia el barro de las
botas. Es la libertad que nos damos para dejar de
cargar con la ofensiva. Es “dejarlo ir” y “perdonar
como el Señor te perdonó”. La etapa final, la unión,
restaura la relación dañada por la ofensa. En
algunas circunstancias, la etapa 4 es imposible de
lograr. La reconciliación no depende solo de ti.
Depende de la otra parte también. Pero ya sea que
alcances o no la etapa 4, asegúrate de pasar por la
etapa 3. Si no te curas a ti mismo y dejas ir el dolor,
pasarás por la vida cargando una amargura que te
agobia.
Enterrando el hacha
La frase “enterrar el hacha” simplemente significa
detener la lucha y hacer las paces.
Bougainville, una isla en el Pacífico Sur, fue

escenario de una guerra civil durante diez años. Los
rebeldes separatistas lucharon contra el control del
gobierno de Nueva Guinea. En esos diez años de
lucha, 40,000 de los 200,000 isleños fueron
expulsados de sus hogares, con 20,000 muertos
(10% de la población). Cuando terminó la guerra en
1998, el proceso se manejó de manera tradicional.
Los líderes de los dos bandos se reunieron, firmaron
un alto el fuego y luego bajaron sus lanzas y
105
partieron sus flechas en dos. Sam Kauona, el

comandante rebelde, se dirigió a la multitud y dijo:
“La guerra ha terminado. Ahora depende de nosotros
proteger la paz”. En ese momento todos cantaron y
bailaron en una ceremonia. Sam entendió que el
objetivo de la guerra debe ser la paz. Como tal, llega
el momento de romper la flecha, bailar, cantar y vivir
en paz.
A veces hay que enterrar el hacha o, como en el

caso de Bougainville, partir las flechas en dos. En
algún momento es necesario reconocer que el
conflicto ha terminado y que es hora de vivir en y
para la paz.
Pasos para negociar una resolución

en el cual analizará como se ha desarrollado o
debería desarrollarse la negociación de un
conflicto. Conteste las siguientes 6 preguntas
con respuestas concisas en acuerdo al conflicto
que usted presenta.
1. ¿Cómo sería que la parte ofendida eligiera una

solución unilateral (simplemente dejarlo pasar)?
2. ¿Cómo sería que la parte infractora eligiera una
solución unilateral (admitir la falta y disculparse)?
3. ¿La relación entre las partes contendientes es lo
suficientemente positiva como para negociar? ¿Qué
esperaría que sucediera si tuvieran una reunión cara
a cara?
106
4. ¿Están las partes abiertas a la mediación? Si es

así, ¿quién mediaría? ¿Son los líderes de la iglesia
vistos por ambas partes como mediadores
imparciales? Si no, ¿quién podría mediar en la
disputa?
5. ¿Ha llegado el conflicto al punto en que los líderes
de la iglesia necesitan arbitrar el asunto y dictar una
resolución? ¿Qué pasos deben tomarse antes de
implementar tal acción? ¿Cuáles serían las
consecuencias anticipadas de tal acción?
6. Si la resolución del conflicto está en un punto
muerto, ¿qué herramientas de la caja de
herramientas de resolución podrían implementarse?
1.Expandiendo el pastel
2.Hacer una ofrenda de paz
3.Ofrecer una concesión
4.Lluvia de ideas sobre soluciones
5.Crear un menú de opciones
6.Salvar las apariencias
7.Indulgente
8.Enterrar el hacha
¿Porqué eligió esa opción?
107
Resolución de Conflictos Gente Dificultosa
CAPÍTULO 10
LIDIANDO CON GENTE DIFICULTOSA
Cuando se les trata razonablemente, la mayoría de

las personas responderán razonablemente. Pero
algunas personas no son razonables sin importar
cuán justamente sean tratadas. Algunas personas
son difíciles de tratar. Siempre están listos para la
pelea y se resisten a todas las soluciones
propuestas. Son agitadores, alborotadores,
antagonistas, los que agitan el barco y afirman que
hay una tormenta en el mar. Hacer las paces con
ellos es como acariciar a un puercoespín. Las
personas difíciles rompen la paz y la mantienen rota.
Romanos 12:18, como hemos visto, nos aconseja lo

siguiente: “Si es posible, en cuanto dependa de
vosotros, estad en paz con todos”. La implicación de
la cláusula "si" es que la paz no siempre es posible.
Hay personas que elegirán no vivir en paz contigo.
Poner la expectativa sobre ti mismo de que vivirás
en paz con todas las personas todo el tiempo no es
realista. El verso incluye la calificación “en cuanto
dependa de vosotros”, y el siguiente verso comienza
con “No os venguéis”. Entonces, cada uno de
nosotros debe estar dispuesto y listo para hacer las
paces, al mismo tiempo que reconoce que habrá
aquellos con quienes esto no será posible. Las
siguientes son algunas sugerencias para tratar con
personas difíciles:
1. Tenga cuidado al juzgar a los demás como

"personas difíciles".
Pocas personas disfrutan de la oposición. A la
mayoría de nosotros nos gusta pensar que tenemos
108
razón, al menos en cuanto a los temas que más nos
importan. Tendemos a percibir la oposición como
una amenaza, y es fácil para nosotros juzgar a todos
los oponentes como “personas difíciles”, asumiendo
que estamos justificados al pensar en ellos como
aquellos en Romanos 12:18 con quienes la paz es
imposible. Con demasiada facilidad los etiquetamos,
al menos en nuestra mente, como agitadores,
alborotadores o antagonistas. Sin embargo, el hecho
es que a veces nos equivocamos. Me he equivocado
y a veces he juzgado a otros como personas
difíciles, resistentes a hacer las paces. Entonces
actué de manera tan negativa que se hizo imposible
que existiera la paz. En esos casos, la paz estaba
fuera de alcance no por ellos, sino por mí. Al juzgar a
otros como personas difíciles, a veces he sido la
persona difícil, en el lado equivocado de Romanos
12:18.
Tito 3:10 dice: “Al hombre que cause divisiones,

después de una y otra amonestación deséchalo.” Si
bien hay personas con las que es realmente difícil
tratar, tenga cuidado al colocar a alguien en esa
categoría. Si se equivoca en su evaluación, es
posible que usted termine allí mismo.
2. Comuníquese claramente.
Siempre es una buena idea comunicarse con
claridad, pero al tratar con personas difíciles, tome
medidas adicionales para hacerlo. Haz preguntas
directas, como: “¿Por qué querías reunirte conmigo?
¿Qué es lo que quieres?" Luego, cuando sea tu
turno de hablar, ten mucho cuidado con lo que dices.
Si las personas son realmente "difíciles", sus
palabras pueden ser puestas a prueba por ellos (y
109
por todos los demás con quienes hablen sobre la
situación). Cuando la policía arresta a un
sospechoso, le leen al individuo los derechos
Miranda, incluida la declaración: “Cualquier cosa que
diga puede usarse en su contra”. Esta declaración
también se aplica cuando se trata de personas
difíciles. Lo que diga puede ser usado en su contra.
Por lo tanto, elija sus palabras con cuidado y
comuníquese con claridad.
3. No te pongas en una posición vulnerable.

Norm Shawchuck tiene una palabra para describir a
las personas cuyo estilo de conflicto dominante es
agresivo-competitivo. Él los llama "tiburones". Las
personas difíciles pueden actuar como tiburones.
Imagínate una playa para nadar cerca de aguas
infestadas de tiburones. Si ha habido avistamientos
de tiburones recientes, la patrulla de la playa podría
colocar un letrero que advierta sobre los peligros de
los tiburones y aconseje a los nadadores cómo
protegerse. El letrero podría ofrecer las siguientes
sugerencias:
• No nade solo.
• No nade con una herida abierta.
• No nade en la oscuridad.
• No nade más allá de las boyas marcadoras.
• No provoque a un tiburón.
• Salga del agua cuando vea un tiburón.
• Manténgase alejado de noche.
Ese es un gran consejo para nadar en la playa cerca

de aguas infestadas de tiburones. También es un
gran consejo para tratar con personas difíciles. No te
pongas en una posición vulnerable.
110
4. No sea demasiado accesible.
Las personas difíciles prosperan con el poder. Su
accesibilidad puede darles una mayor sensación de
poder. Si se sabe que su puerta está abierta para
cualquier persona en cualquier momento, tarde o
temprano se encontrará con alguien que cruzará su
puerta todo el tiempo. Algunas de estas personas
serán personas difíciles. Las personas difíciles
disfrutan controlando tu tiempo, así como la agenda.
No los dejes.
Kenneth Haugk, en su libro Antagonists in the

Church, sugiere lo siguiente con respecto al trato
con los antagonistas:
• Si es posible, evite en absoluto reunirse con el

antagonista.
• Reúnase en un lugar de su elección.
• Evite reunirse en su casa. (Se espera que usted
sea un "anfitrión").
• Evite reunirse en casa de él. (Es su territorio. Les
da confianza.) No se reúnan durante el almuerzo o
para cenar. (Esto crea una intimidad no deseada).
• Reúnase en el momento que usted elija.
• No se deje obligar a una reunión abierta. Si le
preocupa que una reunión dure demasiado tiempo,
prográmela justo antes de otra reunión importante
en su agenda, así saldrá a buen tiempo al otro
compromiso.
No sea demasiado accesible para los alborotadores.

Simplemente los alentará a crear más problemas.
111
5. Desarrollar y hacer cumplir las reglas básicas.
Las reglas básicas permiten que los conflictos se
resuelvan en una atmósfera de juego limpio.
Minimizan el uso de “trucos sucios”. Cuando hay un
conflicto, siempre es una buena idea establecer un
conjunto de reglas básicas, pero esto es
especialmente necesario cuando se trata de
personas difíciles. Establezca reglas básicas,
comuníquelas y hágalas cumplir. Ellos te protegerán
a ti, así como a tu iglesia. También protegerán al
alborotador de hacer o decir cosas de las que
eventualmente se arrepentirá. Si está en el papel de
líder, las reglas básicas son extremadamente
importantes para proteger los intereses de todos.
Las reglas básicas deben incluir estipulaciones tales

como:
• Todos hablarán por sí mismos, no por los demás
(sin declaraciones de segunda mano).
• Todos tendrán la oportunidad de expresar sus
preocupaciones.
• No habrá interrupciones mientras otros hablan.
• Todos escucharán activamente y se esforzarán por
comprender a los demás.
• No habrá etiquetas, insultos o ataques personales.
• Nos centraremos en los hechos.
• No juzgaremos los motivos.
• Nos trataremos con respeto.
• No nos apresuraremos a juzgar.
• Respetaremos la información confidencial y
privilegiada.
• Todos serán responsables de lo que han acordado.
112
Hacer cumplir estas y otras reglas básicas ayudará a
crear una atmósfera de juego limpio en la que las
disputas se puedan manejar de manera efectiva.
6. Acepte el hecho de que algunas personas son

simplemente difíciles.
Tratar con personas difíciles es desagradable. Hay
una fuerte tentación de intentar cambiarlos. Pero ese
no es tu trabajo; es del Señor. Su trabajo es
controlar su propio comportamiento y tratar sabia y
justamente a quienes lo rodean. Si a través de tu
integridad Dios ablanda los corazones y cambia el
comportamiento de las personas rebeldes, eso es
grandioso. Pero mientras Dios está haciendo su obra
en sus vidas, es posible que tengas que aceptar a
las personas difíciles tal como son. A veces es más
inteligente retroceder y decirte a ti mismo: “Ese es
solo un puercoespín mostrando sus púas. Los
puercoespines hacen eso, y yo soy demasiado listo
provocarlo y terminar cortado. No pelees con un
puercoespín. Tampoco acaricies a uno.
Pasos para lidiar con gente dificultosa

en el cual analizará como se lidia con gente
dificultosa. Conteste las siguientes 6 preguntas
con respuestas concisas en acuerdo al conflicto
que usted presenta.
1. ¿Es la condición de su corazón consistente con

Romanos 12:18?
113
2. ¿Ha actuado usted de alguna manera como una
persona difícil en esta disputa?
3. ¿Otros están actuando como personas difíciles en
este conflicto? ¿Qué están haciendo para romper la
paz?
4. ¿Cómo y a quién se comunicará mientras se
esfuerza por manejar el conflicto?
5. ¿Quién es vulnerable y necesita protección?
¿Cómo los protegerás?
6. ¿Qué reglas básicas necesita establecer? ¿Cómo
se harán cumplir esas reglas básicas?
114
Resolución de Conflictos ASIGNATURA
INSTRUCCIONES:
1)Lea su libro de texto.
2)Encontrará las secciones de ASIGNATURAS en las

siguientes paginas de este libro de texto; 48, 60, 69,
77, 89, 106 y 113.
Capítulo 4 en Página 48 contiene 15 preguntas.

3)Conteste todas las preguntas en cada sección

titulada ASIGNATURAS.
4)Entregue su asignatura utilizando la hoja de cubierto

de tareas.
5) Consulte con su profesor si entregará su tarea

escrita en computadora, o si puede escribirla a mano.
(Cada profesor fija su propia regla en este punto)
Para docencia o equipo de revisión:

• 63 preguntas en total
• 1.58 puntos por pregunta en escala de 100%
115

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RESOLUCIÓN DE

Dr. Adrian Najera

2 La Mentalidad Correcta en el Conflicto 17

3 Verdades sobre el Conflicto 35

5 C: Comportamiento del Conflicto 51

6 C: Consolida tus Intereses 62

7 I: Identifica los Involucrados 70

10 Lidiando con Gente Dificultosa 108

A veces, los líderes dentro de la iglesia pueden no

Una vez que las tensiones se intensifican hasta

Si vamos a enumerar las habilidades que los líderes

El propósito de la iglesia proporciona la razón

Para priorizar a Dios, debemos reconciliarnos

La reconciliación en el conflicto es importante

No todo conflicto es malo

¿Cuál es la diferencia entre el conflicto bueno y

Si, por el contrario, estamos hablando de chocar de

¿Cuándo se vuelve malo el desacuerdo?

El conflicto debe permanecer dentro de los

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• Servirnos unos a otros (Gálatas 5:13)

1) La Iglesia está formada por seres humanos

2) Tenemos un enemigo que busca devorar y dividir.

3) Cada vez que reúnes a un grupo diverso, como lo

Dios sabía que el conflicto sucedería en la Iglesia. Él

Tomando responsabilidad ante el conflicto

“Una de las lecciones mas importantes que

“El conflicto nunca lograra alcanzar

“hasta que acepté mis errores, admití que

Romanos 14 trata de problemas que muy a menudo

Y, no podemos eludir versículos como los siguientes;

No importa quiénes somos, o qué posición

Líderes: ¡Estos versículos también los incluyen a

Responsabilidad cuando no soy parte del

Quizás nos ayude la situación de conflicto en la

Ruego a Evodia y a Síntique que sean del

El Apóstol Pablo ni siquiera estaba físicamente

Líderes: Es posible que no siempre seas el que

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3 formas en que el conflicto nos impide

Piensa en las palabras de Jesús: “Toda potestad me

2) El conflicto nos distrae, disminuyendo

Piense en el mandato de Jesús de “id y haced

3) El conflicto empaña nuestra luz al reflejar a

Piensa en la promesa de Jesús: “Ciertamente estaré

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2. “Cuando le lanzaban sus insultos, él no se

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