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La línea es una obra literaria que a mi parecer carece de un planteamiento que la dote de

una motivación trascendente y lo suficientemente sofisticada para despertar inquietud en el


lector con el motivo de provocar en este último una necesidad y por sobre todo la curiosidad
requerida para comenzar a leer la historia.

Lo anterior es fácilmente observable en la primicia base de la historia, ya que pese a


plantear un escenario ampliamente conocido y al estar el lector sumergido en una realidad
que en los últimos años se ha visto marcada por la predominancia del tema que funge como
un eje central del concepto de la historia, siendo en este caso la migración, resulta un
producto aburrido, carente de lo que popularmente se podría expresar como un “alma” para
la historia.

Entonces, si no se escribe la trama alrededor de una idea central que le dé estructura y que
por encima de todo sea original, única e interesante la obra habrá de fracasar. Cabe
plantearse la siguiente paradoja: por qué habría el lector de leer el libro siendo que éste es
una historia más, que pese a ser desgarradora y hasta cruda por momentos, no le aporta
nada. En esta vida sobran ejemplos de historias cuya característica principal es el hecho de
estar centradas en la migración.

Cada año un porcentaje abismal y enorme de personas migran continuamente en búsqueda


de mejores oportunidades. En una sociedad que se ha visto tan severamente
deshumanizada y que ante situaciones que se han vuelto cotidianas, como es el caso, no
hay un motivo para empatizar con otra historia más del montón. Ya no es interesante.

Ya lo mencionó hace varios siglos el manco de Lepanto: “En algún lugar de un libro hay una
frase esperándonos para darle un sentido a la existencia”. Y en La línea, este no es el caso.

Para mi gran pesar, éste tipo de literatura es una buena, mas no excelente, forma de
incursionar al adolscente tardío en la lectura; sin embargo es el uso excesivo de obras
literarias como herramientas didácticas por parte del docente es lo que termina por acabar
con la poca gracia, intriga y alma que puedan tener los libros que se nos exige leer. Cada
cabeza es un mundo y a la fuerza ni los zapatos entran.

Ahora bien, desde mi punto de vista es crucial realizar y modificar la historia para dotarla de
una propuesta interesante. Un toque adicional de crueldad y crudeza no habría estado mal.
Habría que incluir algo que verdaderamente hiciera a la historia única. Tomando como punto
de partida nuestra triste realidad se podría haberle dado a algún personaje principal un
destino trágico, terminando por usar las advertencias previamente planteadas al inicio de la
historia por personajes con la familia de Miguel o el propio Javier sirvan como un
“foreshadowing” para desembocar en una escena dramática y emotiva que le sirva de
desarrollo a Miguel.

Algo que también habría vuelto la historia todavía más atrevida sería demostrar la
verdadera cara de los EE.UU. enfocándose en la decadencia del tan buscado sueño
americano demostrando que hoy en día el reto principal de llevar a cabo una migración tan
arriesgada como es el caso, no es tanto el cruzar la frontera, sino labrarse una vida plena
del otro lado gracias al obstáculo que representan los prejuicios y el uso de los migrante
como herramienta política entre demócratas y republicanos.

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