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efectivo como analgésico y antipirético pero tiene escaso poder antiinflamatorio, por el
contrario el diflunisal tiene efectos antiinflamatorios y analgésicos pero mínimo efecto
antipirético y el paracetamol es buen antipirético, analgésico y carece de actividad
antiinflamatoria, el Ketorolaco predomina su actividad analgésica sobre la
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FARMACOLOGIA DE LOS AINEs
Ambas tienen el mismo peso molecular y sus diferencias estructurales son casi
imperceptibles (un solo aminoácido) de forma que los lugares activos para la unión
al ácido araquidónico (su sustrato) o a los AlNEs (su inhibidor) son similares; sin
embargo, es muy distinto su papel fisiológico.
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FARMACOLOGIA DE LOS AINEs
PROSTAGLANDINAS Y CICLOOXIGENASAS
Las prostaglandinas se forman como producto de la
cascada del ácido araquidónico.
La ciclooxigenasa transforma el ácido
araquidónico, formado por la fosfolipasa A2 a
partir de los fosfolípidos de membrana, en un
intermediario endoperóxido inestable (PGG2)
que se transforma luego en PGI2, PGE2, PGD2,
PGF2α, y con participación de la tromboxano
sintetasa, en tromboxano A2 (TXA2). Los
AINES inhiben en forma competitiva y
reversible a la ciclooxigenasa, excepto la
aspirina.
La ciclooxigenasa es una proteína globular, y
con su isoenzima pueden tener un importante
rol en la regulación central y periférica de los mecanismos de hiperalgesia.
Desde hace algunos años se conoce que los AINEs y otras drogas analgésicas no opioides
inhiben a la ciclooxigenasa (COX), enzima que interviene en la síntesis de prostaglandinas,
mecanismo que parecía explicar, tanto sus efectos terapéuticos (analgésico, antinflamatorio
y antipirético), como sus efectos adversos más serios (toxicidad gastrointestinal, retención
de sodio y agua, alteraciones de la coagulación, etc.).
Se ha descubierto y estudiado un segundo tipo de enzima ciclooxigenasa (COX 2) que
según se cree se forma inducido por el estímulo nocivo. Entonces puede diferenciarse una
COX1 constitutiva o no inducida responsable de la formación de PG en condiciones
normales con funciones fisiológicas en estómago, riñones y plaquetas y una COX2
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FARMACOLOGIA DE LOS AINEs
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FARMACOLOGIA DE LOS AINEs
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FARMACOLOGIA DE LOS AINEs
muchos autores sostienen que, siempre que sea compatible con la comodidad del paciente,
valores inferiores a 39 °C no deberían ser tratados.
El mantenimiento de la homeostasia térmica depende de un delicado equilibrio entre los
mecanismos de producción y conservación del calor, y aquellos implicados en su
disipación, cuyo control se lleva a cabo por medio de un grupo de neuronas situado en la
región del área preóptica/hipotálamo anterior (PO/HA). Actualmente se considera que el
estímulo febrigénico depende en mayor medida de las señales vagales emitidas desde la
periferia hacia el núcleo del tracto solitario, y desde este al área preóptica a través del haz
noradrenérgico ventral; tendrían menor importancia, por tanto, que el acceso al SNC de
pirógenos endógenos (citocinas) o exógenos (endotoxinas o lipopolisacáridos bacterianos).
La liberación de noradrenalina intrapreóptíca evoca el aumento de temperatura en dos
fases: una rápida, mediada por receptores α1, e independiente de la PGE2, y otra más
diferida, mediada por receptores α2 y dependiente de la COX-2 /PGE2. La acción
antipirética de los AINEs se explica, principalmente, por su capacidad de disminuir las
concentraciones centrales de PGE2 mediante la inhibición directa de la actividad
enzimática de la COX-2. En el caso del paracetamol, parece ser más importante la
participación del sistema de cannabinoides
4.3. Acción antiinflamatoria
La inflamación es una de las respuestas fisiopatológicas fundamentales con las que el
organismo reacciona y se defiende frente a agresiones producidas por diversos estímulos
(infecciones, traumas, procesos isquémicos, interacciones antígeno-anticuerpo, etc.). La
respuesta inflamatoria puede dividirse, al menos, en tres fases, en las que intervienen
mecanismos diferentes: a) fase aguda, caracterizada por la vasodilatación local y el
aumento de la permeabilidad capilar; b) fase subaguda, en la que se produce infiltración
leucocitaria y de células fagocíticas, y c) fase crónica, en la que existen signos de
degeneración y fibrosis en los tejidos afectados. El número de células tisulares (células
endoteliales, mastocitos y macrófagos) y sanguíneas (leucocitos y plaquetas), y de
mediadores químicos (factor C5a del complemento, factor activador de plaquetas,
eicosanoides, citocinas, factores de crecimiento, histamina y bradicinina) que intervienen
en los procesos inflamatorios es muy amplio y variable, y también es diferente su
participación en cada proceso. Aunque en muchas ocasiones la inflamación es autolimitada
por el curso temporal del proceso que la desencadenó, en otras, especialmente frente a
agresiones autoinmunes, la vasodilatación, la quimiotaxis y la liberación de mediadores
generan procesos en cascada que facilitan su cronificación.
La capacidad de los AINEs para reducir la inflamación es variable, si bien, en general, son
más eficaces frente a inflamaciones agudas que crónicas, y dependerá del tipo de proceso
inflamatorio, de la participación relativa de algunos eicosanoides en él y de la posibilidad
de que actúen, además, por mecanismos de acción complementarios e independientes de la
inhibición de las COX. Al inhibir la síntesis de PG y TX, los AINEs reducen su actividad
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FARMACOLOGIA DE LOS AINEs
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FARMACOLOGIA DE LOS AINEs
La utilización de estos
fármacos se ve limitada,
por la posible aparición de
efectos adversos que han
sido conocidos desde su
introducción,
prácticamente a la par que
sus propiedades
terapéuticas; la primera
reacción adversa a aspirina
se describió en 1902 por
Hirschberg. Los AlNEs
como grupo farmacológico
son responsables de
70.000 ingresos
hospitalarios y 7.000
fallecimientos anuales
como consecuencia de sus diversos efectos secundarios.
Los efectos adversos gastrointestinales de estos fármacos son posiblemente los más
comunes, seguido de las reacciones adversas renales (alteraciones en la
hemodinámica renal e insuficiencia renal), las cutáneas (fenómenos de
hipersensibilidad, urticaria o eritema multiforme), neurológicas (cefaleas, tinnitus) o
hepáticas (elevación de enzimas hepáticas) y las cardiovasculares.
HEPATOTOXÍCIDAD
La popularidad del paracetamol como antipirético y analgésico seguro y eficaz ha
aumentado en el último tiempo. Su uso ha subido rápidamente y el incremento en la
disponibilidad lo ha transformado en uno de los agentes más comunes en las
sobredosis accidentales como intencionales.
Coincidiendo con el uso sin prescripción médica, la incidencia de hepatotoxicidad por
paracetamol está en aumento. En los Estados Unidos y en el Reino Unido, la toxicidad
por paracetamol se estima que representó el 50% del total intoxicaciones por
medicamentos. En el Reino Unido la intoxicación por paracetamol parece ser la causa
más común de insuficiencia hepática aguda.
La hepatotoxicidad por ácido acetilsalicílico es dosis dependiente. Las mujeres
jóvenes con trastornos tales como fiebre reumática y artritis reumatoide juvenil
parecen tener un riesgo más alto. La magnitud del riesgo de hepatotoxicidad
clínicamente relevante en los usuarios de ácido acetilsalicílico no se conoce. Se han
descrito elevaciones transitorias de los enzimas hepáticos en la mitad de los pacientes
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FARMACOLOGIA DE LOS AINEs
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FARMACOLOGIA DE LOS AINEs
El primer estudio de casos y controles que demostró una asociación entre el síndrome
de Reye y los salicilatos en niños con enfermedad vírica previa, especialmente
resfriado y varicela, apareció en 1980. Esta se siguió de tres estudios adicionales de
casos y controles publicado en 1982. En todos estos estudios, se encontró una fuerte
asociación y más del 95% de los casos habían estado expuestos a los salicilatos. Aun
así, se suscitaron críticas sobre los métodos empleados y se plantearon artefactos de
selección y clasificación errónea. Eventualmente, se inició un nuevo estudio por parte
del grupo de trabajo del Servicio de Salud Pública de los EEUU sobre el síndrome de
Reye. En la fase piloto, así como en el estudio global publicado, se encontró una
asociación clara con la exposición a salicilatos durante la enfermedad precedente
(varicela, enfermedad respiratoria o gastrointestinal) antes del inicio del síndrome de
Reye. La tasa de riesgo era de 40 (límite inferior de confianza del 95%: 5,8) para los
salicilatos como grupo y de 26 (6,4) para el ácido acetilsalicílico.
En 1985, cuando el empleo de ácido acetilsalicico en niños ya se hallaba en declive,
sólo se describieron 91 casos de síndrome de Reye en los US Centers for Disease
Control, en comparación con 1.003 caso durante los años 1981−1985.
Es evidente que los salicilatos juegan un papel etiológico en la mayoría de los casos
de síndrome de Reye (fracción etiológica superior al 90%). Sin embargo, sigue sin
contestar la intrigante pregunta de por qué se presenta particularmente en niños y
adolescentes con varicela y resfriados.
NEFROPATÍA
Se ha demostrado que las PG renales (en especial
la PGE2) participan en muchos procesos
fisiológicos renales importantes, como la
autorregulación del flujo sanguíneo y la filtración
glomerular renales, la modulación de la liberación
de renina y la manipulación renal del agua y del
sodio. Los efectos colaterales renales de los IPS
incluyen hipertensión, azoemia con oliguría que
progresa a insuficiencia renal aguda,
hiponatremia e hiperpotasemia, edema, necrosis
papilar, nefritis intersticial y síndrome nefrótico. Para comprender e intentar prevenir estos
sucesos severos y algunas veces potencialmente letales, es importante comprender la base
racional subyacente al descubrimiento de las PG renales y el papel normal de las PG
renales en la función renal.
La Cox−2 se forma en el riñon y es inhibida tanto por los clásicos AINEs como por los
inhibidores específicos. Esta inhibición es probablemente responsable al menos en
parte de los ocasionales casos de edemas periféricos vistos en algunos estudios.
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hemorragia .
Por tanto el proceso fisiopatológico generador de lesiones a nivel gastroduodenal sería
doble. De forma directa mediante el acúmulo intracelular del fármaco y mediante la
estimulación de la secreción de ácido y pepsina. Indirectamente también causan lesión
debido a la inhibición de la síntesis de prostaglandinas. De forma más detallada, al
inhibir la isoenzima COX−1, encargada de la síntesis de las prostaglandinas, el daño
se produciría en tres niveles:
Preepitelial: disminuye la secreción y viscosidad del moco, los
fosfolípidos de membrana y la hidrofobicidad, así como la síntesis de
bicarbonato.
Epitelial: disminuye la proliferación celular e inhibe la formación de
factores de crecimiento plaquetario
Postepitelial: disminuyendo el flujo vascular, produciendo adhesión
leucocitaria y aumentando los radicales libre y la síntesis de leucotrienos.
Gastritis Erosiva Duodenitis erosiva Úlcera gástrica
5.1.
secundarios severos. Se deberá siempre que sea posible, utilizar otros fármacos
(AINES selectivos inhibidores de la COX−2) y si esto no es posible utilizar los AINES
menos gastroerosivos, a la dosis mínima eficaz y durante el menor tiempo posible.
Cuando se produce una gastropatía por AINE, la primera decisión a tomar es qué
hacer con respecto al AINE. Siempre se que sea posible es preferible suspender y
cuando esto ocurre debemos recurrir a utilizar el AINE con menor capacidad
lesiva, a la mínima dosis que sea eficaz evitando la asociación con corticoides u
otros AINES.
En la actualidad, existe numerosa evidencia científica que aconseja la utilización de
inhibidores de la bomba de protones (IBP) en el tratamiento y prevención de la
gastropatía por AINES. Además, se ha comprobado que su administración reduce la
sintomatología, aunque ésta no esté asociada a lesiones endoscópicas. El misoprostol,
análogo sintético de la prostaglandina E 1, ha demostrado también en numerosos
estudios su efectividad en la profilaxis de la gastropatía por AINES. Se desaconseja
su administración en ancianos debido a los efectos secundarios habituales que
presenta (sobre todo diarrea) que provocan la suspensión del tratamiento.
REACCIONES ALÉRGICAS Y PSEUDOALÉRGICAS
La evaluación epidemiológica carece
todavía, casi completamente, de estos
trastornos que pueden ser potencialmente
mortales. Las reacciones anafilácticas y
anafilactoides, incluyendo el edema laríngeo
y angioneurótico, urticaria generalizada,
broncoespasmo, colapso vasomotor y
muerte, se han descrito, especialmente tras
la inyección parenteral de derivados de la
pirazolona y AINEs. Kewitz y cols.
Describieron que el riesgo asociado con los
deriva- dos de la pirazolona no es más alto que el de los opioides. La hipersensibilidad del
AAS es más frecuente en personas con asma, pólipos nasales, rinitis y urticaria crónica.
Puede presentar reacciones cruzadas con los derivados de la pirazolona y los AINEs. Los
rash cutáneos inducidos por dipirona son relativamente frecuentes y la etiología del
fármaco concreto a menudo no consta.
En el síndrome de Reye, los efectos combinados del empleo del fármaco y la infección
vírica parecen ser los responsables y tenemos algunos datos que apuntan a que esto también
podría ser cierto para la agranulocitosis inducida por dipirona. Otros factores, tales como
los genéticos o los relacionados con una predisposición ambiental, se sugieren por la
variación geográfica en la incidencia de algunas de estas reacciones.
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FARMACOLOGIA DE LOS AINEs
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50−70% como ácido salicilúrico, 10−20% como glucurónidos fenólicos, 5−10% como
derivados acídicos 1−5% como ácido gentísico y 10% como ácido salicilico.
Uso Clínico: El ácido acetilsalicílico es, sin duda el más representativo de todos los
salicilatos y el más comúnmente utilizado. Es considerado como prototipo de todos los
analgésicos no opiáceos, Cuyas acciones más importantes son:
Antiinflamatoria: el efecto antiinflamatorio del ácido acetilsalicílico se admitió de
forma oficial y unánime en el simposio sobre analgésicos celebrado en Milán en
1965, a dosis superiores a 4 g/día.
Antipirética cuando la temperatura se encuentra patológicamente elevada.
Analgésica frente a dolores muy diversos, cefaleas, dolores articulares,
musculares, a dosis entre 1−3 g/día.
Sobre metabolismo del ácido úrico: a dosis altas (6 a 10 g/día 0) aumentan la
eliminación de ácido úrico; por inhibir la secreción tubular de ácido úrico lo
retiene y por inhibir la reabsorción tubular proximal de ácido úrico lo elimina.
Sobre SNC estimula el centro respiratorio dando lugar a hiperpnea e hipocapnia,
lo que genera un cuadro de alcalosis respiratoria, con metabolismo tisular alterado.
Estimulando la producción de CO2 y metabolitos ácidos por desacoplamiento de
la fosforilización oxidativa, dando un cuadro final de: acidosis mixta.
Hematológica: dosis superiores a 5 g/día, disminuyen la síntesis de protrombina.
Siendo antiagregante plaquetario a dosis de 0,3−0,5 g/día.
Efectos secundarios:
Digestivos: dando lugar a irritación en mucosa gástrica, la cual puede erosionar,
ulcerar con hematemesis, y melenas. Este cuadro va acompañado de dispepsias,
náuseas y vómitos, cefaleas, zumbidos de oídos, y disminución de la agudeza
auditiva.
Hipersensibilidad: a salicilatos que cursa con edema angioneurótico, rinitis,
poliposis nasal, urticaria, brocoespasmo y disnea. Esta hipersensibilidad es
cruzada con otros AlNEs.
En sangre: alteración de la coagulación, adhesividad plaquetaria, anemia
hemolítica por déficit de Glu−6−P−dH e hipoprotrombinemia.
Salicilismo: por consumo prolongado de salicilatos, cuyas manifestaciones
clínicas son: náuseas−vómitos, somnolencia, confusión mental, sed, parestesias,
sudoración, hiperventilación, taquicardia, intolerancia a la glucosa, necrosis renal
en papilas, a veces alteraciones hemorrágicas.
Intoxicación aguda: si las concentraciones plasmáticas son superiores a 200
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Interacciones
Potencian sus efectos tóxicos: los dicumarínicos, el alcohol, las sulfonilureas, los
barbitúricos, el metrotexato, los sedantes.
Acortan la eficacia terapéutica: el probenecid, la sulfinpirazona.
Los salicilatos, más hidróxido de Al o Mg disminuyen los niveles plasmáticos de
salicilatos.
Los salicilatos más óxido de Mg, retrasan la absorción.
Disminuyen la unión a proteínas plasmáticas: la cloxacilina, la dicloxacilina, la
nafcilina, la oxacilina, la bezilpenicilina, la fenoximetilpenicilina. Interaccionan
con: los betabloqueantes, los inhibidores de la anhidrasa carbónica, los
corticoides, el diclofenac, la furosemida, el metotrexato, el paracetamol, la
espirolactona.
Interfieren: la determinación de: albúmina sérica, bilirrubina, compuestos
cetónicos, glucosa, ac. 5−hidroxiindolacético, ac. vanilmandélico en orina.
Altera los niveles plasmáticos de: teofilina, iodo, T3 T4, acido úrico, amilasa.
Altera la eliminación de bromoftaleina.
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6.2. Paraaminofenoles
Son derivados de la anilina. De todos ellos, el más utilizado es el paracetamol o
acetaminofeno, metabolito activo de la fenacetina, retirada hace años del mercado por su
asociación con la nefropatía analgésica. La fenazopiridina, que también pertenece a este
grupo, en virtud de su elevada eliminación renal en forma activa, se utiliza asociada a
antimicrobianos en el tratamiento sintomático de la cistitis, prostatitis y uretritis.
Acciones farmacológicas: El paracetamol en sentido estricto no es un AINE, ya que carece
de actividad antiinflamatoria. Sin embargo, posee una eficacia antipirética y analgésica
comparable a la del AAS, aunque, obviamente, es menos eficaz que este en dolores de
origen inflamatorio.
El mecanismo de sus acciones analgésica y antipirética, de localización central, en
cualquier caso, es aún mal conocido. Se postula la participación de un metabolito del
paracetamol, el p-aminofenol, que, conjugado con ácido araquidónico, forma un ácido
graso, la N-araquidonoilfenolamina, que es un agonista del receptor TRPVl y un inhibidor
de la recaptación de anandamida.
Se la utiliza entre 10 y 30 mg/Kg/dosis cada 4 ó 6 horas. Su concentración plasmática pico
alcanza entre los 30 y 60 minutos y su vida media de eliminación es de 2 horas
aproximadamente.
Por tener un pKa cercano a 8 no penetrará en el foco inflamatorio, eso podría explicar en
parte su falta de acción como antiinflamatorio y además su menor incidencia de efectos
colaterales. El sitio de acción para la analgesia puede ser el asta posterior de la médula ósea
y el nociceptor cerebral.
El paracetamol se comportaría como un profármaco, que generaría un compuesto de
características cannabinoides y remedaría, indirectamente, alguno de los efectos de estos
sobre los receptores CBl, como su efecto antinociceptivo e hipotermizante. La vía final
común de su mecanismo analgésico sería el reclutamiento de influencias serotonérgicas
bulboespinales antinociceptivas.
Características farmacocinéticas: Se absorbe de forma rápida y casi por completo en el
intestino delgado, con una biodisponibilidad entre el 75 y el 90%; la velocidad de absorción
depende, fundamentalmente, de la velocidad de vaciado gástrico. La Cmax se alcanza en
30-90 min. Se absorbe bien por vía rectal, aunque más lentamente que en el tubo digestivo
alto.
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La vida media plasmática es de 2 horas, con una vida media de efecto de 4 horas, el 25% se
metaboliza en el primer pasaje hepático, el efecto farmacológico se debe principalmente al
dextroisómero. La biodisponibilidad oral es del 70%-100%.
Dosis: Vía oral: 15 mg/Kg (se consigue casi el doble de concentración que por vía rectal).
La dosis máxima es de 50 mg/Kg/día administrándose cada 6 a 8 horas. Vía rectal: 20
mg/Kg. En algunos países existe el proparacetamol que se administra por vía intravenosa.
Se metaboliza en hígado en un 80%-90%, con ácido glucurónico 60%, sulfato paracetamol
35%, mercaptopuratoparacetamol 3%, dando metabolitos inactivos hidroxilados,
carboxilados y desacetilados.
La sobredosis puede llevar a la injuria hepática, a veces letal, si el diagnóstico es rápido
ésta lesión puede prevenirse y tratarse con nacetilcisteina en las primeras 12 horas, porque
el paracetamol es detoxificado por medio de grupos thioles. Atraviesa la barrera
placentaria. Carece de sensibilidad cruzada con los salicilatos.
Junto con la dipirona y el ibuprofeno tienen el menor efecto lesivo a nivel gastrointestinal.
No produce cambios en el estado ácido base ni efectos sobre la excreción de ácido úrico.
Reacciones adversas: Puede producir erupciones cutáneas (eritema, urticaria).
Alteraciones sanguíneas, como granulocitopenia, trombicitopenia y también pancitopenia.
Reacciones hemolíticas o anemia hemolítica por deficiencia de glucosa 6-fosfato
dehidrogenasa.
Es muy raro el daño renal, la nefrotoxicidad es similar a la de la fenacetina y como el
paracetamol es uno de sus metabolitos se cree que éste es el causante. Son raros los casos
de neumonitis y broncoespasmos. El efecto adverso más grave con la sobredosis es la
necrosis hepática centrolobulillar y también puede producir daño miocárdico (hemorragia
subendocárdica y necrosis miocárdica.
6.3. Derivados pirazólicos
En este grupo se encuentran algunos de los fármacos más antiguos utilizados como
analgésicos. Con fines preferentemente analgésico y antipirético se emplean el metamizol o
dipirona (metanosulfonato sódico o magnésico de la noramidopirina) y la propifenazona
(isopropilantipirina). Con fines antinflamatorio y analgésico, aunque prácticamente en
desuso, está la fenilbutazona.
6.3.1. Metamizol y propifenazona
Acciones farmacológicas: El metamizol y la propifenazona se utilizan fundamentalmente
por su efecto analgésico y antipirético. La acción analgésica es dependiente de la dosis, y se
alcanza un máximo con metamizol a la dosis de 2 g. Esta dosis consigue efectos antiálgicos
comparables a los de dosis bajas de opioides (p. ej., 50-75 mg de petidina, 6 -8 mg de
morfina). El metamizol es un analgésico comparable al AAS y superior al paracetamol, a
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FARMACOLOGIA DE LOS AINEs
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FARMACOLOGIA DE LOS AINEs
Como antiinflamatorio en el ataque agudo de gota, 100 mg inicialmente por vía oral
seguidos de 50 mg, 3 veces al día hasta la remisión del dolor; después, reducción gradual
hasta la retirada. Como antiinflamatorio en otros procesos agudos (p. ej., bursitis o
tendinitis), 75-150 mg/día, divididos en 3 o 4 dosis.
Como antipirético, en procesos febriles rebeldes a otros tratamientos (p. ej., enfermedad de
Hodgkin), 25-50 mg tomados 3 o 4 veces al día, por vía oral.
Su empleo para el cierre del conducto arterioso del recién nacido es muy discutible (por la
variabilidad de resultados y la abundancia de reacciones adversas); se administra por vía
intravenosa, a dosis de 0 ,1-0,2 mg/kg cada 12 h, tres dosis en total.
6.5.2. Ketorolaco
Es un derivado pirrolacético con muy buena eficacia y potencia analgésica. Como AINE
clásico que es, posee también efecto antipirético, aunque no se utiliza con tal fin, moderada
eficacia antiinflamatoria e inhibe la agregación plaquetaria. Por vía intramuscular, la
eficacia de 30 mg es comparable a la de 10 mg de morfina, pero, a diferencia de esta, la
acción analgésica apenas aumenta con dosis superiores. Su acción analgésica se debe,
probablemente, a la inhibición periférica de la síntesis de PG, aunque se postula también
que puede liberar ligandos endógenos del receptor K-opioide.
Se absorbe bien por vía oral, aunque los alimentos ricos en grasa retardan su absorción; el
tmax por esta vía es de 30-40 min, y de 40-50 min por vía intramuscular. Atraviesa mal la
barrera hematoencefálica (el 0,2% de las concentraciones plasmáticas). Su semivida de
eliminación es de 4-6 h en adultos jóvenes, algo mayor en ancianos, y aumenta claramente
si existe insuficiencia renal (10-18 h). Se metaboliza parcialmente (<50% ) en el hígado por
glucuronidación e hidroxilación, y se elimina por el riñón (el 5-10% como producto activo).
Su acción analgésica es prolongada: Es adecuado administrarlo en goteo endovenoso al
comienzo de la cirugía a razón de 0.4 a 0.8 mg/Kg, proveen 4 a 6 horas de analgesia
aproximadamente.
Se aconsejan dosis altas, 1 mg/Kg al comienzo para luego proseguir con el 50% de la
misma por la misma vía parenteral
Sus reacciones adversas son como las del resto de los AINE, aumentando el riesgo,
especialmente de las de localización gastrointestinal, con la duración del tratamiento y con
la dosis diaria total. Los pacientes mayores de 65 años y/o aquellos con antecedentes de
hemorragia, perforación o úlcera están especialmente predispuestos a presentar hemorragias
gastrointestinales (con resultados, a veces, mortales), incluso en tratamientos de duración
corta (5 días) por vía parenteral. Con una frecuencia no desdeñable (6-17%) pueden
presentarse: dolor abdominal, diarrea, somnolencia, cefaleas, mareo o náuseas. Menos
comunes son el edema, dolor en el lugar de la inyección, estreñimiento o aumento de la
sudación. Puede aumentar el tiempo de hemorragia.
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FARMACOLOGIA DE LOS AINEs
Por vía intramuscular se administra a la dosis inicial de 30-60 mg, seguida de 30 mg cada 6
h, sin exceder los 120 mg/día. En ancianos y pacientes con la función renal alterada, por vía
intramuscular se administra a la dosis inicial de 15-30 mg, seguida de 15 mg cada 6 h, sin
exceder los 60 mg/día. La administración por vía oral solo es recomendable como
continuación de la administración parenteral inicial en el tratamiento de dolores agudos
moderadamente intensos (en especial postoperatorios o cólicos renales), a la dosis inicial de
20 mg, seguida de 10 mg/4-6 h. En ancianos y pacientes con función renal alterada, la dosis
oral es de 10 mg/6 h. No se recomienda su administración por cualquier vía, o combinación
de vías de administración sistémica, durante más de 5 días Su seguridad y eficacia no se
han establecido en pacientes menores de 16 años.
6.5.3. Diclofenaco y aceclofenaco
Son derivados fenilacéticos con actividad analgésica, antipirética y antiinflamatoria
potente, y eficacia comparable a la de los derivados del ácido propiónico.
El diclofenaco, a las dosis habituales, interfiere menos en la agregación plaquetaria que la
mayoría de los AINE y es uricosúrico. Inhibe la síntesis de PG, pero, además, disminuye la
concentración de ácido araquidónico en los leucocitos.
Se elimina por la orina (65%) y la bilis (35%), tras sufrir hidroxilación y conjugación. Pasa
al líquido sinovial, donde alcanza concentraciones menores que las plasmáticas, pero más
mantenidas, lo cual explica que la duración de sus efectos sea más prolongada que lo que se
deduciría de su semivida, su vida media plasmática es de 1,8 a 2 horas.
Las reacciones adversas gastrointestinales afectan a un 20% de los pacientes, aunque su
gravedad no difiere mucho de la del celecoxib, al que se parece desde el punto de vista de
su selectividad COX-2. El 15% de los pacientes presenta un aumento temporal de las
transaminasas hepáticas, que, si bien suele ser reversible, en ocasiones permanece y obliga
a la retirada del tratamiento. Se han detectado algunos casos de anemia aplásica.
Sus indicaciones terapéuticas cubren un espectro que abarca desde el tratamiento agudo y
crónico de los signos y síntomas de la artritis reumatoide, artrosis y espondilitis
anquilosante, hasta el del dolor agudo debido a procesos inflamatorios no reumáticos o la
dismenorrea primaria. En los últimos años se ha popularizado su uso como analgésico en el
dolor agudo de diversas etiologías (postoperatorio y cólico renal) o como
antidismenorreico.
La dosis es de 0.5 a 1 mg/Kg/dosis cada 6 u 8 horas. En el tratamiento del cólico renal se
utiliza la forma soluble, por vía intramuscular, a la dosis de 75 mg, aunque no deben
administrarse más de dos dosis en 1 día. En procesos reumáticos, inicialmente 100-200
mg/día, en 2-4 dosis por vía oral y, tras respuesta satisfactoria, 75-100 mg/día, en 2-3 dosis.
Su seguridad y eficacia no se han establecido en niños.
6.6. Oxicams
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FARMACOLOGIA DE LOS AINEs
Los oxicams son ácidos enólicos que se introdujeron a finales de la década de los setenta
del siglo XX como AINE de vida media larga que permitían una sola toma diaria, algo
ventajoso para el tratamiento de procesos inflamatorios y dolorosos crónicos. Los más
utilizados son el piroxicam (cabeza del grupo y el primero introducido en clínica) y el
meloxicam. Dentro de este grupo se encuentran, asimismo, el tenoxicam y el lomoxicam,
de semividas larga y corta, respectivamente.
6.6.1. Piroxicam
Comparte las propiedades farmacológicas generales de los AINE con actividades
antiinflamatoria, analgésica, antipirética y antiagregante plaquetaria.
Además de inhibir las COX-1 y COX-2, por mecanismos no estrictamente relacionados con
dicha acción, inhibe la quimiotaxis, liberación de enzimas lisosómicas y agregación de los
neutrófilos (y su capacidad generadora de aniones superóxido), e inhibe la proteoglucanasa
y colagenasa en el cartílago, mecanismos que deben contribuir a su eficacia como
antiartrítico.
El piroxicam es completamente absorbido tras la administración oral, aunque, como otros
oxicams, sufre una importante recirculación enterohepática que condiciona una semivida
prolongada de aproximadamente 50 horas, tarda 7-12 dias en alcanzar niveles
séricosestables.
Se distribuye al líquido sinovial, donde alcanza aproximadamente el 50% de la
concentración plasmática. Se metaboliza intensamente, principalmente por hidroxilación y
glucuronoconjugación, de tal forma que solo ~5% de una dosis se elimina por la orina y
heces sin metabolizar. La concentración en fase de equilibrio estacionario se alcanza en 7-
12 días.
La incidencia de reacciones adversas puede alcanzar en total, según algunas series, hasta el
60% de los pacientes tras uso prolongado (p. ej., en el tratamiento de la artrosis o artritis
reumatoide). Las reacciones adversas más frecuentes son las de localización gastrointestinal
(hasta un 25%), y la incidencia de aparición de úlceras pépticas, perforaciones o
hemorragias gastrointestinales es del 1,2%. De forma ocasional, puede causar un síndrome
similar al de la enfermedad del suero. Con baja frecuencia puede producir alteraciones
neurológicas (p. ej., sedación, somnolencia, mareo o cefaleas).
Está indicado para el tratamiento sintomático agudo o crónico de la artritis reumatoide, de
la artrosis y de la espondilitis anquilosante. Debido a su lento comienzo de acción y
estabilización de sus concentraciones, es más discutible su uso en el tratamiento de ataques
agudos de gota o seudogota, trastornos musculo esqueléticos agudos y dismenorrea. Como
antirreumático, la dosis oral de piroxicam es de 20 mg 1 vez al día; en ocasiones puede
bastar una dosis de 10 mg o aumentarse a 30 mg, con el consiguiente riesgo de que
aumenten las reacciones adversas. Por vía rectal se administran 20 mg/día en uno o dos
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FARMACOLOGIA DE LOS AINEs
6.6.2. Tenoxicam
Está relacionado estructuralmente con el piroxicam, con el cual comparte características
farmacológicas. Como analgésico y antünfiamatorio es tan eficaz y potente como el
piroxicam, el diclofenaco o la indometadna. No es eficaz como antipirético.
Su perfil farmacocinético se caracteriza por: completa absorción por vía oral, eficiente
penetración en el líquido sinovial (el 40-50% de las concentraciones plasmáticas) y
semivida de eliminación muy larga (60-75 h). Su t max se ve afectado por la existencia de
alimentos (1-2,6 h en ayunas y 4-6 h con alimentos). Su biodisponibilidad rectal es el 80%
de la oral. Se metaboliza completamente en el hígado, y sus metabolitos glucuronizados se
eliminan por la orina y las heces. Con la administración de una sola dosis diaria, las
concentraciones plasmáticas estables tardan 10-15 días en alcanzarse.
La toxicidad es similar a la del piroxicam, aunque algunos estudios han destacado menor
frecuencia de reacciones adversas. Se ha utilizado en el tratamiento sintomático de la
artritis reumatoide, artrosis, espondilitis anquilosante y diversos procesos dolorosos no
articulares (p. ej., bursitis, tendinitis, ciática, etc.). El tenoxicam se utiliza en procesos
reumáticos y extraarticulares a una dosis única diaria de 20 mg, aunque, a veces, es
suficiente una dosis de mantenimiento de 10 mg/día en tratamientos prolongados.
6.6.3. Meloxicam
Se distingue por inhibir en mayor grado la COX-2 que la COX-1, tanto su actividad
ciclooxigenásica como la peroxidásica, lo cual le confiere una ventaja sobre los anteriores
(eficacia similar en pacientes con artritis reumatoide y artrosis, acompañada de una mejor
tolerancia gastrointestinal).
Desde el punto de vista cinético, el meloxicam se caracteriza por una absorción algo lenta,
aunque casi completa tras la administración oral. Como otros oxicams, sufre metabolismo
oxidativo hepático; su semivida de eliminación terminal es de 20 h, y su eliminación es
renal y fecal (al 50%). La concentración estable, tras la administración de dosis diarias, se
alcanza en unos 3-5 días.
La incidencia de reacciones adversas es, en conjunto, algo inferior a la del piroxicam.
Predominan las de localización gastrointestinal, aunque la incidencia de complicaciones
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FARMACOLOGIA DE LOS AINEs
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FARMACOLOGIA DE LOS AINEs
eficaz como otros AINE en el alivio de los síntomas de la artrosis y la artrifis reumatoide,
con una reducción a la mitad de los efectos adversos gastrointestinales graves.
Se absorbe bien por vía oral, aunque posee baja biodisponibilidad. Sufre intenso
metabolismo hepático, principalmente a través de CYP2C9 y CYP3A4. Se elimina por
orina (27%) y heces (57%), principalmente como un metabolito carboxilado inactivo, su
vida media de eliminación es de 11 horas.
Las reacciones adversas más frecuentes son: edema en la cara, los dedos y pies; dolor
abdominal, dispepsia, diarrea, flatulencia. Las reacciones adversas cardiovasculares, desde
palpitaciones o hipertensión arterial, hasta infarto agudo de miocardio o insuficiencia
cardíaca, contraindican su uso en pacientes con riesgo cardiovascular o cerebrovascular.
Por lo demás, comparte, en su conjunto, el espectro de reacciones adversas de cualquier
AINE.
Su uso está contraindicado en pacientes con antecedentes de asma, urticaria o reacciones
alérgicas al AAS y otros AINE. En pacientes que han recibido tratamiento anticoagulante
con warfarina, el riesgo de hemorragia gastrointestinal en tratamiento concomitante con
celecoxib u otro AINE no selectivo es similar. A dosis terapéuticas no altera
significativamente las concentraciones plasmáticas de metotrexato. Debe administrarse con
precaución a pacientes metabolizadores lentos a través del CYP2C9 o junto con inhibidores
de este (p. ej., el fluconazol). Sus interacciones con el litio, antihipertensores
(especialmente lECA) o diuréticos obligan a adoptar las mismas precauciones de uso que
con los AINE clásicos. La insuficiencia hepática aumenta y la insuficiencia renal disminuye
de forma significativa el área bajo la curva (AUC) del celecoxib, lo que constituye una
contraindicación formal de uso en casos graves u obliga a una monitorización cuidadosa en
casos leves o moderados.
Se utiliza para el alivio sintomático del dolor y la inflamación en el tratamiento de la
artrosis y la artritis reumatoide. En el tratamiento de la artrosis se recomienda una dosis de
100-200 mg/día, en 1-2 tomas, con una dosis máxima de 400 mg/día. En la artritis
reumatoide, la dosis diaria recomendada es de 200-400 mg, en dos tomas. No se ha
establecido su seguridad en el uso pediátrico. En ancianos, así como en pacientes de raza
negra, se recomienda utilizar inicialmente la menor dosis recomendada.
6.7.2. Etoricoxib
Es el más selectivo de los inhibidores de la COX-2 presentes en el mercado español. Es tan
eficaz analgésico y antiinflamatorio como el diclofenaco o la indometadna. No interfiere
con la acción antiagregante plaquetaria de dosis bajas de AAS. El etoricoxib se absorbe
bien y rápidamente por vía oral, con un tmax de 1-1,5 h. Sufre intenso metabolismo oxidativo
hepático por intermedio de diversos citocromos, principalmente del CYP3A4.
Sus metabolitos, inactivos, se eliminan por heces y orina.
Sus efectos adversos más comunes son: cefaleas, diarrea, infecciones respiratorias y
náuseas. La incidencia de edemas en las extremidades inferiores es similar a la del
naproxeno o ibuprofeno. Su uso está contraindicado en pacientes con hipertensión no
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FARMACOLOGIA DE LOS AINEs
6.7.3. Parecoxib
Es el profármaco inactivo del valdecoxib. Su solubilidad en agua ha permitido diseñar una
formulación para uso hospitalario por vía parenteral. Además de aumentar el escaso arsenal
de AINE inyectables, el parecoxib se introdujo con el loable propósito de sustituir al
ketorolaco en el tratamiento del dolor postoperatorio. A diferencia de este, que comporta un
riesgo no desdeñable de daño gastrointestinal grave y posee cierta acción antiagregante
plaquetaria, el parecoxib es poco gastrolesivo y no posee efecto antiagregante. En dosis
única produce una analgesia comparable a la del ketorolaco, de inicio rápido (15-30 min),
efecto máximo a las 2 h y de 6-12 h de duración.
Es hidrolizado rápidamente por las esterasas hepáticas a valdecoxib (cuya semivida es de 8
h). Los tmax del valdecoxib tras administración intravenosa o intramuscular de parecoxib se
alcanzan a las 0,5 y 1,5 h, respectivamente.
Las reacciones adversas en general, salvo las alteraciones de la funcionalidad plaquetaria,
son como las del resto de los AINE. Se utiliza para el tratamiento a corto plazo del dolor
postoperatorio, con la contraindicación de usarlo en cirugía de bypass coronario. La dosis
inicial por vía intravenosa o intramuscular es de 40 mg, seguida por 20-40 mg/6-12 h. La
dosis máxima es de 80 mg/día. En ancianos de menos de 50 kg de peso, hay que reducir las
dosis a la mitad.
EFECTOS ADVERSOS COMUNES
Efectos cardiovasculares
Si bien es cierto que algunos estudios han mostrado un aumento del riesgo cardiovascular
con los coxibs los análisis y estudios ulterioresno han logrado resultados definitivos, hasta
tanto este asunto sea aclarado deberíamos evitar su utilización en pacientes con un riesgo
cardiovascular incrementado. Lo mismo que otros AINES, los coxibs puede reducir la
efectividad de la terapéutica antihipertensiva como dijimos antes. La sugerencia sería que
en pacientes de alto riesgocardiovascular no se suspenda la cardioprotección.
Broncoespasmo
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FARMACOLOGIA DE LOS AINEs
Debido a que la única isoforma presente en las plaquetas es laCOX-1, los inhibidores
selectivos de la COX-2 no tendrían que tener implicancias sobre la hemostasia.Sin
embargo, a pesar de que las evidencias sugirieron que la inhibición selectiva de la COX-2
sería muy beneficiosa, van apareciendo nuevas evidencias que llevan a pensar que la
inhibición de la función fisiológica de las prostaglandinas podría no ser tan beneficiosa
como se creyó.
BIBLIOGRAFÍA
Aldrete, A., & Paladino, Miguel. (2008). Farmacologia para Anestesiologos, Intesnsivistas,
Emergenciologos, Medicina del dolor. Rosario: Corpus.
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