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Narrador, poeta, dramaturgo, historiador y filólogo peruano, consolidó una

especie narrativa intermedia entre el cuento, la crónica, el artículo de


costumbres y la leyenda romántica, que renovó la prosa sudamericana: la
tradición.

AL PIE DE LA LETRA
El capitán Paiva era un hombre corpulento de estatura alta. Paiva seguía las
instrucciones tal y como lo decían, es decir, no entendía metáforas o
expresiones similares el cual era un problema para él. Este problema fue la
causa por la cual Paiva nunca ascendió.El teniente Salaverry encarga una
misión a Paiva que consistía en buscar y apresar a un hombre pero en caso
que no lo encontrase debería ir y allanar su casa. Paiva llego y dijo que el
mandato estaba listo, entonces fue cuando explico que había derrumbado
todas las paredes que allí había y que el terreno de la casa estaba tan llano
como la palma de su mano. Salaverry escondió la risa que le
retozaba.Salaverry tenía por asistente a un soldado que tenía por apodo
“cuculí”, este abusaba de la confianza de Salaverry, ya que, se habían
conocido desde niños. Llego un momento en el que Salaverry advirtió a
Cuculí que si seguía cometiendo tantas torpezas él iba mandarlo a
matar.Hasta que un día debieron darle una gran queja a Salaverry para que
ordenase a Paiva matar a Cuculí entre dos luces. Media hora después
regreso Paiva con la orden cumplida, lo fusilo entre dos faroles. A Salaverry
se le escapo una lagrima ya que él solo quería atemorizar a su asistente, él
pensaba enviar la orden de indulto antes de rayar el alba o lo que es lo
mismoestar entre dos luces.Pocos días antes de una batalla Paiva ideo un
ataque que requería de algún lancero, para lo cual necesitaba de la
autorización de Salaverry. Paiva insistió mucho en lo de los lanceros, fue
tanta su insistencia que Salaverry le contesto que hiciera lo que quisiera y
que se mande a matar, lo cual Paiva tomo como orden y al momento que
combatía, después de matar a un boliviano y subirlo al caballo (como lo
prometió) Paiva llego a donde Salaverry herido por las balas. Ya que
Salaverry le dijo mándate a matar y Paiva lo tomo como una orden.
AL RINCÓN QUITA CALZÓN
Esta obra narración del gran tradicionista Ricardo Palma, tiene como
personaje principal al obispo de Arequipa,Chávez de la Rosa. Él obispo que
tomo gran empeño en el progreso intelectual del seminario .El obispo
realizaba un visita semanal al colegio cuidando con celos que los profesores
cumplieran con sus labores y los alumnos fuerancorrectamente educados
.Una mañana llego el obispo en sus acostumbrada visita y descubrió que el
profesor de latínhabía faltado a clases ,y decidió remplazar al titular , aquellos
tiempos regía aquel pensamiento que sentenciaba quela letra con sangre
entra y era común el azote a los desaplicados .Un Alumno se equivoco al
responder una pregunta y el señor Chávez ordenó:¡AL rincón !¡Quita Calzón!,
que significa ser castigado. Luego otro alumno fue condenado ala misma
pena y luego fueron una docenas los que tuvieron que pasar ¡AL rincón!
¡Quita Calzón!, hasta que llego elturno a un revejido que ante la pregunta de
su señoría, guardó silencio que fue interpretado como ignorancia
ynuevamente la frase ¡AL rincón! ¡Quita Calzón! Se dejo escuchar .El chico
obedeció murmurando entre dientes, y elobispo intrigado decidió averiguar
que mascullaba el pequeño, y le encaró hasta que el muchacho le confeso
que eltambién quería hacer una pregunta y se lanzo al ruedo con la venia de
su ilustrísima .La pregunta fue:¿CuántoDominus Vobiscum tiene la misa? el
obispo no supo responder la pregunta y todos los castigados fueron
amnistiados.Desde entonces su señoría se convirtió en protector de aquel
niño que era de familia muy pobre. Con el paso de losaños aquel niño fue uno
de los prohombres de la independencia y uno de nuestros mas prestigiosos
oradores .Sunombre fue Francisco Javier de Luna-Pizarro.

DON DIMAS DE LA TIJERETA

Era un tipo que estaba enamorado de una chica llamada Asuncion y.........
como todas las chicas creidas nunca le hizo caso..., entonces él va a un
monte a llorar y grita algo asi como: "si el diablo me ayudase a conquistarla
yo le daria mi almilla a cambio"
el diablo escucha y manda al demonio lilit para hechizar a la chica a cambio
de que en tres años don dimas le de su "almilla" a lilit
pasan tres años que don dimas y asuncion viven enamorados y lilit va a
pedirle su almilla y este le da su calzoncillo (que en ese entonces se le
llamaba almilla).
lilit se amarga y se lleva al infierno para hacer un juicio con los demonios, y
termina ganandolo don dimas. al fnal recupera la vida pero a asuncion se le
quita el hechizo y se hace monja.
HISTORIA DE UN CAÑONCITO

Estaba don Ramón en su primera época de gobierno, y era el día de su


cumpleaños (31 de agosto de 1849).
Corporaciones y particulares acudieron al gran salón de palacio a felicitar al
supremo mandatario.

Se acercó un joven a su excelencia y le obsequió, en prenda de afecto, un


dije para el reloj.
Era un microscópico cañoncito de oro montado sobre una cureñita de filigrana
de plata: un trabajo primoroso, en fin, una obra de hadas.
El presidente agradeció, cortando las frases de la manera peculiar muy propia
de él. Pidió a uno de sus edecanes que pusiera el dije sobre la consola de su
gabinete.
Don Ramón se negaba a tomar el dije en sus manos por que afirmaba que el
cañoncito estaba cargado y no era conveniente jugar con armas peligrosas.

Los días transcurrieron y el cañoncito permanecía sobre la consola, siendo


objeto de conversación y curiosidad para los amigos del presidente, quien no
se cansaba de repetir:

“¡Eh! Caballeros hacerse a un lado…, o hay que tocarlo… el cañoncito


apunta…, no se si la puntería es alta o baja…, no hay que arriesgarse,…,
retírense… no respondo de averías.

Y tales eran las advertencias de don Ramón, que los palaciegos llegaron a
persuadirse de que el cañoncito sería algo más peligroso que una bomba o
un torpedo.
Al cabo de un mes el cañoncito desapareció de la consola, para formar parte
de los dijes que adornaban la cadena del reloj de su excelencia, por la noche
dijo el presidente a sus tertulios:
¡Eh! Señores… ya hizo fuego el cañoncito…, puntería baja… poca pólvora…
proyectil diminuto… ya no hay peligro… examínenlo.

Lo que había sabido es que el artificio del regalo aspiraba a una modesta
plaza de inspector en el resguardo de la aduana del Callao, y que don Ramón
acababa de acordarle el empleo.

La tradición finaliza con una moraleja en la que Palma manifiesta que los
regalos que los chicos hacen a los grandes son, casi siempre, como el
cañoncito de don Ramón.

Traen entripado y puntería fija. Día menos, día más. ¡Pum!, lanza el proyectil.
¿Quién es conocido por es nombre BIBLIOTECARIO MENDIGO?

Luego de terminar sus Tradiciones Peruanas, desde 1901 escribe una serie
de relatos con un tono más procaz u obsceno. Los temas del conjunto
mantienen motivos sugerentes. En ningún momento Palma se maravilla, ni
celebra al contarlo, simplemente relata hechos o anécdotas.
Ricardo Palma nunca firmó estos textos, aparentemente para evitar
la censura de la sociedad de aquel tiempo.

Era un lego contemporáneo de Juan de la Pipirindica y de San Francisco


Solano. Era refitolero en el hospital de los frailes y el pueblo y la tradición lo
recuerdan por Fray Gómez.
Hizo en mi tierra milagros a mantas: un día iba por el puente, cuando un
caballo desbocado arrojó al jinete que, patitiezo, arrojaba sangre por la boca
y narices: “¡Se descalabró!” -gritó el gentío. Fray Gómez puso sobre su boca
el cordón de su hábito, diole bendiciones Y el jinete se levantó como si nada:
“¡Milagro, viva Fray Gómez!” -exclamaban los testigos.
Estaba una mañana en su celda, cuando dieron a la puerta unos golpecitos:
“Entre, hermanito” -autorizó Fray Gómez.
Y entró un individuo algo desarrapado, delatando pobrezas, pero con la
proverbial honradez del castellano viejo. “Tome asiento y dígame lo que por
acá le trae” -invitó el lego.
_ Padre, soy hombre de bien, -dijo- trabajo de buhonero, pero mi comercio no
cunde por falta de quinientos duros...
Las puertas se me han cerrado, -añadió- por eso le ruego que me los preste
por seis meses. Tengo fe que lo hará.
- La fe lo salvará -contestó Gómez-. Espere un momento.
Buscó en las paredes, vio un alacrán que andaba por la ventana, lo cogió, lo
envolvió y dándoselo, le dijo:
- Tome y empeñe esta alhajita, pero sólo por seis meses.
Se deshizo en agradecimientos y corrió donde el usurero. El alacrán era una
alhaja: una esmeralda engarzada sobre oro, y la cabeza un
grueso brillante con dos rubíes por ojos.
El usurero, gran conocedor, la vio con codicia y le ofreció dos mil duros; pero
el buhonero sólo aceptó los quinientos por seis meses, más el interés judaico.
Firmaron papeletas, acariciando el agiotista la esperanza de Que podía ser
suya.
Pero fuele tan bien al buhonero, que cumplido el plazo la desempeñó y
envuelta igual, se la devolvió al lego; quien tomó la joya, la puso en la ventana
y la bendijo diciendo: “Animalito de Dios, sigue tu camino”. Y el alacrán echó
a andar por las paredes de la celda. “Y vieja, pelleja, aquí dio fin la conseja”.
figura más representativas del estilo romántico de la poesía peruana y
latinoamericana, es considerado también como uno de los mejores escritores
de habla hispana del siglo XIX

donde narra en forma picaresca y entretenida facetas increíbles y


curiosidades inéditas de la historia del Perú, o anécdotas populares donde
constituye un género literario particular, tanto fue su buen contenido que creó
dos volúmenes mas entre los años 1874 y 1875.

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