Está en la página 1de 6

CONSECUENCIAS DEL PECADO

Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia. Por tu


abundante compasión, borra mis rebeliones. Lávame más y más
de mi maldad, y límpiame de mi pecado.» Salmo 51:1-2

¿QUÉ SUCEDE CUANDO UN CRISTIANO


PECA?
Recordemos que el Salmo 51 fue escrito por David después de
haber vuelto su corazón a Dios, después de haber cometido el
pecado con Betsabé.
Esta historia la podemos encontrar en 2 Samuel 11, donde vemos
como David cayó en el pecado de adulterio, del engaño, de la
mentira, y de asesinato al esposo de la mujer.
Él recuerda las consecuencias de su pecado y escribe su historia en
este Salmo (Salmo 51), del cual podemos aprender varias cosas el
día de hoy.
Veamos las consecuencias del pecado en la vida de un cristiano

1- EL PECADO ENSUCIA EL ALMA


Salmo 51:1-2 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu
misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis
rebeliones. 2 Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi
pecado.
¿Sabía que si usted es hijo de Dios y peca, se sentirá
espiritualmente sucio?
Y si no se siente sucio cuando peca, necesita preguntarse si ha
llegado a ser salvo, si realmente ha recibido al Señor.
Ningún cerdo ha dicho alguna vez: «Me siento afligido porque estoy
sucio». El hijo de Dios se da cuenta de que está sucio cuando peca.

El mundo tiene una suciedad que está presente todo el tiempo, al


punto de que en realidad nunca se sienten sucios.
2- EL PECADO DOMINA LA MENTE
Salmo 51:3 Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está
siempre delante de mí.
Piense en la expresión: «Y mi pecado está siempre delante de mí».
Día y noche, noche y día, lo que David había hecho se había
grabado de tal manera en su mente, retumbaba tanto en su espíritu
que todo el tiempo estaba consciente de ello.

Una prueba para saber si usted es salvo no es ver si puede pecar,


sino ver si puede pecar y simplemente ignorarlo. Si usted es hijo de
Dios, el Espíritu Santo no le permitirá ignorar ni olvidar el pecado. El
Espíritu Santo pondrá su dedo en la llaga y hará presión.
David dijo: «Mi pecado está siempre delante de mí». El pecado
dominaba su mente.

El pecado se queda guardado en nuestras mentes, generando en


nosotros un temperamento irritable, con desconcentración,
insomnio, falta de gozo, etc.

Su pecado estará allí noche y día. Si usted sencillamente puede


pecar y olvidarlo, necesita preguntarse: «¿En realidad he sido
salvo?»

3- EL PECADO DESHONRA AL SEÑOR


Salmo 51:4 Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo
delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, y
tenido por puro en tu juicio.
Como David amaba a Dios, su corazón estaba roto. Por eso dijo:
«Contra ti, contra ti solo he pecado y he hecho lo malo ante tus
ojos». Cuando una persona quiere cometer adulterio, a veces
planea una cita clandestina, algún encuentro confidencial en algún
lugar oculto.

Pero David cayó en la cuenta: «Mi Dios, me estabas mirando. Tus


ojos vieron lo que hice. Oh Dios, Dios mío, Dios, el Dios que yo
amo, Señor, he pecado contra ti. No sólo he quebrantado tu ley,
sino que también he roto tu corazón».

Un hombre que es salvo se siente mal por lo que su pecado le hace


a Dios.
4- EL PECADO DEPRIME EL CORAZÓN
Salmo 51:8 Hazme oír gozo y alegría, y se recrearán los huesos
que has abatido.
Davi estaba deprimido, no tenía alegría, no tenía gozo.
Salmo 51:12 Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me
sustente.
No dice: «Señor, restaura mi salvación», porque la tenía. Pero había
perdido el gozo de tenerla.
Filipenses 4:4 ¡Regocijaos en el Señor siempre! Otra vez lo digo:
¡Regocijaos!».
Pablo escribió esto mientras estaba en unas circunstancias terribles
desde una cárcel.

El gozo del Señor es constante, y es nuestra fortaleza. La felicidad


es como un termómetro que registra las circunstancias. El gozo es
como un termostato que controla las circunstancias.

5- EL PECADO ENFERMA EL CUERPO


Salmo 51:8 Hazme oír gozo y alegría, y se recrearán los
huesos que has abatido.
El pecado, sin arrepentimiento, puede hacer que su cuerpo
realmente se enferme.

¿Por cuánto tiempo puede alguien soportar esa presión en su vida


sin que su cuerpo se afecte? En Proverbios 17:22, la Biblia
dice: «El corazón alegre mejora la salud, pero un espíritu abatido
seca los huesos». Así como el gozo es medicinal, el abatimiento es
venenoso.
Vemos que David se encuentra bajo una terrible presión. Cuando
una persona está bajo presión psicológica y espiritual, su cuerpo se
puede ver afectado. A eso lo llamamos «enfermedad
psicosomática»

La mente hace que el cuerpo se enferme, incluso por causa de


cosas muy comunes.

6- EL PECADO ESTROPEA EL ESPÍRITU


Salmo 51:10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva
un espíritu recto dentro de mí.
El espíritu de David estaba amargado y estropeado.

Las personas salvas, que no tienen comunión con Dios, son


irritables, abusivas y difíciles de tratar. Algunas de las personas más
irritables que usted haya conocido en la vida son cristianos sin
comunión espiritual. Tienen un espíritu amargado y nada les agrada.

EL PECADO DESTRUYE EL TESTIMONIO

Salmo 51:14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi


salvación; Cantará mi lengua tu justicia.
Aquí tenemos a David, un hombre conforme al corazón de Dios que
amaba a Dios, pero cometió un horrible pecado (homicidio). El
pecado no sólo degenera el espíritu, sino que destruye el
testimonio. Esta es una de las peores cosas que pueden ocurrir en
la vida de un hijo de Dios por causa del pecado.

Por eso muchas personas no quieren congregarse en una iglesia,


por el mal testimonio de los cristianos.

¿COMO LIMPIARME DEL PECADO?


5 pasos que aprendemos del salmo 51 para limpiarnos del pecado:
1- CONFIANZA
Mire el Salmo 51:1 «Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu
misericordia. Por tu abundante compasión, borra mis rebeliones».
¿Sabe usted lo que David sabía? Él sabía que para una multitud de
pecados, había una multitud de misericordias. Sabía que Dios no
había dejado de amarlo.
Él dice: «conforme a tu misericordia». Dios no nos ama porque
seamos valiosos, somos valiosos porque él nos ama. Dios no nos
ama porque seamos buenos. «Pero Dios demuestra su amor para
con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por
nosotros» (Romanos 5:8).
2- CONFESIÓN
El salmo 51:2-3 dice: «Lávame más y más de mi maldad, y
límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi
pecado está siempre delante de mí».
Observe cómo se refiere David al pecado: «Mi pecado», no el de
otra persona. Él está diciendo: «Dios, yo soy el pecador. Dios, yo
soy el que ha pecado. Reconozco mi pecado. Mi pecado, mi
trasgresión». Como el antiguo canto lo dijera: «…
No es mi hermana, ni mi hermano, sino yo, Señor…».
Hay una cosa que Dios nunca aceptará en cuanto al pecado y eso
son las disculpas. Jesús no murió por disculpas, él murió por el
pecado.

La Biblia dice en 1 Juan 1:9 «Si confesamos nuestros pecados, él


es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiamos de toda
maldad».
3- LIMPIEZA
Puesto que el pecado lo hace sentir sucio, Dios le da un baño
espiritual. David dice: «Lávame» (Salmo 51:2, 7). Se trata de una
limpieza un tanto exterior, puesto que el pecado nos hace sentir
enteramente sucios.
Luego en el versículo 7, él dice: «Quita mi pecado con hisopo, y
seré limpio». Esto habla de una limpieza interior.

No hay mancha que la sangre de Jesús no pueda quitar. ¡Ninguna!


«…y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado»

4- SANTIDAD
En el Salmo 51:12-15, David dice: «Devuélveme el gozo de tu
salvación, y un espíritu generoso me sustente. Entonces enseñaré a
los transgresores tus caminos, y los pecadores se convertirán a ti.
Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación, con regocijo
cantará mi lengua tu justicia. Señor, abre mis labios, y proclamará
mi boca tu alabanza».
Es como si David dijera: «Señor, pon mis pies en el camino
correcto, y volveré a servirte». Dios no sólo nos limpia para que
podamos sentarnos tranquilamente limpios. Él nos vuelve a poner
en el camino del servicio.

5- AGRADECIMIENTO
Salmo 51:15 Señor, abre mis labios, Y publicará mi boca tu
alabanza.
La mejor manera de agradecer a Dios es con nuestra alabanza, y
David era algo que tenía muy claro, pues era un adorador nato.

No podemos dejar de agradecerle a Dios por sanar, limpiar,


restaurar y bendecir nuestra vida.

Recuerde los cinco pasos de restauración: Confianza, confesión,


limpieza, santidad y agradecimiento.
No crea que porque puede ser limpio da lo mismo si peca o no. Así
como si pone una mano sobre un fogón y se quema, si peca, se ata
al sufrimiento; pero gracias a Dios por su maravillosa, grandiosa y
sin igual gracia que perdona y restaura al cristiano que peca.

También podría gustarte