Administración de Empresas Turísticas y Conservación Ambiental
NOMBRE: Elizabeth Sánchez CURSO: 4 “A” MATERIA: Realidad Nacional
ISABEL DE SANTIAGO
Isabel de Cisneros y Alvarado nació en Quito en la segunda mitad del siglo
XVII y murió en el año 1714 en la misma ciudad. Acerca de la fecha de nacimiento no se encontró ningún documento pero se deduce que debió ocurrir en la década de 1660 y 1670. Fue hija de Miguel de Santiago, considerado el mejor pintor del siglo XVII en Ecuador, y de doña Andrea Cisneros y Alvarado. Isabel se sintió atraída por la pintura desde muy pequeña, pasión que compartía con su padre y más tarde con su segundo esposo, Contrajo primer matrimonio con Juan Merino de la Rosa, Portero Mayor de la Audiencia de Quito. Tras la muerte de este, contrajo nuevas nupcias el 15 de enero de 1692 con el capitán Antonio Egas y Venegas de Córdoba, quien también había estado casado antes con la dama chilena Catalina Tello de Meneses. De este matrimonio nacieron cinco hijos legítimos, tres hombres y dos mujeres, a saber: Agustín, María Mónica, Nicolás Fortunato, Antonio y María Tomasa; de entre ellos, dos se hicieron sacerdotes de la orden agustina a la que tanta devoción le había profesado su afamado abuelo materno. Su obra más conocida es el retrato que le hizo a Sor Juana de Jesús, monja clarisa a la que le atribuían comportamientos de santa. Pocos días después de su muerte, en 1703, le encargaron a su esposo un cuadro de la misma que no se sentía capaz de realizar, por lo que recurrió a su esposa Isabel. Isabel pertenece a la Escuela Quiteña de finales del siglo XVII e inicios del XVIII. Formada celosamente por su padre Miguel de Santiago, uno de los más famosos pintores del continente en aquella época, aprendió junto a su primo Nicolás Javier de Goríbar todos los trucos que habían vuelto a Santiago popular en las altas esferas, y por ende su técnica era muy similar y exquisita. A pesar del hecho de que, por ser mujer, no pudo realizar los exámenes para la obtención de los grados que la acreditaban como una pintora profesional, Isabel se ganó el respeto de la gente y sus obras eran bien reconocidas, tanto así que uno solo de sus lienzos era aceptado como pago de cuantiosas deudas que le habían dejado su padre y su marido. Mientras trabajó con su padre, deducimos que Isabel y él compartían las ganancias del taller para cubrir las necesidades de ambos. El historiador quiteño Federico González Suárez se refiere a la pintora diciendo que sobresalía en la pintura y manejaba el pincel con admirable delicadeza. De igual manera, el historiador y arqueólogo Jacinto Jijón y Caamaño afirma que el estilo de Isabel se caracteriza por un cúmulo de flores y animalillos que reflejan la pequeñez de su espíritu, entendido esto último como un halago a su pureza de espíritu y humildad. Isabel se sintió atraída por la pintura desde muy pequeña, pasión que compartía con su padre y más tarde con su segundo esposo. Comenzó a formarse y trabajar en el taller de Santiago desde la adolescencia. Enviudó a inicios de la década de 1700, y en 1706 hereda el prestigioso taller de su padre tras el fallecimiento de este. Isabel continuó pintando hasta el día de su muerte, acaecida en Quito en 1714, siendo enterrada en el convento de La Merced, cercano a su casa. Las obras más representativas realizadas por Isabel de Santiago son las siguientes:
"El hogar de Nazareth",
guardado en el convento de San Diego. "La Virgen de la alegría", para el museo Fray Pedro Gocial
"La Virgen de las Flores", que
se encuentra en el Museo de Arte Colonial, de Quito.
"San Antonio de Padua", para
el monasterio de El Carmen Alto.
BIBLIOGRAFÍA
anonimo. (2014). isabel de santiago . quito .
Picardo, A. (Ed.). (2015). blogspot. Recuperado el 10 de 07 de 2016, de http://mujerespintoras.blogspot.com/2013/02/isabel-de-santiago- 1660-1714.html