Está en la página 1de 2

Rosas: nuevamente gobernador

Palermo de San Benito El 13 de abril de 1835, Juan Manuel de Rosas prestó juramento ante la Legisla-

© Tinta fresca ediciones S. A. | Prohibida su fotocopia. Ley 11.723


En 1836, en el barrio de Palermo, tura de Buenos Aires y comenzó su segundo mandato. En esta ocasión, anunció una
comenzó a construirse la mansión política represiva: los enemigos de la Federación, los delincuentes y aquellos que
de Rosas, a la que se trasladó
junto a su hija Manuela en 1838.
ofendieran a la religión serían castigados. La suma del poder público otorgaba a
La casona, decorada al estilo Rosas amplísimas facultades, que en un sistema republicano con división de pode-
inglés, fue el centro político de la res no correspondían al Poder Ejecutivo. Además, las garantías individuales queda-
Confederación. Algunos llegaron ron suspendidas. Los unitarios –nombre con el que se designaba a todo enemigo
a llamarla el Versalles porteño. Por
allí desfilaron numerosas personas político aunque perteneciese al partido federal– fueron perseguidos y aniquilados.
influyentes que deseaban hacer Este régimen autoritario, sin embargo, respetó el ordenamiento republicano: Ro-
tratos con el Restaurador. sas gobernaba con el apoyo de la opinión pública, que había decidido otorgarle
poderes extraordinarios para garantizar la independencia de la Confederación y la
derrota de sus enemigos internos y externos.

El discurso político del rosismo


A pesar de que sus opositores consideraban que el gobierno era tiránico y des-
pótico, el propio Rosas y sus seguidores pensaban que su federalismo se ajustaba
a la idea de república que habían imaginado los hombres de Mayo de 1810. La de-
fensa frente a las amenazas externas, el mantenimiento de la unidad de las Provin-
cias Unidas, el restablecimiento del orden social y la representación basada en la
soberanía popular eran los fundamentos de las ideas políticas del rosismo.
El concepto de república de los federales incluía cuatro componentes. En primer
lugar, la imagen de un mundo rural armónico y estable en el que las jerarquías so-
ciales eran claras y respetadas por todos. En segundo lugar, la creencia de que la Re-
pública estaba permanentemente amenazada por conspiraciones tramadas por
los sectores altos de la socie-
dad, usualmente identificados
como los unitarios. En tercer
lugar, se concebía a las Provin-
cias Unidas como parte de un
sistema americano en el que
las repúblicas americanas de-
bían unirse y cooperar frente
a los peligros de invasión por
parte de las potencias euro-
peas. Finalmente, se conside-
raba necesario que se restau-
rase un orden social en el que
rigieran las leyes y se castigara
a todos aquellos que atentaran
contra la propiedad y el comer-
cio o cometieran delitos.
Carlos Sívori, Palermo de San Benito

(1850), acuarela. ACTIVIDADES

1. Resuman las características del segundo gobierno de Rosas.


2. Discutan sobre por qué el régimen de Rosas puede ser considerado republicano.

116 | Capítulo 5 El segundo gobierno de Rosas


Las prácticas políticas
El orden rosista combinaba la práctica del terror (entendido como la persecu- Encarnación Ezcurra
© Tinta fresca ediciones S. A. | Prohibida su fotocopia. Ley 11.723

ción de los opositores), la vigilancia y la censura a la prensa, con las elecciones


periódicas que otorgaban legitimidad a los gobernantes. La participación de la Fue la esposa de Rosas. Nació en
población en las fiestas populares y el acatamiento de ciertas maneras de vestir y 1795 y se casó con el caudillo
en 1813. En 1833, fue una de las
hablar, y de comportarse en público, eran parte de las formas con que se expresaba principales organizadoras de los
apoyo al régimen. adeptos de Rosas que desataron
una revuelta por un conflicto
La lista única ocurrido por el cierre de un diario
favorable al rosismo. De allí en
Rosas no eliminó las instituciones del régimen republicano que se habían es- adelante, mantuvo su influencia
tablecido en la provincia durante la época de Bernardino Rivadavia. La Legislatura sobre la Mazorca. Falleció en
continuó existiendo y el Gobernador le rendía minuciosa cuenta de sus actos. Año Buenos Aires, en 1838.
tras año se elegían nuevos representantes. Sin embargo, el funcionamiento del sis-
tema era artificial y formal. El gobierno siempre había influido en el resultado de las
elecciones, pero durante este período había una lista única y los comicios eran una
suerte de plebiscito que no hacía más que confirmar la voluntad de Rosas.
Las elecciones se realizaban luego de que Rosas confeccionara una lista para
cada distrito electoral y cursara esas listas a través del Departamento de Policía en
la ciudad y de los jueces de paz en la campaña. Las autoridades movilizaban el ma-
yor número de votantes que fuera posible. De esta manera, la alternativa era votar
la lista de Rosas o no votar.

La Mazorca
Para imponer el terror, Rosas contó con la Sociedad Popular
Restauradora, institución integrada por aproximadamente dos-
cientos federales absolutamente fieles al Gobernador. Además,
en la Sociedad había un grupo dedicado a practicar actos de vio-
lencia e intimidación: la Mazorca, que evocaba con su nombre
la imagen de unidad y fortaleza que muestran los granos de una
mazorca de maíz.
Los mazorqueros recorrían la ciudad por las noches y ataca-
ban las casas de los opositores, que habían sido previamente
señaladas por la Sociedad. Disparaban contra las ventanas y gri-
taban vivas y mueras frente a las puertas. Irrumpían también en
las casas en busca de elementos que probaran la culpabilidad de
aquellos a quienes se acusaba de traicionar a la Federación o
de estar involucrados en complots contra el gobierno.
Como Rosas contaba con el apoyo de los sectores populares, a
través de una extensa red de informantes compuesta de lavande-
ras y otros empleados que tenían acceso a las casas de las familias
de clase alta, se mantenía al tanto de las opiniones de sus adver-
sarios y de la fidelidad de sus partidarios.
Augusto Raymond Quinsac

ACTIVIDADES Monvoisin, Soldado de Rosas


(1842), óleo sobre tela.
1. ¿Qué política seguía Rosas con sus opositores?
2. Describan el proceso de elecciones durante el rosismo.

117

También podría gustarte