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Los Impactantes Efectos de la COVID-19 en el Empleo de América Latina y el Caribe

La pandemia de COVID-19, que comenzó a finales de 2019 en China, ha dejado una huella imborrable en
todo el mundo, y América Latina y el Caribe no son la excepción. En un artículo escrito en abril de 2020
por Álvaro Altamirano Montoya, Oliver Azuara y Stephanie González Rubio, se abordó de manera
detallada cómo esta crisis sanitaria estaba afectando los mercados laborales de la región. Aunque los
datos y las proyecciones se basan en información disponible hasta esa fecha, este artículo explorará los
efectos de la COVID-19 en el empleo de América Latina y el Caribe y proporcionará una perspectiva
actualizada sobre la situación.

Contexto económico previo a la pandemia

Antes de la pandemia, América Latina y el Caribe habían experimentado un período de crecimiento


económico en la década de 2000 a 2013. Este crecimiento había contribuido a reducir la informalidad
laboral y a crear empleos formales en la región. Sin embargo, a partir de 2015, ese crecimiento se
estancó, y la informalidad laboral comenzó a aumentar nuevamente.

Impacto inicial de la COVID-19

El artículo señalaba que, hasta abril de 2020, la región ya estaba sintiendo los efectos del virus en su
mercado laboral. En Estados Unidos, se habían registrado 16,8 millones de solicitudes de beneficios por
desempleo en solo tres semanas, y México había perdido 346,878 empleos formales en tan solo 24 días.
Estos números eran un presagio de la magnitud de la crisis laboral que estaba por venir.

Escenarios de pérdida de empleos

El artículo presentaba tres posibles escenarios de pérdida de empleo en la región, que dependían de la
duración y gravedad de la pandemia:

Crisis de corto plazo: Supondría una caída del producto que duplicaría lo observado durante la crisis de
2009, con una tasa de crecimiento negativo cercana al 4%.

Crisis de mediano plazo: La recesión se extendería por tres trimestres consecutivos, con una tasa de
crecimiento negativo cercana al 10%.
Recesión prolongada: Esta sería una recesión de gran magnitud sin una recuperación económica a corto
o mediano plazo, con una tasa de crecimiento negativo cercana al 15%.

Estimaciones iniciales

En ese momento, las estimaciones iniciales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) indicaban que
la región podría perder hasta 17 millones de empleos formales debido a la pandemia. Además, se
pronosticaba que el nivel de informalidad laboral podría aumentar al 62%, revirtiendo los avances
logrados en años anteriores.

Perspectiva actual

Desde abril de 2020, la COVID-19 ha continuado impactando a América Latina y el Caribe. La magnitud
de la crisis laboral ha sido significativa, con millones de personas perdiendo sus empleos y una mayor
informalidad laboral. Sin embargo, la situación ha evolucionado y los gobiernos de la región han
implementado diversas medidas para mitigar los efectos económicos de la pandemia. Estas medidas
incluyen programas de apoyo económico, incentivos fiscales y políticas de protección social.

La situación laboral en la región sigue siendo un desafío importante, y la recuperación económica puede
llevar tiempo. Sin embargo, la lección clave de esta crisis es la importancia de la coordinación de
medidas integrales para proteger a los trabajadores y mantener la estabilidad económica.

En resumen, la COVID-19 ha tenido y continúa teniendo un impacto significativo en el empleo de


América Latina y el Caribe. Si bien las estimaciones iniciales eran sombrías, la región ha estado tomando
medidas para abordar los desafíos laborales planteados por la pandemia. La recuperación requerirá
esfuerzos sostenidos y una estrategia integral para reconstruir los mercados laborales y mejorar la vida
de los trabajadores en la región.

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