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REINO Animalia
PHYLUM Nematoda
CLASE Secernentea
ORDEN Spirurida
FAMILIA Onchocercidae
GÉNERO Onchocerca.
ESPECIE O. volvulus
c) EPIDEMIOLOGÍA:
e) DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA:
f)
PATOGÉNESIS:
Manifestaciones cutáneas
Manifestaciones oculares
En general, estas manifestaciones se producen después de un tiempo prolongado
de exposición a la infección y su gravedad depende de la intensidad de la misma.
Muchas personas, especialmente las que tienen infecciones leves, no tienen
síntomas ni signos de oncocercosis.
CUTÁNEAS
El número de nódulos por paciente varía entre 2 y 5, pero se dan casos con 100
o más. No hay signos visibles de inflamación alrededor del nódulo, salvo que se
presente una sobreinfección bacteriana. No están adheridos a la piel y
predominan en las prominencias óseas.
h) DIAGNÓSTICO:
i) TRATAMIENTO:
El tratamiento de elección es la ivermectina: dosis única de 150 g/kg
repetida cada 6-12 meses hasta la curación (hasta quedar asintomático,
generalmente durante varios años, hasta 10).
Incluso la ivermectina, que es un microfilaricida muy lento (lo que evita la
muerte masiva de las microfilarias y la consiguiente suelta antigénica),
puede producir reacciones cutáneas en sujetos con alta carga parasitaria.
La DEC no debe utilizarse en O. volvulus debido al riesgo de efectos oculares
secundarios a la rápida muerte de las microfilarias. La suramina, que
inicialmente se utilizó como macrofilaricida, hoy día no se utiliza por su alta
toxicidad.
El tratamiento con doxiciclina 100-200 mg/día durante 6 semanas seguido
de una dosis única de 150 g/kg de ivermectina se ha asociado con la
ausencia de microfilarias en piel durante 19 meses y la eliminación total de
Wolbachia, lo que evitaría la necesidad de dosis repetidas durante años.
REINO Animalia
PHYLUM Nematoda
CLASE Secernentea
ORDEN Spirurida
FAMILIA Onchocercidae
GÉNERO Loa
d) CICLO BIOLÓGICO:
1. El ciclo requiere de un artrópodo vector, las hembras hematófagas del
género Chrysops. Estos dípteros son tábanos de ritmo diurno, viven en las
copas de los árboles, siendo atraídos por los movimientos, la piel y las ropas
oscuras, y el humo de la madera.
2. Las hembras pican durante el día, con agresividad máxima al mediodía.
Cuando succionan la sangre de un hombre con loasis, las microfilarias
pierden la vaina, atraviesan la pared del tubo digestivo y se instalan en el
cuerpo graso, donde realizan tres mudas consecutivas que, al cabo de 10 a 12
días, evolucionan a larvas L3 y migran a la probóscide.
3. La larva metacíclica o infectante L3 es transmitida al hombre mediante la
picadura de las hembras del vector.
4. En el momento de la picadura, las larvas L3 salen de la probóscide, caen
sobre la piel, penetran en el organismo a través de la lesión de la picadura, y
migran al tejido conjuntivo subcutáneo, donde, al cabo de tres meses, luego
de dos mudas consecutivas se transforman en vermes adultos.
5. El apareamiento se realiza en la piel y las hembras grávidas liberan
embriones (microfilarias), que aparecen en la sangre periférica, con
periodicidad diurna a los 6-12 meses del inicio de la parasitación.
e) DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA:
1) Angola: noroeste.
2) Camerún: mitad sur.
3) Congo: todo el país.
4) Gabón: todo el país.
5) Guinea Ecuatorial: todo el país.
6) Nigeria: sur.
7) República Centro Africana: sur.
8) República Democrática de Congo: extremo oeste y mitad norte.
9) Sudán: sudoeste.
La loaosis ha sido descrita anteriormente en Costa de Marfil, Ghana, Liberia y
Sierra Leona, pero no lo ha sido desde hace muchos años, lo que hace suponer
que podría haber desaparecido espontáneamente. En las zonas endémicas, la
probabilidad de adquirir la infección aumenta con la edad, pero el número de
personas parasitadas varía de unas zonas a otras, dependiendo de la abundancia
de vectores. En algunas poblaciones está infectada más del 40% de la población.
f) PATOGÉNESIS:
Los vermes adultos viven en el tejido celular subcutáneo en el cual se desplazan.
Se presentan inflamaciones pasajeras producidas por reacciones de
hipersensibilidad y asociadas a prurito y eritema. Es frecuente la hipereosinofilia
circulante. Pueden desplazarse por la conjuntiva y ser observados a simple vista.
En este caso causan sintomatología conjuntival al actuar como cuerpo extraño.
Las miocardiopatías constrictivas tropicales son procesos de etiología incierta, uno
de los cuales cursa con hipereosinofilia periférica y en ausencia de otras causas, se
las han relacionado con la parasitación por L. loa. Se debe realizar el diagnóstico
diferencial de las eosinofilias parasitarias, mediante la realización de estudios
parasitológicos encaminados a demostrar la presencia de helmintiosis que
justifiquen la hipereosinofilia periférica, así como la existencia de microfilarias en
sangre, ya que las hembras de L. loa liberan microfilarias que pasan al torrente
circulatorio.
g) MANIFESTACIONES CLÍNICAS:
La loasis es una filariosis cutaneodérmica, comúnmente bien soportada y con
poca sintomatología, aunque en algunos casos pueden aparecer complicaciones
que ensombrecen el pronóstico del proceso. Clínicamente, tras un período de
incubación mudo, de unos tres meses de duración, aparecen signos y síntomas,
que podemos agrupar en manifestaciones clásicas y complicaciones de la loasis.
Las manifestaciones clásicas, se producen como consecuencia de la migración
subcutánea de los vermes adultos y de fenómenos inmunoalérgicos:
1) PRURITO: se localiza preferentemente en las extremidades superiores, tórax, espalda
y cara, y es un elemento de orientación diagnóstica en aquellas zonas exentas de
oncocercosis.
2) EDEMA DE CALABAR: es el signo más común de la loasis, aunque no es
patognomónico de ella, ya que puede aparecer en otras filariosis, como en la
parasitación por M. perstans. Clínicamente, se caracteriza por la aparición,
preferentemente en extremidades superiores o en la cara, de dolor, prurito o
urticaria locales, y el desarrollo unas horas más tarde en la misma zona anatómica,
de un angiodema migratorio y transitorio, no eritematoso, de unos 10 cm de
diámetro que persiste de 2 a 4 días, aunque este período puede prolongarse. Las
recurrencias son frecuentes en la misma zona corporal, pero pueden producirse en
cualquier otra.
3) REPTACIÓN SUBCUTÁNEA DE LOS ADULTOS: se caracteriza por la aparición de
hormigueo desagradable o prurito localizados y de un cordón subcutáneo,
serpenteante, palpable, móvil, que se desplaza a razón de un centímetro por minuto.
4) MIGRACIÓN SUBCONJUNTIVAL DE LOS ADULTOS: es consecuencia de la reptación
subcutánea de los adultos, es relativamente frecuente y a priori, diagnóstica. Se
caracteriza por sensación de cuerpo extraño, inyección conjuntival, fotofobia,
lagrimeo y edema parpebral.
5) HIPEREOSINOFILIA PERIFÉRICA Y AUMENTO DE IGE: son signos característicos,
aunque no patognomónicos. La eosinofilia periférica puede ser del 70%. Las
complicaciones aparecen tardíamente y se asocian a fenómenos de hipersensibilidad
y en algunos casos, al tratamiento de los pacientes con microfilaremia elevada.
6) COMPLICACIONES RENALES: aproximadamente el 30% de los pacientes con infección
crónica desarrollan nefritis intersticiales, con depósitos extramembranosos de
inmunocomplejos. En estos casos, se detecta proteinuria o hematuria; la
hiperazoemia y la evolución hacia al fallo renal son infrecuentes. Los signos de
afectación renal pueden aparecer transitoriamente o acentuarse durante el
tratamiento específico.
7) COMPLICACIONES CARDÍACAS: existe una serie de evidencias epidemiológicas
(similar distribución geográfica de ambos procesos) y biológicas (existencia de
anticuerpos específicos en pacientes con hipereosinofilia periférica), que sugieren
que la endocarditis fibroplástica eosinófila de Löeffler es una complicación de la fase
crónica de la loasis. Clínicamente, se caracteriza por la aparición de una insuficiencia
cardíaca general, de predominio derecho, de apariencia primitiva, con
hipereosinofilia periférica en ausencia de otras causas. En la mayoría de los casos la
microfilaremia es muy baja y, en ocasiones, nula.
8) COMPLICACIONES NEUROLÓGICAS: eran raras antes de la introducción del
tratamiento con dietilcarbamicina. Se producen en individuos con microfilaremia
elevada (>5.000 microfilarias/ml) sometidos a tratamiento específico, sin
monitorización parasitológica. Clínicamente, se traduce por la aparición de
meningoencefalitis, relacionada con la presencia de microfilarias en líquido
cefalorraquídeo, y la gravedad varía entre cefalalgia, irritabilidad e insomnio, coma,
pudiendo producir la muerte.
9) OTRAS COMPLICACIONES: este organismo ha sido descripto como productor, entre
otros procesos, de linfadenitis, hidrocele, derrame pleural, oclusión de la arteria
ocular, uveítis posterior y ceguera.
h) DIAGNÓSTICO:
Hallazgos parasitológicos
Hallazgos clínicos
Hallazgos inmunológicos
Debe sospecharse en cualquier paciente procedente del área endémica,
sintomático o no, con hipereosinofilia periférica, a quien se le debe realizar
extracción de sangre y dado que se trata de una especie con microfilarias
aperiódicas, se pueden evidenciar en cualquier momento.
El diagnóstico debe contemplar la realización de exámenes microscópicos
directos y concentración, en caso de no detectarse microfilaremia en los
primeros, y de tinciones por el método de Giemsa de frotis finos directos o del
concentrado. La identificación se realiza a través de la movilidad característica,
en preparaciones húmedas, y a las características morfométricas.
El diagnóstico diferencial debe de realizarse fundamentalmente con las
microfilarias de otras especies
i) TRATAMIENTO:
En pacientes con una alta carga parasitaria (> 2.500-3.000 microfilarias/ml) existe
un riesgo importante de reacciones adversas severas (por la rápida muerte de las
microfilarias) y de meningoencefalitis (por la migración ectópica al SNC). En estos
casos se recomienda disminuir primero la carga parasitaria con albendazol (400
mg/día durante 3 semanas) para después administrar DEC68,69. También se ha
utilizado ivermectina seguida de DEC, pero se prefiere albendazol debido a su
efecto más lento y menor riesgo de provocar encefalopatía70,71. En casos
excepcionales se puede disminuir la microfilaremia mediante aféresis de sangre
periferica72. Se puede realizar la extracción quirúrgica del gusano adulto cuando
pasa por la conjuntiva ocular, pero no es imprescindible, ya que el gusano
migrando por el ojo no produce daño ocular.
Hay que tener muy en cuenta que en la mayoría de los países donde L. loa es
endémica coexiste O. volvulus, por lo que se descartará sistemáticamente la
presencia de esta segunda filaria antes de iniciar el tratamiento. Hay que tener en
cuenta que la DEC puede provocar una reacción de Mazzoti e incluso ceguera en
los pacientes con oncocercosis.
3)