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El documento discute el impacto negativo de la práctica del "disease mongering", donde compañías farmacéuticas exageran la gravedad de trastornos menores y condiciones no graves para promover la venta de medicamentos a través de campañas publicitarias. Esto conduce a un gasto injustificado en tratamientos médicos y daña la salud pública. El documento también señala que durante la pandemia, esta práctica se hizo más común a través de la promoción excesiva de enfermedades y com
El documento discute el impacto negativo de la práctica del "disease mongering", donde compañías farmacéuticas exageran la gravedad de trastornos menores y condiciones no graves para promover la venta de medicamentos a través de campañas publicitarias. Esto conduce a un gasto injustificado en tratamientos médicos y daña la salud pública. El documento también señala que durante la pandemia, esta práctica se hizo más común a través de la promoción excesiva de enfermedades y com
El documento discute el impacto negativo de la práctica del "disease mongering", donde compañías farmacéuticas exageran la gravedad de trastornos menores y condiciones no graves para promover la venta de medicamentos a través de campañas publicitarias. Esto conduce a un gasto injustificado en tratamientos médicos y daña la salud pública. El documento también señala que durante la pandemia, esta práctica se hizo más común a través de la promoción excesiva de enfermedades y com
Impacto del disease mongering en la salud pública y en la sociedad:
El “disease mongering” hace referencia al trabajo que llevarían a cabo las
compañías farmacéuticas con la intención de llamar la atención acerca de las enfermedades más recurrentes que son inocuas y trastornos, con la finalidad de aumentar el comercio de medicamentos por medio de campañas con ostentosa publicidad y con estudios que tratan de medicalizar cualquier dolencia. Esta práctica conduce a determinar las enfermedades incluso a trastornos y, por ende, a realizar tratamientos de manera innecesaria, con el motivo de lucrar con ganancias de aquellos tratamientos y que resulta siendo un gran daño para la salud pública, ya que éste proceso ha llevado a un gasto de manera injustificada para los propietarios privados y los sistemas públicos de la salud. Esto es una grave propuesta para la población porque existe muchas personas enfermas, algunas personas solo presentan enfermedades leves, lo cual se puede curar de forma asistida, sin embargo, las promociones de las enfermedades intervienen sobre esas enfermedades leves haciéndoles parecer como enfermedades graves o de gran magnitud enmarcando o etiquetando a las enfermedades. Esta denominación “disease mongering” se ha hecho uso por grupos que rechazan a la psiquiatría médica. Las compañías médicas y farmacéuticas hacen marketing con inversión en publicidad que capta la atención de las personas que padecen enfermedades y que se dejan llevar por propagandas, carteles que promueven y promocionan enfermedades para que las personas con alguna dolencia similar que aprecien en la publicidad se sientan enfermos, tratan de manipular y de convencer a las personas que están sanas, de que están enfermas y a gente que padece de alguna dolencia o enfermedad le hacen sentir que están aún más enfermas. Cabe resaltar que “la salud tiene impacto en la economía en paquetes médicos de concesionarios o grupos médicos de inversión y en acciones de la bolsa con respaldo monetario en investigación y desarrollo tecnológico del área médica”. (Padilla et al.,2021) Es muy importante resaltar que la salud no debería ser un negocio o una mercadotecnia, ya que se ve reflejado en la salud pública y en la sociedad, este acto social incurre a toda la población de manera negativa, porque no todos conocen acerca de la promoción de las enfermedades, muchos caen en la inocencia de creer que lo que padecen realmente es algo grave, cuando el mensaje de una publicidad lo manifiesta de esa manera, entran en temor, preocupación y eso repercute de tal modo en el bienestar de la persona. Un marcado ejemplo se denota en tiempos de pandemia, en donde la comercialización de un medicamento incrementó y que la promoción de enfermedades fue recurrente, ya que las personas por la ansiedad social, el excesivo temor más la presión social los hizo caer en cualquier aviso de enfermedad o la posibilidad de tener comorbilidades, por ejemplo, como la depresión. Robert Withaker en su libro Anatomía de una epidemia, considera que la situación actual se explica por un proceso de lucha de intereses entre los propios psiquiatras y las empresas farmacéuticas. Withaker argumenta que las empresas farmacéuticas se aprovecharon de los psiquiatras mediante programas de entrenamiento, marketing y comisiones por venta de fármacos que fomentaban el consumo de antidepresivos (Fuertes, 2022). Este tema de la promoción de las enfermedades es muy crucial porque genera un impacto en la sociedad en conjunto con la salud pública, no todas las personas dominan o conocen este tema, la salud es sumamente importante, por ende atreverse a realizar campañas de la mano de profesionales e instituciones no es ético y causa una problemática social e integral de las personas que realmente están pasando por enfermedades, tomar conciencia es fundamental parta que esta práctica enmascarada cese y haya un bienestar para la sociedad y más aún para la salud pública. Referencias: Padilla Loredo, S., Quintero Soto, M. L., & Hernández Leal, A. (2021). Sociología de las adicciones, enfoques múltiples. Plaza y Valdez. Fuertes, A. M. (2022). Disease mongering y la epidemia de la depresión: una revisión histórica del desarrollo del tratamiento psiquiátrico de la depresión y su relación con el proceso de promoción de enfermedades. Eikasía Revista de Filosofía.