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EL LENGUAJE

JURÍDICO Y SUS
RAÍCES LATINAS
Lexicología y
Argumentación Jurídica
Bloque 2

LAJA1219
LEXICOLOGÍA Y ARGUMENTACIÓN JURÍDICA

El presente material recopila una serie de definiciones, explicaciones y ejemplos prácticos de autores especiali-
zados que te ayudarán a comprender los temas principales de este bloque.

Las marcas usadas en la antología son única y exclusivamente de carácter educativo y de investigación, sin fines
lucrativos ni comerciales.

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LEXICOLOGÍA Y ARGUMENTACIÓN JURÍDICA

El lenguaje jurídico y sus raíces latinas

3. Discurso jurídico

Gerardo Ribeiro (2013) señala que el objetivo principal del discurso jurídico es que “los actores de la dis-
puta judicial se adhieran a las propuestas del hablante, en particular busca que el juez se adhiera a sus
peticiones y exprese esa adhesión en la sentencia que pronuncie” (p. 237). Esta adhesión se construye a
través de las tres funciones retóricas por excelencia: convencer, persuadir y seducir.

3.1. Estado de la cuestión

Muñoz (2015) menciona que la mayoría de las corrientes jurídicas consideran al derecho como una esfera
autónoma y autosuficiente, que se basta y explica a sí misma, sin utilizar elementos extraños a él. No
obstante, este autor destaca la necesidad de construir una teoría del derecho “que explique las normas
jurídicas dentro del contexto de las demás prácticas sociales que encubre; [pues] las normas jurídicas
no pueden estar ajenas a las prácticas económicas, políticas e ideológicas” (p. 165).

Figura 1. Corrientes jurídicas

Teoría pura del derecho — Se caracteriza por la pretensión de autonomía


e inmanencia absoluta del derecho.
— Sostiene que el derecho sólo debe ocuparse de
Hans Kelsen los componentes formales de toda experiencia
jurídica posible (como norma, ordenamiento,
— En su afán de purificar el derecho y quitarle derecho, obligación, licitud, sanción, etcétera),
todo lo que le es ajeno, lo margina de la sin incursionar en ámbitos habitualmente
realidad social de la cual emana y sostiene reservados a la sociología o a la historia.
que dicha realidad no representa un momento
constitutivo de lo jurídico en cuanto tal, por
lo que debe excluirse de la investigación
jurídica pura.
— No obstante, su pretensión de construir un
sistema normativo totalmente autosuficiente
para fundamentar de manera tautalógica el
positivismo jurídico es una argumentación
— Establece la necesidad de
que va contra la viabilidad del principio de
delimitar y ordenar antes el
inmanencia.
ámbito de los fenómenos
que constituyen la instancia
Enfoque sociológico jurídica de una formación
social.
Elaborado a partir de Muñoz (2015, pp. 164-165).

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3.2. Derecho e ideología

La comunicación de los conceptos jurídicos implica el uso de canales de comunicación por los que se
transmiten ideas sobre una institución jurídica; en casos concretos, se requiere una justificación de quien
está interpretando o aplicando un precepto normativo. Al respecto, Rojas (2012) comenta lo siguiente:

El cumplimiento de las reglas del discurso por sí mismo, sólo permite descartar un número reducido de nor-
mas y de juicios normativos como discursivamente imposibles. En la mayoría de los casos resultan posibles,
haciendo uso de las reglas del discurso, muchas normas contradictorias entre sí. La realidad social exige, en
cambio, una decisión clara. De aquí resulta la necesidad del derecho. Las normas jurídicas creadas en los
procesos legislativos de producción normativa se deben interpretar mediante discursos jurídicos. De esta
forma, el discurso jurídico es un caso especial del discurso práctico (pp. 167-168).

De acuerdo con lo anterior, el discurso jurídico tiene como finalidad realizar una interpretación a la norma
que por alguna razón tiene que aplicarse, puesto que no es clara del todo; para esto es necesario obtener
una serie de criterios con los que se pueda evaluar la eficacia de lo que se plantea en el discurso jurídico.

Ahora bien, ¿de qué manera esta interpretación está vinculada con la ideología? Para aclararlo, conviene
explicar lo siguiente.

Cuadro 1. Dimensión ideológica del derecho

Está subordinado a la política, es decir, a


Derecho como
los intereses de un grupo (partidos, grupos
discurso del poder
de presión, sindicatos, cámaras, etcétera).

Se subordina a la economía a pesar del


Derecho como
afán de la teoría pura del derecho de
discurso del capital
desvincularlo de los factores ajenos a él.

Se presenta en forma de ideologías


jurídicas, en una óptica legitimadora
Discurso sobre el derecho
crítica, aunque frecuentemente con
pretensión de neutralidad científica.

En su forma codificada, presenta una


dimensión ideológica en la medida en que
Discurso de la ley
comprende una cierta imagen implícita
o manifiesta de la realidad social.

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LEXICOLOGÍA Y ARGUMENTACIÓN JURÍDICA

Dimensión ideológica del derecho

Ideología según Antonio Gramsci: visión del mundo que se manifiesta implícitamente
en el arte, el derecho, la actividad económica y todas las manifestaciones de la vida
individual y colectiva. La dimensión ideológica es patente y se manifiesta:

En el mundo del derecho, compuesto por sujetos jurídicos, libres e iguales que se
encuentran en permanente intercambio y comunicación.

Por las relaciones de intercambio (entre trabajadores y empleadores) tipificadas como


relaciones libres.

Es un Estado separado de la sociedad civil, asumiendo el papel de dirección, orden y arbitraje

En una comunidad internacional, como sociedad de Estados libres y soberanos.

Dimensión ideológica de los operadores jurídicos

Se manifiesta en los discursos de naturaleza argumentativa. Juristas, jueces, abogados


y operadores jurídicos realizan su actividad mediante la argumentación, la cual puede
apreciarse en alegatos y otros recursos que pretenden aparecer como verosímiles, mediante
diferentes procesos de persuasión que implican una construcción ideológica de la realidad.

Elaborado a partir de Muñoz (2015, p. 171-172)

De acuerdo con Muñoz (2015), los discursos de naturaleza argumentativa se caracterizan por:

a) Partir de premisas que se identifican con la visión jurídica del mundo y se expresan en las normas jurídicas,
los principios generales del derecho, los criterios jurisprudenciales, las doctrinas, etcétera.

b) Construir la realidad con esquemas argumentativos y mediante técnicas específicas de argumentación,


como la lógica y la hermenéutica jurídicas, cuya pretensión es descubrir el espíritu de la ley y lo que el
legislador quiso decir a través de estos argumentos (p. 172).

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3.3. Determinación y eficacia del discurso jurídico

El criterio más general para evaluar la eficiencia del discurso jurídico se retoma de Robert Alexy, quien
señala que existen dos clases de justificaciones del discurso jurídico: la externa y la interna. El objetivo
de la primera es demostrar la verdad del contenido de las premisas; mientras que la segunda trata de
determinar si una afirmación normativa se puede derivar, desde un punto de vista estrictamente de lógica
formal, de las premisas que se hacen valer. De acuerdo con este autor, los problemas relacionados con
la justificación interna se han discutido en la teoría del derecho, bajo el concepto de “silogismo jurídico”
(Rojas, 2012, p. 168).

Cuadro 2. Tipos de justificación del discurso jurídico

Se puede llevar a cabo con ayuda de las siguientes reglas:

1. El principio de justicia formal exige que se


observe una regla en la que se establezca una
obligación, según la cual todas las personas
que se ubiquen dentro de una misma categoría
deban ser tratadas de la misma forma.
2. Para fundamentar un juicio jurídico, se debe
recurrir por lo menos a una norma universal.

Justificación interna 3. El juicio jurídico se debe derivar lógicamente


por lo menos de una norma universal
junto con otras afirmaciones.
4. Cuando exista duda sobre si trata de una
hipótesis general o de una hipótesis que
establece excepción a una hipótesis general,
debe existir alguna regla que lo decida.
5. Una norma universal debe ser, en vía de la
deducción, detallada a tal grado que no deje
lugar a dudas que cierto caso real constituye una
realización de la hipótesis en ella prevista.

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LEXICOLOGÍA Y ARGUMENTACIÓN JURÍDICA

Su propósito es la fundamentación de las premisas


que se utilizan en la justificación interna. Dichas
premisas pueden ser de tipos muy diferentes:

1. Reglas del derecho positivo.


2. Afirmaciones empíricas.
3. Premisas que no son ni afirmaciones
empíricas ni reglas de derecho.

Estos diversos tipos de premisas corresponden a


distintos métodos de fundamentación. El fundamento
Justificación externa de una regla, como regla del derecho positivo, se
lleva a cabo mediante la comprobación de que en
el caso concreto se cumplen los criterios de validez
del orden jurídico. En cambio, para fundamentar las
premisas empíricas, se puede recurrir a diferentes
métodos de conocimiento, tales como los métodos
de las ciencias empíricas en relación con las
máximas de las suposiciones razonables, o con
base en las reglas sobre las pruebas procesales.

La fundamentación de aquellas premisas que


no son ni reglas ni afirmaciones empíricas,
contribuye al desarrollo de lo que se
conoce como argumentación jurídica.

Elaborado a partir de Rojas (2012, pp. 168-171).

Por su parte, Muñoz (2015) menciona que para entender la determinación y eficacia social del discurso
jurídico, e incluso comprenderlo como realidad objetiva (del discurso jurídico, del derecho mismo o del
fenómeno jurídico), es indispensable considerarlo en su totalidad. De acuerdo con este autor, una teoría
total del derecho debe ser sociológica y no debe limitarse a la explicación de su contenido material, sino
que también debe comprender la explicación de su forma (p. 169).

El contenido material del derecho positivo se vincula con los intereses económicos y sociales que resultan
o reflejan la correlación de las fuerzas sociales y de la naturaleza de las clases antagónicas y diferentes en
poder, en una determinada época, por lo que este contenido material tiene por objeto facilitar o garantizar
esos intereses (a lo que se le denomina seguridad jurídica), como ocurre con la circulación y el intercambio
de mercancías (bienes y servicios) (Muñoz, 2015, p. 169).

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LEXICOLOGÍA Y ARGUMENTACIÓN JURÍDICA

En el siguiente cuadro se retoman las tesis propuestas por Gilberto Giménez, sobre la eficacia social del
discurso jurídico:

Cuadro 3. Tesis propuestas por Gilberto Giménez

Tesis que explican el fenómeno Tesis de la eficacia social


jurídico en su totalidad del discurso jurídico

1. El sujeto jurídico es una abstracción, su 1. En general, el derecho fija y garantiza


fundamento material es el intercambio la realización de la esfera de la
(sujetos propietarios en situación de circulación como dato material.
igualdad y libertad de mercado). El derecho
2. A través de garantizar la circulación
formaliza éste a través del contrato.
de mercancías, el derecho posibilita
2. En el modo de producción capitalista, la la producción capitalista,
relación mercantil invade la esfera de la
3. Las normas jurídicas aseguran la certeza
producción, donde la relación capital-trabajo
del derecho en vista de la circulación
adquiere la forma de un intercambio de
económica, si no el intercambio sería
equivalentes: fuerza de trabajo-salario.
imposible (seguridad jurídica).
3. La forma general y abstracta de la norma
4. Históricamente el derecho manifiesta dos
jurídica está en concordancia con los
facetas: una progresista e innovadora
fundamentos materiales anteriores. La
y otra reaccionaria, en tanto asegura
igualdad y la libertad son atributos del
lo que éste mismo autoriza social y
sujeto jurídico; su expresión jurídica es
políticamente y trata de mantenerlo.
“igualdad ante la ley”, que sólo se puede
formular por leyes generales y abstractas. 5. El ordenamiento jurídico expresa una eficacia
contradictoria: progresista y conservadora.
4. Las relaciones sociales capitalistas no son
jurídicas en sí mismas, sino que llegan a
serlo en virtud de la norma o de la forma
legal. De hecho, las relaciones sociales son
simplemente relaciones y se convierten en
jurídicas en la medida en que las normas
lo dicen o les imprimen esa forma.
5. En derecho, como ley, se encuentra
determinado por el nivel político,
cuya correlación de fuerzas quedan
institucionalizadas en el Estado. La ley
se entiende como el discurso del poder,
asume funciones de dominación y de
dirección social y sus marcos institucionales
se convierten en aparatos del Estado.

Fuente: Muñoz (2015, pp. 170-171)

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LEXICOLOGÍA Y ARGUMENTACIÓN JURÍDICA

Esta explicación de la determinación y la eficacia social del discurso jurídico se basa en una explicación
sociológica del derecho, considerada desde el plano estructural, que remite a las relaciones sociales
según los diferentes modos históricos de producción, y desde el político, que se vincula con la correlación
de fuerzas, que refleja los intereses de las diferentes clases y sus conflictos sociales, en un momento o
situación histórica determinada (Muñoz, 2015, p. 172).

3.4. Discurso argumentativo

Como lo deducimos de las ideas anteriores, la argumentación se convierte en una herramienta que
permite realizar una justificación racional a las ideas que planteamos en un discurso cuya finalidad sea
persuadir a alguien para que adopte un punto de vista concreto y que favorezca un interés específico,
como ocurre en un procedimiento judicial.

De acuerdo con Rojas (2016), existen diferentes tipos de discurso jurídico: “el de la ciencia jurídica, el
judicial, el de los abogados, el de los legisladores, el de la administración pública e, incluso, el de los
estudiantes y el de los medios” (p. 106). Tanto sus características como propósitos son distintos. Por
ejemplo, el judicial o el legislativo están institucionalizados; y mientras algunos discursos buscan obtener
un resultado, otros pretenden explicar o conocer el derecho (Rojas, 2016, p. 106).

A pesar de sus diferencias, la característica más importante que comparten es que en todos los casos se
argumenta jurídicamente. Pero, ¿en qué consiste la argumentación jurídica? Ésta es una de las cues-
tiones centrales de la teoría del discurso jurídico, que se caracteriza por estar limitado por el tiempo y
reglamentado por las leyes procesales (Rojas, 2016, p. 107).

El discurso jurídico “debe entenderse como un discurso argumentado y organizado para una audiencia,
dados los valores que sirven de pretexto para fundamentar enunciados normativos, los cuales, por un lado,
contienen un lenguaje transhistórico y, por el otro, carecen de sujeto de enunciación” (Muñoz, 2015, p. 179).

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LEXICOLOGÍA Y ARGUMENTACIÓN JURÍDICA

Cuadro 4. Argumentación

Proceso cuasi-lógico
de esquematización o
representación de la realidad, a
partir de premisas ideológicas
¿Cómo se define? que se suponen compartidas
y en vista de una intervención
sobre determinado público,
todo ello desde un lugar social
e institucional determinado.

Premisas ideológico-culturales,
a partir de las cuales puede
¿Cuál es su punto entenderse la argumentación
de partida? como una reflexión obtenida a
partir de esquemas, supuestos
o paradigmas ideológicos.

Es objeto de intervención sobre


un destinatario, es decir, el
¿Cuál es su propósito?
discurso es una representación
construida para un auditorio.

La argumentación es un
proceso final cuyo objetivo
¿Por qué tiene
es intervenir de tal manera
una función
sobre un destinatario, que éste
esquematizadora
logra modificar o, en su caso
de la realidad?
reforzar, la representación
que tenga de la realidad.

Va más allá de la simple adhesión


intelectual del destinatario e
incita a la acción o despierta
una disposición a la misma,
la cual está vinculada con la
¿Por qué es eficaz?
persuasión (entendida como
resultado de un efecto del
recogimiento ideológico), más
que con la fuerza psicológica del
discurso o el carisma del emisor.

Elaborado a partir de Muñoz (2015, pp. 179-180).

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3.4.1. La lógica del discurso argumentativo

La inteligibilidad de un razonamiento parte de la lógica. De acuerdo con Hernández (2012), esta palabra
proviene del griego lógos, que significa pensamiento, palabra o razón:

Es un término que empleamos para referirnos a la expresión que explica nuestro pensamiento. Es la exposi-
ción discursiva que revela nuestro modo de pensar sobre algo. La lógica se conforma como una verdadera
ciencia que ordena metodológicamente el pensamiento humano para darle corrección y claridad. Es decir,
lleva a cabo el estudio de las formas y estructuras que empleamos para pensar de un modo ordenado y
sistemático (p. 55).

Como señala Muñoz (2015), la argumentación consiste en la construcción progresiva de objetos discur-
sivos (tópicos, nociones o temas), mediante argumentos vinculados entre sí “por medio de operaciones
articuladas a través de la lógica del lenguaje natural, la empleada en el proceso racional ordinario” (p. 180).
A continuación se explican las reglas por las que se rige esa lógica natural en el discurso argumentativo.

Cuadro 5. Lógica del discurso argumentativo

1. Reglas de selección Objetos del discurso: el qué del discurso.

Determinación de los aspectos por


2. Reglas de determinación
considerar de los objetos seleccionados.

3. Reglas de cierre Características o propiedades atribuidas a los


de existencia objetos seleccionados y que lo determinan.

A partir de las propiedades, se establecen


los juicios que justifican lo que está bien
4. Reglas de admisibilidad
fundamentado de las características y
determinaciones seleccionadas.

Estas reglas se interconectan con otras de carácter ideológico, que aseguran la verosimilitud
del discurso y se relacionan con los esquemas o paradigmas que le sirven de fundamento.

Elaborado a partir de Muñoz (2015, p. 180).

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3.4.2. Lógica y retórica


La lógica del discurso argumentativo se vincula con la retórica, pues ésta proporciona los instrumentos
lógico-lingüísticos necesarios para expresar los argumentos que sustentan una postura (Muñoz, 2015,
p. 183).

Cuadro 6. Retórica

Aristóteles: La retórica es la contraparte


de la dialéctica, aunque ambas se fundan
en verdades; mientras la dialéctica
expone, la retórica persuade o refuta.

Carlos Pereda: Arte de presentar los argumentos


de tal manera que, convenciendo, produzcan
Definición según
asentimiento. Por lo tanto, es el arte de la eficacia
diversos autores
argumental tanto teórica como práctica.

Carlos Muñoz: Arte de construir discursos


técnicamente estructurados para argumentar
y persuadir, eso implica una corrección
lingüística y un sustento sólido en la
construcción correcta de los argumentos.

La retórica permea cualquier discurso


argumentativo, pues éste, en estricta lógica, es un
Función razonamiento que se emplea para probar o refutar
alguna postura, aunque también para convencer
de la validez o veracidad de un discurso.

Los diversos operadores jurídicos fijan y sostienen


Relación con el derecho sus posturas mediante argumentos con los cuales
pretenden convencer de que les asiste la razón.

Es un discurso cuya finalidad es convencer a las


partes (que han dialogado durante el proceso)
para que acepten la resolución, que en la
Características de
medida de la eficacia retórica será aceptada,
la sentencia
por lo que no basta que la argumentación se
refiera a hechos verdaderos y argumentos
válidos, sino que además sea convincente.

Elaborado a partir de Muñoz (2015, p. 185).

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LEXICOLOGÍA Y ARGUMENTACIÓN JURÍDICA

Para Aristóteles, el fin de la retórica es convencer. Esto se logra de forma verbal, por lo que se necesitan
tres elementos: el orador (quien habla), el oyente (aquel a quien habla) y el tema (aquello de lo que habla).
Para crear un discurso, se debe seguir el siguiente proceso:

Cuadro 7. Partes del discurso

Es la fase de concepción del discurso, de las


ideas generales que lo conforman. Es la parte
Inventio creativa del orador, es la concepción del discurso,
es donde se buscan los argumentos que van a
conformar el discurso y las ideas generales.

Se organiza lo hallado en la inventio, lo que


permite fijar el orden más apropiado del discurso
Dispositio en pro de la efectividad de la persuasión. Está
conformada por exordio (parte introductoria),
narración, argumentación y epílogo (final).

Etapa de pulimiento o depuración gramatical,


la cual consta de dos actividades: la electio
y la compositio. La primera consiste en la
Elocutio
elección de expresiones y figuras pertinentes,
mientras que la segunda se trata de la
redacción o construcción del texto.

También llamada hipócrisis o pronuntiatio, es


la puesta en escena del orador al recitar su
Actio discurso. Es la expresión práctica del resto
de las fases, la entrega del discurso del retor
a la audiencia, el acto mismo de persuadir.

Elaborado a partir de Capdevila (2000, pp. 25-28).

Cabe señalar que la retórica ha tenido un sentido peyorativo desde la aparición de los sofistas en el siglo
IV a. C. y por algunos textos de Platón. Esta concepción se agudizó cuando fue relegada al ámbito pura-
mente literario, a pesar de que, por su propia naturaleza, como señaló Aristóteles, está ligada a la lógica
(Muñoz, 2015, p. 183).

Antes de la decadencia de la retórica griega, ésta ya se encontraba bien establecida en Roma, donde se
consideraba indispensable para la vida política y educativa de los gobernantes. Sin embargo, existía ya
una actividad discursiva de carácter práctico, denominada oratoria.

La retórica griega fue penetrando lentamente en Roma durante el siglo I de nuestra era, hasta llegar a
ser adoptada totalmente hacia el siglo II. En un principio, no fue bien recibida en Roma; una de las razo-
nes por las que se expandió fueron sin duda las traducciones al latín de las obras retóricas de Cicerón y
Quintiliano (Romo, 2005, pp 12-16).

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3.4.3. Lógica de lo razonable

El discurso jurídico debe presentar lógica en su construcción, es decir, debe tener coherencia interna y
ligarse con los ordenamientos jurídicos vigentes. De acuerdo con Rojas (2012), la argumentación jurídi-
ca es una forma especial de la argumentación práctica, por lo que está influida por ésta y su estructura
depende de principios generales prácticos, que se verifican de forma especial, de acuerdo con algunas
reglas y condiciones (p. 194).

No obstante, Rojas (2012) advierte que la argumentación racional no se debe considerar un procedimiento
que garantiza la certeza del resultado, pues esto no es lo que le da su carácter racional, “sino más bien,
el agotamiento de un procedimiento en donde se cumplen una serie de condiciones, criterios y reglas” (p.
149). Además, este autor hace una crítica a la teoría propuesta por Robert Alexy, quien intenta exponer
el sistema de los tres elementos mencionados.

En la teoría de la argumentación jurídica de Alexy, las reglas y formas del discurso jurídico no se limitan a la
explicación del concepto de la argumentación jurídica racional, así como a su función como criterio de co-
rrección hipotética. Esta teoría trata, además, de los requisitos que deben de cumplir las argumentaciones
factuales. Como tales, ellas forman una unidad de medida, en la que las limitaciones que en el proceso de
búsqueda de la decisión jurídica resultan necesarias y pueden ser medidas. La teoría del discurso constitu-
ye así un criterio de situaciones específicas para la razonabilidad del proceso de decisión, así como de las
decisiones que en la misma se producen (Rojas, 2012, p. 194).

3.4.4. La argumentación

La palabra argumentación proviene del término arguere, que significa “sacar en claro” o “dejar ver con
claridad”. La argumentación obedece a un proceso lógico de justificación y, como hemos visto, la lógica
sirve para determinar la manera en que se ha construido la oración con la que se argumenta. Recorde-
mos que los argumentos se contienen en una proposición que es un “enunciado” u “oración”, la cual
debe tener una premisa (que se divide en premisa mayor y premisa menor) y una conclusión (Hernández,
2010, pp. 106-107).

Para llegar a una conclusión se utiliza la inferencia, el proceso por el cual aquélla se afirma esa conclu-
sión, con base en las proposiciones aceptadas como punto inicial del proceso. La conclusión se vuelve
verdadera o falsa según las premisas que se contengan en el enunciado, ya sea porque la inferencia se
realizó de manera incorrecta o porque una de las proposiciones es “correcta” o “apegada a la realidad”
(Hernández, 2010, p. 19).

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LEXICOLOGÍA Y ARGUMENTACIÓN JURÍDICA

Un argumento, en el sentido lógico, no es una mera colección de proposiciones, sino que tiene una estruc-
tura. Al describir esta estructura suelen usarse los términos “premisa” y “conclusión”. La conclusión de un
argumento es la proposición que se afirma con base en las otras dos proposiciones del argumento, y estas
otras proposiciones, que son afirmadas (o supuestas), como apoyo o razones para aceptar la conclusión,
son las premisas de ese argumento.

El tipo más simple de argumento consiste sólo de una premisa y una conclusión, que se dice está implicada
por, o se sigue de, la primera (Hernández, 2010, p. 19).

3.4.5. Falacias y sofismas

Los sofismas o falacias (del latín fallacia, que proviene del verbo fallere, “engañar”) son razonamientos
incorrectos que tienen, al menos a primera vista, apariencia de estar bien formulados. A veces se usan los
términos “falacia” y “sofisma” en un sentido más amplio, para designar cualquier razonamiento erróneo,
pero los lógicos prefieren reservar estos nombres para aquellos razonamientos que parecen correctos,
sin serlo (Fernández, 2017, p. 55).

Aunque un discurso tenga una estructura lógica correcta, es decir, se pueden identificar las partes que
lo conforman e incluso existe una premisa mayor, una premisa menor y una consecuencia o conclusión,
esto no siempre garantiza la correcta transmisión de ideas, en el sentido de que esas oraciones expresen
una “realidad” o una “verdad”.

De hecho, la lógica clasifica a las falacias en dos: formales y no formales.

Las falacias formales son aquellas que inducen a error precisamente a causa de su forma, pues ésta, aun-
que es en ellos defectuosa, guarda una semejanza superficial con esquemas válidos de inferencia. En las
falacias no formales, en cambio, el error no radica en la forma del razonamiento, sino en la ambigüedad de
las palabras que utiliza o en la falta de conexión o pertinencia de las premisas con lo que se pretende concluir
(Ruiz, 2017, p. 56).

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LEXICOLOGÍA Y ARGUMENTACIÓN JURÍDICA

Cuadro 8. Sofismas y falacias

Un sofisma es una refutación o silogismo


aparente, mediante el cual se pretende
defender algo que se sabe falso, para
confundir al contrario; es una argumentación
Sofismas y falacias viciosa de mala fe, porque su finalidad es la
de engañar. Por su parte, una falacia es una
forma de argumento no válido o un argumento
aparentemente válido que resulta engañoso,
sin distinguir si se realiza de buena o mala fe.

Tipos

1. Falacias formales Por lo general, este tipo de falacias


formales se presentan por:
Argumentos
incorrectos en cuanto
a. Problemas del término medio, pues se
a la forma, es decir,
le da un doble significado cuando en
están mal construidos.
realidad se trata de dos términos medios;
Son fácilmente
las reglas de la argumentación dicen que
identificables por
sólo debe haber un término medio.
lo absurdo de sus
conclusiones. b. Falacias de afirmación del consecuente,
que tiene que ver con el modus ponens,
Ejemplo: un esquema de inferencia válido.
Las mujeres son c. Falacias por falsas analogías, parten del
seres humanos. hecho de que ciertas cosas coinciden
en algo, pero eso no justifica que se
Los hombres son lleven las coincidencias más allá.
seres humanos.
d. Falacias de negación del antecedente,
Las mujeres son que tienen relación con un
hombres. esquema válido de inferencia.

Ejemplo:

Siempre que llueve, Juan tiene catarro.

No está lloviendo, luego,


Juan no tiene catarro.

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LEXICOLOGÍA Y ARGUMENTACIÓN JURÍDICA

Tipos

2. Falacias no formales a) Falacias de ambigüedad

También se conocen Emplean términos o enunciados que pueden


como falacias materiales, cambiar de significado en el curso del argumento.
es decir, su forma puede
ser correcta, pero su — Anfibología: cuando la ambigüedad se presenta
contenido es equivocado en términos, enunciados o premisas, derivados
y es fácil, por la aptitud de de su construcción gramatical, o cuando
persuadir indebidamente, hay términos ambiguos nada claros.
que se tomen como
argumentaciones — Acento: la ambigüedad o doble sentido ocurre
correctas. por el tono o acento que se le da a la frase,
subrayándola de alguna manera. Ejemplo: Cómo
amaneciste, en lugar de Cómo, ¿amaneciste?
— Composición: consiste en tomar lo simple como
compuesto o atribuirle la cualidad de la parte al
todo. Ejemplo: El que está dormido puede comer,
luego entonces, se puede comer y estar dormido.
— División: cuando se toma lo compuesto como simple
o lo que tiene sentido en conjunto se toma de manera
aislada. Ejemplo: Dos y tres son pares e impares.
Cinco son dos más tres. Luego, cinco es par e impar.
— Ambigüedad por equivocación o equivocidad:
cuando, a partir de un término polisémico
o equívoco, se construyen bromas.

b) Falacias de atinencia

No hay relación entre las premisas y la conclusión.


La trampa argumentativa consiste en que
se recurre a prejuicios o a los sentimientos
de temor, vanidad, piedad, respeto.

— Argumento ad baculum: la persuasión se sustenta en


la fuerza de quien propone el argumento o de alguna
persona nombrada o personificada en el mismo.
— Argumento ad hominem: se dirige hacia o contra
el hombre. No se ocupa de una refutación a
las tesis o argumentos del contrario, sino que
se dirige un ataque o crítica a la persona o las
circunstancias que le rodean, para desprestigiar
(mas no destruir) su argumentación.

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LEXICOLOGÍA Y ARGUMENTACIÓN JURÍDICA

Tipos

— Argumento ad verecundiam (o de falsa


apelación a la autoridad): consiste en
fundamentar una proposición o argumento
en una supuesta autoridad en la materia o
un falso experto, sin someterlo a prueba.
— Argumento ag ignorantiam: consiste en
aceptar algo como verdad, con base en
que no se ha demostrado su falsedad.
— Argumento ad misericordiam: consiste en
apelar a la piedad para convencer y lograr
que se acepte una determinada conclusión.
— Argumento ad populum: se recurre a
construcciones para mover los sentimientos
populares o las emociones del auditorio.
— Falacia de accidente: consiste en aplicar una
regla general a un caso particular, sin considerar
excepciones accidentales que la hacen inaplicable.
— Accidente inverso: deriva de generalizaciones
apresuradas, a partir de la revisión de lo que
ocurre en casos particulares o atípicos.
— Petición de principio: ocurre cuando
se toma la conclusión que se pretende
probar como premisa del argumento.
— Ignoratio elenchi: se comete cuando hay
ignorancia sobre lo que se discute.
— Pregunta compuesta como simple cuando se
presenta una interrogación múltiple como simple.
— Causa falsa: se toma como causa de un
efecto algo que no es, o se dice que un
acontecimiento es la causa de otro, sólo
sustentándose en que fue anterior a éste.
— Pregunta compleja: se conoce como pregunta
capciosa, son preguntas que confunden o acusan.

Elaborado a partir de Muñoz (2015, pp. 91-197).

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LEXICOLOGÍA Y ARGUMENTACIÓN JURÍDICA

4. Locuciones latinas jurídicas

En este apartado destacaremos la importancia del conocimiento del latín en el ámbito jurídico, pues to-
das las influencias de nuestras instituciones radican en la cultura romana y el modelo de Derecho que se
instituyó en su sociedad.

Es importante recordar que para clasificar el origen de un sistema jurídico, se utiliza la agrupación de fa-
milias, donde encontramos a las del Common Law frente a las del sistema romano-germánico. La primera
familia corresponde a aquellos sistemas que nacen con la tradición del derecho inglés; mientras que la
segunda, que ahora interesa, tiene como tronco común el sistema jurídico romano.

Según René David (citado en González, 2010), este grupo o familia jurídica se caracteriza por:

— La comunidad ideológica sobre la que se apoya y que intenta llevar a la realidad.


— El origen común de tales derechos (fundados en el derecho romano), así como su análoga estructura,
lo que implica la utilización de conceptos iguales.
— La analogía que existe en la concepción general de las fuentes jurídicas admitidas en esos diversos
derechos. El parentesco en los métodos de trabajo y de investigación de sus juristas.

No obstante, hay que hacer una serie de precisiones al respecto, Para esto debemos conocer las distin-
ciones que hace Castán Tobeñas:

1) El derecho romano “recibido” por los pueblos del continente europeo y llevado a América, no es el
derecho clásico de Roma, sino, fundamentalmente, el derecho del Corpus Iuris justinianeo, estudiado
en las escuelas jurídicas de occidente;

2) Que la recepción del derecho romano tuvo, en los diversos países, características distintas;

3) Que, al lado del derecho romano, han contribuido otros distintos elementos históricos, como pueden ser
elementos ibéricos, el derecho canónico, el derecho natural, el derecho germánico, etcétera (González,
2010, p. 35).

4.1. Nociones elementales de latín

De acuerdo con Muñoz (2015), como el latín es una lengua que actualmente no se ocupa de manera
regular como medio de comunicación ordinario, no hay certeza sobre la pronunciación exacta de sus
palabras, pero se presume que se aproxima a las pronunciaciones del italiano. Esta lengua, además,
se caracteriza porque su alfabeto consta de veintitrés letras y no se escriben los acentos, pero sí se
pronuncian (pp. 284-285).

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LEXICOLOGÍA Y ARGUMENTACIÓN JURÍDICA

4.2. Locuciones latinas jurídicas

A continuación se presentan algunas locuciones latinas, extraídas de Muñoz (2015):

Cuadro 9. Locuciones latinas

Acto nihil aliud quam Quiere decir textualmente que la acción


jus persequendi in no es otra cosa que el derecho de
juicio quod sibi debetur perseguir en juicio lo que a uno se debe.

Significa “al actor incumbe la acción de


Actore incumbit
probar” (incumbe la prueba de la acción) y
probatio
se simplifica como “el que acusa prueba”.

La expresión “según el cuerpo” se emplea


en la compraventa de inmuebles, como
Ad corpus cuando se dice “compraventa ad corpus”
con la finalidad de evitar la posible diferencia
en las medidas de un terreno, por ejemplo.

La expresión “para esto, a propósito”


Ad hoc se utiliza cuando se quiere indicar
que algo queda adecuado.

Se traduce “para la litis o pleito”,


Ad litem se emplea para referirse a un poder
otorgado para presentarse en juicio.

Ad litem decodenam Equivale a “para decir o fallar en juicio”.

Se traduce como “para ordenar o


Ad litem ordendam
establecer el procedimiento del juicio”

Significa “para la medida o a lo que mida”,


y se emplea en las compraventas para
Ad mesuram indicar que se compra un inmueble y se
pagará según lo que mida; por ello se dice
que es una compraventa ad mensuram.

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LEXICOLOGÍA Y ARGUMENTACIÓN JURÍDICA

Se traduce como “para probar” y se emplea en


los contratos, cuando, por ejemplo, se escribe
que la ley exige determinada formalidad ad
Ad probationem
probationem causa, esto es, para que con ella
sea probado un acto jurídico, ya sea mediante
testigos o por confesión ad probationem.

Significa “aceptar una proposición


Ad referéndum
sujeta a ser informada”.

Se traduce como “para la solemnidad”. Ad


solemnitatem causa, formulación contraria
de ad probationem causa, significa que las
formalidades se requieren como elementos
esenciales, no sólo como probatorias del
Ad solemnitatem acto jurídico. Por lo general, es usado
en los contratos como una formalidad
especial, la cual consiste en hacerlos por
escrito y ante determinados funcionarios,
sólo de esta manera podemos hablar
de un contrato ad solemnitatem.

Elaborado a partir de Muñoz (2015, p. 77).

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REFERENCIAS

Capdevila, A. (2000). El discurso persuasivo: La estructura de los espots electorales en televisión. Bar-
celona: Universidad Autónoma de Barcelona.

Fernández, G. (2017). Argumentación y Lenguaje Jurídico. Aplicación al análisis de una sentencia de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación. México: Universidad Nacional Autónoma de México.

González, N. (2010). Sistemas Jurídicos Contemporáneos. México: UNAM-Nostra Editores.

Hernández, J. (2010). Argumentación Jurídica. México: Oxford University Press.

Hernández, J. (2012). Aportaciones de la lógica a la argumentación jurídica. En Otero, M. e Ibañez, R.,


Argumentos de la argumentación jurídica panorama práctico (pp. 40-62). México: Porrúa.

Muñoz, C. (2015). Lexicología Jurídica. México: Oxford University Press.

Rojas, V. (2012). La Ética Discursiva en las Teorías del Derecho de Habermas y Alexy. México: Univer-
sidad Nacional Autónoma de México.

Rojas, V. (2016). Argumentación Jurídica. México: Oxford University Press.

Romo, F. (2005). Un paseo por la retórica clásica. España: Ediciones de Intervención Cultura.

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