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Introducción
Los principales objetivos de la Unión, de conformidad con el Convenio de la UPOV, son los
siguientes:
– proporcionar y desarrollar las bases jurídicas, administrativas y técnicas para la
cooperación internacional en materia de protección de las obtenciones vegetales;
– prestar asistencia a los Estados y las organizaciones en la elaboración de legislación y
en la aplicación de un sistema eficaz de protección de las obtenciones vegetales; y
– mejorar la comprensión del público en general y sensibilizarlo en relación con el
sistema de la UPOV de protección de las obtenciones vegetales.
¿Por qué los agricultores, los productores y los consumidores necesitan
obtenciones vegetales?
Los enormes progresos de la productividad agrícola en varias partes del mundo se
deben en gran medida a la mejora de las variedades vegetales, junto con la mejora de
las prácticas agrícolas, y la futura seguridad alimentaria depende de ellas. Pero es
preciso que la producción de alimentos continúe incrementándose, pues se prevé que la
población mundial crecerá hasta 2050, y el proceso de urbanización seguirá avanzando.
Las obtenciones vegetales son un medio fundamental y sostenible para conseguir la
seguridad alimentaria ante el aumento de la población y el cambio climático.
La posibilidad de elegir entre un número cada vez mayor de alimentos saludables,
sabrosos y nutritivos a precios asequibles depende de obtenciones vegetales que estén
adaptadas al medio ambiente en el que se las cultiva y que proporcionen un ingreso
adecuado a los agricultores. En las zonas rurales, la innovación en agricultura y
horticultura es importante para lograr un desarrollo económico en el que la producción
de variedades frutales, hortícolas y ornamentales de gran valor proporcionen mayores
ingresos a los agricultores y empleo a millones de personas de todo el mundo. En un
contexto de creciente urbanización, las obtenciones vegetales ayudan a desarrollar la
agricultura urbana y el cultivo de plantas, arbustos y árboles ornamentales que
contribuyen a mejorar el medio ambiente urbano.
Un mayor rendimiento, un uso más eficiente de los nutrientes, la resistencia a las plagas
y enfermedades, la tolerancia a la sal y a la sequía o una mayor adaptación a las
condiciones climáticas constituyen algunos de los caracteres que permiten a las
obtenciones vegetales incrementar la productividad y la calidad del producto en los
ámbitos de la agricultura, la horticultura y la silvicultura al mismo tiempo que minimizan
la incidencia en el medio ambiente. Por todo ello, la necesidad de obtenciones vegetales
por parte de agricultores, productores y consumidores es constante. El sistema de la
UPOV desempeña una función primordial a la hora de alentar a los obtentores a cumplir
estos objetivos.
Para ilustrar lo que antecede, cabe mencionar el estudio publicado por Steffen Noleppa
en 2016, titulado “El valor económico, social y ambiental del fitomejoramiento en la
Unión Europea: evaluación ex ante y ex post”.
El estudio abarca los 15 años anteriores y demuestra que, sin fitomejoramiento:
a) la Unión Europea no sería un exportador neto de las principales plantas agrícolas
(incluidas el trigo y la cebada), sino un importador neto;
b) la situación de los agricultores de la Unión Europea sería un 30% peor; y
c) la Unión Europea necesitaría 19 millones de hectáreas más de superficie
cultivada para producir la misma cantidad de alimento
Durante el período que abarca el estudio, la cosecha de trigo aumentó un 15% gracias al
fitomejoramiento. En otro estudio de Steffen Noleppa, que versa sobre la incidencia de
la protección de las obtenciones vegetales en Vietnam tras diez años de pertenencia a la
UPOV y fue publicado en 2017, se señala lo siguiente:
a) En los diez años previos a la adhesión a la UPOV, el aumento del rendimiento de los
cultivos de arroz, maíz y batata respondía principalmente a incrementos en el volumen
de insumos, pero no se observaba ningún aumento atribuible al fitomejoramiento. En
los diez años posteriores a la adhesión de Viet Nam a la UPOV, la productividad mejoró
notablemente gracias al fitomejoramiento y, en la actualidad, el rendimiento anual de
los cultivos se ha incrementado: o un 16% en el caso del arroz; o un 19% en el caso del
maíz; o un 27% en el caso de la batata.
b) Además, los ingresos de los agricultores vietnamitas han crecido un 24% desde 2006.
c) Se ha calculado que el valor añadido anual es de: o 2.300 millones de dólares EE.UU.
en los cultivos agrícolas; o 1.000 millones de dólares EE.UU. en los cultivos hortícolas; o
200 millones de dólares EE.UU. en la floricultura.
d) El producto interior bruto (PIB) añadido en distintos niveles de las cadenas de valor
asciende a 1.500 millones de dólares EE.UU., lo que representa un valor añadido total
para la economía de Vietnam de 5.000 millones de dólares EE.UU. anuales (es decir, más
del 2,5% del PIB).
El desarrollo de una variedad vegetal de interés lleva mucho tiempo (de diez a quince
años en el caso de muchas especies de plantas). Pero no todas las obtenciones vegetales
tienen éxito y, aunque las variedades muestren mejoras significativas, los cambios en las
necesidades del mercado pueden eliminar la posibilidad de rentabilizar la inversión.
Para que genere resultados satisfactorios, el fitomejoramiento requiere grandes
destrezas y conocimientos.
Además, el fitomejoramiento a gran escala requiere una importante inversión en tierras,
equipos especializados (por ejemplo, invernaderos, cámaras de cultivo y laboratorios),
así como en personal científico cualificado. Asimismo, una vez que se comercializa una
variedad nueva, a menudo otros pueden reproducirla fácilmente. Se priva así al
obtentor inicial de la razonable oportunidad de beneficiarse de su inversión. Por lo
tanto, es fundamental ofrecer un sistema eficaz de protección de las obtenciones
vegetales, que fomente el desarrollo de nuevas variedades vegetales y que beneficie de
este modo tanto a los obtentores, agricultores y productores como a la sociedad en
general.
Las actividades de fitomejoramiento continuadas y de largo plazo solo merecen la pena
si hay posibilidad de obtener una recompensa por la inversión realizada. Para recuperar
los costos de esta investigación y desarrollo, el obtentor puede solicitar el derecho de
obtentor sobre la nueva variedad. El sistema de la UPOV de protección de las
obtenciones vegetales proporciona las bases para la armonización y la cooperación
internacionales en materia de concesión, protección y defensa de los derechos de
obtentor.
Pregunta de autoevaluación (PAE) PAE 1:
¿Por qué es importante proteger las obtenciones vegetales?
PAE 1 Respuesta:
Para que genere resultados satisfactorios, el fitomejoramiento requiere grandes
destrezas y conocimientos. Además, el fitomejoramiento a gran escala requiere una
importante inversión en tierras, equipos especializados (por ejemplo, invernaderos,
cámaras de cultivo y laboratorios), así como en personal científico cualificado. El
desarrollo de una variedad vegetal de interés lleva mucho tiempo (de diez a quince años
en el caso de muchas especies de plantas).
Pero no todas las obtenciones vegetales tienen éxito y, aunque las variedades muestren
mejoras significativas, los cambios en las necesidades del mercado pueden eliminar la
posibilidad de rentabilizar la inversión.
Es, por tanto, necesario equilibrar los beneficios con el rendimiento de la gran inversión
inicial. No obstante, por lo general, el fitomejoramiento proporciona variedades de
mayor rendimiento y calidad, con el consiguiente beneficio para la sociedad.
Las actividades de fitomejoramiento continuadas y de largo plazo solo merecen la pena
si hay posibilidad de obtener una recompensa por la inversión realizada. Para recuperar
los costos de esta investigación y desarrollo, el obtentor puede solicitar protección a fin
de obtener los derechos exclusivos sobre la nueva variedad. Asimismo, una vez que se
comercializa una variedad nueva, a menudo otros pueden reproducirla fácilmente.
Se priva así al obtentor inicial de la razonable oportunidad de beneficiarse de su
inversión. Por lo tanto, es fundamental ofrecer un sistema eficaz de protección de las
obtenciones vegetales, que fomente el desarrollo de nuevas variedades vegetales y que
beneficie de este modo tanto al obtentor como a la sociedad en general.
¿Quién puede solicitar el derecho de obtentor?
La diferencia entre los períodos de gracia en que está permitida la venta o entrega de la
variedad sin que resulte afectada la novedad, según se trate del territorio de la Parte
Contratante en que se ha efectuado la solicitud o de otros territorios (artículo 6.1)i) y ii)), se
ha establecido en atención a la larga duración de la evaluación por el obtentor de la variedad
que debe hacerse en cada territorio con el fin de tomar la decisión de solicitar la protección.
La mayor extensión del plazo en el caso de los árboles y las vides se debe a que estos tipos
de vegetales crecen más lentamente y requieren una evaluación más larga.
Distinción
Se considera que una variedad es distinta si se distingue claramente de cualquier otra
variedad cuya existencia, en la fecha de presentación de la solicitud, es notoriamente
conocida. En particular, la presentación, en cualquier país, de una solicitud de concesión de
un derecho de obtentor para otra variedad o de inscripción de otra variedad en un registro
oficial de variedades, se considerará que hace a esta otra variedad notoriamente conocida a
partir de la fecha de la solicitud, si esta conduce a la concesión del derecho de obtentor o a
la inscripción de esa otra variedad en el registro oficial de variedades, según sea el caso.
Según el Convenio de la UPOV (artículo 7), para satisfacer el requisito de distinción, la
variedad debe distinguirse claramente de toda otra variedad que sea notoriamente
conocida. Una variedad cuya existencia es notoriamente conocida (“variedad notoriamente
conocida”) ha de satisfacer la definición de variedad recogida en el artículo 1.vi) del
Convenio de la UPOV, aunque puede no cumplir los requisitos DHE exigidos para la
concesión del derecho de obtentor en virtud del Convenio de la UPOV.
Homogeneidad
En el Convenio de la UPOV (artículo 8) se define así la homogeneidad: “Se considerará
homogénea la variedad si es suficientemente uniforme en sus caracteres pertinentes, a
reserva de la variación previsible habida cuenta de las particularidades de su reproducción
sexuada o de su multiplicación vegetativa.” La noción de homogeneidad garantiza la
posibilidad de definir la variedad con la rigurosidad necesaria para los fines de la protección.
Esto se indica por medio de la noción de homogeneidad suficiente; es decir, el criterio de
homogeneidad no persigue una homogeneidad absoluta.
En el Convenio de la UPOV se establece una vinculación entre el requisito de homogeneidad
de una variedad y las particularidades de su modo de reproducción o multiplicación. Por
ello, el grado de homogeneidad requerido para las variedades estrictamente autógamas, las
principalmente autógamas, las híbridas de líneas puras, las de multiplicación vegetativa, las
estrictamente heterógamas, las principalmente heterógamas, las sintéticas y las híbridas,
será, en general, diferente. Además, se atiende únicamente a los caracteres que son
pertinentes desde el punto de vista de la protección de la variedad.
Estabilidad
En el Convenio de la UPOV (artículo 9) se define la estabilidad como sigue: “Se considerará
estable la variedad si sus caracteres pertinentes se mantienen inalterados después de
reproducciones o multiplicaciones sucesivas o, en caso de un ciclo particular de
reproducciones o de multiplicaciones, al final de cada ciclo.” Al igual que el requisito de
homogeneidad, el criterio de estabilidad se ha concebido para determinar la identidad de la
variedad en tanto que objeto de la protección. Por ello, el criterio de estabilidad atiende
únicamente a los caracteres pertinentes de la variedad. El examen DHE se basa, en esencia,
en caracteres examinados por medio de ensayos en cultivo