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Esdras 4:24 Entonces cesó la obra en la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y
quedó suspendida hasta el año segundo del reinado de Darío, rey de Persia. (LBLA)
El pueblo del Señor estuvo cautivo por setenta años y dejó de haber cultos, aquí
vemos un tiempo de restauración y se iba a reedificar el templo de Salomón.
Nehemías y Esdras iban a reedificar el templo donde Salomón oró que si algún día se
iban por la desobediencia que el Señor los pueda volver a traer a Israel.
El templo es un lugar tan importante que el Señor Jesús dijo que allí estaban los
negocios del Padre. También vemos que Abraham negoció con el Señor para ver si
perdonaba a Sodoma y Gomorra.
Ahora vemos que el Espíritu Santo nos tomó como moradas y somos casa de Dios.
Pero en este pasaje vemos que la obra de la casa de Dios quedó suspendida, el
tiempo en que estuvo suspendida fue dieciséis años.
Recordemos que hasta el pueblo de Dios quería regresar a Egipto cuando vieron que
Moisés no bajaba de la nube y pidieron que hicieran el becerro de oro. Esto es como
pensar que el Señor ya no viene e irse al mundo. Lo interesante de esto es que la idea
fue sembrada por los infiltrados.
Cuando comieron el Maná por cuarenta años, dicen los rabinos que sentían el sabor
de lo que querían comer, pero como había infiltrados ellos empezaron a decirle al
pueblo que pidieran carne, el Señor les envió codornices que comieron hasta que se
les saliera de las narices. Tengamos cuidado con los infiltrados que quieren que cese
la obra que el Señor tiene en ustedes.
Todo lo que tenemos que hacer es edificar, el pueblo sintió desánimo, estaba débil de
las manos, el desánimo es perder la pasión.
El proyecto del Señor es bendecirnos con una empresa, pero puede haber
desanimadores que ataquen. Que nadie nos desanime para no venir a la iglesia o para
que dejemos de servir.
El Éxodo 6 dice que no oyeron a Moisés a causa del desánimo, al paralítico le dijo el
Señor: “Tus pecados te son perdonados, ten ánimo”, el pecado causa desánimo, pero
podemos pedir perdón porque el Señor nos dice que el que viene a Él no lo echa
fuera.
En el mismo versículo vemos que aparece el miedo. La primera vez que aparece
miedo en la Escritura es en la situación de Adán y Eva con la serpiente, él tuvo miedo.
Aquí ponían miedo para que cesara el avivamiento, la obra se detuvo porque había
algunas personas que atemorizaban, a veces cuando uno falta a los cultos siempre
dicen en forma pesada que por qué uno no viene, eso causa pena, vergüenza y hasta
miedo.
Otros empiezan a inventar cosas diciendo que si uno se mete con el Señor, el Diablo
ataca. No tengamos miedo porque Dios es Jehová de los Ejércitos, la luz erradica a
las tinieblas. El enemigo quiere que se detenga la obra del Señor.
Esdras 4:5 y tomaron a sueldo contra ellos consejeros para frustrar sus propósitos,
todos los días de Ciro, rey de Persia, hasta el reinado de Darío, rey de Persia. (LBLA)
Aquí contrataron a Noadia que llevaba falsas profecías, palabras manipuladas que
llevan hasta un falso consejo. Debemos saber quién nos aconseja porque un consejo
hace que no se rompa la obra del Señor.
Asuero fue un rey al cual su esposa Vasti no le hizo caso y sus consejeros le dijeron
que lo dejara, que se divorciara y él la recordaba cuando pasó el tiempo.
Roboam también siguió un mal consejo dado por sus jóvenes amigos y esto le trajo
división a Israel, se separaron en dos grupos las tribus.
Esdras 4:7 Y en los días de Artajerjes, Bislam, Mitrídates, Tabeel y sus demás
compañeros escribieron a Artajerjes, rey de Persia, y el texto de la carta estaba en
escritura aramea y traducido del arameo. 8 Rehum, el comandante, y Simsai, el
escriba, escribieron una carta al rey Artajerjes contra Jerusalén, de esta manera:
(LBLA)
A Artajerjes le mandaron una carta poniendo en mal a los israelitas, les dijeron que era
un pueblo peligroso. Lo tremendo es que los que mandaron esto eran de Samaria que
son parte del pueblo de Dios. La misma samaritana cuando se acercó al Señor nos
recuerda que los judíos no se llevan con los samaritanos.
Esdras 4:21 Ahora pues, proclamad un decreto para que estos hombres paren la obra
y que esa ciudad no sea reedificada hasta que salga un decreto de mí. 22 Y cuidaos
de no ser negligentes en cumplir este asunto; ¿por qué se ha de aumentar el daño en
perjuicio de los reyes? 23 Entonces, tan pronto como la copia del documento del rey
Artajerjes fue leída delante de Rehum, del escriba Simsai, y sus compañeros, fueron a
toda prisa a Jerusalén, a los judíos, y los hicieron parar por la fuerza. (LBLA)
Vemos decretos en este pasaje. No debemos decretar por cualquier cosa, los decretos
existen, pero no debemos caricaturizarlo.
En este pasaje se detuvo la obra vía decreto, no debemos detenernos sino avanzar en
el Señor. En Ester había un decreto de muerte, no se podía cancelar, pero se podía
emitir un decreto para que se defendiera, un decreto de luz contra un decreto de
muerte.
Esdras 4:24 Entonces cesó la obra en la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y
quedó suspendida hasta el año segundo del reinado de Darío, rey de Persia. (LBLA)
La vida de Salomón fue tremenda, por veinte años edificó, pero cuando dejó de
edificar cesó la obra.
En este tiempo estuvieron 16 años sin edificar y esto trajo que se detuviera la obra.