Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
DIONISO.- Hablas muy bien. Pues precisam: .lte ahí llevan a enterrar a
un muerto. iEh tú, a ti te estoy blando, a ti, al muerto!
Hombre, quieres llevar al Hades 3s paquetitos.
MUERTO.- ¿Cuántos, poco más o menos?
DIONISO.- Ésos de ahí.
Oop, atraca.
¿Qué es eso?
¿Eso? Esta es, por Zeus, la laguna de la que él nos hablaba,
y yo estoy viendo, por cierto, una barca.
Sí, por Posidón y ése de ahí es Caronte.
iSalud!,oh Caronte, isalud!, oh Caronte, isalud!, oh Caronte.
¿Quién viene al país del descanso, lejos de males y cuida-
dos? ¿Quién a la llanura del Olvido o al Toisón del Asno o
al país de los Cerberios o a los Cuervos o al Ténaro?
Yo.
Rápido, embarca en alguna parte.
¿Piensas detenerte realmente en los Cuervos?
Sí, por Zeus. Al menos por ti. Embarca ya.
Esclavo, aquí.
Yo no llevo a un esclavo, si no ha luchado en el mar por sus
carnes.
No, por Zeus, no participé porque tenía, casualmente, los
ojos malos.
¿Darás, entonces, la vuelta a la laguna corriendo?
¿Y dónde me detendré?
Junto a la piedra de Aveno, en la parada.
¿Comprendes?
iEsclavo, esclavo!
¿Quién es?
Heracles, el valeroso.
iOh! tú, infame, sinvergüenza, atrevido, canalla, más que
canalla, el más canalla de todos, que, persiguiendo, a nuestro
perro Cerbero, al que yo guardaba, te lanzaste, retorciéndole
el cuello, y saliste huyendo, llevándotelo. Pero ahora te tengo
cogido por la cintura. Así te vigilan la piedra de corazón
negro de la Éstige y el acantilado ensangrentado del Aque-
ronte y los perros que corren alrededor del Cocito y Equidna
de cien cabezas, que te desgarrará tus entrañas; de tus
pulmones se cogerá la murena tartesia y tus dos riñones
ensangrentados, con tus intestinos, los destrozarán las
Gorgonas titrasias, tras las que yo dirigiré mi veloz pie.
iEh! tú, ¿qué has hecho?
Me he cagado. Llama al dios.
¡Grandísimo esperpento! ¿No te levantarás al punto antes de
te vea algún forastero?
Pero si estoy sin fuerzas. Coloca sobre mi corazón una
esponja.
Aquí la tienes. Aplícate1a.-¿Dónde está? iOh dioses áureos!
¿Aquí tienes el corazón?
Temeroso, en efecto, se deslizó hasta el bajo vientre.
iOh, tú, el más cobarde de dioses y hombres!
Digitalizado por InterClassica
http://interclassica.um.es
¿Yo? ¿Cómo soy cobarde yo, que te pedí una esponja?
Ningún otro hombre hubiera hecho lo mismo.
Pero, ¿qué dices?
Se hubiera quedado oliendo su propio excremento, si
realmente era un cobarde. En cambio yo me levanté y,
además, me limpié.
Una hombrada, en verdad, ioh Posidón!
Asi lo creo, por Zeus. ¿No te asustó el ruido de sus palabras
y sus amenazas?
No, por Zeus, ni siquiera me preocupé.
Ven, ahora, y, puesto que eres resuelto y valiente, haz mi
papel, tomando esta clava y la piel de león, si, en verdad,
eres de un corazón tan intrépido. Yo, a mi vez, seré para ti
el portador del equipaje.
¡Ea!, venga, dame al punto esas cosas. No queda sino
obedecer. (Tras cambiarse) Y contempla a Heracles-Jantias,
por ver si soy un cobarde y tengo, según tú, valor.
No, por Zeus, sino que, de verdaci, eres el pillo de Melita.
¡Ea! Ahora yo voy a levantar esos bagajes. (Sale una criada
de la casa de Perséfone).
Antepirema (w.1006-lO76/7)
ESQUILO.- Y, por Zeus, no voy a criticar cada expresión tuya verso por
verso, sino que, con ayuda de los dioses, destruiré tus
prólogos con un frasquito.
EURÍPIDES.-¿Con un frasquito, tú, mis prólogos?
ESQUILO.- Con uno solo. En efecto, compones de tal forma que se
puede adaptar cualquier cosa a tus yambos: un pequeño
toisón y un frasquito y una bolsita. Te lo mostraré en
seguida.
EUR~PIDES.-¿Lo mostrarás? Veamos.
ESQUILO.- Lo afirmo.
DIONISO.- (A Eunpides) Pues bien, es preciso que recites.
EUR~PIDES.-"Egipto, como cuenta la leyenda más extendida, con sus
cincuenta hijos, abordando las costas de Argos con una tabla
marinera"...
ESQUILO.- Perdió un frasquito.
DIONISO.- ¿Qué frasquito era ése? ¿No se lamentará? Recítale otro
prólogo, para que yo lo sienta de nuevo.
EUR~PIDES.-"Dioniso, que, vestido con tirsos y con pieles de cervatillo
entre antorchas, salta danzando"...
ESQUILO.- Perdió un frasquito.
DIONISO.- ¡Ay de mí! De nuevo hemos sido golpeados con el frasquito.
EUR~PIDES.-Pero se acabará el asunto, pues a este prólogo no podrá
añadir un frasquito. "No existe un hombre que sea feliz en
todo, pues el que es noble de nacimiento no tiene medios de
vida y el que es de baja cuna"...
ESQUILO.- Perdió un frasquito.
DIONISO.- iEurípides!..
EUR~PIDES.-¿Qué hay?
DIONISO.- Me parece que hay que recoger velas, pues este frasquito va
a soplar mucho.
EURÍPIDES.-No me importaría, por Deméter, pues ahora mismo se le va
a hacer añicos.
DIONISO.- Ea, recita otro y guárdate del frasquito.
EUR~PIDES.-"Una vez, habiendo dejado Cadmo, hijo de Agenor, la ciudad
de Sidón"...
ESQUILO.- Perdió un frasquito.