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de asco.! Al menos, de postre tocó "Flan flan"Š De todas formas, ¿qué más
se puede hacer dentro de un avión?. Un triste avión de "acicaladas alas
alicaídas". Me apagaron la pantallita donde se me muestran cosas tan
imprescindibles para mi sanidad mental, como saber en que punto
(¿exacto?) está el avión, a que altura vuela (supongo que lo apagarán si el
avión entra en picadaŠ y mirá vosŠ si el avión entra en picada, sólo queda
carne picadaŠ ¿habrá alguna relación?), que temperatura hay afuera (¡si
nadie piensa salir!), la velocidad de vuelo (deben coimearŠ no los multan),
y alguna otra utilísima información. Al menos uno se divierte calculando
cada cuanto cambia la pantallita y viendo como se mueve el avioncito.
Hasta se puede aprender un poco de geografía, siguiendo el mapaŠ ¡que
hermoso campo de nubes aquel, allá adelante, parece que les va a llover, o,
al menos,les caerá una "lloviznita"; pero acá somos como dioses mirando
desde el Olimpo, planeamos sobre todas esas, pequeñas tribulaciones
cotidianas (casi me siento un político, tan cerca de todo, pero tan lejos de
todo)Š y ahora que me apagaron la pantallita, seguro que me van a encajar
alguna película con un aborrecible doblaje que, no sólo no se escucha bien
por estos auriculares de mierda --que se desenchufan al menor movimiento
porque el cable es corto--, sino que es tan malo que arruinan hasta a una
película muda. Escuchar música, lo mismo. El mismo problema con los
auriculares, además, la selección musical debe ser hecha por el ministro de
culturaŠ ¡que pelmazo! bueno, no sé el canal de tango, que no me gusta,
pero los supuestos hits del momento tienen treinta años y son un romántico
internacional meloso y carente de todo otro criterio que el de narcotizar
profundamente al pobre inocente‹ escucha (aunque, paradójicamente, a mi
me pone histérico). La selección de jazz es buena, pero demasiado snob,
ese jazz le gusta sólo a unos pocos intelectualoidesŠ no, corrección, no le
gusta a nadie, pero lo aplauden unos pocos intelectualoides porque hay que
saber marcar la diferenciaŠ ¡¿Rock?! ¿eso es rock? ¡¿Michael Jackson es
rock?!Š "el rock ha muertoŠviva el rocanrol" (como sabiamente‹dijera el
poeta popular). ¡Marchas!, ¿a quién se le ocurre?. El único canal
escuchable es el de música clásica, pero es como una ensalada, cortan los
temas a indiscreción, y al final no hay corazón que aguante semejante
vejación a la cultura. ¡Carajo!, si me van a pasar la quinta sinfonía de
Tchaikovsky, que me pasen los cuarenta y cinco minutos de la obra, y no
sólo los diez que le gustaron al que preparó el adefesio. Al menos, todavía
no se les ha ocurrido poner algún canal de albondiguizante cerebral, y la
cumbiamba no parece, aún, haber roto las barreras de este elevado-- medio.
Tal vez sea que en el reino de los cielos no se permiten mediocridades de
semejante calaña (¡aunque no debo olvidar que los cielos están colmados
de aviones presidenciales!Š). De todas formas, si esa mi teoría musical es
cierta, tal vez debería replantearme la posibilidad de que dios existaŠ.¡si,
existe!, ¡que piernas!Š"no gracias, está todo bien, no quiero nada"Š.(¡si,
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nomás, porque tenía que estudiar, pero todavía tengo clarito aquel primer
ciclo en el CircularŠ ¿el Kafé Koncert, era? si, creo que sí. ¡Qué boludo
Tabaré, eso de usar la K siempre me ha parecido una pavadaŠ pero bueno,
todo no se puede, a veces uno tiene pequeños equívocosŠ Pahhh, ¡abran la
ventana!, alguien se murióŠ Ya es el colmo, no sólo me traen apretujado,
sino que además me gasean. Hay que ser chancho de mierda, teniendo el
baño a unos pasos, escudarse en el anonimato de un sordo y destruir las
pituitarias de todos los circundantes. ¡lastima no poder saber quien fue!,
cuestión de mandarlo a cagar (cosa que, evidentemente, le está haciendo
falta)Š Parece que le cayó mal el pollo, al que sea,Š ¿cómo hago para zafar
de estas miasmas, si vengo prensado contra el asiento de adelante?.
Resignación. Concentración. No tengo olfato, no tengo olfato, estoy muuuy
cómodo, absolutamente cómodo y me voy a dormir, dormir, dormirŠ
además de todo, ¡que ojazos que tiene la azafata!Š aunque es increíble que
haya llegado a mirar tan arriba, con todo lo que tenía abajo (es que uno es
observadorŠ)Š miel sonriente;Šmiel sonriente que rima con diente (lindos
también)Š diente que rima con pendiente, que pendiente tenía el pelo, que
rima con celo, aunque lo interesante es que tiene el pelo lleno de rulos, y,
por supuesto, rulo rima conŠ ¡no!, dormir, dormirŠ me voy a tener que
inspirar y escribirle algo criterioso, después de todo, no debo olvidar que
letras sin virtud son perlas en el muladar1, y aunque uno no sepa escribir, sí
sabe o debería saber‹ pensar, así que, supongo, dejando funcionar el criterio
todo debería salir más o menos bien, después de todo hase de advertir que
no se escribe con las canas, sino con el entendimiento, el cual suele
mejorarse con los años1, y yo llevo años peinando canas, aunque aún me
niegue a entender por quéŠ aunque, ahora tengo que dormirŠ y me acuerdo
de aquel cierre del Montevideo Rock, ¡que lo parió!, ¡como sonaron esa
noche!, literalmente, "que noche la de aquel día". Uno hasta se olvidó que
venía de escuchar monstruos como Charly, o Sumo, aquella noche, como
tantas otras La Tabaré se plantó a pie firme y dejó bien claro, ¡esto es
rocanrol!. Incluso codo a codo con esos históricos, ya empezaban a marcar
la diferenciaŠ y esa es una de las mayores virtudes de la banda, la
personalidad. Ser ellos, no copiar a nadie, sino hacer su música y su estilo
sin estilo, porque cada tema es diferente, porque no se copian ni a ellos
mismosŠ pero me tengo que controlar, dormirŠ son demasiadas horas por
delante, tengo que desenchufar, tengo que sobrepasar esta "noche de
ánimas", tengo que dormir, .. dormir, ... dormir, .Š dormirŠ...
Tránsito1mental
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¡Pensar que hace pocos días me quejaba de la lentitud del avión!, el 121 es
mucho peor. ¡Que lentitud!, no llega nunca. Uno, inocente, piensa que un
ómnibus que pasa cada tan poco tiempo debería ser rápidoŠ ¡minga!, es un
camión lechero, siempre lleno y casi que se va más rápido caminando. Se
ve que tienen la táctica de que estén todos simultáneamente en la calle, así,
aunque no se muevan, parece que la cosa fuera rápidaŠ Pero bueno, hay
que habituarse, es la ley delŠ¡pahhh!, ese bache casi me descuelga los
riñones, debe vivir una familia numerosa dentro de ese agujeroŠ si, hay que
habituarse al tercio del tercer mundo en que estamos,Š amuchado como
ganado, aunque perdiendoŠ tiempoŠ entre muchas otras cosas. De todas
formas, tal vez podría hacerme algún mango vendiendo el lema a algún
politicoide (de verdad ya no creo que quede ninguno), matemáticamente es
lógico, aunque socialmente sea levemente antagónico: socialmente
significa vivir en un país del noveno mundo (se vé que estoy positivo, hoy),
aunque, matemáticamente, el juego podría ser diferenteŠ un tercio de tres
es uno, así que bien podrían llenarse la boca con que somos del primer
mundoŠ De todas formas lo hacen, y con excusas aún más ridículasŠ Si no
fuera por la incomodidad, sería hasta gracioso ver la poca bola que le dan a
los cartelitos de "capacidad máxima". Los sentados se respetan (cuestión
locativa, nomás), pero los paradosŠ 121 odisea de Pocitos / quizás
ninguno / me transporte al infinitoŠ y lógico, si una de estas carretas
tuviera que llevarnos al infinito, seguro que no alcanza la eternidadŠ
bastante metafísica la comparaciónŠ¡que bien que quedó esa casa pintada!.
Ha cambiado poco la fisonomía del barrio, aunque no deja de verse la
depauperación que lo va ganando; el maquillaje puede ser bueno, pero no
tapa las arrugas. La lástima es que no se trata sólo del barrio, sino de todo
el paísŠ y para peor, los cosmetólogos deben haber hecho un curso por
correoŠ Por fin me encontraré con TabaréŠ ¡cuanta agua bajo el puente!
¿las columnas todavía aguantarán?. Tantas crecientes, tantas sequíasŠ
aunque el piso era firme y el hormigón de buena fabricación. Creo que sí,Š
supongo que sí,Š espero que sí; no podemos haber cambiado tanto, peroŠ
un poco asustaŠ no es que uno no esté acostumbrado a las pérdidas y
separaciones pero, también, en estas épocas que corren uno se acostumbra
demasiado a la tristeza y eso, a la larga, no puede ser saludable. Esa poca
amistad real que queda por ahí, hay que saber defenderla y aprovecharlaŠ
fundamentalmente, hay que saber separarla de ese relacionamiento
superficial que nos venden hoy como amistad. Es parte de la estrategia;
lazos menos fuertes se rompen más fácilmente, sólo es cuestión de mandar
un par de mensajecitos por TV y ya está. Y así estamos. Todos peleados,
todos desconfiando, todos pisoteando (antes que nos pisoteen). Pero no.
Perdieron conmigo. Soy de la guardia vieja y no ando con la guardia baja.
Aunque sea en forma autodidacta, pero aprendí a pensar; no me gusta que
me lleven de la nariz. No creo en quienes me quieren vender falsas alegrías
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para hacerme olvidar mis reales tristezasŠ Mirá, ese "jardín de infantes" es
nuevo, ahí había un bazarŠ ¡Que lástima!, talaron el plátano de esa esquina;
ya era parte del entorno, quedó como vacía la esquina y, en cierta forma,
también como que se me vacía un cachito de corazón, como que me talaron
un cachito de infancia. Pero que se le va a hacer, son cosas del
modernismoŠ ¡otro bache, que baqueta que tienen estas calles!Š Que poca
formación en ese sentido (¡y todos los demás!) tenemos los uruguayos.
Recuerdo, allá en Connecticut, cuando, para construir el nuevo edificio del
laboratorio era indispensable talar aquel añejo árbol que nos daba sombra
en verano y barajaba parte de la nieve en invierno. El constructor no quería
perder tiempo y guita en menudencias, pero fueron cinco o seis meses de
movilizaciones, llegando incluso hasta a tener audiencias con el
gobernadorŠ pero se salvó el árbol. Todos esos meses de demora, cincuenta
lucas verdes más para el constructor, pero el árbol fue transplantado (unos
metros nomás, menos de una cuadra). ¿Al pedo? Todo es relativo. En este
mundo moderno en que la única lucha parece ser el poder pagar las cuotas
del nuevo electrodoméstico, que tiene tres lucecitas más que el modelo
anterior (¡que envidien los vecinos!), no me parece nada mal luchar por
algo que sólo nos va a alimentar el espíritu. Más bien, me parece
imperativo, siempre que no sea en exclusividad. El día del transplante
estábamos todos ahí, los ciento y pico del laboratorio, como supervisando
que no se maltratara ese cacho de existencia, de historia, --¿por qué no? de
paz--. Ese día me gané algún aprecio extraŠ primero envolvieron al tronco
con unas gruesas cadenas y socavaron el suelo, todo en torno a la raíz.
Después vino el monstruo de orugas, le engancharon las cadenas y levantó
el árbol, con un crujido/quejido de los miles de raíces chicas que se partían
por la tensión porque se negaban a soltarse de su tierra. Ahí, cuando lo
tenían en el aire al pobre, tras el esperable "¡¡oohhh!!" de los presentes, le
comenté a un grupo de colegas: "se acuerdan lo que me preguntaban el otro
díaŠ pocas veces he visto una metáfora más gráfica para representar el
exilio"Š y me fui para dentro. Yo, al menos, conocía el resto de la historiaŠ
Acá se tala nomás, y a otra cosa mariposa. No respetamos la naturaleza, no
respetamos la historia, no nos respetamosŠ todo depende de cuánto haya de
por medioŠ ¡Que manera de subir gente en esta parada!Š corramos un
cacho los cachetes, que de repente alguien se me va a sentar al ladoŠ ¡Bien
la morocha!, es de las pocas cosas buenas de los ómnibus, uno está sentado
en una verdadera galería de arte. Naturalezas vivas, se exponenŠ Espero
que Tabaré ya haya llegado, no tengo ganas de esperar en la puerta, hace
demasiado calorŠ ¡Y no che!, no se me sentó nadie al lado (tampoco la
morocha, snif, y pensar que yo esperaba un "golpe de suerte" y que se me
instalara aqui). Suerte que tengo las ideas bien masticadas, sino, seguro que
me agarro el trauma del mundo. ¡qué fóbicos que son los uruguayos!. Tanto
que nos llenamos la boca con que aquí no hay diferencias, que no hay
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Blues del DO
Señoras, señores
de este transporte
yo vengo a cantarles
¡que nadie me corte!
Soy un gordo/obeso
de grasa repleto
y no pido su beso
sólo su respeto.
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Provocan mi llanto
por ser segregado
por eso vivo, y siento, y canto...
el blues del do (gor)
De repente algún día le pongo música. No deja de ser algo parecido a una
canción de protesta, después de todo, y ya que nadie nos da pelota a los
gordos, va siendo hora de que nos hagamos oír un pocoŠ además, ¿cuántas
veces no lloramos por cojer, y cuántas veces no cojemos por llorar?, la
cuestión es vences la inactividadŠ ¡¡animal, que frenazo!!. También, a la
velocidad que viene, apenas toca el freno y se arma el desparrame. Mirá si
se me caía la morochaŠ ¡salvaje!Š eso sería como tirar un jarrón de la
dinastía Ming; casi un sacrilegio. Pero no, se ve que está acostumbrada,
porque bancó bien el cimbronazoŠ Dos paradasŠ por teléfono todo igualŠ
¿cómo nos entenderemos en vivo?Š Supongo que bien. Evidentemente
sigue igual. Igual de boludoŠ yo que acabo de llegar y tengo una troja de
cosas que hacer, lo tengo que venir a visitar a élŠ parece que, al menos en
ese aspecto, los años no han corridoŠ De hecho, por las comunicaciones
escritas o grabadas, parece que sigue demasiado igual; según aquella
definición parafraseada de Cortazar: "Šun pobre diablo de inteligencia
apenas mediocre, dotado como tanto músico, tanto ajedrecista y tanto poeta
del don de crear cosas estupendas sin tener la menor conciencia (a lo sumo
un orgullo de boxeador que se sabe fuerte) de las dimensiones de su obra"3.
Lo que no le cuadraría sería eso de pobre diablo, al menos mientras no
incurra en la osadía de enfrentarme, porque ahí sí, queda con la moral
bastante baja. Tampoco creo poder considerarlo de inteligencia mediocre,
ya que carece completamente de inteligencia pero, sin duda, es uno de los
creadores más grandes que ha tenido este país. Diga que ha tenido la mala
suerte de salir sincero, y utilizar esa creación para molestar a quien no se
debeŠ Con lo fácil que le hubiera sido ¡lo lejos que hubiera
llegado!‹venderse por unos manguitos y quedar acomodado, como han
hecho tantos "famosos". Lo prefiero así, "pobre pero honrado", dirían las
viejasŠ Rebelde con causa y sin cauceŠ Lo que tengo claro es que cuando
alguien destacado aparece por el mundo, hay una forma simple de
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reconocerloŠ todos los mediocres se unen contra él. Por alguna razón
Tabaré es el rey del ningunéo, peroŠ Seguro que si algún día elige bajarse
los pantalones, me tendrá ahí, antes, diciéndole "no lo hagas", pero no me
tendrá después diciéndole "lo hiciste". Aunque no creo que haya riesgo de
esoŠ Bueno, hora de pararse, porque con tanta gente va a costar llegar a la
puerta. Lástima, la morocha parece que sigueŠ ¿por qué será que los
mujeres hermosas nunca se bajan en la misma parada que yo? ¿alguna
desconocida ley de murphy?Š
Reencuentro1informativo
Ayer me llamó por teléfono para insistir en que tenía ganas de verme, que
viniera a visitarlo, así que, débil al fin, me anuncié para hoy de tarde
tempranón, cuestión de tener muchas horas por delante. Desde hace un
buen tiempo el Rivero y Lulú viven en ese apartamento en un segundo
piso. No puedo evitar ironizar mentalmente sobre su evidente deterioro
social, ya que del quinto piso del legendario "Palacio Cordón" se ha visto
reducido a un segundo piso de un edificio sin nombreŠ la lástima es que
después me acuerdo del mío, que del séptimo piso del "Palacio Cordón"
desemboqué en también‹un segundo piso de otro edificio sin nombreŠ Con
todo, no es nada feo el apartamento luminoso y cómodo y además, Lulú se
da maña para mantenerlo limpio y ordenado; ímproba tarea cuando se debe
lidiar con una especie de artista (¡sin tener en cuenta los amigotes excepto
yo--, por supuesto). Lulú me abrió la puerta con su cálida (y debida)
sonrisa. Por supuesto, me extraño que no fuera Tabaré el que abriera, por lo
que me encaminé hacia un sillón, a prepararme para la posiblemente‹larga
espera, mientras iba comentándole que evidentemente Tabaré todavía no
había llegadoŠ
--¿como no?--, me respondió ellaŠ está allíŠ
Y sí, aparentemente algo había cambiadoŠ al dirigir mi mirada hacia donde
Lulú indicaba sólo pude enfocar un bulto amorfo, con un parecido más que
lejano con aquello que alguna vez fuera mi amigo. Un bulto arrumbado en
el rincón más cercano a la cadena de audio (que me volvía a la
adolescencia con Días de blues), y tapado con un colorido tapizado de
flores multicolores (que luego supe descubrir que era la cortina de la
ventana del baño).
--¿Eso?--, preguntéŠ y cuando iba a reenganchar preguntando cuando había
sucedido el accidente, ella respondió con un misteriosoŠ
--Sí--, ya está terminando, dale unos minutosŠ
Educado y obediente como soy, me senté en el sillón a esperar que
terminara eso que no llegaba a interpretar, aunque sin quitar la mirada de
eso que alguna vez había sabido quererŠ Minutos después el jardín
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--Ta, eso está más o menos claro-- respondí, pero hay que tener en cuenta
que uno es escribir como poeta y otro como historiador 1, y en mi caso,
debería agregar que otro es escribir como careta.
--Mira, vos no te hagas problema, que yo te tengo confianza‹me estimuló el
muy suicida, yo sé que cuando te inspirás escribís, y aquí ni siquiera
necesitás inspiración, basta escribir nuestras sabias respuestas.
--Pero--, insistí, tengo miedo de no saber plasmar fielmente lo que me
aportenŠ
--¡Dale para adelante!--, dijo, que en el peor de los casos, no será culpa
tuya no haber podido escribir lo que nosotros no fuimos capaces de
transmitirte.
--Bien, hasta ahí va bien--, pero al menos quiero que me des una base
previa, como para ir haciéndome una idea de lo que voy a encontrar el día
de la entrevistaŠ.
-- ¿Entrevista?--, me cortó, risueño. Ma que entrevista, ¿donde se ha visto
semejante formalidad? Vamos a hacer una comilona, como es debido, y ahí
podrás conversar con el que quieras. El menú será, sin dudas, la receta más
de moda en estos últimos tiempos: Sopita de gansos.
--Dale, complicame un poco las cosas‹le respondí medio mosqueado, no
sólo porque me daba tan poca pelota en el tema que me preocupaba, sino
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Y por fin llegó el día de la entrevista, según mi forma de ver --la comilona,
según Tabaré--, donde conocería al resto de la banda. A pesar de parecer
excesivamente orgulloso, debo confesar que, a la postre, Tabaré tenía
razónŠ resultó ser una comilona, pero de entrevista tuvo poco y nada (más
allá de que pude reunir información suficiente para preparar este breve
escrito-presentación que estoy encarando en este momento). Difícil hacer
que esa banda de músicos "bajase a tierra" y se abocara a algo tan formal y
aburrido como una entrevista. De todas formas, mal que bien, de la
conversación y sabias‹ preguntas mechadas, logré captar algo de la
personalidad de cada uno. Poco, porque si elimino el divague, queda poco
para rescatar. Visto desde otro punto de vista, si debo separar la paja del
trigoŠ creo que la opinión recabada no será exactamente que son muy
trigueñosŠ
Como sea, ese domingo al mediodía se organizaba la ¡gran comilona, gran!
en la casa de los padres de Hernán. Se aprovechaba el fondito arbolado,
para disfrutar de los soles y las sombras de ese día estival, para la banda,
casi un festival.
Como todo inocente acostumbrado a la vida en el extranjero, llegué en
horaŠ ¡eso me pasa por desubicado!Š Pasé como una hora y media
conversando con Graciela y Nelson; porque esta gente artista parece que
anda siempre con el reloj un poco atrasado (aunque según me aclaró el
Rega a posteriori, no es que tengan el reloj atrasado, sino que lo tienen
adelantado para mañanaŠ andan con el reloj 22 horas adelantado, por eso,
no es que lleguen tarde hoy, sino que llegan muy temprano mañanaŠ todo
es cuestión de costumbreŠ). Y si, pasé un buen rato con los anfitriones, y
mientras nos empezábamos a conocer con chamuyes variados, ya
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tipa la MoŠ Ella tiene la virtud de ser así, expansiva, así que, en cuanto
llegó, ya tomó la posta del converse y arremetió, cuestión de ponerse al día
de lo sucedido en las últimas 24 horas.
Y es lo que tiene esta banda, difícil mantener coherencia cuando cada poco
tiempo hay que andar cortando y cambiando las conversaciones para
empezar a saludar a un nuevo recién llegadoŠ porque pocos minutos
después apareció el Pi, prendido a Carla. Flaco tirando a chupado el Pi,
movimientos medio eléctricos, aunque creo que era porque se sabía
estudiado por un nuevo, y es timidón el hombre. Me vino a saludar y me
descerrajó a quemarropa un "vos no estás quemado, ¿no?". Ante mi
dubitativa negativa, el hombre, lleno de buenas ondas me aconsejó "bueno,
¡no te quemés!"Š y allá siguió la ronda de saludos, dejándome con un
chamuscado interrogante dando vueltas dentro del cráneo.
Ya estaba casi toda la banda. --Sólo faltaba el Rega, cosa que después supe
aprender, es lo normal. El Rega pone las reuniones a una hora exacta y
exige puntualidadŠ a las muy importantes llega sólo con 45 minutos de
retrasoŠ si son menos importantes, uno cría callos en el culo, de esperar
sentado.-- De todas formas, en ese entonces aún no conocía las mañas de
cada uno, así que, --tímida e inocentemente‹pregunté si le habría pasado
algoŠ Lulú, que puede llegar a ser mujer de pocas palabras se limitó a
mirarme y responderme con un enigmático "Las barreras bajaron, las luces
parpadeanŠ pero el tren no pasaŠ". Ante mi cara de estupor y perplejidad,
el Pi, en un acceso de simpatía, tuvo a bien sacarme toda duda,
explicándome: "lo que pasa es que el Rega se guía por una máxima: "En la
tardanza suele estar muchas veces el peligro."1Š lo cual, confieso, no
contribuyó en nada para aclararme las cosas. En ese entonces, quedé en la
duda.
Y, la verdad, a esa altura era ya casi imposible seguir una conversación
coherente, porque los diferentes temas se cruzaban, interponían e
intercambiaban a la velocidad de un puntéo de Hernán (y los cruces de
todos, por supuestoŠ). Más que difícil seguirlos, si uno no es parte de esa
banda de vándalos de la coherencia. Eso sí, que es una banda de músicos
nadie lo puede discutir. Como muestra, vaya una serie de diálogos
entrecruzados, que grabé en un momento. Elimino los nombres de quienes
participaban, porque es irrelevante (además, fueron casi todos); pienso que
lo importante es ver la profundidad musical del diálogo, casi una sonata en
clave de FaŠntasía con cierto desconcierto:
--Vení negra--, sentate a Mi LaDoŠ
--¡Hay Si--, porque este me escorchea!...
--Vení--, vení que tengo ganas de probar un Andante sostenuto e molto
maestoso con vos, Mi mejor armoníaŠ
--Difícil--, siempre arrancás con un allegro molto vivace y por más que me
concentro en hacer un pizzicato ostinato, me hacés un compás de once y
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me dejás en silencio...
--Es la octava vez que me peleás por eso--, ¿no podrías cambiar el tono?,
¡basta de criticar Mis cadencias!Š perDóname el enojo que te he daDo, que
los primeros movimientos no son en manos de los hombres1"...
--¿No notas que tus prestissimo me dejan sin coda, y no es que sea
dominante, Sólo deseo un piano más marcato?Š
--MíReLa a La percanta rantifusa--, caSi que se le SolDóŠ
--¿SolDoLa él, o ella se ha aSiMiLaDo? Š
--Si--, SolDose ella"Š
--Si MiDo su intención, creo que está mimosaŠ
--Si--, MiRe, SiMiLaRé desconcierto y FaLaRé con ella.
--¡Si, Sol, Si!--
--¡Qué lindo pastito--, y que bien cuidado que lo tienen!...
--¿Viste?--, es una mezcla de cinco tipos diferentes de pasto.
--Como quien dice, un pentagrama perfecto!...
----"Redonda su acotación, Mi estimaDo...--
--Respuesta acorde a la frase precedenteŠ--
--Oiga--, por favor, esa pechuga de ganso DoReLa bienŠ
--¡Si, DoReLa, está muy blanca!
--¡Si, DoRé--, pero se ReFaLa en la parrilla!, La he sostenido con
ligaduras, pero a La menor tensión su exposición al calor se pierdeŠ
--Entonces--, ReDoReLaŠ
--¡Si LaDoRé!, pero debo tomar otra resolución.
--Es cierto--, yo La probé y me ReLaMíŠ. ¿querés?"Š
--¡Si Mi Sol!--, pero ¿La has LaMiDo?
--Si--, confieso que LaMiLaŠ
--Si MiDo La intención concluyo que me estás cargando, ¿no?Š
--¡Si MiMi!"Š
¿Me dejás que te aDoRe?Š
ŠSólo si halagás mi partituraŠ.
ocasión de hacer mal se da 100 veces por día, y la de hacer el bien una vez
por año12.
--Pero--, insistí con Tabaré, ¿sos conciente de que hay gente que se siente
ofendida por tus letras, y que gustaría de no oírte más, de hecho, que dentro
de sus posibilidades hacen lo posible para sacarte del medio o al menos,
que cambies las letras?Š
--Estoy seguro--, respondió, que la gente capaz de sentirse ofendida por una
de mis letras, sería igualmente ofendida, considerando su mentalidad, por la
entera concepción de mi obra. Por esto, más que mutilar mis canciones,
preferiría la completa destrucción de esa concepción, con el fin de
preservar, al menos, la integridad moral (que a ellos les falta).
--¿No es demasiado drástico ver las cosas así?--, le pregunté. ¿Tanto puede
afectar una crítica semejante?Š
--Si alguien intenta censurar mi obra sentiré un dolor profundo porque he
puesto en ella mucho esfuerzo y lo mejor de mi talento--, me dijo. Pero,
parafraseando a Diego de Rivera: "Š mañana, estaré ocupado creando otras
canciones u obras, porque no soy simplemente un artista, sino, mas bien, un
hombre que realiza su función biológica de producir canciones como un
árbol produce hojas y flores, y no se queja de, cada año, perder lo que ha
producido, ya que sabe que el año próximo habrá una nueva producción"Š
--Comprendí la posición-- y, siendo sincero, ello me hizo reflexionar en lo
vano del intento de un hombre cuando trata de hacer valer su honor entre
quienes están fuera de todo grado de igualdad o comparación con él8.
--Š Siempre las desdichas persiguen al buen ingenio.1-- sentenció,
contundentemente, el DemonioŠ
--¡Cierto!-- comenté, y sin duda, comprender eso es comprender que no hay
nada a comprenderŠ y la verdad creo queŠ
--De todas formas--, intervino nuevamente la Mo, la experiencia me ha
hecho ver que no podemos distraer a quienes se aburren de si mismos10.
--Por no parecer de aquellos poetas que cuando les ruegan digan sus versos
los niegan--, y cuando no se los piden los vomitan, yo diré mi glosa, de la
cual no espero premio alguno, que sólo por ejercitar el ingenio la he
hecho1, respondió Tabaré, que a pesar de su timidez (incluso en familia),
igual sabe ser todo un caballeroŠ ¿qué querés que te cante?
--Para empezar, "la canción del ganso", que te sale tan perfectaŠ
--¡Para, para!--, lo frené yo. Si te ponés a cantar seguro que se corta este
diálogo, así que, al menos, lo quiero redondear con una idea final de cada
uno. Se puede, ¿no?. ¿Me das un par de minutos, che?ŠBueno, ¿quién larga
primero?Š
--El hombre de verdad se sacude y hace el porvenir-- apuntó Hernán.
--Como decía Bernard Shaw--, remarcó el Demonio, el hombre razonable
se adapta al mundo. El hombre no razonable intenta adaptar al mundo a si
mismoŠ Sin embargo, todo el progreso depende del hombre no razonableŠ
--Como mujer--, advirtió Mónica, voy a utilizar palabras de otra mujer, que
para esto de la música vienen perfecto, aunque son una máxima general de
comportamiento. Como bien dijera Violeta Parra: hay que medir el silencio
/ hay que medir las palabras / sin pasarse ni quedarse / medio a medio de la
rayaŠ
--Prefiero el destino que me hago al que me aporta el tiempo-- sentenció el
Pi.
--¿Y vos?--, apuré a Tabaré, que seguía calladoŠ.
--¿Se puede ser simple?, preguntóŠ
--Lo que quieras--, respondíŠ
--Bien--, Š la felicidad es la pazŠ
Como imaginaba, a partir de ahí empezaron los cánticos y los sones (las
libaciones ya venían de antes), que se extendieron hasta bajas horas de la
madrugada (las bajas horas de la madrugada siguiente, que vienen a
continuación de las altas horas de la madrugada actual), por lo cual, ahí
terminó este intento de entrevista. De todas formas, y a pesar de poner todo
mi empeño en esta empresa, siento como que he intentado nadar sin agua.
No es fácil improvisar/se en una función que para uno es desconocida
peroŠ Uno aprende que en esta banda, salvo la parte estrictamente musical,
donde no faltan conocimientos, el resto es, todo, hecho a pulmón, de buena
onda y más basándose en el empeño que en la formación. De todas formas,
la vieja máxima de "pobre pero honrado" campea. Las carencias se suplen,
no se utilizan para excusar mala calidad.
Para terminar este relato, me gustaría dejar una última opinión sobre esta
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___________________________________
El por qué, de las canciones de
SOPITA DE GANSOS
1) La enemistad
¿Cuantos amigos perdí en estos últimos años de músicas?. ¿Cuantos músicos pasaron
dejando notas bemoles perdidas en mi vida?. Me apasioné demasiado con la idea de la
honestidad en el arte. Mala elección. Ser honesto no da dinero, dejó de estar de moda y
lo que es peor: es casi sinónimo de bobera. No me interesa más compartir el escenario
con quienes no compartiría la mesa.
3) Contralpunto
Mi amigo Guillota, amigo de la infancia digo, de los viejos... es un tipo raro. Tan raro
que nunca fue al campo. Vivimos la infancia y buena juventud, en ese edificio viejo en
18 de julio y después se fue a Pocitos y a Marsella y a Connecticut... Ahí aprendió a
payar... En largas noches muy solitarias, se vió frente a frente con la literatura. Al
principo escribía sobre rollos de papel higiénico, luego sobre su PC. El campo lo
encontró a él, tecleando una canción que me gustó pa' ponerle música. ¿Y quién mejor
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que Dino, pa' la milonga? Aquel Dino, amigazo, que conocí siendo yo público, de los
"Conciertos de la rosa" en el año '70 y que recién ahora y para esta ocasión, me fue
presentado personalmente
4) Demasiado fútbol
5)Noche de ánimas
Le deseo a los niños que su círculo se cierre bien. ¡Matías!... ¡Victoria y Camilo!...
Es una canción de cuna...
... también para aquellos que no son tan niños y que arriesgadamente amo tanto.
¡¡¡Amo tanto a tan pocos!!!... y les deseo su círculo concluso...
Iba por la calle 11 de Atlántida, una noche de verano, cuando me tropecé con un tipo
que estaba mirando la luna en una esquina. Literalmente, con un telescopio, mirando
hacia arriba. Me paró y me dijo... "viendo a los turistas, se me ocurre que podrías hacer
una canción que hable de la consumición". Y así lo hice. Este "lunático", Andrés
Barrera, no estaba precisamente, entonces, tan "mirando la luna".
8) Flan flan
Lo mismo pasó con el rock. Aquella rabia hirviendo que explotaba en alaridos,
distorsiones, amplificadores y parlantes piojosos, se convirtió en sólo una década, aquí
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... y como Lloviznita irse... o irse del rock... a veces hay que irse (con la música a otra
parte o a cantarle a Gardel).
Y de irse me consta que el Darno sabe... ¡ojalá pudiese llevarme con él a Sansueña!,
bien lejos del rock flan, del rock cisne o en el peor de los casos, de mi.
9) Jardín de infantes
¿Cómo hace para dormir Bill Gates?. ¿Duermen tranquilas las estrellas de Hollywood?
¿Y las estrellas de fútbol?. ¿Y el Papa?. ¿Y todos los que manejan el FMI y demás
negocios del mundo?. El presidente, ¿vé a los niños mendigando por ahí?. ¿Duerme?.
¿Cómo hace?. ¿Cómo harán?. ¿Tomarán somníferos?. ¿Tendrán quizás pesadillas,
remordimientos, cargos de conciencia?. Sí, quiero pensar que sí o de lo contrario,
estaríamos hablando de un montón de hijos de puta...
¡Que suerte que puedo cantar!. Que puedo cantar que todavía estoy vivo. Que tengo
garganta... y que tengo lengua... y que no tengo pelos en la lengua... ¡Que suerte que
esta canción conformista me permite festejar todavía!. ¡Que tengo poca plata y la
masturbación es gratis!... ¡¿Qué más puedo pedir?!
Podría haberse llamado "Ocho brazos para abrazarte", "Hard days nigth" o
simplemente: "No entiendo nada", porque justamente de eso se trata. Como una especie
de Comedia de Enredos, en la que los personajes entran y salen de los cuartos de un
hotel en desencuentros amorosos.
13) Lloviznita
Irse. Otra vez hablando de irse. Dejar los amigos. Irse en busca de respeto. Dejar la
vereda, la luna en los pretiles. Irse. Dejar los tambores, los asados, los abrazos.
Cambiar de esperanza. ¡Tengo tantos amigos que tuvieron que irse para poder volver a
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sonreir!. Irse del país de irse. Irse para poder volver o para volver a irse y no volver a
volver jamás.
¿Para qué sirven ambas cosas?. ¡Cuánto dinero gasta el Estado en subvencionar el
andamiaje militar en Uruguay?. ¿Y para qué sirve?…
Escriba la respuesta sobre la línea
punteada: ........................................................... .................................................................
.....................................................................................................................
…………………………....
… de la luna de floripa de enero... de las caricias ¡por fin!... habiendo transcurrido ese
largo camino del amor entre tus manos, yendo y viniendo, trastabillando. Tan
mielalunizados... tan compinches... tan hembra y amiga y tan tan te amo... ¡lurdesluz!...
que de canciones y poemas tus labios, tu océano interior que me navego en calma
sumergido y que de tanta fuerza concluye en el milagro.
-
-tabaré rivero (2002)-
¿Cómo te sentís con ese giro musical que está teniendo la banda?
Siento que se aplica lo que se estudia.
¿Conforme?.
Nunca.
pasta.
¿Cómo te sentís con ese giro musical que está teniendo la banda?
Muy mareada (Esaaa…¡¡¡chistolín!!!)
¿Si decidieras dejar La Tabaré, ¿en qué banda uruguaya te gustaría tocar?
En una que armara yo con Hernán, Tabaré, Pi y el Demonio.
Disfrutar mi tiempo de vida con mi hija Victoria, mi pareja, mis amigos y leer.
¿Conforme?.
Si
en segundo cuando sí los hubo los hicieron polvo. Una de las aberraciones que se puede
apreciar en el paisaje de nuestro Montevideo con respecto a este tema, la podemos ver
yendo por Avenida Bolivia donde encontramos el estadio Charrúa, irónicamente en pie
y nuevamente emboscado dentro del Parque Gral. Fructuoso Rivera. Esta es una
muestra más de que a muchísima gente no le importan los charruas ni la historia, si
noun homenaje y monumento a los indios debería estar ubicado en un parque llamado
Tacuabé, Guyunusa, Galeano, Zitarrosa, o algo así... sería mucho mas lógico. Los
únicos charrúas que conozco, son mis viejos que hace más de medio siglo que
sobreviven en este país, y han logrado educarme, comer y vestirse laburando como
verdaderos indios.... hay que ser indio brujo.
¿El nuevo estilo musical de la banda?: esta bueno, es un estilo un poco mas tranqui que
te lleva a escuchar un poco más y agitar un poco menos, es un estilo simple y bastante
más tibio.
¿El nuevo estilo de hacer política?: es muy sencillo, solo hay que dejar que te resbalen
las necesidades de la gente, poner cara de sarcástico, hacerse el desvinculado, leer un
discurso que suene tranquilizador y sincero y por ultimo decir que es divertido, mientras
que al resto de la gente todo esto no le parece para nada gracioso.
¿El nuevo estilo de Vicente Campanela?: esta buenísimo, es un actor que innova y
piensa lo que dice. Es un profesional que merece mis respetos y me gustaría que más
gente lo conociera (aparte me parece un tipazo).
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¿El nuevo estilo de fútbol?: es mediocremente bochornoso (digo mediocre porque hay
peores) y se vio que con él no podemos jugar ni a la bolita... lo peor es que esta vez
aparte de nosotros este papelón lo pudo ver todo el planeta y en directo.
En el lugar de salida la cosa esta buena porque aparece un personaje en escena, que es la
diversión de grandes y chicos y que aparte de ser terrible peleador, es un sex simbol, un
excelente payador y mi amigo. Le llamamos El Gallego Radical.
La prueba de sonido calculo que es como la prueba de sonido de todas las bandas, un
poco de estrés y un poco de diversión. Lo que si siempre se repite es que con Mónica le
decimos al Taba: "Tabaré te vas a equivocar de vuelta en esa letra" y el responderá:
"quedense tranquilos putitos"Š y nos cagamos de risa; no de su respuesta, sino porque
sabemos que se va a equivocar...
Unos minutos antes del toque tratamos de estar todos juntos, tomando alguna cosa y
preparando la lista de temas, y como siempre se pondrá un tema que no se ensaya hace
tiempo; nuevamente, con Mónica le apostamos a Tabaré, "te vas a equivocar con la
letra", y muy serio con algún vaso en la mano responderá, "Pero no sean putitos
cagoncitos, ¿cuando me equivoqué yo en una letra?.
Ya casi a la hora de tocar nos abrazamos, nos tiramos una onda y nos comprometemos a
gozarnos y a darle pa'delante.
A la hora del toque la cosa cambia, la comunicación tan especial que tiene la Tabaré con
su publico en cualquier toque, genera una energía alucinante que te tira pa' rriba y te
lleva a pasarla bomba (siempre y cuando algún borrachín no tire una columna de bafles,
que por suerte ya casi ni sucede). Lo que pasa en el escenario es indescriptible y
disfrutable con todos los sentidos. Personalmente los toques que me gustan más son en
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El regreso del toque también está bastante bueno, porque aparte de la alegría que casi
siempre te produce tocar, algún músico, amigo o aindamais, vendrá con alguna copita
de más, y la camioneta de Cocho o de Jesús (fleteros amigos) se convierte a las seis de
la mañana en una fiesta de regreso en la cual podemos encontrar: payadas, historias,
cuentosŠ y el resto que se lo imagine el lector.
La verdad que la banda vive muy intensamente cada toque, y piro cada vez que subo al
escenario con esta gente, y hace que el domingo después de un toque sea un domingo
especial...
¿Conforme?
Sinforme
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¿Cómo te sentís con ese giro musical que está teniendo la banda?
De tanto giro, me estoy mareando.
¿Conforme?Š.
No, siempre se puede dar un poco más y tenemos todo para dar más.
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¿Cómo te sentís con ese giro musical que está teniendo la banda?
¿Que giro? Nosotros hacemos música, y cada vez más buena.
¿Conforme?
OK.
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¿Cómo te sentís con ese giro musical que está teniendo la banda?
Muy contento. Deseando que los que siguen a la banda hoy sientan lo mismo y los que
recién la conozcan encuentren una banda que les mueva el piso como a mi el primer día
que la escuche.
¿Conforme?
¿Con qué?
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¿Cómo te sentís con ese giro musical que está teniendo la banda?.
Para mi era de vida o muerte.... giró mi vida y giré... y sigo girando... como un trompo,
calesita, ronda... creo que me estoy mareando...
¿Si decidieras dejar La Tabaré, ¿en qué banda uruguaya te gustaría tocar?
En la banda del cuartel de bomberos.
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¿Conforme?
Si y no. Podría haber sido mejor y también peor o podría no haber sido. Si hubiese sido
mejor económicamente, debería haber sido peor artísticamente. Si hubiese sido peor
artísticamente (porque económicamente sería imposible) hubiese sido mejor
sexualmente, aunque peor filosóficamente. Y si no hubiese sido nunca, no sé si sería yo,
que de naturaleza inconforme me conformo con haber cantado lo cantado, dicho lo
dicho y actuado lo actuado. Pero como me inconforma estar conforme, lamentablemente
no me conformo nunca.