Resoluciones tomadas por mí, Doménico Savio, en el año de
1849, en el día de mi Primera Comunión, a la edad de siete años: - Me confesaré a menudo, y comulgaré tan frecuentemente como mi confesor lo permita. - Deseo santificar los domingos y fiestas en forma especial. -Mis amigos serán Jesús y María. - Prefiero morir antes que pecar. San Tarsicio, niño mártir del s. III patrón de los acólitos La Iglesia Católica ha tenido muy especial cariño a este joven que con tanto amor llevaba la Comunión a los prisioneros y con tan enorme valor supo defender la Santa Eucaristía de los enemigos que intentaban profanarla.
"No echéis a los perros lo sagrado ni a los cerdos lo muy
valioso porque se volverán contra vosotros." San Pelagio, martirizado a los 13 años de edad (s. IX) El “Martirologio” nos proporciona este pequeño resumen: “En Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, san Pelayo, mártir, que a los trece años, por querer conservar su fe en Cristo y su castidad ante las costumbres deshonestas de Abd al-Rahmán III, califa de los musulmanes, consumó su martirio glorioso al ser despedazado con tenazas (925)”. Santa María Goretti, virgen y mártir a los 12 años (1902) A los once años hizo su primera comunión haciéndose, desde entonces, el firme propósito de morir antes que cometer un pecado. Santa Inés, martirizada en Roma a los 13 años aprox. (s. III) Todos los historiadores coinciden en proclamarla mártir de la virginidad. Es patrona de las jóvenes que desean conservar la pureza. Santa Eulalia, virgen y mártir en Lusitania hoy España (s.III) Eulalia ante el gobernador: "Decidme, malvado ¿qué furia es la que os empuja a perseguir las almas y los cuerpos de los que no hacen ningún mal y solo porque adoran al verdadero Dios? Vosotros sois los que adoráis a ídolos que no existen o a hombres que si existen pero que son pecadores como vosotros. Date cuenta gobernador, que nada podrás hacer contra nosotros. Es el Dios mismo quien nos defiende. Aunque me quites la vida, sé que resucitare a otra vida mejor". Santos Justo y Pastor, de 7 y 9 años respectivamente martirizados en Alcalá de Henares, España (304) Según la tradición, unos mártires hispanorromanos ejecutados en el 304 en Alcalá de Henares por orden del gobernador Daciano, durante la persecución de Diocleciano. Justo y Pastor, que contaban con 7 y 9 años respectivamente, se negaron a abjurar del cristianismo. Beatos Jacinta y Francisco Marto, nacidos en Ajustrel, Fátima (Portugal). Francisco en 11 de junio, de 1908. Videntes de Fátima Entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917, La Virgen María se les apareció en la Cova de Iría (Cueva de la Paz) a Lucía, Francisco y Jacinta. A partir de estos encuentros, su fe creció y solo querían rezar y sufrir por la conversión de los pecadores. San José Sánchez del Río San José Sánchez del Río fue un niño que por amor a Jesús se unió a los Cristeros, un grupo armado de miles de católicos que defendieron su fe durante la persecución religiosa perpetrada en México la segunda década del siglo XX. “Joselito”, como se le conoce en su país, sirvió a los cristeros –que en un principio no quisieron aceptarlo porque era joven y por el peligro al que se exponía– como portaestandarte de la imagen de la Virgen de Guadalupe, pero no llegó a tomar parte activa en los enfrentamientos armados. Tenía 14 años cuando el 10 de febrero de 1928 los oficiales del gobierno de Plutarco Elías Calles lo torturaron y lo asesinaron por negarse a renunciar a la fe. José, cada vez que lo herían, gritaba: « ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Virgen de Guadalupe!». Por último, fue ejecutado con un disparo de arma de fuego. El 20 de noviembre de 2005 fue beatificado por el Papa Benedicto XVI y, el 16 de octubre de 2016, canonizado por el Papa Francisco.