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La política Fig.

I
I

financiera
española en el S. Fig
.I
Venu
s

XIX. Hecho por: Lucía Rameau,


Del proteccionismo al librecambismo. La reforma Nazaret Santana, Gabriella
Mont-Santillán y la unidad monetaria. Morales y Keisy Hernández.
TABLE OF CONTENTS

01 METHOD 02 AREAS
Fig. III

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03 TEACHERS 04 PROCESS
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INTRODUCCIÓN.
● Al estudiar los inicios de la industrialización en España y compararlos con la revolución industrial de Inglaterra se
observa que los principales hechos que habían dado lugar a esta comenzaron en el último tercio del siglo XVIII en
Inglaterra, con una acumulación primitiva de capital financiero que llevó a cambiar las estructuras agrarias
existentes. Estos cambios generaron excedentes en la producción de productos alimenticios. Este excedente
liberó mano de obra de la agricultura que pudo dedicarse a las nuevas actividades productivas además de contribuir
a la mejora de las rentas agrarias facilitando un mercado interior para la propia producción industrial.

● En contraposición a Inglaterra, entre finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX la economía española en
su conjunto presentaba una economía mercantilista en la que no se localizaban los mecanismos de apropiación y
acumulación propios del modelo capitalista..
Fig. IV

01
La política
Fig. V

financiera s
Venu
Al inicio del XIX. la situación financiera era extremadamente
grave. Las guerras habían debilitado los recursos y aumentado
los gastos. Para poder hacer frente a esta situación, se procedió
a la emisión de vales reales, pero al no poder pagar los intereses
el Estado quedó en entredicho. Godoy acudió a
las desamortizaciones eclesiásticas y amortización de vales, pero
los ingresos sólo se aplicaron a remediar el déficit público, y así
la deuda aumento.

-CRISIS FINANCIERAS-
Fig. VII
I
Fig. VI

José I, mantuvo los antiguos impuestos,


pero con novedades como la contribución Fig. VII Al término de la crisis bélica la deuda
de patentes industriales (el pago de licencia ascendería a 13.000 millones de reales.
por ejercicio de industria o comercio), que Las Cortes de Cádiz promulgaron un
se convirtió en impuesto anual; y otros que decreto de formación de una lista o
gravaron las casas de juego y alquileres. A presupuesto general de los desembolsos
su vez, la Junta Central decretó en 1809 la correspondientes a las obligaciones de
supresión de las rentas provinciales, por un cada ramo, para dar al Ministerio de
nuevo sistema que reemplazaría las Hacienda datos fiables.
alcabalas, cientos y millones. Venus
Abolida la contribución directa, la situación financiera en
1815 contaba con un déficit 500 millones de reales y deuda
La contribución general pública 12.000 millones. En 1817, Garay entrega al rey una
memoria con una alternativa de una contribución general
de Martín de Garay a pagar por los ciudadanos en proporción a su riqueza, y
en las capitales de provincia y puertos sustituida por el
derecho de puertas.
El plan Garay fue sancionado por el rey que fijaba el
nuevo establecimiento del sistema de Real Hacienda,
instrucción para el repartimiento y cobranza de la
contribución del reino y bulas dadas por Pio VII. La
reforma redujo los gastos ministeriales, pero el problema
fue la inexactitud de estimación de riqueza de los pueblos
y que el gobierno arbitró unas reglas de difícil aplicación
práctica. Finalmente, el ensayo no se repitió pero
perduraron los derechos de puertas.
Moon
La reorganización de López
Ballesteros.
Fracasada la reforma de Martín de Garay y con los reajustes financieros del
Trienio, la vuelta al absolutismo trajo al nuevo titular de hacienda, Luis López
Ballesteros, quien llevó a cabo varios decretos que separaron la recaudación y
administración de rentas y la distribución de sus productos, solventándose de
alguna manera la situación. Como novedades destacaron el «subsidio de comercio»
y la «renta del bacalao», junto con los derechos de puertas. Se ordenó el pago por
Navarra del servicio voluntario y el de donativo por las Vascongadas.

En cuanto a la deuda, fue suprimido el establecimiento del crédito público,


creándose la Real Caja de Amortización, para construir un gran fondo de reserva.
Las disposiciones de López Ballesteros, cuyo objetivo era lograr un presupuesto
equilibrado de ingresos y gastos, fueron efectivas durante cinco años.
Fig. VI
Fig. V
II

La reforma de
Mont-Santillán
Satur
n
Fig. VII

En todo caso, la reforma no alcanzó la equidad en la


contribución al primar los impuestos indirectos (consumos),
La reforma hacendística más importante del siglo ni la suficiencia en los ingresos. El término de “consumos”
XIX fue la emprendida por Mon-Santillán en 1845, se refiere al conjunto de impuestos indirectos que gravaban
en la Década Moderada, que acabó con el desorden el consumo de la población. La denominación aludía a varias
de la hacienda del Antiguo Régimen, y sentó las figuras impositivas, generando cierta confusión hasta la
bases de una hacienda moderna: simplificación y reforma hacendística de Mon-Santillán. En ese momento se
racionalización del sistema fiscal, además de la creó la Contribución General de Consumos. Era un
extensión a toda la población de los impuestos, lo impuesto general, ordinario e indirecto que gravaba una
que suponía la aplicación del principio liberal de veintena de productos básicos, de “comer, beber y arder”. A
igualdad ante la ley. cada población se le asignaba una cantidad anual que debía
remitir a la hacienda pública
La cantidad se calculaba atendiendo al número de habitantes de cada localidad, entre otros criterios. Pero, además, los
Ayuntamientos estaban autorizados a imponer recargos sobre los productos gravados de hasta un 100%. De esta manera, esta
contribución se convirtió en la principal fuente de ingresos, tanto de la hacienda nacional, como de las locales. Los consumos
generaron muchos problemas por las dificultades para su recaudación, coexistiendo varios procedimientos para hacerlo. Pero la
polémica principal tenía que ver con el hecho de que gravaba productos de primera necesidad, afectando a las clases populares.
Muchas de las revueltas, protestas y motines decimonónicos tuvieron que ver con el deseo de la población de rebajar o suprimir los
consumos, o esta demanda acompañaba a otras de diverso signo, como las que tenían que ver con el sistema de reclutamiento, y
contra la elevación de los precios por la falta de pan y del resto de las subsistencias, dadas las periódicas crisis de subsistencia que aún
en el siglo XIX se daban en España, junto con otras crisis económicas más capitalistas. Los consumos encarecían el precio final de los
productos, pero, además, su recaudación generaba una clara desigualdad, ya que los grandes propietarios y comerciantes podían
zafarse del pago de los consumos gracias al fraude. Por otro lado, se protestaba también porque los intermediarios basaban sus
negocios en el recargo y encarecimiento de los productos básicos.
En relación con la hacienda decimonónica hay que resaltar la creación del presupuesto,
documento en el que el Estado registra las previsiones de ingresos y de gastos, y que se
produjo previamente, en tiempos de Fernando VII. Con el establecimiento del sistema
liberal el presupuesto debía ser aprobado por las Cortes, ya que los ingresos procedían de
las contribuciones de los ciudadanos.
El principal problema de la Hacienda española del siglo XIX fue la insuficiencia de
ingresos, que no alcanzaban para cubrir los gastos del Estado. El presupuesto siempre fue
deficitario. Y como las necesidades del Estado se incrementaron durante el siglo
(especialmente, por las guerras), no quedó más alternativa que emitir deuda pública. Esta
deuda pública se vinculó en el reinado de Isabel II a las desamortizaciones, especialmente
a la de Mendizábal. La deuda pública tuvo una influencia muy negativa en la economía
española, ya que absorbió capital que podía haberse canalizado hacia la economía
productiva.
Fig. IV

03 Fig. V

El sistema
monetario Venu
s
En el reinado de Isabel II, con la reforma
monetaria establecida en 1848, aunque se mantiene
Hasta el siglo XIX el Real ha
al Real como base del sistema monetario, se
sido ininterrumpidamente la
intenta adaptarlo al sistema métrico decimal para
unidad del sistema monetario de
facilitar los cambios internacionales y tratar de
plata.
evitar la continua exportación de la plata
Durante el largo periodo, el
americana.
Real sufrió muchas fluctuaciones
El Ministro de Hacienda Pedro Salaverría para
y alteraciones.
facilitar el comercio con América, con la reforma
monetaria de 1864, sustituyó al Real por el Escudo
de plata (equivalente a 10 Reales o a 1/2 Duro)
como base del sistema monetario.
La Reforma de 1864 apenas se puso en Fig. I
práctica. Durante los años 1866 - 1874 los
billetes del Banco de España y otros
bancos de emisión expresaban su valor en
Escudos, la gran mayoría de los bancos de
emisión mantuvieron su valor en Reales de
vellón.

El Gobierno Provisional, presidido por el


general Serrano, por Decreto de 19 de
Pluto
octubre de 1868 convierte a la Peseta en
moneda nacional.
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Fig. VI Fig. V
II

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