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Mario Agües Mateu

IMPUESTOS
Impuestos
Similar a las tres preguntas clásicas que se ha hecho la especie humana desde el
principio de los tiempos, ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Adónde vamos?, para
comprender de una mejor forma a los impuestos, deberíamos preguntarnos:

¿Que son los impuestos?

¿De donde vienen los impuestos?

¿Para que se utilizan los impuestos?

¿Que son los impuestos?


Según la nueva y simplificada Biblioteca de Alejandría, Internet, un impuesto es un
tributo que se paga al estado para soportar los gastos públicos.
Aunque esta definición es bastante amplia y simple, podemos sacar en claro que
estos impuestos son una cantidad de dinero que cada ciudadano, dependiendo del caso,
otorga al estado, directa o indirectamente, para que este lo administre y, en teoría, asegure
unos servicios que puedan utilizar todos los ciudadanos sin influir cuanto capital han
aportado estos.

¿De donde vienen los impuestos?


No se conoce con exactitud cuando se crearon por primera vez los impuestos en
términos descentralizados, es decir, de un señor a su amo. Pero si conocemos quienes
convirtieron este cobro de impuestos en algo institucional, los romanos, que inventaron el
llamado Aerarium, traducido como ‘’Tesoro publico’’, que no se guardaban en una banca
publica pero casi, ya que se acumulaban en templos, concretamente en el templo de
Saturno ,dios de la agricultura y la cosecha de la mitología romana. Los habitantes romanos
pagaron como primeros impuestos, y por ende posiblemente fueron los primeros de nuestra
historia, el Vectigal y Tributum, y también nacieron en este mismo imperio los impuestos
indirectos con el Centesima Rerum Venalium, que equivalía a un 1% del precio total del
producto.

.Tras la caida del imperio romano, aparecieron grandes reinos y principados


cristianos a lo largo de toda la Europa occidental y como no podía ser de otra manera
trajeron con ellos sus respectivos impuestos. Al ser una época de gran abundancia de
reinos, algunos mas grandes y otros mas pequeños, cada uno de estos tenía unos
impuestos diferentes para sus vasallos, pero se conoce que existían unos contratos de
vasallaje que ataban de cierta forma a los vasallos al territorio real, evitando asi que se
fuesen en busca de impuestos mas bajos, con la promesa de que estos pagos no serían
mucho mas altos que en reinos vecinos.
Tras las unificaciones de reinos y caídas de los reinos feudales, los reyes católicos
de los diferentes reinos hispanos siguieron con la tradición de cobrar unos impuestos,
aunque a raíz de la reconquista de la península y en post de repoblar la ‘’España perdida’’
que dejaban atrás, incitaron a la población a rellenar estos territorios con acuerdos fiscales
como los Fueros de Sepúlveda. Con el paso de los años, en estas zonas se fueron
inventando nuevos impuestos bastante concretos como la Castillería, que obligaba a pagar
un porcentaje de capital por pescar en ríos pertenecientes a la corona, o tasas que han
perdurado hasta nuestros días como el anclaje, que se paga para poder echar el ancla en
los puertos. Aunque los reyes conseguían gran parte de sus riquezas basadas en impuestos
con la Alcabala, siendo una reedición de la centésima romana y siendo un impuesto
indirecto que iba al rededor del 4% aumentando o disminuyendo dependiendo del momento.

Sobre el siglo 16 aproximadamente, durante en reinado del rei Felipe II, se volvieron
a inventar nuevos y curiosos impuestos a raíz de los grandes gastos de la corona, algunos
de estos fueron el Estanco, impuesto a la sal y el tabaco o los almojarifazgos, algo asi como
los aranceles actuales. Con las bancarrotas reales, los reyes Españoles impusieron los
‘’Millones de Castilla’’, que consistían en millones de ducados, la moneda de la época, que
después de ser tomados de los productos agricolas como el vino o el aceite iban dirigidos a
un fondo para pagar la deuda del reino.

En el siglo XVIII, gobernando la Dinastía de los Borbones, se crearon nuevos


impuestos para pagar los desperdicios de la conocida como Guerra de los siete años, este
nuevo impuesto se llamó ‘’impuesto de las Siete Rentillas’’, que se aplicaba a siete
productos (azufre, bermellón, almagre, naipes, lápiz, pólvora y municiones de metal), a los
que posteriormente se les añadiría tanto la nieve como el hielo, utilizados para hacer
perdurar los alimentos.
Todos estos impuestos no se recaudaban por una hacienda central ni nada por el
estilo, sino por contratados que cobraban estos impuestos a cambio de un pago por llevarle
lo recaudado a la administración, algo asi como unos intermediarios.

Tras todos estos siglos, los impuestos se han acabado perfeccionando, o bien para
hacer mas eficiente el gasto del estado o para sacarle mas dinero a la población,
dependiendo de a quien se le pregunte.

¿Para que se utilizan los impuestos?


Como ya hemos dicho antes, los impuestos son utilizados para mantener una serie
de servicios públicos, pero ¿cuales son estos y cuanto se paga por cada uno?

En España, el gasto publico mas grande y con diferencia, por mas de un 20%, es
aquel destinado a la protección y promoción social, en definitiva, aquel usado para pagar las
pensiones de los jubilados y subsidios por desempleo, abarcando este mas de la mitad del
gasto publico anual, un 54,2% dedicado a estos pagos y subsidios de los cuales hay debate
en si son mantenibles o no a largo y medio plazo, ya que algunas personas optan por un
sistema de pensiones de capitalización mientras otras siguen apoyando el actual de reparto.

Tras estos, el grupo de la Actuaciones de carácter general es el que mas gasto


conlleva, poseyendo casi el 30% del gasto publico y siendo dedicado a la administración
pública y al pago de la Deuda emitida del país, superando ya los 100.000 millones de euros
y con una perspectiva ascendente desde 2009.

El tercer gran grupo de gasto son las actuaciones de carácter económico del estado
en industria, energía e infraestructuras añadido a las actividades agricolas y pesqueras.

Todo este gasto y mas que he decidido no nombrar porque sino esto pasa de
comentario a Evangelio nos da un total de 523.441 millones, a comparación de la
recaudación estatal que es un 164.630 millones, una cifra claramente inferior, me deja
dos preguntas. ¿No hay suficientes impuestos en España? o ¿Hay demasiado gasto
publico en España?

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