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Qué es la Cervicalgia y su

Tratamiento?
Dolor Cervical o Cervicalgia
Te voy a explicar esta vez qué es la cervicalgia o dolor cervical, lo que ocurre y por qué.

Qué es la cervicalgia.
Cervicalgia significa dolor en el cuello (cérvix=cuello; algia=dolor). Hasta aquí todo
muy lindo, pero es insuficiente, y sabe a poco, más bien a nada.

Causas del dolor de cervicales


La cervicalgia, o dolor de cuello puede tener muchas causas. En cuanto a
las estructuras, pueden ser de origen muscular, articular, óseo o
neurogénico.

Con respecto a los mecanismos que ocasionan la cervicalgia, nos


encontramos con malas posturas mantenidas en el tiempo, sobre-esfuerzos
o movimientos extremos, traumatismos, accidentes de tráfico (el
tristemente famoso latigazo cervical), o causas más graves como puede ser
la presencia de un tumor (también menos frecuente que las demás).

Cuando la causa es debido a malas posturas mantenidas en el tiempo, por


ejemplo en el trabajo de oficina, una gran opción podría ser el uso de
cojines lumbares para rectificarla sin tener que ser conscientes de ello; es
un hábito muy saludable que puedes implementar, y te cuesta relativamente
poco dinero. Algunos ejemplos son los que te pongo a continuación.

Es decir, que puede ser desde la causa más leve hasta la más compleja;
quizás dormiste en una mala postura de manera prolongada, te pasaste toda la
tarde jugando al CandyCrush con la cabeza flexionada, viste en directo la final
Nadal-Djokovic, hiciste un mal movimiento o esfuerzo, o el imbécil que venía en
el coche detrás del tuyo iba escribiendo por whatsapp mientras conducía. Y
ahora tu cuello inicia el giro en la cadera para poder ver a los lados, pero sobre
todo a uno de ellos (lo que ocurre más habitualmente).

En cuanto a la duración, lo habitual es que dure de dos o tres días a una


semana, sobre todo si es musculoesquelético; en caso de persistir, deberás
acudir a un profesional de la salud, para que te realice pruebas diagnósticas, y
así determinar el origen y tratarlo.

Dónde te Duele
El dolor cervical, además del cuello, puede aparecer en distintas
zonas del cuerpo. En ocasiones puede ser más incisivo en la base
del cráneo, en distintas zonas de la cabeza y la cara, en los hombros,
espalda, y hasta puede llegar a los brazos y manos.

No sólo el dolor es característico de estas circunstancias; debido a las


estructuras circundantes pueden asociarse signos y síntomas como los
mareos, náuseas, sensación de hormigueo a lo largo de los brazos y manos, y
hasta pérdida de fuerza y sensibilidad. Todo esto tiene solución; no debemos
asustarnos.
Tratamiento
Por fin llegamos a lo que realmente te interesa, quitarte ese dolor que tanta
incomodidad te genera. La terapia manual es la respuesta. Pero acompañada
de un pequeño aliado. Tú mismo. Si tú no haces nada, el mundo no va a
conspirar para que ese dolor mejore, o al menos que no recaiga. Las técnicas
de masajes que pueden serte útiles son, entre otras:

• Técnica de punto gatillo


• Manipulaciones vertebrales
• Movilizaciones articulares
• Masaje terapéutico
• Estiramientos

Pero aquí no se acaba la cosa; si no te implicas en los ejercicios que te


prescribe tu terapeuta, puede que el dolor sólo mejore parcial o temporalmente,
y que haya más probabilidad de recaídas, debido a que tus estructuras aún no
están en las mejores condiciones para soportar las cargas a las que
sometemos al cuello de forma diaria. Una o varias sesiones de terapia manual,
asociadas ejercicio físico, más estiramiento, son indispensables para re-
acondicionar las estructuras de tu cuerpo al movimiento correcto que deben
realizar. Es de hecho, el ejercicio físico, la mejor opción a seis meses vista,
comparado con la terapia manual y el tratamiento con anti-inflamatorios.

Conclusión:
El dolor cervical procede de diversas estructuras y mecanismos lesionales.
Puede ocasionarte sólo molestias, o puede llegar a ser invalidante para las
actividades de la vida diaria, generando dolor en estructuras aledañas o en
zonas lejanas. Y en cuanto al tratamiento, la mejor opción es la terapia
manual para aliviar el dolor y el ejercicio para prevenir recaídas. Y no te
preocupes, que no necesitas la movilidad del cuello de un flamenco para aliviar
tu dolor cervical; sólo te hace falta moverte un poco más.

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