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Este ebook ha sido creado por Carlos Antonio Morales Portillo,
y sus derechos pertenecen a CAMP Anestesia SL. CIF:
B19534130. Calle San Antón 70. Granada. Ninguna parte de esta
publicación puede ser reproducida, distribuida o transmitida,
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A mis padres, por inculcarme la
importancia de ayudar la mayor cantidad
de personas que pudiese en la vida
INDICE
1. Introducción
2. Quién soy yo
13. ¿Y qué hago si el dolor me impide hacer los ejercicios o llevar una
vida normal?
14. Contacto
15. Agradecimientos
16. Bibliografía
1. Introducción:
En los años 90, los médicos que atendían a un paciente con una lumbalgia le
recomendaban el reposo absoluto en cama hasta que desapareciera el dolor. Lo
hacían así porque empíricamente observaron que el dolor lumbar, al ser un dolor
mecánico, mejora inicialmente con el reposo y la inactividad.
La recomendación de hacer reposo para controlar el dolor de espalda tiene
una serie de consecuencias negativas para la salud y la progresión del dolor.
Hacer reposo conlleva reducir las actividades que realizas al mínimo. Sin entrar en la
perdida de horas laborales y la pérdida económica y de valor que conllevan para ti y
la sociedad; también se reducirán tus actividades sociales y las actividades que te
resultan placenteras. El aburrimiento hará que sea más fácil que focalizases la
atención en el dolor. Esto de por sí baja el umbral al cual el dolor se percibe. Es curioso,
pero el dolor es el único estímulo que el cerebro no suprime cuando se percibe por
un tiempo prolongado. El contrario de otros estímulos, como la percepción de la luz o
la temperatura, en el que si nos exponemos el tiempo suficiente nos acabamos
“acostumbrando”. Con el dolor no ocurre esto.
Si el dolor es intenso o se prolonga durante mucho tiempo, tiende a hacerse
cada vez más intenso por un aumento en la percepción del estímulo
doloroso en el cerebro, en un proceso que se denomina sensibilización
central, hasta llegar a cronificarse.
Focalizarse en el dolor provoca conductas de evitación al dolor y la tendencia posturas
antiálgicas (posiciones que evitan el dolor, pero en las que el cuerpo no está
equilibrado, y que por tanto sobrecarga otras zonas). Además, produce miedo y
estados emocionales negativos y catastrofismo.
4. Cómo vencer el miedo al dolor
Para prevenir esto debes mantenerte activo y hacer ejercicio. Es posible que pienses
que el deporte no va conmigo. Yo pensaba igual. Siempre fui el último alumno en las
pruebas físicas del colegio. Mi interés por el ejercicio era nulo y lo consideraba un
“castigo” solo necesario para mantener el peso. En la facultad conseguí adelgazar y
empecé a correr un par de días a la semana durante 20 minutos. Pensaba que con eso
podía considerar que ya me encontraba en forma. No funcionó y volví a ganar casi
todo el peso que había conseguido perder. Hoy me doy cuenta de que uno de los
errores que cometí fue que no hice ningún tipo de ejercicio de musculación, lo que
hacía que bajara de peso a costa de masa magra (perdiendo masa muscular).
Hoy en día me siento mucho más en forma y controlo mucho mejor mi peso,
combinando 2 o 3 sesiones de ejercicios de musculación (pesas, bodypump,
suspensión-TRX, crossfit…) con 1 o 2 sesiones de cardio a la semana. Creo que es la
combinación de ambos tipos de ejercicios es fundamental para mantener tu masa
muscular, y la mineralización de los huesos, evitando en la medida de lo posible la
sobrecarga y el desgaste de la columna.
7. El músculo, tu mayor aliado a la hora de
mantener la salud de tu espalda
El músculo, o mejor dicho la masa magra (todo el peso que no es grasa) es la mayor
garantía que puede mantener una persona para su “jubilación” hablando desde el
punto de vista de la salud. Por eso, es muy importante no perderlo. Si haces solo
ejercicio aeróbico-cardiovascular (caminar, correr o nadar suave, elíptica…), no
ganarás masa muscular e incluso la perderás.
Pero puedes decirme… “Dr. Morales, mi médico me recomendó andar y yo ya lo hago
a diario”. Este sería el segundo error más frecuente que cometemos los médicos
cuando tenemos un paciente con dolor lumbar delante; recomendar solo el ejercicio
aeróbico o cardio.
El cuerpo se adapta a lo que tú le pides. Piensa en el físico que tiene un corredor de
maratón, su cuerpo se ha adaptado para este tipo de ejercicio que es 100% cardio,
prescindiendo de todo el peso posible. Por eso, tiene esa composición corporal con
poca masa muscular.
Es importante mantener algún tipo de ejercicio aeróbico, por sus beneficios
desde el punto de vista cardiovascular, pero este tipo de ejercicios deben
compaginarse o alternarse con otro tipo de ejercicio diferente, el ejercicio
de carga, o musculación.
Los ejercicios de carga que más ventajas han demostrado para pacientes con lesiones
son los ejercicios isométricos, que son ejercicios en el que se mantener una posición
estática, donde la articulación y el músculo no se mueven pero que exigen una
contracción constante del músculo.
Está comprobado que los ejercicios isométricos reducen el dolor aun en
personas de más de 60 años,
Los ejercicios isométricos son excelentes para ayudar a fortalecerse la espalda si estás
recuperándote de una lesión, ya que no agregan estrés en tus articulaciones. Es por
eso que la mayoría de ejercicios que te propondré serán de este tipo. Los puedes
distinguir del resto de ejercicios concéntricos-excéntricos porque no se detalla un
número de repeticiones, sino una duración en segundos del ejercicio. Intenta
progresar con tu entrenamiento isométrico. Una vez que estés acostumbrado a un
movimiento, intenta aumentar el rango de movimiento o la resistencia (por ejemplo,
agregando algo de peso) para aumentar los beneficios del entrenamiento.
Para no perder masa muscular es importante que evites otro error muy frecuente en
pacientes que tienen lumbalgia: el uso de faja. La faja lumbar solo está indicada si
existe una fractura vertebral o una inestabilidad en la columna.
No deberías usar faja si tu médico no le ha dicho explícitamente que lo haga,
pues te arriesgas a que los músculos de la espalda se atrofien.
Si usa faja, limítela al mínimo tiempo posible y solo cuando haga actividades de mucho
esfuerzo. Si has usado faja durante mucho tiempo, no es conveniente que dejes de
usarla de golpe. Puedes limitarla poco a poco y apoyarte en programas de fisioterapia
con electroestimulación muscular, para que le ayuden a recuperar la masa muscular.
8. PLAN DE EJERCICIOS ESPALDA SANA
Series: 3 Repeticiones: 6
EJERCICIO 2
Descripción: elevar la parte superior del
tronco hasta despegar las escápulas del
suelo, mantener esta posición durante 3
segundos y volver a la posición inicial.
Series: 3 Repeticiones: 8
EJERCICIO 3
Descripción: flexionar la columna y el cuello
llevando la barbilla hacia el pecho, formando
un arco hacia arriba y mantener la posición
durante 5 segundos.
Extender la columna y el cuello elevando la
barbilla, formando un arco hacia abajo y
mantener la posición durante 5 segundos.
EJERCICIO 2
Series: 3 Repeticiones: 5
EJERCICIO 3
EJERCICIO 2
Series: 3 Repeticiones: 8
EJERCICIO 3
Series: 3 Repeticiones: 8
EJERCICIO 2
Series: 3 Repeticiones: 5
EJERCICIO 3
Series: 3 Repeticiones: 2
EJERCICIO 2
Series: 3 Repeticiones: 3
EJERCICIO 3
Descripción: flexionar una rodilla y
abrazarla con ambos brazos empujándola
hacia el pecho mientras la otra pierna se
mantiene estirada. Mantener esta posición
durante 15-30 segundos y volver a la
posición inicial. Repetir con la otra pierna.
Series: 3 Repeticiones: 12
EJERCICIO 2
Series: 3 Repeticiones: 12
EJERCICIO 2
Series: 3 Repeticiones: 12
Sin embargo, a la hora de adoptar una rutina de ejercicios debes prestar mucha
atención a la técnica, para ejecutarlos de manera correcta y evitar la posibilidad de
lesiones.
Es posible que uno o dos días después de la rutina de ejercicio se presenten dolores
musculares en la parte baja de la espalda. Si se trata de un dolor leve-moderado lo
más seguro es que no sean más que “agujetas”, y no debes de dejar de hacer los
ejercicios necesariamente por este motivo.
El Yoga es considerado una de las prácticas milenarias más beneficiosas para el cuerpo
y mente, ya que esta disciplina conecta el cuerpo, la mente y la respiración para lograr
una completa relajación a través de posturas físicas y ejercicios de respiración,
incluyendo la meditación.
Hay estudios que defienden que practicar esta técnica ayuda considerablemente a
disminuir el dolor de los pacientes con lumbalgia crónica y aliviar la tensión muscular.
Lo más importante a la hora de nadar, es aplicar una buena técnica: si nunca has ido
a una piscina a nadar debes pedir supervisión para aprender la forma de nadar
adecuadamente y evitar malos gestos con las consecuentes lesiones. Lo normal es
que al principio necesites material de apoyo en forma de tablas o boyas de flotación.
También hay que considerar los estilos de ejercicio que se realicen, ya que hay estilos
de natación que no son aconsejables para la espalda, como es el caso del estilo
mariposa. En cuanto a los estilos más recomendados para la espalda, se encuentran
los estilos “Croll” y “De espalda”, que evitan forzar la columna.
13. ¿Y qué hago si el dolor me impide hacer los
ejercicios, y no puedo llevar una vida normal?
Ahí entra la parte a la que yo me dedico. Como te dije, soy médico anestesista de la
unidad del dolor y me encargo de controlar el dolor con tratamientos dirigidos a la
diana del problema. A veces usamos fármacos especiales, pero preferimos usar
técnicas intervencionistas antes de que el paciente tenga que tomar medicación de
forma mantenida, siempre que sea posible.
Contamos con tratamientos específicos para problema; sería muy largo enumerar las
diferentes técnicas, bloqueos y radiofrecuencias que hacemos. Con estas terapias
podemos controlar el dolor para que reinicies tu actividad habitual con el mínimo
dolor posible.
Si tu dolor es intenso o no ha respondido a las medidas convencionales, los
nuevos tratamientos de la unidad del dolor te ayudarán a superar el dolor
En la mayoría de ocasiones, estas técnicas específicas suponen un gran alivio. No
obstante, es necesario que como paciente te impliques e intentes mantener o mejorar
tu nivel de actividad y tus estilos de vida. Por eso te animo a que hagas los ejercicios
y sigas los consejos que aparecen en este e-book.
Cómo las técnicas percutáneas para el manejo del dolor aceleran y mejoran el
pronostico en pacientes con dolor lumbar
¡Te deseo lo mejor y te animo a progresar!
Seguimos en contacto
Te doy la enhorabuena de haber llegado hasta aquí y haber decidido
emprender un cambio en tu vida que mejore la salud de tu espalda.
Al descargar el e-book activarás una suscripción gratuita a mi newsletter, y te
llegarán más artículos por correo electrónico. Son consejos relacionados con la
salud, prevención y tratamiento de los problemas de columna, así como otros
temas que me dedico a tratar en la Unidad del Dolor.
Este contenido normalmente estará disponible en mi página web
doctorcarlosmorales.com, pero a veces los artículos que publico son
exclusivos para mis suscriptores de email.
La mayoría de la gente no conoce como prevenir y tratar correctamente el
dolor lumbar, ni la existencia de las Unidades del Dolor, así que te agradecerán
si compartes este e-book con ellos. Seguro que te viene a la mente alguien al
que te gustaría regalar esta guía, es fácil, solo tienes que compartirle este
enlace.
15. Agradecimientos
Dahm KT, Brurberg KG, Jamtvedt G, Hagen KB. Advice to rest in bed versus advice to stay
active for acute low-back pain and sciatica. Cochrane Database Syst Rev. 2010 Jun
16;(6):CD007612. doi: 10.1002/14651858.CD007612.pub2. PMID: 20556780. ARTICULO
M. Seguí Díaza, J. Gérvas. El dolor lumbar. Revista Medicina de Familia. SEMERGEN Vol. 28.
Núm. 1. páginas 21-41 (Enero 2002). ARTÍCULO
Green DA, Scott JPR. Spinal Health during Unloading and Reloading Associated with
Spaceflight. Front Physiol. 2018 Jan 18;8:1126. doi: 10.3389/fphys.2017.01126. PMID:
29403389; PMCID: PMC5778142. ARTÍCULO
Hides, Julie A., et al. “Small Multifidus Muscle Size Predicts Football Injuries.” Orthopaedic
Journal of Sports Medicine, June 2014, doi:10.1177/2325967114537588. ARTÍCULO
Lemley KJ, Drewek B, Hunter SK, Hoeger Bement MK. Pain relief after isometric exercise is
not task-dependent in older men and women. Med Sci Sports Exerc. 2014 Jan;46(1):185-91.
doi: 10.1249/MSS.0b013e3182a05de8. PMID: 23793233. ARTÍCULO
Patel, Vikram & Wasserman, Ronald & Imani, Farnad. (2015). Interventional Therapies for
Chronic Low Back Pain: A Focused Review (Efficacy and Outcomes). Anesthesiology and Pain
Medicine. 5. 10.5812/aapm.29716. ARTICULO
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Los ejercicios contenidos en este libro son los recomendados
por la Sociedad Española de Medicina Física y Rehabilitación
(SERMEF), y se han adaptado siguiendo las recomendaciones de
facultativos en ciencias de actividad física, entendiendo que
pueden realizarse de forma autónoma por cualquier paciente
con independencia de su edad y estado físico. No obstante,
deben realizarse con precaución si sufres alguna lesión en la
espalda. Si algún ejercicio produce dolor no es aconsejable que
lo hagas. Tú, como paciente, eres responsable de controlar tu
progreso y evitar realizar los ejercicios de forma incorrecta para
evitar cualquier riesgo de lesión, y de asesorarte por un
profesional si lo consideras necesario.