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Guia juridico-practica de la navegacion de recreo UNIVERSIDAD BE GRANADA ONO) oss ieee) earn eal mE) Universidad de Deusto, periodista y et RM NN ROS el mar y colabora asiduamente con el diario Area. Productor y editor ha Uae] Om ON ke eA ed MAA elon Teen Lay Catedratico EU de Derecho UT eel eRe ROLLA Collette amen Ta SCO U NACL Noy em Oe eel TT eM RO SL Ce LCM ela le UN ee rae Teaco JIMENEZ Soto CO Umea MP TaLe) UT een ROTEL) de Granada. Ex vicepresidente del Tn eae Me ral EO eg tem ea TE Talo Maria ASUNCION Torres LOPEZ OU MULE a eg aed Te ele ARO CELE Tc LT eee Ce Rea NMS U Reval een Rak aaa UT eee Ce ROTC) Mee Pena le RN eee Misuet Ancet Espo ear RUN aL aE PICS GIT ALOn Utz et) OTe RUN ea Ae CAT ee Teale M nd teal A eR ROLE Meee Guia juridico-practica de la navegacion de recreo Director y coordinador Pipe Sarmiento Rafael Barranco Vela Estanislao Arana Miguel Angel Espejo Ignacio Jiménez Soto Marfa Piedad Lazuen Daniel Sarmiento Ramirez-Escudero Marfa Asuncién Torres EDITORIAL JUVENTUD, S. A. Barcelona Este trabajo ha sido realizado en el marco del grupo de investigacion de la Junta de Andalucfa [Derecho y Bienestar Social] SEU-169 Queda rigurosamente probibida, sin la autorizacién escrita de los ttulares del copyright, bajo ls sanciones establecidas por as leyes, la reproduccién parcial o total de esta obra por cualquier medio 0 procedimiento, comprendidos la reprografa y el tratamiento informitico, yy la dstribucién de ejemplares mediante alquiler o préstamo pablicos. © 2001 Pipe Sarmiento. Quiero hacer constar que los derechos de autor generados por la venta de esta obra, ¥y que pertenecen a los diferentes autores que participamos en ella, se dedicarin en su totalidad al fomento del Derecho Administrative del mar. © EDITORIAL JUVENTUD, S. A. 2001 Provenga, 101 - 08029 Barcelona e-mail: editorialjuventud@retemail.es www.editorialjuventud.es Primera edicién, 2001 Depdsito legal: B. 32.862-2001 ISBN 84-261-3199-9 Naim, de edicién de E. J. 9.964 Impreso en Espaiia - Printed in Spain Carvigraf, / Cot 31, Ripollet (Barcelona) INDICE INTRODUCCION, 9 EN LA PRACTICA DEL NAVEGANTE, 11 AGRADECIMIENTOS, 15 Capitulo 1 (CUESTIONES JURIDICO-CIVILES SOBRE LA TITULARIDAD DE UNA EMBARCACION DE RECREO, 17 El contrato de compraventa de una embarcacién de recreo, 21 La venta a plazos de una embarcacién de recreo, 35 Formalidades administrativas a cumplir en la compraventa de una embarcacién de recreo, 38 (Otras formas de adquisicién de la propiedad de una embarcacién de recreo, 40 Laherencia, 40 La donacién, 45 Formalidades administrativas a cumplir en caso de adquiri por herencia © donacién una embarcacién de recteo, 49 La copropiedad de una embarcacién de recreo, 49 Régimen de la copropiedad en el Cédigo Civi La hipoteca de una embarcacién de reereo, 51 Anexo, 55 Capitulo 2 EL ARRENDAMIENTO DE UNA EMBARCACION DE RECREO, 57 El arrendamiento dle embarcaciones de recreo para actividades martimasturistico-deportivas como negocio, Autorizaciones administrativas necesarias para el ejercicio de la actividad, 62 Anexo legislativo, 69 Capitulo 3 LA RESPONSABILIDAD PENAL EN LA NAVEGACION DE RECREO, 71 Cuestiones generales y de interés, 76 Delitos que afectan a la navegacién deportiva, 79 Anexo legislativo, 82 Capitulo 4 RESPONSABILIDADES POR LA PROPIEDAD Y EL USO DE UNA EMBARCACION DE RECREO, 91 La responsabilidad civil del piloto de una embarcacién de recreo, 93 Anexo jurisprudencial, 101 Capitulo 5 ALGUNOS CONTRATOS ESPECIALES PARA LAS EMBARCACIONES DE RECREO, 113 ‘Algunas sentencias sobre amarres, 115 El contrato de disefio de una embarcacién de recreo, 116 El contrato de construccién de una embarcacién de recreo, 118 ‘Normas administrativas de aplicacién para la tramitacién de los expedientes de autorizacién de construcci6n y matricula provisional de las embarcaciones de recreo, 120 Normas administraivas reguladoras de los requisitos de seguridad de aplicacién al disefio y construccién de las embarcaciones de reereo, 124 El contrato de amarre de una embarcacién, 124 Anexo legislative, 127 Anexos, 146 6 indice Capitulo 6 EL SEGURO OBLIGATORIO EN UNA EMBARCACION DE RECREO, 149 Qué modalidades de seguros existen en la actividad deportiva?, 153 2Qué es el seguro de proteccién al deportista2, 153 2Qué es el seguro de responsabilidad civil?, 155 Qué se entiende por siniestro?, 158 2En qué consiste la suma asegurada?, 159 2Qué embarcaciones estin obligadas a suscribir este seguro?, 160 ‘A titulo de conclusién: :Cuales son los seguros obligatorios en las actividades que se realizan cen las embarcaciones deportivas 0 de recreo?, 161 Qué sucede si se navega sin seguro?, 161 Anexo legislative, 162 Capitulo 7 EL DERECHO A PILOTAR UNA EMBARCACION DE RECREO. TITULOS PARA SU GOBIERNO, 163 {Qué son las titulaciones néuticas?, 167 2Qué tipo de titulaciones existen?, 167 {Cuil es el regimen juridico de las titulaciones de recreo?, 168 Titulaciones nduticas de recreo, 170 {Pueden conceder autorizaciones las federaciones deportivas?, 172 Se puede navegar sin titulo?, 172 {Cémo se obtiene el titulo?, 173 {Qué sucede con'las titulaciones anteriores?, 177 {Qué competencia tienen las administraciones en las titulaciones néuticas?, 178 ‘Anexo legislative, 180 Capitulo 8 LA ORGANIZACION ADMINISTRATIVA MARITIMA EN ESPANA. DOCUMENTOS ADMINISTRATIVOS NECESARIOS, 181 Qué administraciones piblicas tienen en Espafia competencia sobre la navegacion de recreo?, 185 2Cuil es el concepto de embarcacién de recreo para el derecho?, 186 2Qué organos dentro de la Administracién del Estado ejercen las competencias concretas sobre la navegacién de recteo, 186 Documentos administrativos necesarios para la navegacién de recreo, 190 Registro, abanderamiento y matriculacién de embarcaciones de recreo, 190 El certificado de navegabilidad, 196 El despacho de buques, 198, Régimen juridico especial por el que se regula el trifico de las embarcaciones de alta velocidad, 200 Normas de seguridad en el mar obligatorias para el manejo de las motos niuticas, 206 Anexo legislative, 207 Capitulo 9 Las ITB 0 ITV NAUTICAS, 209 Capitulo 10 LA SOCIEDAD ESTATAL DE SALVAMENTO Y SEGURIDAD MARITIMA, 217 {Qué es y qué funciones tiene la sociedad estatal de salvameento y seguridad maritima?, 220 2De qué servicios dispone Salvamento Maritimo y cual es su organizacion?, 221 indice = 7 Capitulo 11 LAS TELECOMUNICACIONES MARITIMAS, 225 Introduccién, 227 Términos, 228 Servicio mévil maritimo, 228, Servicio mévil maritimo por satélite, 229 Nomenclatura de las bandas de frecuencias y de las longitudes de onda empleadas en la radiocomunicaciones, 230 Infraestructura dedicadas al servicio mévil maritimo, 230 Servicios, frecuencias y normas de uso, 231 Comunicaciones de socorro y seguridad, 231 Mensajes a emitir por radiotelefonia, 232 Comunicaciones de socorro y seguridad en el SMSSM, 234 Seitales de radiobalizas de localizacién de siniestros y sefales de radiobalizas de localizacién de siniestros por satélite, 237 Servicios especiales relativos a la seguridad: mensajes meteoroldgicos, 237 Servicio de recreo u ocio: banda citudadana C-27, 239 ‘Anexos, 242 Capitulo 12 LA RESPONSABILIDAD PENAL EN LA NAVEGACION DE RECREO, 245 Anexo, 251 Capitulo 13 EL SALVAMENTO EN LA MAR DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL DERECHO, 253 Cuestiones generales, 256 Anexo legislative, 263 Capitulo 14 EL ABORDAJE, 267 Consideraciones generales, 272 Los abordajes en el Derecho Civil, 272 Los abordajes en el Derecho Penal, 277 Los abordajes en el Derecho Internacional, 279 ‘Anexo, 280 Capitulo 15 ‘TRIBUTACION DE LAS EMBARCACIONES DE RECREO, 281 Aspectos mis importantes, 283 Quiero comprar un barco nuevo: :Qué debo hacer? :Q Quiero comprar un barco usado: ;Qué debo hacer? Anexo legislative, 286 Anexo, 287 epercusiones tiene en el orden fiscal?, 283 ué repercusiones tiene en el orden fiscal?, 285 Capitulo 16 REGIMEN DE POLICIA Y DERECHO SANCIONADOR, 291 2Qué es una infraccién administrativa en el Ambito de las embarcaciones de recreo?, 295 ¢Cuiles son las infracciones mas comunes en la niutica deportiva o de recreo?, 295 Iniciacién del proceso administrativo sancionador, 297 Instruccién del procedimiento administrativo sancionador, 298 8 indice Resolucién del procedimiento administrative sancionador, 299 Anexo legislativo, 300 Anexos, 301 Capitulo 17 EL DERECHO DEPORTIVO EN LA MAR, 309 2Qué es el Derecho deportivo?, 313 2Quignes son los sujetos del Derecho deportivo?, 315 or qué es importante federarse?, 318 {Cuil es el régimen de una regata oficial?, 320 {Qué podemos hacer cuando hay una disputa con la federacién?, 322 ‘Anexo legislative, 323, Capitulo 18 LOS HALLAZGOS EN LA MAR. LA APLICACIOON DE LA LEGISLACION DE PATRIMONIO HISTORICO, 327 Hallazgos y extracciones, 330 Capitulo 19 LOS PUERTOS DE RECREO, 339 Anexo legislative, 345 Capitulo 20 OTRAS CUESTIONES DE INTERES, 347 Banderas, 348 Conceptos de mar, 350 Polizones, 352 Contrabando, 353 Declatacién de fallecimiento, 353 Casos de guerra o maniobras. Derecho de visitas, 354 Pesca de recreo y deportiva, 356 Scfalizacién maritima, 358 La pirateria, 358 CONCLUSION FINAL, 361 INTRODUCCION Cuantas veces nos habremos preguntado los que hacemos de la mar nuestra diversi6n, por qué las nor- ‘mas juridicas aplicadas a la navegacién de recreo no se unificaban en un solo libro que pudieran com- render los sufridos destinatarios de dichas normas. En general, los textos legales aplicados a la mar se suelen redactar desde la perspectiva de los hombres de leyes, por eso, nuestro empefio era hacer un libro sencillo y practico escrito desde la perspectiva del navegante pero con el apoyo cientifico de un impor- tante equipo de juristas, que le diera el necesario rigor para que no naufragdramos dos veces: primero Por un descuido; y luego cuando debieramos enfrentarnos a la verdadera tormenta juridica y legal que Nos pudiera caer encima. Mi triple condicién de hombre de leyes, mar y letras —aunque tengo mucho més de lo segundo que de todo lo demas— no me permitia la petulancia de pensar que podfa acometer un trabajo como éste sin la ayuda de los sufridos profesionales del derecho, muchas veces victimas de los poderes piiblicos a la hora de disefiar las normas en las que nos debemos mover las gentes del agua, ssin que por regla general se les dé la oportunidad de contrastar el frio mundo legal con el ms célido espa- cio de la casuistica y la experiencia vivida, Este libro ha de ser el vinculo de unién fécil pero rigurosa entre las gentes de la mar y el mundo del derecho. Mejor ain silograsemos también embarcar a nuestros juristas en el apasionante mundo de la mar y, para cuando les tocara legislar al respecto, recordaran las recomendaciones y Consejos de los que sabemos las cosas de la mar por haberlas padecido. Los marinos solemos pensar que, al final, en nues- tro mundo de agua no suele haber més ley que la que la mar acaba imponiendo. De esta manera, cercana pero rigurosa, vamos a tratar de responder a todas esas preguntas que os hacéis desde el momento que uno toma la seria y trascendental decisi6n de comprar una embarcacién, ‘ea del tipo que sea, Para conseguir nuestro propésito, aportaremos casos précticos, al igual que sencillos Contratos tipo para que os hagas una ligera idea de cémo deben estructurarse los problemas legales refe- rentes a nuestra relacién con la mar, en qué partes debemos poner el énfasis y cual debe ser nuestro ‘somero conacimiento del derecho aplicado a la navegacién de recreo. Pero también voy a dar la opinién del hombre de mar que ha comprado barcos, y que tras dichas transacciones, le han surgido muchos proble- ‘mas que no se contemplaban en los largos contratos jurfdicos de los que se habia hecho uso, La hemos querido llamar Gula vuridico-Préctica de la Navegacién de Recreo. Y decimos de recreoen lugar de deportiva de forma consciente, pues pensamos que la denominacién deportiva no se ajusta al espiritu de toda la gente que se hace a la mar. Somos muchos més los que nos dedicamos a vagabundear entre las olas, pasamos las vacaciones en nuestro barco o simplemente navegamos sin que nos impor- te demasiado el concepto deportivo de nuestras singladuras. Es verdad que hacerse a la mar es un buen ejercicio para el cuerpo, puede ser parecido a conducir un vehiculo, y nunca hemos llamado conducir deportivamente a desplazarnos de un lugar a otro con nuestro coche. Esa palabra la hemos reservado para cuando se entra en competicidn. Y es ése uno de los aspectos semanticos que ha ocasionado la Confusién con la que siempre se ha tratado todo lo relacionado con la mavegaci6n de recreo. Los franceses 10 Pipe Sarmiento utilizan una palabra mas adecuada para referirse a este tipo de navegacién; lo llaman plaisancier, que serfa «navegar por placer». Es una buena definicién para lo que perseguimos la mayoria de las gentes que nos hacemos a la mar de forma voluntaria y no remunerada. En un pais como el nuestro, en el que el nimero de practicantes de la ndutica de recreo tiene ten- dencia a ir en aumento —pero que no ha hecho ms que empezar a acercarse al nivel de los paises de nues- tro entorno-, es suiamente importante contar con un libro sencillo y riguroso que trate de los proble~ mas més comunes que los aficionados a a mar podamos encontrar. Vaya pues esta obra para todos los que utilizan la mar como fuente de placer, descanso € inspiracién. EN LA PRACTICA DEL NAVEGANTE Una mafiana soleada, de esas que levantan el dnimo y nos incitan a ser mAs osados, David y Maria dec- den hacerse a la mar en la embarcacién que acaban de comprar. Todavia no mantienen muy buena rela- cién con ella debido a la cantidad de cosas que atin ignoran, a pesar de que David ha lefdo los libros de instrucciones con suma atencién. Ha dedicado tardes enteras a comprender los entresijos de esa pieza necesaria y maligna al mismo tiempo que es el motor de un barco; bujias, chavetas, delcos y otras pala- brejas ms se van convirtiendo en términos un poco mas cercanos, aunque nunca familiares, como tra- ta de convencerle el autor del librito de instrucciones. El barco tiene ocho metros de eslora y veinticinco caballos de potencia, lo que le permite navegar a més de veinte nudos. Y aunque en principio nuestro protagonista no piensa pasar de los diez nudos, espera que pronto, cuando pase el examen del titulo ndutico necesario para llevar este tipo de embar- caciones, estard preparado para meter el acelerador a fondo y volar sobre esa superficie arrugada en {a que, segtin le han dicho, siempre hay que ir con todos los sentidos alerta. Maria no esté muy conforme con la actitud de su marido, pues piensa que para hacerse a la mar pri- mero hay que tener un titulo que acredite los conocimientos; luego, ya vendrd el ir conociendo mejor la embarcacién y asi ganarse uno la condicién de marino. No quiere embarcarse con é! hasta que no ten- 92 el titulo. Las dotes de conviccién de David, unidas a la posibilidad de coger un tono més tostado que Sus amigas, por recibir los rayos del sol sin los agobios de una playa concurrida, le incitaron a pasar Por alto algunas de sus condiciones. —Tampoco tenemos la documentacién del barco —le dice. —éC6mo que no? Si tengo la factura —le responde él. ~Pero a mime han dicho que hay que sacar unos papeles para poder navegar. Bueno, claro, ya los esté haciendo la gestoria, :Y no podemos tener problemas? ~Sélo si nos para una patrullera; pero por aqui no hay ninguna. —Me da miedo —dice ella~, ademés, y para colmo, tampoco hemos hecho un seguro. —No hace falta; pregiintaselo a tu hermano que lleva tiempo navegando —le responde David mientras ‘se dispone a arrancar el motor. “No sé. Ya verds, como pase algo... -insiste Maria. —Oye, que hemos venido a pasarlo bien. No me amargues el estreno del barco ~increpa David a su mujer quien decide tumbarse en popa y permanecer callada. Tras largar amarras, se hacen a la mar. Un levante fastidioso ha provocado que la superficie de la mar no esté todo lo placida que a ellos les hubiese gustado, por lo que deciden navegar cerca de la cos- tae ira recalar a una playa en la que generalmente suele haber Poca gente. David mira con atencién cada uno de los mandos y marcadores de su flamante nave, al tiempo que, con el rabillo del ojo, con- trola si cae un chorrito de agua por la parte posterior de! motor, «Es lo mas importante a recordar 12 Pipe Sarmiento “le habia dicho su cufiado y un vido vendedor, que lo mismo hacia transacciones de barcos que le endilgaba un tractor americano a un sufrido agricultor-. Se trata de la refrigeracién —le habfa insisti- do después de cobrar el millén y medio de pesetas que Maria y David habian pagado por su barco. No tenéis que pagar matriculacin, es un barco muy pequefio.» El que hubiese financiado la mitad a base de unas letras que le pasarian al cobro mensualmente, no disminufa en absoluto su orgullo de propie- tario, Ademés, le dijo a Maria que en el caso de que algo no funcionase darfa al banco orden de devol- ver la letra. A medida que se acercan a la franja de arena que ya distinguen con claridad a proa, advierten la linea de boyas amarillas que hay a casi todo lo largo de ella, -7Qué es eso? —pregunta Maria. ~Algin idiota que esté pescando cerca de la costa —le responde nuestro intrépido hombre de mar. ~gNo estén demasiado cerca? Qué va —niega David con rotundidad-. Cada vez se acercan més a la costa ~comenta-. Se conoce que ya han acabado con los pescados de alta mar y ahora tienen que venir a esquilmar los pocos que hay por aqut. En ese momento, la embarcacién se detiene de improviso. El motor ratea dos veces antes de pararse. “ZY ahora qué pasa? pregunta Maria. =No lo sé -le responde David al tiempo que salta junto al motor. La verdad es que no sabe por dénde empezar. Mira el artilugio de propulsién con la misma naturali- dad que lo hari si se dirigiera a una complicada pieza de ingenieria. Las palabras bujla, chaveta y otras le vienen de nuevo a la cabeza de forma desordenada. {Lo arreglarés, verdad? —le increpa Marfa desde su confortable asiento. David no le contesta y tiene la feliz ocurrencia de levantar el motor con un bot6n que le cuesta mucho encontrar, pero asf da con la causa de la averfa: una red terminada en una pequefia boya ha sido la culpable de sus desgracias. La suelta con facilidad y prosigue su marcha tras proferir varios. juramentos. David no sabe qué hacer ante las boyas amarillas que, précticamente, cierran la entrada a la playa. Asi que acelera, pensando que podré pasar entre ellas, pero el barco se vuelve incontrola- ble y se precipita hacia la arena. El impacto que produce es atraz: una nube de polvo se eleva sobre la nave. Unos gritos desesperados salen de sus cercanfas. Aterrado, David asoma la cabeza por la borda y ve el cuerpo de una mujer atrapado bajo su quilla; de alli provienen los desgarradores gritos que escucha. Habéis podido comprobar que una placida salida a la mar puede convertirse en un verdadero tormento sino cumplimos las reglas, tomamos unas elementales precauciones y nos molestamos en saber unos cuantos principios basicos sobre derechos y obligaciones en la mar. Del caso que pongo de ejemplo, pueden deducirse varios hechos punibles, 0 lo que es lo mismo, que merecen una sancién, tanto desde el punto de vista administrative como del Derecho civil y penal. Ade- Introduccién 13, més, algunos de los derechos, por ejemplo, en la péliza de seguro que obligatoriamente deberia haber suscrito nuestro imprudente marino, no serfan cubiertos, al haber tomado el mando de una embarcacién sin la correspondiente autorizacién administrativa que le facultara para ello. Y algo de por si grave, sancionado con una multa elevada y el pago de cuantiosas indemnizaciones, puede llegar a convertirse en el ingreso en prisién si, como en este caso, herimos a alguien; no digo ya si le provocamos la muerte. El homicidio por imprudencia est basado justamente en ese acto no bus- cado pero que se origina por una conducta imprudente, como es el hecho de hacerse a la mar sin los cono- cimientos elementales sobre lo que significan las sefiales a modo de boyas que las administracio- nes suelen situar en las playas en las épocas estivales. Pero, si ademds no tenemos los permisos del bar- co ni cumplimos las normas sobre navegacién que le corresponden, agravamos mucho mas nuestra situacién. Por eso, ya véis que este libro puede ayudaros a disfrutar de la mar con mayor seguridad, pues los autores estamos convencidos de que unos elementales conocimientos sobre derecho son el principal y primer pertrecho que debéis llevar a bordo antes de haceros a la mar. A lo largo de esta obra, y segtin tratemos sus diferentes capitulos, iremos analizando supuestos practicos que pueden darse, para que el complicado mundo del derecho se os haga un poco mas senci- Ilo: los llamaremos «EN LA PRACTICA DEL NAVEGANTE». ‘Aunque los eminentes juristas que honran con sus trabajos las paginas de este libro se han esfor- izar exposiciones y terminologias apropiadas para los que son ajenos al mundo del derecho, comprobaréis que, si alguno de vosotros quiere profundizar en los aspectos legales relacionados con nuestra diversi6n favorita, también puede hacerlo. Y dicho esto, vamos a analizar los actos juridicos que realiza una persona desde que decide comprar una embarcaci6n. También, cmo debemos actuar en materia de tesoros submarinos y medio ambiente. O nuestra relacién con la Marina Mercante y el Servicio de Salvamento Maritimo Espafiol. AGRADECIMIENTOS Este libro no hubiera sido posible sin la colaboracién de un grupo de experts juristas que, a pesar de su dedicacién exclusiva al derecho, atin encuentran tiempo para atender a quienes hemos adquirido el com- promiso voluntario de ayudar a que la ndutica de recreo se vaya tomando mas en serio. Por eso, que se hayan tomado este libro con el entusiasmo con que lo han hecho, es un lujo impagable. Y si ademas manifiestan Que su trabajo en la Guia Juridico-Préctica de la Navegacién de Recreo es una forma de devolver a la socie- dad lo que de ella reciben, entonces me congratulo mas de poder unir mi modesta firma ~sobre todo juri- dica-, junto a la de tan buenos profesionales del derecho, y, lo que es mas importante, personas tan excep- cionales. Gracias al Catedrético E. U. de Derecho Administrativo de la Universidad de Granada, Rafael Barranco Vela, no sélo por haber puesto a nuestra disposicién los medios materiales del Departamento de Derecho Administrativo, sino también por su ayuda en el tema de los hallazgos en la mar, asunto tan sugestivo y tan de moda. Debo agradecer profundamente el entusiasmo volcado en esta obra, y el gran trabajo realizado por Esta- nislao Arana Garcia, doctor en Derecho y profesor titular de Derecho Administrativo en la Universidad de Granada. Sin sus desvelos y coordinacién no habria sido posible concluir una obra tan compleja como ésta. Mi agradecimiento también a la generosidad y profesionalidad de Miguel Angel Espejo Gonzélez, abo- gado; Ignacio Jiménez Soto, doctor en derecho, profesor titular de Derecho Administrativo; Marfa Asuncién Torres L6pez, doctora en Derecho, profesora de Derecho Administrativo; Marfa Piedad Laziien Alcén, doc- tora en Derecho, profesora de Derecho Administrativo. Quiero dar las gracias, y de una forma muy especial, a mi hijo Daniel, un fenomenal jurista, al que pedi ‘me ayudara en este trabajo, a pesar de que pas6 su infancia «pasado de vueltas» en todo lo relacionado con la mar, debido a mi excesivo amor hacia ella. Y si escribir un libro es ya un hecho apasionante, com- Partirlo con un hijo es una de las méximas ilusiones a las que puede aspirar todo padre. Las gentes de mar siempre estaremos en deuda con vosotros. También quiero agradecer la ayuda prestada por Javier Garate, director general de la Sociedad de Sal- vamento Maritimo, al que he hice hacer algunas horas extras, a pesar de que el trabajo de proteccién y cui- dado de los navegantes le ocupa gran parte de su tiempo. A Enrique de Bernardo, en su doble condicién de notario de Algeciras y hombre de mar, que repas6 la obra y aporté sugerencias. A Francisco Piniella, decano de la Facultad de Ciencias Néuticas, y al profesor de esta facultad, Juan Luis Pulido, por su ayuda y comentarios. Ya Fernando Garcia Echegoyen, oficial de la Marina Mercante, pe en seguros maritimos, quien, junto con Alfredo Martinez, director de Mapfre Andalucia Oriental, me asesoraron en los temas de su com- petencia. ¥ Enric Rosellé en el novedoso tema de las ITV néuticas. 16 Pipe Sarmiento ‘A Miguel Pasquau, inicialmente embarcado en este proyecto, que ha contribuido con sus conocimien- tos enciclopédicos a la mejora de varios capitulos. No puedo dejar de agradecer a Rafael Casanueva, capitén maritimo del puerto de Motril, y a todo su equi- po de la capitanta por la atencién y simpatia con la que nos trataron aquella mafiana de mayo. Sin duda, este libro habria sido muy diferente -y deficiente- sin su ayuda. dose Antonio Jdudenes ilustré a Rafael Barranco —y a todos, dicho sea de paso— en el delicado y com- plejo mundo de los hallazgos marinos, y con é! estamos en deuda por su generosa acogida a todo lo rela- cionado con este libro. Finalmente, querria agradecer a las distintas personas de la Facultad de Derecho de Granada que han si6n, un granito de arena a la construccién de este libro. En este aspecto, aportado, con su trabajo Rastislau Spac, becario del Aula Aranzadi, ha sido un aliado muy especial. No olvido a las diferentes personas; seria largo enumerarlas, que nos han dado su opinién en los dife- rentes capitulos; para todos, nuestro més profundo agradecimiento. Capitulo 1 CUESTIONES JURIDICO-CIVILES SOBRE LA TITULARIDAD DE UNA EMBARCACION DE RECREO MIGUEL ANGEL ESPEJO EN LA PRACTICA DEL NAVEGANTE Vamos a comenzar con uno de los actos que nos convierte en marinos o navegantes: la compra del bar- co. En principio debe ser un hecho alegre, por ser normalmente ansiado durante largo tiempo, mas para que de verdad lo sea, debemos poner atencién en algunos aspectos trascendentales en toda transaccién, y més al tratarse de un objeto sobre el que embarcaremos a nuestras familias y del cual no podremos bajar cuando queramos. Son muchas las veces en las que se han dado problemas a la hora de cumplir un contrato de compraventa de una embarcacién de recreo ejecutado con prisas o de palabra. Quizds el culpable de esto sea el exceso de optimismo que se suele manifestar cuando por fin se tiene delante el barco anhelado, y que provoca que se obvien las mas elementales medidas juridicas. Por eso, algunos os preguntaréis: gEs necesario hacer un contrato cuando compramos un barco de recreo? Desde luego que sf, sobre todo si pretendemos generar derechos que nos asistan ala hora de re- clamar posibles vicios ocultos o defectos que no pueden apreciarse a la vista; incluso el cumplimiento de muchos de los extremos de toda transaccién. éQué aspectos debemos contemplar en el contrato de venta de una embarcacién de recreo? Depen- de: si compramos un barco nuevo hay que tener cuidado con esos largos contratos que realizan los asti- lleros, llenos de obligaciones para el comprador y no demasiadas para el vendedor; los juristas los lla mamos contratos de adhesién, pues tenemos pocas 0 ninguna oportunidad de afadir cléusulas. No obstante, debemos exigir que se contemplen aquellos extremos que consideremos oportunos, pues, a fin de cuentas, nosotros pagamos. A veces, las prisas, siempre malas consejeras, y los pocos barcos que se construyen en los astilleros en funcién de la demanda actual, nos hacen olvidar esos elementales dere- chos, presionados por la amenaza de quedarnos sin 61. Un punto importante a tener en cuenta, y que sue- le dar muchos quebraderos de cabeza, consiste en fijar quién transporta la embarcacién y cual serd el precio por dicho transporte. Pondremos especial cuidado en que, si el barco debe venir por mar, se esta- blezcan los seguros correspondientes que cubran el transporte. Los astilleros son muy dados a poner en sus contratos que el barco se entrega en su sede social, aunque después se pacte que pueda llegar has- ta nuestro puerto de atraque, o por carretera, o tripulado por personas de su confianza. 18 Pipe Sarmiento Enel caso de que nuestra compra sea un barco de segunda mano, cosa muy normal, debemos con- templar estos extremos: el nombre del barco; el niimero de serie del casco y del motor; su matricula, y todas las especificaciones de los documentos del barco, o roll, como eslora, certificado de navegabilidad, seguridad, etc. También es aconsejable hacer una lista exhaustiva de cuantas cosas pactemos con el vendedor que permanecerdn a bordo: instruments, velas, elementos de seguridad, menaje, etc. Hay que ser muy cuidadoso con este extremo, pues suele ser origen de muchos problemas a la hora de tomar posesién de nuestro barco, y las cosas que en principio iban a quedarse a bordo, pueden haber desa- parecido el dfa de la entrega. Est claro que hay cosas inherentes a la propia embarcacién, como son los elementos de seguridad, los de navegacién y cuantas cosas se deducen implicitas en los pertrechos de la nave, como equipos de fondeos, cabulleria, toldos y fundas, entre otras cosas. Recuerdo la venta de mi primer barco. El tipo que lo compraba pretendia quedarse con mi ropa de agua, ademés de las botas y otros efectos personales que vio a bordo el dia que se lo enseiaba. La participacién en la operacién de un agente poco profesional fue la causante de una larga discusién que concluyé con un gran enfado por parte del comprador, al no ceder yo en mi légica postura de conservar mis enseres personales, y no estar pactado en ningdn lugar la entrega de los mismos. itimamente, y habiéndose descubierto que los cascos de fibra de vidrio, a medida que se hacen vie- js, sufren ésmosis, es recomendable hacerse asesorar por un experto, que seré quien podré apreciar con més facilidad los posibles vicios o defectos ocultos que pueda tener nuestra flamante adquisicién. No olvidéis que si aceptamos.precipitadamente el estado del barco mediante las cléusulas tipicas de un contrato, como la que dice que el comprador ha estado en el barco, lo ha reconocido y acepta su estado, luego ser muy diffcil rebatilo. Es lo que en derecho se dice que nadie puede ir contra sus propios actos. En Francia, cuyo derecho es muy parecido al nuestro, pues el nuestro deriva del suyo a través del C6 digo Napolednico, se dio un caso muy sonado en relacién a los famosos vicios ocultos. Cinco meses después de haberle sido entregado un sloop de once metros, su propietario zarpé de Les Sables ¢’Olonne para realizar un crucero hasta las islas Madeira. El 24 de septiembre, descubre agua en la sentina, En principio cree que viene del fallo en un manguito del motor, luego, de una filtracién de la bocina. Pero el hecho es que dos dias después debe abandonar el barco en su balsa salvavidas por estar completa- mente anegado por el agua. Durante dieciséis dias deriva sin ser socorrido. Una vez en tierra, el propietario entabla accién judicial contra el astillero, fundamentada en los vicios ocultos y apoyada en las anota- ciones que habia realizado en su libro de a bordo. En ellas, denunciaba los posibles defectos que a su entender provocaron el naufragio del barco. El juez de la Rochelle, en sentencia de 23 de abril de 1996, no estimé la demanda, argumentando que la opinién del propietario aunque esté relatada en el libro de bitacora, no es suficiente prueba para determinar el vicio oculto que pudo provocar el naufragio de la nave. Y nosotros nos preguntamos: {Qué pasarfa en nuestro pais en un asunto como éste? En principio, las. ‘normas son parecidas, pero os aconsejo que ledis con detenimiento las paginas que vienen a continua- ci6n, en las que, en relacién con nuestro Cédigo Civil, se os dan las pautas a seguir para no veros inmer- sos en un asunto como el relatado. Cuestiones juridico-civiles sobre la titularidad de una embarcacién de recreo 19 También recuerdo el caso que le sucedié a un amigo mfo. Compraba el barco de vela de un marino que, con el tiempo, se convertiria en un navegante famoso. Verdn: Ch. G. compr6 el barco de madera en la creencia de que adquiria una embarcacién de época de veinte metros de eslora. Y aunque tenfa cin- cuenta afios de antigiiedad, el marino profesional le aseguré que estaba como nueva, que su madera era inquebrantable y que los barcos de hoy ya no se hacfan como los de antes. Como era persona de reco- nocido «prestigion en la zona, y habfa una gran diferencia de edad entre ambos, mi amigo, un poco inge- ‘nuamente, crey6 sus palabras. Alos dos meses, y habiendo convertido el barco en su hogar, ademés de invertir cuanto tenia pre- paréndolo para una vuelta al mundo, el barco comenz6 a caerse a pedazos. Primero, not6 que tenfa varias vias de agua por las que todos los dias entraban cientos de litros de agua salada. Luego, las cua dernas y varengas comenzaron a aflojarse poniendo al descubierto el lamentable estado estructural del barco. Finalmente, en una revisién en un astillero local, se descubrié que el barco estaba podrido y no era valido para navegar, so pena de correr grandes riesgos. Ch.G. vino a verme en mi condicion de abogado, para consultarme el caso, Tras estudiarlo y pedir opi- nién a mi tio Teodoro Sarmiento, uno de los grandes jueces que ha habido en el Pais Vasco, le tuve que convencer de que no tenfa nada que hacer. Que habia perdido su fortuna. Que al no haber contrato, ni una fecha determinada de venta —no ya los vicios ocultos, pues el asunto era peor-, no padiamos esgrimir- los con claridad, y que el argumento de que al barco no le daban el certificado de navegabilidad por su lamentable estado, no era suficiente para ganar el pleito, pues no podiamos demostrar ni argumentar que no se hizo ninguna inspeccién ocular de la embarcacién antes de la compra de la misma; ademés de que ya habfan pasado los seis meses que marca la ley para poder reclamar. A mi me parecta un delito de esta- fa, pues era del todo imposible que el vendedor no conociese el estado del barco tras ser su duefio durante muchos ajfios. Una noche de temporal, el barco se fue a pique en su boya de amarre, Por supuesto que este «afa~ mado» marino no quiso saber nada del asunto, y tuvo la desfachatez de decir que, por el precio que le iban a dar por el plomo que habfa en la quilla, casi podia recuperar lo pagado. Cuando leo hoy su nom- bre, agrandado por unas gestas puramente fisicas, siempre me viene a la cabeza la ruina que le ocasion6 a mi amigo. La tensi6n, la falta de recursos y os disgustos ocasionados durante los interminables meses de discusiones, acabaron también con su vida personal. Asi que, un hecho que se realiza con tanta ilusién, como es la compra de un barco, siempre puede verse truncado por tipos indeseables y poco honrados, que para mayor indignacién luego presumen de marinos irreprochables. Yo creo que no debe ser asf; que la propia condicién de marino debe antepo- nerse a cualquier otra cuestién cuando la seguridad, por no decir la vida de las personas, esté en juego. Si Ch. G. se hubiese hecho a la mar con ese barco, seguramente hubiera naufragado en el momento que la mar le hubiera «apretado» un poco. Para mi, es mejor poder dormir con la concien- cia tranquila. Hace poco, vendt un barco. Tenfa ésmosis, aunque incipiente y no se notaba demasiado. Quien se encargé de venderlo sabe que exigf que se lo advirtieran al comprador y se rebajase el pre- 20 Pipe Sarmiento Cio. A veces la honradez no es més que un acto de egoismo, por no querer vernos inmersos en juegos Sucios y actos ilegales que, a la larga, suelen costar mas caros que las cuatro pesetas que hemos sacado yendo de listillos. En este capitulo trataremos de estos y otros muchos asuntos, y es especialmente importante que pon- gais atencién en las formas de pago, la hipoteca, la copropiedad de un buque (esto es la compra del mismo por varias personas), y los alquileres. La préctica nos advierte de los muchos problemas que pueden derivarse de un tipo de contrato de alquiler -tan al uso hoy~ al que no se le presta la debida aten- ci6n. Sélo repasamos sus cléusulas cuando sobrevienen los problemas, entonces es cuando advertimos esos extremos que se dan por obvios a la hora de alquilar una embarcacién de recreo. PIPE SARMIENTO CUESTIONES JURIDICO-CIVILES SOBRE LA TITULARIDAD DE UNA EMBARCACION DE RECREO 1. EL CONTRATO DE COMPRAVENTA DE UNA EMBARCACION DE RECREO CONCEPTO Y NATURALEZA DEL CONTRATO DE COMPRAVENTA Por el contrato de compraventa, como dice el articulo 1445 del Codigo Civil «uno de los contratantes se obliga a entregar una cosa determinada, y el otro a pagar por ella un precio cierto en dinero o signo que lo represente». Asi, existen tres elementos fundamentales en la compraventa: el consentimiento de las partes, la cosa que en este caso seria la embarcacién, y el precio. La compraventa se perfecciona entre comprador y vendedor, y sera obligatoria para ambos, «si hubieren convenido en la cosa objeto del contrato y en el precio, aunque ni la una ni el otro se hayan entregado», tal y como se dispone en el articulo 1450 del Cédigo Civil. CAPACIDAD PARA CELEBRAR EL CONTRATO DE COMPRAVENTA No pueden adquirir mediante compra, aunque sea en subasta pitblica o judicial por sini por persona alguna intermedia: 1. El tutor, respecto de los bienes de la persona o personas que estén bajo su tutela. Esto es, que si una persona que esté sometida a tutela es propietaria de una embar- cacién de recteo, y desea venderla, el tutor no podra adquirla. 2. El mandatario, respecto de la embarcacién cuya administracién 0 enajenacién le estu- viese encargada. Esta prohibicién no seria de aplicacién cuando el mandatario no interviene,a un mismo tiempo, con la doble personalidad de vendedor y comprador, por estar el mandante vendedor representado en el acto de la venta por otro man- datario distinto, o por otorgar el contrato el propio mandante. 3. Los albaceas, si se ha confiado un bien de esta clase a su cargo. 4. Los empleados pablicos, respecto de los bienes del Estado, de los municipios, de los pue- blos y de los establecimientos también piiblicos, de cuya administracién estuviesen encargados. Esta disposicién regira para los jueces y peritos que de cualquier modo intervinieren en la venta. No podrin tampoco los magistrados, jueces, fiscales, secre- tarios de tribunales y juzgados y demas personal de la administracién de justicia adqui- rir por compra (aunque sea en subasta piiblica o judicial, por sf ni por persona algu- 2 Miguel Angel Espejo na intermedia) los bienes y derechos que estuviesen en litigio ante el tribunal en cuya jurisdiccién o territorio ejercieran sus respectivas funciones, siendo también extensi- va esta prohibicién a los abogados y procuradores respecto de los bienes y derechos que fueran objeto de un litigio en que intervengan en su profesién y oficio. OBJETO DE LA COMPRAVENTA Condiciones que debe reunir la embarcacién objeto de la compraventa: a) 4) Existencia real o posible: Si al tiempo de celebrarse la venta se hubiese perdido en su totalidad la embarcacién objeto de la misma, quedard sin efecto el contrato. Puede ser objeto de la compraventa la embarcacién que ain no se haya construido, como compraventa de cosa futura, como existencia eventual de ésta. Si ésta no lle- gata a alcanzar realidad y no se construyera, el contrato se tiene por no celebrado y no hay obligacién de entregar el precio. La embarcacién debe proceder del comercio licito. Determinacién: Se exige expresamente que la cosa sea determinada, pero esta deter- minacion no exige que la embarcacién en este caso sea actual, como hemos visto antes, pues basta con que se pueda llegar a determinar ésta sin necesidad de nuevo con- venio entre los interesados. PRECIO El precio es el elemento mis caracteristico de la compraventa, y consiste en la suma de dine- ro que el comprador se obliga a entregar a cambio de la embarcacién, Son requisitos que debe reunir el precio, los de ser verdadero, cierto 0 determinado, y consistente en dinero. 1 Precio verdadero o real: Si el precio no fuera real y serio, sino ficticio, simulado o irri sorio, la venta dejaria de ser tal, y el contrato derivaria en donacién (si concurrieran los tequisitos previstos) o seria nulo. Precio determinado: El Cédigo Civil exige que el precio sea cierto, mas esta condi- cién no supone que se haya de precisar cuantitativamente el precio en el momento en que se celebre el contrato, sino que basta que pueda determinarse aquél sin nece- sidad de nuevo convenio. A estos efectos, se puede sefialar el precio por los siguien- tes medios: a) Determinandolo por referencia a otra cosa cierta, por ejemplo, sefialando una embarcacién de similares caracteristicas a la vendida, 4) Dejando su sefialamiento al arbitrio de persona determinada, un perito por ejemplo que la tase, y si éste no pudiere o no quisiere sefialarlo, queda inefi- caz el contrato. Cuestiones juridico-civiles sobre la titularidad de una embarcacién de recreo 23 3. Precio consistente en dinero: Conforme exige el Cédigo Civil el precio ha de con- sistir en «dinero o signo que lo representer FORMA DE CELEBRACION DEL CONTRATO El Cédigo Civil no exige requisito especial de forma, por lo que rige el principio gene- ral de libertad de forma, Aun no exigiéndose forma alguna, es aconsejable realizar el con- trato de compraventa de la embarcaci6n, al menos mediante documento privado. Algunas disposiciones administrativas hacen mencién a la formalizacién de la venta mediante escritura piblica, pero no se exige ésta expresamente, bastando el documento pri- vado; éste es imprescindible a la hora de tramitar un expediente de cambio de dominio de la embarcacién, que tratamos con detalle en el apartado referido a formalidades admi- nistrativas a cumplir en la venta de una embarcacion de recreo. Si sera por el contrario la escritura pablica requisito esencial de la compraventa cuan- do se estipule por las partes que hasta que se otorgue aquélla no se entender perfecto el contrato. OBLIGACIONES DEL VENDEDOR ‘Ademis de la obligacién de proporcionar al comprador la propiedad de la cosa vendida © de proporcionarle, en su caso, la embarcacién vendida, son obligaciones del vendedor: 1. Conservar y custodiar la embarcacién que se ha obligado a entregar. 2. Entregar la cosa vendida, salvo los casos de pérdida total de la embarcacién: si el com- prador no le ha pagado el precio o no se ha sefialado en el contrato un plazo para el pago y cuando se aplace el término para el pago; y cuando después de la venta se descubre que el comprador es insolvente, sin haber afianzado el pago. 3. Entregar al comprador los titulos de pertenencia, y, en general, facilitarle los informes necesarios para hacer valer el derecho transmitido y los elementos esenciales para asegurar su autenticidad y publicidad. 4. Prestar Ja garantia o saneamiento en los dos casos de eviccion y vicios ocultos. 5, Pagar los gastos de otorgamiento de la escritura matriz, salvo pacto en contrario, en el caso de que se otorgue la escritura. Las copias de la escritura se abonarin por la par- te que las solicite. Esto es segiin el Cédigo Civil, aunque en la practica lo suele pagar el comprador. GASTOS DE LA ENTREGA Los gastos de la entrega de la embarcacién serin de cuenta del vendedor, y los de su trans- porte o traslacién, de cargo del comprador, salvo el caso de estipulacién especial, tal y como sefiala el articulo 1465 del Cédigo Civil. 24 Miguel Angel Espejo 2QUE OCURRIRIA SI SE VENDIERA LA MISMA EMBARCACION A PERSONAS DISTINTAS? Pues que teniendo la consideracién de cosa mueble, la propiedad se transfiere a la perso- na que primero haya tomado posesién de ella con buena fe. LAS GARANTIAS O SANEAMIENTO EN LA COMPRAVENTA DE UNA EMBARCACION DE RECREO CONFORME AL CODIGO CIVIL No basta con que el vendedor entregue la embarcacién, sino que es preciso ademas que asegure al comprador la posesién pacifica y util de la misma. Asi, existe para el compra- dor una obligacién de garantia, que contrae el vendedor de procurar al comprador la posesi6n pacifica y atil de la embarcacién, y de indemnizarle de los dafios y perjuicios en el caso de que aquel compromiso no obtenga cumplimiento. Asi, existen dos clases de garantia: a que asegura la posesi6n pacifica de la cosa, que seria la garantia por eviccién, que evita que sea perturbado por causas juridicas el disfrute del comprador, y la garantia por vicios ocultos, que asegura la posesién til, de forma que ésta no se haga imposible por causas econémicas. De esta forma, en virtud de la obligacién de saneamiento, el vendedor responders al comprador: 1. De la posesién legal y pacifica de la cosa vendida. 2. De los vicios o defectos ocultos que tuviere. El vendedor responder de la eviccién aunque nada se haya expresado en el contrato, pudiendo dos contratantes aumentar, disminuir o suprimir esta obligaci6n legal del ven- dedor. Ahora bien, seri nulo todo pacto que exima al vendedor de responder de la evic- cién, siempre que hubiere mala fe de su parte; y, en el caso de que la renuncia al sanea- miento exima al vendedor de todas las obligaciones propias del mismo, es preciso que esta renuncia la haga el comprador «con conocimiento de los riesgos de la eviccién y some- tiéndose a sus consecuencias» (articulos 1476 y 1477 del Codigo Ci REQUISITOS PARA QUE TENGA LUGAR EL SANEAMIENTO. Son dos: que se produzca la privacién, total © parcial, del derecho por virtud de senten- cia firme, y que se notifique la demanda de eviccién al vendedor. QUIENES ESTAN OBLIGADOS AL SANEAMIENTO Y QUIENES TIENEN DERECHO AL MISMO La accién de eviccién corresponde al comprador y a sus herederos contra el vendedor y los suyos, independientemente de la buena o mala fe de este iiltimo y de que el hecho de la eviccién haya sido realizado por el mismo vendedor o por alguno de sus causantes. Cuestiones juridico-civiles sobre la titularidad de una embarcacién de recreo 25 EFECTOS DEL SANEAMIENTO POR EVICCION Tiene el comprador derecho a exigir del vendedor: 1. La restitucién del precio que tuviere la cosa vendida al tiempo de la evicci6n, ya sea mayor o menor que el de la venta. 2. Las costas del pleito que haya motivado la eviccién, y, en su caso, las del seguido con el vendedor para el saneamiento. 3. Los gastos del contrato, si los hubiese pagado el comprador. 4. Los daiios e intereses y los gastos voluntarios o de recreo u ornato, si se vendié de mala fe. Si hubiera renunciado el vendedor al saneamiento, deberd, en caso de eviccién, el vende- dor, «entregar tinicamente el precio que tuviese la cosa vendida al tiempo de la eviccién», no los demis gastos ¢ indemnizaciones. SANEAMIENTO POR LOS DEFECTOS 0 GRAVAMENES OCULTOS DE LA EMBARCACION VENDIDA Con esta obligacién el vendedor debe responder al comprador de los vicios o defectos ocul- tos que tuviera la embarcacién en el momento de la venta Para que la compraventa pueda ser objeto de saneamiento, por la existencia de vicios ocultos, se precisan los siguientes requisitos: 1. Que el defecto sea oculto, en el sentido de que no firera conocido ni lo pudiera ser por el adquirente. 2. Que el defecto sea grave 0, como el Cédigo Civil dice, que haga en este caso la embar- cacién impropia para el uso a que se la destina, o disminuya de tal modo este uso que, de haberlo conocido el comprador, no lo habria adquirido 0 habria dado menos pre- cio por ella. 3. Que sea preexistente a la venta. 4. Que se ejercite la accién en el plazo legal, que es el de seis meses contados desde la entrega de la cosa vendida, por ser éste el momento en el que el comprador puede darse cuenta de sus vicios, EFECTOS DEL SANEAMIENTO. El comprador podra optar entre desistir del contrato, abonandosele los gastos que pago, © rebajar una cantidad proporcional del precio, a juicio de peritos. Si existe mala fe del vendedor, el comprador tendra esta misma opcién de desistir del contrato, y ademis se le indemnizard de los dafios y perjuicios si opta por la rescisién del contrato. 26 Miguel Angel Espejo OBLIGACIONES DEL COMPRADOR ‘Ademis de las que se estipulen en los pactos y condiciones del contrato, son obligaciones del comprador las siguientes: 1. Pagar el precio de la cosa vendida. 2. Recibir la cosa vendida, como obligacién correspondiente a la del vendedor de entre- gnrla, pudiendo éste consignar la embarcacién si el comprador no la recibe en el momen- to fijado. 3. Abonar los gastos siguientes: a) Los gastos necesarios y iitiles hechos en la cosa vendida, desde la perfeccién de la venta hasta su consumacién. b) Los gastos de transporte o traslacién de la embarcacién vendida, salvo pacto en contrario. c) Los gastos de la primera copia de la escritura y demis posteriores a la venta, sal- vo también el pacto en contrario. d) El impuesto de transmisiones patrimoniales y actos juridicos documentados, si la venta es entre particulares, 0 el impuesto sobre el valor afiadido, si se adquiere la embarcacién de una empresa que se dedique al negocio de compraventa de embarcaciones. LAS GARANTIAS PARA EL COMPRADOR EN LA COMPRAVENTA SEGUN OTRAS DISPOSICIONES LEGALES Ademis de las garantias antes vistas para el comprador reguladas en el Cédigo Civil, exis ten otras disposiciones legales que protegen al comprador. Una embarcacién de recreo se ha de considerar un bien de consumo y, por tanto, el comprador tendrfa la considera- cién de consumidor, aplicindose las garantias previstas como tal en la legislacién existen- te en la materia, recogiendo la mas importante al respecto sobre esta cuestién. ‘Asi, es de aplicacién la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, de 19 de julio de 1984 (BOE 247/1984, n.° 176), y,en particular y por cuanto aqui nos interesa, los siguientes articulos de la misma: Articulo 8. 1. La oferta, promocién y publicidad de los productos, actividades o servicios, se ajustarin a su naturaleza, caracteristicas, condiciones, utilidad o finalidad, sin perjuicio de lo esta- blecido en las disposiciones sobre publicidad. Su contenido, las prestaciones propias de cada pro- ducto o servicio, y las condiciones y garantias oftecidas, serin exigibles por los consumidores 0 usuarios, aun cuando no figuren expresamente en el contrato celebrado 0 en el documento o com- probante recibido, 2. No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, si el contrato celebrado contuviese cliustt- las mas beneficiosas, éstas prevalecerin sobre el contenido de la oferta, promocién o publicidad. 3. La oferta, promocién y publicidad falsa o engafiosa de productos, actividades o servicios, Cuestiones juridico-civiles sobre la titularidad de una embarcacién de recreo 27 seri perseguida y sancionada como fraude. Las asociaciones de consumidores y usuarios, consti- tuidas de acuerdo con lo establecido en esta Ley, estarin legitimadas para iniciar e intervenir en los procedimientos administrativos tendentes a hacerla cesar. En cuanto a las clausulas del contrato, la Ley de Condiciones Generales de la Contra- tacin, Ley 7/1998, de 13 abril (BOE 14 abril) da una nueva redaccién al articulo 10 de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, quedando redactado el mismo de la siguiente manera: Articulo 10. 1. Las cliusulas, condiciones o estipulaciones que se apliquen a la oferta o pro- mocién de productos o servicios, y las cliusulas no negociadas individualmente relativas a tales productos 0 servicios, incluidos los que faciliten las Administraciones piilicas y las enti- dades y empresas de ellas dependientes, deberin cumplir los siguientes requisitos: 4) Conerecién, claridad y sencillez en la redaccién, con posibilidad de comprensién direc- ta, sin reenvios a textos o documentos que no se faciliten previa o simultineamente a la con- clusin del contrato, y a los que, en todo caso, deberin hacerse referencia expresa en el docu- ‘mento contractual. b) Entrega, salvo renuncia expresa del interesado, del recibo justificante, copia o do- cumento acreditativo de la operacién, 0 en su caso, de presupuesto debidamente expli- cado. ©) Buena fe y justo equilibrio entre los derechos y obligaciones de las partes, lo que en todo caso excluye la utilizacién de cliusulas abusivas. 2. En caso de duda sobre el sentido de una cléusula prevalecers la interpretacién mis favorable para el consumidor. 3. Silas cléusulas tienen el caricter de condiciones generales, conforme a la Ley sobre Con- diciones Generales de la Contratacién, quedarin también sometidas a las prescripciones de ésta 4. Los convenios arbitrales establecidos en la contratacién a que se refiere este articulo, serin efi- caces si, ademis de reunir los requisitos que para su validez exigen las leyes, resultan claros y explicitos. La negativa del consumidor o usuario a someterse a un sistema arbitral distinto del previsto en elarticulo 31 de esta ley no podri impedir por si misma la celebracién del contrato principal. 5. Las cléusulas, condiciones o estipulaciones que utilicen las empresas piiblicas © concesiona~ rias de servicios piblicos, estarin sometidas a la aprobacién y control de las Administraciones piiblicas competentes, cuando asi se disponga como requisito de validez y con independencia de la consulta prevista en el articulo 22 de esta Ley. Todo ello sin perjuicio de su sometimiento a hs disposiciones generales de esta ley. 6. Los Notarios y Registradores de la Propiedad y Mercantiles en el ejercicio profesional de sus respectivas funciones piiblicas, no autorizarin ni inscribirin aquellos contratos © negocios, Jjuridicos en los que se pretenda la inclusién de cliusulas declaradas nulas por abusivas en sentencia inscrita en el Registro de Condiciones Generales. Los Notarios, los Corredores de Comercio y los Registradores de la Propiedad y Mercanti- les en el ejercicio profesional de sus respectivas funciones puiblieas, informarin a los consumido- res en los asuntos propios de su especialidad y competencia. Dicha Ley de Condiciones Generales de la Contratacién afiade un nuevo articulo 10 bis en la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios con la siguien- te redaccién: 28 Miguel Angel Espejo Articulo 10 bis. 1. Se considerarin cliusulas abusivas todas aquellas estipulaciones no negociadas individualmente que en contra de las exigencias de la buena fe causen, en perjuicio del consu- midor, un desequilibrio importante de los derechos y obligaciones de las partes que se deriven del contrato. En todo caso se considerarin cliusulas abusivas los supuestos de estipulaciones que se relacionan en la disposicién adicional de la presente Ley. El hecho de que ciertos elementos de una cliusula aislada se hayan negociado individual- mente no excluira la aplicacién de este articulo al resto del contrato. El profesional que firme una determinada clausula que ha sido negociada individualmente, asumiri la carga de la prueba El caricter abusivo de una cléusula se apreciard teniendo en cuenta la naturaleza de los bie- nes 0 servicios objeto del contrato y considerando todas las circunstancias concurrentes en el momento de su celebracién, asi como todas las demis cliusulas del contrato 0 de otro del que éste depend 2. Serin nulas de pleno derecho y se tendrin por no puestas las cliusulas, condiciones y esti- pulaciones en las que se aprecie el caricter abusivo. La parte del contrato afectada por la nulidad se integrari con arreglo a lo dispuesto por el ar- téculo 1258 del Cédigo Civil. A estos efectos, el Juez que declara la nulidad de dichas clausulas integrari el contrato y dispondri de facultades moderadoras respecto de los derechos y obligaciones de las partes, cuando subsista el contrato, y de las consecuencias de su ineficacia en caso de per- juicio apreciable para el consumidor o usuario. Sélo cuando las cléusulas subsistentes determinen tuna situacién no equitativa en la posicién de las partes que no pueda ser subsanada podri decla- rar la ineficacia del contrato. 3. Las normas de proteccién de los consumidores frente a las cliusulas abusivas serin aplicables, ‘cualquiera que sea la Ley que las partes hayan elegido para regir el contrato, en los términos pre- vstos en el articulo 5 del Convenio de Roma de 1980, sobre la Ley aplicable a las obligaciones contractuales. Segiin lo previsto en la Disposicién adicional primera, que se afiade igualmente al tex- to de la Ley, se considerarin clausulas abusivas: Disposicién adicional primera. Clausulas abusivas. A los efectos previstos en el articulo 10 bis, tendrin el caricter de abusivas al menos has cliusulas 0 estipulaciones siguientes: 1. Vinculacién del contrato a la voluntad del profesional. 1. Las cliusulas que reserven al profesional que contrata con el consumidor un plazo excesi- vamente largo o insuficientemente determinado para aceptar o rechazar una oferta contractual © satisfacer la prestacién debida, asi como las que prevean la prérroga automitica de un con- trato de duracién determinada si el consumidor no se manifiesta en contra, fijando una fecha limite que no permita de manera efectiva al consumidor manifestar su voluntad de no pro- rrogarlo. 2. La reserva a favor del profesional de facultades de interpretacién © modificacién unilate- ral del contrato sin motivos vilidos especificados en el mismo, asi como la de resolver antici- padamente un contrato con plazo determinado si al consumidor no se le reconoce la misma facultad o la de resolver en un plazo desproporcionadamente breve o sin previa notificacién con anteacién razonable un contrato por tiempo indefinido, salvo por incumplimiento del contrato © por motivos graves que alteren las circunstancias que motivaron la celebracién del mismo. En los contratos referidos a servicios financieros lo establecido en el pirrafo anterior se entender’ sin perjuicio de las cliusulas por las que el prestador de servicios se reserve la facul= tad de modificar sin previo aviso el tipo de interés adeudado por el consumidor o al consumi- dor, asi como el importe de otros gastos relacionados con los servicios financieros, cuando Cuestiones juridico-civiles sobre la titularidad de una embarcacién de recreo aquéllos se encuentren adaptados a un indice, siempre que se trate de indices legales y se des- criba el modo de variacién del tipo, o en otros casos de razén valida, a condicién de que el pro- fesional esté obligado a informar de ello en el mas breve plazo a los otros contratantes y éstos puedan resolver inmediatamente el contrato. Igualmente podrin modificarse unilateralmente las condiciones de un contrato de duracién indeterminada, siempre que el prestador de servicios financieros esté obligado a informar al consumidor con antelacién razonable y éste tenga la facultad de resolver el contrato, 0, en su caso, rescindir unilateralmente, sin previo aviso en el supuesto de razén vilida, a condicién de que el profesional informe de ello inmediatamente a los demis contratantes. 3. La vinculacién incondicionada del consumidor al contrato aun cuando el profesional no hubiera cumplido con sus obligaciones, o la imposicién de una indemnizacién desproporciona- damente alta al consumidor que no cumpla sus obligaciones. 4. La supeditacién a una condicién cuya realizacién dependa dnicamente de la voluntad del profesional para el cumplimiento de las prestaciones, cuando al consumidor se le haya exigido un compromiso firme. 5. La consignacién de fechas de entrega meramente indicativas condicionadas a la voluntad del profesional. 6. La exclusién o limitacién de la obligacién del profesional de respetar los acuerdos 0 com- promisos adquiridos por sus mandatatios o representantes o supeditar sus compromisos al cum- plimiento de determinadas formalidades. 7. Laestipulacién del precio en el momento de la entrega del bien o servicio, o la facultad del profesional para aumentar el precio final sobre el convenido, sin que en ambos casos existan razones objetivas o sin reconocer al consumidor el derecho a rescindir el contrato si el precio final resultare muy superior al inicialmente estipulado. Lo establecido en el pirrafo anterior se entender’ sin perjuicio de la adaptacién de precios a un indice, siempre que sean legales y que en ellos se describa explicitamente el modo de variacién del precio. 8. La concesién al profesional del derecho a determinar si el bien o servicio se ajusta a lo esti- pulado en el contrato. Il Privacién de derechos bisicos del consumidor. 9, La exclusi6n o limitacién de forma inadecuada de los derechos legales del consumidor por incumplimiento total o parcial o cumplimiento deféctuoso del profesional En particular las cliusulas que modifiquen, en perjuicio del consumidor, las normas legales sobre vicios ocultos, salvo que se limiten a reemplazar la obligacién de saneamiento por lade repa~ racién o sustitucién de la cosa objeto del contrato, siempre que no conlleve dicha reparacién o sustitucién gasto alguno para el consumidor y no excluyan o limiten los derechos de éste a la indemnizacién de los dais y perjuicios ocasionados por los vicios y al saneamiento conforme a Jas normas legales en el caso de que la reparacién o sustitucién no fueran posibles o resultasen insa- tisfactorias. 10, La exclusién o limitacién de responsabilidad del profesional en el cumplimiento del contrato, por los dafios 0 por la muerte o lesiones causados al consumidor debidos a una accién w omisién por parte de aqueél, o a liberacién de responsabilidad por cesidn del contrato a tercero, sin con= sentimiento del deudor, si puede engendrar merma de las garantias de éste. 11, La privacién o restriccién al consumidor de las facultades de compensacién de créditos, asi como de la de retencién 0 consignacién, 12. La limitacién o exclusién de forma inadecuada de la facultad del consumidor de resolver el contrato por incumplimiento del profesional. 13, La imposicién de renuncias a la entrega de documento acreditativo de la operacién. 14, La imposicién de renuncias o limitacién de los derechos del consumidor. 29 30 ‘Miguel Angel Espejo IIL, Falta de reciprocidad. 15. La imposicién de obligaciones al consumidor para el cumplimiento de todos sus deberes y contraprestaciones, aun cuando el profesional no hubiere cumplido los suyos. 16. La retencién de cantidades abonadas por el consumidor por renuncia, sin contemplar la indemnizacién por una cantidad equivalente si renuncia el profesional. 17. Laautorizacién al profesional para rescindir el contrato discrecionalmente, si al consumidor no se le reconoce la misma ficultad, o la posibilidad de que aquél se quede con las cantidades abona- das en concepto de prestaciones ain no efectuadas cuando sea él mismo quien rescinda el contrato.. IV, Sobre garantias. 18. La imposicién de garantias desproporcionadas al riesgo asumido. Se presumiri que no exis- te desproporcién en los contratos de financiacién o de garantias pactadas por entidades financieras que se ajusten a su normativa especifica, 19. La imposicién de la carga de la prueba en per deberia corresponder a la otra parte contratante, jo del consumidor en los casos en que V. Otras. 20, Las declaraciones de recepcién 0 conformidad sobre hechos ficticios, y las declaraciones de adhesin del consumidor a cléusulas de las cuales no ha tenido la oportunidad de tomar conoci- miento real antes de la celebracién dél contrato, 21. La transmisi6n al consumidor de las consecuencias econdmicas de errores administrativos o de gestién que no le sean imputables. 22. La imposicién al consumidor de los gastos de documentacién y tramitacién que por Ley imperativa corresponda al profesional. En particular, en la primera venta de viviendas, la estipulacién de que el comprador ha de cargar con los gastos derivados de la preparacién de 1a titulacién que por su naturaleza correspondan al vendedor (obra nueva, propiedad horizontal, hipotecas para financiar su construccién o su divisién y cancelacién) 23. La imposicién al consumidor de bienes y servicios complementarios o accesorios no solici~ tados. 24. Los incrementos de precio por servicios accesorios, financiacién, aplazamientos, recargos, indemnizacién o penalizaciones que no correspondan a prestaciones adicionales susceptibles de ser aceptados o rechazados en cada caso expresados con la debida claridad o separacién. 25. La negativa expresa al cumplimiento de las obligaciones © prestaciones propias del produc~ tor o suministrador, con reenvio automitico a procedimientos administrativos 0 judiciales de reclamacién. 26. La sumisién a arbitrajes distintos del de consumo, salvo que se trate de drganos de arbitra- je institucionales ereados por normas legales para un sector o un supuesto especitico. 27. La previsin de pactos de sumisidn expresa a Juez o Tribunal distinto del que corresponda al domicilio del consumidor, al lugar del cumplimiento de la obligacién o aquel en que se encuen- tre el bien si fuera inmueble, asi como los de renuncia 0 transaccién respecto al derecho del consumidor a la eleccién de fedatario competente segiin la Ley para autorizar el documento piiblico en que inicial o ulteriormente haya de formalizarse el contrato. 28. La sumisién del contrato a un Derecho extranjero con respecto al lugar donde el consumi- dor emita su declaracién negocial o donde el profesional desarrolle la actividad dirigida a la pro- mocién de contratos de igual o similar naturaleza, 29. La imposicién de condiciones de crédito que para los descubiertos en cuenta corriente superen los limites que se contienen en el articulo 19.4 de la Ley 7/1995, de 23 de marzo (RCL 1995979 y 1426), de Crédito al Consumo. Las cliusulas abusivas referidas a la modificacién unilateral de los contratos y resolucién an- ticipada de los de duracién indefinida, y al incremento del precio de bienes y servicios, no se aplicaran a los contratos relativos a valores, con independencia de su forma de representacién, ins- trumentos financieros y otros productos y servicios cuyo precio esté vinculado a una cotizacién, Cuestiones juridico-civiles sobre la titularidad de una embarcacién de recreo 31 {indice bursitil, 0 un tipo del mercado financiero que el profesional no controle, nia los contra tos de compraventa de divisas, cheques de viaje, 0 giros postales internacionales en divisas Se entender por profesional, a los efectos de esta disposicién adicional, la persona fisica o juri- dica que actia dentro de su actividad profesional, ya sea piiblica o privada La Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios seri de aplicacién, segiin su Disposicién adicional segunda: Lo dispuesto en la presente Ley seta de aplicacién a todo tipo de contratos en los que intervengan con- sumidores, con las condiciones y requisitos en ella establecidos, a falta de normativa sectorial especi~ fica, que en cualquier caso respetari el nivel de proteccién del consumidor previsto en aquélla. Y por tiltimo, ha de destacarse el articulo 11 de dicha Ley que regula las garantias de los consumidores y usuarios, conforme al cual: Articulo 11, 1. El régimen de comprobacién, reclamacién, garantia y posibilidad de renuncia 0 devolucin que se establezca en los contratos, deberi permitir que el consumidor 0 usuario se ase- gure de la naturaleza, caracteristicas, condiciones y utilidad o finalidad del producto o servicio; pueda reclamar con eficacia en caso de error, defecto o deterioro; pueda hacer efectivas las garan— tias de calidad o nivel de prestacién, y obtener la devolucién equitativa del precio de mercado del producto o servicio, total o parcialmente, en caso de incumplimiento. 2. En relacién con los bienes de naturaleza duradera, el productor o suministrador debera entre- gar una garantia que, formalizada por escrito, expresari necesariamente: 4) El objeto sobre el que recaiga la garantia, b) El garante. El titular de la garantia, ) Los derechos del titular de la garantia @) Elplazo de duracién de la garantia 3. Durante el periodo de vigencia de la garantia, el titular de la misma tendri derecho como mini- moa: 4@)_ La reparaci6n totalmente gratuita de los vicios o defectos originarios y de los dafios y per- juicios por ellos ocasionados. 2) En los supuestos en que la reparacién efectuada no fuera saisfactoria y el objeto no revis- tiese las condiciones éptimas para cumplir el uso a que estuviese destinado, el titular de la gatantfa tendra derecho a la sustitucién del objeto adquirido por otro de idénticas caracteristicas ala devolucién del precio pagado. 4. Queda prohibido incrementar los precios de los repuestos al aplicarlos en las reparaciones y cargar por mano de obra, traslado o visita cantidades superiores a los costes medios estimados en cada sector, debiendo diferenciarse en la fictura los distintos conceptos. La lista de precios de los. repuestos deberi estar a disposicién del piblico. 5. En los bienes de naturaleza duradera, el consumidor o usuario tendri derecho a un adecua- do servicio técnico y a la existencia de repuestos durante un plazo determinado. De igual forma, en cuanto a las garantias, la anterior norma se ha visto superada en la actualidad por la Directiva 1999/44 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de mayo de 1999, sobre determinados aspectos de la venta y las garantias de los bienes de consumo, que si bien no ha sido atin objeto de regulacién por nuestra legislacién, resulta directamente aplicable, Directiva que establece atin mayores garantias para el con- 32 Miguel Angel Espejo sumidor, Los Estados miembros deberin poner en vigor las disposiciones necesarias para dar cumplimiento a lo establecido en la Directiva a més tardar el 1 de enero de 2002. La Directiva tiene por objeto aproximar las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de todos los Estados miembros de la Comunidad Econémica Europea sobre determinados aspectos de la venta y de las garantfas de los bienes de consumo, con el fin de garantizar un nivel minimo uniforme de proteccién de los consumidores en el marco del mercado interior. Es de aplicacién tanto si la embarcacién se adquiere del vendedor ya construida, como si hubiera de construirse, ya que en este iiltimo caso, la Directiva Comunitaria considera esta relacién contractual como un contrato de compraventa a los efectos de la misma. A continuacién se transcriben los preceptos mas importantes de la citada Direetiv: Directiva 1999/4 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de mayo de 1999. Articulo 2 Conformidad con el contrato 1, El vendedor estard obligado a entregar al consumidor un bien que sea conforme al contrato de compraventa, 2. Se presumi 4a) Se ajustan ala descripcién realizada por el vendedor y poseen las cualidades del bien que el vendedor haya presentado al consumidor en forma de muestra o modelo; 2) Son aptos para el uso especial requerido por cl consumidor que éste haya puesto en nto del vendedor en el momento de celebracién del contrato y éste haya admiti- do que el bien es apto para dicho uso; ©) Son aptos para los usos a que ordinariamente se destinen bienes del mismo tipo; dd) Presentan la calidad y las prestaciones habituales de un bien del mismo tipo que el con- sumidor puede fundadamente esperar, habida cuenta de la naturaleza del bien y, en su 250, de las declaraciones piiblicas sobre las caracteristicas concretas de los bienes hechas por el que los bienes de consumo son conformes al contrato si: cono vendedor, el productor o su representante, en particular en la publicidad o el etiquetado. 3. Se consideraré que no existe falta de conformidad a efectos del presente articulo si en el momento de la celebracién del contrato el consumidor tenfa conocimiento de este defecto 0 no podia fundadamente ignorarlo, o si la falta de conformidad tiene su origen en materiales sumi- nistrados por el consumidor. 4. El vendedor no quedari obligado por las declaraciones piblicas contempladas en la letra d) del apartado 2 si demuestra: = que desconocia y no cabia razonablemente esperar que conociera la declaracin en cuestion, — que dicha declaracin habia sido corregida en el momento de la celebracién del contrato, = que dicha declaracién no pudo influir en la decision de comprar el bien de consumo. 5. La falta de conformidad que resulte de una incorrecta instalacién del bien de consumo se presumira equiparable a la falta de conformidad del bien cuando la instalacién esté incluida en el contrato de compraventa del bien y haya sido realizada por el vendedor bajo su responsabilidad. Esta disposicién también sera aplicable cuando se trate de un bien cuya instalacién esté previsto que sea realizada por el consumidor, sea éste quien lo instale y la instalacin defectuosa se deba a un error en las instrucciones de instalacién. Articulo 3 Derechos del consumidor 1. El vendedor responderi ante el consumidor de cualquier falta de conformidad que exista en el momento de la entrega del bien. Cuestiones juridico-civiles sobre la titular id de una embarcacién de recreo 2. En caso de falta de conformidad, el consumidor podri exigir que los bienes sean puestos en. conformidad mediante la reparacién o la sustitucién del bien sin cargo alguno, de conformidad con el apartado 3, o una reduccién adecuada del precio o la resolucién del contrato respecto de dicho bien, de conformidad con los apartados 5 y 6. 3. En primer lugar, el consumidor podri exigir al vendedor que repare el bien o que lo susti- tuya, en ambos casos sin cargo alguno, salvo que ello resulte imposible 0 desproporcionado. Se considerari desproporcionada toda forma de saneamiento que imponga al vendedor cos- tes que, en comparacién con la otra forma de saneamiento, no sean razonables, teniendo en cuenta: ~ el valor que tendria el bien si no hubiera falta de conformidad, la relevancia de la falta de conformidad, y ~ sili forma de saneamiento alternativa pudiese realizarse sin inconvenientes mayores para el consumidor. Toda reparacién o sustitucién deberi Hevarse a cabo en un plazo razonable y sin mayores inconvenientes para el consumidor, habida cuenta de la naturaleza de los bienes y de la finalidad que tuvieran los bienes para el consumidor. 4. La expresidn ssin cargo algunoe utilizada en los apartados 2 y 3 se refiere a los gastos necesa- rios realizados para subsanar la falta de conformidad de los bienes con el contrato, especialmente Jos gastos de envio, asi como los costes relacionados con la mano de obra y los materiales 5. El consumidor tendri derecho a una reduccién adecuada del precio o a la resolucién del contrato: = sino puede exigir ni la reparacién ni la sustitucién, © ~ si el vendedor no hubiera llevado a cabo el saneamiento en un plazo razonable, 0 ~ si el vendedor no hubiera levado a cabo el saneamiento sin mayores inconvenientes para el consumidor. 6. El consumidor no tendri derecho a resolver el contrato si la falta de conformidad es de esca- sa importancia. Articulo 4 Recursos Cuando el vendedor final deba responder ante el consumidor por falta de conformidad resultante de una accién u omisién del productor, de un vendedor anterior perteneciente a la misma cadena con- tractual o de cualquier otro intermediario, el vendedor final podrs emprender acciones legales con- tra la persona responsable en la cadena contractual. La legislacién nacional determinara quién es el res- ponsable, o los responsables, contra los que podri emprender acciones el vendedor final, asi como las. acciones y las condiciones de ejercicio correspondientes.. Articulo 5 Plazos 1, El vendedor deberd responder de conformidad con el articulo 3 cuando la falta de confor- midad se manifieste dentro de un plazo de dos aiios a partir de la entrega del bien. Si, con arre- glo a la legislacién nacional, los derechos previstos en el apartado 2 del articulo 3 estin sujetos a tun plazo de prescripcidn, éste no podri ser inferior a dos aftos desde la entrega del bien, 2. Los Estados miembros podrin disponer que el consumidor, para poder hacer valer sus dere~ chos, debera informar al vendedor de la falta de conformidad en el plazo de dos meses desde la fecha en que se percaté de dicha falta de conformidad. Los Estados miembros informarin a la Comisién acerca de la forma en que apliquen lo dis- puesto en el presente apartado. La Comisién controlari el efecto que sobre los consumidores y sobre el mercado interior tenga la existencia de esta opcién otorgada a los Estados miembros. ‘A mis tardar el 7 de enero de 2003, la Comisién elaborari un informe sobre la aplicacién del presente apartado por los Estados miembros. Dicho informe se publicari en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas. 3 34 ‘Miguel Angel Espejo 3. Salvo prueba en contrario, se presumiri que las faltas de conformidad que se manifiesten en un perfodo de seis meses a partir de la entrega del bien ya existian en esa fecha, salvo cuando esa presuncién sea incompatible con la naturaleza de los bienes o la indole de la filta de conformidad, Articulo 6 Garantias 1, La garantia comercial obligard a la persona que la offezca en las condiciones establecidas en el documento de garantia y en la correspondiente publicidad. 2, La garantia deberd: = declarar que el consumidor goza de derechos con arreglo a la legislacién nacional aplica~ ble que regula la venta de bienes de consumo y especificar que la garantia no afecta a los derechos que asisten al consumidor con arreglo a la misma; ~ indicar con claridad el contenido de la garantia y los elementos bisicos para presentar recla- maciones en virtud de la misma, en particular su duracién y alcance territorial, asi como el nombre y direccién del garante. 3. A peticién del consumidor, la garantia deberd figurar por escrito o en cualquier otro sopor- te duradero disponible que le sea accesible. 4. Los Estados miembros podrin, con arreglo a lo dispuesto en el Tratado, exigir que la garan- tia de los bienes comercializados en su territorio esté redactada en una o mis lenguas de las que ellos determinen de entre las lenguas oficiales de la Comunidad. 5. En el caso de que una garantia infringiera los requisitos de los apartados 2, 3 0 4, ello no afectaria en ninggin caso a su validez, pudiendo el consumidor en todo caso exigir su cumplimiento, Articulo 7 Caricter imperativo de las disposiciones 1. Las clausulas contractuales o los acuerdos celebrados con el vendedor, antes de que se indi- que a éste la falta de conformidad, que excluyan o limiten directa o indirectamente los derechos conferidos por la presente Directiva, no vincularin al consumidor, con arreglo a lo establecido. en el Derecho nacional. Los Estados miembros podrin disponer que, tratindose de bienes de segunda mano, el ven= dedor y el consumidor podrin establecer cliusulas o acuerdos contractuales que fijen un plazo de responsabilidad por parte del vendedor menor que el establecido en el apartado 1 del articulo 5. Dicho plazo podri ser inferior a un afi. 2. Los Estados miembros adoptarin las medidas necesarias para que el consumidor no se vea privado de la proteccién conferida por la presente Directiva por haberse optado por la legislacion. de un Estado no miembro como Derecho aplicable al contrato, cuando éste presente un vincu- lo estrecho con el tertitorio de los Estados miembros. Articulo 8 Derecho interno y proteccién minima 1. Los derechos conferidos por la presente Directiva se ejercerin sin perjuicio de otros derechos {que pueda invocar el consumidor en virtud de otras normas nacionales relativas ala responsabi- lidad contractual o extracontractual. 2. Los Estados miembros podrin adoptar 0 mantener, en el ambito regulado por la presente Directiva, disposiciones mis exigentes, compatibles con el Tratado, para garantizar al consumi- dor un nivel de proteccién mis elevado. Articulo 9 Los Estados miembros tomarin las medidas adecuadas para informar a los consumidores sobre las disposiciones nacionales adoptadas para la transposicién de la presente Directiva y, si lo consideran oportuno, alentarin a las organizaciones profesionales a que informen a los consumidores sobre sus derechos. Cuestiones juridico-civiles sobre la titularidad de una embarcacién de recreo 35, LAVENTA A PLAZOS DE UNA EMBARCACION DE RECREO En la venta a plazos de una embarcacién de recreo se debe tener en cuenta, por cuanto que le resulta de aplicacién, la Ley sobre venta a plazos de bienes muebles de 13 de julio de 1998, que tiene por objeto la regulacién de las ventas a plazos de bienes muebles cor- porales no consumibles e identificables de los contratos de préstamo destinados a facili- tar su adquisicién y de las garantias que se constituyan para asegurar el cumplimiento de las obligaciones nacidas de los mismos (articulo 1.°). Los contratos de venta a plazos para la adquisicién de una embarcacién de recreo tam- bién se encuentran incluidos en el Ambito de aplicacién de la Ley 7/1995, de 23 de mar- 20, de Crédito al Consumo, en todo aquello que favorezca al adquirente de la misma como consumidor. CONDICIONES PARA QUE EL CONTRATO SE CALIFIQUE COMO DE VENTA A PLAZOS Se ha de entender por venta a plazos de una embarcacién de recreo el contrato me- diante el cual una de las partes entrega una cosa mueble corporal, que serfa la conside- racién de la embarcacién, y ésta se obliga a pagar por ella un precio cierto de forma total o parcialmente aplazada en tiempo superior a tres meses desde la perfeccién del mismo. Quedan excluidas de la Ley las compraventas de embarcaciones de recreo cuando: 1. Cono sin ulterior transformacién o manipulacién, se destinen a la reventa al pitbli- co, y los préstamos cuya finalidad sea financiar tales operaciones. 2. Las ventas y préstamos ocasionales efectuados sin finalidad de lucro. 3. Las préstamos y ventas garantizados con hipoteca o prenda sin desplazamiento sobre los bienes objeto del contrato. 4. Aquellos contratos de venta a plazos o préstamos para su financiacién cuya cuantia sea inferior a la que se determine reglamentariamente. Los contratos de arrendamiento financiero. Segtin este apartado, estaria excluido de la aplicacién de la Ley, el conocido contrato de leasing, mediante el cual si se esta interesado en utilizar una determinada embarca- cién, lo solicita a una empresa leasing que, previa su adquisicién, se los cede en calidad de arrendamiento a cambio de un alquiler periédico. Transcurrido el plazo pactado en el contrato, el usuario de ésta puede devolverla, adquirirla por un valor residual 0 protrogar el contrato sobre base reducida. 36 Miguel Angel Espejo FORMA ESCRITA Para la validez del contrato sometido a la citada Ley, sera preciso que conste por escrito. Se formalizarin tantos ejemplares como partes intervengan, entregindose a cada una de ellas su correspondiente ejemplar debidamente firmado. CLAUSULAS QUE DEBERA CONTENER EL CONTRATO Ademis de los pactos y clausulas que las partes libremente estipulen, contendra con caric- ter obligatorio las circunstancias siguientes: 1. Lugar y fecha del contrato. 2. El nombre, apellidos, razén social y domicilio de las partes y, en los contratos de financiacién, el nombre o razén social del financiador y su domicilio. Se hari constar también el néimero o cédigo de identificacién fiscal de los intervinien- tes. 3. La descripcidn de la embarcacién vendida, con las caracteristicas necesarias para faci- litar su identificacién. 4. El precio de venta al contado, el importe del desembolso inicial cuando exista, la parte que se aplaza y, en sui caso, la parte financiada por un tercero. En los contratos y financiacién habré de constar el capital del préstamo. 5. Cuando se trate de operaciones con interés, fijo o variable, una relacién del impor- te,el niimero y la periodicidad o las fechas de los pagos que debe realizar el comprador para el reembolso de los plazos o del crédito y el pago de los intereses y los demas gas tos, asi como el importe total de estos pagos cuando sea posible. 6. El tipo de interés nominal. En el supuesto de operaciones concertadas a interés varia~ ble se establecera la formula para la determinacién de aquél 7. La indicacién de la tasa anual equivalente ~siendo ésta el coste total del crédito, expre- sado en un porcentaje anual sobre la cuantfa del crédito concedido-, y de las condi- ciones en las que ese porcentaje podra, en su caso, modificarse. 8. Larelacidn de elementos que componen el coste total del crédito, con excepcién de Jos relativos al incumplimiento de las obligaciones contractuales, especificando cud les se integran en el calculo de la tasa anual equivalente. 9. Cuando se pacte, la cesién que de sus derechos frente al comprador realice el ven- dedor, subrogando a un tercero, y el nombre o razén social y domicilio de éste; 0 la reserva de la facultad de ceder a favor de persona atin no determinada, cuando asi se pacte. 10. La clausula de reserva de dominio, si asi se pactara, asi como el derecho de cesién de Ja misma o cualquier otra garantia de las previstas y reguladas en el ordenamiento juridico. Cuestiones juridico-civiles sobre la titularidad de una embarcacién de recreo 37 11, La prohibicién de enajenar o de realizar cualquier otro acto de disposicién en tanto no se haya pagado la totalidad del precio o reembolsado el préstamo, sin la autoriza~ cién por escrito del vendedor 0, en su caso, del financiador. 12. El lugar establecido por las partes a efectos de notificaciones, requerimientos y empla- zamientos. Si no se consignara, las notificaciones, requerimientos y emplazamientos se efectuarin en el domicilio propio de cada obligado. También se hard constar un domicilio donde se verificara el pago. 13. La tasacién del bien para que sirva de tipo, en su caso, a la subasta. También podrs fijar se una tabla o indice referencial que permita calcular el valor del bien a los efectos de dirigirse contra el deudor en caso de incumplimiento del contrato. 14. La facultad de poder desistir del contrato el comprador. DERECHOS DEL COMPRADOR Ademiés de los derechos del comprador antes sefialados que se regulan en el Cédigo Civil, Ja Ley expresamente establece otros. Asi, el consumidor podra desistir del contrato dentro de los siete dias habiles siguien- tes a la entrega del bien, comunicindolo mediante carta certificada u otro medio fehaciente al vendedor y, en su caso, al financiador, siempre que se cumplan todos los requisitos siguientes: a) No haber usado la embarcacién vendida mis que a efectos de simple examen 0 prueba. 4) Devolverlo, dentro del plazo sefialado de siete dias, en el lugar, forma y estado en que lo recibié y libre de todo gasto para el vendedor. ¢) Proceder, cuando asi se haya pactado, a indemnizar al vendedor en Ia forma estable- cida contractualmente, por la eventual depreciacién comercial del bien. Dicha indem- nizacién no podri ser superior a la quinta parte del precio de venta al contado. A este fin habra de aplicarse el desembolso inicial si existiera. d) Reintegrar el préstamo concedido en virtud de alguno de los contratos regulados en el articulo 4.3, en los términos acordados en los mismos para el caso de desisti- miento. DERECHOS DEL VENDEDOR Si el comprador demora el pago de dos plazos o el timo de ellos, el vendedor podré optar entre exigir el pago de todos los plazos pendientes de abono 0 la resolucién del contrato Si opta por la resolucién, las partes deberan restituirse reciprocamente las prestaciones realizadas, El vendedor o prestamista tendri derecho: 38 Miguel Angel Espejo a) AJ 10 por ciento de los plazos vencidos en concepto de indemnizacién por la tenen- cia de las cosas por el comprador. b) Ana cantidad igual al desembolso inicial, si existiera, por la depreciacién comercial del objeto. Cuando no exista el desembolso inicial, o éste sea superior a la quinta parte del precio de la venta al contado, la deduccién se reducira a esta tiltima. Por el deterioro de la cosa vendida, si lo hubiere, pod exigir el vendedor, ademis, la indemnizacién que en derecho proceda. La falta de pago de dos plazos o del iiltimo de ellos dar derecho al tercero que hubiere financiado la adquisicién, para exigir el abono de la totalidad de los plazos que estuvieren pendientes, sin perjuicio de los derechos que le correspondan como cesionario del vendedor. EL REGISTRO DE VENTAS A PLAZOS DE BIENES MUEBLES A fin de proteger los derechos de terceros, la Ley crea un Registro de reservas de domi- nio y prohibiciones de disponer, que se llevar por los Registradores de la Propiedad y Mer- cantiles, Para que estas garantias de los derechos del vendedor puedan oponerse a terce- ros, ser necesaria su inscripcién en dicho Registro. También se requiere la inscripcién en el Registro para que el acreedor pueda gozar, respecto al cobro de sus créditos derivados de la venta a plazos de la preferencia y pre- lacién establecidos en los articulos 1922 y 1926 del Cédigo Civil (articulo 19 de la Ley). FORMALIDADES ADMINISTRATIVAS A CUMPLIR EN LA COMPRAVENTA DE UNA EMBARCACION DE RECREO NOTIFICACION DE LA VENTA A LA DIRECCION GENERAL DE LA MARINA MERCANTE Para que surta plenos efectos administrativos la transferencia de titularidad de una embarca- cién en construccién, deberd ser notificado a la Direccién General de la Marina Mercante. El titular del astillero acreditaré la conformidad del transferente. Igualmente, si se vende una embarcacién cuya eslora entre perpendiculares sea igual 0 superior a seis metros sera necesaria notificacién a la Direccién General de la Marina Mercante. Cuando la embarcacién tenga una eslora entre perpendiculares inferior a seis metros, se notificaré a la Jefatura Provincial de la Marina Mercante de la Provincia Maritima don- de esta inscrita la embarcacién, quien lo comunicari a la Direccién General de la Mari- na Mercante. Cuestiones juridico-civiles sobre la titularidad de una embarcacién de recreo 39 Las anteriores notificaciones deberin ser comunicadas por el comprador, aportando, den- tro del plazo maximo de tres meses contados desde la fecha en que se firmé la escritura, una copia autorizada de la misma, en la que figuren los datos de la transferencia. Si se pretende cambiar el nombre a la embarcacién adquirida, habri de formularse la co- rrespondiente solicitud que sera sometida a la aprobacién de la Direccién General de la Marina Mercante y sélo podra ser formulada por el titular o persona que lo represente. A la solicitud se acompafiara siempre una copia actualizada de la hoja de asiento de la embarcaci6n certificada. TRAMITACION DEL EXPEDIENTE DE CAMBIO DE DOMINIO DE EMBARCACIONES DE RECREO: DOCUMENTACION NECESARIA. a) Compraventa entre particulares — Instancia del comprador. = Fotocopia del DNI del comprador y vendedor. — Contrato de compraventa firmado por ambos (se admite en la prictica documento privado, no siendo necesaria escritura ptiblica de compraventa). ~ Liquidacién del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (Modelo 600: Impuesto Especial sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Juridicos Documentados). Se exigiré en el caso de modificacién de las circunstancias 0 requisitos determinan- tes de los supuestos de no sujeccién 0

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