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3.6. LOS AUSTRIAS DEL SIGLO XVII: EL GOBIERNO DE VALIDOS. LA CRISIS DE 1640.

Con la muerte de Felipe II en 1598 se inicia la etapa de los Austrias menores,


Felipe III, Felipe IV y Carlos II. Se caracterizan por su desinterés por los asuntos de
gobierno, que dejan en manos de los validos, generalmente nobles o eclesiásticos, que
se ganan la confianza del rey y se hacen con el control del Estado. Esto hizo aumentar la
corrupción y perjudicó mucho la imagen de los reyes. Nada más acceder al trono Felipe
III, deja el gobierno en manos del duque de Lerma. Demostró una pésima habilidad para
conducir los asuntos de Estado dando soluciones pésimas a problemas como la ruina de
Hacienda provocando una bancarrota en 1607. En 1609 es decretada la expulsión de los
moriscos que tuvo consecuencias nefastas sobre la economía de Valencia y Aragón. Su
actitud produjo un descontento general fuera de Castilla, por lo que Felipe III le
sustituyó por su hijo, el duque de Uceda.
En 1621 moría Felipe III y subió al trono su hijo, Felipe IV, que confió el
gobierno al conde-duque de Olivares. Éste sí gobernaría mejor y propuso que se
unificasen las leyes. También recomendaba la Unión de Armas, la creación de un
ejército permanente. Esta postura provocó la oposición de los territorios no castellanos,
que desembocó en la crisis de 1640. Por otra parte, Portugal cada vez veía menos
ventajas en pertenecer a la Monarquía Hispánica, ya que sus colonias eran atacadas sin
que el rey hiciera nada y no les parecía bien la presencia de castellanos en su gobierno.
Así, a finales de 1640 se rebelan y nombran rey al duque de Braganza, por lo que
Portugal vuelve a separarse de España. Esto provoca la caída de Olivares en 1643. En
1665 murió el rey, dejando como heredero a Carlos II.

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