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INTRODUCCION.

La válvula mitral es llamada así por su similitud con la “mitra” que usan los papas o
cardenales. En el Renacimiento, Andreas Vesalius usó el término de mitral por su
semejanza con la mitra que usaban los obispos. El componente anatómico de la válvula
mitral está compuesto por dos valvas, una anterior y otra posterior, el anillo mitral, la
pared de la aurícula izquierda, las cuerdas tendinosas, los músculos papilares y la pared
del ventrículo izquierdo donde se encuentran implantados los músculos papilares.
Cualquier alteración de uno o varios de estos componentes puede alterar el adecuado
funcionamiento de las valvas y ser causa de estenosis y/o insuficiencia. El anillo mitral,
que tiene una forma de silla de montar con una forma elipsoidal, con tres dimensiones,
sirve de anclaje a las dos valvas. Este anillo tiene una variación de forma en la sístole y
en la diástole. La valva anterior es triangular y ocupa un tercio de la circunferencia del
anillo y tiene una mayor distancia longitudinal que la valva posterior, ocupa el 55-60% del
área valvular mitral. La valva posterior es más corta que la anterior y ocupa los dos tercios
restantes del anillo mitral, con un 40-45% del área válvula mitral. Mientras las dos valvas
son morfológicamente diferentes, el área de superficie de la valva anterior y posterior son
muy cercanas y su sumatoria excede el área del anillo en una relación mayor de dos a
uno. Por esto se considera que la dilatación del anillo no es una variable única que
explique la insuficiencia mitral funcional.
El estudio de la enfermedad valvular mitral continúa siendo de importancia debido a su
complejo funcionamiento y al cambio en la terapéutica en los últimos años. La estenosis
mitral continúa siendo la principal manifestación de la enfermedad reumática que sigue
siendo frecuente en nuestra población. El conocimiento claro de la anatomía valvular y de
la fisiopatología de la enfermedad nos permite, de forma clara, definir el grado de
compromiso valvular, su efecto en la hemodinámica cardiovascular y proponer de forma
temprana la intervención. En los últimos años y gracias a la evolución de los métodos
diagnósticos no invasivos como la ecocardiografía tridimensional y la resonancia
magnética, las intervenciones en la estenosis de la válvula mitral se están realizando de
forma más temprana y efectiva, en ocasiones plastias mitrales, cuando la anatomía lo
permite y preservando el aparato valvular. De esta forma se está retardando la necesidad
del cambio valvular mitral por prótesis mecánicas, las cuales implican el tratamiento
anticoagulante que tiene riesgos de complicaciones. Una adecuada intervención en la
estenosis mitral y de forma temprana evita el desarrollo de la dilatación auricular
izquierda, la presentación de fibrilación auricular aumenta el riesgo de la cardioembolia y
también del requerimiento de anticoagulación.

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