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ENREDOS SISTEMICOS

Las Constelaciones resuelven los enredos que existen dentro de un sistema. Los
participantes llegan a ver cómo las dinámicas inconscientes no resueltas les han
estado afectando. Se logra traer lo oculto a la luz y hacer visible la causa de los
conflictos.

Las Constelaciones resuelven los enredos que existen dentro de un sistema.


Los participantes llegan a ver cómo las dinámicas inconscientes no resueltas les
han estado afectando. Se logra traer lo oculto a la luz y hacer visible la causa
de los conflictos. De esta manera se puede tratar el problema, extraer la
información estancada y beneficiarse de la nueva fuente de energía.

Muchos de los problemas recurrentes en nuestra vida se deben a dinámicas


ocultas, no miradas anteriormente, en la familia. Gran cantidad de conflictos y
comportamientos no son explicables por la situación actual de una persona, sino
que se remontan a distintos sucesos en la familia de origen, a vivencias de sus
padres y antepasados aún más lejanos, aun cuando estos hayan muerto.

Los problemas se transmiten de una generación a otra creando una cadena de


destinos trágicos. Cuando hay eventos traumáticos no resueltos en nuestra
familia, estos también se llevan a la relación de pareja. Son estas dinámicas
ocultas lo que Hellinger llama enredos sistémicos.
Todos los miembros de una familia están vinculados entre ellos con amor y
lealtad. Por eso, lo que una generación deja sin resolver sera un miembro de la
siguiente generación que inocente o inconscientemente trate de solventar,
quedando atrapadas en temas o asuntos que no son en realidad su
responsabilidad, desde el amor y deseo por pertenecer.

A nivel inconsciente, hemos observado que parece existir la fantasía de que


mediante el sufrimiento y la muerte se puede salvar al otro, o que le va a ir
mejor, aunque ya esté muerto. Se llama pensamiento mágico. En el fondo es
una conducta muy cómoda, porque no se necesita hacer nada, sino solo dejarse
llevar hacia la repetición del destino del otro, o que le va a ir mejor, aunque ya
esté muerto. Se llama pensamiento mágico. En el fondo es una conducta muy
cómoda, porque no se necesita hacer nada, sino solo dejarse llevar hacia la
repetición del destino del otro porque se cree que la salvación viene de las
desgracias.

El pensamiento mágico puede estar profundamente arraigado en una persona y


se refleja en conductas que responden al querer ser o hacer como sus padres,
lo que se resume en frases como: ¨Les sigo a su destino, ese es mi amor¨ o ¨Te
sigo a la muerte¨, que la persona se va detrás de otra muerta, lo que sucede, por
ejemplo, cuando hay culpa.

Cuando estamos dirigidos de manera inconsciente por las creencias y las


conductas que nos enseña nuestra familia, país o cultura. Cuando usamos éstas
como vara de medida, entonces estamos guiados por la "Buena conciencia" es
decir por aquello que está bien visto para nosotros es decir "es moralmente
correcto" y aprobado por nuestra familia. La mayoría de las veces sufrimos o
fracasamos siguiendo esa buena conciencia, porque sentimos que no tenemos
el derecho de ser felices porque nuestra familia no lo ha sido.
Cuando por el contrario somos capaces de hacer algo diferente a lo aprendido
en nuestra familia, por ejemplo, a ser felices al quedarnos en una relación de
pareja, a vivir una vida plena...entonces estamos guiados por una "Mala
conciencia" que puede que nos lleve a ser excluidos de nuestra cultura o familia.
Al ser visto como "raros o diferentes".

Y últimamente Bert Hellinger habla de una conciencia superior que está al


servicio de la vida. Es como una especie de encendido de la chispa de la vida que
vibra a través nuestro y que nos lleva a ir más allá de nuestra mira de juicios o
moralidades. Que nos hace estar en plenitud dirigidos por una fuerza que
incluye todo y que se libera de juicios, es una fuerza que nos guía y empuja al
amor, la sintonía y un equilibrio que, aunque no entendamos nos llena de paz.
Porque dejamos de juzgar entre bueno o malo y comprendemos que TODO es
PERFECTO TAL Y COMO ES, es una especie de “comprensión superior”.

A continuación, te comparto un texto de Bert Hellinger que lo explica con más


detalle:

"Aquello que normalmente definimos como conciencia es un sentido interno,


similar a nuestro sentido del equilibrio. Con su ayuda percibimos cómo debemos
comportarnos en un grupo para poder formar parte de él, y qué debemos evitar
para no perder esta pertenencia. Tenemos la conciencia tranquila cuando
cumplimos las condiciones para la pertenencia. Tenemos mala conciencia
cuando nos desviamos de las condiciones para la pertenencia.
De grupo en grupo, las condiciones para el derecho a la pertenencia son
diferentes. En una familia de ladrones hay que hacer algo diferente a lo que se
haría para formar parte de la familia de un pastor. En ambas familias, los hijos
tienen la conciencia tranquila o sienten mala conciencia por comportamientos
totalmente distintos.

Por tanto, para muchos, "moral" significa aquello que en nuestra familia es
válido e "inmoral" significa aquello que no es válido en nuestra familia. Es decir,
los contenidos siempre determinados por el sistema.

Lo curioso es que desde la buena conciencia nos sentimos autorizados a


perjudicar a otros que son diferentes. Cuando alguien se justifica alegando su
conciencia, en la mayoría de los casos quiere hacer daño a otra persona. Soy
bueno y quiero algo bueno, no necesito justificarme con mi conciencia, o de otras
religiones.

Por eso, lo realmente bueno es algo que se halla más allá de la conciencia, y para
hacer lo realmente bueno se necesita la valentía de ir más allá de la conciencia.
Lo realmente bueno significa que sirva a muchos y que también reconozca como
válidas las diferencias de otros grupos y otros sistemas, o de otras religiones.
Pero también existe una instancia superior. Esta actúa más allá de la conciencia
que acabo de describir. Actúa cuando estamos en sintonía con algo más grande.
A veces experimentamos el actuar de esta instancia en una constelación, cuando
de repente todos los participantes están en paz, como en concordancia con algo
más grande. O cuando uno nota que está llamado a algo a lo que no se puede
sustraer; si se resistiera a hacerlo, algo en su alma se rompería. O si hiciera algo
determinado que en un plano más superficial considera correcto, también rompe
algo en su alma. Lo que aquí actúa, también es una conciencia; una conciencia
superior. Está muy cerca del ser, de lo esencial."

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