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A lo largo de la historia, el capitalismo ha pasado por diversas etapas, desde una fase industrial
impulsada por la producción industrial hasta una fase financiera facilitada por la división
internacional del trabajo y la revolución en los transportes. Después de la crisis de 1929, el
capitalismo experimentó una fase reglamentaria o estatal, caracterizada por el proteccionismo
y la intervención estatal. Posteriormente, surgieron dos períodos distintos: uno tecnológico o
transnacional, marcado por el estado del bienestar y la sociedad de consumo, y otro neoliberal
o globalizado, con la ascensión de las corporaciones transnacionales, la disminución de las
regulaciones estatales y la globalización de los mercados financieros.
La confrontación
Tras Potsdam, EE.UU. a punto de terminar la guerra con Japón y la URSS convirtiéndose en
potencia hegemónica en Europa, la Guerra Fría se intensificó. En 1947, la Doctrina Truman
marcó la política estadounidense, buscando contener la expansión comunista. Se formaron
alianzas militares como la OTAN (1949) y la SEATO para defenderse contra posibles amenazas
comunistas. La Revolución China en 1949 y la Guerra de Corea (1950-53) contribuyeron a la
creciente tensión entre las superpotencias.
El plan Marshall
El Plan Marshall, oficialmente llamado Programa de Recuperación Europea, fue una iniciativa
lanzada por los Estados Unidos para ayudar a la reconstrucción económica de Europa después
de la Segunda Guerra Mundial. El plan fue propuesto por el entonces Secretario de Estado de
Estados Unidos, George Marshall, en un discurso en la Universidad de Harvard el 5 de junio de
1947.
El objetivo principal del Plan Marshall era proporcionar asistencia financiera y material a los
países europeos devastados por la guerra, ayudándoles a reconstruir sus economías y evitar el
colapso social y político. Se destinaron fondos para la compra de alimentos, maquinaria,
equipos industriales y otros bienes necesarios para la recuperación económica.
Las razones detrás del Plan Marshall fueron tanto altruistas como estratégicas. Estados Unidos
quería evitar que las difíciles condiciones económicas en Europa llevaran al ascenso del
comunismo, especialmente en países como Francia e Italia, donde los partidos comunistas
eran fuertes. Además, Estados Unidos buscaba revitalizar el comercio internacional y crear
mercados estables para los productos estadounidenses.
El Plan Marshall se implementó entre 1948 y 1952. Durante este período, se asignaron
alrededor de $13 mil millones (equivalentes a aproximadamente $88 mil millones en valores
de 1997) para ayudar a 16 países europeos. Gran Bretaña y Francia fueron los principales
beneficiarios, seguidos de cerca por Alemania y Italia.
Después de la Segunda Guerra Mundial, los Acuerdos de Bretton Woods, firmados en junio de
1944, se convirtieron en la base de la cooperación económica internacional. Estos acuerdos
tenían como objetivo establecer un sistema monetario internacional que evitará las
devaluaciones competitivas y el proteccionismo que habían contribuido a la Gran Depresión de
los años 30.
A finales de los años 60, la creciente desconfianza en el dólar llevó a una fuerte especulación
contra la moneda estadounidense. En agosto de 1971, el presidente Nixon decidió abandonar
la convertibilidad del dólar al oro, lo que puso fin al patrón oro-dólar. Posteriormente, se
adoptó un sistema de tipos de cambio flexibles, donde las monedas fluctuaban en función de
la oferta y la demanda en los mercados de divisas.
Esta transición hacia un sistema de tipos de cambio flexibles marcó el fin del patrón oro-dólar y
el comienzo de una era de flotación cambiaria. A raíz de estos cambios, los países europeos
buscaron estabilidad monetaria y eventualmente establecieron una moneda única, el euro, en
el Tratado de Maastricht en 1991. Este proceso culminó con la introducción del euro como
moneda física en 2002.
"Años dorados" (1955-1973): Este período se caracterizó por una alta demanda interna y
externa, junto con la expansión del Estado del bienestar en Europa. La seguridad social, la
redistribución de la renta y las inversiones en educación y salud fueron fundamentales para el
crecimiento económico.
Crisis del sistema de posguerra (desde 1971-1973): La economía global enfrentó desafíos, lo
que llevó al cambio de paradigma económico a partir de 1980.
La crisis petrolera
La crisis del petróleo en la década de 1970 marcó un punto de inflexión en el orden económico
mundial surgido después de la Segunda Guerra Mundial. Esta crisis, desencadenada por la
guerra del Yom Kippur en 1973 y agravada por eventos político-militares como la Revolución
Iraní y la guerra entre Irán e Irak, llevó a un aumento drástico en los precios del petróleo y
generó una grave crisis en los países industrializados, especialmente en Europa y Japón, que
eran grandes consumidores de petróleo.
El aumento de los precios del petróleo tuvo un impacto económico significativo, provocando
una recesión, caída del consumo, aumento del desempleo e inflación. Esto marcó el comienzo
del fin de la llamada "edad de oro" y el inicio de un nuevo paradigma económico. Para hacer
frente a la situación, los países dependientes del petróleo empezaron a explorar energías
alternativas y a buscar nuevas fuentes petroleras, como la explotación de recursos submarinos
en el Mar del Norte y en México. Esto llevó a la aparición de nuevos productores y a una mayor
diversificación de la oferta en el mercado petrolero.
Esta crisis del petróleo también estuvo acompañada por la crisis del sistema fordista de
producción, caracterizado por la producción en masa, la línea de montaje y altos niveles de
consumo. La caída de la productividad y de la tasa de ganancia, junto con la crisis del Estado
benefactor, contribuyeron a la inestabilidad económica de la época.
En este contexto, los economistas liberales, liderados por figuras como Milton Friedman y
otros monetaristas, comenzaron a abogar por la desregulación y el libre mercado. Esta
ideología neoliberal ganó terreno en las políticas económicas, llevando a privatizaciones,
desregulaciones, disminución de las prestaciones sociales y flexibilización laboral. Margaret
Thatcher en Gran Bretaña y Ronald Reagan en Estados Unidos fueron dos de los líderes
políticos que implementaron estas políticas, marcando el inicio de la era neoliberal.
En resumen, la crisis del petróleo en la década de 1970 fue un evento clave que desencadenó
una serie de cambios económicos y políticos a nivel mundial, llevando al surgimiento del
neoliberalismo como el nuevo paradigma económico dominante.
El creciente déficit estadounidense, especialmente a partir de mediados de los años 60, generó
presiones inflacionarias que llevaron a una caída en la tasa de rentabilidad y la ruptura de los
mecanismos de redistribución existentes. Además, el sistema monetario basado en el dólar ya
no respondía adecuadamente a la realidad económica global, y la decisión del presidente
Nixon en 1971 de abandonar la convertibilidad del dólar al oro marcó el fin del sistema
monetario internacional establecido en 1944.
La crisis se agravó con el aumento de los precios del petróleo decidido por la OPEP en 1973, lo
que incrementó el impulso inflacionario y redujo los ingresos de los países productores-
exportadores de petróleo debido a la devaluación del dólar. Esto llevó a una desaceleración
económica debido a la disminución de las inversiones productivas, la productividad y los
beneficios, y las políticas tecnológicas, salariales y de empleo de las grandes corporaciones
transnacionales contribuyeron a esta tendencia.
En 1974, Estados Unidos eliminó los últimos controles sobre los movimientos de capital, y
muchos países, incluyendo Japón y la mayoría de los países europeos, adoptaron paridades
flotantes en lugar de tipos de cambio fijos. Esto abrió las puertas a la globalización financiera y
facilitó los flujos de capitales internacionales, beneficiando a empresas multinacionales,
grandes bancos y grandes inversores, especialmente en paraísos fiscales que comenzaron a
proliferar.
Estas condiciones crearon las bases para futuros ciclos especulativos y permitieron a Estados
Unidos financiar su déficit público y de balanza de pagos a través de la emisión de dólares,
aprovechando su posición como detentor de la hegemonía monetaria mundial. Estos cambios
marcaron el inicio de una nueva era económica y financiera, caracterizada por una mayor
interconexión global y un crecimiento significativo de los mercados financieros internacionales.
4. Préstamos a Países en Desarrollo: Dada la débil demanda de créditos por parte de los
agentes privados en los países desarrollados debido a la recesión económica, los
petrodólares se canalizaron hacia países en vías de desarrollo o subdesarrollados. Los
bancos comerciales, especialmente en EE.UU., vieron un negocio rentable en otorgar
préstamos a estos países. Los países latinoamericanos, por ejemplo, recibieron una
gran cantidad de préstamos, permitiéndoles financiar déficits públicos y políticas
expansivas.
Estos flujos de capitales permitieron a los países en desarrollo aplicar políticas expansivas y
financiar déficits públicos. Sin embargo, estos préstamos también llevaron a un aumento
significativo de la deuda externa en muchos países, lo que se convirtió en un problema
importante en las décadas siguientes. La bonanza inicial se vio eclipsada por las crisis de la
deuda en los años 80, que afectaron profundamente a muchas economías en desarrollo.
La crisis de la deuda en América Latina, desencadenada en los años 80, tuvo profundas
implicaciones económicas y sociales en la región. Aquí hay un resumen de los eventos clave y
sus consecuencias:
Causas de la Crisis:
2. Endeudamiento Excesivo: Durante la bonanza petrolera de los años 70, los países
latinoamericanos habían tomado grandes préstamos a tasas variables que, en
términos reales, eran negativas. Cuando las tasas de interés se dispararon, los costos
de servicio de la deuda se volvieron insostenibles.
Consecuencias:
1. Recesión Profunda: Para hacer frente a las crisis, los países latinoamericanos
implementaron medidas de austeridad, incluyendo la reducción del gasto público,
aumento de impuestos y devaluación de las monedas. Estas medidas llevaron a una
recesión simultánea y profunda en toda la región.
3. Ajuste Estructural: Para asegurar el servicio de la deuda, los países tuvieron que
implementar programas de ajuste estructural bajo la supervisión del FMI. Estos
programas incluyeron reformas económicas, privatizaciones y reducciones en el gasto
público, pero también provocaron tensiones sociales significativas.
5. Papel del FMI: El FMI desempeñó un papel influyente durante la crisis, imponiendo
condiciones estrictas a los países deudores. Los países afectados tuvieron que negociar
programas de ajuste con el FMI para acceder a nuevos préstamos y alivio temporal de
la deuda.
En los años posteriores a la crisis de la deuda de los años 80, América Latina experimentó una
transformación significativa en sus políticas económicas. Aquí hay un resumen de los cambios
clave y las influencias detrás de estas transformaciones:
1. Reducción del Papel del Estado: Las políticas económicas pasaron de un fuerte
intervencionismo estatal a un enfoque basado en la competencia y el mercado. Se
buscó reducir la presencia del estado en la economía, eliminando controles de precios,
subsidios generalizados y salarios mínimos.
5. Influencia del Consenso de Washington: Estas reformas estuvieron alineadas con los
principios del Consenso de Washington, una serie de políticas económicas promovidas
por instituciones internacionales como el FMI, el Banco Mundial y el Departamento del
Tesoro de los Estados Unidos.
3. Experiencia Chilena como Modelo: El éxito relativo del modelo económico chileno bajo
el liderazgo de Augusto Pinochet, que incluía políticas monetaristas y una apertura
económica, se convirtió en un ejemplo a seguir para algunos países de la región.
En resumen, el cambio en las políticas económicas de América Latina durante los años 80 y 90
reflejó una transición desde un enfoque intervencionista del estado hacia políticas más
orientadas al mercado y la apertura económica. Estas reformas, aunque buscaban estabilidad
macroeconómica, también llevaron a una serie de desafíos sociales, incluyendo un aumento
del desempleo y la desigualdad. Este período marcó un cambio fundamental en la dirección
económica de la región, influenciado en gran medida por las tendencias económicas
internacionales y las presiones financieras.
El consenso de Washington
Lo que describen aquí son las complejas dinámicas socioeconómicas y políticas que se
desarrollaron en América Latina durante las décadas de 1980 y 1990, en respuesta a las crisis
económicas y las presiones internacionales, especialmente del Consenso de Washington.
Permíteme resumir y analizar los puntos clave que mencionaste:
Fin de las Políticas Estatistas: Las políticas estatistas, que caracterizaron las décadas
anteriores, llegaron a su fin. Las estructuras oligopólicas protegidas nacionalmente ya
no eran viables en la economía globalizada.
Búsqueda de Integración Regional: Los países buscaron socios extranjeros y acuerdos
regionales para acceder a los mercados globales de manera más competitiva.
Este período marcó una transición significativa en las y sociedades de América Latina,
caracterizada por la adopción de políticas orientadas al mercado y la apertura económica.
Sin embargo, estos cambios también generaron desafíos sociales y económicos
considerables, y sus repercusiones se sintieron en diferentes sectores de la sociedad.
El período de la "década perdida" en América Latina, especialmente durante los años 80 y 90,
fue marcado por políticas de ajuste económico y reestructuración que, si bien lograron
controlar la inflación, tuvieron graves consecuencias sociales. Estas políticas, influenciadas por
el Consenso de Washington, buscaban sanear las economías y cumplir con las obligaciones de
deuda, pero el alto costo social resultó en un marcado deterioro de las condiciones de vida
para muchos ciudadanos. A pesar de la reducción de la inflación, las políticas de austeridad y la
disminución del gasto público, especialmente en áreas como salud y educación, llevaron a un
aumento de la pobreza y la desigualdad.
Impacto Social:
En resumen, a pesar de los esfuerzos por implementar políticas de ajuste económico, las
desigualdades persistieron y se profundizaron. La situación económica de la región seguía
siendo precaria, y la brecha entre ricos y pobres continuaba siendo amplia. Estos desafíos
sociales y económicos crearon un terreno fértil para el descontento social y las tensiones
políticas en la región.
El período a partir de los años 80 marcó una transformación significativa en el orden mundial.
La apertura de los mercados, la internacionalización de la producción y las finanzas, junto con
los avances en tecnología de la información, dieron forma a un mundo completamente
diferente. Durante este tiempo, varios cambios importantes ocurrieron:
1. Revolución Tecnológica:
2. Paradigma Neoliberal-Conservador:
Tiene razón, la globalización es un concepto complejo y multifacético que puede ser definido
de diversas maneras según el enfoque y el contexto. Aquí están algunas de las definiciones y
características clave de la globalización basadas en las descripciones que ha proporcionado:
1. Integración Estrecha:
Joseph Stiglitz: Describe la globalización como la integración más estrecha de los países
y pueblos del mundo. Esto se logra mediante la reducción significativa de los costos de
transporte y comunicación, así como el desmantelamiento de barreras artificiales para
los flujos de bienes, servicios, capitales, conocimientos y, en menor medida, personas
a través de las fronteras.
Nuevo paradigma
La globalización, como bien menciona, fue una respuesta del capitalismo a las crisis de los años
70. Esta nueva fase del capitalismo se caracterizó por una reasignación de recursos y una
tercera revolución industrial basada en las tecnologías de la información y la comunicación. La
caída del Muro de Berlín en 1989 y la implosión de la Unión Soviética en 1991 impulsaron aún
más el desarrollo del mercado global.
3. Fragilidad Estatal y Desregulación: Se produjo una retracción del accionar del Estado y
una desregulación económica. La economía planificada fue reemplazada por la
economía de mercado, y el rol estatal en inversión y producción se redujo,
especialmente en los países desarrollados.
5. Sociedad Posindustrial: Surgió una sociedad posindustrial, donde los servicios y las
tecnologías de la información se convirtieron en sectores dominantes. Las áreas
industriales tradicionales declinaron, y nuevas industrias relacionadas con la
innovación tecnológica, como la microelectrónica, la informática, las
telecomunicaciones y la biotecnología, ganaron importancia.
En resumen, la globalización fue una transformación profunda que afectó no solo la economía,
sino también la política, la sociedad y la cultura en todo el mundo. Estos cambios trajeron
consigo desafíos significativos, incluida una creciente desigualdad económica y social, así como
oportunidades para la innovación y el crecimiento económico en ciertas regiones y sectores.
Corrientes financieras
4. Efecto Manada y Efecto Contagio: Los mercados financieros están sujetos al "efecto
manada", donde los inversionistas siguen las tendencias populares. Si esta convicción
es cuestionada, los valores pueden caer bruscamente. Además, la interdependencia de
los inversores y la capacidad de operar en mercados globales generan el "efecto
contagio", donde las crisis pueden propagarse rápidamente de un mercado a otro y
afectar la economía real.
5. Crisis Sistémicas: Las burbujas financieras, cuando explotan, pueden provocar crisis
sistémicas que afectan no solo el sector financiero, sino también la producción y el
empleo en la economía real. Estas crisis han ocurrido en varias ocasiones desde la
década de 1990 y han afectado regiones económicas importantes, como Asia oriental,
Rusia, Brasil, Argentina, Estados Unidos y la Unión Europea.
Organización de la producción
Producción Just in Time: Se adoptó el enfoque "just in time", que implicaba producir
bienes según la demanda, evitando el almacenamiento excesivo.
Estos cambios han llevado a una mayor flexibilidad en la producción y a una economía global
más interconectada, pero también han traído consigo desafíos significativos, incluyendo la
precarización laboral y la presión financiera sobre las empresas para mantener un rendimiento
constante en los mercados de valores.
1) Tasa de Beneficio:
En Estados Unidos, la tasa de beneficio mostró una tendencia a la baja desde 1966
hasta 1982.
A partir de 1982, hubo un aumento sostenido en la tasa de beneficio, coincidiendo con
cambios en las políticas económicas que redujeron la participación de los salarios en la
distribución del ingreso.
3) Concentración de la Riqueza:
Este análisis subraya cómo las políticas económicas neoliberales, al reducir la participación de
los salarios y aumentar la tasa de beneficio, no han llevado necesariamente a un aumento en
la inversión productiva. En cambio, estos beneficios se han dirigido hacia el sector financiero y
han contribuido al crecimiento de las burbujas especulativas. Estas tendencias han tenido un
impacto significativo en la economía global, creando desafíos y desequilibrios que continúan
siendo objeto de debate y análisis en el mundo académico y político.
El comercio mundial
Existe una tríada de poder económico en torno a Estados Unidos, Europa de los 15 y el
sudeste asiático, aunque el equilibrio ha variado con la articulación del sistema
industrial japonés, el ascenso de los Tigres Asiáticos y el rápido desarrollo de China.
2. Tensiones y Restricciones:
Este análisis resalta los desafíos complejos y multifacéticos que enfrenta Europa y otras
regiones desarrolladas en términos de migración, integración social y política, así como las
cuestiones económicas y humanitarias asociadas a la migración irregular.
Globalizacion y regionalización
La década del '90 fue testigo de una mayor liberalización del comercio y un creciente
interés en los acuerdos de integración regional.
Grupos como el NAFTA, el MERCOSUR y ASEAN, así como acuerdos intra-UE,
experimentaron un aumento significativo en el comercio intra-regional entre 1990 y
1997.
Emergieron nuevas formas de integración regional, como UNASUR en América del Sur
y los BRICS (Brasil, Rusia, China, Sudáfrica), que se han convertido en actores
dinámicos en la economía mundial.
El G20, que incluye a países emergentes, se estableció como una institución para la
coordinación global, respondiendo a las crisis financieras internacionales.
En resumen, la integración regional ha sido una estrategia adoptada por varias regiones para
enfrentar los desafíos económicos y políticos de la globalización. Estos esfuerzos han llevado a
la formación de bloques económicos y políticos más fuertes, lo que ha redefinido las dinámicas
de poder en el escenario global.
El análisis presentado destaca las desigualdades y los desafíos asociados con la globalización.
Aquí se resumen los puntos clave del análisis sobre los aspectos negativos de la globalización:
1. Desigualdades Económicas y Sociales: