Titulo: Rosas azules.

Trama: Amor imposible.

El pincel se movía con suavidad y cuidado sobre el cuadro, el profundo azul daba vida a lo
blanco de la pintura en proceso; cada cierto tiempo sumergía las hebras del pincel en agua
para cambiar el pigmento del mismo. Sam se mantenía tranquilo en su silencioso estudio de
arte, centrado en su creación, era tanta su concentración que no notó cuando una presencia
tras el rodeó su torso con sus brazos. Una pequeña risa salió de los labios contrarios antes
de hablar.

-Sam ¿Que estás haciendo ahora?-

-Es un regalo especial.- Respondió con simpleza mientras daba ahora detalles verdes a la
pintura. Pudo sentir su cuerpo cálido otra vez.

-Oh, ¿Y por qué es especial para ti un cuadro de rosas azules?

-Las rosas azules representan un amor imposible, Inni, hace algunas décadas los antiguos
poetas del romanticismo usaban esta flor para expresar un ideal del amor inalcanzable o
amor imposible.

Pudo escuchar un suspiro por parte de Inni y sintió como la calidez que lo rodeaba se
desvanecía y el frío de la habitación volvía a abrazarlo.

-Debes dejar de hacer esto, Sam… Tienes que aceptarlo, déjalo ir.

El susodicho no respondió, solo continuó dando detalles a la pintura que llevaba días
planeando encerrado en su frío estudio. Solo esas frías paredes lograban distraerlo de la
realidad que aún no quería aceptar.

[...]
El rubio caminaba a paso lento por el camino de tierra. A lo largo de su vida Sam había
experimentado miles de emociones diferentes, pero ninguna se comparaba a como se
sentía ahora; estaba roto, vacío, como si una parte de el le hiciera falta.

En sus manos se encontraba el cuadro que había tardado días en terminar, un ramo de tres
flores azules en diferentes tonalidades.

A pesar del dolor que sentía, el chico mantenía una pequeña sonrisa en su cansado rostro.
Caminaba entre las tumbas de personas ajenas en busca de la única que conocía, para su
desgracia siempre se perdía en el extenso cementerio. Pasados unos minutos de caminata
finalmente llegó a su destino. Una lápida muy limpia y bien cuidada, había un ramo de flores
frescas ensima que el rubio había dejado el día anterior; se arrodilló con cuidado frente a la
tumba mientras forzaba su sonrisa.

-Hola de nuevo, cariño.

Quedó en silencio unos segundos, como si esperara alguna respuesta, la cuál no llegó.

-Traje buenas noticias, ¿Recuerdas el consurso de artes del que te hablé?... E ganado el
primer lugar ¿No es genial?... Me siento orgulloso, se que tu igual lo estarías…

Un suspiro salió de sus labios mientras sentía una presión en su pecho y un nudo en su
garganta, sus ojos empezaron a llenarse de pequeñas lágrimas que amenazaban con salir
en cualquier momento.

-Sé que me hiciste prometer que te olvidaría… pero es difícil. Me haces mucha falta, Inni…

Un sollozo escapó de sus