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SERMÓN TEXTUAL

Propósito General: Devocional


Propósito específico: Que los hermanos de la iglesia Emanuel sean
dirigidos a clamar constante y fervientemente por la predicación de
la Palabra.
Base bíblica: Colosenses 4:3
Asunto: LA ORACIÓN
Título: EL CLAMOR DE LOS SANTOS
Tema: Tres razones por las que los santos claman
Efesios 6:19,20 ; 1 Cor 16:9; hch 4:29;

 Saludo
Dios les bendiga hermanos, que bendición poder hoy estar con
ustedes, poder conocerles y saludarles. Mi nombre es Gladys
Michel, soy de Matehuala y he tenido la bendición de asistir a este
campamento donde sin duda Dios ha tratado con mi vida, he tenido
la bendición de conocer a estos amigos, que son jóvenes
apasionados por Dios y su obra. Y bueno, el día de hoy estaré
compartiendo la Palabra con usted, y siempre que tengo la
oportunidad de hacerlo, solo puedo reconocer la gracia y
misericordia de Dios que me tiene aquí. Igualmente damos gracias
a los pastores por recibirnos con ese corazón tan noble y generoso.
Y sin más que decir, le invito a que me acompañe, antes de tomar
su lugar, en sus Escrituras en la Epístola a los Colosenses,
capitulo 4, versículos 3 -4. Damos lectura

Orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor


nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio
de Cristo, por el cual también estoy preso,
para que lo manifieste como debo hablar.

Oración
Glorioso Señor, cada día somos testigos de tu gracia y amor. Tu misericordia
ha sido derramada sobre cada persona en este lugar, nos has salvado y nos
has dado la oportunidad de acercarnos a ti. El día de hoy Señor pedimos, en el
nombre de Cristo, que tu palabra guie nuestro corazón a tus propósitos y haya
en nosotros un clamor ferviente por la predicación de tu palabra a aquellos que
viven lejos de ti. Amen
 Puede tomar su lugar hermano gracias.
EL CLAMOR DE LOS SANTOS es como he titulado este
mensaje.

Introducción:
Colosenses forma parte del grupo de las epístolas de la cautividad.
Es decir, Pablo, la escribo mientras se encontraba encarcelado a
causa de la predicación del evangelio.
Esta carta fue escrita para combatir a los falsos maestros, aquellos
que introducían falsas enseñanzas acerca de la salvación. Así que
Pablo se ocupa de presentar su argumento y defensa de la verdad
acerca la deidad de Cristo, de cómo en Él podemos conocer al Dios
invisible, de cómo nos ha reconciliado con el Padre.
La persona y obra de Cristo, el Dios encarnado, es el tema que
fluye a través de este escrito. Hay también, consideraciones
prácticas de lo que esto significa para todos los creyentes.
Y como es común en sus cartas, el Apóstol, mostrando ese sentido
Pastoral, al final, comienza a dar instrucciones o exhortaciones a la
iglesia en temas que debían ser considerados apremiantemente.
Uno de esos temas es la oración.
Podemos notar como Pablo insta a la diligencia y agradecimiento
en la oración en el v2 de este capítulo 4 que leímos, pero después,
con el mismo fervor que había en su corazón al hablarles a ellos de
las glorias de Cristo, pide a los creyentes que oren. Que clamen a
fin de esta la Palabra, este mensaje sea anunciado a los que no
conocen.
Oren también por mí escribe Pablo en Efesios, y pídanle a Dios
que me dé el valor de anunciar el plan que él había mantenido en
secreto. El Señor me envió a anunciar ese plan, y por eso estoy
preso. Pídanle a Dios que me dé el valor de anunciar sin ningún
temor la buena noticia.
Es muy interesante ver como Pablo en más de uno
de sus escritos exhorta a los creyentes a orar por
este propósito tan esencial.
Esto quiere decir, que dentro del corazón de todo creyente debe
arder intensamente un clamor, un clamor que venga desde lo más
profundo de su ser para que la Palabra sea predicada.
Peropareciera en que nuestros días, ya no existe tal
clamor, nuestras oraciones pueden estar llenas de
todo, menos de clamor, de pasión y fervor por que la
Palabra sea predicada.
En Hechos, vemos una Iglesia dinámica, ferviente, evangelizadora
que cumplía con la gran comisión. Con la labor encomendada: de
ser testigos de la obra más gloriosa, que es Cristo dando su vida
por amor al pecador.
La Iglesia primitiva conocía la gloria del mensaje que anunciaba,
conocía cuál era su labor, pero también, abrazaba un principio de
vida poderoso. La oración. Oraban con fe y constante y
fervientemente clamaba para que el mensaje del evangelio fuera
predicado en todo lugar.
Cada uno de nosotros fuimos llamados a proclamar la verdad.
Cristo ha dado su vida para salvar al pecador.
Pero no solo somos llamados a proclamar, también, somos
llamados a interceder y a clamar fervientemente por que la Palabra
sea anunciada.
PROPOSICIÓN:
En el corazón de todo creyente, de todo discípulo de Cristo, debe
existir un clamor, una necesidad apremiante por orar constante y
fervientemente por la llegada del evangelio a todo lugar. EL
CLAMOR DE LOS SANTOS ha subido a presencia de Dios desde
los tiempos primitivos de la Iglesia.
Y en Colosenses, encontramos motivos específicos que nos guían
hoy a clamar a Dios en oración, así como lo han hecho nuestros
hermanos a través de la historia.
O.T. El día de hoy compartiré con ustedes los MOTIVOS POR
LOS QUE LOS SANTOS CLAMAN
I. El primer motivo por el que los santos claman es por
OBREROS:
Alguien que tiene verdadero amor ferviente por los perdidos, clama
fervientemente por obreros.
Clama por obreros
1. Porque la necesidad es mucha.
Jesús dijo a sus discípulos que rogaran al Señor por obreros. Mateo
9:37-38 dice:
Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban
desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen
pastor. 37 Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es
mucha, más los obreros pocos. 38 Rogad, pues, al Señor de la mies,
que envíe obreros a su mies.

Hay dos términos que se usan aquí para describir la situación


espiritual de las multitudes que se encontraban lejos de Dios:
“desamparadas y dispersas”
El primero, también se podría traducir como “acosadas”. lo
podríamos ilustrar como en esos videos que tal vez en alguna
ocasión hemos visto. De animales indefensos o silvestres que son
acosados por depredadores.
Esta palabra: desamparadas, habla de multitudes maltratadas y
agotadas, como cuando un viajero que ha recorrido un largo camino
es incapaz de dar un paso más.

Multitudes dispersas, que también se puede traducir como


“postradas”, como una persona que esta tirada en el suelo después
de que la han herido mortalmente.
Desamparadas y dispersas fueron las palabras que describen a los
ojos de Cristo a las personas que viven cansadas y cargadas por el
pecado y sin nadie que las guie hacia el descanso.
Por eso Jesús apremia a sus discípulos a orar por obreros.
Ver el estado lamentable de los que no tienen al Señor, y sentirse
movido a compasión, debe ser el corazón del creyente.
El día de hoy preguntémonos ¿si hay en nosotros el mismo sentir
que hubo en Cristo?
Aplicación:
No podemos ser indiferentes a la necesidad.
Países, ciudades, pueblos, tribus no han oído del amor de Cristo.
Viven perdidos en pecado.
Todos los días, a cada momento, el hombre corre locamente hacia
el infierno como si fuera el cielo, y rechaza el cielo como si fuera el
infierno, va directo a la condenación eterna, nada lo detiene, a
menos que alguien se levante y le anuncie el arrepentimiento, el
perdón de pecados, la salvación. A menos que alguien, le enseñe
quien es el camino verdad y vida, a menos que alguien con amor
cuide y guie a las personas a vivir en y por Cristo, a menos que
alguien esté dispuesto a ir a los lugares menos pensados por la
salvación de sus almas.
Nuestros vecinos, la gente en las calles, en las empresas, en los
hospitales, en escuelas, en nuestra familia, están corriendo con
desenfreno al infierno.
La compasión hacia los hombres abatidos por el pecado y en
peligro de una condenación eterna nos lleva a interceder.
Alcemos la vista, miremos las multitudes, que nuestro ser desborde
en compasión por que tenemos el amor de Cristo, oremos porque la
necesidad es mucha. Porque ese es el CLAMOR DE LOS
SANTOS.

O.T. Los santos claman por obreros porque la necesidad es mucha,


pero también los santos claman.

2. Porque los obreros son pocos


-Pocos son los dispuestos a renunciar a sí mismos, dejar las redes
y seguirle.
-Pocos son los que no anhelan comodidades y placeres terrenales.
-Pocos entienden la gloria del mensaje que ha sido revelado.
-Pocos están dispuestos a renunciar al pecado.
-Pocos quieren vivir para alguien más que no sea para sí mismos.
-Pocos miran a las multitudes y tienen compasión
POR ESO, LOS SANTOS CLAMAN POR OBREROS
Es interesante observar que Cristo contesto la oración de sus
discípulos en ese entonces. Cristo los envió a ellos a predicar.
Un misionero entre los musulmanes escribió:
Rogar al Señor de la mies que envié obreros a su mies, es una
oración muy peligrosa, porque tal vez escucharas al Señor de la
mies decirte: ¡Ve tú!
¿Cuántas personas aquí estarían dispuestas a hacer esta oración
peligrosa?

El motivo por el que los santos claman es por OBREROS.


Porque la necesidad es mucha y los obreros pocos.

II. El segundo motivo por el que los santos claman es POR


VALENTÍA PARA LA PREDICACIÓN y DEMOSTRACIÓN DEL
ESPÍRITU Y DE PODER
¿Alguna vez has pensando en la gloriosa manera en que el
Señor obra por medio de la oración a través de los santos?
Hechos 4:29-31 dice:
9 Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que

con todo denuedo hablen tu palabra, 30 mientras extiendes tu mano


para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el
nombre de tu santo Hijo Jesús. 31 Cuando hubieron orado, el lugar
en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del
Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.

1. Los santos en la iglesia primitiva clamaban por valentía


Pablo lo dijo también a los Efesios:
Oren también por mí, y pídanle a Dios que me dé el valor de
anunciar el plan que él había mantenido en secreto. 20 El Señor me
envió a anunciar ese plan, y por eso estoy preso. Pídanle a Dios
que me dé el valor de anunciar sin ningún temor la buena noticia.

Valentía para la predicación debe ser el clamor de los santos.


Valentía para la predicación debe ser nuestro clamor.

 Los apóstoles se enfrentaron, a persecución, hambre,


enfermedad, destierro, cárceles, azotes y mucho más, por eso
clamaban por valentía, para sobreponerse, confiar en la
adversidad y seguir anunciando la Palabra.
 Clamaban por valentía porque cuando eran atribulados y
abrúmanos más allá de sus fuerzas, cuando perdían la
esperanza de seguir viviendo, entonces por el clamor de los
santos confiaban en el que resucita a los muertos y con
valentía seguían proclamando la Palabra.

Una frase dice: si pudiéramos ver lo que ocurre cuando oramos,


nunca dejaríamos de orar.-Louie Giglio
Ilustración: Basta con recordar aquel momento que se registra en
Hechos 12, Pedro estaba encarcelado, Herodes planeaba
acusarlo y matarlo, pero le invito a que me acompañe a leer el
v5:
Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel, pero la iglesia
hacia sin cesar oración a Dios por él.
El relato continuo, la misma noche que Herodes planeaba
matarlo, un ángel del Señor libero a Pedro de sus cadenas. Y
cuando Pedro se dirige a donde estaban los creyentes en el v12.
Los que estaban reunidos estaban orando.
Los santos claman por valentía para que la Palabra siga siendo
predicada.
Por la respuesta a ese clamor, es que un hombre como Pablo,
después de ser apedreado y arrastrado como muerto fuera de una
ciudad se pudo levantar y día siguiente salir a anunciar el evangelio.

 Esto pasó en la Iglesia primitiva, pero recibir poder de lo alto


para testificar y anunciar el evangelio sin importar las
consecuencias es una promesa también para nuestros días.
Recibir valentía y denuedo es algo que está vigente.
El mismo Cristo crucificado y resucitado.
El mismo mensaje
El mismo Espíritu
Pero…¿Tenemos el mismo corazón que los santos en la iglesia
primitiva, tenemos el mismo corazón al clamar por valentía para la
predicación de la palabra?
O.T. Los santos claman por valentía para la predicación de
la Palabra pero también

-Los santos clamaban por demostración del Espíritu y poder.

 Vivimos en una sociedad cada vez más incrédula, más


escéptica, más insensible.
Nuestra predicación no debe ser con palabras persuasivas de
sabiduría humana sino con demostración del poder de Dios.
Todavía Dios hace milagros, todavía Dios obra sanidades, todavía
Dios da palabra de ciencia y da fe, discernimiento, lenguas,
interpretación de lenguas.
Nuestra predicación debe estar acompañada, de nada más si no del
poder del Espíritu Santo obrando a través de los dones a fin de que
un mundo perdido e incrédulo crea.

El Apóstol Juan expreso en su evangelio:


Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus
discípulos, las cuales no están escritas en este libro. 31 Pero estas
se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de
Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.

Que nuestro clamor sea para que la Palabra que prediquemos sea
con demostración del Espíritu y poder y digamos:
Estas cosas son hechas para que crean que Jesús es el Cristo, el
Hijo de Dios, y para que creyendo, tengan vida en su nombre.

Aplicación:
¿Alguna vez ha reflexionado en que cada vez es más difícil que una
persona acepte el evangelio en nuestras ciudades o estados? ¿O
más triste aun, cada vez es más difícil que los creyentes compartan
su fe? esto pasa en nuestro país, donde ser cristiano en la mayoría
de los lugares no está penado.
Y si esto pasa en nuestros alrededores, ¿Qué pasa en los países
donde ser cristiano es ilegal? Donde tener una biblia te lleva a la
muerte?
¿Puede el evangelio sobrevivir en los lugares de persecución,
puede el evangelio florecer en la incredulidad y estetismo?
La respuesta es sí ¡por que donde hay santos clamando por
valentía para predicar, donde hay santos clamando por que esa
Palabra sea acompañada del espíritu y poder el evangelio sigue
avanzando.

LOS SANTOS CLAMAN POR VALENTÍA PARA LA PREDICACIÓN


LOS SANTOS CLAMAN POR LA DEMOSTRACIÓN DEL ESPÍRITU
Y DE PODER

III. Por último, el tercer motivo por el que los santos claman
es por LA ACEPTACIÓN DE LA PALABRA
Necesitamos clamar para que la Palabra sea aceptada porque
Al salir a sembrar la semilla del evangelio
1. Encontraremos al oyente indiferente
Aquel que ha cerrado su mente a recibir la verdad. Donde el
corazón se ha endurecido tanto por el transito constate de la
mentira, del falso evangelio y las doctrinas erróneas.
Donde los prejuicios, el temor y el orgullo son un estorbo para que
la Palabra llegue a lo más profundo de su ser y haga cambios.
Donde el amor al pecado y una vida desordenada no permiten
entender la verdad.
Nos encontraremos con mentes tan ocupadas en todos los asuntos
de la vida terrenal y pasajera que aun si escuchan la Palabra
llegara el enemigo y arrebatara lo que no pudo llegar al corazón
por la indiferencia.
Satanás no es ese dibujo animado que anda por ahí haciendo
travesuras. Satanás es el enemigo personal de cada hombre y hará
todo para alejarlo de la reconciliación y comunión con Dios.
2. Encontraremos al oyente superficial.
Aquellos que escuchan, se emocionan, pero no cambian. La verdad
no se adueña nunca de su corazón. Pueden estar contentos y
cómodos cuando todo marcha bien pero cuando la fe es puesta a
prueba, cuando la aflicción llega, tropiezan y regresan fácilmente al
mundo.
3. Encontraremos a los oyentes que huyen del compromiso
Porque están preocupados por cosas terrenales y no tienen tiempo
para las cosas de Dios. Están ocupados en lo material y el mudo y
los afanes terminan por ahogar lo que en algún momento
recibieron.

Pero entonces LOS SANTOS CLAMAN PARA QUE LA PALABRA


SEA ACEPTADA POR LOS PERDIDOS

Ilustración: La parábola del sembrador nos muestra claramente


como es el corazón del hombre:
-Propenso a que el enemigo quite la palabra de su vida.
-Propenso a que las aflicciones lo hagan tropezar y no seguir.
-Propenso a deleitarse y buscar las cosas terrenales.

Pero nosotros clamamos, para que los corazones sean tierra fértil,
donde pueda crecer la semilla del evangelio.
Clamamos para que el oyente abra el corazón y la mente para
recibir el evangelio, para que comprenda el significado del mensaje,
lo experimente y aplique en su vida.

Debe existir un clamor ferviente en el corazón de los santos para


que la Palabra sea aceptada. Porque hay indiferencia,
superficialidad y falta de compromiso.
CONCLUSIÓN
Recapitulación
Hoy he compartido con usted tres motivos por los que los santos
claman.
EL CLAMOR DE LOS SANTOS ES
-Por obreros.-porque la necesidad es mucha y los obreros pocos
-Es para que la palabra sea predicada- con Valentía y demostración
del Espíritu y Poder
Y también, el clamor de los santos es para que la Palabra sea
recibida
LE INVITO A ESTAR DE PIE, cerrar sus ojos, reflexionar en la
palabra y comenzar a orar.
APLICACIÓN
Desde el inicio de la vida de la iglesia, los santos se han levando a
clamar por el reino de Dios y su voluntad. Los santos clamaron en el
tiempo de los apóstoles, en el tiempo de la persecución y
destrucción. Clamaron cuando eran martirizados, cuando eran
puestos en el coliseo para ser devorados.
Los santos clamaron cuando la Palabra de Dios era adulterada e
inicio la reforma donde se develo nuevamente el mensaje fiel del
evangelio.
Los santos clamaron cuando la persecución y el holocausto
parecían consumir todo a su paso.
Los santos claman desde las iglesias clandestinas, claman desde
las cárceles, claman en la persecución y la tortura.
LOS SANTOS CLAMAN para que se levanten más obreros, claman
para que la palabra no deje de ser predicada, claman para que más
personas reciban la palabra el mensaje de salvación.

LA PREGUNTA HOY ES ¿somos parte de esos santos?


¿Formamos parte del clamor que sube a la presencia de Dios
Ya ha atendido el llamado de su maestro a rogar por obreros, o tal
vez, se concentrado tanto en nuestro propio trabajo que este
llamado a clamar por obreros ha pasado desapercibido para usted?.
¿Hoy podría decir que alza su mirada y ve las multitudes con la
misma compasión con la que Cristo las vio? o las ocupaciones,
quehaceres, estrés y demás lo ha envuelto en indiferencia aun
cuando hay un mundo que vive bajo condenación sin conocer de
Cristo.
¿Clamamos por más obreros porque entendemos la grandeza de la
necesidad?
¿Todavía oramos para que el Espíritu Santo nos dé denuedo y
poder para ser testigos?
¿o hemos olvidado que el Espíritu Santo sigue obrando maravillas a
través de hombres y mujeres dispuestos a ser movidos por su
presencia, dando valentía y demostración de su poder?
Justo ahora miles de personas están muriendo sin Cristo y van al
infierno ¿Pero clamamos para que reciban la Palabra?
Invitación:
Hoy reflexionemos. ¿De qué están llenas tus oraciones?
La Palabra de Dios nos guía a clamar fervientemente con un
propósito específico.
Atenderemos la dirección de su Palabra? o seremos hoy
indiferentes e ignoraremos la apremiante necesidad de clamar?
¿Mantendremos un corazón humilde para ser fieles testigos y
proclamadores de su verdad? ¿Nos pondremos en la brecha para
interceder? ¿o formaremos parte de los santos que dejaron de
clamar por el reino de Dios?

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