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Razones para la vida


Tiempo Ordinario
Ciclo C
Del 15 de septiembre al 24 de noviembre de 2019
Razones para la vida
Tiempo Ordinario
Ciclo C
Del 15 de septiembre al 24 de noviembre de 2019
Editorial Verbo Divino
Avda. de Pamplona, 41
31200 Estella (Navarra)
Tel. 948 556505
Fax 948 554506
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www.verbodivino.es

Textos: Equipo Eucaristía


Ilustraciones: Yosef Emanuel Gantir
Diseño de colección: Francesc Sala
Fotocomposición: NovaText, Mutilva (Navarra)
Impresión: Gráficas Astarriaga, Abárzuza (Navarra)
© Editorial Verbo Divino
Depósito legal: NA 1.010-1987
ISBN: 978-84-9073-517-6

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de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excep-
ción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si
necesita reproducir algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 /
93 272 04 47).
Contenido

Presentación ..................................................................... 7
15 septiembre. Domingo 24 del Tiempo Ordinario .............. 9
22 septiembre. Domingo 25 del Tiempo Ordinario .............. 23
29 septiembre. Domingo 26 del Tiempo Ordinario .............. 37
6 octubre. Domingo 27 del Tiempo Ordinario ..................... 51
13 octubre. Domingo 28 del Tiempo Ordinario .................. 65
20 octubre. Domingo 29 del Tiempo Ordinario ................... 79
27 octubre. Domingo 30 del Tiempo Ordinario ................... 93
1 noviembre. Todos los Santos .......................................... 107
3 noviembre. Domingo 31 del Tiempo Ordinario ................ 117
10 noviembre. Domingo 32 del Tiempo Ordinario ............... 131
17 noviembre. Domingo 33 del Tiempo Ordinario ............... 145
24 noviembre. Jesucristo, Rey del Universo ........................ 159

Recursos
Para aprender:
La carta-exhortación Christus vivit del papa Francisco
para los jóvenes, un documento para toda la iglesia............ 175
Para comprometerse:
Cultura de la vida frente a la de la muerte .......................... 182
Para orar: «Tú eres la razón de mi vida» ............................ 186
Para comenzar un itinerario de fe:
Cuestiones previas a la fe: «Con los pies en la tierra» .......... 190
Para reflexionar:
Lectio divina. «Di una palabra y mi criado sanará» (Lc 7,1-10). 192
Para celebrar:
Dar gracias con niños: Tú eres mi Dios, te doy gracias ........ 196
Presentación

L
   a palabra «vida» es luminosa, potente, atractiva,
       generosa. La palabra «muerte» es, por el contrario,
oscurantista, debilitadora, odiosa, reconcomida. Nadie
quiere la muerte y todos queremos la vida.
La fe está al servicio de la vida. Las verdaderas religiones (no
las idolatrías en sus múltiples y oscuras manifestaciones),
están al servicio de la vida. Jesús y su evangelio rebosan
vida, comunican vida, cantan a la vida sin ser ingenuos, sin
ser conscientes de todo lo que en el acontecer cotidiano
lucha contra la vida.
Dios es vida, y solo puede ser vida. Desde el libro del
Génesis, que comienza con un poema de creación, de orden,
de vitalidad, de humanidad, de futuro, hasta el Apocalipsis,
donde Dios proclama su señorío sobre la historia, toda la
Escritura está traspasada por la vida.
Lo mismo podemos decir de la liturgia. Es falsa la
contraposición entre «celebración de la liturgia» o
«celebración de la vida». Si Dios es vida, y si Jesús está
entroncado en la vida, y si el Evangelio nos llama a la vida, la
liturgia solo puede ser vital, vívida, vivificadora y vivificante.
¡Celebremos la vida de cada persona en Dios, en el mundo, en
la sociedad, en la tarea cotidiana! Digamos, con seguridad,
que Dios es un Dios de vivos, y que hay «razones para la vida».
Equipo Eucaristía
15 de septiembre de 2019
Ciclo C

Domingo 24
del Tiempo Ordinario
Pedro Ignacio Fraile

Dios se arrepiente
Un vuelco en el corazón
de Dios
(Palabra de Dios).
Dios es siempre
mayor que nosotros
(Homilía).
Ponte en el lugar de Dios
(Evangelio en casa).
10  •  Domingo 24 del Tiempo Ordinario

Lecturas

Lectura del libro del ÉXODO 32,7-11.13-14


En aquellos días, el Señor dijo a Moisés:
–Anda, baja de la montaña, que se ha pervertido tu pueblo, el que tú sacaste
de Egipto. Pronto se han desviado del camino que yo les había señalado. Se
han hecho un becerro de metal, se postran ante él, le ofrecen sacrificios y
proclaman: «Este es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto».
Y el Señor añadió a Moisés:
–Veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz. Por eso, déjame: mi ira se
va a encender contra ellos hasta consumirlos. Y de ti haré un gran pueblo.
Entonces Moisés suplicó al Señor, su Dios:
–¿Por qué, Señor, se va a encender tu ira contra tu pueblo, que tú sacaste de
Egipto, con gran poder y mano robusta? Acuérdate de tus siervos, Abrahán,
Isaac e Israel, a quienes juraste por ti mismo: «Multiplicaré vuestra descen-
dencia como las estrellas del cielo, y toda esta tierra de que he hablado se la
daré a vuestra descendencia para que la posea por siempre».
Entonces se arrepintió el Señor de la amenaza que había pronunciado contra
su pueblo.
Palabra de Dios
Domingo 24 del Tiempo Ordinario  •  11

NOTAS: Tres elementos importantes confi- dor sino de increpador del mismo Dios. Es
guran estos versículos: la permanente ten- conveniente que leamos el texto original,
tación de la idolatría; la función de Moisés ya que el litúrgico ha evitado una frase fun-
como mediador; el arrepentimiento de damental en la que el guía del pueblo le
Dios. La idolatría aparece desde el primer exige a la divinidad que se arrepienta de
momento en la conciencia colectiva del haber querido hacer el mal a su pueblo.
pueblo; este por una parte es de frágil me- Texto sorprendente y luminoso ya que no
moria (pronto se han desviado), por otra solo apela a la promesa hecha a los pa-
no termina de reconocer la acción de Dios dres, y consiguientemente a su fidelidad,
(es de dura cerviz). La idolatría en sus di- sino que le pide que se vuelva a sus mis-
versas formas (adoración de lo no divino, mas entrañas. La lectura de esta frase sor-
manipulación, ocultamiento o reduccionis- prendente la necesitamos, además, para
mo de Dios) pertenece a la historia conti- interpretar correctamente la última frase
nua del pueblo de Israel y de toda la huma- en la que se afirma que el Señor se arrepin-
nidad. La divinidad es descrita con rasgos tió. Moisés intercedió, le recordó su pro-
muy humanos, exigiendo el correspondien- mesa, le apeló a su ser misericordioso, y su
te castigo a su culpa. En este contexto apa- mediación suplicante y exigente a la vez,
rece Moisés con rasgos no solo de media- fue escuchada.

Salmo responsorial 50,3-4.12-13.17.19


Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre.
Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro,


renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.

Señor, me abrirás los labios,


y mi boca proclamará tu alabanza.
El sacrificio agradable a Dios
es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú, oh, Dios, tú no lo desprecias.
12  •  Domingo 24 del Tiempo Ordinario

Lectura de la primera carta de san Pablo a TIMOTEO 1,12-17


Querido hermano:
Doy gracias a Cristo Jesús, Señor nuestro, que me hizo capaz, se fio de mí y
me confió este ministerio, a mí, que antes era un blasfemo, un perseguidor
y un insolente.
Pero Dios tuvo compasión de mí porque no sabía lo que hacía, pues estaba
lejos de la fe; sin embargo, la gracia de nuestro Señor sobreabundó en mí
junto con la fe y el amor que tienen su fundamento en Cristo Jesús.
Es palabra digna de crédito y merecedora de total aceptación que Cristo Je-
sús vino al mundo para salvar a los pecadores, y yo soy el primero; pero por
esto precisamente se compadeció de mí: para que yo fuese el primero en el
que Cristo Jesús mostrase toda su paciencia y para que me convirtiera en un
modelo de los que han de creer en él y tener vida eterna.
Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los si-
glos de los siglos. Amén.
Palabra de Dios

NOTAS: Comienza este domingo una lectu- dades que tienen el riesgo de caer en la ti-
ra selectiva de la primera carta a Timoteo, bieza, exhortándolas el autor a permanecer
uno de los tres escritos de las llamadas íntegras en sus costumbres; comunidades
cartas pastorales. Es opinión común que que están comenzando a organizarse esbo-
tanto las epístolas dirigidas a Timoteo co- zando los primeros modelos ministeriales.
mo a Tito forman parte de la tradición pau- El texto de este domingo presenta al autor
lina con personalidad propia; pertenece- hablando en primera persona, Pablo, re-
rían a la época subapostólica (último tercio cordando su vocación, esto es, el valor in-
del siglo  i) sin que podamos atribuirlas al contestable de su fundamento apostólico,
mismo Pablo. En ellas Pablo no aparece ya ya que viene del mismo Cristo, no como el
como apóstol que crea comunidades sino de los falsos doctores que merodean la co-
como pastor preocupado por su organiza- munidad. La doctrina que presenta a Cristo
ción y por establecer normas mediante sus como salvador es segura, y en ella debe
compañeros. El trasfondo a partir del que poner su fundamento la comunidad. Note-
debemos hacer su lectura es el de una co- mos el carácter litúrgico de la última frase
munidad que está sufriendo el acoso de en la que se siguen toda una serie de títu-
nuevas doctrinas perturbadoras a las que los referidos a Cristo que culminan en el
hay que dirigir una palabra firme; comuni- «amén» final.
Domingo 24 del Tiempo Ordinario  •  13

Lectura del santo evangelio según san LUCAS 15,1-32


En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecado-
res a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo:
–Ese acoge a los pecadores y come con ellos.
Jesús les dijo esta parábola:
–¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las
noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuen-
tra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y,
al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, y les dice: «¡Alegraos
conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido». Os digo que así
también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta
que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse. O ¿qué mujer
que tiene diez monedas, si se le pierde una, no enciende una lámpara y ba-
rre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la en-
cuentra, reúne a las amigas y a las vecinas y les dice: «¡Alegraos conmigo!,
he encontrado la moneda que se me había perdido». Os digo que la misma
alegría tendrán los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.
También les dijo:
–Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre:
«Padre, dame la parte que me toca de la fortuna».
El padre les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se marchó a
un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente.
Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y
empezó él a pasar necesidad.
Fue entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo
mandó a sus campos a apacentar cerdos. Deseaba saciarse de las algarrobas
que comían los cerdos, pero nadie le daba nada.
Recapacitando entonces, se dijo:
–Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí
me muero de hambre. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi
padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco
llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros».
Se levantó y vino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su
padre lo vio y se le conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó
al cuello y lo cubrió de besos. Su hijo le dijo:
«Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo».
14  •  Domingo 24 del Tiempo Ordinario

Pero el padre dijo a sus criados:


«Sacad enseguida la mejor túnica y vestídsela; ponedle un anillo en la mano
y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y sacrificadlo; comamos y
celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido;
estaba perdido y lo hemos encontrado».
Y empezaron a celebrar el banquete. Su hijo mayor estaba en el campo.
Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, y llamando
a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Este le contestó:
«Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha sacrificado el ternero cebado, porque
lo ha recobrado con salud».
Él se indignó y no quería entrar, pero su padre salió e intentaba persuadirlo.
Entonces él respondió a su padre:
«Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya,
a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos;
en cambio, cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con
malas mujeres, le matas el ternero cebado».
El padre le dijo:
«Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso cele-
brar un banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha
revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado».
Palabra del Señor

NOTAS: Las comidas con publicanos y pe- raciones y la exclusión o el Padre que es-
cadores nos llevan al Jesús histórico. Es pera, se alegra y abraza a los que se sa-
un dato incuestionable no solo la impor- ben pecadores. Una lectura actual nos
tancia de la comensalidad en aquella cul- lleva a no proyectar la actitud excluyente
tura sino el hecho de que Jesús adoptase en aquellos fariseos y publicanos, como si
esta actitud provocativa para sus detrac- fuera un problema de la historia ajeno a
tores, luminosa y sanadora para los ex- nosotros y nuestra concepción del mundo,
cluidos, que lejos de ser un gesto trivial sino a situarnos personalmente ante la ac-
adquiría rasgos de manifestación mesiáni- titud de Jesús con los pecadores y cuestio-
ca. La acusación de que come con pecado- narnos en qué Dios creemos. Lucas insiste
res equivalía a una excomunión de la orto- por dos veces en la alegría del cielo por la
doxia judía de la época marcada por las conversión de un solo pecador, descolo-
separaciones rituales y de pureza. Es más, cando y dando un giro radical a la concep-
se pone en tela de juicio qué Dios revela ción de Dios que exige el castigo para po-
Jesús, el que ratifica y consagra las sepa- der satisfacer su ofensa.

Pedro Fraile
Domingo 24 del Tiempo Ordinario  •  15

Homilía

Cuando comprendemos a Dios, como si se sintiera ofendido porque no


entonces no es Dios le hacemos caso.
El misterio de Dios, misterio de salvación,
no «problema teórico», vuelve una y otra Dejar a Dios ser Dios
vez al corazón humano. Primero, porque La experiencia creyente, en general, y la
cada persona debe solucionarlo; también cristiana en particular, nos enseña que
porque es misterio vital, no se puede vivir no proyectemos nuestro «pequeño mun-
sin afrontar esta certeza o duda (según do de ideas, imágenes y criterios en
los casos). Cualquier persona que sea me- Dios», y nos dejemos sorprender por él.
dianamente sensible, medianamente ob- Jesús, el Hijo de Dios, nos revela un
servadora, con capacidad para hacerse Dios sorprendente, que nosotros nunca
las preguntas fundamentales sobre él y hubiéramos imaginado. Las parábolas de
el mundo que le rodea, debe afrontar la este domingo así nos lo presentan: como
«gran cuestión». No solo si Dios existe, el pastor que busca a una sola oveja, so-
sino quién es Dios para mí; más aún: lo porque se ha perdido; a una mujer
quién soy yo para Dios. Si Dios me im- que pone todo su empeño en buscar una
porta a mí y si yo le importo a Dios. Es moneda; a un padre que sale todos los
verdad que algunos realizan su búsqueda días a ver si su hijo regresa a casa. No
como si de un problema escolar se tratara condicionemos a Dios, sino «dejemos a
y dicen: «¡Ya está!», «¡Ya lo tengo!». Cuan- Dios ser Dios».
do esto pasa, cuando «acotamos» a Dios,
se nos escapa de las manos: eso que he- Dios se arrepiente
mos delimitado, no es Dios. El primer texto de la Palabra de Dios de
hoy primero presenta a Dios muy enfa-
En Dios nos proyectamos nosotros dado con su pueblo en las faldas del
Por otra parte, los humanos solo sabe- monte Sinaí. ¡Tiene razón! ¡Su pueblo le
mos pensar con nuestros criterios, con ha abandonado a las primeras de cam-
nuestras imágenes. Decimos: «Dios es bio! Su pueblo debe desaparecer porque
como un...», o también «Dios es seme- él lo ha querido. La figura del mediador,
jante a...». El ser humano, lo sabemos Moisés, es decisiva. Recuerda a Dios sus
bien, quiere ser bueno y justo, pero tam- promesas, como que ha sido él quien le
bién es rencoroso, irascible, violento. ha liberado de Egipto. ¿Un Dios blando
¿Cómo es Dios? Lo más fácil es que recu- y débil, fácil de convencer? ¿Un Dios
rramos a cómo somos nosotros: decimos que en su santidad sabe arrepentirse?
que es bueno y justo, pero también que Así es, Dios se arrepiente porque es san-
lleva las cuentas, que se irrita o que es to y ama al ser humano. Ahí está nues-
violento, como si perdiera los papeles, o tra salvación.
16  •  Domingo 24 del Tiempo Ordinario

Celebración

MONICIONES
Ambientación inicial. La Palabra de Dios, en este domingo, nos lanza un re-
to: ¿en qué Dios creemos?, porque suponemos que los aquí presentes «cree-
mos en Dios». Esta pregunta no es retórica, sino que todos y cada uno la de-
bemos responder de forma personal. No basta con la respuesta de nuestros
mayores o familiares. Si Dios significa algo o mucho en mi vida, ¿en qué se
expresa, dónde se manifiesta, cómo incide en mi día a día personal?

Acto penitencial. Sabiendo que somos hijos amados de Dios, presentamos


nuestra vida con sencillez e invocamos su misericordia:
–  Tú nos buscas porque nos amas. ¡Señor, ten piedad!
–  Tú sufres cuando nosotros nos alejamos de ti. ¡Cristo, ten piedad!
–  Tú quieres que vivamos en tu presencia. ¡Señor, ten piedad!
Que Dios, Padre de misericordia, perdone nuestros pecados y nos lleve a la
vida eterna. Amén.

Ambientación de la Palabra. En la primera lectura Dios se irrita tanto con su


pueblo, que ha desobedecido las Leyes que le ha dado en el Sinaí, que pien-
sa en destruirlo; Moisés aparece como mediador, y el texto concluye dicien-
do que «Dios se arrepintió» de su amenaza. En el evangelio, Jesús lleva has-
ta el final la imagen verdadera de Dios: no solo «se arrepiente» porque
quiere que el hombre viva, sino que nos busca, nos perdona y nos da el abra-
zo de Padre. San Pablo, en la segunda lectura, nos hablará de su propia ex-
periencia de haber sido perdonado por Dios, a pesar de que él había sido un
pecador.

Despedida. Dejemos que Dios haga su obra buena en nosotros, dejémonos


transformar por su misericordia, que alcanza a toda la humanidad y toda la
creación.
Domingo 24 del Tiempo Ordinario  •  17

Oraciones

COLECTA
Míranos, oh, Dios, creador y guía de todas las cosas, y concédenos servirte
de todo corazón, para que percibamos el fruto de tu misericordia. Por Jesu-
cristo, nuestro Señor.

ORACIÓN DE LOS FIELES


Con la confianza puesta en Dios, oramos diciendo: Creemos y confiamos en
ti, Señor.
•  Por la Iglesia, que sea siempre un lugar de acogida y perdón con las per-
sonas que necesitan reconciliación, reconstrucción, rehabilitación de sus vi-
das. Roguemos al Señor.
•  Por todos los que tienen un cargo de responsabilidad en la Iglesia; que no
se muevan por el prestigio o el poder, sino por el servicio a las personas que
Dios ha puesto en su camino. Roguemos al Señor.
•  Por todos los que se sienten culpabilizados, que descubran en Dios no un
juez, sino a un Padre que los busca como hijos que son. Roguemos al Señor.
•  Por los pobres, los enfermos, los marginados, los moribundos. Roguemos
al Señor.
Escucha en tu bondad y misericordia, Señor, la oración sincera de tu pueblo
en oración. Te lo pedimos por los siglos de los siglos. Amén.

SOBRE LAS OFRENDAS


Sé propicio a nuestras súplicas, Señor, y recibe complacido estas ofrendas
de tus siervos, para que la oblación que ofrece cada uno en honor de tu nom-
bre sirva para la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Señor, que el fruto del don del cielo penetre nuestros cuerpos y
almas, para que sea su efecto, y no nuestro sentimiento, el que prevalezca
siempre en nosotros. Por Jesucristo, nuestro Señor.
18  •  Domingo 24 del Tiempo Ordinario

Misa de familia
Miguel Ángel Arnedo

DIOS SE QUEDA, LA PERSONA SE ALEJA...


Ambientación. Hoy nuestra Eucaristía nos habla en referencia a una palabra:
Alejamiento. Dios se lamenta de la poca fidelidad de su pueblo, que apenas
salvado ya tiene otro ídolo. Y las falsas ilusiones es lo que hace que el hijo
pequeño, en el Evangelio, se marche de casa en busca de «grandes aventu-
ras». Esta Eucaristía, además, tiene un aire de comienzo de curso, de empe-
zar clases, de reencuentro con amigos.

Saludo. Y como pueblo que empieza una nueva aventura, nos acordamos de
Dios para tener toda su fuerza y bendición en el Nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo.

Pedimos perdón.
–  Por las veces que empezamos cosas nuevas sin ilusión. ¡Señor, ten pie-
dad!
–  Por los momentos en que el camino se nos hace muy largo y nos cansa-
mos. ¡Cristo, ten piedad!
–  Por las veces que en lugar de Dios tenemos ídolos falsos. ¡Señor, ten
piedad!

ORACIÓN DE LOS NIÑOS


•  Por la Iglesia de Dios que está por todo el mundo repartida, para que
siempre sigamos a Jesucristo y no nos dejemos llevar por la pereza o el mie-
do. Roguemos al Señor.
•  Por todos los que estamos reunidos hoy junto al altar, para que nunca nos
alejemos de la Eucaristía. Roguemos al Señor.
•  Para que tengamos siempre motivos para estar alegres y sonreír. Rogue-
mos al Señor.
Domingo 24 del Tiempo Ordinario  •  19

•  Para que igual que el Padre bueno que hemos escuchado en el Evangelio
nosotros sepamos perdonar. Roguemos al Señor.
•  Por el comienzo de curso, para que Dios nos dé toda su fuerza. Roguemos
al Señor.

ACCIÓN DE GRACIAS
–  Gracias Padre bueno por perdonarnos siempre que volvemos.
–  Gracias porque siempre que nos ponemos a buscarte, te encontramos en
lo sencillo.
–  Gracias por querer que siempre estemos felices y contentos.
–  Gracias por darnos en tu Palabra todo lo que necesitamos para ponernos
en camino.

SIGNO DE PARTICIPACIÓN
Comenzaremos la celebración con una cartulina grande en la que hemos
puesto una imagen de Dios en el centro. Con un poco de cinta adhesiva esta-
rá un papelito con nuestro nombre, lo más alejado del centro. Cuando se
lean las peticiones de perdón, los acercaremos un poco y en el momento del
agradecimiento los volveremos a mover, juntando los nombres a la imagen
de Dios.
La idea es que al comienzo un niño explique que comenzamos la celebración
alejados de Dios y poco a poco, gracias a su Palabra y Presencia en el la Eu-
caristía los niños vamos encontrando el camino para volver a él.
Se puede hacer también una especie de camino, con la imagen de Dios en la
meta y los nombres los vamos acercando progresivamente.
Si hay muchos niños, pueden ponerse en lugar de su nombre el nombre del
grupo o de los grupos que estén.
Se puede invitar también a los adultos a que piensen a qué distancia están
de Dios, si han estado siempre cerca, o lejos...
20  •  Domingo 24 del Tiempo Ordinario

Homilía
Misa de familia
Hola amigos, este domingo las lecturas sotros... Y que lo celebremos, que haya
nos van enseñando el rostro de la mise- siempre alegría y fiesta.
ricordia de Dios, de cómo es en realidad;
veamos: Jesús en el evangelio quiere que enten-
damos que, aunque hacemos cosas ma-
En la primera lectura hemos escuchado las, aunque nos olvidamos a veces de
que Dios está... ¿enfadado o contento? ¿Por Dios, Él nunca se olvida de nosotros. Os
qué? (Diálogo sencillo). Efectivamente, es- pregunto una cosa: Cuando hacéis algo
tá enfadado porque su pueblo, que Él ha malo, o mentimos un poco..., ¿queremos
salvado, se ha olvidado de Él, se ha cons- que los papás y nuestros maestros nos
truido un ídolo... Y Dios está muy dolido, perdonen? ¿Queremos que nos castiguen
pero al final lo perdona porque Moisés le o que nos den un abrazo? (Diálogo).
recuerda que hizo un juramento de cuidar
siempre de los suyos... Vemos como Dios Pues eso es lo que nos dice Jesús hoy:
respeta su palabra, es fiel a su promesa. Dios siempre está dispuesto a darnos ese
abrazo, a decirnos que la vida es seguir
En la segunda lectura, Pablo recuerda lo adelante, no quedarnos en la pena, en el
malo que fue con los cristianos, pero Dios, castigo, en el mal rato que pasamos... Es
en lugar de castigarlo, lo perdona con su que cuando hacemos algo mal, lo pasa-
misericordia y lo hace apóstol suyo. mos peor... ¿A que sí?

Y en el evangelio vemos tres ejemplos de Fijaros en una cosa que hay en todas las
pérdida y encuentro, veamos: lecturas, muy importante: el ALEJA-
MIENTO: el pueblo se aleja de Dios, Pa-
• Un pastor pierde una oveja; la busca, blo, la oveja, la moneda, el Hijo... Cuan-
la encuentra y lo celebra. do nos alejamos estamos perdidos, no
• Una mujer pierde una moneda; la bus- sabemos volver... Esta semana volvemos
ca, la encuentra y lo celebra. al colegio, a las clases, a los compañe-
• Un padre pierde a su hijo; el hijo vuel- ros... Estaremos nerviosos, alegres, tris-
ve, se encuentran y lo celebran. tes... Pero estaremos con los amigos, vol-
veremos a contarnos cosas, a decir qué
Y ahora os pregunto... Nuestro Dios, tal el verano... Cuando estamos juntos
¿castiga o perdona? ¿Es bueno o malo? hay vida, risas, palabras... Lo mismo pa-
¿Por qué? (Diálogo con ellos). Efectiva- sa con Dios: si estamos cerca de Él, lo
mente, vemos que Dios siempre nos per- sentiremos, le hablaremos, lo viviremos...
dona, quiere que estemos a su lado, que Gracias por estar cerca de Él... Por ense-
tengamos vida en Él, con Él cerca de no- ñarnos a tener cara de fiesta y sonrisas.
Domingo 24 del Tiempo Ordinario  •  21

El Evangelio en casa

Ambientación
El perdón no es fácil; solo debemos pensar en esa frase terrible: «Ni olvido ni
perdono», que no es en absoluto cristiana; o en esta otra, que rebaja solo un
poco el nivel de la resistencia a perdonar: «Perdono, pero no olvido». En am-
bos casos, no perdonamos. Ahora bien, ¿es posible perdonar? ¿No es, acaso,
una forma de quedar bien, pero que no se puede llevar a cabo?

Nos preguntamos
¿Recuerdo cuándo, cómo y a quién le he pedido perdón alguna vez porque le ha-
ya ofendido? ¿Recuerdo quién me ha pedido en alguna ocasión perdón y cuál era
el motivo de nuestro enfado? ¿Se puede perdonar del todo, o es un ejercicio psi-
cológico, moral y espiritual imposible? ¿Cómo me quedo yo cuando perdono de
corazón? ¿Cómo se queda la otra persona cuando le digo que le he perdonado?

Proclamamos la Palabra: Lucas 15,1-32.

Nos dejamos iluminar


El evangelio de san Lucas insiste, de forma recurrente, en la misericordia de
Dios. El Dios del cielo, el creador, el Salvador, el Santo, no es cruel sino miseri-
cordioso. Dios es Dios, sí, pero un Dios que «busca la oveja perdida» porque se
ha perdido, solo por eso; que barre la casa hasta que encuentra una monedita
extraviada; que sale a buscar al hijo que un día le dijo «adiós, me voy de casa».

Seguimos a Jesucristo hoy


El seguimiento de Jesús hoy supone el haber sido perdonado y el atreverse a
perdonar. Esta propuesta no es una propuesta del mundo globalizado. Escu-
charemos llamadas tales como: «Sé competitivo», «Hazte a ti mismo», «Lucha
hasta el final»..., y otras semejantes. Pero los mensajes globales no nos di-
rán «perdona a tu enemigo» o «Dios te perdona». Esta es, sin duda, una de
las grandes aportaciones de los cristianos a esta sociedad.
22  •  Domingo 24 del Tiempo Ordinario

Plegaria

DOS MEDIAS MENTIRAS

El hombre enrojecido, con la cara desencajada,


bramó un doloroso alarido: «Ni olvido, ni perdono».
Le habían asesinado a su hermano.
«Esta es la única verdad»,
Asintieron muchos: «no es posible el perdón».

La calumnia ofensiva, retorcida, madurada,


repetida de calle en calle, de plaza en plaza, por el pueblo,
que destroza a una persona débil,
en adelante siempre ya debilitada.
Quiere que no le rompan el corazón,
y se repite y repite a quien le quiera oír
«Perdono..., pero no olvido».

Señor Jesús, ninguna de las dos frases son tuyas, de tu Evangelio.


Tú dijiste «perdonad a vuestros enemigos».
Tú nos enseñaste que Dios,
el gran Dios del cielo, el Todopoderoso y excelso,
es un Padre que nos ama, nos busca,
¡incluso que llora por nosotros, y con nosotros!

Nos enseñaste que Dios perdona porque es perdón,


porque solo sabe perdonar.
No permitas que caiga en las «medias mentiras»
que tanto daño me hacen, aunque parezcan verdades.
¡Ayúdame y enséñame a perdonar!

Pedro Ignacio Fraile


22 de septiembre de 2019
Ciclo C

Domingo 25
del Tiempo Ordinario
Rubén Ruiz

El dinero
no es nuestro Dios
No humillar al pobre,
sí cuidarlo
(Palabra de Dios).
Actuar como hijos
de la luz
(Homilía).
Rendición de cuentas
(Evangelio en casa).
24  •  Domingo 25 del Tiempo Ordinario

Lecturas

Lectura del profeta AMÓS 8,4-7


Escuchad esto, los que pisoteáis al pobre
y elimináis a los humildes del país,
diciendo: «¿Cuándo pasará la luna nueva,
para vender el grano,
y el sábado, para abrir los sacos de cereal
–reduciendo el peso y aumentando el precio,
y modificando las balanzas con engaño–
para comprar al indigente por plata
y al pobre por un par de sandalias,
para vender hasta el salvado del grano?».
El Señor lo ha jurado por la Gloria de Jacob:
–No olvidaré jamás ninguna de sus acciones.
Palabra de Dios

NOTAS: Uno de los temas que aparecen yor contenido social tiene. Tenemos que
una y otra vez en la tradición bíblica es la situar a su protagonista en el Israel (Reino
preocupación por los pobres y los que es- del Norte) del siglo viii a.C., aunque él era
tán en situación de vulnerabilidad. Mu- de Judá (Reino del Sur), un contexto en el
chas de las leyes contenidas en la Torá es- que reinaba la injusticia y había enormes
tán destinadas precisamente a favorecer diferencias entre unos pocos ricos y una
la igualdad y la solidaridad. La fe de Israel gran masa de gente empobrecida. El texto
está profundamente ligada a la historia y a de hoy describe muy bien el afán explota-
lo que en ella acontece, porque el pueblo dor de los ricos y su codicia. Amós denun-
cree en un Dios, Yahvé, que se hace pre- cia con valentía esta situación pronuncian-
sente en el devenir del tiempo para liberar do un oráculo de condena que se prolonga
y contribuir a una vida plena. Es lo que durante más versículos que los de la lectu-
descubrimos también en muchos de los ra de hoy. Amós, así, hace memoria de
profetas, de los cuales Amós es un vivo quién es el Dios de Israel y de lo más ge-
ejemplo. Su profecía es una de las que ma- nuino de la fe bíblica.
Domingo 25 del Tiempo Ordinario  •  25

Salmo responsorial 112,1b-2.4-8


Alabad al Señor, que alza al pobre.
Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre.

El Señor se eleva sobre todos los pueblos,


su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que habita en las alturas
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra?

Levanta del polvo al desvalido,


alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo.
26  •  Domingo 25 del Tiempo Ordinario

Lectura de la primera carta de san Pablo a TIMOTEO 2,1-8


Querido hermano:
Ruego, lo primero de todo, que se hagan súplicas, oraciones, peticiones, ac-
ciones de gracias, por toda la humanidad, por los reyes y por todos los cons-
tituidos en autoridad, para que podamos llevar una vida tranquila y sosega-
da, con toda piedad y respeto.
Esto es bueno y agradable a los ojos de Dios, nuestro Salvador, que quiere
que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
Pues Dios es uno, y único también el mediador entre Dios y los hombres: el
hombre Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos; este es un testimo-
nio dado a su debido tiempo y para el que fui constituido heraldo y apóstol –di-
go la verdad, no miento–, maestro de las naciones en la fe y en la verdad.
Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, alzando unas manos lim-
pias, sin ira ni divisiones.
Palabra de Dios

NOTAS: Las cartas de Timoteo, que iremos orar y dar gracias por quienes ostentan la
leyendo durante varios domingos, pertene- autoridad política; la buena relación con
cen a la tercera generación de los círculos ellos garantiza una vida pacífica dentro de
paulinos. La atribución a Pablo se debe al la comunidad, es decir, la ausencia de con-
uso de la seudoepigrafía: el autor se pre- flictos. No todos los escritos del Nuevo Tes-
senta como Pablo, sin serlo, porque forma tamento tienen la misma visión de la rela-
parte de las comunidades fundadas por él ción con las autoridades. La de la primera
y quiere dotar a su escrito de autoridad. carta a Timoteo responde, al menos en par-
Los versículos de hoy revelan a grupos que, te, al deseo de que el Evangelio llegue al
al menos en algunos aspectos, han decidi- mayor número de personas, un propósito
do adoptar una postura adaptativa en el que descansa a su vez en la certeza de que
contexto del Imperio romano. Se propone Dios quiere que todos se salven.
Domingo 25 del Tiempo Ordinario  •  27

Lectura del santo evangelio según san LUCAS 16,1-13


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
–Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derro-
char sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo:
[«¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración,
porque en adelante no podrás seguir administrando».
El administrador se puso a decir para sí:
«¿Qué voy a hacer, pues mi señor me quita la administración? Para cavar no
tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para
que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en
su casa».
Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero:
«¿Cuánto debes a mi amo?».
Este respondió:
«Cien barriles de aceite».
Él le dijo:
«Toma tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta».
Luego dijo a otro:
«Y tú, ¿cuánto debes?».
Él contestó:
«Cien fanegas de trigo».
Le dice:
«Toma tu recibo y escribe ochenta».
Y el amo alabó al administrador injusto, porque había actuado con astucia.
Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente
que los hijos de la luz. Y yo os digo: ganaos amigos con el dinero de iniqui-
dad, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas.] El que es
fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco,
también en lo mucho es injusto. Pues, si no fuisteis fieles en la riqueza injus-
ta, ¿quién os confiará la verdadera? Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vues-
tro, quién os lo dará? Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o
bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no ha-
rá caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.
Palabra del Señor
28  •  Domingo 25 del Tiempo Ordinario

NOTAS: Esta parábola de Lucas, que ocupa nemos en cuenta el contexto. Los adminis-
el lugar inmediatamente posterior a las tradores podían cobrar comisiones por las
parábolas de «lo perdido», está dirigida a operaciones que hacían con los bienes de
los discípulos, a diferencia de las prime- sus señores. El de nuestro texto es alaba-
ras, destinadas a los fariseos y escribas do porque, cuando la situación lo requiere,
que murmuran contra Jesús. Y es que, en es capaz de renunciar a aquello que le co-
efecto, el tema que aborda es uno de los rrespondía legítimamente. Las tres aplica-
que preocupan de forma especial al evan- ciones que siguen dan las siguientes ense-
gelista: ¿cómo debe usar los bienes un se- ñanzas: los seguidores de Jesús («hijos de
guidor de Jesús? Estamos ante un texto de la luz») han de aprender de la astucia y la
cierta complejidad, que contiene una pará- libertad interior del administrador, tienen
bola (vv. 1-8a) y tres aplicaciones (vv. 8b- por delante el reto de ser fieles a la tarea
13). La parábola, llamativamente, propone del Reino que Dios ha depositado en sus
al administrador como modelo de conduc- manos y deben evitar ser esclavos de los
ta, algo que únicamente se entiende si te- bienes materiales.

Estela Aldave Medrano


Domingo 25 del Tiempo Ordinario  •  29

Homilía
¿Dios está de parte de la injusticia? muy hábil y muy rápido para buscar
Esta frase de la parábola puede resonar una solución airosa para su vida. De
en nosotros al acabar la lectura de este nuevo recurrió a la treta del engaño y el
evangelio: «y el amo alabó al administra- fraude, pensando solo en sí mismo. Je-
dor injusto». Y a partir de aquí empieza la sús ha dibujado con maestría este perso-
confusión: ¿cómo es posible que se alabe naje. El veredicto que se espera sobre él
a este administrador ladrón, mentiroso y es el peor. Sin embargo, Jesús acaba po-
defraudador? Y si encima identificamos al niendo en labios del amo unas palabras
amo de este administrador con nuestro de alabanza porque había actuado con
propio Dios entonces el desconcierto po- astucia. Hasta aquí la parábola, a conti-
dría ser total. Sin embargo, nada más le- nuación –esto también hay que leerlo–
jos, Dios no alaba la mentira ni está de vienen las palabras claves de Jesús: los
parte de la injusticia. Vayamos por partes. hijos de la luz (los cristianos) tenemos
que ser igual de astutos que los hijos de
Es una parábola este mundo. Astutos, pero astutos y rá-
No estamos ante un discurso doctrinal pidos siempre para el bien, nunca para
de Jesús sino ante el relato de una pará- el mal o el engaño.
bola. Esta solo nos la relata Lucas y no
debemos olvidar el carácter peculiar de Dios y el dinero
estos relatos. Con las imágenes y hechos Este segundo mensaje está muy presente
narrados Jesús busca atraer la atención en la obra de Lucas. Del dinero nos tene-
de sus oyentes y transmitir, eso sí, un mos que servir, no hacerlo nuestro Dios.
mensaje claro y diáfano. En nuestro caso Son conocidos los casos en los que algu-
dicho mensaje lo podríamos resumir así: na persona ha arruinado su vida por
ser astutos para el bien. Y como ense- buscar solo tener más dinero, acumular
ñanza complementaria: amar a Dios y más, ganar más. Es un círculo vicioso
hacer un uso recto del dinero. que puede deshumanizar a la persona.
Que nuestra fidelidad sea siempre para
La figura del administrador injusto el Señor y nunca para ese afán de tener.
Si hay un personaje que centra la aten- Nuestro amor a Dios, a nuestros seres
ción en la parábola es este. Fijémonos en queridos debe estar por encima del dine-
él. Su amo había puesto la confianza ro. Y nuestro amor debe tener conse-
en él, el administrador la había traicio- cuencias prácticas, debe estar despierto,
nado malgastando sus bienes. Y una vez ser rápido, actuar. Repetimos: astutos
descubierto, nuestro personaje estuvo siempre para el bien.
30  •  Domingo 25 del Tiempo Ordinario

Celebración

MONICIONES
Ambientación inicial. Buenos días a todos y sed muy bienvenidos a la Euca-
ristía. Venimos a la Iglesia para revitalizar nuestra fe, para descansar junto al
Señor, para celebrar la fe junto a nuestros hermanos. La Eucaristía es nues-
tra fuente de vida espiritual, nos prepara para abrirle nuestro corazón a Dios
como respuesta a su Palabra. Aprovechemos esta celebración para renovar
nuestra relación con Dios.

Acto penitencial.
–  Por las todas las veces que hemos humillado o engañado a alguna perso-
na. ¡Señor, ten piedad!
–  Porque a veces vivimos muy pendientes del dinero, de tener más, de acu-
mular más y se nos olvidan las cosas más importantes de la vida. ¡Señor, ten
piedad!
–  Por todas las veces que en las pequeñas tareas o en las relaciones no he-
mos sido fieles y hemos fallado. ¡Señor, ten piedad!

Ambientación de la Palabra. El profeta Amós y el Salmo responsorial nos


van a decir que en ningún caso podemos humillar, abusar o engañar a nadie.
Y menos a las personas más pobres o sencillas, porque Dios está siempre de
parte del débil. El administrador injusto del Evangelio hará que despertemos
de nuestra comodidad y san Pablo nos recordará la necesidad de orar siem-
pre a Dios, pues Él, nuestro Padre quiere salvarnos a todos. Escuchemos
atentamente.

Despedida. Jesús el Señor nos ha pedido en el Evangelio que seamos hijos


de la luz. Donde no hay luz no hay vida, en la tiniebla, en la oscuridad no hay
vida. Volvamos a nuestra vida fortalecidos, a la familia, al trabajo, para apor-
tar luz, vida y esperanza. Razones para vivir, en el nombre del Señor.
Domingo 25 del Tiempo Ordinario  •  31

Oraciones

COLECTA
Oh, Dios, que has puesto la plenitud de la ley divina en el amor a ti y al próji-
mo, concédenos cumplir tus mandamientos, para que merezcamos llegar a
la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN DE LOS FIELES


Acudimos a nuestro buen Padre Dios y le presentamos nuestras peticiones.
Participaremos en cada una respondiendo: «Te rogamos óyenos».
•  Por todo el pueblo de Dios, por el papa y por todos nuestros pastores. Por
todos los hombres y mujeres que desempeñan tareas de responsabilidad en
nuestra Iglesia. Roguemos al Señor.
•  Por los jefes de las naciones y los pueblos para que sean honestos y fieles
servidores del bien común de todos sus ciudadanos. Roguemos al Señor.
•  Por la paz y por el fin de las guerras, las violencias y todo tipo de injusti-
cias. Roguemos al Señor.
•  Por todos los cristianos para que sepamos hacer un uso recto del dinero y
para que compartamos nuestros bienes. Roguemos al Señor.
Dios todopoderoso escucha nuestra oración. Sencillamente te la presentamos,
nuestra confianza está puesta en Ti y sabemos que nos concederás lo que Tú
creas que más necesitamos. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

SOBRE LAS OFRENDAS


Recibe, Señor, en tu bondad las ofrendas de tu pueblo, para que cuanto
creemos por la fe lo alcancemos por el sacramento celestial. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, apoya bondadoso con tu ayuda continua a los que alimentas con tus
sacramentos, para que consigamos el fruto de la salvación en los sacramen-
tos y en la vida diaria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
32  •  Domingo 25 del Tiempo Ordinario

Misa de familia
Miguel Ángel Arnedo

NO PIERDAS EL TIEMPO, DIOS TE LLAMA A MOVERTE


Ambientación. Este mundo va muy rápido, a veces no nos da tiempo para
pensar... Pero hay personas que ven venir los problemas y se adelantan... En
esta Eucaristía nos ponemos en disposición de Dios para que sepamos qué
hacer en cada momento, con presteza, con rapidez y, lo primero, con Amor.
Empecemos.

Saludo. Y para tener un buen comienzo, para estar en la línea de salida con
total disposición, comenzamos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíri-
tu Santo.

Pedimos perdón.
–  Por las veces que somos muy lentos, que nos cuesta arrancar. ¡Señor, ten
piedad!
–  Por tantas ocasiones en que hemos visto cosas malas y no hemos hecho
nada. ¡Cristo, ten piedad!
–  Por los momentos en que hemos tenido la tentación de mentir, de engañar
a otros. ¡Señor, ten piedad!

ORACIÓN DE LOS NIÑOS


•  Por la Santa Iglesia de Dios, reunida hoy también en esta parroquia, pa-
ra que sepa dar una respuesta a los necesitados del mundo. Roguemos al
Señor.
•  Por todos los niños que estamos hoy aquí, para que siempre estemos dis-
puestos a ayudar al que lo pasa mal. Roguemos al Señor.
•  Para que todos usemos nuestra inteligencia en hacer el bien, en buscar lo
bueno en el otro. Roguemos al Señor.
Domingo 25 del Tiempo Ordinario  •  33

•  San Pablo nos ha dicho que hagamos oración para que tengamos una vida
buena y tranquila, pues para que todos los políticos se preocupen de esto.
Roguemos al Señor.
•  Hemos comenzado el curso, para que lo tengamos tranquilo y aprenda-
mos mucho en este año. Roguemos al Señor.

ACCIÓN DE GRACIAS
–  Gracias Padre, porque siempre te preocupas del que menos tiene, porque
siempre estás pendiente de que no le falte nada.
–  En este final de nuestra Eucaristía, damos gracias también porque nos en-
señas el valor de las cosas pequeñas y sencillas, en las que todos podemos
ayudar.
–  Finalmente, damos gracias a la Palabra de Dios hoy escuchada, ya que nos
ha recordado que tenemos que ser de fiar en lo pequeño, en el día a día.

SIGNO DE PARTICIPACIÓN
En un mural de unos dos metros escribiremos arriba la siguiente frase: «La
pereza anda tan despacio que la pobreza no tarda en alcanzarla».
Esta frase es un dicho popular pero la vamos a aprovechar para que los chi-
cos se den cuenta también de que si no estamos rápidos a la hora de hacer
las cosas, los problemas pueden venir sin avisar... Hay que aprender de ese
administrador desleal...
Debajo de esa frase que se tiene que leer muy bien vamos a dibujar una raya
que separe el cartel en dos. En una parte dibujaremos un niño/a que está
sentado con cara de aburrimiento y en otra, a Jesús caminando alegre.
Cada chico tendrá preparado un papel tipo post-it, con la forma de flecha
(venden en muchas tiendas de esa forma) y la pondrán orientada hacia aba-
jo en la zona del niño. Dentro de esa flecha van a poner qué dos cosas les
cuesta más, o por las que más protestan. Interesa que sean lo más concretos
posible.
En la parte de Jesús, con la flecha hacia arriba, lo que más les gusta hacer en
casa o en el colegio.
34  •  Domingo 25 del Tiempo Ordinario

Homilía
Misa de familia
Pues sí que está enfadado el profeta Hay que aprender a pedir como vosotros
Amós este domingo... Enfadado con to- los niños... No queréis promesas, no
da la razón porque siempre hay personas queréis futuros, no queréis algo difuso...
que se aprovechan de los más débiles o Queréis para ahora ese juguete y no otro,
de los que saben poco... Enfadado con ni para Reyes ni para vuestro cumple...
los que solo ven en el otro una oportuni- Lo queréis hoy mismo... Y a pedir y pe-
dad para usarlo y utilizarlo, como escla- dir hasta que se consigue algo... Eso es
vos... Es como el típico compañero de lo que tenemos que hacer para parar la
clase que siempre está pegando, que injusticia, como nos ha dicho el profeta
siempre está molestando a los demás, Amós... Tenemos que empezar por cosas
que hace que se enfade la profesora y lo sencillas, y hacerlas. Pensar y hacer,
paguemos todos... Contra esas personas pensar y hacer... Así se consigue todo,
está enfadado Amós... desde un chicle hasta un móvil...

Pero en el Evangelio, Jesús nos cuenta Como podemos ver en este evangelio, la
una historia para que nos demos cuenta lo vida es movimiento, compromiso con lo
importante que es actuar con rapidez, de que se hace, con lo que se quiere, con
ser inteligente, de adaptarte a la realidad, lo que merece la pena... Mirad un ejem-
de no quejarte y hacer algo ya mismo... plo: Tal día como hoy, 22 de septiem-
bre, pero en 1862, el presidente de Esta-
A veces hay personas muy muy buenas, dos Unidos, Abraham Lincoln, decretó
pero que no hacen cosas, que cuando se la libertad de todos los esclavos que ha-
ponen en marcha ya es tarde... Y son bía en ese país, los hizo libres, iguales,
buenos, pero lentos... Y parece que Je- les dio lo que más querían: libertad y
sús lamenta que los malos son los rápi- dignidad. Mereció la pena y luchó por
dos, los que buscan las maneras para ello.
salirse con la suya, los que no pierden el
tiempo en fantasías y se ponen en mar- Hagamos nosotros lo mismo, no perda-
cha... Eso es lo que Jesús querría de no- mos el tiempo en no ayudar a ese amigo
sotros, esa vitalidad, esa astucia... Y es que lo necesita, date prisa, no te quejes
que cuando queremos de verdad una co- y hazlo. Toma el ejemplo de Jesús... No
sa, no paramos hasta tenerla... ¿No ha- fallarás. Esta vida merece la pena. Mere-
céis eso con los padres y los abuelos? ce la pena pensar en cómo podemos ha-
¿No estáis una y otra vez pidiendo algo cer sonreír a nuestros padres, a nuestros
hasta que lo tenéis lo antes posible? amigos...
Domingo 25 del Tiempo Ordinario  •  35

El Evangelio en casa

Ambientación
A todo administrador se le pide que sea fiel. Que desempeñe con rectitud y
diligencia su trabajo y que rinda las cuentas correspondientes. Al final todos
somos pequeños administradores de cosas. Algunas no son poco importan-
tes. Tenemos tesoros que Dios nos ha regalado y de los cuales un día debe-
remos rendir cuentas: nuestra vida, nuestras capacidades, nuestros actos...
Sí, este administrador de la parábola también nos puede ayudar.

Nos preguntamos
¿Qué le dirías tú al administrador del evangelio? ¿Le felicitarías o reproba-
rías su actitud? ¿Eres consciente de los dones que Dios te ha regalado? ¿Có-
mo los administras? ¿Qué papel ocupa el dinero en tu vida? ¿Cómo se puede
hacer una buena administración del dinero que cada uno tiene?

Proclamamos la Palabra: Lucas 16,1-13.

Nos dejamos iluminar


Volvemos a fijarnos en el administrador. La lista de faltas graves de este per-
sonaje es alarmante, a un mal ha ido sumando otros más, solamente pen-
sando en salvarse así mismo. No hay ni un ápice de arrepentimiento de este
hombre hacia su amo ni hacia esos deudores a los que también utiliza para
su interés. Es esta actitud precisamente la que Jesús no quiere que imite-
mos. Es justo todo lo contrario.

Seguimos a Jesucristo hoy


Al final, esta Palabra de Dios nos recuerda que somos libres, que así Dios nos ha
creado. Y que por tanto somos dueños y responsables de nuestros actos. Que
somos libres para elegir el bien o el mal. Para ser hijos de la luz o de las tinie-
blas. Y sí, un día tendremos que rendir cuentas, pero ese día no será un día gris y
de juicio. Esperamos que Dios nos haga solo una pregunta: ¿Cuánto has amado?
36  •  Domingo 25 del Tiempo Ordinario

Plegaria

Querido Padre Dios.


Hoy Pablo nos pedía que eleváramos súplicas, peticiones
y acciones de gracias por toda la humanidad.
Y aquí venimos, a la oración, para hablar contigo, para hablar de Ti.
Para escuchar tu voz, tu Palabra que tanto necesitamos.
No queremos que nuestra oración se convierta en un soliloquio,
como hemos visto en el administrador de la parábola que
solo buscaba solucionar su ruina.
Queremos abrirte nuestro corazón
y contarte todo lo que nos ocupa, preocupa e ilusiona.
Tenemos todos motivos sobrados para pedirte
y para darte gracias y es lo que queremos hacer.
Pedirte que nos ayudes a valorar más los regalos
más importantes de la vida, esos que no se compran
ni se venden con dinero: nuestra vida, nuestra familia.
Pedirte Señor que sepamos resistir a la tentación
del dinero.
Que no estropeemos una familia, que no estropeemos
nuestra vida por el dinero.
Pedirte Señor que nos ayudes a ser siempre astutos,
despiertos, diligentes para el bien.
Y gracias sí. Muchas gracias por tanto como cada día nos das.
Que nunca olvidemos ser agradecidos Señor,
porque amor con amor se paga.
Amén.

Rubén Ruiz Silleras


29 de septiembre de 2019
Ciclo C

Domingo 26
del Tiempo Ordinario
Álvaro Franch

Dormirse
en los laureles
Solo Dios es capaz
de cambiarnos
desde fuera
(Palabra de Dios).
La transformación del hombre
y de la mujer la hacemos
desde dentro de nosotros
(Homilía).
El grupo de personas
tiene su función en
nuestras transformaciones
(Evangelio en casa).
38  •  Domingo 26 del Tiempo Ordinario

Lecturas

Lectura del profeta AMÓS 6,1a.4-7


Esto dice el Señor omnipotente:
–¡Ay de aquellos que se sienten seguros en Sion,
confiados en la montaña de Samaría!
Se acuestan en lechos de marfil,
se arrellanan en sus divanes,
comen corderos del rebaño y terneros del establo;
tartamudean como insensatos
e inventan como David instrumentos musicales;
beben el vino en elegantes copas,
se ungen con el mejor de los aceites
pero no se conmueven por la ruina de la casa de José.
Por eso irán al destierro,
a la cabeza de los deportados,
y se acabará la orgía de los disolutos.
Palabra de Dios

NOTAS: Este texto de Amós recoge una de diante transacciones comerciales, sin un
las características centrales de la obra: la ápice de crítica. De hecho, no pocas veces
búsqueda de la justicia como exigencia de en la Biblia los bienes son considerados
la fe en Yahvé. En él se mencionan las dos un don de Dios y un signo de la fidelidad
regiones en las que está dividida la tierra, del pueblo a la Alianza. Sin embargo, co-
cada una de las cuales gobernada por un mo vemos aquí, otros pasajes denuncian
monarca distinto: el Reino del Norte (re- la riqueza. La clave está, no en que las co-
presentado en el texto a través de la men- sas sean malas en sí mismas, sino en que
ción de Samaría y de la casa de José) y el no todos pueden disfrutar de ellas. La voz
Reino del Sur (sugerido mediante su capi- de Yahvé se levanta contra los ricos a tra-
tal, Sion). En el AT no hay una visión uná- vés del profeta cuando hay pobres y los
nime de los bienes materiales. Muchos ricos son indiferentes ante ellos («no se
textos describen la opulencia del reinado conmueven por la ruina de la casa de Jo-
de Salomón, sus grandes construcciones, sé»). Dios se coloca del lado del que sufre
los metales preciosos que conseguía me- la injusticia.
Domingo 26 del Tiempo Ordinario  •  39

Salmo responsorial 145,6c-10


Alaba, alma mía, al Señor.
El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,
hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos.

El Señor abre los ojos al ciego,


el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos.

Sustenta al huérfano y a la viuda


y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sion, de edad en edad.
40  •  Domingo 26 del Tiempo Ordinario

Lectura de la primera carta de san Pablo a TIMOTEO 6,11-16


Hombre de Dios, busca la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la
mansedumbre.
Combate el buen combate de la fe, conquista la vida eterna, a la que fuiste
llamado y que tú profesaste noblemente delante de muchos testigos.
Delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que procla-
mó tan noble profesión de fe ante Poncio Pilato, te ordeno que guardes el
mandamiento sin mancha ni reproche hasta la manifestación de nuestro Se-
ñor Jesucristo, que, en el tiempo apropiado, mostrará el bienaventurado y
único Soberano, Rey de los reyes y Señor de los señores, el único que posee
la inmortalidad, que habita una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha
visto ni puede ver. A él honor y poder eterno. Amén.
Palabra de Dios

NOTAS: Las virtudes que propone aquí la tre las virtudes destaca la de la imitación
carta a Timoteo le son recomendadas por de Jesucristo. El dirigente tiene que «con-
la función que desempeña en la comuni- fesar» su fe de un modo similar al que Je-
dad. Como señalábamos la semana pasa- sús «confesó» la suya delante de Poncio
da, estamos ante una obra de la tercera Pilato. La terminología que se usa en re-
generación paulina dirigida a uno de los ferencia a uno y otro es muy similar, aun-
dirigentes de los círculos fundados por que no se perciba claramente en la pre-
Pablo, años después de la muerte de es- sente traducción. En ambos lugares se
te. Así, esta exhortación persigue instruir menciona la confesión y el testimonio. No
a quienes desempeñan cargos de autori- se trata únicamente de una profesión de
dad con el fin de que sean modelos para fe, sino, sobre todo, de que la propia vida
el resto y contribuyan asimismo a que la y actitudes manifiesten la fidelidad al
comunidad tenga credibilidad social. En- Evangelio.

Lectura del santo evangelio según san LUCAS 16,19-31


En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
–Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba ca-
da día. Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de
llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico. Y hasta los
perros venían y le lamían las llagas. Sucedió que murió el mendigo, y fue
llevado por los ángeles al seno de Abrahán. Murió también el rico y fue ente-
rrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos
y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo:
Domingo 26 del Tiempo Ordinario  •  41

«Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la


punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas».
Pero Abrahán le dijo:
«Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males:
por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado. Y,
además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los
que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco
pasar de ahí hasta nosotros».
Él dijo:
–Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo
cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también
ellos vengan a este lugar de tormento.
Abrahán le dice:
–Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen.
Pero él le dijo:
–No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán.
Abrahán le dijo:
–Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque re-
sucite un muerto.
Palabra del Señor

NOTAS: Esta parábola ha llegado hasta no- mas. Jesús deja bien claro que la situación
sotros únicamente por Lucas. Es un relato de ambos es irreversible («entre nosotros y
rico en detalles en el que Jesús hace uso de vosotros se interpone un gran abismo»); no
unos personajes y circunstancias para hay posibilidad de pasar de un lado a otro
transmitir un mensaje, buscando sorpren- aunque el rico se arrepienta. El mensaje es
der y causar un fuerte impacto en su au- claro: hay que compartir los bienes en vida;
diencia. Las descripciones del hombre rico después es demasiado tarde. La exhorta-
y Lázaro se caracterizan por la exageración. ción prosigue en los últimos versículos,
El rico es muy rico y el pobre es muy pobre. cuando el rico pide a Abrahán que envíe a
Hay desmesura en todo: de un lado, vesti- Lázaro para avisar a los suyos de lo que les
dos de púrpura y lino, fiestas espléndidas; espera. La respuesta es rotunda: no. «Los
de otro, llagas lamidas por los perros, ham- suyos» tienen medios suficientes para co-
bre extrema. Tras la muerte de ambos su nocer la voluntad de Dios (las Escrituras de
suerte se invierte del todo, de modo que Israel, la presencia del Resucitado entre
mientras el pobre goza de la vida eterna en ellos); lo que tienen que hacer es escuchar
el seno de Abrahán, el rico arde en las lla- y dejarse transformar.

Estela Aldave Medrano


42  •  Domingo 26 del Tiempo Ordinario

Homilía
De muchas y diferentes maneras se ha la percibimos diferente a nosotros y dife-
tratado de mostrar al ser humano como rentes entre sí. Todas somos personas
el ser más débil de todos los seres vivos distintas, con nuestras formas de enten-
que existen. Cuando nacemos no sabe- der y de vivir la vida.
mos hablar, ni andar, ni comer por nues- Así ama el Padre Madre Dios a cada per-
tra cuenta. sona. Ve lo propio de cada una, la singu-
Hasta que llegamos a abandonar el «ni- lariza y le ofrece la posibilidad de hacer
do» de la seguridad, del vivir a costa de camino de las unas hacia las otras y así
otras personas, a saber prescindir de co- poder vivir y construir un mundo de
sas y hacernos con nuestra propia mane- hermanos y de hermanas.
ra de ser (personalidad), de entender la
vida con un estilo de vida propio y solo Acercarse con pasión a la realidad
con las cosas necesarias, es preciso reco- A la hora de acercarnos a la realidad lo
rrer las etapas de aprendizaje para llegar primero que deberíamos hacer es discer-
a ser personas adultas. nir si esa parte de la realidad a la que nos
enfrentamos es algo de lo que hemos per-
Aprender a mirar nuestro interior dido y lo estábamos buscando. Esto nos
lleva a buscarlo primero en casa propia,
Las personas, desde que nacemos, lleva-
limpiando a fondo todos los recovecos
mos incorporado todo lo que somos; poco
que tenemos, abandonando lo que nos
a poco lo vamos descubriendo y ponién-
sobra y saliendo, ligeros de equipaje, al
dolo, con más o menos acierto, en lo que
encuentro de lo que se nos había perdido.
vamos viviendo.
y todos los países puedan disponer de lo
La dificultad es que desde muy peque-
necesario para vivir, para desarrollarse
ños nos presentan con más facilidad las
como personas.
cosas que tenemos, lo que tienen los de-
más y lo que deseamos de los demás. La compasión del Dios Padre Madre
Todo esto está en el exterior de nuestra nos ha transformado
persona y en el exterior de los demás. Él nos mira por fuera, lo que pasa, lo
Lo que realmente necesitamos para vivir que hacemos, lo que decimos, y por
es muy poco y nos lo regalan generosa- dentro, lo que sentimos, lo que sufrimos
mente porque es propiedad de las perso- y lo que gozamos y, desde ahí, ilumina
nas que nos quieren. el camino que podemos recorrer con
otras personas.
Saber mirar con el corazón Por eso no podemos abandonar a ningún
La primera mirada que hacemos a los di- hermano en la calle, a la puerta de nues-
ferentes es una mirada externa y superfi- tra casa y recogiendo las migajas de lo
cial. Al mirar con el corazón aprende- que nos sobra. Es necesario que todas
mos a personalizar; y así, cada persona las personas.
Domingo 26 del Tiempo Ordinario  •  43

Celebración

MONICIONES
Ambientación inicial. Venimos a la Eucaristía, banquete de personas ricas
que han elegido ser pobres y que Jesús celebra con los hermanos y las her-
manas que le hemos encontrado en el camino de la vida y queremos seguir-
lo. Miraremos con atención a las personas que, viviendo a nuestro lado, re-
cogen lo que nos sobra.

Acto penitencial. Experimentemos, antes de que sea tarde, la presencia de


Dios en nuestra vida de cada día; también en las limitaciones y los fallos que
aparecen en ella:
–  Por el empeño de llenar nuestras mesas, vaciando de lo necesario las me-
sas de los pobres. ¡Señor, ten piedad!
–  Por cerrar nuestros ojos a las dificultades que tienen personas cercanas.
¡Cristo, ten piedad!
–  Por creer que la buena vida va a durar para siempre. ¡Señor, ten piedad!
Dios, Padre y Madre, no cejes en tu preocupación por todas las personas y
haznos capaces de estar pendientes de las que viven peor que nosotras.

Ambientación de la Palabra. La experiencia personal del amor que Dios nos


profesa a todas las personas por ser sus hijas debe de ser el motor que em-
puje nuestra vida de cada día hacia las personas que a nuestro lado necesi-
tan nuestro amor concreto y eficaz.

Despedida. El Señor, que nos ha invitado a su mesa para darnos a comer su


carne y a beber su sangre, nos envía ahora a la vida del mundo para que to-
dos nosotros hagamos posible un mundo de todas y para todas las personas.
44  •  Domingo 26 del Tiempo Ordinario

Oraciones

COLECTA
Oh, Dios, que manifiestas tu poder sobre todo con el perdón y la misericor-
dia, aumenta en nosotros tu gracia, para que, aspirando a tus promesas, nos
hagas participar de los bienes del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN DE LOS FIELES


Tú, Señor, que nos conoces ayúdanos a llevar una vida saludable en tu se-
guimiento:
•  Para que todas las personas que nos llamamos tus seguidoras colaboremos
en hacer de los templos casas de acogida de los hermanos y de las hermanas
que no la tienen o has sido desahuciados de ellas. Roguemos al Señor.
•  Para que aprendamos a ser una buena referencia en la educación de las
personas que están a nuestro cargo y los ayudemos a ser felices con lo im-
prescindible. Roguemos al Señor.
•  Para que pongamos los medios posibles para iluminar las situaciones de pe-
cado que limitan el desarrollo de pueblos y de personas. Roguemos al Señor.
•  Para que seamos solícitos a la hora de acoger la luz que nos aportan los
pobres, y por hacer un planeta más habitable. Roguemos al Señor.
Haz, Señor, que no dudemos nunca de que tu Luz está siempre presente. Tú
que vives y reinas por los siglos de los siglos.

SOBRE LAS OFRENDAS


Concédenos, Dios de misericordia, aceptar esta ofrenda nuestra y que, por
ella, se abra para nosotros la fuente de toda bendición. Por Jesucristo, nues-
tro Señor.

DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que el sacramento del cielo renueve nuestro cuerpo y espíritu, para
que seamos coherederos en la gloria de aquel cuya muerte hemos anuncia-
do y compartido. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Domingo 26 del Tiempo Ordinario  •  45

Misa de familia
Miguel Ángel Arnedo

DIOS VE SIEMPRE AL NECESITADO... APRENDAMOS


Ambientación. Hoy escucharemos uno de los fragmentos más famosos del
Evangelio, el de Lázaro tendido en suelo de la pobreza, mientras que el rico
tira todo lo que le sobra... Hoy recordaremos el consejo de san Pablo: practi-
ca la justicia, la piedad... Estos consejos nos acompañarán en otra mesa, la
del Altar de Dios en este domingo. Estamos atentos.

Saludo. Y nos preparamos en esta celebración a aprender la gran lección de


la solidaridad, de tener los ojos abiertos a las necesidades de los demás. Por
eso comenzamos de la mejor manera posible, en el Nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo.

Pedimos perdón.
–  Por las veces en que creemos que los pobres están muy lejos de nosotros
y los tenemos al lado. Roguemos al Señor.
–  Por las ocasiones en que desperdiciamos la comida y la tiramos. ¡Cristo,
ten piedad!
–  Por las veces en que no tenemos paciencia ni delicadeza, tal como nos re-
comienda el apóstol. ¡Señor, ten piedad!

ORACIÓN DE LOS NIÑOS


•  Por la Iglesia Santa de Dios, para que siempre esté en primera línea para
defender a los más pobres de la tierra. Roguemos al Señor.
•  Para que, sencillamente, no tiremos comida a la basura y seamos niños
responsables con lo que nos corresponde. Roguemos al Señor.
•  Para que igual que el profeta Amós siempre tengamos personas cerca
que nos recuerden nuestra obligación con los más necesitados. Roguemos
al Señor.
46  •  Domingo 26 del Tiempo Ordinario

•  Para que en nuestra vida siempre seamos justos, piadosos, delicados en


el tratar bien a los demás. Roguemos al Señor.
•  Por todos los que estamos en esta parroquia, para que podamos cambiar
a tiempo y nos pase como al rico del Evangelio. Roguemos al Señor.

ACCIÓN DE GRACIAS
–  Damos gracias porque en nuestra mesa siempre tenemos alimentos para
comer y poder compartirlos.
–  Gracias, Padre, por recordarnos que en compartir está la felicidad y que
nosotros tenemos esa obligación para ser hijos tuyos.
–  Agradecemos también a nuestros padres y catequistas todos sus esfuer-
zos para que seamos justos y delicados, para que tengamos palabras de
Amor siempre.

SIGNO DE PARTICIPACIÓN
Esta vez más que un signo vamos a representar lo que hemos oído en el
Evangelio. Unos niños pondrán un cubo donde normalmente se tira la basu-
ra, o una papelera si no es posible, delante de todos.
Se van acercando los niños con un plato en el cual hay un billete de 5 euros y
van tirando en el cubo, de una forma exagerada, ese dinero «a la basura»
(pueden ser copias o nos ocupamos de que sean auténticos).
Cada niño que tira ese billete tiene que decir una de las siguientes frases,
que previamente habremos reflexionado en el grupo:
– El mundo está muy mal, no sé qué hacer, pero esta comida no me gusta.
– El mundo está muy mal, no sé qué hacer, pero no tengo más hambre.
– El mundo está muy mal, no sé qué hacer, pero esto de ayer no me lo como.
– El mundo está muy mal, no sé qué hacer, pero caducó ayer.
– El mundo está muy mal, no sé qué hacer, pero...
Los niños pueden inventar el resto...
Domingo 26 del Tiempo Ordinario  •  47

Homilía
Misa de familia
Las grandes historias son las que llegan galleta... Y luego en casa protestar por la
al corazón, como el Evangelio de hoy... comida que no nos gusta...
Hace más de 2000 años había ya grandes
diferencias entre ricos y pobres, en eso Pues todo eso es lo que denuncian tanto
hemos cambiado poco... Pero si os ha- Amós, que era un sencillo pastor y agri-
béis fijado, el rico tenía todo, pero no sa- cultor al que Dios llamó para ser su pro-
bemos su nombre... ¿Cómo se llamaría? feta, como Jesús en este domingo... Tan-
¿Cómo le llamarían? Pero el pobre, que to y tanto que se despilfarra, y entre
no tenía nada, tenía nombre... ¿Se llama- tanta montaña de comida tirada no ve-
ba...? Exacto, Lázaro. mos al que sufre, al que tiene hambre...,
hasta que es demasiado tarde...
El rico tiraba la comida, le sobraba por
todos los sitios, pero esto no es proble- ¿Os ha pasado alguna vez que el maestro
ma solo de los ricos, escuchad esto a ver ha pedido los trabajos en clase y tú no lo
si os parece justo... tienes o te lo has dejado en casa? Es un
momento de angustia, de arrepentimiento,
No es justo que el mundo tire 1.300 mi- de culpa, de vergüenza... Eso es lo que le
llones de toneladas de alimentos, el ter- pasó al rico... Se arrepiente, pero tarde...
cio de lo que se produce, cada año, se-
gún la FAO, organismo internacional de El domingo pasado, si os acordáis, decía-
alimentos. mos que Jesús quería que actuáramos con
prisa, con urgencia para hacer el bien... Y
No es justo que hoy en día las familias estas lecturas nos siguen recordando que
sigan tirando, solo en España y el año para que muchos niños tengan vida, no-
pasado, 604 millones de kilos de comida sotros debemos respetar la regla de Jesús:
al año... Esto son más de 17.200 camio- Ama a tu prójimo como a ti mismo...
nes grandes, uno detrás de otro... Es de-
cir, casi la distancia entre Zaragoza y También aprovechamos para recordar que
Madrid... hoy se celebra la fiesta de los arcángeles
Miguel, Gabriel y Rafael, enviados de Dios
No es justo que cada español tire, de me- para misiones muy concretas y siempre
dia, unos 250 euros de comida a la basu- ayudando a las personas siguiendo la vo-
ra cada año... Y para la Campaña del luntad de Dios... Aprendamos de ellos,
Hambre no aportemos casi ni un euro... porque no tenemos alas, pero sí manos
para levantar, ojos para observar, oídos
No es justo que en el patio del colegio para escuchar, boca para animar... Gracias
tiremos la fruta, medio bocadillo, alguna chicos. El mundo cuenta con vosotros.
48  •  Domingo 26 del Tiempo Ordinario

El Evangelio en casa

Ambientación
En los grupos de los que formamos parte muchos de nosotros sucede, a ve-
ces, que no vemos lo que pasa fuera del grupo: estamos solo en nuestras
cosas y en nuestras casas. Otras veces alguien con su vida, necesitada de
nuestra ayuda, nos ayuda a salir y mirar fuera.

Nos preguntamos
¿Todos vivimos la experiencia de salir fuera de nuestra casa o de nuestras
cosas, en alguna ocasión? ¿Qué o quién nos ayudó a salir?
¿Por qué no partimos en nuestros encuentros de grupo de algo que nos haya
sucedido fuera del entorno del grupo?

Escuchamos la Palabra: Lucas 16,19-31.

Nos dejamos iluminar


La vida de las personas empobrecidas suele llegar hasta nosotros en forma
de petición de ayuda; pero esa no es la totalidad de su vida. Esas personas
también poseen algo que nos pueden ofrecer: su forma de ser y de sentir,
sus pensamientos y su manera de compartir lo poco que tienen con las per-
sonas que tienen menos.

Seguimos a Jesucristo hoy


Las dificultades se agrandan cuando caminamos solos porque queremos o
porque hemos perdido las referencias, o no nos fiamos de nadie. Necesita-
mos confiar en alguna persona de las que están a nuestro lado y son verda-
dero aliento de nuestros pasos.
Domingo 26 del Tiempo Ordinario  •  49

Plegaria

Señor Jesús:
A lo largo de tu vida
nos mostraste
lo importante que es
juntarse las personas
y hacer de esta tierra
una CASA COMÚN.
A pesar de hacerte presente
para constituirnos
hermanos y hermanas
nos cuesta sentarnos
los unos cerca de los otros
y hacer FIESTA.

Nos fijamos en las diferencias,


queremos ser mejores que los demás
y que se nos tenga en cuenta.
Agradecemos que Tú no seas así
y nos invites a vivir juntos
en un mundo, CASA de todos.
Ayúdanos para que nos veamos
hermanas todas las personas
caminando juntas por la vida.

Álvaro Franch
6 de octubre de 2019
Ciclo C

Domingo 27
del Tiempo Ordinario
Javier García

¡Si tuvierais fe!


La fe, un don de Dios
(Palabra de Dios).
Señor, auméntanos la fe
(Homilía).
¡Si tuvierais fe!
(Evangelio en casa).
52  •  Domingo 27 del Tiempo Ordinario

Lecturas

Lectura del profeta HABACUC 1,2-3; 2,2-4


¿Hasta cuándo, Señor,
pediré auxilio sin que me oigas,
te gritaré: ¡Violencia!,
sin que me salves?
¿Por qué me haces ver crímenes
y contemplar opresiones?
¿Por qué pones ante mí
destrucción y violencia,
y surgen disputas
y se alzan contiendas?
Me respondió el Señor:
Escribe la visión y grábala
en tablillas, que se lea de corrido;
pues la visión tiene un plazo,
pero llegará a su término sin defraudar.
Si se atrasa, espera en ella,
pues llegará y no tardará.
Mira, el altanero no triunfará;
pero el justo por su fe vivirá.
Palabra de Dios
Domingo 27 del Tiempo Ordinario  •  53

NOTAS: El contexto histórico en el que he- vive el pueblo. Hay violencia, crímenes,
mos de situar la obra de Habacuc es el pe- opresión, destrucción, disputas... y Dios
ríodo posterior a la muerte del rey Josías parece no hacer nada. Habacuc sufre en
(609 a.C.), un tiempo difícil tanto en el pla- soledad las circunstancias que le rodean y
no político como religioso. La desaparición se siente sin esperanza. Yahvé entonces le
de este monarca de feliz memoria en mu- ordena escribir una visión en tablillas, un
chas páginas de la Biblia obligó a Israel a material más duradero que el papiro. Esta
afrontar crisis de diverso tipo y situaciones visión no se describe, pero por el contexto
caóticas, entre otras, los momentos pre- podemos entender que se trata de una in-
vios a la conquista babilónica y la depor- tervención liberadora de Dios. Se promete
tación. Una de las claves importantes del su actuación, pero sin indicar cuándo. Al
libro de Habacuc es la del silencio y ausen- profeta le toca esperar, no de brazos cru-
cia de Dios. El profeta expresa su desola- zados, pero sí con la sabiduría y confianza
ción por la, al menos aparente, indiferen- de quien sabe que finalmente la justicia
cia de Dios ante las circunstancias que llegará.

Salmo responsorial 94,1-2.6-9


Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor:
«No endurezcáis vuestro corazón».
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Entrad, postrémonos por tierra,


bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masa en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras».
54  •  Domingo 27 del Tiempo Ordinario

Lectura de la segunda carta de san Pablo a


TIMOTEO 1,6-8.13-14
Querido hermano:
Te recuerdo que reavives el don de Dios que hay en ti por la imposición de
mis manos, pues Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de forta-
leza, de amor y de templanza.
Así pues, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor ni de mí, su
prisionero; antes bien, toma parte en los padecimientos por el Evangelio,
según la fuerza de Dios.
Ten por modelo las palabras sanas que has oído de mí en la fe y el amor que
tienen su fundamento en Cristo Jesús. Vela por el precioso depósito con la
ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros.
Palabra de Dios

NOTAS: La segunda carta a Timoteo forma las disputas de tipo doctrinal (que con el
también parte de los textos de la tercera tiempo desembocarán en el nacimiento de
generación paulina que fueron atribuidos la herejía y ortodoxia). Al igual que hace
de forma tardía a Pablo. Uno de los indicios el propio Pablo en sus cartas auténticas, el
de la datación de la obra es la mención del autor, que señala estar en la cárcel por ra-
«depósito» por el que hay que velar, un zón del Evangelio, se presenta como mode-
término que únicamente aparece, dentro lo a seguir, invitando a acoger el sufrimien-
de todo el NT, en las cartas pastorales. En to derivado de la adhesión a la comunidad
este período, los contenidos de la fe son cristiana. Jesucristo muerto y resucitado es
una realidad a confesar y a custodiar, en el referente para aceptar con confianza y
buena medida porque comienzan a surgir esperanza las cruces de la propia vida.
Domingo 27 del Tiempo Ordinario  •  55

Lectura del santo evangelio según san LUCAS 17,5-10


En aquel tiempo, los apóstoles le dijeron al Señor:
–Auméntanos la fe.
El Señor dijo:
–Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: «Arrán-
cate de raíz y plántate en el mar», y os obedecería. ¿Quién de vosotros, si
tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo:
«Enseguida, ven y ponte a la mesa»? ¿No le diréis más bien: «Prepárame
de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y be-
berás tú»? ¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho
lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo que se os ha
mandado, decid: «Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos
que hacer».
Palabra del Señor

NOTAS: La petición de los apóstoles a Je- demonio (Mt 17,17-21). La petición de los
sús de una mayor fe aparece después de la apóstoles es, sin embargo, exclusiva de
enseñanza sobre el perdón. Jesús pide a Lucas. La respuesta de Jesús les muestra
los suyos que perdonen siempre a aquel que lo importante no es la cantidad de fe
que está arrepentido. Lucas ha querido se- (una fe pequeñita basta) sino su calidad.
ñalar que la magnitud de esta exigencia (el La fe y la confianza son capaces de obrar
perdón es una de las cosas más difíciles milagros en nosotros, de hacernos sobre-
de la existencia humana) provoca la súpli- pasar límites insospechados. El tema de la
ca de los suyos, que necesitan de más fe siguiente enseñanza es diverso: gira en
para perdonar. El ejemplo que pone Jesús torno al servicio. Jesús, mediante un ejem-
a continuación tiene ciertos ecos en el plo de la vida cotidiana, señala que entre
evangelio de Mateo, aunque en este caso sus seguidores no cabe el enorgulleci-
ligado a una escena muy distinta: la inca- miento por las labores realizadas ni la bús-
pacidad de sus discípulos de expulsar un queda de recompensas, del tipo que sean.

Estela Aldave Medrano


56  •  Domingo 27 del Tiempo Ordinario

Homilía
Señor, auméntanos la fe los abandonos, del peso de los años; án-
Jesús había estado hablando a sus discí- geles anónimos que siempre regalan una
pulos sobre el perdón. Les había dicho: sonrisa, comparten una soledad, aportan
«Si tu hermano te ofende, repréndele y si unos euros para una causa, etc.
cambia de actitud, perdónale. Aunque te
ofenda siete veces en un día, si siete ve- La fe es confianza, convencimiento,
ces viene a decirte “me arrepiento”, per- determinación
dónalo» (Lc 17,3-4). Al escucharle, los Para vivir y luchar por una vida digna
discípulos se vieron tan pequeños, tan nos es necesaria la fe. Para amar y per-
incapaces de vivir aquello que les propo- donar, como Jesús, necesitamos de la fe.
nía que le pidieron ayuda: «Señor, au- Para trabajar junto a Él por el Reino de
méntanos la fe». Dios necesitamos de la fe. Las opciones
importantes en la vida solo las tomamos
Las grandes causas necesitan de la fe desde el convencimiento y únicamente
Las grandes causas necesitan de la fe, de permanecemos en ellas desde la deter-
la fe que se hace convencimiento de que minación.
aquello que es justo y bueno es posible
alcanzarlo y merece la pena empeñar la ¡Si tuvierais fe!
vida en ello. ¡Cuántos avances sociales Jesús sentía admiración por las personas
han sido posibles gracias a que algunas con fe. Recordemos cómo a la mujer con
personas lo vieron claro y apostaron por flujos de sangre le dijo: «Ánimo, hija, por
ello, convencidas de que con su lucha tu fe has quedado sanada» (Mt 9,22); y
hacían posible una sociedad mejor! Y cómo, al ciego Bartimeo le dijo: «por tu fe
trabajaron y lucharon por hacerlo reali- has sido sanado» (Mc 10,52). Jesús sintió
dad, aunque las dificultades parecieran admiración por la fe de aquellos hombres
insalvables. que descolgaron a un paralítico desde
el tejado para que pudiera llegar hasta él
La fe de la gente cotidiana (Lc 5,17-26); y admirado por la fe de un
Pero no es necesario ir tan lejos. Tam- oficial romano dijo a la gente: «Os asegu-
bién, aquí y ahora, la vida nos muestra a ro que en Israel no he encontrado tan-
«pequeñas-grandes» personas que viven ta fe como en este hombre» (Lc 7,9).
con fe en sí mismas, con fe en los demás, Hoy, Jesús podría decirnos: «si tuvierais
con fe en la humanidad. Padres y madres fe como un granito de mostaza», el mun-
que se desvelan porque sus hijos no solo do sería una casa más habitable para to-
saquen una buena carrera, sino que sean, dos; la vida sería menos dura para mu-
antes que nada, buenas personas; perso- cha gente; la Iglesia sería más evangélica;
nas anónimas con fe en sí mismas, que se vuestra vida sería una buena noticia, una
levantan cada mañana a pesar de los fra- noticia feliz para todos los que os cono-
casos profesionales, de los desamores, de cen y rodean.
Domingo 27 del Tiempo Ordinario  •  57

Celebración

MONICIONES
Ambientación inicial. Sed bienvenidos. Cada vez que nos reunimos, Jesús se
hace presente entre nosotros. Y, como hizo con los discípulos de Emaús, nos
explica las escrituras y parte para nosotros el pan. La Eucaristía es un en-
cuentro con Jesús Resucitado. Vivámoslo. Hagámoslo posible.

Acto penitencial.
–  Señor, auméntanos la fe. ¡Señor, ten piedad!
–  Señor, ayúdanos a crecer en el amor. ¡Cristo, ten piedad!
–  Señor, sostén en nosotros la esperanza. ¡Señor, ten piedad!
Padre bueno, sabemos que no estamos a la altura de Jesús y de su amor. Por
eso, hoy, como aquellos primeros discípulos, nosotros también pedimos que
nos aumentes la fe. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Ambientación de la Palabra. La fe es un don de Dios y, como los discípulos


del pasaje evangélico de hoy, hemos de pedir al Señor que aumente nuestra
fe. Siempre hemos de pedir el don de la fe porque no es fácil permanecer en
ella. Cada época trae consigo dificultades que ponen a prueba la fe de los
creyentes. El salmo nos invita a alimentar la fe en la escucha de la palabra:
«Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor».

Despedida. Vivimos alegres. Nuestra vida siempre está en las manos de Dios
y Jesús siempre camina a nuestro lado. Vivid alegres y confiados.
58  •  Domingo 27 del Tiempo Ordinario

Oraciones

COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que desbordas con la abundancia de tu amor
los méritos y los deseos de los que te suplican, derrama sobre nosotros tu
misericordia, para que perdones lo que pesa en la conciencia y nos concedas
aun aquello que la oración no menciona. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN DE LOS FIELES


Confiadamente ponemos en manos de Jesús nuestra vida y la de toda la hu-
manidad. (Podemos contestar: «Señor, auméntanos la fe»).
•  Pidamos que las comunidades cristianas, superando el cansancio, cami-
nemos en el seguimiento de Jesús y crezcamos en la escucha de su palabra y
en la práctica de la solidaridad. Oremos.
•  Pidamos para que a nadie le falten la fe y las fuerzas para vivir cada día y
afrontar con ánimo las dificultades que se presentan. Oremos.
•  Pidamos para que los cristianos, contagiados por el estilo de Jesús, sepa-
mos ver y valorar la riqueza que hay en la vida de toda persona. Oremos.
•  Pidamos para que todos nosotros crezcamos en conciencia de que sí es posi-
ble otro mundo más ecológico, más igualitario y justo, más fraterno. Oremos.
Padre Dios, deseamos abrirnos a la vida y, en ella, escuchar tu voz. Por Jesu-
cristo, nuestro Señor. Amén.

SOBRE LAS OFRENDAS


Acepta, Señor, el sacrificio establecido por ti y, por estos santos misterios que
celebramos en razón de nuestro ministerio, perfecciona en nosotros como con-
viene la obra santificadora de tu redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.

DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que nos alimentemos y saciemos en los sa-
cramentos recibidos, hasta que nos transformemos en lo que hemos toma-
do. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Domingo 27 del Tiempo Ordinario  •  59

Misa de familia
Miguel Ángel Arnedo

CUANDO LO PEQUEÑO MUEVE EL MUNDO...


Ambientación. Hoy san Pablo nos dirá que no tengamos miedo de dar la cara
por nuestro Señor... Hoy se nos recordará que debemos reavivar el don de
Dios recibido... Hoy diremos Sí a Dios, Sí a nuestro bautismo, Sí a nuestra fe,
pequeña como un granito de mostaza.
Saludo. Efectivamente, el Evangelio nos dice que, si tuviéramos fe como ese
granito, podríamos hacer un mundo nuevo... Por eso, para aumentarla, comen-
zamos esta celebración en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Pedimos perdón.
–  Por los momentos en que no tenemos la fe suficiente en la Palabra de
Dios. ¡Señor, ten piedad!
–  Por las veces en que somos cobardes y no nos atrevemos a hacer o decir
cosas. ¡Cristo, ten piedad!
–  Por las ocasiones en que creemos que Dios no nos escucha. ¡Señor, ten
piedad!

ORACIÓN DE LOS NIÑOS


•  Por la Iglesia repartida por todo el mundo, para que siempre tenga la con-
fianza puesta en Dios, en su Palabra, en su Amor. Roguemos al Señor.
•  Para que la fuerza del Espíritu que recibimos en el bautismo nos haga ni-
ños con fuerza para cambiar todo lo negativo que hay en nuestra vida. Ro-
guemos al Señor.
•  Por nuestras familias, para que sepan enseñarnos a creer en un Dios Vivo
y Resucitado con sus obras y palabras. Roguemos al Señor.
•  Para que seamos personas fieles a nuestras promesas. Roguemos al Señor.
•  Hemos escuchado en el salmo que no endurezcamos el corazón... Para que
siempre seamos niños con un Amor grande dentro de él. Roguemos al Señor.
60  •  Domingo 27 del Tiempo Ordinario

ACCIÓN DE GRACIAS
–  Gracias Padre por el don de la fe, de creer todos los días tu nombre, en tu
presencia en nuestra vida.
–  Gracias por desear que seamos cada día mejores, haciendo una familia
nueva, una clase nueva, una parroquia nueva.
–  Gracias por ser fiel siempre a tus promesas y enseñarnos que debemos
ser chicos cumplidores de lo que prometemos.

SIGNO DE PARTICIPACIÓN
Por suerte o desgracia todos los niños disponen de auriculares para teléfo-
nos, o para los videojuegos.
Vamos a aprovechar eso. Todos los niños deben traer auriculares o cascos
de casa.
Dibujaremos en una cartulina la frase: «Escuchad mi voz» que hemos repeti-
do en el salmo anteriormente.
Un niño se pone en medio con esa cartulina en alto y el resto empiezan a sa-
lir por el medio con los auriculares puestos sin oír nada... Al poco sale otro
niño vestido de con un alba y les va retirando esos auriculares y les señala la
cartulina... Ellos se van volviendo poco a poco y dejan los auriculares a los
pies de la cartulina. Al final, el que tiene la cartulina le da vuelta y aparece un
corazón dibujado. Todos comienzan a unirse por los hombros, ya que antes
habían salido solos, a su aire.
En el grupo pueden hablar sobre la soledad de los videojuegos, de las redes
sociales, indicarles que Dios sigue abriendo nuestros oídos para escuchar su
voz entre tanto ruido, el sonido de la naturaleza, de la conversación con ami-
gos... En las palabras dichas con cariño, en las palabras que nos ayudan a
ser mejores...
Domingo 27 del Tiempo Ordinario  •  61

Homilía
Misa de familia
La segunda lectura es como poner pilas escrito... Por si acaso... Parece que la pa-
a un juguete que estaba parado: «Dios labra no es suficiente... Y nosotros...
no nos ha dado un espíritu cobarde, sino
un espíritu de energía, amor y buen jui- •  ¿Nos fiamos de los amigos?
cio... No tengas miedo de dar la cara por •  ¿Cumplimos lo que decimos?
nuestro Señor...». Si tuviéramos que salir •  Cuando decimos que vamos a recoger
hoy haciendo una manifestación por las los juguetes..., ¿lo hacemos?
calles, nuestro lema podría ser este... No •  Cuando decimos que vamos a estudiar
tengas miedo... No tenemos un espíritu y hacer los deberes nosotros solos..., ¿lo
cobarde... Hemos sido llamados a hacer hacemos?
grandes cosas, a seguir a Dios con nues-
tro Amor, a hacer de la parroquia el lu- Por eso los apóstoles dicen a Jesús que
gar más alegre del barrio... A eso esta- les aumente la confianza en Dios, en su
mos llamados, no a estar encerrados ni Palabra... Quieren creer, pero les cuesta,
dejarnos pisar... Este domingo Dios nos no terminan de fiarse, aunque ven a Je-
pone las pilas, nos llama a la acción... Él sús todos los días confiando en Él...
no va a fallar, está con nosotros. Y quie- ¿Sabéis por qué tienen poca fe? Por el
re que aprendamos a fiarnos de Él... miedo...

Lo mismo hemos escuchado en la prime- Imaginad que tenéis que atravesar un


ra lectura... Cuando el profeta Habacuc pasillo oscuro, de noche, en casa... Si
se queja de que el Señor tarda en venir... tienes mucho miedo, te quedarás quieto,
Y Dios le responde que llega cuando tie- llamarás a papá o mamá para que sean
ne que llegar, ni antes ni después, ni ellos los que se acerquen... Pero cuando
cuando nosotros queremos... Es lo mis- creces un poco más, te lanzas, tienes fe
mo que nuestra madre cuando estamos en que no te va a pasar nada malo... ¿A
en casa y la llamamos... Puede que tarde que sí?
un poco porque nos está haciendo la co-
mida, o limpiando para que estemos En este domingo debemos recordar que
bien... Pero viene, deja todo y está con para tener vida de verdad debemos con-
nosotros... Dios siempre hace por noso- fiar, luchar contra el miedo que siempre
tros, como esa madre... nos va a paralizar... Pero Dios es más
fuerte que el miedo, nos lo dijo Jesús...
Antiguamente las personas se daban la Ha venido para que tengamos Vida en
mano y ya estaba todo entendido, no ha- abundancia... Para que seamos felices,
bía que escribir nada, con la palabra era para estar a tope con la vida... Gracias
suficiente... Pero ahora debe estar todo por confiar.
62  •  Domingo 27 del Tiempo Ordinario

El Evangelio en casa

Ambientación
Sorprende la determinación con que muchas personas se entregan en pos
de determinados objetivos personales, profesionales, políticos, sociales,
científicos, artísticos, religiosos: hombres y mujeres con fe. Los santos están
hechos de esta pasta. Los líderes de movimientos de liberación están he-
chos de la misma pasta. Son gente que ve lo que aún no ven los demás y
que, a pesar del desánimo o desgana que les rodea, siguen hacia adelante
«como viendo al invisible».

Nos preguntamos
¿Conoces personas con esta fe? ¿personas con convicciones fuertes y con
determinación por alcanzar los objetivos que se marcaron?
¿Y tú?

Proclamamos la Palabra: Lucas 17,5-10.

Nos dejamos iluminar


Sorprende la cantidad de veces que, en los evangelios, aparece Jesús dicien-
do «tu fe te ha salvado». Es la fe de las personas las que las coloca en situa-
ción de salvación, liberación, sanación, etc. No hay «milagro» sin fe, no hay
cambio personal sin desearlo, no hay encuentro con Jesús sin buscarlo o per-
mitirlo. «El que te creo sin ti no te salvará sin ti», decía san Agustín. «¡Si tu-
vierais fe!», les decía Jesús.

Seguimos a Jesucristo hoy


¿Me gustaría crecer en la fe? Explícalo un poco.
¿Puedo comenzar por dar algún paso pequeño? ¿Cuál?
Domingo 27 del Tiempo Ordinario  •  63

Plegaria

TU FE

Solo tu fe hará que sigas adelante


cuando te encuentres ante un muro, 
que te levantes cuando caigas
o que lo intentes otra vez cuando fracases, 
porque la fe mueve montañas,
no la fe ciega del que se niega a comprender,
del que no sabe y se conforma con no saber
–eso no es fe, eso es ceguera–,
sino una fe de hombre y mujer que busca
y lucha por sus sueños, 
una fe activa, fe de vida y de esperanza, 
fe en ti mismo y en los demás, en su nobleza, 
en la verdad de sus razones
y hasta en sus buenas intenciones, 
fe en esa luz del nuevo día
y en sus promesas y alegrías,
en la bondad, 
en la justicia, 
en este mundo y en el otro, 
en el dios todopoderoso y en el amor que todo lo puede,
fe en lo imposible si es hermoso, 
en el futuro, 
en el presente, 
en que no hay mal que siempre dure, 
en cualquier caso, 
sobre todo y frente a todo..., fe.
Misa de la alegría, Jesús Quintero
13 de octubre de 2019
Ciclo C

Domingo 28
del Tiempo Ordinario
Juan Velázquez

El milagroso cambio
de vivir por la fe
La irrupción de Dios
en la vida hace que
todo bien sea posible
(Palabra de Dios).
Los milagros de la fe
(Homilía).
El auténtico cambio
desde la fe
(Evangelio en casa).
66  •  Domingo 28 del Tiempo Ordinario

Lecturas

Lectura del segundo libro de los REYES 5,14-17


En aquellos días, el sirio Naamán bajó y se bañó en el Jordán siete veces,
conforme a la palabra de Eliseo, el hombre de Dios. Y su carne volvió a ser
como la de un niño pequeño: quedó limpio de su lepra.
Naamán y toda su comitiva regresaron al lugar donde se encontraba el hom-
bre de Dios. Al llegar, se detuvo ante él exclamando:
–Ahora conozco que no hay en toda la tierra otro Dios que el de Israel. Reci-
be, pues, un presente de tu siervo.
Pero Eliseo respondió:
–Vive el Señor ante quien sirvo, que no he de aceptar nada.
Y le insistió en que aceptase, pero él rehusó.
Naamán dijo entonces:
–Que al menos le den a tu siervo tierra del país, la carga de un par de mulos,
porque tu servidor no ofrecerá ya holocausto ni sacrificio a otros dioses más
que al Señor.
Palabra de Dios

NOTAS: El relato de la curación de Naa- sentado por Eliseo, Naamán tiene dos es-
mán da cuenta de la transformación que tigmas: es un extranjero y un leproso; es
va sufriendo este personaje, no solo de la alguien doblemente impuro, capaz de ha-
enfermedad a la salud sino también de la cer impuro a quien se acerque a él. Ningu-
incredulidad a la confianza. Los versícu- no de estos estigmas es, sin embargo, un
los anteriores a la lectura narran que, al impedimento para la actuación del profe-
no ser recibido directamente por Eliseo, ta de Yahvé, quien en ningún momento se
como esperaba, sino por un mensajero su- plantea hacer caso omiso de Naamán o
yo, se enfurece y se niega a bañarse en el dejarlo de lado, ni parece preocupado por
Jordán. Sin embargo, después, y gracias a mantener la pureza. La disposición de am-
la intervención de sus siervos, recapacita bos hace posible la curación y, finalmen-
y decide seguir las instrucciones del pro- te, también el reconocimiento de Naamán
feta, produciéndose la sanación. Desde la de Yahvé como el único Dios y su adhe-
perspectiva del pueblo de Israel, repre- sión de fe a Él.
Domingo 28 del Tiempo Ordinario  •  67

Salmo responsorial 97,1b-4


El Señor revela a las naciones su salvación.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.

El Señor da a conocer su salvación,


revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel.

Los confines de la tierra han contemplado


la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad.
68  •  Domingo 28 del Tiempo Ordinario

Lectura de la segunda carta de san Pablo a TIMOTEO 2,8-13


Querido hermano:
Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, nacido del linaje
de David, según mi evangelio, por el que padezco hasta llevar cadenas, co-
mo un malhechor; pero la Palabra de Dios no está encadenada. P0r eso lo
aguanto todo por los elegidos, para que ellos también alcancen la salvación
y la gloria eterna en Cristo Jesús. Es palabra digna de crédito: Pues si mori-
mos con él, también viviremos con él; si perseveramos, también reinaremos
con él; si lo negamos, también él nos negará. Si somos infieles, él permanece
fiel, porque no puede negarse a sí mismo.
Palabra de Dios

NOTAS: Nuevamente en el texto de hoy el resurrección («viviremos con él») y su Reino


autor de la carta se presenta figuradamente («reinaremos con él»). Y no sufren porque el
como Pablo sufriendo las cadenas en la cár- sufrimiento sea algo bueno en sí mismo si-
cel a causa del Evangelio de Jesús. La me- no «por los elegidos, para que ellos también
moria de la muerte en cruz de Jesús se pro- alcancen la salvación»; es decir, sufren, co-
pone, no solo como modelo a seguir, sino mo le ocurrió al propio Jesús, porque suele
también como fuente de confianza y espe- ser algo inherente a la búsqueda del bien y
ranza. Los seguidores de Jesús pueden la justicia. Los versículos finales afirman con
afrontar con paz sus propios sufrimientos rotundidad la fidelidad de Dios y de Jesús,
porque miran la manera en la que el propio una constante, por otra parte, de toda la tra-
Jesús afrontó su cruz. Los creyentes, por dición bíblica. Dios da siempre una nueva
otra parte, no solo comparten el destino de oportunidad; lo suyo es ofrecer una y otra
sufrimiento y muerte de su maestro, sino su vez, lo merezcamos o no, su confianza.
Domingo 28 del Tiempo Ordinario  •  69

Lectura del santo evangelio según san LUCAS 17,11-19


Una vez, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea.
Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres le-
prosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían:
–Jesús, maestro, ten compasión de nosotros.
Al verlos, les dijo:
–Id a presentaros a los sacerdotes.
Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos,
viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se
postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias.
Este era un samaritano.
Jesús tomó la palabra y dijo:
–¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha
habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?
Y le dijo:
–Levántate, vete; tu fe te ha salvado.
Palabra del Señor

NOTAS: La localización geográfica de este y le piden compasión. Tras el mandato de


episodio de la vida de Jesús, conocida so- presentarse a los sacerdotes (que obede-
lo a través del evangelio de Lucas, es in- cen sin reservas) son sanados a distancia.
cierta. El único dato que da el texto es Uno de ellos se da la vuelta para dar las
que acontece «por los confines entre Sa- gracias a Jesús. Es ahora cuando al lector
maría y Galilea», es decir, en la frontera se le revela un segundo estigma de este
que separaba ambas regiones. Dicho de personaje: es samaritano; desde la pers-
otro modo, Jesús está en un espacio inter- pectiva de Israel, un extranjero, enemigo
medio, fronterizo; está, de algún modo, e impuro. Su enfermedad le había hecho
en un «no lugar», algo que, por otra par- unirse a otros leprosos. En un grupo mar-
te, es posibilitador. Los espacios defini- ginado a causa de la lepra cabía este ex-
dos a su vez nos definen (cómo hemos de tranjero. Este, curiosamente, el estigmati-
vestirnos, comportarnos, hablar...), y aquí zado de forma doble, es el propuesto por
Jesús actúa con enorme libertad. Diez le- Lucas como modelo de fe. Es quien recibe
prosos, es decir, gentes impuras, se acer- la alabanza de Jesús y, además de la sa-
can a Jesús (aunque se paran a distancia) nación, la salvación.

Estela Aldave Medrano


70  •  Domingo 28 del Tiempo Ordinario

Homilía
Los relatos de milagros y curaciones de volviera la misma salud a su cuerpo que
Jesús, como el que hoy escuchamos, nos la salvación a su espíritu culpabilizado, y
resultan difíciles de interpretar desde una que le otorgara la dignidad humana que
concepción científica del mundo. Para esta como extranjero le era negada.
resulta irreconciliable aquello que un
judío del siglo  i entendía en un conti- El milagro que realiza Jesús
nuo: una misma vida sagrada del mundo, Jesús no se compadeció meramente de su
una misma vida espiritual del cuerpo enfermedad, como le pedían los leprosos,
y una misma vida social del individuo. sino que «sintió con ellos» y así los reco-
noció como personas puras, limpias, dig-
¡Que pida un milagro un leproso nas. Es esto lo realmente admirable y mi-
samaritano! lagroso. Ya no tenían que esconderse, sino
Hoy «sabemos» que un milagro es un fe- que Jesús les enviaba a presentarse –ante
nómeno natural aún no investigado, que los sacerdotes, representantes del pueblo
la lepra es una enfermedad crónica pero ante Dios– con plena dignidad: sagrada
tratable, y que todo individuo está prote- por ser hijos de Dios; dignidad personal
gido por unos derechos inalienables, sea por ser inocentes a los ojos divinos; y dig-
o no miembro de una sociedad concreta. nidad social por valer para Dios lo mismo
No nos cabe en la cabeza que el samari- que los que se consideraban puros.
tano del evangelio fuera legítimamente
repudiado, por ser extranjero en la socie- La admiración de la fe
dad judía; que su lepra no se considerara Los milagros de Jesús no son imposibles
solo una enfermedad del cuerpo sino «fenómenos naturales» sino admirables
también de su espíritu, por haber come- fenómenos de la transformación espiri-
tido algún pecado; o que creyera que un tual, personal y social que Jesús provo-
milagro le iba a resolver la vida. ca. Pero, como relata el evangelio de hoy,
solo puede ser transformado quien ade-
El milagro que buscan en Jesús más de tener fe –en la curación de una
Y, sin embargo, a principios del siglo  i, enfermedad, como los leprosos judíos–
en la frontera entre Galilea y Samaría, se- vive de la fe. El leproso samaritano, al
gún el Evangelio un samaritano se acercó que le queda solo la fe en Jesús para vi-
a Jesús, junto a otros nueve leprosos, pa- vir, no se deja deslumbrar por una cura-
ra pedirle un milagro. Buscaba en el ción, sino que se admira del auténtico
«maestro» algo admirable: que cambiara milagro que Jesús ha hecho en él, y por
realmente su vida y su mundo, que de- eso regresa a sus pies.
Domingo 28 del Tiempo Ordinario  •  71

Celebración

MONICIONES
Ambientación inicial. Puede que estos últimos días hayamos tenido reunio-
nes de trabajo, otras de la comunidad de vecinos, también encuentros fami-
liares o quedadas con amigos, pero la cita a la que hoy acudimos, como cada
domingo, es especial. Nos juntamos un buen puñado de hermanos y herma-
nas en la fe, en torno al Padre, porque no solo queremos vivir la vida sino vi-
virla desde su fuente, y en plenitud.

Acto penitencial. Es bueno que, entre hermanos, reconozcamos nuestras fal-


tas y debilidades. Pedimos perdón porque muchas veces vivimos:
–  Atados al dinero, que deseamos, acumulamos y gastamos sin preocupar-
nos por compartirlo con quienes lo necesitan más que nosotros. ¡Libéranos,
Cristo Jesús!
–  Esclavizados por el qué dirán, buscando quedar bien, brillar y ser recoci-
dos por los demás antes que perseguir la autenticidad personal. ¡Libéranos,
Señor Jesús!
–  Encerrados entre los muros excluyentes que construyen algunas ideolo-
gías políticas, creencias religiosas o identidades nacionales. ¡Libéranos,
Cristo Jesús!
Porque nos has llamado para ser libres contigo, perdónanos y enséñanos el
camino de la libertad auténtica.

Ambientación de la Palabra. Cuando Dios se hace presente en la vida de las


personas, se obra el milagro de la renovación de la vida: ni la enfermedad, ni
las cadenas, ni las injusticias pueden detener el paso de Dios por ellas. To-
dos cambian, todo se regenera.

Despedida. A nosotros, como al samaritano sanado y liberado del evangelio,


después de dar gloria a Dios por la maravilla que hace en nosotros, Jesús nos
invita a levantarnos y a continuar viviendo cada día de la fe que nos anima.
72  •  Domingo 28 del Tiempo Ordinario

Oraciones

COLECTA
Te pedimos, Señor, que tu gracia nos preceda y acompañe, y nos sostenga
continuamente en las buenas obras. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN DE LOS FIELES


Andar con los ojos abiertos, por nuestros barrios y pueblos, entre amigos y
desconocidos, los días luminosos y aquellos más sombríos. Los cristianos
hemos de abrir los ojos y el corazón siempre a las necesidades que nos ro-
dean: Respuesta: «Ayúdanos a acompañarlos, Señor».
•  La soledad y el abandono de los mayores, que limitados por la edad y la
enfermedad necesitan más cariño que nunca.
•  La fragilidad y el desamparo de los migrantes y refugiados, que perdidos
en una sociedad hostil necesitan acogida y ayuda.
•  Las dificultades y aprietos de las familias que, llegando apenas a final de
mes, necesitan apoyo y oportunidades.
•  El olvido y silencio de las personas que, convertidas en invisibles en nues-
tro mundo mediático, necesitan que las miremos y reconozcamos.
Ayúdanos, Señor, a ser la mirada de cariño, acogida, apoyo y reconocimiento
que necesitan tantas personas que nos cruzamos cada día.

SOBRE LAS OFRENDAS


Acepta las súplicas de tus fieles, Señor, juntamente con estas ofrendas, para
que lleguemos a la gloria del cielo mediante esta piadosa celebración. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, pedimos humildemente a tu majestad que, así como nos fortaleces
con el alimento del santísimo Cuerpo y Sangre de tu Hijo, nos hagas partici-
par de su naturaleza divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Domingo 28 del Tiempo Ordinario  •  73

Misa de familia
Miguel Ángel Arnedo

NO ES Solo UN ENFERMO... ES UNA PERSONA


Ambientación. En la época de Jesús, la lepra era una enfermedad incurable,
todo estaba perdido, solo quedaba esperar. En la actualidad hay muchas co-
sas que parece que no tienen remedio, muchos problemas... Pero cuando
llega Jesús, cuando lo tenemos presente como hoy aquí, con fe, hay otro fu-
turo, otras soluciones, nuevas oportunidades... Pero ¿se la damos a él?
Saludo. Y para comenzar una nueva esperanza, recurrimos a su santo nom-
bre, por eso empezamos con ilusión en el Nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo.
Pedimos perdón.
–  Por las veces en que no nos queremos juntar con ciertos niños. ¡Señor, ten
piedad!
–  Por los momentos en que no damos las gracias, ni nos acordamos. ¡Cristo,
ten piedad!
–  Por esas ocasiones en que damos todo por perdido. ¡Señor, ten piedad!

ORACIÓN DE LOS NIÑOS


•  Por la Iglesia en todo el mundo, para que sepa dar soluciones a todos los
problemas que se le presentan. Roguemos al Señor.
•  Para que, igual que el leproso del evangelio, sepamos dar las gracias a
Dios por nuestra salvación, por nuestra vida. Roguemos al Señor.
•  Por tantas personas que dan las cosas por imposible, que no luchan por
ellas. Roguemos al Señor.
•  Por todos los marginados por enfermedad, por nacionalidad, por color de la
piel, para que sepamos acogerlos, verlos como nosotros. Roguemos al Señor.
•  Para que en este mundo la salud sea un derecho universal, un derecho al
que todas las personas puedan acudir. Roguemos al Señor.
74  •  Domingo 28 del Tiempo Ordinario

ACCIÓN DE GRACIAS
–  Por tener unos padres y abuelos, catequistas y profesores que nos acep-
tan tal como somos. ¡Gracias, Padre!
–  Porque con la ayuda de Dios todo es posible, nuestra mente se abre y
nuestra esperanza se hace mayor. ¡Gracias, Padre!
–  Por haber tenido la posibilidad de crecer en la fe de un Dios que ama al
necesitado, que se apiada del débil, que salva al humilde. ¡Gracias, Padre!

SIGNO DE PARTICIPACIÓN
La lepra es una enfermedad que se nota externamente en la piel y nadie que-
ría tocar a estos enfermos. Nosotros vamos a «sanar» a la persona quitando
toda esa piel. Para eso, dibujaremos una silueta en tamaño natural de uno
de los chicos (se pone en el suelo encima del cartel y se dibuja su figura).
Una vez dibujada su figura, pondremos encima de ella recortes de periódicos
con noticias negativas actuales (cosa fácil...) de manera que quede irrecono-
cible y completamente tapada, pero con un pegamento fácil de retirar des-
pués (o con cello). Eso es lo que habrá en un lugar que se pueda ver en toda
la Iglesia.
En el momento adecuado, unos niños cogen ese cartel y lo llevan paseando
por el pasillo central para que todos los asistentes puedan verlo e incluso
leer algún titular...
De vuelta al sitio visible, los niños que lo han realizado empiezan a quitar
eso recortes, de tal forma que vuelva a aparecer la silueta.
Detrás de toda enfermedad hay una persona, detrás de cada noticia de per-
sonas que sufren hay una persona... Debemos verla. Esa es la reflexión a la
que nos lleva hoy Jesús.
Domingo 28 del Tiempo Ordinario  •  75

Homilía
Misa de familia
¿Os acordáis el domingo pasado que ha- ¿A alguien se le ocurre darle un abrazo a
blábamos de que Dios nos quiere sin una mesa? ¿O un beso a una silla? Claro
miedo, que hemos recibido el Espíritu que no, no son personas, no tienen sen-
para ser valientes y hacer grandes cosas? timientos... Pero las personas sí que te-
Pues hoy lo ponemos a prueba... nemos... Si os dais cuenta, normalmente
agradecemos las cosas a las personas
La lepra en tiempos de Jesús era la en- que queremos más: a los padres, a los
fermedad maldita. Causaba grandes do- abuelos, a los amigos de clase... Es decir,
lores, la muerte y la soledad... Los lepro- dar las gracias es una muestra de amor;
sos tenían que abandonar su casa, vivir Atended a estas preguntas que os voy a
en el campo como animales, nadie les hacer ahora:
podía tocar ni ayudar, ni siquiera su fa-
milia... Todo el mundo les tenía miedo •  ¿Somos agradecidos con los catequis-
menos... ¿Quién? Exacto, Jesús. tas que se esfuerzan en que aprenda-
mos?
Seguro que cuando estamos enfermos o •  ¿Somos agradecidos con nuestros ami-
con fiebre por la noche queremos un gos cuando nos dejan las cosas o nos
abrazo de nuestra madre, o un beso en ayudan con las tareas?
el sitio donde nos hemos dado el golpe... •  ¿Somos agradecidos con nuestros pa-
Y enseguida empezamos a estar mejor... dres por todo lo que hacen con nosotros?
Empezamos a curarnos con eso tan sen- •  ¿Somos agradecidos con nuestros her-
cillo, con una muestra de cariño, de cer- manos por enseñarnos y jugar con noso-
canía, de que nos digan que nos curare- tros?
mos pronto.
Como podemos ver, dar las gracias es to-
Jesús sabe que la curación es posible... do un arte, algo que es fácil de aprender
Tiene lo que los apóstoles le pedían el do- pero que debemos repetirlo una y otra
mingo pasado... ¿Alguien se acuerda de vez...
qué pedían los apóstoles? (Diálogo) Exac-
to, pedían fe, confianza para hacer lo que En nuestra vida debemos agradecer a
hacía Jesús. Y Jesús no falla... Simplemen- Dios muchas cosas... No seas como esos
te les dice una frase, algo sencillo... Pero nueve leprosos que se fueron sin decir
que da vida, salud, reencuentro de estos nada... Vamos a ser como ese samarita-
enfermos con sus familias... Pero solo uno no que volvió sin complejos, sin mie-
es capaz de dar las gracias, solo uno vuel- dos... Anunciemos a todos que nuestra
ve atrás para alabar a Dios, solo uno es vida merece ser vivida como una gran
capaz de agradecerlo, de nombrar a Dios Acción de Gracias... Gracias por escu-
como su Salvador... charme...
76  •  Domingo 28 del Tiempo Ordinario

El Evangelio en casa

Ambientación
Mercedes Sosa sabiamente cantaba que en el mundo «así como todo cam-
bia, que yo cambie no es extraño», pero hay cosas que no cambian. Hay re-
sistentes estructuras –armadas y rearmadas de formas más o menos inten-
cionadas– de lo que llamamos genéricamente el mal, y que inmovilizan a las
personas en moldes de opresión, de marginación, de aislamiento y sufri-
miento. El título de «leproso» en tiempos de Jesús era expresión de una de
esas malvadas estructuras.

Nos preguntamos
¿Qué «leprosas» y «leprosos» reconocemos hoy entre nosotros? ¿Cómo son
víctimas y partes de una estructura de mal, de la que tal vez nosotros tam-
bién participamos? ¿Por qué no cambia su situación?

Escuchamos la Palabra: Lucas 17,11-19.

Nos dejamos iluminar


Leemos los dos últimos epígrafes de la «homilía». Jesús devuelve a esos diez
leprosos la dignidad que nadie les reconocía, inmóviles en una estructura des-
humanizadora. Eso es necesario para remover conciencias, pero no suficiente
para cambiarlas. El cambio auténtico exige no refugiarse en otra estructura de
pecado –como los leprosos curados, que como judíos siguen rechazando al
samaritano. El leproso samaritano ya no se siente encadenado al mal, sino
transformado y dignificado por Jesús, cuyo amor todo lo cambia para bien.

Seguimos a Jesucristo hoy


El samaritano vive entonces de la fe en Jesús, que obra el milagro de cambiar
y dignificar el mundo. ¿Cómo estamos nosotros dispuestos a vivir también
de la fe, cambiando y quebrando así toda estructura de mal, que nos atenaza
o de la que participamos?
Domingo 28 del Tiempo Ordinario  •  77

Plegaria

A los leprosos,
que antes del amanecer se colocan en sus esquinas,
con la palma abierta de las manos.
A las leprosas,
que después del atardecer rebuscan en sus contenedores,
con el estómago ávido de los restos del mercado.
A los leprosos,
que antes de saber elegir quedaron encerrados en sus celdas,
con los pies inquietos,
deseando correr a cualquier lado.
A las leprosas,
que después de poder tener hijos quedaron recluidas en un club de carretera,
con el corazón agostado,
convertido en duro callo.
A los leprosos,
que antes de serlo tenían hogar, tierra, suelo,
ahora guardados en sus recuerdos,
con la cabeza partida entre su patria y un futuro incierto.
A las leprosas,
que después de serlo no tienen nombre, ni rostro, ni sexo,
ahora convertidas en fríos números de los nuevos guetos,
con el pecho vacío, su aliento marchó con el sufrimiento.
A ellas y a ellos, leprosos del barrio, del país, del mundo:
A los ojos de Dios vuestro cuerpo es un templo,
y la vida que guarda dentro es lo más digno, sagrado y puro del universo.
20 de octubre de 2019
Ciclo C

Domingo 29
del Tiempo Ordinario
Manuel Romanos

Oración perseverante
Cuando venga
el Hijo del Hombre,
¿encontrará esta fe
en la tierra?
(Palabra de Dios).
Oración, fe
y compromiso
(Homilía).
La Iglesia, enviada por Dios
a las gentes
(Evangelio en casa).
80  •  Domingo 29 del Tiempo Ordinario

Lecturas

Lectura del libro del ÉXODO 17,8-13


En aquellos días, Amalec vino y atacó a Israel en Refidín. Moisés dijo a Josué:
–Escoge unos cuantos hombres, haz una salida y ataca a Amalec. Mañana yo
estaré en pie en la cima del monte, con el bastón de Dios en la mano.
Hizo Josué lo que le decía Moisés, y atacó a Amalec; entretanto, Moisés, Aa-
rón y Jur subían a la cima del monte.
Mientras Moisés tenía en alto las manos, vencía Israel; mientras las tenía
bajadas, vencía Amalec. Y, como le pesaban los brazos, sus compañeros to-
maron una piedra y se la pusieron debajo, para que se sentase; mientras,
Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado.
Así resistieron en alto sus brazos hasta la puesta del sol. Josué derrotó a
Amalec y a su pueblo, a filo de espada.
Palabra de Dios

NOTAS: Este episodio acontece en un mo- te el cansancio de modo que no puede ac-
mento temprano de la travesía de Israel tuar solo; necesita la ayuda de algunos
por el desierto tras ser liberado por Yahvé compañeros. El trabajo en colaboración (lo
de la esclavitud de Egipto. A lo largo del que hoy llamaríamos corresponsabilidad)
camino, el pueblo se ve obligado a afron- es lo que permite que el pueblo venza a
tar dificultades diversas que pondrán a los amalecitas. El libro del Éxodo parece
prueba su entereza y su confianza en Dios. anticipar aquí un episodio que se narrará
En este caso se trata de un ataque de la después: Moisés está agotado porque su
tribu de los amalecitas, encabezadas por función a la cabeza del pueblo es muy exi-
Amalec. Moisés no tambalea ante él; con- gente y supera sus fuerzas. Su suegro Je-
fía en el poder de Yahvé, que se hace pre- tró le aconseja buscar ayuda, y así lo hace
sente en su bastón, el mismo que utilizó (Ex 18,13-27). Estos dos relatos bíblicos
ante el faraón egipcio (Ex 7,9). Pese a las son una bella muestra de cómo Yahvé ac-
expectativas, Moisés, aún con su bastón, túa a través de mediaciones históricas y
no es invencible por sí mismo. Pronto sien- humanas.
Domingo 29 del Tiempo Ordinario  •  81

Salmo responsorial 120,1b-8


Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
Levanto mis ojos a los montes:
¿de dónde me vendrá el auxilio?
El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.

No permitirá que resbale tu pie,


tu guardián no duerme;
no duerme ni reposa
el guardián de Israel.

El Señor te guarda a su sombra,


está a tu derecha;
de día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche.

El Señor te guarda de todo mal,


él guarda tu alma;
el Señor guarda tus entradas y salidas,
ahora y por siempre.
82  •  Domingo 29 del Tiempo Ordinario

Lectura de la segunda carta de san Pablo a Timoteo 3,14–4,2


Querido hermano:
Permanece en lo que aprendiste y creíste, consciente de quiénes lo apren-
diste, y que desde niño conoces las Sagradas Escrituras: ellas pueden darte
la sabiduría que conduce a la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús.
Toda Escritura es inspirada por Dios y además útil para enseñar, para argüir,
para corregir, para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto y esté preparado para toda obra buena.
Te conjuro delante de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y a
muertos, por su manifestación y por su reino: proclama la palabra, insiste
a tiempo y a destiempo, arguye, reprocha, exhorta con toda magnanimidad y
doctrina.
Palabra de Dios

NOTAS: Este fragmento de la carta a Timo- precisión a qué libros se refiere el autor de
teo remite al inicio de la misma (1,5), cuando 2 Tim cuando señala que hay Escrituras ins-
el autor recuerda ante el destinatario que piradas. Sin duda está pensando en las Es-
debe su fe a la de su madre Eunice y su crituras de Israel; quizá también en algunos
abuela Loida, que creyeron antes que él y libros que hoy forman nuestro NT y que ya
posibilitaron su propio camino creyente. El estaban escritos para entonces. En todo ca-
texto es asimismo testigo del proceso de re- so, según el autor y según también segui-
flexión en el cristianismo naciente sobre el mos creyendo hoy, estas obras proceden de
carácter y alcance de las Sagradas Escritu- Dios, es decir, son fruto de su acción inspira-
ras, algo que aconteció, no fundamental- dora sobre el autor humano. A este último
mente en los inicios, sino sobre todo a partir se debe el hecho práctico de escribir, para lo
de la tercera generación. No sabemos con que usó sus propias cualidades y talentos.
Domingo 29 del Tiempo Ordinario  •  83

Lectura del santo evangelio según san LUCAS 18,1-8


En aquel tiempo, Jesús decía a sus discípulos una parábola para enseñarles
que es necesario orar siempre, sin desfallecer.
–Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hom-
bres. En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle: «Hazme justi-
cia frente a mi adversario». Por algún tiempo se estuvo negando, pero des-
pués se dijo a sí mismo: «Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres,
como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga
viniendo a cada momento a importunarme».
Y el Señor añadió:
–Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegi-
dos que claman ante él día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará
justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará esta
fe en la tierra?
Palabra del Señor

NOTAS: Este texto ha llegado hasta noso- Por otra parte, instruye sobre quién es Dios
tros a través del evangelio de Lucas. Pre- a través de la presentación de su contrario:
senta, aún en su brevedad, cierta compleji- un juez injusto que inicialmente no hace
dad, ya que parece contener lo que pudo caso de la viuda y que después accede a su
ser una parábola original de Jesús (vv. 2-6), petición solo por librarse de ella. Este juez
una aplicación de la misma a la vida prácti- y Dios comparten dos rasgos: deciden
ca (vv. 7-8) y una introducción del narrador cumplir lo que solicita la viuda, pero no lo
(v. 1) que liga su sentido al tema de la im- hacen inmediatamente, sino después de
portancia de la oración en la vida del segui- un tiempo (el retraso de la parusía vivido
dor de Jesús, un aspecto este que delimita por la comunidad de Lucas ha dejado aquí
su significado. Esta enseñanza de Jesús su impronta). No comparten, sin embargo,
propone que la audiencia se identifique su motivación. Lo propio de Dios es escu-
personalmente con la viuda que, aunque char a los que claman y hacer justicia; un
no obtiene respuesta inmediata del juez, Dios Padre no puede sino atender a las sú-
persiste con insistencia en sus peticiones. plicas de suyos.

Estela Aldave Medrano


84  •  Domingo 29 del Tiempo Ordinario

Homilía
Perseverancia en la oración Por eso el evangelista concluye diciendo:
En este domingo, ya casi finalizando el «Cuando venga el Hijo del Hombre ¿en-
año litúrgico, la Palabra de Dios nos está contrará esta fe en la tierra?» Por eso, la
hablando de la perseverancia en la ora- oración solo será posible desde una pro-
ción, aunque de un modo un tanto ex- funda experiencia de Dios, una experien-
traño. El evangelio nos presenta esta pa- cia de amor, por lo que Santa Teresa defi-
rábola del juez y la viuda, en la que ne la oración como ese «trato de amistad
podemos ver las situaciones que se da- con quien sabemos nos ama».
ban en el Israel de tiempos de Jesús: Una Por eso, hoy, en nuestra oración tene-
justicia corrupta, amplios sectores de la mos que volver la vista a estas situacio-
sociedad que eran víctimas de la injusti- nes de injusticia que tenemos en nues-
cia que tenía como resultado la pobreza, tro tiempo, a orar y también a actuar
la exclusión, la marginación, etc. denunciando estas situaciones, siendo
conscientes de que, en pleno siglo xxi si-
Injusticia y marginación guen existiendo guerras, violencias y, so-
Sin embargó, Jesús predicó y actuó cons- bre todo, hambre, enfermedad, margina-
tantemente contra esta situación, desde ción... y, por ello se propone a nuestra
la proclamación de: «Bienaventurados iglesia interpretar y encontrar solución a
los pobres» a buscar al débil, a curar a estos problemas de nuestro tiempo des-
los enfermos, etc. También hoy hay mu- de la fe en el mensaje evangélico.
chas viudas desatendidas por la justicia
de los hombres, también hoy hay situa- Implicación, misión
ciones de pobreza institucionalizada, de A ello nos invita la celebración del DO-
marginación, de exclusión, de violencia, MUND, en este domingo. Hoy la Iglesia
de personas que, como las primeras co- nos invita a implicarnos de verdad en la
munidades cristianas, son ferozmente solución de estas lacras sociales, no po-
perseguidas, encarceladas y martiriza- demos ser discípulos de Cristo y perma-
das, también hoy hay mártires que son necer indiferentes ante esto porque el
degollados por ser cristianos, pensemos sufrimiento de los humildes clama a
en lugares como Siria, Venezuela, Sri Dios y se une al sufrimiento de Jesús y
Lanka, etc. contribuir a llevar la cruz de todos los
crucificados de nuestro tiempo es tomar
Oración desde la fe con nosotros la Cruz de Cristo. Pidamos
Ante estas situaciones, tenemos que orar, que nunca falten la Iglesia hombres y
pero con una oración que tiene que surgir mujeres de buena voluntad, misioneros,
de la experiencia de fe, la fe de la viuda testigos de Jesús, en el consuelo y la mi-
que le hace ser constante y perseverante. sericordia.
Domingo 29 del Tiempo Ordinario  •  85

Celebración

MONICIONES
Ambientación inicial. En este domingo nos reunimos para celebrar la Euca-
ristía, celebración que siempre es celebración de la Iglesia universal, pero en
este domingo vivimos y experimentamos de una manera especial, la univer-
salidad de la Iglesia, pues celebramos el domingo donde, de un modo espe-
cial, la Iglesia universal reza por los misioneros y colabora con las misiones,
el día del DOMUND. Hoy, penúltimo domingo de octubre, es la Iglesia entera
la que ora por los misioneros y por tantos hermanos nuestros que tienen
hambre del Pan de vida y del pan necesario para su sustento.

Acto penitencial. Para celebrar dignamente esta Eucaristía nos ponemos an-
te el Señor reconociendo con humildad nuestras infidelidades y nuestros pe-
cados.
–  Por tantas veces que no somos constantes y perseverantes en la oración.
¡Señor, ten piedad!
–  Porque convertimos nuestra oración en rutina y no la vemos como trato de
amistad con Dios. ¡Señor, ten piedad!
–  Porque no nos implicamos en cambiar las injusticias sociales de nuestro
mundo que generan pobreza y marginación. ¡Señor, ten piedad!
Que Dios Padre de amor y misericordia perdone nuestro pecado y nos lleve a
la vida eterna.

Ambientación de la Palabra. El evangelio nos presenta a Jesús que continúa


el camino hacia Jerusalén y hoy está centrado en el tema de la importancia y el
valor de la oración. En la carta de Pablo a Timoteo nos habla de la prevención
contra los peligros de los últimos tiempos y nos exhorta a seguir adelante ani-
mados por la esperanza de la gloriosa venida y manifestación de Cristo Jesús.

Despedida. En este día de las misiones tenemos que tomar conciencia de


que también nosotros somos misioneros que, desde la fe, la oración y el
compromiso tenemos que llevar el evangelio a nuestros hermanos, a la vez
que tenemos que ser solidarios con la gran obra de las misiones.
86  •  Domingo 29 del Tiempo Ordinario

Oraciones

COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, haz que te presentemos una voluntad solícita y
estable, y sirvamos a tu grandeza con sincero corazón. Por Jesucristo, nues-
tro Señor.

ORACIÓN DE LOS FIELES


Unidos en oración, presentemos al Padre nuestras necesidades:
•  Por la Iglesia universal, para que siga siendo, como María, la Virgen oran-
te que siga orando por toda la humanidad. Roguemos al Señor.
•  Por nosotros aquí presentes, por nuestra comunidad, para que el Señor
aumente nuestra fe y avive nuestra caridad. Roguemos al Señor.
•  Por todos los hombres y mujeres, sacerdotes, religiosos, religiosas o lai-
cos que han entregado su vida por los más desfavorecidos en los países de
misión. Roguemos al Señor.
•  Por todas las personas que son víctimas de la injusticia, del hambre, la
pobreza o la marginación. Roguemos al Señor.
•  Por todos los difuntos, especialmente por aquellos que mueren por el
abandono y la falta de solidaridad. Roguemos al Señor.
Recibe, Padre de bondad la oración de tu Pueblo y concédenos por tu miseri-
cordia lo que te pedimos con fe.

SOBRE LAS OFRENDAS


Concédenos, Señor, estar al servicio de tus dones con un corazón libre, para
que, con la purificación de tu gracia, nos sintamos limpios por los mismos
misterios que celebramos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, haz que nos sea provechosa la celebración de las realidades del cielo,
para que nos auxilien los bienes temporales y seamos instruidos por los
eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Domingo 29 del Tiempo Ordinario  •  87

Misa de familia
Miguel Ángel Arnedo Ruiz

MISIONEROS DEL MUNDO, MISIONEROS DESDE LA VIDA


Ambientación. Todos hemos soñado alguna vez con ser misionero o misio-
nera... Con grandes aventuras, con grandes ideales... Pero ¿hemos soñado
con ayudar a esos misioneros? ¿Sabéis que, desde nuestra casa, con nuestra
ayuda económica y de oración hacemos posible seguir soñando con un mun-
do mejor en el que Dios se haga presente? Esta Eucaristía es para todos no-
sotros un recordar que somos misioneros, que hacemos a Dios presente en
nuestra vida.

Saludo. Los misioneros llevan la Palabra de Dios y su Amor a todos los rinco-
nes de la tierra. Hagamos posible que hoy en la parroquia también se haga
presente en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Pedimos perdón.
–  Por las veces que no pedimos con insistencia y paciencia. ¡Señor, ten piedad!
–  Por las ocasiones en que creemos que Dios no nos escucha. ¡Cristo, ten
piedad!
–  Por tantos momentos que pensamos que no podemos hacer nada. ¡Señor,
ten piedad!

Oración de los niños


•  Por toda la Iglesia misionera en el mundo, para que Dios siga confirmando
a todos sus misioneros y les dé la fuerza necesaria. Roguemos al Señor.
•  Por nuestra solidaridad y generosidad en el día de hoy, para que sepamos
que es labor de todos ayudar a estos enviados de Dios. Roguemos al Señor.
•  Para que los niños de nuestra parroquia sepamos entender que somos
muy importantes para que los misioneros sigan anunciando la Palabra de
Dios. Roguemos al Señor.
88  •  Domingo 29 del Tiempo Ordinario

•  Para que seamos constantes en nuestra oración todos los días, sabiendo
que Dios nos escucha. Roguemos al Señor.
•  Para que hoy en nuestra mesa nos acordemos de todos los niños que no
tienen nuestra suerte y sepamos ser agradecidos. Roguemos al Señor.

Acción de gracias
–  Señor, en este domingo del Domund queremos darte gracias porque nos
haces parte de una gran aventura: la de anunciar tu Reino a todo el mundo.
–  Queremos también agradecerte que siempre nos empujas a ser mejores, a
anunciar que el Amor es lo más importante para cambiar el mundo.
–  Gracias Padre por tu Iglesia, por formar parte de ella, por ser uno más de
tus elegidos, porque no quieres que perdamos el tiempo en cosas que no
traen felicidad.

signo de participación
Para este signo debemos prepararnos con antelación: El misionero sabe de
Dios. Sabe la importancia de la Palabra. Sabe la importancia de hacerse en-
tender... Sabe que tiene que adaptar su lengua a la del pueblo al que ha sido
enviado.
Por eso dibujaremos en una cartulina doble un mapamundi en grande y los
niños irán poniendo en diferentes idiomas estas dos palabras: Dios – Amor.
Hay conceptos/ideas universales, y estos son dos de ellos. Como la propia
campaña ya pide para los misioneros, nosotros haremos un esfuerzo, como
ellos, por aprender estas dos palabras de diferentes lenguas y entender que
las ideas de Dios y de amor son universales y si están en todos los idiomas
es porque siempre el hombre se siente llamado a ellas. God  –  Love,
Dieu – Amour, Gott – Liebe (alemán)... Se intenta llenar el mapa.
Domingo 29 del Tiempo Ordinario  •  89

Homilía
Misa de familia
La Iglesia en España tiene dos campañas cubrir a Dios en su día a día... Y nosotros
fundamentales: una es la Campaña con- podemos ayudar de dos maneras: por un
tra el Hambre, que ya la hicimos el 10 de lado, con nuestra oración, como la pobre
febrero, y otra es hoy, el día del Domin- viuda de este evangelio, para que Dios si-
go Mundial de las Misiones, más conoci- ga actuando, y, por otra, con nuestra apor-
do por Domund. tación económica, con nuestro dinero.

Mientras que la Campaña contra el Ham- Hay muchos ejemplos de ayuda, pero os
bre busca erradicar la pobreza, ayudar a voy a contar el de un colegio en la pro-
todos los países necesitados a tener más vincia de Zaragoza en el que cada alum-
recursos y buscar soluciones concretas, no se convierte en esa semana en un chi-
el Domund busca ayudar a los misione- co/a que reza cada día por los misioneros,
ros a anunciar el Evangelio en todos los pero los más mayores se comprometen a
países del mundo. Y para eso se necesita vender pegatinas con el cartel del Do-
dinero, ya que los misioneros constru- mund de ese año casa por casa si es nece-
yen, además de hospitales y colegios, sario... Y son siempre los que más dinero
parroquias, centros de catequesis, pro- consiguen de esa diócesis... Los chicos
yectos comunitarios... El misionero quie- son los mensajeros, los que se mueven...
re dar a conocer la Palabra de Dios, quie- Y el resultado es visible... Dios no nos
re enseñar lo que nos dijo Jesús en el abandona cuando trabajamos por Él.
Evangelio, anunciar la Buena Noticia...
Para terminar, en la segunda lectura Pa-
Y hoy tenemos en el evangelio un ejemplo blo nos ha dicho que anunciemos la Pa-
de cómo no hay que cansarse de pedir a labra a tiempo y a destiempo, es decir,
Dios para que nos escuche: esa viuda no que cualquier momento es bueno, que
es nadie, casi no es nada en tiempos de todas las ocasiones son perfectas para
Jesús, pero consigue que todo un juez le Dios y para su discípulo, que no hay mo-
haga caso, simplemente por estar pidien- mentos malos ni aburridos... Estemos
do todo el día justicia..., un día y otro..., atentos para decir a nuestros padres y
con paciencia, con la seguridad de que al abuelos que Dios sigue cuidando del
final será escuchada. El misionero está mundo, cuidando de nosotros, amándo-
atento a las personas que lo rodean, tiene nos tal como somos... Gracias chicos por
que ser el rostro y el testimonio del Evan- ser misioneros de un Dios vivo y resuci-
gelio para que esas personas puedan des- tado... Amén.
90  •  Domingo 29 del Tiempo Ordinario

El Evangelio en casa

Ambientación
La liturgia de hoy nos invita a ser personas de oración, que hoy tiene que ser
por aquellos hermanos nuestros que, en países de misión, son testigos de
Cristo dando su vida por los más desfavorecidos. Que en este domingo del
DOMUND no permanezcamos indiferentes ante todo esto.

Nos preguntamos
¿Cómo es mi fe? ¿Me limito a una fe tibia, desprovista de compromiso o soy
capaz de implicarme en el sufrimiento de mis hermanos? ¿Busco excusas pa-
ra evitar un auténtico compromiso de fe? ¿Soy solidario con las necesida-
des? ¿Tengo hambre y sed de justicia y soy capaz de ser perseguido por ello?

Escuchamos la Palabra: Lucas 18,1-8.

Nos dejamos iluminar


Nos iluminan las palabras de san Óscar Romero: «Hermanos, ayudar a las mi-
siones es ayudar a aquellos hombres y mujeres, sacerdotes y laicos en aque-
llas tierras donde todavía Cristo no es conocido, para que sean más fieles, más
felices, porque “las misiones” no quiere decir que solamente los que estamos
en la Iglesia nos vamos a salvar y que hay que traerlos a todos a la Iglesia. La
misión proclama, también, que hay muchas luces de Cristo, también, en tierras
paganas, mucha verdad y mucha gracia, que Cristo y el Espíritu Santo están
llevando, también, a los pueblos que no conocen a Dios».

Seguimos a Jesucristo hoy


El seguimiento de Cristo hoy tiene que estar marcado por tres criterios: La ora-
ción, la escucha atenta de la Palabra de Dios y el compromiso de fe. Una ora-
ción constante, habitual y perseverante. Una escucha atenta de la Palabra pa-
ra hacerla vida en nuestra vida, como recomendaba Pablo a Timoteo y un
implicarnos verdaderamente y sin tibiezas en la búsqueda de la verdad y la
justicia en una sociedad injusta que margina a los más débiles.
Domingo 29 del Tiempo Ordinario  •  91

Plegaria

ORACIÓN DEL ENVIADO

Id por todo el mundo...


Estas palabras están dichas para mí.
Soy continuador de tu obra.
Soy tu compañero en la misión.
Gracias Jesús.
Me encuentro emocionado por tu confianza.

La mies es mucha y los braceros pocos.


Quiero ser uno de ellos.

Muchas personas están caídas y pasamos de largo.


Quiero ser el buen samaritano.

Conviérteme primero a mí,


para que yo pueda anunciar a otros la Buena Noticia.

Dame AUDACIA.
En este mundo escéptico y autosuficiente,
tengo vergüenza y miedo.

Dame ESPERANZA.
En esta sociedad recelosa y cerrada,
yo también tengo poca confianza en las personas.

Dame AMOR.
En esta tierra insolidaria y fría,
yo también siento poco amor.
92  •  Domingo 29 del Tiempo Ordinario

Dame CONSTANCIA.
En este ambiente cómodo y superficial,
yo también me canso fácilmente.

Conviérteme primero a mí,


para que yo pueda anunciar a otros la Buena Noticia.

Gracias Jesús.
Me encuentro emocionado por tu confianza.

Patxi Loidi
27 de octubre de 2019
Ciclo C

Domingo 30
del Tiempo Ordinario
Santiago Aparicio

Vidas de fe y
compromiso
El Señor está cerca
de quien sufre
(Palabra de Dios).
Dios toma partido
y cuenta con nosotros
(Homilía).
Todos somos importantes
para Dios
(Evangelio en casa).
94  •  Domingo 30 del Tiempo Ordinario

Lecturas

Lectura del libro del ECLESIÁSTICO 35,12-14.16-19a


El Señor es juez,
y para él no cuenta el prestigio de las personas.
Para él no hay acepción de personas en perjuicio del pobre,
sino que escucha la oración del oprimido.
No desdeña la súplica del huérfano,
ni a la viuda cuando se desahoga en su lamento.
Quien sirve de buena gana, es bien aceptado,
y su plegaria sube hasta las nubes.
La oración del humilde atraviesa las nubes,
y no se detiene hasta que alcanza su destino.
No desiste hasta que el Altísimo lo atiende,
juzga a los justos y les hace justicia.
El Señor no tardará.
Palabra de Dios

NOTAS: El libro del Eclesiástico (o Sirácida) da a cada uno lo que le corresponde según
no fue aceptado por la Biblia hebrea; su un criterio establecido de antemano («juzga
presencia en nuestro canon se debe a que a los justos y les hace justicia»). Otras, sin
formó parte de los libros bíblicos traducidos embargo, parecen presentar otro concepto
al griego en la Diáspora judía. En todo caso, de justicia. El texto deja entrever cierta
parece que fue compuesto originalmente en «parcialidad» de Dios hacia los más vulne-
Palestina en el siglo ii y su autor da mues- rables: los pobres, los oprimidos, los huér-
tras de conocer la cultura helenística. No se fanos y las viudas. Señala, además, que pa-
deja, sin embargo, deslumbrar acríticamen- ra Él no cuenta el prestigio social, de modo
te por ella, sino que su vasto conocimiento que no hace más caso a los que están so-
le conduce a valorar su propia tradición reli- cialmente bien considerados. La particulari-
giosa y cultural. Los versículos de nuestra dad de la justicia de Dios es que, si en algún
lectura instruyen sobre la justicia divina. Al- caso es parcial, lo es hacia los de estrato
gunas de sus partes casan bien con nuestra social más bajo, hacia los que no son reco-
idea de justicia, en tanto que Dios es quien nocidos por la mayoría social.
Domingo 30 del Tiempo Ordinario  •  95

Salmo responsorial 33,2-3.17-19.23


El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó.
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren

El Señor se enfrenta con los malhechores,


para borrar de la tierra su memoria.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias.

El Señor está cerca de los atribulados,


salva a los abatidos.
El Señor redime a sus siervos,
no será castigado quien se acoge a él.
96  •  Domingo 30 del Tiempo Ordinario

Lectura de la segunda carta de san Pablo a


TIMOTEO 4,6-8.16-18
Querido hermano:
Yo estoy a punto de ser derramado en libación y el momento de mi partida es
inminente.
He combatido el noble combate, he acabado la carrera, he conservado la fe.
Por lo demás, me está reservada la corona de la justicia, que el Señor, juez
justo, me dará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que ha-
yan aguardado con amor su manifestación.
En mi primera defensa, nadie estuvo a mi lado, sino que todos me abandona-
ron. ¡No les sea tenido en cuenta!
Mas el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, a través de mí, se
proclamara plenamente el mensaje y lo oyeran todas las naciones. Y fui li-
brado de la boca del león.
El Señor me librará de toda obra mala y me salvará llevándome a su reino
celestial.
A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Palabra de Dios

NOTAS: Una de las características de la se- pia vida y que pretenden instruir a sus here-
gunda carta a Timoteo es su carácter testa- deros (familiares, discípulos) sobre las
mentario. El autor se presenta, simbólica- cuestiones más importantes y decisivas.
mente, como Pablo (la autoría es atribuida), Estamos ante un género literario semejante
sufriendo las penas de la prisión por Cristo. al que tenemos en los discursos de despe-
Además, indica que su muerte está próxima dida del cuarto evangelio. En los versículos
(«a punto de ser derramado en libación», de la lectura de hoy se insiste, ante todo, en
«el momento de mi partida es inminente»). el perdón hacia los que hacen el mal y en la
De ahí que las indicaciones que da la carta confianza en Dios. El autor hace balance de
tengan un enorme sentido simbólico: son la propia vida con paz y está reconciliado
las palabras pronunciadas en el lecho de con todo, incluso con las circunstancias ad-
muerte, que recogen lo esencial de la pro- versas.
Domingo 30 del Tiempo Ordinario  •  97

Lectura del santo evangelio según san LUCAS 18,9-14


En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola a algunos que se confiaban en sí
mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás:
–Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, publicano.
El fariseo, erguido, oraba así en su interior: «¡Oh Dios!, te doy gracias porque
no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco
como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo
lo que tengo». El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a
levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo:
«¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador». Os digo que este bajó a su casa
justificado, y aquel no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el
que se humilla será enaltecido.
Palabra del Señor

NOTAS: Estamos ante uno de los temas al templo para orar. Al margen de este da-
preferidos de Lucas, un evangelio que en to, las demás características que presentan
muchos lugares instruye sobre lo descon- uno y otro son totalmente opuestas. Uno es
certante que es la misericordia y el perdón fariseo (cumplidor de la Ley); otro es publi-
de Dios, quien no parece conocer el con- cano (constante infractor de la Ley). Uno
cepto de «mérito» tan arraigado en no­ entra en el templo, se mantiene erguido,
sotros. No resulta extraño que muchas de habla en su interior a Dios (nadie más lo
estas enseñanzas estén dirigidas a los fari- oye) para hacerle ver sus méritos. El otro
seos (como en el caso de las parábolas de no se atreve a entrar, mantiene la cabeza
lo perdido) o, como aquí, a todos aquellos baja, reconoce que es pecador y así lo reco-
que se consideran justos y, por ello, des- noce de viva voz y con sus gestos («golpes
precian a los demás. Esta parábola de Jesús en el pecho»). Ambos fueron a orar al tem-
es enormemente incisiva y capaz de remo- plo. Uno regresó justificado («Dios le ha
ver cimientos. Los personajes que la prota- hecho justo»): el que se reconoció pecador.
gonizan coinciden únicamente en que van El otro no, ya que no creía necesitarlo.

Estela Aldave Medrano


98  •  Domingo 30 del Tiempo Ordinario

Homilía
Reconciliados con Dios Dios con los pobres, los oprimidos, los
El evangelio nos presenta una parábola huérfanos y las viudas. Hoy, nosotros,
muy incisiva para quienes frecuentamos también tomamos partido por los necesi-
los templos. No nos deja indiferentes y tados y las víctimas de nuestro mundo.
nos obliga a reflexionar. Todos queremos Estamos llamados, por Él, a poner nues-
presentarnos a Dios con buenos deseos y tras capacidades y talentos a su servicio.
ofrendas de buenas obras, aunque, en
muchas ocasiones, solo le presentamos Y nos llama a combatir en su misión
una buena apariencia. «He combatido el noble combate, he aca-
Nuestro buen Padre Dios no pone su ilu- bado la carrera, he conservado la fe», así
sión en las apariencias ni en las buenas se despide Pablo de los suyos y nos invita
intenciones. Su esperanza está en nuestro a que nosotros vivamos así la fe y el se-
corazón y en el reconocimiento de nues- guimiento de Jesucristo. Estamos llama-
tra pobreza y pecado. El aplauso de Dios dos a «dejar huella» en la historia. Las
es para quien se presenta en autenticidad huellas de Dios son nuestros actos de
ante él..., aunque le quede mucho por amor, justicia, perdón, defensa de los dé-
mejorar. Este es el justo ante Dios y reci- biles, misericordia... aunque esto nos trai-
birá la fuerza para enderezar su camino. ga dificultad o persecución, Dios nos dará
su fuerza.
Un Dios que toma partido El papa Francisco en su exhortación a los
No hay nada más injusto que tratar de la jóvenes Cristo vive nos alienta a todos al
misma manera a quienes son diferentes. compromiso social desde la fe, «porque
Aunque todos tengamos la misma digni- sé que tu corazón, corazón joven, quiere
dad, los «talentos» han sido repartidos de construir un mundo mejor [...]. Por fa-
forma desigual. Son muchos los factores vor, no dejen que otros sean los protago-
que hacen que la vida de las personas sea nistas del cambio. Ustedes son los que
distinta (familia, fortuna, educación, rela- tienen el futuro. [...] Sean luchadores por
ciones, capacidades...). Son muchas las el bien común, sean servidores de los po-
brechas y los muros que hay entre las per- bres, sean protagonistas de la revolución
sonas o entre los países y regiones. de la caridad y del servicio, capaces de
Dios no excluye a nadie de su amor y su resistir las patologías del individualismo
gracia, pero toma partido por el débil al consumista y superficial» (CV 174). El
igual que un padre o una madre están papa lo dice a los jóvenes, pero Dios nos
más atentos del hijo más necesitado. La lo dice a todos.
Biblia siempre insiste en la proximidad de Sin duda, el Señor nos dará su fuerza.
Domingo 30 del Tiempo Ordinario  •  99

Celebración

MONICIONES
Ambientación inicial. Bienvenidos a la celebración de la Eucaristía. Hoy nos
hemos acercado al templo para dar gracias a Dios y venimos cargados de
buenas obras y también estamos llenos de miserias. El Señor conoce nues-
tro corazón y nos acoge. Él nos invita a vivir en su amor, aunque no seamos
perfectos. Él nos quiere apasionados por su Evangelio, aunque caigamos. Él
nos da fuerza para vivir su misión: mostrar con obras y palabras la buena
nueva de la salvación.

Acto penitencial. Reconocemos nuestro pecado y, con humildad, pedimos


perdón al Señor:
–  Tú nos quieres arrepentidos. ¡Señor, ten piedad!
–  Tú cuentas con nuestro compromiso. ¡Cristo, ten piedad!
–  Tú nos das tu gracia y tu perdón. ¡Señor, ten piedad!
Dios de amor y misericordia, acoge nuestra oración y perdona nuestras fal-
tas de fe y nuestro desinterés con el prójimo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Ambientación de la Palabra. Las lecturas nos hablan de la misericordia de


Dios que supera las apariencias y de su predilección por los que sufren y lo
pasan mal. Él no permanece ajeno ante el sufrimiento de sus hijos y se com-
promete con los excluidos. Nuestra respuesta es acoger su voluntad y posi-
cionarnos, como Él, ante quien sufre y lo pasa mal. El sueño de Dios con sus
hijos pasa a ser el horizonte de nuestro compromiso con los demás y el tra-
bajo por un mundo más justo.

Despedida. Hemos celebrado la fe, escuchado la Palabra de Dios y comulga-


do con el Señor... Ahora vamos a recibir su bendición y su envío que nos ca-
pacita para vivir la fe y el compromiso con el Evangelio allá donde estemos.
El Señor nos envía su Espíritu para que vivamos nuestro compromiso cristia-
no en el mundo.
100  •  Domingo 30 del Tiempo Ordinario

Oraciones

COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, aumenta nuestra fe, esperanza y caridad, y, pa-
ra que merezcamos conseguir lo que prometes, concédenos amar tus pre-
ceptos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN DE LOS FIELES


Presentamos nuestra plegaria a Dios por las necesidades de nuestro mundo
y de la Iglesia. Responderemos diciendo: «¡Danos tu Espíritu, Señor!».
•  Para que no permanezcamos indiferentes ante los pobres y los excluidos
de nuestro mundo. Oremos.
•  Para que nos comprometamos con los que tienen dificultades económi-
cas, de integración o de salud. Oremos.
•  Para que no olvidemos a los cristianos perseguidos por la fe y les mostre-
mos nuestra cercanía y apoyo. Oremos.
•  Para que trabajemos por un mundo más justo, con menos desigualdades y
más fraternidad. Oremos.
•  Para que vivamos la fe en todos los ámbitos de nuestra vida y participe-
mos activamente en la misión de la Iglesia. Oremos.
Escucha nuestra plegaria, envíanos tu Espíritu y ayúdanos a ser auténticos
seguidores de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

SOBRE LAS OFRENDAS


Mira, Señor, los dones que ofrecemos a tu majestad, para que redunde en tu
mayor gloria cuanto se cumple con nuestro ministerio. Por Jesucristo, nues-
tro Señor.

DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que tus sacramentos, Señor, efectúen en nosotros lo que expresan, para que
obtengamos en la realidad lo que celebramos ahora sacramentalmente. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Domingo 30 del Tiempo Ordinario  •  101

Misa de familia
Miguel Ángel Arnedo

PARA DIOS, EL ÚLTIMO ES EL PUNTO DE PARTIDA...


Ambientación. Hoy vamos a recordar a los últimos, a los que se sientan en el
último banco, los que creen que no son buenos, que no hacen las cosas
bien... Vamos a celebrar esta Eucaristía recordando que la vida merece la
pena ser vivida siempre, sabiendo que Dios nos da una segunda oportunidad
si queremos cambiar de verdad.

Saludo. Y comenzamos esta celebración sabiendo que Dios nos escucha


siempre, por muy mal que estemos. Por eso le decimos juntos que empeza-
mos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Pedimos perdón.
–  Por las veces en que nos creemos los mejores y nos olvidamos de los de-
más. ¡Señor, ten piedad!
–  Por esos momentos en que pensamos que no tenemos nada bueno, que
no sabemos hacer nada. ¡Cristo, ten piedad!
–  Por las veces que pensamos que hacemos todo perfecto, que no necesita-
mos la ayuda de los demás. ¡Señor, ten piedad!

ORACIÓN DE LOS NIÑOS


•  Por la Iglesia Santa de Dios, para que siempre pueda llegar hasta la meta,
que es anunciar la Palabra de Dios, tal como nos ha recordado san Pablo.
Roguemos al Señor.
•  Por tantos de nosotros, los niños, que necesitamos la ayuda de nuestros
padres, profesores y catequistas para saber lo que es de verdad la Vida, con
toda su fuerza. Roguemos al Señor.
•  Para que desde hoy mismo nos fijemos en los compañeros que van detrás
de nosotros y sepamos ayudarles para llegar a la meta. Roguemos al Señor.
102  •  Domingo 30 del Tiempo Ordinario

•  Para que sigamos con la solidaridad y generosidad del domingo pasado


con los misioneros, sabiendo que es una labor de todo el año. Roguemos al
Señor.
•  Para que entendamos que Dios siempre perdona al pecador arrepentido,
que siempre nos quiere alegres. Roguemos al Señor.

ACCIÓN DE GRACIAS
–  En primer lugar, agradecemos que Dios no se fija solo en los que llegan
los primeros, sino que está pendiente de todos los que se esfuerzan, de to-
dos nosotros.
–  Damos gracias también en este domingo porque sabemos reconocer que
hacemos cosas mal y queremos mejorarlas, no quedarnos simplemente en el
lamento.
–  Gracias también, Padre, por escuchar siempre a los que más sufren, por no
dejarlos de lado, por atender a los más necesitados.

SIGNO DE PARTICIPACIÓN
El problema del fariseo es que está siempre «yo», «yo», «yo», y parece que
solo él hace las cosas bien..., que no necesita a Dios para nada... Pues este
domingo vamos a darle la vuelta.
Vamos a poner en un cartel el monosílabo «yo» en grande y le iremos colo-
cando pequeños post-its al lado con las cosas buenas que hacemos por los
demás. Ejemplo: «ayudo en inglés a mis amigos» «pongo los vasos en el la-
vavajillas» e iremos cubriendo el cartel. Si el post-it tiene forma de corazón,
mejor que mejor.
El objetivo es que todos sepan que hay que hacer cosas, pero para que todos
estemos bien, no debemos quedarnos en nosotros mismos.
Lo ideal es repartir también post-its a los catequistas, coro, personas que
ayudan en la parroquia y los niños les explican lo que hay que hacer y en ese
momento los colocan (o tenerlo ya escrito unos días antes, para que lo pue-
dan pensar...).
Domingo 30 del Tiempo Ordinario  •  103

Homilía
Misa de familia
¿Os habéis fijado en una cosa de la segun- con él por lo que hacía, ayudar a los ro-
da lectura? Cuando Pablo, que está preso manos a recaudar impuestos... Era lo
y sabe que el final está cerca, dice: «he co- peor a los ojos de los judíos.
rrido hasta la meta, he mantenido la fe...».
No dice: «He llegado el primero a la meta, La diferencia es que uno no quiere cam-
antes que los demás...». Él se preocupa de biar, el fariseo, y el otro, el publicano,
su persona, no se compara con otros, no quiere cambiar de vida. Y otra cosa
le molesta que otros estén mejor que él ni muy importante: el fariseo no necesita
se «hace el chulo» como se dice en el cole- de Dios para nada, parece que él lo ha-
gio. Pablo ha hecho las cosas lo mejor po- ce todo; en cambio, el publicano le pide
sible en nombre de Dios, no en su propio a Dios compasión, porque sabe que está
beneficio. Por eso ahora que está en la haciendo las cosas mal y quiere cam-
cárcel no ve su situación como un fracaso, biar, necesita de Dios para ser mejor
sino que agradece el premio que sabe que persona.
va a recibir por su fidelidad a Dios, como
tantos otros ya antes que él. Todos vosotros necesitáis a vuestros pa-
dres, a vuestros abuelos, a vuestros ami-
En los colegios siempre hay compañeros gos, a vuestros profesores, a vuestros
que presumen de sacar mejores notas, catequistas, a vuestros sacerdotes, a
de jugar mejor al fútbol, de ser los más vuestros compañeros del equipo... Vivi-
altos o altas, de vestir mejor que los de- mos en sociedad, en grupo... Y lo prime-
más... ¿Es cierto? Y si os dais cuenta, al ro que hacemos es buscar amigos, com-
final siempre están solos... pañeros de juegos... Me hace mucha
gracia cuando ves a un niño que se acerca
Y solo está el fariseo, en el primer ban- a otro que tiene una pelota y sin cono-
co, que hacía cosas muy buenas, es cier- cerlo le dice: ¿puedo jugar? Y se ponen a
to, pero no por servir a Dios y a los de- jugar sin ningún problema... Deberíamos
más, sino por soberbia, por chulería, aprender los mayores de todos vosotros,
para que le dijeran lo bueno que era, pa- a tener esa sencillez, esa confianza en el
ra aumentar su orgullo... Pero..., Si era compañero de juegos... Gracias chicos
tan bueno..., ¿por qué estaba solo? por enseñarnos cada día a ser mejores
personas, a «correr hasta la meta» como
Y también estaba solo el publicano, en ha dicho Pablo, en compañía de los nues-
el último banco... Nadie quería estar tros. Un abrazo.
104  •  Domingo 30 del Tiempo Ordinario

El Evangelio en casa

Ambientación
Dios nos trata con pasión, somos sus hijos y se desvive por nosotros. Lo des-
concertante, para nosotros, es que no se fija en nuestros méritos ni en la
apariencia, sino en nuestro ser más profundo. Él premia el amor, la humildad
y la sencillez y, a quien más sufre, lo pone en primer lugar. No se queda de
brazos cruzados ante nosotros.

Nos preguntamos
Reflexionamos sobre cómo es nuestra relación con Dios, qué le pedimos y
qué esperamos de él. ¿Pretendo engañar a Dios mostrándole solo mi lado
«bueno»? ¿Cómo me presento ante él? ¿Exijo cosas a Dios buscando mi inte-
rés particular? ¿Cómo es mi oración y mis diálogos con Él? Piensa y comparte
algún momento en el que hayas sentido la misericordia de Dios.

Escuchamos la Palabra: Lucas 18,9-14.

Nos dejamos iluminar


«Para Él [Dios] realmente eres valioso, no eres insignificante, le importas, por-
que eres obra de sus manos. Por eso te presta atención y te recuerda con cari-
ño. Tienes que confiar en el «recuerdo de Dios: su memoria no es un «disco
duro» que registra y almacena todos nuestros datos, su memoria es un corazón
tierno de compasión, que se regocija eliminando definitivamente cualquier ves-
tigio del mal». No quiere llevar la cuenta de tus errores y, en todo caso, te ayu-
dará a aprender algo también de tus caídas. Porque te ama. Intenta quedarte
un momento en silencio dejándote amar por Él. Intenta acallar todas las voces y
gritos interiores y quédate un instante en sus brazos de amor» (CV 115).

Seguimos a Jesucristo hoy


Tenemos un tiempo de oración en silencio, volvemos a leer el texto del evan-
gelio y compartimos nuestra reflexión.
Rezamos juntos el salmo 33 (salmo responsorial de este domingo).
Domingo 30 del Tiempo Ordinario  •  105

Plegaria

Danos entrañas de misericordia


frente a toda miseria humana
Inspíranos el gesto y la palabra oportuna
frente al hermano solo y desamparado.
Ayúdanos a mostrarnos disponibles
ante quien se siente explotado y deprimido.

Que tu Iglesia, Señor, sea un recinto


de verdad y de amor, de libertad,
de justicia y de paz,
para que todos encuentren en ella
un motivo para seguir esperando.

Que quienes te buscamos sepamos discernir


los signos de los tiempos
y crezcamos en fidelidad al Evangelio;
que nos preocupemos de compartir en el amor
las angustias y tristezas,
las alegrías y esperanzas
de todos los seres humanos,
y así les mostremos tu camino
de reconciliación, de perdón, de paz...
1 de noviembre de 2019
Ciclo C

Todos los Santos


José Alegre

Entre recuerdos
y esperanzas
Recordad que somos hijos
y que nadie es más libre
que un hijo
(Palabra de Dios).
Vivir como los hermanos
en la casa familiar,
con libertad y en servicio
(Homilía).
Las bienaventuranzas
son la siembra de esperanza
y libertad
(Evangelio en casa).
108  •  Todos los Santos

Lecturas

Lectura del libro del Apocalipsis 7,2-4.9-14


Yo, Juan, vi a otro ángel que subía del oriente llevando el sello del Dios vivo.
Gritó con voz potente a los cuatro ángeles encargados de dañar a la tierra y
al mar diciéndoles:
–No dañéis a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que sellemos en la fren-
te a los siervos de nuestro Dios.
Oí también el número de los sellados, ciento cuarenta y cuatro mil, de todas
las tribus de Israel.
Después de esto vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de
todas las naciones, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y de-
lante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus ma-
nos. Y gritan con voz potente:
–¡La victoria es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!
Y todos los ángeles que estaban de pie alrededor del trono y de los ancianos
y de los cuatro vivientes cayeron rostro a tierra ante el trono, y adoraron a
Dios, diciendo:
–Amén. La alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y el honor
y el poder y la fuerza son de nuestro Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Y uno de los ancianos me dijo:
–Estos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde
han venido?
Yo le respondí:
–Señor mío, tú lo sabrás.
Él me respondió:
–Estos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado
sus vestiduras en la sangre del Cordero.
Palabra de Dios
Todos los Santos  •  109

NOTAS: El libro del Apocalipsis contiene cede, precisamente, del Éxodo. Allí los se-
numerosísimas alusiones al AT, no solo a llados son los que se ven libres de las pla-
los libros de tipo apocalíptico sino también gas exterminadoras enviadas por Yahvé,
al del Éxodo. La razón: el Apocalipsis de que solo afectan a los egipcios. Aquí, los
Juan es una obra destinada a sostener la sellados son los «siervos de nuestro Dios»,
esperanza y el espíritu de resistencia de en total, 144.000 de todas las tribus de Is-
una comunidad inmersa en el corazón del rael, esto es, el resultado de la multiplica-
Imperio romano que está atravesando mu- ción de 12 por 12 y por mil, el conjunto del
chas dificultades. Para un grupo así, las nuevo pueblo de Israel, formado por los
tradiciones del Éxodo son especialmente seguidores de Jesús. Estos, junto con la
evocadoras y apropiadas, ya que hacen me- multitud vestida de blanco y con palmas en
moria de un Dios cuyas entrañas se con- las manos, representan a las iglesias del
mueven ante el sufrimiento de los suyos y Apocalipsis. A diferencia de lo que aconte-
cuya compasión le mueve a actuar con po- ció en el Éxodo, estos van a sufrir hasta el
der en su favor. El texto de hoy presenta el martirio (simbolizado en las palmas) aun-
motivo de la «marca con el sello» que pro- que, en el tiempo final, la victoria será suya.

Salmo responsorial 23,1b-4b.5-6


Esta es la generación que busca tu rostro, Señor.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos.

¿Quién puede subir al monte del Señor?


¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos.

Ese recibirá la bendición del Señor,


le hará justicia el Dios de salvación.
Este es el grupo que busca al Señor,
que busca tu rostro, Dios de Jacob.
110  •  Todos los Santos

Lectura de la primera carta del apóstol san JUAN 3,1-3


Queridos hermanos:
Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo
somos! El mundo no nos conoce porque no lo conoció a él.
Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que sere-
mos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, por-
que lo veremos tal cual es.
Todo el que tiene esta esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es
puro.
Palabra de Dios

NOTAS: El amor de Dios es uno de los as- dos en hijos de Dios, en seres nacidos de
pectos clave de la teología propia de los su seno. Así lo señala el prólogo al evan-
círculos joánicos. Jesús es quien ama a los gelio: «los cuales no nacieron de sangre,
suyos hasta el extremo (mostrándolo, en- ni de deseo de carne, ni de deseo de hom-
tre otros, en el lavatorio de los pies y en la bre, sino que nacieron de Dios». Este con-
entrega de su vida hasta la cruz) y enseña junto de imágenes nos muestra un rostro
a los suyos que el propio Dios los ama (Jn bastante preciso de Dios como Padre amo-
14,23; 16,27) como también ama al mundo roso; como nuestros padres y nuestras
en su conjunto (Jn 3,16). Este amor es un madres, solo puede querer nuestro bien,
amor de filiación, de Padre a hijos, otro de nuestra felicidad, la plenitud de nuestra
los hilos característicos de la teología joá- vida. Sufre con nosotros y se alegra con
nica. Los que creen en Jesús son constitui- nosotros.
Todos los Santos  •  111

Lectura del santo evangelio según san Mateo 5,1-12a


En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acerca-
ron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo:
–Bienaventurados los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos,
porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los que lloran,
porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia,
porque ellos quedarán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz,
porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien
de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra re-
compensa será grande en el cielo.
Palabra del Señor

NOTAS: La versión de Mateo de las bien- Jesús proclamó estas sentencias, que re-
aventuranzas ha sido más modificada que presentan una radical inversión del modo
la de Lucas, es decir, presenta una mayor habitual de concebir la felicidad (tanto en
evolución si comparamos sus palabras con nuestro caso como en la Palestina del si-
las dichas por Jesús. Por ejemplo, Mateo glo  i  d.C.), fue porque él mismo experi-
ha querido presentar a Jesús como un nue- mentó que era así. Asumió voluntaria-
vo Moisés (de ahí que las bienaventuran- mente la vida en itinerancia, la pobreza
zas sean pronunciadas en una montaña) y material, y, como consecuencia de estas
ha unido cuidadosamente estos dichos de elecciones, tuvo que afrontar no pocos
Jesús con otras partes del Sermón de la conflictos. Y en estas circunstancias des-
Montaña. Sin embargo, el pasaje sigue cubrió otro tipo de felicidad y, también, un
conteniendo buena parte de la predicación particular rostro de Dios: el Dios «parcial»
primitiva de Jesús y, sobre todo, continúa con los pobres, con los que lloran, con los
expresando su particular modo de vivir. Si que sufren, con los perseguidos.

Estela Aldave Medrano


112  •  Todos los Santos

Homilía
La fiesta de hoy es una de las que gozan Vivir la historia con Dios y entenderla des-
de mucha simpatía popular. Para mu- de Él es el rasgo distintivo de los santos.
chos, es una fiesta muy familiar que co- Esa relación con Dios se traduce en he-
necta con ese cordón umbilical que nos chos y en palabras. Pero si estas expresan
hace sentir la unión con nuestras genera- el sentido de lo que hacemos, los hechos
ciones anteriores. De ellas, solemos tener confirman la realidad de lo que decimos.
buenos recuerdos; por ellos y la nostalgia Llamar a Dios Padre, como hacemos los
que sentimos por los seres queridos que cristianos, es sentar la base de la libertad
se han ido, consideramos que bien po- en el mundo, exactamente igual que el hi-
dríamos incorporarlos al grupo de los jo se siente libre en la casa de sus padres
santos, esos a los que la Iglesia considera porque sabe, con seguridad, que es queri-
personas destacadas por su forma religio- do y aceptado tal y como es, sin tener que
sa de vivir desde la relación con Dios. En hacer méritos para conseguir ese amor.
el recuerdo nos han quedado sus buenas
cualidades, que se manifestaron en mo- ¿Y qué podemos hacer?
mentos marcados por sus gestos hacia La traducción en hechos de confesar a
nosotros u otras gentes en formas de ayu- Dios como Padre es sentirse libre de ga-
da, cercanía, solidaridad y su dimensión narse la herencia, que es regalo o dere-
sensible hacia las necesidades ajenas. cho de hijo, y se realiza en la colabora-
ción familiar para que los miembros
La vida es complicada sin esperanza tengan lo necesario y a los hermanos les
Porque la vida y la historia de todos es vaya bien.
complicada. No es un paseo triunfal y Sencillamente tener sensibilidad ante el
cómodo para nadie. A todos, de diferen- sufrimiento y ayudar a superarlo. Es una
te forma e intensidad, los problemas y de las traducciones que podemos hacer de
las necesidades nos acechan, las frustra- las bienaventuranzas. La esperanza la
ciones nos acompañan, los miedos están sacamos de nuestra relación con un Dios
a nuestro lado y la impotencia se siente tan humano como el de Jesús. Él nos in-
muchas veces. Lo que nos cambia pro- vita a situarnos en la historia con la acti-
fundamente es la actitud desde la que la tud de mirar a quien puede necesitarnos.
vivimos. Vivirla sin esperanza es depri- Eso, además de traducir el sentido de la
mente y angustioso. Vivirla con esperan- esperanza a nuestra historia actual trans-
za es entenderla como paso hacia for- formándola, es la forma de provocar el
mas nuevas ya en la historia y, como nacimiento de la esperanza en quienes
paso también, hacia otra historia en la se quedaron atrapados en la angustia y
que Dios regalará lo que hemos anhela- el dolor. Los santos son seres muy hu-
do aquí sin mucho éxito. La clave, por lo manos porque Dios los hace muy sensi-
tanto, es Dios. bles y solidarios.
Todos los Santos  •  113

Celebración

MONICIONES
Ambientación inicial. El recuerdo de los seres queridos que se fueron des-
pierta sentimientos de gratitud y nos reúne la esperanza de saberlos vivos
de otra forma. Nuestra Eucaristía hoy es acción de gracias por ellos y su es-
fuerzo por dejarnos un mundo más humano.

Acto penitencial. No hay hijos perfectos en ninguna familia. Tampoco en la


nuestra. Pero si en todas se da el perdón, en esta familia de hijos de Dios,
mucho más. Por eso podemos reconocer cómo somos:
–  Tú, Padre bueno, que nos quieres siempre y buscas lo mejor para noso-
tros. ¡Señor, ten piedad!
–  Tú, Jesús, hermano nuestro, que nos has abierto tu casa y nos has incor-
porado a tu familia como hijos. ¡Cristo, ten piedad!
–  Tú, Espíritu familiar de Dios que nos transmites el aire familiar de la casa
del Padre. ¡Señor, ten piedad!

Ambientación de la Palabra. El Apocalipsis no es lo que vendrá sino lo que


vemos que ocurre en el mundo. Nuestra realidad histórica pone a prueba
nuestra confianza en Dios y la esperanza de que esto pueda tener arreglo.
Dios no nos abandona, porque es como los buenos padres o madres. Pero se
lo ponemos difícil. Y no será con poder y fuerza como esto cambie, sino con
la sensibilidad de las bienaventuranzas en un trabajo callado pero sembra-
dor de futuro.

Despedida. Que el recuerdo de los seres queridos que se fueron sea un ali-
ciente para volcarnos en quienes podemos atender y ayudar todavía. Ellos
participan de la vida distinta que Dios nos guarda en su casa definitiva. Nos
toca preocuparnos por la casa común que nos ha regalado aquí y que tantos
cuidados necesita ella y nosotros. Demos esperanza a nuestro mundo.
114  •  Todos los Santos

Oraciones

COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que nos has otorgado venerar en una misma
celebración los méritos de todos los santos, concédenos, por esta multitud
de intercesores, la deseada abundancia de tu misericordia. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

ORACIÓN DE LOS FIELES


Nos dirigimos a Ti, Dios, Padre bueno, que escuchas nuestras necesidades:
•  Para que los creyentes seamos un testimonio de esperanza en el futuro
porque Tú no nos dejas solos. Roguemos al Señor.
•  Para que el destino de los seres humanos lo veamos con claridad, a pesar
de la muerte, porque a todo le darás un buen final. Roguemos al Señor.
•  Para que trabajemos para este presente de la historia humana que tiene
sus problemas y tantas necesidades todavía. Roguemos al Señor.
•  Para que tengamos confianza en que nuestros seres queridos, y tantas
personas que han quedado en el anonimato. Roguemos al Señor.
Escucha, Dios bueno, esta oración de la comunidad que confía en Ti. Ábre-
nos los ojos para esperar más allá de nuestro pequeño horizonte. Por Jesu-
cristo, nuestro Señor. Amén.

SOBRE LAS OFRENDAS


Sean agradables a tus ojos, Señor, los dones que te ofrecemos en honor de
todos los santos, y haz que sintamos interceder por nuestra salvación a los
que creemos ya seguros en la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te adoramos y admiramos, oh, Dios, el solo Santo entre todos los santos, e
imploramos tu gracia para que, realizando nuestra santidad en la plenitud
de tu amor, pasemos de esta mesa de los que peregrinamos, al banquete de
la patria celestial. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Todos los Santos  •  115

El Evangelio en casa

Ambientación
Nuestra religiosidad ha estado muchos siglos obsesionada con la muerte de-
bido a las condiciones históricas de un mundo muy violento y de una huma-
nidad con un horizonte de vida muy corto. Ahora, con una vida más longeva,
deberíamos centrar nuestra fe en una historia humana llena de proyectos
técnicos y corta de esperanza en cambios humanos.

Nos preguntamos
Ante el hecho de la muerte queremos correr un tupido velo que la esconda.
Las flores simbolizan de un modo más agradable la ausencia tenebrosa, pe-
ro no podemos evitar ver su carácter efímero. ¿Es posible la vida sin ver la
muerte con su dimensión inexorable y su rasgo irreversible? ¿Los maquilla-
jes hacen más llevadera la visión de los muertos o destacan, todavía más, su
rasgo distante e impersonal para que no nos duela tanto?

Escuchamos la Palabra: «Dichosos los que lloran, porque ellos serán conso-
lados» (Mt 5,5).

Nos dejamos iluminar


Signos tenemos, en la vida, de pasos estrechos y lóbregos que dan entrada a
lugares y situaciones vitales y felices. Exámenes que dan acceso a la gran
felicidad de un verano libre. Encuentros de preparación llena de nerviosismo
que destapan un amor correspondido con un sí. Todo lo que tiene que ver
con Dios participa de esas mismas características de incertidumbre, que a
los humanos nos inquieta. Pero es que Dios quiere un gesto de confianza.

Seguimos a Jesucristo hoy


Ni la incredulidad es total, ni la certeza del creyente es segura, ni la fe es
definitiva. El ser humano vive todo de acuerdo a lo que es, así que nunca es-
tá completamente seguro de su seguimiento a Jesús. Pero los santos trata-
ron de confiar a pesar de sí mismos y eso les dio un plus de vitalidad.
116  •  Todos los Santos

Plegaria

Dios de la vida que organizaste un lío cósmico que puso en marcha una ca-
dena de acontecimientos de los que surgió esta realidad que constituimos
todos. Formamos un conjunto que va haciendo esta continuidad en el tiempo
que llamamos Historia. Seguramente tuviste un propósito muy claro al dar
inicio a todo, pero no siempre vemos con claridad cuál es.
A los seres humanos nos da por pensar, para eso nos diste la cabeza, y nece-
sitamos bases sobre las que apoyar nuestras conclusiones. Hay cosas, como
el amor, la fe, la muerte, la vida, que nos desbordan, aunque la intuición
despierta objetivos y orienta nuestros pasos hacia horizontes sorprenden-
tes, a la vez que plenamente adaptados a nuestros anhelos. Pero no son
científicos, decimos desde nuestra mentalidad actual.
Hemos ido encontrando signos para asumir que has sido Tú quien ha dado
vida a todo lo que somos y nos rodea. Lo cual nos ha dado una gran alegría
por no nos sentirnos solos en este ambiente tan inmenso. Contigo, además,
cerramos el ciclo del sentido para el que necesitamos, precisamente, tu pre-
sencia. Y eso nos da paz, esperanza y motivación. Ya no somos producto de
un azar impersonal, sino fruto de una decisión personal movida por amor. La
gran cualidad que nos pone, también a nosotros, en relación positiva con
todo y con todos. Danos la capacidad de verlo todo desde Ti. Así seremos
santos y signos de esperanza para nuestros vecinos.
3 de noviembre de 2019
Ciclo C

Domingo 31
del Tiempo Ordinario
José Ignacio Blanco

«Dios ama
a todos los seres
y no odia nada
de lo que ha hecho»
A todos perdonas
porque son tuyos, Señor
(Palabra de Dios).
Hoy ha sido la salvación
de esta casa
(Homilía).
Zaqueo, hoy tengo
que alojarme en tu casa
(Evangelio en casa).
118  •  Domingo 31 del Tiempo Ordinario

Lecturas

Lectura del libro de la SABIDURÍA 11,22–12,2


Señor, el mundo entero es ante ti como un grano en la balanza,
como gota de rocío mañanero sobre la tierra.
Pero te compadeces de todos, porque todo lo puedes
y pasas por alto los pecados de los hombres para que se arrepientan.
Amas a todos los seres
y no aborreces nada de lo que hiciste;
pues, si odiaras algo, no lo habrías creado.
¿Cómo subsistiría algo si tú no lo quisieras?,
o ¿cómo se conservaría si tú no lo hubieras llamado?
Pero tú eres indulgente con todas las cosas,
porque son tuyas, Señor, amigo de la vida.
Pues tu soplo incorruptible está en todas ellas.
Por eso corriges poco a poco a los que caen,
los reprendes y les recuerdas su pecado,
para que, apartándose del mal, crean en ti, Señor.
Palabra de Dios

NOTAS: El libro de la Sabiduría es el más descubre en ellas la confesión de fe yahvis-


tardío de nuestro AT. Fue una obra com- ta. La lectura de hoy destaca al Dios crea-
puesta originalmente en griego, en la Ale- dor de todas las cosas y la vinculación que
jandría del siglo i a.C. Tanto por su lengua Él mantiene con su obra: ama y perdona sin
como por la fecha de su puesta por escrito distinguir entre unos y otros, no condena
no forma parte de la Biblia hebrea, pese a nada de lo que vive y de lo que acontece,
su carácter indudablemente judío. La obra todo le pertenece. El aliento de Dios está
contiene reflexiones diversas sobre quién presente en todas las cosas creadas por Él,
es Dios y sobre el destino de quienes creen de modo que, en otro lugar de la obra, en-
en él, particularmente de los que sufren in- contraremos la afirmación de que los seres
justamente. Todas estas meditaciones sur- humanos están destinados a la inmortali-
gen en un contexto helenístico y problemá- dad. El autor de Sabiduría no es ciego ante
tico para la comunidad judía que reside en los males causados por los seres humanos;
él. Aunque en sus páginas se percibe la in- no obvia el pecado. Ante él, sin embargo,
fluencia de la cultura griega, igualmente se subraya la paciencia y el perdón de Dios.
Domingo 31 del Tiempo Ordinario  •  119

Salmo responsorial 144,1b-2.8-11.13c-14


Bendeciré tu nombre por siempre,
Dios mío, mi rey.
Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;
bendeciré tu nombre por siempre jamás.
Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.

El Señor es clemente y misericordioso,


lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas.

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,


que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas.

El Señor es fiel a sus palabras,


bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van a caer,
endereza a los que ya se doblan.
120  •  Domingo 31 del Tiempo Ordinario

Lectura de la segunda carta de san Pablo


a los TESALONICENSES 1,11–2,2
Hermanos:
Oramos continuamente por vosotros, para que nuestro Dios os haga dignos
de la vocación y con su poder lleve a término todo propósito de hacer el bien
y la tarea de la fe. De este modo, el nombre de nuestro Señor Jesús será glo-
rificado en vosotros y vosotros en él, según la gracia de nuestro Dios y del
Señor Jesucristo.
A propósito de la venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión
con él, os rogamos, hermanos, que no perdáis fácilmente la cabeza ni os
alarméis por alguna revelación, rumor o supuesta carta nuestra, como si el
día del Señor estuviera encima.
Palabra de Dios

NOTAS: La segunda carta a los creyentes de sin mancha hasta la Venida de nuestro Se-
Tesalónica pertenece, muy posiblemente (y ñor Jesucristo» (5,23). Estas palabras fue-
a diferencia de la primera, que es auténtica ron escritas en un período muy temprano
de Pablo) a la segunda generación paulina. (1 Tes es la obra más antigua del NT), cuan-
Uno de los temas centrales de la misma es do los seguidores de Jesús creían que este
uno de los que aparece en el texto de hoy: volvería pronto. Tiempo después, cuando
el retraso de la parusía, la segunda venida se constató que la espera se dilataba en el
del Señor. El autor insiste en que la parusía tiempo, se precisó interpretar las enseñan-
no es inminente. Parece alertar contra ex- zas anteriores al respecto («no os alarméis
pectativas falsas de que se iba a producir por alguna revelación, rumor o supuesta
pronto, y en este sentido el fragmento está carta nuestra»). El texto, así, es un bello
vinculado con la afirmación que el propio testimonio de los procesos de búsqueda y
Pablo hace en 1 Tes: «Que todo vuestro ser, primeras formulaciones de fe de los prime-
el espíritu, el alma y el cuerpo se conserve ros seguidores de Jesús.
Domingo 31 del Tiempo Ordinario  •  121

Lectura del santo evangelio según san LUCAS 19,1-10


En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad.
En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver
quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño
de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, por-
que tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo:
–Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa.
Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban diciendo:
–Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador.
Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor:
–Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defrauda-
do a alguno, le restituyo cuatro veces más.
Jesús le dijo:
–Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abra-
hán. Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba
perdido.
Palabra del Señor

NOTAS: Este episodio de la vida de Jesús ha sús; quiere verlo, tiene interés en él. Sin
llegado hasta nosotros únicamente a través embargo, esta iniciativa, aun siendo nece-
de la pluma de Lucas. Contiene de forma saria, es menor que la que Jesús toma des-
condensada algunos de los temas predilec- pués al llamarlo por su nombre en presen-
tos de este evangelio: alguien considerado cia de un gentío y decidir hospedarse en su
pecador por el judaísmo se acerca a Jesús; casa. Jesús se muestra públicamente como
la predilección de este (y del Dios a quien un judío a quien no le preocupa la impureza
llama Padre) por todos los que están perdi- del ámbito doméstico de Zaqueo; tampoco,
dos, a quienes busca sin cesar; la alegría al parecer, su condición de rico y jefe de re-
que provoca el encuentro con él; la salva- caudadores de impuestos, ya que no le exi-
ción que se regala a todos; y la exigencia ge un cambio como condición para ir a su
moral del seguidor de Jesús de compartir casa. El proceso es más bien el contrario:
sus bienes con los demás. Es el propio Za- porque Jesús decide hospedarse con él, Za-
queo quien da los primeros pasos hacia Je- queo se transforma.

Estela Aldave Medrano


122  •  Domingo 31 del Tiempo Ordinario

Homilía
Impotencia y omnipotencia Encuentro entre Jesús y Zaqueo
La primera lectura, del libro de la Sabi- Desde el punto de vista teológico, Jesús,
duría, refleja bien la tensión entre la im- el Santo Hijo de Dios, mira a Zaqueo y
potencia de los poderosos injustos que se produce el encuentro entre el pecador
ha presentado en capítulos anteriores y el salvador. Desde el punto de vista an-
(cap. 6) y la omnipotencia de Dios. La tropológico, la mirada de Jesús cambia a
impotencia del injusto produce miedo, Zaqueo pues experimenta que alguien se
defenderse de la realidad que uno no fija en él, sin juzgarlo, y le devuelve la
controla, hace tomar malas decisiones de dignidad de sentirse reconocido por al-
gobierno. Sin embrago, la omnipotencia guien. Elemento este muy importante en
que el autor percibe en Dios se desarrolla las relaciones con Dios y con los demás
en la compasión por todos los seres hu- seres humanos.
manos hasta llegar a una experiencia ya Es significativo el atrevimiento de Jesús,
cercana al Nuevo Testamento: el amor de atrevimiento del amor que no espera a ser
pertenencia perdona. «a todos perdonas invitado, sino que se autoinvita a casa de
porque son tuyos, Señor». Zaqueo. En nuestra sociedad predomina
el respeto, pero el respeto no ama ni se
Zaqueo atreve. ¿Qué le hubiera podido pasar a Je-
Probablemente es un personaje que no sús? ¿Qué Zaqueo le dijera que no? El
resulta tan desconocido como otros. Pero amor se atreve, el respeto se reserva.
conviene no olvidar que, al ser jefe de
publicanos (quienes cobraban impuestos Consecuencias del encuentro
para Roma) y rico (posiblemente adqui- El evangelio es discreto. Pero expresa bien
rido con corruptelas) era considerado lo que acontece: al sentirse amado por Je-
por el mundo judío como pecador pú- sús, ¿para qué quiere ya la seguridad de
blico. amontonar riquezas? La tensión entre
acumular pensando que esa acumulación
Situación de Zaqueo da seguridad y que la fe no la da, porque
Cuando Zaqueo se entera de que Jesús solo da confianza, queda reflejada en el
anda por Jericó, su ciudad, va buscando cambio que se produce en el corazón de
a Jesús. Probablemente las riquezas no Zaqueo. Su confianza ya no está en el di-
compensaban su malestar interior. Posi- nero, sino en el amor de Jesús.
blemente con miedo a los judíos y con
algo de sentimiento de culpa por ser se- Moraleja
ñalado como pecador público, busca. Y El Hijo del Hombre ha venido a buscar y
en esa búsqueda no encuentra, más bien a salvar lo que estaba perdido. ¡Qué ale-
es encontrado. gría para los que estamos perdidos!
Domingo 31 del Tiempo Ordinario  •  123

Celebración

MONICIONES
Ambientación inicial. Cerca ya del final del año litúrgico, la liturgia nos es-
ponja el corazón con dos lecturas, la primera lectura y el evangelio, que reve-
lan cómo es el corazón de Dios: la omnipotencia de Dios se manifiesta en la
misericordia y el perdón y Jesús, revelador pleno de Dios Padre nos lo cons-
tata de forma concreta en el encuentro con Zaqueo. Motivo para que en esta
Eucaristía le podamos dar gracias de forma especial.

Acto penitencial. Damos gracias a Dios porque también nuestros pecados


tienen sentido en el corazón de Dios. Hay heridas en nuestra historia perso-
nal y de relación con Dios que van cicatrizando poco a poco. Y hay otras que
terminarán de cicatrizar en el cielo. Pedimos humildemente perdón por
nuestros pecados, confiándolos a la misericordia de Dios.

Ambientación de la Palabra. La Palabra de Dios siempre es rica e iluminado-


ra. Pero la de hoy toca la fibra más sensible del ser humano: su condición de
pecador. Escuchemos con atención especialmente la primera lectura y el
evangelio, donde queda claro cómo hemos sido liberados de la esclavitud
del pecado por pura gracia de Dios. Descubriremos en ella una forma de
amor que nos parece romántica, pero que refleja una madurez en el amor
que nos va haciendo felices.

Despedida. Dios quiera que la escucha de su Palabra y la celebración del re-


cuerdo y presencia de su misterio pascual por el que fuimos liberados de la
esclavitud del pecado, transformen nuestro corazón para que podamos ex-
perimentar la paz personal y colaborar así a construir la paz que solo Dios
puede dar.
124  •  Domingo 31 del Tiempo Ordinario

Oraciones

COLECTA
Dios de poder y misericordia, de quien procede el que tus fieles te sirvan
digna y meritoriamente, concédenos avanzar sin obstáculos hacia los bienes
que nos prometes. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN DE LOS FIELES


Cristo Jesús, Hijo de Dios, ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.
De la mano de Cristo Jesús, nos dirigimos a Dios Padre para presentarle
nuestras necesidades:
•  Por la Iglesia de Dios. Para que el Señor le conceda ser acogedora de los
pecadores con el mismo amor con que Jesús se acerca a Zaqueo. Roguemos
al Señor.
•  Por los gobernantes de las naciones, especialmente por los que se dicen
ateos o agnósticos. Para que nunca se sirvan de los ciudadanos, sino que
siempre les sirvan para que el bien común prevalezca. Roguemos al Señor.
•  Por los que se creen justos y por los que nunca pecan. Para que reconoz-
can que esa confianza no es más que orgullo disfrazado. Roguemos al Señor.
•  Por todos nosotros. Para que el Señor nos conceda un corazón transfor-
mado que pueda darle gracias a Dios por su perdón gratuito. Roguemos al
Señor.
Acoge, Padre bueno y misericordioso las súplicas de tus hijos. Por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.

SOBRE LAS OFRENDAS


Que este sacrificio, Señor, sea para ti una ofrenda pura y, para nosotros, una
efusión santa de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Señor, que aumente en nosotros la acción de tu poder, para
que, alimentados con estos sacramentos del cielo, nos preparemos, por tu
gracia, a recibir tus promesas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Domingo 31 del Tiempo Ordinario  •  125

Misa de familia
Miguel Ángel Arnedo

CUANDO QUEREMOS VER A JESÚS DE VERDAD,


NO HAY PROBLEMAS
Ambientación. En la primera lectura escucharemos que el mundo es muy pe-
queño para lo grande que es Dios. Nos compara con un granito de arena,
pero, sin embargo, nos ama como la obra más importante salida de sus ma-
nos. Somos pequeños, como Zaqueo, pero fue a esa casa, a la de un hombre
muy pequeñito, a comer. Quiso estar con él, ayudarles. Que esta Eucaristía
nos ayude también a nosotros.
Saludo. Y sabiendo que Jesús se fija en el que quiere cambiar, en el que le
busca, empezamos pidiendo su atención diciendo: En el Nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo.
Pedimos perdón.
–  Por las veces que buscamos lo grande, lo que llama más la atención. ¡Se-
ñor, ten piedad!
–  Por las ocasiones que nos creemos muy pequeños para hacer grandes co-
sas. ¡Cristo, ten piedad!
–  Por los momentos en que creemos que cambiar el mundo es cosa de los
poderosos, de los ricos, o no hacemos lo suficiente. ¡Señor, ten piedad!

ORACIÓN DE LOS NIÑOS


•  Por la Iglesia santa de Dios, para que esté atenta a los más pequeños, a
los más necesitados, igual que Jesús. Roguemos al Señor.
•  Por todos los niños aquí reunidos, para que tengamos un futuro en el que
Jesús esté presente, como con Zaqueo, que decidió cambiar y ser mejor des-
de entonces. Roguemos al Señor.
•  Para que igual que Jesús sepamos ver siempre los pequeños gestos de los
demás y nos pongamos en marcha para ayudar. Roguemos al Señor.
126  •  Domingo 31 del Tiempo Ordinario

•  Para que las personas más poderosas de nuestro país se fijen en los más
pequeños para ayudarlos con leyes justas. Roguemos al Señor.
•  Como ha dicho la segunda lectura, vamos a pedir para que todos manten-
gamos nuestra vocación de cristianos. Roguemos al Señor.

Acción de gracias
–  Te damos gracias Padre, porque te fijas en todo lo bueno que somos capa-
ces de hacer, sin importar la edad que tengamos, ni lo poderosos que seamos.
–  Gracias Padre, Señor de cielo y tierra, porque nos has llamado y elegido
como hijos tuyos, para colaborar en la gran misión de anunciar tu Reino por
toda la tierra, empezando por nuestras familias.
–  Y lo más importante, Padre. Te damos gracias porque siempre buscas
nuestra salvación, no condenarnos por nuestras culpas y pecados.

signo de participación
Dice la primera lectura que como un granito, como una gota de rocío... Pero
somos grandes ante Dios.
Este domingo haremos una caja bien grande, forrada de papel blanco o ma-
rrón de embalaje. La idea es que todos los niños durante la semana previa
vayan poniendo su nombre en grande y su mayor deseo por toda la caja y, si
puede ser, todos los que se acercan por la parroquia.
El objetivo es que los niños comprendan que, para Jesús, por muchos nom-
bres y deseos que pongamos, siempre va a poder levantar la caja, por eso
quiere que estemos todos, a él no le pesa, es más, está triste si no estamos
todos en esa caja, si no le pedimos con fe todo eso que hemos puesto.
Si queremos, al final presentaremos esa «caja de nombres y deseos» junto al
Sagrario o el altar.
Domingo 31 del Tiempo Ordinario  •  127

Homilía
Misa de familia
Siempre da gusto leer el Evangelio, pero en su casa, que era un honor, y hablará
a veces hay episodios que hace que te con él... Todo está dicho: Zaqueo cambia
sientas muy, muy alegre... Como el de su vida de rico a otra mejor: a ser una per-
hoy... Veamos... Se inicia un diálogo con sona justa, buena... Eso no tiene precio.
los niños:
Dicen las encuestas que los niños valo-
•  ¿Quién era Zaqueo? ¿A qué se dedica- ran a sus padres no por lo que les com-
ba? pran sino por lo que los quieren, por lo
•  ¿Por qué se sube a una higuera? que juegan con ellos... Aquí tenemos la
•  ¿Qué le dice Jesús al verlo? prueba viviente de nuestro amigo Za-
•  ¿Cómo reacciona Zaqueo cuando le di- queo... De rico infeliz a persona buena y
ce Jesús que va a comer a su casa? generosa... ¡Qué suerte tuvo Zaqueo! Se-
guro que a partir de ese momento todos
Como podéis ver, Jesús se junta con los lo verían de diferente manera, como per-
que nadie quiere: hace unos domingos sona, nada más ni nada menos.
con los leprosos, porque contagiaban la
enfermedad... ¿Os acordáis de cuántos Pero nosotros tenemos también la gran
volvieron a dar gracias? Y ahora se junta suerte de poder leer este Evangelio todas
con el jefe de los publicanos, al que na- las veces que queramos para saber que
die quería porque ayudaba a los roma- cuando Jesús se acerca a nuestra vida,
nos... Era visto como un traidor a su siempre nos ve y no le importa si somos
pueblo y como un ladrón que se queda- bajos, pequeños o si hemos hecho cosas
ba parte de los impuestos que recauda- malas antes... Jesús sabe que todos po-
ba... Nadie quería saber nada de ellos. demos cambiar a mejor y que él va a en-
trar en nuestra vida para ayudarnos a
El pobre Zaqueo tenía mucho dinero, pero cambiar.
no era feliz, y por eso buscaba a Jesucris-
to. Por eso, cuando ve una oportunidad Empecemos hoy mismo a cambiar, como
como esta, la aprovecha y cambia de vida Zaqueo, que dijo que lo recibió muy
radicalmente. Siempre me llama la aten- contento en su casa. Y es que cuando los
ción lo rápido que cambia de vida... Segu- cambios son a mejor, siempre hay ale-
ro que lo llevaba pensando de hace mu- gría... Nuestro Dios quiere vernos ale-
cho tiempo, pero le faltaba el último gres, contentos... Yo me apunto a esto,
empujón, la última chispa... Y eso es lo quiero estar alegre, feliz... ¿Y vosotros,
que hace Jesús: fijarse en él, no lo conde- chicos? ¿Y vosotros, catequistas? ¿Y vo-
na ni lo critica, al revés, dice que comerá sotros, padres?
128  •  Domingo 31 del Tiempo Ordinario

El Evangelio en casa

Ambientación
En tiempo de Jesús era frecuente acoger a familiares o amigos en la propia ca-
sa cuando iban a visitarlos porque no vivían en el mismo núcleo urbano o rural.
Lo extraño, como lo es hoy, es autoinvitarse a alojarse en la casa de alguien a
quien ves por primera vez. Jesús se atreve a ello y Zaqueo lo acoge con gusto.

Nos preguntamos
¿Qué resistencias tengo yo, cada uno de nosotros a acoger al desconocido
en nuestra propia casa? ¿Miedo? ¿Precaución? ¿He tenido una mala expe-
riencia en alguna ocasión? ¿Qué ventajas descubro cuando viene a mi casa
alguien por primera vez?

Escuchamos la Palabra: Lucas 19,1-10.

Nos dejamos iluminar


Jesús expresa una buena madurez autoinvitándose a alojarse en casa de Za-
queo, que además era considerado pecador. Y alojarse en casa de un peca-
dor era considerado como pecaminoso y de mala fama. Jesús no tiene en
cuenta que lo critiquen y lo consideren como un pecador. Le importa que el
pecador se convierta. Pero no le echa ninguna predicación sobre la confe-
sión, ni sobre el pecado. Simplemente le manifiesta que le importa, y, proba-
blemente, el secreto de la conversión de Zaqueo estuvo en la mirada de Je-
sús. Jesús suele mirar con cariño, amando. Y el amor es capaz de transformar
el corazón de Zaqueo y el nuestro.

Seguimos a Jesucristo hoy


Vamos a hacer el intento de acercarnos a alguna persona que no tenga bue-
na fama y atrevernos a mirarlo con cariño. Es posible que rechace el cariño,
pero vale la pena insistir. ¿Qué ha pasado? Se puede compartir a lo largo de
la semana.
Domingo 31 del Tiempo Ordinario  •  129

Plegaria

AL OTRO LADO DE LA VALLA

Al otro lado de la valla,


mis hermanas Mariam y Desirée,
quitan su hambre de muchos siglos.
Mis hermanos Justin y Ahmed
gritan su cansancio de muchos desiertos,
gritan y gritan su miedo y su dolor.

Al otro lado de la valla,


mi hermana Mariam
grita su dolor de embarazada exhausta.

Ellos tienen muy próxima la valla.


pero, a este lado de la valla,
me estremecen los ojos desorbitados, anegados en lágrimas,
de hombres que llevan dentro
muchos niños heridos,
los gritos de rabia,
las manos desgarradas y esposadas,
las súplicas desvalidas de mis hermanos.

Y oigo la voz de nuestro Padre,


tierno y delicado con cada uno de sus hijos:
¿Qué has hecho con tu hermano?

Françoise Bonnetier
10 de noviembre de 2019
Ciclo C

Domingo 32
del Tiempo Ordinario
Ángel María Lahuerta

Partícipes de la vida
Por encima de la injusticia,
la Vida de Dios
(Palabra de Dios).
Hijos en el Hijo,
vivos para la Vida
(Homilía).
Creadores de vida
(Evangelio en casa).
132  •  Domingo 32 del Tiempo Ordinario

Lecturas

Lectura del segundo libro de los MACABEOS 7,1-2.9-14


En aquellos días, sucedió que arrestaron a siete hermanos con su madre. El
rey los hizo azotar con látigos y nervios para forzarlos a comer carne de cer-
do, prohibida por la ley. Uno de ellos habló en nombre de los demás:
–¿Qué pretendes sacar de nosotros? Estamos dispuestos a morir antes que
quebrantar la ley de nuestros padres.
El segundo, estando a punto de morir, dijo:
–Tú, malvado, nos arrancas la vida presente; pero, cuando hayamos muerto
por su ley, el rey del universo nos resucitará para una vida eterna.
Después se burlaron del tercero. Cuando le pidieron que sacara la lengua, lo
hizo enseguida y presentó las manos con gran valor. Y habló dignamente:
–Del Cielo las recibí y por sus leyes las desprecio; espero recobrarlas del
mismo Dios.
El rey y su corte se asombraron del valor con que el joven despreciaba los
tormentos.
Cuando murió este, torturaron de modo semejante al cuarto.
Y, cuando estaba a punto de morir, dijo:
–Vale la pena morir a manos de los hombres, cuando se tiene la esperanza de
que Dios mismo nos resucitará. Tú, en cambio, no resucitarás para la vida.
Palabra de Dios
Domingo 32 del Tiempo Ordinario  •  133

NOTAS: Los libros de los Macabeos tienen considerablemente en el surgimiento de


un acentuado carácter histórico, en el sen- la creencia judía en la vida después de la
tido de que narran una persecución contra muerte y en la resurrección de los muertos.
el pueblo judío que, efectivamente, aconte- Todos estos aspectos son inseparables en
ció en Israel en el siglo  ii a.C. a manos de la Biblia: Dios reivindica de la muerte a
los seléucidas, liderados por Antíoco IV quienes mueren injustamente. La fe en la
Epífanes. Esta potencia, descendiente de resurrección de los muertos contiene, así,
Alejandro Magno, obligó a los judíos a re- una fuerte crítica a la injusticia y a quienes
nunciar a sus prácticas religiosas y torturó la ejecutan, y afirma indirectamente que
hasta la muerte a los que se negaron. Sin Dios se coloca siempre del lado de las vícti-
embargo, los dos libros contienen también mas. Por otra parte, los macabeos son pre-
una perspectiva teológica clara y recurren sentados según el patrón de la muerte no-
así mismo a patrones literarios conocidos ble, altamente valorado en el mundo griego
en el contexto, por ejemplo, el de la muerte y romano: afrontan su final sin miedo, con
noble. El sufrimiento del inocente influyó serenidad, sentido y confianza.

Salmo responsorial 16,1bcde.5-6.8.15


Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.
Señor, escucha mi apelación,
atiende a mis clamores,
presta oído a mi súplica,
que en mis labios no hay engaño.

Mis pies estuvieron firmes en tus caminos,


y no vacilaron mis pasos.
Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío;
inclina el oído y escucha mis palabras.

Guárdame como a las niñas de tus ojos,


a la sombra de tus alas escóndeme.
Yo con mi apelación vengo a tu presencia,
y al despertar me saciaré de tu semblante.
134  •  Domingo 32 del Tiempo Ordinario

Lectura de la segunda carta de san Pablo a los


TESALONICENSES 2,16–3,5
Hermanos:
Que el mismo Señor nuestro, Jesucristo, y Dios, nuestro Padre, que nos ha
amado y nos ha regalado un consuelo eterno y una esperanza dichosa, con-
suele vuestros corazones y os dé fuerza para toda clase de palabras y obras
buenas.
Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la Palabra del Señor
siga avanzando y sea glorificada, como lo fue entre vosotros, y para que nos
veamos libres de la gente perversa y malvada, porque la fe no es de todos.
El Señor, que es fiel, os dará fuerzas y os librará del Maligno.
En cuanto a vosotros, estamos seguros en el Señor de que ya cumplís y se-
guiréis cumpliendo todo lo que os hemos mandado.
Que el Señor dirija vuestros corazones hacia el amor de Dios y la paciencia
en Cristo.
Palabra de Dios

NOTAS: En los primeros versículos de este texto, así, afirma que los creyentes ya han
fragmento de la carta se repite el término recibido la fuerza necesaria para afrontar
«consuelo» (en griego, paráklesis): un un estilo de vida según el Evangelio de Je-
consuelo eterno que, en boca del autor de sús, aunque han de seguir pidiéndosela a
la obra, Dios ya ha dado de forma gratuita Dios. Otro aspecto que sobresale en el tex-
a los creyentes pero que, al mismo tiempo, to es la fidelidad de la comunidad de Tesa-
se pide con el fin de que los corazones de lónica. Fue uno de los grupos que propor-
toda su audiencia se llenen de él. El sus- cionó a Pablo alegría y satisfacciones
tantivo griego no tiene tanto que ver con lo (1 Tes 1,2-10); la certeza que manifiesta el
que generalmente entendemos por «con- autor de 2 Tes de que los tesalonicenses
suelo» (el descanso y alivio de una pena), «cumplen» y «siguen cumpliendo» lo man-
o, al menos, no solo. Lleva implícita la idea dado señala que perseveraron en los com-
de fortalecer, de dar coraje y aliento. El promisos adquiridos en el pasado.
Domingo 32 del Tiempo Ordinario  •  135

Lectura del santo evangelio según san LUCAS 20,27-38


En aquel tiempo, se acercaron algunos saduceos, los que dicen que no hay
resurrección, y preguntaron a Jesús:
–Maestro, Moisés nos dejó escrito: «Si a uno se le muere su hermano, dejando
mujer pero sin hijos, que tome la mujer como esposa y dé descendencia a su
hermano». Pues bien, había siete hermanos; el primero se casó y murió sin hi-
jos. El segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete, y murieron todos
sin dejar hijos. Por último, también murió la mujer. Cuando llegue la resurrec-
ción, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete la tuvieron como mujer.
Jesús les dijo:
–En este mundo los hombres se casan y las mujeres toman esposo, pero los
que sean juzgados dignos de tomar parte en el mundo futuro y en la resu-
rrección de entre los muertos no se casarán ni ellas serán dadas en matrimo-
nio. Pues ya no pueden morir, ya que son como ángeles; y son hijos de Dios,
porque son hijos de la resurrección. Y que los muertos resucitan, lo indicó el
mismo Moisés en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor: «Dios de
Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob». No es Dios de muertos, sino de vi-
vos: porque para él todos están vivos.
Palabra del Señor

NOTAS: La controversia lucana de Jesús do, un hermano suyo tenía que desposarse
con los saduceos a propósito de la creen- con la viuda. Por otra parte, los saduceos
cia en la resurrección de los muertos pro- no creían en la resurrección de los muer-
cede de la tradición de Marcos. En el evan- tos, a diferencia de los fariseos que sí lo
gelio de Lucas este grupo solo aparece hacían. Para los primeros, era una creencia
aquí. Era uno de los sectores judíos que, tardía fruto de la influencia de culturas y
muy posiblemente, polemizó mucho con religiones ajenas al judaísmo que, por tan-
Jesús. La disputa tiene como trasfondo dos to, no merecía crédito. Teniendo esto en
aspectos del judaísmo. En primer lugar, la cuenta se percibe que los saduceos no ne-
llamada «ley del levirato» (Dt  25,5-10) cesitan aclarar personalmente una duda,
que, a su vez, está relacionada con la figu- sino que quieren ridiculizar a Jesús y su fe
ra del go’el («el que rescata») y el «dere- en el destino de vida de los muertos. Jesús
cho de rescate». Todas estas instituciones sale airoso de la discusión, reafirmando su
perseguían el mantenimiento del patrimo- confianza en el poder de Dios sobre la
nio familiar y establecían que, cuando mo- muerte, lo cual provoca la admiración de
ría un varón de la familia que estaba casa- los escribas allí presentes.

Estela Aldave Medrano


136  •  Domingo 32 del Tiempo Ordinario

Homilía
Vivos para la Vida hijos en el Hijo desde ahora, en todo
En el Evangelio de este día vemos el in- momento. Por eso la vida es una conti-
tento de los saduceos por ridiculizar a Je- nua tarea de crecer, de superar lo que
sús en su fe en la vida eterna. Y para eso nos aparta del Amor (de la Vida) de
echan mano de las tradiciones judías, se- Dios. Pero, pequeños como somos, nos
gún las cuales era costumbre casarse con falta fuerza para vivir en fidelidad a
un pariente (herencia de la vida tribal). nuestros compromisos. Suerte, la de los
Según una ley del Deuteronomio (25,5- cristianos: aún entonces recibimos la
10), si varios hermanos vivían juntos y Fuerza del Padre que nos ama y nos da
uno de ellos muere sin descendencia, uno empuje para toda clase de palabras y
de los supervivientes se casa con la viu- obras buenas, como bien dice Pablo. Re-
da, y el primogénito de este nuevo matri- cogemos este ruego: que Dios dirija
monio es considerado como hijo del di- nuestro corazón hacia su Amor, porque
funto. Es la ley del levirato. es lo mejor que nos puede pasar. Un
La razón esencial es la de perpetuar la Amor que ya hemos recibido y para
descendencia, el «nombre», la «casa». Es siempre, y que con aliento y coraje nos
la expresión que se daba de los lazos de lanza a hacer nuestra la Vida de Jesús.
la sangre, así como el modo de evitar la
pérdida de los bienes de la familia. ¿Dónde está Dios?
Jesús dice con claridad: los que sean A veces, entre tantas injusticias que ve-
juzgados dignos de la vida eterna ya no mos a nuestro alrededor, las continuas
se casarán, ya no vivirán según las nor- agresiones a las personas, a la naturaleza
mas de las sociedades, serán en plenitud y al mismo Dios, de las que podemos ser
hijos de Dios, vivos para la Vida. Estas responsables, solemos preguntar ¿dónde
son las razones para la Vida, la Vida en está Dios? Es la pregunta sobre el «sen-
total visión con Dios Padre. Nuestros de- tido» del mal, del sufrimiento y de la
seos de vida quedarán colmados en la muerte, que suscita respuestas, rechazos
Vida que esperamos, y que ya gustamos y hasta negación de Dios. El relato de la
en este camino de la vida, cuando bus- muerte de los hermanos en el libro de
camos el encuentro y la fraternidad. los Macabeos expresa la certeza de que
Dios está siempre del lado de las vícti-
Desde ahora resucitados mas, en contra de la injusticia y de quie-
Vivir es hacerlo como resucitados. Vivir nes la provocan. ¿Dónde está Dios?, pre-
para la Vida, porque no hay separación guntamos al mirar la Cruz: pues ahí,
entre «esta» y la «otra» vida. No; somos clavado en la Cruz.
Domingo 32 del Tiempo Ordinario  •  137

Celebración

MONICIONES
Ambientación inicial. Bienvenidos, hermanos, a la celebración de la Eucaris-
tía. Jesús, el Jesús de siempre, está en medio de nosotros, y se nos da como
Fuerza, como Alimento para la vida cristiana. La Vida en plenitud que hace-
mos posible cuando somos fieles al Amor del Padre y a la entrega a los her-
manos. Sobran razones para la vida, porque la vida está llena de Vida.

Acto penitencial. Buscamos sentido, plenitud y bien. Pero solemos caer y


conformarnos con apariencia y pequeños logros que nos confunden y aíslan.
Pedimos perdón:
–  Cuando vivimos con intransigencia, incapaces de cambiar nada de nues-
tras ideas y prácticas, creyendo que tenemos toda la razón y que son los de-
más quienes están equivocados. ¡Señor, ten piedad!
–  Cuando nos vence el desánimo, la duda, la comodidad. Cuando nos reple-
gamos en seguridades falsas sin vivir abiertos a la plenitud de cada día.
¡Cristo, ten piedad!
–  Cuando pensamos que ya lo tenemos todo hecho, que no hay nada que cam-
biar o superar, para acercarnos a la vida que Dios promete. ¡Señor, ten piedad!

Ambientación de la Palabra. Tenemos razones para la Vida, que vamos a


descubrir e interiorizar en las lecturas:
–  Aunque nos quites la vida, el Rey del Universo nos dará la eterna.
–  Eres un Dios que escucha, cuida y responde a los suyos.
–  Porque diriges el corazón hacia el Amor, hacia la Vida. Nos fortaleces, das
ánimo y aliento.
–  Somos hijos de Dios. En la vida y en la muerte somos del Señor, todos es-
tamos vivos.

Despedida. Estamos vivos. Llenos de vida, la de Dios. Somos transmisores de


vida, de luz y de resurrección, porque la hemos recibido y tenemos la tarea
de llevarla a los hermanos y a la vida. Nunca –en la tarea– nos faltará su fuer-
za. Ánimo, hermanos.
138  •  Domingo 32 del Tiempo Ordinario

Oraciones

COLECTA
Dios de poder y misericordia, aparta, propicio, de nosotros toda adversidad,
para que, bien dispuestos cuerpo y espíritu, podamos aspirar libremente a lo
que te pertenece. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN DE LOS FIELES


Sabemos que en todo estamos en las manos de Dios Padre. Por eso le presen-
tamos ahora nuestras necesidades, y le decimos: «¡En Ti confiamos, Señor!».
•  Para que en nuestra vida y en la de nuestra comunidad parroquial busque-
mos el bien real de las personas más humildes y desfavorecidas. Oremos.
•  Para que sepamos denunciar y hacer visible todos los comportamientos y
actuaciones injustas, que generan dolor y amargura, procurando con nuestro
actuar la verdad, la justicia y la paz. Oremos.
•  Para que nuestra fe en Cristo Resucitado sea fundamento de vida nueva que
llegue a todos, y nos haga creadores de vida, de amor y de plenitud. Oremos.
•  Para que Dios Padre guarde en su Luz y en su Amor a todos nuestros fami-
liares y amigos ya difuntos, y gocen por siempre de la Vida plena y Resucita-
da. Oremos.
Concédenos, señor, lo que más y mejor nos ayude a vivir en Tu presencia,
siendo testigos de tu Amor entregado. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

SOBRE LAS OFRENDAS


Mira con bondad, Señor, los sacrificios que te presentamos, para que alcan-
cemos con piadoso afecto lo que actualizamos sacramentalmente de la pa-
sión de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con este don sagrado, te damos gracias, Señor, invocando tu mi-
sericordia, para que, mediante la acción de tu Espíritu, permanezca la gracia de
la verdad en quienes penetró la fuerza del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Domingo 32 del Tiempo Ordinario  •  139

Misa de familia
Miguel Ángel Arnedo Ruiz

TODOS ESTAMOS LLAMADOS A PARTICIPAR


Ambientación. Hoy celebramos esta Eucaristía unidos especialmente a nues-
tra Iglesia diocesana. Hoy nos sentimos como una gran familia. Durante mu-
chos domingos hemos pedido y rezado por las personas de otros países, de
otros continentes... Pero hoy recordamos que somos muchos en esta zona,
que somos muchos los niños en nuestros pueblos de alrededor que están
cercanos a Jesús. Hoy nos unimos con fuerza en la mesa del altar todas las
parroquias de nuestra diócesis de N.

Saludo. Y sabiendo que este domingo estamos llamados a rezar y colaborar


con nuestra Iglesia, comenzamos toda la diócesis de N. de la misma manera
y fuerza: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Pedimos perdón.
–  Por las veces que solo planteamos problemas a Jesús. ¡Señor, ten piedad!
–  Por tantas ocasiones que pensamos que la Iglesia es solo cosa de curas y
monjas. ¡Cristo, ten piedad!
–  Porque cedemos a las dificultades a la primera de cambio. ¡Señor, ten piedad!

ORACIÓN DE LOS NIÑOS


•  Pedimos en primer lugar por la Iglesia Universal repartida por todo el
mundo, para que, al igual que Jesús, sepa responder con dignidad a los pro-
blemas con que se encuentra. Roguemos al Señor.
•  Por nuestra diócesis de N. Por nuestro obispo N, por todos los sacerdotes,
religiosos, religiosas y personas comprometidas con ella, para que entre todos
seamos capaces de avanzar a pesar de las dificultades. Roguemos al Señor.
•  San Pablo nos ha recordado que es el Señor el que debe dirigir nuestro
corazón. Para que nos amemos de palabra y de obra. Roguemos al Señor.
140  •  Domingo 32 del Tiempo Ordinario

•  Por todos los que estamos hoy reunidos, para que al igual que los jóvenes
de la primera lectura pongamos nuestra esperanza en Dios y nuestra fideli-
dad para superar las dificultades. Roguemos al Señor.
•  Por nuestras familias, que son la primera Iglesia que debemos conocer, un
hogar donde Jesús tenga espacio y oración. Roguemos al Señor.

Acción de gracias
–  Damos gracias por nuestra diócesis de N por preocuparse de que tenga-
mos sacerdotes, catequistas y animadores en la labor social de ayudar a los
que lo pasan mal.
–  También damos gracias por saber que en medio de los problemas de
nuestra vida, Jesús está presente, sufriendo con nosotros, confiando en no-
sotros, escuchándonos cuando le rezamos.

signo de participación
Lo ideal es que los niños hayan trabajado el mapa de la diócesis en el grupo,
con sus cifras, zonas, delegaciones... Que sepan que la Iglesia, como toda
estructura humana, tiene una misión, unos ámbitos, unas personas...
Pondremos en un cartel grande el mapa de la diócesis, con marcas de pun-
tos que señalen los arciprestazgos.
Cada niño o grupo, depende, recortará en cartulina de color un arciprestazgo
y lo irá colocando en el cartel, mientras otro da los datos oportunos: habi-
tantes, fundación...
De la misma manera, cuando acaben, otros niños colocaran carteles peque-
ños indicando las delegaciones que existen en la diócesis: juventud, cate-
quesis, enseñanza...
Domingo 32 del Tiempo Ordinario  •  141

Homilía
Misa de familia
Antes de empezar os voy a hacer dos otra persona... Y los cristianos creemos
preguntas sencillas: ¿Cuántos hermanos que vamos con Dios, pero ojo, el cielo
había en la primera lectura? ¿Cuántos no es una prolongación hasta el infinito
hermanos se casan con la primera mujer? de la vida de aquí. Os pongo un ejem-
plo: seguro que habéis conocido a perso-
Exacto, son 7 hermanos. El 7 es el nú- nas en silla de ruedas; pues bien, cuan-
mero perfecto para los judíos. Es como si do van al cielo no van en silla de ruedas
en casa te preguntaran sobre un examen; hasta el fin de los tiempos. Nuestro cuer-
si respondes que te han dado un 10 ya po, con sus accidentes y enfermedades
está todo dicho: salió perfecto. Eso era el se queda aquí, pero nuestra alma es lo
número 7, perfección. que asciende hasta Dios. Por eso los cris-
tianos debemos poner especial cuidado
Pues en la primera lectura, los hermanos en el alma, en tenerla sana, fuerte... ¿Y
son torturados hasta la muerte. Es un ca- cómo se hace eso? Pues muy sencillo:
so real, y mueren por no irse con otros
dioses; mueren porque no quieren aban- •  Ayudando a otros en lo que podamos.
donar al Dios verdadero de Israel. Hay •  Haciendo la vida más fácil a los que
personas que tienen tanta confianza en nos rodean.
Dios que pueden soportar cualquier cosa, •  No protestando de todo.
cualquier dificultad, que no se rompen •  Aceptando la comida que tenemos y la
ante los problemas que de vez en cuando salud que disfrutamos.
vienen en la vida. Debemos aprender que •  Siendo agradecido con los que nos ro-
cuando nuestras ideas están claras pode- dean.
mos seguir adelante. Pero cuando du­ •  Visitando a los que no pueden salir de
damos de todo, cuando no tenemos las casa.
­cosas seguras... Es como cuando te pre- •  Acudiendo a los sacramentos, a la Eu-
gunta tu «profe» y no sabes la respuesta, caristía de los domingos y festivos.
te pones nervioso, te falla la voz... No sa-
bes qué decir o hacer... Malo... Tantas cosas podemos hacer para tener
un alma fuerte... Además, hoy es el día
Y en el Evangelio vemos un caso que no de la Iglesia diocesana. Hoy es motivo de
es real. Lo dicen para poner en prueba a alegría porque recordamos que somos
Jesús, para burlarse de lo que pueda de- muchos los chicos y chicas que en esta
cir... Hay personas que creen que cuan- zona de España creemos en Jesús, en
do morimos se acaba todo. Otras que una vida eterna... Gracias por creer, por
cuando morimos volvemos a nacer en vivir.
142  •  Domingo 32 del Tiempo Ordinario

El Evangelio en casa

Ambientación
Creemos en Dios Padre/Madre de todos, y en Jesús el Señor. Creemos en esta
Presencia de Amor, que a nosotros como familia nos ayuda y hace crecer y
vivir en el amor. Dios está en medio de nosotros cuando vivimos abiertos a su
Vida resucitada, que hacemos posible desde el encuentro y la relación.

Nos preguntamos
La Resurrección no es una idea, no es solo nuestra suerte final, para la otra
vida. Es vivir ya una Vida de Amor, una Vida plena. Nos fijamos en:
En qué estamos dispuestos a ceder en nuestras posturas para favorecer
nuestro proyecto común. Cuando nos acecha la duda, la enfermedad, la falta
de trabajo, la muerte de alguien muy cercano, ¿cuál es nuestra postura? Nos
rebelamos contra Dios, o nos ayuda la fe. ¿Somos fortaleza, coraje y aliento
para alguien? ¿Para quién?

Escuchamos la Palabra: Lucas 20,27-38.

Nos dejamos iluminar


Tenemos la esperanza de que Dios nos resucitara para la Vida. Mis pies es-
tán firmes en tus caminos. Jesús nos da fuerza para toda clase de palabras y
de obras buenas. Somos hijos de Dios, hijos de la Resurrección.

Seguimos a Jesucristo hoy


Como familia queremos ser creadores de vida, de vida para todos:
•  Nos comprometemos a acompañar a un grupo parroquial: de catequesis,
liturgia, preparación al matrimonio, visitar enfermos.
•  Hacemos una aportación económica a la Parroquia, con ocasión del ani-
versario de boda o del nacimiento de nuestros hijos.
•  Nos hacemos cargo de un «regalo» con el que alguna organización médica
envía un kit de vacunas allí donde se necesite.
Domingo 32 del Tiempo Ordinario  •  143

Plegaria

Cuando nos falta entrega y compromiso


para buscar el bien, la verdad y la justicia.
Danos tu Vida, Señor.
Cuando somos antitestimonio,
cuando vivimos en grandezas humanas,
en apariencia y fachada,
confiando más en nuestros logros que en tu Amor.
Danos tu Fuerza, Señor.
Cuando creamos divisiones entre las personas,
hasta en nuestros grupos,
con el deseo de imponer
y de estar por encima los demás.
Danos tu Vida, Señor.
Cuando provocamos rupturas de fraternidad,
sin estar al lado del que sufre injusticia,
violencia y dolor. Danos tu Vida, Señor.
Cuando nuestros pies no están en Tus caminos
sino en los nuestros,
en los del consumo y las modas de los satisfechos.
Danos tu Vida, Señor.
Cuando llenos de nuestras cosas
no dejamos sitio a tu Amor.
Danos tu Vida, Señor.
Cuando de la Resurrección y de la Vida
«ya hablaremos otro día».
Danos tu Vida, Señor.
144  •  Domingo 32 del Tiempo Ordinario

Cuando buscamos a Dios donde no está:


en la grandeza, en los poderosos,
en las seguridades de unos pocos
aun a costa de los más pobres.
Danos tu Vida, Señor.
Danos tu Vida, Señor.
Escucha, atiende, presta oídos,
respóndenos, guárdanos a la sombra de tus alas...,
que queremos saciarnos de Tu semblante.
Amén.
17 de noviembre de 2019
Ciclo C

Domingo 33
del Tiempo Ordinario
Javier García

Dar testimonio
de Jesús
El final de la historia
(Palabra de Dios).
Dar testimonio
en la dificultad
(Homilía).
Los retos
del cristianismo actual
(Evangelio en casa).
146  •  Domingo 33 del Tiempo Ordinario

Lecturas

Lectura del profeta MALAQUÍAS 3,19-20a


He aquí que llega el día, ardiente como un horno, en el que todos los orgullo-
sos y malhechores serán como paja; los consumirá el día que está llegando,
dice el Señor del universo, y no les dejará ni copa ni raíz. Pero a vosotros, los
que teméis mi nombre, os iluminará un sol de justicia y hallaréis salud a su
sombra.
Palabra de Dios

NOTAS: La obra profética que conocemos Juan Bautista. La breve lectura de hoy habla
como Malaquías (el nombre significa «mi de la próxima llegada del Día de Yahvé, es
mensajero») fue compuesta posiblemente decir, los últimos tiempos, un período de
después del exilio, cuando el Templo de Je- juicio. Siguiendo uno de los esquemas típi-
rusalén ya había sido reconstruido, en un cos de la apocalíptica, que entre otras co-
período muy cercano a las reformas lleva- sas pretende dar respuesta al eterno y com-
das a cabo por Esdras y Nehemías. Esta plejo problema de la existencia del mal,
obrita, que en nuestra Biblia está colocada presenta este tiempo final caracterizado
al final del AT, constituye una especie de por la separación de justos e injustos, bue-
bisagra que une esta sección con el NT. La nos y malos. A estos (los orgullos y malhe-
razón: su final, de marcado carácter apoca- chores) les espera el castigo: el fuego que
líptico, menciona la próxima y nueva venida los consumirá hasta hacerlos desaparecer.
del profeta Elías, acontecimiento que los Los primeros, sin embargo, disfrutarán del
evangelios ligaron con el surgimiento de premio: el sol de la justicia y la salvación.
Domingo 33 del Tiempo Ordinario  •  147

Salmo responsorial 97,5-9


El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
Tañed la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor.

Retumbe el mar y cuanto contiene,


la tierra y cuantos la habitan;
aplaudan los ríos,
aclamen los montes.

Al Señor, que llega


para regir la tierra.

Regirá el orbe con justicia


y los pueblos con rectitud.
148  •  Domingo 33 del Tiempo Ordinario

Lectura de la segunda carta de san Pablo


a los TESALONICENSES 3,7-12
Hermanos:
Ya sabéis vosotros cómo tenéis que imitar nuestro ejemplo: No vivimos entre
vosotros sin trabajar, no comimos de balde el pan de nadie, sino que, con
cansancio y fatiga, día y noche, trabajamos a fin de no ser una carga para
ninguno de vosotros.
No porque no tuviéramos derecho, sino para daros en nosotros un modelo
que imitar.
Además, cuando estábamos entre vosotros, os mandábamos que, si alguno
no quiere trabajar, que no coma.
Porque nos hemos enterado de que algunos viven desordenadamente, sin
trabajar, antes bien metiéndose en todo.
A esos les mandamos y exhortamos, por el Señor Jesucristo, que trabajen
con sosiego para comer su propio pan.
Palabra de Dios

NOTAS: En esta sección de la carta, como trabajar con sus propias manos para no
ocurre con otras posteriores a las escritas ser de ningún modo gravoso para otros
por el propio Pablo, el autor imita el estilo (1 Cor 4,12). El autor de la carta parece ha-
del apóstol y hace mención de aspectos cer memoria de estas opciones claras de
que este señaló en sus cartas auténticas. Pablo con el fin de afrontar un problema
Se recuerdan rasgos significativos del es- comunitario que le preocupa de forma es-
tilo de vida adoptado por Pablo: su nega- pecial: algunos no trabajan, pero se entro-
ción a ejercer el derecho que legítima- meten en todos los asuntos. Es a estos
mente le correspondía de ser mantenido ante quienes pone a Pablo como modelo
por sus comunidades como hacían otros de conducta. Añade, además, otra reco-
(«¿por ventura no tenemos derecho a co- mendación: que, al trabajar, lo hagan sin
mer y beber? «¿Acaso únicamente Bernabé turbación y con calma (el término griego
y yo estamos privados del derecho de no utilizado permite también la traducción
trabajar?», 1 Cor 9,4.6) y su empeño por «en silencio»).

Lectura del santo evangelio según san LUCAS 21,5-19


En aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente ador-
nado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo:
–Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra
que no sea destruida.
Domingo 33 del Tiempo Ordinario  •  149

Ellos le preguntaron:
–Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, y ¿cuál será la señal de que todo eso está
para suceder?
Él dijo:
–Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre dicien-
do: «Yo soy», o bien: «Está llegando el tiempo»; no vayáis tras ellos. Cuando
oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque es
necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida.
Entonces les decía:
–Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terre-
motos, y en diversos países, hambres y pestes. Habrá también fenómenos
espantosos y grandes signos en el cielo. Pero antes de todo eso os echarán
mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y ha-
ciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre.
Esto os servirá de ocasión para dar testimonio. Por ello, meteos bien en la
cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré pala-
bras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adver-
sario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os
entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de
mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra per-
severancia salvaréis vuestras almas.
Palabra del Señor

NOTAS: Las lecturas evangélicas que Jerusalén y el conflicto que veía que se ave-
acompañan el final del ciclo litúrgico siem- cinaba con algún tipo de expectativa acer-
pre tienen carácter apocalíptico. Todos los ca de los acontecimientos finales. Por otra
evangelios sinópticos contienen una sec- parte, su muerte y resurrección provocaron
ción así, colocada en la parte previa al rela- un proceso de reflexión en el seno de la co-
to de la Pasión, tal y como aparece en Mar- munidad pospascual, y generaron creen-
cos. Son textos complejos, posiblemente el cias escatológicas nuevas (por ejemplo, la
resultado de dichos pronunciados por el vida eterna de Juan). Jesús anticipa aquí las
propio Jesús a los que se les han unido serias dificultades que tendrán que afron-
después enseñanzas pospascuales que tar los creyentes, una experiencia más pro-
pretenden dar respuesta a problemas pos- pia del tiempo de los evangelistas, e invita
teriores. Jesús compartió con muchos ju- a los discípulos perseguidos a la confianza.
díos de su tiempo una misma perspectiva Deben permanecer fieles en medio del con-
escatológica y, posiblemente, apocalíptica. flicto (han de perseverar, resistir); tienen
No podemos descartar que uniera su ida a un modelo al que imitar: él mismo.

Estela Aldave Medrano


150  •  Domingo 33 del Tiempo Ordinario

Homilía
El fin del mundo y de la historia vendrán en mi nombre diciendo: “Yo
Estamos en el final del ciclo litúrgico y soy”, o bien: “está llegando el tiempo”;
las lecturas tienen una orientación esca- no vayáis tras ellos» (Lc 21,8). Jesús sa-
tológica. El próximo domingo será el úl- bía de qué hablaba porque sufría en car-
timo del ciclo litúrgico. Hoy, penúltimo ne propia la permanente tentación de
domingo, reflexionamos sobre el fin del esquivar la dura realidad.
mundo y de la historia. A nosotros nos Jesús no huyó nunca de la vida y de sus
puede parecer extraña esta preocupación dificultades. Incluso en los momentos
por el final del mundo, pero no lo fue así más críticos y decisivos se mantuvo fiel.
para los primeros cristianos. En las co- Su oración era una petición al Padre para
munidades, como consecuencia de la que le ayudara a no escapar de la dureza
mentalidad de la época y de las dificulta- de la realidad y mantenerse fiel: «Padre,
des que estaban viviendo, había apare- no se haga mi voluntad sino la tuya». El
ció una psicosis apocalíptica. Prueba de libro del Apocalipsis dirá después que
ello son las preguntas que los discípulos Jesús es «el testigo fiel» (Ap 1,5).
le hacen a Jesús: «¿Cuándo va a ser eso?,
¿cuál será la señal de que todo eso está Dar testimonio
para suceder?». El cristianismo fácil no existe y, por eso,
siempre tendremos la tentación de hacer
Huir de la realidad de la vida cristiana una fuga del mundo,
Algunos cristianos de aquellas primeras o una religión a la medida de nuestras
comunidades vivían tan preocupados por conveniencias, o una religión para ase-
la inminencia del fin que ya ni de trabajar gurarnos individualmente la vida eterna,
se preocupaban. Vivían esperando el final etc. No hemos de olvidar que ser cristia-
sin comprometerse con el presente. El no es seguir a Jesús y dar testimonio de
texto de la carta a los Tesalonicenses que Él; un testimonio sencillo, la mayoría
hemos escuchado hoy pretende terminar de las veces, y un testimonio heroico
con este modo de pensar y vivir. Les dice: otras, como el de algunas comunidades
«quien no quiera trabajar, que tampoco cristianas que sufren la persecución hoy.
coma. Hemos sabido que algunos de vo- El papa Francisco decía no hace muchos
sotros viven sin trabajar y metiéndose en días: «Hoy en día hay más mártires que
todo» (2 Tes 3,10). Los seguidores de Je- en los primeros tiempos de la Iglesia».
sús no pueden vivir mirando al cielo, sin El evangelio nos recuerda que las dificul-
asumir sus responsabilidades. tades no están para huir, sino que son
una «ocasión para dar testimonio». Así
No vayáis tras ellos lo interpretaron los numerosos mártires
También son claras las recomendaciones de los primeros siglos y los mártires de
de Jesús: «Que nadie os engañe. Muchos todos los tiempos.
Domingo 33 del Tiempo Ordinario  •  151

Celebración

MONICIONES
Ambientación inicial. Bienvenidos hermanos y hermanas. Nos reunimos ca-
da domingo, día del Señor, para hacer memoria de Él, el Cristo Resucitado.
Para hacer memoria de su vida entregada, de su vida fiel. Hagámosle sitio,
dejémosle el mejor lugar de nuestros pensamientos y de nuestros senti-
mientos.

Acto penitencial.
–  Tú, el único sol de justicia. ¡Señor, ten piedad!
–  Tú, el único Señor del universo. ¡Cristo, ten piedad!
–  Tú, el único creador de la vida. ¡Señor, ten piedad!
Padre Dios, danos un corazón sensato, un corazón humilde, un corazón cre-
yente. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Ambientación de la Palabra. La Palabra de hoy busca orientar nuestra mirada


hacia el final de la historia. La primera lectura nos dirá que el juicio de Dios
será como un fuego devorador para los injustos y un sol de justicia para los
que temen a Dios. La segunda lectura nos dirá que los cristianos no se pue-
den pasar la vida haciendo cávalas sobre el final sin comprometerse respon-
sablemente con el presente. El evangelio nos invitará a la confianza en medio
de las dificultades, pues estas son una ocasión para dar testimonio de Jesús.

Despedida. Seamos testigos de Jesús. Con nuestra bondad, con nuestra jus-
ticia, con nuestra alegría, seamos testigos fieles de Jesús.
152  •  Domingo 33 del Tiempo Ordinario

Oraciones

COLECTA
Concédenos, Señor, Dios nuestro, alegrarnos siempre en tu servicio, porque
en dedicarnos a ti, autor de todos los bienes, consiste la felicidad completa y
verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN DE LOS FIELES


Confiadamente pongamos en manos de Jesús nuestra vida, la vida de la Igle-
sia y la vida de toda la humanidad:
•  Pidamos por las comunidades cristianas que hoy sufren persecución a
causa de su fe en Jesús. Comunidades que en diversos lugares del mundo
sufren violencia, rechazo o desprecio. Oremos.
•  Pidamos para que la confianza en Jesús crezca en nuestras vidas y en la
vida de todas las personas y comunidades que profesan su fe en Él. Oremos.
•  Pidamos para que en cada uno de nosotros, así como en los responsables
de la Iglesia y en los responsables de la sociedad, crezca la sensatez y que el
deseo por el bien común venza sobre todo egoísmo y toda injusticia. Oremos.
•  Pidamos por las personas más empobrecidas. En todas esas personas y
pueblos, Dios Padre nos recuerda que la fidelidad a Él y el seguimiento de
Jesús pasa por el compromiso solidario con nuestros hermanos. Oremos.
Padre Dios, deseamos abrirnos a la vida y, en ella, escuchar tu voz. Por Jesu-
cristo, nuestro Señor. Amén.

SOBRE LAS OFRENDAS


Concédenos, Señor, que estos dones, ofrecidos ante la mirada de tu majes-
tad, nos consigan la gracia de servirte y nos obtengan el fruto de una eterni-
dad dichosa. Por Jesucristo, nuestro Señor.

DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, después de recibir el don sagrado del sacramento, te pedimos humil-
demente que nos haga crecer en el amor lo que tu Hijo nos mandó realizar
en memoria suya. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Domingo 33 del Tiempo Ordinario  •  153

Misa de familia
Miguel Ángel Arnedo

NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN... DE NO HACER NADA


Ambientación. Hay muchas razones para tener miedo, pero los que creemos
en Cristo sabemos que nunca estamos solos. Y lo mismo que Dios cuenta
con nosotros, los pobres de la tierra deben saber que no están solos en este
mundo injusto que nos ha tocado vivir. Hoy celebramos la Jornada de los
Pobres, tal cual, sin disfraz... Pero nuestro deber no es lamentarlo, sino erra-
dicar esa pobreza. Nos toca trabajar.

Saludo. Este domingo el Señor viene a darnos un meneo, a decir que estemos
atentos a lo que de verdad importa. Por eso, para estar muy atentos a su Pa-
labra, comenzamos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Pedimos perdón.
–  Porque a veces creemos que la pobreza está muy lejos de nosotros. ¡Se-
ñor, ten piedad!
–  Porque no trabajamos lo suficiente, porque no ponemos todo el interés.
¡Cristo, ten piedad!
–  Por las veces en que nos da todo igual, en que creemos que todo es lo
mismo. ¡Señor, ten piedad!

Oración de los niños


•  Por la Iglesia Santa de Dios, para que nunca olvide su misión de salvar
este mundo del pecado, de la pobreza, de la soledad. Roguemos al Señor.
•  En el salmo hemos repetido que el Señor llega para regir la tierra. Pida-
mos para que todos los gobernantes escuchen la voz de Dios, el poder de su
Amor. Roguemos al Señor.
•  Para que todos sepamos trabajar lo mejor posible en hacer un mundo me-
jor, empezando en nuestra casa. Roguemos al Señor.
154  •  Domingo 33 del Tiempo Ordinario

•  Para que el fin de la pobreza no sea un sueño sino una realidad entre to-
dos. Roguemos al Señor.
•  Para que sepamos que Jesús está siempre cuidando de nosotros hasta en
los momentos más difíciles. Roguemos al Señor.

Acción de gracias
–  Por estar siempre pendientes de nosotros, de cuidarnos, de protegernos
hasta en lo más sencillo. ¡Gracias, Padre!
–  Por saber que este mundo es una familia en la que todos debemos estar
bien, tener razones para una vida alegre y encontrarlas. ¡Gracias, Padre!
–  Porque nos llamas a trabajar duro cada día, a no quedarnos en la cama ni
en el sofá. ¡Gracias, Padre!

signo de participación
Dibujaremos una balanza, muy escorada a un lado. Debemos informar a los
niños que poco a poco, aunque todavía hay mucha pobreza en el mundo, la
situación va mejorando a nivel global.
En el platillo escorado un niño pondrá el siguiente dato: «En 1990 había
1.850 millones de personas que vivían con menos de 1,80 euros al día»
Cuando se haya leído, otro niño pondrá este otro dato encima del primero:
«En 2015 había 736 millones de personas que vivían con menos de 1,80 eu-
ros al día»
Luego, dos niños pondrán una tira de papel, lo más larga posible y que han
confeccionado anteriormente, con monedas de 1 céntimo... La hacen los ni-
ños y se les comenta qué podemos comprar con eso...
Luego otro niño pondrá en el platillo que está arriba el nombre de nuestro
pueblo o ciudad y un billete de 20 euros... Somos ricos... Y debemos compar-
tir un poco más para seguir mejorando... Somos todos familia, Iglesia...
Domingo 33 del Tiempo Ordinario  •  155

Homilía
Misa de familia

Los judíos estaban muy orgullosos de su niños que lo están pasando muy mal.
templo, era la gran joya del antiguo Reino Por eso nuestra Iglesia, nuestra parro-
de Israel, su corazón sagrado... Pero el quia, nuestro grupo de catequesis debe
problema era que estaban orgullosos del hacer algo más que hablar... Hoy es el
templo, es decir, de las piedras, de los mismo Jesús el que nos alerta de que si
adornos, del decorado... Cuando lo im- empezamos a movernos, nos criticarán,
portante era lo que había dentro, el lugar nos dirán que adónde vamos, que no po-
para encontrarse con Dios... Por eso demos hacer nada, que no merece la pe-
cuando preguntan a Jesús, hablará de la na... Que mejor estarse quieto... Bastan-
destrucción de ese tipo de templo, pero, te quietos estamos todo el año... Os doy
para variar, muchos no le entendían. Es un dato: ahora en el mundo estamos
como si yo solo quisiera a mi madre unos 7.000 millones de personas, de las
cuando lleva una camisa verde... Lo im- que un tercio pasa hambre. Pues bien,
portante no es el color de la camisa, sino hay muchos investigadores que han di-
mi madre... Pues lo mismo con el templo. cho que el límite de alimentos en el
mundo es para unos 30.000 millones de
En lo que tenemos que dar más impor- personas... Luego el problema no es la
tancia es en la persona, tenga el color comida, sino la distribución de la mis-
que tenga su piel o del país que proce- ma, la solidaridad en el reparto...
da... Hoy celebramos la Jornada de los
Pobres. No podemos hacer fiesta de esto, No podemos quedarnos tranquilos... Co-
es muy serio, y es un recordatorio de nozco un niño que llora cuando no pue-
que todos podemos hacer algo para me- de terminar el plato ya que a veces le po-
jorar esta situación. nen de más... Y llora porque no puede
comer tanto y sabe que otros niños no
Si os habéis fijado bien, san Pablo dice tienen para comer... Y que tirar la comida
en su carta que todos debemos trabajar, está muy mal... Ya es consciente de este
que hay muchas personas que hablan y problema, por eso sufre, por eso ayuda
hablan pero no dicen nada, que parece en las campañas, por eso es un niño mi-
que hacen algo pero en realidad están de sionero en su familia... Todos podemos
vagos, esperando... Chicos, nosotros no hacer algo por mejorar la situación de la
podemos hacer esto. No podemos que- pobreza. No te quedes quieto, el mundo
darnos tan tranquilos cuando hay otros te necesita. La Iglesia te necesita.
156  •  Domingo 33 del Tiempo Ordinario

El Evangelio en casa

Ambientación
A pesar de la gran diversidad y pluralidad, cada época tiene un modo pecu-
liar, unas características comunes de comprender la vida, de pensar, de ac-
tuar, de creer... Lo mismo sucede con el conjunto de los cristianos de cada
época. A pesar de la diversidad, podemos descubrir unos modos comunes de
vivir la vida cristiana, unas costumbres, unos retos, unas dificultades, etc.

Nos preguntamos
¿Te atreverías a decir algunos rasgos del cristianismo de esta época?
¿Cómo vives tú, personalmente, esto que estamos diciendo y descubriendo?
¿Qué piensas de esta situación?

Proclamamos la Palabra: Lucas 21,5-19.

Nos dejamos iluminar


La difícil situación que viven las comunidades (persecución religiosa y políti-
ca, cárcel, juicio ante tribunales civiles; incluso la traición de padres y her-
manos, la muerte y el odio de todos por causa de Jesús) está llevando a algu-
nos a vivir en un estado de psicosis apocalíptica y a otros les está llevando al
abandono de la comunidad. El texto evangélico invita a aquellos discípulos
perseguidos a la confianza, porque «ni un cabello de vuestra cabeza perece-
rá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas». Y los anima a per-
manecer fieles en medio del conflicto porque «así tendréis ocasión de dar
testimonio».

Seguimos a Jesucristo hoy


¿En algún momento te has sentido despreciado o apartado o mirado un
poco raro por el hecho de ser cristiano? ¿En algún momento tú te has visto
o te has sentido diferente y extraño? ¿Es una «rareza» que da testimonio
de Jesús?
Domingo 33 del Tiempo Ordinario  •  157

Plegaria

¿He de sorprenderme
si veo gente extrañada
cuando en voz alta digo
que le busco y deseo
acercarme y quedarme
con él?
¿He de sorprenderme
si veo que algunos sospechan
cuando en voz alta digo
que deseo escuchar
sus palabras
y su voz?
¿He de sorprenderme
si veo lejanía en los míos
cuando digo que deseo
que sus ojos me busquen
que su mirada
me encuentre?
¿He de sorprenderme
si veo que cuando camino
me descubro a mí mismo
buscando sus pisadas
en las calles
de mi barrio?
F. Javier García Gutiérrez
24 de noviembre de 2019
Ciclo C

Jesucristo,
Rey del Universo
Pedro Ignacio Fraile

La salvación
de un rey en la Cruz
Un rey misericordioso
(Palabra de Dios).
Un título sorprendente,
novedoso, salvífico
(Homilía).
Una cruz de salvación
(Evangelio en casa).
160  •  Jesucristo, Rey del Universo

Lecturas

Lectura del segundo libro de SAMUEL 5,1-3


En aquellos días, todas las tribus de Israel se presentaron ante David en He-
brón y le dijeron:
–Hueso tuyo y carne tuya somos. Desde hace tiempo, cuando Saúl reinaba
sobre nosotros, eras tú el que dirigía las salidas y entradas de Israel. Por su
parte, el Señor te ha dicho: «Tú pastorearás a mi pueblo Israel, tú serás el
jefe de Israel».
Los ancianos de Israel vinieron a ver al rey en Hebrón. El rey hizo una alianza
con ellos en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos lo ungieron como rey de
Israel.
Palabra de Dios

NOTAS: Los comienzos de la institución de ocupó el trono. Este rey, que será el prime-
la monarquía en Israel no fueron sencillos. ro de la dinastía ligada a las expectativas
En la Biblia encontramos textos en los que mesiánicas y modelo para todos los mo-
asoman las diferentes visiones de la mis- narcas posteriores, tuvo unos orígenes
ma que existían dentro del pueblo. Unos muy humildes: es el hijo pequeño de Jesé;
querían tener un rey «como los otros pue- no es el primogénito, ni el más fuerte y con
blos», otros pensaban que era un atenta- mejor apariencia de la familia; además es
do contra la soberanía de Yahvé y algunos, pastor. David es, contra toda expectativa,
en fin, temían que los reyes acabaran ex- a quien Yahvé ha elegido para gobernar a
plotando al resto (1 Sam 8). Sin embargo, su pueblo. El relato de hoy narra cómo es
el sector favorable a la monarquía ganó la aceptado por todas las tribus de Israel (las
batalla. Tras el trágico fin del reinado de del Norte y las del Sur) y, finalmente, es
Saúl y su propia muerte, es David quien ungido rey ante el Señor.
Jesucristo, Rey del Universo  •  161

Salmo responsorial 121,1b-2.4-5


Vamos alegres a la casa del Señor.
¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.

Allá suben las tribus, las tribus del Señor,


según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David.
162  •  Jesucristo, Rey del Universo

Lectura de la carta de san Pablo a los Colosenses 1,12-20


Demos gracias a Dios Padre, que os ha hecho capaces de compartir la heren-
cia del pueblo santo en la luz.
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino del Hijo de su amor,
por cuya sangre hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
Él es imagen del Dios invisible,
primogénito de toda criatura;
porque en él fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles.
Tronos y Dominaciones,
Principados y Potestades;
todo fue creado por él y para él.
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.
Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud.
Y por él y para él quiso reconciliar todas las cosas,
las del cielo y las de la tierra,
haciendo la paz por la sangre de su cruz.
Palabra de Dios

NOTAS: La epístola a los Colosenses forma bastante cercana a la del prólogo de Juan
parte del llamado grupo de las deutero- («primogénito de toda criatura, porque en
paulinas, es decir, de la segunda genera- él fueron creadas todas las cosas»). Por
ción de las comunidades creadas por Pa- otra parte, Jesucristo es presentado como
blo. El texto de hoy constituye el himno «cabeza» de la Iglesia, que, a su vez, es
contenido al inicio la carta, una parte que descrita como «cuerpo»; se modifica así la
quizá se compuso previamente y de modo imagen genuina de Pablo (la totalidad de
independiente y fue incorporada al escrito los miembros de la comunidad, en virtud
después. En este himno destacan los te- de las relaciones estrechas entre ellos, for-
mas cristológicos, eclesiológico y el relati- ma el cuerpo de Cristo). Finalmente, la re-
vo a la reconciliación. Aunque distingue conciliación: a través de Jesucristo se ha
entre el Padre y el Hijo, la cristología que revelado que Dios nos perdona, de modo
presenta es alta, es decir, confiesa la divi- que todas las cosas (toda la creación, toda
nidad de Jesucristo a través de una fórmula la humanidad) han sido reconciliadas.
Jesucristo, Rey del Universo  •  163

Lectura del santo evangelio según san LUCAS 23,35-43


En aquel tiempo, los magistrados hacían muecas a Jesús diciendo:
–A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el
Elegido.
Se burlaban de él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vina-
gre, diciendo:
–Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.
Había también por encima de él un letrero:
–Este es el rey de los judíos.
Uno de los malhechores crucificados lo insultaba diciendo:
–¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros.
Pero el otro, respondiéndole e increpándolo, le decía:
–¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en
verdad, lo estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que hi-
cimos; en cambio, este no ha hecho nada malo.
Y decía:
–Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino.
Jesús le dijo:
–En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso.
Palabra del Señor

NOTAS: El relato de la muerte de Jesús en Jesús abren un tiempo de espera hasta su


el evangelio de Lucas tiene rasgos muy próxima venida. La respuesta que le da Je-
particulares. Entre otros aspectos, desa- sús es muy significativa: «Hoy estarás con-
rrolla largamente la breve mención que migo en el Paraíso». La muerte aparece
hace Marcos de los dos «salteadores» que aquí como un paso a un nuevo tipo de
fueron crucificados junto a él. Ambos enta- existencia, tanto la de Jesús como la de es-
blan un diálogo con Jesús: el primero para te malhechor también ajusticiado. Tras la
tentarlo, el segundo para salir en su defen- muerte, ambos irán, inmediatamente, al
sa y confesar su confianza en él. Es a este Paraíso, a las manos de Dios, que se des-
segundo a quien se le debe el desarrollo cribe como un retorno a la plenitud del co-
del tema de la realeza de Jesús en la cruz, mienzo de los tiempos, previa a la caída,
que está también presente en el rótulo, y tal y como se narra en el Génesis. Esta es-
sus labios pronuncian unas palabras muy cena lucana de la crucifixión presenta, así,
afines a la confesión cristológica posterior nuevamente, la misericordia de Dios y su
a la Pascua: la muerte y resurrección de empeño por buscar lo perdido y perdonar.

Estela Aldave Medrano


164  •  Jesucristo, Rey del Universo

Homilía
Los títulos de Jesús como si el Antiguo Testamento anunciase
Jesús recibe varios títulos en el Nuevo una cosa y Jesús iniciara nuevos cami-
Testamento. Unos son fáciles de enten- nos. El evangelio nos dice que él encarna
der para nosotros, como «Maestro» o al Siervo de Yahvé que anunciaron los
«Señor». Otros necesitan una explicación profetas; que cumple las promesas mesiá-
previa, como el de «Mesías», que es lo nicas hechas al rey David y a sus descen-
mismo que «Ungido» o «Cristo». Otros dientes; que es el salvador anunciado por
son confesiones de fe, como que Jesús Daniel. La realeza de Jesús no tiene que
es el «Hijo de Dios». Otros, por fin, nos ver con los reyes griegos o romanos, sino
extrañan, como el de «Príncipe de los re- con el anuncio de la salvación de Dios.
yes de la tierra» (Apocalipsis). Hay uno
que nos resulta muy extraño, a pesar de La novedad radical: la cruz
ser de los más conocidos: «Jesús es Rey». El anuncio del Reino, las opciones que
tomó, el mensaje que transmitió con
Jesús anuncia el Reino de Dios obras y palabras le llevan a la cruz. La
Sabemos que Jesús no inventó esta ex- novedad de Jesús no es que llevara el tí-
presión. En ningún momento se la atribu- tulo de «rey», sino cómo lo ejerció y has-
ye como si fuera suya. La espera del Rei- ta qué consecuencias lo llevó. Solo en la
no de Dios, en la que Dios reinará por fin fe podemos decir que Jesús crucificado
y se guardará su Ley, formaba parte de es nuestro rey.
las expectativas del pueblo creyente con-
temporáneo a Jesús. Jesús no inventa es- Misericordia y perdón
ta expresión, sino que la llena de un sen- No podemos separar la muerte de Jesús
tido nuevo y de un contenido inaudito de su propia vida. Por eso, el perdón que
hasta la fecha. Jesús no piensa ya en la brota de sus labios es la consecuencia
imposición violenta de unos pocos, o en de toda una vida. Jesús no pudo vivir de
la fuerza de las armas, sino en un reino una forma y morir de otra. Su muerte es
en el que los pobres y los desfavorecidos testimonio vivo de cómo pensó y vivió.
son los principales; un reino en el que la San Juan lo dice de forma profunda: en el
misericordia es la forma de relacionarse juicio ante Pilato, ante las preguntas cap-
unos con otros; un reino en el que la per- ciosas del gobernador romano, Jesús dice
sona ocupa el centro, no el dinero o el de sí mismo que él es «Testigo de la ver-
reparto del poder. dad». Esta es la verdad de Jesús, la verdad
que proclama la Iglesia y nuestra propia
Jesús realiza las promesas del Antiguo verdad. Jesús recibe en los evangelios el
Testamento título de «rey», pero su realeza y su rea-
No podemos pensar tampoco que Jesús lengo provienen de las sendas de la mise-
se desvincula de las promesas de Dios, ricordia y del perdón salvífico de Dios.
Jesucristo, Rey del Universo  •  165

Celebración

MONICIONES
Ambientación inicial. La liturgia celebra cada año la acción salvífica de Dios
en la persona de Cristo. Hoy culminamos en esta fiesta de Cristo Rey que Je-
sús no es un personaje del pasado o un fracasado. Él llevó adelante y cum-
plió en plenitud la salvación de Dios. Cristo reina en la cruz, y Cristo reina en
toda la humanidad. Una paradoja que sigue sorprendiéndonos, «un salvador
crucificado», pero que ocupa el centro de nuestra fe y que sigue siendo
«Buena Noticia» para todos.

Acto penitencial. A Dios, Padre de la misericordia, que nos ha entregado a su


Hijo para nuestra Salvación, y que hace presente su reinado de amor, nos
dirigimos con humildad.
–  Tú eres nuestro Salvador. ¡Señor, ten piedad!
–  En la cruz nos perdonas. ¡Cristo, ten piedad!
–  Solo a ti te adoramos. ¡Señor, ten piedad!
Que el Señor, el Salvador crucificado, perdone nuestros pecados y nos lleve
a la vida eterna. Amén.

Ambientación de la Palabra. La historia de Israel presenta a David como «el


rey». No fue el primero, pues antes que él reinó David, ni tampoco el único,
pero sí el más importante; en la Biblia la figura del rey adquiere notoriedad e
importancia. Jesús es rey, pero no al estilo de los monarcas de Israel y de los
pueblos vecinos, que se sirven de ejércitos y someten a sus pueblos. Jesús
es rey desde la cruz, tal como narra Lucas y como reflexiona san Pablo en el
himno de la carta a los Colosenses.

Despedida. Al concluir el año litúrgico en el que hemos celebrado la salva-


ción, vivamos con esperanza la certeza de que Dios sigue dirigiendo nuestra
vida. Contemplemos la realeza de Cristo, desde el amor que supone la cruz,
escándalo para los que no creen, pero fuerza y sabiduría de Dios para los
creyentes.
166  •  Jesucristo, Rey del Universo

Oraciones

COLECTA
Despierta, Señor, la voluntad de tus fieles, para que, con la búsqueda más
intensa del fruto de la acción divina, reciban mayores auxilios de tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN DE LOS FIELES


Elevemos al Señor nuestras súplicas con humildad y confianza, y digámosle:
en ti creemos, Jesús crucificado y exaltado:
•  Por la Iglesia, que celebra con alegría a Cristo como Rey. Que sepa vivir y
transmitir el Reino de los Cielos, de paz y de perdón, que Jesús anunció. Ro-
guemos al Señor.
•  Por todos los que tienen un ministerio en la Iglesia. Que nunca caigan en
la tentación del dominio y del poder, sino que sean servidores de los más
necesitados. Roguemos al Señor.
•  Por los que siguen esperando que el Reino de Dios se haga presente en
este mundo. Roguemos al Señor.
•  Por todas las personas que se esfuerzan por el bien común. Por los que
trabajan por la justicia y la paz en el mundo. Roguemos al Señor.
Padre bueno, que te revelas en el trono de la cruz, haz que sigamos las hue-
llas de tu hijo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

SOBRE LAS OFRENDAS


Recibe, Señor, estos dones sagrados que nos ordenaste ofrecer en honor de
tu nombre y, para que seamos por ellos gratos a tu bondad, haz que obedez-
camos siempre tus mandatos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, te pedimos que nunca permitas, a los que concedes ale-
grarse en esta participación divina, que se separen de ti. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Jesucristo, Rey del Universo  •  167

Misa de familia
Miguel Ángel Arnedo

UN REY COMO DIOS MANDA...


Ambientación. Hoy termina el año litúrgico dentro de la Iglesia. Un año en el
que hemos crecido, amado, trabajado... Nos unimos este domingo a la súplica
del ladrón... Acuérdate de nosotros cuando estés en el Paraíso, acuérdate ya
hoy mismo. Nos ponemos en situación para proclamar que Jesús es nuestro rey.

Saludo. Todas las personas importantes son anunciadas con grandes pala-
bras... Las nuestras son muy sencillas, pero verdaderas. Por eso comenza-
mos esta celebración en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Pedimos perdón.
–  Por las veces que también nosotros criticamos a Jesús y le decimos cómo
tendría que hacer las cosas. ¡Señor, ten piedad!
–  Por los momentos en que no vamos alegres a la casa del Señor, como dire-
mos en el salmo. ¡Cristo, ten piedad!
–  Por la tentación que tenemos de la grandeza, del poder, de creernos supe-
riores. ¡Señor, ten piedad!

ORACIÓN DE LOS NIÑOS


•  Por la Iglesia Universal, siempre cercana, siempre humilde, para que siga
siendo el gran testimonio de este mundo que nunca mira lo sencillo. Rogue-
mos al Señor.
•  Por Jesucristo, Rey del Universo, para que siempre se acuerde de noso-
tros. Roguemos al Señor.
•  Para que al igual que el buen ladrón sepamos reconocer a Jesús como
nuestro Salvador. Roguemos al Señor.
•  Para que pongamos a Jesús en el centro de nuestra vida, que sea nuestra
verdadera razón de existir. Roguemos al Señor.
168  •  Jesucristo, Rey del Universo

•  Para que los gobernantes de este mundo aprendan de la humildad, senci-


llez y mensaje de Jesús. Roguemos al Señor.

Acción de gracias
–  Te damos gracias Padre porque los poderosos quieren gente arrodillada, y
tú simplemente quieres nuestra fe, nuestra alegría, nuestra vida feliz.
–  Te damos gracias Padre porque los poderosos hacen leyes para gobernar
y mandar, y tu único mandamiento es que nos amemos unos a otros.
–  Te damos gracias Padre, por acordarte siempre de nosotros, aunque nos
olvidemos de ti. Porque no tienes en cuenta nuestros pecados, sino la fe de
tu Iglesia. ¡Gracias, Padre!

signo de participación
Los reyes llevan corona... Hoy vamos a «coronar» a nuestros niños. Después
de la Acción de Gracias, si se considera oportuno, los catequistas van a po-
ner en la cabeza de cada niño una tira de cinta roja, como las cintas del pelo,
y que lleven colgando de un hilo un papel pequeño que ponga su nombre y
el verbo «Recuerda».
Si es posible que los niños hagan su corona al final de la reunión de cateque-
sis, mejor, ya que les hablaremos de la actitud del buen ladrón que le dijo:
«Acuérdate de mí...». Pues los niños deben recordar que Jesús siempre está
presente y nos recuerda, a cada uno con su nombre, con su rostro, con sus
cosas buenas.
Se puede completar diciendo en la otra cara del papelito lo mejor que le pue-
den decir a Jesús: amigo, compañero...
Jesucristo, Rey del Universo  •  169

Homilía
Misa de familia
Me encantan los juegos de los ocho erro- •  En lugar de militares, tiene amigos.
res, esos en los que hay dos dibujos y •  En lugar de grandes genios, tiene per-
tienes que encontrar las diferencias. ¿Os sonas normales y corrientes.
gustan a vosotros? Vamos a hacer una •  En lugar de discursos llenos de prome-
comparación de escenas en esta festivi- sas falsas dice que el Reino de Dios es
dad de Jesucristo, Rey del Universo. como una semilla, algo tan simple.
•  Los emperadores no permiten que na-
•  Los reyes están en tronos, sentados die los critique; Jesús escucha a todos.
sin ninguna incomodidad. Jesús está en •  Los reyes mueren, los imperios caen...
una cruz, lleno de dolor. El Reino de Dios lleva 2000 años con no-
•  Los reyes tienen gente alrededor ha- sotros...
ciéndole la pelota... A Jesús todo el
mundo lo critica, menos los más pobres. Todo esto es lo que marca la diferencia.
•  Los reyes tienen grandes títulos que Jesús sigue con nosotros porque para las
suenan muy bien... Jesús tiene un letrero personas lo más importante es el Amor,
en un trozo de madera a modo de burla. no el poder. Sigue con nosotros porque
•  Los reyes están pintados en grandes siempre tenemos ganas de fiesta, de ale-
cuadros, vestidos con todo lujo y rique- gría, de poder expresarnos, de sentirnos
za... Jesús está casi desnudo. escuchados...
•  Los reyes mueren acompañados de los
mejores médicos... Nadie acompañó a En este domingo recordamos que en
Jesús, solo su madre y un amigo. nuestra vida debe reinar el cariño, la
sonrisa, el abrazo... Todos los reinos tie-
Como podemos ver, hay muchas diferen- nen banderas que los representan... Oja-
cias, y nosotros hoy celebramos que Je- lá la bandera de nuestra parroquia fuera
sucristo no es solo rey de la tierra, sino hoy la sonrisa de todos los que estamos
de todo el universo... Es decir, del cielo y aquí. Ojalá al salir por esa puerta todos
la tierra, de todo lo que existe... Vamos a dijéramos: «Merece la pena ser cristia-
explicarlo. no» «Merece la pena vivir» Esa es nues-
tra razón, la razón por la que cada do-
Los judíos pensaban que el Mesías que mingo hacemos presente a Jesús en este
iba a salvarlos iba a ser todopoderoso, altar, para que día a día su reino siga
un gran jefe de un imperio, alguien que con nosotros.
dominara la tierra... Pero llega Jesús y
pone todo patas arriba: Que igual que le pasó al buen ladrón, Je-
sús se acuerde de nosotros para estar
•  En lugar de armas, usa el amor. con él... Gracias chicos.
170  •  Jesucristo, Rey del Universo

El Evangelio en casa

Ambientación
La palabra «salvación» ha dejado de ser evidente. Más aún, ha dejado de ser
usual. En todo caso se habla de «salvarse» en programas de televisión, de esos
que todo lo ridiculizan y banalizan. O de «salvar el cabello» en caso de que la
calvicie aceche. También, con sentido más importante, hablamos de «salvarse
de una enfermedad o de un accidente». Pero ¿quién habla ya de salvar el alma;
o, de forma menos expresiva, religiosamente hablando, de «salvarse» pensan-
do en la otra vida?

Nos preguntamos
¿Uso alguna vez los términos «salvación» o «salvarse» en mis conversaciones
habituales? ¿Cuándo los uso, con quién, con qué sentido? ¿Debemos buscar
otras palabras que sean hoy más significativas que las de «salvarse-condenar-
se»? Hablando en un sentido religioso ¿quién salva y quién condena?

Escuchamos la Palabra: Lucas 23,35-43.

Nos dejamos iluminar


La experiencia cristiana es una experiencia de haber sido «liberados», «com-
prados», «rescatados», «recuperados», si le damos un sentido de dejar atrás
una carga, un peso, o una esclavitud. También podemos decir que la expe-
riencia cristiana de la salvación es «encuentro», «dicha», «fuerza», «valen-
tía», «libertad»... Todo esto es consecuencia de la salvación. La gran parado-
ja cristiana es que esta salvación no la tenemos que conquistar uno a uno,
sino que nos ha sido regalada en la cruz de Cristo.

Seguimos a Jesucristo hoy


La cruz de Cristo no es símbolo del fracaso de la humanidad, ni del triunfo de
una maldición. La Iglesia celebra, en la cruz de la entrega amorosa de Cristo,
en su perdón incondicional, la salvación de Dios. Cristo Rey salva; la salva-
ción real y regia de Cristo nace y reside en su cruz, transformada de sentido.
Jesucristo, Rey del Universo  •  171

Plegaria

TODOS SOMOS PILATO

El fuerte impone sus normas


y el débil cumple por miedo.
Ve, pero no puede ver,
acata sin rechistar, calla sin querer.

El violento exige obediencia,


sin medir el posible dolor.
El cínico se burla de todo,
Ni respeta, ni sabe respetar,
ni se lo plantea, tampoco lo pretende.

El retorcido extrema su argumento,


rozando el absurdo, lo ridículo,
traspasando el sentido común.
El soberbio desprecia al sencillo,
al empobrecido y al debilitado,
al cándido y al ninguneado.

¿Quién de nosotros, por cansancio, dejadez o temor,


no hemos aplaudido al felón y al falso?
Luego, con porte sereno, medido, ajustado,
ensalzamos a Jesús y renegamos del romano.

Seamos sinceros.
Dejemos que el corazón nos delate.
¡Cuántas veces, en la vida,
también nosotros somos Pilato!

Pedro Fraile
RECURSOS
PARA LA VIDA COMUNITARIA
• La carta-exhortación Christus vivit
del papa Francisco para los jóvenes,
un documento para toda la Iglesia
• Cultura de la vida frente a la de la muerte
• «Tú eres la razón de mi vida»
• Cuestiones previas a la fe:
«Con los pies en la tierra»
• Lectio divina. «Di una palabra y mi criado
sanará» (Lc 7,1-10)
• Dar gracias con niños:
Tú eres mi Dios, te doy gracias
Recursos  •  175

PARA APRENDER
LA CARTA-EXHORTACIÓN
CHRISTUS VIVIT
DEL PAPA FRANCISCO PARA
LOS JÓVENES, UN DOCUMENTO
PARA TODA LA IGLESIA
Ángel Lorente

El papa Francisco firmó en el san- experiencia de paternidad que has te-


tuario mariano de Loreto la carta-ex- nido no sea la mejor, tu padre de la
hortación apostólica Christus vivit el tierra quizá fue lejano y ausente o,
pasado 25 de marzo con una frase por el contrario, dominante y absor-
que da título a la misma. En efecto, bente. O sencillamente no fue el pa-
les dice a los jóvenes que «Cristo vi- dre que necesitabas. No lo sé. Pero lo
ve. Él es nuestra esperanza y la ju- que puedo decirte con seguridad es
ventud más hermosa de este mun- que puedes arrojarte seguro en los
do. Todo lo que toca se hace joven, brazos de tu Padre divino».
se hace nuevo, se llena de vida... ¡Él Es cierto que el papa se dirige así,
vive y te quiere vivo!». De este mo- de forma especial a los jóvenes, tras
do, el pontífice alterna el formato las aportaciones del sínodo de octu-
epistolar, dirigido a cada joven de tú bre sobre la llamada a la vocación
a tú, con una serie de orientaciones cristina de la juventud; sin embargo,
pastorales para toda la iglesia: «A to- también lo hace para toda la Iglesia.
dos los jóvenes cristianos les escribo Por eso es necesario dar a conocer
con cariño esta carta» (nº 3). esta carta-exhortación apostólica, di-
fundirla y tenerla en cuenta en los
1. Objetivo y destinatarios planes pastorales diocesanos del
(nº 1-4) curso 2019-2020 y en toda la pasto-
El gran objetivo que se plantea el pa- ral juvenil: en los consejos diocesa-
pa es transmitir a los jóvenes el men- nos de pastoral, en las delegaciones
saje de que Dios los ama: «Ante todo diocesanas de pastoral juvenil, en
quiero decirle a cada uno la primera las parroquias, en los colegios católi-
verdad: «Dios te ama». (...) Quizá la cos, en las asociaciones de jóvenes
176  •  Recursos

cristianos de carácter diocesano o li- De alguna manera se puede afirmar


gadas a órdenes religiosas, en las co- que se ha reescrito el documento fi-
fradías, en las clases de Religión Ca- nal del sínodo sobre los jóvenes,
tólica con adolescentes y jóvenes; en que sigue teniendo valor en sí mismo
suma, allí donde se trabaja pastoral- (nos referimos a él hace unos meses
mente con ellos, es necesario tenerla en esta publicación de Eucaristía),
en cuenta. ¿Por qué? No es algo op- con incorporaciones de mensajes que
tativo, es el fruto de todo un sínodo dio el papa en la Jornada Mundial
en el que los jóvenes católicos tam- con los Jóvenes en Panamá, el pasa-
bién han participado. El papa hace do mes de enero. Pero Carmen Álva-
un breve recuento del camino segui- rez, experta en Pastoral juvenil, con-
do para llegar a este documento: sidera que los jóvenes esperaban otro
«Me he dejado inspirar por la rique- tipo de documento «con criterios más
za de las reflexiones y diálogos del explícitos», según declaró en la revis-
sínodo del año pasado», dice Fran- ta Vida Nueva digital.
cisco. Y añade: «De ese modo, mi
palabra estará cargada de miles de
voces de creyentes de todo el mun- 2. Estructura de la exhortación
do que hicieron llegar sus opiniones en nueve capítulos
al sínodo. Aun los jóvenes no cre- y un breve epílogo
yentes, que quisieron participar con
Se estructura en una introducción
sus reflexiones, han propuesto cues-
con 4 números, 9 capítulos y un epí-
tiones que me plantearon nuevas
logo breve. Veámoslo recogiendo al-
preguntas». «He tratado de asumir
gunos números y citas de Francisco
en la redacción de esta carta las pro-
que nos animen a leer y trabajar el
puestas que me parecieron más sig-
documento completo.
nificativas» (nº 4).
Muchos de sus mensajes nos inter-
Capítulo 1º: ¿Qué dice la Palabra de
pelan a los católicos de todas las
Dios sobre los jóvenes? (nº 5 a 21)
edades, porque, siguiendo las reco-
mendaciones del sínodo celebrado Francisco retoma las Sagradas Escri-
en octubre de 2018, aboga por una turas y responde a la pregunta ¿Qué
Iglesia de puertas abiertas y sensible dice la Palabra de Dios sobre los jóve-
a las grandes cuestiones sociales, in- nes?  Su respuesta recorre el Antiguo
cluida la igualdad de la mujer joven Testamento y recuerda figuras como
o adulta. Se trata de una reflexión Gedeón, Samuel, el Rey David, Jere-
que busca estimular a todos y ofrece mías y Rut. Sin embargo, cita el Nue-
planteamientos generales para el dis- vo Testamento para plantear: «El que
cernimiento eclesial en esta materia. es mayor entre vosotros, se hace co-
Recursos  •  177

mo el más joven» (Lc 22,26). Para Je- pacios donde resuene la voz de los
sús, la edad no establecía privilegios, jóvenes». Ellos ayudarán a mante-
y que alguien fuera más joven no sig- ner joven la Iglesia. «A través de la
nificaba que valiera menos». santidad de los jóvenes, la Iglesia
puede renovar su ardor espiritual y
Capítulo 2º: Jesucristo siempre joven su vigor apostólico». Finalmente,
(nº 22 a 63) recuerda el papa a figuras como
María, san Sebastián, san Francisco
Dedicado a ver la figura de «Jesu-
y otros muchos, jóvenes que apos-
cristo siempre joven», el papa se ins-
taron y creyeron en el proyecto de
pira en el pasaje de la visita de Jesús
Jesús.
y sus padres al templo de Jerusalén
y nos recuerda que Jesús no es un
Capítulo 3º: Ustedes son el ahora de
solitario. Por ello, «gracias a la con-
Dios (nº 64 a 110)
fianza de sus padres..., se mueve li-
bremente y aprende a caminar con Francisco comienza valorando el
todos los demás». De este hecho el aporte de los jóvenes a sus iglesias lo-
papa infiere que: «Jesús tenía una cales con estas significativas palabras
confianza incondicional en el Padre, que ponen en el centro a los jóvenes:
cuidó la amistad con sus discípulos, «... cuando la Iglesia abandona es-
e incluso en los momentos críticos quemas rígidos y se abre a la escucha
permaneció fiel a ellos. Manifestó disponible y atenta de los jóvenes, es-
una profunda compasión por los ta empatía la enriquece, porque per-
más débiles, especialmente los po- mite que los jóvenes den su apor­
bres, los enfermos, los pecadores y tación a la comunidad, ayudándola
los excluidos. Tuvo la valentía de en- a abrirse a nuevas sensibilidades y a
frentarse a las autoridades religiosas plantearse preguntas inéditas». El pa-
y políticas de su tiempo; vivió la ex- pa invita a tomar conciencia que no
periencia de sentirse incomprendido se puede hablar de una sola juven-
y descartado; sintió miedo del sufri- tud, ya que esta es una realidad va-
miento y conoció la fragilidad de la riada, multicultural y no se expresa
pasión». Se recomienda leer los nú- de la misma manera donde los jóve-
meros 35 y 36 y 41-42. nes son mayoría que donde los jó­
El papa llama la atención en este venes son minoría. Tampoco es igual
capítulo a toda la Iglesia y no solo donde los jóvenes están más cerca de
a los jóvenes, por el peligro de per- las oportunidades que ofrece la globa-
der el entusiasmo y compromiso, y lización, que aquellos que viven en
solicita que se les escuche mucho los márgenes, en las periferias y
más: «Nos hace falta crear más es- amarguras de las sociedades; aquellos
178  •  Recursos

que tienen familias y viven con ellas y que todos necesitamos escuchar
los que, por migraciones y guerras, se siempre, una y otra vez». La primera
encuentran solos, como bien conoce- es: «Dios te ama. Nunca lo dudes,
mos en España con la inmigración y más allá de lo que te suceda en la
los refugiados que nos llegan (nº 91- vida. En cualquier circunstancia,
94). Se recomienda leer el nº 81 sobre eres infinitamente amado». La se-
los jóvenes y la sexualidad y el nº 90 gunda verdad es que «Cristo, por
sobre juventud y mundo virtual. amor, se entregó hasta el final para
En este capítulo, el papa expresa so- salvarte». Nunca olvides que «Él
bre el tema de los abusos y de la pe- perdona setenta veces siete». La ter-
derastia en la iglesia: «quiero expre- cera verdad consiste en que  «Mata-
sar con cariño y reconocimiento mi ron al santo, al justo, al inocente,
gratitud hacia quienes han tenido la pero Él venció. El mal no tiene la úl-
valentía de denunciar el mal sufrido: tima palabra. En tu vida el mal tam-
ayudan a la Iglesia a tomar concien- poco tendrá la última palabra, por-
cia de lo sucedido y de la necesidad que tu Amigo que te ama quiere
de reaccionar con decisión». El papa triunfar en ti. Tu salvador vive». «El
anima a los jóvenes, recordando que Espíritu Santo te hace entrar cada
«Cuando se entusiasman por una vi- vez más en el corazón de Cristo para
da comunitaria, son capaces de gran- que te llenes siempre más de su
des sacrificios por los demás y por la amor, de su luz y de su fuerza».
comunidad. En cambio, el aislamien-
to los debilita y los expone a los peo- Capítulo 5º: Caminos de juventud
res males de nuestro tiempo». (nº 134 a 178)
Aquí nuestro pontífice responde a la
Capítulo 4º: El gran anuncio para to-
pregunta: ¿Cómo se vive la juventud
dos los jóvenes (nº 111 a 133)
cuando nos dejamos iluminar y
Este capítulo sería el eje de la exhor- transformar por el gran anuncio del
tación para Tinajero, experto en pas- Evangelio? Para el papa la juventud
toral juvenil, porque en él se expone es un tiempo bendito para el joven y
el gran anuncio, el kerigma, y de ahí una bendición para la Iglesia y el
en adelante se expresan caminos, mundo. Es una alegría, un canto de
orientaciones, esperanzas y pro- esperanza y una bienaventuranza.
puestas que valoran la realidad del Apreciar la juventud implica ver este
joven y que ofrecen guiños para su tiempo de la vida como un momen-
acompañamiento, según declaró a la to valioso y no como una etapa de
revista digital Vida Nueva. El papa paso donde la gente joven se siente
se centra en «tres grandes verdades empujada hacia la edad adulta. Por
Recursos  •  179

esta razón les invita: «Remen mar Capítulo 7º. La pastoral «popular» y
adentro, salgan de ustedes mismos». misionera de los jóvenes (nº 202 a
Se propone leer los nº 162 y 174: ca- 247)
da joven tiene que buscar su propio
El séptimo capítulo está dedicado a
camino de santidad y en el nº 169
la pastoral de los jóvenes. Es rele-
les propone que salgan a luchar por
vante que hagamos una pastoral ju-
la justicia social en la sociedad.
venil sinodal (nº  203 a 208), que
busquemos lo central de la forma-
Capítulo 6º: Jóvenes con raíces
ción cristina (nº 213-214) y que cui-
(nº 179 a 201)
demos el papel de la escuela católica
Para Francisco es fundamental tener (nº 221 a 222).
raíces, porque es estar conectado a El papa afirma que en la iglesia
una historia, a una familia, a una «... se está creciendo en dos aspec-
cultura, a unos amigos, a unos vie- tos: la conciencia de que es toda la
jos a los que hay que escuchar, aun- comunidad la que evangeliza (a los
que no siempre seguir. No se trata jóvenes) y la urgencia de que ellos
de caer en la adoración de la juven- tengan un protagonismo mayor en
tud, pues corremos el peligro de lle- las propuestas pastorales». Casi na-
var una vida superficial: «Queridos da el reto que nos lanza, y así el pa-
jóvenes, no acepten que usen su ju- pa nos anima a encontrar nuevos
ventud para fomentar una vida su- caminos, creativos y audaces, donde
perficial, que confunde la belleza la Iglesia institucional, tomemos no-
con la apariencia. Mejor sepan des- ta, sea más flexible y sinodal, y «les
cubrir que hay hermosura en el tra- ofrezcan, a los jóvenes, un lugar
bajador que vuelve a su casa sucio y donde no solo reciban una forma-
desarreglado, pero con la alegría de ción, sino que también les permitan
haber ganado el pan de sus hijos. compartir la vida, celebrar, cantar,
Hay una belleza extraordinaria en la escuchar testimonios reales y experi-
comunión de la familia junto a la me- mentar el encuentro comunitario
sa y en el pan compartido con gene- con el Dios vivo». Según los exper-
rosidad, aunque la mesa sea muy tos citados en pastoral juvenil, el pa-
pobre. Hay hermosura en la esposa pa subraya y ofrece la novedad de
despeinada y casi anciana, que per- hablar de una pastoral «popular» ju-
manece cuidando a su esposo enfer- venil, más amplia, que tenga una
mo más allá de sus fuerzas y de su actitud misionera, hacia afuera y en
propia salud». Tenemos que caminar la calle con otros jóvenes, aunque
juntos jóvenes, adultos y ancianos no sean cristianos. Insiste en que
(nº 199). sean acompañados los jóvenes por
180  •  Recursos

la comunidad (nº 230-234 y 243). del momento» y propone lo siguiente:


Pero el papa no pretende hacer un «Formar la conciencia es camino de
manual o guía de pastoral juvenil, toda una vida, en el que se aprende a
sino que Francisco remite al docu- nutrir los sentimientos propios de Je-
mento final del sínodo de octubre en sucristo, asumiendo los criterios de
el que se ofrecen propuestas para re- sus decisiones y las intenciones de su
novar la pastoral juvenil. manera de obrar» (cf. Flp 2,5). Nos
recuerda que «El regalo de la voca-
Capítulo 8º: La vocación y el trabajo ción será sin duda un regalo exigen-
(nº 248 a 277) te» Por eso, «Cuando el Señor suscita
Para el papa: «Lo fundamental es una vocación no solo piensa en lo
discernir y descubrir que lo que que eres, sino en todo lo que junto a
quiere Jesús de cada joven es ante Él y a los demás podrás llegar a ser».
todo su amistad». En esa amistad, En este camino, el papa presenta una
afirma, «Somos llamados por el Se- metodología para el discernimiento
ñor a participar en su obra creadora, de la vocación: escuchar la llamada
prestando nuestro aporte al bien co- del gran amigo Jesús y la atención a
mún a partir de las capacidades que la persona del joven. Esta acción es
recibimos». La vocación, por tanto, ayuda para el discernimiento perso-
«es un camino que orientará muchos nal y sensibilidad a escuchar los im-
esfuerzos y muchas acciones en una pulsos que el otro experimenta y ayu-
dirección de servicio. Por eso, en el dar a que el otro escuche estos
discernimiento de una vocación es impulsos. Así, el discernimiento es un
importante ver si uno reconoce en sí instrumento para seguir al Señor.
mismo las capacidades necesarias
para ese servicio específico a la so- Y al final... un deseo del papa
ciedad». Dentro de las dimensiones A modo de epílogo, concluye la car-
tratadas, quiero destacar el tema del ta con el nº 299 de la exhortación,
trabajo y del empleo tan relevante en el que Francisco expresa este de-
en la pastoral obrera de toda la igle- seo: «Queridos jóvenes, seré feliz
sia (nº 268 a 273). viéndolos correr más rápido que los
lentos y temerosos. Corran atraídos
Capítulo 9º: El discernimiento sobre por ese Rostro tan amado, que ado-
la vocación del joven (nº 278 a 298) ramos en la Sagrada Eucaristía y re-
El papa parte del hecho de que «sin la conocemos en la carne del hermano
sabiduría del discernimiento pode- sufriente. El Espíritu Santo los em-
mos convertirnos fácilmente en ma- puje en esta carrera hacia adelante.
rionetas a merced de las tendencias La Iglesia necesita su entusiasmo,
Recursos  •  181

sus intuiciones, su fe. ¡Nos hacen pos «Los jóvenes, la fe y el discerni-


falta! Y cuando lleguen donde noso- miento vocacional» (XV Asamblea
tros todavía no hemos llegado, ten- General Ordinaria). Francisco nos
gan paciencia para esperarnos». remite a este documento en el que
Hasta aquí un breve recorrido por se ofrecen propuestas para renovar
los capítulos para motivar su lectu- la pastoral juvenil.
ra, consulta y reflexión por parte de
todos los cristianos, pero en particu- 3.  El papa nos llama a hacer una
lar por los jóvenes. A continuación, pastoral juvenil sinodal (del nº 203 al
planteamos algunas sugerencias pa- 208). Esta es una ocasión para pre-
ra la reflexión comunitaria. guntarnos cómo vamos a aplicar los
mensajes de la exhortación en nues-
3. Algunas sugerencias tras programaciones diocesanas y
para trabajar y difundir parroquiales y cómo nos debe inter-
pelar para desarrollar una pastoral
la exhortación del papa
juvenil verdaderamente diocesana y
en el curso 2019-2020 coordinada en comunión con la dió-
1.  ¿A qué formas de trabajo pastoral cesis y no cada uno por su lado con
nos debe conducir esta afirmación sus «capillismos» (coordinadoras que
del papa: «...los jóvenes son agentes no son inclusivas, pastoral educativa
de la pastoral juvenil, acompañados en algunos colegios sin conexión con
y guiados, pero libres para encontrar la diócesis, asociaciones juveniles li-
caminos nuevos con creatividad y gadas a órdenes religiosas que a ve-
audacia»? (nº 203). ces van por libre, labor de los cate-
quistas de confirmación y de los
2.  Consultemos de nuevo el docu- profesores de Religión en centros de
mento final del sínodo de los obis- Secundaria, etc.).
182  •  Recursos

PARA COMPROMETERSE
Cultura de la vida
frente a la de la muerte
Francisco José Pérez

«Para mantener un estilo de vida – Aumenta las desigualdades econó-


que excluye a otros... se ha desarro- micas, de género, clase, proceden-
llado una globalización de la indife- cia, edad... que expulsan a millones
rencia. Casi sin ser conscientes de de personas a las periferias.
ello, terminamos siendo incapaces – La vida de muchas personas es ca-
de sentir compasión por el clamor da vez más precaria pero, a pesar de
de los pobres... como si todo esto la gravedad de la situación, pasa po-
fuera la responsabilidad de alguien lítica y socialmente desapercibida.
más y no la nuestra» (Papa Francis- – El cambio climático, el agotamien-
co, Evangelii Gaudium 54). to de energía y materiales... están
colapsando nuestro ecosistema,
•  El colapso moral de la sociedad mientras muchos siguen creyendo
Esa globalización de la indiferencia que la destrucción del hábitat sea el
tiene que ver con el colapso moral y precio que hay que pagar para con-
la tentación de inocencia, ante los gra- seguir bienestar...
ves problemas sociales en nuestra so- La lista es inacabable y pone de re-
ciedad. Algunos ejemplos de hechos lieve una sociedad enferma, pues
que suelen dejarnos indiferentes: nos movemos en una deriva moral
– El 1% de la población adulta aca- que nos convierte en analfabetos
para el 40% de la riqueza mundial, emocionales, cómplices del dolor y
mientras un 50% apenas cuenta con sufrimiento del presente.
el 1% de la riqueza.
– Es pública la relación entre el col- •  La «normalidad» de la cultura de
tán (mineral vital para el desarrollo la muerte
de móviles, videoconsolas, portáti- Lo grave es que gran parte de la hu-
les...) y la guerra que sufre el Congo manidad asumimos esas situaciones
desde 1997, y que ya ha causado ca- como si fueran algo normal; sin em-
si cinco millones de víctimas. Pero bargo, se trata de patologías de la nor-
los seguimos consumiendo sin nin- malidad, que sostienen y fomentan la
gún remordimiento. cultura de la muerte. Entre ellas:
Recursos  •  183

1. La patriarcal. La cultura patriarcal medioambiente provoca más injusti-


es aquella que legitima y reproduce cia. La tierra está enferma; «clama
relaciones de dominio-sumisión, de por el daño que le provocamos a cau-
paternalismo-dependencia entre el sa del uso irresponsable y del abuso
hombre y la mujer, e incapacita a las de los bienes que Dios ha puesto en
personas para establecer relaciones ella... Hemos crecido pensando que
maduras e interdependientes; a me- éramos sus propietarios y dominado-
nudo mediante una imposición vio- res, autorizados a expoliarla (LS 2). El
lenta que produce daño físico y psí- resultado: pobreza, hambre, desnutri-
quico e incluso la muerte; de la ción...; desplazamientos forzados por
violencia machista de los hombres causas económicas, climáticas...; ex-
sobre las mujeres. plotación laboral, comercio de perso-
El patriarcado se ha instalado en nas...; exclusión social, inequidad en
nuestras mentes como forma natural consumo de energía y servicios...
de comportamiento, haciendo que
aceptamos la invisibilización de las 4. La consumista. La que ha conver-
mujeres; su encasillamiento en de- tido nuestro planeta en un estercole-
terminados perfiles y actividades la- ro y al ser humano en un esclavo
borales; su marginación de los pues- permanentemente frustrado, de for-
tos de responsabilidad y poder; sus ma que cuanto más consume, más
múltiples trabajos de madres, espo- se esclaviza identificando así alegría
sas, hijas, amas de casa y profesio- con felicidad, bienestar material con
nales o su situación subordinada y vitalidad y capacidad de elegir, com-
dependiente de los hombres. prar y consumir.

2. La económica. La que considera el 5. La rutinaria. La que nos obliga a


crecimiento económico es el indica- actuar con patrones estereotipados,
dor básico del avance de la sociedad, incuestionables y dogmáticos que
y coloca la acumulación de capital en producen y reproducen injusticias,
el centro del sistema. El resultado, un discriminaciones, privilegios.
crecimiento, producción y consumo
sin límites, que atentan contra la vida 6. La burocrática. La que privilegia e
de las personas y del planeta, que son impone las relaciones de mando/
reducidas a mercancías... obediencia y subordinación/sumi-
sión estableciendo separaciones, je-
3. La ecológica. Un modelo de desa- rarquía.
rrollo basado en el beneficio econó-
mico, el consumo y la acumulación 7. La democrática. La que reduce la
que depreda, lleva a un deterioro del participación a la representación, y
184  •  Recursos

la reduce a una mera representación se manifiesta en aburrimiento e insa-


escénica, cunado no a un ejercicio tisfacción que impide las personas
mercantil de compra/venta de vo- entenderse a sí mismas y convivir,
luntades. empujándolas a realizar muchas acti-
vidades compulsivas con objeto de
8. La bélica. La que promueve, provo- evitar la soledad y el miedo y que se
ca y estimula emociones destructivas, traduce en enfermedades sociales e
el odio al diferente, la ambición... individuales propias de nuestra épo-
aceptando como natural la guerra, el ca: estrés, depresiones, conductas
negocio de las armas, la violencia y neuróticas (angustias, obsesiones, fo-
la agresión como forma de resolver bias, manías...) acosos y violencias
los conflictos. de todo tipo (laborales, escolares, fa-
miliares, sexuales, virtuales...).
9. La espiritualista. La que promueve
comportamientos de aislamiento y se- •  El proyecto de felicidad: Claves pa-
paración de la realidad haciéndonos ra reconstruir la cultura de la vida:
caer en el intimismo, el contempla- La profundidad de las crisis que aca-
cionismo..., olvidando que el desarro- bamos de señalar nos obliga, a las
llo de la conciencia no es un asunto personas en general, y a las cristia-
exclusivo del ser interno, sino del ser nas en particular, a ser lúcidas pues
en relación con la naturaleza y con como señala el evangelio hemos de
nuestros semejantes. A menudo apa- estar atentos, vigilantes, en actitud
rece vinculada a formas comerciales de escucha. Para actuar y dar res-
de evasión y bienestar psíquico que puesta a la crisis del ser es necesario
rinden culto a gurús, religiosos o lai- escuchar, estar atentas... pues si que-
cos, que nos apartan del compromi- remos ser signo de la salvación en el
so, la generosidad, la solidaridad y la mundo actual deberemos responder
compasión con y para los demás. a los anhelos y expectativas de las
Resumiendo, estamos ante una crisis personas de hoy. En ese sentido, po-
del ser porque lo que consideramos demos decir que en la oscuridad del
como normal tiene efectos patológi- presente descubrimos dos experien-
cos. Crisis que también es de de­ cias que ocultan el rostro de Dios:
sorientación y de «vacío existencial»
•  Una profunda crisis de la idea de
porque la humanidad sufre de angus-
salvación cristiana, que se manifies-
tia, miedo, ansiedad, tristeza..., no
ta en la indiferencia...
solo porque carece de bienes, sino
porque es deficitaria de algo esencial •  La idolatría, que se manifiesta en
para la supervivencia: el sentido de la preocupación por uno mimo, el
la propia vida. Ese vacío existencial bienestar, tener dinero...
Recursos  •  185

Así, en el fondo de la crisis, parece plenitud en un mundo que ha per-


que emerge una demanda de algo y dido el sentido de la existencia, y
que es algo más que consumo, eco- nos ponen en contacto con nuestro
nomía, política, religión...: una de- deseo de algo totalmente distinto.
manda de salvación. Pero ¿qué nos Al mantener despierto nuestro de-
puede salvar en el mundo de hoy?: seo de felicidad en este mundo, las
–  Los políticos no, casi nadie los bienaventuranzas transforman el
cree. mundo.
– Los científicos tampoco, más que Lo fascinante y sorprendente es que
solucionar problemas parece que los Je­sús señala que si vivimos estas ocho
crean. actitudes participamos de Dios, somos
– ¿La economía, los empresarios...? totalmente como Dios, dichosos,
Ya hemos experimentado que cabe perfectos, libres como Dios. «Enton-
esperar de ellos. ces seréis perfectos como es perfecto
vuestro Padre celestial» (Mt 5,48).
Al final descubrimos que solo Dios
salva; que necesitamos volver a la
fuente. Reconstruir la cultura de la vi- PARA REFLEXI-ORAR
da requiere volver a la salvación te- •  ¿Cuáles crees que son las princi-
niendo en cuenta que es necesaria pales patologías de la normalidad
una doble fidelidad: a las demandas que nos afectan personalmente? ¿Y
de los hombres y mujeres de hoy y a las que afectan a la sociedad?
la Palabra de Dios. •  ¿Qué consecuencias tienen esas
Para el cristiano el Sermón de la patologías? ¿En qué medida impul-
Montaña constituye un texto cen- san una cultura de la muerte?
tral en el tema de la felicidad. De •  Tras releer el Sermón de la Monta-
hecho, en él Jesús considera ocho ña (Mt 4,23; 5,1-12; 6,9-13), ¿cómo
veces a sus oyentes como felices o podemos responder los cristianos
bienaventurados. Las bienaventu- para afirmar la cultura de la vida y
ranzas son un camino espiritual ha- qué propuestas podemos presentar a
cia la verdadera felicidad. Respon- las personas que han perdido el sen-
den a nuestro deseo de vivir en tido de la vida?
186  •  Recursos

PARA ORAR
«TÚ ERES LA RAZÓN DE MI VIDA»
Carolina Biarge

Para el que lleva la oración... (Se puede encontrar en YouTube:


https://youtu.be/Bz2F-VXB7DA)
(Como símbolo, habremos puesto en
un lugar visible vasos de plástico Las imágenes son potentes. Tocan
transparente llenos con agua, tantos temas cercanos y reales: enferme-
como participantes en la oración). dad, límite, dificultades en las rela-
ciones... Se nos queda el poso de la
Comenzamos este rato de oración si- importancia de valorar lo pequeño,
lenciándonos por fuera y por dentro, incluso en medio de la sensación de
abriéndonos a la acción de Espíritu en fracaso. Y nos puede surgir la pre-
nosotros, dejando que sea él el que gunta: ¿Qué rumbo tomar cuando
nos vivifique, refresque y conduzca. las cosas no salen como deseas?...
Nos detenemos un poco en esa pre-
(Dejamos un momento breve de si- gunta y la reflexionamos: ¿Qué me
lencio; si se desea se puede poner al- inquieta en este momento? ¿Qué
guna música suave o alguna antífo- suelo hacer cuándo las cosas no son
na de invocación al Espíritu). como deseo o planeo? Ahora se abre
un curso ante nosotros y puede que
Es momento de comienzo de curso, todo no salga exactamente según mi
de comenzar nuevas actividades, proyecto...
nuevos retos, de poner en práctica
(Dejamos un espacio de silencio para
nuevos deseos... También aparece-
la reflexión).
rán las sombras, los miedos, las in-
certidumbres, los límites... Las imágenes del vídeo también nos
Vamos a ver y a escuchar una can- invitan a ser creativos en la búsque-
ción de Pablo Alborán: «Tu refugio» da de respuestas a nuestros interro-
y el vídeo de la misma. Vamos a de- gantes, a abrirnos a la Vida. Siempre
jar que imagen y letra nos hablen en somos más, mucho más de lo que
el momento en el que estamos. imaginamos.
Tratemos de imaginar cómo nos mi-
♫ Escuchamos el canto «Tu refugio» ra Dios y cómo nos sueña... No se
de Pablo Alborán y vemos el vídeo de queda en los límites ni fracasos, sin
dicha canción. ignorarlos, nos invita a más Vida.
Recursos  •  187

(Dejamos un espacio breve de silen- ra espontánea que comparta reso-


cio orante). nancias y/ o peticiones).
La letra de la canción también dice Vemos unos cuantos vasos con agua.
cosas relevantes: «No hay nada más El agua da vida, es necesaria para
bello que intentarlo mil veces», que haya Vida. Puede simbolizar sen-
«Quién me iba a decir a mí que todo cillamente el apoyo, lo que aunque
esto existiría», «Déjame ser tu refu- demos por supuesto, no puede faltar
gio», «Déjame que yo te ayudo», en medio de cualquier situación.
«Aguantémonos la vida»... Ahora, en este momento final de la
¿Por qué no dejamos que Dios mismo, oración, Dios nos recuerda: Hay ra-
nuestro Señor, nos diga: en este co- zones para la vida. Yo soy la Vida.
mienzo de etapa...: «Déjame ser tu re- Los días pasan rápido, las dificulta-
fugio», «déjame que yo te ayudo»... ¿Y des aparecerán, pero dejemos que la
nosotros nos atrevamos a responderle Vida, Dios, nos conduzca...
con frases también de la canción: «No En medio de nuestra debilidad, de
hay nada mejor que desearte», «Eres nuestro límite, atrevámonos a decir:
como el sol», «Solo soy feliz contigo», Te amo... Tú eres mi refugio, Tú eres
«Aguántame, sostenme, la vida»... el único que da la vida... Ahora que
Vamos a proclamar juntos el salmo empieza un nuevo tramo del cami-
18 que viene a decir algo muy simi- no, un nuevo curso, sostenme.
lar a lo que hemos escuchado en la Con estas palabras resonando en
canción, pero dejemos que Dios nuestro interior vamos a ir saliendo y
mismo nos hable y nos lleve adonde bebiendo ese vaso de agua. Dejando
él quiera llevarnos... que sea Dios mismo el que imprima
(Lee toda la asamblea el salmo). en nuestro corazón que él es la razón
para la vida. Él nos la da y a él se la
Como respuesta cantamos la si-
ofrecemos. Mientras lo hacemos, vol-
guiente antífona (si no se dispone
vemos a escuchar la canción. Que
de la misma o no hay posibilidad de
ella y el gesto que vamos a hacer va-
cantar, se puede leer) ♫ Te amo, Se-
yan grabando en nosotros que Dios
ñor, fortaleza mía.
es nuestra fortaleza, nuestra fuente
Ahora, vamos a dejar un tiempo de
de Vida. Digámosle a Dios: Te amo, y
silencio orante, para dejar que todo
dejemos que él nos lo diga...
lo que hemos ido escuchando y
viendo cale en nosotros. Al final, (De manera espontánea, los partici-
con libertad, quien lo desee puede pantes en la oración van saliendo y
compartir su oración. bebiendo cada uno el agua de un va-
(Dejamos un tiempo para orar. Al fi- so mientras se escucha de nuevo la
nal del mismo quien desee de mane- canción: Tu refugio).
188  •  Recursos

Para fotocopiar...

Salmo 18 (17)
Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza;
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador.
Dios mío, peña mía, refugio mío,
escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza
y quedo libre de mis enemigos.
Me cercaban olas mortales,
torrentes destructores me aterraban,
me envolvían las redes del abismo;
me alcanzaban los lazos de la muerte.
En el peligro invoqué al Señor, grité a mi Dios:
desde su templo él escuchó mi voz,
y mi grito llegó a sus oídos.

(...)

Desde el cielo alargó la mano y me agarró,


me sacó de las aguas caudalosas,
me libró de un enemigo poderoso,
de adversarios más fuertes que yo.
Me acosaban el día funesto,
pero el Señor fue mi apoyo:
me sacó a un lugar espacioso,
me libró porque me amaba.

(...)

Señor, tú eres mi lámpara;


Dios mío, tú alumbras mis tinieblas.
Fiado en ti, me meto en la refriega,
fiado en mi Dios, asalto la muralla.
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Perfecto es el camino de Dios,


acendrada es la promesa del Señor,
él es escudo para los que a él se acogen
¿Quién es Dios fuera del Señor?
¿Qué roca hay fuera de nuestro Dios?

♫ Te amo, Señor, fortaleza mía.


Te amo, Señor, fortaleza mía, roca mía, castillo mío, mi libertador.
Dios mío, en ti confiaré. Mi escudo eres tú y la fuerza de mi salvación
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para comenzar un itinerario de fe


CUESTIONES PREVIAS A LA FE:
«CON LOS PIES EN LA TIERRA»
José Ignacio Blanco

EL OTRO, PIEDRA DE TOQUE cerrando en nuestro pequeño mun-


do de seguridades, que nos limita-
No se trata de hacer un examen mo-
mos poco a poco a «los nuestros», a
ral de conciencia (si amo al prójimo,
los que piensan igual, a los que per-
si me porto bien con los demás...),
tenecen al clan afectivo de la familia
sino de tomar conciencia del lugar
o a los amigos.
que ocupa el otro en mi vida, de las
Vivir es con-vivir. Dice E. Mounier:
experiencias vividas de encuentro o
«La persona no existe sino hacia los
desencuentro, o mejor, en qué medi-
otros, no se conoce sino gracias a
da me implico en las relaciones.
los otros, no se encuentra sino en los
Con frecuencia nos protegemos del
otros». Pero no seamos ingenuos: te-
otro, evitamos la comunicación, no
nemos suficiente historia con los
dejamos que nadie entre en nuestras
otros como para haber hecho la do-
vidas.
ble constatación:
1. Reflexión 1)  Por una parte, los otros son nues-
Vivir no equivale a «funcionar», a tra posibilidad. Hay aquellos con los
salir del paso, a responder más o que «somos nosotros-mismos» en un
menos correctamente a las expecta- sentido muy especial. Experiencias
tivas de los demás o a las tareas co- gozosas de encuentro, intimidad,
rrespondientes. confianza, compartir. Aquí, la pala-
Vivir es exponerse, dejarse afectar bra clave es el amor. Dice E. Mou-
por el otro, entrar en diálogo. ¡Cuán- nier: «El amor no es algo que se aña-
to nos cuesta el «cara a cara»! Ha- de a la persona como algo más, un
blamos de noticias, del tiempo, de lujo o un extra. Sin el amor la perso-
quehaceres... Es verdad que el adul- na no existe».
to distingue espontáneamente los
ámbitos de comunicación. Cualquie- 2)  Por otra parte, el otro es piedra
ra no es un amigo confidente. Pero de toque, cabalmente, por la expe-
también es verdad que nos vamos riencia contraria, el conflicto. La in-
Recursos  •  191

comprensión me hace desconfiado. 3. Profundización


En el rechazo del otro, salen mis
Hay una famosa «regla de oro» en el
fondos oscuros: falta de autoestima,
Evangelio, que existe también en
culpabilidad, agresividad... En una
otras tradiciones religiosas: «amarás
discusión que me tensiona, descu-
a tu prójimo como a ti mismo»
bro mi mundo emocional, mi necesi-
dad de autoafirmación o de depen- 1)  Hoy se dice mucho que, para
dencia, me hago vulnerable... amar al prójimo, primero hay que
amarse a sí mismo. Tiene mucho de
Pero en el conflicto es, también, verdad: sin autoestima, el otro difí-
donde maduro en libertad y se desa- cilmente es persona; sin tenerse en
rrolla mi calidad de amor: respeto al cuenta a sí mismo, la dedicación al
otro, situarme en su lugar, capaci- otro termina en tiranía..., pero tiene
dad de perdón... mucho de trampa: ¿no consiste el
amor precisamente en salir de sí?
2. Cuestionario 2) Soy tan egocéntrico, amo tan intere-
1) ¿Te han ayudado las reflexiones sadamente, que, para saber lo que es
anteriores a distinguir entre el exa- el amor al otro, tengo que tomar con-
men que analiza el comportamiento ciencia de cómo me quiero, me auto-
y la importancia de vivir en relación compadezco y justifico, estoy apegado
con el otro? a mis ideas y proyectos, lo que hago
por mí, los míos y mis cosas...
2) Compartir experiencias positivas
3) La regla no es cuestión comercial
de encuentro con otras personas,
(tanto cuanto), sino toda una dinámi-
que nos han hecho más personas.
ca de vida, que solo soy en relación
con los otros; que el amor es fuerza
3) Y también experiencias de con-
real dentro de nosotros mismos, pero
flicto, que nos han madurado, o, al
que no se puede quedar en nosotros.
revés, que nos han hecho desconfia-
dos, duros... 4) Nédoncelle define al amor: «Vo-
luntad de promover al otro en cuan-
4) Comentar esta frase de Follerau: to otro». Voluntad, no mero senti-
miento. ¿Qué opinas? Promover
«No se trata de enjugar una lágrima, significa que el otro tiene dentro ca-
lo cual se hace pronto; ni de sentir pacidad propia. Lo contrario del pa-
un poco de misericordia, lo cual es ternalismo protector, que no cree en
fácil. Se trata de no aceptar ya ser la capacidad del otro. El amor perci-
felices solos». be la diferencia y ama la diferencia.
192  •  Recursos

PARA REFLEXIONAR
LECTIO DIVINA.
«DI UNA PALABRA Y MI CRIADO
SANARÁ» (LC 7,1-10)
Pedro Fraile

En aquel tiempo, cuando terminó –«Os digo que ni en Israel he encon-


Jesús de hablar a la gente, entró en trado tanta fe».
Cafarnaún. Un centurión tenía en- Y al volver a casa, los enviados en-
fermo, a punto de morir, a un criado contraron al siervo sano.
a quien estimaba mucho. Al oír ha-
blar de Jesús, le envió unos ancia- LECTURA/LECTIO
nos de los judíos, para rogarle que
fuera a curar a su criado. Ellos, pre- Jesús entra en Cafarnaún, ciudad
sentándose a Jesús, le rogaban enca- que ha elegido como punto de refe-
recidamente: rencia en su predicación itinerante,
–«Merece que se lo concedas, por- si bien él no es originario de allí.
que tiene afecto a nuestro pueblo y Viene de «hablar a la gente», de
nos ha construido la sinagoga». anunciar el Reino a cuantos le quie-
Jesús se fue con ellos. No estaba le- ren oír, indicando que era algo habi-
jos de la casa, cuando el centurión tual, corriente, que no llamaba la
le envió unos amigos a decirle: atención, sin más detalles de espacio
–«Señor, no te molestes; no soy yo o de tiempo. Sin embargo, Lucas, co-
quién para que entres bajo mi techo; mo también Mateo, que recoge esta
por eso tampoco me creí digno de misma escena, hace una primera
venir personalmente. Dilo de pala- precisión: un centurión romano lo
bra, y mi criado quedará sano. Por- busca. No es extraño, pues en aque-
que yo también vivo bajo disciplina llos tiempos Galilea estaba sometida
y tengo soldados a mis órdenes, y le a los romanos, aunque tuvieran a
digo a uno: “Ve”, y va; al otro: “Ven”, Herodes Antipas como «rey títere».
y viene; y a mi criado: “Haz esto”, y Por Cafarnaún pasa la Via Maris, por
lo hace». lo que no es de extrañar la presencia
Al oír esto, Jesús se admiró de él y, de militares romanos para controlar
volviéndose a la gente que lo seguía, los caminos de Galilea, el tráfico de
dijo: mercancías y la población. Otro de-
Recursos  •  193

talle importante: el centurión no pi- de los sentimientos de Jesús, si bien


de a Jesús que lo cure a él, sino a un a veces los evangelios los muestran:
siervo, a un criado suyo, al que apre- «se compadeció», «se entristeció»,
cia mucho. Un tercer detalle a con- «alabó». En este caso Lucas nos dice
templar: el centurión no va en perso- que Jesús se «admiró por la fe de es-
na, sino que envía a unos ancianos te hombre».
del lugar para que hagan de interme- La escena concluye sin decirnos si
diarios ante Jesús, y además añaden Jesús llegó a ver al enfermo (se so-
un argumento curioso, que solo lo breentiende que no), y por otra par-
vemos aquí en los evangelios sinóp- te con la recuperación del siervo: la
ticos: le piden que lo ayude porque palabra de Jesús es eficaz.
«nos ha construido una sinagoga».
El relato de Lucas continúa con la de- MEDITACIÓN/MEDITATIO
cisión que toma Jesús: «se fue con
ellos». A nosotros no nos extraña, pe- El texto que hemos leído nos pro-
ro seguro que fue sorprendente que porciona, al menos, tres líneas de
Jesús acudiera a la llamada de un ex- meditación. Por una parte, la peti-
tranjero (pagano), que además forma- ción de un pagano a Jesús, y la aten-
ra parte de las fuerzas de ocupación. ción que Jesús le presta. Por otra, la
Lo más importante viene ahora. Se fe del centurión, que supera a la de
produce un movimiento de los per- los propios judíos. Por último, la efi-
sonajes en la escena: Jesús va, pero cacia de la palabra de Jesús, que se
el centurión es el que envía, por se- cumple, que se realiza.
gunda vez, mensajeros para disua- Lo primero que nos llama la aten-
dirlo. El centurión no se siente dig- ción es el personaje: un soldado ro-
no («no soy quién») de que Jesús mano. A todas luces un enemigo del
vaya a su casa. Más aún, como for- pueblo, pues representa a las fuer-
ma parte de la disciplina militar, sa- zas de ocupación. Es verdad que Lu-
be que la palabra pronunciada con cas añade un detalle curioso: es un
autoridad es eficaz en sí misma. No hombre bueno que incluso ha cons-
hay que dar explicaciones, ni pedir truido para la comunidad judía una
excusas, no justificar ante los súbdi- sinagoga. No sabemos más, pero el
tos el porqué de la orden. El centu- detalle en sí nos dice que tenía cier-
rión cree firmemente en la autoridad ta reputación entre los ciudadanos
de Jesús, incluso sobre las enferme- de Cafarnaún. Dos personajes frente
dades, y pide que intervenga para a frente: Jesús, para muchos un pro-
que se cure su criado. feta galileo que es del pueblo senci-
Lucas dice que Jesús «se admiró». llo y un soldado que representa una
No son frecuentes las indicaciones autoridad militar. Dos formas distin-
194  •  Recursos

tas de autoridad, dos formas distin- te caso, la palabra de Jesús traspasa


tas de vivir en un mismo espacio, y culturas (el centurión es romano),
dos credos distintos. Jesús es judío, traspasa religión (el centurión es pa-
el romano no lo es: es un pagano. gano), traspasa odios (el centurión es
Sin embargo, y esta sería ya la se- un opresor), traspasa miedos (el cen-
gunda reflexión, el centurión parte turión representa lo peor para el
de una experiencia cotidiana (vive pueblo). La palabra de Jesús traspa-
en régimen castrense, por lo tanto sa límites culturales y sociales, para
sometido a órdenes superiores y él abrirse a la novedad del Reino: tam-
mismo emite órdenes a los inferio- bién para los romanos, también para
res), que para él es «su lógica». De los enfermos que no son del pueblo
esta «autoridad primaria» se colige judío, ha llegado la salud.
un cumplimiento. Una orden no pue- Jesús actúa movido por la admira-
de dejar de ser cumplida, son pena ción de la fe de aquel hombre. Jesús
de desacato o insubordinación. Por se admira, y nosotros también, lejos
eso la petición del centurión es «lógi- de encerrarnos en nuestros esquemas
ca», pues sigue su forma de pensar y caducos y compactos, debemos abrir-
de actuar. El centurión, que en un nos a la novedad, a la posibilidad de
momento de humildad no quiere ni seguir admirándonos por aquello que
siquiera que Jesús vaya a su casa, no controlamos, o que no tenemos
cree firmemente que solo con la pa- «cerrado con cuatro llaves».
labra que pronuncien los labios de
Jesús, el criado recuperará la salud.
ORACIÓN/ORATIO
Llegamos al tercer punto de nuestra
meditación. La palabra de Jesús es Buen Dios, Padre de toda la humani-
eficaz, lo que pronuncia, se cumple. dad. Nosotros solemos hacer distin-
Jesús tiene una autoridad que no ciones: este es «negro y espiritista»,
procede de él mismo, sino de quien este es «blanco y cristiano»; este es
la ha enviado. Los evangelistas re- «un peligroso embaucador»; «este
cuerdan en otras ocasiones, y así lo es un militar de profesión»... Sole-
hacen ver, cómo la autoridad de Je- mos añadir un calificativo al nombre
sús llama la atención. Unas veces en de las personas... Jesús, en tu evan-
contraste con la de los fariseos y los gelio, no rechaza al centurión roma-
maestros de la ley, que hablan como no, y podía hacerlo... porque era ex-
charlatanes, pero sus palabras son tranjero, no era judío, y además
volátiles, vacuas, fútiles. Otras veces representaba a las fuerzas de ocupa-
la gente se hace eco, maravillada, de ción. ¡Qué torpes somos, buen Dios,
cómo Jesús cumple lo que habla. En cuando ponemos «etiquetas» para
él vida y palabra se identifican. En es- protegernos y justificar nuestras tor-
Recursos  •  195

pes decisiones! ¡Incluso para querer razón), todos los rostros de personas
explicar, con descaro, por qué no que nos hemos encontrado en nues-
hacemos el bien a los que nos lo pi- tra vida, pidiéndonos ayuda, y sin
den! Danos un corazón humano, de embargo las hemos rechazado. Bus-
carne, de sangre, de amor, de vida. camos las razones que nos hemos
¡Haznos entrar en el evangelio de tu dado para nuestro torpe y cobarde
hijo! comportamiento: «son extranjeros»,
«son peligrosos», «no sabes qué bus-
CONTEMPLACIÓN/ can», «te quieren engañar»... Lee-
mos el evangelio y nos ponemos en
CONTEMPLATIO
el corazón de Jesús que no desoye la
Buscamos en el fondo de nuestra petición del centurión, sino que cura
memoria cordial (la memoria del co- a su criado.
196  •  Recursos

PARA CELEBRAR
Dar gracias con niños:
TU ERES MI DIOS,
TE DOY GRACIAS
Felipe Cervera

Comenzamos la celebración hacien- uno pide, o bien porque no hay posi-


do la señal de la cruz: en el nombre bilidad de conseguirlo o porque no es
del Padre... conveniente. No nos pueden dar la lu-
na cortada a rodajas y servida en ban-
Rezamos esta oración al Espíritu deja de plata porque es imposible. No
Santo: nos deben dar veneno porque el vene-
no nos mata. Y hay cosas que hay que
Ven Espíritu Santo a nuestros corazones ganarlas, que hay que merecerlas.
y llénanos del amor de Dios.
Enséñanos a orar. De todas formas, nuestros padres nos
Ayuda nuestra debilidad y dan más de lo que necesitamos y
únenos a los que nos hemos reunido nos lo dan por puro amor y gratuita-
en el nombre de Jesús. mente. Por tanto, siempre hemos de
dar las gracias a los padres y a todas
Dialogamos con los niños y les pedi- aquellas personas que hacen cosas
mos que nos digan qué cosas recibi- por nosotros con cariño, con ganas
mos de nuestros padres y vamos de hacernos el bien, con ganas de
apuntándolas en una cartulina o en ayudarnos y favorecernos.
una pizarra. Seguro que los niños di-
rán que la vida, que mucho cariño, Hay refranes que hemos de tener en
buenos consejos, educación, el ali- cuenta:
mento, el vestido, lo necesario para ir – La gente agradecida es gente bien
al colegio, las medicinas cuando esta- nacida.
mos enfermos, juguetes, regalos, etc. – El que no agradece, al diablo se
parece.
¿Y qué pasa cuando pedís una cosa – El que no agradece, no merece.
y no os la dan? – Al desagradecido, desprecio y olvi-
Seguro que os enfadáis, gritáis, pata- do.
leáis y lo pagan los que no se lo mere- – De desagradecidos está el infierno
cen. No siempre se puede dar lo que lleno.
Recursos  •  197

Pedimos a los niños que cada uno Analizamos con los niños el relato
diga a quién quiere dar gracias y por evangélico preguntándoles qué opinan
qué. y fijándonos en la situación en que se
encuentran los leprosos: enfermos,
¿A vosotros os gusta que os den las marginados, sin poder vivir con sus fa-
gracias cuando hacéis algo bueno milias y sus amigos, sin una casa don-
para los demás? de refugiarse. Jesús les cura la enfer-
medad, pero también les devuelve la
Escuchamos este relato del evangelio dignidad; ya pueden volver a casa a
(Lc 17,11-19): estar con su familia, con sus amigos.
Ya no son unos marginados. Ya son
De camino hacia Jerusalén, Jesús personas normales aceptadas por to-
pasaba entre Samaría y Galilea. Al dos. Jesús les hace un gran favor y
entrar en una aldea, vinieron a su ellos se sienten muy felices. Pero solo
encuentro diez leprosos, que se detu- uno vuelve a dar gracias a Jesús y Je-
vieron a distancia y comenzaron a sús se queja: ¿dónde están los otros
gritar: nueve? Y otro detalle importante, el
–Jesús, Maestro, ten piedad de noso- que vuelve es samaritano mientras que
tros. los otros son judíos. Los judíos y se lle-
Él, al verlos, les dijo: vaban muy mal con los samaritanos,
–Id a presentaros a los sacerdotes. no se trataban y los consideraban des-
Y mientras iban de camino queda- preciables y ese es el que vuelve agra-
ron limpios. Uno de ellos, al verse cu- decido a Jesús dando gracias a Dios.
rado, volvió alabando a Dios en alta
Jesús sí que es agradecido y siempre
voz, y se postró a los pies de Jesús
daba gracias a Dios. Daba gracias con
dándole gracias. Era un samaritano.
los salmos y rezaba:
Jesús preguntó;
–¿No quedaron limpios los diez? Te doy gracias, Señor, de todo corazón
¿Dónde están los otros nueve? ¿Tan proclamando todas tus maravillas,
solo ha vuelto a dar gracias a Dios me alegro y gozo contigo (Salmo 9).
este extranjero?
Te daré siempre gracias
Y le dijo:
porque has actuado...
–Levántate, vete; tu fe te ha salvado.
Tú sí que eres bueno (Salmo 51).
En https://youtu.be/dd5BRZNekas Te doy gracias, Señor,
hay un video de dibujos animados so- por tu bondad, que es más grande
bre la curación de los 10 leprosos pen- que los cielos;
sado para niños pequeños pero que por tu fidelidad, que alcanza las nubes
también gusta a niños más mayores. (Salmo 56).
198  •  Recursos

Y también daba gracias de manera suyos, nos perdona, le gusta que es-
espontánea. Los evangelistas nos lo temos con Él, que le queramos, que
cuentan. le llamemos padre, que no nos apar-
En la segunda multiplicación de los temos de su lado y si lo hacemos está
panes y los peces: «Tomó los siete pa- esperándonos con los brazos abier-
nes y los peces, dio gracias, los partió tos para abrazarnos y besarnos cuan-
y se los iba dando a los discípulos y do volvamos. También quiere que
estos a la gente» (Mt 15,36). todos sus hijos nos queramos como
él nos quiere, y Jesús nos lo ha mos-
En la resurrección de Lázaro: «Cuan- trado.
do rodaron la piedra, Jesús, mirando
al cielo, exclamó: Padre, te doy gra- Rezamos todos juntos:
cias porque me has escuchado»
(Jn 11,41). Gracias, Dios Padre, por querernos
con amor infinito, por reconocernos
En la última cena, en el momento de como hijos tuyos, por perdonarnos
instituir la Eucaristía: «Tomó enton- siempre, por haber creado todas las
ces una copa, y dio gracias... Des- cosas, por habernos dado la vida a
pués tomó pan, dio gracias, y se lo través de nuestros padres, por ha-
dio» (Lc 22,17.19). bernos dado a tu Hijo querido para
que nos mostrase todo tu inmenso
Al volver los discípulos a los que ha- amor.
bía enviado a predicar: «Te doy gra-
Gracias, Dios Hijo. Gracias Jesús. Tú
cias, Padre, Señor del cielo y de la
eres el Hijo de Dios que ha venido a
tierra, porque has ocultado estas co-
la tierra para ser uno de nosotros y
sas a los sabios y prudentes y se las
compartir nuestras alegrías y nues-
has dado a conocer a los sencillos»
tras penas, nuestras esperanzas y
(Lc 10,21).
nuestros fracasos. Gracias por ense-
ñarnos tantas cosas de Dios, por re-
Y vosotros ¿dais gracias a Dios? ¿Por
conocernos como tus amigos, por
qué hay que dar gracias a Dios? Di
darnos tu cuerpo como alimento, por
algo que hayas recibido de Dios y
dar la vida por nosotros, por abrir-
quieras darle gracias. Invitamos a
nos las puertas del corazón de Dios.
los niños a que hagan un momento
de silencio. Gracias, Dios Espíritu Santo, por ser
luz para nuestro corazón, camino
Acordaos de la parábola del Padre para nuestros pasos, energía para
bueno. Como ese padre, así es Dios: nuestra vida, fortaleza cuando fla-
nos quiere, nos reconoce como hijos queamos, certeza cuando dudamos,
Recursos  •  199

alegría en nuestras penas. Tú eres Gracias por todo, porque sin ti no


quien nos ayuda a llamar a Dios pa- somos nada. Amén.
dre y a ser buenos hijos suyos y
buenos hermanos de los demás. Terminamos igual que comenzamos,
Gracias Dios de bondad, porque tu haciendo la señal de la cruz.
amor no tiene fin y llevas escritos
nuestros nombres en la palma de tu Escuchamos y aprendemos este can-
mano para no olvidarte nunca de to: Gracias. Alfonso Luna,
ninguno de nosotros. https://youtu.be/0sHmw5jJXns
SUSCRIPCIONES

La suscripción a la publicación «Eucaristía» para el ciclo C (2018-2019)


consta del envío de 6 libros:
• Razones para la esperanza. Adviento y Navidad
(2 de diciembre al 13 de enero)
• Razones para la conversión. Tiempo Ordinario y Cuaresma
(20 de enero al 7 de abril)
• Razones para el amor. Semana Santa
(14 de abril al 21 de abril)
• Razones para la alegría. Pascua
(28 de abril al 23 de junio)
• Razones para la fe. Tiempo Ordinario
(30 de junio al 8 de septiembre)
• Razones para la vida. Tiempo Ordinario
(15 de septiembre al 24 de noviembre)

Importe de la suscripción 2019:


Envíos a España: 36 €
Envíos a Europa: 53 €
Envíos a otros países: US$ 60

Información y suscripciones:
Editorial Verbo Divino
Avda. Pamplona, 41
31200 Estella (Navarra) – España
Tels.: + 34 948 55 65 10 / + 34 948 55 65 05
publicaciones@verbodivino.es
www.verbodivino.es
ÍNDICE
Presentación ................................................................. 7
15 septiembre. Domingo 24 del Tiempo Ordinario .... 9
22 septiembre. Domingo 25 del Tiempo Ordinario .... 23
29 septiembre. Domingo 26 del Tiempo Ordinario .... 37
6 octubre. Domingo 27 del Tiempo Ordinario .......... 51
13 octubre. Domingo 28 del Tiempo Ordinario ....... 65
20 octubre. Domingo 29 del Tiempo Ordinario ........ 79
27 octubre. Domingo 30 del Tiempo Ordinario ........ 93
1 noviembre. Todos los Santos .................................... 107
3 noviembre. Domingo 31 del Tiempo Ordinario ..... 117
10 noviembre. Domingo 32 del Tiempo Ordinario .... 131
17 noviembre. Domingo 33 del Tiempo Ordinario .... 145
24 noviembre. Jesucristo, Rey del Universo ............... 159

Recursos:
Para aprender .............................................................. 175
Para comprometerse .................................................. 182
Para orar ....................................................................... 186
Para comenzar un itinerario de fe ............................. 190
Lectio divina ................................................................. 192
Para celebrar ............................................................... 196

ISBN 978-84-9073-517-6

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