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ENTRADA: Ustedes me llaman Maestro y Señor; y tienen razón, porque lo soy. Así se expresó Jesús después
de lavar los pies a sus discípulos. Desde el momento en que el Hijo de Dios quiso llamarse "Maestro" colocó
ese título entre los más sublimes de la tierra. Hoy estamos reunidos para agradecer y suplicar. Agradecer el
don de esta insustituible vocación y suplicar la gracia de ser fiel a ella. Con alegría, porque nuestra Comunidad
educativa Teresa de la Cruz está de fiesta, nos ponemos de pie, recibimos al Rvdo. Padre Rodolfo que presidirá
nuestra eucaristía, y uniendo nuestros corazones y nuestras voces, cantamos.
PRIMERA LECTURA: Después de una serie de incidencias que hacen de su vida un verdadero suspenso,
Abrahán tiene ya entre sus manos a Isaac, el hijo de la promesa. Pero en el texto que hoy escucharemos, Dios
lo pone a prueba.
EVANGELIO: Mateo nos narra un milagro que se da en medio de una discusión de Cristo con los doctores
de la ley, en el que se recalca el poder de Jesús para «perdonar los pecados».
1.Por la Santa Iglesia, el Santo Padre Francisco y sus Pastores, para que fortalecidos en el Señor lo sigan
más de cerca y lo prediquen anunciando la alegría de la redención.
Roguemos al Señor.
2.Por nuestra Patria, por sus gobernantes, para que sus esperanzas de progreso y desarrollo, las pongan en
Dios y sirvan según el Evangelio. Roguemos al Señor.
3.Por nuestra familia “Teresa de la Cruz”, para que fieles a la misión que el Señor nos confía de ser
formadores con nuestro ejemplo demos testimonio de ser cristianos. Roguemos al Señor.
4.Por todos los maestros del mundo, especialmente por nosotros, para que a imitación de Jesucristo
enseñemos a nuestros alumnos a buscar y encontrar la verdad que se haya en Dios. Roguemos al Señor.
5.Pedimos también por todos los maestros que han dado su vida como formadores en nuestro colegio,
especialmente por aquellos que ya no están con nosotros aquí, para que gocen de la vida eterna. Roguemos
al Señor.
PRESENTACIÓN DE OFRENDAS
COMUNIÓN: Dios, hecho hombre, se hace aún más pequeño para quedarse entre nosotros. Tan grande era
su amor que se quedó en la eucaristía, para permanecer él en nosotros y nosotros en él.
Recordemos que las condiciones para una Santa Comunión son tres:
ESTAR EN GRACIA DE DIOS.
HABER GUARDADO EL AYUNO EUCARISTICO
SABER QUE EN LA SANTA HOSTIA ESTÀ REALMENTE JESUCRISTO.
ACCION DE GRACIAS:
Yo quisiera Señor recibirte con aquella pureza, humildad y devoción con que te recibió nuestra Santísima
madre, el espíritu y fervor de los santos. Amén
SALIDA: Contentos y renovados por Jesús Eucaristía, que es verdadero pastor y maestro, vayamos al
mundo para dar testimonio de su amor, en nuestra misión de docentes y en todas nuestras actividades.
CANTAMOS…