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INSTITUTO NACIONAL DR.

SARVELIO NAVARRETE
PRIMER AÑO BACHILLERATO TECNICO VOCACIONAL EN
MANTENIMIENTO AUTOMOTRIZ

ACTIVIDAD DE MORAL URBANIDAD Y


CIVICA
MAESTRA: Ena Claribel Gonzales de Vásquez

ALUMNO: Juan Antonio Andrade Ayala

SECCION: SEGUNDO MANTENIMIENTO AUTOMOTRIZ “A”

AÑO: 2023

FECHA DE ENTREGA: 24 DE FEBRERO

Juan Andrade

1
INTRODUCCION

Buenos días, ¿listo para este viaje por el tiempo? Conoceremos a las
civilizaciones precolombinas de América. Acompáñame por este recorrido
por Mesoamérica y sur América. Centrándonos en las principales
civilizaciones indígenas de nuestro continente. En este libro viajero
hablaremos sobre las civilizaciones: Azteca, Maya, Pipil, Chibcha e Inca su
religión; economía y otras características que poseen estas civilizaciones.
Cuando Cristóbal Colon llego América en el año 1492, se produjo el
descubrimiento de nuestro continente, lo cual llevo a la conquista de
América y la desaparición y destrucción de muchos pueblos precolombinos.
Lo cual llevo a la perdida de conocimientos y tradiciones que estos tenían
antes de la llegada de los españoles.
Es por eso que en este libro estudiaremos a fondo, todo lo relacionado a la
Religión, economía, cultura, mitología, política y literatura de estos pueblos.
Centrándonos en las ideas mas relevantes de cada una de estas
características. Hablaremos sobre sus dioses y como estos influían en las
personas de dichas civilizaciones.
Comenzaremos nuestro recorrido por el imperio Azteca, una de las
civilizaciones más grandes. La cual tenia como capital la ciudad de
Tenochtitlan. Continuaremos con la civilización maya. Los cuales fueron
grandes matemáticos, astrónomos y médicos. Seguiremos con las
civilizaciones Pipil y Chibcha en Centroamérica para luego finalizar con el
imperio Inca en Sudamérica.
Todas estas civilizaciones fueron grandes y tuvieron mucha influencia en la
región. Pero su dominio se vio intervenido por los invasores españoles los
cuales conquistaron y esclavizaron a estas civilizaciones. Un ejemplo de esto
es la cuidad de Tenochtitlan, la actual ciudad de México. La cual fue
conquistada y convertida en la metrópolis que conocemos hoy.

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CULTURA AZTECA

Los Mexicas, llamados en la historiografía tradicional Aztecas, fueron un pueblo mesoamericano


de filiación nahua que fundó Mexico – Tenochtitlan, hacia el siglo XV, en el periodo Posclasico
Tardio, se convirtió en el centro de uno de los estados mas extensos que se conoció en
mesoamerica.

Aliados con otros pueblos de la cuenca lacustre del valle e Mexico – Tlacopan y Texcoco -- Los
mexicas sometieron a varias poblaciones indígenas que se asentaron en el centro y sur del
territorio actual de Mexico, agrupados territorialmente en altépetl.
Los mexicas son caracterizados por la explotación de cultivos altamente simbióticos —
dependientes de manipulación humana,345 como maíz, chile, calabaza, frijol, cacao, etc.—; el
uso extensivo de plumas para la confección de vestimentas; el uso de calendarios
astronómicos —uno ritual de 260 días y otro civil de 365—; y una sofisticada metalurgia
prehispánica ornamental y militar basada principalmente en el bronce, oro y plata.6
Tenían una escritura en forma de pictogramas, usada para documentar hechos y cálculos de
obras arquitectónicas basados en un sistema métrico propio7 para medir terrenos, comparable
a otros sistemas de medida de la Edad Moderna.8 Además se caracterizaban por el uso
extensivo de productos derivados de las cactáceas y agaves y el tratamiento de rocas ígneas
(obsidiana) con fines quirúrgicos y bélicos.

3
MITOLOGIA
La mitología mexica es el conjunto de mitos y leyendas nahuas tradiciones del pueblo
mexica o azteca. La realidad de la creación nahua es una extensión y complejo cultural
desde antes de la llegada de los mexicas al valle de México
Las culturas antiguas mesoamericanas eran sociedades que creían en diferentes dioses,
es decir, politeístas, tal y como lo fueron los romanos y los nórdicos. En la mitología
azteca, el Sol tenía un papel muy importante y también se caracterizaba por la
celebración de rituales en los que no faltaban sacrificios humanos para contentar a sus
dioses.
Por ello, los dioses de la civilización azteca han sido una fuente de inspiración para crear
muchos dioses en películas y libros de ciencia ficción. Aunque algunos sean populares,
sus nombres y significados reales todavía están por descubrir para muchas personas.

Estos son los principales dioses Aztecas

Índice
1. Tláloc
2. Huitzilopochtli
3. Tezcatlipoca
4. Tonatiuh
5. Centéotl
6. Chalchiuhtlicue
7. Xipe Totec
8. Quetzalcoatl
9. Tlaltecuhtli
10. Mayahuel
11. Metzli
12. Yacatecuhli
13. Ixtlilton
14. Mictlantecuhtli
15. Ahuiateteo

Tláloc
Tláloc es el dios azteca de las lluvias y tormentas. Los expertos en culturas
mesoamericanas consideran que probablemente se trate de una de las deidades aztecas
más antiguas de la región.
Se le asociaba con la buena producción agrícola y la fertilidad. También era conocido
como "néctar de la tierra" y "el que hacía brotar las cosas", pero también se le atribuían
fenómenos como los rayos y los terremotos.

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Huitzilopochtli
Si te preguntabas cuál es el dios de México más poderoso, Huitzilopochtli es dios azteca
considerado el Padre de los aztecas, de tal forma que era su patrón principal.
Huitzilopochtli, quien es el dios más poderoso de la mitología azteca, es también hijo del
dios Tonatiuh y la diosa Coatlicue. Cuando nació, no fue apoyado por su familia, pero
sacó su valía utilizando una serpiente de fuego como arma. Terminó convirtiéndose
en regidor del Sol.
Tezcatlipoca
Dentro de la mitología azteca, se le consideraba como la contraposición de Quetzalcoatl.
A este dios mexicano se le nombraba como el Tezcatlipoca negro y a Quetzalcoatl el
Tezcatlipoca blanco. Era la divinidad del cielo y la tierra, el origen de la felicidad y el
poder, amo de batallas y representaba lo oscuro, lo desconocido y la providencia.

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Tonatiuh

Tonatiuh es uno de los dioses aztecas más importantes, ya que se le considera el dios
mexicano del Sol y líder del cielo. Era el encargado de dar calor con su poder a sus
gentes. También se le consideraba como el patrón de los guerreros. Procuraba vigor y
salud para todos los responsables de defender al pueblo azteca.
Centéotl
A este dios azteca también se le conoce por el nombre de Cintéotl y es la divinidad del
maíz. Este alimento era esencial en las culturas mesoamericanas. Por ello, no es extraño
que los aztecas tuvieran para este vegetal su propio dios.
El maíz significaba la representación del sustento y de lo dual, de la ebriedad y del
consumo de alcohol con objetivos ceremoniales.
Chalchiuhtlicue
Chalchiuhtlicue es una de las diosas aztecas que también tenía poder sobre las aguas
corrientes y los cúmulos de agua dulce. El significado de su nombre es "la de la falda de
jade" y también era la diosa azteca de los nacimientos. En los templos, se representaba
con una falda de tonos verdosos y azulados, representando una cascada.

Xipe Totec
En esta lista sobre cuáles son los dioses aztecas principales no podía faltar Xipe Totec.
Como sucedía con Tláloc, el dios azteca Xipe Totec era venerado para tener una óptima
fertilidad agrícola. También era la deidad de las minas de oro y del este.
Este dios mexicano se representaba vistiendo piel humana desollada, que representa la
muerte de plantas viejas y moribundas y el crecimiento de brotes nuevos.
Quetzalcoatl
Se trata probablemente del dios azteca más popular. Se le conocía como "la serpiente
con plumas" y su grado de importancia era tan alto que era considerado por algunos
como el principal dios del panteón azteca, haciendole competencia a Huitzilopochtli, quien
es el dios más poderoso de la mitología azteca.

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Quetzalcoatl es el dios azteca de la luz, la vida, la fertilidad, la sabiduría, los vientos, del
aprendizaje y el conocimiento. Además, este dios era el patrón de la creatividad. Fue
considerado como regidor del oeste y el patrón del día.
Tlaltecuhtli
Su nombre significa "el que da y devora la vida". Era considerado el dios azteca de la
tierra. Requería de sacrificios humanos numerosos para su subsistencia según las
creencias aztecas.
Este dios mexicano representaba la superficie de la tierra. Se creía que se comía al sol
vorazmente todas las noches para devolverlo a la siguiente mañana. Se representaba en
forma de monstruo marino.

Mayahuel
Dentro del grupo de las diosas aztecas, Mayahuel era la deidad de la fecundidad, la
planta del agave y la nutrición. Se creía que su sangre estaba hecha de pulque, es decir,
una bebida alcohólica elaborada con agave.
Esta diosa azteca era representada como una mujer de 400 pechos con los que podía
alimentar a sus 400 conejos, que se llamaban Centzon Totochtin.
Metzli
Era una de las deidades aztecas más respetadas del panteón azteca. Era la diosa
aztecas de la Luna y la representación del amor maternal. Tenía la capacidad de
controlar las aguas por la acción de sus serpientes, provocando una serie de tormentas e
inundaciones. Aún así, también ofrecía buena suerte.
Yacatecuhli
Se trataba de un dios azteca protector de mercaderes y comerciantes. Para lograr sus
bendiciones, quienes podían permitírselo ofrecían sus esclavos a este dios mexicano. En
su representación, Yacatecuhli destaca por su nariz prominente que se utilizaba como
indicador del camino por el que se debía ir.

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Ixtlilton
Este dios azteca representaba las danzas, la diversión, el juego y la celebración. Se
trataba del patrón de las festividades aztecas. También se le consideraba como el dios
azteca de la medicina y la sanación. Quienes estaban heridos eran trasladados a su
templo.
Ixtlilton se consideraba una deidad azteca que cuidaba de los niños, sobre todo de los que
nacían con alguna discapacidad.
Mictlantecuhtli
Entre los principales dioses aztecas de la muerte, Mictlantecuhtli era esposo de la
divinidad de la muerte, motivo por el que también era el dios azteca de la muerte y del
inframundo. También se le consideraba una deidad de las sombras.
Según la mitología azteca, Mictlantecuhtli era un señor que gobernaba Mictlán, un lugar
habitado por almas de difuntos cuya tranquilidad y oscuridad convertían al sitio en un
lugar en el que nadie quería parar.

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Ahuiateteo

No se trataba de un dios en la práctica, sino de un conjunto de dioses aztecas.


Ahuiateteo lo constituían los representantes de la depravación, los vicios, el placer
terrenal y mundano. Se les relacionaba con los Tzitzimimeh, es decir, unos seres
sobrenaturales vinculados con desgracias como las guerras, las sequías y la muerte.

RELIGION

Los Aztecas eran politeístas. Los dioses Aztecas se consideraban polifacéticos ya que no tenían un
lugar definido, ellos los ubicaban en el cielo y creían que tenían un carácter bondadoso o maléfico.

En el México prehispánico, y en particular entre los aztecas, se practicaban 3 clases de rituales


sangrientos relacionados con la persona: el autosacrificio o rituales de efusiones de sangre, los
rituales asociados a las guerras y los sacrificios agrarios.
Los cuales consisten en la muerte de una victima en favor de los dioses

Los rituales se celebraban conforme lo dictaba el calendario Tonalámatl y variaban en forma,


contenido y duración dependiendo de la divinidad invocada. El ritual guardaba la esencia
primigenia de morir para nacer; de morir para satisfacer a los dioses. Los sacrificios humanos se
llevaban a cabo en especial en las épocas de fiestas en un calendario de 18 meses, cada mes con
20 días, y correspondían a una determinada divinidad. El ritual tenía como función la introducción
del hombre en lo sagrado y servía para darle a conocer su introducción en un mundo diferente
como lo sería el correspondiente al cielo o al inframundo, y para ello era necesario tener un
recinto y tener un ritual

Los recintos utilizados presentaban diversas características, desde un escenario natural en un


monte o cerro, un bosque, un río, una laguna o un cenote (caso de las mayas), o eran recintos
creados para ello como templos y pirámides

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ECONOMIA

La estructura económica de Tenochtitlan se basaba en cuatro ramas: el tributo, el comercio, la


agricultura y la producción artesanal.
La guerra era el medio por el que se imponían cargas del tributo, que era parte fundamental
de la economía de la ciudad. Entre los productos que se recibían se encuentran cargas de maíz
y frijol, mantas, pieles, plumas y piedras semipreciosas, entre muchos otros. El comercio era
otro factor importante. En mercados, como el de Tlatelolco, se concentraban y distribuían
productos de todo tipo, desde alimentos vegetales y animales hasta cerámica, cestería, telas y
muchos más, tanto locales como foráneos. El comercio a larga distancia era realizado por
los pochtecas (que también desempeñaban el papel de espías), aunque hay que advertir que,
por lo general, los productos traídos consistían en finas plumas de quetzal y otras aves, pieles
de jaguar, etc., para uso de la clase dirigente. Todo aquello que no llegaba por tributo de las
áreas sojuzgadas era motivo de intercambio (Matos, 2007). La economía interna dependía en
gran medida de la producción agrícola, la que requirió del desarrollo de técnicas intensivas
para solventar los requerimientos de la ciudad. La producción artesanal, tanto para satisfacer
las necesidades internas como para el comercio con otras regiones, era actividad de buena
parte de la población.
El tributo
El tributo interno era el monto en bienes y servicios que pagaban las familias a los dirigentes
locales o jefes de barrio (calpoleque) y éstos, a su vez, lo hacían llegar al rey.
El tributo externo fluía desde los pueblos subordinados hasta las ciudades y de éstas al rey azteca.
Los tributarios que vivían en la Cuenca de México o en sus cercanías pagaban con productos
agrícolas básicos, así como con artículos manufacturados.

Los que se hallaban más apartados no pagaban con alimentos básicos, pero se les exigía con
frecuencia que aportaran tierras de guerra (yaotlalli), que los tributarios debían trabajar y
entregar la cosecha a los ejércitos mexicas cuando pasaran de camino hacia lejanas campañas.

El tributo tenía que ser pagado en Tenochtitlan y los tributarios invertían mucho trabajo al
transportar el tributo hasta la capital. Los efectos de pagar tributo a los mexicas no eran
perjudiciales del todo para las economías locales. Una vez incorporados como tributarios los
pueblos conquistados, los mercaderes mexicas llevaban a ellos mercancías que serían inaccesibles
si fueran estados enemigos. Algunos de los objetos que podían ser llevados, por ligeros, con
facilidad por los pochtecas desde pueblos lejanos hasta Tenochtitlan eran láminas de oro, jícaras
con polvo de oro y jícaras lujosas para beber chocolate, entre otros.

Cuando el imperio mexica se expandió, se impuso a los pueblos conquistados entregar el tributo
trimestralmente. Los mexicas asociaron la entrega a las cuatro grandes fiestas de su calendario,
durante las cuales el imperio exhibía a los tributarios la riqueza y el poder acumulados

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LITERATURA
En la literatura azteca escrita no hay registros de tipo histórico o narrativo. Los mitos
acerca de su creación y las historias de grandes batallas fueron de tradición oral, no
escrita. Los registros escritos que existen son llamados códices, y registran casi en su
totalidad poemas y cánticos religiosos.

los poemas aztecas, llamados cuicatl, incluían cantos y bailes. Sus textos solían presentar una
significación religiosa e incluían historias sobre la vida y la muerte. Los aztecas también
desarrollaban cantos divinos (teocuícatl) y guerreros (yaocuícatl).
Es importante destacar que los jóvenes de las clases privilegiadas acudían a colegios denominados
calmecac para aprender a escribir poesía. En cuanto a las casas de canto, recibían el nombre de
cuicalli.
Los tres sitios más importantes del Imperio Azteca en cuanto al desarrollo literario
fueron Tenochtitlán (la capital), Texcoco y Cualhtitlán. En cuanto a los exponentes literarios
de la época, solían ser los monarcas, como Nezahualcoyotl de Texcoco (1402–1472).

Esta es una poesía escrita por este tlatoani (gobernante):

¿Acaso en verdad se vive en la tierra?


No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende.
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Otros ejemplos de la poesía azteca:

¡No te amedrentes, corazón mío!


Allá en el campo de batalla
ansío morir a filo de obsidiana.
Oh, los que estáis en la lucha:
yo ansío morir a filo de obsidiana.
Sólo quieren nuestros corazones la muerte gloriosa.

Llovieron esmeraldas;
ya nacieron las flores:
Es tu canto.
Cuando tú lo elevas en México,
el sol está alumbrando.

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POLITICA
Para la administración del vasto imperio, los aztecas implementaron un rígido sistema
basado en el poder personal de la nobleza. A la cabeza de la estructura de mando
estaba el soberano o huey tlatoani (gran orador y jefe de los hombres) con amplios
poderes militares, civiles y religiosos.
Formalmente, estaba integrada por los dominios de la Triple Alianza (conformada
por Texcoco, Tlacopan y México-Tenochtitlan), la cual se estableció a partir de las facciones
victoriosas de una guerra civil que se libró entre la ciudad de Azcapotzalco y las antiguas
provincias tributarias de la misma. A pesar de la concepción inicial del imperio como una
alianza de tres ciudades-estado autónomas, Tenochtitlan rápidamente se convirtió en
dominante militarmente.

El Estado Azteca era de carácter teocrático ya que el emperador era considerado de origen divino,
y los sacerdotes tenían a su cargo numerosas funciones de gobierno. Entre los aztecas los
sacerdotes eran los dueños del conocimiento conservado en códices. Conocían la astronomía, la
medicina y la escritura. La mayoría de la población no tenía acceso a los “conocimientos”.

Ellos eran los responsables de la preparación de las ceremonias religiosas y de los juegos
rituales. En muchos ritos, como en el juego de la pelota, sólo podían participar los nobles,
mientras que los nacimientos, los matrimonios y los entierros eran ceremonias obligatorias
para toda la población. Los sacerdotes eran también los encargados de controlar el
cumplimiento de las normas y de hacer justicia.
Las leyes del Estado azteca eran muy reservadas y los castigos variaban según el delito y el
infractor. Existía la pena de muerte para los delitos y el infractor. Existía la pena de muerte para

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los delitos de asesinato, traición, aborto, incesto, violación y adulterio. En el caso del adulterio se
procedía a la lapidación aunque la mujer era estrangulada previamente. Los guerreros podían
escapar de la pena de muerte aceptando un destino permanente en zona fronteriza.

El término literatura maya1 es aquella que fue escrita en


una lengua maya por un maya con conceptos fundamentalmente mayas2 No se abarcan sólo
textos coloniales considerados tradicionalmente como literatura maya, sino también los textos
contemporáneos escritos en lengua maya por gente de dicho pueblo.
Existen ciertos elementos gramaticales y motivos que corresponden a todas las literaturas
mayas. Entre ellos se encuentran la estricta sintaxis oracional usada, el uso constante
de difrasismo, metáfora y paralelismo, que parecen estar presentes en todos los diversos
períodos de la literatura maya. La literatura maya desapareció cuando los españoles llegaron
en el siglo XVI a la Península del Yucatán e impusieron la religión católica, que junto con la
regulación impuesta por la Inquisicion, todas las manifestaciones escritas por los mayas de
antaño fueron quemadas por ser consideradas obras heréticas y manifestaciones del Diablo
La guerra de Castas entre 1847 y 1901, iniciada durante la República de Yucatán también
supuso gran destrucción. Algunos códices sobrevivieron como el Maya de México,
conservándose otros en algunas de las principales bibliotecas del continente
europeo, Madrid, París, Dresde.

CULTURA MAYA
Ahora continuamos con nuestro recorrido por la civilización maya. Una de las culturas de mayor
auge de Centroamérica. La cual se extendía desde Tulum en la península de Yucatán, hasta países
como Guatemala, El salvador y parte de Honduras.

La civilización o cultura maya fue una de las principales civilizaciones que se desarrolló en la
antigua Mesoamérica. Cultura muy destacada por sus elaborados sistemas de escritura,
numéricos y por el uso del calendario, así como por su impresionante arte y arquitectura.

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La cultura maya es rica en costumbres y tradiciones, entre ellas, las más populares son el
juego de pelota, las ceremonias de sacrificios humanos y la danza Nan Pach. Sin
embargo, la que aún continúa vigente es el tradicional Hanal Pixán o “comida de las
ánimas” en el estado de Yucatán.
Las primeras ciudades de la cultura maya surgieron en la región del Soconusco
(actual Chiapas y Guatemala) alrededor del año 2000 a. de C. Destacan ciudades
como El Mirador y Tikal en Guatemala. En México, surgió Calakmul, quien rivalizó por
mucho tiempo con Tikal por la supremacía en la región.
Los mayas eran excelentes agricultores, desarrollaron complejos y productivos sistemas y
técnicas agrícolas como la llamada milpa (quemaban y talaban todo el follaje dejando la
tierra en óptimas condiciones para la primavera) o la de terrazas (construían grandes
muros de piedra para nivelar los campos en zonas ...

MITOLOGIA:
La mitología maya se refiere a las extensivas creencias locales politeístas de la civilización
maya precolombina. Esta cultura mesoamericana siguió con las tradiciones de su religión
desde hace 3000 años, e incluso algunas de estas tradiciones continúan siendo contadas
como historias fantásticas por los mayas modernos.
En general, los textos mayas originales fueron quemados por los españoles durante la
conquista de América. Por lo tanto, el conocimiento de la mitología maya disponible en la
actualidad es muy limitado.
Ciertamente en el ámbito geográfico el conjunto de mitos mayas abarca las comunidades que
habitaron la región sur de México, Guatemala, Honduras y la zona norte de Belice.
El Popol Vuh (o Libro del Consejo de los antiguos de quiché) que es una excepción, en el
sentido de que sobrevivió a los conquistadores españoles, relata la creación de la Tierra, las
aventuras de los dioses gemelos, y la creación del primer hombre.
Los libros de Chilam Balam que fueron escritos a lo largo del [[siglo XVII]], durante la época de
la colonia española por los descendientes de los mayas que habitaron la península de
Yucatán, también contienen información sobre la mitología maya. En lo general describen las
tradiciones de esta cultura.

Las crónicas de Chacxulubchen, es otro texto importante para la comprensión de la mitología


maya.

Dioses:
1. Hunab Ku: Padre de los Dioses
2. Itzamná: Dios del Cielo
3. Chaac: Dios de los relámpagos y la lluvia

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4. Ixchel: Diosa del amor
5. Kauil: Dios del fuego
6. Yum Kaax: Dios del maíz
7. Ek Chuah: Dios del cacao
8. Buluc Chabtan: dios de la guerra
9. Kinich-Ahau: Dios del sol
10. Yum Kimil: dios de la muerte

Hunab Ku: Padre de los Dioses

¿Cuál es el dios maya más importante? La deidad más relevante para los mayas es Hunab Ku
(también conocido como Hunab), el que es considerado el padre de todos los dioses.
A través de su propio nombre, cuyo significado es "un solo dios", los mayas otorgaron a esta
deidad el primer lugar en el mundo de los dioses, la máxima importancia y relevancia. Este es el
único dios que posee vida para ellos y a través de él proceden no solo el resto de deidades, sino
también la construcción de todo lo que les rodeaba. Por ello, representa el todo y la nada.
Hunab Ku es el dios maya creador del mundo, el que diseñó los cielos y al cuál se representa a
través del Sol. Los mayas le consideraron el centro del universo. Según la mitología maya se cree
que Hunab Ku creó el mundo en tres veces. La primera vez que el dios creó el mundo lo habitó de
sabios, la segunda incluyó a los Dzolob, una raza malévola y oscura, y por último, creó el mundo y
la vida, el sitio donde nacerían los mayas.

Itzamná: Dios del Cielo


Itzanmá, también conocido como Itzam Na o Zamná, es una de las deidades más multifacéticas de
la cultura maya. Es el soberano del cielo, el verdadero amo del día y la noche. Si bien Hunab Ku fue
considerado el padre de todos los dioses, para los mayas de la península del Yucatán fue Zamná el
verdadero creador del todo, por lo que siempre se ha considerado uno de los dioses
principales de su mitología.

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Esta deidad se puede ver representada como un dragón alado de dos cabezas, el cual vierte
agua sobre la tierra desde el cielo. Aunque también se le puede ver como una figura de pájaro con
rasgos de serpiente o, incluso en su forma humanoide, como un anciano de ojos y nariz grande,
pómulos hundidos, barba y sin dientes.

Pero eso no es todo, también es considerado el dios de la sabiduría

Chaac: Dios de los relámpagos y la lluvia


Chaac, también escrito como Chac, es la deidad de la lluvia para los mayas. Se trata de uno de
los dioses más populares en esta cultura, pues fue de los más alabados en el panteón maya. A
través de la lluvia proporciona abundancia y prosperidad, así como fertilidad.

Los mayas creían que cuando llovía la deidad bajaba a la Tierra a visitar a los mayas y les
proporcionaba cosechas abundantes. Por ello, en zonas secas como Yucatán, es donde más se
veneraba a este dios. Asimismo, muchos mayas relacionaron a Chaac como referente y símbolo
de los cuatro puntos cardinales.

Su representación siempre ha sido diversa. A veces con rasgos femeninos, otras con rasgos
masculinos, pero siempre con un punto en común: aspecto de reptil.

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Ixchel: Diosa del amor
Como en cualquier creencia politeísta que se precie, no puede faltar la diosa del amor maya.
Esa es Ixchel para los mayas, esposa de Itzamná, dios de la sabiduría. Si a su marido se le
representa a través del cielo y el sol, ella es la diosa de la luna maya, de la fertilidad, de los
embarazos y los nacimientos, pero también se asocia con la vegetación, con los trabajos manuales
y con la medicina.

Se trata de la deidad femenina más importante para los mayas y por ello se encuentra entre
los principales dioses de esta cultura. Mientras Itzamná se dejaba ver durante las horas de sol,
Ixchel solo se dejaba ver por las noches, cuando salía la luna.

Pero además del amor, Ixchel también está relacionada con el agua en su forma más destructiva,
como pueden ser las inundaciones y otros desastres naturales causados o relacionados con este
elemento.

La representación de la diosa de la luna se hacía a través de una anciana con símbolos


relacionados con la muerte (huesos cruzados en su falda, serpiente retorcida en la cabeza...) y
con el agua como un cántaro que se vierte sobre la tierra.

17
Kauil: Dios del fuego
Kauil, dios del fuego, es descrito por los mayas como el padre y la madre de los humanos.
Para su cultura, el fuego es un elemento básico y con un papel trascendental. Esta civilización creía
que aquel que era capaz de dominar el fuego, era capaz de controlar su violencia interior.

Son numerosos los rituales dedicados a este dios que todavía a día de hoy siguen
realizándose a través de fogatas y hogueras, puesto que la creencia dice que, después de
interactuar con ellas, se sale renovado: se quema lo malo y se genera energía positiva para recibir
todo lo bueno.

El dios del fuego maya es representado como una figura ambigua, con nariz larga y boca de
serpiente

Yum Kaax: Dios del maíz

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Yum Kaax, también conocido por nombres como Itzam Na Kuil, Kauil, Ah Nun o Ah Mun, es el dios
maya del maíz. Su nombre principal significa "señor de los bosques" y es considerado la principal
deidad de la agricultura. Es un dios benévolo y los mayas tenían prohibido referirse a la
muerte frente a él.

Se trata del dios más vital y fundamental para los mayas, los cuales basaban su alimentación en la
mazorca de maíz. A este dios se le representa como un joven fuerte, apuesto y siempre con
una mazorca de maíz en su cabeza, además de una vasija en las manos con tres mazorcas de maíz
en ella.

Ek Chuah: Dios del cacao


En esta lista de los dioses más importantes maya, no podía faltar Ek Chuah, dios maya del cacao.
Esta deidad es muy relevante y popular entre los vendedores ambulantes, puesto que le
veneraban día tras día para que sus ventas fueran óptimas y exitosas.

Además, Ek Chuah es una deidad maya que cuenta con dos capacidades básicas:

Fomentar y favorecer la siembra y el desarrollo del cacao en la tierra.

Promover los conflictos, pues se le considera patrón de la guerra.

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Buluc Chabtan: dios de la guerra
Buluc Chabtan no solo es el dios maya de la guerra, sino que también se le relaciona con la
destrucción, los sacrificios humanos y la muerte repentina y violenta.

Se trata de una deidad conocida también bajo el nombre de Achuykaak y muy relacionado con el
dios de la muerte Yum Cimil. Para representarle, los mayas usaban una línea de puntos negros
sobre sus ojos y sus mejillas, a modo de máscara.

Kinich-Ahau: Dios del sol


Kinich-Ahau es una de las deidades mayas que más debate genera, puesto que se cree que
es fruto de dos dioses distintos, pero nunca ha quedado claro de qué deidad proviene en
realidad, por lo que cada región que le rinde culto puede discrepar en su origen.

Para algunos, el considerado dios maya del sol, proviene de Itzamná. Para otros viene de Kinich
Kakmó. Sea como sea, y lejos del dilema de su origen, Kinich-Ahau (también escrito como Kinich
Ajaw o Ahau Kin), además de ser el dios maya del sol, se le relaciona con la vida, la
prosperidad y la fertilidad de la tierra, así como con la música.

A Kinich-Ahau se le suele representar como un hombre viejo, con ojos cuadrados y algo bizco,
con dientes incisivos y desgastados y también con una flor de cuatro pétalos.

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Yum Kimil: dios de la muerte
¿Cómo se llama el dios del inframundo maya? Yum Kimil, también conocido como Yum Cimil o
Kizin, es el dios maya de la muerte. Se trata del soberano del inframundo y del infierno,
pues reside ahí. Para los mayas, se trata de una deidad malévola, aunque su misión es dar cobijo a
los muertos, excepto a aquellos elegidos por la diosa Xtabai, su esposa.

Según la mitología maya, el dios de la muerte merodeaba en casa de los enfermos para
cazar a sus nuevas víctimas y poder llevárselas consigo al infierno. Así que para poder ahuyentarlo
los mayas creían que la mejor opción era gritar lo más fuerte posible para espantarlo y librar a los
enfermos de la muerte.

Para los yucatecos, Kizin es una deidad descarnada, el patrón de la muerte, por lo que suele
representarse con una calavera como cabeza y las costillas al aire. Asimismo, ha servido
de inspiración para ilustraciones actuales que representan la muerte, dado que se relaciona con el
esqueleto.

RELIGION

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La religión maya fue una de las más complejas y sofisticadas del mundo indígena
americano, debido a la importancia que tenía en todos los niveles de la sociedad. Cada
individuo poseía un dios tutelar que guiaba su vida cotidiana; además de existir
numerosas divinidades domésticas es debido a esto que podemos llamar a la civilización
maya politeista. Las ciudades mayas eran ante todo centros ceremoniales, donde
la religión cumplía el propósito de legitimar una rígida jerarquía social. Dentro
de ella los sacerdotes, especialmente durante el período Clásico, constituyeron
un grupo de poder que llegó incluso a regir los destinos políticos de los mayas.
El ceremonial religioso era un elemento permanente en la sociedad maya e
incluía largos períodos de ayuno y abstinencia. Las plazas de los centros cívico-
ceremoniales eran el eje de los rituales y se repletaban de gente con motivo de
alguna festividad, sobre todo cuando se presenciaban los ritos de sangre o de
autosacrificio. La sangre era considerada la vida, el maíz y el agua y era el mejor
alimento que se podía ofrecer a los dioses. También hubo muchas ceremonias
que prescindían del culto sangriento, donde sólo se ofrendaban alimentos, se
injerían sustancias alucinógenas, se representaba la muerte o se celebraba el
paso del calendario.

Ceremonia religiosa en un centro ceremonial maya.

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Ahora bien, todos los rituales mayas tenían su origen en la mitología, por lo que esta se
puede considerar la base de la cultura maya. De acuerdo con esto, el culto se convertía
en un marco y nivel medio de concreción de la mitología, y los ritos en los instrumentos
identificados como el nivel inferior, siendo pues, la consecución de la lectura extraía por
los sacerdotes de los mitos mayas.
Entre los ritos que realizaba la sociedad maya, se encuentran los del sacrificio, los de
sangre, los de sacrificios humanos o animales.

ECONOMIA
La agricultura del maíz constituyó la columna vertebral de la economía maya, tanto
durante el período Clásico como en el Postclásico. Básicamente, se empleó el sistema de
la milpa que consistía en el cultivo intensivo y rotativo de los empobrecidos suelos
selváticos. La milpa requería de mucha mano de obra, pues primero había que ubicar un
terreno apropiado, luego limpiarlo y talarlo, después quemar todo y recién ahí se podía
sembrar. A los dos años, sin embargo, el suelo quedaba inutilizable y había que buscar
otro terreno. Otras plantas comestibles producidas en gran cantidad por los mayas fueron
los frijoles, la calabaza, el tomate, tubérculos, cacao y especias como el ají, la vainilla, la
pimienta y el orégano. También se desarrolló una importante arboricultura en torno a los
asentamientos urbanos.
Además de la agricultura, los mayas practicaban la caza, sobre todo de jaguares, venados,
conejos, monos, tortugas y tapires, y la pesca, donde existía conocimiento para secar y
ahumar los peces para poder llevarlos hacia el interior. Con los productos de la caza se
hacían capas y sandalias para los señores y los sacerdotes y bellísimos tocados de pluma.
La variedad de productos obtenidos por los mayas motivó el surgimiento de un activo
comercio e intercambios regulares en los mercados, hacia donde confluían mercaderías de
regiones muy alejadas entre sí.

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Los mercaderes mayas comerciaban con más de cien productos. Los mayas de Yucatán
llevaban a Belice y Honduras sal, mantas de algodón, miel, cera, copal, achiote, productos
agrícolas, esclavos y pedernal.
En cambio, del sur obtenían obsidiana, piedra verde, cacao, pedernal, café de Belice,
artefactos de cobre y oro, cerámica de pasta fina, manos y metates de basalto, turquesa,
condimentos, etcétera. La mayoría de este comercio pasó por vías marítimas.

LITERATURA
El término literatura maya1 es aquella que fue escrita en una lengua maya por un maya
con conceptos fundamentalmente mayas2 No se abarcan sólo textos coloniales
considerados tradicionalmente como literatura maya, sino también los textos
contemporáneos escritos en lengua maya por gente de dicho pueblo.
Existen ciertos elementos gramaticales y motivos que corresponden a todas las literaturas
mayas. Entre ellos se encuentran la estricta sintaxis oracional usada, el uso constante
de difrasismo, metáfora y paralelismo, que parecen estar presentes en todos los
diversos períodos de la literatura maya. La literatura maya desapareció cuando los
españoles llegaron en el siglo XVI a la Península del Yucatán e impusieron la religión
católica, que junto con la regulación impuesta por la Inquisicion, todas las
manifestaciones escritas por los mayas de antaño fueron quemadas por ser consideradas
obras heréticas y manifestaciones del Diablo La guerra de Castas entre 1847 y 1901,
iniciada durante la República de Yucatán también supuso gran destrucción.

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Algunos códices sobrevivieron como el Maya de México, conservándose otros en
algunas de las principales bibliotecas del continente europeo, Madrid, París, Dresde.

La literatura maya está constituida por documentos escritos en quiché, yucateco,


chontal, cakchiquel, mam y pokomchí, entre otras lenguas mayenses, así como
algunos textos que sólo se conservan en versiones en español, pero que
originalmente fueron escritos en una lengua mayense
Algunos ejemplos son Popol Vuh y el códice de Dresde en Alemania.

POLITICA
La sociedad maya del Postclásico estaba organizada jerárquicamente y se distinguían
cuatro clases sociales: la nobleza, el sacerdocio, los plebeyos y los esclavos. En cuanto a la
nobleza, de sus familias provenían los jefes locales, los miembros del consejo y los altos
funcionarios

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el llamado Halach Uinic,el cual era considerado una especie de "rey, emperador, monarca,
príncipe o gran señor", según los propios testimonios mayas. Sus atribuciones incluían la
formulación de la política exterior e interior, con la ayuda de un consejo compuesto por
los principales jefes de los pueblos, sacerdotes y consejeros especiales. También era la
máxima autoridad religiosa. Debajo del Halach Uinic había una serie de funcionarios que
administraban una severa justicia, cobraban tributos a los campesinos y controlaban las
actividades de la población.
El pueblo se componía mayoritariamente de campesinos dedicados al cultivo del maíz,
junto a un alto número de tejedores y alfareros. Con su trabajo mantenían a las clases
sociales superiores, además de erigir todos los centros ceremoniales y las calzadas de
piedra que unían a las ciudades principales. La gente del pueblo vivía en las afueras de los
centros urbanos y su posición dentro de la escala social se medía por la distancia que
había entre la casa y la plaza central. Los esclavos constituían el último eslabón en esta
sociedad y adquirían su condición por nacimiento, robo, haber caído prisioneros en la
guerra, ser huérfanos o haber sido comprados.

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CULTURA PIPIL
La palabra Pipil es un término náhuatl que se deriva de Pipiltoton, que significa «niño,
muchacho u hombrecito». El nombre fue dado a las tribus nahuas, que había en El
Salvador y Guatemala, por los tlaxcaltecas y otros pueblos del mismo tronco lingüístico
de México que estaban aliados con Pedro de Alvarado en la conquista de la región, al
parecer porque al escuchar el idioma pipil les parecía un náhuatl mal pronunciado, con
acento de niño, o bien, según alguna versión, por el nombre de un supuesto líder de las
migraciones nahuas hacia Centroamérica, el príncipe Pipiltzin. El nombre pipil, sin
embargo, nunca fue un término usado por estos para referirse a sí mismos, sino
un exónimo usado por los españoles y sus aliados; en el corpus del náhuatl de
Guatemala, por ejemplo, las comunidades nahuas se identifican a sí mismas con el
nombre de su calpolli o altepetl, nunca como pipil

Cuando los españoles llegaron a El Salvador, en 1524, el grupo indígena más


preponderante era el de los Pipiles. Este grupo lo conformaban una rama de la
civilización Tolteca, que dio tanto esplendor al antiguo México y sus ruinas más
espectaculares son los restos actuales de Tehotihucán, muy cercanos a la Ciudad de
México y Tula en el estado de Hidalgo

Para el periodo de la Conquista (1524), los grupos nahua-pipiles se encontraban


localizados en el sureste de la costa Pacífica centroamericana, sureste de las
tierras altas de Guatemala y específicamente en la parte central y oeste de El
Salvador
En la actual Guatemala los pipiles fundaron Isquintepeque (actual Escuintla) y se
vieron influenciados por las poblaciones mayas (cakchiqueles, quichés y zutujiles).
En lo que hoy es Honduras, los pipiles habitaron en los valles de Comayagua,
Olancho y Aguán y en Choluteca, y se vieron influenciados por las
poblaciones mayas chortís. En el actual El Salvador los pipiles fundaron alrededor
de 1200 el Señorío de Cuzcatlán, nación que se extendía desde el río Paz hasta
el río Lempa, es decir, cubría gran parte del occidente y centro de El Salvador.

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MITOLOGIA
En la mitología pipil podemos encontrarnos con muchos dioses y mitos. Algunos de estos dioses
son:

Como dioses principales estaban Ketzalkuat (Quetzalcóatl) e Itzkweyat (Itzqueye); en


segundo plano Tal o Tunantal (Tonantzin) también llamada Siwakuat, Teskatipuka
(Tezcatlipoca), Metzti (Metztli), Tunal (Tonatiuh), Chalchiwtikwey (Chalchiuhtlicue), Taluk
(Tláloc), Shipetz Tuteku (Xipe Tótec), Ejekat (Ehécatl), Shilunen (Xilonen), Shuchiketzal
(Xochiquetzalli), Tzinakanteku (Camazotz), Miktanteku (Mictlantecutli), Miktekasiwat
(Mictecacihuatl), etc.

Quetzalcóatl, dios principal de los pipiles.

Según las leyendas pipiles, ellos habían seguido al emperador tolteca-chichimeca Ce


Acatl Topiltzin, llamado Quetzalcóatl. En su huida de Tula al ser derrocado por los
adoradores de Tezcatlipoca, los pipiles en sus leyendas establecen que Quetzalcóatl
fundó las ciudades de Tecpán Izalco (actual Izalco y Caluco) y Cuzcatlán (actual Antiguo
Cuscatlán). Esta ciudad se convirtió en la capital del reino pipil o Señorío de Cuzcatlán, es
por eso por lo que Quetzalcóatl se convierte en el dios principal de los pipiles (al igual
como lo es Huitzilopochtli en la religión azteca).
Los pipiles aceptaron a Itzqueye como la esposa de Quetzalcóatl. A ambos se les ofrecía
después de la guerra una fiesta llamada mijtujti, que, según el cronista español Diego
García de Palacio, después de haber vencido la guerra el Cacique o Takateku le
informaba al Tekti (Papa o Sacerdote principal) que este organizara el mitote.
El Tewamatini (que predecía la suerte o las predicciones) preguntaba si era a
Quetzalcóatl o a Itzqueye a quien ofrecerían el mitote. Si era a Quetzalcóatl duraba 15

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días y si era a Itzqueye duraba 5 días; cada jornada se sacrificaba un esclavo de guerra y
después venía una fiesta estridente.
Tláloc (Taluk) tenía ayudantes llamados muchachos de la lluvia (denominados en
el idioma náhuat como tepewaj) que controlaban las estaciones y son, además, los
descubridores del maíz. En las leyendas pipiles los mitos se enfocan en los niños o
muchachos de la lluvia. Para los pipiles, Tunal y Metzti son hermanos que pelean
eternamente. Fue en la región pipil donde se originaron las leyendas, tales como:
el Cadejo, el Cipitío, la Sihuanaba, etc.
En los astros, tienen protagonismo la luna y el sol, una la hermana menor y el otro el
mayor, en constante conflicto, aquella por su inconstancia y el otro por su permanencia.5
La luna ejerce influencia en la determinación del sexo del recién nacido, los partos, las
siembras, las mareas, etc.6 El sol es tomado como el gobernador del tiempo y gran
benefactor.5
Entre las estrellas sobresale Venus o la Estrella de la Mañana, llamada Neshtamalani en
idioma nawat, que acompaña a las mujeres en las primeras tareas del día. fue la primera
de las estrellas en nacer de un lago pantanoso y líder del resto de estrellas menores, se le
representa como una muchacha vestida con un refaj

RELIGION
en cuanto a su religión, esta cultura se vio obligada a practicar el Cristianismo debido a la
conquista española, los cuales obligaron a este pueblo a formar parte de su religión. A
raíz de esto, estos pueblos se convirtieron a la religión cristiana, celebrando asi todas sus
fiestas.
Aun bajo el yugo de la religión española. Este pueblo logro conservar muchas de sus
tradiciones y mitos, los cuales han sido transmitidos por cientos de años.

ESTRUCTURA ECONOMICA, POLITICA Y SOCIAL


Los pipiles mantuvieron las estructuras económicas, sociales y políticas del pueblo
náhuatl. Conservaron la propiedad de la tierra comunitaria dividiendo las grandes áreas
de influencias de los poderosos caciques en calpullis o parcelas de tierra suficientes para
alimentar a una familia. Los principales grupos sociales eran los nobles y
los sacerdotes (pipiltun) quienes compartían el poder político con los guerreros. Al igual
que los aztecas, eran los guerreros quienes elegían a los caciques, es decir, jefes
militares. Con el tiempo los caciques dejaron de ser elegibles y se formaron cinco
cacicazgos hereditarios: Apanecatl, Apastepl, Ixtepetl y Guacotecti y un gran centro
religioso, Mita.
La base de la pirámide social pipil estaba formada por comerciantes, artesanos y el
«pueblo» (macehuotlín). Los macehuotlin, aparte de cultivar los calpullis, tenían la
obligación de trabajar las tierras de los sacerdotes (primeros propietarios de las tierras).
Los prisioneros de guerra eran desposeídos de todos sus derechos y como esclavos se
ocupaban de trabajar para las clases dominantes.
En lo referente a la artesanía los especialistas destacan que El Salvador fue el centro de
producción, y exportación, de una cerámica peculiar muy apreciada por su característico

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brillo metálico. En la esfera religiosa, rendían culto a los dioses nahuas: Quetzalcóatl, la
serpiente emplumada, y a Tlaloc, dios de la lluvia y de la fertilidad.
Introdujeron el culto generalizado al dios de la lluvia Tláloc y a Xipe-Tótec. Este último
muy vinculado a los sacrificios humanos. En verdad su llegada implicó muchos cambios
culturales en el país. Las ruinas de Cihuatlán, en Aguijares y cercanas al volcán de
Guazapa son los vestigios más notables que se poseen de los Pipiles, también llamados
Yanquis.

LITERATURA
Los textos de esta culcura, se conforma de mitos como agunos de los que veras
acontinuacion.

La siguanaba
La leyenda de la Siguanaba dice que una mujer, originalmente llamada Sihuehuet (Mujer
Hermosa), tenía un romance con el dios Sol, hijo del dios Tlaloc, del cual resulto
embarazada.
Ella era una mala madre porque dejaba solo a su hijo, el Cipitío, para estar con su
amante. El niño comía ceniza y estaba muy barrigón de tan descuidado que estaba por su
madre.
Cuando Tlaloc descubrió lo que estaba pasando, maldijo a Sihuehuet. Le dijo: Ahora te
llamarás Sihuanaba (Mujer Horrible). Ella sería hermosa a primera vista, pero cuando los
hombres se le acercaran, ella daría vuelta y se convertiría en una mujer muy horrible. La
forzaron a vagar por el campo, apareciéndosele a los hombres que viajan solos por la
noche. Dicen que es vista por la noche en los ríos y quebradas de El Salvador, lavando
ropa y siempre buscando a su hijo, el Cipitio al cual le fue concedida la juventud eterna
por el dios Tlaloc como recompensa de su sufrimiento.
Todos los trasnochadores están propensos a encontrarla. Sin embargo, persigue con más
insistencia a los hombres enamorados, a los don juanes que hacen alarde de sus
conquistas amorosas. A estos, la Siguanaba se les aparece en cualquier poza de agua en
altas horas de la noche. La ven bañándose con guacal de oro y peinándose con un peine
del mismo metal, su bello cuerpo se trasluce a través del camisón. El hombre que la mira
se vuelve loco por ella y no puede resistir a acercársele. La Siguanaba lo llama, y se lo va
llevando hasta embarrancarlo. Es entonces que enseña horrible la cara cuando ya se lo
ha ganado y lo tiene cerca

El cadejo
En las noches, a altas horas, cuando generalmente ya los hombres van de regreso para sus
posadas, después de visitar a sus mujeres, un perro grande y fuerte, de color blanco, los
sigue, a poca distancia, custodiándolos, hasta llevarlos en sus casas.
Este perrote es el Cadejo, el amigo del hombre trasnochador; quien se siente garantizado
cuando se da cuenta que es seguido por dicho animal. Todos los peligros desaparecen: el
perrote blanco lucha y vence siempre defendiendo al hombre.
Hay también otro perro que deambula por las noches. Es grande y negro, con un collar blanco
en la propia piel. Este es el Cadejo Malo. Es enemigo del trasnochador.

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Apenas lo encuentra al trasnochador en su camino, se le abalanza, lo derriba, lo golpea y lo
deja maltrecho y sin sentido; pero no lo muerde. El tunante así agredido queda como insulso y
dundo, tartamudo; y se muere pronto.
De éste dicen que lo jugó el Cadejo.
También el Cadejo Bueno procede así con los tunantes, si éstos no quieren dejarse
acompañar él, le gritan, lo corren, y le tiran piedras.
Si yendo el Cadejo Blanco acompañando a un hombre, encuentra al Negro, se traba entre
ambos cadejos una sangrienta y encarnizada lucha, hasta que cae vencido el Negro.
Los ojos de los cadejos brillan muchísimo. «Parecen candelas», según el decir de los indios.
El Cadejo no se cansa de caminar. Camina toda la noche hasta el amanecer, en que
desaparece.

El cipitio
De acuerdo a la mitología salvadoreña, el Cipitío era el hijo de la Siguanaba, la cual era
conocida como Sihuehuet (que significa mujer hermosa). Cuenta la leyenda que esta
mujer tenía una relación con el dios Sol, de la cual nació el Cipitío. Sin embargo la mujer
traicionó de forma infiel al dios Sol, con el dios Lucero de la Mañana, por lo que el dios
Tlaloc (el dios de dioses) condenó tanto a la madre como al hijo:
De acuerdo a la mitología salvadoreña, el Cipitío era el hijo de la Siguanaba, la cual era
conocida como Sihuehuet (que significa mujer hermosa). Cuenta la leyenda que esta
mujer tenía una relación con el dios Sol, de la cual nació el Cipitío. Sin embargo la mujer
traicionó de forma infiel al dios Sol, con el dios Lucero de la Mañana, por lo que el dios
Tlaloc (el dios de dioses) condenó tanto a la madre como al hijo:
El Cipitío fue maldecido a quedarse como un niño para siempre, aunque pasen los siglos.
Cuentan que hace algunos años, cuando nuestros abuelos eran jóvenes era mas común
encontrar las huellas de un niño en las cenizas de la leña de la cocina, cualquiera pudiera
pensar que es una travesura, pero… quizá no lo era, a el Cipitío le encanta comer mucha
ceniza y revolcarse en ella. El Cipitío que aveces es conocido como Cipitín, se caracteriza
por ser pequeño y también barrigón, tiene un enorme sombrero en su cabeza y se
cuentan que sus pies los tiene al revés, por eso cuando las personas intentan seguirlo se
pierden en sus huellas. Dicen también que tiene poderes mágicos para transportarse de
un lugar a otro. Él es un personaje inofensivo, que no hace daño a nadie, pero que si
molesta con sus bromas y sus risas burlonas. Su espíritu es burlón, se esconde en los
matorrales a las orillas de los ríos y quebradas para esperar a las muchachas bonitas que
llegan a lavar o bañarse ahí. Cuando las ve, les dice unos piropos y les tira florcitas y
piedritas, pero ellas no lo pueden ver. De hecho se dice que solo los niños pueden verlo.

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CULTURA CHIBCHA O MUISCAS
un pueblo indígena amerindio que ha habitado el altiplano cundiboyacense y el sur
del departamento de Santander, en el centro de la actual República de Colombia, desde
aproximadamente el siglo VI a. C., y cuyos descendientes actuales viven en los
departamentos de Cundinamarca, Boyacá y parte de Santander. Una pequeña parte de
su población está organizada en forma de cabildos indígenas en la ciudad de Tunja y
en localidades del distrito de Bogotá como Suba, Bosa, Usme, Fontibón y Engativá,
además de municipios vecinos como Chía, Cota, Mosquera y Sesquilé. Buena parte de la
población actual de la Cordillera Oriental de Colombia es resultado del mestizaje entre los
muiscas y otros pueblos, principalmente españoles. son
A los muiscas se los ha llamado también chibchas, pero aunque esa denominación no es
incorrecta, tampoco es precisa, pues chibchas son en realidad todos los grupos
pertenecientes a la familia lingüística chibchense, como los u'wa, los motilones-barí o
los kogui, entre otros

La Cultura Chibcha o Muiscas se desarrollaron en la meseta de Cundimarca, en la


actual república de Colombia. Esta meseta se encuentra en plena cadena andina y
determinada por dos ríos importantes que son el Cauca y el Magdalena, que fertilizan la
zona.

Es probable que esta cultura recién iniciaba su progreso cuando se hizo presente el
conquistador español en el siglo XVI. A esta fecha, la Cultura Chibcha estaba
organizado en cacicazgos o señoríos, siendo los más importantes: Guantená, Ircá,
Hunsa, Tundama y Bacatá

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MITOLOGIA
Los términos religión y mitología muisca se refieren a las creencias precolombinas del
pueblo indígena muisca de la Cordillera Oriental de los Andes en las cercanías de Bogotá,
Colombia. La tradición incluye una selección de mitos recibidos sobre el origen y la
organización del universo.
La mitología Muisca comprende las creencias, mitos y leyendas de
carácter politeísta, animista y panteísta que forman parte de la religión muisca. Las
creencias de los muiscas no se basan en una revelación divina; Sino que han sido
transmitidas por medio de sus historias más antiguas se ha conservado en las Crónicas
de Indias, escritas por los españoles durante y después del proceso de cristianización.
Adoradores del sol, los Muiscas también tenían una reverencia especial por los objetos y lugares
sagrados como rocas, cuevas, ríos y lagunas particulares. En estos sitios dejaban ofrendas votivas
(tunjos) ya que eran considerados portales a otros mundos. Los dioses Muiscas más importantes
eran el dios del sol Sué y la diosa de la luna Chía. Otro dios era Chibchacum, patrón de los
metalúrgicos y comerciantes. El tipo más común de ofrenda a los dioses eran los alimentos junto al
típico tunjo de serpientes y figuras planas masculinas, femeninas y animales realizadas en
aleación de oro que eran colocadas en los sitios sagrados. Los miembros de la élite de la sociedad
también podían ser enterrados en sitios de importancia religiosa, primero siendo secados y luego
envueltos en muchas capas de textiles finos. Finalmente eran ubicados en una tumba, sentados en
su asiento de oficio, un pequeño taburete o tianga, y rodeados de los preciosos bienes que
disfrutaron en vida.

El Dorado
Los Muiscas son famosos hoy en día por la leyenda de "El Dorado". Una ceremonia Muisca
realizada en la laguna Guatavita, en realidad una de muchos tipos, involucraba un gobernante
siendo cubierto en polvo de oro que luego era llevado al centro de la laguna, donde saltaba a las
aguas en un acto de limpieza y renovación ritual. Los súbditos Muiscas también lanzaban objetos
preciosos al lago durante la ceremonia, no sólo oro sino también esmeraldas.

Los españoles, al escuchar esta historia, dejaron que su imaginación y su ansia de oro diera un
salto más allá de los límites de la realidad y rápidamente una leyenda surgió sobre una magnífica
ciudad construida con otro. Naturalmente, como nunca existió en primer lugar, la ciudad nunca

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fue encontrada e incluso la laguna se ha negado obstinadamente a revelar sus secretos a pesar de
varios costosos intentos a lo largo de los siglos.

Dioses importantes de esta cultura son:


Bachué es la madre primigenia del pueblo Muisca. Fue diosa de fuentes de agua como
manantiales y arroyos.
Bachué, bella y esbelta, había emergido de la laguna de Iguaque, con un niño pequeño en brazos,
se sentó a la orilla de la laguna y espero que su hijo creciera, cuando éste alcanzo la edad
suficiente, se casaron y tuvieron muchos hijos: los Muiscas.
Bachué enseño preceptos como la paz y la convivencia a los primeros pobladores, les enseñó a
cazar, cultivar, respetar las leyes y adorar a los dioses. Bachué fue tan buena, que los mismos
Muiscas se referían a ella también como Furachoque (Mujer Buena).
Tras haber poblado el mundo y haber dejado sus enseñanzas, la diosa volvió junto con su
compañero y se convirtieron en serpientes al ingresar a la laguna sagrada de Iguaque; ese día los
Muiscas, a pesar de su tristeza sabían que Bachué, su madre, era feliz.
Se le rindió culto junto a la figura de su consorte, en un santuario especial ubicado posiblemente
en el actual San Pedro de Iguaque.
Según otras versiones, fue convertida en Chía (Luna) para acompañar a Sua (Sol) y como tal era
venerada.

Bochica «Hijo del Cielo» Héroe civilizador, encarnación solar, también conocido como
Nemterequeteba o Xué («Señor»)
El mundo había sido creado por Chiminigagua, las tierras eran extremadamente fértiles, la vida
resultaba sencilla, los muiscas pasaban el día descansando y dándose la buena vida, cuando no, se
enfrentaban por cuestiones menores y poco relevantes; pronto olvidaron a sus dioses.
Entonces, como mensajero de los dioses, Bochica hizo su aparición por el oriente de la sabana de
Bogotá.
Cuando Chibchacum indignado por la corrupción existente, desbordó los ríos y produjo el diluvio,
los sobrevivientes invocaron a Bochica, éste arrojó su bastón de oro y abrió el cauce a las aguas
formando el salto de Tequendama. Luego castigó a Chibchacum obligándolo a sostener la tierra
sobre sus hombros.

Chaquén velaba los linderos de los campos de cultivo. A su cargo además tenía la custodia de los
puestos en las procesiones y fiestas y el castigo a los adúlteros fugitivos.
En los primeros meses del año, los muiscas celebraban sus fiestas agrícolas «en las cabas de sus
labranzas», esto es, en los límites de los sembrados; se realizaban bajo su protección rituales para
lograr buenas cosechas.

Chibchacum Dios de los orfebres, mercaderes y labradores.


Chibchacum, enojado por la maldad de los seres humanos, mandó un diluvio sobre el altiplano de
Bogotá moviendo dos ríos. Esta inundación anegó el valle y mató a la mayor parte de sus
habitantes. Bochica se presentó sobre un arco iris y utilizando una vara de oro, logró dar a las
aguas una salida al valle del Magdalena, creando el salto de Tequendama.
Bochica, como castigo le hizo cargar la tierra sobre sus hombros, que antes descansaba sobre

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gigantescos guayacanes , los movimientos sísmicos, terremotos y temblores, se debían a él, se
producían cuando se cansaba de llevar la tierra en un hombro y se la pasada al otro.

Chibchacum Dios de los orfebres, mercaderes y labradores.


Chibchacum, enojado por la maldad de los seres humanos, mandó un diluvio sobre el altiplano de
Bogotá moviendo dos ríos. Esta inundación anegó el valle y mató a la mayor parte de sus
habitantes. Bochica se presentó sobre un arco iris y utilizando una vara de oro, logró dar a las
aguas una salida al valle del Magdalena, creando el salto de Tequendama.
Bochica, como castigo le hizo cargar la tierra sobre sus hombros, que antes descansaba sobre
gigantescos guayacanes , los movimientos sísmicos, terremotos y temblores, se debían a él, se
producían cuando se cansaba de llevar la tierra en un hombro y se la pasada al otro.

Chía. Aunque había una creencia residual en un dios creador, el culto muisca destacaba al dios del
sol (Sua) y a la diosa de la luna (Chía), enlazados a los grandes señores. El dios del sol estaba
vinculado a los Zaques del norte, con su Templo de Sogamoso; mientras que la familia del Zipa
controlaba el templo de Chía. Según Castellanos: «los muiscas concebían al sol y la luna como
esposos, y padres de la gente».
Protectora de la diversión, los bailes y las artes, a Chía se le representaba bajo la forma de mujer.
Bachué, madre generatriz de la raza chibcha, fue convertida en Luna para acompañar a Sua y
como tal era venerada

Cuchaviva. El arco iris, que los muiscas creían era aire resplandeciente, fue personificado y
adorado con del nombre de Cuchaviva. También mencionado como Cuchabiba o Cuchavira, para
algunos autores era de género femenino.
Chiminigagua el creador supremo, lanzó al aire las aves negras origen de la luz, la cual se condensó
en el sol ( Sua), en el reflejo de la luna (Chía) y el arco iris.
Sirvió de asiento cuando Bochica formó el Salto de Tequendama. El cielo apercibía a través de él,
obligando a adorarlo y realizarle ofrendas

Nencatacoa Dios de los ensueños, las borracheras y protector de los tejedores de mantas y
artistas.
Se representaba mitad hombre, mitad animal del bosque, generalmente un oso o zorro, cubierto
con una manta y con la cola afuera.
Cuidaba de pintores y artistas, quienes realizaban sus creaciones a través de la ornamentación en
los tejidos, la cerámica, la orfebrería y la escultura. Las tejedoras lo veneraban, bailando a su
alrededor, haciéndolo girar para marearlo y lanzándole mantas especialmente bordadas para la
ocasión.

RELIGION
Los indios de la cultura chibcha basaron su religión en diferentes creencias, entre las que
mencionaremos: Creían en un ser superior, invisible y omnipotente. Rendían culto al
Sol y a la Luna por ser su esposa. Tenían numeroso dioses subordinados, señores
de la lluvia y fenómenos de la naturaleza.

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La adoración al sol y a la luna, para los Chibchas, era la adoración a Chiminigagua,
el ser supremo. Esta historia, relata que la relación entre la creencia en Chiminigagua y
el culto al sol existió en otros pueblos indígenas americanos. Los chibchas dedicaron
varios templos a la adoración del sol.

La mayoría de las culturas aborígenes han estado caracterizadas por la realización de


rituales y la muisca no es la excepción, sus prácticas de adoración estaban vinculadas en
su mayoría con el agua, un elemento al que consideraban sagrado, por eso, varias lagunas
de Cundinamarca, Boyacá y Santander fueron consagradas como lugares habitados por
alguna divinidad como parte de sus creencias.

Bañarse varias veces al día en los ríos, hacer baños en familia o para una ocasión especial
como el nacimiento de un bebé o la coronación de un nuevo líder, eran algunos de los
rituales presentes en los muiscas.

También cubrían a su gobernante de polvo de oro y lo arrojaban a una laguna, en un acto


de limpieza y purificación.

ECONOMIA
Cultivaban la tierra con instrumentos rudimentarios. Cultivaron la patata, el
maíz (con el que hacían bollos), la papa, los porotos, el zapallo, el tomate
y el tabaco, cuyas hojas fumaban.

Como alimento de origen animal, comían carne de venado.

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El artículo más importante para ellos era la sal, pues les servía para el
intercambio.

Fabricaban la chicha (bebida embriagante), con el maíz cocido


fermentado. Tejían mantas de algodón. Sabían laminar y alear los metales.

Utilizaban el polvo de oro que obtenían del río Magdalena, para elaborar
pendientes, anillos, pectorales, narigueras, etc. Fue el único pueblo de
América que utilizó la moneda de oro en forma de disco

Tambien intercambiaban oro, pieles, y animales con otras culturas


cercanas en forma de comercio.

POLITICA
Buena parte del territorio y la población muisca se hallaba centralizada en dos grandes
unidades políticas: el Zipazgo, cuyo soberano era el Zipa, y el Zacazgo, cuyo soberano era
el Zaque. Ambos soberanos tenían relaciones políticas y comerciales estrechas, dada la
hermandad étnica y cultural, pero aun así mantenían constantes rivalidades por el control del
territorio.

Cada una de las grandes Confederaciones Muisca estaba dividida en clanes,


denominados Zybyn en muysccubun (idioma muisca). Cada Clan, o Zybyn, estaba gobernado
por un jefe llamado Zibyntyba, y dentro de cada Clan, o Zybyn, existían a su vez divisiones
menores denominadas Uta, que se corresponden con los poblados individuales, gobernado
cada uno por un jefe llamado Utatiba. Así, por ejemplo, el Zipazgo era gobernado por el Zipa;
dentro del Zipazgo existían múltiples Clanes, o Zybyn, como el de Guatavita, dirigido por un
Zibyntyba; dentro del Clan o Zybyn de Guatavita, existían varias Uta, como la de Sesquilé,
gobernada por un Utatiba

• Zipazgo o Zacazgo: Territorio mayor, gobernado por el Zipa o el Zaque.


• Zybyn: Territorio intermedio, gobernado por el Zibyntyba.
• Uta: Territorio menor, o poblado, gobernado por el Utatiba.

En cuanto a la organización de sus clases sociales. Podemos decir que era muy similar a lo
siguiente.

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LITERATURA
¿Qué aportaron los muiscas a la literatura?
Ellos contribuyeron a través de sus obras Literarias ( Colombia ), a expresar a la
sociedad, los antecedentes culturales y a su vez, la proyección de su estilo
artístico a las sociedades (internacionales), una de ella fue la europea, y en
cuanto a unos de sus mejores aporte fue la obra calendaría, obra que fue de
mucho.

Algunas de las leyendas del pueblo muisca de las cuales se tiene conocimiento
son.

- LEYENDA DE BICHIA.
- LEYENDA DE LA CACICA DE GUATAVITA
- LEYENDA DE LA CREACION DEL MUNDO.

También podemos encontrar muchos mitos como el de la diosa Bachue. El cual


dice que emergio de la laguna con un niño en sus brazos.

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CULTURA INCA
fue el imperio más extenso y desarrollado en la América precolombina. Al período de su
dominio se le conoce como Incanato o Incario. Surgió en la región de los Andes
peruanos entre los siglos XV y XVI como consecuencia de la expansión del curacazgo del
Cuzco, siendo la segunda etapa histórica y el período de mayor apogeo de la civilización
incaica. Abarcó 2 500 000 km² entre el océano Pacífico al oeste y la selva amazónica en el
este, desde el río Ancasmayo (Colombia) al norte hasta el río Maule (Chile).
Los orígenes del imperio se remontan a la victoria de las multietnias, lideradas
por Pachacútec frente a la confederación chanca en Yawarpampa, a mediados del siglo XV,
hacia 1438. Luego de la victoria, el curacazgo incaico fue reorganizado por Pachacútec, con
quien el Imperio incaico inició una etapa de continua expansión, que prosiguió con su hijo el
décimo inca Amaru Inca Yupanqui, luego por parte del undécimo inca Túpac Yupanqui, y
finalmente del duodécimo inca Huayna Cápac, quien consolidó los territorios. En esta etapa la
civilización incaica logró la máxima expansión de su cultura, tecnología y ciencia,
desarrollando los conocimientos propios y los de la región andina, así como asimilando los de
otros estados conquistados.
Luego de este período de apogeo el imperio entró en declive por diversos problemas, el
principal la confrontación por el trono entre los hijos de Huayna Cápac: los
hermanos Huáscar y Atahualpa, que derivó incluso en una guerra civil. Entre los incas la
viruela acabó con el monarca Huayna Cápac, provocó la guerra civil previa a la aparición
hispana y causó un desastre demográfico en el Tahuantinsuyo. Finalmente Atahualpa
vencería en 1532. Sin embargo su ascenso al poder coincidió con el arribo de las tropas
españolas al mando de Francisco Pizarro, que capturaron al inca y luego lo ejecutaron. Con la
toma del Cuzco en 1533 culminó el Imperio incaico. Sin embargo, varios incas rebeldes,
conocidos como los «Incas de Vilcabamba», se rebelaron contra los españoles hasta 1572,
cuando fue capturado y decapitado el último de ellos: Túpac Amaru I.
Los incas consideraban a su rey, el Sapa Inca, como el «hijo del sol». Muchas formas locales
de adoración persistieron en el imperio, la mayoría de ellas relacionadas con las sagradas
Huacas locales, pero los líderes incas alentaron el culto al sol de Inti - su dios del sol - e
impusieron su soberanía por encima de otros cultos como el de Pachamama.

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MITOLOGIA
La mitología incaica es el universo de leyendas y memoria colectiva de la civilización incaica,
que tuvo lugar en los actuales territorios
de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina, incorporando en primera instancia, de
manera sistemática, los territorios de la sierra central de Perú hacia el norte.

La mitología inca tuvo éxito por la influencia política, comercial y militar, antes de la conquista
de los territorios al sur y norte del Cuzco, que más tarde diera comienzo al naciente imperio.
La identidad de los pueblos quechuas en el Perú y Bolivia; y los quichuas (kichwa) en
el Ecuador; comparten esta percepción espacial y religiosa que los une por su deidad más
significativa: el dios Inti.
La mitología inca se nutría de una serie de leyendas y mitos propios, que sustentó la
religión panteísta del Imperio inca, centralizada en Cusco. A sus dioses, el pueblo inca les
rendía culto, al igual que en otras religiones. Algunos nombres de dioses se repetían o eran
llamados de igual forma en distintas provincias del pueblo inca. Más tarde, todos estos dioses
se unificaron y formaron el que se denomina verdadero panteón inca de divinidades.
Algunos e los dioses maa significativos de esta civilización son:

Huiracocha o Viracocha
Wiracocha es la divinidad principal de las antiguas culturas andinas, incluida los
incas. Es conocido como el ‘Dios de los báculos’ pues estaba representado por dos
báculos con características zoomorfas en ambas manos. Según la cosmovisión andina,
representaba al dios creador del universo.
Los incas tomaron al Huiracocha como suyo debido probablemente a la influencia de la
cultura Tiahuanaco, desde donde provenían antes de asentarse en Cusco. Este dios
estuvo representado en las principales edificaciones tiahuanacos, como la famosa
Portada del Sol.
El emperador inca Huiracocha tomó el nombre del dios creador. Así mismo, construyeron
templos que, según investigaciones, fueron dedicados a esta divinidad. Una de estas es el
llamado ‘Templo de Wiracocha’, ubicado en el sitio arqueológico de Raqchi, al sur del
Cusco.

Inti, el dios sol


El sol fue la divinidad más aceptada y adorada en la cosmovisión inca quienes
usaban el término quechua ‘Inti’ para referirse a él. Estaba representada por una
circunferencia de oro rodeada de rayos. Sus atribuciones daban energía a la tierra, las
plantas y, por consecuencia, proveía el alimento.
En el panteón incaico, el sol era pareja de la luna (diosa Quilla). Los incas construyeron
un templo dedicado al sol denominado el Inticancha (luego pasó a llamarse Coricancha).
Así mismo, el emperador inca era considerado hijo del sol y, por consiguiente, tenía
atribuciones divinas para gobernar.
Cada año, durante el solsticio de invierno, los incas celebraban la fiesta del Inti Raymi
(fiesta del sol), en la cual se realizaba una multitudinaria ceremonia religiosa en el
Inticancha. Hoy, los cusqueños siguen celebrando esta representación de sus
antepasados incas mediante la famosa fiesta del ‘Inti Raymi’.

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Mama Quilla, la luna
En el idioma quechua ‘Mama’ quiere decir ‘Madre’ y Quilla ‘Luna’. Se trata de la diosa
de la fertilidad y esposa del dios sol. Su importancia residía en brindar protección a las
mujeres y marcar el calendario las épocas de siembras y cosechas. Era representada
mediante un disco de plata y estaba en un mismo rango que el sol.
Según la cosmovisión inca, la luna era la madre de los fundadores Manco Cápac y Mama
Ocllo. Además, durante los eclipses lunares, ésta era atacada por uno de los animales
divinos, el puma o la serpiente. Se construyeron templos dedicados a esta deidad y
protegidas por mujeres sacerdotisas.
En Machu Picchu existen una misteriosa construcción denominada inicialmente
como la ‘Gran Caverna’. Sin embargo, con el transcurrir de los años, esta construcción
se hizo popular con la denominación del ‘Templo de la Luna’. Se ubica dentro de una
caverna en la montaña Huayna Picchu.

Pacha Mama, la madre tierra


La Pacha Mama era la diosa de la fertilidad de la tierra que tuvo gran importancia no
solo en el tiempo de los incas, sino en las diferentes culturas andinas antes y después de
éstos. Estaba representada por una circunferencia. Esta deidad estaba presente en la
naturaleza (en los campos, los manantiales, riachuelos). Se podía dialogar con ella en
estos lugares ya que se trata de una divinidad protectora y que proveía de alimento a la
población.
Para rendir culto a la Pachamama no era necesario acudir a un templo, sino solamente se
le entregaba ofrendas a la tierra. Algunas pobladores colocaban tres, cuatro o más
piedras una sobre otra (llamadas ‘apachetas’). Generalmente, los incas utilizaban hojas
de coca, carne de llama, alpaca, maíz, cerámicas, etc. Hoy, después de más de 400 años,
los pobladores andinos continúan comunicándose y pagando culto a la tierra, tal como lo
hacían los incas.

Pachacamac, el dios de los temblores

Este dios fue tomado por los incas de las civilizaciones costeras del Perú como:
Lima, Chancay, Ichma, Chincha y Huari. Tras la expansión inca, éstos tomaron al dios
como suyo. Estaba representado por un largo ídolo de madera con figuras zoomorfas
talladas. Tenía atribuciones con la tierra, los terremotos y la predicción del futuro (función
de oráculo). Su templo principal estuvo en el sur de Lima (actual sitio arqueológico de
Pachacamac).
Los incas llegaron al templo de Pachacamac y realizaron posteriores edificaciones como la ‘Casa de
las escogidas’ (Mamaconas). Si bien realizaron pequeños templos en su honor (principalmente en
la región costa), el santuario ubicado en Lima fue un lugar de tal importancia, que el mismo inca
iba a este lugar para rendir culto al dios Pachacamac.

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Illapa, el dios del rayo
Illapa era el dios del rayo, las lluvias y los truenos. Estaba representada por la figura de
un hombre sosteniendo una porra y una huaraca. Esta divinidad tenía poderes sobre la lluvia,
proveedora de agua para la tierra y necesario para la producción de cultivos. Debido a ello, los
incas le rendían culto con gran veneración, solo por debajo de dios sol y Huiracocha.

Los incas construyeron adoratorios a este dios. Incluso existe un recinto suyo
dentro del palacio del Coricancha. Los incas creían que el lugar en donde caía un rayo era
causado por la furia de Illapa. En tiempos de sequía se realizan ceremonias religiosas dedicadas
especialmente a esta divinidad.

Apus, las sagradas montañas


Según los incas, los Apus eran los espíritus de las montañas. Se trataban de dioses
vivientes que estaban representadas por las altas cumbres a lo largo de toda la Cordillera de los
Andes. Mientras más alta era la montaña, más poder e importancia tenía. Esta creencia es anterior
a los incas y sobrevive hasta hoy en el pensamiento del hombre andino.

Los incas le proferían gran respeto y veneración a las montañas. En Cusco las de mayor
importancia eran los apus Salkantay y Ausangate e incluso el Machu Picchu. Los
pagos a las montañas se realizaban con hojas de coca, chicha, sangre de llama, alpaca e incluso
con sacrificios humanos, conocidos como la ‘Capacocha’.

Hoy, el hombre del ande tiene la creencia de que las montañas son seres vivientes divinos a los
que se les debe respeto y veneración.

Al igual que todas las grandes civilizaciones del mundo (Egipto, Grecia, China, Roma,
Mesopotamia, etc.), la civilización inca también trato de explicar sus orígenes con
mitos y leyendas, generando cierta controversia sobre los hechos históricos; mitos y
leyendas que en el fondo encierran algo de verdad.

El Imperio Inca representa el máximo esplendor de una civilización que se remonta a


3.000 años en la costa del Pacífico y los Andes centrales. Hoy en día, esta civilización
mesoamericana guarda muchos misterios debido a la falta de escritura. Sobre sus
orígenes se mezclan los mitos y las leyendas.

Dos leyendas son las que narraban el nacimiento de esta civilización: la primera, la
que decía que el Dios Sol había hecho nacer del lago Titicaca a sus dos primeros
fundadores, Manco Cápac y Mama Ocllo, recogida por el cronista Inca Garcilazo de la
Vega; la segunda, que Manco Cápac, junto a sus hermanos Ayar, descendieron de
Pacaritambo para fundar Cuzco y ser el primer emperador, recogida por el cronista
Juan de Betanzos.

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RELIGION
La religión profesada por los incas era politeísta, vale decir, se adoraba un importante
número de divinidades en ceremonias propugnadas por el estado. El dios principal era
Viracocha, concebido como el creador del universo y de la primera generación de
los incas. Por debajo de esta divinidad tutelar abstracta se ubicaban los dioses celestes,
dentro de los cuales Inti, el Sol, era sin duda el más adorado. Ello se debía a que el sol, un
ente concreto, permitía el desarrollo de la agricultura y el crecimiento de los cultivos, razón
por la cual los campesinos andinos rendían permanentemente su culto a Inti. Por otra parte,
la realeza incaica se consideraba descendiente directa del Sol. En su honor se construyeron
gran cantidad de santuarios y templos y se oficiaban los ceremoniales del Inti-raymi, en
junio, y del Capac-raymi en diciembre. Estas fiestas renovaban el vínculo entre los incas y
el Sol, a través de ofrendas, cantos y plegarias.

Los rituales del estado inca eran presididos por un grupo sacerdotal muy jerarquizado, a la
cabeza del cual estaba el Villca Humu. Todo el ceremonial propio de los incas se desarrolló
en las grandes plazas, frente a los templos donde se congregaba la multitud. También las
momias de los antiguos soberanos eran sacadas en estas ocasiones y paseadas en andas
para que el pueblo las adorara. El consumo de chicha, las danzas y cánticos y los sacrificios
de animales imprimían su sello a estas fiestas que, en muchos casos, se siguen celebrando
hasta el día de hoy.

En un nivel local era sumamente importante el culto a las llamadas huacas, una fuerza
espiritual encarnada en cualquier objeto como podían ser cimas de las montañas, rocas o
ríos, y en personas con rasgos poco comunes como niños gemelos, gente con más dedos
de lo normal, etc.. Las huacas, consideradas benéficas o maléficas, recibían
constantemente ofrendas de los campesinos o viajeros y representan la religiosidad
propiamente popular. El conjunto de ofrendas se denominaba apachitas que se

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encontraban en los bordes de los caminos, los campos, en los templos o el entorno
natural.

ECONOMIA
Los incas al igual que las otras civilizaciones que habitaron América basaron su economía
en la agricultura como actividad principal, pero también realizaron actividades ganaderas y
artesanales.

A diferencia de otras civilizaciones, los incas distribuían de manera equitativa entre


la población toda la riqueza producida en la actividad agrícola y ganadera.

Aparte de la actividad agrícola y ganadera también


trabajaron productos artesanales y a pesar de que tenían una
adecuada infraestructura de carreteras y caminos no se desarrollaron
actividades comerciales. Por esa razón tampoco utilizaron un sistema monetario.

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Se fundamentaba en el principio de la reciprocidad. Eso conlleva a que todos
sus miembros colaboran y se apoyaran en las labores agrarias, artesanales, de
construcción y en cualquier tarea que ayudará a lograr el bien común.

El comercio Se basó en el intercambio de productos entre las distintas


regiones del imperio. El pescado seco llegaba desde la costa a la cordillera de
los Andes, por la red de caminos incas. De la misma manera, los habitantes de la
costa recibían los productos agrícolas provenientes de los Andes.

POLITICA
Los incas gobernaron sobre múltiples culturas y etnias que en muchos casos poseían una
trayectoria más larga en el tiempo que los propios incas. Desde la capital Cuzco, el "ombligo del
mundo" en idioma quechua, el dominio incaico se extendió hacia los cuatro puntos cardinales. El
imperio se denominó Tahuantinsuyo que significa "las cuatro regiones que se integran" y que
eran: Chinchasuyo al norte, Cuntisuyo al oeste, Collasuyo al sur y Antisuyo al este en relación al
Cuzco.

La jerarquía de mando del Tahuantinsuyo era muy rígida y vertical, pues el denominado Sapa Inca
era quien tomaba las decisiones, secundado por los cuatro suyuyoc-apu (jefes de cada uno de los
cuatro suyos) que residían en la capital. Otros consejeros asesoraban al Sapa Inca en materia
judicial, militar o religiosa, además de un grupo de funcionarios que, en su calidad de veedores
generales del Incario, se desplazaban por todo el imperio informando al Sapa Inca de cuanto
sucedía. El Sapa Inca gozaba de todas las comodidades imaginables y su figura era respetada y
venerada por todos. Entre sus privilegios también estaba el de poder elegir a sus mujeres entre las
escogidas para tales fines.

Cada suyo estaba dividido en provincias o huamani, cuyos límites coincidían a menudo con las
fronteras étnico-políticas preincaicas y eran encabezados por los apo o jefes. Los huamani se
descomponían a su vez en sectores o sayas al frente de las cuales estaban los tocricoc o
gobernadores. Por último, las sayas se constituían a partir de un número variable de ayllus, el
núcleo social básico andino al cual nos referiremos más adelante, donde la autoridad era ejercida
por los curacas o caciques.

En la administración del Tahuantinsuyo hay que destacar el funcionamiento de dos principios


básicos: la reciprocidad y la redistribución. La reciprocidad, de una existencia anterior al dominio

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inca, era un mecanismo que operaba al interior de las aldeas y comunidades, permitiendo la ayuda
mutua, la cooperación y la regulación de los intercambios. Así por ejemplo, las labores agrícolas
eran ejecutadas por todos los miembros de un ayllu en virtud de los lazos de reciprocidad
vigentes, y el producto del trabajo era repartido también entre todos.

El dominio inca modificó en parte esta situación, al exigir a las comunidades la entrega de cierta
cantidad de su producción (agrícola, textil, metalúrgica, etc.) al imperio y a los almacenes del
Tahuantinsuyo. Sin embargo, los funcionarios incas abastecían a los ayllus con mercaderías
obtenidas de otras latitudes, a cambio de la producción local. Eso es lo que se llama redistribución,
donde la figura del curaca cobraba una especial importancia al constituirse en intermediario entre
la reciprocidad comunal y la redistribución estatal.

En cuanto a la estratificación social el ámbito andino se presentaba como un mosaico de diversos


caciques y curacas, agrupados bajo la hegemonía de jefes de mayor rango. Bajo el dominio incaico
este esquema varió, ya que los jefes principales aceptaron la preeminencia del Sapa Inca y
reconocieron el nuevo ordenamiento estatal. Este grupo de señores regionales, a los que se
agregaban los mayores funcionarios del imperio, los sacerdotes y algunos mercaderes,
conformaban la élite del Tahuantinsuyo. Se distinguían de los demás por el uso de llamativos aros,
por lo cual recibieron el nombre de "orejones", cuando arribaron los españoles.

El pueblo, por su parte, estaba constituido por una serie de grupos que desempeñaban distintas
funciones. Ahí se ubicaban los artesanos; los hatun runas, que eran la gran masa campesina; los
mitmaq, súbditos trasladados por los incas para colonizar zonas conflictivas dentro del imperio; los
pescadores y, finalmente, los yanas quienes eran utilizados como servidores personales de la élite.
El pueblo y la élite se vinculaban a través de los curacas locales y la burocracia estatal.

El ayllu era la unidad básica de toda la organización social, cuyos miembros reconocían
antepasados comunes, aunque no constituían ni un clan ni un linaje. Cada ayllu, formado por
aproximadamente cien familias encabezadas por un curaca, poseía tierras comunales que eran
trabajadas por todos sus integrantes. Las familias tenían, asimismo, una porción de tierra (tupu),
para satisfacer sus necesidades. A partir del dominio incaico, los ayllus también debieron cultivar

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tierras para el Sol (religión) y para el Inca (estado). La familia, formada por la pareja y sus hijos
solteros, era, en síntesis, una unidad de producción y de consumo dentro de la cual se establecía la
división del trabajo.

LITERATURA
La literatura inca comprende todas aquellas expresiones literarias pertenecientes a la
civilización que ocupaba la región del Tahuantinsuyo entre los siglos XIII y XVI (hoy
son los territorios de Perú, Ecuador, Bolivia y Chile).
Sabemos, en cualquier caso, que la literatura de los incas era mayormente poética, y se
mantenía centrada en temas directamente relacionados con la naturaleza, como las
plantas, las flores y los animales. Los investigadores asocian esta tendencia a la
naturaleza fundamentalmente agrícola de su civilización.

El puente del río Pampas,

ha sido cargado por el río,

¿cómo estarán

los pobres forasteros?

Juntando tu cabeza,

y mi cabeza,

con un solo pensamiento

vamos a hacerles cruzar.

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Con tus cabellos

y mis cabellos,

construiremos una oroya

para hacerles cruzar.

Con tus manos

y mis manos,

construyamos un puente

para que puedan cruzar.

Pampas mayu chakatas: Paula Diaz

Este es un ejemplo de la literatura inca, y si ponemos atención podemos notar como esta
estrechamente relacionada con la naturaleza.

También debemos mencionar todas las leyendas y mitos, que fueron escritos por personas de esta
cultura. Tales como:

Dos leyendas son las que narraban el nacimiento de esta civilización: la primera, la
que decía que el Dios Sol había hecho nacer del lago Titicaca a sus dos primeros
fundadores, Manco Cápac y Mama Ocllo, recogida por el cronista Inca Garcilazo de la
Vega; la segunda, que Manco Cápac, junto a sus hermanos Ayar, descendieron de
Pacaritambo para fundar Cuzco y ser el primer emperador, recogida por el cronista
Juan de Betanzos.

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