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TEORÍAS DE LA PENA

IUS PUNIENDI:
"Derecho de castigar" o "derecho de sancionar". Se refiere al poder o facultad que tiene el
Estado para imponer sanciones penales o castigos a las personas que han cometido delitos o
infracciones a la ley. Este poder es esencial para mantener el orden y la seguridad en una
sociedad, así como para garantizar que se cumplan las normas y leyes establecidas.

El fundamento del Ius puniendi:


¿Qué legitima la existencia del Ius puniendi? La sociedad ¿qué clase de sociedad? ¿bienes
jurídicos? ¿La vigencia de la norma?
El Estado como titular del Ius puniendi ¿Por qué el Estado es el titular de Ius puniendi?
A) Porque es necesario que sea un tercero ajeno al conflicto quien decida cómo
resolverlo, para evitar la venganza.
B) Porque los intereses afectados por el delito son de carácter público
DERECHO PENAL DEL ENEMIGO

El concepto de "derecho penal del enemigo" es una teoría desarrollada por el jurista alemán
Günther Jakobs en la década de 1980. Esta teoría se ha vuelto objeto de debate y
controversia en el campo del derecho penal y la filosofía jurídica, ya que plantea cuestiones
importantes sobre la relación entre el Estado y los individuos, así como sobre los límites del
derecho penal en una sociedad democrática.

El derecho penal del enemigo se basa en la idea de que existen individuos que
representan una amenaza tan grave para la sociedad que deben ser tratados de manera
diferente por el sistema de justicia penal. Estos individuos se consideran "enemigos" del
Estado debido a su peligrosidad y, por lo tanto, se les debe negar ciertos derechos y garantías
procesales que normalmente se otorgan a los acusados en un juicio penal.

Algunos de los elementos clave del derecho penal del enemigo incluyen:

● Diferenciación entre ciudadanos y enemigos: Según esta teoría, los ciudadanos


respetuosos de la ley son tratados de acuerdo con las garantías y derechos procesales
completos que ofrece el sistema de justicia penal. En contraste, los "enemigos" se
consideran fuera del ámbito de protección de estos derechos y pueden ser objeto de
medidas más severas.

● Prevención de delitos: El enfoque principal del derecho penal del enemigo es la


prevención de delitos en lugar de la protección de los derechos del acusado. Esto
significa que se pueden tomar medidas preventivas, como detenciones preventivas,
vigilancia y restricciones a la libertad, sin necesidad de pruebas sólidas de la comisión
de un delito concreto.

● Castigos más severos: Los defensores de esta teoría argumentan que los enemigos
deben enfrentar penas más duras, incluso si no han cometido delitos graves. Esto se
justifica en función de su supuesta peligrosidad para la sociedad.

● Menos énfasis en la culpabilidad: En el derecho penal tradicional, se da gran


importancia a la culpabilidad del acusado como requisito para la imposición de una
pena. En el derecho penal del enemigo, la culpabilidad puede ser menos relevante, y
se puede castigar a alguien en función de su pertenencia a un grupo considerado
peligroso.

Es importante destacar que el derecho penal del enemigo ha sido objeto de críticas y
controversia, ya que plantea preocupaciones fundamentales sobre el respeto a los derechos
humanos, la igualdad ante la ley y el Estado de derecho. Muchos juristas y filósofos jurídicos
argumentan que esta teoría puede llevar a abusos de poder por parte del Estado y erosionar
las protecciones fundamentales que deben brindarse a todos los individuos,
independientemente de su estatus.
En muchos países, las propuestas inspiradas en el derecho penal del enemigo han enfrentado
resistencia y críticas, y se ha defendido la importancia de mantener un equilibrio adecuado
entre la seguridad pública y el respeto de los derechos individuales en el sistema de justicia
penal.

CLASIFICACIÓN DE LOS DELITOS DE ACCIÓN:

Delitos de Mera Actividad:

Los delitos de mera actividad se centran en la conducta o acción realizada por el autor del
delito, independientemente de si esa acción causó algún resultado dañoso o perjudicial. En
otras palabras, para que se cometa este tipo de delito, basta con que el autor realice la acción
prohibida por la ley, sin necesidad de que esa acción cause un daño o resultado específico.
Algunos ejemplos de delitos de mera actividad incluyen la posesión de ciertas sustancias
ilegales, el porte de armas sin licencia, la conducción en estado de ebriedad, entre otros. La
simple realización de estas acciones puede ser suficiente para imponer sanciones penales.

Delitos de Resultado:

Los delitos de resultado, por otro lado, requieren que la acción del autor produzca un
resultado específico que la ley considere como dañoso o punible. En estos casos, no es
suficiente con la simple realización de una acción prohibida; es necesario que dicha acción
cause un resultado concreto para que se configure el delito. Por ejemplo, el homicidio es un
delito de resultado, ya que requiere que la acción del autor cause la muerte de otra persona. El
robo es otro ejemplo, ya que implica la apropiación ilegal de propiedad ajena con la intención
de obtener un beneficio económico. En ambos casos, el resultado dañoso (muerte en el
homicidio y pérdida de propiedad en el robo) es esencial para que se considere que se ha
cometido el delito.

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