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Información para decisiones financieras1

Los estados financieros son los depositarios de la información para tomar las
decisiones en el área financiera. Tienen la ventaja de que la información que
contienen está hoy estandarizada, pero también un par de grandes desventajas.
Por una parte, hay que decir que son muy complejos y por tanto hay que tener
cierta especialidad para leerlos y entenderlos, y por otra, considerar que hay
estados financieros que se construyen siguiendo la lógica tributaria y otros
siguiendo la lógica financiera. Para hacer la contabilidad tributaria se usa la Ley de
la Renta DFL 824 en nuestro país, incluyendo conceptos como corrección monetaria
y siguiendo criterios de contabilización, que están en función de determinar la base
imponible para el pago de impuestos. Para hacer la contabilidad financiera las
empresas utilizan IFRS (International Financial Reporting Standard), que
representan los valores con criterios financieros y por tanto la corrección monetaria
no tiene sentido ya que se contabiliza a valores de mercado. Como corolario, es
evidente que ambas contabilidades entregan resultados distintos.

¿Cuáles estados debemos utilizar?

Aquí la respuesta inequívoca, son los que provienen de la contabilidad financiera,


en particular en IFRS y auditados, pues significa que todas las partidas están a
valores de mercado de acuerdo al objetivo de las IFRS.
Cuando necesitamos tomar decisiones financieras, lo hacemos a valor de mercado.
Esto puede parecer confuso si se está recién aprendiendo sobre este tema, pero a
modo de ejemplo. Si queremos conocer el nivel de endeudamiento de una
compañía, debemos comparar la Deuda con el Patrimonio. Si comparamos estos
valores según lo que figura en los libros de contabilidad, que se refleja luego en el
Balance, estaríamos cometiendo un gran error. Eso debe medirse a valor de
mercado de la deuda, que puede ser menor y en particular, y el Patrimonio se
calcula con las acciones a valor de mercado, que normalmente es muy distinto a
su valor de emisión, que es el que figura en los libros de contabilidad. Si la gestión

1 Autor: Víctor Valenzuela Villagra, Doctor (c) en Economía y Administración de Empresas, Magister en Comercio
Exterior, Ingeniero Comercial, Contador Auditor

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ha sido exitosa, el valor de mercado de una acción es bastante mayor que su valor
nominal o contable.
Otro caso demostrativo, es el valor de los activos fijos sujetos a depreciación. En
libros, a su valor neto después de depreciación, pueden valer bastante menos o
bastante más que a valor de mercado.
Los estados financieros a considerar, en principio son dos, Balance y Estado de
Resultados, sin embargo, todavía hay un tema importante por aclarar. La utilidad
que figura en cualquier estado de resultados, tiene una connotación contable, ya
que por ejemplo hay rebaja de utilidades por la depreciación calculada en el
ejercicio comercial, entonces evidentemente la utilidad no es sinónimo del dinero
disponible en caja. Un activo, cualquiera que sea, y una empresa no es una
excepción, vale por los flujos que genera. La gallina de los huevos de oro no vale
por la facha de la gallina, vale por la cantidad de huevos de oro que pone en su
vida útil. Entonces necesitamos conocer los flujos de efectivo para valorar, esto
significa que a las cifras que entrega el Estado de Resultados, tendremos que
hacerle algunos arreglos para llegar a conocer el flujo de efectivo que genera la
empresa.

¿Sirve la utilidad para tomar las decisiones financieras?

La pregunta puede parecer extraña si se está pensando que cualquier


emprendimiento empresarial privado, persigue utilidades. La utilidad de una
empresa es un concepto algo difuso, de hecho, tiene una connotación contable y
que es la resultante luego de pagar los impuestos, pero se olvida que se rebaja
antes de determinar la base imponible una serie de partidas que son sólo
movimientos contables (pérdidas contables). Como ya se mencionó la depreciación
es una, y también podemos agregar la amortización de activos nominales. Ambas
rebajas, no significan que en dicho momento del ejercicio contable se esté
rebajando del pago de impuestos un egreso de dinero, están en ambos casos
reflejando desgaste o desvalorización presunta de activos, pero nadie saca una
porción de dinero por ello y se lo lleva a su casa. Luego, ese dinero rebajado, queda
disponible en la empresa para ser repartido a quienes la financian. Otro problema
con la utilidad, es que está puede estar invertida en instalaciones y/o existencias,
y en consecuencia no exista el dinero en caja por ahora. En definitiva, la utilidad
que es presentada en los estados financieros, ya sean estos los estados tributarios
o los estados financieros bajo normas IFRS, entregan unja cifra que obedece a un

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criterio contable, por tanto, es en base devengado y no en base efectivo. La utilidad
entonces no es la mejor cifra que podemos utilizar.

¿Para qué sirven entonces los flujos de caja?

Parece ser entonces, que interesan los flujos de caja más que la utilidad contable.
Si vamos a valorar por los flujos de caja, estamos en principio en un problema.
Habría que sumar todas aquellas partidas que restamos como presunciones de
desgaste, por ejemplo. Sumarlo a lo que aparece como utilidad contable en el
Estado de Resultados. El procedimiento conceptual es sumar y restar todo aquello
que implique movimiento de efectivo.
A fin de cuentas, nuestras decisiones son guiadas por la regla del VAN y por tanto
para calcular necesitamos los flujos de caja. Tomar decisiones financieras correctas
es como salir a cazar pájaros, primero hay que ver si hay pájaros y qué tipo de
pájaros. Los pájaros en este caso son los flujos de caja.
Los flujos de caja son el momento de la verdad a la hora de tomar decisiones, es
el dinero que queda disponible, y si lo que se quiere medir es la “potencia de motor
de nuestro vehículo de inversión”, tenemos una buena medida, el EBIDTA. El
EBIDTA, acrónimo en inglés de, Earning Before Interest, Depreciation, Tax and
Amortization, traducido es: Beneficio Antes de Intereses, Impuestos,
Depreciaciones y Amortizaciones), es decir, el beneficio bruto de explotación
calculado antes de la deducibilidad de la carga financiera, la depreciación y los
impuestos.
Lo que el EBITDA hace, es determinar los flujos de caja obtenidos por una empresa
o proyecto, sin tener en cuenta la carga financiera (intereses y amortizaciones de
deuda), los impuestos y además los gastos contables que no implican salida
de dinero en efectivo, como las depreciaciones y las amortizaciones de activos
nominales. El EBITDA nos dice, que hasta aquí el proyecto deja dinero en caja. En
lo que sigue, dependerá de la gestión para que el proyecto sea viable o no.
La principal utilidad que nos presenta el EBITDA, es que nos muestra los resultados
de una empresa o proyecto, sin considerar los aspectos financieros ni los tributarios
del proyecto, puesto que estos dos aspectos son decisiones independientes y se
pueden analizar por separado. El desafío para la gestión financiera es administrar
considerando que, de aquí en adelante, “lo que rinda el motor finalmente”
dependerá de la gestión. Un EBIDTA positivo, indica que el motor de la empresa o
proyecto, funciona.

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El EBITDA, aunque no forma parte del estado de resultados de una compañía, está
muy relacionado con él. Constituye un indicador aproximado de la capacidad de
una empresa para generar beneficios considerando únicamente su actividad
productiva, eliminando de esta manera, la subjetividad de las dotaciones, el efecto
del endeudamiento o la variabilidad o arbitrio del legislador de turno en materia
impositiva.
El EBITDA se calcula a partir del resultado final de explotación de la empresa, sin
incorporar los gastos por intereses e impuestos, ni las disminuciones de valor por
amortizaciones o depreciaciones, con el objetivo último de mostrar el resultado
puro de explotación de la empresa. Por este motivo, los elementos financieros
(intereses de la deuda), tributarios (impuestos), cambios de valor del activo fijo
(depreciaciones) y de recuperación de la inversión (amortizaciones) deben quedar
fuera de este indicador.
El EBITDA es sencillo de calcular, pero hay que estar claro en lo que mide:

 El EBITDA no mide la liquidez generada por la empresa, porque, aunque


deduzca del cálculo las provisiones y amortizaciones, no incluye otras salidas de
tesorería como los pagos financieros tanto por intereses como por devolución
del capital de los préstamos, y también las ventas y compras computadas, están
en base devengado y algunas aún no se han hecho efectivas.

 Al eliminar la Depreciación, no tiene en cuenta las inversiones


productivas realizadas, en el pasado ni en el período actual.

 Al no considerar el endeudamiento de la empresa, aparece eventualmente un


elevado EBITDA, que puede ser a consecuencia de un elevado grado de
apalancamiento, por lo que la capacidad real de disponer de flujos de caja
para repartir, puede ser pura ilusión.

Por tanto, un EBITDA elevado no es necesariamente sinónimo de una buena gestión


empresarial, sino de un elevado endeudamiento o de otros factores que condicionan
este cálculo. Por esta razón, es habitual utilizarlo en la construcción de ratios
financieros respecto de: la inversión realizada, las ventas efectuadas o el
endeudamiento contraído en un período de tiempo determinado.

El EBITDA se usa para analizar el desempeño operacional de una empresa, ya que


indica la cantidad que genera el motor del negocio en sí mismo, porque es empresa;

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es decir, el resultado operacional de sus operaciones normales, y esto es un buen
proxy de la generación de caja que tiene la empresa.

Por su parte el otro concepto fundamental a considerar, es el Flujo de Caja Libre


(FCL) que representa, “la raya para la suma”, es decir sumados y restados todos
los flujos de caja, cuánto queda para pagar a aquellos que la financiaron, los que
componen el Pasivo: accionistas y acreedores, para estos últimos, hay que
considerar la devolución del capital (amortización de la deuda) y el pago de los
intereses.

¿Cómo se calculan los flujos de caja?

El siguiente esquema muestra los flujos de caja referidos, reconstruidos a partir de


un Estado de Resultados:

Ingresos de Explotación o de Venta

- Costos de Explotación o de Venta

- Depreciación Activos Fijos operacionales

- Amortización Activos nominales Operacionales

Resultado Operacional

- Gastos de Administración y Ventas

- Gastos Financieros

Resultado Antes de Impuestos

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- Impuesto a la Renta de las Sociedades (1° Categoría)

Resultado Neto Después de Impuestos

+ Depreciación activos fijos

+ Amortización activos nominales

+ Gastos Financieros

- Inversiones en CAPEX

- Inversiones en Capital de Trabajo

Flujo de Caja Libre

Si lo que queremos es llegar al EBIDTA, entonces:


Ingresos de Explotación o de Venta

Costos de Explotación o de Venta

Depreciación Activos Fijos Operacionales

Amortización Activos Nominales Operacionales

Resultado Operacional

Gastos de Administración y Ventas

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EBIT= Resultado Antes de Intereses e Impuestos

+ Depreciación Activos Fijos Operacionales

+ Amortización Activos Nominales Operacionales

EBIDTA= Ganancias Antes de Intereses, Impuestos, Depreciaciones y Amortizaciones

Sitios sugeridos con información oficial para tratar la información financiera:

http://www.svs.cl/portal/principal/605/w3-propertyvalue-18645.html
http://www.svs.cl/educa/600/w3-propertyvalue-981.html
https://www.sec.gov/

Sitio sugerido con un caso emblemático a nivel global, de fraude en tratamiento de


la información financiera:

http://www.academia.edu/3480864/El_caso_Enron_Fracaso_de_una_de_las_empresas_
m%C3%A1s_poderosas_de_estados_unidos

Sitios sugeridos con información sobre IFRS:

http://www.ifrs.cl/que_son_ifrs.htm
https://www.sbif.cl/sbifweb/internet/archivos/publicacion_6600.pdf

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