Está en la página 1de 17

LA SIEMBRA DE MONOCULTIVOS COCALEROS Y EL IMPACTO SOCIO-

AMBIENTAL EN COLOMBIA

LAURA GABRIELA CASTRO TOBON estudiante de Ciencia Política


Código (110500292020)
CLAUDIA LORENA ARIAS DIAZ estudiante de
Código (110350472018)
KAREN SOFIA ROJAS PEÑA estudiante de Economía
Código (040250142020)

UNIVERSIDAD DEL TOLIMA


CATEDRA AMBIENTAL
IBAGUE-TOLIMA
2022

1
CONTENIDO:

1. RESUMEN ………………………………………………………………. 2
2. INTRODUCCION …………………………………………………………3
3. ANALISIS DE CONTEXTO………………………………………………5
4. ANALISIS CRITICO………………………………………………………
5. CONCLUSIONES…………………………………………………………
6. BIBLIOGRAFIA……………………………………………………………

RESUMEN
En el presente articulo nos proponemos a abarcar en cuestión, aquellos planteamientos en
relación a las temáticas vistas en la catedra ambiental Gonzalo Palomino Ortiz,
correlacionando cuatro módulos: Pensamiento Ambiental, Saberes Ecológicos, Política
ambiental, desarrollo y problemas y conflictos ambientales. Dirigidos hacia un enfoque
social, político, económico y ambiental por el efecto de monocultivos cocaleros en
Colombia y sus principales zonas de implantación, estos ejes temáticos irán expuestos a las
preguntas que generalmente se relacionan cuando se habla del tema a tratar: ‘’porque a
Colombia le ha costado tanto lidiar con la reducción de los cultivos ilícitos, ¿En qué
consiste el dilema? ¿La coca permite a distintos sectores sociales un avance social modesto
pero sostenido?

Todas estas preguntas tendrán respuesta a través de un breve recuento histórico de los
monocultivos cocaleros en Colombia, para después por medio de un análisis de contexto y
critico ahondar de manera más profunda en el tema, así como correlacionar y analizar sobre
esta problemática social.

Palabras clave: Monocultivos, Problemática ambiental, intervención/erradicación,


diversidad, Colombia, salud pública, narcotráfico

2
INTRODUCCION
En la década de los 70’s, los cultivos cocaleros en Colombia eran un fenómeno que, aunque
en crecimiento era de poca relevancia debido al auge internacional de la marihuana, es solo
hacia inicios de los 90’s que los cultivos de coca adquirieron relevancia como una
problemática principalmente económica y de salud pública. Con los años Colombia se ha
convertido en el mayor productor global de hoja de coca y cocaína.

Colombia es un país Andino, Pacífico, Amazónico y caribeño, con una enorme diversidad y
riqueza ecosistémica, biológica, climática, geográfica y sociocultural. Colombia alberga
una de las mayores diversidades florísticas del mundo y ocupa el primer lugar mundial en
diversidad de aves y anfibios, el tercer lugar en mamíferos y el cuarto lugar en reptiles. Por
tanto, uno de los mayores interrogantes de las comunidades colombianos y también del
público internacional que se maravilla con la riqueza natural y cultural de Colombia es,
¿por qué Colombia padece este fenómeno del narcotráfico?

Con la llegada de la Corona española, y la instauración del sistema colonial, los cultivos de
coca experimentaron una etapa de crecimiento al extenderse a una población que mascaba
coca diariamente, como parte de la dieta diaria necesaria para soportar las largas jornadas
de trabajo, y para quienes la coca se convirtió en una forma de retribución de sus labores
pues para los dueños de mitas y encomiendas la hoja de coca se convirtió el método de
pago para el trabajador indígena. Durante el siglo XIX, se consolidó en todo Europa un
interés científico por la coca y por los efectos que esta sustancia demostraba tener en los
indios que parecían no fatigarse a pesar de las larguísimas jornadas de trabajo a las que eran
sometidos. Este interés general por esta planta y sus efectos provoco la realización de
difíciles y costosos viajes de exploración a países lejanos, por parte de las élites, así como
la importación de la misma a sus países, lo que genero un beneficio económico para las
comunidades sudamericanas que a falta de oportunidades encontraron una salida económica
con estos cultivos. Sin embargo, varios estudios científicos encontraron efectos nocivos en
la hoja de coca para las personas ya que cuando el consumo se da de manera regular, “la
droga produce neuro adaptaciones que parecen mantener el consumo y contribuir, junto
con diversos factores psicosociales, a las recaídas en algunos individuos, aun después de

3
prolongados períodos de abstinencia. Simultáneamente a estos efectos sobre el tejido
nervioso, la cocaína afecta a otros tejidos corporales generando múltiples consecuencias
adversas entre las que destacan sus acciones sobre el sistema vascular cardíaco y
cerebral”. (E. flores,2008). Razón por la cual se instauro la regulación de esta planta y de
múltiples sustancias más como el opio, la morfina, la heroína principalmente en países
industrializados. Esto lejos de solucionar un problema de sanidad pública provoco la
consolidación de un mercado negro, que en la prohibición encontró una forma aún más
rentable de enriquecimiento ilícito.

Por lo tanto, en el artículo, es necesario que se conozca el daño ecológico que causa el
narcotráfico por efecto de la siembra de coca y procesamiento de hoja para la extracción de
cocaína, destinada principalmente a su consumo en Europa y Norteamérica.

La deforestación en el trópico se reconoce como un problema socio- ecológico complejo


que cobra especial interés en Sudamérica debido a que los bosques son más heterogéneos
en términos de la biodiversidad que albergan y en conjunto, producen más biomasa
anualmente que otros tipos de bosques alrededor del mundo.

“A nivel nacional, la pérdida de bosques es una de las principales amenazas a las


diversidades biológica y cultural. Se estima que, en Colombia, durante los últimos 25 años,
se han perdido de forma irreversible cerca de 7 M ha de bosques naturales con una tasa
anual de pérdida cercana a las 310 mil hectáreas” (khoka,2016,pg.19)

La principal causa de pérdida de bosques en Colombia es la deforestación y el Gobierno


colombiano ha identificado como principales causas de la deforestación: los cultivos de uso
ilícito, la colonización, el desarrollo de infraestructura (centros urbanos y ampliación de
vías), la explotación minera, la explotación legal e ilegal de madera, los incendios forestales
y la expansión de la frontera agrícola. (MADS, 2013).

4
ANALISIS DE CONTEXTO

Retomando el desarrollo de la siembra de monocultivos cocaleros y el posterior impacto


socio ambiental en el territorio colombiano, es momento de mencionar los motivos que
impulsaron esta investigación: comenzando por los efectos nocivos al círculo hidrológico
en los territorios, la transformación de la abundancia y composición de especies de fauna y
flora, la erosión de la tierra y la posterior modificación de la estructura y composición de
los suelos, esto, sucedido por los conflictos sociales que desencadena esta práctica,
finalmente, el papel importante de las comunidades y poblaciones afectadas de manera
directa. Lo anterior encaminado por un estímulo de interés político, social y económico en
el plan territorial, que nos compete a todos. Entonces, la importancia del contexto histórico
se hace relevante y oportuna, inicialmente, la coca no siempre sido considerada como una
planta prohibida, la historia de este tipo de cultivos se remonta siglos atrás en donde las
poblaciones de América Latina mantenían una relación distinta con dicho cultivo a la que
se mantiene hoy, esto en respuesta a que era un elemento Central de consumo de proteínas
y alimentos.

Ahora bien, remontándonos al siglo XIX como se mencionó anteriormente, surge la


consolidación en toda Europa por el interés científico en la coca, también, a los efectos que
esta sustancia causaba y demostraba tener en algunos trabajadores durante arduas jornadas,
es entonces, donde en el año 1857 el neurólogo italiano Paulo Mantegazza realiza la
publicación de un artículo en el que destaca las propiedades medicinales que posee la hoja
de coca, posteriormente, otros científicos empezaron a realizar estudios que a pesar de su
desarrollo, no empezaron a ser relevantes dentro de la sociedad europea hasta la década de
1880.

En el siglo XX, el congreso de los Estados Unidos de América realizó la expedición del
acta Harrison, en la cual, se regulaba el consumo de diferentes sustancias como la morfina,
el opio, la heroína y la cocaína, dicha acta, ha sido concebida como el principio de la
regulación contemporánea en lo que ha drogas respecta. Pero, siendo más puntuales en
torno al territorio colombiano, existen dos tendencias en torno a la legislación de drogas,
ambas en el siglo XX: en un primer momento, encontramos la década de 1970, en la cual

5
lentamente se va dando la prohibición del cultivo de la hoja de coca y su posterior tráfico,
sin embargo, ésta se Sentra en regular su comercialización. Posteriormente, pasando la
década de los 70, el control estatal se intensifica y se forja un eje fundamental en la
regulación, esta vez, enfocada en reprimir y prohibir.

En Colombia, la primera legislación en relación a las drogas es la ley 11 de 1920, esta ley
habla acerca de la importación y venta de drogas que formen hábitos perniciosos, que al
igual que las de Harrison que se mencionó anteriormente, exige una fórmula médica para su
consumo y limita la potestad de formulación. Luego de ello, en 1928 se da lugar a la
expedición de la ley 118 sobre importación y venta de drogas que por mi hábito pernicioso
y se dictan otras disposiciones relativas al servicio de higiene, en dicha ley se agregan
nuevas sustancias que formen parte del hábito mencionado. En el año 1936, se sancionó un
nuevo código penal por medio del cual se tipificó la elaboración distribución venta y
posterior suministro de drogas narcóticas, esto en razón a sus consecuencias negativas
respecto a la salubridad pública, Sin embargo, fue hasta el año 1946 cuando dicho artículo
incluyó no sólo los narcóticos sino los estupefacientes, incluyendo la coca de forma
explícita.

En la década de 1970, se da lugar a la expedición del decreto 1118 que penaliza el cultivo,
la elaboración, el almacenaje, la distribución y el suministro de cualquier tipo de sustancia
estupefaciente o alucinógenas al considerar todas estas acciones como negativas y
perjudiciales para la sociedad, posteriormente, en 1973 se creó el Consejo nacional de
estupefacientes cuya tarea central es combatir todo lo mencionado anteriormente.

En 1974, se creó el estatuto nacional de estupefacientes por medio del decreto 1118, este
mantenía su propósito en fijar el control estatal y la penalización del cultivo, la elaboración,
el almacenaje y posterior distribución y suministro de coca y cocaína. Es entonces, en la
década de 1970 donde se estimula la intensificación de controles por parte del Estado a
todo lo que respecta a la droga, empero, dichos acontecimientos empezaron a coincidir con
la formación y fortalecimiento de organizaciones criminales dedicadas a la producción de la
hoja de coca y cocaína, Colombia empezó a convertirse en el mayor productor de hoja de
coca, pasta base de cocaína en la década de 1990. El Estado, en respuesta a lo anterior,
dieron paso al establecimiento del Plan Colombia en el año 2000, generando una

6
importante guerra contra la producción y posterior tráfico de la cocaína por medio de los
cultivos de la hoja de coca, las estrategias también han resultado negativos en torno a las
comunidades campesinas de la hoja de coca y posteriormente a medidas tan drásticas como
las fumigaciones con glifosato.

Actualmente, el aumento exponencial de cultivos en Colombia y la


dependencia de las fuentes de información del Departamento de Estado de
EEUU y la UNDOC evidencian la inefectividad que ha tenido la
concentración de la lucha en el cultivo, la necesidad de replantear las
estrategias de la lucha contra el narcotráfico, la pertinencia de investigar la
hoja de coca y el deber de generar oportunidades de desarrollo a favor de
la población cultivadora. (Rojas, p. 13)

En torno a la revisión de algunos autores como soporte al contexto, incluiremos artículos


sobresalientes al respecto: el periódico de la UNAL, Entre otros artículos hace referencia a
“Colombia y la cocaína en el contexto internacional: distorsiones y populismo punitivo”
por medio de éste, se refieren a las cifras de producción de cocaína que con frecuencia
encienden las alarmas respecto a la situación del narcotráfico en el territorio colombiano,
consolidando a Colombia como el país con más potencial de producción de clorhidrato de
cocaína del mundo, pasando de 1,053 toneladas a 1,379 en el rango de un año, lo cual es
una clara representación a un fuerte incremento.

La consideración a las cifras y datos relevantes respecto a la posición de Colombia y la


cocaína en un escenario internacional, no desdeña el punto central: la siembra de
monocultivos de coca y su posterior impacto, es entonces donde daremos uso a otro tipo de
artículos que lo fundamenten a mayor profundidad. Los conflictos y los retos en torno al
cultivo de la coca han sido permanentes desde su fijación en las esferas políticas, sociales y
económicas del país, Es entonces, donde la coca empieza a tornarse como una posibilidad
al avance social y económico de muchas familias campesinas, es válido aclarar que los
campesinos que se han dedicado al cultivo de coca no logran enriquecerse, pero consiguen
mantener una economía de manera modesta y aceptable en condiciones rurales, de modo
que reemplazar las utilidades que el cultivo de coca deja, resulta difícil de igualar, esto

7
debido a que cualquier otra actividad que se realice por medio de un cultivo distinto no se
compara en lo absoluto con términos económicos en torno a la coca, es por ello que las
políticas de sustitución no surten gran efecto. Además, el monocultivo de coca, posee muy
pocas barreras en su inicio, su producción cuenta con varias cosechas durante todo el año,
además de qué su producción cuenta con un rendimiento temprano, como lo mencionamos
anteriormente, deja mayores beneficios económicos que otro tipo de cultivos, según varias
estadísticas y cálculos 1 hectárea de coca podría dar entre 700,000 y 1 millón de pesos
mensuales.

Ahora bien, despejando el aspecto económico ya mencionado retomaremos las ideas


iniciales que tienen conjetura con el impacto no sólo social sino ambiental, según diferentes
artículos, estos cultivos tienen gran presión sobre franjas de bosques y selvas, también se
manejan prácticas ambientales insostenibles que se relacionan con la tala de árboles y el
uso permanente de plaguicidas, modificando las condiciones físicas y químicas de los
suelos y posteriormente de los recursos hídricos. Pero los daños no sólo se quedan en eso,
uno de los planes controversiales para erradicar este tipo de cultivos, tienen relación con la
fumigación aérea, por medio de la cual los daños ambientales se acrecientan, la
desaparición de especies, la destrucción del bosque y la contaminación de fuentes de agua
son el común denominador de estas prácticas.

Entonces, haciendo referencia a algunos aportes críticos de pensamiento sobre las posturas
de los autores, resta decir que nos encontramos en total acuerdo con las decisiones que
generan indignación y preocupación respecto al estado del medio ambiente. Las
implicaciones políticas se destacan en torno al desarrollo de políticas más sensatas y que se
conecten con la realidad de los campesinos y afectados, el desacuerdo del estamento
gubernamental para la organización sensata y realista de monocultivos está afectando a
cientos de familias campesinas, y posteriormente, a los recursos naturales. Es entonces
menester de toda la reorganización de planteamientos en torno a reemplazar los cultivos
desde políticas publicas que verdaderamente se interesen por los campesinos y la vida
digna a nivel económico y social que merecen.

En particular, no parece verosímil esperar que haya otra economía


agraria que prospere en un contexto caracterizado por la casi total

8
ausencia de bienes y servicios públicos, carencia de vías de
comunicación, proliferación de actores armados no estatales y
vulnerabilidad de los campesinos. (Sanin, 2019)

De allí, el aspecto ambiental empezaría a verse involucrado de forma positiva y seriamos


garantes de un mejor manejo de la coca en Colombia, claro, luego de un arduo trabajo y
avance en los aspectos ya mencionados.

ANALISIS CRITICO

El objeto de análisis que deviene de cultivos ilícitos en Colombia abarca diferentes debates,
análisis y puntos de vista que reflejan el gran alcance social, político, económico y cultural
de su conflicto. Esto a partir de tres dimensiones específicas, las cuales, indican factores
teóricos propios del contexto de guerra, narcotráfico y la subutilización del suelo o la tierra,
el cual se extiende a niveles ilícitos entendidos por su controversia social mas no
fundamentado en el daño ambiental y/o ecológico que se estructura y persiste a través del
sistema de producción agrícola que es la siembra de monocultivo de coca.

A fin de justificar la importancia del tema, es necesario poder entrañar una pregunta básica
a la cuestión, considerando los elementos contextuales, y la legislación que hasta el
momento ha tenido el país frente a los cultivos de coca; de si es más dañino el cultivo de
coca o los monocultivos en general son dañinos para el ambiente y para las comunidades
que se benefician de su siembra, teniendo en cuenta, que su siembra no difiere mucho del
impacto del uso de técnicas y prácticas ambientalmente insostenibles, que empiezan con la
tala de bosques y terminan en la ganadería o en la agricultura de monocultivo, altamente
dependiente del uso de plaguicidas (insecticidas, herbicidas, fungicidas) y fertilizantes
químicos, al ser absorbidas por la tierra. Esto a puestas con la relación del ’porque a
Colombia le ha costado tanto lidiar con la reducción de los cultivos ilícitos, ¿En qué
consiste el dilema? ¿La coca permite a distintos sectores sociales un avance social modesto
pero sostenido?

Para poder desarrollar esto, principalmente, es de entender las causas políticas, económicas
históricas que en Colombia ha dado lugar la siembra de hoja de coca como uno de los
principales cultivos ilícitos en el país, teniendo en cuenta que esta es una planta originaria

9
de Sudamérica y juega un importante papel en las sociedades andinas. Además de sus
virtudes medicinales (estimulante, anestesiante, quita el hambre), posee un rol protagónico
en el intercambio social y en las ceremonias religiosas, es decir, que ‘’la historia de
Colombia está íntimamente ligada a la lucha de la coca por su supervivencia como parte del
ciclo natural de vida de nuestra biodiversidad’’ MamaCoca (1998). Las relaciones que
ahora se han establecido a raíz del consumo tienen lugar en las tendencias regulatorias
nacionales e internacionales tras el control de la coca bajo el prohibicionismo internacional
en 1970, su revisión completa y cuidadosa a estado estrechamente ligada a los efectos del
cultivo de la coca y de las políticas para combatirlos, lo cual refleja que el remedio hace
más daños que la enfermedad, y demuestra además, que los grandes propietarios de la tierra
son los grandes causantes del “ecocidio”. Colombia lleva décadas tratando de erradicar la
producción de coca y cocaína, pero estas estrategias han resultado ineficaces y
contraproducentes: no han disminuido la producción, han ahondado el largo conflicto
armado y han provocado crisis humanitarias.

“La coca es para América una gran fuente de riqueza y esperanza. Riqueza como
producto apetecible y de amplia exportación. Consuelo para los enfermos gracias a su

utilización como anestésico. Posteriormente señala que a mano bienhechora de que No


hay nación en cuyas fábulas e historias no se encuentre la memoria de alguna yerba
que por alguna calidad recomendable, no mereciese los supremos honores del
Apoteosis. Pero parece que a ninguna se tributaron con más exceso que a la celebrada
hoja del Perú nombrada Coca" José María Samper (1884)

Al establecerse Colombia como uno de los principales países productores del alcaloide, sus
relaciones con otros países con mayor demanda (como en el caso de Bolivia) se han visto
fuertemente afectadas. Insistiendo en la necesidad de que los países consumidores refuercen
las políticas para frenar la demanda y ante la imposibilidad de regularla desde
adentro; mientras se descuida mencionar que una política antinarcóticos de larga aplicación
en Colombia, como es la erradicación aérea, no sólo ha contribuido a reforzarlo por la
fumigación masiva de herbicidas, sino además porque induce el desplazamiento de los
cultivos más adentro de las selvas.

En los últimos años se ha demostrado plenamente que los cultivos de uso ilícito afectan
negativamente los ecosistemas y su biodiversidad. Estos cultivos ejercen una presión

10
directa sobre extensas franjas de bosques y selvas, pues buena parte de ellos se localiza en
áreas alejadas de la actividad productiva convencional, camuflándose en áreas boscosas. El
avance de los cultivos ilícitos por lo general implica el desplazamiento de los cultivadores a
zonas de vocación forestal o a áreas protegidas, lo cual conlleva la destrucción masiva de
los ecosistemas a través de la tala y quema de la vegetación boscosa, y el posterior
establecimiento del cultivo. Quimbayo (2009). De esta manera es importante resaltar que
los cultivos de coca, amapola y marihuana son otros más entre cientos de productos y
formas de explotación irracional del territorio colombiano. Son expresiones de un "modelo
de desarrollo" más general – el modelo de explotación extractiva con destino a las
exportaciones- que está acabando con la mega-diversidad de Colombia.

De allí su importancia e impronta ya que sus efectos ambientales, se ven reflejados


alrededor de la estructura de procesamiento de drogas ya que son variados los agroquímicos
utilizados para su establecimiento y mantenimiento del cultivo, para la producción de hoja
y posterior extracción y refinamiento de la misma sin mencionar también que estos
‘’residuos químicos finalmente son depositados en las fuentes de agua superficiales y
subterráneas, las que debido a los escasos o inexistentes procedimientos para su
potabilización, terminan siendo utilizadas para el consumo humano. Las consecuencias de
esta contaminación se relacionan con la pérdida de flora y fauna acuática; pérdida del
recurso como fuente de agua y alimento; intoxicación humana y animal (…) De igual
manera, las personas que participan en el proceso de transformación de la hoja de coca a la
pasta de coca, se ven afectadas en su salud y comportamiento. En muchas de ellas, se
presentan problemas de conducta adictiva por la manipulación e inhalación de químicos.
Igualmente los cultivos ilícitos han generado impactos negativos en la economía
tradicional, procesos migratorios e incremento de los fenómenos de violencia, ya que se
han constituido en la fuente de financiación de diversos y numerosos grupos armados
ilegales, trasgrediendo en muchos casos la población de campesinos e indígenas frente a
procesos fuertes de colonización e intervención de éstos en esta actividad’’ (Dirección
Nacional de Estupefacientes. 2004).

De este modo, se puede decir, que la problemática de cultivos ilícitos y de narcotráfico


tiene, entre manos los efectos invernaderos y en consecuencia, el cambio climático. para

11
ello agrega el profesor German M. de la universidad nacional: ‘’hay que partir de que la
colonización impulsada por la coca y la amapola es, hoy en día, causa principal de
destrucción de selvas y bosques en Colombia y otros países latinoamericanos. El impacto es
especialmente grave sobre los bosques amazónicos y también sobre los bosques alto
andinos. Dicha colonización, combinada con otros agentes, deforesta y transforma 600.000
hectáreas por año en el país, lo que, de continuar, señalaría que a la selva no le quedan 40
años de existencia. La droga añade, así, a sus daños sobre la salud humana y social, su
contribución a cambios y desequilibrios climáticos e hidrológicos planetarios, resultantes
de la pérdida de regulación ecológica y del incremento de CO2 atmosférico y su efecto
invernadero a consecuencia del arrasamiento de la selva’’(1996).

Es así como por ejemplo en casos concretos la deforestación de zonas de resguardo


indígena en el amazonas, la deforestación en el parque nacional natural Nukak en el
Guaviare y en el parque nacional natural sierra de la macarena en el departamento del meta,
en la década de 1980 a 2000 y en un lapso de tiempo entre 1988 y 2012 608.000 hectáreas
de bosque en Colombia fueron reemplazados por sembríos de coca. Dicha deforestación
freno la captura de 6 millones de toneladas de CO2 y la generación de 5.5 millones de
toneladas de oxígeno, según el reporte de coca, contaminación y pobreza publicado por la
dirección de antinarcóticos de la policía nacional. ‘’Los datos del Sistema Integrado de
Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci) de la ONU muestran que de los 20 departamentos
del país registrados con coca en el 2020, cinco concentran el 84 por ciento del área total con
coca (…) Se trata de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela; Nariño, fronterizo con
Ecuador y con salida al Pacífico; Putumayo, en límites con Perú y Ecuador; Cauca, con
salida al Pacífico; y Antioquia, con salida al Mar Caribe pero igualmente con rutas hacia el
Pacífico y el este del país’’ Carranza, D. (2021).

En suma, añadimos algunos análisis a gran escala propuestos, que van del pesimismo
crítico, conceptual, ecológico, político del medio ambiente y su panorama por restar al
tiempo y la acogida organizativa que se deba asumir en adelante. Principalmente hablando
de la tala indiscriminada ha ocasionado una erosión irreversible porque genera una gran
pérdida de fuentes de agua, entre otros desastres. El problema de los cultivos ilícitos y el
narcotráfico tiene, entre sus múltiples dificultades, la falta de alternativas económicas y

12
socialmente razonables para su sustitución (efecto invernadero y el consecuente cambio
climático) añadiendo además, sus daños sobre la salud humana y social, su contribución a
cambios y desequilibrios climáticos e hidrológicos planetarios, resultantes de la pérdida de
regulación ecológica y del incremento de CO2 atmosférico y su efecto invernadero a
consecuencia del arrasamiento de la selva. Lo principal es el medio ambiente hay que
decirlo con claridad para no demorar en debates de poca concentración en ella, Lo que se
plantea desde sectores académicos en pro de la sociedad y del medio ambiente es que
podrían existir alternativas distintas.

‘‘’pensar en una alternativa económica, social y ambientalmente viable para los colonos y
campesinos para reconvertir sus actividades y subvencionar los años iniciales de las
plantaciones, lo cual parece posible con una inversión relativamente módica del Estado,
apoyado en los recursos mencionados. Según la escala que se le dé, es también una
importante alternativa económica para el desarrollo de un país que está necesitando
alternativas de esta naturaleza, donde sus ventajas comparativas son innegables’’

Márquez, G. Profesor Universidad Nacional de Colombia (1996)

13
CONCLUSIONES

A lo largo de este texto se analizaron los temas determinantes y correspondientes a la


siembra de monocultivos cocaleros y su posterior impacto socio ambiental, se argumentó
con diferentes contextos el análisis y la critica a los actores involucrados en el mismo,
también se desarrollaron ideas en torno al papel de la política en los puntos más relevantes.
Las legislaciones referentes a la coca fueron parte importante para la contextualización del
problema en cuestión, las políticas públicas y las consideraciones en cifras, estadísticas y
datos relevantes vislumbraron un panorama no sólo a nivel nacional sino internacional.

Ahora bien, concluyendo ideas de manera más puntual, es pertinente mencionar que el
dilema del cultivo de coca gira en torno a causas políticas, económicas, sociales e históricas
que le han dado lugar como uno de los mayores y principales cultivos en el país, posterior a
ello, es posible vislumbrar el daño de dichos cultivos tras las demostraciones en los últimos
años de lo que implican los cultivos de uso ilícito y entorno no sólo a las esferas
mencionadas anteriormente sino a la medioambiental y ecosistémica, el panorama resulta
desalentador y cuestionable, esto en base a las erráticas políticas públicas que han buscado
darle salida a la problemática de cultivos ilícitos de formas más bien convencionales,
quedadas en el tiempo, difíciles de ejecutar y alejadas de la realidad de actores importantes
como los campesinos.

Es importante tener en cuenta qué, aunque cómo país estamos atravesando por diferentes
crisis, no debemos olvidar la importancia del dilema de los cultivos cocaleros, ninguna otra
problemática exime a los ciudadanos y entes gubernamentales de dar una puntual respuesta
y asistencia a la solución y mitigación del mismo.

14
El Estado debe reevaluar diferentes formas de accionar respecto a la problemática,
desarrollando programas de desarrollo verdaderamente alternativos que se enfoquen en las
raíces principales del problema de la mano de proyectos diseñados con fines de satisfacer
las verdaderas necesidades de los involucrados, y así lograr moderar efectos y resultados
como los que se trataron en este escrito.

Nótese también, que evocando un panorama más alentador en relación a las estrategias
ejecutadas en los monocultivos de coca, será necesario adoptar dinámicas que favorezcan el
medio ambiente y traten de disipar las consecuencias negativas que deja la productividad
del lote de coca, rechazando las políticas ya mencionadas como la aspersión aérea que se
encuentra en contra de la productividad no sólo de coca sino de otros cultivos, y mejor,
optar por soluciones que menos daños ocasionen a cada uno de los actores territoriales y
poblacionales en cuestión.

15
BIBLIOGRAFIA

 MambaCoca (1998). Historia de cultivo, cultivadores y narcotráfico organización


social colombiana de defensa ambiental y derechos humanos. de:
http://www.mamacoca.org/Coca_cocaina_historia/Cultivos/cultivos_1492-
1970.html.

 Quimbayo (2009). ¿Quién está destruyendo el ambiente? Coca, fumigación,


ganadería y palma africana en Colombia. Subdirección de Asuntos Regionales y
Erradicación. De:
http://www.mamacoca.org/docs_de_base/Fumigas/DNE_Los_Cultivos_Ilicitos_en_
Colombia.htm.

 Periódico: Razón publica: para saber en serio lo que pasa en Colombia. De:
https://razonpublica.com/iquiestestruyendo-el-ambiente-coca-fumigaciganadery-
palma-africana-en-colombia/.

 Carranza, D. (2021). ONU afirma que el noreste de Colombia registra la mayor


cantidad de cultivos de coca. Sitio Web de la Agencia Anadolu. De:
https://www.aa.com.tr/es/mundo/onu-afirma-que-el-noreste-de-colombia-registra-
la-mayor-cantidad-de-cultivos-de-coca/2318596#:~:text=BOGOT%C3%81%2C
%20Colombia&text=29%20de%20julio.-,Los%20datos%20del%20Sistema
%20Integrado%20de%20Monitoreo%20de%20Cultivos%20Il%C3%ADcitos,del
%20%C3%A1rea%20total%20con%20coca..

16
 El Tiempo, (2001) cultivos ilícitos arrasan selvas y bosques. Periódico web-
Colombia. De: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-
508082#:~:text=Por%20culpa%20de%20la%20los,de%20agua%2C%20entre
%20otros%20desastres.
 Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (2018) El informe Monitoreo de
territorios afectados por cultivos ilícitos. Revista- gobierno de Colombia. De:
https://www.unodc.org/documents/colombia/2019/Agosto/Informe_de_Monitoreo_
de_Territorios_Afectador_por_Cultivos_Ilicitos_en_Colombia_2018_.pdf.
 Márquez, G. (1996). Medio ambiente y violencia en Colombia: una hipótesis.
Análisis Político Nº 29: 113-116. Instituto de Estudios Políticos y Relaciones
Internacionales IEPRI. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. De:
https://idea.unal.edu.co/publica/docs/drogas_medio_ambiente.pdf
 Vargas, R., 2022. Colombia y la cocaína en el contexto internacional: distorsiones y
populismo punitivo. [online] Unperiodico.unal.edu.co.].
 Rojas, L., 2022. [online] Elementa.co. Disponible en https://www.elementa.co/wp-
content/uploads/2019/03/historia-de-la-prohibici%C3%B3n-de-la-hoja-de-coca-VF.pdf

17

También podría gustarte