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ACTIVIDAD 8

TEORÍA CINÉTICA DE LA MATERIA. EN ESTADOS SÓLIDOS. LÍQUIDOS Y


GASEOSOS

Cuestionario:
1) Explicar cómo fue evolucionando la idea del átomo y su estructura, hasta
llegar a la teoría cinética de la materia.
2) Describir cada una de las suposiciones en que se basa el modelo cinético
molecular.
3) Graficar y explicar el comportamiento de las moléculas en estado sólido,
líquido y gaseoso.
4) describir cada una de las seis conclusiones de la teoría cinético molecular en
el estudio sobre los gases.
5) ¿Qué importancia tiene la aplicación de la teoría cinética de la materia?

TEORÍA CINÉTICA DE LA MATERIA

La idea de que la materia es discontinua, es decir, que está formada por


partículas muy pequeñas, átomos y moléculas, ya apareció en la Grecia Clásica
en el siglo V a.C. Dos filósofos griegos, Leucipo y Demócrito, ya aventuraron la
existencia de átomos, aunque sus “observaciones” (1) carecían del rigor que el
método científico impone.
Mucho más tarde, en 1803, el químico británico John Dalton utilizó la existencia
de átomos para la explicación de las leyes de la Química. De la teoría atómica
de Dalton se pudo desprender una primitiva idea de molécula, como resultado
de la combinación de dos o más tipos de átomos. Aunque con algunas
alteraciones producto de las observaciones, la teoría atómica sobrevivió al
convulso, científicamente hablando, siglo XIX y en ella se apoyaron los físicos L.
E. Botlzmann y J. C. Maxwell (de forma independiente) para construir una teoría
cinético-molecular de la materia. Este modelo, se basaba en las siguientes
suposiciones:

1. La materia está formada por un conjunto de átomos y moléculas en


continuo movimiento
2. El tamaño de las partículas es despreciable frente a la distancia que las
separa entre sí
3. Las partículas chocan entre sí, y con otras superficies, de manera elástica.

Así, para la teoría cinética de la materia, en un gas hay muchísima separación


entre sus moléculas y, por tanto, éstas tienen una gran libertad para moverse.
De cuando en cuando y producto del movimiento constante, surgen colisiones
entre moléculas o entre las paredes y alguna molécula, lo que origina la magnitud
que conocemos como presión. Para que lo entendamos, el estado gaseoso es
como una habitación con las personas muy
separadas unas de otras, de modo que
tienen casi total libertad para moverse
continuamente.
En el estado líquido, las partículas están
bastante más próximas entre sí, lo que
explica algunas de sus propiedades
(volumen fijo, se adaptan a la forma del
recipiente) y en los sólidos, las partículas
están muchísimo más próximas. Desde el
punto de vista microscópico, por tanto, el
estado gaseoso es el más simple de
todos, ya que las partículas están muy
lejanas unas de otras, lo que disminuye la
frecuencia de los choques. En los estados
sólido y líquido la cosa se complica porque
aparecen las fuerzas de cohesión, las
fuerzas necesarias para explicar por qué las
partículas están tan próximas unas de otras.
De hecho, los grandes avances de la teoría
cinética se produjeron en el campo de los
gases, ya que se conocía muy bien el estado
gaseoso (4), gracias a los trabajos experimentales de Robert Boyle, Jacques
Charles o de Luis Joseph Gay-Lussac.

Las conclusiones más importantes de estos científicos


brillantes fueron:

1) Los gases ocupan todo el volumen disponible y no tienen una forma fija.
2) Los gases se pueden comprimir con mucha más facilidad que los sólidos
o los líquidos
3) El volumen, a una presión dada ocupado por un gas es directamente
proporcional a su temperatura. Es decir, a mayor temperatura, mayor volumen si
la presión es constante.
4) La presión que ejerce un gas, a un volumen dado, es también directamente
proporcional a la temperatura; a mayor temperatura, mayor presión si el volumen
se mantiene constante.
5) La presión y el volumen son inversamente proporcionales. Esto quiere decir
que a una misma temperatura, cuanto mayor es la presión, menor es el volumen.
Estos hechos empíricos son fácilmente entendibles con la ayuda de un globo
inflado con aire.

El gran éxito de la teoría cinética, como hemos visto, radica en su capacidad


para relacionar el mundo microscópico (moléculas y átomos) con propiedades
observables (estado físico, presión, temperatura) utilizando un andamiaje
matemático sencillo. De hecho, es capaz de calcular algunas propiedades con
relativo éxito (conductividad térmica, viscosidad, coeficiente de difusión) o de
explicar la composición gaseosa de nuestra atmósfera. La gran limitación de este
modelo es que se complica enormemente cuando se consideran las fuerzas
atractivas que hacen que ni siquiera la ecuación del gas ideal sea válida.

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