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Texto de Gerchunoff y Llach
Texto de Gerchunoff y Llach
CRISIS (1929-1940)
Hipólito Irigoyen debió enfrentar algunos problemas y oposición en sus dos primeras
administraciones 1916-19220, 1928-1930. Tras la prosperidad y calma política de Alvear
Irigoyen volvió al poder con un masivo apoyo en la opinión pública y su caída no ge un
acontecimiento del todo impopular. La crisis de esta tercer gobierno radical se debió a errores
propios pero también a culpas ajenas, el poder ejecutivo se contagió de inacción de su jefe e
impotente a una oposición creciente, el desgaste de su gobierno se acentuó con la prédica de
los socialistas independientes y en menor medida demócratas progresistas y comunistas. Fuera
del propio gobierno no había nadie con voluntad suficientemente fuerte como para
contrarrestar la conspiración contra el presidente que preparaba Uriburu a inicios del 30, suma
a esto la sensación de crisis económica generaba descontento hacia el gobierno, así el 6 de
setiembre de 1930 Uriburu toma el poder sin derramar sangre. Este golpe fue el primero de
una larga serie, más allá del derrocamiento de Irigoyen los objetivos de distintas facciones
militares eran conflictivos en cuanto al tipo de gobierno que debía llevarse adelante, los
partidarios de Justo buscaban legalidad sin Irigoyen, Uriburu pretendía reemplazar el sistema
departidos por uno de representación corporativa, este sueño duró poco ya que el radicalismo
antiirigoyenista tuvo una actitud de oposición al régimen y acercamiento a los derrotados,
imponiéndose Justo en las elecciones de 1932 . Su administración fue una restauración de
formas y proyectos de gobiernos anteriores al predominio radical, no mostró mayor aprecio
por las prácticas democráticas que Roca fraguando resultados electorales como “fraude
patriótico”. Federico Pinedo fue su Ministro de Hacienda. Los 30 se cerraron con la débil
presidencia de Ortiz cuya oscura elección no impidió intentar un retorno a prácticas electorales
saludables, renunciando en 1940. La Segunda Guerra Mundial y ausencia de un liderazgo
abrieron camino al golpe de estado de 1943 que daría ascenso a Perón.
Durante la década del 20 el desempeño económico mundial no tuvo la solidez previa a 1914,
Argentina retomó la senda del crecimiento interrumpido durante la guerra recuperándose algo
el comercio internacional, Inglaterra perdió a manos de EE UU el liderazgo económico mundial,
nadie previó la tormenta que se avecinaba, el derrumbe de la Bolsa de Valores en 1929 ge el
primer signo de lo que se vendría, muy pronto esta pesadilla sería la Gran Depresión, al
principio se pensó que era una nueva recesión pero la caída de precios de las acciones entre
1929 y 1933 fue solo un síntoma del cataclismo que vivió el sector de la economía, la inversión
se desplomó. La discusión de las causas de la depresión han sido polémicas, según Keynes, el
ánimo inversor de los empresarios tuvo una recaída en tiempos de crisis, este descenso se
transmitió a la producción y el empleo. Otra versión apunta a la disminución del consumo
como causante de la crisis productiva, la tesis monetarista acusa al Reserva Federal por no
haber prevenido y corregido los quiebres bancarios que generaron contracción del crédito
impidiendo el financiamiento normal a inversores y consumidores. Si bien el origen de la crisis
estuvo en problemas internos de EE UU se trasmitió al resto del mundo, cada país intentó
evitar la competencia de importaciones extrajeras.
Los motivos que tenía el gobierno para la defensa del peso era el temor a que la depreciación
dificultara los pagos de la deuda ya que el gobierno recibía ingresos en pesos y pagaba sus
deudas en moneda fuerte, quienes retiraban sus depósitos en pesos del sistema bancario
generaron una delicada situación e iliquidez restringiendo el crédito y el normal
funcionamiento de la economía. Los bancos comenzaron a tener problemas y el gobierno se
vio obligado a emitir dinero sin respaldo a través de la Caja de Conversión, la expansión de
oferta de dinero sin respaldo acentuó la depreciación del peso. El control de cambio ge un
intento a frenar esto sin achicar el crédito ni perder reservas siendo la Comisión de Control y
Cambios la encargada de centralizar y distribuir esas divisas asegurando a gobiernos
municipales, provinciales y nacionales la moneda extranjera necesario para su pago de la
deuda externo, luego se usaba para importaciones de materia prima y bienes de consumo
indispensables. En seguida surgió el problema de fondos bloqueados teniendo que esperar los
proveedores del exterior los pagos remitidos por Argentina por las ventas efectuadas a ésta.
Obligadamente se redujo las importaciones derrumbándose la recaudación en la aduana, otras
medidas fueron crear un impuesto a las transacciones de empresas, impuesto al ingreso y
gravamen al combustible como fuentes de recaudación. En cuanto a los gastos los salarios
públicos se redujeron, economía en costos de administración traduciéndose en una menor
inversión pública. Cerrado el financiamiento externo y con la negativa del Banco Central a
adelantar créditos al gobierno se decidió la emisión monetaria para cubrir necesidades fiscales.
El impacto social
Se deja de lado la idea de que los ingresos del estado debían cubrir todos los gastos porque
esto no refleja la realidad. La nueva receta keynesiana de compensar la caída del gasto privado
con un aumento de compras gubernamentales o sea aumentar el gasto público para crear
empleo no tuvo aceptación. El recrudecimiento del desempleo y dificultades de muchas
industrias para seguir exportando mostraron que el apego al patrón oro no fue la mejor política
en el marco de la tendencia recesiva de la economía británica, pasando los países europeos a
un sistema monetario más flexible y menos vulnerables a las fluctuaciones externas. En el
ámbito del comercio internacional fueron desafiados la doctrina del libre comercio
universalmente aceptada, se sostenía que con el acceso de más países al progreso tecnológico
se disminuían las diferencias internacionales de productividad, las economías se diversificaban,
ser reducían los incentivos a comerciar. El intercambio comercial entre naciones pasó a ser
fruto de acuerdos bilaterales de preferencias aduaneras, EE UU e Inglaterra, los dos principales
socios comerciales de Argentina contribuyeron al florecimiento del proteccionismo en sus
países.
Esta dificultad de los productos argentinos por encontrar mercados de exportación generada
por la caída de demanda se vio agravada por la escalada proteccionista de Europa y EE UU,
Inglaterra era más importante como comprador de productos que como vendedor en la
Argentina de manufacturas siendo la balanza comercial con Inglaterra con saldo positivo
mientras que EE UU era inversamente ya que tenía un sector rural importante y era más difícil
la colocación de productos primarios argentinos en ese país sobre todo después de que se
resistiera a la importación de carnes con la excusa del control sanitario. Los británicos
argumentaban que las importaciones argentinas debían recaer más sobre los ingleses más que
sobre los norteamericanos. El otorgamiento de privilegios a las importaciones desde Inglaterra
era una valiosa prenda de cambio que convencía a los británicos a levantar sus barreras a las
carnes y otros productos argentinos en el caso de una eventual negociación; en cambio los
industriales se encontraban con que las restricciones a las importaciones puestas por la
depresión alejaban la competencia extranjera y permitían mayor expansión de sus actividades.
El Pacto Roca-Runciman fijó un sistema de cuotas decreciente para las carnes argentinas en el
mercado ingles, los ganaderos argentinos querían revertir esa situación, su presión a favor de
un tratado comercial con Inglaterra se resumía a “comprar a quien nos compra”. La concesión
de preferencia a las importaciones inglesas era la carta de negociación argentina. La razón de la
presión inglesa por rebajas arancelarias preferenciales era por la necesidad de atender algunas
de sus industrias de exportación, también demandaron una rápida solución al problema de los
fondos bloqueados, deudas en libras de productos británicos que el control de cambio había
impedido girar a Inglaterra y además promesas mutuas de trato benévolo a los productos del
otro país. El Pacto Roca-Runciman privilegió ante todo el interés ganadero influyendo estos
ganaderos en el gobierno para que éste otorgara concesiones muy amplias a Inglaterra. Las
autoridades argentinas fueron débiles en las negociaciones y el cumplimiento no ge recíproco.
Pero en otros ámbitos hubo concesiones no estipuladas explícitamente por el Tratado como el
otorgamiento de cambio especial para las importaciones ferroviarias y la discriminación en
contra de terceros países en la distribución de divisas Fue conveniente el acuerdo Roca-
Runciman? No fue conveniente porque el gobierno era débil y se recostó en su socio más
antiguo e importante aunque las condiciones no fueran del todo favorables a Argentina,
dándose paso en el país designado como granero del mundo a otro más moderno basado en
las fábricas.
Un gobierno en acción
A mediados del 1933 Justo designa en el Ministerio de Hacienda a Pinedo este gabinete
aprovechó el acuerdo Roca-Runciman para tomar medidas más consistentes en respuesta a la
crisis, la acumulación de fondos bloqueados hacía necesario rediseñar el sistema de control de
cambios las principales modificaciones fueron: a) establecimiento de un permiso previo para la
importación en función de las disponibilidades de divisas del país; b) se abandona el control
absoluto y se controla sólo lo que se puede controlar, lo demás se deja afuera en un mercado
libre ; c) el desplazamiento de los tipos de cambio abandonando el tipo bajo para reemplazarlo
por un nivel más acorde a las circunstancias. El mercado cambiario se desdobló en oficial y
libre. Las importaciones de Inglaterra tenían garantizado su participación en el mercado oficial.
En el mercado oficial pasaron a cotizarse dos tipos de cambio distintos: vendedor y comprador.
El gobierno con lo obtenido del margen de cambio ayudó a los productores agrícolas y
ganaderos que sufrían la caída de precios mundiales de alimentos. Se crea la Junta Nacional de
Granos que compra los cereales a precio superior al mercado y los vende cuando se presenten
las condiciones favorables.
La deuda interna flotante era una carga más pesada que la deuda externa, se dio a los
tenedores de títulos nacionales la posibilidades de venderlos al gobierno o canjearlos por un
nuevo papel que pagada un menor interés anual pero durante un período más largo, la
conversión de la deuda interna generó un ahorro para el Estado y aceptación de los
acreedores, esto mejoró la situación fiscal, la austeridad del gobierno se reflejó en políticas
impositivas y reducción del gasto eliminando organismos superfluos pero lo más importante en
materia presupuestaria fue la unificación de impuestos internos que reemplazó a gravámenes
provinciales y nacionales permitiendo reavivar la inversión pública principalmente la red vial.
Las entradas y salidas esporádicas del patrón oro habían impedido institucionalizar un régimen
monetario ordenado durante los períodos de inconvertibilidad, se entregaban pesos contra oro
en las ventanillas de las Cajas de Conversión. El control de la solidez bancaria, del préstamo a
los bancos y el manejo de títulos del gobierno eran funciones realizadas por distintos
organismos cuya centralización en una sola institución Banco Central evitaría incoherencias
políticas creándose en 1935 el Banco Central. Su función era concentrar reservas para moderar
las consecuencias de las fluctuaciones de las exportaciones y de las inversiones de capital
extranjero sobre la moneda, crédito y actividades comerciales, regular el crédito y los medios
de pago, controlar a los bancos, actuar como agente financiero y aconsejar al gobierno en la
emisión de empréstitos y operaciones de crédito. Esta ley de bancos fue complementada con la
creación del Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias para sanear el sistema bancario,
para absorber los activos de muchos bancos que estaban en problemas. El Banco Central se
convirtió en uno de los instrumentos fundamentales de la política económica.
A partir del 34 los capitales extranjeros volvieron a entrar creciendo la producción desde el 33 y
en el 35 se había superado el nivel previo a la crisis, también se revirtió la balanza de pagos. El
Banco Central recomendó a otros bancos una política de préstamos conservadora y un
fortalecimiento de sus reservas Esta recuperación se detuvo con una nueva recesión mundial a
la crisis de EE UU se sumó cosechas pobres y nueva baja de precios cayendo nuevamente las
exportaciones y el peso se depreció en el mercado libre, la actividad interna también se
resintió. Las autoridades ensayaron medidas compensatorias: en Banco de la Nación inició una
política liberal de préstamos incentivado por una ley de crédito agrario, pero temían resultados
contraproducentes ya que la expansión del crédito aumentaba la demanda y demoraba la
necesaria reducción de las importaciones. La idea era que el poder de compra creado por el
crédito se desviara hacia la demanda de bienes nacionales. Debido a que Europa marchaba
hacia la guerra ya no se podría volver a la normalidad.
Argentina industrial
Cuanto más altas las tarifas de comercio, más depreciado el peso y más estricto el control de
cambios menos efectiva era la importación y rentable su sustitución por productos nacionales.
El objetivo explícito del control de cambios ge el racionamiento de las importaciones para
detener el déficit de la balanza de pagos. La mejor prueba de que el gobierno no buscó alterar
la estructura agraria del país ge la firma del Tratado Roca-Runciman, los privilegios concedidos
a Inglaterra concedidos en estas cláusulas son una muestra que tenía el gobierno para resucitar
el comercio exterior. Los gobiernos del 30 manejaron el ciclo económico estimulando la
actividad interna a través del gasto público esto se refleja en un programa de rutas y caminos y
aumento del aumento estatal con una política prudente. El control de cambios, Banco Central,
Juntas Reguladoras de Granos y el impuesto al ingreso fueron creación de esos años
representando la herencia de diseñadores de la política económica de administraciones
posteriores.