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El cráneo es parte del sistema óseo o sistema esquelético de los vertebrados, es una caja ósea que
protege de golpes y contiene al encéfalo principalmente. El cráneo humano está conformado por
la articulación de 8 huesos, ya que forman una cavidad abierta y ovoide de espesor variable, con
una capacidad aproximada de 294.594 ml (en adultos).
El viscerocráneo, también llamado esqueleto facial, constituye la parte anterior del cráneo y se
compone de los huesos que rodean la boca (maxilares y mandíbula), la nariz/cavidad nasal y la
mayor parte de las cavidades orbitarias. Este consta de 14 huesos irregulares: dos huesos impares
centrados (mandíbula y vómer) y seis huesos pares bilaterales (maxilar, cornete nasal inferior,
cigomático, palatino, nasal y lagrimal). Los maxilares y la mandíbula albergan los dientes; dicho de
otra manera, proporcionan las cavidades y el hueso de sostén para los dientes maxilares y
mandibulares. Los maxilares forman la mayor parte del esqueleto facial superior, fijado a la base
del cráneo. La mandíbula forma el esqueleto facial inferior, siendo este de carácter móvil al
articularse con la base del cráneo en las articulaciones temporomandibulares.
El sistema nervioso
Este aparato de transmisión de energía química y eléctrica recorre el cuerpo entero y permite la
coordinación de los movimientos y acciones, tanto las conscientes como las reflejas, a partir de lo
cual se distinguen dos tipos de sistema nervioso: el somático y el autónomo. El primero se ocupa
de la conexión entre las extremidades del cuerpo y el cerebro, mientras que el segundo lo hace de
las acciones reflejas e involuntarias.
El sistema nervioso, que incluye el sistema nervioso central y el sistema nervioso periférico,
cumple con una serie de funciones esenciales en el organismo. Entre estas funciones, las más
importantes son:
1. Recibir Información Sensorial: Los nervios sensoriales recogen información de todo el
cuerpo y del entorno, como la temperatura, el dolor, la luz y el sonido, y luego la
transmiten al sistema nervioso central para su procesamiento.
Estas funciones del sistema nervioso son esenciales para nuestra supervivencia y nuestro
funcionamiento diario.
El sistema nervioso se puede dividir en dos partes principales: el sistema nervioso central (SNC) y
el sistema nervioso periférico (SNP).
El sistema nervioso central está formado por el encéfalo (cerebro) y la médula espinal. En la
cultura popular el término “cerebro” se usa para referirse al “encéfalo” aunque el cerebro es solo
una parte del encéfalo.
La médula espinal transporta mensajes entre el encéfalo y los nervios presentes en todo el
cuerpo.
Tanto el encéfalo como la médula espinal están protegidos por huesos: el encéfalo, por los huesos
del cráneo, y la médula espinal, por una serie de huesos entrelazados en forma de anillo, llamados
"vértebras". Ambos están protegidos por capas de membranas (llamadas meninges) y por líquido
cefalorraquídeo. El líquido fluye a través de los espacios vacíos del encéfalo, que reciben el
nombre de ventrículos, y alrededor de la columna vertebral. Protege al sistema nervioso central, le
proporciona nutrientes y elimina los desechos.
El encéfalo es como una computadora que controla todas las funciones del cuerpo; controla lo que
pensamos y sentimos, cómo aprendemos y recordamos, y la forma en que nos movemos y
hablamos. También controla muchas cosas de las que apenas nos damos cuenta, como el latido
del corazón y la digestión de la comida. El encéfalo envía y recibe mensajes del cuerpo. Estos
mensajes se transportan a través de la médula espinal.
La anatomía del encéfalo: El encéfalo es como una computadora que controla las funciones del
cuerpo, mientras que el sistema nervioso es similar a una red que envía mensajes a las partes del
cuerpo.
El cerebro
El cerebro es la parte más grande del encéfalo. Una gran parte del cerebro es la corteza cerebral
(también llamada "materia gris").
La corteza tiene cuatro áreas llamadas "lóbulos" que actúan de forma conjunta para forjar la
personalidad de una persona y todo lo que esta persona sabe. Cada lóbulo procesa un tipo de
información diferente:
El lóbulo temporal nos permite comprender los sonidos y el lenguaje, reconocer objetos y
rostros, y crear recuerdos. Se encuentra cerca de los oídos.
El lóbulo occipital procesa la luz y otra información visual que llega desde los ojos y esto
nos permite saber qué estamos viendo. Se encuentra en la parte posterior del encéfalo.
El cerebro tiene dos mitades llamadas "hemisferios". Un haz de fibras nerviosas (el cuerpo calloso)
los conecta en el centro, lo cual les permite intercambiar información. El hemisferio izquierdo
controla los movimientos del lado derecho del cuerpo. El hemisferio derecho del cerebro controla
los movimientos del lado izquierdo del cuerpo.
El tronco encefálico: El tronco encefálico conecta el encéfalo con la médula espinal. Está formado
por el puente troncoencefálico, la médula y el mesencéfalo. Estas partes funcionan al unísono para
controlar y coordinar los mensajes que llegan al encéfalo y salen de él. El tronco encefálico
controla, además, muchas funciones del cuerpo en las que casi nunca pensamos, como la
respiración, la frecuencia cardíaca, la tensión arterial, la deglución (tragar) y la digestión.
El cerebelo: Detrás del cerebro, se encuentra el cerebelo. El cerebelo, también conocido como el
"pequeño cerebro" porque parece una versión a pequeña escala del cerebro, controla el
equilibrio, el movimiento y la coordinación.
Hay muchas otras partes más pequeñas del encéfalo que cumplen funciones importantes. Entre
ellas, se encuentran las siguientes:
El tálamo, que recibe mensajes sobre los sentidos, como la vista, el oído y el tacto, que
provienen de los ojos, los oídos y los dedos.
El hipotálamo, que controla el pulso, la sed, el apetito, los patrones de sueño y otros
procesos que ocurren en el organismo de forma automática.
La médula espinal tiene tres secciones que se extienden a lo largo de la columna vertebral. El
nombre de cada sección describe la parte de la columna a través de la cual pasa la médula:
cervical, torácica y sacro-lumbar. Estas secciones envían nervios más pequeños hacia las partes
cercanas del cuerpo:
La médula espinal torácica envía nervios hacia los brazos, el tórax y el abdomen.
En el extremo inferior de la médula espinal, hay un conjunto de nervios (llamados "cauda equina"
o "cola de caballo" porque se asemejan a la cola de un caballo).
Sistema Nervioso Periférico (SNP): El sistema nervioso periférico (SNP) está conformado por todos
los nervios que emergen del encéfalo y la médula espinal, es decir, a partir del sistema nervioso
central. Si imaginas el SNC como la carretera principal, el SNP estaría compuesto por todas las
calles secundarias que salen y entran a la principal; y que además permiten que los impulsos
nerviosos viajen desde y hacia las regiones más alejadas, o periféricas, del cuerpo humano.
El sistema nervioso periférico está casi completamente constituido por nervios. Existen dos tipos
de nervios: nervios craneales y nervios espinales. Funcionalmente, el SNP puede ser dividido en
sistema nervioso autónomo y sistema nervioso somático. Ambos pueden ser subdivididos; el
primero en simpático y parasimpático, y el segundo en motor y sensitivo.
Nervios espinales. Son un total de 31 pares de nervios cada uno con dos partes o raíces que se
unen entre sí: una sensitiva y otra motora. La parte sensitiva es la que traslada la información
desde los receptores hasta la médula espinal, mientras que la parte motora es la que lleva los
impulsos desde la médula espinal hasta los efectores correspondientes. Se distribuyen de la
siguiente forma:
Cada nervio espinal o raquídeo se une en dos puntos distintos a la médula espinal; tiene una raíz
posterior y una raíz anterior. Las raíces posterior y anterior se unifican para formar el nervio
raquídeo. Como la raíz posterior contiene fibras sensitivas y la raíz anterior contiene fibras
motoras, el resultado es un nervio mixto. Su recorrido es muy corto, pues inmediatamente se
divide en dos ramas, una dorsal más pequeña y otra ventral o anterior más grande. En el tórax de
las ramas ventrales parten pequeñas ramas comunicantes que transportan fibras pertenecientes al
sistema nervioso autónomo.
Nervios craneales, también llamados pares craneales, son 12 nervios que envían información
sensorial procedente del cuello y la cabeza hacia el sistema nervioso central o trasladan órdenes
motoras para el control de la musculatura esquelética del cuello y la cabeza.
I. Nervio olfatorio. Es un nervio únicamente sensorial, conduce los impulsos nerviosos generados
por las sustancias odoríferas desde la nariz hasta el encéfalo.
III Nervio oculomotor. Tiene fibras motoras que controlan el movimiento ocular y parasimpáticas
que modifican el diámetro de la pupila.
IV Nervio troclear. Su función es motora sobre uno de los músculos cuya contracción mueve el
globo ocular.
V Nervio trigémino. Es un nervio mixto que consta de una porción sensitiva y otra motora.
X Nervio vago. Es sensitivo y motor, aporta además fibras parasimpáticas que actúan sobre
diferentes órganos, entre ellos el estómago y el corazón.
XI Nervio espinal. Es un nervio motor que activa entre otros el músculo esternocleidomastoideo,
provocando el giro de la cabeza.
Plexos
Los nervios espinales tras salir de la médula espinal forman redes constituidas por la unión de
nervios adyacentes. Estas redes se llaman plexos. Existen cuatro principales:
Plexo cervical Existen dos, uno derecho y otro izquierdo. Se forman por los ramos anteriores de
los cuatro primeros nervios cervicales y algunas ramas procedentes del quinto.4
Plexo braquial. Se origina por los nervios raquídeos C5-C8 y T1. Da origen a varios nervios que
llevan órdenes a los músculos del hombro y los miembros superiores, entre ellos el nervio cubital
que hace posible lo contracción de los músculos que mueven la mano.4
Plexo lumbar. Se forma por las ramas anteriores de los nervios raquídeos L1-L4. Da origen a los
nervios que llevan órdenes motoras a los músculos de la región anterolateral del abdomen y los
miembros inferiores.
Plexo sacro. Lo forman las raíces anteriores de los nervios espinales L4-L5 y S1-S4. Da origen a
nervios que llevan órdenes motoras a los miembros inferiores. Del plexo sacro surge el nervio
ciático que es el más largo del organismo humano.
La función del sistema nervioso periférico es doble. Por una parte transporta los estímulos que
recibe el organismo, tanto externos como internos, hasta el sistema nervioso central para ser
procesados. Por otra parte traslada las órdenes generadas por el sistema nervioso central hasta los
órganos y músculos de todo el cuerpo para que realicen las diferentes funciones. Si no existiera el
sistema nervioso periférico los músculos no podrían ser gobernados por el cerebro por lo que el
movimiento voluntario sería imposible, pues las órdenes cerebrales no alcanzarían su destino.
Sistema Nervioso Somático (SNS): Se encarga de las funciones voluntarias y transmite señales
desde y hacia los músculos esqueléticos. También transmite información sensorial desde la piel y
los músculos al sistema nervioso central.
Sistema Nervioso Autónomo (SNA): Se encarga de las funciones involuntarias, como la frecuencia
cardíaca, la respiración, la digestión y la regulación de la temperatura. El sistema nervioso
autónomo (SNA o sistema nervioso vegetativo) es una división funcional del sistema nervioso que
se encuentra estructuralmente ubicado tanto en el sistema nervioso central (SNC) como en el
sistema nervioso periférico (SNP). Se encarga de controlar las glándulas y el músculo liso de todos
los órganos internos (vísceras) de manera inconsciente. Es por esto que también es denominado
sistema nervioso visceral.
Se divide en
Sistema nervioso simpático (que prepara al cuerpo para la «lucha o huida») y sus funciones son: