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La Gaceta de la RSME, Vol. 26 (2023), Núm. 3, Págs.

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Entrega de los premios y galardones de la RSME


y la Fundación BBVA 2023
por
Mar Villasante

Las matemáticas tienen la llave para responder a algunos de los mayores desafíos
del mundo actual. Una misión para la que cuentan con una nutrida cantera de
talento, decidida a tomar el relevo de una generación que ya ha situado a esta ciencia
en una muy destacada posición en el plano internacional. Unos y otros, jóvenes y no
tan jóvenes, volvieron a exhibir músculo y determinación en la ceremonia de entrega
de los premios anuales que conceden la Real Sociedad Matemática Española y la
Fundación BBVA, celebrada el pasado 4 de octubre en la sede madrileña de esta
institución.
«Es indudable que una ocasión como esta nos regala, cada año, la magnífica opor-
tunidad de visibilizar el trabajo científico riguroso y de calidad, comprometido con el
avance del conocimiento», aseguró en su intervención la presidenta de la RSME, Eva

Los galardonados con los premios y medallas junto al director de la Fundación


BBVA y la presidenta de la RSME. (Todas las fotos: Fundación BBVA).
422 Premios RSME-FBBVA 2023

Gallardo. Los premios son, según sus palabras y en sus diferentes categorías, un re-
conocimiento a la creatividad, la originalidad y los logros de jóvenes en sus primeros
años de profesión científica, un estímulo para desarrollar una investigación excelente,
un marchamo de calidad científica, y un público reconocimiento a personas con una
amplia y destacada trayectoria.
Han sido diez los matemáticos y matemáticas galardonados en esta novena edi-
ción de unos premios que no dejan de poner en evidencia cómo esta disciplina cala en
todos los ámbitos del conocimiento y la investigación, incluidos los más disruptivos,
para crear una base sólida sobre la que se alzan el desarrollo y el progreso.
Ciencia básica y aplicada, investigación de frontera para sembrar los cimientos
de las revoluciones tecnológicas del futuro. A todas estas derivadas se refirió el di-
rector de la Fundación BBVA, Rafael Pardo, para hacer una encendida defensa de
la ciencia básica en una etapa que consideró marcada por políticas públicas más
centradas en la vertiente aplicada del conocimiento. Y así apeló a «la búsqueda del
conocimiento por el conocimiento», al papel «insustituible y difícil de improvisar
que tiene la investigación básica de frontera», a una «diversidad de modos y orien-
taciones del hacer científico, fundamental y aplicada, muy bien representada por las
contribuciones de los premiados».
Rafael Pardo quiso también subrayar el valor de unos galardones concedidos por
instituciones como la RSME, a la que se refirió como «expresión de la sociedad civil»,
y resaltó que «en un país como el nuestro, con un marcado déficit de asociacionismo,
de organizaciones e instituciones independientes, hay que poner en valor la existencia
misma de las sociedades científicas, comprometidas desde el conocimiento con la
mejora de la esfera pública».
A ese profundo compromiso público se refirió precisamente la presidenta de la
RSME al asegurar que, «como sociedad científica, tenemos la responsabilidad de
hacer frente a la creciente amenaza de la desinformación o de corrientes negacionis-
tas que ponen en riesgo el bienestar, la seguridad, el progreso de la sociedad. . . e
incluso la estabilidad democrática». Desafíos emergentes y sin precedentes a los que
sumó la crisis climática, la integración de las tecnologías digitales, computacionales
o robóticas en la sociedad, o la búsqueda de nuevas fuentes de energía sostenible.
«Solo una apuesta decidida por la ciencia puede proporcionar soluciones a las que
las matemáticas, como disciplina, tienen mucho que aportar», continuó.
Para afrontar con garantías todos estos retos, Eva Gallardo y Rafael Pardo coin-
cidieron en la importancia y necesidad de ampliar y reforzar la cultura matemática
de la sociedad, «única forma de estrechar la brecha social y de garantizar, de este mo-
do, la equidad social en un mundo cada vez más complejo y tecnológico», aclaraba la
presidenta de la RSME. «La mejora de la educación matemática en todos los ámbi-
tos educativos, la importancia de un relevo generacional considerando una prioridad
institucional articular la carrera investigadora, o la reivindicación de la estabilidad
temporal en las políticas de Investigación, Desarrollo e Innovación, son tareas en
las que, hoy en día, la Real Sociedad Matemática Española participa activamente»,
quiso recordar.
Tras la apertura institucional de la presidenta de la RSME se procedió a la entre-
ga de los premios: las Medallas que la RSME concede a profesionales destacados por
La Gaceta ⋆ Noticias de la Sociedad 423

sus relevantes, excepcionales y continuas aportaciones al campo de las matemáticas;


el Premio José Luis Rubio de Francia para investigadores menores de 32 años, que
otorga la RSME y a quien la Fundación BBVA concede una ayuda de 35 000 euros
para un proyecto de investigación de tres años; y los Premios Vicent Caselles, otor-
gados por la RSME y la Fundación BBVA, que distinguen cada año la excelencia
del trabajo de seis jóvenes investigadores españoles, o que desarrollan su carrera en
España, menores de 30 años.
Las tres Medallas de la RSME han sido este año para los profesores Francisco
José Marcellán Español, catedrático emérito en la Universidad Carlos III de Madrid,
María del Carmen Romero Fuster, catedrática jubilada en la Universitat de València,
y Luis Vega González, catedrático de la Universidad del País Vasco/Euskal Herri-
ko Unibertsitatea y director científico de la acreditación Severo Ochoa del Basque
Center for Applied Mathematics (BCAM). Con una sólida y brillante trayectoria
investigadora, docente y de gestión, todos ellos han tenido un papel determinante
en la consolidación de la RSME como una sociedad científica que apuesta por el co-
nocimiento, por la integración de toda la comunidad matemática y por una cultura
matemática de calado social.
En su discurso de agradecimiento, Francisco Marcellán declaró haber disfrutado,
en los últimos 50 años, de la amistad y complicidad de investigadores relevantes en
la teoría de polinomios ortogonales, su campo de especialización. Asimismo, resaltó
su compromiso «con un ecosistema científico como el de nuestro país, que requiere
estabilidad, coherencia y consistencia en las políticas que lo rigen», al tiempo que se
mostraba «convencido de que la ciencia como elemento de la cultura ciudadana y seña
de identidad de país debe ser compartido por una sociedad en cambio permanente».
Referente mundial en el campo de la teoría de singularidades con aplicaciones a
la geometría diferencial, María del Carmen Romero fue la siguiente en recibir una
medalla que dedicó a su grupo de investigación de la Universitat de València, «cuyas
contribuciones han sido clave en el desarrollo del proyecto de investigación que inicié
hace ya unas cuantas décadas».
Por su parte, Luis Vega rememoraba sus primeros pasos en el mundo del Análisis
de Fourier de la mano de Miguel de Guzmán y su colaboración con su director de
tesis, Antonio Córdoba, que le abrió el camino a la Universidad de Chicago como
investigador posdoctoral de Carlos Kenig. «Pienso que el Análisis de Fourier sigue
siendo muy útil para describir la naturaleza y además está sujeto a continuos retos, no
siendo menor el que plantea el éxito imparable que la llamada Teoría del Aprendizaje
está teniendo actualmente», afirmó.
Después de la recogida de las Medallas llegó el turno de los jóvenes. Entre ellos
estaba el Premio José Luis Rubio de Francia, concedido en su última edición a Xavier
Fernández-Real, investigador posdoctoral en el Instituto de Matemáticas de la École
Polytechnique Fédérale de Lausanne (Suiza), quien ya recibiera uno de los Premios
Vicent Caselles en 2021. Tras reconocerse «muy afortunado por estar rodeado de
una red de investigadores extraordinarios, en lo profesional, pero también en lo
personal», el joven galardonado defendía el valor de la curiosidad, la creatividad y el
pensamiento abstracto como motivación para la investigación, a la vez que ponía de
relieve la utilidad de las matemáticas más allá de sus aplicaciones. «Las matemáticas
424 Premios RSME-FBBVA 2023

son su propia disciplina y donde más brillan es cuando están liberadas de las cadenas
de la utilidad inmediata», afirmaba, para después concluir con una reivindicación de
«la utilidad de lo aparentemente inútil».
Otros seis jóvenes distinguidos en esta gala han sido los Premios Vicent Caselles
de la Fundación BBVA y la RSME, que nacieron en 2015 para reconocer e incen-
tivar el talento de jóvenes investigadores en matemáticas. Los galardonados en la
edición de 2023 han sido Robert Cardona Aguilar, profesor lector en la Universitat
de Barcelona; Claudia García López, profesora ayudante doctora en la Universidad
de Granada; Roberto Giménez Conejero, investigador posdoctoral en el Instituto de
Matemáticas Alfréd Rényi (Hungría); Paula Gordaliza Pastor, profesora ayudante
doctora en la Universidad Pública de Navarra; Óscar Rivero Salgado, profesor ayu-
dante doctor en la Universidade de Santiago de Compostela; y María Soria Carro,
Hill Assistant Professor en la Universidad de Rutgers (Nueva Jersey, EE. UU.).
Sus intervenciones en la ceremonia coincidieron en el clamor por la defensa de
una ciencia básica que no necesariamente debe buscar aplicaciones inmediatas, en
la demostración de su enorme poder y transversalidad, de su capacidad para com-
prender fenómenos de la naturaleza y de contribuir a una sociedad más próspera y
justa.
«La investigación en matemática pura, área a la que pertenece mi disciplina,
la teoría de números, no tiene desde luego un impacto directo en la sociedad, pero
también es cierto que cualquier aplicación tecnológica va precedida de un importante
desarrollo de la ciencia básica en la que se sustenta», señalaba Óscar Rivero. «Ante
la ignorancia y el deseo de inmediatez, hay que recordar que siempre ha habido un
retraso de 50 años, o más, entre un avance en matemáticas puras y su aplicación»,
aseveraba Roberto Giménez en el mismo sentido.
Y mientras Claudia García reivindicaba el potencial de las matemáticas para
comprender y explicar los fenómenos que ocurren en la naturaleza, María Soria
definía el lenguaje matemático como «un mundo apasionante y lleno de fascinantes
problemas abiertos», de preguntas motivadas por sus aplicaciones en otras disciplinas
(como la física, la biología o la ingeniería) cuya resolución «repercute enormemente
en el desarrollo y la mejora de la calidad de vida de nuestra sociedad».
Paula Gordaliza, galardonada por desarrollar métodos que corrijan los sesgos de
la Inteligencia Artificial, apuntaba que «quizás hace años costaba ver la aplicación
de los nuevos teoremas a corto plazo, pero el ritmo vertiginoso de las últimas décadas
y el desarrollo de métodos y herramientas potentes de computación están demos-
trando que la utilidad de la investigación matemática puede ser realmente tangible
e inmediata». Finalmente, Robert Cardona ponía de manifiesto los límites de un ra-
zonamiento matemático que, «tan aparentemente indudable y universal, es a veces
insuficiente, incluso dentro de sus propias reglas».
Completamos este breve repaso de la jornada con algunos detalles sobre las tra-
yectorias de los galardonados, la composición de los jurados, y las palabras de Eva
Gallardo al abrir el acto y de Rafael Pardo durante la clausura.
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Xavier Fernández-Real, María Soria y Claudia García López.


426 Premios RSME-FBBVA 2023

Premio José Luis Rubio de Francia 2022


Xavier Fernández-Real. Doble graduado en Matemáticas e Ingeniería Física
en la Universidad Politécnica de Cataluña y máster en la Universidad de Cambridge
(Reino Unido), realizó su tesis doctoral en el Instituto de Tecnología de Zurich
(ETH) bajo la dirección del medalla Fields Alessio Figalli. Fue galardonado con
uno de los Premios Vicent Caselles en 2021, el premio Evariste Galois 2016 de la
Societat Catalana de Matemàtiques, así como con sendas medallas de bronce en las
Olimpiadas Internacional e Iberoamericana de Matemáticas (2010).
Reconocido por sus profundas contribuciones a problemas en la teoría de ecua-
ciones en derivadas parciales elípticas y parabólicas, sus trabajos se centran princi-
palmente en problemas de frontera libre, que aparecen en una variedad de fenómenos
relacionados con las transiciones de fase, como la difusión de líquidos en medios po-
rosos o el estudio de cómo el hielo se derrite en el agua. Sus principales resultados
se refieren al llamado problema del obstáculo, un caso particular de problemas de
frontera libre que aparecen en áreas como la teoría de la elasticidad, la dinámica de
fluidos y la matemática financiera, entre otros.
El jurado que acordó concederle el premio lo formaban Elena Celledoni (Nor-
wegian University of Science and Technology, Trondheim, Noruega), Jürg Kramer
(Humboldt Universität, Berlín, Alemania), Ari Laptev (Imperial College, Londres,
Reino Unido), Gábor Lugosi (Universitat Pompeu Fabra, Barcelona), Eugenia Ma-
linnikova (Stanford University, EE. UU.) y Pablo Mira (Universidad Politécnica de
Cartagena).

Premios Vicent Caselles 2023


El jurado presidido por Luis Narváez Macarro, catedrático de Álgebra en la Uni-
versidad de Sevilla, e integrado por Diego Córdoba Gazolaz, profesor de investigación
en el Instituto de Ciencias Matemáticas-CSIC, Joan Elías i García, catedrático de
Matemáticas en la Universitat de Barcelona, María Ángeles Gil Álvarez, catedrática
de Estadística e Investigación Operativa en la Universidad de Oviedo, María del Mar
González Nogueras, profesora contratada doctora en la Universidad Autónoma de
Madrid, y Antonio Ros Mulero, catedrático de Geometría y Topología en la Univer-
sidad de Granada, acordó conceder los premios de Investigación Matemática Vicent
Caselles a:

Robert Cardona Aguilar. Graduado y doctorado en Matemáticas por la Uni-


versitat Politècnica de Catalunya, tras realizar sendas estancias como investigador
posdoctoral en la Universidad de Estrasburgo (Francia) y en el ICMAT (con un
contrato Margarita Salas), actualmente es profesor lector en la Universitat de Bar-
celona. Ha trabajado en métodos geométricos en sistemas dinámicos, en particular
en fluidos y dinámica hamiltoniana, así como en su relación con la topología de
contacto y simpléctica.
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Roberto Giménez, Paula Gordaliza, Óscar Rivero y Robert Cardona.


428 Premios RSME-FBBVA 2023

Claudia García López. Graduada en Matemáticas por la Universidad de Gra-


nada, obtuvo el doctorado en la Universidad de Rennes (Francia) y la Universidad
de Granada. Disfrutó de estancias posdoctorales en la Universitat de Barcelona y
la Universidad Autónoma de Madrid. Sus trabajos de investigación se basan en el
estudio de ecuaciones y modelos que provienen de la geofísica y la dinámica de
fluidos.

Roberto Giménez Conejero. Graduado en Matemáticas por la Universitat de


València, cursó un máster en la Universidad Autónoma de Madrid antes de docto-
rarse por la Universitat de València en 2021. Ha realizado estancias de investigación
en el Alfréd Rényi Institute of Mathematics de Budapest. Su campo de trabajo
se centra en la teoría de singularidades complejas. Ha estudiado la estabilidad por
deformaciones y problemas de equisingularidad.

Paula Gordaliza Pastor. Graduada y máster en Matemáticas por la Universi-


dad de Valladolid (UVa), realizó el doctorado en la UVa y la Université de Toulouse
III-Paul Sabatier (Francia). Tras un periodo como investigadora posdoctoral en el
Basque Center for Applied Mathematics (BCAM), que compatibilizó con una plaza
como profesora asociada en la Universidad Pública de Navarra (UPNA), actualmen-
te es profesora ayudante doctora en la UPNA. La investigación de su tesis concierne
a la interfaz entre la estadística matemática, la Inteligencia Artificial y la ciencia
de datos, centrada mayoritariamente en la equidad en la predicción/clasificación de
modelos en aprendizaje automático.

Óscar Rivero Salgado. Graduado en Matemáticas y en Ingeniería Física por la


Universitat Politècnica de Catalunya, donde desarrolló su tesis doctoral, ha realizado
estancias posdoctorales en la Universidad de Warwick (Reino Unido) y el MRSI de
Berkeley (California, EE. UU.). Su investigación se ha centrado en teoría de números
y, en concreto, en la aplicación de los sistemas de Euler a la teoría de Iwasawa y los
grupos de Selmer.

María Soria Carro. Graduada en Matemáticas por la Universitat Autònoma de


Barcelona y máster en Matemáticas por la Universidad Autónoma de Madrid, realizó
su tesis doctoral en la Universidad de Texas en Austin (EE. UU.). Actualmente
es profesora ayudante en la Universidad de Rutgers (Nueva Jersey, EE. UU.). Su
trabajo trata sobre la teoría de regularidad fina para ecuaciones diferenciales elípticas
completamente no lineales, tanto en problemas de transmisión como problemas de
Monge-Ampère no locales.

Medallas de la RSME 2023


Francisco Marcellán Español. Actualmente catedrático emérito en la Uni-
versidad Carlos III de Madrid, ha desarrollado una brillante trayectoria profesional,
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Francisco Marcellán pronunciando unas palabras de agradecimiento.

con una completa dedicación a la investigación, la docencia, la gestión y la divul-


gación de las Matemáticas. Licenciado en Matemáticas en 1973 por la Universidad
de Zaragoza, se doctoró en Matemáticas en 1976 en la misma universidad, bajo la
supervisión de Luis Vigil y Vázquez. Ha sido profesor en las universidades de Za-
ragoza, de Santiago de Compostela, Politécnica de Madrid y Carlos III de Madrid,
además de colaborar con diversas instituciones de educación superior extranjeras.
Ha desarrollado una incesante labor investigadora en teoría de la aproximación, poli-
nomios ortogonales y funciones especiales. Cabe destacar su enorme compromiso con
la formación de nuevos doctores y científicos, habiendo dirigido 41 tesis doctorales.
Además, ha compatibilizado de manera extraordinaria su excelente carrera in-
vestigadora con numerosas actividades de gestión, habiendo ostentado, entre otros,
los cargos de director de los departamentos de Ingeniería y Matemáticas de la Uni-
versidad Carlos III de Madrid, vicerrector de Investigación de la citada universidad,
director de la ANECA, o secretario general de Política Científica y Tecnológica en
el Ministerio de Educación y Ciencia.
Su papel en la RSME ha sido, y sigue siendo, determinante: fue vicepresidente
primero de la Real Sociedad Matemática Española desde 2012 a 2015, y presidente
de la RSME entre 2016 y 2021. Durante estos periodos se elaboró el Libro Blanco
de las Matemáticas, fortaleció las relaciones de la RSME con diversas fundaciones
e instituciones, se instituyeron las iniciativas MaThyssen o steMatEsElla, impul-
só convenios de cooperación con otras sociedades científicas. . . Actualmente sigue
trabajando para la RSME y forma parte de alguno de los comités de la sociedad.
También ha sido presidente del Comité Español de Matemáticas (CEMat).
430 Premios RSME-FBBVA 2023

María del Carmen Romero Fuster. En la actualidad catedrática jubilada en


la Universitat de València, se licenció en Ciencias Matemáticas en 1976 por esta
misma universidad y defendió su tesis doctoral en la Southampton University (Rei-
no Unido) en 1981, bajo la dirección S. A. Robertson. Es un referente mundial en
el ámbito de la teoría de singularidades con aplicaciones a la geometría diferencial,
tema sobre el que ha publicado hasta el momento 92 artículos de investigación en
revistas de alto nivel. Fue además artífice en la creación del grupo, internacional-
mente reconocido, Singularidades, Geometría Genérica y Aplicaciones, el cual inició
su andadura en 1993. De hecho, su proyección internacional es uno de los aspectos
más destacados de la carrera de María del Carmen Romero. Fue profesora en la Uni-
versidade de São Paulo, lo que inició una colaboración muy fructífera con el grupo
de singularidades del ICMC, continuada en el tiempo, que la ha llevado a liderar
diversos proyectos de investigación internacionales.
Ha desempeñado varios cargos de gestión, como por ejemplo el de directora del
Departamento de Geometría y Topología de la Universitat de València, el de Coor-
dinadora del Tercer Ciclo Interdepartamental o el de miembro del Claustro de esta
universidad, entre otros.
Además de estos aspectos, y muy especialmente, hay que destacar de ella su
implicación en el fomento de la igualdad, impulsando y motivando a las jóvenes
estudiantes a dedicarse a la investigación; de hecho, la mayoría de las tesis doctorales
que ha dirigido ha sido a mujeres matemáticas, habiendo colaborado en la publicación
de trabajos con investigadoras de España y del extranjero. Esta preocupación la ha
llevado a formar parte y a participar activamente, y durante muchos años, en la
Comisión de Mujeres y Matemáticas de la RSME, a la que ha aportado su experiencia
y saber hacer.

Luis Vega González. Catedrático de la Universidad del País Vasco/Euskal He-


rriko Unibertsitatea, tiene una brillante trayectoria académica e investigadora. Li-
cenciado en Matemáticas por la Universidad Complutense de Madrid en 1982, realizó
su tesis doctoral bajo la supervisión del profesor Antonio Córdoba en 1988, y disfrutó
a continuación de una plaza posdoctoral L. E. Dickson en la Universidad de Chicago.
Ha dirigido 13 tesis doctorales y publicado más de 150 artículos de investigación en
diversos campos como el análisis de Fourier o la mecánica de fluidos, gozando de un
gran reconocimiento internacional por la enorme repercusión de sus trabajos. En su
labor profesional hay que destacar también su incesante labor en la divulgación de las
matemáticas, así como su papel como gestor de redes nacionales, contribuyendo a la
visibilidad de las matemáticas tanto a nivel nacional como internacional. De hecho,
ha sido miembro de la junta directiva del proyecto Consolider en Matemáticas.
Actualmente es director científico de la acreditación Centro de Excelencia Severo
Ochoa del BCAM. Entre los numerosos premios y distinciones que ha obtenido hay
que destacar el Premio Nacional de Investigación Julio Rey Pastor, la Medalla Blaise
Pascal de la Academia Europea de Ciencias, el haber sido conferenciante invitado en
el ICM de 2006, o el ser miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas
y Naturales de España.
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María del Carmen Romero y Luis Vega recibiendo las Medallas de la RSME que
entregaron, como los restantes galardones, la presidenta de la RSME y el director
de la Fundación BBVA.
432 Premios RSME-FBBVA 2023

Su aportación a la RSME ha sido esencial, y ha contribuido a su fortalecimiento


en numerosos aspectos, entre los que destaca que fue miembro de su Junta de Go-
bierno durante 7 años, para pasar a ser vicepresidente desde 2009 a 2012. También
ha formado parte del jurado del Premio de Investigación José Luis Rubio de Francia
en el periodo 2003–2007.

Discurso de Eva Gallardo, presidenta de la RSME, en la


apertura de la ceremonia
Estimado Sr. director de la Fundación BBVA, estimados Sres. presidentes de
Sociedades Científicas, estimados rectores y autoridades académicas, miembros de
la Junta de Gobierno de la Real Sociedad Matemática Española, estimadas señoras
y estimados señores:
Un año más nos encontramos en la sede de la Fundación BBVA para reconocer
y premiar el talento matemático de nuestros jóvenes investigadores en Matemáticas
(en las diferentes fases de su etapa posdoctoral), así como para expresar nuestro
público reconocimiento con las medallas de la Real Sociedad Matemática Española
a personas destacadas por sus relevantes, excepcionales y continuas aportaciones en
cualquier ámbito del quehacer matemático.
Es indudable que una ocasión como esta nos regala, cada año, la magnífica opor-
tunidad de visibilizar el trabajo científico riguroso y de calidad, comprometido con
el avance del conocimiento, y de visibilizar también historias de esfuerzo y de exce-
lencia, de esperanza y de ilusión, a través de las trayectorias de quienes realmente
iluminan, esta noche aquí, estos premios. Es por ello que, hoy, como presidenta de
la Real Sociedad Matemática Española, quiero reiterar mi agradecimiento a la Fun-
dación BBVA, y en particular a su presidente, por el apoyo al reconocimiento y la
visualización social de nuestros jóvenes matemáticos y matemáticas, así como de
nuestros medallistas.
En esta novena edición de los Premios Vicent Caselles RSME - Fundación BBVA,
reconocemos la creatividad, la originalidad y el logro en el campo de las matemá-
ticas de los galardonados en los primeros años de su profesión científica. Con esta
distinción, que estamos convencidos favorecerá el desarrollo de una carrera científica
destacada a nivel internacional, como ha sido el caso de los premiados en las pasadas
ocho ediciones, ponemos el foco en las aportaciones matemáticas de los premiados:
Robert Cardona Aguilar, Claudia García López, Roberto Giménez Conejero, Paula
Gordaliza Pastor, Óscar Rivero Salgado y María Soria Carro. Desde la RSME y
la Fundación BBVA tenemos la certeza que este galardón servirá de estímulo para
desarrollar una investigación en Matemáticas excelente.
Asimismo, hacemos entrega del premio José Luis Rubio de Francia, otorgado
en esta decimonovena edición a Xavier Fernández-Real Girona en reconocimiento
por «sus profundas contribuciones a problemas de ecuaciones en derivadas parciales
elípticas y parabólicas». En particular, el jurado ha constatado que «Xavier is a
brilliant young researcher, with very strong technical skills and capacity to create
innovative original approaches to tackle and solve difficult problems».
La Gaceta ⋆ Noticias de la Sociedad 433

El premio José Luis Rubio de Francia es la más alta distinción que se otorga a
investigadores en matemáticas menores de 32 años, españoles, o que hayan realizado
su trabajo en España. Y no ha sido infrecuente que estos galardonados hayan reci-
bido posteriormente otro tipo de reconocimientos. Por ejemplo, son particularmente
reseñables, por su repercusión social, los premios de la Fundación Princesa de Girona
otorgados a Alberto Enciso y Xavier Ros Oton en 2015 y 2019, respectivamente. O,
en un ámbito específicamente científico, la obtención de prestigiosas Starting Grants
del European Research Council por Javier Parcet (Premio Rubio de Francia 2005),
Francisco Gancedo (2008), Alberto Enciso (2011, seguida de una Consolidator Grant
en 2019), Xavier Ros Oton (2016) y Joaquim Serra (2018); señalando además que,
recientemente, Ros Oton ha sido distinguido con el Premio Nacional de Investigación
para Jóvenes María Andresa Casamayor, en el área de matemáticas y tecnologías de
la información y las comunicaciones.
Es, por tanto, innegable el marchamo de calidad científica que implica la distin-
ción con el Rubio de Francia, un premio patrocinado por la Universidad Autónoma
de Madrid y la Universidad de Zaragoza que, desde 2016, cuenta con una ayuda de
la Fundación BBVA, dotada con 35 000 euros y concebida como starting grant para
fomentar y consolidar la carrera investigadora de los galardonados.
Esta noche, también, otorgamos las medallas de la Real Sociedad Matemática
Española, con las que, como mencionaba anteriormente, expresamos nuestro público
reconocimiento a personas destacadas por sus relevantes, excepcionales y continuas
aportaciones a lo largo de un amplio período de tiempo en cualquier ámbito mate-
mático, como la educación, la investigación, la transferencia y la divulgación.
Francisco Marcellán Español, María del Carmen Romero Fuster y Luis Vega
González han sido distinguidos en esta novena edición, y quiero reseñar su incan-
sable labor en la consolidación de nuestra comunidad matemática a lo largo de sus
sobresalientes carreras científicas.
Francisco Marcellán Español, actualmente catedrático emérito en la Universidad
Carlos III de Madrid, ha desarrollado una brillante trayectoria profesional, con una
completa dedicación a la investigación, la docencia, la gestión y la divulgación de
las Matemáticas. Su papel en la RSME ha sido, y sigue siendo, determinante: fue
vicepresidente primero de la Real Sociedad Matemática Española desde 2012 a 2015,
y presidente de la RSME entre 2016 y 2021. Durante estos periodos se elaboró el
Libro Blanco de las Matemáticas, fortaleció las relaciones de la RSME con diversas
fundaciones e instituciones e impulsó convenios de cooperación con otras sociedades
científicas.
María del Carmen Romero Fuster, catedrática jubilada en la Universitat de Va-
lència, es un referente mundial en el ámbito de la teoría de singularidades con apli-
caciones a la geometría diferencial, siendo artífice en la creación del grupo, inter-
nacionalmente reconocido, Singularidades, Geometría Genérica y Aplicaciones en
1993. Especialmente implicada con el fomento de la igualdad en la investigación
matemática, ha impulsado y motivado a las jóvenes estudiantes a decantarse por
una carrera científica y académica en Matemáticas, formando parte y participando
activamente durante muchos años en la Comisión de Mujeres y Matemáticas de la
RSME, aportando su experiencia y saber hacer a la misma.
434 Premios RSME-FBBVA 2023

Antes de la ceremonia los premiados y los miembros de los Jurados compartieron


unos minutos en los salones del palacio del Marqués de Salamanca, sede de la
Fundación BBVA, donde se celebró la ceremonia de entrega de premios.

Luis Vega González, catedrático de la Universidad del País Vasco/Euskal Herri-


ko Unibertsitatea, tiene una brillante trayectoria académica e investigadora. Actual-
mente es director científico de la acreditación Centro de Excelencia Severo Ochoa
del Basque Center for Applied Mathematics (BCAM). Entre los numerosos premios
y distinciones que ha obtenido hay que destacar el Premio Nacional de Investigación
Julio Rey Pastor, la Medalla Blaise Pascal de la Academia Europea de Ciencias, el
haber sido conferenciante invitado en el ICM de 2006, o el ser académico de la Real
Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España. Su aportación a la
RSME ha sido esencial, y ha contribuido a su fortalecimiento en numerosos aspectos,
siendo miembro de su Junta de Gobierno durante siete años y vicepresidente desde
2009 a 2012.
Nuestro reconocimiento y agradecimiento a los jurados responsables de todas las
nominaciones, cuyos miembros han desarrollado un trabajo riguroso, con una gran
dedicación y compromiso en las tareas de selección de todas las candidaturas.
Finalmente, como sociedad científica, creemos fundamental reflexionar sobre aque-
llas cuestiones que afectan no solo a la calidad de la investigación matemática en
nuestro país, sino que exigen un compromiso en todas las dimensiones de nuestro
quehacer.
Es innegable que la Real Sociedad Matemática Española tiene como misión esen-
cial la promoción del talento matemático y la excelencia. Pero, además, como so-
ciedad científica, tenemos la responsabilidad de hacer frente a la creciente amenaza
de la desinformación o de corrientes negacionistas que ponen en riesgo el bienestar,
la seguridad, el progreso de la sociedad. . . e incluso la estabilidad democrática. Nos
enfrentamos a muchos otros desafíos sin precedentes: la emergencia climática global,
la integración de tecnologías digitales, computacionales o robóticas en la sociedad,
o la búsqueda de nuevas fuentes de energía sostenible, y somos conscientes de que
solo una apuesta decidida por la ciencia puede proporcionar soluciones. Y, en este
sentido, las Matemáticas, como disciplina, tienen mucho que aportar: fiabilidad de
los algoritmos, modelización, ciberseguridad. . .
Los matemáticos hemos de ser actores activos en la búsqueda de fórmulas y
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soluciones para un buen uso colectivo de las nuevas tecnologías, que eviten que
desarrollos como la Inteligencia Artificial puedan ser percibidos más como un peligro
que como una herramienta al servicio de las personas. Y, para ello, es fundamental
una buena educación matemática y científica desde la base.
La sociedad en la que vivimos ha de ser consciente de la importancia de la
ciencia y de un conocimiento científico riguroso, que esté al alcance de todos, y que
nos permita afrontar con rigor un futuro cada vez más incierto y vertiginoso.
Indudablemente, una buena y temprana cultura y educación científica y mate-
mática para todos es la única forma de estrechar la brecha social y de garantizar, de
este modo, la equidad social en un mundo cada vez más complejo y tecnológico.
La mejora de la educación matemática en todos los ámbitos educativos, la impor-
tancia de un relevo generacional considerando una prioridad institucional articular
la carrera investigadora, o la reivindicación de la estabilidad temporal en las políti-
cas de Investigación, Desarrollo e Innovación, son tareas en las que, hoy en día, la
Real Sociedad Matemática Española participa activamente, asumiendo como comu-
nidad científica la responsabilidad de poner nuestro empeño y nuestro conocimiento
al servicio de los grandes desafíos a los que nos enfrentamos.
Somos plenamente conscientes de que debemos contribuir con nuestro talento,
pasión, esfuerzo, actitud crítica y compromiso a mejorar la calidad de una sociedad
compleja en la que nuestro rigor en la búsqueda de respuestas sea una garantía.
Y concluyo con una frase de Carl Friedrich Gauss, físico y matemático alemán, de
origen humilde, considerado, ya en vida, como Princeps Mathematicorum, príncipe
de los matemáticos:
«No es el conocimiento, sino el acto de aprendizaje, y no la posesión, sino
el acto de llegar allí, que concede el mayor disfrute. . . »
Estoy convencida de que la trayectoria de nuestros galardonados ha contado
con numerosas satisfacciones, y deseo que este reconocimiento, hoy aquí, se cuente
también entre ellas.
Enhorabuena a todos los premiados; y gracias por vuestra atención.

Discurso de Rafael Pardo, director de la Fundación BBVA,


en la clausura de la ceremonia
Presidenta de la Real Sociedad Matemática Española, Rectores, Vicepresidente
del CSIC, Presidentes de RSEF, de la SEIO y de la SCIE, miembros de la Junta de
Gobierno de la Real Sociedad Matemática Española, jurados, premiados, señoras y
señores:
La ceremonia de esta tarde es la primera de la serie de cuatro familias de premios
en colaboración con algunas de nuestras más relevantes sociedades científicas, la Real
Sociedad Española de Física, la de Informática, y la de Estadística e Investigación
Operativa. La idea de colaborar en estos premios no fue nuestra, sino iniciativa de
dos físicos muy queridos para nosotros, fallecidos ambos tempranamente, Gerardo
Delgado y Antonio Fernández Rañada. Le siguieron los premios que nos congregan
436 Premios RSME-FBBVA 2023

Rafael Pardo, director de la Fundación BBVA junto a, de izquierda a derecha, las


presidentas de SEIO, Begoña Vitoriano, RSME, Eva Gallardo, SCIE, Inmaculada
García Fernández, y el presidente de la RSEF, Luis Viña, las sociedades científicas
con las que colabora la Fundación BBVA.

hoy aquí, iniciativa del profesor Antonio Campillo. A continuación, se establecieron


los de Informática y, finalmente, los de Estadística e Investigación Operativa. Ca-
da familia de premios tiene su singularidad, no solo por área de conocimiento, sino
por poner el foco en el reconocimiento de distintos aspectos de la contribución a un
campo. Sin perjuicio de esa variabilidad, todos los galardones comparten un rasgo
esencial, el ser concedidos por organizaciones expresión de la sociedad civil, no de
la administración. En un país como el nuestro, con un marcado déficit de asocia-
cionismo, de organizaciones e instituciones independientes, hay que poner en valor
especialmente la existencia de organizaciones como las sociedades científicas, com-
prometidas desde el conocimiento con la esfera pública. Son muchos los estados que
tienen «premios nacionales», son menos los países que, sin necesidad de la etiqueta
«nacional» —que por lo general acostumbra a estar asociada a un estado o a la vo-
luntad política de constituirse como tal—, cuentan con organizaciones reconocidas
que otorgan honores de la mayor importancia simbólica, con independencia de la
cuantía económica que puedan llevar aparejados. La legitimación y el prestigio de
este tipo de premios concebidos y operacionalizados desde la sociedad se deriva de
su arquitectura y, muy esencialmente, por estar basados en peer review, sin ninguna
otra consideración extracognitiva o valorativa, sin necesidad de la convalidación por
alguna agencia estatal. Obtener un premio de estas características es un marcador
de excelencia reconocida por los iguales, por los que de verdad saben distinguir y
jerarquizar lo excelente y de frontera respecto a lo bueno.
Estos últimos días, el «patrón oro» de los premios en ciencia o, mejor, de un
subconjunto de la ciencia, los Premios Nobel, han sido anunciados con gran eco en
La Gaceta ⋆ Noticias de la Sociedad 437

la comunidad científica y en los medios de comunicación. En dos de las tres catego-


rías falladas, las de Medicina y la de Física, cuatro premiados habían recibido antes
nuestro Premio Fronteras del Conocimiento, en los que, como saben, contamos con
la colaboración fundamental del CSIC. El diario El País mencionaba ayer, en un
artículo con motivo del anuncio del Nobel de Física, que 25 premiados Fronteras del
Conocimiento habían recibido posteriormente el Premio Nobel. Cuando, como en
este año, hay coincidencia entre el Premio Nobel, de más de un siglo de antigüedad,
y el nuestro, «Fronteras», de tan solo dieciséis años, amigos y colaboradores nos
felicitan por ese juicio de validez externa convergente. Por supuesto, estamos felices
de esa coincidencia, que obviamente escapa enteramente a nuestro control. Pero, al
tiempo, somos conscientes de que hay áreas del conocimiento que, por no contar con
un Premio Nobel, pero sí estar incluidas en nuestra familia Fronteras del Conoci-
miento, son percibidas como menos valiosas, cuando con perspectiva del siglo XXI
sabemos que no es así. Utilizando prestada la plantilla de uno de nuestros premiados
esta tarde, Roberto Giménez Conejero, son áreas a las que las circunstancias de ges-
tación del Nobel no han favorecido, pero a las que hay que sobreponerse, poniendo
esas disciplinas en pie de igualdad con las atendidas por el galardón sueco.
Los Premios Nobel, y a escala bastante más modesta los «Fronteras», desem-
peñan algunas funciones relevantes: pueden servir de emulación e inspiración a las
generaciones de los investigadores más jóvenes atreviéndose a ir mucho más lejos del
estado de la cuestión, son premios capaces de saltar a la esfera global y competir
por unos segundos o, incluso, un minuto de tiempo en la CNN y la BBC, al lado
de la guerra de Ucrania o la actual debacle institucional en el Congreso de Estados
Unidos. No es pequeña la contribución a poner la ciencia en la cumbre de la atención
pública a lo largo y ancho del planeta, y a través de ellos exaltar el papel multifacé-
tico del conocimiento científico. Inevitablemente, los grandes premios, entre ellos el
nuestro, «Fronteras», y muy especialmente el Nobel, sufren de lo que Robert Merton
llamó «el efecto Mateo» (tomado de la Biblia) de «dar más a quien más tiene»,
aunque se compensa por sus otras facetas positivas de apostar por la ciencia más
transformadora y por situar a la ciencia en el centro de la cultura de la sociedad a
escala global.
Por lo que hace a nosotros, damos un valor muy especial a los premios que nos
reúnen hoy aquí y a los que les seguirán en las próximas semanas. Son premios que,
como ha señalado la presidenta de la RSME y varios de los galardonados esta tarde,
pueden contribuir a impulsar las carreras científicas de sus receptores, con décadas
de trabajo creativo por delante. Los premios RSME, y los de las demás sociedades
científicas, pueden y deben ser un factor que incentive e impulse las carreras, ade-
más de ganar visibilidad en la sociedad, a través de los medios de comunicación,
de la investigación y de la generación joven que la desarrolla, con personalidades
y proyectos de vida mucho más interesantes que las de otros supuestos influencers
que acostumbran a llenar las páginas de los medios, cuando no las portadas. Por su
parte, las categorías de los premios dirigidos a los investigadores más sénior, ade-
más de ser un más que merecido tributo de la respectiva comunidad científica a lo
mucho realizado, permite visualizar la diversidad de facetas en las que se plasma
una trayectoria científica de excelencia, desde el ámbito institucional al de la trans-
438 Premios RSME-FBBVA 2023

ferencia del conocimiento, pasando por la enseñanza, la creación de grupos y linajes


de investigación y la difusión de la cultura científica a la sociedad, como señaló la
presidenta en la apertura de esta ceremonia.
En varios de los discursos de esta tarde se ha reivindicado el papel y valor de la
curiosidad, que, aunque no esté causada por el deseo de prioridad en los descubri-
mientos, sí que está fuertemente correlacionada con ella, con el deseo de llegar antes
donde otros «iguales» no han llegado o solo lo han hecho de manera preliminar. No
se trata de ejercer la curiosidad típica de la etapa de aprendizaje como investiga-
dor, redescubriendo —reproduciendo— personalmente de manera competente lo ya
conocido por la correspondiente comunidad, sino la curiosidad de explorar nuevo
territorio no cartografiado y, una vez validado por los pares, conseguir que pase a
formar parte del conocimiento público —publicado— de la correspondiente área.
Siglos atrás hubo que reivindicar la curiosidad frente a barreras culturales bien di-
ferentes a las de hoy. Un historiador de la Universidad de Yale, Robert S. López,
ha escrito que la Iglesia católica, y en especial los jesuitas, siguiendo a Tomás de
Aquino, trataron de delinear las tres actitudes ante el conocimiento: poco interés
en conocer significaba «ignorancia culpable», un vicio; un nivel de interés natural o
normal evidenciaba diligencia y deseo sincero de saber, una virtud; un ansia excesiva
por conocer era «curiosidad», un pecado. Hoy, la amenaza al cultivo de la curiosidad,
cuyas bases se sentaron en Grecia, viene de fuentes bien distintas, de las políticas
públicas y los valores de la sociedad, unidos en reclamar que quienes reciben de
los contribuyentes los recursos para investigar se apliquen a generar conocimientos
útiles, prácticos. Esta actitud no es enteramente nueva, pero sí más marcada que en
el periodo de constitución de la ciencia moderna. Uno de los mejores historiadores
de la ciencia, I. Robert Cohen, ha notado que, desde mediados del siglo XVII hasta
comienzos del siglo XIX, los científicos repetían que los avances en el conocimiento
científico fundamental, de la ciencia «pura», conducirían a beneficios prácticos e in-
novaciones, aunque durante ese dilatado arco temporal de despegue y constitución
de la ciencia moderna no hubiera cambios drásticos, impulsados directamente por
la ciencia, en el modo de producir, cultivar la tierra, en los medios de transporte,
de comunicación, en el cuidado de la salud o incluso la conducción de la guerra, si
bien sí se observó un flujo continuo de innovaciones incrementales, por lo común
impulsadas por técnicos e inventores de talento más que por científicos y tecnólogos,
perfiles profesionales todavía balbuceantes o borrosos. Pero, aunque la evidencia del
vínculo fuera débil, se confió colectivamente en la existencia de una asociación ínti-
ma entre el conocimiento abstracto en el presente y la satisfacción de demandas y
necesidades materiales en el futuro. Desde mediados del siglo XIX esa asociación sa-
ber científico-solución de problemas aplicados se hizo patente, observable por todos.
El siglo XX fue la apoteosis de la ciencia y de nuevas tecnologías basadas en ella
en todos los dominios de la acción humana, desde la economía a la salud, pasando
por la cultura toda. El efecto indeseado de ese éxito práctico ha sido que en estas
primeras décadas del siglo XXI se hayan puesto continuamente objetivos extracogni-
tivos a la investigación, lo que a su vez ha alterado, al menos en parte, la cultura de
algunos subconjuntos de la comunidad científica. Hay que reaccionar ante la cultura
de la inmediatez y la aplicabilidad directa de cada pieza de conocimiento, como lo
La Gaceta ⋆ Noticias de la Sociedad 439

Los asistentes durante el ágape que se sirvió al terminar el acto.

han hecho nuestros premiados hoy, sin contraponer «utilidad» a conocimiento por
el conocimiento. Los bucles de realimentación entre ambos son muchos y además
agregados: no suele haber una correspondencia biunívoca entre un descubrimiento
o avance y una solución práctica, sino que se exigen rodeos e interacción entre di-
versos avances surgidos de motivaciones y con objetivos distintos. Y, por supuesto,
se precisa adoptar una perspectiva diacrónica. El conocimiento no se improvisa fá-
cilmente y mucho menos el conocimiento que denominamos básico. El caso de las
vacunas basadas en el mRNA, desarrollado décadas atrás, antes de la aparición de la
pandemia del Covid-19, es quizás la prueba reciente más significativa. Pero es que,
además, hay que reivindicar que el avance en el ámbito del conocimiento tiene una
primera y fundamental utilidad: la de conocer, algo que constituye a los humanos
como seres simbólicos, como han señalado nuestros premiados. Interactuamos con el
mundo y entre nosotros a través de estructuras simbólicas y formales, empezando
por el lenguaje natural, que, aunque parece referirse a objetos físicos, específicos,
en realidad constituye ya una primera estructura abstracta más allá de los datos
sensoriales. La ruta del análisis, de la abstracción, de la creación de monumentales
estructuras formales como la lógica y la matemática en ampliación permanente, ini-
ciada por los griegos, es la que nos ha permitido dotar de armazón y de herramientas
al conjunto de las ciencias empíricas y la práctica social. Por ello, es crucial preservar
la búsqueda del conocimiento por el conocimiento, al lado de la investigación guiada
por objetivos de resolución de problemas prácticos o aplicados. Un abanico de estilos
de hacer ciencia y de objetos formales que está bien representado por las distintas
contribuciones de los premiados hoy.
La presidenta de la Sociedad ha señalado, certeramente, que todos debemos con-
tribuir a combatir la rampante desinformación en el presente, que es más grave que
440 Premios RSME-FBBVA 2023

la mera falta de información. Las «ideas» y la «evidencia» manufacturadas como al-


ternativa al saber validado de la ciencia acarrea efectos indeseables de gran calado.
Si el negacionismo en segmentos sociales acotados a propósito de áreas como
la salud (por ejemplo, las vacunas) y el medio ambiente (el cambio climático) son
un problema de nuestra época al que atender, forma también parte indeseable del
presente un curioso comportamiento de las élites políticas en instituciones centrales
como el parlamento. Es la llamada polarización, resultado de la inconmensurabilidad
no solo en el terreno de los valores —algo legítimo e incluso positivo en sociedades
pluralistas—, sino en el modo de ver las cosas, esto es, en el de las plantillas con-
ceptuales y la evidencia empírica, en suma, en la caracterización de las cuestiones
centrales de la cosa pública. En espacios institucionales de la mayor importancia
asistimos a dinámicas que parecen estar basadas en modelos de la realidad antagó-
nicos e indecidibles por medios racionales, los del diálogo basado en el respeto de la
evidencia y de la lógica, en la discursividad. Es como si en una misma sesión par-
lamentaria se enfrentaran partidarios de una visión geocéntrica y otra heliocéntrica
acerca de los asuntos económico-sociales, sin poder apelar a procedimientos de deci-
sión basados en razones y datos, en lugar de en emociones, estereotipos y clichés. Un
modus operandi, instalado como normal, que arrumba la búsqueda paulatina de la
aproximación asintótica a la verdad, vía ensayo y error, y que conlleva el abandono
de la veracidad como modelo de conducta en la esfera pública. Parece haber también
inconmensurabilidad cuando altos tribunales de distintos países adoptan con total
naturalidad, y previsibilidad a tenor de las orientaciones políticas de sus integrantes,
sentencias sobre cuestiones de calado colectivo con una distribución de un 60 por
ciento a favor y un 40 en contra, dejando en suspenso el principio fundamental del
neutralismo axiológico como fundamento del estado de derecho. El ideal de matemá-
ticos y filósofos racionalistas como Leibniz de que en el futuro se aplicarían las reglas
de derivación formal y prueba de la matemática al terreno de los asuntos morales ni
siquiera se cumple en ámbitos institucionalizados como los que acabo de mencionar.
Es al menos plausible que si la comunidad científica se compromete en un pro-
grama continuado de proyección a la sociedad de la cultura científica, los individuos
mejorarán su capacidad de tomar decisiones en numerosos ámbitos de su esfera pri-
vada, pero también en la pública, expresando sus preferencias y demandas a las
élites políticas en áreas decisivas para todos, desincentivando a través del voto y de
los mecanismos de participación propios de la democracia las conductas de élites
populistas.
Cada avance, cada biografía de ensayo y error, de esfuerzo, creatividad y búsque-
da comunitaria de la verdad y la validez, como la de los investigadores premiados hoy,
es una ventana abierta a la racionalidad y el consenso basado en el razonamiento.
Enhorabuena a los premiados, nuestro agradecimiento a la RSME y a las demás
sociedades científicas, a los jurados y a todos ustedes por participar en este homenaje
al talento y al esfuerzo, a la ampliación del espacio de toma de decisiones individuales
y colectivas basadas en el conocimiento.

Mar Villasante, Gabinete de Prensa de la RSME


Correo electrónico: marvillasante@gmail.com

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