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ACERCA DE LA PORTADA:

Concluimos la conmemoración en las portadas


de La Gaceta del cuarto centenario del nacimien-
to de Blaise Pascal (1623–1662) con la pascalina,
la calculadora mecánica que Pascal ideó en 1642,
cuando tenía tan solo 19 años, con el fin de facilitar
la tarea de su padre, que acababa de ser nombrado
superintendente de la Alta Normandía por el car-
denal Richelieu y que, como tal, era el responsable
de la recaudación de impuestos, lo que le obligaba
a realizar numerosas y largas sumas.
Dos décadas antes, Wilhelm Schickard, un pro-
fesor alemán de Hebreo y Astronomía, había cons-
truido, al parecer, una máquina de calcular de la
que no se conservan ejemplares, pero sí unas notas
y dibujos que incluyó en sendas carta a Johannes
Kepler de 1623 y 1624. El análisis de estos documentos indica que el mecanismo para
realizar «llevadas» era demasiado simple, por lo que la calculadora de Schickard se
atascaría fácilmente.
En consecuencia, el invento que Pascal presentó en 1645, después de tres años
de diseño y experimentación, se puede considerar la primera calculadora mecánica
operativa. Tras bautizarla como «máquina de aritmética» y llamarla después «rue-
da pascalina», lo dejó finalmente en «pascalina». Funcionaba, como la calculadora
de Schickard, mediante un sistema de ruedas dentadas, pero Pascal introdujo un
ingenioso mecanismo de embrague, el sautoir, para manejar las llevadas. La parte
superior de la portada muestra diagramas —tomados de las Oeuvres de Blaise Pas-
cal, publicadas en 1779 en La Haya por la casa Detune— del funcionamiento de una
rueda. El sautoir se puede ver en el etiquetado como Fig. 5, mientras que con la
etiqueta Fig. 4 aparece el mecanismo completo de embrague.
En 1649 una Cédula Real concedía a Pascal el derecho exclusivo a fabricar y
vender máquinas de calcular en Francia. Pero la producción era costosa y en 1654,
cuando Pascal ya estaba dedicado al estudio de la religión y la filosofía, se habían
vendido solo alrededor de veinte pascalinas, de las que se conservan nueve. Una de
ellas, datada en 1652 y que forma parte de la colección del Conservatoire National
des Arts et Métiers en París, aparece en la parte inferior de la portada. Construida
en madera, latón, papel y cartón, la pascalina permitía sumar y restar, y las cifras se
introducían mediante los diales que se ven en la parte superior del aparato. Seis en
este caso, pero el mecanismo ideado por Pascal hacía posible, en principio, construir
calculadoras que trabajasen con cualquier número de cifras, y de hecho la primera que
presentó contaba con ocho ruedas. Las seis ruedas de este ejemplar tienen distinto
número de dientes: 10 dientes para las libras, 20 para los soles, porque hay 20 soles
en una libra, 12 dientes para los dineros, de los que hay 12 en un sol. . .
Redacción de La Gaceta
La Gaceta de la Real Sociedad Matemática Española,
publicación cuatrimestral de la RSME.
© Real Sociedad Matemática Española, 2023
ISSN: 1138-8927
Depósito Legal: M-13573-1998
Impresión: Coria Gráfica S.L., Sevilla

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