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Neurosis y psicosis

En relación con la genética y prevención de la psicosis, Freud formuló una fórmula


simple para la diferencia entre neurosis y psicosis.

Según la fórmula, la neurosis surge como resultado del conflicto entre el Yo y el Ello,
y la psicosis surge debido a una perturbación en los vínculos entre el Yo y el mundo
externo.

Freud advierte contra confiar en soluciones tan simples pero espera que la fórmula
sea correcta en el sentido más general.

La neurosis de transferencia se genera porque el Yo no quiere acomodarse o actuar


sobre un movimiento pulsional en el Ello, lo que lleva a la represión y al desarrollo
de síntomas.

La represión del Yo también puede estar influenciada por los dictados del superyó.
que se originan en el mundo externo real.

El yo se ha alineado con las demandas de poder que pesan más que los impulsos
del ello, resultando en conflicto con este último y sirviendo al superyó y a la realidad
en todas las neurosis de transferencia.

La ruptura de la relación entre el Yo y el mundo externo es evidente en la psicosis,


donde la confusión alucinatoria aguda da como resultado que no se perciba el
mundo externo y se retira el valor invertido del mundo interno.

En amentia, el Yo crea un nuevo mundo exterior e interior, impulsado por los deseos
del Ello y la frustración con el mundo exterior.

La esquizofrenia suele cursar con apatía hacia el mundo exterior por la pérdida de
toda participación afectiva.

La ilusión es un parche colocado donde el Yo originalmente cortó los lazos con el


mundo externo en respuesta a la frustración.

Por lo tanto, la frustración resultante del fracaso del mundo externo para cumplir un
deseo infantil que está firmemente arraigado en la psique del individuo es la causa
última tanto de la neurosis como de la psicosis.

El efecto de las condiciones patológicas en el psiquismo depende de la respuesta


del Yo ante la tensión y el conflicto entre las demandas del mundo externo y los
deseos internos del Yo.
El superyó, que reúne influencias del mundo externo y del Ello crea un arquetipo
ideal que el yo pretende lograr como unificación de su servidumbre.

En casos de enfermedad mental, se debe tener en cuenta el comportamiento del


Superyó, ya que juega un papel crucial en los conflictos dentro de la psique.

El conflicto entre el Yo y el Superyo da como resultado trastornos categorizados


como “psiconeurosis narcisistas”, como la melancolía.

La neurosis de transferencia, la neurosis narcisista y la psicosis corresponden a los


conflictos entre el Yo y el Ello, el Yo y el Superyó, y el Yo y el mundo externo,
respectivamente.

Se necesita más investigación para comprender cómo el Yo se las arregla para


resolver conflictos a fin de evitar enfermedades mentales y mantenerse saludable.

Los factores que impactan el resultado de los conflictos dentro de la psique incluyen
constelaciones económicas y magnitudes relativas de aspiraciones conflictivas.

El Yo puede adaptarse para evitar fracturas, pero esto puede resultar en una
pérdida de unidad y una eventual fragmentación.

Freud sostiene que las peculiaridades e irracionalidades de los hombres son


comparables a sus perversiones sexuales, y aceptarlas ayuda a evitar la represión.

Sin embargo, Freud destaca un problema: ¿cuál es el mecanismo por el cual el Yo


se despoja del mundo exterior, como afín a la represión?

Freud reconoce que sin más investigación, no se puede encontrar ninguna solución.

No obstante, la solución debería ser similar a la represión, donde el Yo libera parte


de su inversión.

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