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UNIDAD V:
Cubero Pérez y Rubio Martin - Psicología histórico-cultural y naturaleza del psiquismo.
A partir del siglo XVII el pensamiento sobre la naturaleza humana pasa a estar definitivamente dominada por la perspectiva del
individualismo emergente, que considera al individuo autónomo como fuente de sus propios cambios en el desarrollo
psicológico. Estas ideas provienen de los pensadores de la Ilustración, parten de pensar que el ser humano no necesita un
contexto social y cultural para desarrollar actividades fundamentales, como el pensar. Defienden que el individuo avanza a
través de un calendario madurativo por una sucesión fija de estadios que suponen una evolución ascendente en el nivel de
progreso, un continuo de perfeccionismo hacia el conocimiento válido y el razonamiento correcto, (doctrina o ideal del
progreso).
Las teorías racionalistas e innatistas otorgan un carácter innato a todo el comportamiento del individuo, incluso el
comportamiento o conducta social se analiza a través del prisma de lo biológico.
En el otro extremo, el papel del individuo queda totalmente desdibujado y controlado por la maraña de relaciones sociales en
las que le ha tocado vivir. Lo social o la cultura se considera como el modelo que todo sujeto copia pasivamente. El desarrollo
humano se analiza como producto de la vida en sociedad.
Entre ambas posiciones, hay enfoques menos extremistas como del constructivismo social o psicología cultural.
Bruner, sostiene que los requerimientos de nuestro estilo de vida en sociedad son los que explican y dan sentido a nuestro
funcionamiento cognitivo e incluso influye en el programa o funcionamiento cerebral.
Vygotski, incorpora los factores socio-culturales que gravitan sobre el desarrollo psicológico dentro del objeto de estudio,
otorga al individuo un gran margen de acción al considerarlo activo en su proceso de desarrollo y capaz de reflejar su propia
idiosincrasia.
Se hace necesaria la negación de la separación tajante entre individuo y su contexto, además de considerar a ambos elementos
estrechamente interrelacionados. Vygotsky interpreta que las respuestas individuales surgen de las formas de vida colectiva,
considera la dimensión individual con respecto a la social, derivada y secundaria en la génesis del desarrollo psicológico.
Las ideas o pilares fundamentales de la Psicología Histórico-cultural van a ser:
● El método genético, que cubre la necesidad de nuevos métodos de investigación y análisis que puedan dar constancia
de los orígenes y transformaciones de los procesos psicológicos.
● La tesis del origen social del desarrollo cognitivo es que los procesos psicológicos suponen partir de un sustrato
psicológico desarrollado a lo largo de los dos primeros años de la ontogénesis.
● La tesis de la mediación semiótica de los procesos cognitivos, que supone el funcionamiento psicológico mediado por
instrumentos y signos.
● La acción dirigida a metas y mediada por instrumentos como unidad de análisis del funcionamiento psicológico.
El método genético
Para Vygotski, la principal clave de este método es partir de una comprensión dialéctica entre la conducta humana y la
naturaleza. La aproximación dialéctica admite la influencia de la naturaleza en la conducta humana y entiende que el hombre
modifica su entorno y crea así nuevas condiciones en las que vivir y desarrollarse.
La base está en estudiar los procesos psicológicos a través de una interpretación histórica, estudiar los fenómenos en su
proceso de cambio. Implica estudiar los mecanismos de génesis, formación y transformación hasta su estado final de un
determinado fenómeno.
La naturaleza del desarrollo de los procesos psicológicos se puede concretar en tres puntos:
- Se defiende la idea de la irregularidad, periodicidad y transformaciones revolucionarias en el desarrollo y se rechaza la
visión del mismo como acumulación progresiva y gradual de transformaciones independientes unas de otras. La llave
para entender el desarrollo está en aceptar que existen diferentes principios explicativos (ppio. darwiniano de la
adaptación, ppio. de la apropiación de lo instrumentos culturales, ppio. de la interiorización) como causas de las
discontinuidades en el desarrollo.
- Estos cambios revolucionarios están asociados a transformaciones en los instrumentos y estrategias que permiten
resolver problemas, o la aparición de nuevos instrumentos de mediación de los procesos psicológicos.
- Hay distintos tipos de desarrollo: son diferentes dominios.
- filogenético: haciendo referencia a la evolución y comparación entre los seres humanos y los simios superiores,
se necesita determinar las condiciones y herramientas que posibilitan esta evolución en tanto
transformaciones biológicas y culturales, como el uso de herramientas, la aparición de la división social del
trabajo y el surgimiento del habla como herramienta. Gobierna el principio evolucionista de la adaptación.
- histórico cultural: evolución y transformación del ser humano como miembro de una cultura, individuos que se
desarrollan en un contexto histórico, cultural e institucional y hacen suyas las adquisiciones y logros de las
actividades humanas allí. El principio de apropiación de los instrumentos da las claves fundamentales.
- ontogenético: para Vygotski es constituyente de una vía de interrelación de más de una fuerza de desarrollo,
de los dos anteriores. Analizan la génesis y transformación de un proceso psicológico en un individuo concreto,
desde formas más colectivas o sociales a formas más privadas o individuales del mismo. Lo individual es
considerado secundario y derivado de lo social.
- microgenético: no está dicho explícitamente pero algunos autores lo consideran implícito en Vygotski. Es el
proceso de formación de una función psicológica en un contexto espacio-temporal concreto y limitado. Como
el proceso de aprendizaje dentro de las determinadas zonas (DR, DP Y DP).
La mente, los procesos psicológicos tienen un origen social. Según Vygotski, la dimensión social de la conciencia es primigenia
en tiempo y hecho. La dimensión individual de la conciencia es derivada y secundaria.
La historia social, los productos del desarrollo de generaciones anteriores se adquieren como el resultado de la apropiación por
parte del hombre de los productos de la cultura humana en el curso de sus contactos con sus semejantes. No se adapta a los
fenómenos, sino que los hace suyos, la apropiación tiene como resultado la reproducción por parte de los individuos de
facultades, formas de comportamientos y modos de actividades formados históricamente. Se convierte así la apropiación en el
proceso principal que caracteriza el desarrollo del psiquismo.
La apropiación es un proceso activo, social y comunicativo. Activo ya que tiene lugar durante la actividad que el individuo
desarrolla con los objetos y situaciones del entorno en el que se desenvuelve. No los incorpora tal y como han sido usados por
otros, sino que los transforma. Para que se produzca apropiación de los productos culturales se necesita de la comunicación
con otros seres humanos en una actividad común.
Vygotski anuncia así la Ley genética del desarrollo cultural que sostiene que cualquier función del desarrollo cultural del niño
aparece en dos planos. Primero en el de lo social y sólo después en el plano psicológico.
El origen social de los procesos psicológicos asume que lo social afecta en dos planos: macro y microsocial. Las influencias
sociales ocurren en el plano microsocial, el individuo aprende y se desarrolla gracias a sus interacciones directas con otros
miembros de la cultura, aprende de otros expertos. Y, por otro lado las fuerzas sociales tienen lugar en lo macrosocial, las
interacciones ocurren siempre en un escenario sociocultural concreto el cual determina los papeles que desempeñan los
miembros, los modos de relación, etc. El proceso implicado en la transformación de fenómenos sociales en fenómenos
psicológicos es el de interiorización, que es la reconstrucción a nivel intrapsicológico de una operación interpsicológica.
La mediación semiótica es un concepto que proviene de la tesis de Engels sobre la mediación a través de herramientas.
Vygotski propone una relación mediada entre el hombre y su contexto a través de un vínculo que media la relación. Las
herramientas que median la relación con el entorno físico y en este proceso es transformado el propio entorno, también las
herramientas psicológicas median las funciones psicológicas provocando una transformación fundamental en esas funciones.
Los instrumentos psicológicos o signos sirven para desarrollar funciones psicológicas, por lo que no pueden ser considerados
como medios auxiliares que simplemente facilitan la puesta en práctica de la misma, sino que a través de ellos se transforma la
propia función.
El lenguaje como instrumento comunicativo que es, media la relación con los demás pero a la vez con uno mismo. El lenguaje
como fenómeno psicológico también pasa por dos fases o momentos. Primero es social y se usa primordialmente para
comunicarnos con los otros y sólo después, pasa a ser individual, adquiere la función intelectual o representacional.
1. La concepción de Riviere del desarrollo está basada en desarrollos de Piaget, Vygotsky y Chomsky, y algunos puntos
originales del autor. Los procesos de educación formal son cada vez más prolongados, las personas comienzan a asistir a
instituciones educativas a partir de los dos o tres años hasta las treinta.
En cualquier situación educativa se llevan a cabo múltiples procesos mentales conscientes e inconscientes. En primer lugar,
existen determinados procesos que permiten al sistema visual por medio de la transmisión de información de la luz en la retina
hasta la proyección en el lóbulo occipital, dar una estabilidad, una organización y una estructura al mundo. Estos procesos
perceptivos son inconscientes, automáticos, y no susceptibles de influencia educativa; además, si quisiéramos imitarlos con un
sistema artificial de computación nos resultaría complejo y difícil. A su vez, la percepción implica que podemos tener una
inferencia inconsciente fija y depende fundamentalmente de valores de la especie, de experiencias de la especie.
Otro tipo de procesos, más conscientes pero no en su totalidad, son los que permiten comprender el discurso de otra persona.
Estos procesos de comprensión están ligados a los de percepción, en conjunto permiten al sujeto aprehender la gramática de
su idioma y describir infinitos elementos del sistema.
Por último, un tercer tipo de procesos es el de pensamiento, aquél que permite definir objetos mentales nuevos, relacionar
información nueva con información adquirida anteriormente. Son procesos que permiten inferir flexiblemente, dependen de la
experiencia individual, y por recibir representaciones variables es que son susceptibles de influencia educativa.
2. Los procesos educativos en nuestra especie son procesos de discurso, implican el uso de formas complejas de discurso y el
dominio por el sujeto educado de procesos subyacentes de comprensión del discurso muy eficientes que tienen un origen en
lo cultural y lo natural a la vez. Desde lo biológico, tienen la eficiencia de los procesos de tipo A, aquellos procesos de
percepción interiorizados y eficaces; y de tipo B, más eficaces, muy exigentes de consciencia y de atención.
La educación es una cuestión de discurso que implica también acción, procesos de asimilación, relación activa y efectiva con las
cosas, experimentación, etc. En la situación educativa intervienen procesos de comprensión de discursos que sólo se dan en
organismos que pueden formar comunicación.
Entonces, el proceso educativo es un proceso de dominio y control creciente de recursos metacognitivos, la escolaridad obliga
al niño a controlar su mente. La educación formal proviene de inventos de la cultura, pensados en un determinado tiempo y
por personas particulares (genios).
3. Según Chomsky, tiene que haber una rica estructura biológica innata que madure y permita al niño abstraer, lo que implica
que todos los lenguajes naturales no son más que expresiones diversas de un lenguaje universal, fuertemente constreñido por
la biología del niño.
Las funciones de tipo 1 están descritas y prescritas en el genoma, un mínimo de input físico va a llevar el desarrollo madurativo
de su cerebro; son antiguas, filogenéticamente inespecíficas del hombre, implican la incorporación de formas de
representación y de inferencia de un valor adaptativo muy alto no solo en nuestra especie sino también en muchas otras. Las
funciones de tipo 2 implican un comercio más activo con el medio y no son específicas de nuestra especie, la compartimos con
grandes predadores y aves superiores, como la noción de objeto permanente o las representaciones complejas del espacio. El
modo en que el hombre hace estas funciones, es específicamente humano; pero no lo es el hecho de hacer funciones de tipo 1
y 2. Las funciones de tipo 3 requieren necesariamente la interacción humana, son específicas de la especie y absolutamente
claves; y las de tipo 4 implican la incorporación de procesos de cultura en forma de procesos mentales, se incorporan signos,
procesos de inferencia, nociones que son derivadas de la cultura y son materia fundamental de la educación. Las de tipo 3 y 4
tienen un condicionamiento genético y otro factor influyente que es el medio.
Las funciones de tipo 1 están absolutamente prescritas genéticamente al igual que las de tipo 2, pero estas últimas en menor
grado. Ambas no parecen ser susceptibles a la interacción. Las funciones de tipo 3 son híbridos que implican el formateo
cultural de funciones definidas por el genoma, y las de tipo 4 no están determinadas por el genoma sino permitidas por él. Las
de tipo 3 sólo se dan en contextos interactivos muy particulares, “crianza”; la crianza es el conjunto de procesos interactivos
que implican una fuerte vinculación, una relación muy asimétrica de cuidado, en la que se definen las funciones de este tipo.
Estos contextos interactivos no se proponen de forma explícita y consciente estos objetivos. Las de tipo 4 son muy sensibles a
la interacción, requieren formas especializadas de interacción que ya no son interacciones naturales de crianza, sino que
implican interacciones explícitamente dirigidas a la interiorización por el niño de ingenios de la cultura.
Las funciones 1 y 2 son específicas del hombre, no así las de tipo 3 que se las caracterizan como “procesos de humanización”.
Las funciones de tipo 4 no humanizan, hacen cultura o aculturan y además estructuran formalmente. Estas últimas no se datan
filogenéticamente, sino históricamente. Implican la incorporación masiva, como procesos de la mente, de instrumentos de la
cultura, de la historia; ya no tienen un pasado filogénetico sino histórico.
Una diferencia muy grande en las funciones es la eficiencia de cómputos, son tanto más eficientes cuanto más cerca están de
las funciones de tipo 1, y tanto menos eficientes cuanto más cerca están de las de tipo 4; porque las primeras, implican un
largo pasado filogenético, un proceso de selección natural que se ha refinado cada vez más preciso y poderoso.
Las de tipo 1 y 2 implican interiorización por parte de un organismo de invariantes del mundo que son decisivas para la
adaptación de la especie. Son procesos asociativos mucho más simples, poco conscientes.
Las de tipo 3 están en proceso de interiorización a medida que continúa el proceso de especiación, de hecho nunca llegan a
interiorizarse bien del todo. Y las de tipo 4 tienen muchos problemas de interiorización, cuanto más nos acercamos a estas,
mayor es el grado de dependencia consciente.
El proceso de consciencia tiene que ver con los recursos de atención que exigen los procesos y con el acceso del sujeto al
propio proceso cognitivo.
Todos los símbolos son formas de interacción y todos los símbolos derivan de la interacción. Todo símbolo cumple una función
comunicativa desde el punto de vista genético e implica una representación, un signo que denota mediante un mecanismo de
representación; aquellos que denotan, que se refieren a algo mediante un tipo de mecanismo de representación, son
mecanismos simbólicos.
Este mecanismo de representación puede ser: analógico, puede ser un dibujo que da una representación análoga del referente
en el símbolo; uno de suspensión, que lo que hace es dejar en suspenso una acción para representar; o uno completamente
arbitrario de representación, que plantea cuestiones epistemológicas de fondo y es el que se da en el lenguaje. Lo que se
representa en este mecanismo, lo hace porque representa mediante un código, porque se representan en invariantes de
código.
Una de las características de las funciones de tipos 3 y 4 es que siempre tienen carácter simbólico, definen los símbolos
fundamentales.
Los primeros 18 meses de vida están destinados a la constitución de funciones de tipos 1 y 2, habiendo algo ya pre construido
de las de tipo 3. De los 18 meses a los cinco años, están destinados de manera predominante la constitución de funciones de
tipo 3; y la cultura de la sociedad define un período para la constitución de funciones de tipo 4, lo cual no determina si se dan
antes o después del plazo estipulado (desde los 5 a los 16 años), ni tampoco se acaban de constituir allí. En las de tipo 4 hay
carácter simbólico como parte de las de tipo 3; hay en las tipo 4 una alta exigencia atencional y una diferencia muy importante
en grado de modularidad. Fodor define un módulo como una capacidad, una facultad cognitiva con propiedades como:
El módulo implica que el sistema nervioso tiene una organización y una estructura prefijada por la filogénesis para hacer lo que
hace, de manera que funciones de tipo 1 y 2 son muy modulares, y las de tipo 4 nada modulares.
Las de tipo 1 están absolutamente localizadas; en el sistema nervioso se pueden definir qué estructuras, incluso qué redes
neuronales hacen la función de brillo o de color. Las de tipo 3 también están muy localizadas pero puede haber una fuerte
variación interindividual: por ejemplo, hay personas que lateralizan el lenguaje en el lado derecho.
Las de tipo 4 son como alianzas provisionales y altamente volátiles entre subsistemas, por eso el aprendizaje escolar viene y va
y se pierde. Lo cual nos lleva a pensar que toda función mental implica memoria. La memoria no es más que la mayor o menor
facilidad de transmisión sináptica, una transmisión de una neurona a otra. Este cambio de la probabilidad se puede producir de
tres formas diferentes: una muy simple es que el sistema está predeterminado para que se produzcan esas transmisiones, se
producen sí o sí. Otro tipo de transmisiones consiste en que hay un hardware, un sistema, una estructura y una red neuronal
que, en función de la experiencia, va a definir una cierta estructura y va a tender una limpieza de las neuronas que no
participan en esa estructura. Y una tercer forma de memoria es la que se da en el tipo de funciones (4) que implican
coaliciones provisionales, que exigen una gran cantidad de masa nerviosa a su disposición, exigen una gran estructura (por esto
son también ineficientes), y en la que se establecen mayores o menores probabilidades de transmisión sináptica; esta memoria
es mucho más volátil y mucho más susceptible de olvido.
Según John Anderson, el proceso de aprendizaje es un proceso por el cual un conocimiento, una capacidad, primero entra en el
sistema y pasa por una fase declarativa. Declarativa significa que se puede declarar. Esa fase declarativa suele implicar un alto
componente de conciencia y después se convierte en procedimiento.
El conocimiento escolar implica una asimilación desde un conocimiento cultural, que en condiciones normales no puede ser
generado endógenamente. Es decir, el sujeto construye genuinamente el conocimiento desde la elaboración endógena de su
inteligencia porque el conocimiento escolar implica la incorporación de instrumentos culturales.
La conciencia es el espacio de trabajo del sistema cognitivo, es decir, aquella información que está activada y es accesible en un
determinado momento del funcionamiento mental del sujeto. El espacio de la conciencia es estrecho y, necesariamente, la
conciencia tiene que basarse en la proceduralización previa de las funciones de tipo 4.
La mente no es el resultado de un proceso, sino de una evolución que sedimenta funciones de forma contingente. No tienen
una geografía homogénea, sino tremendamente heterogénea. Todas las funciones intervienen en los procesos educativos, pero
no todas ellas son susceptibles de educación formal.
Estas funciones no tienen períodos únicos de desarrollo, sí es cierto que tienen períodos preferentes. Cuanto más cerca de las
funciones de tipo 1, mayor es la determinación del momento de desarrollo. En las funciones de tipo 3 existen unos períodos
críticos, pero en las de tipo 4 el límite es la competencia que requieren esas funciones.
El grado de influencia cultural en la localización neural, la dependencia de períodos críticos, la prioridad ontogenética y el
hecho de que sean más o menos flexibles es lo que incide en los procesos de pensamiento que trata de reproducir la escuela.
Sobre el mecanismo simbólico que implica la distinción entre significante y significado es que se va a insertar el lenguaje, el
sistema de símbolos que viene de la cultura. El sujeto puede suspender propiedades de lo real, crear una sustitución simbólica
donde un objeto puede tomar el lugar de otro. Hay tres niveles de suspensión semiótica:
La creación de un mundo de ficción es lo que separa a los hombres de los animales, lo que hace posible esa suspensión de las
propiedades de los objetos; esto permite al niño dar lugar al juego, experimentar simbólicamente las emociones, imaginar para
modificarlos.
Niños de diferentes culturas tienen el mismo nivel de complejidad estructural en la organización de su ficción, de su lenguaje y
de sus símbolos, y eso es lo que se internaliza en la constitución de una conciencia de orden superior. Un niño de 18 meses ya
ha desarrollado una conciencia compleja y por eso puede experimentar emociones como pudor, vergüenza u orgullo que
implican una conciencia que se examina a sí misma y es capaz de percibir al otro como sujeto de experiencia.
Estas funciones permiten el surgimiento de una conciencia explícita, semiótica, en la medida en que se internalizan funciones
de tipo 3, esencialmente el lenguaje, y se constituyen en formas de relación consigo mismo. El sujeto se convierte en objeto de
su propia conciencia, es el nivel máximo de objetivación y permite ya la constitución de las funciones de tipo 4.
1. Tienen una altísima dependencia interactiva, son formas de análisis de la acción humana.
2. Implican intersubjetividad secundaria, no pueden constituirse si el niño no percibe al otro como sujeto o si no puede
autopercibirse.
3. Implican un formateo cultural de la mente humana, un aprendizaje implícito de tipo procedural-declarativo.
4. Son el punto de unión entre la biología y la cultura. El niño incorpora artificios culturales, pero su mente ha sido
preparada biológicamente para ello.
Para la adquisición de las funciones tipo 4 se necesitan procesos permitidos por la constitución previa de las funciones de tipo
3:
Generalmente se considera a Beck y Ellis los fundadores del actual cognitivismo clínico; Beck fue además quien acuñó el
término de psicoterapia cognitiva. Consideran algunos autores, que el enfoque de Beck y Ellis definido como una aproximación
racionalista, utilizado como antítesis de constructivista.
La escuela de Beck decide denominarse terapia cognitiva estándar; se originó a partir de las terapias comportamentales al
trasladar al ámbito clínico el cambio vivido entre los ’60 y ’70 del siglo XX en los enfoques cognitivos. Su horizonte
problemático parece formado, principalmente, por el psicoanálisis, en cuyo seno se habían formado y que supuso para ambos
una referencia crítica en función de la cual diferenciar el desarrollo de sus propias ideas. Así es que una de las exigencias más
importantes que se proponen es renovar la teoría y la praxis clínica a partir de lo que piensa y siente concretamente el
paciente.
Según Ellis y Beck, para alcanzar la experiencia concreta de un paciente, un terapeuta necesita, en cualquier caso, una teoría y
un método con los que ordenar y establecer grados de importancia en el conjunto desorganizado de datos que el paciente
transmite. Su forma peculiar de resolución del problema era mediante indagación sistemática en las representaciones
conscientes o preconscientes que preceden, acompañan o siguen inmediatamente a un estado emocional problemático.
Beck se da cuenta del surgimiento de pensamientos automáticos en sus pacientes, pensamientos que surgen de manera
automática en la mente previos a una vivencia emocional; lo que propone Beck consiste en recordar a posteriori e identificar
estos pensamientos automáticos. Tienen la característica de presentarse sin la experiencia subjetiva de un esfuerzo de
reflexión y en forma breve y telegráfica; también son admisibles sin distancia crítica para quien los posee, y una característica
sumamente importante, es el hecho de expresar un modo constante y característico de atribuir significado a los
acontecimientos por parte de la persona que los produce.
Esto indica la existencia de reglas de inferencia y de estructuras de significado estables que engloban a los procesos de
pensamiento y la actividad imaginativa. Estas estructuras son los modelos cognitivos; por medio de estos últimos podemos
considerar, diferenciar y codificar la información. El concepto de esquema es la base de las diferencias psicológicas entre las
personas, así como de las semejanzas de la persona consigo misma (pasa a constituir el fundamento de las teorías cognitivas
de la personalidad).
La aproximación estándar consiste en definir como disfuncional un esquema por diferentes motivos: porque distorsiona la
realidad, porque provoca sufrimiento, porque es hipervalente, en cuanto a que conduce a interpretaciones que tienden a
prevalecer y que se diferencian mínimamente de los hechos; además pueden describirse como reglas de inferencia implícita
que dan lugar a falsos silogismos.
Esto no sucede en los que sufren trastornos psiquiátricos, lo que impide corregir las convicciones generadas por esquemas
disfuncionales son los errores sistemáticos de procedimiento en los procesos de valoración y de juicio que realizan
generalmente estos pacientes.
Los errores sistemáticos en el modo de pensar del individuo deprimido sirven para que persista en el convencimiento de la
validez de sus conceptos negativos, a pesar de que existan pruebas de lo contrario.
1. La deducción arbitraria: proceso por el que extrae una conclusión sin tener pruebas que la sustenten o aún si la prueba
es contraria a la conclusión.
2. La abstracción selectiva: se enfoca en un detalle extrapolado de su contexto e ignora los aspectos evidentes de la
situación, conceptualizando toda la experiencia en función de este fragmento.
3. La generalización excesiva: extrae una regla general o conclusión partiendo de uno o más episodios aislados y aplica
dicho concepto a otras situaciones, relacionadas o no con el caso específico.
4. La ampliación o la disminución: errores al valorar el significado de un suceso, tan vulgares que pueden constituir
distorsiones.
5. La personalización: tendencia del paciente a relacionar consigo mismo los sucesos externos cuando no existen
elementos que justifiquen la asociación.
6. Pensamiento absolutista, dicotómico: tendencia a colocar todas las experiencias en dos categorías opuestas: perfecto o
defectuoso, etc. Al describirse, elige la más negativa.
Las tesis fundamentales que sustentan el modelo elaborado por Beck son esencialmente tres: el proceso de concienciación, el
distanciamiento crítico y el cambio de los esquemas disfuncionales del paciente.
1. La intervención se dirige esencialmente a la corrección de los modelos inadaptados propios del desorden presentado y
de los errores de procedimiento que los mantienen, es posible trazar un perfil cognitivo para los principales síndromes
psiquiátricos.
2. La terapia obliga a una actitud introspectiva y dirigida al insight para aclarar juntos, paciente y terapeuta, los esquemas
y las tesis inadaptadas que sustentan los procesos de pensamientos automáticos y la imaginación consciente.
3. Los esquemas se expresan en forma de convicciones y creencias y se someten al análisis lógico y verificación empírica,
la intervención apunta a la modificación de tesis inadaptadas como una revisión de tesis básicas de una teoría
científica.
La metáfora con la que los terapeutas cognitivos intentan describir la terapia estándar es la de una búsqueda con el terapeuta
en el rol de supervisor.
1. Empirismo colaborativo y alianza terapéutica: el paciente debe comprometerse con las técnicas, para esto debe existir
una profunda confianza entre el terapeuta y el paciente, debe existir acuerdo respecto a los objetivos, a las tareas
específicas y debe haber un desarrollo de la unión interpersonal compuesta por sentimientos positivos recíprocos.
2. El diálogo socrático: las intervenciones del terapeuta, mayoritariamente, consisten en preguntas o series de preguntas,
deben ser claras y de fácil comprensión; también pueden ser hipótesis que el terapeuta somete al juicio del paciente.
Ambas formas deben implicar que el paciente deba asumir un punto de vista supraordenado y elaborar una
metacognición.
3. El descubrimiento guiado: representa el alma de la terapia, y es que se comienza en la primera sesión y se modifica
adaptándose continuamente a las exigencias específicas del caso y de las fases de la terapia. En primer lugar se busca
identificar las emociones, cuales son las consecuencias somáticas, en qué lugar surgen, luego se puede invitar a que lo
escriban a modo de informe. El foco está formado por los patrones del pensamiento.
A diferencia de las terapias comportamentales – cognitivas, la relación medios – fines es opuesta, el fin es siempre la
modificación cognitiva y las técnicas pueden constituir un instrumento flexible para alcanzarla.
La conceptualización cognitiva provee al terapeuta el marco necesario para comprender al paciente, se deben plantear
preguntas acerca del diagnóstico, las problemáticas actuales, sus pensamientos y creencias disfuncionales, etc. para establecer
una hipótesis acerca del desarrollo de su trastorno psicológico particular. La conceptualización cognitiva del paciente inicia con
el primer contacto con el paciente, y finaliza en la última sesión, es decir, se profundiza y evoluciona constantemente. La
terapia cognitiva se basa en el modelo cognitivo, que plantea la hipótesis de que las percepciones de los eventos influyen sobre
las emociones y los comportamientos de las personas. Los sentimientos no están determinados por las situaciones mismas,
sino más bien por el modo como las personas interpretan esas situaciones.
La respuesta emocional está condicionada por la percepción de la situación; existen al menos dos niveles de procesamiento de
la información, uno profundo y otro superficial, al terapeuta cognitivo le interesa el nivel de pensamiento que opera
simultáneamente con el pensamiento superficial. Los pensamientos automáticos acontecen a gran velocidad y sin control
consciente del sujeto, es a través de los cambios afectivos que se pueden inferir en su existencia. Las emociones se modifican
en base a las cogniciones que somos capaces de elaborar. Se considera que constituyen el nivel más superficial de la cognición
y son específicos para cada situación.
Las creencias son sistemas de interpretación del mundo y de si mismo, como así también de las relaciones que se establecen
entre unos y otros elementos. Las creencias centrales son ideas tan fundamentales y profundas que no suelen expresarse, son
consideradas por la persona como verdades absolutas; funcionan como organizadores de sentidos que permiten operar con la
realidad. Las creencias intermedias son desarrolladas a partir de las centrales, consisten en actitudes, reglas y presunciones, a
menudo no expresadas; la actitud comporta una valoración, positiva o negativa, de determinada condición o situación; las
reglas/expectativas es una conjetura de cómo funcionan las cosas y de lo que se puede esperar, y la presunción son
consecuencias inferidas de determinada condición o situación.
Las personas necesitan organizar sus experiencias de manera coherente para lograr la adaptación, es así que la construcción de
creencias centrales e intermedias tienen como esencia esta finalidad adaptativa. Las creencias disfuncionales pueden ser
desaprendidas, no sin esfuerzo y resistencias por parte del sujeto. El terapeuta busca enseñar a reconocer los pensamientos
automáticos, en primer lugar, para luego centrarse en las creencias intermedias y centrales que subyacen a las ideas
disfuncionales y poder modificarlos.
La hipótesis central es que los pensamientos automáticos suscita las emociones, pero podría ser que las emociones estén en la
base de las creencias centrales e intermedias. Es importante que el terapeuta se ubique en el lugar del paciente para
desarrollar empatía respecto de la situación que atraviesa, permitirse ver con sus ojos el mundo. La conceptualización cognitiva
le permite plantear hipótesis que deben ser contrastadas con las opiniones del paciente.
Terapia cognitiva es el nombre genérico de un conjunto de terapias inspiradas genéricamente en paradigmas surgidos en la
década de 1960. Estos paradigmas comenzaron a desarrollarse en varias disciplinas. Un número creciente de artículos sobre
psicología se referían a los fenómenos de la cognición, entendida esta última como el conjunto de procesos por medio del cual
el sujeto aprehende, procesa, categoriza, y construye la realidad.
Albert Ellis y Aaron Beck comenzaron en la misma época a pensar fenómenos psicopatológicos bajo los modelos cognitivos.
Ambos se habían formado como psicoanalistas anteriormente, pero además una en neuropsicología y en contacto con
modelos cognitivos basados en el paradigma del procesamiento de la información.
Este último paradigma, sostiene que el hombre es un procesador de información. El SNC, el cerebro, es el recurso central del
procesamiento. Dada la complejidad de los circuitos neuronales, era común para los neuropsicólogos el apelar a metáforas
psicológicas. Así se daba un circuito de retroalimentación entre varias disciplinas.
Aaron Beck cuenta con una fundamentación empírica más sólida, que como psiquiatra decide validar empíricamente hipótesis
psicoanalíticas sobre la depresión. Presenta a la depresión como una alteración idiosincrásica de la cognición, que se
manifiesta en una tríada cognitiva: visión negativa del paciente que tiene de sí, del futuro y del entorno. El origen de estas
alteraciones estarían en la constitución de esquemas en la infancia, esquemas que son estructuras de interpretación de la
realidad que resultan activadas en determinadas situaciones y con las que mantienen una relación de significación.
El esquema es un concepto que supone la conformación de una unidad de procesamiento en la que hay un aspecto fisiológico,
ideativo, motivacional y emocional. Esta construcción se da necesariamente en la interacción con un otro significativo, que
coincide con una visión biopsicosocial de la enfermedad mental reemplazando teorías monocausales o multicausales.
En la terapia cognitiva la realidad es polisémica y debe ser construida. Pensamiento, emoción y comportamiento son tres
sistemas interdependientes, el cambio en uno de ellos determinará un cambio congruente en los otros dos. Cualquier
influencia sobre la cognición debería ser seguida de un cambio en el ánimo y en la conducta,, ya que la terapia cognitiva es un
tratamiento que produce estos cambios centrándose en la modificación de la cognición, aunque puede también producir el
cambio incidiendo sobre la emoción o la conducta.
Todo tratamiento cognitivo se compone de una fase diagnóstica, seguida de un trabajo psicoeducativo que continuará todo el
tratamiento. El paciente recibe información sobre lo que padece y sobre el tratamiento correspondiente. Durante las
entrevistas preliminares se administran instrumentos de evaluación propios de la psicología clínica.
Una vez que se obtiene el consentimiento informado se inicia el tratamiento ayudando al paciente a identificar y monitorear
sus pensamientos automáticos. Una vez logrado, se le pide al paciente que registre los cambios anímicos que acompañan la
aparición de esos pensamientos automáticos. Luego que registre los cambios de comportamiento que acompañan a los dos
cambios anteriores, de pensamiento y ánimo. En el siguiente paso se debate la razonabilidad y utilidad de los pensamientos
automáticos, prevalece la mayéutica (método socrático, el maestro hace que el alumno, por medio de preguntas, descubra
conocimientos). Esto debe ser seguido por la generación de un pensamiento alternativo que se vea acompañado de un ánimo
y comportamiento que no generen tanto malestar.
Como último paso se modifican las creencias centrales del paciente, que suelen ser implícitas. El terapeuta y paciente deben
inferir el contenido de tales creencias, que la modificación de ellas son condición para la durabilidad de los resultados.
Las sesiones oscilan entre 12 y 25, y en cuanto al tiempo horario son normalmente de 50 minutos aproximadamente.
Los terapeutas formados en psicoanálisis tienden a considerar al tratamiento cognitivo como una terapia de tipo sintomática
que sólo lograría cambiar un síntoma por otro, y que la durabilidad de los resultados es dudable. Los estudios de seguimiento
no se limitan a los síntomas del trastorno que es tratado sino que utilizan instrumentos de detección que abarcan toda clase de
síntomas. La terapia cognitiva no impone un modelo de conducta, sino que aboga por el logro de un pensamiento alternativo
que acepte una visión polisémica de la realidad, no en vano la mayéutica es un recurso fundamental del tratamiento.