Está en la página 1de 23

La brecha digital en las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires:

acceso y uso de la PC e Internet

Francisco Albarello*

* Doctor en Comunicación Social (Universidad Austral), Lic. en Comunicación


Social con orientación Periodismo (UNLP) y Posgrado en redes digitales
(Universidad de Murcia, España). Docente Investigador de la UNLZ, UNSAM,
AUSTRAL e IAE Business School. Coordinador del proyecto Periodismo Escolar en
Internet y del módulo Periodismo 1 a 1 (Conectar Igualdad) y a cargo de la web del
Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP).

Introducción

Como indica la Teoría de los desniveles de conocimiento de Tichenor-


Donahue y Olien (Wolf, 1994: 77) toda innovación tecnológica genera desigualdad
en las primeras etapas de su incorporación a la sociedad. La World Wide Web,
creada por Tim Berners Lee en 1989, cuenta con algo más de 20 años de vida, y si
tomamos en cuenta la ley de los 30 años de Paul Saffo (ver Fidler, 1998: 50)
estamos comenzando con la tercera década de este invento, que según dicho autor
significa la incorporación plena de la innovación en la sociedad. Sin embargo,
Internet dista mucho de ser accesible a todos, ya que según las últimas
mediciones, sólo el 28,7% de la población mundial accede a esta tecnología1.

De todos modos, como indicamos en otro libro (Canella, Albarello y Tsuji,


2008: 40), la brecha digital no significa solamente el acceso a una computadora
conectada a la red de acuerdo con el nivel adquisitivo; sino que también existe una
brecha cognitiva que tiene que ver con la facilidad de uso de toda nueva tecnología:
“la familiaridad con una tecnología incrementa la disponibilidad y la competencia
hacia las otras nuevas tecnologías” (Wolf, 1994:79). En este marco, nos interesa
analizar en este artículo cómo esta brecha digital –en su dimensiones de acceso y
también cognitivo- se manifiesta en las escuelas secundarias, teniendo en cuenta
que es justamente la institución escolar la que puede ofrecer una alternativa de
acceso para los jóvenes de los sectores de menor nivel socioeconómico. En otras
palabras, las políticas de estado y las iniciativas del sector privado tienen la

1
Internet World Stats (http://www.internetworldstats.com/stats.htm) Consultado el 25 de mayo de 2011.
posibilidad de morigerar esta brecha digital ofreciendo acceso a aquellos que no lo
tienen en su hogar. Hasta el presente esta oferta de acceso en las escuelas se
manifiesta a través de la “sala de informática”, un aula especialmente equipada con
computadoras –en el mejor de los casos conectadas en una red local y a Internet-
que son de uso compartido por parte de los alumnos. Desde el año 2010, el estado
argentino puso en marcha el Programa Conectar Igualdad, que está distribuyendo 3
millones de computadoras personales del tipo netbook a todos los alumnos de las
escuelas secundarias de gestión estatal de todo el país2. Esto representa un cambio
de paradigma en la incorporación de tecnología digital en las escuelas: el
denominado Modelo 1:1 (una computadora por cada alumno) propone la utilización
intensiva de la computadora por parte del alumno, quien además se la puede llevar
a su hogar, haciendo uso de la multiplicidad de lenguajes y recursos que habilita
este dispositivo (Ministerio de Educación de la Nación, 2010). Este cambio de
paradigma además promete salvar las brechas “inter-escolares” que se dan en las
escuelas con el acceso limitado a las computadoras, ya que en el esquema anterior,
una única sala de computación debía abastecer a cientos de alumnos en horarios
limitados y con poca penetración en la currícula escolar. Es de esperar que este
modelo no obedezca a la “perspectiva tecnicista” (Canella, Albarello y Tsuji, 2008:
84) que siguió la incorporación de tecnología en las escuelas hasta el momento, y
que la proliferación de computadoras se de en orden a un proyecto pedagógico que
de sustento a su utilización en las aulas.

La brecha digital en la escuela

En este artículo se investiga el acceso y el uso de la computadora y a


Internet por parte de los adolescentes de 14 a 18 años de la ciudad de Buenos
Aires que asisten a la escuela secundaria común, se establecen comparaciones
entre los distintos niveles socioeconómicos, entre ambos sexos y también por tipo
de escuela (de gestión estatal y de gestión privada). Los datos aquí presentados
forman parte de la investigación que el autor llevó adelante para su tesis doctoral
del doctorado en Ciencias de la Información de la Universidad Austral, y que
defendió en agosto de 2010, obteniendo la calificación máxima por parte del
tribunal. El título de la tesis es “Leer/navegar en Internet. Un estudio comparativo
entre jóvenes y adultos porteños sobre las formas de lectura en la computadora”.

2
Más información en http://www.conectarigualdad.gob.ar/. Consultado el 25 de mayo de 2011.
Aquí presentaremos solamente los datos relacionados con el acceso a la
computadora y a Internet por parte de los jóvenes y algunos de los usos que hacen
de estas tecnologías3. La encuesta fue realizada en los meses de octubre y
noviembre de 2008.

Descripción de la muestra

Para el presente estudio se ha realizado un muestreo multietápico


combinando un muestreo estratificado y por conglomerados. El universo de estudio
en este caso es la población escolarizada de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
comprendida entre los 14 y los 18 años y que asiste a establecimientos educativos
privados y estatales de Secundaria Común. Para alcanzar la representatividad
suficiente de ese universo se ha seleccionado una muestra de 330 casos, con un
nivel de confianza del 95% y un margen error de ± 2,45. La estratificación de la
muestra se ha hecho en forma proporcional en función del nivel socioeconómico al
que pertenecen los jóvenes y a la vez del tipo de establecimiento (de gestión
estatal o privada) al que asisten. Teniendo en cuenta la estratificación por nivel
socioeconómico, el muestreo por conglomerados se realizó seleccionando primero
las Comunas de la Ciudad, luego el Distrito Escolar y finalmente las escuelas –
privadas y estatales- donde tuvieron lugar las encuestas, las cuales a su vez fueron
realizadas de acuerdo con la accesibilidad del investigador a los grupos de alumnos.
Asimismo, y proporcionalmente, de acuerdo con el nivel de matrícula, se encuestó a
alumnos de 12 escuelas estatales y 12 de gestión privada (24 en total), ubicadas
en 12 distritos escolares de la ciudad, que son representativos de los distintos
niveles socioeconómicos.
Para determinar la cantidad de jóvenes por nivel socioeconómico se tomó
como base el Índice de Nivel Socioeconómico Argentino, desarrollado por la
Asociación Argentina de Marketing, que según datos de 2006, en la Ciudad de
Buenos Aires, está compuesto de la siguiente manera: Clase Alta y Media Alta
(ABC1) 12,8%; Clase Media Típica y Media Baja (C2, C3) 52,8% y Clase Baja y
Marginal (D1, D2, E) 34,5%. De allí que se seleccionaron los porcentajes de casos
como para aproximarse lo más posible a esa distribución (ver Gráfico 1). La
muestra de la investigación, entonces, queda compuesta de la siguiente manera:
ABC1 (42 casos), C2, C3 (174 casos) y D1, D2, E (114 casos).

3
Para acceder al trabajo de campo completo de la investigación, ver Albarello, Francisco, Leer/navegar
en Internet. Las formas de lectura en la computadora, Ediciones La Crujía, 2011.
Para que estén efectivamente representados en la muestra los diferentes
niveles socioeconómicos, se seleccionaron ocho comunas de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires de acuerdo con el Promedio del ingreso per cápita familiar de los
hogares según comuna (de acuerdo con datos de la Encuesta Anual de Hogares,
año 2006) y también según el máximo grado de instrucción alcanzado (de acuerdo
con datos del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, año 2006), Luego
de seleccionar las comunas según el nivel socioeconómico de la población, se
eligieron doce distritos escolares, y dentro de ellos, dos escuelas: una de gestión
estatal y otra de gestión privada. Allí se encuestó la cantidad de alumnos
proporcional a la matricula de tipo de escuela –estatal o privado- que corresponde a
cada distrito escolar y también se procuró que en la muestra haya chicos de 14 a
18 años de ambos sexos. Para realizar la selección mencionada, se tuvieron en
cuenta datos oficiales. Según las cifras del Gobierno de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires correspondientes al año 2006, la cantidad de alumnos de Secundaria
Común en la ciudad es de 187.930, los cuales se distribuyen en forma despareja en
los 21 distritos escolares de la Ciudad. Asimismo, de acuerdo con datos de 2008 de
la misma fuente, hay un total de 478 unidades educativas, 143 de ellas de gestión
estatal y 335 de gestión privada. Ahora, la matrícula, que en ese año es de
184.374 alumnos en la Secundaria Común, se distribuye del siguiente modo:
97.080 (52,7%) en escuelas estatales y 87.294 (47,3%) en escuelas privadas.
Teniendo en cuenta entonces la matrícula de establecimientos de gestión estatal y
de gestión privada de Buenos Aires, se encuestaron 173 alumnos de escuelas
secundarias comunes de gestión estatal -47,6%- y 157 alumnos de escuelas
secundarias comunes de gestión privada -52,4%. En cuanto al sexo de los
adolescentes, para la muestra se consideraron 161 varones (48,8%) y 169 mujeres
(51,2%). Finalmente, presentamos el diseño de la muestra (ver Tabla 1). En el
apéndice se encuentra el listado de escuelas donde se llevó a cabo la encuesta.
Tabla 1. Distribución de la muestra según NSE, Comuna, Distrito Escolar,
tipo de Establecimiento y sexo de los encuestados.
C S C Sex
D
asos exo asos o
N C istrito
Alumnos Alumno
SE asos omuna Escola
Estatal s
r
Privado
1 1
5
2 3
4
1 1
4
7 2
D
2 1 1
1, D2,
14 1 6 0
E 8
1 1 1
9 5 9 2
6 5
TOTAL
0 4 6 4 9 5
1 1 1
1 8 2 6
7
1 1
8
6 0 3
2 1 2
C 0 2 1 0 1
9
2, C3 74 1 2 1
3 5 3 6 2
1 1 2 1
0 8 0 3 7
9 8
TOTAL
1 1 0 3 5 8
2 1 8 6
1 1 7 1
3 0 0
A
1 7
BC1 2 2 4
4
2 2
TOTAL
2 0 2 0 0 0
T 1 1
OTAL 30 73 05 8 57 8 9

Por último, y para establecer una comparación entre jóvenes y adultos, se


tomó una muestra de contraste de adultos de más de 27 años, todos ellos docentes
de los establecimientos educativos donde asisten los chicos que contestaron la
encuesta. Esta muestra de los adultos no tiene fines representativos del universo
de los adultos o los docentes de la Ciudad de Buenos Aires, sino que cumple con la
función de comparar su uso de Internet con los adolescentes a fin de comprobar las
diferencias generacionales. Con ese fin, se encuestó a 65 docentes de más de 27
años de edad.

Acceso a la computadora

El acceso a la tecnología condiciona el modo de apropiación y uso de ella.


En la presente investigación se buscó indagar el nivel de tenencia de computadoras
en el hogar, aunque, como sabemos, ésto no determina el acceso de los jóvenes a
Internet, ya que en el caso argentino, y más particularmente en la Ciudad de
Buenos Aires, hay un alto nivel de acceso a computadoras con Internet en
locutorios o cibercafés, además de en las escuelas. El 17,6% de los adolescentes no
tiene computadora en el hogar, y esto encuentra matices importantes en los
distintos niveles socioeconómicos (ver Gráfico 2). La no posesión de PC en el hogar
llega al 22,8% de los chicos con menores recursos (D1, D2, E), al 14,9% de los
sectores medios (C2, C3) y al 14,3% de los sectores más pudientes (ABC1).
Asimismo, la mayoría de los chicos de la ciudad tiene una sola PC en el
hogar (59,6% en D1, D2, E; 54,6% en C2, C3 y 31% en ABC1), lo que influye
claramente en la distribución de los tiempos para compartir su uso en el ámbito
familiar, como veremos más adelante. Hay que destacar que en el caso del nivel
socioeconómico más alto, un 28,6% posee 2 computadoras, porcentaje que casi
iguala al de los que poseen sólo una computadora dentro de ese nivel.
Posesión de PC en el hogar (por NSE - jóvenes)
70,00%
60,00%
50,00%
40,00% D1, D2, E
30,00% C2, C3
20,00% ABC1

10,00%
0,00%
No tiene PC 1 PC 2 PC 3 PC + de 3 PC

Gráfico 2

Teniendo en cuenta la variable género, hay una dominante masculina en la


posesión de la PC en el hogar. El 14,3% de los chicos dice no tener PC en el hogar
y lo mismo ocurre con el 20.3% de las chicas, alcanzando una diferencia de 6
puntos porcentuales. Y si bien los otros números se mantienen parejos (54% de
los varones y 52,7% de las mujeres tiene 1 PC; 19,3% de los varones y 18,3% de
las mujeres tienen 2 y 8,1% de los varones y 6,5% de las mujeres tiene 3),
aparece otra diferencia con quienes tienen más de 3 PC en el hogar (4,3% de los
varones frente a 1,8% de las mujeres). Veremos más adelante cómo esta
dominante masculina se traslada a todo lo que tiene relación con la PC y sus usos.

Ahora, si tomamos en cuenta el tipo de establecimiento educativo (ver


gráfico 2), vemos que la diferencia entre quienes no tienen PC en el hogar es muy
marcada (30,6% de los chicos de escuelas estatales sobre 3,2% de chicos de
escuelas privadas). Es decir, los chicos de escuelas privadas que no tienen PC
representan apenas el 10% de sus pares de escuelas estatales en la misma
situación. Luego, es bastante parejo el porcentaje de quienes tienen 1 PC en el
hogar (55,4% de chicos de escuelas privadas sobre 51,4% de estatales). Pero el
porcentaje se vuelve a distanciar en cuanto a quienes tienen 2 PC (24,8% de chicos
de escuelas privadas sobre 13,3% de sus pares de escuelas estatales), 3 PC
(13,4% sobre 1,7%) y más de 3 PC en el hogar (3,2% sobre 2.9%).
Posesión de PC en el hogar (por tipo de escuela -
jóvenes)
60,00%

50,00%

40,00%

30,00% Estatal
Privada
20,00%

10,00%

0,00%
No tiene PC 1 PC 2 PC 3 PC + de 3 PC

Gráfico.2

Al cruzar el tipo de establecimiento al que asisten los jóvenes con el nivel


socioeconómico al que pertenecen, las diferencias se hacen más marcadas.
Mientras que el porcentaje de chicos de escuelas privadas que no posee PC es
bastante parejo en los niveles bajo y medio (3,2% y 3,6%, respectivamente), este
porcentaje no existe en los chicos de los sectores más acomodados. En tanto, el
40% de los chicos de escuelas estatales que pertenece al nivel de menores recursos
no posee PC en el hogar, y sucede lo mismo con el 25,3% de los del nivel medio y
27,3% de los del nivel alto. Vemos entonces el fuerte contraste que existe entre
los jóvenes que asisten a los dos tipos de establecimiento, diferencia que se hace
más marcada, naturalmente, en los estratos sociales más bajos.

Usos y aprendizajes de la PC

Un factor importante para caracterizar de algún modo la “brecha cognitiva”


una vez solucionada la cuestión del acceso, es el modo de aprendizaje y los
distintos programas que utiliza el usuario. En cuanto a la primera cuestión, la
mayoría de los chicos (65,2%) aprendió a usar la PC en forma autodidacta, es decir
probando y ensayando personalmente. Luego, un 46,4% dice que le enseñó algún
miembro de la familia, y en tercer lugar, un 38,2% hizo algún curso de capacitación
o aprendió en la escuela. En cuanto a los adultos, el primer aprendizaje que salta a
la vista es el la instancia “formal” de un curso de capacitación (66,2%), luego el
aprendizaje autodidacta, con un porcentaje similar al de los chicos (64.6%) y
finalmente el aprendizaje a través de otro miembro de la familia, con un 38,5%.

En cuanto a las diferencias entre varones y mujeres, los chicos mantienen la


prevalencia del aprendizaje autodidacta sobre las chicas (71,4% sobre un 59,2%),
mientras que las chicas superan a los chicos en el aprendizaje formal, a través de
un curso o de la escuela (45,6% sobre el 30,4%), o a través de un familiar o amigo
(50,3% sobre un 42,2%).

Otros matices aparecen cuando comparamos el tipo de escuela (ver gráfico


3). Pareciera que el mayor acceso a la PC en las escuelas privadas se pone de
manifiesto en la forma de aprender a usar la computadora, ya que el 45,2% de los
chicos de escuelas privadas aprendió haciendo cursos o en su escuela, frente al
31,8% de sus pares de establecimientos del Estado. Asimismo, la variable del
aprendizaje autodidacta se dispara sustancialmente en los chicos de colegios
privados al 74,5% sobre el 56,5% de los chicos de escuelas estatales. Esta
diferencia de casi 20 puntos porcentuales se explica por el mayor acceso a la PC en
el hogar que tienen los chicos de escuelas privadas. Finalmente, la variable de la
enseñanza de parte de un familiar o amigo se mantiene pareja, aunque levemente
a favor de los jóvenes de escuelas estatales (46,8% sobre 45,9% de los chicos de
escuelas privadas).

Cómo aprendió a usar la PC (por tipo de escuela -


jóvenes)
80,00%
70,00%
60,00%
50,00% Estatal
40,00% Privada
30,00%
20,00%
10,00%
0,00%
Hizo cursos / Autodidacta Le enseñó un
escuela familiar

Gráfico 3

Vemos así que la computadora, para los jóvenes, es un elemento en el que


se privilegia el aprendizaje en forma autodidacta –sobre todo en los varones-
aunque no en detrimento de otras formas de enseñanza más formales. Pero un
elemento a tener en cuenta es la tercera de las alternativas, que nos arroja algunos
datos interesantes para conocer la dinámica familiar que se desarrolla en torno de
la computadora. Los chicos que dicen que les enseñó a usar la PC otro miembro de
la familia señalan principalmente a sus hermanos (23,3%), y éste como los otros
porcentajes correspondientes a los demás miembros de su familia, no presenta
diferencias sustanciales entre varones y mujeres. Asimismo, también aparecen
como instructores los padres, con una diferencia importante por sexo (17% en el
caso de los padres y 6,4% en el caso de las madres), lo que confirmaría la
dominante del género masculino en el manejo de la PC, también en esta
generación.

En cambio, a los adultos, los familiares que más les han enseñado son los
hijos (15,4%), y luego le siguen los hermanos (10,8%). Vemos así cómo el
aprendizaje de la PC tiene un fuerte condicionante generacional que hace pie en las
familias, donde los jóvenes se enseñan entre sí y enseñan a sus padres a
manejarla.

Otro modo de conocer cómo es la utilización de la computadora por parte de


los usuarios es analizar qué programas utilizan habitualmente. En cuanto a los que
usan los jóvenes, en primer lugar está el navegador Internet Explorer (85,5%), y le
siguen el procesador de textos Microsoft Word (79,70) y muy cerca de éste, los
programas que sirven para bajar archivos de programas, música, videos, etc.
(78,5%). Luego, lejos de los primeros, se encuentran otros dos programas del
paquete Office de Microsoft, como Excel (42,7%) y Power Point (37,6%). Respecto
de los adultos –comparado con los jóvenes- se mantienen números bastante
parejos, aunque levemente superiores, en los programas del paquete Office:
Internet Explorer (90.8%), Excel (46,2%) y Power Point (44,6%); pero se destaca
un uso marcadamente mayor del Microsoft Word (95,4%) y un uso mucho menor
de los programas para bajar archivos (46,2%).

Si analizamos los programas que usan los jóvenes discriminados por sexo,
nos encontramos con algunas diferencias importantes en algunos de ellos. Según
los encuestados, en tres de los programas utilizados las chicas superan a los chicos
en su uso habitual: Microsoft Word (82,8% de las mujeres sobre 76,4% de los
varones), Microsoft Power Point (42% sobre 32,9%) e Internet Explorer (91,1%
sobre 79,5%). En tanto, los chicos usan más programas tales como Microsoft Excel
(45,3% de los varones sobre 40,2% de las mujeres), Microsoft Front Page (6,2%
sobre 5,3%), Winamp (41% sobre 22,5%), programas para bajar otros programas,
música o videos (81,4% sobre 75,7%) y en la categoría “otros” también hay una
diferencia sustancial (45,3% sobre 26%). Podemos decir, entonces, que los chicos
usan más programas, y en forma más diversificada, saliéndose de los “básicos” del
paquete Microsoft Office, los cuales parecen ser la preferencia de las chicas.

Esta tendencia a un uso más amplio de los programas de los chicos sobre las
chicas aparece, tanto entre los chicos que asisten a escuelas privadas como
públicas. Mientras que hay programas que se mantienen bastante parejos en el
uso por parte de los dos perfiles mencionados (Microsoft Power Point: 38,2% en
alumnos de escuelas estatales y 36,9% en privadas; Microsoft Front Page: 6,4% en
alumnos de privadas sobre 5,2% de estatales; Internet Explorer: 86% en alumnos
de privadas sobre 85% en alumnos de estatales y Winamp: 33,1% en chicos de
escuelas privadas sobre 30,1% de estatales); aparecen diferencias importantes en
programas tales como Microsoft Word (85,4% de privadas sobre 74,6% de
estatales), Microsoft Excel (49% sobre 37%) y también en los programas que se
utilizan para bajar otros programas o archivos (86% sobre 71,7%). Si a eso le
sumamos que en el ítem “otros” la diferencia también se estira casi 20 puntos
porcentuales (45,9% sobre 26%), podemos afirmar que los chicos de escuelas
privadas usan más intensivamente la PC, con una mayor diversidad de programas.

Para completar estas consideraciones acerca del uso de la PC, se buscó


definir si el encuestado se considera a sí mismo el “especialista de la casa”, es
decir, aquél a quien le consultan sobre temas relacionados con la PC u oficia de
intermediario entre ésta y otros usuarios menos experimentados. Al respecto, se da
una oposición casi exacta entre jóvenes y adultos: mientras que el 66,1% de los
primeros se considera especialista de la casa, el 66,2% de los adultos no se
considera así. Entonces, a la variable generacional que mencionábamos antes le
debemos sumar la propia percepción que tienen los jóvenes sobre su rol en relación
con la PC en la dinámica familiar.

Finalmente, a la variable generacional de los que se consideran especialistas


de la casa hay que sumarle la variable de género. De los jóvenes, un 72,7% de los
varones y un 59.8% de las mujeres se dice especialista, mientras que de los
adultos, un 50% de los varones y un 28,6% de las mujeres se considera la
especialista de la casa. Vemos entonces que hay una fuerte tendencia masculina en
la caracterización de los especialistas de la casa, más pronunciada en los adultos
que en los jóvenes.

Si analizamos la variable del tipo de escuela, nos sorprende ver la diferencia


que aparece entre quienes se consideran a si mismos como “especialistas” de la
casa. Mientras que los chicos de escuelas estatales que responden afirmativamente
representan más de la mitad de los encuestados (54,3%), esto sucede con el 79%
de los chicos de escuelas privadas, lo cual –contemplando también el acceso a la PC
en el hogar- nos da una magnitud de la brecha que existe entre estos dos perfiles
en cuanto al grado de conocimiento en el manejo de la PC.
Otra de las cuestiones importantes a la hora de caracterizar el uso de la PC
es el manejo de la interfaz, es decir los distintos elementos (teclado, mouse,
pantalla, íconos, mensajes, etc.) a través de los cuales los usuarios interactúan con
la computadora. SI bien para la gran mayoría de los jóvenes la interfaz de la PC no
presenta dificultad, de acuerdo con el sexo de los jóvenes (ver gráfico 4),
encontramos algunas diferencias. Mientras que los varones que no tienen ninguna
dificultad representan al 59% de los encuestados, esto sucede con el 42% de las
chicas. Asimismo, son más las mujeres que tienen dificultades con las ventanas o
mensajes emergentes (19,5% sobre 14,9% de los varones) y más marcadamente
con los elementos que aparecen en Inglés (44,4% sobre 24,8%). Teniendo en
cuenta que, salvo en lo referido al uso del mouse, las mujeres tienen más
dificultades que los varones en la utilización de la interfaz, y en algunos casos
marcando una gran diferencia, y que los varones que no tienen dificultades con la
interfaz superan a las mujeres en un 17%, podemos concluir que se mantiene la
dominante masculina no sólo en la posesión de la PC sino también en su manejo.

Dificultades con la interfaz (por sexo - jóvenes)


70,00%
60,00%
50,00%
Mensajes/ventanas

40,00%
Cosas en Inglés

Varones
30,00%
Sin dificultad

Mujeres
20,00%
Teclado

Mouse

Íconos

Otras

10,00%
0,00%

Gráfico 4

Siguiendo con el análisis de la variable del tipo de establecimiento educativo,


podemos comprobar cómo se mantiene la dominante de los chicos de escuelas
privadas en lo que se refiere al manejo experto de la PC. La diferencia más
importante reside, justamente, en quienes no tienen dificultad con la interfaz de la
computadora: mientras que ese porcentaje representa al 37,6% de los chicos de
escuelas estatales, asciende al 64,3% de sus pares de escuelas privadas. Por lo
tanto, estos últimos en su mayoría no tienen dificultades en el manejo de la PC.
Luego, en el resto de las variables, los alumnos de escuelas estatales también
presentan más dificultades: elementos en Inglés (42,2% sobre 26,8% de los chicos
de colegios privados), mensajes y ventanas emergentes (20,2% sobre 14%), falta
de comprensión de los íconos (9,2% sobre 1,9%), teclado (7,5% sobre 3,2%) y
mouse (3,5% sobre 0,6%).

Acceso a Internet

Como decíamos antes, el acceso a las tecnologías condiciona –pero no


determina- el uso que se hace de ella. En la ciudad de Buenos Aires, el 71,2% de
los adolescentes de 14 a 18 años que asiste a la escuela media tiene conexión a
Internet en el hogar

Asimismo, al igual que con la variable de la posesión de la PC en el hogar, se


repite la dominante masculina, ya que mientras un 75,2% de los varones cuenta
con Internet en el hogar, sucede lo mismo con el 67,5% de las chicas.

Ahora, se observan diferencias importantes entre los distintos niveles


socioeconómicos, lo que da cuenta de la “brecha digital” que separa a quienes
tienen acceso y quienes no tienen acceso a esta tecnología en el hogar. Mientras
que en los sectores más desfavorecidos económicamente (D1, D2, E) el acceso a
Internet en el hogar de los chicos escolarizados es de 61,4%, en los sectores
medios (C2, C3) representa al 74,1% de los encuestados, y en los sectores altos
(ABC1) llega al 85,7%. Es decir, hay una diferencia de más de 20 puntos
porcentuales entre los niveles bajo y alto, lo que muestra la desigual distribución
del acceso hogareño a Internet (ver gráfico 5).

Acceso a Internet en el hogar por NSE


(jóvenes)
90,00%
80,00%
70,00%
60,00%
50,00%
40,00%
30,00%
20,00%
10,00%
0,00%
Promedio D1, D2, E C2, C3 ABC1

Gráfico 5

Teniendo en cuenta la variable del tipo de escuela al que asisten los


encuestados, podemos ver cómo se acentúa la diferencia entre los dos perfiles.
Mientras que casi la totalidad de los chicos de colegios privados tienen Internet en
el hogar (92,4%), esto sucede con poco más de la mitad de sus pares de escuelas
estatales (52%).

Si cruzamos nuevamente el tipo de establecimiento al que asisten los


jóvenes con el nivel socioeconómico al que pertenecen, nos encontramos con
contrastes más marcados en relación con el acceso de Internet en el hogar.
Mientras que en el caso de los chicos que asisten a establecimientos privados no
posee Internet en el hogar el 13% de los que pertenecen al nivel bajo y el 4% de
los de nivel medio, ese porcentaje no existe en el estrato más favorecido. Las
grandes diferencias se dan en los jóvenes que asisten a escuelas estatales, ya que
no posee acceso a Internet en el hogar el 61,7% de los que pertenecen a D1, D2,
E, 44% de los de C2, C3 y 23,3% de los de ABC1.

Sin embargo, la ausencia de conexión a Internet en el hogar no determina el


acceso a este medio, ya que en nuestro país, y particularmente en la Ciudad de
Buenos Aires, hay un acceso muy importante fuera del hogar, principalmente en
locutorios o cibercafés, y también en las escuelas. Es así que mientras que el
71,2% de los jóvenes encuestados accede a Internet en el hogar, hay además un
45,8% que accede desde la casa de un familiar o amigo, un 39,4% desde un
locutorio o cibercafé, y un 39,1% desde la escuela vemos, hay una importante
diversificación de los lugares de acceso a Internet, que relativiza de algún modo la
condicionante del acceso hogareño.

Relacionando el lugar de acceso a la red con el género, nos encontramos con


que es mayor el porcentaje de chicos que accede desde el hogar (75,2% sobre
67,5% de las chicas) y en la escuela (40,4% sobre 37,9%); mientras que las chicas
acceden más que los varones en las casas de familiares y amigos (46,7% sobre
44,7% de los chicos) y más acentuadamente en los locutorios o cibercafés (43,2%
sobre 35,4%), marcando una diferencia porcentual de 8 puntos, igual a la que
distancia a los chicos de las chicas en cuanto al acceso en el hogar. Entonces,
podemos decir que –curiosamente- mientras hay una dominante masculina del
acceso en el hogar, hay una dominante femenina en el acceso en locutorios o
cibercafés.

Ahora, aparecen importantes diferencias si analizamos esta variable de


acuerdo con los niveles socioeconómicos (ver Gráfico 6). Mientras que en el nivel
de menores recursos (D1, D2, E) al acceso a Internet en el hogar (60,5%) se le
iguala el acceso en la escuela (59,6%), también son importantes el acceso en la
casa de un familiar o amigo (46,5%) y en locutorios o cibercafés (46,5%). En los
sectores medios, el lugar de mayor acceso además del hogar (74,7%) es la casa de
un familiar o amigo (44,3%), los locutorios o cibercafés (39,1%), y en menor
medida la escuela (26,4%). Por último, en los sectores más pudientes (ABC1),
además del hogar (85,7%), los chicos acceden a Internet en la casa de un familiar
o amigo (50%), la escuela (35,7%) y locutorios o cibercafés (21,4%). Se pueden
ver entonces dos contrastes bien marcados: por un lado, el acceso en la escuela es
el más importante en los sectores de menores recursos, que llega a igualar al
acceso en el hogar; y por otro, el acceso en los ciber registra su porcentaje más
bajo en los sectores más pudientes, donde además del hogar, los chicos acceden
mayormente a Internet en casas de familiares o amigos.

Dónde accede a Internet por NSE (jóvenes)


90,00%
80,00%
70,00%
60,00%
50,00% D1, D2, E
40,00% C2, C3
30,00% ABC1
20,00%
10,00%
0,00%
Hogar Escuela Trabajo Fam/ami.Loc/ciber. Otro

Gráfico 6

Teniendo en cuenta el tipo de escuela al que asisten los chicos encuestados,


aparecen asimetrías que complejizan aún más la cuestión del acceso a Internet.
Como veíamos antes, el porcentaje de chicos de escuelas privadas que accede a la
red desde el hogar se dispara al 91,1%, mientras que en los que asisten a escuelas
estatales desciende a poco más de la mitad (53,2%). Algo similar sucede con el
acceso desde la escuela, ya que los chicos de escuelas privadas doblan en ese
porcentaje (54,1%) a los que asisten a escuelas del Estado (25,4%). Asimismo,
más de la mitad de los chicos que asisten a escuelas de gestión privada accede
desde las casas de familiares o amigos (57,3%) contra un 35,3% de los chicos de
escuelas estatales. En el único lugar que los chicos de escuelas del Estado superan
a los de escuelas privadas es en los locutorios o cibercafés (52% contra 25,5%), lo
cual marca un matiz importante en cuanto a los lugares de acceso de los jóvenes a
Internet.
En cuanto a la frecuencia del acceso a Internet, la mayoría de los jóvenes
(56,7%) y de los adultos encuestados (73,8%) se conecta a la red todos los días, y
en un porcentaje muy menor se conectan de 4 a 5 días por semana (12,4% los
jóvenes y 6,2% los adultos), de 2 a 3 días (14,2% y 12,3%) y 1 vez por semana
(15,8% y 7,7%). Obedece, sin dudas, al mayor acceso a la red que tienen los
adultos encuestados –recordemos que se trata de docentes de más de 27 años que
usan Internet habitualmente- y a que ese acceso está relacionado con su trabajo.
Ahora, si analizamos la frecuencia de uso de acuerdo con el nivel
socioeconómico, nos encontramos con importantes diferencias, relacionadas
obviamente con el acceso en el hogar, que favorece más a los sectores medios y
altos. El acceso diario a Internet crece marcadamente, conforme se asciende en la
escala social (42,1% en D1, D2, E; 63,2% en C2, C3 y 69% en ABC1),
estableciéndose una diferencia de casi 30 puntos porcentuales entre los extremos
de la escala social. Ahora, con respecto al estrato más bajo, luego del contacto
diario, llama la atención que el mayor porcentaje de conexión es el de una vez por
semana (23,7%), superando en esta alternativa a los demás estratos sociales
(13,2% en C2, C3 y 4,8% en ABC1). Luego, aparecen diferencias, aunque
menores, en el uso de Internet de 4 a 5 días por semana (14,9% en D1, D2, E;
9,8% en C2, C3 y 17% en ABC1) y de 2 a 3 días (17,5%, 13,2% y 9,5%,
respectivamente). Esto muestra que los chicos de los sectores más ricos, luego de
conectarse diariamente, lo hacen de 4 a 5 días por semana, mientras que los chicos
de sectores medios mantienen el mismo nivel de conexión -en mayor porcentaje-
de 2 a 3 días y de una vez por semana (13,2%).

El género influye significativamente en la frecuencia de uso de Internet en


los jóvenes. Los chicos se conectan diariamente más que las chicas (62,7% sobre
50,9%) y ellas se conectan, en cambio, en mayor porcentaje, una vez por semana
(20% sobre 10,6% de los chicos). Asimismo, las chicas se conectan más que los
chicos de 4 a 5 días por semana (14,8% sobre 9,9%) y al revés sucede con la
frecuencia de 2 a 3 días por semana (15,5% de ellos sobre 13% de ellas).
Por tipo de escuela aparecen también fuertes diferencias. Mientras que el
72,6% de los chicos de escuelas privadas de la ciudad de Buenos Aires se conecta
diariamente, esto sucede con el 42,2% de los chicos que asiste a escuelas del
Estado. Luego del contacto diario el que lleva más proporción es el semanal, ya
que un 24,9% de los chicos se conecta una vez por semana, sobre un 5,7% de
chicos de escuelas privadas que hace lo mismo. Asimismo, luego del contacto
diario con Internet, éstos últimos se conectan mayormente de 4 a 5 días por
semana (13,4% sobre 11,6% de los chicos de escuelas estatales). Finalmente, los
chicos de escuelas del Estado se conectan de 2 a 3 días por semana en un 20,2%,
por encima de sus pares de colegios privados (7,6%). Vemos entonces que si a la
variable socioeconómica se le agrega la del tipo de escuela, entonces los jóvenes
que pertenecen a sectores medios y altos y que asisten a escuelas privadas tienen
más posibilidades de acceder diariamente a Internet, influido esto sustancialmente
por el acceso hogareño a la red.

Usos de Internet

Al igual que sucede con la computadora, salvada la cuestión del acceso, las
brechas también se manifiestan en el tipo de uso que se hace de la tecnología. En
ese sentido, los usos de Internet se pueden agrupar principalmente en tres:
comunicación, información y entretenimiento (ver gráfico 7), y en este caso los
entrevistados debían elegir sólo una de las opciones. Podemos ver que para los
jóvenes, el principal uso es la comunicación (43,6% sobre 36,9% de los adultos),
seguido muy de cerca por el entretenimiento (40,6% sobre 3,10%). Aquí se da,
entonces, la primera gran diferencia entre los dos perfiles: Internet es vista por los
chicos en gran medida como un entretenimiento, de ahí que ocupe buena parte de
tiempo dedicado al ocio. En cambio, para los adultos – y aquí está la segunda gran
diferencia- Internet no es un entretenimiento sino más que nada un medio de
información (55,4%), muy diferente en este caso a la percepción de los jóvenes
(13,9%).

Para qué usa principalmente Internet


(jóvenes y adultos)

60,00%

50,00%

40,00% Jóvenes
30,00% Adultos

20,00%

10,00%

0,00%
Comunicación Entretenim. Información Otro
.
Gráfico 7

Ahora, si analizamos esta cuestión teniendo en cuenta el sexo, nos


encontramos con diferencias significativas. Mientras que para ellas el principal uso
es la comunicación (50,9% sobre 36% de ellos), para los chicos, el uso más
importante es el entretenimiento (50,9% sobre 30% de ellas), dándose una
diferencia similar entre ambos usos y perfiles. Luego percibimos otra diferencia en
el uso informativo: mientras que 17,2% de ellas consideran que éste es el uso
principal, sólo lo es para el 10,6% de los chicos.

De acuerdo con el nivel socioeconómico de los encuestados, aparecen


resultados interesantes respecto de los principales usos de Internet. Llama la
atención que el entretenimiento se mantenga parejo en los tres niveles (40,4% en
D1, D2, E; 40,8% en C2, C3 y 41% en ABC1), lo cual demuestra que este uso
atraviesa las clases sociales y que identifica fuertemente a los jóvenes. Ahora, el
uso comunicacional es parejo en los niveles medio y alto (48,3% en C2, C3 y
47,6% en ABC1), pero desciende considerablemente en los estratos bajos
(35,10%), lo cual se puede explicar por el menor acceso a Internet en el hogar por
parte de este sector (consultar gráficos 23 y 28). Otro dato que llama la atención
es el alto porcentaje de chicos de clase baja que usa Internet para informarse
(22,8%), duplicando a los chicos de sectores medios (9,8%) y triplicando a los más
ricos (7,1%). Una explicación para esto puede ser el factor económico, al utilizar
Internet como un medio de información más accesible que los otros.

Otra variable, que ejerce su influencia sobre los principales usos de Internet
que hacen los jóvenes, tiene que ver con el tipo de escuela al que asisten. Como
podemos ver, se mantiene la proporción en el uso de entretenimiento (41,6% en
los chicos de escuela estatal y 39,5% en las privadas), pero difiere sustancialmente
el uso de comunicación, seguramente producto del mayor acceso hogareño por
parte de los alumnos de colegios privados (50,3% sobre 37,6% de sus pares de
colegios del Estado). Finalmente, éstos últimos hacen más uso informativo (17,9%
sobre 9,6%), lo cual se puede explicar por la variable económica.

Una de las características diferenciadoras entre jóvenes y adultos acerca del


uso de Internet y la computadora tiene que ver con las diversas actividades
simultáneas que los primeros realizan, lo que se denomina “multitarea”. En este
caso, se le preguntó a los encuestados qué actividades hacen al mismo tiempo en
Internet. Así, podemos ver que los chicos principalmente chatean (83,3%), visitan
página (77,6%) y bajan archivos (71,5%); y en menor medida, usan el e-mail
(53,9%) y juegan en la PC (29,7%). Los adultos, por el contrario, principalmente
usan el correo electrónico (83,1%) y visitan páginas (72,3%); y los que, como
actividades simultáneas, chatean, bajan archivos y juegan en la computadora,
representan un porcentaje menor (26,2%, 26,2% y 6,2%, respectivamente).
De acuerdo con el sexo de los jóvenes encuestados, podemos ver que no
aparecen diferencias demasiado significativas en algunas de las actividades
simultáneas que realizan chicos y chicas: chatear (86,3% de los chicos y 80,5% de
las chicas), visitar páginas (75,2% y 79,2%) y bajar archivos (76,4% y 66,9%). Sí
aparecen algunos contrastes con los juegos en la PC (39,1% de los varones sobre
20,7% de las chicas). Podemos ver que –como señaláramos anteriormente- hay un
porcentaje mayor de chicas que priorizan el e-mail mientras que los chicos hacen lo
suyo con los juegos en red y también con la práctica de bajar archivos.

La multiplicidad de tareas en Internet presenta algunos matices si


analizamos la variable socioeconómica. Hay tres actividades que se hacen más
intensamente según se asciende en la escala social: chatear (75,4% en D1, D2, E;
85,4% en C2, C3 y 95,2% en ABC1), visitar páginas (64,9%, 83,9% y 85,7%) y en
menor proporción, jugar en la PC (26,3%, 31% y 33,3%). En el caso del e-mail, se
da una paridad entre los estratos bajo y alto (59,6% en D1, D2, E; 48,3% en C2,
C3 y 61,9% en ABC1), mientras que bajar archivos es una actividad elegida en
mayor medida por los chicos de sectores medios (78,7% sobre 66,7% de ABC1 y
62,3% de D1, D2, E).

FInalmente, si tenemos en cuenta el tipo de establecimiento educativo al


que asisten los jóvenes (ver gráfico 8) salta a la vista que los chicos de escuelas
privadas desempeñan más intensivamente actividades simultáneas en Internet, con
una diferencia de entre 10 y 15 puntos porcentuales en cada una de ellas: consultar
e-mails (61,8% sobre 46,8%), chatear (92,4% sobre 75,1%), visitar páginas
(85,4% sobre 70,5%), bajar archivos (76,4% sobre 67,1%) y jugar en la PC (35%
sobre 24,9%).

Qué actividades simultáneas realiza en Internet


(por tipo de escuela - jóvenes)
100,00%

80,00%

60,00%

40,00% Estatal
Privada
20,00%

0,00%
Consultar Chatear Visitar Bajar Jugar en Otro
e-mail páginas archivos la PC

Gráfico 8
Conclusiones

El acceso a la computadora e Internet no es condicionante para su uso, dada


la posibilidad que actualmente tienen los jóvenes de acceder a estas tecnologías en
diversidad de lugares. En ese sentido, la escuela, y particularmente la escuela
media en la ciudad de Buenos Aires, constituye un espacio de acceso igualitario
para los jóvenes, aunque esto no garantiza igualdad en cuanto al tipo de uso, lo
que aquí denominamos brecha cognitiva. Como podemos ver en los resultados de la
presente investigación, a mayor frecuencia e intensidad de uso, es mayor la
diversidad y riqueza en la interacción con las computadoras e Internet: los chicos
despliegan mayor cantidad de tareas simultáneas, aprenden solos con más facilidad
y usan más programas y se comunican y entretienen en tiempo real con más
asiduidad que aquellos que tienen un uso restringido a algunos días en la semana y
en espacios compartidos con sus pares. Asimismo, para los jóvenes de los sectores
populares y aquellos que asisten a escuelas de gestión estatal, Internet representa
un lugar de acceso a la información que de algún modo puede morigerar las
brechas de acceso de los medios anteriores, como los libros, los diarios y las
revistas. Por último, y a la hora de pensar en propuestas didácticas que incluyan
estas tecnologías en el aula, se debe tomar nota de la relación natural que tienen
los chicos con la computadora e Internet como espacio de entretenimiento e
interacción, y no reducir el uso de la red exclusivamente a la búsqueda de
información, para lo cual se deben desarrollar además estrategias didácticas que
permitan salirse del mecanismo de reproducción –o de copia y pega- y que
aprovechen las posibilidades interactivas de la red.
Apéndice

Tabla 1. Listado de escuelas donde se llevó a cabo la encuesta (CABA)


DE GESTIÓN ESCUELA DIRECCIÓN BARRIO
Escuela Técnica N° 4 Avda. Manuel A. Montes
Estatal Barracas
“Rep. del Líbano” de Oca 121
5
Avda. Vélez Sársfield
Privada Inst. Sagrado Corazón Barracas
1351

Escuela Nº1 "Dr. Joaquín Benito Quinquela Martín


Estatal Barracas
V. González" 1649
4
Esc. Evangélica William
Privada Olavarría 677 Boca
C. Morris

Escuela de Comercio Nº
Estatal Aquino 6040 Villa Lugano
12 D.E. 21 "Juan XXIII"
21
Avda. Piedra Buena
Privada A-0484 Inst. Don Orione Villa Lugano
3848

EMEM 2 D.E. 19 – Arturo


Estatal Martínez Castro 3077 Villa Soldati
Jauretche
19
Instituto San Judas Parque
Privada Somellera 1720
Tadeo (A-993) Chacabuco

Escuela de Comercio Nº
Cnel. Ramón L. Falcón
Estatal 09 D.E. 11 "José Flores
2248
Ingenieros"
11
Parque
Privada Inst. Luján Porteño Francisco Bilbao 3476
Avellaneda

Estatal Comercial N° 19 Formosa 136 Caballito


8
Privada Instituto Calasanz Avda. Directorio 29 Caballito

Escuela de Educación
Estatal Cañada de Gómez 3850 Villa Lugano
Media Nº 02 D.E. 20
20
Instituto María Ana
Privada Guaminí 1850 Mataderos
Mogas

Escuela Técnica Nº 23 Parque


Estatal Avda. Lacarra 621
D.E. 13 "Casal Calviño" Avellaneda
13
Privada Plácido Marín Avda. Larrazábal 1551 Mataderos
Colegio Nº 13 D.E. 18
Estatal "Cnel. de Marina Tomás Gallardo 149 Liniers
Espora"
18

Privada Instituto San Cayetano Cuzco 176 Liniers

Normal N° 1 (Liceo N°4


Estatal "Remedios Escalada de Ayacucho 875 Recoleta
San Martín")
1

Privada Instituto Paula Montal Viamonte 1892 Balvanera

Colegio Nº 08 D.E. 10 Carlos E. Zuberbühler


Estatal Belgrano
"Julio Argentino Roca" 1850
10
Privada Belgrano Day School Juramento 3035 Belgrano

Liceo N 1 "Figueroa
Estatal Santa Fe 2778 Recoleta
Alcorta"
2
Instituto Vocacional
Privada Charcas 3034 Recoleta
Argentino
Fuentes citadas

Albarello, Francisco, Leer/navegar en Internet. Las formas de lectura en la


computadora, (Buenos Aires), Ediciones La Crujía, 2011.
Canella, Rubén, Albarello, Francisco, Tsuji, Teresa, Periodismo Escolar en Internet.
Del aula al ciberespacio, (Buenos Aires), Ediciones La Crujía, 2008.
Dirección General de Estadística y Censos (GCBA) Encuesta Anual de Hogares.
Onda 2006
Fidler, Roger, Mediamorfosis. Comprender los nuevos medios, (Buenos Aires),
Granica, 1998. 1997
Netbooks en el aula: introducción al modelo 1:1 e ideas para trabajar en clase.
Documento elaborado por el Ministerio de Educación de la Nación, 2010.
Wolf, Mauro, Los efectos sociales de los media, (Bercelona), Paidós, 1994.

También podría gustarte