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Es TUDIos
sobre la

MASONERIA
POR

(Edicion de Al Tiempo.}}

MEXICO,

El Tiempo, n º de Áfesones, 2o.


1887,
-----
INTRODUCCION.

Un ilustre médico de este siglo, des


pues de haber cuidado con esmerado
celo la castidad de su hijo durante su
educacion, lo cendujo un día ántes de
lanzarlo al mundo al hospital de Lu
cerna, con el fin de que viera de un
golpe y sin velo alguno, todo lo que la
prostitucion ocasiona de más horripi
lante en Paris. El paso fué atrevido,
pero el jóven fué salvol. .....
"-r
-
Es con el mismo fin que comenza
mos hoy á publicar una série de artícu
-,
-
los, y en ellosos haremos ver sin ocul
tacion alguna, todas las maldades que
pueda hacer la secta Materialista y
Sacrílega que, es conocida con el nom
bre de Fránc-Masonería, u " .
· -6

Estos artículos nos proponemos dar.


los de la misma manera que pudiera
darlos un médice al tratar de asuntos
de su profesion.
Supongamos pues, que una epide
mia aparezca haciendo innumerables víc
timas, y que el único remedio eficaz
para combatirla es un resgoso veneno.
¿Podemos dejar de administralo por
que es peligroso “¿No es al contrario
prudente, á la vez que se previenen los
efectos del veneno, hacer conocerá to
dos la eficacia del remedio, y propor
cionar su difusion entre los contagia,
, .
dos
Pues cabalmente es lo que nos proa
ponemos hacer, queremos mostraros el
veneno, y con él mismo combatir la en
fermedad, porque la masonería se ha
extendido en la sociedad lo mismo que
una desastrosa epidemia; la impiedad
de las Logias hacundido, contagiande
á la sociedad, levantando los poderes
—7—
civiles en contra de la Iglesia en nom
bre de la Libertad.
¿Qué se debe hacer, pues, para salvar,
á la sociedad, y por consiguiente la ci
vilizacion en peligro? --
Debemos hacer conocer sin oculta
cion alguna los fines de la Masonería,
desenmascararla, y combatirla con, sus
propias armas; al efecto nos serviremos
del Manual de la Masonería por Andrés.
Cassard, cuyo manual es el por el cual
se rije la Logia la más numerosa. Sin
herir á nadie personalmente, haremos
conocer los fines de esta infernal secta,
y ojalá logremos hacer retroceder del
mal camino á algunos ilusos que viven
engañados. y "

Nuestra tarea es difícil, pero confian


do en la intercesion de María de Gua
dalupe que imploramos, esperamos al
canzar los fines que nos proponemos
Cosa notable:tedos los séres dañi-s
nos buscan el aislamiento y las tinia-s
–8

blas, Las plantas venenosas parecen


huir de las miradas del hombre; crecen
á la sombra, y elaboran su veneno en
tre los esconabros y en lugares infec
tos *
—La serpiente se enrosca bajo las
malezas, el escorpion sepulta su vida
en hendiduras invisibles; los buitres y
los lobos se ocultan como salteadores:
una especie de vergüenza y cobardía
acompaña á sus instiatos perversos.
"Lo mismo se nota en la humanidad,
la franqueza y la honradez se dan la
mano; la malicia es torcida y disimula
i le , , ,

—El hombre de bien está contento


en todas partes: llama al público para
ofrecer sus servicios, y la clientela va
derecha á él con confianza. El malhe
cher se ve rodeado de misterios, y cuan
do más malvado se siente, tanto más
se sustrae. Los oficios infames se anun
cian á lo sumo en cifra y en calles tor
tuosas. es "e "
–9

n El bien da la cara; el mal se oculta;


no busqueis otros principios hasta para
juzgar la política.
–Cuando uno es católico no teme
decirlo: un católico no tiene nada que
esconder, todo es público en su símbo
lo, en su moral, en sus prácticas reli
giosas. Sábese lo que quiere, lo que de
sea, lo que espera; y cuando es digno
de su nombre, los adversarios se ven
forzados á reconecer en él el tipo del
verdadero hombre honrado.
¡Hombres de tinieblas, teneis miedo
de ser conocidos porque vuestras obras
son vuestro castigo!
u¿La masonería es lícita ó ilícita? Si
es lícita, la publicidad no puede ofen
derla; si es ilícita (como lo es), merece
ser desenmascarada. "
Comenzaremos por el exámen de la
moral que reconoce y observa la Socie
dad Masónica.
Ingrato el hombre desde su orígen
para con su Criador, generalmente em"
plea su inteligencia sublime con que lo
ha dotado, en discurrir los medios de vi
vir á su placer, sin sujetarse á ninguna
ley ni freno que ponga tasa á sus natu
rales apetitos y deseos.
Una vez rotos todos los lazos que le
unían con su Hacedor, lazos que le son
tan necesarios, cuarto que sin ellos na
da puede, nada vale, se ve el hombre
entregado á sí mismo, viniendo muy
luego á llamarse libre; cuando es más
esclavo que el siervo de Siberia, puesto
que se entrega á merced de sus pasio
•-I2

nes, yugo el más insoportable que pu


diera experimentar sobre la tierra.
El miserable mortal que, á pesar de
todo, se decide de una vez ánover más
que lo que él llama lo mpositivo, que
es ngozar de este mundo,u sin cuidarse .
del otro, ni de cuanto con él tenga re
lacion, es el sér más desgraciado; es más
digno de compasion que un demente;
más temible que las mismas béstias fe
roces; y, en una palabra, el mayor ene
migo de la sociedad. Este ofenderá con
su presencia, herirá con su vista, mata
rá con sus palabras y destruirá con sus
obras. En una palabra: llevará á todas
partes la desolacion y la muerte. Este
es, sin embargo, elverdadero retrato de
un mmason de mala fé. ... la
Empero, como el hombre, al dejarse
guiar por sus instintos brutales no pier
de la inteligencia, si bien la oscurece; el
hombre, repetimos, se vale de las ar
mas necesarias para el logro de sus de
—13—

seos; y ya atacando ó defendiéndose,


segun le conviene, se lanza en media
del mundo á desarrollar sus inícuos pro.
yectos, atropellando toda clase de debe
res, respetos y consideraciones. Mas re
flexionando muy luego que él solo nada
puede, y estando persuadido, por otra
parte, de que existen otros muchos hom
bres de sus mismas ideas que, con el
mayor placer, se le asocian, para tra
bajar sin descanso hasta conseguir la
total destruccion de cuanto les repren
de, avergüenza y condena; de aquí el
unirse entre sí para meditar el diabólico
plan, cuya realizacion les ha de propor
cionar el poder hablar y obrar con una
ilimitada y degradante libertad, ni más
ni ménos qne si careciesen de razon.
Entendiéronse, pues, estos desgracia
dos, y hé aquí el grito feroz que deja
ron oir:

Guerra á muerte al altary al tro


ESTUDIOS SOBRE LA MASONERIA,-2
-r 4

me: al altar, porque la Religion nos re.


prende, nos acusa, nos condena, y no
mos deja vivir á medida de nuestros
desarreglados deseos; y al trono, por
que esos reyes fanáticos no oyendo
otra voz que la de la Religion, castigan
con penastiránicas á todos los que no
viven como Católicos y hombres de
bien, reduciéndonos á la más dura es
clavitud. No perdamos instante, repi
tieron en su infernal delirio, rompamos
las cadenas que nos oprimen, y discu
rramos sobre los medios de conseguir
lo.
Asi lo hicieron... ...
Los elementos mas indispensables
para llevará cabouna difícil empresa,
dijeron, son: el talento, el valor y el
dinero. El talento para discurrir y
combinar los planca; (pör lo que á los
que componen esta seccion llaman par
te directiva), El valor para, una vez
trazado el plan de conspiracion ó re
—15

beldía, arrojarse con audacia á la pa


lestra, poniéndose al frente de las ma
sas; (por cuya causa llaman á esta otra
seccion parte ejecutiva). Y el dinero,
(para ganar y reducir á estas mismas
masas, juntamente que aquellas perso.
nas que se consideren más necesarias).
De todo esto se dedujo que, todos
aquellos en quienes se hallara alguna
de estas tres circunstancias, eran úti
les á la sociedad Masónica; ypor con
siguiente, debían ser ganados á toda
costa, valiéndose de todos los medios
imaginables.
Esto pensaron algunos hombres del
siglo pasado; y amparándose con el ve.
lo de los Misterios Masónicos, se tra
zaron su particular línea de conducta;
conducta que, como era de esperar, en
la miseria humana, tuvo unos resulta
dos tan felices para la Masonería, que
bien pronto se la vió aumentarse y ex
tenderse extraordinariamente.
Los medios de que se valieron para
verificarlo fueron los siguientes: se bus
caba ocasion opertuna para contraer
relaciones, más ó ménos estrechas, con
aquella persona á quien se deseaba
iniciar,u ó atraer á la sociedad; y se
estudiaba su carácter, inclinaciones é
ideas, tanto religiosas como políticas.
Si se creía ver en ella un hombre de
talento, próvido y tan honrado que án
tes consintiera perder la vida jue obrar
contra la razon y la justicia, se le cali
ficaba con el epíteto de fanático, y
era desechado de un todo como perju
dicial á los fines y tcndencias de la nSo.
ciedad Masónica u
–Pero si se veía, por el contrario,
que el sujeto á quien se deseaba iniciar
sin atender al nestado á que pertene
ciera era fácil de ganar y convencer, ya
fomentando en él ésta ó aquella pasion,
bien por medio de lisonjeras promesas,
tales como distinguidos puestos, ade
=—

lantos en las carreras civil y militar,


condecoraciones, títulos, riquezas, etc.,
entónces no se perdía la esperanza de
conseguir la victoria, y, á fuerza de
combinados y mejor dirigidos ataques,
se lograba la aceptacion y consenti
miento del candidato,
Desde el momento que la persona á
quien se procura atraer ha cedido á las
instancias ó á la elocuencia del apóstol
mason, es advertido, que tendrá que
pagar un derecho de recepcion y más
tarde un impuesto mensual destinado á
subvenir á los gastos de asamblea y á
las demás atenciones de la Logia.
Segun el Manual de la Masonería, el
profanon que aspira á ingresar en ella
debe ser mayor de edad, de condicion
libre, de honestas costumbres, de buena
reputacion, de sano cuerpo y de ideas
puras, (como las entienden los herma
nos) y reuniendo estas cualidades, es
propuesto á la lniciacion, en la sesion
-18–

más próxima de la logia. Su nombre,


sus apellidos, su edad, su profesion y
todas las demás circunstancias propias
á hacerle reconocer, son inscritas en una
boleta, y echada, al fin de los traba
jos, en un saco ó en una caja llamada
«bolsa de proposiciones, que es pre
sentado á cada uno de los asistentes,
por el órden de sus funciones ó de su
grado.
—La boleta es leída por el Venera
ble, á la Asamblea, la cual es llamada
á votar en el escrutinio de bolas sobre

si ha lugar ó no, átomarse en conside


racion la solicitud. Si todas las bolas
contenidas en la caja son blancas se da
curso á la proposicion.
El candidato es introducido en una
pieza de la logia, preparada al efecto,
que se halla toda tapizada de negro, y
sin más adornos que cajas mortuorias,
esqueletos y hosamenta humanos, que
impresionen su espíritu; y si bien el
–19

postulante se halla ya algo preparado


por el hermano solicitador, respecto a.
las realidades de las pruebas por que
tiene que pasar, sin embargo, á la ma
nera que el que presencia una horrorosa
tragedia, no puede ménos que afectar
se al centemplar ciertas escenas aterra
doras, no obstante de estar convencido
de que es mero espectador de una apa
riencia, sin embargo, el candidato no
puede prescindir de los efectos que pro
duce en él el imponente aparato del
Gabinete de reflexiones, u máxime
cuando dirige su vista hácia las termi
nantes y sérias sentencias que ve con
signadas en sus muros. .

Examinemos una por una estas enfá


ticas sentencias, y veamos el doble sen-,
tido de inmoralidad que envuelven.
En la primera se dice:
Siuna vana curiosidad te conduce á
meste lugar, abandónalo al instante.
La tendencia de estas palabras es in
-2O

timidará aquellas personas que piden


la iniciacion, movidas únicamente por
una simple curiosidad y sin tener un
corazon dañado que aspire á ser mason
de mala fé.
Despojada esta sentencia de su exte
rior disfraz, debe entenderse así:
Oh, hombre, cualquiera que seas,
ten entendido que el que viene á soli
citar la iniciacion sin estarposeído de
las mismas ideas y principios que abri
gá la sociedad masónica, y sí sólo por
umera curiosidad, acaso, acaso para di
vulgar y revelar despues lo que vea y
oiga, es alcanzado por nuestro castigo,
y nadie puede librarle de nuestra ven
nganza. Si te hallares en este cásc, si
sólo con la idea de saber vienes aquí,
huye, retírate... ...!n
Pero, ¡oh dolorl ¡Cuántos desgracia
dos al considerar ó creer que ya no les
sería fácil volver atrás, ó no teniendo en
el caso contrario, suficiente valor para
-21

arrostrar los peligros que pudieran se


guírseles por su retractacion, se han de
cidido, atravesando por todo, á seguir
adelante y formar parte de esa malha
dada sociedadi!!
La segunda sentencia dice:
Si temes que sean conocidos tus de
nfectos, no permanezcas en este sitio.
El objeto de estas palabras es inspi
rar confianza al postulante, haciéndole
creer que la nSociedad Masónica,m es
una asociacion compuesta de hombres
benéficos, humanitarios, sin defectos: en
una palabra, una sociedad de justos....
Hasta tal punto puede llegar la au
dacia de los Masones modernos....!»
Empero, creeríamos faltará un deber
de conciencia si no manifestáramos el.
verdadero sentido que envuelven estas
enigmáticas palabras,
Los masones, y con ellos todos los
impíos, aborrecen y odian á los hombres
verdaderamente virtuosos, siendo ésta
-22

la causa de que los hayan perseguido, y


persigan de muerte en todos tiempos y
países;y, por esta razon, al hablar al
postulante de sus defectos, no debe
entenderse materialmente; esto es: de
los. verdaderos defectos que ninfaman
y degradan al hombre, no; debe en
tenderse de sus virtudes, pues para
ellos es defectuoso todo lo que preten
da parecerse á lo bueno, á lo justo, á lo
santo. La segunda sentencia, debe,
pues, traducirse así:
Si por tu desgracia no tuvieras una
conciencia tan flexible como todos te
nemos, y temieras que llegásemos á
conocer la firmeza de tus sentimientes
religiosos, que nosotros llamamos infa
«natismos, huye de este sitio, y no per
manezcas un instante en la morada de
aquellos que juraron acabar y destruir
con todo cuanto tenga relacion con
nesa Religion Católica, que no transije
con nosotros y nos condena sin pie
udad.
-23-r

mSi cabe en tí disimulo, tiembla; por


quete sepenetrará.
Esta sentencia ratifica nuestros aser
tos anteriores. Fácil es conocer que su
tendencia no es otra que atemorizar al
postulante, para que si, por no abrigar
un deseo sincero de ser agregado á la
sociedad, pretendiera disimular sus in
tenciones, ya por medio de estudiadas
palabras, ó bien valiéndose de actitu--
des y demostraciones supuestas, desis
ta de su empresa, y, obligado por las
causas que indicamos al reflexionar
sobre la sentencia primera, se decida á ,
serfiel á la sociedad masónica, una vez
admitido en ella, consagrándola de to
das veras su cuerpo, su alma, su fortu
nia y cuanto tenga,
Los antiguos masones, cómo hom
bres previsores, no titubearon en dar
acceso en las logias á muchas personas
que, en realidad, no estaban tan co
rrompidas como ellos: calculando, y nó
-24

sin fundamento, que si con el tiempó


no llegaban á contagiarse de un todo,
que era lo más general que sucedía y
sucede, cuando ménos, podrían servirse
de ellas como de ciegosinstrumentos
para sns planes. Mas como era preciso,
ante todo, asegurarse del modo de pen
sar del candidato, no se procedía á ad
mitirle (como veremos en el curso de
estas conferencias) sin haberle hecho su
frir un fuerte exámen de moral, ypene
trar por este medio el grado de firmeza
que tenían sus conviccipnes religiosas.
¡Cuántos masones de buena féper
manecen aún siendo fieles á la sociedad
por nover ni oir cosa alguna ccntraria
(á su parecer) á la religion católica, ig
norando que los mismos que aparentan
para con ellos mucho espíritu de Igual
dad y Confraternidad, no son más que
unos hipócritas, unos negoistas,m y en
una palabra, mastutos lobos disfrazados
con piel de oveja..... lu
—37—
muchas y convincentes pruebas que á
su tiempo y por su órden iremos adu
ciendo.
No se nos oculta, sin embargo, que
los masones podrán argüirnos con es
tas palabras: "Al preguntar nosotros
al candidato" si podrán lexigirse de él
los mayores sacrificios, áun el de su vi
da, queremos decirle: "¿Al solicitar la
iniciacion, te hallas pronto á darnós
una prueba de que lo haces sin ningu
na mira de interés personal, y sólo
impulsado por el deseo de ser útilá
los desgraciados y con ellos á todos
los hombres? ¿Y en este caso, es tal t,
abnegacion que estés dispuesto á su
frir con gusto todogénero de trabajos,
penalidades yprivaciones? Queremos
decirle, por último: ¿En prueba de
que son buenos los sentimientos que te
animan para querer formar parte de
nuestra filantrópica y humanitaria so
ESTUDIOS SOBRE LA MASONERIA..-g
-38–

ciedad, te encuentras con valor para


hacer los mayores sacrificiospor el bien
de tus semejantes, áun cuando fuera de
u misma vida?
Esto, se nos dirá, acaso, es lo que
queremos dará entender con esa sexta
sentencia. Pero á esto contestaremos
que los sofismas no nos hacen la menor
fuerza, y que, por otra parte, se necesi
a toda la audacia éimpudencia de los fi.
lántropos masonespara atreverse á com
pararse con les virtuosos apóstoles del
Cristianismao, á quienes codian y aborre
cen al mismo tiempo. Mas, vanos á de
mostrar que, aún en el caso de quefue
ran ciertas sus intenciones respecto del
candidato, lo cual es una falsedad, son
criminales bajo todos conceptos.
Estamos firmemente convencidos de
que esa heróica resolucion que muestra
el misionero al decidirse á recorrer el
mundo, sin más prevenciones que la
Cruz y su breviario, y sin que le de
tengan el hambre, el frio, el calor, el
cansancio, los peligros, ni la misma
muerte; y esto sólo por llevar la luz y la
salvacion á unos hermanos que no co
noce, y de quienes, acaso, espera que,
por toda recompensa, le asesinen,y de
voren despues su cuerpo; ah! esa abne
gacion estupenda, ese sacrificio grande,
magnánimo, heróico, y cuyo digno nom
bre no se conoce, no tiene otro premio,
otra recompensa que una gloria supe
rior á toda gloria, una gloria sin fin!
Pero ya lo hemos dicho: el que obra
así es un Misionero, un sacerdote del
Altísimo, y le hace en virtud de un
precepto ó concesion de su superior, y
de un superior á quien se le invistió
oportuna y debidamente de suficientes
facultades para ello.
El que obra así, repetimos, lo ha
ce sin interés alguno y animado de una
caridad verdaderamente cristiana; en
prueba de lo cual no le detienen para
· satisfacer sus santos deseos, ni los pe
ligros, ni los padecimientos ni la misma
muerte. El que obra así, marcha á lle
var la luz del Evangelio, la paz y la
civilizacion á unos hermanos que no co
nocen más vida que la animal.
Pero el mason puede decir otro tan
to?
¿Dónde están sus trabajos, sus priva
ciones y sus sacrificios en cbsequio de
sus semejantes? ¿En virrud de qué fa
cultades obra? ¿Quién le ha investido
de la autoridad que invoca en todos
sus actos y principalmente para que
pueda exigir el sacrificio de la vida á
los demás? Pero, ¿dudamos de esto?
Pues qué, ¿no son evidentes los bie
nes que ha producido la masonería
en todo el globo? ¿No ha llevado las
lucesná los pueblos, derribando go—
biernos, atacando en brecha la Religion,
atropellando é insultando á los minis
tros de la fé, profanando los templos
-41

del Altísimo, desterrando las benéfi


cas Hermanas de la Caridad, hollando
las más sábias y justas leyes; y para
concluir de una vez, hecho felices á to
dos los hombres, quitándoles esas tra
bas de las creenciasyceremonias religio .
sas que, en su ignorancia constituían
todosu tesoro? nNo podemos, pues, du
dar que los masones son unos dignos
misioneros; dignísimos, sí; pero del in
fierno... ...
¿Podemos dudar de la paz que han
llevado á todas las naciónes y países?
¿Ignoramos las guerras que han susci
tado, los torrentes de sangre qne por
su causa se han derramado, y los mor
tales ódios que han separado al hijo del
padre, al hermano del hermano,y di
vidido y enemistado á todos los hom
bres? ¿Podemos dudar de los sacrificios
desinteresados que han hecho en favor,
de todos sus semejantes?
Pues qué, ¿no los hemos visto dis
-42 -

putarse los destinos, sobornar y com-


prometer á las autoridades, hacerse de
colosales fortunas, construir palacios,
tener serrallos, cooperar á la ruina del
buen católico y de la Nacion, encubrir
al delincuente y coadenar al justo?
¿Podemos ignorar tampoco las le
gítimas facultades en cuya virtud obra?
Pues qué, ¿el mason que, revelándose
contra su Criador, menosprecia, abo
rrece y persigue de muerte á cuantos
quieran observar su ley santa, necesita
ni reconoce más autoridad que su pro
pia voluntad? Y podemos negar ya á
los masones los legítimos y justísimos
derechos que tienen sebre todos sus se
mejantes para exigirles los sacrificios
que les parezcan más convenientes y
necesarios, sin exceptuar el de su mis
ma vida? ¿Por ventura, no son ellos, en
virtud de su mIgualdad, hermandad y
confraternidad, a dueños absolutos de
todos los hombres, porque todos son
sus hermanos? ¿No pueden disponer,
pues, de todas sus vidas?, . . ... Pero,
dónde vamos á parar... . . !
Dispensadnos, señores, el enagena
miento que insensiblemente se ha ido
apoderando de nuestro espíritu al con
templar las Virtudes masónicas; y
entre tanto, volvamos á ocuparnos del
exámen de su moral que es al que, por
ahora, debemos concretarnos, dejando
para otras conferencias el exámen polí.
tico de esa sociedad filantrópica por
antonomasia. . "

Sigamos, pues, al Señor Cassard


en las ceremonias qué tienen lugar pa
ra la iniciacion del profano.
En la pieza que se lláma el gabine
te de reflexiones, el candidato debe
otorgar su testamento, y responder por
escrito á estas tres preguntas:
¿Cuáles son los deberes del hombre
para con Dios? ¿Cuáles para con sus
semejantes? ¿Cuáles para consigo mis
mo?
En vista de estas palabras se nos
ofrece hacer algunas reflexiones á los
miembros de la Sociedad Masónica:
, ¿O creeis que el hombre tiene debe
res que cumplir para con Dios, consigo
mismo y sus semejantes, ó no?
Si lo primero, debeis cumplirlos: y
en este caso, sería indudable que, al in
terrogar al candidato sobre estos debe.
res, lo haciais con el laudable fin de
admitirlo en vuestro seno, si sus res
puestas manifestaban estar conformes
con vuestras sanas máximas. Pero si
demostramos, ahora, que no sólo no
quereis observar deberes algunos que
estén en armonía con la moral evangé
lica, sino que, por el contrario, haceis
profesion de faltará todos ellos, debe
remos concluir: Primero, que sois alta
mente criminales ante Dios y los hom
bres; y segundo, que al proponer tal
cuestion al candidato, lo haceis con la.
de sondear sus conviccio
sola idea"
nes en punto á moral, ypreveniros so
bre la conducta que con él debeis ob
servar; idea perversa, idea infernal, con
la que os solapais para con los ménos
malos, y los arrastrais insensibiemente
al horrible precipicio sobre cuyo bordo
dormís tranquilos,
Todo hombre que se considere supe.,
rior al bruto no puede ménos de creer
que ha sido criado para un fin más al-
to y más sublime que para el que han
sido destinados los séres irracionales; y
todo hombre que así piense, se ve obli-
gado á confesar y creer, por lo tanto,
que tiene deberes que llenar y obliga
ciones que cumplir. No existiendo otro
sér más superior que Dios, principio y
fin de toda perfeccion y poder, el hom
bre, criado por este mismo Dios á su
imágen y semejanza, no debe tener
otros deberes sobre la tierra que los
que están comprendidos en estas tres
clases.
-46–

Primero: deberes para con Dios.


Segundo: deberes para consigo mis
mo, y
Tercero: deberes para con sus se
mejantes.
Deberes para con Dios, porque de
El ha recibido todo lo que es, y todo
lo que posee; para consigo mismo, por
que no puede prescindir moral y natu–
ralmente de amarse y procurarse todo
bien,y ndeberes para con sus semejan
tes, porque siendo todos los hombres
iguales, en cuanto al orígen y destino
para que fueron criados, no puede tam
poco prescindir de los dulces lazos que
le unen á ellos.
Estas tres clases de deberes fueron
grabados en el corazon de todos los
hombres por su sábio y justo Criador;
mas ésto no fué bastante: el hombre de
soyó la voz de la naturaleza, se corrom
pió poco á poco, y llegó á irritará la jus
ticia divina hasta el extremo que ésta
determinase concluir con la rebelde
criatura que se despreciaba á sí misma
y odiaba á sus semejantes. No obstan
te, siempre misericórdioso, el Supremo
Hacedor, quiso mirar con clemencia á
una familia:y, Noé con los suyos se
salvaron en el Arca. Más tarde,para
que el hombre no pudiera alegar igno
rancia, se le dió una ley tan sábia y tan
justa como su divino Autor; y para
que el hombre incrédulo y obstinado
no dudase de su elevado orígen, se pro
mulgó majestuosamente en el monte
Sinaí, en medio de una espesa nube
que despedía relámpagos y truenos.
Una voz imponente se dejó oir:. Moíses
se postra, y, poseíde de un profundo
respeto, escucha los sublimes preceptos
del Decálogo.
Su compendio ya lo saben los hom
bres:
uAma á Dios sobre todas las cosas,
y á tu prójimo como á tí mismo, n
–48

Hé aquí en pocas pero elocuentes pa


labras, los deberes del hombre para con
Dios, consigo mismo y sus semejan
tes. .
Para con Dios, amándole sobre todas
las cosas, y como efecto de este mismo
amor, observando su ley santa; para
consigo mismo, cuidando de la conser
vacion de su cuerpo y de la pureza de
su alma; y para con sus semejantes,
amándolos á todos y obrando con ellos
de la misma manera que quisiéramos lo
hicieran con nosotros mismos,
Veamos ahora si los masones creen
en estos deberes; si los cumplen, ó pro
curan cumplirlos; si los exigen de los
que solicitan la iniciacion; y si toman
alguna determinacion con aquellos que
los menosprecian hasta el punto de co
meter toda clase de crímenes.
Si logramos probar la negativa de
todos estos puntos, creemos lo estará
tambien la inmoralidad de los masones;
-49 -

mas como esto lo hemos de ir deducien


do de sus mismas confesiones, seguire .
mos ahora el curso de la recepcion del
profano.
Ya hemos visto los pasos prelimina
res para la admision del candidato, he
mos visto tambien todo el aparato se
pulcral con que se rodean las piezas
de la logia donde ha de tener lugar la
recepcion, empezando por el gabinete
de reflexiones que no tienen otro obje
to que impresionar fuertemente al can
didato, presentándole imágenes de te
rror por todas partes, para predisponer
le al acto del terrible juramento que
poco despues le ha de ser arrancado por
la humanitaria sociedad. Hemos visto,
por último, que los masones para ase
gurarse de cerca de la mayor o menor
firmeza de las convicciones religiosas
y políticas del profano, le obligan a
redactar por escrito su testamento é
ESTUDIOS SOBRE LA MAsoNRRIA,–5
igualmente sus mirespuestas á las mate
rias que tratan sobre los deberes del
hombre para con Dios, para consigo
mismo y sus semejantes.
Esclarecidos todos estos puntos, siga
mos el curso de nuestro trabajo.
Se llama testamento del candida
to á la declaracion que éste hace por
escrito, en vista de las sentencias que
lèe en las paredes del gabinete de re
flexiones. El testamento, para que sea
favorable, debe estar concebido en es
tos términos:
uNo me trae á este sitio una mera
curiosidad, sino el deseo de formar par.
te de una sociedad tan benéfica y útil
á la humanidad,
nDefectos, los tengo como hombre,
pero no creo sean de los que se oponen
para ser admitido entre los dignos
masones. La disimulacion me es des
conocida, porque soy franco y leal; y
si no bastara esta ingénua declaracion
que hago, mis palabras y mi cenducta
confirmarán mis sentimientos. "
No conozce otras distinciones hu
manas que las del talento,únicon que
reconoce la masonería. Jamás he ex
perimentado el menor terror en ningu
na de mis empresas; y me siento con
suficiente valorpara desempeñar cual
quiera mision que se me encomiende,
por arriesgada que sea.
Estoy pronto á ofrecer á la socie
dad masónica todo género de sacrificios,
sin exceptuar el de mi propia vida, que
sacrificaría en este mismo instante si
necesario fueran
Para que las respuestas del candida
to, respeto de los deberes del hombre
para con Dios, consigo mismo y sus se
mejantes, merezcan la aprobacion de la
sociedad, deben hallarse expresadas en
estos términos:
n Los deberes para con Dios, á nues
trover, se redueen ná creer en El;u pa

UNIVERSITy or
ILLINOS LIBRARy
—52—
"
ra consigo mismo, uá procurarse tödo
el bien y evitarse todo el mal; y para
con sus semejantes; uá consagrarse en
todo tiempo á hacerlos felices, mejoran
do su suerte y sacrificando hasta nues
tra misma vida para hacerlos L. ibres é
Ilustrados " -

Por el contenido de estas manifesta


ciones, cuya veracidad demostraremos
más de una vez, comprenderá todo hom
bre reflexivo que aquellos candidatos
que consignen en su testamento doctri
nas opuestas á las que profesa la socie
dad masónica, son admitidos en la fór
mula, por convenir así á la secta, en
vista de la utilidad que se promete sa
car de é ; pero que nunca sabrá (al mé.
nos miéntras piense bien) en qué con
sisten los verdaderos secretos y miste
rios masónicos.
- .Cuántos inocentes, con efecto, no
han sido y son aún juguete de esta as
tuta sociedad......!
cuando llega el instante derecibir al
profano, marchanel hermano terrible
al gabinete de reflexiones por el testa
mento y respuestas, del candidato, las
coloca en la punta de su espada, y las
lleva al venerable, quien da conoci
miento de ellas á la asamblea. Si ésta

no tiene que exponer motivo para opo.


nerse á la recepcion del profano, el her
mano terrible, vuelve á su lado y lo co
loca en una caja mortuoria; trascurridos
algunos minutos, el hermano terrible
le dice, que ha muerto para el mundo,
y que en adelante sólo vivirá para la
Masonería. Se le vuelven á vendar los
ojos, le hacen dar varias vueltas, y es
conducido á la puerta de la logia, y se
le ordena dar en ella tres toques con
violencia, , , , , , , ...,
Examinando detenidamente el diálo
go y demás ceremonias de la recepcion
del profano, vemos, que todo se reduce
una prolongada escena de pantomi
—54—
ma, indigna de la formalidad del hom
bre; no pudiendo ménos de admirarnos
que algunos de talento (como los cono
cemos) tomen parte en estas neceda
des, por no darlas otro nombre, im
propias de personas ilustradas, y que
sólo podrían ser disculpables entre los
paganos.
Las espadas desnudas que fijan en
el pecho del candidato tanto el herma
no celador como el terrible, confirman
nuestros asertos acerca de la tendencia
de estas ceremonias, que como hemos
dicho es inspirar terror al profano y
obligarle por este medio á ser fiel á la
sociedad, áun cuando sea contra su
conciencia. Todo esto, repetimos, es in
jurioso al hombre, pero no lo es al Sér
Supremo, tanto como las palabras que
se atreve á proferir el Venerable, cuan
do invita á sus hermanos á que oren
con él por el profano.
Como conclusion, vamos á relatar la
oracion del venerable, y la analizare
mos como se merece en nuestra confe
rencia del domingo próximo:
Hermanos míos, dice el venerable,
humillémonos delante del Soberano Ar
quitecto de los mundos; reconozcamos
su poder y nuestra miseria. Sugetemos
nuestras voluntades y reprimamos nues
tros deseos en los límites de la equidad,
y esforcémonos con nuestras obras pa-»
ra elevarnos hasta El. Este es uno,
existe por sí mismo, y de El es de
quien todos los séres han recibido la
existencia. Se manifiesta en todo y por
todo, ve y juzga todas las cosas.
Dígnate, oh Gran Arquitecto del
Universo, ¡proteger á los obreros de
paz que están reunidos en tu Templo;
anima su celo; fortifica su alama en la
lucha de las pasiones, inflama su cora
zon en el amor de las virtudes, y dáles:
la elocuencia y perseverancia necesa
rias para hacer amar tu nombre, obser
— 36–
"

var tus leyes y extende tu imperio.


Concede á. este profano tu asistencia, y
sosténle con tu brazo tutelar en medio
de las pruebas que va á sufrir. Amenl
. Habeis oido señores, los términas
en que se expresa el venerable y con
él todos los masones. En vista de sus
palabras, no podemos ménos de sentar
que, si creen en lo que dicen y sin con
dista está en oposicion con sus creen
gias, son criminales; y sino lo creen y
arregla, si conducta.á susfalsas con
viejones, son más criminales
pórque además de traspasar la ley san
ta, ipsultan á su Criador, dirigiéndole
votos que no signten, y que sólo pro
nuncian para engañar al profano que
los 9ye, a 2.
La Pero no lo dudemos; los masones son
crimiales bajo todos conceptos, y lo
probaremos en nuestro próximo. ,
-ed dre fis. . .. s:
. . .

". III
. . ..

Concluimos nuestro anterior artículo


como lo recordareis, con la oracion que
el Venerable de la logian dirige al
Gran Arquitecto del Universo, con el
fin de implorar las bendiciones sobre los
que se hallan reunidos en su templo, y
anime el celo y fortifique el alma en la
lucha por donde tiene que pasar el pro
--

fano.
Analicemos, pues: -

Por el
contenido de esa oracion re
sulta: que los masones creen en la
existencia de un solo Dios, eterno, jus
to, sábio y poderoso; que confiesan su
miseria, y que tienen necesidad de ele
varse hasta él por medio de las buenas
obras, y que declaràn que éstas se eje
cutan sujetando la voluntad y repri
miendo sus desordenados deseos.
Hasta aquí están conformes con lo
que enseña la moral evangélica: luego,
parecía que no debíamos titubear en
decir que les masones profesaban las
mismas doctrinas que los católicos; mas,
¡con harto dolor de nuestro corazen! nos
vemos obligados á declarar todo lo con
trario.
Los masones no son católicos, porque
ni creen en todo lo que nos manda creer
y observar nuestra Santa Madre la Igle
sia Católica, ni ménos quieren obser
varlo.
Poseídos de la idea de fascinar al pro
fano, pronuncian palabras que están en
contradiccion con sus sentimientos, y
(sin reparar en el escándalo que pueden
producir en los oidos de un buen cató
lico) con una osadía inaudita, se deja
decir el Venerable que la logia es el
templo de Dios, y que los que se ha"
—59–
llan reunidos en él son sobreros de paz,
á pesar de las espadas que nbrillan en
sus manos y de las terribles amenazas
que dirige al candidato.
No ignoramos que la Iglesia Nuestra
Madre, no reconoce por templos de
Dios, más que los que están dedicados
á su culto y para su oracion; pero no
está en esto sólo el insulto que hace á
la Divinidad el venerable masen, sino
en que pide al Autor del Universo que
anime el celo de los masones; que for
tifique su alma en la lucha de las pasio
nes; que inflame su corazon en el amor
de las virtudes; que les dé la elocuencia
y la perseverancia necesarias para hacer
amar su nombre, adorar sus leyes y ex
tender su imperio.
¡Parece increible que se abrigue tan
ta maldad en los corazónes de los ma
sones, Dirigir su voz el venerable al
Supreme Hacedor, y dirigírsela para
insultarle y tentarle en esos términos!
–6o–

¿Dónde está la lucha que sosteneis


contra las pasiones?
¿Dónde ni en qué demostrais vues
tro amor á las virtudes?
Pero ah! ya vemos que no teneis
que respondernos,y sí sólo contenta
ros con dirigir una mirada, no muy
piadosa, al Señor Cassard, por haber
hablado algo más de lo qme hubierais
deseado.
Que digais esto al desprevenido pro
fano, que generalmente no conoce el
grado de inmoralidad en que estais
constituidos, se comprende: y por lo
tanto no nos asembra en vuestra csà.
día; pero que, en vuestra prevision y
talento, se os haya escapado ésta y
otras importantes revelaciones que te
nemos que agradecer al Señor Cassard,
esto sí nos ha sorprendido, porque nun
ca pudimos esperarlo. ¡Quién sabe si
esto habrá sido una permision de ese
mismo Supremo Hacedor, á quien tan
-6I -

impíamente insultais para que nuestra


tosca voz lo vindique en algun tanto;y
os demos á conocer al mundo entero
como la secta más horrible que vomi
tara el infierno para la ruina de todo
el mundo!!... . . .
Pásmense, señores, al ver tanta im.
pudencia, tanta maldad!
Con una boca sacrílega el venerable
no tiene el menor reparo en invocar él
auxilio santo del Señor, nada ménos
que para que ayude á los masones en
su obra de destruccion y de muerte; ea
invocar su santo nombre para que los
fortalezca en su ninfernal mision, que
tienen valorpara disfrazar,diciendo que
es la de hacer amar su nombre, obser
var sus leyes y extender su imperio.
En fin, el venerable profiere la úl
tima injuria, invocando la existencia
del cielo, para qme sostenga, al profa
no en las pruebas que va á sufrir
ESTUDIOS SOBRE LA MAsoNRRIA,–6
-62

Esto es un testimonio más que su–


"ficiente para afirmar que los masones
no creen ni áun en el Dios que invo
can; porque, á creer en El respetarían
su santo nombra, y no le traerían en
boca para cosas indigmas. Si se tratara
de implorar el auxilio divino, para con
un Católico á quien se quisiera obligar
con crueles tormentos á que renegara
de su religion y de su Dios, sellaría
mos nuestros lábios: ó mejor dicho,
alabaríamos las demandas hechas al
Eterno; pero invocar el respetable nom
bre del Altísimo, un hombre tan indig.
no como el venerable, y esto para que
asista con su gracia al profano en las
pruebas masónicas que va á sufrir,
en esas pantomimas ridículas, que no
sólo no están cónformes con la religion,
sino que le son opuestas por un verda
dero principio de caridad, ah!esto es
altamente ofensivo á la suprema Ma
estad de un Dios santo, n á quien sólo
–63

debemos amor y respeto. Tales son,


sin embargo, los miramientos que guar
dan con el Supremo Hacedor los res
petuosos masones.
Despues de estas primeras ceremo
nias se hace sentar al candidato, y en
tónces tiene lugar el exámen de moral
de que hablamos en nuestra anterior
conferencia. Satisfechos por él de los
sentimientos religiosos que abriga el
profano,se procede á manifestarle las
condiciones con las.cuales será admiti
do en la sociedad, despues que salga,
victorioso en las pruebas,
El primer deber que se le exige es
guardar un silencio absoluten sobre
todos los secretos de la franc-masone
ría,
He aquí el primero, el más esencial
de los deberes de un franc-mason. Cier
tamente que no comprendemos, cómo
siende la sociedad masónica (segun he
mos cido al venerable) una institucion
–64

establecida para nhacer amar el nombre


de Dios njuntamente que sus sábias
leyes, y extender su imperio por todo el
globo,u exija del candidato, como el
primero de los deberes más indispensa
bles pára conseguir aquel objeto, que
guarde un silencio absoluton, sobre los
secretos de la sociedad.
Al llegar aquí no podemos ménos de
preguntar: ¿y qué secretos son esos?
¿Para hacer bien á sus semejantes,
se necesita de secretes? pues qué, ¿hay
algun hombre, por ignorante que sea,
que se oponga á que le hagan un bien,
para que sean necesarios los secretos?
¿Para hacer amar el nombre de Dios,
para extender el imperio de sus leyes
santas, son necesarios algunos secretos?
¿No se oponen, en cierto modo, las
palabras propagacion y extension de
lo bueno, con las de secretos y oculta
cion de esto mismo bueno?
Nosotros al ménos" no lo entende
—65—
mos: creemos que el ejemplo, el públi
co testimonio, los hechos palpables ha
blan al hombre y tienen más influen
cia para con él, que las simples teo
rías.
¿De dónde nace si no, el grande po
der que tiene la voz de un ministro de
Santuario que observa una conducta
irreprensible? ¿Las palabras del sacer.
dote rescandoloso, podrán ser apre
ciables como las del ejemplar, á pesar
de valer lo mismo que las de éste para
con todos los católicos? ¿De dónde di
mana, pucs, esta diferencia? Ya lo he
mos dicho: de que se respeta y aprecia."
al hombre verdaderamente virtuoso
más que al criminal.
¿Y cómo conocemos y juzgamos al
hombre virtuoso?
Por los hechos, por su conducta no
sólo privada sino pública; porque el co
nocimiento del corazon se queda para
el que lo formó, para Dios.
El siguiente ejemplo hará más pal
pable ló expuesto:
Se retira al desierto un varon virtuo
so, y desde aquel momento, en que
muere para el mundo, sustrabajos, sus
mortificaciones y todos sus méritos no
son vistos ni conocidos más que de
Dios, que es á quien se consagra en tó.
do por el resto de sus días. Estejusto
sólo trabaja para sí; y su existencia es
tan ignorada en el mundo que si (per
una providencia del cielo) no se reve .
lan sus virtudes á los hombres, éstos
no le tributan el menor respeto nive
neracion. Empero no sucede así con el
hombre virtuoso que mora en medio
del mundo, observando una vida ejem
plar: omitimos repetir ahora, pública
y privada, porque, ubien reflexionado,
el hombre que realmente observa en
privado una vida irreprensible, en pú.
blico no puede ménos de obrar con la
pureza y rectitud que adornan su alma.

Llega su última hora: yá pesar de


desaparecer de este mundo, los hom
bres todos que admiraron sus virtudes
y buenos ejemplos, no pueden mémos
de bendecirle y llorar sobre su tumba,
tributando así el último honor á su me
moria.
Reasumiendo todo lo expuesto, de
bemos concluir: que el hombre verdade
ramente honrado, viviendo entre sus se
mejantes, no puede ser virtuoso en se
creto: tiene que darse á conocer, aún
cuando no quisiera; porque tarde ó tem
prano, en el templo ó en la calle, en su
casa ó en la agena, llega el momento,
en el cual se ve forzado á dar un testi
monio público de que es de Dios y na
del mundó;y, si hiciera etra cosa,si de
jara de hablar ú obrar rectamente por
vergüenza, temorú otro respeto huma
no, dejaría de ser honrado y le com
prendería aquella justa amenaza del
Señor, cuando dice:
-68–"

El que se avergonzase en público


de pertenecerme, yo me avergonzaré
tambien de reconocerlo por hijo mío
en su último día, y no pediré por él á
mi padre celestial.
Por otra parte, la ocultacion envuel
ve delito, porque lo que es bueno en la
esencia "tiene que producir resultados
buenos en todos casos; y lo bueno,
miéntras más se dé á conocer, tendrá
qüe dar mayores y mejores frutos.
Luego, la sociedad masónica que
invoca buenos principios, y que, sin em.
bargo, dice que tiene sus secretos, cu.
ya reserva encarga al candidato como
el primero de sus deberes; da una
prueba, más que fundada, de que le in
teresa guardar el silencio más absoluto
sobre aquellos, porque son, digámoslo
así, la base de todo el edificio masónico.
Para acabarnos de convencer, supon
gamos, por un momento, que esta mis.
ma sociedad piense bien y obre mejor;
-===

¿necesita, en este caso, para hacerse


amar y adquirir adictos, valerse de se
cretos? No: porque toda la solidez de un
edificio se funda principalmente en la
firmeza de sus cimientos; y tenemos el
mejor testigo de ello en la misma Igle
sia de Jesucriste, ¿Por qué susbsiste
á pesar del trascurso de los siglos?
Porque sus doctrinas son buenas, sus
leyes buenas, y todo en ella es tan san
to y sublime cómo su Divino fundador.
En ella todó es público, porque no tie
ne nada de que avergonzarse, y esto"
mismo han hecho siempre, todos los
que han obrado con rectitud.
Mas consideremos á la seciedad ma
sónica bajo su verdadero punto de vis
ta: esto es, que tenga necesidad, como
tiene, de secretos para subsistir, y no
podremos ménos de concluir con este
argumento: Si partimos de que la so
ciedad masónica no..abriga ningunos
principios que estén conformes con la
religion católica; se hace indispensable,
si ha de, prosperar, que se disfrace,
y oculte al público, por medio de una
gran reserva, el verdadero fin y ten
dencias de su institucion. Ahora bien:
y, en este case, ¿de qué medios se val
drá para conseguirlo? El primeroy más
esencial debe ser exigir de todo aquel
que se reciba el más absoluto tisilen
cion sobre los secretos masónicos,como
el primero, el más principal de sus de
beres. Si, pues, no hay, ni puede haber
más que los des casos presentados de
ser ó no ser buena la sociedad masóni

ca; y considerada bajo la primera hi


pétesis, no se concibe que pueda ni de
ba ser clandestina para con les hom
bres, preciso nos será deducir que se
halla en el segundo (que es el permicso
so) y convenir en que, conociendo los
fundadores de la masenería que su pros
peridad dependía de la engañosa más.
cara con que se presentase á los incau
–71

tos, necesitaban ante todo exigir del


que solicitara la iniciacion, la más ab
soluta reservan de lo que viera ú eyera
dentro de la logia bajo las más rigero
Sas penas.n
De aquí resulta que habiendo oido el
prefano de boca del Venerable palabras
que revelan sentimientos cristianes, juz
ga favorablemente de la sociedad ma
sónica; y, no viendo ni alcanzando los
motivos por que se le exige la reserva de
los secretos masónicos que áun no có
noce, ni acaso no cenecerá nuncá; no
titubea, y aún con más adhesion que al
principio, en accederá lo que se le exi
ja: persuadido de que una sociedad tan
buena no podrá hacerlo de ninguna co
sa injusta y perjudiciall
¡Cuántos se han desengañado ya de
que es"todo le contrario, y á pesar de
eso, no se deciden á separarse de una
vez, per no tener suficiente valor para
expenerse á perder la vida á trueque de
salvar el alma..... Quiera el cielo
que éstos conozcan sus verdaderos inte
reses, y no llegue su insensatez hasta el
punto de dar el diamante por la falsa
piedra, de perder mel alma con el mismo
cuerpo!
Los masones, como hombres precavi
dos, no desconocen que usando con el
profano de un lenguaje que pudiera
despertar en él sérios temores, llegarían
á desmayarle, y, acaso, acaso, á ser cau
sa de que éste renunciara á sus preten
siones de ser admitido en el seno de su
sociedad. Para evitar este escollo, tie
nen hasta escritas las palabras, que le
han de dirigir;y han procurado colocar
las en tal disposicion, que no es fácil,
no teniendo (como nosotros tenemos)
un firme convencimiento de su maldad,
conocer el doble sentido que envuelven,
ni ménos inspirar recelos á un incauto.
Combatir las pasiones que degradan
la hombre y le hacen desgraciado, y
practicar las virtudes más dulces y be
-

néficas.
Siendo la franc-masonería una socie
dad tan útil y provechosa á toda la hu
manidad, como dice el Sr. Cassard, y
estando destinada únicamente para ha
cer amar á Dios y extender el imperio
de sus leyes (como dice el Venerable)
parecía lo más justo, y áun lo más na
tural, que este seguudo deber estuviera
colocado en el lugar del primero, como
el más esencial para llenar la mision
santa de la masonería. Porque, á la ver.
dad, ¿qué es más necesario para que
snbsista y produzca felices resultados
una sociedad, formada para hacer el bien
y evitar el mal; que se exija, de cada
uno de sus miembros, la dominacion de
sus pasiones y la práctica de todas las
virtudes, ó que se guarde un absoluto
silencio sobre los secretos de la misma
sociedad? Creemos que la respuesta no
será dudosa.
ESTUDIOS SOBRE LA MASONERIA..-7
Lo primero constituye la mejor divi
sa, puesto que en la observancia de un
deber tan honroso para todos los miem
bros de la sociedad, debía fundar esta
misma toda su vida, su prosperidad y
su gloria; al paso que, con el cumpli
miento de lo segundo, nada se exige
del candidato que le obligue á ser el
ejemplo y el consuelo de los demás
hombres. Este debe ser otro motivo
más, para que comprobemos nuestros
asertos, de que no es el sentido literal
de las palabras que hemos cepiado, el
que quieren dar á entender los maso
nes: sino otro enteramente distinto, que
conviene al mismo tiempo esclarecer.
Las pasiones de que quieren hablar
los masones, cuando se dirigen al pro
fano, son aquellos grandes afectos de
lealtad y celo que abriga un pecho no
ble, ya hácia Dios, bien para con su
soberano, ora para con las autoridades
y demás personas á quienes debemos
amar, ó cuando mémos respetar. Si un
ciudadano es fiel á su gobernante lo
mismo en la ciudad que en un pueblo,
en la prosperidad que en el peligro, en el
apogeo que en la desgracia; y siempre
está dispuesto á defenderle con lealtad
y constancia, las mejores palabras que
los masones tienen para con estos lea
les equivalen á éstas: Los hombres
que obran de esa manera son uunos
serviles; son unos hombres indignos
que, con la adulacion y la bajeza, se
hacen esclavos de un gobernante que
no les da otra recompensa que una mi
rada de desprecio y altivez.n Este afec
to, esta virtud de la lealtad es para
ellos una pasion degradante en el
hombre, y es una de las que compren
den al hablar al profano del segundo
de los deberes. En comprobacion de
este ebservaremos que no le dicen que
practique todas las, virtudes cristianas,
sino
simplemente las virtudes más dul
–76–

ces y benéficas; en cuyas palabras só


lo quieren dar á entender todas aque
llas que debe practicar para que la ma
sonería pueda sacar partido.
Socorrer á vuestro hermano en el
peligro; prevenir sus necesidades, ó
asistirlo en la desgracia; ilustrarlo con
vuestros consejos cuando se halle á
punto de extraviarse; animarlo á eje
cutar el bien cuando la ocasion se pre
sente: tal es la conducta que debe tra
zarse un franc-masonn
Hé aquí las virtudes dulces y bené
ficas de que habla el venerable, que
son justamente los medios de que se
valen entre sí los masones (en tanto se
consideran útiles) para ir adelantando
en el vasto plan que se propusieron
desde un principio, y que, como hemos
dicho, han visto ya realizado, por des
gracia, en la mayor parte del globo.
" Es descubierta una conspiración po
lítica en la cual se halla comprometide
—-=

un mason: se le encierra en un calabo


* zo para quitarle la vida: y el encarga
do de custodiarlo es afortunadamente
uno de sus hermanos, otro mason co
mo él: ¡Oh! en este caso puede estar
tranquilo el prisionero. El encargado
de su custodia sabe que tiene hecho un
* juramento terrible de msocorrer á su
hermano en el peligron y fiel á este de
"ber, sabrá inventar un ardid para dar
libertad á su prisionero, áun cuando
falte á su honor y á su conciencia. El
sabe que tiene un deber masónicon
que dice que obre así con su hermano,
y que éste hará con él lo mismo, cuan
do á su vez séa su prisionero.
¡Cúan engañados viven los que así
piensan! nuestra historia contemporá
nea nos presenta á cada momento fu
silamientos en masas ejecutados por
masones, y por más que los reos al ir
á morir hacían los signos de socorro,
de nada les valía, y recibían la muerte
–78–

por sus propios hermanos que habían


jurado solemanemente salvarlos en el
peligro! Nos abstendremos de entrar
en detalles, porque son bastantes re
cientes los fusilamientos habidos,tanto
por Oriente como per Occidente, y son
conocidos por todos.
Prevenir sus necesidades ó asistirlo
en la desgracia:u influyendo directa ó
indirectamente, para que adquiera un
destino, si lo solicita, perjudique ó no
perjudique á un tercero; consiga esta ó
la otra gracia, si la desea, sea justa ó in
justa;y,por último,hastasocorriéndolo
con dinero, si se hallara en el caso de
necesitarlo, para poder desempeñar los
trabajos nque se le encomienden.u
uIlustrarlo con vuestros consejos,
cuandó se halle ápunto de extraviarse
esto es, revelarle todos los peligros ó
exposiciones en que pueda verse, á cau
sa de las precauciones y medidas que se
hubieran adoptado por las autoridades
constituidas, para neutralizar sus opera
ciones; óbien aconsejándole los medios
más á propósito de que debe valerse
ra llenar sin el menor riesgo la mision
que se le haya encomendado.
Animarlo, por último, ná ejecutar
el bien: estimulándole con los premios
y recompensas que recibirá de la socie
dad masónica, si desempeña confideli-»
dad cuanto se le haya prescrito en la
logia, é indicándole cuál es el momento
oportuno para conseguir el mejor éxite
en sus planes. Hé aquí en lo que con
siste la ucaridad masónica, fundada en
su principal base, que es sostenerse uto
dos recíprocamente, en sus infernales
planes é intrigas, para disfrutar todos
de los felices resultados de su mútua
cooperacion y apoyo.
No obstante, como las pasiones son
las que dominan al hombre desde el
momento, en que éste se separa de su
Dios, de aquí que el franc-mason no
puede responder de sus acciones, ni pue.
de contener suambicion óvanidad cuan
do se encuentra en el apogeo de su glo
ria. Su elevado puesto le atrae mil cla
mores y demandas de muchos de sus
hermanos; y, sin embargo, no recibe ni
* oye á todos los francmasones desgra
ciädos. Los que son dignos de alter
nar con él, porsus riquezas y buenas re
laciones, entran á todas horas hasta el
interior de su gabinete privado, obtie
nen gracias y favores y encuentran has
tagruesas sumas si las solicitan. "Pero
los franc–masones desgraciados, aque
los que ayer tuvieron y fueron lo que
hoy es él, éstos, á pesar de ser miem
bros de la misma sociedad y tener de
recho á esperar una buena acogida de
parte de su bien acomodado herma
no, son recibidos en el umbral de la
-
puerta, y despedidos por un inexora
-
ble doméstico, quien, consecuente á las
terminantes órdenes de su amo, se nie
-81–

ga, no sólo á permitirles la entrada, sino


lo que es más, á pasar un simple reca
do de aviso. Esto es muygeneral: y los
franc-masones desgraciados saben que
nada hay de exagerado en cuanto aca
bamos de relatar.
Véase, pues, cómo esta misma cari
dad ófilantropía, (como ellos la llaman)
á pesar de ser tan falsa, no es conocida
en lo general de los hermanos, más que
en teoría, siendo muy pocos los que de
buena fé la observan en realidad.
Tal es la hipocresía de los masones
modernos... ...
IV

Nos resta ahora hablar sobre el ter


cer deber de los masones, que es el con
formarse con los estatutos generales,
con las leyes particulares de la logia, y
ejecutar todo lo que sea prescrito en
nombre de la mayoría de aquella ures
petable asamblea. -

Resulta, pues, jue al profaao no se


le exige más que nun silencie absoluto
sobre los secretos de la franc-masone
ría, base de todo deber, puesto que es
el primero: nel combate de las pasiones
que perjudican á los fines de la masone
ría; la práctica de las virtudes más dul
ces y benéficas, que no sen etra cosa
que la cooperacion intelectual, física y
moral para con todes y cada uno de los
–84

miembros de la sociedad, á fin de que


pueda salir avante en cualquiera empre
sa; y por último, el de obedecer ciega
mente este mismo candidato lo que ni
sabe, ni se le dicen por entónces, pues
que él ignora qué es lo que exigen de
él los estatutos de la franc–masonería,
las leyes particulares de la logia, y, so
bre todo, lo que podrá prescribirle la
mayoría de aquella respetable asam
blean Mas esto nada importa; lo que
se desea es coger el juramento del pro
fano de que cumplirátodos estos debe
res, y los demás que se le impongan; y,
despues, cuando ya nada pueda hacer,
so pena de perder irremisiblemente la
vida, entónces será cuando sabrá lo que
se exige de él.
El venerable, despues de obtener la
conformidad del candidato respecto de
todos estos deberes, le exige un jura
mento de honor,

Nos parece conveniente sepan nues


tros oyentes toda la farsa que se emplea
en esta ceremonia, y que nunca se atre
va áfalt. á los sagrados deberes de
franc-msnm como los llama el venera
ble:
—P no—dice el venerable ántes
de pasa lelante, —os exigimos vues
tro juramento de honor; pero este jura
mento debe ser hecho sobre un vaso sa
grado. Si sois sincero, podeis beber con
confianza; pero si la falsedad se abriga
en el fondo de vestro corazon, no jus
eis... apartad mejor esa copa, y temed"
el efecto pronto y terrible del líquide
que contiene!
—¿Consentís en jurar? -

—Sí, señor.
—Haced aproximar á este aspirante
al altar,–dice el venerable.
El hermano terrible conduce al pro
fano al pié de las gradas del altar.
—Hermano sacrificador,—prosigue
Es rubios sobre LA MAsocia—s
el venerable,–presentad á este aspi
mante la copa sagrada, tan fatal á los
perjuros.
El hermano terrible pone en manos
del profano una copa con divisiones;
que gira sobre un eje. En un lado hay
agua, y en el otro un licor amargo.
El venerable prosigue: profano, repe
cidconmigo vuestro compromiso:
"Me obligo á la observancia estricta
yrigorosa de los deberes prescritos á
los franc–masones, y si alguna vez vio
laā mi juramento.... "(al llegar aquí,
el hermano terrible hace beber al can
didato un poco de agua contenida en la
copa. Despues, deteniéndola con la
mano,para impedir que beba más, ha
ce girar el vaso cambiando la division)
permita el cielo que la dulzura de este
revaje se cambie en amargor, y que su
efecto saludable venga á ser para mí
el de un fuerte veneno. (El hermano
terrible hace beber el licor amargo al
profano, y conduce á éste entre las co
lumnas). Si teneis intencion de enga
ñarnos—prosigue el venerable,–no es,
pereis conseguirlo: la continuacion de
vuestras pruebas, lo manifestará clara
mente á nuestros ojos. Más os valdría,
por vos mismo, creedme, retiraros en el
mismo instante, toda vez que estaisá
tiempo de hacerlo; porque dentro, de
poco será demasiado tarde. La certeza,
que adquiriremes de vuestra perfidia "
Os sería fatal: os veríais precisado á re
nunciar para siempre el volver á ver la
luz del día. Meditad, pues, sériamente
sobre lo que vais á hacer.
–Hermano terrible,–añade el ve
nerable, despues de haber dado un
gran golpe de mazo —apoderaos de ese
profano, y hacedle sentar en el banqui
llo de las reflexiones. (El hermano te
rrible ejecuta la órden con aspereza)
Queda allí entregado á su conciencia,
y á la oscuridad que cubre sus ojos, se
–88

une el horror de una soledad absoluta!


Todos los asistentes guardan durante
algunos minutos, el mas profundo si
lencio.
—Ahora bien, profano, —repone el
venerable,–¿habeis reflexionado bien
sobre el partido que mejor os conviene
tomar? ¿Os retirais, ó persistís por el
contrario en afrontar las demás prue
bas? -
-Persisto en ello, responde aquel.
–Hermano terrible —dice el vene
rable—haced verificar á este profano
su primer viaje, y procurad no exponer
le á ningun peligro.
El hermano terrible ejecuta esta ór
den. Dirigido por él, el candidato re.
corre tres veces la logia, se le hace ca
minar sobre tablas movibles, colocadas
sobre pequeñas ruedas, y llenas de as.
perezas que obstruyen sus pasos; ápo.
de haber andado se halla sobre otras
co
tablas inclinadas, en forma de trampa,
que, de repente, se hunden bajo sus piés
y parecen arrastrarlo á un abismo. Su
be las gradas de una escala sin fin; y
cuando cree haber llegado á una eleva
cion considerable, y le es ordenado
precipitarse desde la misma, cae tres -

piés debajo de sí.


Durante este tiempo y para ameni
zar la funcion, varios cilindros de pa
lastro llenos de arena y que se mueven
sobre un eje, por medio de un manu
brio, imitan el ruido del granizo; otros
cilindros,frotando, en su rotacion, una
tela de seda fuertemente estirada, imi-
tan los silbidos del viento; planchas de
palastro suspendidas en la bóveda por
una extremidad, y violentamente agi
tadas, simulan el ruido del trueno y los
resplandóres del rayc. Por último, gri
tos de dolor, y lastimosos vagidos, se
unen á esta horripilante escena.
Terminado el viaje, el hermano
terrible conduce al profano cerca del
—9o—
segundo celador, sobre cuya espalda, le
hace dar tres palmadas, En este ins
tante, el segundo, celador se levanta,
pone su mazo sobre el corazon del can
didato, y dice bruscamente:
—¿Quién me llama?
—Es—responde el hermano terrible
—un profano que solicita ser recibido
-

mason.
—¿Cómo se ha atrevido á esperar se
mejante favor?
—Porque nació libre y es de buenas
costumbres.
—Siendo así, que pase.
—Profano —dice entónces el venera
ble, —estais dispuesto á emprender un
segundo viaje?
—Sí, señor —responde el candidato.
Verifícase el segundo viaje. En es
te, el profano no encuentra los obstá
culos que entorpecieron su marcha en
el precedente; el único ruido que oye
es un gran choque de cspadas.
Cuando ha dado tres vueltas por la
logia, es conducido por el hermano te
rrible al primer celador. Allí se repite
el ceremonial, y las preguntas y res
puestas que tuvieron lugar en el primer
viaje. Entónces el hermano terrible co
ge la mano derecha del profano, y la.
sumerge por tres veces en una lavade
ra llena de agua.
El tercer viaje se verifica, acto con
tinuo, en medio del más profundo si
lencio. Despues de la tercera vuelta, el
hermano terrible conduce al candidato
al Oriente á la derecha del venerable.
Allí se repiten otra vez el ceremonial,
y las preguntas y respuestas con que
terminaron los dos primeros viajes.
—Quién es?—pregunta el venerable,
cuando el candidato le ha tocado sobre
la espalda.
—Es—responde el hermano terri
ble—un profano que solicita el favor
de ser recibido mason.
-92

–¿Cómo se ha atrevido á esperar se


mejante favor?
—Porque nació libre y es de buenas
costumbres.
—Pues que es así, que pase por las
llamas purificadoras, á fin de que nada
le quede de profano.
En el momento en que el postulante
desciende las gradas del Oriente para
colocarse entre las dos columnas, el her
mano terrible le rodea de llamas por
tres veces. El aparato que sirve para
este efecto se llama lámpara de licopo
dio. Compónese de un largo tubo de
metal que se termina, por un lado, con
una embocadura,ypor el otro, por una
lámpara con espíritu de vino, cubierta
con una criba en forma de corona, cu
yos agujeros dejan libre paso á un pol
vo muy inflamable, llamado licopodio,
puesto en el interior, y el que, con el
soplo del que emboca el aparato,va á.
parar sobre la llama de la lámpara.
–93

—Profano—dice el venerable—vues
tros viajes se han terminado felizmente;
habeis sido purificado por la tierra, por"
el aire, por el agua y por el fuego. No
sabré elogiar demasiado vuestro valor;
que no os abandene, porque os resta tó
davía que sufrir algunas pruebas. La
sociedad en la cual deseais ser admiti
do,podrá, acaso, exigiros que derrameis
por ella hasta la última gota de vuestra
sangre. ¿Consentiríais en ello?
—Sí, señor. "
—Entónces tenemos necesidad de
convencernos de que ésta no es una va
na protesta del momento. ¿Estais dis
puesto á que se os abra la vena en este
" .

mismo instante?
—Sí, señor.
Algunos candidatos objetan que hace
poco tiempo que han comido, y que una
sangría podría ser para ellos de conse
cuencias peligrosas.
Como en la logia muñcafalta un bar
—94-
bero, en este caso el venerable lo invita
á que dictamine sobre el caso, quien lo,
verifica en el acto. El barbero afirma
siempre, que la sangría puede ser prac,
ticada sin inconveniente alguno. ...,
—Hermano barbero, —dice el vene
rable—haced, pues, vuestro deber.
El hermano barbero, con la regla del
arte, venda el brazo del candidato, y le
pica la sangría con la punta de un mon
dadientes. Gtro hermano, que tiene un
vaso con agua tibia y en cuyo bordo
tiene un pistero, lo inclina y echa un
chorrito de agua sobre el brazo del can
didato, del que cae en una vasija, don
de aquel derrama el agua restante con
ruido, de modo que se haga creer al
paciente que es su sangre la que corre.
La operacion se termina siguiendo la
forma acostumbrada, y cuando esto se
ha verificado, se hace tener el brazo al
candidato sostenidó en un pañuelo pen.
diente del cuello.
El venerable le dice en seguida, que
los masones llevan todos en el pecho
U112, Il3.I"Ca
misteriosa que sirve para re
-

conocerlos; le pregunta si se considera


ría dichoso de poder, él tambien, mes
trar esta marca, que se aplica con el
áuxilio de un hierro candente. Sobre su
respuesta afirmativa, el venerable da ór
den para que se le imprima el sello -

masónico. -

Esta operacion se hace de varios mo


dos. Los más comunes consisten en
aplicar sobre el pecho del candidato,
bien la parte superior de una vela re
cien apagada, óbien una copa pequeña,
ligeramente calentada á modo de ven
tosa. En fin,por última prueba, el ve
nerable invita al candidato á que mani
fieste en vöz baja al hermano hospitala
rio (quien se coloca á su lado para el
efecto) la ofrenda que tiene intencion de
hacer para el alivio de los hermanos in
digentes.
Al ver todas y cada una de estas
pruebas, no podemos ménos de indig
narnos, conociendo, como conocemos,
el fin siniestro que con ellas se propo
ne la masonerían
¿Qué significa, por ejemplo, esa puri
ficacion, que se hace sufrir al profano,
rodeándole de llamas por tres veces?
A buen seguro no nos le dirán los
franc-masones modernos; pero nosotros
les ahorraremos este trabajo, explicán-
dolo.
Los masones llaman profano á todo
aquel que no les pertenece, porque no
está iniciado en sus sublimes doctri
nas y grandes misterios; porque se ha
llaná oscuras, y en una palabra, por
que no han visto la luz. Y qué luz es
ésta, que tanto se oculta? No otra que
aquella que hace á los hombres, segun
los masones, dignos de sí mismos y muy
superiores á los demás, que en su mig
norancia y fanatismo, creen en los dog.
-97—

mas de la fé y ebservan la meral de


Jesucristo, viniendo á esclavizar su ra
zon y poner límites á sus deseos. Hé
aquí, pues, la razon, por qué a tedo
aquel que desea ser inscrito entre lo
miembros de la masonería, de esa se
ciedad sábia por excelencia, se le ha
ce sufrir una purificacion ceremonial
que no es otra cosa que la representa
cion y figura de la que realmente se ha
de verificar en él cuando más tarde,
separen, quiten y borren de su alma te- .
das sus sanas creencias, á las que lla
man errores y supersticiones. Este y ae
otro, es el verdadero sentido de las pa
labras del venerable; y éstas, y no
otras, son las verdaderas ideas que en -
vuelve la purificacion que se hace sufrir
al prcfane; pues así como al purificar
los metales en un crisol, el fuego elimi
na toda la escoria que puedan tener,
así la franc-masonería (poseída de una
EsTUDIOS SOBRE LA MASo NERIA. -g
*-, -98–

pureza infernal) pretende con esta ce


remonia, eliminar del alma del candi.
dato todas aquellas creencias y doctri
mas que estén en armonía con el Evan
gelio, como una cosa que le es opuesta,
\

odiosa, perjudicial, y, en una palabra,


una escoria de que debe ser purificado
aquel, ántes de ser iniciado en los mis
terios masónicos, para que nada le que
de de profano,
Por este órden son todas y cada una
de las ceremonias que tienen lugar en
las pruebas y recepcion del profano, á
juien, por gradosy de tal manera van
impresionando, que casi no sabe lo que
hace ni lo que dice, cuando llega á pro
nunciar el postrer juramento. Mas án
es de hablar sobre éste, debemos lla
mar la atencion sobre varios puntos dig.
nos de ser analizados, á fin de que se
persuadan de los inhumanos sentimien
*os que abrigan los masones, y de que
todas las pruebas que exigen del pro
fano se oponen abiertamente al espf
tu de la caridadcristiana.
Hé aquí las palabras que dirige el
venerable al candidato despues de ter
minados sus viajes.
Profano, dice aquel,vuestros viajes
se han terminado felizmente: habeis si
do purificado por la tierra, por el aire,
por el agua y por el fuego. No puedo
mémos de elogiar vuestro valor; que no
os abandone, sin embargo; porque os
restan todavía que sufrir algunas prue
bas, mI,a sociedad en la cual deseais
ser admitido, podrá tal vez exigiros que
derrameis por ella hasta la última gota
de vuestra sangre: en este caso, con
sentiríais en ello?
Hé aquí otra prueba, fundada nada
ménos que en la misma confesion de
los masones. La sociedad benéfica,
humanitaria y pacífica, prevé que pa
ra conseguir el objeto de sus desvelos,
puede llegar un caso en que se necesite
-IOO

derramar la sangre de uno ó de muchos


de sus miembros; y, deseando asegurar
se de si el profano se hallará dispuesto
á derramar la suya, en el primer mo
mento que se lo erdene aquella nrespe
table asamblea, y exige de él nada
ménos como prueba, que se deje abrir
la vena en el mismo instante.
¿Habrá quién dude todavía de la
mision de paz de los masones?
¡Ah! demos una y mil veces gracias
al Señor Cassard, porque á su pesar,
"nos ha dado con sus revelaciones mu
chísimos datos para poder probar al
universo entero que la mision de la ma
sonería, es mision infernal, cuyo único
fruto será la destruccion de todo el ór
den social!
Otro punto digno de reflexionarse es
la inflexibilidad del venerable mason:
para con el profano, cuando al objetar
éste uque la sangría podría serle perju
dicial en las particulares circunstancias
-IOI

en que se halla, como hacer poco tiem


po que ha comido, ú otra poderosa
causa,u ordena aequel al hermano barbe
ro que examine el estado del profano,
miéntras que sabe que esto es una
mera fórmula, y que el barbero afir
ma, en tedos casos que puede ser prac
ticada la operacion.
No se nos oculta lo que sobre el par
ticular nos contestarán los masenes. Se
nos dirá, ciertamente, que, tanto el ve
nerable como el hermano barbero, sa
ben que no se trata de verificar una
sangría real, y que al disponer que se
le abra la vena al profano, lo hacen con
la sola idea de probar hasta dónde lle
ga el valor y firmeza de éste,
Esto no nos satisface, y hé aquí en
lo que nos apoyamos. Nadie descono
cerá, despues de los infinitos casos que
se han visto, y todos los días vemos á
cada paso, que la naprension ejerce
una poderosa y eficaz influencia en el
—ro2 –

hombre; y, por consiguiente, que igno


rando el profano que lo que van á ha
cercón él es un paso de sainete (por
que de lo contrario era todó inútil), y,
estando persuadido únicamente de que
le van á abrir la vena para satisfacerse
de su verdadera adhesion, lealtad y va.
lor, puede verificarse en él una altera
cion mayor 6 menor de su espíritu, cu
yas consecuencias no es dado prever.
Luego, al exigir del profano un sacrifi
cio de esta naturaleza unos hombres,
entre cuyo número no deja de haber
algunos facultativos, (y, de consiguien
te no debe serles desconocida la ínti
ma relacion que existe entre el espíri
tu y el cuerpo) claro está que lo hacen
porque les importa muy poco las con
secuencias funestas que pudieran se
guírsele al profano, con la sensacion de
ciertas pruebas que como todas, se le
hacen sufrir con los ojos vendados.
Lo própio que hemos dicho de la
—ro.3—
sangría, decimos tambien acerca del
sello masónico"¿Podemos dudar del
disgusto que experimentará el profano
al oir decir al venerable si se conside
raríadichoso coh" poder mostrar la
marca misteriosa que llevan los ma-
sones en el pecho, para poder ser reco
nocidos, y que se aplica con el auxilió
de un hierro candente?
Y no se diga que el profano está ya
prevenido de la realidad de las pruebas;
porque en este caso, como hemos dicho
anteriormente, ho se concibe cuál sea el
objeto de tantas y tan "ridículas ficcio

¿Se verificará para imponer á los mas


sones de hecho? No: porque esos no
pueden contener la risa al ser especta
dores de la recepcion de los profanos,
y, en partiaular, de aquellos hombres
que, á pesar de ser tímidos y de cortos
alcances como aconteció no ha mucho
con un abogado, son admitidos con
-104

ciertos fines, Luego, si estas pruebas no


se han hecho para imponer á los ya re
cibidos masones, ni se concibe tampo
co que átodo el que solicite la inicia
cion masónica se ha de descubrir que
cuanto tiene lugar en aquellas es fic
cion y engaño, y que sólo se trata de
que haga un papel de narlequin; claro
es que estarán establecidas para probar
fuertemente al profano, quien, creyen
do cuanto le dice el venerable, ha de
dar muestras de adhesion, valor y cons.
tancia.
V

Con la última prueba que se le hace


sufrir al profano, concluimos nuestro
artículo anterior; ahora vamos á hablar
sobre el juramento que tiene que hacer
para quedar definitivamente filiado en
la masonería.
—Profano,–le dice el venerable,–
vais muy pronto, á recoger el fruto de
vuestra firmeza en las pruebas, y de los
sentimientes tan gratos al Gran Arqui-"
tecto del Universo, de compasion y de
generosidad que acabais de manifes
tar.
–Hermano maestro de ceremonias,
—aña de el venerable —llevad al candi
dato junto al primer celador á fin de
que éste le enseñe á dar el primer paso
en el ángulo de un cuadrilongo; vos lo
-Ioó

enseñareis á dar los otros dos, y le con


ducireis en seguida al altar de los jura
mentOS.

Los tres primeros pasos dados en el


ángulo de un cuadrilongo, constituyen
lo que se llama la marcha de apren
diz.
Cuando el primer celador ha enseña
do esta marcha al candidato, es condu
cido al altar por el maestro de ceremo
nias,
El maestro de ceremonias hace arro.
dillar al profano al pié del altar, y le
apoya sobre la tetilla izquierda laspun
tas del compás.
El venerable da entónces un golpe
con su mazo, y dice: De pié y al órden
mis hermanos, el neófito va áprestar el
juramento terrible!
Todos los hermanos se levantan, co
gen una espada, y se ponen miéntras se
presta el juramento, en la postura con
sagrada.
—1o7–

Pronunciado el juramento, el maes


tro de ceremonias conduce al candidato
entre las dos columnas; todos los her
manos le rodean y dirigen hácia él sus
espadas desnudas, de manera que él sea
como un centro de donde parten los ra.
yos. El maestro de ceremonias se co
loca detrás del neófito, desata la venda
que le cubre los ojos, y espera á que el
venerable le haga una señal pasa dejar
la caer. Al mismo tiempo, un hermano
se coloca con la lámpara de licopodio á
unas siete pulgadas delante del neófi
to.
—Hermano primer celador,–dice el
venerable,—toda vez que el valor y la
perseverancia de este aspirante le han
hecho salir victorioso de sus largas prue.
bas, ¿le juzgais digno de ser admitido
entre nosotros?
–Sí, venerable—responde el primer
celador.
–¿Qué pedís para él?
–1o8

–La luz.
–Seále concedida,–dice el venera
ble.
En seguida da tres golpes. Al terce
ro el maestro de ceremonias quita la
venda al candidato,y, en el mismo ins
tante, el hermano que ha encendido la
lámpara, sopla fuertemente producien
do una viva claridad.
—No temais, hermano mío,–dice el
venerable al neófito,–á las espadas que
os amenazan: no son fatales más que á
los perjuros. Si sois fiel á la franc-ma.
sonería, como lo esperamos, estas espa
das estarán siempre dispuestas á defen
deros; pero, si, por el contrario, llega
seis algun día á serle traidor, ningun
lugar de la tierra os ofrecería un refugio
contra estas armas vengadoras.. .. . .
Hé aquí otra profanacion de aquellos
que se atreven á llamar profamos á los
que no conocen ni han recibido la luz
satánica, aquella precisamente que
—109–

quiso dar (y desgraciadamente dió)á


conocer á Eva la serpiente infermal para
que desobedeciera á su Criador. Hé
aquí otra profanacion, repetimos, de
parte de los que tienen la osadía de di
rigirse al Sér Supremo para blasfemar
le é insultarle, diciéndole que les de
nconstancia y firmeza, para proseguir
su santa obra.
A una mesa triangular, cubierta cos
un tapete bordado y que sostiene va
rios efectos, le dan el nombre de al
ta, y hacen se acerque. á él el profano
con el mayor respeto, cual si se hallara
ante un altar consagrado que sostuvie
ra una santa imágen; obligándole, por
último, á que se arrodille, cual si fuese
á adorar al Soberano Autor de lo cria
do.
Mas si sólo fuera esto no sería tanta
nuestra indignacion; pero ¡oh Dios mio!
vuestros ulibros santos, cual si fueran
ESTUDIOS SOBRE LA MASONERIA,–I9
-IIO

el más inmundo folleto, se hallan sobre


esa mesa impura, por decirlo así, mez
clados entre objetos verdaderamente
profanos!. La Santa Biblia abierta, te
miendo sobre sí una escuadra, un com
pás y una espada, componen todo el
conjunto del que llaman los masones
altar de los juramentos.
Estando arrodillado el profano al
pié del altar, el maestro de ceremonias
apoya sobre su tetilla izquierda las pun
las del compás, miéntras que elvenera
ble, dando un gran golpe con el mazo
de direccion, ordena átodos los herma
nos que se preparen, porque es llegado
el momento de ir á prestar el neófito el
terrible juramento.
En virtud de esta órden todos los
hermanos toman una espada, y duran
te la ceremonia se ponen en la postura
consagrada. El candidato entónces abre
sus lábios y pronuncia este atrozjura
a entQ:
-III

En presencia de Dios Todopodero-


so y de esta respetable asamblea, juro
que jamás revelaré los secretos de la
sociedad masónica, así como nada de
a lo que ésta me comunique, no ha
n blando de cualquier asuntó de la mis
u ma, sino con un legítimo y verdade
ro hermano, reconocido y examinado
como tal, ó en una logia constituida
y aprobada. Juro igualmente no di
vulgar jamás estos secretos, directa
a ni indirectamente, su revelacion por
cualquier medio. Y si en todo ó en
parte contraviniese de cualquier mo
do á este juramento, consiento en
que mi cabeza sea cortada, mi cora
zon y entrañas arrancadas, que mi
u cuerpo sea todo reducido á cenizas y
u éstas arrojadas por el viento.
Este terrible juramento, por el cual
el aprendiz queda esclavizado á la ube.
néfica sociedad masónica, no lo ha
querido trasladar el Sr. Cassard, sin du
•-II2

da por creer que á nadie interesaría


una cosa tan insignificanten y gue na
da valía.
Mas nosotros desecsos de probar á
todas luces la inmoralidad de esta so
ciedad, no hemos querido dejarlo de
copiar, citando de paso la obra donde
se halla, la cual no creemos sea desco
nocida de los masones.
(Anatomía de la Masonería)
Ya llegamos al punto más culminan
te de la masonería. No contenta esta
sociedad con el juramento de honor exi
gido al profano, despues de instruirle
con el compendio de los deberes masó
nicos, quiere asegurarse de nuevo arran
cándole un juramento más terrible, y
en cuya virtud ha de quedar entera–
mente sujeto á la sociedad por toda la
vida,
Empero, como los masones no reco
nocen moralidad alguna, están persua
didos que todos los juramentos que exi
-113—

jan, valen muy poco ó nada si no van


acompañados del terror y la amenaza.
Así es que, apénas el candidato ha
pronunciado este postrer juramente, se
le conduce al centro de la logia, donde
es rodeado por todos los hermanos,
quienestienen en sus manos una espa
da que dirigen hácia él. Hermano
mío, dice entónces el venerable al maes
tro de ceremonias, toda vez que el va
lory perseverancià de este aspirante le
han hecho salir victorioso en sus largas
pruebas, le juzgais digno de ser admi
tido entre nosotros?
—Sí, venerable.
–Qué pedís para él?–dice éste.
—La luz.
—Séale concedida, —responde el ve
nerable.
Ya lo habeis oido: la luzm es la que
se pide para el candidato, porque se le
ha considerado hasta entónces como el
que se hallaba en utinieblas. Esta luz.
no puede consistir más que en las doc
trinas y fines de la franc-masonería; y
como, además de lo dicho, demostrare
mos que los principios morales y polí
ticos de esta sociedad son dictados por
el ángel de las tinieblas, no podemos
uménos de deducir de nuevo lo que he
mos dicho ya: que esta luz que comu
nica la franc-masonería, no es otra que
la que comunicó la misma serpiente in
fernal á nuestra primitiva madre, para
que perdiera la nverdadera luz de la
gracia divina, y quedara hecha como
quedó su triste esclava.
¡Oh luz tenebrosa! huye siempre de
nosotros, que ántes que ser deslumbra
dos con tu opaco ysiniestro resplandor,
queremos permanecer toda la vida en
estas dulcestinieblas del conocimiento
del verdadero Dios,y en la práctica de
las sublimes virtudes cristianas!
Dichosos los mortales que se hallan
en este estado de oscurantismo, y
—115—

desgraciados una y mil veces los que


hayan salido de él para quedar cie
gos con tanto resplandor......
Empero, fijemos nuestra considera
cion en la primera escena que se pre
senta á los ojos del candidato, acto com
tinuo, de mostrarle la luz material, fi
gura de la intelectual y nociva con que
le ilustrarán más adelante.
Déjanse oirtres golpes que da el ve
nerable con el mazo de direccion. Al
tercero, el maestro de ceremonias, colo
cado detrás del candidato, le quita la
venda de los ojos, miéntras que, al mis
mo tiempo, el hermano que sostiene la
lámpara de licopodio, sopla fuerte -
mente,y produce una viva claridad: El
venerable, sin perder un instante, dirige
al candidato estaspalabras:
Nada temais, hermano mío; de las
espadas que os amenazan por todas
partes; no son temibles más que á los
perjuros. Si sois fiel á la franc-maso
-II6

nería, como lo esperamos, estas espa


das estarán siempre dispuestas á defen.
deros; pero si, por el contrario, llega
seis algun día á serle traidor, ningun
lugar de la tierra os ofrecería un refu
gio seguro contra estas armas vengado

¿Cómo podrán justificarse ya los ma


sones? Y, á vista de sus mismas confe.
siones, que acabamos de oiry vamos á
examinar, qué tendrán que responder?
Nada ciertamente.... cubrirse de con
fusion y vergüenza, ó mejor dicho, ate
rrarse, al convencerse de que son unos
mónstruos de iniquidad, calificacion más
benigma que podemos aplicarles.
Ahora os convencereis de que no he
mos hablado por capricho, y sí con da
tos muy fundados, cuando hemos afir
mado que la sociedad masónica no co
nocía principio de moralidad; y cuando
hemos agregado, despues, que todas las
proposiciones que hace al candidato,
–1 17

expresando doctrinas sanas en la apa


riencia, contienen un doble sentido de
inmoralidad, que se trata de disfrazar
para no mal prevenir al candidato, án
tes de cogerle el terrible juramento que
le ha de obligar, miéntrasviva, á guar
dar el más absoluto silencio sobre cuan.
to vea y oiga en las logias.
Nada es más fácil que sorprender y
coger en mil contradicciones al que usa
de un lenguaje opuesto al de la verdad;
y esto es justamente lo que se verifica
con la franc-masonería, siempre que
quiere disfrazarse, invocando sanas
máximas,que ni conoce, ni ménos ob
serva. Ya hemos visto que segun el
venerable, los obreros de paz se reu
nen en el templo de Dios ó logian,
(que para ellos es lo mismo) con el loa
ble fin de hacer amar el nombre del
SérSupremo, observar sus leyes y ex
tendersu imperio,n
Veamos pues, la observancia de los
–II8

masones en la ley del Supremo Hace


dor. .
En el segundo precepto del Decá
logo, se nos dice expresamente: No
jurarás el santo nombre de tu Dios en
vanon y explicándonos la Iglesia nuestra
madre, los casos en que es lícito jurar sin
infringir este mandamiento nos dice:
que únicamente es permitido el jura
mento en verdad, en justicia y nece
sidad: esto es, que han de concurrir en
él estos tres requisitos de ser verídico,
justo y necesario, de tal manera que,
en faltándole una de estas tres circuns
tancias, es criminal y se infringe la ley
divina.
Ahora bien: la franc-masonería exige
en primer lugar de los que solicitan la
entrada en su seno, no un juramento
solo, sino muchos, que no cesan de re
producirse hasta concluir la medad ma
sónica, que equivale á decir por toda
la vida. Para darle el grado de aprendiz
(que es del que ahora nos ocupamos)
exige del candidato dos juramentos. El
primero, tiene lugar como "lo hemos di
cho, sobre una copa preparada al efec
to, y á la que los masones, en su cinis
mo y licencia, llaman nvaso sagrado;
y el segundo, jue llaman el terriblen
y (que lo es en efecto por su naturaleza
y circunstancias) aquel que se le arran
ca rodeado de espadas,
Examinaremos ligeramente estosju
ramentos, y veamos si la franc-masone
ría por exigirlos, y el candidato por
otorgarlosvoluntariamente, traspasan la
ley divina.
Los teólogos nos dicen que el juicio
de discrecion nin yudicio, se requiere
de parte del que jura, porque faltara á
la reverencia debida á Dios, llamándo
le pór testigo mex levi causa, esto es,
sin madurez ni discrecion. La verdad
y la juistician se requieren dé parte de
lo que se confirma con juramento ó de
-I2O

la materia jurada; porque ni debe se


nfalsa ni injusta, ó ilícita, sino verdade.
ra y justa, ó buena moraliter.
Si al juramento falta la discrecion, es
mincauto; si la verdad, falso; y si la
justicia, ninícuo ó injusto. Hay discre.
cion ó necesidad en losjuramentos ma.
sónicos? ¿Es justo yverídico el asunto
ó materia que constituye el juramento?
Hé aquí los dos puntos principales que
hay que investigar.
Pocos serán los que ignoran que las
sociedades secretas y muy particular.
mente la franc-masonería, se hallan
condenadas por la Santa Sede, los pon
tífices Clemente XII, Benedicto XIV,
Pío VII, Leon XII, Pío IX, y última
mente, Nuestro Santísimo Padre el Se.
ñor Leon XIII. Nos proponemos dar
íntegros los breves publicados por los
nombrados Santos Papas por lo que se
comprobarán nuestros asertos, y las con
denaciones que contienen todos estos
- I2 I

breves, nos dicen lo bastante para poder


ó no resolver si será ó no discreton y
necesario el juramento que se exige
prestan voluntariamente los masones.
Son, pues, indiscretos, innecesarios,
incautos los juramentos masónicos,
y por lo tanto criminales y ofensivos á
Dios, cuyo nombre sólo debe tomarse
para reverenciarle y glorificarle. Em
pero, no es la indiscrecion, si se le
compara con las otras dós circunstan
cias que deben concurrir en eljuramen
to ilícito, la que reviste al masónico
de un carácter más grave é inmoral;
nos resta examinar la justicia de lo que
jura, y la verdad con que se jura.
¿Qué es lo que se jura? Si se estu
dian con detencion ambos juramentos,
se verá que al candidato se le exige
una obediencia ilimitada á cuanto le
prescriba la respetable asamblea masó
nica, ante quien se halla;y esta socie
ESTUDIOS SOBRE LA MASONERIA,-II
--I22

ad le dice que podrá haber un caso en


ae se le exiga cuanto pueda exigirse
de él, en lo humano, esto es, que derra.
me hasta la última gota de su san
e.

El candidato, ignora,pues, qué exi


gran de él; y toda vez que no hay ca
se» alguno, (como se le manifiesta) en
.gne deba desobedecer á aquella socie.
dad, al consentir en este pacto atroz, al
pronunciar este terrible juramento, que
de hecho le obliga, compromete, y per
indica no sólo por lo que hace al cuer
po, sino á su alma, comete una ninjus
tician grande, ofende á la pura moral,
y se hace reo de la mayor iniquidad.
Esto es por lo que hace al primer jura
mento, pues respecto del segundo, no
ay más que leerlo ligeramente para
onocer que con él entrega, (expresa
mente y de una manera absoluta) su
propia vida en manos de una scciedad
que le dice poco despues que el perjuro
—123—

no está libre de su terrible venganza,


en ningun lugar de la tierra.
No es, pues, injusto, sino ninjustísi
mon y altamente inmoral el juramento
d juramentos masónicos. Es tambien
falso, si hemos de hacer algun favor
á los masones, (ó al ménos á muchos
de los postulantes de buena fé) porque
nos cuesta trabajo creer que hombres
que parecen ser hcnrados se unan á la
franc-masonería con un pleno conoci
miento de la maldad que abriga, y que
juren con una voluntad firme, basada
en la creencia de que saben que juran
con verdad una cosa que, no obstan
te ser inicua, se proponen cumplir con
fidelidad. No: los más de los que han
entrado y entran de buena fé, son sor
prendidos y alucinados; y,por lo tanto,
juran otra cosa muy distinta de lo que
realmente se les exige; pero, esto no
quita para que se hagan criminales,
pues que todo cristiano, ántes de jurar
debe reflexionar si es lícito el juramen
to que se le exige; y, á poco se conven
cerá de que es indiscreto, injusto y fal
son el juramento que va á prestar, por
que además de haber demostrado pun
to por punto que falta la discrecion, la
justicia y la verdad, requisitos indis
pensables para que aquel sea ilíciton,
está rebatido todo argumento con pro
bar, segun hemos ofrecido, que está pro
hibido el ser franc-mason por los suce
sores de San Pedro,y vicarios de Jesu
cristo en la tierra.
De la misma manera que hemos he
cho ver cuál es la observancia de los ma
sones respecto de las leyes del Supre
mo Hacedor (mision á que dicen se
consagran), al ocuparnos de la legalidad
y justicia de los juramentos que exigen
al que solicita el ingreso en su seno;
asimismo nos sería fácil demostrar la
falsedad y contradiccion en que incu
rren aquellos, cuando dicen que se ocu
-125–

pan en sus logias de elevar templos má


la virtud y calabozos para mel vicio,
con todas las demás teorías que invo
can para sorprender á los incautos.
Mas como somos hijos de este siglo de
positivismo, y estamos por los he
chos más que por las palabras y pom
posas teorías, de aquí el dejar de ocu
parnos ahora de estos puntos acceso
rios que en el curso de estos artículos
irán apareciendo bajo su verdadera faz,
hasta que al tratar de los hechos,
venga á tierra todo el aparato miste
rioso con que se emboza la franc-ma
sonería, y quede sólo el horrible móns
truo, cuyas viciadas y repugnantes for
mas ocultará con astucia á los sencillos
é ignorantes.
En nuestro próximo artículo nos
ocuparemos de las palabras que el ve
nerable dirige al candidato luego que
acaba de pronunciar el terrible jura
mento, pues que de ellas, lo mismo jue
-126–

en otras muchas, se descubrirán las msa


nas doctrinas que abriga la franc-ma
sonería.
VI

La moral cristiana, única que puede


hacerfelices á los hombres, pues que
emana de la misma sabiduría y santi
dad, no admite un sólo caso en que se
pueda faltar á uno de sus preceptos sin
faltar á toda ella:y por esta causa, nos
dice la Iglesia con Jesucristo que el que
comete un sólo pecado mortal pierde la
gracia de Dios y se hace digno de una
muerte eterna. Y qué diremos en vista
de esto, de la sociedad masónica, que
no sólo aprueba, sino que manda ejecu
tar un crímen para satisfacer su ven
ganza hécia los perjuros? Ah! si somos
ingénuos no podemos dejar de conve
niruna y mil veces de que es altamen
te inmoral, y, por consiguiente, muy
–128–

perniciosa á la Religion y al Estado.


La sociedad masónica dice por boca del
venerable que su mision es la de hacer
amar el santo nombre de Dios y esten
der su imperio de sus leyes; y al mismo
tiempo, declara al profano que si des
graciadameute faltara á su juramento,
ningun lugar de la tierra le ofrecería un
refugio contra sus armas vengadoras:
luego la franc-masonería, al faltar de
ese modo á las leyes santas que orde
nan el perdon á los enemigos, ni ama
el nombre del Señor, ni obedece sus
divinos preceptos, ni puede ser útil á
la humanidad.
El asesinato es uno de los mayores
crímen que puede cometerse, por las fa.
tales consecuencias que de él . . pueden
tambien seguirse no sólo morales sino
políticas y sociales. Las leyes huma
nas así como las divinas, descargan to.
do su rigor contra el asesino alevoso; y,
no obstante la masonería obliga átodos
-129

y á cada uno de sus miembros, á que


hieran sin compasion al desgraciado
que revele sus secretos. Al ver esta
crueldad no podemos ménos de excla
mar de nuevo: ¿Qué secretos son estos,
para que merezca tal castigo su revela
cion? Pues qué, puede haber alguna co
Satan trascendental para el alma y pa
ra el cuerpo que la ofensa que se hace
á Dios? Y en todo caso, podría pasar
de aquí la revelacion de los misterios
masónicos, cosa que bien vista es hasta
de conciencia su publicacion, pues que
si son buenos no pueden ser perjudi
ciales á nadie, y si malos deben ser co
nocidos de todos, para que pueda huir
se de la sociedad que los abriga?
Y si hallamos indulgencia y miseri
cordia en nuestro Supremo Hacedor,
siempre que reconocemos haberle fal
tado, ¿por qué la sociedad masónicano
ha de perdonar al que incurre en una
falta, que por grande que fuera, nunca
—13o

podría llegar á la que ella misma co.


mete, ordenando á todos sus miembros
el asesinato del perjuro? Si esto es mo
ral, útil y provechosa á la humanidad;
y si á esto se llama amar el nombre
del Eterno y estender el imperio de sus
leyes, entónces cofesamos que la so
ciedad masónica es santa, justa, bené.
fica, humanitaria, y la única que pue
de hacer dichosas á todas las nacio.
nes. Pero nó, léjos de nosotros tales
errores: lo que es malo siempre tiene
que serlo; y nos cumple á nosotros co
mo hombres probos y amantes de la
humanidad, elevar nuestra débil voz y
dar á conocer dónde está el orígen de
todos los males que tocamos,y de to
dos los que se seguirán, si la incauta
juventud no oye nuestros humildes con
sejos, y huye siempre de todo aquel,
(sea el que quiera el estado á que per
tenezca) que le aconseje óinduzca á for
mar parte de esa fatal sociedad.
—131

No hay que dudar ya en vista de lo


que acabamos de exponer, y de lo que
seguiremos diciendo: el puñal y el ve
nenom son las armas escogidas de que
se valen los masones, para castigar al
desgraciado que falta á sus juramen
tos!...... ¿Qué necesidad, pues, tene
mos de ser masones? Necesitamos po
seer este título para salvarnos? Al con.
trario, teniéndolo nos perdemos. ¿Ne
cesitamos del apoyo de la masonería
para ser felices en esta vida? Si busca
mos la felicidad del mundo, la felici
dad engañosa, fundada en los honores,
en las riquezas, en la vergonzosa satis
faccion de las pasiones, sí; mas si de
seamos poseer una conciencia tranqui
la, que es en lo que consiste la verda
dera paz y felicidad, no, de ninguna
manera. Si despreciando las cosas del
cielo, se buscan los goces de la tierra,
entónces ya hemos oido al venerable:
todos los masones, armados con sus es
padas estarán prontos á defendernos
contra el que pretenda hacernos el me-"
ndr mal sin mirar en ningun caso la
justicia del ataque que se nos diriga,
ni ménos la autoridad del que lo orde
ne. La masonería no reconoce autori
dad superior á ella, y por esta causa ha
sabido vengarse siempre desde el go
bernante hasta el esclavo;siendo todos,
víctimas de su furor, cuando ha conve
nido así á sus intereses. ¡Cuántos des
graciados han perecido al contagio del
veneno ó al filo de la espada, por ha
ber declarado los secretos que tanto se
procura ocultar á los demás hombres...
Terminada la ceremonia del jura
mento, el candidato es conducido al
bufete del venerable (que los masones
llaman altar), y allí arrodillado, el
venerable le pone la punta de la espa
da flamígera sobre la cabeza y le dice:
En el nombre del gran Arquitecto del
universo, y en virtud de los poderes que
- 133

me han sido confiados, ós creo y cons


tituyo naprendiz mason, y miembro
de esta respetable logia.
Quisiéramos saber de dónde le han
venido al venerable esas facultades de
que hace uso en nombre del gran Ar
quitecto del universo. ¡Hasta dónde
conduce el error á los hombres! Lo mis
mo que si Dios hubiera instituido la
franc–masonería, cual lo hizo con el sa
cerdocio católico (con el poder de atar
y desatar ligadaras del pecado) por la
mediacion de su divino Hijo, así el ve
nerable, con untono imperativo, mayor
que el que podía usar un vicario de Je
sucristo, inviste al candidato del título
de aprendiz mason, y toma en sus
lábios el puro nombre del Sér Supremo,
con la misma libertad que si fuera el de
uno de sus dignos hermanos,
En seguida da tres golpes sobre la
hoja de la espada con su mazo de direc
ESTUDIOS SOBRE LA MASONERIA..-I2
cion; levanta al nuevo hermano: le ciñe
un mandil de piel blanca, emblema del
trabajo; le da guantes blancos, símbolo
de la pureza de costumbres prescrita á
los másones; le entrega asimismo unos
guantes de mujer, para que los ofrezca
áraquella á quien más mestime; despues
le revela los misterios particulares del
grado de aprendiz mason, y le da el tri
ple beso fraternal.
Conducido el nuevo neófito, entre las
dos columnas, se le proclama en su nue.
va cualidad, y todos los hermanos, en
vista de la órden del enerable, aplau
den á su iniciacion con el signo, posicion
de manos y aclamacion de costumbre
con la triple batería.
El nuevo iniciado, despues de haber
se puesto los vestidos de que fué despo
jado al entrar, es conducido por el
maestro de ceremonias á la extremidad
de la columna del Norte, donde se co
leca, por sola esta vez en un asiento
- 135

particular; y el hermano orador le diri


ge un largo discurso el cual no narra
mos por su extension,y únicamente co
mentaremos lospuntos más principales,
para acabar de demostrar la maldad de
los masones.
El segundo párrafo del discurso dice
así:
La asociacion masónica exige de to.
do hombre á quien admite en su seno,
que crea en un Sér Supremo, Criador y
conservador del universo, y que profese
el corto número de dogmas que forman
la base de todas las religiones. Ella le
autoriza, por otra parte, para seguir con
toda libertad fuera de la logia, el culto
que más le agrade, toda vez que deje á
cada uno de sus hermanos usar de la
misma facultad. Ella quiere tambien
que se conforme á los preceptes de la
moral universal; es decir, que sea bueno
y caritativo, sincero y discreto, indul
gente y modesto, equitativo y justo,
-136–

templado yprobo; y no esbastante pa


ra ella el contentarse con obrar bien:
exige más todavía; desea que adquiera
una buena reputacion.
Mas, ¿qué quiere decir esto, si al mis
mo tiempo no se trata de agradar á
Dios? ¿Bastará para que subsista la so
ciedad humana, que los hombres digan
que creen en Dios, y al mismo tiempo
les veamos cometertodo género de ex
cesos y crímenes? No, es imposible....
La sociedad compuesta del conjunto
de todos los híombres, exige de éstos
una recíproca cooperadon al bien, para
que cuanto ellos piensen, digan y ejecu
ten sea bueno; exige un sumo aborreci
miento al mal, para que ninguno de sus
individuos tenga que lamentaruna des
gracia por su propia causa ó la de sus
semejantes. La sociedad, pues, exige
del hombre el cumplimiento de sus sa
grados deberes para con Dios, consigo
mismo y sus semejantes; y si todos los
—137

individuos que forman esta misma so


ciedad no procuran obrar con esta rec
titud, la sociedad se corrompe, la socie
dad se destruye, la sociedad muere.
El siglo XIX, mejor que ninguno,
nos presenta una prueba la más paten
te de esta verdad; pues que en él vemos
que la maldad y la depravacion se han
extendido tanto en todos los estados y
condiciones de la sociedad humana, que
irremisiblemente perece ésta si no se
propone la observancia de la ley santa
de nuestro Dios. Sí, la religion católica
es la única que, puede salvarla ya de la
terrible tempestad que la han acarreado
las doctrinas impías de los filósofos ma
"

Dicen éstos que la masonería autori


za á todos sus miembros para que fuera
de la logia puedan seguir con toda li
bertad la religion que más les agrade,
con tal que dejen á los demás el dere
cho de la misma facultad. La tolerancia,
—138
bien entendida, ninguno puede practi
carla mejor que un cristiano; pero esta
tolerancia, como las demás cosas huma
nas, tiene su móvil, sus reglas y sus lí
mites. Nada se ejecuta en la vida que
no tenga un objeto; porque siendo la
accion producida por la voluntad, y és.
ta excitada por el pensamiento, claro es
que todas nuestras acciones deben prac
ticarse con un fin bueno ó malo, que
tuvo que pensarse de antemano, Sin
un guía, sin una regla que nos ilustre
en lo que vamos á emprender, nada ha
remos tampoco porque caminaremos á
escuras, y los obstáculos y dificultades
nos embarazarán sin dejarnos adelantar
un pase. El móvil nos indicará el obje
to que nos proponemos; y las reglas,
los medios de que debemos valernos
para conseguirlo,
Vamos á explicarnos:
Por tolerancia entendemos ni más ni
ménos que una verdadera condescen
dencia con las palabras y acciones de
nuestros semejantes. Esta tolerancia
puede ser loable y criminal. Si los fines
y medios de que nos valemos para po
nerla en práctica son buenos, sus resul
tados deben serlo tambien; mas, si, tan.
to unos como otros, son contrarios 4 la
razon y á la justicia, esta tolerancia se
rá criminal, y sus consecuencias debe
rán ser muy fatales á los mismos que la
observen. La tolerancia cristiana (que
es la única que verdaderamente merece
este nombre), es tambien la sola que
puede y debe practicar el hombre ra
cional y justo. n Ser condescendientes,
y sufridos para con todos nuestros se.
mejantes, en tanto no faltamos á la
ley de nuestro Criador,es un deber de
todo cristiano; ni pero ver, oir y eje
cutar cosas que se opongan á esta mis
ma ley, sólo para agradar, complacer y
tener contentos á los desgraciados que
caminan por la senda del error del vi
-14o

cio y del libertinaje, esto no es toleran


cia, sino complicidad más ó mémos táci
ta, en el crímen de los demás.
¿Cómo, pues, podrá haber la toleran.
cia que exige la masonería de todos sus
miembros, principalmente entre los que
sean realmente católicos, esto es, cató
licos de corazon, por el convencimiento,
y no por hipocresía; y los voluptuosos
hijos de Mahohma, los corrompidos pro
testantes, los impíos discípulos de Vol
taire, y los materialistas filósofos del
siglo? Sin faltar ásu conciencia, impo
sible, Y no se nos diga que, para esto
(como se le dice al nuevo mason) se tie
nen prohibidas las disensiones y dispu
tas en materias políticas ó religiosas;
porque como el cristiano no puede pres
cindir ni un instante de ser cristiano y
continuamente tiene que estar comba
tiendo sus pasiones, de aquí la necesi
tad en que así mismo se ve de poner
un gran cuidado en cuanto piense, ha
–141

ble y ejecute; y no sólo respecto de sí


mismo, sino para con lo que vea ú oiga
en los demás:pues nunca debe dejar las
armas de la mano,si no quiere ser ven
cido al instante. Eljóven disoluto, con
naturalizado con sus groseros vicios,
no encuentra placer más que en hablar
de sus liviandades; y, ¿el que conozca
los deberes de cristiano deberá buscar
la conversacion y la compañía de este
buen mason? ¿Podrá respetarle y esti
marle como al hombre virtuoso? No,
de ninguna manera: lo compadecerá,
sí, pedirá por él, no lo obedecerá, le
amarátambien en Jesucristo; pero pro
fesarle aquel amor, aquel respeto que
inspira el hombre virtuoso, quien sólo
con su, ejemplo hace más bienes que
otros muchos declamadores de la reli
gion, que con su conducta desmienten
sus palabras, no; esto no puede conce
birse: hay una inmensa distancia de lo
bueno á lo malo, y de la virtud al vi
cio.
–142 -

No nos cansemos más sobre la tole


rancia que exigen los masones: la tole
rancia que ellos quieren es un conve
nio critminal hecho entre todos sus
miembros, para vivir cada cual de la
manera que más le acomode, sin mez
clarse ninguno en si aquel obró mal, ni
el otro peor; y sí sólo en protegerse mú
tuamente para sus intentos, sin cuidar
se de las leyes divinas y humanas, y
sin atender más que á sus caprichos y
deseos.
No debemos, pues, alucinarnos: refle
xionemos bien lo que se exige del ma
son,y veremos claramente que todas
las buenas máximas con que se quie
ren encubrir las malas, se destruyen por
sí mismas; siendo tal su contradiccion,
que, é no pueden observarse, ó de lo
contrario viene á tierra el edificio ma
sónico.
Al mason se le dice, como ya hemos
visto, que puede abrazar la religion
que quiera fuera de la logia, con tal que
no se mezcle en la que abracen los de
más; y á continuacion se le dice, que
la sociedad quiere tambien que todos
sus individuos se conformen á los pre
ceptos de la moral universal, es decir
que sean buenos y caritativós, since
ros y discretos, indulgentes y modestos,
equitativos yjustos, templados y pro
bos para hacer más patentes los erro
res masónicos, ó mejor dicho, que los
miembros de esta sociedad no son (ni
se quiere que sean) lo que aquí se di
ce, vamos á suponer por un momento,
que nosotros, católicos por conviccion
profunda, segun dejamos consignado,
nos presentamos á solicitar el ingreso
en la sociedad masónica.
Supongamos, así mismo, que echa
mos un velo á las exigencias de los im
píos juramentos que debe prestar el
profano, que no es poca suposicion; su
pongamos tambien, que no nos para
-144

mos en la simpleza de las pruebas, ni


en las demás ceremonias que tienen lu
gar en la recepcion del profano, y que
sólo nos atenemos, para ser fieles á la
masonería, á la detallada instruccion
que da el hermano orador al nuevo ma
son. En virtud de la facultad que la so
ciedad nos concede de abrazar,fuera
de la logia, la religion que más nos aco
mode, abrazamos la Religion católica,
porque creemos que es la única verda
dera, y la sola que puede hacer felices
á todos los hombres, y la abrazamos
con el corazon, como realmente se la
debe abrazar; porque en otro caso era
abrazarla en el nombre, y la fé muerta
de nada sirve.
Ahora bien: si éramos católicos fue
ra de la logia, teníamos que serlo den
tro de ésta y en todas partes; y si den
tro de la logia se nos exigía alguna co
sa que se opusiera á nuestra religion,
tal como asesinará un hermano que hu
—145—
biera cometido el atroz crímen de reve
lar los secretos masónicos, nos veíamos
en el compromisod, ó dejar de obe
decer á la respetable asamblea, que nos
imponía una órden á la que como ma
sones no podíamos faltar, ó hacerlo á
nuestros deberes còmo cristianos por
obedecerá aquella; en esta alternativa
quisiéramos nos dijeran los masones
ilustrados cómo nos deberíamos condu
cir para llenar los deberes masónicos sin
faltar á nuestra religion. Si seguimos á
esta, dejamos de ser buenos masones;
y si preferimos los primeros, nos enga
ña la secta al decirnos que nos dá su
ficientes facultadés para abrazar la re
ligion que más nos agrade, pues que
llega un caso en el que nos exige deje
mos de cumplir los deberes que ésta
nos impone. Se nos dirá tal vez que es.
te caso ya está previsto, puesto que las
facultades para abrazar la religión que
aspios sobre la asocia—3"
1.46

más nos agrade, no se extienden sino á


fuera de la logia, como terminante
mente se marca en la instruccion; mas
á esto contestaremos, que ignoramos se
pueda abrazar verdaderamente el cato
licismo, y prescindir de él al mismo
tiempo, cuando y cómo se nos antoje.
La religion se graba en el corazon,y
no puede dejarse á la puerta de la logia,
cual una prenda que se quita ópone á
voluntad de su dueño, sin que por esto
varíe de nombre ni de forma. Esto es,
pues, un crasísimo error, disculpable só.
b en la ignorancia de los ilustrados
masones, que no saben, ó mejor dicho,
no quieren observar los deberes que á
todos y en todas partes nos impone la
religion, y con ella la razon y la justi
cia.
La religion no es otra cesa que aque
la virtud moral con la cual adoramos á
Dios: y como para adorarle es indis
ensable cumplir con su santa ley, de
—147—

aquí se sigue, que en el momento en


que abracemos la religion católica, con
un deliberado propósito de observarla
cuando únicamente nos acomode, esto
es, solamente fuera de la logia, ya no
amamos realmente á Dios, ni abraza
mos su religion santa, que nos manda
ser fieles en todas partes, así como El es
siempre nuestro padre, y cuida de no
sotros en todo tiempo.
Luego, si vemos que en el caso de
abrazar el mason el catolicismo, que es
la sola, la única y la verdadera religion,
no puede cumplir con los preceptos
de la masonería sin faltar á aquella,
debemos deducir, que las religiones
de que habla esta sociedad son todas
ménos la católica; en cuyo caso, siendo
todas falsas y erróneas, claro es, que
los principios masónicos son nocivos y
perjudiciales á la verdadera religion y al
gobierno que observe ésta.
Ya hemos visto lo que se exige áto
–148–

dos los masones respecto á moral; y pa


recía justo, que siendo los masones tan
celosos de las leyes de Dios, impusieran
tambien ciertos castigos á aquellos que
se separan de esta línea de conducta; y,
sin embargo, nada nos dice el orador
mason acerca de este particular, mién
tras que la experiencia nos hace ver á
cada paso que la mayor parte de aque
llos son, cuando ménos, unos indiferen.
tistas en materia de religión,y por con
siguiente que no conocen ni se ocupan
más que de satisfacer todas sus pasio
nes y gozar (como ellos dicen) de los
bienes de este mundo.
VII

Vamos á analizar el párrafo del dis


curso del orador masónico, el que nos
presta un campo vasto para probar cuá
les son los fines y tendencias de la so
ciedad masónica, y la clase de religion
que observa.
Sin duda el cristianismo, dice el
orador mason, había proclámado ya el
principio de fratenidad entre los hom
bres; pero solamente la franc-masone
ría tiene el privilegio feliz de poder apli
carlo. Jesucristo dijo: nMi reino no es
de este mundo. n La franc-masonería,
por el contrario, dice: Mi reino es de
este mundo. Jesucristo ordenaba sa
crificios que no debían tener su recom
pensa sino en el cielo, la franc-masone
-IO
5 -

ría tiene su recompensa en la tierra. El


cristianismo y la franc-masonería for
man un todo completo, y pueden pres
tarse un mútuo auxilio para dicha de la
humanidad.
No tenemos expresiones con que po.
der expresar nuestro agradecimiento al
autor de la franc-masonería práctica,
por las importantes revelaciones que
nos ha hecho, y cuyo verdadero sentido,
por más que se quiere tergiversar, de
muestra palpablemente cuanto hemos
afirmado de la inmoralidad y corrup.
cion de la sociedad masónica.
Sólo el extravío de la razon puede
hacer emitir ideas tan opuestas como
las que contiene el párrafo citado,
¿Quién ha dicho á los masones que
el sentimiento de fraternidad proclama
do por el cristianismo desde el princi
pio, no ha sido aplicado más que por la
franc-masonería? ,

Momentes hay en que nos pasmamos


—151–

al ver la osadía de esos desgraciados


que, despues de obrar tan criminalmen
te, tienen aún valor para decir que sólo
entre ellos es donde se observa la fra
ternidad que prescribe nuestra divina
religion. De este aserto que para los
masones es indudable, al ménos en el
dicho,vamos á deducir consecuencias de
suma importancia.
Sabido es, que el principio de frater
nidad, lo mismo que todos los que pro
fesa el cristianismo, de nada sirve si no
se observa al mismo tiempo que se con
fiesa:luego, si sólo los masones son,
segun ellos, los que así lo practican, te
nemos un deber de imitarlos,unirnos á
ellos y seguir su ejemplo.
Nada, pues, tendríamos que contes
tar á este argumento si la hipótesis en
que se funda, no quedara destruida por
sí misma, viniende á probarse nada mé
nos sino que esta fraternidad, ó mejcr
dicho, este lazo que une á los masones,
es un lazo infernal, yun fuerte nudo
que los esclaviza unos á otros sin pa
rarse en los medios de que puedan va
lerse. La fraternidad cristiana manda
amar en todas partes y en todostiem
pos á todos nuestros prójimos; y no se
distingue á unos hombres de los otros.
La fraternidad masónica por el con
trario, manda amar á todos en el nom
bre;pero sólo á los no profanos en rea
lidad. La fraternidad cristiana no se
contenta con amará los amigos: exige
terminantemente el amor hácia nues
tros enemigos, y nos manda perdonar.
los y pedir por ellos. La fraternidad
masónica, por el contrario, siendo, co
mo es, una verdadera paradoja en cuan.
to al nombre, y un lazo infernal res
pecto al hecho, no sólo hace distincion
entre los hombres y los que pertenecen
á su secta, sino que hayun caso en que
uno de los miembros, por cometer una
falta que ánadie puede perjudicar, es
-153-

declarado como el más odioso enemigo;


y no sólo no se le perdona, sino que se
le arranca la existencia, y su nombre
es maldecido por los que tan falsamen
te se llaman hermanos.
Reasumiendo, pues, el parangon, re
sulta que es una falsedad el decir que
los franc-masones son los únicos que
observan el sublime precepto de la fra
ternidad cristiana; y sí, por el contra
rio, que son los enemigos más irrecon
ciliables de esta fraternidad, cuya úl
tima prueba se funda en perdonar á su
enemigo, compadecerle y pedir siempré
por él. ... . .
Pero sigamos al orador que aún tie
ne que suministrar revelaciones más
importantes que las que pudiéramos de
sear. i a
Jesucristó dijo: Mi reino no es de
este mundo y la franc-masonería dice:
Mi reino es de este mundo.n.
- ¿Queremos más claridad? ¿En vista
-154

de esta explícita yterminante manifes


tacion de parte de la sociedad masóni
ca, se la podrá calificar de reservada é
hipócrita? No; seamos siempre verídi
cos ántes que todo, y confesemos que,
en esta ocasion no pudo ser más clara
la secta que vivificara á Voltaire,
Alambert y todos sus correligionarios.
Nos atrevemos á asegurar que esta con
fesion, así como las palabras que aca-
ban de confirmarla en tedas sus partes,
fué hecha por el señor Cassard sin re
flexionar todo lo que descubría á la faz
del universó. Vamos á ocuparnos de
ella... ...
Todas las generacionespresentes des
cienden de las pasadas, teniendo todas
su orígen y principio en elprimer hom
bre y una primera mujer. Y estos dos
primeros séres, ¿de dónde dimanaron
¿Se dieron á sí mismos la vida? Contes
te el profundo filósofo y enmudezca el
atrevido ignorante, á quien nada cues
- 155–

ta hablar de lo que ni entiende ni cono


ce. Para el primero, el orígen del homa
bre es un misterio impenetrable, si no
admite el testimonio de la fé; mejor di
cho, reconoce y afirma que ha sido
creado por un SérSupremo, cuya supe
rioridad es infinita, porque no puede
haber otra entre la criatura y su Cria
dor.
Aquella, sin embargo, quiso igualarse
á su mismo Hacedor, á aquel de quien
todo lo recibió y que nada necesitaba
de ella; quiso competir con aquel Sér
perfecto, á quien justamente debía tri
butar el más grande y profundo respeto,
y su soberbia inaudita le arrojó al abis
mo del error, dejándola reducida al es
tado más miserable. El hombre quiso
conocer, la luz pura de la divinidad,
quiso saber tanto como Dios: y el hom
bre fué justamente castigado, perdiendo
los dones que gratuitamente había re
cibido del cielo, y quedando sumergido
ue las más densas tinieblas.
–156

¡Oh soberbia, soberbia, cuántos males


nos has causado!... . . . .
¿Y qué recurso quedaba al mísero
mortal en tan triste éstado? ¡Ah! arras
trar perpetuamente la terrible cadena
con que él mismo sé esclavizara, si el
Autor de sus días no le amara todavía
y le alargara su benéfica mano, para le
vantarlo de la caida en que lo postrara
el pecado. Le es, pues, ófrecida lave.
nida de un libertador, un redentor: y la
esperanza, esa virtud sublime, consuelo
y alimento del hómbre, por decirlo así,
se deja sentir por primerá vez, en el opri
mido corazon de nuestro primer padre,
y le restituye el áliento y las fuerzas
para proseguir el viaje de la vida. El
entendimiento humano necesitaba una
nueva luz que lo guiara, una revelacion
que lo ilustrara; y un divino maestro
apareció entre los hombres pará ense.
narlos. Este maestro esJesueristo. Su
palabra, pues, esla única que debe va
asidi a el
–157

ler á los ojos del hombre, porque es la


misma verdad.
¿Y qué quiere significarnos Jesucris
to, cuando dirigiéndose á Pilatos, y en
él á todos los hombres les dice: u M
reino no es de este mundo? ¿Será por
ventura que nos entreguemos á los vi
cios y placeres terrenales, cual sino nos
esperara otra vida despues de ésta
¿Será que no observemos más ley que
la de "nuestros apetitos, y que despre
ciemos sus leyes santas, sin respetar y
acatar sus divinas palabras? No, nada
ménos, Jesucristo nos dice á todos:
nMi reino no es de este mundo; esto es;
yo, aunque soy Señor de los cielos y la
tierra, no he venido al mundo á con
quistar un reino terrenal; he venido sí
para dar testimonio de la verdad y to
do aquel que pertenece á la verdad es
cucha mi voz.
Calle, pues, el franc-mason impío,
ESTUDIOS SOBRE LA MASON FIRIA-I4 .
–158–

que no contento con tomar en sus lá.


bios impuros el nombre del que es la
verdad misma, se atreve á declarar en
voz alta que sus doctrinas son diame
, tralmente opuestas á las de Jesucristo.
Este sábio maestro nos recuerda con
esas palabras que el reino para que he
mos sido criados no es de este mundo;
que él nos dotó de una alma á su imá
gen y semejanza, no con otro, fin sino
con el de que le amemos y sirvamos
ea esta vida, y ganar así el reino para
que nos criara. Nos dice, en otra par
te, las pruebas que debemos darle de
este amor sobre la tierra, que no son
otras que el complimiento de su santa
ley; y, por último, para acabarnos de
marcar cuál debe ser nuestra conducta
si queremos conseguir el términc de
nuestra felicidad nos dice terminante
mente; No hay más que dos caminos:
ó Dios, ó el mundo: el que tenga ape
gado su corazon á las cosas de la tierra
–159–

de ella recibirá el premio. No admito


division alguna en el corazon del hon
bre: quiero que sea todo mío, como el
mío es todo suyo. No puede haber me
diacion alguna entre Jesus y Barrabás:
el primero es el camino de la salvacion,
el segundo el de la perdicion: el prime
ro la luz, el segundo las tinieblas: el pri
mero la vida, y el segundo la muerte.m.
Ahora bien: este Jesus nos dice que
su reino, que es para el que nos ha
criado, no es de este mundo; y que, pa
ra ganarlo, es necesario renunciar á es
te de acá bajo con el corazon, esto es,
procurando que, áun cuando estemos
en medio de él, nuestro corazon esté fi
jo en Dios, ame á Dios y desee la
union con Dios: luego, la franc-maso
nería que, sin el menor rubor, nos de
clara que ella, por el contrario dice
Mi reino es de este mundo, esto es,
que sus doctrinas, sus planesysus pen
samientos todos se cifran únicamente
-16o

en las cosas de este mundo; en sus go


ces, pompas y vanidades (que es jus
tamente lo que ejecuta), es el Barrabás
de quien habla Jesus, es el camino de
perdicion, es el enemigo mortal de Je
sucristo y de su santa doctrina. Mi rei
no es de este mando. Esto es, la franc
masanería compuesta de todos los hom
bres ilustrados, que no oyen otra voz,
que la de su veluntad, porque son libres,
desprecia abiertamente todas las máxi. "
mas evangélicas, inventadas por la su
persticion y el fanatismo, y no se some
ten más que á su razon que les dice
que el hombre no debe tener ninguna
clase de yuge, porque entónces dejaría
de ser libre; y que debe vivir con toda
libertad; disfrutando de los placeres de
este mundo que toca y vé, sin hacer el
menor caso de esa otra vida de que nos
hablan los fanáticos y lcs ignorantes.
La franc–masonería es demasiado ilus.
trada para privarse de lo seguro por lo
–161

dudoso, y dejar de gozar de lo que pue


de y tiene en su mano, por conseguir lo
que no ha visto ni ménes en ee.
Oh, queridos lectores, ¡cuánto trabajo
nos cuesta extender delante de vosotros
proposiciones tan atroces é impías! Pe
ro,¿podríamos dejar de hablar en estos
términos, áun á cesta de mortificaciones?
No; es preciso sobreponernes á nosetros
mismos y sefocar todos nuestros senti
mientos, cuando se trata nada ménos
que de dar á conocer á aquellos hom
bres que han side la causa de todos los
males que deploramos y los que nes
restan por deplorar. Es indispensable,
repetimos, que la se ciedad entera sepa
quiénes son los franc-masones de los si
gles 18 y 19 para que, aunque tarde,
abra los ojos y se convenza de que esos
vampiros aúa no están satisfechos de
sangre, de ruinas y de desolacion; y
que, miéntras existan durarán las revo
lucionesy trastornos,tanto morales co
mo políticos y sociales,
–162

Hemos visto ya que la franc-maso


sonería tiene unas miras y tendencias
enteramente contrarias ála deJesucristo,
y que, miéntras este sábio maestro nos
manda volver las espaldas á este mundo
miserable y pasajero, la franc–masone
ría dice que, ella por el contrario, sólo
pope sus miras en lo que llama gozar
de este mundo, dando á entender que
es más cuerda en preferir lo presente á
lo venidero. Desgraciados!...... pre
ferir cuatro días de vida, ó mejor dicho,
un momento, pues tal es la vida, áuna
eternidad. ¡Oh locura!... ... porque al
cabo, si áun estos años de vida, este
momento, se pasara en un estado de
felicidad; si el corazon de la criatura se
satisfaciera,si llegara á decir alguna vez:
no deseo más, si gozara realmente. ...
Ah! entónces podrían tener alguna dis
culpa los franc–masones, y cuantos con
ellos pensaran de este modo,
Pero pongan la mano en su pecho
—163–

todos los hombres, desde el emperador


el más poderoso, hasta el más insigni
ficante pastorcillo; consulten las criatu
ras todas á su propio corazon para ver
si está satisfecho, si nada desea ya, en
una palabra, si es feliz; y no podrán mé.
nos de confesar, lo mismo el rico que el
pobre, el sábio que el ignorante, que el
corazon humano formado por Dios y
para Dios, no puede llenarse mas que
con Dios; y que así como cuanto más
nos aproximamos á El,esto es, procu
ramos serle más fieles y tratamos de
imitar más sus sublimes virtudes, nos
acercamos más y más á la felicidad, fe
licidad que puede hallarse, en cierto
módo, áun en este valle de lágrimas, y
que consiste en poseer una conciencia
tranquila, así tambien, por un órden
natural, y que se explica fácilmente,
cuanto más nos olvidamos del fin para
que hemos sido criados, decidiéndonos
nuestra insensatez é ignorancia á prefe
-164

rir las lentejas de Esau por la bendicion


del divino Isaac, así experimentamos
más vacío, más ansiedad, más afliccio
nes, más congojas y más tormentos. Pe
ro olvidemos esto,por ahora,porque es
muy profundo el dolor que nos causa
el ver hasta dónde conduce el extravío
de la razon á los ilustrados masones, y
sigamos nuestro exámen.
Si alguno de nuestros lectores no es.
tuviera satisfecho aún de que los princi.
pios de la franc-masonería son opuestos
en un tode á los de la moral de Jesu
cristo, suspenda su juicio y vea las pa
labras con que acaba de explicarse la
secta, ratificándose más y más en el si
niestro sentido de su proposicion ante
rior.
nJesucristo, dice, ordenaba sacrificios
que no debían tener su recompensa si
* no en el cielo; los sacrificios que prescri
be la franc-masonería tienen su recom
pensa en la tierra. En vista de estas
–165

palabras, ¿podremos dudar ya de los fi


nes y tendencias de esta fatal seciedad?
En la proposicion anterior mo cabe
subterfugio alguno, perque la palabra
por el contrario no admite más que un
sentido tetalmente opuestó en la esen
cia y en la forma; mas, como si esto no
fuera bastante, y para acabar de con
vencer plenamente aún á aquellos más
pertinaces en mirar á la franc–masone
ría como una sociedad benéfica, huma
nitaria y provechosa al género humano;
la misma secta nos dice, á renglon se
guido, que no quiere ser por esta vez
falaz: que lo que ha dicho es lo que
siente y lo que observa; y en prueba
de ello concluye declarándemos: que si
Jesucristo ordenaba sacrificios cuya re
compensa sólo debía esperarse en el cie
lo, ella, más positivista, por decirlo así,
nos dice que los sacrificios qne prescri
be son recompensades en la tierra.
Ha llegado ya el caso, pues, de que
–166

llamemos la atencion de nuestros lecto


res, haciéndoles ver que la mision de la
franc-masonería moderna no es otra
que la de hacer la guerra á muerte á Je
sucristo y á su religion santa, siguién.
dose despues, como consecuencia na
tural, la que han declarado á todos los
reyes de la tierra y con ellosátodos sus
fieles defensores. La secta en que se ini;
ciara Voltaire, ese genio vomitado por
el infierno, nos dice terminantemente
que su reino y sus sacrificios son dia
metralmente opuestos al reino de Jesu
cristo, y á los sacrificios que este Señor
nos exige: se declara su rival, y su pri
mer ataque es dirigirse á los hombres
con estas lisongeras promesas:
Abrid los ojos hombres todos, y
elegid entre estos dos destinos: Jesu
cristo, que os dice que su reino no es de
este mundo; ó la franc-masonería, que
os promete cosas positivas, cosas cier
tas, puesto que su reino es de este mun
-I 67–

do. Elegid entre estos dos caminos: Je


sucristo, que os exige grandes sacrifi
cios y privaciones en esta vida, y cuya
recompensa os declara que no debeis
esperarla sino en el cielo, ó la franc.
masonería, que está por lo presente, y
no sólo funda su reino en este mundo,
sino que los sacrificios que exige los
recompensa acá en la tierra, colmando
á sus fieles miembros, de honores, em
pleos riquezas, y distinciones.
Jesucristo, que os prescribe unos sa
crificios en virtud de los cuales teneis
que poner tasa á todosvuestros apeti
tos y deseos, si quereis ganar su futuro
reino; ó la franc-masonería que os de
ja una amplia libertad para pensar y
obrar, permitiéndoos abrazar la religion
que más os acomode, y no ocupándo
se más que en hacer felices á los hom
bres, en este mismo mundo, prote
giendo á todos sus miembros y pro
porcionándoles mil goces y placeres.
–168–

Este y no otro es el espíritu de la fránc.


masenería al presentar al nuevo mason.
las proposiciones que acabamos de re.
latar. Pero, solapados, cual ne otros, los
franc-masones, y temiendo que el nue
vo hermano pueda escandalizarse de lo
que acaba de óir, si no se le dan algu
nas explicaciones, con esa astucia infer
nal que los distingue, le dicen á ren
glor seguido, y no con otra intencion
que la de confundirle y tranquilizarle,
por el pronto, estas palabras:
El cristianismo y la franc-nasone
ría se perfeccionan uno por otro, y pue.
den prestarse un mútuo auxilio para di
cha de la humanidad.
No nos debe asombar lo que diga ni
haga el hombre á quien ciega su sober
bia, en tales términos que le dé valor
para rebelarse contra el Autor de sus
dias, contra aquel que, con sólo querer,
lo reducirá al polvo mismo de donde le
sacó. Y decimos esto, porque parece
—169–
increible la osadía de los franc-maso
nes al hablar tan impíamente del Cris
tianismo y de su divino fundador. ¿Qué
quiere decir el cristianismo y la franc
masonería se perfeccionan uno por otro?
Pues qué, ¿el cristianismo, emanado del
que es la misma perfeccion, puede ser
imperfecto?¿Y no siéndolo, necesita de
alguna perfeccion, por el auxilio ó con
currencia de ningun poder humano?
¿Quién le ha dicho á la franc-masone
ría que el Cristianismo sólo sin más
norma que la que él nos prescribe, no
basta para que el hombre sepa condu
cirse, de un modo digno de él, en todos
los estados y condiciones de la vida?
¿Cuándo pudo imaginar la franc-maso
nería que la sociedad fuera civilizada,
ni pudiese civilizarse sin conocer el
Cristianismo? Cítense en buena hora,
varias naciones que existen yse con–
servan sin conocer los preceptos de es
EsTUDIos soBRE LA MAsoNERA—15
a sublime religion; pero confiésese
igualmente que muchás de ellas lo co
mocieron, y que á este conocimiento
debieron lo que fueron y son; y con
véngase así mismo en que, desde gue lo
perdieron, retrogradaron notablemente
en la carrera de los verdaderos adelan
tos y civilizacion. Si son necesarias
pruebas, hable por nosotros la célebre
Hippona, en el Africa, última morada
del grande Agustino, y hablen otros
muchos países donde, á favor del Cris
tianismo, brillaron glorias y triunfos
que concluyeron con aquel, para no
quedar más que en la historia. Que se
mos cite una sola region ó país donde
aparezca el menor rasgo de verdadera
civilizacion, sin que se haya conocido
el Cristianismo; y nosotros haremos
ver que aquella tuvo su orígen, más ó
ménos directo, de esa religion pura y
santa, emanada de la misma sabiduría
y santidad. Nuestras convicciones, por
—171–

un favor del cielo, son muy profundas;


y jamás comprenderemos, porque no
puede concebirse, que el salvaje llegue
á salir de su triste estado si una mano
superior no le toca, una luz dívina no
le ilumina y le guía. ¿Qué puede, pues,
faltar al Cristianismo para que la franc
masonería diga que necesita de su auxi
lio si ha de hacer la dicha de la huma
nidad?
Por otra parte, ¿no es una cohtradic
cion mauifiesta decir más arriba que
la franc–masonería no reconoce ni pien
sa en otro mundo que en este material
y grosero en que nos hallamos, y que
sólo se ocupa de sacrificios que tienen
su recompensa en la tierra, que es jus
tamente lo contrario de lo que dice y
exige el cristianismo, y añadir á conti.
nuacion que el mismo Cristianismo, se
perfecciona y completa por la franc
masonería y pueden prestarse un mútuo
auxilio para dicha de la humanidad?
–172

¿Cómo puede haber relacion entre dos


cosas heterogéneas, entre cosas ente
ramente opuestas? La franc-masonería
es contraria en un todo al Cristianismo,
como lo ha confesado ella misma; y la
franc-masonería nos dice, ahora, que
no es contraria á este mismo cristianis.
mo, puesto que ambos pueden prestar
se un mútuo auxilio: y nosotros cón-
testaremos á todo ello que creemos en
su primera confesion; mas no podemos
hacerlo en su segunda, porque n ser y
no ser una cosa d un mismo tiempo, es
justamente la definicion de lo imposible,
de lo absurdo, de lo que no se concibe,
ni concebirá nunca. El Cristianismo,
como hemos dicho, no necesita de otro
auxilio que el del cielo, que nunca le
faltará, porque la palabra de Dios es
infalible; y el cristianismo es tan per
fecto y completo por sí mismo, que sito.
dos los hombres llenáramos nuestros
respectivos deberes, segun él nos im
–173—

pone, otra sería ciertamente la socie


dad del siglo XIX,y otros sus saluda
bles efectos, áun en esta misma vida.
Pero, ¡oh dolor! demasiado ilustrados,
mas con una luz infermäl que nos ha
reducido, y va reduciendo cada vez más,
al estado de las tinieblas y del error en
que yacía el hombre en general ántes
de la venida de su divino Maestro; he
mos despreciado las sábias leyes que
éste Señor nos dió, por otras que, hala
gando nuestras carnales inclinaciones,
nos han colocado en tal situacion de
ceguedad y extravío que en medio de
ser verdaderos esclavos de nuestras ver
gonzosas pasiones tenemos valorpara
llamarnos libes y dichosos.
VIII,

Hemos dicho ya lo bastante en nues


tros artículos anteriorespara demostrar
la inmoralidad y doblez de la franc-ma
sonería, y, por consiguiente,nada nos
debe extrañar que se permita en sus
actes, diálogos y ceremonias, todo lo
cual no constituye ni es más que un ve
lo misteriosé con que ella se cubre á los
ojos de los incautos, ciertas compara
ciones á cual másimpías, y la invoca
cion de aquellas palabras santas que
creen más adecuadas y apropósito, pa
ra dar á sus actós el carácter religioso
que les conviene,
Así, pues, tanto el insulto que hacen
á los Santos San Juan Evangelista y
Bautista, escogiéndolos como patronos
------
–176

de la secta, celebrando en los días des


tinados á su conmemoracion, las fiestas
del órden; como el torpe significado
que dan á las palabras contenidas en
los Santos Evangelios y libros sagra
dos:todo ello no es más que un abuso
altamente impío y sacrílego, que sólo
puede caber en unos hombres corrom
pidos, que, al mismo tiempo que se
mofan de las cosas santas, hacen alar
de de su impiedad y libertinaje.
Pero, no es sólo inmoral esta con
ducta de los masones; sino que envuel
ve además las mayores contradiccio ·
nes, incurriendo, por consecuencia, en
el más vergonzoso ridículo. Por un la
do, desprecian toda revelacion, como
inventada por el fanatismo, y la supers.
ticion; y por el otro, no titubean en de
cir, por ejemplo, que los tres golpes
que da el profano en la puerta de la lo
gia, para que le franqueen la entrada,
significan aquellas palabras del Evan
gelio: in Pedid, y recibires; buscady ha
llareis; llamad y se os abrirá dando
con esto una idea del crédito y valor
que tienen unas palabras, que, ni res
petan ni ménos creen.
Lo mismo decimos de toda esa sé
rie de ultrajes que hacen á la Divini
dad, invocándola á cada paso en todos
sus actos y ceremonias, y, principal
mente, en las minuciosas que tienen
lugar en la inauguracion "de una nueva
logia.
Tampoco podemos dejar pasar en si.
lencio esa fatal ceremonia de la adop
cion y bautismo de los hijos de los
franc-masoues. No contenta la franc–
masonería con seducir y ganar por me
dio de las distinciones, honores y ri.
quezas, con que atrae á todo aquel que
puede serle útil, quiere que el yugo que
pesa sobre los padres de familia que
desgraciadamente han caido en sus
lazos, se iponga á sus tiernos hijos,
–178

adoptándolos á su pesar por miembros


de la sociedad, desde el momento mis
me en que nacen. Al efecto, nombra
un padrino que está obligado á cuidar
de la educacion que ha de recibir el in
fante ó infantes que se le hayan enco
mendado, á fin de que sólo oigan y
sepan máximas masónicas, ó al ménos
de tal género que no sean un fuerte
obstáculo para que aborrezca algun día
á una sociedad que lo cuenta ya entre
el número de sus afiliados.
Hé aquí otra nueva prueba de la fal
sa libertad é igualdad que observan los
franc-masones. ¿Qué libertad se le de
ja á la tierna criatura á quien se le im
pone un yuge que ni ha solicitado ni
Conoce?

Se nos dirá acaso que esto no existe,


pues al fin si el lobatillo, (así llaman á
los niños) no presta á su tiempo el ju
ramento de fidelidad, queda excluido
de la sociedad.
-179–

Semejante argumento no tiene á


nuestros ojos la menor fuerza; porque
estamos fíntimamente cenvencidos de
ue; segun es la semilla y el cultivo
que se la dá, así son los frutos que se
recogen. Y el niño que desde su in
faacia no ha visto, oido ni aprendi
do más que lo que ha agradado al
padre y padrino masones, este niño
erece y su inteligencia se desarrolla
insensiblemente, impregnándose, por
decirlo así, de las dectrinas y máximas
con que se ha alimentado durante su
vida, y llega con el tiempo á ser mejor
mason que el mismo maestro.
Es, pues, indudable que se ejerce con
el hijo del franc-masen una tiranía
atroz, y que la libertad que se le deja
es ideal, porque se le tiene ya ligado
desde su cuna, moral y físicamente, se
gun hemos demostrado y pedríamos
mostrar en documentes que existen en
nuestro poder.
Hemos dicho, y repetimos, que la
contradiccion va unida á todas las pro
posiciones usadas por la franc-masone
ría,que, á primera vista, aparecen con
formes á las máximas de la Religion.
Como una nueva prueba de nuestro
aserto pondremos aquí las palabras que
dice el venerable, cuando, con motivo
de la defuncion de un mason que ha
obtenido el grado de maestro, se le tri
butan los últimos honores masónicos
dentro de la logia.
Verificada la apertura de los trabajos
marcados para el caso, el venerable,
despues de una sorda percusion, se ex
presa en estos términos: Quién es el
hombre que no ha de ver su fin! El
hombre vive en el mundo seducido por
sus vanas apariencias, acumula rique
zasy nada se lleva de ellas; al morir
queda privado de todo, y su gloria le
abandona á los umbrales de su tumba.
Apareció desnudo sobre la tierra, y
–181
desnudo tambien la deja. Por últi
mo, el mismo Dies que le concedió la
existencia, le priva de ella cuando es
su voluntad. Bendigámosle por todols
Es indudable que en esta ecasion, lo
mismo que en otras varias que ya he
mos visto, han hablado con verdad los
franc-masones. En pocas palabras,
acaba de exponer el venerable una pre
ciosa y exacta pintura de lo que es la
vida del hombre, y en lo que vienen á
parar las vanas apariencias que le ro
dean durante su corta mansion sobre
la tierra. Al oir estas mismas palabras,
cualquiera que no conezca perfecta
mente á los franc–masones, creerá que
teniendo ellos presentes estos princi
pios, mirarán las cosas del mundo se
gua el valor que realmente tienen: esto
es, segun ha manifestado exactamente
el venerable, como unas vanas aparien
cias que no sirven más que para sedu
ESTUDIOS SOBRE LA MAsoNERIA-16
-182

cir y extraviar al hombre, miserable


por naturaleza. Creerá asimismo que
despreciarán las riquezas, ó al ménos
no apegarán demasiado su corazoná
ellas, pues que deberán estar conven
cidos de que al morir quedarán priva
dos de todas las que se hayan afanadó
por acum:ular. Creerá, tambien, que
huirán de las glorias y honores munda
nos, ó que, al ménos, no se ensoberbe
cerán con ellos, reflexionando que, por .
grandes y revelantes que sean éstos,
quedan todos á los umbrales de la tum
ba; y creerá; por último, que, puesto
que el mismo Dios que le concedió la
existencia, le priva de ella cuando es su
voluntad, los franc-masones, que no
son más privilegiadós que los demás
hombres, estarán poseidos de este con.
vencimiento, y vivirán" con tanto más
cuidado en la observancia de las leyes
y preceptos de este soberano Autor y
dueño de su vida, cuanto que ignoran
-183

el momento cierto en que este Señor


determinará privarles de ella.
Todas estas reflexiones se despren-
den naturalmente de las palabras que,
constituye la oracian fúnebre del ve
nerable; y todas estas, repetimos, pó -
drán creerse que son hechas y obser
vadas, en la parte que les toca, por los
humildes masones,toda vez que cono
cen y confiesan su fuerza y valor.
Pero, en lo que indudablemente no
se creerá ni es fácil se comprenda á
primera vista, sin estar prevenido, y
más que prevenido, íntimamente con
vencido de la depravacio que se abri
ga en el pecho de los masones mal
vados, es, en el espíritu y tono con
que son pronunciadas estas palabras; y,
más que esto todavía, en la prueba
que dan de su fingido y absurdo Deis
mo, ó mejor dichó, de su enmascarada
irreligion.
Examínense con detenimiento una
-184

por una todas las ideas expresadas en


la oracion fúnebre que nos ocupa, y se
verá desde luege, que no se membra á
Dios, (que es á quien debía dirigirse
aquella) más que para decir que da la
existencia y la quita cuando es su vo
luntad,n contentandese cen añadir des.
pues, bendigámosle por tode.
Y, ¿dónde están las súplicas que se
le hacen por el alma del hermano di
funto, que es lo que más puede intere
sar á éste? A mesetros toca explicar es
to que, pareciendo fenómeno á primera
vista, no es más que una consecuencia
lógica de los principios y doctrinas que
abriga la fránc-masonería. Esta, en
primer lugar,y segun hemos demostra
do, no cree en revelacion alguna; y co
mo en punto á religion no conoce otra
que la satisfaccion de sus pasiones, de
aquí resulta que no cree, ó no quiere
creer en la realidad de esa otra vida sin
fin, que nos enseña la fécatólica, y que,
—185–
á decir verdad, constituye todo nuestro
consuelo y esperanza en este valle de
miserias; y de aquí resulta tambien,
que, conociendo que está de más pedir
la concesion de lo que ne cree, y mucho
ménos pedirle para uno de sus herma
nos, (que tampece creía en ella) no lo
hace, porque juzga que el difunto no lo
necesita. Hé aquí su modo de racioci
nar: mSi existe esa otra vida, y nues
tro hermano se ha condenado por no
haber querido creer en ella miéatras
vivió, llegan ya tarde nuestras súplicas;
y si no hay tal vida (como creemos),
son supérfluos, y hasta indignos de la
ilustracion masónica, todos los ruegos
que se interpongan per aquel. Tales
son las razones que tiene la franc-ma
sonería para no hacer el menersufra
gio al Todopoderoso por el alma de
sus hermanos;y, pesando estas razones,
en vista de sus antecedentes y conse
hemos titubeado en decir
cuentes, no
–186-

que obran con lógica masónica, por de


cirlo así; y ahora añadiremos (á pesar
de que nos cuesta bastante violencia)
que el espíritu ytono con que pronun
cian las palabras que dejamos dichas,
es un atrozinsulto que dirigen al Eter
no, lamentándose y como haciéndole
carga del triste estado á que ha desti
nado al hombre, haciéndole tan desgra
ciado sobre la tierra; pues que en me
dio de sus afanes, dicen, por las cosas
ede este mundo, á que lo ha traido, y
cuando ya tiene fortuna, honores, sa
tisfacciones y demás, le priva de la exis.
tencia, y lo vuelve de la tierra de donde
lo sacó, lo mismo que hace con los demàs
animales. En fin, esta última exclama
cion de bendigámosle por todo! no
tiene otra traduccion, en el tono con
que se pronuncia y la intencion con
que se dice, que la expresion del mor
tal ódio que profesan áJesucristo y su
Evangelio santo; ó, en otros términos;
la saliba que se arroja al cielo!!... . . . .
–187–

Tenemos pruebas evidentes; en las


logias tanto en Europa como en Amé–
rica han sido pronunciadas estas pala
bras:
Hasta que consigamos lo que todos
deseamos, que es que no quede un trono
ni un altar en todo el mundo, debemos
redoblar nuestros trabajos.
¡Ah! si los masones estuviesen con
vencidos de lo contrario, esto es, de
que el hombre no fué criado para go
zar de los deleites mundanos, lo mismo
que los brutos, otras serían sus doctri
nas, otra su conducta, otros sus ejem
plos, y otrós los bienes que hubieran
hecho á la sociedad humana. Pero, ¡oh
dolor! aún humean esos grandes lagos
de sangre, derramada por su causa;
aún claman venganza al cielo esas víc
timas inocentes sacrificadas por su cul
pa,para satisfacer su infernal rencor y
ódio hácia los virtuosos ministros del
Santuario; y... . ... pero no prosigamos;
–188–

no es justo lacerar corazones que están


ya casi muertos de afliccion y pena, y
proporcionarnos ánosotros mismosnue
vas amarguras!
Por otra parte, creemos que nuestros
lectores estarán más que cenvencidos
de que estas fórmulas que hemos mani
festado ántesy ahora,y que aparecen,
exteriormente, dictadas por sentimien
tos sanos é ideas cristianas, no son más
que vanos simulacros, hasta si se quie
re mal compaginados, que revelan, á
poco que se les examine, la falacia y
el engaño con que se pretende tener
sujetos siempre á todos los hombres
honrados que, de buena fé, pertenez
can á la franc-masonería y la crean al
tamente inofensiva, humanitaria y be
néfica.
Plegue al cielo que estos desgracia
dos conozcan su error y se separen con
tiempo del precipicio á cuyo bordo se
hallan sin conocerlo; y plegue al cielo
–189–
tambien que, al mismo tiempo,
causa, con sus irreflexivos consejes, por
no usar de otro adjetivo, de que se arro
jen al fuego más de cuatro inocentes,
cuyas maldiciones caerían algun día so
bre ellos!!!
Mucho tendríamos que decir aún so».
bre la inmoralidad de la franc-masone
ría; pero el temor de cansaros, nos obli
ga á reducirnos más de lo que quisié
ramos. Nos detendremos, sin embargo,
un momento á examinar el fin que se
ha propuesto estafatal sociedad; y pre
sentaremos, en toda su desnudez, la
misma manifestacion que hace el her
mano orador, cuande se dirige al nue
vo mason, poco despues de haber pro
nunciado su terrible juramento.
Despues de haberle explicado las
obligaciones del aprendiz respecto del
compañero, y las de éste para con el
maestro, (grado en el que puede ser re
cibido á los doce meses de su recep -
-19o–

cion, ó ántes si tiene dinero, pues en


esta sociedad los grados se compran),
se expresa en estos términos:
Este grado de maestro es, pues,pa
ra todos los jóvenes masones, y debe
sertambien para vos, hermano mío, el
fin de una loable ambicion, Cuando le
hayais obtenido, será cuando sólo po
dreis contribuir eficazmente al bien que
el sistema masónicotiene que ejecutar
en el mundo. Este bien es inmenso,
hermano mío, y su manifestacion bas
tará, no lo dudo, para excitar vuestro
entusiasmo y para animaros á un ge
neroso ardor. Borrar entre los hombres
las distinciones de color, clases, creen
cias, opiniones y patria;destruir el fana
tismo y la supersticion; estirpar los
ódios nacionales y con ellos el azote de
la guerra, etc.
Hé aquí confesado, con toda clari
dad, el fin que se ha propuesto la franc
masonería moderna, fin que, desgracia
damente, ha conseguido en gran parte.
Hacer que desaparezcan todas las creen
cias, esto es, toda religion escritá, y que
los hombres se dirijan y gobiernen por
sólo la ley natural; ésta, y no otra, es la
mision de la franc-masonería, y en esto
consisten todos sus secretos, o ba
Y en vista de esta declaracion, po
drá haber ya un solo católico que quie
rapertenecerá una sociedad tan impía,
que sólo desea con Voltaire destruir en
todo el mundo el imperio, del Cristia
nismo? ¿No se descubre ácada paso,
pero sobre todo en esta manifestacion,
la falsedad, contradiccion él hipocresía
infernal de esa secta para aborrecerla,
y huir de ella? ¿Cómo hemos de creer
que es sincera, áun prescindiendo de
las pruebas que hemos presentado y de
las fuertes é irrecusables que nos restan
por aducir en lo contrario, una sociedad
que dice que deja á todos sus miem
bros en libertad para abrazar la religion
-192

que más les acomode, y ahora, dice que


su grande mision, y á la que deben ceo.
perartodes los masones, es la de extin
guir toda creencia religiosa,haciendo de
todos los hombres una sola familia que
sólo observe la ley natural? ¿No estaiº
viendo lo que dice la prensa impía ór"
gano de la masonería, al organizar la
liga anticlericalista? ¡Oh ignorancia de
los masones; creer que puede haber so
ciedad sin religion,y que ésta, si ha de
colocar al hombre en toda su dignidad
y grandeza, puede ser etra que la Cató
lica, Apostólica y Remana!
La ley natural es demasiado estrecha
para contener los sublimes misterios,
dogmas, prácticas ypreceptos que nos
dió á conocer la revelacion, que no es
otra cosa que la antorcha divina que
guiando al hombre durante su peregri
nacion sobre la tierra, le conduce á las
moradas eternas.
Si el hombre hubiera podido ser feliz
—193–

sin el conocimiento del sublime Evan


gelio, Jesucristo no hubiera bajado á
la tierra y la redencion del linaje hu
mano no hubiera tenido su cumpli
miento. Pero, muy al contrario, el
hombre gemía en la más dura esclavi
tud; el hombre desconecía los medios
para poder romper las fuertes cadenas
con que le aherrojara el pecado; y el
hombre necesitaba un poderoso liberta
dor, que al mismo tiempo que le resti
tuyese su dignidad, le prescribiera, ne
sólo la conducta que debía seguir para
no volver á caer en tan miserable esta
do, sino los eficaces medios de que de-
bía valerse para salir de él, si desgra
ciadamente, y efecto de su misma mi
seria, llegaba á perder de nuevo las gra
cias y favores adquiridos. La mision de
Jesucristo, lo mismo que todas sus
obras, fué sábia, grande y perfecta, El
hizo en obsequio de los miserables hi
ESTUDIOS SOBRE LA MIASQNERIA-I7
jos de Adan cuanto fué necesario hacer,
cuanto pudo hacer; pues que se entre
gó El mismo en manos del hombre, pa
ra darle la última, la más grande dé las
pruebas del amor infinito que le profe
saba, Y, á pesar de tanto favor, tanto
beneficio, ¿tendrá valor todavía la so
ciedad masónica para proseguir en su
diabólico plan de querer hacer que de
saparezcan nuestras creencias religio
sas, y que nos conformemos todos, á la
fuerza, con esa falsa ley natural que
desean éinvocan con los lábios, cuando
ya hemos visto que sólo quieren goces
y placeres mundanos y la destruccion de
todos los altaresy tronos?
¡No permita el cielo que se vean le-
grados sus deseos!
No nos sorprendepor cierto que abri
guen tales sentimientos los franc-ma
sones, porque nada debemos extrañar
de parte de los dignos hijos de Voltai
re, cuyo antiguo lema era el mismo
—195—
que el de los masones modernos: Des
truir d /esucristo y su santo Evan
gelio, n. Y esta es la misma destruc
cion de que quisiera hablar al orador
mason cuando la aplica el fanatismo y
la supersticion, como llegaremos ápro
barla. * ,

Por último, ¿se quiere otra prueba


de la impiedad masónica?
Pues vais á oirla.

Se trata del banquete que celebran


losmasones del grado 18 ósea Rosa
Cruz. La sala en que éste se celebra,
viene á estar lo mismo que en la que
tiene lugar la primera ceremonia de la
recepción de dicho grado. Todos los
caballeros, presididos del Muy-Sábio,
se trasladan á esta pieza, de dos en dos
y guardando el mayor silencio.
El último recibido hace prepararto
do lo necesario para el banquete; esto
es, una mesa que se cubre con un man
tel blanco, y sobre la cual se pone un
—196–
pan, una copa llena de vine, tres bu
gías, y un brasero. Despues que todo es.
tá dispuesto, vieae á participárselo al
Muy-Sábio, á quieñ presenta, junta
mente que á les demás caballeros, una
varita blanca del largo de seis piés. La
mesa es quitada despues de la ceremo
nia, por los últimos recibidos.
Colocados los caballeros al rededor
de la mesa, el Muy-Sábio hace la in–
vocacion, toma el pan, lo parte y lo da
al caballero que está á su derecha;
quien, despues de hacer la señal con el
fndice, come y hace lo mismo con su
inmediato de la derecha, para que lo
pase en rueda. En seguida, el Muy—Sá
bio toma la copa llena de vino, hace
el signo con el índice y bebe; presen
tándola asimismo al caballero que tie
ne á su derecha, quien hace la contra
seña, la toma, y ejecuta con ella lo pro
pio que el Muy-Sábio.
Despues que el pan y la copa han
-197—

dado la vuelta á la mesa, pasando de


mano en mano, vuelve á las del Muy
Sábio, quien arrojando al fuego el res
to del pan y del vino, concluye dicien
do: todo esta consumado.
Todos los caballeros en la posicion
de órden, y á imitacion del Muy-Sá
bio, hacen el signo. El Muy-Sábio da
el beso de paz, y dice por último: La
paz sea con vesotros!
Si el Rosa Cruz es cristiano, induda
blemente no podrá ménos de indignar.
se al ver el embozado escarnio y burla
que se hace en aquel infame festin de
la sagrada Cena que celebró el Señor,
y particularmente de la institucien del
Santo Sacramento de su amor. Allí el
venerable, y, á su vez, los demás cir
cunstantes, pronuncian las palabras sa
cramentales, y hacen con el pan y el
vino las mismas ceremonias que prac
ticó Jesucristo en aquella noche memo
rable en que nos dió tan fina prueba
de su infinito amor.
---" ----------

–198–

En fin, como última prueba que po


damos dar de la moral, creencias reli
giosas y fines de la masonería, extrac
tamos lo siguiente del Ritual del Gran
Inspector General de la Masonería del
Rito Escocés, absteniéndonos de hacer
comentario alguno, pues nuestros lecto
res con su buen criterio los harán. "
* Existe una Causa Primitiva, de la
cual el hdmbre y la creacion son efec
-
Nuestra fé masónica se halla basa
da sobre nuestro razonamiento. Cree
mos porque vemos, porque oimos, pór
que comprendemos; pero, como limita
mos nuestras esperanzas en este mundo,
ne vamos más léjos en el estudio de la
- "

Causa Primitiva.
La religion de los franc-masones, el
Credo religioso Masónico, es, pues, la
afirmacion positiva que existe una Cau.
sa Primitiva, cuyo efecto es el Hombre
y el Universo.
La Religion Católica no demuestra
como la Masónica, un respeto absoluto
á la verdad, pues declara que Jesus Na
zareth, nacido de una Vírgen, es Dios
Hijo; porque la Causa Primitiva es
compuesta de Dios Padre, Dios Hijo y
Dios Espíritu Santo. Al señalar la tri
ple concepcion de la Causa Primitiva
de las primitivas religiones, el catolicis
mo no ha tenido la mano feliz.
Las religiones primitivas miraban la
Causa Primitiva bajo el triple aspecto
de la Creacion, de la Destruccion y de
la Conservacion; resultado de la concep
cion primordial, que todo lo que co
mienza dura hasta su fin. Luego el ca- .
tolicismo ha inventado un Dios Padre"
Criador, un Dios Hijo Conservador: un
Dios Padre que pensó en la Creacion,
yun Dios Hijo que piensa en la con
servacion del Universo. Pero, ha olvi
dado de dar un presidente á la Destruc
cion en su análisis de la Causa Primiti
- 2OO

va. Del presidente de la Destruccion ha


hecho el príncipe de las tinieblas: el
Diablo. Luego el catolicismo considera
la Causa Primitiva como criadora y
conservadora; es decir, como el Bien; é
imagina una segunda causa destructora
que es el Mal. Presenta como su dogma
el dualismo del Bien y del Mal, y en
contra su antagonista que no tiene
procedente. Por lo visto la Trinidad
Católica es insostenible.»
Tragad saliva, queridos lectores, al
oir cómo el masonismo confecciona la
historia del dogma fundamental de
nuestra sacresanta Religion.
Jesus, nacido en Nazareth, de la
Vírgen María, es Dios el Hijo hecho
Hombre, quien despues de haber sido
condenado á muerte como hijo de mu.
jer, volvióse Dios, Hijo único de Dios
Padre. José Pandera, soldado de la tri.
bu de Judá, habitante de Belen, tenía
unos 30 años cuando sedujo con el en
—2o 1

gaño á la hija de una viuda su vecina,


llamada Mizzam; era vírgen, tenía 15
años, y ejercía la profesion de peinar
mujeres. María ó Mizzam educó digna.
mente á su hijo, y más tarde, José Pan
dera para ponerun término al deshonor
de María, lavé su culpa casándose con
ella. Despuestuvieron más hijos. El
primogénito heredó la belleza excepcio.
nal de suspadres; los hijos del amor son
siempre los más bellos.
¡Vírgen María! ¡Vírgen sin mancha.
de pecado original! perdona las blasfe
mias de estos hombres,y dadnos fuer
zas para seguir trasladando lo que di
cen estos impíos de vuestro sacrosanto
Hijo, nuestro Dios.
Llegado el niño á la edad de 3o
años, se encontró dotado de una sabi
duría y sorprendente manifestacion de
prodigios instantáneos, y con tedo el
poder necesario de curar, en virtud de
la ley de la naturaleza, que quiere dos
géneros de progresos: el uno del tiem
po, de cada instante, de cada segundo;
el otro, instantáneo, productor de meta
mórfosis súbitas bien conocidas en el
órden vegetal y animal; y por medio
del cual el hijo de José y de María ha
sido uno de los tipos el más perfecto en
el órden nominal. Porlo tanto, el pue
blo lo designó bajo el apodo de el Cu.
randero, y este nombre de Jesus se le
quedó, volviéndose su nombre distinti
VO,

El don de curar las enfermedades


del cuerpo, de una fuerza toda particu
lar como estaba dotado el Curandero,
el Jesus, y, cuyos efectos se manifesta
ban como los de una ley natural, aña
dido á ideas muy levantadas; á una ló.
gica muy grande, á una bondad sin lí
mites, hicieron de Jesus la personalidad
la más sobresaliente de su época en Ju
dea. Hubo tal entusiasmo entre los be
neficiados de su don de curar, que Se
esparció la voz de su divinidad. Los
judíos arrastrados por el atractivo de ,
sus curaciones, por su incontestable gé
nio y sus bondades sin límites, inventa-,
ron sacudir el yugo de los romanos, sa
crificaron el leaderá este movimiento de
insurreccion latente, y á la vez rendían
homenajes á las cualidades excepciona
les de su espíritu, de su corazon y de su
cuerpo.
uAl principio del siglo IV, el empe
rador Constantine, encontrando que la
opinion de Arrio que predicaba y sos
tenía que Jesus no era más que una
criatura humana,volvió muy difícil el
ejercicio de la autoridad absoluta de la
cual quería ser poseedor por derecho
sobrenatural. Al efecto convocó 2 o 48
obispos para que se reuniesen en conci
lio en Nicea en el año 325, para que
declarara que Jesus es Dios el Hijo úni
co, y que por El los emperadores tie
nen el poder y la dominacion. Pero co
-2o4

mo sobre 2 o 48 obispos, 1,78o se ma


nifestaron abiertamente arrianos,Cons
tantino los hizo expulsar del Concilio,
conservando únicamente 318 sobre los
cuales creía contar. Mas de este núme

ro, nó hubo más que 296 voces para


condenar á Arrio y votar que Jesus es
el único Hijo de Dios. Por lo tanto se
ve que únicamente por el voto de 296
voces de una Asamblea de Obispos
reunidos en Nicea en el año de 325 que
la Iglesia Católica tomó la determina
cion de pretender que: Jesus es co-eter.
no con Dios, Consustancial con Dios,
y una de las tres personas de la Trini
dad, y en fin, el mismo Dios, y que el
catolicismo nació trasformado en doc
trina burlesca del cristianismo primiti

Suspended, queridos lectores nues.


tros, por otro momento vuestra digna
irritacion para escuchar lo que dice la
secta masónica de nuestros Sacramen
tos.
—2o.5–

Las usurpaciones monstruosas del


ministro de la iglesia católica,se levan.
tan sobre un pedestal sobrehumano,
haciendo obedecer á Dios por su ora
cion. Así fueron creciendo y multipli.
cándose; y ya en el siglo V, el sacerdo
te católico enseñaba que rogando á
Dios para que descendiera en su Cáliz,
el mismo Dios bajaba; y que el sacer
dote católico hacía su nutricion con es
te mismo Dios elevándose por lo tanto
sobre Dios. Y sin embargo, en la rela
cion de Juan, el mejor amigo de Jesus,
dijo en la Cena Pascual: Mi carne es
verdaderamente una nutricion, y mi san
gre un verdadero brevaje. Pero es el es.
píitu el que vivifica y da el verdadero
sentido; la carne no surve de nada Las
palabras que Yo os he dicho, son el espí
ritu y la vida de la cosa. Y esto, cuan
do Jesus había querido simbolizar en
la Cena en comun el principio social,
ESTUDIOS SOBRE LA MASONERIA..-I9
-2o6

tan fecundo para la dicha de los des


graciados del mundo al decir:
Los frutos pertenecen á todos,y la tie
rra á ninguno.
Despues del dogma de la presencia
real de Dios en la Eucaristía, la igle
sia católica instituyó en el año 1215,y
por órgano del Concilio de Letran, la
confesion Auricular como medida pre
ventiva de policía, y medio de denun
cias fátiles para indicar la invasion de
la credulidad en cuanto á la divinidad
de Jesus, y la presencia de Dios en la
comunion.
En cuanto á los otros cinco sacra
mentos de la Iglesia católica que com
pletan el desarrolio de los resultados
que se sacan de la imprudente y estu
pefacta enseñanza mentirosa de la Di
vinidad de Jesus, hé aquí lo que se de
bepensar:
El Bautismo es fundado sobre la
supuesta pérdida del mundo por Satán
el representante del príncipe del Mal;
lo que es false, supuesto que el Bien
sólo es un principio; el Mal no es más
que la ausencia del Bien; y por lo mis
mo no, existe representante personal
del Mal.
La confirmacion está basada en la
seguridad dada por el sacerdote, que
Dios nos inspirará el valor en la lucha
contra el mal. Luego como Dios no
puede inspirar más que el Bien, la con
firmacion nada tiene que ver en esta
-

inspiracion.
El Matrimonic es una cadena sin
retura alguna, una esclavitud sin espe
ranza posible, un presidio doloroso pa
ra el que lo sufre, sin respeto por el
amor que imponen leyes sin recibirlas,
sin consideracion para la beldady la
bondad de las generaciones que resul
tan.
n La Extremauncion es una falsa
prenda de tranquilidad para el Alma,
–2o3

ántes de entrar en el período de castigo


o de recompensa; período proporciona
do á la culpa ó al bien que se ha hecho;
despues de cuyo período, nuestra alma,
chispa de la Causa Primitiva, la cual
durante un instante personalizada á
nuestro beneficio, retorna al seno de
la Causa Primitiva de donde había sa
lido.
El Ordenes un sueño de orgullo,
egado á la quinta esencia de la de
mencia, porque el plan de la Creacion
consiste en que cada necesidad sea sa
sisfecha conforme y á medida que nace
el desarrollo de la inteligencia y del
sentimiento, y en consecuencia: en es
te plan no hay sacerdotes, pero si úni
camente filósofos.
Por lo expuesto, el catolicismo ha
asesinado con premeditacion la verdad
sobre la Causa Primitiva, de la cual úni.
camente la existencia nos es conocida.
En consecuencia á la pregunta" ¿Qué
—2o.9

debe el hombre á Dios? La respuesta


es: Reconecer que existe una Causa
Primitiva, la cual ella y la creacion son
sus efectos. Y la consecuencia que se
saca es: que la masonería profesa la
tolerancia la más absoluta en materia
religiosa.
Cuánto cinismo!... ...
nHé aquí el conjunto de la enseñan
sa, secreta de los jefes supremos de la
masonería: Del estudio hacer resaltar
todos los derechos del hombre; del
hombre aislado, del hombre social ais
ladó, del hombre social en sociedad.
Reivindicar para el hombre la toma
de posesion integral de todos sus dere
chos, cuya privacion constituye una
usurpacion criminal contra la cual to
dos los medios de accion son buenos.
Reconocer la existencia de una Cau
sa Primitiva de la cual el hombre y la
creacion son sus efectos; y el alma hu
amna, una chispa inmértal como ella.
-2IO

Comprendereis ahora, hermano, por


qué el Triángulo equilátero es nuestro
supremo emblema, y nes recuerda cons
tantemente que debemos:
uIº Reivindicar todos los derechos
del hombre.
2º Acabar con el catolicismo.
3º Reconocer la existencia de una
Causa Primitiva, siempre con un ardor
igual, una persistencia igual, y una
energía igual.
Nada nos debe cansar, detener, ni
vencer.

¿Y, serán necesarios aúa más testi


menios de que la sociedad masónica es
altamente centraria á la Religion, de la
que ha jurado su ruina, y no descansará
hasta ver cumplidos sus infernales de
seos?
¿Podrá dudarse todavía de las inten
ciones yfines de esta sociedad perni
ciosa, áun prescindiendo del exámen
-2I I

de los hechos y ateniéndonos sólo á sus


teorías y falsàs y absurdas contradic
ciones y manifestaciones?
Creemos que no; pero si aún hubiera
algunos hombres (lo que no creemos)
que, siendo realmente buenos católicos,
y abrigando sentimientos religiosos, per
tenecieran desgraciadamente á la fanc
masenería, no se retirasen de ella y abri
gasen de corazon sus errores, porque
nuestras pruebas nada les hayan dicho
todavía, les aplazamos para cuando tra
temos nuestra segunda parte, destināda
al exámen de los hechosy al resúmen
general de todo nuestro trabajo, y les
ofrecemos terminantemente que ellos
mismos, nos contestarán entónces: No
nos quedan más que dosmedios, dos ca
minos: ó salvarnos, abandonando la
franc-masonería y reconciliándonos con
Jesucristo, áun cuando en ello nos fuera
nuestra vida misma, ó afirmar, desde
ahora, nuestra propia condenacion, vol
=-2I2 -

viendo de una vez las espaldas á este


mismo Jesucristo y á su Santa Iglesia,
para unirnos más y más á la franc-ma
sonería, y darla nuevas pruebas de nues
tra lealtad y constancia.

".

"
A NUESTROS. LECTORES.

Al comenzar estos artículos adverti


mos á nuestros lectores que íbamos á
combatir al masonismo con sus propias
armas,y la enfermedad con el mismo
veneno; y así hicimos.
Al revelar lo que hemos revelado, ha
breis sufrido como hemos sufrido, pero,
¿podíamos haber dejado de hacerlo? no;
porque como católicos teníamos que
acatar el mandato de Nuestro Santísimo
Padre el Sr. Leon XIII; pues en su ad
mirable encíclica Humanun genus,
manda á los católicos que desenmasca
ren á la masonería.
¿Lo habremos conseguido? Quién sa
be! si no lo hemos logrado, á lo ménos
nos queda el consuelo de haber hecho lo
–214

posible; y quien hace lo que puede, cum


ple con su deber.
CUADRO SIPNÓTICO
de los

TREINTA Y TRES GRADOS


de la Franc–Masonería
DE LOS RITOS ANTIGUO ESCOCES,
FRANCES Y DE ADOPCION.
La reproduccion de este cuadro con
fundirá á los masones, pues en él se re
velan sus señas, contraseñas, toques,
Marchas y la Palabra Sagrada de cada
grado, desde el primero al último, con
lo cual todo el mundo podrá hacerles
creer que pertenece á la cofradía.
Como la burla y el ridículo es la
muerte de una sociedad, los niños cató
licos se encargarán de ella formando
cuadros de pantomimas divididos en 33
actos.
El que ha formado este cuadro cree
haber hecho un gran bien á la Religion
y á la sociedad; y queriendo compartir
su gloria con otro, lo dedica al Sr. Lic.
D. Victoriano Agüeros redactor de El
R5TUDIOS SOBRE LA MASONERLA,-26,
-21:8

Tiempo para que salga á luz en su po


pular diario en la forma que crea más
2onveniente.

... A ... ". ".


GRADO PRIMERO,

APRENDIZ.

Señales.—1a. Aparentar cortarse la


garganta con la mano derecha extendi.
da, el pulgar levantado en escuadra.
2a Colocar la mano derecha en escua
dra sobre la garganta, retirándola hori
zontalmente hasta el hombro derecho y
dejarla caer.
Toques-Tomar la mano derecha del
hermano y con la uña del dedo pulgar
apretar la falange del índice.
Ealud–Tres años.
Baterias—Tres golpes iguales ese
Marcha.–Tres pasos hácia adelante,
partiendo con el pié izquierdo, y jun
... tando los piés á cada paso.
-22O

Palabra de Paso.–No tiene.


Palabra Sagrada.—n Bohaz.

GRADO SEGUNDO,

COMPAÑERO,

Señales—1a. La mano derecha sobre


el corazon, los dedos doblados, y los
de la mano izquierda juntos, pulgar le
vantado á la altura de la cabeza.
2º Colocar sobre el corazon la mano
derecha con los dedos doblados, retirar
la horizontalmente atravesando el pe
cho y dejarla caer del lado derecho.
Mano izquierda en escuadra á la altura
de la cabeza.
Toques —Poner el dedo pulgar entre
el medius y el anular del hermano, apo
yando con la uña del pulgar derecho la
primera falange del medius.
Edad—Cinco años.
Baterías—Cinco golpes por tres y
dos ese se
- 22 I -

Marcha–Tres pasos de aprendiz,


rompiendo con el pié izquierdo, luego
dos pasos oblícuos uno á la derecha y
otro á la izquierda, partiendo con el pié
izquierdo y juntándolo con el derecho,
Palabra de Paso—Schibboleth.
Palabra Sagrada.—Jakin.

GRADO TERCERO,

MAESTRo.

* Señales–1a. La mano derecha abier


ta, los dedos extendidos yjuntos hori
zontalmente, el pulgar apoyado cerca
del corazon.
2a, Colocar el pulgar derecho sobre
el corazon, los dedos tendidos horizon
talmente y levantar las dos manos los
dedos tendidos sobre la cabeza dicien–
do: Ah, Señor mi Dios.
Toques —Poner el pié derecho contra
pié derecho, rodilla contra rodilla, pe
—222—

cho contra pecho del hermano. La ma


no izquierda sobre el hombro derecho,
la derecha agrifada.
Edad—Siete años y más,
Baterías—Nueve golpes por tres ve
ces tres eco cae coo
Marchu—Tres pasos levantados,
oblicuando como si fuera á andar sobre

obstáculo puesto en el suelo. El primer


paso hácia la derecha partiendo con el
pié derecho, el segundo hácia la izquier
da partiendo con el pié, izquierdo; y el
tercero á la derecha partiendo con el
dereche. Al fin de cada paso se juntan
los piés.
Palabra de Paso,–Turbalcain.
Palabra Sagrada—n Mahabone,

GRADO CUARTO,

MAESTRO SECRETO.

Señales—Poner sobre la boca el de


-223

do índice y el medius de la mano dere.


cha.
Toques.—Se toma la mano derecha
como en el grado de Maestro: se ade
lantan recíprocamente las manos hasta
el codo, abrazándolo: en esta aptitud,
se dan siete balanceos á los dos brazos
unidos, durante cuyo tiempo se cruza la
pierna derecha de uno y otró, los cuales
se tocan por la parte interior.
Baterías—Siete golpes por seis y
-

Edad—Siete años y más.


Marcha–Tres pasos levantados,
oblicuando como si fuera árandar sobre
obstáculo puesto en el suelo, El pri
mer paso hácia la derecha partiendo
con el pié derecho, el segundo hácia la
izquierda partiendo con el pié izquier
do; y el terceró á la derecha partiende
con el pié derecho. Al fin de cada paso
se juntan los piés.
Palabra de Paso— Turbalcain
Aalabra Sragrada —Mahabonen
-224

GRADO QUINTO.
MAESTRO PER FECTO,

Señales–1a. De admiracion.–Ele
var los brazos y los ojos hácia el cielo,
las manos abiertas; despues dejar caer
los brazos sobre el vientre cruzándolos
é inclinando la vista hácia la tierra.
2a De reconocimiento.-Acercar re
cíprocamente las puntas del pié dere
cho, unir las dos rodillas y en esta po
sicion, colocar mútuamente la mano
derecha sobre el corazon del hermano y
pasarla despues al lado derecho, for
mando así una escuadra,
Toques.—Poner la mano izquierda
sobre el hombro derecho del hermano,
darse la mano derecha, como en el gra
do de Maestro, apretándola el uno fuer
temente cuatro veces, el otro dice la
palabra de Maestro.
-225

Baterías-Cuatro golpes iguales ese


Marcha —Formando un cuadro con
cuatro pases.
Edad—Un año al abrirse los traba
jos y siete al cerrarlos.
Palabra de Paso—n Acacia.
- Palabra Sagrada—nJehovah.

GRADO SEXTO.

SECRETARIO fNTIMO Ó MAESTRO


, POR CURIOSIDAD

Señales–Colocar la mano derecha


sobre el hombro izquierdo, bajándola
despues hácia la cadera derecha, en se
fial de la obligacion contraída. Por res
puesta se cruzan los brazos horizontal
mente sobre el pecho, con los pulgares
suspendidos: luego se dejan caer las
manos sobre el puño de la espada, al
zando los ojos al cielo.
Toques–Tomarse recíprocamente la
-226–

mano derecha: el uno vuelve la suya


hácia abajo y dice: Berith: el otro hace
lo mismo y dice: Neder. Entónces el
primero vuelve la mano diciendo: She -
lemoth. Todo lo cual significa: una
alianza pura y perfecta.
Baterías—Veinte y siete golpes por
tres veces nueve. Generalmente estaba
tería se hace con nueve golpespor ocho
y uA o esaaceae. e
Aalabra de Paso—n Ihaeben y Zer
bal n
Palabra Sagrada.—uIvah.
GRADO SETIMO.

PREBOSTE Y JUEZ,
Ó MAESTRO IRLANDES.

Señales–Poner les dos primeros de


dos de la mano derecha en uno de los
lados de la nariz; en respuesta se apo
ya el índice en la punta de la nariz y
se coloca el pulgar debajo de la barba.
—227–

Toques—Enlazarse recíprocamente
los dedos de la mano derecha, y darse
uno siete golpes suaves en la palma de
la mano.
Batería— Cinco golpes por cuatro y

Falabra Sagrada.—nJakinai.
GRADo ocTAvo
INTENDENTE DE LOS EDIFICIOS
Ó MAESTRO EN ISRAEL.

Señales—De sorpresa.— Poner los


des pulgares en las sienes, extendiendo ·
los otros dedos hasta formar una escua
dra: dar dos pasos hácia atrásy dos
adelante: poner las manos sobre los
ojos, y decir: nBenchorin.
De admiracion.–Enlazar los "dedos
de ambas manos, las palmas hácia arri
ba á la altura de la cintura, mirando al
cielo y diciendo: Achar, conturbans, que
–228

es uno de los nombres de Dios: se pro


nnncia Akar,
De dolor–Poner la mano derecha en
el corazón y la izquierda sobre la cade
ra; balancearse tres veces, diciendo el
primer hermano: Hhai, (vivans) y el
segundo hermano Jahn (Deus).
Toques-Tocarse recíprocamente el
lado del corazon con la mano derecha,
pasándola despues debajo del brazo iz
quierdo:tomar despues el hombro dere
cho con la otra mano, diciendo el pri
mer hermano Jachimain (pronúnciase
Jakinai); y el segundo hermano Judan
(caudatio). -

Batería—Cinco golpes iguales seres


AMarcha —Cinco pasos iguales. El
intendente sube los siete escalones de
exactitud y conoce los cinco puntos de
afinidad.
Edad:–Tres veces nueve años.
Palabra de Paso—Judas
Palabra Sagrada—nJakinai
–229—

, GRADo NovNo.
MAESTRO ELEGIDO DE LOS NUEVE. y

Señales—1º Hacer el ademan de he


rir en la frente al hermano con un pu
ñal: la respuesta es pasar la mano de
recha por la frente, como para cercio
rarse si está ensangrentada.
2o Alzar el brazo derecho, como si
se tuviera un puñal en la mano, y aco
meter á herir al hermano en el corazon,
diciendo: ¡Necam! (venganza). La
respuesta es llevar la mano derecha al
corazon; añdiendo: n echahu (pro
núnciase Neka ).
Toques—Cerrar la mano derecha con
el pulgar levantado, y presentarla al
hermano. Por supuesto éste toma el
7 pulgar que se le presenta con la mano
derecha cerrada, teniendo tambien su
pulgar levantado.
AsoxRIA.—2
–230.

Edad—Ocho yun años cumplidos,


Batería.—Nueve golpes por ocho y
1O ggergegee es

Palabra de paso—u Regohal-Kol.


Palabra Sagrada.—n Bikkoret.. Ne
kay,
GRADO DECIMO.

ILUSTRE ELEGIDo DÉ Los QUINCE.


Señales—Cerrar la mane derecha con
el pulgar suspendido: colecar este de—
bajo de la barba, y dejarlo en ademan
de abrirse el cuerpo. Por respuesta se
hace la señal de aprendiz, con la mano
cerrada igualmente y el pulgar suspen
dido.
Toques.-Enlazarse recíprocamente
los dedos de la mano derecha.
Batería—Cinco golpes iguales rece
Marcha—Quince pasos triangulares.
Palabra de Paso.—n Eliham.
Pālabra Sagrada.-Zerbal., Beniah,
—231—

GRADO UNDECIMO,

SUBLIME CABALLERO ELEGIDO.

Señales–Cruzar los brazos sobre el


pecho con las manos cerradas y el pal
gar extendide hácia arriba.
Toques—1º Presentarse recíproca
mente el pulgar de la mano derecha
con los otros dedos juntes; une de los
dos hermanos toma el pulgar del etro,
y le vuelve tres veces el puño, diciendo
entre los dos alternativamente; Be
ritka, Neder, Schelemoth.
2º Tomar la mano derecha del her
mane y darle tres golpes con el pulgar
sobre la falange del dedo del medio.
Edad —El cubo de tres=27 años.
Eatería—Doce golpes iguales creece,

Palabra de Paso—Stolkin,
Palabra Sagrada—Adonai.n.
–232

GRADO DU6)DECIMO,

GRAN MAESTRo ARQUITECTO.


Señales.—Pasar la mano derecha á
la izquierda, como si tuviera en aque
lla un lápiz y en ésta una plancha de
trazar. Se hace el movimiento de tra
zar un plan, mirando de cuando en
cuando al Gran Maestro, como si éste
indicara el objeto.
Toques–Enlazar los dedos de la
mano derecha con los de la izquierda
del hermano,y poner cada uno la ma
no opuesta en la cadera.
Batería—Tres golpes por uno y dos

Edad—Cuadrado de 3, ó 12 años.
Marcha.—Tres pasos en escuadra, el
primero despacio, y los otros dos preci
pitados.
Palabra de Paso—n Hannon.
Palabra Sagrada—uAdonai,
-233

GRADO TRECE.

REAL ARCO,

Señales–De admiracion.—Alzar las


manos hácia el cielo, inclinando la ca
beza hácia el lado izquierdo y poniendo
lo rodilla izquierda en tierra.
De adoracion—Ponerse de rodillas
con la mano derecha á la espalda, y la
izquierda sobre la cabeza; con la pal
ma de la mano hácia arriba.
Toques-Agarrar al hermano por de.
bajo de los brazos, como para ayudarlo
á ponerse de pié, diciendo: Toubbaha.
ni Hamal Abel.. Zeboleum,
Baterías—Nueve golpes, por tres y

Palabra Sagy ada—Jehovahn,


-234

GRADO CATORCE

GRAN ELEGIDO PERFECTO Y SUBLIME


MASON.

Señales y Toques.—Primera señal: la


del juramento—Poner la mano dere
cha en el lado izquierdo: retirarla pron
ta y horizontalmente hácia la derecha
tres veces,

Primer toque: tomarse mútuamente


la mano derecha y volverla alternativa
mente tres veces. El uno dice, u Berith:
el otro, Neder, y el primero replica,
Schelemoth.
Segunda señal: la del fuego.— Poner
la mano derecha abierta sebre la meji
lla izquierda, con la palma hácia fuera
y sostenerse el codo con la mano iz—
quierda.
Segundo toque: tomarse y empuñarse
recíprocamente la mano derecha como
en el tercer grado, diciendo: ¿vais máo
léjos? Por respuesta, se pasa la mans
por la parte interior del brazo hasta el
code: despues se pone mútuamente la
mano izquierda sobre el hombro dere
cho, balanceándose tres veces, y ade
lantando las piernas unas entre otras
por la derecha,
Tercera señal: la de admiracion y si
lencio—Alzar las dos manos abiertas
hácia el cielo, inclinando la cabeza y
levantando los ojos,y dejarlas caer so
bre el cuerpo: poner despues los dos
primeros dedos de la mano derecha so
bre los lábios.
Tercer toque: tomarse recíprocamen
te el codo izquierdo con la mano dere
cha, abrazarlo y adelantar la mano iz
quierda por la espalda del hermano cer
ca del cuello como para levantarlo.
Batería.—Veinte y cuatrogolpes por
tres, cinco, siete y nueve ceo ceseo eceso,
ggg646767477
–236—

Marcha.—Ocho pasos precipitadosy


uno lento; en todo, nueve.
Edad—El cubo de 3, y el cuadrado
de 9=8I.
Palabra de Paso—Shabalath. Moa
bon.º. Keleh Nekham.
Palabra Sagrada.—Jehovah.

GRADO QUINCE.

CABALLERO DE ORIENTE
Ó DE LA ESPADA.

Señales—Poner la mano derecha en


el hombro izquierdo del hermano y ba
jarla serpenteando hácia la cadera de
recha, como si se imitaran las ondula
ciones de un rio. Sacar la espada y pre
sentarla en ademan de combatir.
Toques.— Tomarse mútuamente la
mano izqquierda, alzando y extendien
do el brazo como para rechazar un ata
la derecha se ha
que, miéntras que con
—237–

ce el ademan de abrirse paso; despues


ponerse recíprocamente la punta de la
espada en el corazon. El primer her
mano dice nJuda; y el segundo respon
de Benjamin.
Batería—Siete golpes por cinco y

Marcha.—- Avanzar denonadamente


con cinco grandes pasos, tenieudo la es
pada levantada.
–Palabra de Paso.— nJahaboron.
Hammain.
Palabra Sagrada—n Raphodon.

GRADO DIECISEIS.

P. RÍN CIP ES DE JE R US AL E M.

JSeñales —Presentar denonadamente


la espada en señal de estar pronto á
combatir, poniendo al mismo tiempo la
mano izquierda sobre la cadera. Por
respuesta se extiende el brazo á la al
--

238–

tura del hombro, como para empezar el


combate, poniendo el pié derecho en
escuadra y el talon junto á la punta del
pié izquierde.
Toques.—Darse mútuamente con el
pulgar de la mano derecha en la coyun
tura del dedo pequeño cinco golpes.....
Juntar en seguida los piés derechos por
las pantas, formando una línea recta,
tocarse las rodillas; en fin, ponerse recí
procamente la mano izquierda abierta
en el hombro. El primer hermano dice
veinte; el segundo hermano responde
veintitres, con lo que hace alusion á la
época de la entrada de los israelitas en
Jerusalem despues de la cautividad de
Babilonia, entrada que se verificó el vi.
gésimo día de Teveth, décimo mes del
año. Igualmente se alude á las accio
nes de gracias tributadas por el pueblo
judío despues de la reedificacion del
Templo, el día 23 de Adar, duodécimo
mes del sexto año del reinado de Darío.
-239–

El templo había sido terminado el ter


cer día del mismo mes, y el décimo
cuarto día del mes siguiente se celebró
en él la Pascua.
Batería—Cinco golpes por tres y dos

Marcha—Un paso grave con la pun


ta de los piés. Se hacen áveces cinco
en la forma siguiente. Estando en la
señal, adelantar el pié izquierdo resba
lando; traer el pié derecho á la punta
del izquierdo, marcando el paso y así
hasta cinco veces.
Palabra de Paso.—Teveth.
Palabraz
Sagrada—Adar
GRADo DIECISIETE.
CABALLERO DE ORIENTE Y DE OCCIDENTE

Señales.—Señal general–Mirarse el
hombro derecho; en respuesta mirarse
el hombro izquierdo, pronunciando al
ternativamente estas palabras: Abad
den y Zabulum.
-24o

Señal para la entrada—Ponerse mú


tuamente la mano derecha en la frente.
Toques.—Primero—Poner la mano
izquierda en la derecha del hermano
con los dos dedos extendidos; el her
mano la cubre con la otra, y entretanto
cada uno vuelve la vista hácia el hom
bro derecho.
Segundo; tocar con la mano izquierda
el hombro izquierdo del hermano, y és.
te toca el hombro derecho del otro con
la mano derecha.

Batería—Siete golpes por seis y uno


sese a
Marcha,–Siete pasos en escuadra,
señalando los siete lados de un heptá
gono.
Palabra de Paso,–Zabulum.
Palabra Sagrada.- Abaddon.
- " ... -

—253–
derecha, teniendo cerrados los otros de
dos. Por respuesta el retejador, besa la ,
frente del hermano que ha hecho la se
ñal. Esto se practica sólo en plena cor
te. Cuando la corte se halla cerrada ya,
ó se esta fuera de ella, en lugar de besar
la freate, la respuesta es poner sobre la
boca los dos primeros dedos de la mano
derecha, cerrando los otros y volviendo
hácia fuera la palma de la mano.
De órden—En corte abierta,se tiende
la mano derecha sobre la mesa redonda,
formando una escuadra con el pulgar
separado; y estando de pié, se coloca la
mano derecha debajo del pié izquierdo,
formando tambien la escuadra.
Toques-Dar ligeramente con la ma.
no derecha tres golpes en el hombro del
retejator, quien por respuesta tomará la
mano derecha del hermano, y dando
tres ligeros apretones dice: Salomon.
Batería. —Ventisiete golpes con el
ESTUDIOS sobre LA MAsoNERIA-23
-254

plano de la espada por doce, dece y


res,

Marcha —El recipiendario hace tres


viajes. No hay marcha particular,
Palabra de Paso—Salomon.
Palabra Sagrada.—I. N.. R... I.

GRADO VEINTIOCHG)

cABALLERo DEL SOL Ó PRÍNCIPE


ADEPTO.

Señales.–Poner la mano derecha de


plano sobre el corazon, separando el
pulgar para formar la escuadra. Por
respuesta se alza la mano derecha y se
señala al cielo con el índice.
Toques—Tomar las manos del re
ejador apretándoselas ligeramente. Se
un algunos rituales se debe besar la
frente del retejador miéntras se le to
mata las manos, como se acaba de de
ri, pronunciando n Alpha, y por res
—255

puesta se dice Omega: pero ésta prác


tica no está muy en uso.
Batería —Seis golpes iguales seseos
Palabra de Paso—Stibium.
Palabra Sagrada—, Adonai.". Ga
.dol.

GRADO VEINTINUEVE.

eRAN ESCOCÉS DE SAN ANDRÉs, ó


PATRIARCA DE LAS CRUZADAS,

Marcha–Sobre el plan de la Cruz


de Jerusalen por tres pasos de apren
diz, tres de compañero y tres de Maes.
trO.
Edad—El cuadrado de nueve ósea
$I años.
Batería.–Nueve golpes por dos,tres
y cuatro eso cae esee
Palabra de Paso—u Casmaaran.". Ta
lliud.". Furlac.
Palabra Sagrada.—n Moth.
—256–

GRADO TREINTA,

GRAN ELEGIDO CABALLERO KADOSCH


Ó DEL AGUILA BLANCA Y NEGRA.

Señales–De Kadosch –Poner la ma


no sobre el corazon con los dedos sepa
rados: dejar caer despues la mano so
bre la rodilla derecha, agarrándola y
doblándola algun tanto. Despues de es
te movimiento, tomar el puñal que pen
de de la banda, alzarlo á la altura del
hombro, como en actitud de herir.
De órden.—Despues de colocar la es
pada en la mano izquierda, extender la
derecha sobre el corazon,
Toques—Tocarse recíprocamente con
las puntas de los piés y con las rodillas,
presentar el puño de la mano derecha
cerrado, con el pulgar levantado: to
marse recíprocamente el pulgar, dejar
lo caer, retrocediendo un paso y alzar
—257

el brazo como para herir con un puñal.


Al hacer este movimiento, el primero
dice Haborkah.”. El segundo respon
de: Eth Adonain
Batería.—Siete golpes por tres veces
dos y uno ee ee se
Marcha–Tres pasos precipitades
con las manos cruzadas sobre la cabe
Za.

Edad—Los caballeros Kadosch no


cuentan su edad:tienen un siglo y más.
Palabra de Paso—n Eliel... Begohol
kol.”. Paras-kol.
Palabra Sagrada.—Habamah... Mi
kamoka.". Bealim.”. Adonai.

GRADO TREINTA Y UNO,

GRAN INSPECTOR, INQUISIDor,


COMENDADOR.

Señales–Cruzar las dos manes so


bre el vientre. La respuesta llamada ed
—258–

equidad, es cruzar los dos brazos sobre


la cabeza, con los dedos extendidos y
la palma vuelta hácia fuera.
Toques.—Acercar recíprocamente el
pié derecho hasta tocarse con las rodi
llas, darse la mano izquierda y con la
derecha darse mútuamente un ligero
golpe en el hombro derecho.
Batería–Nueve golpes ese sessee
Palabra de Aaso—No tiene.
Palabra Sagrada—uJusticia.”. Equi
dad.". Así sea.

GRADo TREINTA Y Dos.


suBLIME PRÍNCIPE DEL REAL
SECRETO,

Señales—Poner la mano derecha so


bre el corazon: dirigirla despues adelan
te con la palma vuelta hácia abajo. De
jarla caer despues hácia el cestado de
recho.
Batería—Cinco golpes por uno y
CuatrO a seves

Palabra de paso—m Begohal-kol.". Pa


ras-kol.". Schaddai.
Palabra Sagrada—Salix”. Noni..
Tengu.

GRADo TREINTA Y TRES.


SOBERANO GRAN INSPECTOR
GENERAL.

Señales –Primera: Ponerse de rodi


llas, cruzar los brazos sobre el pecho,
los dedos extendidos hácia arriba, in–
clinando la cabeza y el cuerpo hácia de
lante.
Segunda: Sacar la espada de la vai
na, hincar la rodilla izquierda y poner
la mano izquierda sobre el corazon.
Tercera: Besar tres veces la hoja de
la espada.
Toques—No los hay en este grado.
-26o–

Batería.—Once golpes por cinco, tres,


uno y dos ceses ece a se
Palabra de Paso.—u De Molay, Hi
ram-Abi.
Palabra Sagrada—n Mikamoka-Bea
Jim". Adonai.

FIN.
Ruperto I. Aldama.

ÉmICION DE “EICATOLICo.”

-
Guadalajara.
rir. de “El Católico.” D. Juan Manuel, letra.

1ss7.
RUPERTO J. ALDANA.

POESIAS,

Hace algunos años, que léjos del movimien


to de la sociedad veianos correr las horás in
tranquilas de nuestra primera juvéntud, en
el Seminario de Z; en donde haciamos nues
tros primeros estudios.
Habia en el colegio uncs ocho ó diez jóve
nes, cuyas ardientes almas, necesitaban un
espacio mayor que el limitado por los muros
de aquel semi-convento, para ensanchar sus
aspiraciones, impetuosas como lás de todos
aquellos, que sienten desde temprana edad
la sedirresistible de la gloria.
Nosotrosáós contabanhos en aquelgrupo de
soñádores, Ciendo por una feliz cantalidad
llegaba á nuestras manos alguna obra litaa
4 POESIAS.

ria, recorriamos ansiosos sus páginas, cuando


algunos periòdicos de la capital del Estado
llegaban hasta aquel retiro, devorábamos con
avidéz las columnas que contenian versos.
¡Versos! hé aqui el ensueño eterno de aque
lla pléyade de colegiales:¡hacer versos, y ha
cerlos para una mujer amada! ¡Oh, esto era
la felicidad! El Nebrija y los clásicos lati
nos,¿qué nos importaban cuando podiamos
recrearnos en las sublimes rimas de Gustavo
Becqueró en las bellisimas “Pasionarias” de
Manuel M. Flores?
Entònces, cuando nosotros como nuestros
compañeros estabamos siempre anhelantes de
alimentar à nuestro espíritu con las concep
ciones del poeta, más que con el fastidioso es
colasticismo de los filósofos, entónces fué cuan
do en las columnas de ciertos periódicos, co
menzamos"à ver algunas composiciones que
llevaban al calce el nombre de Ruperto J. Al
dana. Este nombre nos fué simpático desde
aquella época y teniamosparticular placer en
dár à conocer à todos nuestros amigos los ver
sos de aquel poeta desconocido, pero que po
seía esa ternura que hace estremecer las fibras,
de los corazones sensibles, como vibran y se
estremecen las cuerdas de una lira, al contac
to del àngel del sentimiento.
Hoy, conocemos todas 6 casitodas las com
AirbáNA.

pósiciones literarias de Aldana, le admiramos


comopoeta y le apreciamos como amigo,y al
pasar nuestra vista por sus manuscritos, nos
hemos repetido varias veces: ¡Hay seres que
no deben vivir desconocidos! Despues de
mucha resistencia, por parte del autor, modes
to como todos los talentos, ha permitido que
vean la luz las precibsas composiciones que
hoy publicamos.
No tenemos la pretension de que estas lí
neas les sirvan de recomendacion: porque ja
más será una recomendacion lo que de nues
tra pluma salga ni las poesías de Aldana la
necesitan, porque por sí mismas se recomien
dan.
Las almas que comprenden la belleza, los
corazones levantados que saben sentir la gran
deza del dolor,y la fiebre sublime de las no
bles pasiones, ellos comprenderán, sin que o
tro se lo diga, lo que valen los cantos inspira
dos del sentido autor de “La Cruz del Muer
to” y “Corazon huérfano.” ¡Ayes sublimes
de un corazon inmenso, quejas de una alma
profundamente màrtir, que en su anhelar eter
no, lucha en vano con el destino hasta caer he
rida al llegar al dintel de la felicidad! No
tas de ese himno, que con lágrimas escrito,va
cantando el poeta al recorrer fatigado el àri
do desierto de la vida." Esto son los versos
¿PUESIAS.

de Aldana. Al darlos à. conocer, creemos


contribuir á la gloria de Jalisco de donde es
hijo, y rendirle un tributo de sincero cariño,

MAuno H. Goszaz
PRIMERA PARTE.
RECUERDOS,
-----»

La dulce languidéz y la ternura


Que tienen tus miradas,
La música armoniosa de tus besos,
La hiél de nuestras lágrimas,
El tinte melancòlico y sombrio
De nuestras pobres alinas;
Esto hallaràs en los sencillos cantos
Que triste te consagra
En medio á su gemiry à sus angustias,
Mi corazon que te ama.

Para leer estas páginas


Que el libro de mi alma son,
Cierra los ojos del cuerpo
Y abre los del corazon.,
I.

Hojas secas de selva sombria


Que en un surco reunió el huracan,
Y al brillar el albor de otro dia,
A vagar otra vezvolveràn;
FOESÍA8.

En erial infecundo dos palmas,


Entre sombras dos rayos de luz,
En panteon solitario dos almas
Que sollozan en torno à una cruz,
Soñadores de un mundo escondido,
Corazones que el duelo enlazò,
Golondrinas que buscan su nido.... ..
Eso somos tū yyo.
II.

Con que te vas—dijiste conmovida,


Temblando de emocion.—
—Es fuerza que me aleje, amada mia,
De mi esperanza en pos;
El porvenir me arranca de tus brazos,
Y solo sé que voy
A conquistar el cielo en que soñamos
Ser felices los dos.
–Y no me olvidarás?
–Mientras palpite
Mi ardiente corazon,
Tú viviràs en él, pura y sublíme,
Y contigo el amor... ..
–Vé, pues, ya que la gloria te fascina
... Con su santo fulgor;
No olvides, que te amo y que tu dicha
Constante pido á Dios!
2.
ALIDANA.

Gimiendo de la sombra en el misterio


La brisa murmuró
Con el rumor dulcísimo de un beso
Y el eco de un adios.
Despues. . .. .. el negro velo del destino
Fatal nos envolvió;
¡Hoy de la muerte elinsondable abismo
Se extiende entre los dos!

III.
En el cielo más limpio hay una nube,
En la nube más blanca hay una sombra,
Algo hay en el placer amargo y triste
Que los encantos de la dicha roba.
Yo me alejé de ti, tras la esperanza,
Unica luz que mis ensueños dora,
A formar con los lauros del poeta
Para tu noble sien, una corona.
Yo, de la roca vil del infortunio
Do encadenada la impotencia llora,
Me alcé hasta los espacios dio centella
Del porvenir la gigantesca antorcha.
Aguila altiva, desplegué mis alas,
Y dejando el imperio de las sombras,
Mi vuelo remonté rasgando nubes,
Del Sol tras de la lumbre abrasadora. . ... .

PosiÁs,–2,
10 POESIAS,

Me lancé sin la luz de tu mirada


De la ausencia á las ondas procelosas,
Que ansiaba descubrirpara tí solo
Un mundo de venturas y de glorias.
Mas ay! que en tanto que de amor muriendo,
De rodillas el alma à todas horas,
Yo adoraba tu imägen hechicera,
Feliz con tus recuerdos á mis solas;

Tú me olvidabas, y con fiera calma


Mis ilusiones de color de rosa
Hacias girones sin piedad, burlando
Mi amor, mi dulce amor, mi pasion loca...

La fiebre del amor cegóme el alma,


Y ciego te creí, cuando traidora
Tū destilabas en mi vírgen pecho
La hiel de tu perfidia, gota à gota.. . .
Me mostraste la luz de la ventura
Al traves de la noche de las sombras,
Acercaste á mis labios el veneno
Entre las flores de dorada copa.
Sentirá el corazon mientras palpite
El agudo dolor que lo devora;
Que el recuerdo más negro de la vida
Jamás el tiempo ni el olvido borran...,
ALI).4.N.A. 1.

IV.

Allá..... un prado, á lo léjos altos montes,


Un horizonte aznl. . . . ..
Es el hermoso cielo de mi cuna,
Allí estás tú.
Allá se ven un bosque de naranjos,
Un olmo y un saüz;
Allí pasé los años de miinfancia,
* Allí estás tú.

Allá remeda en su murmuio un río


Cadencias de laud,
Y siempre hayflores y las aves cantan,
Allí estás tü.

"Allá en callado templo triste làmpara


Difunde incierta luz;
Postrada ante el altar do oré de niño,
All estás tú.

Envuelta en la quietud del cementerio


Allà se alza una cruz
Que vela las cenizas de mis padres. . .. ..
¡Allí estás tú!
Allá...... el querido cielo de mi patria,
Ensueños, juventud,
1:2

Cuyos recuerdos en el alma viven


Do vives tü. . . ...

V.

Desierto Cstà el cementerio,


Deja de llorar, escucha,
Que el llanto de los que viven
La paz de los muertos turba;
¡Ves cómo luchan las sombras
Con los rayos de la luna
Que bañam lánguidamente
La loza de aquella tumba!
¡Asi cuando al alma triste
Los désengaños enlutan,
Con las dulces esperanzas
Los negros recuerdos luchan!
VI.

Cuando de negro vistes y de paloma


A tus ojos tan tristes tu alma se asoma
Y palideces,
To semejas al ángel que miro à veces.
¡Qué pálida es su frente, cómo suspira
Y solloza doliente cuando me mira!
¡Cuànta tristeza
Hay en el vago mimbo de su cabeza!
De su arpa se desprenden dulces sonidos
ALDANA. 13

Que los ámbitos hienden estremecidos


Y en eco blando,
Del bosque entre las sombras mueren tem
[blando.
Cuando en ocaso apaga el Sol su lumbre,
Cuando la niebla vaga sobre la cumbre
De las montañas,
Le oigogemir en torno de las cabañas.
Le miro en las ruinas, junto à las fosas;
De poéticas colinas, entre las rosas.
Amada mia:
Mi àngel tristo se llama Melancolía.
VII.

Yo busco de las tumbas el misterio


Para alzarme á otros mundos á vagar;
Yo anhelo de callado cementerio
Fuego fatuo, en las sombras palpitar.
Quiero una selva lòbrega y sombría
Donde llorar á solas sin cesar;
Yo amo todo lo triste, vida mia,
Te amo porque te llamas Soledad... . . ..
VIII

A donde irán las hojas del árbol desprendidas


Que se llevó en sus alas el rápido huracan
14 POESIAs.

Del bosqüe hasta las nubes alzäronseperdidas...


Las bellas ilusiones del alma tan queridas
Que arrebatò el pasado ¿sabes á dónde irán.?
IX.
Luchar con é" infortunio
De la vida en el vaiven;
Apurar del sufrimiento
El hondo cáliz de hiel;
Vagar por el ancho mundo
Solo, triste y sin saber
—Con mis pesares á cuestas—
A dónde marcho ni á qué;
Correr en pos de las sombras
De la gloria y del placer,
Sin llevar dentro del alma
La santa luz de la fé,
Muerta la esperanza y muerto
El sentimiento tambicn. . . . .
Esta es mi agitada vida:
Este mi destino es;
Y solo tú, la que me amas,
Me puedes compadecer... . ..
Pidele al Dios de los cielos
Que me conceda, mibien,
Vivir á tu lado siempre,
Amarte mucho y creer
En el cariño de tu alma,
Y ser felice con él! s
A. L.A.N.A.

X.

Del cielo de mis sueños tus besos son la au


(rora;
Los nitidos celajes, el herizonte azul,
Las nubes vaporosas que la ilusion colora;
Tus dudas son en ni alma la noche aterradora,
Tus lágrimas son gasas de trasparente tul.
XI.

Allá en tu tranquila alcoba


Del bullicio retirada,
Siempre soñando conmigo
Cual sueña contigo mi alma;
Ante el altar de la Vírgen
Continuamente postrada,
Suplicándole que suene
La hora bendecida y grata
En que el àngel de la dicha
Realice nuestra esperanza,
Y laspuertas de su cielo
La felicidad nos abra. . . . . . . . . .
Vive síempre asi, bien mio,
Lejos del mundo que cngaña,
Donde el corazon se seca,
Cuando la fé de él se escapa;
En donde al cabo se agotan
De tanto correr las lägrimas. . . .
15 *) I.- 1A.

XII.

Ocultos en las sombras; tu cabeza


"Apoyada en mi sien,
Tu mano entre mis manos,y soñando
Los dos con un laurel
De los que ciñe el porvenír al genio;
Me dijiste una vez:
—La gloria del poeta. . . . . . . .
—Es un delirio.
–La del sabio?
—Sublime vanidad.
—La del soldado?
– Bàrbaro martirio;
Solo la de tu amor me harà inmortal—

XIII.
Si he soñado en la dicha y si es mi anhelo
Conquistar la corona de la idea,
Si mi alma con afan glorias desea
Del porvenir en el hermoso cielo;
Si en el inmenso pedestal del arte
Quiero esculpir mibusto junto al tuyo,
Colocando en tu frente con orgullo
Los laurelesganados al cantarte;
Y si deseo que el ángel de la gloria
Me ciña una diadema de fulgores,
ALANA. 17

Para cubrir de eternos esplendores


De nuestro amor la inolvidable historia,
Es tan solo portí, por ti que lloras .
Del porvenir sin la ilusion bendita;
Cuando en el aluma que de amor palpita,
Mis sueños y mis díchas atesoras!
. Para ti, que à la luz de tu mirada
Encendiste en mi pecho la esperanza,
El cielo que une anuncia en lontananza
De los triunfos la espléndida alborada....
XIV.
Cuando se besan dos läbios
Temblando de amor, mi bieta,
Salen las almas á ellos
Para besarse tambien.
Por eso mi alma que
Anhela á tu alma besar,
Quisiera que nuestros lábios
Se besàran sin cesar.

. XV

Si pudiera leer uno poruno


Todos los pensamientos de tu alma,
Y por ellos saber cuánto has amado,
. O saber, à lo menos, si me amas. .. .
---

Poesias,–3
PCEIAS.

Si pudiera crearte de mi mente


En el revuelto mundo de fantasmas,
Y septirte vivir, y amar contigo,
Y acariciar tus dulces esperanzas,
Y gozar con tu dicha, y en mis ojos
De tus pesares enjugar las lägrimas
Y amarme con tu amor.... o con tu engaño,
De mi pasión burlarme si me engañas. . . ..!
XVI.

Como en redor de un centro, se desprenden


Del Zócalo torrentes de armonía
Que tienblan ven las sombras,y que hienden
El espacio fugaces al pasar;
Y se mecen las flores,y se mece
En girones de niebla su perfume;
Y murmuran las fuentes y estremece
La oscura fronda el viento al sollozar,
Y ondas de luz, y sombras y colores,
Y suspiros de brisa y dulces notas,
Y risas y palabras y rumores
Se mesclan en estraña confusión;
Y grupos de beldades deslumbrantes,
Hermosas, ataviadas, seductoras;
Y comparsas de alegres estudiantes
Pasean de la plaza en derredor.
Yo á la farsa del mundo indiferente,
AL1).A.N.A. 19.

De ideas en un raudo torbellino,


Vuela en alas del vértigo mi mente
. De tu imagen en pòs.. . ...
Oh! si del huracán en las gigantos
Alas nos remontáramos al cielo,
Y en piélagos de luz, solos y errantes,
Vagásemos los dós,... ....!
XVII.

Siempre que al templo vayas y al pié de los


altares
Tu férvida plegaria eleves con anor,
Recuerda que à mipecho devoran los pesares,
Que lucho con la duda del mundo en los azares,
Que gimo en el abismo profundo del dolor.
XVIII.
“No dudes que te amo, me decias;
Tu duda es un infierno para mi alma;
Siempre que píenso en tí, nubes sombrias
Enlutan mis recuerdos y mi calma.”
“Tócame el pecho, y sentirás que herido
Apenas late el corazón que te amba,
Y me creeràs, tal vez, si estremecido
Del fuego de mi amor sientes la llama.”
“Qué, millantó de hiel nadate dice
No te habla de mi amor minegro duelo
20 Posas.

Dime que sí, mi bien, hazne felice,


Una palabra y .... me abriràs el cielo"

Todo esto me decias agitada:


Miéntras yo delirante te decia
Con el anor de mi alma apasionada,
La suprema ventura que sentía.
Miéntras yo divisaba en lontananza
Del porvenir en el oscuro cielo,
El sol de nuestra plácida esperanza;.
El mundo que forjaba nuestro anhelo.
Ygozamos los dos.... ¡cuánto gozamos.
Do nuestro amor al rayo de la luna!
Soñamos con un àngel y soñamos
Con verlo entre los dos en blanca cuna.. ...
Despues... recuerdas? tu mirada triste
Fijaste melancólica en la mia....
No sé lo que llorando me dijiste;
Pero me duele el alma todavia.

Yo te estreché en mis brazos anhelante


De mi ardoroso amor en el exceso,
Y, enjugandotus lágrimas auante,
Recojítus sollozos en un beso.... , , ..
Tu làbio al mio tímido besaba, , ,
Con emocion dulcísima, indecible;
ALI) ANA,

Y en nuestro casto beso palpitaba


Algo como auestra alma, indefinible... .. ..
Desde entónces portí soñando un cielo,
Con el destino entre las sombras lucho;
Y en medio del atan y el hondo duelo
Recordando tu beso gozo mucho.
XIX.

Sabe que tengo celos amor mio,


De tu hermoso canario:
Pues eiempre que té acercas á su jaula
Haciéndole agazajos,
Saca entre los alambres su piquito,
. De gozo aletéándo
Y ansioso de tomar el inocente
La lechuga en tus labios.
No sé por qué, festivo y zalamero,
Te besa tanto y tanto,
Que olvidando el alpiste, solo pica
Tus lábios y tus manos;
Yo no sé qué le dices en secreto
Y el escucha extasiado,
Pues tú te rubcrizas y sonries
Y el te sigue besando.
Solo sé que al brillar en tus cristales
Uel Solel primer rayo, ,
Alegrete despierta y te saluda
Con su mas tierno canto,
22

Que pasa el dia contigo y à cada hora


Te canta enamorado
En ese idioma misterioso y dulce,
Tan sentido y tan Ulando,
Que para hablarse à solas, vida unia,
Tú y él han inventado.
Solo sé que al perderse entre las sombras
De tu tranquilo cuarto
El último reflejo de la tarde,
Melancólico y pálido,
Te dice adios con voces gemidoras
En su postrero canto,
Oculta su cabeza bajo el ala
Y asi, mústio y callado,
Se duerme en el cojin de su nidito
Tal vez en tl soñando;
Mientras tú ante la jaula silenciosa
Suspiras largo rato.
XX,

¿Porqué al flotar dos cándidos girones


De blanca nube, se unen en el cielo,
Si en el espacio azul se desvanecen
Si se separan al soplar el viento
¿Porqué dos gotas de rocío brillan
De hermosa flor en el fragante pétalo,
Si del sól à los besos se evaporan,
Si de la flor las arrebata el céfiro,
A.I.ANA. 23

¡Porqué cuando dos almas de comprenden


Un solo corazón late en dos pechos l
¡Porqué se aman dos séres, si el destino
Burla su dicha y sus amores tiernos.....
Ah! yo no sé porqué; sé que te amo
Y que tu me amas con amor inmenso;
Mas por qué se abre un insondable abismo
En medio de los dos?. . . . . . ¡es un misterio
Tal vez mañana; cuando Dios extinga
La llama pura que abrazara el pecho:
El amor morirá con esa llama
Y...... quedarán cenizas y recuerdos........

Si alguna vez amargo desengaño


El tierno corazon te hiere pérfido;
Cuando del porvenir entre las sombras
No luzca de esperanza ni un destello,
No te entregues al duelo, vida mia,
No te abandones al azar incierto;
ue sonarà para tu fé de amante
hora de redenciòn y de consuelo. ... ....
Evoca entonces la memoria grata
De tu pasado encantador y bello,
Tus ilusiones virgenes recuerda,
Tus anuores de niña y tus ensueños........
Levántate, cadáver, de la huesa;
oesias.

El luto del pesar deja en el féretro,


Angel, sacude el polvo de tus alas
Y vuela à la region del sentimiento... . ... .
Ygozaràs de la apacible calma
Que brinda la ilusion de los recuerdos;
Ese extrañoplacer que arranca lágriuias,
Pero que endulza el sinsabor y el duelo..
Es muygrato soñar con un delirio
Cuando es la sombra de felices tiempos..... .
¡Es tan bello despues de la borrasca
El limpio azul del pabellon del cielo’
XXI.
¿Porqué nunca nos hemos comprendido
Si tanto hemos sufrido,
Si nos amamos hoy,
Y lloras site digo mi cariño,
Y tiemblo como un niño
Si me hablas de tu amor

–Porque la mano del destino impia


Nuestras almas gemelas, vida mia,
Una vez separó.
Y devoradas por horrible duelo,
Vagaran por el mundo de su anhelo"
Una de la otra en pos. .. .... .
Y tanto separadas han llorado,
Que el recuerdo tenaz de su pasadc"
Es su martirio atroa!
AAA.
XXII.

... Un dia..... melancòlica, tus ojos


Nublados por el llanto do la duda,
Fijaste de la vida en los abrojos;
Yviste de tu dicha los despojos.....
Y sollozando y muda,
Dirigiste al pasado la mirada,
Y al traves de las sombras de tu suerte
Miraste una ilusión despedazada
Por mar de ardiente llanto arrebatada....
Imágen de la muerte!
Y llorando al sentir el hondo duelo
Que envenena del alma,la ventura,
Dudò tu corazon sin el consuelo
De ver lucir en su nublado cielo
Una esperanza pura.
Al verte aislada, y débil, y abatida,
Luchando del dolor con el gigante,
átu vida consagrar mi vida,
:evolviéndole á tu alma entristecida,
La fé del alma amante.

, Yte ofreci mi amor emocionado....


Mas no brilló tu porvenir incierto;
Que volviendo la vista á tu pasado,
Ay! sólo ví un sepulcro abandonado
Y el recuerdo de un muerto....

Poesias.—.
2. POESIAS,

Sombra funesta que tu mente evoca


Me arrebata tu amor y tu ternura;
Y cuando à mi pasion respondes loca,
Con su mano espectral sella tu boca,
Llamándote perjura!
En vano hablas de encantos y de flores
En médio de las brumas del invierno;
Que volaron de tu alma los amores,
Y sufres resignada tus dolores
Y tu luto es eterno. . . .......
XXIII.

Dices que dudo de tu amor, mi vida;


Que no comprendo tu cariño santo,
Y el desprecio de mi alma descreida
Te ofresco en recompensa de tu llanto.
¡Tíenes razon! Aquí dentro del pecho
Llevo el gérmen del mal que me devora,
Y de tu amor purlsimo à despecho
Mi corazon sus desengaños llora.......·
Y llora y cada lágrima le arranca "
Un monmento de vida y un gemido;
Ay! ve morir una esperanza blanca
Que se hunde en el abismo del olvido.
Algo hay que enluta el esplendor del cielo
Que soñó nuestro cándido delirio;
AT.I).A.N.A. 27

Se oculta la ilusiòn tras negro velo


Allá sobre la cumbre del martirio.

Yo vi el Eden de la ventura abierto


Y en nombre del amor y delirante,
A sus puertas llegué; mas ay! un muerto
Tan solo estaba alli. . . . era tu amante!

Es tu amor olvidada cineraria


Que brotò del sepulcro entre la calma;
Flor de la muerte, fria y solitaria,
Que envenenò con su perfume el alma......
Pero te amo, mi bien, como se ama
Cuando el amor al sacrificio lleva,
Cuando se siente la suprema llama
Que abrasa el corazon y el alma eleva.
Te creo, mi amor, porque tu llanto abona
La abnegacion sublime de tu alma;
¡Ceñiste del martirio la corona
Sin aspirar del mártirá la palma!
Ya no dudes que te amo y que te creo,
Y que es tu amor de mi esperanza el cielo;
Que en el tan sólo mi ventura veo
Yvivir para él, amante anhelo.
No digas que te doy cual recompensa
De besos y plegenias y cariño,
28” rosas.
De duda horrible la mezquina ofensa.....
¡Creo que me amas con la fé del niño
XXEIIH.

Si despues de que haya muerto”


uarda mi recuerdo tu alma,
Y en mi sepulcro desierto
Hay un nombre yuna cruz;
Y vas, de la muerte amiga,
A llorar sobre ese nombre
Que con sus ramas abriga
Melancólico saúz;
. Si cuando la noche oscura
Tiende su manto de sombras,
Del fondo de tu alma pura
Se alza por mi una oracion,
Desde la tumba mi sombra
Veñdrá à besarte la frente,
Porque aun tu labio me nombra
Y aum me ama tu corazon,
XXV.


cuando tus ojos miro"
• • --

ristísimo suspiro
- Exhàla el corazon; " "
Y cuando tú me miras, palideces
Y triste désfallecés
Y lloramos los dos
-= Es porque mira mi alma horrorizada
Al través de tu lánguida mirada
Un cuadro aterrador:

Las ruinas del altar de la esperanza,


Donde olvidado, escéptico, descanza,
Derruido,un corazon.
Porque en mis ojos ves, estremecida,
El abismo de mi alma, do perdida,
Se hunde tu pasion.
XXVH.

Pregúntale à la gota de rocíó


Si te ama mi ardiente corazon;
Y en su mudo lenguaje, encanto mio,
Te dirá que es inmensa mi pasion.
Te dirá qué brotó de mi alma mústia
En una triste lágrima callada,
Y una historia de penas y de angustia
Te contarà de mi alma enamorada.
Pregúntale á la brisa pasajera"
Si anhelo siempre estar cerca de ti;
Y te dirá que el alma nia quisiera
Besartus labios y vivir allí. .
... -r . . .
Te dirà que aun dormido yo te llamo
Mi’morena, mi cielo, mi angelito;
POESIAS.

Te dirá que el amor con que te amo


Es casto, espiritual, tierno, infinito.
Pregúntale á la luz del claro dia
Si es tan grande mi amor cual, mi pesar;
Y á los misterios de la noche umbrla
Si me han visto doliente sollozar;
Y te diràn que sin cesar suspiro,
Que sin tu dulee amor padescotanto
Que en el horrible afan con que deliro
Ya se agotó la frente de mi llanto.
XXVII.
Las lágrimas que ruedan
- De mis pupilas,
"* Saben la triste historia
Del alma mia; *
Y solo tu alma
Comprende el dulce idioma
Que hablan mis lágrimas......
* " " "
Los suspiros que à veces
Llorandó exhalas,
Saben de tus pesares
La oculta causa;
Dime, bien mio:
¿Quién conoce el lenguaje
. De tus suspiros?
AL1).ANA. 31

XXVIII.

Yo miro en tu pasado mil flores deshojadas


Que arrastra entre sus olas de lágrimasun mar,
Do van tus ilusiones mas puras, destrozadas,
Tu amor y tu esperanza, tus penas olvidadas,
De una muerto tras la sombra que fínges ol
vidar.

XXIX.

Tu nunca de mis ojos


Has de enjugar el llanto,
Ni puedes comprenderme
Ni me has de amar jamás;
Porque he llorado mucho,
Porque he sufrido tanto,
Que disto de la tumba
Un paso nada más
Yo vivo de recuerdos:
Mi alma es una tumba
Donde tán solo vive
Tu amor, tu dulce amor;
Do el viento de la duda
Cuando terrible zumba,
De mis creencias mata
El último fulgor.
Tu vives de esperanzas:
Tu alma es blando nido
POESIAS.

De hermosas ilusiones
De ensueños y de fé, ,
Donde el amor de un ángel
Oh! niña, està dormido
Y al despertar mañana
Te hará feliz..... lo sé

Yo soy el árbol seco;


Tü el ave pasajera
Que bajas á mis ramas
Y vuelas y te vas;”
Yo soy invierno triste,
, Tu dulce primavera,
Yo, eterno desengaño,
Y tá ilusion fugáz......
Proscrito de los cielos,
Fulmina el hado ciego
Sobre mi ínūstia frente
Terrible maldicion;
De amores imposibles
Ynextinguible fuego
Consume hora tras hora,
Mipobre corazon/
Tu pura, hermosa frente,
De blancos azahares
* La juventud risueña,
Mañana va á ceñir;
ALDANA. 33

Yo en tanto, henchida el alma


De dudas y pesares,
Diré, desesperado,
Adios al porvenir!
XXX.
Sé que no me amarás; sé que de amante
Tu fé vacila y muere tu ilusiòn;
Porque mi alma penetrò anhelante
Al fondo de tu triste corazon. . . . . .

Ya las sombras envuelven el santuario,


Silenciosas sus bóvedas estàn,
Al través del solemne tenebrario
No se mira la làmpara brillar.
Marchitas sobre el ara están las flores
Que ferviente ofrecieras al amor;
Ya no se oyen los místicos rumores,
La plàcida cadencia de tu voz

Si la luz de la luna silenciosa


En blanco rayo acierta á penetrar,
No ilumina tu sombra misteriosa
Postrada al pié del empolvado altar.
" " &

. De la esperanza entre las mustias gala,


Negro el rge y lánguida la faz,
Poe SIAS,–5.
3-4 - PJESIAS.

con la cabeza oculta entre las alas,


Velando el ángel del recuerdó está .. . . . ·

Tal vez con el perfune del incienso


Y la luz de la antorcha, se extinguió
Aquel amor que me jurasteinmenso,
Para robarme aleve el corazon

XXXI.
¿Sabes por qué, cantor de la tristesa,
Rio y sollozo de mi arpa al son
—¡Porque llevo la gloria en la cabeza,
Y el infierno me abrasa el corazon!
XXXII.

El luto de las penas envuelve del santuario


Las ruinas misteriosas, el empolvadó altar,
De blancas esperanzas haytriste cinerario... .
Y en medio del recinto callado y solitario
Se ve la luz de tn alma bendita reflejar.
XXXIII.
¿Que tu alma entre pesares abandonada llora
La dicha recordando de su perdido amor?
—Elóra, porque es la dicha rocio de la auróra,
Perfume que se exhala del cáliz la flor.
ALDANA 35

Es la hoja que amarilla del árbol se desprende,


Del viento entre las ráfagas alzändose á vagar;
Ela espuma de las aguas queblanco cisne hiende,
Relámpago que incendia las olas de la mar.
Es el suspiro triste que entre sollozos brota
Ahogandose en los labios que tiemblan de emo
- cion;
De la última esperanza la gomidora nota
Que vibra en el silencio de mártir corazon.
Lágrima que á la jóven arranca amor pri

Y rueda de sus ojos al seno virginal;


Gemido que arrebata el viento pasajero,
Reflejo de los cielos que anuncia lo inmortal...
xxxiv.
Saber porqué oon lágrinas reganos
Las
En
sendas que cruzamos -

medio del dolor,


Y nuestropié sin vacilar camina
Y herido por la espina
No encuentra ni una flor!

–Porque los dos para llorar nacimos... ...


Mas la anhelada dicha presentimos
Y
¿amos de ella en pos,
36 POESIAS.

Al celestial fulgor de la esperanza


Que enciende en nuestra oscura lontananza
La mirada de Dios.

XXXV.
Si les cuento à los hombres mis dolores,
Los hombres me escarnecen,
Y rien de mis profundos sinsabcres
Befándome crueles;

Si busco en los placeres alegría,


El corazon padece;
Que hundida en el pesar y la agonía
El alma sufre siempre.
Ya no admiro en las flores el misterio"
Que en ellas ví otras veces;
Ni en la luna alumbrando el cementerio
Poética y solemne.
No gozo con tus tímidas miradas
Ni me conmuévo al verte;"
Ya no estàn tus mejillas sonrosadas
Ni las mias palidecen......"
Triste es el porvenir; melancoliá,
Recuerdos el presente; . . . ..
Y làgrimas y sombras, vida mia,
El pasado oscurecen.
ALANA,

Por eso ni los hombres ni las flores


Curar nipena pueden;
El qué es felíz olvida los dolores
Y las rosas no sienten!.
Y el cáliz del amargo sufrimiento
Apuro hasta las heces...!
Tus recuerdos aumentan mi tormento
el corazon me hieren... .

Porque sé que padeces y que lloras,


Que mi dolor comprendes,
Y que orando por ml pasas las horas,
Yà"Dios por mí te ofreces.
Y el sacrificio inmenso de tu vida
Mi vida no merece...".
¡Ah mi él amor del alma agradecida
Puedo en cambio ofrecerte!

XXXVI.

“Óuajáronse mis lágrimas, bien mío,


Al caer en sus pétalos, secretas”
Dijiste al darme un ramo de violetas
Cubiertas de gotitas de rocio:
“Mientras vivas consérvalas, Alberto,
De tu dicha y mis lágrimas emblema,
La prenda de mifé guarda suprema
Que en nombre de mi amòr,á darte acierto”..."
38 POESIAS,

* , , , , , , ,, , "

Y es que al cruzar la vida transitoria


Entre flores y lágrimas los
*:
Yo sueño del artista con la gloria,
Tu triste lloras, de mi amor en pos. . . .
XXXVII .
¡Que si he olvidado la triste historia
De nuestro puro y ardienté anor?
—No que en el libro de mi memoria, ..
Suele leerla mi corazon. ,
, XXXIII. oro si
Besos, sonrisas; tiernas miradas,
Frases de cielo, dicha y placer, , , , , ,
Suspiros de almas enamoradas," ".
Sueños hermosos.... ¡glorias dé ayer!
* , , , ,
Lucha en el alma de amory olvido,
Amargas lágrimas, "tefaz dolor,
Vagos recuerdos del bien, perdido, , , ,
Hstío de todo. . .
martirios
, " " d ”.hoy A
XL. •

Es mi alma un abismo en cuyo fondo " .


Jámás penetra el sol, y ir
Un santuario sin culto y sini altares,.
Sin cantos y sin dics; " ,,
Mipecho es una tumba donde duerme, , , , ,
Cadàver, la ilusiòn,
Y donde á veces se alzan tus recuerdos
Flotando en su interior,
Cual las sombras fantásticas que vagan
En triste panteon.
XLI.
Te acuerdas!.... es la historia de aquel dia
De luto y de dolor,
Página el hondo abismo
o nuestro amor se hundió.

Al través del cristal de la alta ojiva


Pasa un rayo de sol
Que tiembla entre las sombras despidiendo
Fantástico fulgor.
Revuelan las alegres golondrinas
En locá confusión,
Sobre el parduzco nido que sostiene
Götico cornizòn.
. De la mañana en las calladas brisas
De balsàmico olor,
Vibra de melancólica campana
La misteriosa voz. , , ,
Entre nubes de incienso arde la antorcha
En el altar de Dios,
Y al grave son del örganó se une
De plagarias rumor.
El pueblo fiel del magostuoso templo
40 rbEslas.

La ancha nave llenó... ...


Con el alma en el cielo y de rodillas
Oras humilde, y yo
Pàlido, triste y con la vista baja,
De pié junto á tl estoy....
Una lágrima inunda tu pupila,
Y algo desgarrador,
Solemne como el ay! del sacrificio,
Se oye en mi corazon.......
¡La mano del deber abre un abismo
En medio de los dos!
XLII.
Sipudiera borrar de tu imägen
En el fondo de mi alma el bosquejo
Y ahogarpara siempre
Mi
amor
" en
-
mipecho,
Si viviera sin verte y pudiera
Mi memonia olvidar tu recuerdo,
Y acaso en la gloria
Soñara de nuevo. . . . . . . .

Pero ay! que para esto es preciso


Renunciar à la vida y al cielo,
Del alma arrancando
" La fé, el sentimiento........
XLIII. • .
Ya se agotó la fuente de mis lágrimas,
Sucumbo ámi dolor,
ALDANA.

Mipié vacila al borde de la tumba ... ...


Pero aun tengo valor
Para ahogar en el fondo de mi alma
Con tu recuerdo mitenaz pasion;
Para arrancarne del herido pecho
Y arrojarlo átus piés, el corazon!
XLIII.
Si eres tan hermosa
Que al verte á los umbrales de la vida,
El ángel tutelar de tu destino
Ha sembrado de flores tu camino;
Si al verte sonreir, pura y graciosa,
La juventud, de gozo estremecida,
Ha acercado á tus labios virginales
La copa deliciosa
De hermosos sueños de color de rosa
Y dulces ilusiones celestiales;
Si al desplegar sus alas vaporosas
Tu espíritu se lanza
En pos de la esperanza,
Como vuelan las blancas mariposas
Tras un rayo de luz entre las rosas;
Si en cuna de ilusiones adormida
El porvenirte arruya dulcemente
En tanto que el amor, niña querida,
Teje para tu frente
De las flores mas bellas que da el suelo,
La girnalda nupcial y el casto velo;
. PoesíAs—6.
42 POESIA.

¡He de esperar que me ames, niña pura,


Yo, pobre soñador abandonado,
Que llevo el corazon envenenado
De la duda cruel por la amargura?
¿Cómo aspirar à tu cariño santo
Yo que he llorado tanto
Arrastràndome torpe por el cieno,
Que hasta en las tristes notas de mi canto
Vierto impuro veneno...........
En mis eternas horas de agonia,
Cuando tu imágen celestial desciende
De mi espiritu al seno tenebroso,
Como baja la luz del nuevo dia
Al fondo de un sepulcro rüinoso;
Cuando al beso del cielo, en mi alma mustia
El santo fuego del amor se enciende,
Oh! cuán honda es mi angustia
Al escuchar fatidica, terrible,
De mi conciencia en el abismo oscuro,
Una voz que murmura indefinible:
Imposible es que te ame ese àngel puro,
Imposible!imposible!
XLIV.
Si brotara una lágrima siquiera
Del fondo de mi mústio corazon,
Y en ella mi alma condensar pudiera
Toda la inmensidad de su dolor,
ALIDANA, 43

Yo envenenara el mar de tu ventura


Con esa sola lágrima de hiél,
.. Y acaso tu alma, henchida de amargura,
Me llegara á querer...!
XLV.

Cuando tus ojos tímidamento


uborizados fijas en mí,
La dicha extiende sobre mi frente
Sus leves alas de oro y carmin.

Cuando resuena dentro de mi alma


Cual voz de un àngel,tu dulce voz,
De los poetas pienso en la palma
Y late inquieto mi corazon.

Cuado en mis sueños de venturanza


Yo me imagino que me amas tu,
Mi alma en alas de la esperanza
Se alza á los cielos bañada en luz.

Eres tan pura,te quiero tanto. .......


Que cuando lloro pensando en ti,
Encuentro goces hasta en el llanto
Y soy dichoso sufriendo asi.
44 POESIAS.

XLVI.
Cuando de mi alma la última creencia
Vuele á los cielos, y en mi dolor
Solo halle sombras en mi conciencia
Y en el camino de la existencia
Muertey silencio en mi redor;
Cuando de espinas la sien ceñida
Y hecho pedazos el corazon,
La paz buscando, la paz perdida,
Ame la muerte, odie la vida,
Del vasto mundo por la extension;
Cuando haya triste, ya sucumbido
Y mi recuerdo pase “fugaz;
Cuando mis huesos cubra el olvido
Y de mifosa nunca un gemido
Turbe la eterna quietud, jamás!!
Si en la alta noche oyes medrosa
Junto à tu lecho vago rumor,
Es que impalpable, que vaporosa
Vendrá á rogarte mi alma llorosa
Que note olvides de tu cantor.
XLVII,
¡Pobres quejas dolientes y sentidas
Que exhaló el corazon estando herido,
Tal vez mañana rodarán perdidas
Al tenebroso abismo del olvido!
ALBANA. 45

Páginas que escribiera el sentimiento


Se perderàn, vagando en el pasado
Cual vagan en las ráfagas del viento
Las hojas secas del rosal helado.
Como se pierde en las oscuras naves
El fulgor de las lámparas incierto,
Cual. mueren dilatándose suaves
Las notas de una flauta en el desierto.....

Tū, la que me has amado, cuando triste


Al rudogolpe del dolor sucumba,
Presta à los cantos que inspirar supiste
De tu inocente corazon la tumba!
XLVIII.

Ya que en tu alma grabar nunca he podido


La historia de tu llanto y de mi amor,
En este libro la copié, bien mio,
Del libro de mi firme oorazon.

FIN DE LA PRIMERA PARTE.


SEGUNDA PARTE

POESIAS SUELTAS (I).

DESESPERACION.
A MI. A. . . .

¿Y porqué me has de amar, tú tan hermósa,


Tu de ojos negros de mirar tan triste,
Tu que á tus piés arrodillados viste
A tantos hombres implorar tu amor!
Tú que llevas la frente coronada
De hermosas ilusionea virginales
Y sueñas en los goces celestiales
De un dulce mas allá, de algo mejor

(1) Los versos contenidos en esta 2.° parte estan


copiados en el órden que guardan en los originales.
48 ALDANA.

¿Y porqué me has de amar, situ alma es pura


Como la blanca luz de la mañana,
Si en tu belleza al complacerse ufana,
Susgracias derramó la juventud?
¡Si eres tan ideal, si eres tan casta,
Si perfumas el aire que respiras,
Si hay en tus ojos cuando al cielo miras
La dulce languidez de la virtud!
¿Y por qué me has de amar, tierno angelito,
Triste paloma de nevadas plumas,
Rayo de luz que juega en las espumas
De bullidor torrente de cristal. . . . . .
Si Dios ha destinado para tu alma
Una alma cual la tuya, hermosa ypura,
Si debes ser dichosa y tu ventura
Algo debe tener de celestial
¿Porqué quiero que me ames...? La azucéna
Se marchita en el cieno corrompido,
La paloma inocente forma un nido
En la alta encina léjos del reptil;
La cristalinagota de rocio
No càe sobre la hierba venenosa;
Las frescas hojas de la blanca rosa
Roe cuando las toca, insecto, vil!
Y yo ¿quien soy.....? Un soñador errante
Que al sentir en mi frente algo divino,
La sumergí en el lodo y del camino
FóÉsIAs. 45
Que conduce à la gloria me aparté.
¡Un miserable que corté las alas
A mi mente inmortal, con mano ruda,
La encadené à la roca de la duda
Y ahogué en mi corazon amor y
Hoja seca que el viento arrastra siempre,
Ola que rueda altenebroso abismo,
Horrible no sé qué para mi mismo,
De sombras y de luz vil confusion,....
Luchando sin cesar con el destino,
Del mundo la extension cruzo perdido;
Busco la eterna noche dol olvido
Para morir allí con mi pasion.
Morir léjos de ti, donde noturbo
El último gemir de mi agonia
La dulce calma que en cercano dia
Entre gratos placeres gozarás.....
Morir donde me cubra solo tierra,
Donde no haya una mano cariñosa
Que ponga humilde cruz sobre mi fosa,
Donde nadie por mi rece jamás....!

Poesias,–7.
MIANGELIT0.
Es una virgen morena, hermosa,
De negros ojos labios de rosa,
Sencilla, timida, espiritual;
Cual la soñaba mifantasía
Cuando sus leves alas tendia
Por las regiones de "lo idéál.
De sus miradas en la ternura
Se siente luego de su alma pura
Toda la dulce fasinacion.
Es un tesoro de perfecciones,
Es entre todos los corazones,
El mas hermoso su corazon... ...
La ví una tarde con dulce anhelo
Sus lindos ojos alzar al cielo
Cuando en Ocaso moria la luz;
Miéntras errante la golondrina
En la musgosa torre vecina,
Triste cantaba sobre la cruz.
Y desde entònces rendido la amo,
Y mi angelito siempre la llano,
Y asi llamàndola yo viviré!
Porinocente, por pudorosa,
Porque es tan pura, porque es hermosa,
Porque es mi cielo, mi amor, mi fé....
P).ESIAS, 51

Tu que al de la inocencia,
El triste valle de la existencia
De hermosas flores eubierto ves;
Tú que no sufres, tú que no lloras,
Tu que no apuras en negras horas
De horrible duda la amarga hez;
Tu eres la hermosa virgen morena
De negros ojos de encantoe llena,
Que vi una tarde, mujéntras la luz
En Occidente languidecia,
Y no cantaba, no, que genia
La golondrina sobre la cruz.
PORQUE
¿Porqué si en tus negros ojos
Fijo mitriste mirada,
Tu hermosa faz delicada
Tiñe de rosa el pudo?
Si acaso mi torpe vista
Tu dulce inocencia ofende
O en tu corazon enciende
La santa luz del amor;
Perdóname, y no te cause
Mi amante mirada enojos,
Que si no viera tus ojos
Me moriria de pesar.
Ay! tū no sabes cuán triste
Es en el mísero suelo
Tener tan cercano el cielo
Y no poderle mirar.
Pues el que al nacer halló
Sobre sus ojos un velo,
Yjamàs ha visto el cielo
Ni sabe lo que es la luz,
Es mas feliz que el que tiene
Su vista libre de velos
Ypara no ver los cielos,
La envuelve en negro capuz.
POESIÁ5.

Yo bien sé que no me quieros,


Yá importunarte no vengo,
Porque derecho no tengo
Para quejarne de tí.
Y asi en silencio te amo,
Y asi en silencio me muero,
Y asi muriéndome espero
Que tengas piedad de mil
Mas no creas que yo te culpo
De este amor que me devora,
Pues si te ama mi alma y llora,
Tú no la has hecho llorar.
¿Qué culpa tienes, bien mio,
De que el destino haya escrito
Que en un corazon marchito
No pueda alzarse un altar?
¿Qué culpa tienen tus ojos
De ser el cristal do amante
Mipobre espíritu errante
Ha podidover á Dios..... , ?
Si á mi pecho has inspirado
Tanto amor, tanta tristeza
Que al contemplartu belleza
Creo que como tü"no hay dos;
, Si al cruzarpor la existencia:
Llevando el luto en el alma,
Sin creencias y sin calr,
Sin lágrimas que verter;
ALL)ANA.

Sentítan solo al mirarte,


Renacer mi fé perdida,
Y al saludará la vida,
Lloré de amargo, placer;
¿He de culparte yo, el triste
Que ha encontrado en tus miradas
Todas las dichas soñadas
En un tiempo que pasó;
Ha de culpante mi alma,
La que te debe el encanto
Del amor, la fé y el llanto,
Ha de culparte....? no, nol
Si acaso tu alma inocente
No se conmueve ámi queja,
Olvidame, niña, y deja,
Deja que muera de amor;
Que al que ha apurado las heces
Del cáliz del sufrimiento
Solo le queda...."¡un momento!
De indefinible dolor!

Mas permíteme que muera


Mirando en tus ojos bellos.
Los purísimos destellos
De tu corazon, brillar; , ,
Ay! tu no sabes onàn triste
Es en el, mísero suelo,...,
Tener tan cercano el cielo.
Y nopoderle mirar, .....
UN SUEÑO.
Soñé que mi alma vaporosa, vaga,
Como indécisa niebla trasparente,
Se escapó de mi cuerpo y blandamente
En un rayo de luna fué á flotar.

Las sombras envolvian tu casto lecho,


Y tū, la cabellera destrenzada,
Dormías como la vírgen delicada
Que arruyó de algun ángel el cantar.

De pronto entre las sombras de tu estancia


Brilló un rayo de luna, y dulcemente
Bajó á besar tus labios y tu frente,
Y á su contacto sonreir te ví....

X- 3

La luna se ocultò tras de las nubes


Y en amoroso, lánguido desmayo,
Mi alma murió en tus labios con su rayo,
Y entónces.... desperté ¡triste de mí!
DESEOS,

Si mi alma fuera gota de rocio,


Se mecería ufana
8obre las frescas hojas de una rosa
Cuando brilla la luz de la mañana;
Para que tü, bien mio,
Al mirarla tan pura y tan hermosa
La bebieras ansiosa.

Simi alma fuera mariposa alada,


Rondara amante en apacibles vuelos
El clavel encendido de tu boca
Que á besarle provoca;
Para libar en él miel deliciosa
Y luego remontarse hasta los cielos.
Si mi alma fuera blanda brisa errante,
Acariciara amante
Tu negra cabellera,
Y en seguida lijera
Muriéndose de amory sollozante,
Despreciando la flor de la pradera
Y del manso arroyuelo la onda pura,
Volara en su agonia
uando declina tristemente el dia,
Del saúz de un sepulcro à la espesura.
Si mi alma fuera un rayo
De la callada luna en noche umbria
POESIAS. 57

A tu alcoba de vírgen entraria,


Y en amoroso, lànguido desmayo,
Vaporoso, intangible, dulcemente,
Sin perturbar tu sueño, vida nia,
Besara el cielo de tu casta frente.

Si mi alma fuera luz, ó viente, ó sombra,


Estaria contigo noche y dia,
Y si cubrirpudiera el polvo inmundo,
Dichosa viviria
Sirviéndote de alfombra, ",

Porque es indiguo de tu planta el mundo

PoesíAs,-8
EL CIEGO.

¡A dónde va! Sus ojos no han sondeado


La inmensidad del firmamento azul;
Nunca ha visto las flores ni los lagos,
No conoce las sombras ni la luz.
¿Qué busca? Por el mundo, pobre ciego,
Va con sus cantos mendigando el pan;
Extraño á la ambicion, nunca ha soñado
La vida de los genios inmortal.
¿Qué piensa? Acaso en su cerebro hierven
Revueltas en siniestra confusicn,
Las ideas que en lecho de serpientes
Alienta el odio o el impuro amor.
¿Qué espera? Preguntadlo al infortunio
Que lo persigue por doquiertenaz;
Que jamás ha sentido la esperanza
En el fondo de su alma palpitar.
¿Quién es? Un infeliz que triste llora
Sobre la tumba suspendido ya....
Sarcasmo del pasado y del presente!
Viajero de la oscura eternidad!
PENSAMIENT0,
La tarde va á expirar: lleno de tédio
Pensando en no sé qué, solo me encuentro:
De los árboles caen los hojas secas
Y vuelan en las ráfagas del viento;
Piérdense en el espacio dilatàndose
De mil rüidos los extraños ecos;
Del rio que apacible se desliza
Besa las linfas sollozando el céfiro.

Un triste clamoreo de campanas


Se confunde vibrando allá à lo léjos,
Con la vaga armonia de las músicas,
De la ciudad con el rumor incierto.
Cantan entre el ramaje alegres pájaros;
Se oyen voces y risas; ladran perros;
Las gentes en revuelta muchedumbre,
Charlando van gozosas al paseo.
De la alameda entre los viejos árboles
Mueren del sol los últimos reflejos;
Leves celajesflotan suspendidos
En el azul purisimo del cielo......
Misera Humanidad la vida pasas
Feliz y desgraciada al mismo tiempo:
¡Miéntras unos rien entre placeres,
Cuàntos ay! llorarán en el silencio
EN EL ALBUM.

Yo sé, Felisa, que comprende tu alma


El amoroso idioma
Que se hablan columpiándose eñ las ramas,
Las cändidas palomas.
Sé que traduces las sentidas frases,
Las voces gemidoras
Que murmuran besándose en los huertos,
El zéfiro y las rosas.
Que oyes gemidos si en el bosque ruedan
Las amarillas hojas;
Y rumores estraños en la fuente
De bullidoras ondas.
Que escuchas sollozar almas errantes
En las calladassombras”
Que en la alta noche misteriosas flotan
Sobre las tumbas lóbregas.
ALANA, 61

Que amas la soledad, la selva, el rio,


Las ruinas melancólicas,
Las vagas claridades del crepúsculo,
Las flores de la aurora.

Que sientes en el fondo de tu pecho


Tenaz, abrasadora,
La sed de lo infinito que al poeta
Consume siempre à solas.
Yo sè, tierna Felisa, que eres buena,
Modesta y cariñosa,
Y que tienes una alma levantada,
Sènsible y señadora......
Por eso no me atrevo á consagrarte
Mis mal rimadas coplas:
Sabe que te comprendo y esto basta
Y más que basta, sobra.

=8&e=
-

AANTONIO_DETRUEBA.

En el Templo del Arte


Tengo mis ídolos,
Y alli entre los poetas,
Delgenio hijos,
Se alzätu.imàgen, "
¡Cantor de las montañas
Y los hogares!
INFELIzNIÑA
I.
Palida inclina la frente,
Mustia y sombria,
Y solloza tristemento
La pobre niña.

¡Porqué doliente suspiras


A todas horas,
Y al cielo amorosa miras
Siempre que lloras!
En vano esperas, en vano;
Porque inconstante,
Allà en un suelo lejano,
Tu infiel amante.
Sueña con otros amores....
¡Cruél te olvida,
Sin pensar en tus dolores,
* Infeliz niña!
No llores, no llores tanto;
Perque nustiasy amarillas
Van quedando con el llanto
Las rosas de tus mejillas......
III.

La niña lanza un gemido,


Inclinando su cabeza
Como el àngel afligido
De la tristeza.
ROSAS Y A DEL FAS,
Niñas que tienen ojos
Color de cielo,
Mejillas sonrosadas,
Dorado pelo,
Labios de grana
Y una carita blanca
Tierna y lozana;
Son las de dulce aroma,
Frescas y hermosas,
De alegre, primavera
Primeras rosas;
Su edad temprana
Es el bello crepúsculo
De la mañana.

Las miñas de ojos negros


Y faz morena,
De mirar apacible,
Frente serena,
Cuya cabeza
Circunda la aureola
De la tristeza;
POESIAS.—
G6

Son las tristes"adelfas,"


Las cinerarias
Que viven en las tumbas
Mas solitarias....
Siempre sombria,
Su juventud es tarde
De alegre dia.
EN EL ALBUM.
DE LA SRITA. MARIA IBARRA.

... --".

Cuando del invierno triste


Soplan las brisas heladas,
Marchitas y deshojadas
Las pobres flores, verás
Que ruedan, hoja tras hoja,
Del huerto á la selva umbría;
Y de la selva, Maria,
Ya no volveran jamás....
Cuando las flores del alma
Con el llanto se abrasaron,
Y, mustias,se deshojaron
Al soplo de una pasion,
Vuelan sus hojas. . . . y el alma
Queda desierta y sombria;
¡Ay y los versos, Miaria,
Son flores del corazon... ...

Por eso yo no puedo


Darte cantares.
¡Son tan tristes los ecos -
De los pesares....!
Pídeme llanto:
Yo te daré raudales;
Pero no canto.
POR QUÉ. SERA?
Por qué serà que al expirar la tarde,
Cuando el poniente sol fúlgido arde
Sobre la cumbre de montaña azul;
Los más tristes recuerdos evocamos
Y el porvenir incierto contemplamos
Como al travès de vaporoso tul!
¡Por qué será que al ver, entristecidos;
Luces vagas, celajes encendidos
Por la palida luz crepuscular,
Abandonar quisiéramos el suelo,
Y luz, celaje ó niebla, por el cielo
Tras la soñada dicha ir à vagar
¿Por qué será que al terminar el dia
Escuchamos gemidos de agonia
Las amarillas hojas al rodar,
Y en el rumor del viento entre las rosa
Creemos oir palabras misteriosas
A espiritus errantes murmurar?
Poesias.

Cuando la tarte expira lentamente,


Ygime melancòlica y doliente
La paloma torcaz en el saúz;
Al contemplar desnuda y solitaria,
Al alma demandando una plegaria
De humilde tumba la sencilla cruz,
De su càrcel de barro se desprende
El espiritu audaz y el vuelo tiende
De ultratumba a la oscura inmensidad.
Allà, impalpable, vaporoso, vago,
Cual la niebla que flota sobre el lago,
Se pierde en la insondable eternidad.
ANTE EL SEPULCRO
DEL sABIo JALIscIENsE

D0CTOR D. PABL0 (UTIERREI,


-.—.

¿Y qué podrá decir mi torpe labio


Ante ese abismo pavoroso abierto,
A donde rueda inerme el hombre muerto
Para alzarse,inmortal, el grande sabio?
Sobre esa humilde tumba à do desciende
El rayo de la gloria, como un beso,
Y de tan negra noche entre lo espeso
La blanca aurora de lo eterno enciende;
Debe sonarprofética, inspirada,
Una palabra augusta á cuyo grito
Surja el genio, y se eleve á lo infinito
Del caos tenebroso de la nada....!

Debe subir al cielo lentamente


En medio de la noche solitaria,
De la ciencia la mistica plegaria,
De los que sufren el gemir doliente.
Que ese poco de polvo fué de un hombre
Que, de la Humanidad apóstol santo,
Alivió su dolor, secó su llanto,
Y bien se debe bendecir su nombre!
ALl)ANA. 71

Misterios del sepulcro!.... En él reposa


El hombre, en quien nove ciencia mezquina
Sino un poco de tierra que ilumina
La chispa de la vida misteriosa....
Pero el alma creyente ve,intangible,
Brotando de ese polvo, algo que sube,
Algo que flota y se convierte en nube,
Algo como la luz, indefinible....!
El héroe se levanta de la tumba
Y en mármolesy bronces vivir quiere;
Pero á la ley fatal de ¡todo muere!
La colosal estàtua se derrumba....

¡Sólo la santa luz del pensamiento


Brilla como una làmpara encendida
Sobre la negra noche de la vida:
Algo excelso, eternal, tiene el talento!
En redor de ese féretro enlutado,
Ante ese abismo pavoroso abierto,
Debe llorarse por el hombre muerto
De tantos séres en el mundo amado;

Mas por el sabio nó, que el sabio vive;


Pues allí donde el hombre cae inerte,
El genio se alza y de la misma muerte
Una vida inmortal luego recibe.
EL ALMA.
,"-".
---

¿Quién eres tü que en tu anhelar eterno


Atrevilo te escapas
Del pedazo de barro à do sujeto
Por una fuerza extraña,
Cuando tiendes audaz à lo infinito
Tus impalpables alas,
Te pierdes en la noche de los tiempos
Y no comprendes nada,
Ysiempre misteriosa, irresistible,
Esa fuerza te arrastra
Hasta la vil materia donde habitas
Nutriéndote con lágrimas?
¿Quién eres tú que sin cesar suspiras
Entre ayer y mañana,
Y eternos te parecen del presente
Los instantes que pasan?
¿Quién erestú que acelerar quisieras
De los siglos la marcha,
Y ver morir la lumbre de los astros,
Y estreumecerse y ràpida
Caer del negro caos hasta el abismo,
La creacion desplanada....
Y, átomo de lo inmenso, allíflotandó
Entre las sombras vagas,
s ÁioANA.

Sentir la Eternidad incomprensible


Deslizarse callada. . . . . , !
Oh! tú eres el espíritu que anima
A la materia baja
Y hace pensar al polvo deleznable,
Y á lo eterno se lanza;
¡El aliento del Dios del Paraiso......
Ah! tu eres el alma

Ponsas–16
Oh! que dulce será de alguna selva
Allá en la soledad,
Bajo tranquila estancia retirada
Del eco mundanal,
A la luz de una làmpara que brille
Ya próxima á expirar,
En tanto que á lo léjos sordamemte
Brame la tempestad
Y monótona lluvia en los cristales
Comience ágolpear;
Miéntras reinen en torno de nosotros
El silencio y la paz,
Y en su cárcel de barro estremecerse
Sintamos, inmortal,
Pròximo á alzar su vuelo á lo infinito,
Al espíritu audaz... ...
En la alta noche contemplar á solas
La oscura Eternidad,
Y escribir en las páginas de un libro
Lo que el alma verá,
Por los vagos espacios de ultra-tumba
Solitaria, al vagar... ...
---
El QUE ESIARA PENSAND0?

(Improvisacion.)

Bajo el ala escondida la cabeza,


Sobre una rama seca reposando,
Victima acaso de mortal tristeza;
¿En qué estará pensando
Esa ave oculta en la arboleda espesa?
Tal vez en un amor santo y querido
Que embelleciera su existencia un dia,
Tal vez su dulce amor llora perdido: ,
Acaso piensa en su risueño nido
Que violento huracan destrozaria....
Yo no sè; màs al verla tan solita
Sobre una rama seca reposando,
Sin comprender si gimeö si medita,
Mi abandonado corazon palpita
Y á sus solas, como ella, está llorando,
QUE SENTIRAN

Despues de que las flores se deshojan


Al soplo destructor del huracan,
Y del mústio follaje se despojan
Los àrboles del triste florestal;
Despues de que las hojas amarillas
Arrebata la ráfaga invernal
Y entonan al buir las avecillas
Tierno y doliente el último cantar;
Al recordar su nido solitario
Que fabricaron à su amor, allá
Sobre las santas ruinas del Santuario,
A donde acaso nunca volverán....
Al flotar sobre un leño fatigadas
A merced de las olas en el mar, , ,
Las pobres golondinas desterradas
¿Què sentián
A DONDE IRAN

A donde irán las hojas amarillas


Que el mugidor torrente arrebató
¡Qué fué de las hermosas nubecillas
Que disipó el turbióhl
A dónde irà á morir el desterrado
Que en vano llora porsu dulce hogar
¿Qué playa irá á encontrar el desgraciado
Náufrago que se nece sobre el mar
Hojas por el torrente arrebatadas,
Nubes que vagan por el límpio azul,
Pobres almas del cielo desterradas....
¿Qué vamos á buscar al ataud.

Hay una vozsecreta quenos habla


De una ventura interminable allá;
Náufragos de la vida, nuestra tabía
Nos lleva hácia la playa Eternidad
A UNA GOL0NIDRINA,

Dime, errante golondrina


Que pasaste por mi hogar
Cuando huyendo de las nieves
Volabas triste hàcia acá;
¡Viste á la dueña de mi alma,
Niña de morena faz,
De frente pálida y dulce,
Melàncòlico mirar?
¿No la viste, golondrina,
Tus alitas al plegar
De su tranquila vivienda.
Sobre la parda canal ,
Salir, triste y pensativa, ,
Tus canciónes à escuchár!
Y despues, cuando la tarde
Iba decli
Y sucedian las sombras, , ,
A la luz crepuscular,
"Y tu tendias el vuelo
Tomando rumbo, hácia acà; -

Golondrinagno, la viste
Tristemente suspirar
Y envidiosa de tus alas. ..
Seguir tu vuelo fugaz
Golondrina, golondrina, ..
Cuando vuelvas por allá,
Dile que al oír tus cantos
Se puso mi alma à llorar....
DEL NATURAL.
(PERSONAJES; EL, ELLA)

Ella.— Y me amaràs, mi bien?


El.— Siempre esa duda!
No ves que en la pasión en que ma
De rodillas el alma, absorta y muda,
A tu lado, mi bien, las noches paso?
¡No ves la palidez en mi semblante
Y el fuego del amor en mis miradas
¿No me miras sufrir?
Ella.— ¡Y esa alma amante
Que ha visto una por una, destroza
das
Por tu desden cruel sus ilusiones?
El.— ¡Una de tantas almas sin ventura!
¡Uno de tantos pobres corazones!
Ella.— ¡Y así sacrificar alma tan pura!
Horrible padecer, negro martirio..."
El— Mas soy culpable yo?
POESIAS.
80
Ella— . ................. ¡Quizá lo seas
Amar sin esperanza.... hasta. el
delirio!"
¡Nunca en tan triste situacion te veas!
El.- Pues qué no me amaràs!...nunca, Maria?
No ves que en la pasion en que me
abraso
De rodillas, estàtico, alma mia,
Hablàndote de amor las noches paso
¿No me amaràs?
El"a — ¡Tal vez... ...
El—. Y asi olvidadas
De mi alma moriràn las ilusiones!
Ella – ¡Una de tantas almas desgracia
das!
¡Uno de tantos pobres corazones
CORAZON HUERFAN0

Pobre de la flor temprana!


Que destroza el huracan;
Triste de la golondrina
, Que flota aislada en el mar,
nfeliz ave sin nido....!
¿En dönde abrigo hallará?
¡Corazon huérfano, sufre!
Buscas la felicidad
Y no sabes, pobre miope,
Que ella en los cielos està;
Y no tienes, y no tienes
Alas ay! para volar... ...
Te faltan los dulces besos
Del cariño maternal
Y el amor de la familia
Y los goces del hogar;
Eres un frio cadáver... ...
. Que jamàs tumba hallará;
Pues para tí tan inmenso
¿Qué tumbá habia do bastar!
P().ESIAS.

... La flor muere deshojada;


Del mar en la inmensidad,
La extraviada golondrina;
Y tu ¡á dönde, á dónde iràs!
Al abismo, á lo ignorado... ...
Con tu tristeza letal
Y tus dudas y tus penas:
Corazòn! aei caeràs
En la noche de la tumba. . . .
Sus sombras te envolverán
Y te absorberà el abismo
Sin que te llegue à alumbrar
El beso de luz y vida
Que dá la felicidad... ... .
EscBPTieismo.

Al sepultar de cierto millonario


El cuerpo inanimado, por olvido
Al cuello le dejaron suspendido
De perlas y oro místico rosario.
Codiciando, tal vez, tanta riqueza
Los cacos de la huesa lo sacaron,
Y del rosario aquel lo despojaron;
Y echaron à correr con tal presteza
Que fuera de la huesa lo dejaron.
Asi, lector–por lo que dicho queda
Cuando en el mundo tales casbs veo, 1
A pesar del romántico Esponceda
¡Yo ni en la paz de les sepulcros crco!
EN EL SEPULCRO
DEL

MALOGRADO JovBN
GERARD0 SUAREZ,
DISTINGUIDO PINToR JALISCIENSE.

Sobre esta tumba ignorada


Que tanto al alma contrista,
Aquí do duerme un artista
De la muerte entre la nada,
Debe sonar inspirada
Una voz creadorayfuerte
A cuyo grito despierte
El que del cielo poscrito,
Se alce, genio, á lo infinito
Desde el seno de la muerte!
Sobre esta callada fosa, , , ,
Donde se oye tristemente
Gemir á sombra doliente
En la noche tenebrosa;
Aqui donde misteriosa
De la luna en el fulgor,
Baja en un beso de amor
La santa luz de la gloria
A iluminar la memoria
De noble jóven pintor;
ALDAMA. .

Deben alzarse del alma


Las fervientes oraciones,
La voz de los corazones
Turbando tan honda calma;
Debe besar esa palma
La Patria con dulce anhelo;
Debe vestirser de duelo
El arte y en su tristeza,
Buscar la excelsa grandeza
De tal hijo sllá en el cielo.
Han de caer cual tributo
De los pobres soñadores
Sobre ese sepulcro, flores
Veladas por triste luto;
Deben las penas cual fruto
Arrancar al alma llanto,
Debe el corazon un canto
Inspirar al sentimiento,
Debe postrarse el talento
Ante ese recuerdo santo,
ENUN ALBUM.

Un canto para tu álbum!.,... imposible!


¿Qué canto te he de dar, infortunado,
sonudó
Cuando ruge tormenta irresistible
Le roba con su aroma delicado,
Sus hojas.A la flor. ,
El corazones vaso cristalino:
Sueños de amor y dicha él atesora,
* Cual perfume oriental....
Al romperlo la mano del destino,
De su seno se escapa y se evapora
La esencia celestial.

Como enjambre de blancas mariposas


De carcomido tronco alzando el vuele
En la fria estacion,
Asi las ilusiones caprichosas
Abandonaron al volar al cielo
Mi triste corazon.
ALDANA. s7
Y à solas, entregado á mi destino,
Con lágrimas regando los abrojos
Que destrozan mi pié,
Busco el olvido, que en su sombra espesa
Quiero ocultar al mundo los despojos
De mi perdida fé.
Doliente y fatigado peregrino
Perdido en las inmensas soledades
De esta vida mortal,
El oasis no encuentro en mi camino....
Ay! que me esperan negras tempestades
En la senda fatal!

Sangrientó el piéy atormentada el alma


Por sed de dicha, que en delirio toca,
"¿Cuándo descansaré
Bajo la grata sombra de la palma,
Y en olvidada, solitaria roca,
Mi nombre grabarèl
Espíritu lanzado à la ventura,
Entre tinieblas sin cesarvagando
¿Qué te puedo decir?
¡Feliz, niña gentil, si hermosa y pura,
De luz un rayo celestial y blando
Te guia al porvenir!
88 POESIAS.

Dios bendice amoroso á la inocencia:


Como se eleva desde inmundo cieno
Rocio matinal,
Asi,tras esta mísera existencia,
Volará hasta el alcázar del Dios bueno
Tu alma angelical.
Ave de paso en este triste suelo,
En pos de una encantada primavera
Tú vas léjos de aqui!
Blanca poloma, emprenderás el vuelo
Y mañana tal vez, niña hechicera,
To olvidarás de mí. . . .

Hojas secas que el soplo del destino


Reune sobre el polvo de la tumba:
¡Esto somos los dos!
Sigamos hasta el fin nuestro camino;
Helado viento en derredor ya zumba....
Hermosa niña, adios!
LA GOLONDRINA
un AMIGO losaco suza
-, ,

Salud, ave feliz, ave viajera


Que abandonando mis amados lares,
Cruzasto ya los procelosos mares
. En pos de un cielo y de uña primavera.
, ¡Qué feliz eres tú! Dejas un suelo
o ya el invierno marchitó las flores,
Pero en playas, risueñas y mejores
Hallas tu nido y en tu nido un cielo....
Ay!yo dejé mi patria, porque en ellá
Ya la nieve mis flores deshacia,
Y creí que el Eden encontraria
Que me forjaba mi esperanza bella.
Pero no hallé la dicha apetecida
De aquel soñado Eden tán lisonjero,
Y hoy en un suelo para mi extranjero
Vivo llorando miilusion perdida.........
¡Oh¡.... si à las olas otra vezte lanzas
Y anidas en mi hogar, ave querida,
Dile á Adela que goce felizvida
Entre dulces ensueños y esperanzas.
ANTE IAS TUBAS.
(LEIDA EN LA “sociedAD EMULACIoN.")

Desierto cstá el panteon, ningun viviente


Sus galeras de tumbas hoy visita:
Al ver su majestad el alma siente
Honda yvaga tristeza que la agita....
¡Algo hay en los sepulcros de sublime
Que entre sus sombras inmortal palpital
Tal vez algun espiritu que gimo
Esperando á que suene bendecida
La hora que de las penas lo redime.
Tal vez alguna nota desprendida
De la eternal region de la ventura
En la fosa se escucha extremecida.
La luz, acaso, qué incendió la altura
Refleja en una loza ,
Do flota vaporosa una alma pura.
O en la cruz misteriosa y solitaria
Do consagra romántica alguna alma
Sus flores y su mistica plegaria.... ....
No sé; pero al sentir la dulce calma
Que brota del sepulcro, el alma mia
Sueña de la ventura con la palma.
Ni un rayo de sol.... termina el dia,
La tempestad enluta el ancho cielo,
¡Qué tarde.... melancólica y sombria
. ... - -

- -
- ALl ANA. 91

Cruzan las aves en confuso vuelo,


En el ciprés la tórtola se queja,
La lluvia que comienza moja el suelo.
El carnívoro halcon su presa deja
Y á la marmorea cruz siniestro vuela,
Y grasna, y de la cruz tambien se aleja.
Allá en la nube con que el sol se vela
Estalla el rayo atronador, ardiente,
Dejando en posde sífulgente estela....
¿Es la voz de los cielos que hondamente
En los ca lados tümulos retumba?
¿Es de la eternidad eeo potente
¿Es el débil gemido de la tumba
, Que suena de la gloria en las mansiones,
Mientras el viento tempestuoso zumba...?
ENUNOS PREMIOS
A LA JuveNTUD SEMINARISTA DE GUADALA ARA

Una vez más ostentas en tus sienes


La corona triunfal de tus victorias,
Una vez mas á enagenarnos vienes
Con el himno gigante de tus glorias. • o
Una vez mas la idealidad suprema
De tus sueños queridos se realiza:
Arrebataste al genio la diadema
Que el afan del trabajo inmortaliza.
Aquí estás ya.... como falange altiva"
De pié sobre el camino de la ciencia,
Luce al través de tu mirada viva
El fuego de tu clara inteligencia....
Ayer en el santuario de tu alma
De la noble ambicion oyòse el grito,
Y soñando del triunfo con la palma
Remontaste tu vuelo al infinito... .
Yá la luz de la fé, divina estrella
Que de tu cielo en el zenit lucia,
Miraste del saber la imágen bella
Que en el trono de Dios resplandecia.
Y, “Subirégigante hasta do brilla
Esa esplendente luz.... volar anhelo”
ALANa.

bjiste en tu emocion tierna y sencilla


"Al contemplar del pensamiento el cielo....
. Y pretendias surcar ràpidamente
De aquella inmensidad la basta anchura,
Cuando una voz dijérate, potente:
–“¿Quién eres tú para escalar la altura”
–“Vengo, dijiste, del mundano suelo
“Donde no hay mas que sombras y dolores...
“Voy la ventura á conquistar del cielo
“Yà hundirme de esa luz en los fulgores!
Y te dijó la voz—“Esa figura
“Que luminosa ves, es una sombra
“De la ciencia de Dios, excelsa y pura
“Que en sus grandezas al querube asombra.
“Un abismo insonidable te separa
“De ese divino luminar que miras;
“Mas Dios te ayudará si junto al ara
“A elevarte hasta él humilde aspiras.
“Site enoblecen las supremas galas
“Con que al mortal sublina el cristianismo,
“Del ángel de la fé sobre las alas ,
y,

“Ilesa pasarás por el abismo...... .......

Viajera de las nieblas mundanales,


Volaste entónces del saber en pos,
,94 . POESIAS.

Que brilla en las regiones eternales


Junto al trono magnifico de Dios!
Yte cerniste audaz sobre la altura
Con el vuelo del genio prepotente,
Y se miróbrillar, sublime y pura,
La"luz del porvenir sobre tu frente......
Entónces fué cuando escribió la gloria
. En su espléndido libro, envanecida,
La pàgina primera de tu historia,
El subline pregrama de tu vida.
Hoy de la ciencia en el festin ostentas
En medio del placer que te emociona,
El triunfo de tu afan yte presentas"
Llevando un floron mas en tu corona.
Hoy con la fé en el alma y con la vista
Fija del porvenir en el camino,
Te aprestas con orgullo a la conquista
Que te acerca inmörtal á tu destino, ".......
Del altar à la sombra, bendecido,
Vegetan los laureles y las palmas......
Adelante!.... la gloria te convida!"
Vuela á la gloria de las grandes almas
A LA JUwENTUD ESTUDIosA.

A ti, la que te lanzas,


Gigante y soñadora,
del porvenir en pos,
Y acariciando un mundo de “esperanzas
Por el sendero avanzas
que te marcara Dios;
%

A ti, noble viajera


Que subes á la cumbro
gloriosa del saber,
Que conquistar anhelas lisonjera
La diclia verdadera,
la creencia del saber:

A ti de los poetas
Los místicos cantares
Las notas del laud;
La corona de lauro y de violetas
Que ciñéndos atlótas
del genio, la virtud.
rosas,

A filas blancas flores


Que en el jardin de mi alma
cultivo con pasion,
A tí del entusiasmo los loores;
De líricos cantores,
la dulce inspiracion.

La estrella de la ciencia
Se ve sobre tu cielo
espléndido brillar:
A la luz de su clara refulgencia,
Podrá tu inteligencia -
su vuelo remontar. ..."

Elévate suprema
En lasgrandiosas alas
de augusta religign; ...,
Sea siempre Dios de tu esperanza lema,
Tu màgica diadema,
la fé del corazon.

Hoy que de la victoria


La plácida corona
prepáraste á ceñir, , , "
Entona el himno santo de la gloria,
Que ya sobre la historia
se eleva el porvenir.
AMOR
M R.
Dichoso aquel que supo
del venenoso alionté
Que exhalan los amores,
guardar el corazón... .
Dichoso el que en el alua
jamás sintio el tormento,
Las vagas inquietudes,
el hondo sufrimientó
Que brinda en sus amargas
delicias la pasión!

Amor.... bella mentira,


ficción encantadora,
Ensueño que el poeta
frenético forjó;
Delirio solamente
del alma soñadora,
PoesiA.—l3
Fantástico celaje
de caprichosa aurora
Que en sus ligeras alas
el viento arrebató. . . .

Oir, acompañado
de cándida sonrisa
Un tierno yo-te amo, ,
, nos llena de placer;
Hallar amante y pura
lajoven que realiza
Las blancas ilusiones
que el alma diviniza....
.. ¡Felicidad que apénas
se alcanza"á comprender!

Pero encontrar un pecho,


do duerme lacerado,
Sin fé, sin esperanza,
mezquino un corazón;
Leer en unos ojos
si la historiá de un pasado
Dalàgrimas y dudas....
mirar abandonado
El templo dotuviera
altares la ilusión... ... ....
• • • se --- · • « • • • 4 a • • • • *
A.E.ANA.

Mas nó; que el sentimiento .


Sublime del que ama,
Hace del mundo un cielo
. ... dorilla el porvenir. . . . . .
Felíz el que ha sentido
llama la
Que mágia y":
suprema
"el corzón inflama ... ...
Amor, bendito seas . ..
”a Amor, llégame, à herir!
a toa
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A. M.
Hermoso botón de rosa
Que à orillas de umanso nio,
Cubierto de gotas de fresco rocio
Tu broche desatas al beso del sol:
Yo soy la maripcsa
Que ráudo torbellino
De sus nativos valles
Un dia arrebató. . . .
No sé à donde me arrastre
La fuerza del destino:
Botón de rosa blanca
Te dejo.... adios, adios

Fuente de agua cristalina


Que brotas de peñas duras,
Y alegre entre guijas saltando murmuras,
Regando el oásis de eterno verdor:
Yo soy el beduino
Que cruza á la ventura
Del pàramo infecundo
La lòbrega extensiòn
No tenigo hogar ni patría....
Mi triste sepultura
FOEstas. 101
Será la ardiente arena. . . .
¡Oh fuentecilla, adios!

Triste nido abandonado


En las moriscas almenas,
Que escuchas las guzlas que en noches serenas
Arrullan acordes los sueños de amor:

Yo soy la golondrina
Que en pos de luz y flores,
Me lanzo á los espacios
En alas del turbiòn;
Tal vez el mar inmenso
Me absorba en sus furores....
Adios, paterno nido;
De ti me alejo, adios!
Hermosa niña morena,
Que al umbral de la existencia,
Por senda de flores la casta inocencia
Te llevaà la dicha radiante de amor:
Yo soy el sin ventura
Que ayer llegó á tu reja
¡Oh vírgen pudorosa!
El bardo del dolor;
Tu el ave que ha llegado,
Yo el ave que se aleja
En pos de la borrasca...."
Hernosa niña, adios!
- -----

" -

Cuando la noche, tranquila


Despliegas oscuro velo,
Cada estrellita del cielo
Me parece tu pupila
Que me busca con anhelo...
Si de oscurá, bartolinas
Sobre la parda canát oí - ; ;
ar
Gorges la golondrina,
Oigo tuvoz peregrina
Alivio danda á mi mal.

:vida,
ausencia imps di
te, muro
A :
Angelito de mi Yula,
- - - er

- -------

"-.

POESIAS.
1.4%
Nunca robarme tu amor
Consiga, aleve, la suerto;
Inexorable la muerte
Siegue tu existencia en flor,
Si yo no he de poseerte.
¡Que al verte en agenos brazos,
Con un gàrfio enrojecido,
El corazón, por tà herido,
Me arrancarla á pedazos
En la noche del olvido

.. .. . . . . "
1

- -
¿EN DON DE ESTAS
¿En dónde estàs, mi bien, por qué tus ojos
No se fijan amantes en los mios
Por qué á mis labios pálidos y fios
No anima de tus bescs el calor!
¡Por qué cuando implacable el sufrimiento
Ciñe de espinas mis marchitas sienes,
A prestarle tus lágrimas no vienes
A mi cansado ytiste corazón?
Aquí, olvidado entre las sombras, gime
Mi espíritu infelíz, hora tras hora....
¡Qué horrible soledad la del que llora
Del aliaa la espantosa soledad!
Del altar de mi amor en las rüinas
Yace la flor de mi esperanza mústia,
¡Cuán grandes son mis penas y mí angustia!
En dónde estàs, mi vida, dónde estás?......
Me rodean semblantes macilentos,
Ojos sin expresión, almas dolientes......
Ven y funde con lágrimas ardientes
El hielo quo me oprimie el corazón!
Ven conmigo á llorar y enamorada
Estréchame en tus brazos, que me muero;
Mi corazón reclana lastimero
De tus antantes besos el calor.
UN SUEÑO.
Soñé.... qué horrible sueño!
Al fulgor de temblante làmparilla,
En un rincón de mísera buhardilla
Sobre enlutado lecho estabas muerta. . . .

De tus labios risueños.


El aliento vital volado habia,
Y tu frente , sombría,
De pavorosa palidez cubierta,
Blanca corona de azahar ceñia.

En tus manos heladas . . .


Sobre el inerte seno entrelazadas,
Oprimias humilde crucifijo;
Y tus hermosos ojos entre abiertos
Tenian el mirar doliente y fijo .
De los nublados ojos de los muertos.
105

Todo callaba en derredor. La estancia


Envuelta en esa lobreguez sombria
Que en torno à los cadàveres se advierte,
Respiraba la funebre fragancia
De las pálidas flores de la muerte.
La moribunda lámpara em la fria
Penumbra vacilaba,
Remedando deformes siluetas
Que bailaban, inquietas,
En torno al ataud que te esperaba.
Turbando de la noche la honda calma
Con dolorido acento gemebundo,
Oi el adiós que desde ignoto mundo,
Le dabas á mi alma. . . ...

Es posible gran Dios-clamé de hinojos


Que así acibares la existencia mia?
Al ángel de mis sueños, mi Maria,
La dulce niña de los tristes ojos,
Hirió la Parca impia
¡Oh idolatrada! ¡oh celestial amante
Al emprender tu silencioso vuelo
Del azulado cielo," "
¡No te
:
No te doliste de hicera pena
=---=---= ----=

ALIDANA.

Desierto està el altar del alma mia;


Llora mi corazón aislado y triste:
Idolo de mi amor, casta María,
¿A dónde, á dónde, dulce bien, te fuiste?
······ - · ·· . · . . . . -

" " ... s.


Cediendo á mi dolor; contra mipecho
Oprimiendo amoroso tu cabeza,
Ante tu melancólica belleza
Gemí de amor en lágrimas deshecho.
Y al pensar que
en humilde cementerio
Muy pronto dormirian tus despojos
De la callada tumba en el misterio,
Cerrétus negros entreabiertos ojos,
Y dando libre curso á miternura,
En mi pasiòn desesperante y loca,
Con el alma impregnada de amargura
Posè mis labios en tu yerta boca.........
Oh si al beso del sol, locana, y pura,
La destrozada, pálida azucena
Alzara al cielo la abatida frente,
Mi apasionado beso de ternura
¡Oh, mi niña morena!
Tc hubiera dado vida eternamente. . . . . .

Después..... La informe vaguedad sonubria


De la región fantàstica del sueño;
107 POESIAS.

El alma hendiendo con tenaz empeño


De lo impalpable la mansión vacía.....
Los apagados ecos
De angustiosos gemidos;
El rumor de sollozos reprimidos,
Y de la dura azada funeraria
Cavando en una fosa solitaria,
Los lentos golpes secos... .....
El recuerdo de angustias infinitas
A la luz de una lámpara expirante,
Y el aroma enervante
De las flores de un féretro marchitas.....

Sueño crüel que amedrentaste à mi alma,


Delirio de mi ardiente fantasía;
No turbes mas mi bienhechora calma
Con tu imagen sombria!
¡Oh mi adorada, angélica Maria;
Quiera benigno el cielo que en la fosa,
Como una madre tierna y cariñosa,
Nos arruye la muerte el mismo dia!.
FATALDAD.
En las grietas de una roca
Una paloma torcaz,
Formaba á su amor un nido
Alzando triste cantar;
Cuando los aires hendiendo
Ligero, aleve, y rapaz,
La arrebató entre sus garras
Carnívoro gabilán.......

Ay de la triste paloma,
Ay de la pobre torcaz,
Que amor y nido dejando,
Pereció en lance fatal!
---

Al borde de un arroyuelo
Difundiendo suave olor,
100 POESIAS.

Se entreabria una azucena


Al beso de luz del sol.
Llegóse alli con su arado
Un sencillo labrador
Y á la infelíz azucena
Sin piedad desarraigó......

¡Cayó la azucena blanca......


Y el eso de la luz del sol,
Quemò sus pálidas hojas
Que, ajrado, viento arrastró
--
Envidia de osas
Volaba por los jardines
Chupándo de flores nil;
Y al internarse en la selva
Enamorado yfelíz,
Fué á morir entre las fauces
De venenoso reptil......

Murió el rándo pajarillo


Hijo del aire sutil
Que, envidia de mariposa.s,
Volaba hibre y feliz!

Ave que formas tu nido


Al DANA. 181

En ingrato corazón
Y alzando tiernos cantares
Sueñas con dichas y amor;
iFlor que á la vida despiertas
Y al beso de la ilusión,
Desatas, lozana y pura,
Tu cáliz de suave olor;
Alma mia, pajarito
Que giras libre y veloz
Por el jardín de la vida......
Desconfía del amor;
¡Que amor oculto en el fondo
De un infame"corazòn
Puede arrastrarte al abismo,
Cual reptil fascinador!

--e-38EE-
*A •

A SO LA S.
Hojas secas que del árbol
En invierno se desprenden
Y que à losàmbitos hienden
En alas del huracàn,
Bajo la insegura planta
De extraviado peregrino
En 1gnorado camino
Un dia polvó sèrán. ... .

Ilusiones engañosas,
Hijas del primer cariño,
Que en el corazón del niño,
Abrió á sus besos amor,
Son las tristes hojas secas
Que, camino al camposanto,
Voy regando con mi llanto
A solas con mi dolor... .....
AíDANA. 113.
La flor doblegada y mústia,
Con el matinal rocio
Nueva vida y nuevo brío
Recobra en el florestal....
¡Ay, mi corazón marchito,
Flor que agostó el desencanto,
Ni con raudales de llanto
Álivio encuéntra á su mal!

El rayo del sol naciente


Brillando en la funeraria
Fria cripta solitaria,
Es vida, luz y calor....
.. ¡Quiera el cielo que en mi alma,
Tumba de ilusiones, pura
Como anuncio de ventura,
Brille la luz de tu amor!

-->E333=-
EN EL CAMPOSANTO,
Aire que besas las tumbas,
Viento helado de noviembre,
¿A dónde llevas las hojas
Del àrbol triste que mueren,
Y amarillas y temblando
De las ramas se desprenden?
A dó llevas el perfume
De humildes flores silvestres
Con que adornara la fosa
De un hijo, madre doliente?
A dó llevas los sollozos
Los suspiros y las preces
Y el llanto que los mortales
Sobre los sepulcros vierten?
Viento helado que te llevas
El polvo de los que duermen,
Si en tus impalpables alas
Cual hoja seca pudiese
"
ALIDANA. 115

Mi alma volar al espacio


Por donde tus alas tiendes,
¡Con quégozo dejaría
Esta noche que la envuelve,
Para ir à buscar contigo,
Viento frío de noviembre,
La eterna luz que le falta,
La dulce paz que no tiene!
EN EL SEPULCRO DEL
MIALOGRADO POETA JUAN VALLE.

Unas tras otras mil generaciones


Se han perdido en el mar de las edades;
Estátuas,templos, mármoles, ciudades
Ejércitos, riquezas, religiones.....
Todo arrastra en su ráudo torbellino
El huracán del tiempo cuando zumba:
A cada paso encuéntrase una tumba
De la vida en el árido camino.

a Humanidad compacta, silenciosa,


helando una vida perdurable,
rcha en pos de lo eterno,y miserable
lanza al fondo de la negra fosa!....
Se
ALDANA

Sólo la santa luz del pensamiento


Brilla como una lámpara encendida
Sobre la negra noche de la vida....
¡Algo excelso, eternal, tiene el talento!
Sólo la gloria eternamente vive,
Pues allí donde el hombre cae inerte,
El génio se alza y de la misma muerte
Éna vida inmortal luego recibe!
A LA NIÑEZ.
COMPOSICION LEIDAPOR UNA NTRA

ANTE EL JILLMG). SR. LOZA

Bella Niñez, encanto de la vida,


Tū que llevas la frente circüida
Con un nimbo de luz y de candor;
Si en el oscutumbral de la existencia,
Te besa cariñosa la inocencia
Como el rayo de luz besa á la flor;
Si el ángel de la dichay el consuelo
Te sonrie dulcemente desde el cielo
Como la madre al hijo le sonrié;
Si hoy descienden en plàcidos raudales
Lluvias de amantes besos celestiales
A tu alma toda amor, pureza y fé,
-
------ -----

ALIDANA. 119

"Mañana al avanzarpor el camino


Que debe conducirte à tu destino,
¡Cuánto, tierna Niñez, has de sufrir!....
Tú no sabes que el valle de la vida
Es el valle del llanto, y escondida
La muerte se halla en él tras el vivir.
Ignoras que la senda es escabrosa;
Que tiene mil espinas cada rosa
Y cuesta un mar de lágrimas gozar......
"De tu ángel tutelar bajo las alas,
No comprendes que el brillo de tus galas
El lodo mundanal podrà manchar.
¡Qué sabes tu de envidias ni de dolo....
Si en tu alma brilla la inocencia sòlo,
Si es de un ángel tu puro corazón!
Ay! Niñez, los placeres de este suelo
Como el humo que sube al alto cielo,
Tan pasajeros y fugaces son......
Tu eres la blanca y tímida paloma,
Tü la violeta azul de suave aroma,
Tü la fuente de limpido cristal.
Ay! que el milano à la paloma asecha,
La flor marchita rodarà deshecha,
Agotarà la fuente su caudal. ...
FoesíAs.
Niñez, en este mundo en que caminas,
Virtiendo llanto y encontrando espinas,
Buscando sin cesar el ataúd,
Hay algo grande, levantado y santo,
Que siempre enjuga del dolor el llanto:
Aquí se hallan la ciencia y la virtud.
Acereate al altar: hasta él desciende
Be los cielos la luz que pura enciende
El misterioso fuego del saber;
Aprende alli la verdadera ciencia
Y con ella podràs en la existencia
Gloria alcanzar y venturosa ser.
Hoy que contenta ciñes á tu frente
El logrado laurel, Niñez, detente!
Y llena de cariño y gratitud,
Besa la mano del Ilustre anciano
Que à tí tendiendo protectora mano,
Salvarà tu cercana juventud.
,

EN LA TUMBA
INForuNabo POETAJALISCIENSE
DEL

A URELIO L. GALL ARD o.

¿Por qué morir su voz, si era tan suave,


Tan sentida, tan tiérnay armoniosa
Como el vago rumor de selva umbrosa,
Como el cantar dulcísimo del ave?

¿Por qué callar su canto, si en sus notas


Vibraba el grito de la Patria mia,
Que entonaba, radiante de alegría,
Himmos de paz sobre cadenas rotas?....
Cantó à la humanidad; su voz de trueno
Conmovió, poderosa, el negro abismo,
Donde fragua, maldito! el despotismo
Para la santa libertad, un freno.
Posas–16
122
"y "" -
Cantò el amor.... su corazón de niño,
Puro como la luz, con santo anhelo
Se alzò al abismo azul del ancho cieo
En las doradas alas del cariño!

ayes melancólicos de su alma


Son el gemido de paloma herida,
Nota que vaga en la extensión perdida,
Brisa que llora en la desierta palma....
No, no puede morir; que sobre el suelo
Siempre ha de haber amor, gloria, poesia;
Y nopuede extinguirse la armonía "
Que preludió una cítara del cielo!

Giman sobre su polvo á todas horas


Los armoniosos ecos de su canto;
Esparzan flores y derramen llanto
En su tumba las almas soñadoras.
A LA MEMORIA DEL
NOTABLE MUSICO

CRUZ BALCAZAR,
DISTINGUIDo coMPosiToRJALIscIENse.

Sobre esta humilde fosa,


Turbando el dulce sueño de los muertos,
Forman vagos conciertos
Cuando asoma la aurora esplendorcsa,
Los cantos armoniosos de las aves
Y el gemir melancólico del viento,
Remedando dolientes y süaves
Las quejas del amory el sentimiento.
Aqui parece que en silencio gimen
Las hojas secas, y amoroso beso
Al volar con el viento de la tarde
Sobre ese polvo sollozando imprimen.
124 POESIAS.

Aquí cuando en Ocaso apénas arde"


El últimó fulgor del claro dila,
Se escucha, de la sombra entre lo espeso,
Esa vaga,tristísima armonia
Que forman los espíritus errantes
Al agitar sus alas, sollozantes,
Sobre el puñado de callada tierra
Que algo,invisible, de un artista encíerra....."
Aquil reposa un génio! Fatigado
Al cruzar el desierto de la vida,
Dejó su dulce lira suspendida
En la cruz de un sepulcro, y resignado
Bajóá la. oscura fosa....
Su alma toda luz, toda armonía,
Inspirada, intangible, vaporosa,
Ave de lo infinito tendió el vuelo,
Y á las regiones del eterno dia
Fué á cantar inmortal.... ¡canta en el cielo!"

--se
EPITAFIO
Bajo esta loza que al mortal advierte
La brevedad de la existencia humana,
Guarda, amorosa, la piedad cristiana
De un hombre honrado y bueno el cuerpo i
nerte.

Le hiriò implacable inesperada muerte


En medio del vigor de edad temprana;
Y de su oscura habitación mundana
Su espíritu salió, sublime y fuerte.
Lloráronle los buenos corazones;
Por él vistióse la amistad de duelo
Y alzó la religión sus oraciones.
Cuando se pierda en el mezquino suelo
Su polvo, de la muerte en las mansiones,
Su alma,inmortal, existirà en el cielo,
ANTE EL SEPUICR0 DEL
SABIO DR. JALISCIENSE
LAURO GUZZ MIA N.

En su frente brilló la inteligencia;


Su alma tuvo un amor, noble y sublime:
Amó la libertad, la que redime,
La que eleva del hombre la conciencia.
Cuando llamò á suspuertas la indigencia,
La que olvidada entre dolores gime,
En vez del egoismo que se exime,
Halló en él al apóstol de la ciencia.
De caridad y amor bello modelo,
Enjugó tantas, làgrimas calladas .
De tristes sères aliviando el duelo,
Que al fijar en su tumba mis miradas,
Es patria de las almas levantadas!
A LA MEMORIA DE MI CONDISCIPUTLO,

EL MALOGRADO JOVEN

CEIso GONZALEZ

Murió!.... sobre su frente


Coronada de hermosas ilusiones,
Su golpe descargó la muerte fiera;
Cuando á su noble corazòn, ardiente
Nido de levantadas afecciones,
Alentaba esperanza lisonjera.
Murió, cuando tocaba
Con vacilante pié la senda oscura
Que al porvenir conduce;
Cuando su alma volaba
En alas de sus sueños, á la altura
Donde la estrella de la gloria luce.
1 -

Viajero en el desierto de la vida,


Bucaba sin cesar con alma, ansiosa
La tierra prometida,
Cuando á sus piés abrióse la temida,
La solitaria fosa.
La deleznable tierra,
El puñado de polvo que aprisiona
Al inmortal espiritu, que en guerra
Vive con la materia acá en el suelo,
Queda en la tumba; mas el alma entona
Himnos de paz al remontarse al cielo.
No lloreis en la tumba solitaria....
Ella guarda tan sólo los despojos
De la cárcel de barro de las almas;
Alzad del corazón santa plegaria,
Levantad á los cielos vuestros ojos
Y allívereis que entre triunfales palmas,
Con sus alas de luz, las almas puras
Surcan el mar azul de las alturas....
No lloreis, no lloreis sobre las fosas!,
Pues basta que en las noches solitarias
Sobre ellas murmureis vuestras plegarias
Y las cubrais de rosas....!.
ANTE EL SEPUICRO
DEL SEÑOR DON

MANUEL L0PEZC0TILLA,
BENEMERITODEL ESTAD0DEJALISC).

El hombre en tremenda guerra


Con la muerte cautelosa,
Rueda al fondo de la fosa,
Que al fin el hombre es de tierra;
Mas la santa luz que encierra
El que inerte se derrumba,
Cuando más airado zumba
El huracán del olvido,
Brilla cual sol snspendido
Sobre el polvo de la tumba.
Abrir á la inteligencia
Las páginas de la idea;
Anhelar que grande sea
Todo un pueblo por la ciencia,
Rosas,–17.
130 POES1AS.

Es quitar de la conciencia
Las sombras del fanatismo,
Arrancar al patriotismo
De la ignorancia el capüz,
Encender focos de luz
En el fondo de uu abismo!

Por eso mistorpes labios


Deben callar ante el hombre;
Pues habla bastante el nombre
Del padre de muchos sabios.
Y fueran necios agravios.
Mis versos, ante el puñado
De polvo que sosegado,
Humilde sepulcro encierra;
Que al fin en tan poca tierra
Se agitò un génio elevado.
A LA MEMORIA DELSR,
D. MANUEL ROMAN ALATORRE.

--- LO"

Yo sé que vió la luz en esta tierra


Tan llena de atractivos para el hombre,
Que libertad, honor, gloria, renombre,
Talento, inspiraciòn.... ¡todo lo encierra!
Aquí do la mujer que el alma adora,
Angel en el hogar, esposa pura,
Tesoros de virtudes y ternura
Lleva dentro de una alma soñadora.

Aquí do tantos grandes ciudadanos,


A costa de sin sangre generosa,
Han conquistado, heróicos, la grandiosa,
La santa libertad de sus hermanos....
En este suelo todo luzy flores;
Donde hay torrentes, lagos y caece,
132 POSIAS.

Y á lo lejos montañas azuladas,


Y horizontes de mágicos colores.
Aquí donde, de fésublime ejemplo,
Tiene la caridad santos asilos,
Do la miseria y el dolor tranquilos
Alzan à Dios el más augusto templo.
Sé que aqnívió la luz;qme su alma inquieta
Canó lo bello y comprendiò lo bueno;
Por eso ahora, de tristeza lleno,
Me inclino ante la tumba del poeta,
IATRANSFIGURACION,
---

Su rostro como ol sol; sin vestidura


Como la nieve, blanca, refulgente;
De luz circuida su divina frente,
Fija en los cielos su mirada pura.
Envuelto en nubes de brillante lumbre,
Entre Moisés y el inspirado Elías:
· AparecióJesus aquellos días
Del biblico Tabor sobre la cumbre. . . .

Y en medio de sublimes refulgenciaa


Se oyó una voz que misteriosa dijo:
“Este es mi amado, muy amado hijo
En quien tengo mis santas complacencia”

Mas ay! que el inmortal transfigurado


Iba à subir al Gölgota tromendo,
Y por la triste Humanidad muriendo,
. .A. levantar al www•-» claora -el
coMPosicioN DEDICADAAA sÁ.
DEL FINA, ANA YA DE SERRATO).
-.

El imponente templodilátado
Envuelta se halla en majestad sublins;
Y allá sobre el altar hoy enlutado,
Una mujer desconsolada gime....
Tu eres la Vírgen que sus penas hors
En negrasoledad abandonada;
Como tierna paloma gemidora
Que entro las rooasser lamenta aislado.
Tála madre de Dibs, tilanocente
Mártir, que por el hombre te ofreciste;
¿Por què inclinas tan pàlida la frente?
¿Por qué suspiras y sollozas triste...
Ahlya Rosé; que viste entristecida,
ALDAN.A.. 135

Morir en una cruz à tu Hijo amado....


Ay!y sentiste al expirar su vida
Tu tierno corazón despedazado! .
Ytátan santa, tan hermosa y pura
Que eres la augusta Emperatríz del cielo,
Tienes el alma henchida de amargura,
Tienes el corazón lleno de duelo....

En un tiempo felíz; cuando en mi frente


La luz de la niñez resplandecia,
Mi buena madre cou anor ardiente
Me llevaba á tu templo, madre mia.
Y allí alpié de tu altar lleno deflorez,
"Con el alma en el cielo y de rodillas,
Yo adivinaba entónces tus dolores,
Las lgrimas al ver en tus mejillas....
- .
Y tu llorabas, yde angustia llena
Mi santa madre, que en el cielo mora,
Tambien lloraba al contemplar tu pena,
¡¿Cual llora mi alma al recordarlo ahora
Juntas las alas, de erespón vestidos,
Los angelitos á tus piés lloraban,
Y exhalando sollozos y gemidos
Las fiàutas melancòlicas sonaban.
Y del saúz entre las verdes ramas,
Gemían las palomas escondidas;
Y vacilsban las inciertas llamas
136 ros IAS.

Do las negras antorchas encendidas. .. .


Y all estas tú, la Virgen afligida,
La abandonada Virgen del Calvario;
Pero mi madre ¡oh Dios santa y querida,
Hoy duerme en un sepulcro solitario...
Y al mirarte gemir abandonada,
Víctima del dolory la agonía,
Me parece que llora arrodillada,
¡Que llora junto á mí la madre mia!
" • • • • • • • • • • • • • • • • . . .- ."

¡Oh Vírgen! si el dolor y la amargura


Agotaron el llanto de mis ojos,
Aun guarda el corazón una fé pura,
Y.... aqui estoy átus piès, puesto de hinojos!
AL CALVARIo.
Altar del Cristianisumo,
Sublime monumento,
Montaña de la afrenta
que Dios santificó!
Tú eres un emblema
de amor y sentimiento,
El ara sacrosanta
do el Verbo se inmoló.

El pedestalgigante
que levantó á su gloria
Del Nazareno humilde
la Santa Religiòn;
A ti dedica el ángel
sus himnos de victoria,
Atl consagra el hombre
rendida
adoración.
-----

PoeSIAS,–18.
137 POESIAS.

Cuando sonó suprema


la hora bendecida
De redención, los mundos
temblaron al girar;
Se estremeció el abismo,
la tierra envilecida
Gemia entre las sombras
en su órbita al rodar. . ..

Entónces los arcángeles


de luto se vistieron
Y el Hijo del Eterno
la palma conquistó... ...
Olimpo y Capitolio
de su esplendor cayeron
Y en sus escombros Jupiter
con su poder se hundió
En medio à tantas ruinas,
de aquella noche oscura
Entre las densas sombras
surgió divina luz,
Y se elevó hasta el cielo,
grandiosa, tu figura
Para servir de trono
al Mártir de la cruz.
De entónces con sus alas.
te cubren los querubes;
El Dios omnipotente
. AI,DANA 138

al vente se sonrié,
Y flotan en tu cima,
fantásticas, las nubes,
Y el mundo te venera
con acendrada fe... ...,
Si al pié de las palmeras
pudiera yo cantarte,
Al vago sòn del arpa
de amante querubin;
O en medio á mi ternura
con lágrimas regarte,
Mientras la luna se hunde
del mar en el confin....:
Más ya que no me es dado
llorar bajo la palma
Do el Hombre- Dios gemía,
sufriendo por mi amor,
Tu imagen, monte santo,
Conservaré en el alma
Mientras mi vida aliente
el soplo del Criador
PIO IX PAPA.
Publicada en el número especial que la Redacción de
“El Pabellón Mexicano”, dedicò à la beneran
da memoria del Señor Pio IX.

Los hijos del Gran Pio, que de hinojos


Llorais ante su imágen enlutada,
Secando el llanto en los nublados ojos.
Levantad á lo excelso la mirada,
Deje vuestra alma el angustioso duelo
Yá los cielos elévese extasiada.
Descorred de las lágrimas él velo,
Y con las alas de la fé bendita
Hasta la gloria remontad el vuelo!
Lo veis allí... do el querubin habita
POESÍAS

Brilla su frente inmaculada y santa


Donde divina inspiración palpita.
Su figura grandiosa se levanta
Sobre la cumbre de la eterna roca
Y, allà, se pierde donde el àngel canta.
Cuando la triste humanidad lo invoca
El Espiritu Santo habla à su mente
Y palabras de Dios pone en su boca.
Refleja, pura, en su serena frente
La luz de lo infinito desprendida;
Ante él se inclina el mundo reverente.
Al escuchar su voz, estremecida
Se agita la impiedad llena de espanto
Y se hunde en el abismo confundida.
Sobre la tierra su poder es tanto
Que, como nunca, elevay engrandece
Del Vicario de Cristo el sólio santo......
Es un astro que espléndido aparece
Y alumbrando inmortal el Vaticano,
Entre el mundo y el cielo resplendece
Allí està, majestuoso y soborano!
Lleva en sus sienes la suprema tiara
Y de pastor el bäculo en su mano.
No es el anciano ilustre que salvara
A la ciudad del Capitolio eterna
141 ALDANA,

Y à Atila y à sus huestes asombrara.


No es el campeòn cuya memoria tierna
En la ciudad Lecnina vive pura,
El que vence al infiel y lo prosterna.
No es el màrtir que lleno de amargura,
De terr o en Valence halla glorioso
El criste cautiverio muerte dura,
No es de la Iglesia el defensor famoso
Que con asombro de la Europa humilla
Del Imperio francés al gran coloso.
Con màs hermosos esplendores brilla
· De los cielos la luz en su cabeza
Y en su mirada plácida y sencilla.
Mirad! Asombra al mundo su grandeza....
Reune del Pontifice á la gloria,
Del grande Soberano la entereza,
El himno divinal de su victoria
Estremece les cielos todavia,
Ensalzando en los cielos su memoria,

Los àngeles henchidos de alegria


Cantan al són de sus psalterios de oro.
Las grandezas del Papa de Marla.
La humanidad en gigantesco coro
Modela el himno angelical, bendito,
" POESIAS

“Que endulza sus pesares y su lloro.


La Historia se remonta á lo infinito
Y canta de sus hechos el poema
Que en cada corazón se encuentra escrito.
De fé modelo y de virtud suprema,
Su elevado heroismo lo sublima;
Su sien ciñe del genio la diadena......
Mientras del cielo en la fulgente cima.
María inmaculada se levante
Y el hombre en su destierro sufra y gima,
Mientras el monstruo del error jadeante,
De su cuello arrancar en vano quiera
La cadena del Syllabus gigante,
¡Pio IX vivirà!... ... con f% sincera
Hoy que enluta su templo y sus altares,
La católica Iglesia lo venera. . . . . . ..
Se alzan á Dios sus funebres cantares
Del humo del incienso entre las nubes,
Y del alma plegarias à nillares
En sus alas recogen los querubes.
LOS HUERFANOS.
—–o)><(o:——
I.
Dichosos los que en el mundo
Tienen quien sus penas calme,
Quien sus lägrimas enjugue,
Quien los bendiga y los ame
Los que en medio de sus goces
O de sus negros pesares,
Siempre encuentran en una alma
Donde amor inmenso cabe,
Alegrias en sus dichas
Y lágrimas en sus males. .. .
Felices los que en su frente
Cuando declina la tarde,
Sienten la santa ternura
De los besos de una madre;
De una madre que amorosa
Vele por ellos constante
Y reze junto á su lecho
Cuando en su lecho descansen. . . . . .
¡Que en el valle de la vida,
Las buonas madres son ángeles
Que van guiando á sus hijos
Del cielo hasta los umbrales!
-------------
------------ " " " " --,

Pol2SIAS 145

II.

Pobres de los que han sentido


En su corazón amante
La hiel de un dolor inmenso
Entre los dolores grandesl
Los que han visto, entristecidos,
Morir á su buena madre
Y han visto volar del mundo
Hasta los cielos, à ese àngel
Que losguiaba de la vida
Por las vastas soledades!
No tienen quien los aliente
En medio de sus afanes,
Ni quien endulce sus penas,
Ni quien de lágrimas bañe
Su cabeza, si de espinas
La coronan los pesares. . . . ..
Ygimen, gimen á solas,
Y el mundo cruzan errantes
Cual viajeras golondrinas,
Cual hoja seca en los aires.....
¡Que en el mar de la existencia
Los huérfanos miserables
Son como naves perdidas,
Como destrozadas naves
Que sobre oscuros abismos
Arrastran las tempostades
Por SIAS-19.
MEDITACION.

¡Logogrifofatal, hondomisterio
Que no penetra la razón jamàs!
Al fondo del oseuro, cementerio
Entre risas y llanto camihar.......
Mirar la tumba abrirse aterradora
De la reciénte cuna junto al pié,
Mientras fugaces ¡ay hora tras hora
Van los dias minando nuestro sér.
Sentir todo lo grande de nuestra alma,
Interminables dichas anhelar,
Y del sepulcro en la terrible calma
El abismo encontrar
"" "" -
del más allo

Mirad Pasa un anciano a dó camina


147

Si va la nuerte de su huella en pos!


Ved esa flor que hàcia la tierra inclina
Su colora marchita y sin olor. . . . . .
Expiran de la tarde los rumores
En occidente apaga el sol su luz;
Muere la mariposa entre las flores,
La tórtola doliente en el saüz.

Del árbol se desprende hoja marchita


Y suspira doliente el corazòn......
Sobre mi frente pálida palpita
La gemidora sombra del dolor.
Todo tiende à su fin, todo perece:
Todo en la negra nada se hundirà!
¡Ah nó; que sobre el túmulo se meco
Algo como la inmensa eternidad!, . . .. .
¡CANTAD, P0ETAS!
EN UNA SOCIEDAD LITERARIA

):3:(
Si el fuego de los cielos
abrasa vuestra frente,
Si brilla en vuestras almas
la luz-inspiración;
Si acaso en vuestro pecho
sentís que late ardiente,
Henchido de entusiasmo
y amor un corazón;
Cantad! yvuestro canto
serà la blanda nota
Que un himno de los cielos
remede al resonar;
Que de armoniasgratas
siempre un torrente brota
POESIAS, 149

Del alma donde tiene


la inspiración su altar.
Cantad de vuestra patria
la mágica belleza,
Sus bosques, sus florestas,
su hermoso cielo azul,
De sus montañas de oro
la espléndida riqueza,
De sus celajes vagos
el vaporoso tul.
Y en medio á los rugidos
que lanzan sus torrentes
Cuando en sus selvas brana
la negra tempestad,
Cantad sus huracanes,
sus lagos y sus fuentes,
Y al borde de sus simas
tenebrosas, cantad!
Cantad de sus volcanes
la majestad salvaje
De sus inmensos mares
á la estruendosa voz;
Cantad de sus campiñas
el mágico paisaje,
Cantad la inmensa dicha
que le reserva Dios,
10 ALIDANA

Cantad las maravillas


que realizò el ingenio
De sus ilustres hijos,
sus ciencias y su fé,
Cantad de sus artistas
el inspirado genio,
Su histórica grandeza
que aun se eonserva en pié (1).
* Cantad á los valientes
que luchas gloriosas
Por ella combatiendo,
supieran sucumbir;
Cantada las mujeres
de Anáhtiactan hermosas,
· Cantadvuestros amores,
la gloria, el porvenir ....
Cantad,tiernos poetas,
los de inspirada mente,
- Si brilla en vuestras almas
la luz-inspiración;
Si late en vuestrospechos,
un corázón ardiente, .
Para cantar, el cielo -
os diócesé corazón
-

(1) Se refiere à la múltitud de intrás, s-y mo


numentales ruinas que aún se
testigos de nuestra grandeza histórica,
INCERTLDUMBRE
—-)3 (=—
Y qué! ¡jamàs encontraré la calma,
La dulce calma que mi pecho ansía;
Y siempre henchida de amargura el alma
Del mundo vagaré por la extensión!
Jamás encontraré la bienandanza
Que en mis sueños de niño presentía!
¡Ha muerto para siempre mi esperanza?
Nunca será feliz mi corazón? .
Cuando, agotado el llanto de los ojos,
Se agoten ay! las lágrimas del alma
Y encierre el corazón sólo despojos
De ilusiones, de amor, de juventud;
Cuando termine el drama de la vida
Y la càrcel del alma se derrumbe,
Del sepulcro en la lòbrega quietud!....
SN UN ALBUM.

Es muybella la aurora al levantarse


Coronada de espléndidos celajes,
Cuando flotan inmensos cortinajes
De blanca bruma en el espacio azul;
Pero es màs bello el cielo de tus ojos
Porque, de blanca tez, labios de rosa
Y corazón de àngel, màs herumosa
Que la Aurora y las flores eres tú.
¡16 DE SETIEMBRE!
-”.

En el silencio de la noche oscura


Sonaron los tristísimos clamores
Que la alta noche marcan con pavura......
Y dijo el noble anciano de Dolores:
“Pues que à un pueblo de libres y de
(bravos
Han querido aherrojar sus opresores,
Las cadenas romped por ambos cabos
Y probemos, muriendo, á esos tiranos
Que en el suelo de Anáhuac no hay es
(clavos....
Basta de llanto y de lamentos vanos!
La fé en el corazón, la frente erguida
Y el vengador acero en nuestras manes,
PosiAS.-20,
. 154 POES AS.

Corramos e l combate, y nuestra vida


De la patria en honor sacrifiquemos
Antes que verla esclava y abatida
Pues qué siempre humillados miraremos
valientes?. . . .
Bajo el yugo morir nuestros
En nuestro suelo ni un hogartenemos;
Nuestros fértiles campos, nuestras fuen
(tes,
Nuestras montañas son del extranjero
Y suyo es el sudor de nuestras frentes.
y no empuñar el vengador acero
y la cadena vil que nos infama
No arrojará la frente deliberol····
Hijos de Anáhuac, si el deber os llama
Amorir defendiendo vuestro suelo
Y el patriotismo vuestro pecho inflama,
Id á luchar.... que allá tras azul velo,
De la gloria del héroe el āngel canta
Tan noble combatir bendice el cielo"

Dijo el anciano y su palabra santa


Extremeció las sombras prepotento
Y, à su eco, todo un pueblo se levanta....
ALDANA. 15.

Y después, al brillar en el Oriente


La aurora-libertad, miró la Historia
Sobre cada peñasco un insurgente,
Sobre cada cadalso una victoria.

Y en mil combates sangrientos


Nuestros valientes soldados
Sucumbieron denodados
De gloria y honor sedientos.
Mas de sus tumbas á cientos
Nuevos patriotas brotaron
Que combatiendo, alcanzaron
Ceñir á su altiva frente
La corona refulgente
Que, màrtires, conquistarcn:

Y cuando libre de penas


La pátria vió hechas pedazos
Por mil poderosos brazos
Sus viles férreas cadenas,
En dulces horas serenas
De venturanza y de calma
Besando la augusta palma
De aquellos mártires santos
La pàtria, entre alegres cantos,
Les dió por altar su alma... . ... .
153 POESIAS.

Por eso el pueblo la gloria


De aquellos héroes hoy canta
Y entusiasmado levanta
Altares á su memoria;
Que los que en lucha tan santa
Sacrificaron su vida
Por la libertad querida
De los grandes corazones,
Merecen las bendiciones
De la pátria agradecida
DESENCANTO.
A MI BUEN HERMANo Jesus M. Flomo-.

Soñar con un amor sublime y santo,


Idolatrar una ilusión querida,
Y envenenar con penas y con llanto
La hermosa primavera de la vida;
Amar un imposible con delirio,
Arrcdillar el alma ante una sombra,
Y sufrir la tortura de un martirio
Que por negro y cruel, jamàs se nombra;
Llevar del corazón en el santuario
El bendito ideal de una creencia,
Y cruzar olvidado y solitario
La inmensa soledad de la existencia;
158 POESIAS.

Haber amado con la fé de un niño


Ypresentido en el amor un cielo,
Haber hecho unas alas del cariño
Y, de la dicha en pos, tendido el vuelo..
Y cuando el corazón emocionado
Su dulce dicha realizar creia,
¡Mirar que el pobre corazón burlado
Victima ha sido de traición impía!

Oh! si esto no es sufrir, no hay sufri


(miento,
Es del martirio una irrisión la palma,
Mentira son amor y sentimiento,
Inútiles las lágrimas del alma!
A FOSa
Cuando naciste, Rosa, el bosque umbrlo
Poblòse de mil pàjaros cantores
Y tus hermanas las lozanas flores
A tus gracias sirvieron de atavío.
Las frescas aguas de sonante rio
Murmuraron tu nombre en sus rumores
Y corona de mágicos colores
Te formaron las gotas de rocío.
En torno à tívolaron colorines,
Libélulasy blancas mariposas;
Huyó el viento del bosque á los confines
Y una reuniòn de ninfas y de diosas
Reina te proclamó de los jardines,
Rosa la màs gentil entre las rosas.
A LA socIEDAD DE OBRERos

“EL PORVENIR”
En Lagos de MorenO.
Los que llevais sobre la mústia frente
La corona de espinas del obrero,
Los que teneis, aunque de inculta mente,
El alma noble, el corazòn sincero;
Los que sin anhelar gloriosa palma,
Del techo del taller sufris debajo
Y con sudor y lágrimas del alma
Mojais el pan amargo del trabajo;
Vosotros, mis hermanos, los que quiero
Del corazón con el cariño santo,
Porque como vosotros soy obrero
Y, cual vosotros, he sufrido tanto!
POESIA 161

Yo vengo, mensajero del talento,


De entre los hijos de la ciencia fieles:
Yo vengo del taller del pensamiento
A hablaros de la gloria, y sus laureles!
Vengo à deciros la palabra augusta
Que la grandeza del futuro evoca,
Hoy que la voz del porvenir robusta
Vibra en mi pecho ybrota de mi boca.
Hay un pueblo infeliz que gime en vano
Sediento de placer, de vicios lleno;
Ponedle el libro en la potente mano,
Enseñadlo à leery lo heréis bueno.
Hay una multitud que el ocio oprime
Y hambrienta llora de su oprobio al peso:
Enseñadle el trabajo que redime
Y le abriréis la puerta del progreso.
.. ¿Queréis que grande y laboriosa sea
Esa porción de miserables séres?
Mcstradles el santuario de la idea,
Las cárceles cerrad, ¡abrid talleres!
Moralizad las masas;ilustradlas,
Si en la abyección y en la ignorancia gimen;
A acatar nuestras leyes enseñadlas,
Y habréis quitado la barbarie,¡el crimen
Pos.As.-21
152 ALIDANA

Una Patria teneis! Haced que el mundo


La respete de hoy más por su cultura,
Por su suelo tan rico y tan fecundo,
Sus montañas de oro y su hermosura......
• -
• •

Hoy que de inmenso gozo el alma henchida


Levanta al porvenir gigante el vuelo,
Al recordar la hora bendecida
De augusta libertad de nuestro suelo;
Hoy que la patria evoca emocionada
De sus gloriosos hechos la memoria,
Jurad hacerla libre y respetada
De los pueblos del mundo y de la Historia!
A la modesta
Artista dramatica
Sra. ANTONIAPINEDA DE HERNANDEI.

Si llena el alma de ensueños


Y el corazón de esperanzas,
Tras el fantasma te lanzas
Que vé el artista en sus sueños;
Sivas à buscar la gloria
Por los senderos inciertos
Que siguieron tantos muertos
Que resucitò la Historia;
Si el lauro anhelas ceñir
Que tras afanes prolijos
Reserva á sus fieles hijos
El arte, en el porvenir;
164 PORIAS,

Sabe quo en lucha tam ruda


Vencerás pese al destino!
Si la virtud de contino
Bajo sus alas te escuda.
Recuerda que en las extraña
Veleidades de la suerte,
La fé en el arte es tan fuerte
Que traslada las montañas.
De la escena en la conquista
La dulce modestia sea,
La inestimable presea
De tu corona de artista.

Cuando con negra perfidia


La envidia te tienda lazos,
Perdona y abre los brazos
Para estrechar à la envidia.
Que nunca á tu inspiración
La caridad clame en vano:
Que en cada artista un hermano
Encuentre tu corazón.
Cuando desmaye tu fuerza,
Cuando vacile tu fé,
Valor el genio te dé
Contra la fortuna adversa.
ALADANA. 165

Evoca para animarte


Tus ilusiones divinas,
Y coronada de espinas
Sube al calvario del arte.

--
El GeniO.
*8-25--GF:2°

En una distribucion de premios.

Siempre en pos de lo ignorado,


Siempre la vista en el cielo,
Siempre por ardiente anhelo
El corazón agitado;
Dulcemente fascinado
Por un sueño bendito;
Marchando, pobre proscrito,
Sin hallar quien le comprenda,
Siempre buscando la senda
Que conduce al infinito. . . . . . . .
Asi lo he visto marchar
De la gloria en el camino;
A su grandioso destino
"PoPSIAs 167

Caminando sin cesar;


En su eterno batallar
Le he visto siempre triufante,
Y cual golondrina errante
Que tiende su rando vuelo,
He visto alzarse hasta el cielo
A su espirita gigante!

Sí, yo le he visto;se llama


El genio, la inteligencia,
La idea, el talento, la ciencia
Que todo lo excelso ama;
El torno à la eterna llanua
De la verdad infinita,
Sus leves alas agita,
Mariposa de los cielos,
Ave cuyos grandes vuelos
Ningün espacio limita!
¿De dónde viene? Los mundos
De Dios à la voz de trueno,
Aun no salian del seno
De los abismos profundos,
Aun vacíos infecundos
Llenaban la inmensidad;
Y ya en la excelsa verdad,
De Dios en la augusta monto
Brillaba resplandeciente
Delgenio la claridad,... ....
POESIAS

Hablò Dios y de la nada


Brctò la creación, grandiosa,
Sonriendo pura y hermosa
Bajo su dulce mirada;
Y la tierra engalanada
Brotó tambien á su acento;
De perfecciones portento,
El hombro surgió á la vida,
La noble frente encendida
Por la luz del pensamiento
Desde entònces en su anhelo
Por descubrir lo ignorado,
Si en pos de ideal soñado
Tiende su atrevido vuelo,
Pretende tocar el cielo
La inteligencia" y se lanza
Tras la verdad que no alcanza
Y en vano, en vano se agita;
Que es la verdad infinita
Y es eterna su esperanza.
Pero en la lid de la ciencia,
En esa lucha sublime
Que un sello divino imprime
En la humana inteligencia;
En esa eterna tendencia
A lo inmortal, ¡cuàntas frentes
Tooando al cielo, esplendentes;
-

ESIA 169

Cuántas grandezas divinas,


Cuántas coromas de espinas
Brotando luz á torrentes.... ....
Pasan lasgrandes naciones,
Se derrumban los imperios
Y sus ruinas cementerios
Son de mil generaciones;
Y á los negros aquilones
Del tiempo, que todo arrasan,
Sólo las ciencias rechazan,
Sólo sus glorias resisten,
Que los siglos las revisten
De luz, si sobre ellas pasan."
Si sobre la sombra oscura
En la noche del olvido,
Como làmpara encendida
Eternamente fulgura
La luz de la ciencia, pura,
Maldito el que vil se atreve
Con torpes làbios de nieve,
A soplar sobre esa llama
Que las entrañas inflama
Del gran siglo diez y nueve!
Porque el espíritu humano
En este mundo prosorito,
Tiende siempre à lo infinito
Porinexplicable arcano;
poBIAs.
170 ALDAMA

Por eso es intento vano


Sus alas encadenar,
Pues si siempre ha de volar
De la eterna luz en pos,
Sòlo la mano de Dios
Podrà su vuelo corta!
• • • • •

Allí está, tras lo ignorado,


Fija su vista en el cielo,
Siempre por ardiente anehlo
Su corazòn agitado;
Por eso hoy entusiasmado
Por su marcha soberana,
Vengo à levantar mi hossana
Prorrumpiendo en fuerte grito:
¡Viajera de lo infinito,
Salve, inteligencia, humanal
EL POETA
Al soplo abrasador del sufrimiento
Muere de la ilusión la tierna flor;
Agotados la fé y el sentimiento,
Se niega á palpitar el corazón.... ..
La mariposa de doradas alas
Vuela de flor en flor, bañada en luz,
Mientras vestida de verdor ygalas
Sonrié la tierra bajo el cielo azul.
Cuando del mundo el asqueroso cieno
La frente del poeta mancillò,
Deja de su alma el tenebroso seno
Y se remonta á Dios, la inspiración....
Ah! sí; la inspiración, la llama pura
Que alienta nuestro espíritu inmortal,
172 PoesíAs,

Esa divina antorcha que fulgura


Misteriosa del genio ante el altar!

Para volar à Dios el alma inquie


Necesita las alas de la fé;
Para alzarse á los cielos el poeta
Tan puro como el ángel ha de ser!

--
A LA INSPIRADA
y popular artista
SOFIA CA, DERON,
—«---C-sce-o---
EN SU ALBUM.

Tú nunca para el arte


debes morir, Sofía,
Jamás entre las sombras
murió la inspiración;
Las flores de la escena
no viven sòlo un día,
Que brotan, inmortales,
de cada corazón!

La que subió, inspirada,


en alas de su genio,
En medio de fulgores,
del arto hasta el Tabor;
174 PorsiAs.

La egregia poetisa,
la gloria del proscenio,
La intérprete sublime
del gozo y del dolor;
La noble soñadora,
La que al espacio augusto
Do lo inmortal centella
el vuelo remontó,
Do quier halló coronas
para ceñir su busto,
Doquier les, ovaciones
del mundo recibió
Bendita mensajera,
dé dicha y de consuelo,
La historia en sus albares
tu nombre-grabará;
Si abriste á los que lloran.
de la esperanza el cielo,
La gloria ante tu fama. J
sus puertas abre ya!
LAS ALMAS
en QJr a Gia.
Hermosas niñas, vestidas
De azul y blanco crespón,
En cuya frente fulguran
La inocencia y el candor,
A cuyos ojos se asoma.
Una alma toda de Dios,
Llena de santa ternura,
Llena de angélico amor;
Niñas que bajos los ojos,
Se acercan de dos en dos,
Hasta el altar de la Vírgen
Que al pié de la Cruz lloro,
Y con acentó de cielo,
Con su dulcisima voz
Murmuran arrodilladas,
176 ALDANA.

Una sencilla oración,


Y le ofrecen del incienso
La nube de grato olor,
Y las flores de los campos
Y las de su corazón;
Las bellas almas en gracia,
–Como el pueblo las llamó
Con esa tan dulce y tierna,
Religiosa inspiración
. Que ante lo grande y lo santo,
Siempre en su mente brilló—
Esas castaspalomitas,
Deben llamarse mejor
Angeles, que á Dios presentan
El llanto de la aflicción,
...Y en cambio de amargas lágrimas
Que la Humanidad virtió,
Sobre los pueblos derraman
Las bendiciones de Dios
¡Quien sabe!
Sol del primer amor! ¿Porqué te pones
Antes que el huracán de las pasiones
Haya agostado en flor mi juventud?
Bella esperanza de brillantes galas
A dönde tiendes las azules alas
Mi corazón trocando en ataud?

Ay! no lo sé.... La errante golondrina


Que vuela á la ventura, á qué 1üina
Su pobrecito nido ira à colgar
La hoja marchita que arrebata el rio,
El átomo sutil dónde, Dios mio!
A dónde irán por fin A descansar?....
178 ALDANA

Quien sabe! Entre las sombras del misterio


Se abisma mi razón.... del cementerio
Muy pronto oscuro huésped yo senè......
Entre tanto ilusión! bella esperanza!
Sueños de amor!adios.... adios! ya avanza
Tras de vosotros ¡ay! también la fé.

rei; O;
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soa
- -
el
MADRE MONSTRU).
–-- o-9------

Desnudo, hambrientoy sobre el duro suclo.


Llorando un niño desgraciado está
Sus azules ojitos vuelve al cielo
Y con voz balbuciente pide pan.... ..
Su madre lo contempla indiferente
Y le niega sus besos y su amor;
Pasa un mendigo y desgarrado siente
Al oirle gemir, su corazón... ...
Para salvar la vida á sus polluelos
Cuando perecen décansancio y sed,
Una ave blanca bajo ignotos cielos
Su sangre con amor les dá à beber.
La envenenada flecha del salvaje
Hiere, antes que à su prole, á la feroz
Pantera del desierto que un ultraje
A sus cachorros nunca toleró.
180 ALIDANA,

Y en el humano sér, la obra maesta


Del Supremo Hacedor, móustruos hallar
En cuyo corazón brilla siniestra
La insultante mirada de Satán....
• . « • • • • a • • • • • • • • • • • • • • • • a •, • • • • • •

Hembra del hombre, que desprecias fría


Las lágrimas de tu hijo, oye pmi voz:
Mientras te olvidas ti de su agonía! y
Su llanto enjuga desde el cielo Dios
- —-= - ="—===

LIBERTAD.
Dios dijo al águila caudal: extiende
Las poderosas alas y al espacio
Lánzate audaz, las altas nubes hiende;
La región de la luz es tu palacio.
Dijo al torrente bramador: azota
Las cumbres de granito, à la llanura
Rápido baja y á la mar remota
Corre à buscar inmensa sepultura.
Dijole al huracán en tus furores
Vo á destrozar los bosques seculares;
Siembra desolación, luto y horrores,
Forma rudas tormentas en los mares.
Dijo al noble leon: entre las fieras
Tú eres altivo rey; la selva oscura
Es el soberbio alcázar donde imperas
"Ninguna allí te igualará en bravura.
182. ALIDANA.

Encadenó á la playa el oceano;


Hizo la luz, del caos entre lo espeso,
Y le ordenó marchar al sér humano
Por la senda del bien y del progreso.
A cada sértrazóle su camino;
Etera ley al Universo rige;
La inquebrantable fuerza del destino
Que se cumpla esa l ra-exige.

Libre es el hombre porque Dios lo quiso;


Nadie al humano espíritu sugeta:
"De grandicso ideal bajo el hechizo,
Marcha à superfección... paso al atleta!
Paso al sublime apóstol del futuro!
Cava, vil opresión, tu propia tumba;
Que ante la Libertad tu viejo muro
Cual lcs de Jericó,ya se derrumba!
"Vedla pasar al suelo la alta frente,
Verdugos coronados de la tierra!
Brilla la paz en su miradaingente,
* En su mirada de astro queos aterra.
,, , , , , , ,

, Ois en torno de ella alegres cantan


Himnos de amor los pueblos redimidos.
... Con los bronces mortiferos levantan
Estátuas al trabajo, ennoblecidos
¡Déspotas, preparad el duro freno!
$ipodéis, deteuedla un solo instante;
Reptiles que se agitan en el cieno
Qué pueden contra el águila gigante!
¡Más fácil fuera atar alraudo viento
Y al agitado mar volver la calma,
"Que sus alas cortando al pensamiento,
Ahogarla libertad, vida del alma!
. Cómo apegar el sol, si excelso arde
Sobre la etérea cumbre de los cielos?
Maldito el que de fuerza haciendo alarde
. Del alma intenta retrenar los vuelos!
· »• « ·· « «- · ····, - « • • •• · . - •

" En otro tiempo ruda tiranía"


El suelo en que nací cubriò de lute;
Y en medio á su dolor la patia mía
Pagóá la triste esclavitud tributo.
Encadenada al poste del suplicio;
Sufriendo los martirios màs atroces,
Víctima destinada al sacrificio,
Clamaba al cielo con dolientes voces......
Al fin à Dios en sus bondades plugo
"Trocar su pena en canto de victoria;
Y en su cervíz rompiendo el férreo yugo,
Devolverla à la vida y á la gloria.
134. ALDANA,

¡Eres tt, Libertad, brilló en mi cieie


Tu frente de relámpago divina;
Y en el hondo silencio de su duelo
México oyó: “Levántate y camin
¿Cómo narrar tus hechos inmortales
Y ensalzar á tus héroes que venero
¡Oh Patria,tus espléndidos anales
Dignosson del cantar del grande Homerc!
, ,. . ..- -• - • • - • - •- ••• • • • • - - - - - • - ·- - ·

Tres centurias de lágrimas y penas;


De bárbara opresión, de fanatismo;
La libertad gimiendo en un abismo,
La patria agonizando entre cadenas.
La noche del dolor sin esperanza;.
La duda en la conciencia, el desconsuelo;
Sin ver lucir en el nublado cielo
La aurora de la dicha en lotananza....
Después... de cien batallas el estruendo
Cadalsos por doquier, cadenas rotas;
Y sobre un mar de sangre de patriotas,
La libertad de México surgiendo!
es •s» - • • • • • • « • ·· • • •• •• • • - • • « · . ··· • • • •

Los que sentis latir, noble y ardiente,


Corazón mexicano en vuestros pechos,
Al recordar los legendarios hechcs
De
nuestros héroes, inclinad la frente
"PE-IAs. 185.

Arrancad á vuestra alma conmovida


Llanto de gratitud para sus fosas;
Cubridlas de laureles y de rosas,
Que hoy las besa la patria agradecida.
Que con acento poderoso vibre
Su noubre en nuestros campos y ciudades:
Máu tires de las santas libertades,
Merecen la ovación de un pueblo libre.
Para ellos que esforzados y valientes,
Con la
angre de sus ye
::
Luz. diademas de luz para sus frentes.
No mármoles ni bronces: vil escoria
Que al soplo de los siglos se derrumba;
Sobre las negras sombras de su tumba
Brille como una lámpara la gloria.....
, .
Su tumba es un altar; en dulce calma
Con el beso de luz de alguna estrella,
La mirada de Dios baja hasta ella:
; Póstrese alli para adorarlo el alma!
• • • • • • • ---- • - - ·· ·" • ······ . . . . . . .
Heroes, la ora son ... si vuestra vida
Sacrificàsteis entre amargos duelos,
Han pasado tres dias: á los cielos
Ascended á la gloria prometida
" " - -
"... ..
A UNA

MI. A R IP DS. A.,


-»—-93-o----oo—

¿Qué buscas, mariposita,


Que sobre mí evolando
Pasas cuando sollozando
Està mi alma precita?
Si acaso en tu cuerpo laabita
Algún espíritu amigo,
Que de mis penas testigo
Viene mi llanto á enjugar,
Baja, en mi frente á posar,
Ygime á solas conmigo.
Son tan crudos los rigores
De mi existencia sombrla,
Que crecen más cada día
Mis indecibles dolores;
387,

Me hieren con sus rigores


Los desencantos del alma;
Oscuro mártir sin palma,
Busco con ardiente anhelo
La paz que me niega el cielo,
Del sepulcro en la honda calma.

La hoja que arrebata el viento,


El arroyo que murmura
Y al ancho mar con premura
Vá en continuo movimiento;
El mal ahogado lamento
De mísero corazón,
Tū, á la que el raudo aquilón
Presa haciendo de tus galas,
Puede llevarse en sus alas... . . .
Eso nuestras dichas són!

Yo también de los amores


Entre los goces, sin calma
Libé nieles en el alma
Cual tú las libaste en flores;
Mas en los gratos albores
De mi ventura naciente,
Fatalidad inclemente
Me marchitó el corazón;
Y hoy vago por la extensión
Del mundo, triste y doliente, ...
, es
18.

Lanzado en el torrellino
De la ida,ando sintino,
Sin luz, sin amor, sin fe;
. . . La il uinearicié
Tocò, al fin, ni ardiênte mano;
Mas ¡ay! como el humo vano
* - "
* se deshizo en el momento.....
p
. . . . .
viento
".." solo
. .viento,
. . sólo
.
": Sigues, corthuíano
en la feu, .
De la vida en el festin
... Es el hombre tan pequeño,
... Tan pasagero es el sueño
De su existencia ruin,
co Que no vieneáserial fin
Sino lo que en las screnas
Regiónes del sue ño, llenas
al, De duendes, el
¡Una triste calavera
roa coronada de azucears
•ero oí ".
Cuando Airosa revolando
Sobreni frente sombria
a Yote he visto, el alma mia
- Mil recuerdos evocando,
uo Tehablò donacento blando
Bella mariposa alada:
ALDANA,

Si en tí mora la adorada
Alna que hallar no consigo,
Ven, gime á solas conmigo
Sobre mi frente posada!

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"A UNA GOLONDRINA
A MIS HERMANOS

de la

“BOBIEMA ALISCIENSE”

Golondrina que rápida te lanzas


Del ancho cielo por el límpio azul,
¡Te vas con mis dulces esperanzas,
Hija de los espacios y la luz!
De nieve coronadas á lo léjos
Se ven las altas cumbres en redor:
"Turbios estàn del lago los espejos
Do retratada te mirada el sol.
Al soplo de las ráfagas heladas
Ruedan las müistias hojas por doquier,
Y en tierra, las corolas deshojadas,
Mueren las flores de tristera y sed.
191.

De los desnudos árboles del huerto


Aves y mariposas vuelan ya;
El nido de tu amor está desierto .. .. ..
Las alas tiendes rápida y te vas!
Adios,viajera del azul espacio,
Que en pos de luz, aromas y calor,
En lejano país térreo palacio
Hallarás en ruinoso torreön.

¡El cielo guiétus alas! Cuando á solas


Caigas rendida en el inmenso mar
Y flotes en la cresta de las olas
Que arrastra en pos de si la tempestad,
El providente Dios, cual navecilla
Un leño te depare protector,
Que te conduzca á la anhelada orilla
Que guarda el nido que nacerte vió!
Adios...el cierzo allá en el bosque zumba,
El Angel de las nieves està allí
Sentado yo en el borde de la tumba
Callado y triste te verépartir.
De la antigua capilla en las almenas
Dejas tu nido, pero amante y fiel,
En horas venturosas y serenas
Buscando amores tornaràs después.
Pos.As ,

****
Sobre el alero al asónar el sol, nº
En tanto que los rudos campesinos:
Alegres canten del arado en pos:
Y del cercano trasparente lago
Sobre las mansas ondas pasarás,
Y al ver tu imagen en sin fondo vago
La besarás con amoroso afan.
Y cuando muera en la extensiòn lejana
La triste tarde en pàlcida quietud,
Mientras doliente vibre la campana,
Gemirás de la torre en la alta cruz, y..
··-----··········--------···· • -
· A -1 -

sentarme al fuego del nativo hogar;


¡Es mi atina un atismo tan profundo...
¡Me rodea tan negra soledad!.....
* Todos los míos de fatiga han muerto
La inmensa soledad"al recorner;
Sus blancos huesos cubren el desierto:...,
Aislado estoy y herido, pero en pié!
• Doliente y olvidado peregrino,
Nadie,à mi fosa levará una flor;..
Que implacable la nuano del destino
Espargira mi polvo en la extensión,
=
-URBANA.
UNIVERSITOFILLINOs

|___

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