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Soyla H.

León Tovar
Hugo González García

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256 EL COMERCIANTE.

Los extranjeros serán sancionados administrativamente (art. 120, LGP —multa e incluso
prisión—, sin que se desprenda la nulidad de los actos realizados como comerciantes en
contravención a las disposiciones legales). Por último, respecto de los sindicatos que con-
travengan lo dispuesto por el art. 378, fracc. II de la LFT, pueden incurrir en la cancelación
de su registro (art. 369, fracc. II, LFT).

IV. DEBERES DEL COMERCIANTE

Cuando una persona, fisica o moral, adquiere el estatus de comerciante (empresario),


por ese hecho se generan diversas obligaciones, cargas y deberes a su cargo. El cco
establece cinco deberes principales, además de los contenidos en otras leyes y las par-
ticulares al ejercicio de una actividad empresarial determinada, incluidas las fiscales.
Asimismo, la LCEC contiene diversas disposiciones aplicables a los empresarios.
Los principales deberes y obligaciones que tienen los empresarios, conforme al
cco y la LCEC, son:
c Publicar su calidad mercantil.
Inscribir en el RPC los documentos cuyo tenor y autenticidad deben hacerse
notorios.

(31/ Mantener un sistema de contabilidad.


Conservar la correspondencia que tenga relación con su giro.

Observar sanas prácticas comerciales.


Proporcionar al Sistema de Información Empresarial Mexicano (sIEM) la infor,,
mación exigida en la LCEC.

21. Publicación de la calidad mercantil

Conforme lo dispone el art. 17 del cco, los comerciantes (empresarios), sean personas
fisicas o morales, deben participar al público la apertura de su establecimiento, por los
medios de comunicación que sean idóneos, en aquellas plazas en las que vayan a reali_
zar sus actividades. La información que deben hacer pública es toda aquella relativa al
nombre de su empresa y, en su caso, de sus establecimientos o sucursales, su ubicación
IV. DEBERES DEL COMERCIANTE

y la actividad que se va a desarrollar. En caso de que tengan personas encargadas de su


administración, el nombre y firma de los administradores. Cuando se trata de sociedades
mercantiles, se deberá indicar el tipo de sociedad adoptado, su razón social o denomina-
ción, el nombre de sus administradores y el de las personas autorizadas para usar la firma
social. Además de lo anterior, deberán participar de la misma manera las modificaciones
que haya respecto de cualquiera de la información señalada anteriormente.
Sabemos que en México lo dispuesto por el art. 17 del cco no se sigue al pie de
la letra y que, además, por el hecho de no existir sanción expresa por parte del mismo
ordenamiento, podría pensarse que es letra muerta. Sin embargo, resulta conveniente
observar la disposición que se comenta, no por temor a sanción alguna, sino por las
ventajas que eventualmente puede generar." Es decir, quien más se beneficiará del
cumplimiento será precisamente el empresario, ya que así dará a conocer a su posible
clientela la alternativa que ésta tendrá en el mercado, y también preparará el terreno
de las leyes que protegen a la empresa y sus elementos.

a) Apertura del establecimiento. Si bien el cco determina que el empresario debe


dar a conocer por cualquier medio de comunicación (radio, televisión, periódicos,
circulares o volantes, internet) idóneo la apertura del establecimiento, entendemos que
se refiere a la inauguración de la empresa, que como veremos más adelante, incluye
también establecimientos. Dentro de dicha información, desde luego debe indicar
el nombre de la empresa (nombre objetivo), así como, en su caso, el de sus estable-
cimientos y sucursales. El nombre de la empresa es tal vez el más importante, ya que
es el que va a distinguir a la empresa de todo el universo de empresas existentes en el
país e, incluso, en el extranjero. En la parte correspondiente, analizarnos este elemen-
to objetivo de la empresa, por lo que en este espacio nos limitamos a señalar que el
uso del nombre de una empresa o establecimiento es precisamente lo que genera
el derecho a su uso exclusivo (art. 105, LP1). Y la protección que la ley da a dicho
derecho es en función de que se acredite el uso, y si se quiere su protección en toda
la República, deberá haber constancia de que existe difusión masiva y constante en
el ámbito nacional del uso de un nombre comercial. A diferencia de otros derechos
de propiedad industrial, el derecho al uso exclusivo no requiere registro o publica-
ción en la Gaceta que edite el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI);
sin embargo, el empresario que esté usando (así, en gerundio) un nombre comercial,
puede solicitar la publicación del mismo en la mencionada Gaceta, lo que generará la
presunción de buena fe en la adopción y utilización del nombre comercial (art. 106),

29 Cfr. Mantilla, Derecho mercantil, n. 157.


2S8 EL COMERCIANTE

para cuyo efecto el empresario deberá presentar al IMPI los documentos que acrediten
el uso efectivo del nombre comercial, donde, sin duda, se encuentran aquellos a los que
se refiere el art. 17 del cco.
En el mismo sentido, y a pesar de que el cco no lo establezca, es conveniente
publicar también las marcas que usará el empresario para distinguir sus productos o
servicios, ya que el art. 151, fracc. ti de la LPI dispone que puede reclamarse la nuli-
dad del registro de una marca cuando quien alegue mejor derecho, acredite haber
usado una marca interrumpidamente en el país o en el extranjero, antes de la fecha
de solicitud del registro (fecha de presentación) de la marca cuyo registro se pone
en entredicho.

b) Informar quiénes son los administradores. En caso de persona fisica, no


necesariamente debe existir un administrador, al que el cco le denomina factor y a
quien la doctrina se ha encargado de aplicarle el nombre de gerente, ya que en prin-
cipio será el propio empresario quien se encargue de llevar a cabo personalmente las
actividades de gestión, operación y contratación que se requieran para el funciona-
miento de la empresa. Pero puede suceder que acuda a auxiliares; en tal caso, deberá
dar noticia de quiénes son tales personas, así como su firma. Generalmente esta in-
formación no se da a conocer al público, pero sí a las personas con quienes hayan de
contratar, mediante comunicación directa. Puesto que el deber de inscribirse como
comerciante es optativo para las personas físicas, debemos distinguir esta manera
de dar a conocer quiénes son los encargados de su empresa, de aquella relativa a la
inscripción de los nombramientos de factores, a la que se refiere el art. 21, fracc. vu
del cco. Así, en los términos del art. 310 del cco es suficiente que el factor cuente
con autorización por escrito por parte del empresario, para poder llevar a cabo sus
funciones, sin que para la validez de tales actos, frente al empresario, se requiera ulte-
rior inscripción en registro alguno. En caso de que se revoque la facultad conferida
al factor, los actos que éste ejecute serán válidos respecto de tercero hasta que el
empresario haya publicado dicha revocación (art. 320, cco).
Asimismo, es útil el sistema referido por el art. 17 del cco, en cuanto a que,
incluso, el empresario puede otorgar representación para otorgar o suscribir títulos
de crédito, por simple declaración dirigida al tercero con quien habrá de contratar
el representante, en cuyo caso la representación se entenderá conferida solamente
respecto al destinatario, sin más límites que los que expresamente le haya fijado en
la declaración correspondiente (art. 9o., fracc. II, LTOC).
Las publicaciones a que se refiere el art. 17 del cco no deben ser confundidas
con aquellos actos y documentos que por exigencia del propio ordenamiento deben
IV. DEBERES DEL COMERCIANTE r 259

constar en el RPC, que tiene la función publicitaria tanto declarativa corno cons-
titutiva,30 y sobre los cuales nos ocupamos en el punto siguiente.

22. Inscripción en el Registro Público de Comercio

Deben ser inscritos en el RPC los documentos cuyo tenor y autenticidad deben hacerse
notorios. Hay casos en que la ley exige publicidad de un acto para que sea conocido por
terceros (publicidad-noticia), respecto de los cuales, si no se da cumplimiento a la publi-
cidad, el negocio carece de un requisito para su validez y es, por tanto, inválido, "puesto
que la publicidad es elemento esencial del negocio, o sea presupuesto de su validez y
eficacia",31 y hay otros casos en los que la sanción por la inobservancia de la misma no
es nunca la invalidez o la ineficacia de los actos (función declarativa). Además, existen
otros casos (muy contados) en los que la publicidad del negocio es imprescindible; es
decir, asume el carácter de un elemento indispensable para la existencia del negocio, o
algo esencial para su eficacia (publicidad constitutiva).
No obstante lo anterior, encontramos que respecto de los actos previstos por
el eco en el capítulo relativo al RPC (art. 21), la función primordial de éste es dar
publicidad a dichos actos para que éstos puedan surtir efectos frente a terceros (art.
lo., R.RPC); es decir, no se refiere a que la falta de inscripción produzca su nulidad o,
incluso, su inexistencia,32 salvo aquellos referidos a la constitución de una sociedad
mercantil, donde, sin embargo, veremos que puede estar en crisis el requisito de inscrip-
ción en el RPC para la existencia de una sociedad mercantil, de lo cual nos ocuparemos
al analizar el caso de las sociedades irregulares, en otra unidad.
Por reformas publicadas en el DOF de 29 de mayo de 2000 se introdujeron impor-
tantes modificaciones en todo el capítulo del CCO relativo al Registro de Comercio.

30 "La publicidad se concreta en un acto de certeza (realizado por un funcionario público) con
función declarativa o constitutiva." Francesco Messineo, Manual de derecho civil y comercial. Doctrinas
generales, Oxford University Press, México, 2003, vol. 2, p. 392.
31 Messineo, Manual..., vol. 2, p. 396. En materia de sociedades mercantiles, sostenemos el criterio de que la
inscripción en el RPC no es ya un elemento declarativo ni de eficacia, sino auténticamente constitutivo.
32 Esto último quedó patente en la jurisprudencia integrada por el Cuarto Tribunal Colegiado en ma-
teria Civil del Primer Circuito publicada bajo el rubro PERSONERIA DEL APODERADO DE UN COMER-
CIANTE, SE ACREDITA CON UN PODER GENERAL, AUNQUE NO ESTÉ INSCRITO EN EL REGISTRO PÚBLICO DE
COMERCIO (Apéndice al sjF 1917-1995, t. iv, p. 415, tesis 573), donde sostuvo que el RPC "tiene como
finalidad directa y primordial, dar publicidad a los principales actos jurídicos y económicos de los co-
merciantes [...] lo que pone de manifiesto que la inscripción registral no es un elemento constitutivo
o de validez de los actos de que se trate".
260 El, COMERCIANTE

Actualmente, el art. 18 dispone que "en el Registro Público de Comercio se inscri-


ben los actos mercantiles, así como aquellos que se relacionan con los comerciantes"
y todos aquellos que conforme a las leyes se requieran, omitiendo que también son
objeto de inscripción los llamados comerciantes. Ello es repetido por el RRPC (D0F, 24
de octubre de 2003, art. 2o.); sin embargo, agrega que su objeto es dar publicidad a
esos actos para surtir efectos contra terceros. Lamentablemente, este nuevo reglamen-
to ya no siguió el ejemplo del anterior (D0F, 22 de enero de 1979), que mencionaba
como objeto de la institución del RPC "el servicio de dar publicidad a los hechos y
actos jurídicos realizados por empresas mercantiles o en relación con ellas, y que
por disposición legal, precisen de dicha publicidad para poder surtir efectos frente
a terceros". Como vemos, este nuevo RRPC da un paso atrás al abandonar el térmi-
no empresas, si bien es cierto que a ese antiguo ordenamiento le cabía la censura de
pretender personalizar a la empresa. El Reglamento del Registro Mercantil español (RD
1784/1996), acertadamente dispone que el Registro Mercantil tiene por objeto, en-
tre otros, la inscripción de los empresarios y demás sujetos establecidos por la ley, y
de los actos y contratos relativos a los mismos, así como la legalización de los libros de
los empresarios, y el depósito y publicidad de los documentos contables (art. 2o.).

a) Condiciones para la inscripción. Los actos que deban inscribirse en el Rpc


necesariamente han de constar en: i) instrumentos públicos (escritura si es ante no-
tario; acta o póliza si es ante corredor); ii) resoluciones judiciales o administrativas
debidamente certificadas por el funcionario que las expide; iii) documentos privados
ratificados ante notario, corredor público o autoridad judicial, según sea el caso, y
iv) los demás documentos que las leyes así prevean (art. 25, cco).

b) Inscripción optativa y necesaria. El art. 19 del cco mantiene como potestati-


va la inscripción de los empresarios individuales. A juicio de Mantilla, fue errónea la
consideración del legislador español, quien supuso que sería incompatible con la liber-
tad de comercio el hacer obligatorio el registro de todos los comerciantes, y al haber
copiado nuestro cco casi literalmente el diverso art. 17 del cco español, incurrió en el
mismo error de apreciación.33 No obstante, el actual Reglamento del Registro Mercantil
español sigue considerando como potestativa tal inscripción, puesto que entre los
sujetos que deben obligatoriamente inscribirse en dicho registro no están los empresa-
rios individuales (salvo el caso del naviero empresario individual, art. 81, RRM español).
Así pues, conforme el vigente árt. 19 citado, la inscripción en el R.PC será potestativa

33 Derecho mercantil, n. 158.


IV. DEBERES DEL COMERCIANTE 261
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para los empresarios personas fisicas y obligatoria para todas las sociedades mercanti-
les; sin embargo, los primeros quedarán inscritos de oficio cuando inscriban cualquier
documento cuyo registro sea necesario, como por ejemplo, los poderes generales y
nombramientos, y revocación de los mismos si la hubiere, conferidos a los gerentes,
factores, dependientes y cualesquiera otros mandatarios (art. 21, fracc. vn, cco).

c) Información que se inscribirá. En el RPC existirá un folio electrónico por


cada empresario individual o sociedad y en el cual, conforme lo determina el art. 21
del cco, se inscribirá una serie de información y actos relacionados con tales empre-
sarios y actividades empresariales.

1) Información relativa al empresario persona física. En el folio electrónico se hará


constar el nombre del empresario, la clase de actividades empresariales a que se dedi-
que, la fecha en que vaya a comenzar o haya iniciado sus actividades y su domicilio,
especificando si existen sucursales; en su caso, y cuando el empresario esté casado bajo
régimen de sociedad conyugal (o legal), la licencia que su cónyuge le haya dado para
gravar los bienes de la sociedad, así como de los suyos propios cuyos frutos o productos
correspondan a la sociedad. Serán inscritas también las capitulaciones matrimoniales y
los documentos que acrediten alguna modificación a las mismas. Si el empresario tiene
hijos o pupilos, se inscribirán los documentos justificativos de los haberes o patrimo-
nio de aquéllos. Por último, serán inscritos el otorgamiento y la revocación de los po-
deres generales y los nombramientos conferidos a los gerentes, factores, dependientes
y cualesquiera otros mandatarios.

ii) Información relativa al empresario persona moral. Se requiere razón social o de-
nominación de la sociedad; su escritura constitutiva, en la que deben aparecer, como
mínimo, los datos exigidos por el art. 6o., fraccs. í a vi de la LGSM (entre los cuales
están la actividad a que se dedicará —objeto social— y su domicilio); fecha en que
vaya a comenzar o haya iniciado sus actividades. Al igual que los empresarios indivi-
duales, se deberán inscribir el otorgamiento y revocación de los poderes generales y
nombramientos conferidos a los gerentes, factores, dependientes y cualesquiera otros
mandatarios. Dentro de esta fracción no encontramos obstáculo para que se inscriban
los nombramientos de los administradores (representantes legales de la sociedad).
Por lo que toca a las escrituras constitutivas de las sociedades mercantiles, también
deberán inscribirse sus modificaciones, así como las relativas a la disolución o escisión
de las mismas sociedades (art. 21, fracc. v, cco); entendemos que también las que con-
signen la fusión y transformación.
262 EL COMERCIANTE

Muy importante, y que pasa inadvertido para quienes se oponen a la necesaria


inscripción en el RPC de las actas relativas a las modificaciones del capital variable de
las sociedades, la fracc. art. 21 del cco dispone que deberán inscribirse el aumento
o la disminución del capital efectivo en las sociedades anónimas y en comandita por
acciones (hoy la gran mayoría de las sociedades mercantiles son anónimas y casi todas
ellas adoptan la modalidad de capital variable).
Asimismo, deberán inscribirse en el RPC las emisiones de acciones, cédulas y obli-
gaciones (art. 21, fracc. xiv, cco).
Respecto de las llamadas sociedades públicas, se inscribirá el acta de la primera
junta general y los documentos anexos a ella (art. 21, fracc. vi, cco). Por su parte, el
art. 92 de la Lcsm dispone que en estas sociedades los fundadores deberán redactar
y depositar en el RPC un programa que contenga el proyecto de sus estatutos; en
tanto que el art. 101 de la LGSM establece que cuando la asamblea general apruebe la
constitución de la sociedad, se procederá a la protocolización y el registro del acta
de la junta y de los estatutos.

Hz) Fianzas de los corredores. Por último, el art. 21, fracc. xix dispone que debe-
rán inscribirse en el RPC las fianzas de los corredores. A su vez, la LFCP, en su art. 12,
fracc. i, establece que la persona habilitada para ejercer como corredor público, pre-
viamente al inicio de sus funciones deberá otorgar la garantía que señale la Secretaría
del ramo, en tanto que el RLFCP contiene un capítulo relativo a tales garantías y destaca
que la misma podrá ser establecida mediante fianza, prenda, hipoteca o cualquier otra,
por un monto equivalente a 5000 vsmgdf (art. 24).

d) Dónde se realiza la inscripción. En términos del art. 23 del cco, la inscripción


se hará en el domicilio del empresario, salvo que se trate de bienes raíces o derechos
sobre ellos constituidos, en cuyo caso, además de la oficina del RPC del mencionado
domicilio, se hará en la del lugar donde se encuentren tales bienes.

e) Eficacia frente a terceros de los actos. Habiendo dicho que la falta de inscripción
de los actos referidos en el art. 21 del cco no implica su inexistencia o invalidez, el art.
27 del mismo ordenamiento consagra el principio de que la falta de inscripción de los
actos cuyo registro es obligatorio, no producen efecto contra tercero, quien sí podrá
aprovecharse de ellos en lo que le fueren favorables, ya que la inscripción de tales actos
(aun los que no sean mercantiles o que deban inscribirse en el RPC) será bastante para que
surtan los efectos correspondientes del derecho mercantil (art. 22, cco), y que los docu-
mentos inscritos producirán su efecto legal desde la fecha de su inscripción (art. 29, cco).
IV. DEBERES DEI. COMERCIANTE 263

Ahora bien, quien pretenda aprovecharse de un negocio que debiendo ser inscri-
to no lo fue, puede argumentar que solamente tendrá eficacia en, cuanto le favorezca,
aunque dada la indivisibilidad de los actos, también debería soportar también aquello
que le perjudique. Como ejemplo de un acto que debiendo inscribirse no se registra
y que, por tanto, no producirá efectos contra tercero, quien sí podrá aprovecharse de
ellos, lo encontramos en el caso previsto por el art. 9o., fracc.1 de la LTOC. Dicho nume-
ral establece que la representación para otorgar o suscribir títulos de crédito se confiere
mediante poder inscrito debidamente en el RPC. Por su parte, el art. 10 de la LTOC
dispone que el que suscriba un título de crédito en nombre de otro sin poder bastante
o sin facultades legales para hacerlo, se obliga personalmente como si hubiera obrado
en nombre propio. En ese orden de ideas, tengamos a Arturo, quien otorga un poder a
Braulio para que suscriba títulos de crédito en su nombre; sin embargo, dicho poder
no se inscribe en el RPC. Así Braulio, actuando en nombre de Arturo, suscribe un
pagaré a favor de Carlos. Llega el momento del vencimiento y pueden presentarse las
situaciones siguientes: 1. Arturo no tiene bienes suficientes y Braulio, sí. En virtud de
que el acto (el poder) debía inscribirse en el RPC, tal poder no podrá ser oponible
a Carlos y, por tanto, Carlos puede argumentar que Braulio carecía de facultades le-
gales para obligar a Arturo, y por ello, en términos del art. 10 de la LTOC, Braulio queda
obligado frente a Carlos. En ese sentido, válidamente Carlos podrá dirigir su acción
en contra de Braulio, es decir, el poder no podrá surtir efectos en contra de Carlos. 2.
Braulio no tiene bienes y Arturo, sí.A pesar de la falta de inscripción del poder, Carlos
podrá beneficiarse del poder y dirigir sus acciones en contra de Arturo, en aplica-
ción de los dispuesto por el art. 27 del cco.

i) Eficacia, formalidad y existencia. Atendiendo a los actos que deben inscribirse en


el RPC, es importante distinguir entre eficacia, formalidad y existencia. Existen ciertos
negocios cuya formalidad exige la inscripción del negocio en el RPC, otros que sola-
mente exigen la inscripción para que puedan tener eficacia frente a terceros, y otros
cuya inscripción no es sólo requisito de eficacia o formalidad, sino que se eleva a re-
quisito de existencia. Es requisito de formalidad, por ejemplo, el poder otorgado para
que otra persona pueda suscribir títulos de crédito (art. 9o., 1, LTOC); también el que
la firma de los administradores que suscriben las obligaciones emitidas por sociedad
anónima, cuando sea facsimilar, el original deberá estar depositado en el RPC (art. 210,
x, uroc). Es requisito de eficacia en cuanto a los contratos de crédito refaccionario o
de habilitación o avío. La iToc dispone que tales contratos se consignarán en contrato
privado, por triplicado ante dos testigos y ratificados ante el encargado del. RPC. Asi-
mismo, deberán ser inscritos en el propio RPC, y en caso de no hacerse, expresamente
264 EL COMERCIANTE

la LTOC establece que no surtirán efectos contra tercero (art. 326). Por último, como
requisito de existencia (constitutivo) se encuentra el de la necesaria inscripción de la
escritura constitutiva de una sociedad mercantil (art. 2o., LGSM).
Debernos recordar que el cco establece como principio general el de la con-
sensualidad de los actos. En efecto, el art. 78 del cco dispone que la validez de los
actos mercantiles no depende de la observancia de formalidades o requisitos deter-
minados. El diverso art. 79 establece las excepciones a ese principio general respecto
de aquellos contratos que por disposición del propio ccom o de otras leyes deban
constar en escritura o requieran formas o solemnidades necesarias para su eficacia.

ii) Del nombramiento de representantes. Un punto sumamente importante rela-


cionado con la eficacia de los actos que deben inscribirse y no se haga, es el de
los poderes o de aquellos actos que confieren representación, sea persona física o
moral quien los otorgue.35 Conforme lo dispone el art. 21, fracc. vii del cco, deben
inscribirse en el RPC los poderes generales y nombramientos, y la revocación de los
mismos, y la consecuencia de no hacerlo, como hemos visto, es la de privar de efi-
cacia frente a terceros, a la representación conferida. Sin embargo, tanto la scj como
los Tribunales Colegiados de Circuito han sentado jurisprudencia en el sentido de
que los poderes que no sean generales no requieren tal inscripción, no solamente
para que sean válidos, sino además, eficaces. Así, la tesis PODERES, REGISTRO DE LOS
(Primera Sala scjN, Apéndice al siF 1917-1995, t. tv, p. 213, tesis 315, proveniente
de la quinta época), donde se pone de relieve que solamente se exige el registro de
poderes que sean generales, es decir, aquellos "que se dan para gestionar todos los
de un ramo determinado", y no los que se refieran a un negocio especial o a varios
específicamente designados. Posteriormente, la Tercera Sala de la scJN se basó en el
criterio aludido para sostener que cuando un acto comprenda la gestión de asuntos
judiciales o administrativos para representar al poderdante ante toda clase de autori-
dades, sin referirse a los actos de administración, no necesita el registro para que
produzca efectos contra tercero (PODERES, REGISTRO DE LOS, séptima época sjF,
4a. parte, vols. 169 a 174, p. 158).
Asimismo, el Cuarto Tribunal Colegiado en materia Civil del Primer Circuito
ha sentado jurisprudencia36 en el sentido de que la exigencia de la inscripción no es

Por ejemplo, el art. 1052 dispone que el procedimiento convencional pactado por las partes debe
constar en escritura pública; en cambio, respecto al acuerdo de arbitraje se limita a señalar que conste
por escrito (art. 1423).
35 Cfr. Mantilla, Derecho mercantil, n. 172.
36 PERSONERÍA DEL APODERADO DE UN COMERCIANTE, SE ACREDITA CON UN PODER GENERAL, AUNQUE NO
IV. DEBERES DEL COMERCIANTE

indispensable para que un poder surta efectos frente a las demás personas que intervie-
nen en un juicio, porque el poder general para pleitos y cobranzas no inscrito cumple
con exceso la finalidad perseguida con las inscripciones registrales, cuando se presenta
para acreditar la personería del mandatario dentro de una controversia jurisdiccional.
El hecho de que las tesis referidas sean respecto de poderes otorgados por socie-
dades mercantiles no es obstáculo para extender, por mayoría de razón, los criterios al
caso de poderes conferidos por empresarios personas fisicas.

D Prelación de registros (art. 21 bis 1). Cuando existan dos o más actos que se
refieran a un mismo folio en el RPc, la prelación de los derechos derivados de ellos
se determinará en función del número de control que otorgue el RPC, independien-
temente de cuál sea la fecha de constitución o celebración del acto de que se trate,
incluso, agregamos nosotros, cuando consten en escritura pública.37

g) Cancelación de las inscripciones. Los artículos relativos al P,PC en el cco no


hacen mención particular de qué datos, documentos o información debe ser cance-
lada su inscripción. De ello se encargan diversas disposiciones contenidas en las leyes
particulares (p. ej. art. 228-bis, fracc. ix, LGSM, relativo a que cuando la escisión traiga
aparejada la extinción de la escindente, una vez que surta efectos la escisión se deberá
solicitar del RPC la cancelación de la inscripción de dicha sociedad). El cco solamente
se refiere a la cancelación de inscripciones en los arts. 1076 (la caducidad de la instan-
cia tendrá como efecto convertir en ineficaces las actuaciones del juicio, por lo que se
deberá mandar cancelar la inscripción de embargos en los registros públicos corres-
pondientes) y 1113 (cancelación de un registro como acción principal). El RRPC en sus
arts. 20, 25 y 26 hace referencia a la cancelación de inscripciones. En el art. 25 dispone
que la cancelación procede cuando se extinga el acto inscrito, se declare la nulidad del
acto inscrito, y se declare la nulidad de la inscripción.

h) Otros registros. En nuestro sistema hay una innumerable serie de ordenamientos


(la mayoría administrativos) que regulan la existencia de registros de personas morales
y de bienes o derechos cuya titularidad corresponde a sociedades mercantiles. Sería
prolijo, por no decir materialmente dificil, hacer una relación de todos y cada uno de
ellos para ver cuáles son, por lo que en el caso concreto debe buscarse si existe alguna

ESTÉ INSCRITO EN EL REGISTRO PÚBLICO DE COMERCIO. Apéndice al Semanario Judicial de la Federa-


ción 1917-1995.Tomo Iv, página 415.Tesis 573.
Cfr. arts. 368 y 370 LTOC en materia de prelación de derechos respecto del acreedor prendario.
266 comEnciAvrE

disposición que se refiera particularmente a un registro y los efectos y las consecuencias


que conlleva.A guisa de ejemplo, enumeramos algunas leyes y los registros que previe-
nen, todos ellos relacionados de alguna manera con los empresarios y las actividades
empresariales: Ley Agraria: Registro Agrario Nacional; Ley Aduanera: Registro del Des-
pacho de Mercancías de las Empresas y Registro de Empresas para el Procedimiento
de Revisión en Origen de Mercancías; Ley Minera: Registro Público de Minería; Ley
de Aguas Nacionales: Registro Público de Derechos de Agua; Ley de Aviación Civil y
Ley de Vías Generales de Comunicación: Registro Aeronáutico Mexicano; Ley Federal de
Turismo: Registro Nacional de Turismo; Ley General de Población: Registro Nacional
de Extranjeros, y Registro Nacional de Población; Ley de Pesca: Registro Nacional de
Pesca; Ley de Inversión Extranjera: Registro Nacional de Inversiones Extranjeras, y un
amplísimo etcétera, sin omitir, desde luego, el Registro Federal de Contribuyentes, en
donde todo empresario debe haber obtenido su inscripción.

23. Mantener sistema de contabilidad

Entre las obligaciones de los empresarios, el cco establece que están obligados a llevar
y mantener un sistema de contabilidad adecuado (art. 33). El sistema actual del cco
regula de manera indistinta lo que es la contabilidad de las empresas y los libros de
actas que los empresarios sociedades mercantiles deben llevar.38
En términos generales, la contabilidad es un conjunto de métodos y técnicas
necesarios para generar y conocer en moneda todas las operaciones que realice el
empresario. La Real Academia de la Lengua la define como: 1. "Sistema adoptado
para llevar la cuenta y razón en las oficinas públicas y particulares", y 2. "Aptitud de
las cosas para poder reducirlas a cuenta o cálculo". En otras palabras: es el sistema para
llevar las cuentas de una empresa o el conjunto de cuentas de la misma.
De manera más amplia, por contabilidad se entiende el "Conjunto de conoci-
mientos y funciones que tienen por objeto la elaboración, comunicación, audito-
ría, análisis e interpretación de la información acerca de la situación económica y
financiera de la empresa, para que tanto terceras personas como los directivos de la
empresa puedan adoptar sus decisiones"." Aceptamos dicho concepto en razón de
que no involucra elementos técnicos ajenos al estudioso del derecho, y donde, ade-
más, se refiere a los medios e instrumentos idóneos para conocer la situación de las

38 En el mismo tenor el CCF, art. 28, penúltimo párrafo, que incluye dentro de la contabilidad los registros y
cuentas especiales, incluso aquellos que no sea obligatorio llevar, así como los libros y registros sociales.
39
Enciclopedia práctica de la pequeña y mediana empresa, Océano, Barcelona, 2000, p. 909.
IV. DEBERES DEL COMERCIANTE 267

empresas: la contabilidad involucra todos aquellos datos y documentos que


serán útiles para analizar e interpretar la información económica y finan-
ciera de las empresas.
El CFF (art. 28) considera que la contabilidad se compone por los sistemas y re-
gistros contables que permitan identificar, relacionar, comprobar, asegurar, cada uno
de los conceptos establecidos en dicho código y su reglamento, así como idóneos
para formular estados de posición financiera. Además de esos sistemas y registros, la
contabilidad se integra por los papeles de trabajo, registros, cuentas especiales, libros y
registros sociales por los equipos y sistemas electrónicos de registro fiscal y sus regis-
tros, por las máquinas registradoras de comprobación fiscal y sus registros, cuando se
esté obligado a llevar dichas máquinas, así como por la documentación comprobatoria
de los asientos respectivos y los comprobantes de haber cumplido con las disposicio-
nes fiscales. Aun cuando las leyes fiscales no exijan llevar ciertos registros o cuentas
especiales, por el simple hecho de que los contribuyentes los lleven serán considerados
dentro de la contabilidad.
Cuando se trate de personas que enajenen ciertos combustibles para combustión
automotriz en establecimientos abiertos al público en general, deberán contar con
controles volumétricos; dichos controles formarán parte de la contabilidad del contri-
buyente (art. 28, fracc. v, cFF).

a) Requisitos de la contabilidad. Los contribuyentes podrán usar indistintamen,7


te los sistemas de registro manual, mecanizado o electrónico (art. 27, RCFF), lo cual
es básicamente similar a lo establecido por el eco (art. 33), siempre que permitan,
como mínimo:

cm) Identificar las operaciones individuales y sus características, así corno conectar
dichas operaciones individuales con los documentos comprobatorios originales
de las mismas.

• Seguir la huella desde las operaciones individuales a las acumulaciones que den
como resultado las cifras finales de las cuentas y viceversa.

~~Preparar los estados que se incluyan en la información financiera de la empresa.

~~Conectar y seguir la huella entre las cifras de dichos estados, las acumulaciones
de las cuentas y las operaciones individuales.

as Impedir la omisión del registro de operaciones, para asegurar la corrección del


registro contable y para asegurar la corrección de las cifras resultantes.
268 EL COMERCIANTE

Además de lo anterior, el cco (art. 37) establece que todos los registros contables
deberán ser llevados en castellana° aun cuando el empresario sea extranjero. La sanción
por no hacerlo será únicamente la imposición de una multa (ridícula hoy por la infla-
ción, $25, o sean unos 0.53 e) y, en su caso, pagar la traducción al castellano por perito
traductor. Convenimos con Mantilla en que una sanción diferente de la establecida en el
cco (no hacer fe) estaría fuera de lugar.
41

b) Qué libros deben llevarse. Establece el cco que los empresarios, independiente-
mente del sistema de registro que se lleve, están obligados a llevar un libro mayor,42 y las
sociedades, además, los de actas (art. 34). Los libros que obligatoriamente deben llevar
han de estar debidamente encuadernados, empastados y foliados; "sin perjuicio de los
requisitos especiales que establezcan las leyes y reglamentos fiscales para los registros y
documentos que tengan relación con las obligaciones fiscales del comerciante".
Ya no existe obligación alguna para legalizar los libros, ni siquiera ante las auto-
ridades hacendarias. Injustificadamente, el cco no establece la obligación de los em-
presarios de legalizar sus libros, tal como sí se encuentra en el RRM español, que en su
art. 329 dispone que se legalizarán en el Registro Mercantil los libros que obligatoria-
mente deben llevar los empresarios y que, además, podrán ser legalizados en el mismo
registro, los libros de detalle del Libro Diario y cualesquiera otros que lleven los em-
presarios. Por su parte, tampoco las leyes fiscales (cFF y RcFF) prevén obligación de que
se autoricen o sellen los libros de los empresarios. Las disposiciones que establecían la
obligación de efectuar avisos o sellado de sus libros fueron suprimidas por decreto que
reformó diversas disposiciones del R.CFF (D0F, 31 de marzo de 1993).
i) Libro mayor. El art. 40 original del cco establecía que en el libro mayor se
abrirían por debe y haber las cuentas corrientes con cada objeto o persona particular,
trasladando a cada cuenta, por orden riguroso de fechas, los asientos del libro diario.
Como ya no es obligatorio el libro diario, hoy día el reformado art. 35 dispone que en
el mayor se anotarán, como mínimo y por lo menos una vez al mes, los nombres o las
designaciones de las cuentas de la contabilidad, su saldo al final del periodo de registro

" El texto original del ceo (1890), en su art. 36 disponía que los libros de los comerciantes se llevasen
en "idioma español". El art. 37 establecía una sanción de $50 a $300 de los de antes (un centenario
tiene valor nominal de $50 y su valor actual —2006— ronda los 600 €).
41
Op. cit., n. 183, nota 6.
42 Originalmente, el cco de 1890 establecía como obligatorios tres libros: de inventarios y balances;
diario y mayor (art. 33). El art. 26 del cco de Puerto Rico (1932) exenta de la obligación de llevar
libros de contabilidad a los pequeños traficantes cuyo volumen de negocios no exceda de mil dólares
anuales, y a los vendedores ambulantes.
IV. DEBERES DEL COMERCIANTE t 269

inmediato anterior, el total de movimientos de cargo o crédito a cada cuenta en el pe-


riodo y su saldo final. Podrán llevarse mayores particulares por oficinas, segmentos de
actividad o cualquier otra clasificación, pero en todos los casos deberá existir un mayor
general en el que se concentren todas las operaciones de la entidad:
Cada cuenta en particular tiene su nombre o denominación (p. ej., cuenta de
acreedores diversos, al que se le asigna un número, y dentro de esa cuenta, en subcuen-
tas se señalan quiénes son las personas que aparecen como acreedores del empresario).
Jocosamente el maestro Arroyo llama acreedores dispersos a esta cuenta. Saldo final
quiere decir que toda cuenta de contabilidad tiene un saldo, es decir, el monto que a
un momento determinado tiene dicha cuenta después de haber hecho los correspon-
dientes cargos y abonos (o créditos).43 Al hablar de saldos al final del periodo de registro
inmediato anterior, y saldo final, quiere decir que al inicio de un periodo se tiene una
suma determinada, que frente a los diversos movimientos que tenga durante el mes (si
es que ése es el periodo) se observará cuál fue el resultado entre el inicio y el final de
dicho periodo.
No hay norma en el cco que determine que las anotaciones en la contabilidad deben
expresarse en moneda nacional, como sí lo hace, por ejemplo, el art. 29.2 del cco español.

ii) Libros de actas. Además del libro mayor de contabilidad, que es obligación co-
mún a los empresarios personas fisicas o morales, estos últimos deben llevar, conforme
al cco, los libros de actas, tanto de juntas de socios como los de los consejos de admi-
nistración —en caso de que haya— (art. 41, cco). Las actas, sean de junta de socios o de
consejo serán firmadas por las personas a quienes los estatutos les confieren tal facultad;
no se requiere que sean autorizadas por la firma de los concurrentes. No obstante, y
como sana práctica, recomendamos que en los estatutos se consigne la necesidad de la
suscripción por parte de los asistentes o que se asiente la razón de por qué no consta.

1. En el libro de actas de juntas generales se deberá expresar fecha de la junta; quiénes


asistieron (no exige que conste la firma del socio; tampoco exige que se levante una
lista de asistencia); en su caso, el número de acciones que cada socio tenga; el número
de votos de los que se puede hacer uso; los acuerdos que se tornen que deberán con-
signarse a la letra; en caso de que las votaciones no sean económicas (es decir, que no
se trate de aquellas donde al someterse a votación se pide se levante la mano), cuáles_
furon los votos emitidos. Siempre se deberá cuidar que se haga constar en el acta todo
lo que conduzca al perfecto conocimiento de lo acordado.

43 En lo personal y como profanos en la ciencia contable, no entendemos por qué se cambiaron en el


cco los términos debe y haber por los de cargos y créditos.
270 EL COMEIWIANTE

2. En las actas de juntas de consejo solamente se hará constar la fecha de la junta y los
nombres de los asistentes, así como la relación de los acuerdos aprobados.

3. Libro de registro de socios (arts. 73 y 128, Lcsm), en donde se hacen constar los datos
generales de los socios, el importe de las exhibiciones realizadas, el número de partes
o acciones de que es titular y las transmisiones que se efectúen.

4. Libro de variación de capital social (art. 219, LGSM), para inscribir en el mismo todo
aumento o disminución del capital social.

c) Plazo que se deben conservar. Además de llevar los libros señalados, los empre-
sarios tienen la obligación de conservar, debidamente archivados, los comprobantes
originales de sus operaciones, de tal manera que exista congruencia entre el compro-.
bante y lo que se haya registrado en la contabilidad. Quedan obligados a conservarlos
por un plazo mínimo de 10 años (art. 38, cco). Ello obedece, entendemos, a que el
plazo máximo de prescripción es precisamente ése, 10 años (1047), aunque no hay
que olvidar que la prescripción es susceptible de suspenderse (y más aún, de inte-
rrumpirse), lo cual llevaría a esos 10 años más el plazo por el cual se suspendió.
El art. 30 del CFF, si bien en principio establece un plazo de cinco años para
la conservación, cuando se trata de la contabilidad y de la documentación corres-
pondiente a actos cuyos efectos fiscales se prolonguen en el tiempo, los cinco años
comenzarán a computarse a partir del día en el que se presente la declaración fiscal
del último ejercicio en que se hayan producido dichos efectos, lo cual, a veces, puede
llevar a que se conserve dicha documentación aún más de 10 años.44

d) Sanciones por no llevar la contabilidad. El cco no establece sanción expresa;


sin embargo, como hemos visto, en caso de controversia prevalecerá la contabilidad
debidamente llevada por la parte contraria.45
En caso de concurso mercantil, el empresario podrá enfrentar que se considere
agravada la situación que causó el incumplimiento generalizado de sus obligaciones,
ya que el art. 271 de la LCM dispone que se presumirá, salvo pacto en contrario, que el
concursado será sancionado con pena de uno a nueve años de prisión por cualquier

44
No desconocemos la existencia del art. 67, sexto párrafo CFF, que dispone también un plazo "máxi-
mo" de 10 años; sin embargo, los tribunales lo entienden de manera diversa.
45 Mantilla (op. cit.,
n. 179) dice que la contabilidad permite determinar si la quiebra fue debida a
errores o malos manejos del empresario, o si obedece a causas fortuitas, y en el n. 188 estudia las
sanciones por no llevar adecuadamente la contabilidad.
IV. DEBERES DEE COMERCIANTE 271

acto que dolosamente cause o agrave dicho incumplimiento de pagos, entendiéndose,


salvo prueba en contrario, que agravó dolosamente su situación por llevar su con-
tabilidad de tal forma (o la altere, falsifique o destruya) que no permita conocer su
verdadera situación financiera.
También, el empresario contra quien se siga un procedimiento de concurso
mercantil, será sancionado con pena de uno a tres años de prisión cuando no ponga
su contabilidad a disposición de la persona que el juez designe, dentro del plazo que
para ello el propio juez concursal le hubiere concedido, salvo que el empresario de-
muestre que le fue imposible presentarla por causas de fuerza mayor o caso fortuito
(art. 272, LCM).

e) Sanciones fiscales. El CFF establece ciertas infracciones relacionadas con la obli-


gación de llevar contabilidad e incluye al efecto un catálogo de conductas u omisio-
nes (art. 83) y sus correspondientes sanciones pecuniarias (multas que van de $168 a
$70 000, según se trate de la infracción, art. 84). Cabe señalar que la sanción por no lle-
var contabilidad es de $787 a $7 866, y la sanción más alta es para los contribuyentes que
debiendo dictaminar sus estados financieros, no lo hagan. En todo caso, será considera-
do como agravante el llevar dos o más sistemas de contabilidad con distinto contenido;
o llevar dos o más libros sociales similares con distinto contenido, o destruir, ordenar o
permitir la destrucción total o parcial de la contabilidad (art. 75, fracc. u, CFF).
Asimismo, el CFF determina responsabilidad solidaria con el propio empresario, a
la persona o personas, cualquiera que sea el nombre con que se les designe, que ten-
gan conferida la dirección general, la gerencia general o la administración única de las
sociedades mercantiles, cuando no lleve contabilidad, la oculte o la destruya; art. 26,
fracc. in, tercer párrafo, inciso c.
La omisión en el cumplimiento de las obligaciones en materia de contabilidad pue-
de dar lugar a que se tipifique el delito de defraudación fiscal (art. 108, cFF), que además
será calificado (y, por ende, la pena correspondiente se aumentará en una mitad), cuando
no se lleven los sistemas o registros contables a que se esté obligado conforme a las dis-
posiciones fiscales o se asienten datos falsos en dichos sistemas o registros.

f) Comunicación y exhibición de los libros. El eco contiene normas referentes


a los casos y la manera en que podrán ser mostrados los libros de los comerciantes en
asuntos jurisdiccionales. Mediante la exhibición el examen de los libros se debe limitar,
bajo la vigilancia del juzgador a la controversia que se plantea, en tanto que la comuni-
cación puede extenderse al contenido entero de los libros, pero sólo en los cuatro casos
EL COMERCIANTE
warns••••-• Ir a-- rew,

que taxativamente señala el propio cco.46 Así pues, este ordenamiento dispone que en
ningún caso ni los tribunales ni autoridad alguna (salvo los casos especialmente regulados
por otras leyes) podrán llevar a cabo pesquisas para inquirir a los empresarios si llevan o
no el sistema de contabilidad referido por el propio cco (art. 42). Solamente en los casos
previstos por el cco podrá decretarse ya sea la comunicación, ya la exhibición de los
libros, y todos los demás elementos que pueden quedar comprendidos dentro de dicho
concepto, tales como los registros, comprobantes, cartas, cuentas y documentos. Es decir,
bajo el término libros, entendemos que caben todos los que hemos referido.

Comunicación. El art. 43 cco dispone que la comunicación de los libros, que


incluye todos los registros, comprobantes, cartas, cuentas y documentos, sólo puede
hacerse a petición de parte interesada y únicamente en los casos de i) sucesión uni-
versal; liquidación de sociedades; iii) dirección o gestión comercial por cuenta de
otro, y iv) quiebra.

Exhibición. Por otra parte, la exhibición (reconocimiento) de los libros, registros,


comprobantes, cartas, cuentas y documentos de los empresarios sólo podrá decretarse
judicialmente, y a instancia de parte, cuando la persona a quien pertenezcan tenga
interés o responsabilidad en el asunto en que proceda la exhibición, y siempre en el
lugar en que habitualmente se guarden o conserven, o bien en el lugar que de común
acuerdo fijen los interesados, incluido, desde luego, el empresario. La exhibición se
contraerá exclusivamente a los puntos que tengan relación directa con la acción dedu-
cida comprendiendo en ellos aun los que sean extraños a la cuenta especial del que ha
solicitado el reconocimiento (art. 44, cco).
No obstante lo dispuesto por el art. 44 del cco, la scjN47 ha establecido jurispru-
dencia en el sentido de que la prueba pericial contable ofrecida por una parte para
llevarse a cabo sobre la contabilidad de la otra, supone violaciones que no pueden ser
reparadas en la sentencia definitiva, aun cuando fuera contraria a la del oferente y, por
tanto, cabe el amparo indirecto. Argumenta la Tercera Sala que el desahogo de la prueba
produce consecuencias legales y materiales que no podrán ser destruidas, aun cuando
el afectado obtenga sentencia favorable, ya que el permitir el acceso a la contabilidad

46 Así Bolaffio, Derecho comercial, vol. II, p. 212.


47 PRUEBA PERICIAL CONTAB4E. LA INDEBIDA ADMISIÓN DE LA OFRECIDA POR LA CONTRAPARTE DEL QUEJOSO
EN EL JUICIO NATURAL, ES UNA VIOLACIÓN PROCESAL CUYA NATURALEZA SUI GENERIS PRODUCE EFECTOS
LEGALES Y MATERIALES, QUE YA NO PUEDEN SER REPARADOS EN LA SENTENCIA DEFINITIVA Y, POR TANTO,
RESULTA PROCEDENTE EL AMPARO INDIRECTO EN SU CONTRA (Tercera Sala, Apéndice al SJF 1917-1995,
L VI, parte scjN, p. 268, tesis 399).
IV. DEBERES DEL COMERCIANTE f - 2/3

del afectado, del perito del oferente, y en su caso al perito tercero, dañaría las garantías
individuales del afectado desde el momento de su realización, por lo que un acto de tal
naturaleza, debe ser examinado a través del juicio de amparo. Insiste la tesis en que
lo que atribuye el carácter de irreparable a la violación son la serie de efectos que se
producen por el simple desahogo de la prueba, efectos que ya no será posible reparar,
tanto material como normativamente hablando.
En nuestra opinión, y dado que el cco establece que deberán exhibirse los libros
en los términos del art. 44, el juez está obligado a admitir la prueba de que se trate y
si la parte afectada no está conforme, debe agotar previamente el recurso de apelación,
y en caso de serle negativo, acudir al juicio de amparo indirecto, en el cual deberá
también impugnar la inconstitucionalidad del numeral citado, ya que de otra suerte
carecería de fundamento el atacar solamente'la resolución judicial, que se encontrará
fundada en derecho y, por tanto, por sí misma no tendría visos de inconstitucionalidad.
Cabe apuntar que aun en caso de haber obtenido el amparo, cobraría aplicación el
art. 125, fracc. ~ II del cco, que sanciona al empresario contumaz que no exhiba sus
libros, sea cual fuere la causa, salvo la de fuerza mayor, ya que el numeral citado no
distingue, con el hecho de que harán fe en su contra los de su adversario según las
condiciones que ahí se establecen (v. infra).
Con posterioridad a la jurisprudencia sentada por la scy referida en párrafos
anteriores, el Segundo Tribunal Colegiado en materia Civil del Segundo Circuito
emitió el criterio contenido en la tesis TERCERO EXTRAÑO A JUICIO. LA ORDEN QUE LE
PREVIENE PARA PERMITIR A UN PERITO EL ACCESO A LA CONTABILIDAD DE SU NEGOCIO, NO
ES TRANSGRESORA DE GARANTÍAS CUANDO PROVIENE DE AUTORIDAD COMPETENTE Y ESTÁ
RELACIONADA CON LOS HECHOS CONTROVERTIDOS (novena época, SJFG, t. VI, diciembre
de 1997, p. 702, tesis II.2o.C.88 C) donde, sin entrar en el estudio de la eventual in-
constitucionalidad por contravenir el art. 14 constitucional (garantía de legalidad con-
tra actos de privación), determinó que el hecho de que exista una resolución judicial
que ordene a un tercero para permitir el acceso a un perito a la contabilidad de dicho
tercero, no significa una violación de las garantías tuteladas por el art. 16 constitucional
(contra actos de molestia), pues tal acto proviene de autoridad competente, se trata
de una prueba reconocida por la ley y tiene relación inmediata con los hechos con-
trovertidos, además de que rige el principio consignado en todos los ordenamientos
procesales, de que cualquier persona está obligada a auxiliar a los juzgadores en el
esclarecimiento de los hechos.
274 EL COMERCIANTE

g) Exhibición de libros fuera de residencia del tribunal. En caso de que los libros
que van a exhibirse se encontraren fuera de la residencia del tribunal que decrete su ex-
hibición, el reconocimiento de los mismos deberá hacerse mediante exhorto o despacho
del tribunal que conoce del juicio a aquel que tenga competencia en el domicilio donde
se encuentren los libros por exhibirse, sin que pueda ordenarse la traslación de tales libros
al juez del conocimiento (art. 45, cco).

h) Fuerza probatoria de los libros de los empresarios. El cco establece par-


ticularmente la fuerza probatoria de los libros de los empresarios, con varias reglas
(art. 1295): i) Los libros probarán contra el empresario que los lleve, sin que se admita
prueba en contrario. Su contraparte, habiendo aceptado este medio de prueba, no po-
drá discriminar los asientos que le favorezcan respecto de los que le perjudiquen.
los datos asentados en los libros llevados por dos empresarios no coinciden, prevalecerán
los del empresario que lleve sus libros con todas las formalidades consignadas en el cco
sobre los del otro que presenten cualquier defecto o carecieren de alguno de tales
requisitos. En ese sentido, los datos llevados en regla harán fe en contra de los defectuo-
sos, admitiéndose en este caso y contrario al del numeral anterior, prueba en contrario
por cualquier medio de convicción admisible en derecho. iií) En caso de que una de las
partes, siendo empresario, no presentare sus libros o manifestare no tenerlos, harán fe
en su contra los de su adversario, siempre que estén llevados con todas las formalidades
legales. La excepción a dicha sanción es cuando la carencia de libros se debe a fuerza
mayor. En todo caso, se admitirá prueba en contrario respecto de la fuerza probatoria
de los libros de la contraparte. iv) Por último, si los libros de las partes reúnen todos
los requisitos y formalidades legales y resultan contradictorios, el juez los apreciará en
conjunto con las demás probanzas.

24. Conservación de documentos y correspondencia

Bajo la denominación "De la correspondencia", del capítulo iv, el cco concluye las
disposiciones que integran el título segundo ("De las obligaciones comunes a todos
los que profesan el comercio"). Básicamente se establece que los empresarios tienen la
obligación de conservar debidamente archivados todos los documentos originales que
integren la correspondencia relacionada con sus negocios, y copias de los que envíen
(art. 47), sin perjuicio de que podrán conservarse en medios mecánicos, fotográficos,
electrónicos o de 'cualquier índole, siempre que se puedan reproducir posteriormente
de manera íntegra. Se exceptúa de la posibilidad de conservarlos en copia en dichos
IV. DEBERES DEE COMERCIANTE 21$

medios, todo documento, sean cartas, telegramas, mensajes de datos, etc., en los que
se consignen contratos, convenios o compromisos que den nacimiento a derechos y
obligaciones, en cuyo caso se deberán conservar los originales durante un plazo mí-
nimo de 10 años.

a) Conservación de mensajes de datos. El art. 49 cco dispone que los empre-


sarios tienen la obligación de conservar los mensajes de datos relacionados con los
mencionados actos de donde derivan derechos y obligaciones, en los términos que
la Secretaría de Economía determine en la Norma Oficial Mexicana (Nom) corres-
pondiente. Así, el 4 de junio de 2002 se publicó en el DOF la NOM-151-SCFI-2002,
"PRÁCTICAS COMERCIALES-REQUISITOS QUE DEBEN OBSERVARSE PARA LA CONSERVACIÓN
DE MENSAJES DE DATOS", publicada en el DOF el 4 de junio de 2002, y que mediante
diversa publicación (DOF, 19 de diciembre de 2005) señaló como vigente a partir del
17 de febrero de 2006.

b) Presentación en juicio. Contrario a lo que sucede respecto de los libros y la con-


tabilidad, el art. 50 del cco habilita al juez, sin establecer limitaciones a ciertos casos,
para que, de oficio o a petición de parte, decrete la presentación de las cartas (que no
de cualquier documento) que tengan relación con el asunto litigioso del que conoz-
can. De la misma suerte, se le faculta para que las compulse con las copias escritas por
los litigantes. En todo caso, la parte que las solicite deberá precisar las cartas que han
de ser copiadas o reproducidas.

25. Observar sanas prácticas comerciales

Mediante adición al cco (DOF, 26 de enero de 2005), se creó un nuevo art. 6-bis, el
cual sustancialmente establece normas relativas a las sanas prácticas comerciales o "usos
honestos en materia industrial o comercial", donde establece como obligación que los
empresarios se abstengan de realizar actos que supongan competencia desleal. En la
Exposición de Motivos de la adición se manifestó que el objeto de la misma fue prote-
ger los derechos de los competidores así como dar seguridad jurídica en las relaciones
entre los mismos. La explicación de por qué un art. 6-bis y no 6o., 7o. u So., que a la
fecha se encuentran sin texto, fue en razón de que se consideró, para efectos de sistema-
tización y didácticos, que como el texto es de contenido diferente de que se tenía en
el derogado art. 6o. del cco, no era razonable que volviera a tener así vigencia. No obs-
tante dicha explicación, consideramos que el lugar de dicho numeral era precisamente
276 EL COMERCIANTE
- •••••••-.•-•-•.•,•••••••••■••••,•,•,..-••• ...,.z_ -.t ror,,1~)

en el título relativo a las obligaciones comunes a todos los "comerciantes", mediante la


inserción de un nuevo capítulo.
El término competencia desleal es un concepto equívoco y que en nuestro sistema
legal no aparece regulado con la precisión que se desearía, además de que son di-
versos los ordenamientos legales y reglamentarios que de alguna manera se refieren
al concepto genérico de competencia desleal. En lo que sí es unánime es que debe
evitarse la práctica de ciertas conductas que tienen como objeto limitar la libertad
económica de competir en un mercado determinado, derecho que está consagrado
en nuestra Constitución, fundamentalmente por los arts. So. y 28.
El Convenio de París (1883, con varias revisiones, adoptado en Estocolmo el 14 de
julio de 1967 y publicado en el Diario Oficial de la Federación el 27 de julio de 1976, que
es el que regula la Protección Internacional de la Propiedad Industrial) en su art. 10 bis
establece lo siguiente:

1) Los países de la Unión están obligados a asegurar a los nacionales de los países de la
Unión una protección eficaz contra la competencia desleal.
2) Constituye acto de competencia desleal todo acto de competencia contrario a los
usos honestos en materia industrial o comercial.
3) En particular deberán prohibirse:
1. cualquier acto capaz de crear una confusión, por cualquier medio que sea, res-
pecto del establecimiento, los productos o la actividad industrial o comercial de
un competidor;
2. las aseveraciones falsas en el ejercicio del comercio, capaces de desacreditar el esta-
blecimiento, los productos o la actividad industrial o comercial de un competidor;
3. las indicaciones o aseveraciones cuyo empleo, en el ejercicio del comercio, pu-
dieren inducir al público a error sobre la naturaleza, el modo de fabricación, las
características, la aptitud en el empleo o la cantidad de los productos.

Son esencialmente tres áreas las que se refieren a los actos que tienen como
consecuencia restringir la libre concurrencia: i) el área de la propiedad industrial (la LPI
es el principal ordenamiento nacional en la materia), U) la del comercio exterior (la
CPEUM sirve de fundamento a la existencia de la LcE), y iii) la general de una actividad
económica que persigue eliminar los monopolios y las prácticas monopólicas también
de origen constitucional, la LFCE).
IV. DEBERES DEL COMERCIANTE 277

En materia de comercio exterior, el llamado dumping y las subvenciones son las


instituciones que se relacionan con la práctica desleal-mí el libre mercado. El art. 131
de nuestra Constitución sienta las bases para la regulación del comercio exterior. La
Ley Reglamentaria del artículo 131 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexi-
canos en Materia de Comercio Exterior (Ley de Comercio Exterior) es la que desarrolla
los principios establecidos en el referido artículo constitucional. Esta ley no usa el
término dumping, sino el de prácticas desleales. El art. 28 al definirlas establece:

Se consideran prácticas desleales de comercio internacional la importación de


mercancías en condiciones de discriminación de precios u objeto de subvenciones en su
país de origen o procedencia, que causen o amenacen causar un daño a la producción
nacional. Las personas físicas o morales que importan mercancías en condiciones de
prácticas desleales de comercio internacional están obligadas a pagar una cuota compen-
satoria conforme a lo dispuesto en esta Ley.

El remedio que establece la Ley de Comercio Exterior es fundamentalmente me-


diante el establecimiento de cuotas compensatorias, que conforme las define la propia
ley, son "aquellas que se aplican a las mercancías importadas en condiciones de discri-
minación de precios o de subvención en su país de origen..."
En las materias de propiedad industrial y de competencia económica, la elimina-
ción de prácticas que conllevan competencia desleal es mediante sanciones adminis-
trativas, incluso penales, y en todo caso tienden a resarcir al empresario perjudicado en
los daños que tales conductas le han ocasionado.
A sabiendas de lo inútil de pretender hacer una lista de cuáles serían consideradas
como prácticas contrarias a los usos honestos, el cco también contiene disposiciones
relativas a la prevención de la competencia desleal y que de manera ejemplificativa
señala en tres fracciones:
i) "Todo acto que cree confusión, por cualquier medio que sea, respecto del esta-
blecimiento, los productos o la actividad industrial o comercial, de otro comerciante."

ii) "Se desacredite, mediante aseveraciones falsas, el establecimiento, los pro-


ductos o la actividad industrial o comercial, de cualquier otro comerciante."Váli-
damente podemos decir que la prohibición no atiende necesariamente al resultado
de que se logre desacreditar, ya que tiene cabida, como uso contrario a las sanas
prácticas, la mera intención de desacreditar, y que no se logre por varios motivos:
278 EL COMERCIANTE

sea por el propio prestigio del competidor o porque éste invierta esfuerzos para
contrarrestar el intento del malicioso.
iii) "Induzcan al público a error sobre la naturaleza, el modo de fabricación, las
características, la aptitud en el empleo o la cantidad de los productos."

En todo caso, y a efectos de no limitar la conceptuación de actos o usos deshones-


tos, se dejan a salvo las disposiciones contenidas en otros ordenamientos que también
se refieran, de alguna manera, a las prácticas desleales o de competencia deshonesta.
Independientemente de las acciones penales o administrativas que puedan gene-
rarse con motivo de los actos señalados, el cco establece como requisito de procedibi-
lidad de las acciones civiles, producto de actos de competencia desleal (arts. 221, 221-
bis y 226, LPI) el que previamente se haya obtenido un pronunciamiento firme en la vía
administrativa, si ésta es aplicable (jr. art. 225, Lri, que se refiere al ejercicio de acción
penal). Estimamos que además de lo señalado por el art. 227 de la LPI, las controversias
que se susciten en función de la aplicación del art. 6-bis del cco son de competencia
concurrente de los tribunales federales o del fuero común.
El cco no lo dice, pero al hablar de otro comerciante, el término bien puede
extenderse aun a aquellos que no se encuentren en México, pero que puedan resultar
perjudicados por la conducta, dentro o fuera de nuestro país, de otro comerciante, sea
éste o no nacional.

26. Registrarse y proporcionar información al SIEM

La Ley de Cámaras de Comercio y de las de Industria (abrogada, DOF, 20 de diciembre de


1996) establecía en su art. 5o. que todo comerciante o industrial con un determinado
capital (así corno sus respectivas sucursales) se encontraba obligado a inscribirse en el
Registro Especial que se llevara en la Cámara correspondiente o en las delegaciones
de dicha Cámara, obteniendo así el carácter de activos, afiliados o cooperadores, y los
estatutos fijaran los derechos y obligaciones que correspondían a cada categoría. Como
consecuencia de dicha obligación que se estimó inconstitucional por los empresarios,
la scjn integró jurisprudencia por reiteración mediante la cual declaró que la afiliación
obligatoria a las cámaras resultaba violatoria de la garantía de libre asociación.48 En virtud

48 CÁMARAS DE COMERCIO E INDUSTRIA, AFILIACIÓN OBLIGATORIA. EL ARTÍCULO 50. In LA LEY DE LA MATERIA


VIOLA LA LIBERTAD DE ASOCIACIÓN ESTABLECIDA POR EL ARTÍCULO 9o. CONSTITUCIONAL. (Pleno. Novena
época. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.Tomo n, octubre de 1995, página 5.Tesis P./J. 28/95.)
IV. DEBERES DEL COMERCIANTE • 279

de tal jurisprudencia, sin que la misma tuviese efectos derogatorios, el Congreso deter-
minó su abrogación y sustitución por la Ley de Cámaras Empresariales y sus Confederacio-
nes (DoF, 20 de diciembre de 1996), posteriormente, y a su vez, también abrogada por
la vigente y del mismo nombre Ley de Cámaras Empresariales y sus Confederaciones (DoF,
20 de enero de 2005).
De conformidad con la LCEC, las cámaras son instituciones de interés público, au-
tónomas, con personalidad jurídica y patrimonio propio, conformadas por los empre-
sarios (comerciantes e industriales) y cuyo objeto es representar, promover y defender
las actividades empresariales, colaborando con el gobierno para lograr el crecimiento
socioeconómico, así como la generación y distribución de la riqueza. Son, asimismo,
órganos de consulta y colaboración del Estado. El gobierno deberá consultarlas en
todos aquellos asuntos vinculados con las actividades que representan (art. 4o., LCEC)..
La LCEC dispone que para efectos de la misma, se entiende por i) comerciantes, las
personas fisicas y morales con actividades empresariales que realicen actividades de co-
mercio, servicios y turismo que se encuentren establecidos y sujetos a un régimen fiscal,
en tanto que ii) industriales son las personas fisicas y morales con actividades empresa-
riales que realicen actividades industriales, extractivas, de transformación y sus servicios
que se encuentren establecidos y sujetos a un régimen fiscal. Las cámaras de Comercio,
Servicios y Turismo representan a los comerciantes, y las cámaras de Industrial, a los in-
dustriales. La Secretaría de Economía será la autoridad encargada del sector.
La afiliación a las cámaras por parte de los empresarios es voluntaria (art. 17); sin
embargo, serán obligatorios la inscripción y registro para el Sistema de Información
Empresarial Mexicano (sIEM) en la Cámara que corresponda, y no obligará al pago de
cuota alguna de afiliación, mas sí al pago de registro correspondiente (art. 29).Asimis-
rno, todos los empresarios tienen la obligación de registrar y actualizar anualmente
cada uno de sus establecimientos en el SIEM (art. 30). El registro se llevará a cabo en la
Cámara que le corresponda en razón de su actividad.
Las empresas de nueva creación deberán ser inscritas en el SIEM dentro de los
dos meses siguientes" a su fecha de registro ante la SHCP (art. 31). La ley no lo dice
expresamente, pero queremos suponer que se trata de su inscripción en el Registro
Federal de Contribuyentes, en cuyo caso, de conformidad con el RCFF, se hará dentro
del plazo de un mes contado: si son personas morales, a partir de la firma de su acta
constitutiva; si son personas fisicas, a partir del momento que se realicen las situacio-
nes jurídicas o de hecho que den lugar a la presentación de declaraciones periódicas

49 En el mismo plazo deberá manifestarse al SIEM cuando una empresa cese total o parcialmente en sus
actividades o cambie su giro o domicilio.
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(art. 15, RCFF), y deberá anualmente renovarse y, en su caso, actualizarse el registro


dentro del primer bimestre de cada año.
La información que los empresarios (comerciantes o industriales) proporcionen al
SIEM es de dos clases: i) obligatoria, es decir, toda aquella información de los empresa-

rios necesaria para fines de planeación y la aplicación correcta de los instrumentos de


politica del Estado para promover su desarrollo y la integración de cadenas producti-
vas,50 y ii) opcional, que es toda aquella información complementaria que, dentro de
parámetros definidos en la operación del SIEM, decidan incorporar los comerciantes y
los industriales al sistema con el propósito de promover más ampliamente su actividad
económica específica y estimular oportunidades de negocios con otras empresas del
país y del extranjero (art. 32, LcEc).
Las sanciones por incumplimiento a las obligaciones de los empresarios en re-
lación con el registro oportuno en el siEm; porque la información sea incorrecta o
incompleta o por no informar a la cámara correspondiente, para efectos del stEm,
cuando cesen parcial o totalmente en sus actividades, o cambie su giro o su domicilio,
serán impuestas por la Secretaría de Economía con multa de 200 a 600 veces el salario
mínimo, dependiendo de la capacidad económica del infractor (art. 40, LcEc).

V. AUXILIARES MERCANTILES

27. Concepto

Mantilla define a los auxiliares mercantiles como aquellas personas "que ejercen una
actividad con el propósito de realizar negocios comerciales ajenos o facilitar su con-
clusión".51 Lo importante del concepto de auxiliar mercantil, sea que corresponda a
aquel que realiza su actividad de colaboración dentro de la empresa, sea que lo haga
fuera de la empresa, es, por una parte, que su auxilio sea de contenido mercantil, y
por otra parte que realice los actos jurídicos o materiales por cuenta del empresario
(negocios ajenos), sea en nombre del empresario, sea en nombre propio del auxiliar
correspondiente, o bien que en razón de su encargo realice actividades tendientes a
preparar, negociar o concluir negocios inherentes a la empresa. De ahí que si bien
existen instituciones que resultan verdaderas auxiliares del comercio o de las activida-
des empresariales, como pudieran ser las financieras (el crédito es el principal motor

50 Además de lo establecido por la LCEC; véase Ley de Información Estadística y Geográfica, arts. 80. y 36.
51 Derecho mercantil, n. 197.

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