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León Tovar
Hugo González García
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256 EL COMERCIANTE.
Los extranjeros serán sancionados administrativamente (art. 120, LGP —multa e incluso
prisión—, sin que se desprenda la nulidad de los actos realizados como comerciantes en
contravención a las disposiciones legales). Por último, respecto de los sindicatos que con-
travengan lo dispuesto por el art. 378, fracc. II de la LFT, pueden incurrir en la cancelación
de su registro (art. 369, fracc. II, LFT).
Conforme lo dispone el art. 17 del cco, los comerciantes (empresarios), sean personas
fisicas o morales, deben participar al público la apertura de su establecimiento, por los
medios de comunicación que sean idóneos, en aquellas plazas en las que vayan a reali_
zar sus actividades. La información que deben hacer pública es toda aquella relativa al
nombre de su empresa y, en su caso, de sus establecimientos o sucursales, su ubicación
IV. DEBERES DEL COMERCIANTE
para cuyo efecto el empresario deberá presentar al IMPI los documentos que acrediten
el uso efectivo del nombre comercial, donde, sin duda, se encuentran aquellos a los que
se refiere el art. 17 del cco.
En el mismo sentido, y a pesar de que el cco no lo establezca, es conveniente
publicar también las marcas que usará el empresario para distinguir sus productos o
servicios, ya que el art. 151, fracc. ti de la LPI dispone que puede reclamarse la nuli-
dad del registro de una marca cuando quien alegue mejor derecho, acredite haber
usado una marca interrumpidamente en el país o en el extranjero, antes de la fecha
de solicitud del registro (fecha de presentación) de la marca cuyo registro se pone
en entredicho.
constar en el RPC, que tiene la función publicitaria tanto declarativa corno cons-
titutiva,30 y sobre los cuales nos ocupamos en el punto siguiente.
Deben ser inscritos en el RPC los documentos cuyo tenor y autenticidad deben hacerse
notorios. Hay casos en que la ley exige publicidad de un acto para que sea conocido por
terceros (publicidad-noticia), respecto de los cuales, si no se da cumplimiento a la publi-
cidad, el negocio carece de un requisito para su validez y es, por tanto, inválido, "puesto
que la publicidad es elemento esencial del negocio, o sea presupuesto de su validez y
eficacia",31 y hay otros casos en los que la sanción por la inobservancia de la misma no
es nunca la invalidez o la ineficacia de los actos (función declarativa). Además, existen
otros casos (muy contados) en los que la publicidad del negocio es imprescindible; es
decir, asume el carácter de un elemento indispensable para la existencia del negocio, o
algo esencial para su eficacia (publicidad constitutiva).
No obstante lo anterior, encontramos que respecto de los actos previstos por
el eco en el capítulo relativo al RPC (art. 21), la función primordial de éste es dar
publicidad a dichos actos para que éstos puedan surtir efectos frente a terceros (art.
lo., R.RPC); es decir, no se refiere a que la falta de inscripción produzca su nulidad o,
incluso, su inexistencia,32 salvo aquellos referidos a la constitución de una sociedad
mercantil, donde, sin embargo, veremos que puede estar en crisis el requisito de inscrip-
ción en el RPC para la existencia de una sociedad mercantil, de lo cual nos ocuparemos
al analizar el caso de las sociedades irregulares, en otra unidad.
Por reformas publicadas en el DOF de 29 de mayo de 2000 se introdujeron impor-
tantes modificaciones en todo el capítulo del CCO relativo al Registro de Comercio.
30 "La publicidad se concreta en un acto de certeza (realizado por un funcionario público) con
función declarativa o constitutiva." Francesco Messineo, Manual de derecho civil y comercial. Doctrinas
generales, Oxford University Press, México, 2003, vol. 2, p. 392.
31 Messineo, Manual..., vol. 2, p. 396. En materia de sociedades mercantiles, sostenemos el criterio de que la
inscripción en el RPC no es ya un elemento declarativo ni de eficacia, sino auténticamente constitutivo.
32 Esto último quedó patente en la jurisprudencia integrada por el Cuarto Tribunal Colegiado en ma-
teria Civil del Primer Circuito publicada bajo el rubro PERSONERIA DEL APODERADO DE UN COMER-
CIANTE, SE ACREDITA CON UN PODER GENERAL, AUNQUE NO ESTÉ INSCRITO EN EL REGISTRO PÚBLICO DE
COMERCIO (Apéndice al sjF 1917-1995, t. iv, p. 415, tesis 573), donde sostuvo que el RPC "tiene como
finalidad directa y primordial, dar publicidad a los principales actos jurídicos y económicos de los co-
merciantes [...] lo que pone de manifiesto que la inscripción registral no es un elemento constitutivo
o de validez de los actos de que se trate".
260 El, COMERCIANTE
para los empresarios personas fisicas y obligatoria para todas las sociedades mercanti-
les; sin embargo, los primeros quedarán inscritos de oficio cuando inscriban cualquier
documento cuyo registro sea necesario, como por ejemplo, los poderes generales y
nombramientos, y revocación de los mismos si la hubiere, conferidos a los gerentes,
factores, dependientes y cualesquiera otros mandatarios (art. 21, fracc. vn, cco).
ii) Información relativa al empresario persona moral. Se requiere razón social o de-
nominación de la sociedad; su escritura constitutiva, en la que deben aparecer, como
mínimo, los datos exigidos por el art. 6o., fraccs. í a vi de la LGSM (entre los cuales
están la actividad a que se dedicará —objeto social— y su domicilio); fecha en que
vaya a comenzar o haya iniciado sus actividades. Al igual que los empresarios indivi-
duales, se deberán inscribir el otorgamiento y revocación de los poderes generales y
nombramientos conferidos a los gerentes, factores, dependientes y cualesquiera otros
mandatarios. Dentro de esta fracción no encontramos obstáculo para que se inscriban
los nombramientos de los administradores (representantes legales de la sociedad).
Por lo que toca a las escrituras constitutivas de las sociedades mercantiles, también
deberán inscribirse sus modificaciones, así como las relativas a la disolución o escisión
de las mismas sociedades (art. 21, fracc. v, cco); entendemos que también las que con-
signen la fusión y transformación.
262 EL COMERCIANTE
Hz) Fianzas de los corredores. Por último, el art. 21, fracc. xix dispone que debe-
rán inscribirse en el RPC las fianzas de los corredores. A su vez, la LFCP, en su art. 12,
fracc. i, establece que la persona habilitada para ejercer como corredor público, pre-
viamente al inicio de sus funciones deberá otorgar la garantía que señale la Secretaría
del ramo, en tanto que el RLFCP contiene un capítulo relativo a tales garantías y destaca
que la misma podrá ser establecida mediante fianza, prenda, hipoteca o cualquier otra,
por un monto equivalente a 5000 vsmgdf (art. 24).
e) Eficacia frente a terceros de los actos. Habiendo dicho que la falta de inscripción
de los actos referidos en el art. 21 del cco no implica su inexistencia o invalidez, el art.
27 del mismo ordenamiento consagra el principio de que la falta de inscripción de los
actos cuyo registro es obligatorio, no producen efecto contra tercero, quien sí podrá
aprovecharse de ellos en lo que le fueren favorables, ya que la inscripción de tales actos
(aun los que no sean mercantiles o que deban inscribirse en el RPC) será bastante para que
surtan los efectos correspondientes del derecho mercantil (art. 22, cco), y que los docu-
mentos inscritos producirán su efecto legal desde la fecha de su inscripción (art. 29, cco).
IV. DEBERES DEI. COMERCIANTE 263
Ahora bien, quien pretenda aprovecharse de un negocio que debiendo ser inscri-
to no lo fue, puede argumentar que solamente tendrá eficacia en, cuanto le favorezca,
aunque dada la indivisibilidad de los actos, también debería soportar también aquello
que le perjudique. Como ejemplo de un acto que debiendo inscribirse no se registra
y que, por tanto, no producirá efectos contra tercero, quien sí podrá aprovecharse de
ellos, lo encontramos en el caso previsto por el art. 9o., fracc.1 de la LTOC. Dicho nume-
ral establece que la representación para otorgar o suscribir títulos de crédito se confiere
mediante poder inscrito debidamente en el RPC. Por su parte, el art. 10 de la LTOC
dispone que el que suscriba un título de crédito en nombre de otro sin poder bastante
o sin facultades legales para hacerlo, se obliga personalmente como si hubiera obrado
en nombre propio. En ese orden de ideas, tengamos a Arturo, quien otorga un poder a
Braulio para que suscriba títulos de crédito en su nombre; sin embargo, dicho poder
no se inscribe en el RPC. Así Braulio, actuando en nombre de Arturo, suscribe un
pagaré a favor de Carlos. Llega el momento del vencimiento y pueden presentarse las
situaciones siguientes: 1. Arturo no tiene bienes suficientes y Braulio, sí. En virtud de
que el acto (el poder) debía inscribirse en el RPC, tal poder no podrá ser oponible
a Carlos y, por tanto, Carlos puede argumentar que Braulio carecía de facultades le-
gales para obligar a Arturo, y por ello, en términos del art. 10 de la LTOC, Braulio queda
obligado frente a Carlos. En ese sentido, válidamente Carlos podrá dirigir su acción
en contra de Braulio, es decir, el poder no podrá surtir efectos en contra de Carlos. 2.
Braulio no tiene bienes y Arturo, sí.A pesar de la falta de inscripción del poder, Carlos
podrá beneficiarse del poder y dirigir sus acciones en contra de Arturo, en aplica-
ción de los dispuesto por el art. 27 del cco.
la LTOC establece que no surtirán efectos contra tercero (art. 326). Por último, como
requisito de existencia (constitutivo) se encuentra el de la necesaria inscripción de la
escritura constitutiva de una sociedad mercantil (art. 2o., LGSM).
Debernos recordar que el cco establece como principio general el de la con-
sensualidad de los actos. En efecto, el art. 78 del cco dispone que la validez de los
actos mercantiles no depende de la observancia de formalidades o requisitos deter-
minados. El diverso art. 79 establece las excepciones a ese principio general respecto
de aquellos contratos que por disposición del propio ccom o de otras leyes deban
constar en escritura o requieran formas o solemnidades necesarias para su eficacia.
Por ejemplo, el art. 1052 dispone que el procedimiento convencional pactado por las partes debe
constar en escritura pública; en cambio, respecto al acuerdo de arbitraje se limita a señalar que conste
por escrito (art. 1423).
35 Cfr. Mantilla, Derecho mercantil, n. 172.
36 PERSONERÍA DEL APODERADO DE UN COMERCIANTE, SE ACREDITA CON UN PODER GENERAL, AUNQUE NO
IV. DEBERES DEL COMERCIANTE
indispensable para que un poder surta efectos frente a las demás personas que intervie-
nen en un juicio, porque el poder general para pleitos y cobranzas no inscrito cumple
con exceso la finalidad perseguida con las inscripciones registrales, cuando se presenta
para acreditar la personería del mandatario dentro de una controversia jurisdiccional.
El hecho de que las tesis referidas sean respecto de poderes otorgados por socie-
dades mercantiles no es obstáculo para extender, por mayoría de razón, los criterios al
caso de poderes conferidos por empresarios personas fisicas.
D Prelación de registros (art. 21 bis 1). Cuando existan dos o más actos que se
refieran a un mismo folio en el RPc, la prelación de los derechos derivados de ellos
se determinará en función del número de control que otorgue el RPC, independien-
temente de cuál sea la fecha de constitución o celebración del acto de que se trate,
incluso, agregamos nosotros, cuando consten en escritura pública.37
Entre las obligaciones de los empresarios, el cco establece que están obligados a llevar
y mantener un sistema de contabilidad adecuado (art. 33). El sistema actual del cco
regula de manera indistinta lo que es la contabilidad de las empresas y los libros de
actas que los empresarios sociedades mercantiles deben llevar.38
En términos generales, la contabilidad es un conjunto de métodos y técnicas
necesarios para generar y conocer en moneda todas las operaciones que realice el
empresario. La Real Academia de la Lengua la define como: 1. "Sistema adoptado
para llevar la cuenta y razón en las oficinas públicas y particulares", y 2. "Aptitud de
las cosas para poder reducirlas a cuenta o cálculo". En otras palabras: es el sistema para
llevar las cuentas de una empresa o el conjunto de cuentas de la misma.
De manera más amplia, por contabilidad se entiende el "Conjunto de conoci-
mientos y funciones que tienen por objeto la elaboración, comunicación, audito-
ría, análisis e interpretación de la información acerca de la situación económica y
financiera de la empresa, para que tanto terceras personas como los directivos de la
empresa puedan adoptar sus decisiones"." Aceptamos dicho concepto en razón de
que no involucra elementos técnicos ajenos al estudioso del derecho, y donde, ade-
más, se refiere a los medios e instrumentos idóneos para conocer la situación de las
38 En el mismo tenor el CCF, art. 28, penúltimo párrafo, que incluye dentro de la contabilidad los registros y
cuentas especiales, incluso aquellos que no sea obligatorio llevar, así como los libros y registros sociales.
39
Enciclopedia práctica de la pequeña y mediana empresa, Océano, Barcelona, 2000, p. 909.
IV. DEBERES DEL COMERCIANTE 267
cm) Identificar las operaciones individuales y sus características, así corno conectar
dichas operaciones individuales con los documentos comprobatorios originales
de las mismas.
• Seguir la huella desde las operaciones individuales a las acumulaciones que den
como resultado las cifras finales de las cuentas y viceversa.
~~Conectar y seguir la huella entre las cifras de dichos estados, las acumulaciones
de las cuentas y las operaciones individuales.
Además de lo anterior, el cco (art. 37) establece que todos los registros contables
deberán ser llevados en castellana° aun cuando el empresario sea extranjero. La sanción
por no hacerlo será únicamente la imposición de una multa (ridícula hoy por la infla-
ción, $25, o sean unos 0.53 e) y, en su caso, pagar la traducción al castellano por perito
traductor. Convenimos con Mantilla en que una sanción diferente de la establecida en el
cco (no hacer fe) estaría fuera de lugar.
41
b) Qué libros deben llevarse. Establece el cco que los empresarios, independiente-
mente del sistema de registro que se lleve, están obligados a llevar un libro mayor,42 y las
sociedades, además, los de actas (art. 34). Los libros que obligatoriamente deben llevar
han de estar debidamente encuadernados, empastados y foliados; "sin perjuicio de los
requisitos especiales que establezcan las leyes y reglamentos fiscales para los registros y
documentos que tengan relación con las obligaciones fiscales del comerciante".
Ya no existe obligación alguna para legalizar los libros, ni siquiera ante las auto-
ridades hacendarias. Injustificadamente, el cco no establece la obligación de los em-
presarios de legalizar sus libros, tal como sí se encuentra en el RRM español, que en su
art. 329 dispone que se legalizarán en el Registro Mercantil los libros que obligatoria-
mente deben llevar los empresarios y que, además, podrán ser legalizados en el mismo
registro, los libros de detalle del Libro Diario y cualesquiera otros que lleven los em-
presarios. Por su parte, tampoco las leyes fiscales (cFF y RcFF) prevén obligación de que
se autoricen o sellen los libros de los empresarios. Las disposiciones que establecían la
obligación de efectuar avisos o sellado de sus libros fueron suprimidas por decreto que
reformó diversas disposiciones del R.CFF (D0F, 31 de marzo de 1993).
i) Libro mayor. El art. 40 original del cco establecía que en el libro mayor se
abrirían por debe y haber las cuentas corrientes con cada objeto o persona particular,
trasladando a cada cuenta, por orden riguroso de fechas, los asientos del libro diario.
Como ya no es obligatorio el libro diario, hoy día el reformado art. 35 dispone que en
el mayor se anotarán, como mínimo y por lo menos una vez al mes, los nombres o las
designaciones de las cuentas de la contabilidad, su saldo al final del periodo de registro
" El texto original del ceo (1890), en su art. 36 disponía que los libros de los comerciantes se llevasen
en "idioma español". El art. 37 establecía una sanción de $50 a $300 de los de antes (un centenario
tiene valor nominal de $50 y su valor actual —2006— ronda los 600 €).
41
Op. cit., n. 183, nota 6.
42 Originalmente, el cco de 1890 establecía como obligatorios tres libros: de inventarios y balances;
diario y mayor (art. 33). El art. 26 del cco de Puerto Rico (1932) exenta de la obligación de llevar
libros de contabilidad a los pequeños traficantes cuyo volumen de negocios no exceda de mil dólares
anuales, y a los vendedores ambulantes.
IV. DEBERES DEL COMERCIANTE t 269
ii) Libros de actas. Además del libro mayor de contabilidad, que es obligación co-
mún a los empresarios personas fisicas o morales, estos últimos deben llevar, conforme
al cco, los libros de actas, tanto de juntas de socios como los de los consejos de admi-
nistración —en caso de que haya— (art. 41, cco). Las actas, sean de junta de socios o de
consejo serán firmadas por las personas a quienes los estatutos les confieren tal facultad;
no se requiere que sean autorizadas por la firma de los concurrentes. No obstante, y
como sana práctica, recomendamos que en los estatutos se consigne la necesidad de la
suscripción por parte de los asistentes o que se asiente la razón de por qué no consta.
2. En las actas de juntas de consejo solamente se hará constar la fecha de la junta y los
nombres de los asistentes, así como la relación de los acuerdos aprobados.
3. Libro de registro de socios (arts. 73 y 128, Lcsm), en donde se hacen constar los datos
generales de los socios, el importe de las exhibiciones realizadas, el número de partes
o acciones de que es titular y las transmisiones que se efectúen.
4. Libro de variación de capital social (art. 219, LGSM), para inscribir en el mismo todo
aumento o disminución del capital social.
c) Plazo que se deben conservar. Además de llevar los libros señalados, los empre-
sarios tienen la obligación de conservar, debidamente archivados, los comprobantes
originales de sus operaciones, de tal manera que exista congruencia entre el compro-.
bante y lo que se haya registrado en la contabilidad. Quedan obligados a conservarlos
por un plazo mínimo de 10 años (art. 38, cco). Ello obedece, entendemos, a que el
plazo máximo de prescripción es precisamente ése, 10 años (1047), aunque no hay
que olvidar que la prescripción es susceptible de suspenderse (y más aún, de inte-
rrumpirse), lo cual llevaría a esos 10 años más el plazo por el cual se suspendió.
El art. 30 del CFF, si bien en principio establece un plazo de cinco años para
la conservación, cuando se trata de la contabilidad y de la documentación corres-
pondiente a actos cuyos efectos fiscales se prolonguen en el tiempo, los cinco años
comenzarán a computarse a partir del día en el que se presente la declaración fiscal
del último ejercicio en que se hayan producido dichos efectos, lo cual, a veces, puede
llevar a que se conserve dicha documentación aún más de 10 años.44
44
No desconocemos la existencia del art. 67, sexto párrafo CFF, que dispone también un plazo "máxi-
mo" de 10 años; sin embargo, los tribunales lo entienden de manera diversa.
45 Mantilla (op. cit.,
n. 179) dice que la contabilidad permite determinar si la quiebra fue debida a
errores o malos manejos del empresario, o si obedece a causas fortuitas, y en el n. 188 estudia las
sanciones por no llevar adecuadamente la contabilidad.
IV. DEBERES DEE COMERCIANTE 271
que taxativamente señala el propio cco.46 Así pues, este ordenamiento dispone que en
ningún caso ni los tribunales ni autoridad alguna (salvo los casos especialmente regulados
por otras leyes) podrán llevar a cabo pesquisas para inquirir a los empresarios si llevan o
no el sistema de contabilidad referido por el propio cco (art. 42). Solamente en los casos
previstos por el cco podrá decretarse ya sea la comunicación, ya la exhibición de los
libros, y todos los demás elementos que pueden quedar comprendidos dentro de dicho
concepto, tales como los registros, comprobantes, cartas, cuentas y documentos. Es decir,
bajo el término libros, entendemos que caben todos los que hemos referido.
del afectado, del perito del oferente, y en su caso al perito tercero, dañaría las garantías
individuales del afectado desde el momento de su realización, por lo que un acto de tal
naturaleza, debe ser examinado a través del juicio de amparo. Insiste la tesis en que
lo que atribuye el carácter de irreparable a la violación son la serie de efectos que se
producen por el simple desahogo de la prueba, efectos que ya no será posible reparar,
tanto material como normativamente hablando.
En nuestra opinión, y dado que el cco establece que deberán exhibirse los libros
en los términos del art. 44, el juez está obligado a admitir la prueba de que se trate y
si la parte afectada no está conforme, debe agotar previamente el recurso de apelación,
y en caso de serle negativo, acudir al juicio de amparo indirecto, en el cual deberá
también impugnar la inconstitucionalidad del numeral citado, ya que de otra suerte
carecería de fundamento el atacar solamente'la resolución judicial, que se encontrará
fundada en derecho y, por tanto, por sí misma no tendría visos de inconstitucionalidad.
Cabe apuntar que aun en caso de haber obtenido el amparo, cobraría aplicación el
art. 125, fracc. ~ II del cco, que sanciona al empresario contumaz que no exhiba sus
libros, sea cual fuere la causa, salvo la de fuerza mayor, ya que el numeral citado no
distingue, con el hecho de que harán fe en su contra los de su adversario según las
condiciones que ahí se establecen (v. infra).
Con posterioridad a la jurisprudencia sentada por la scy referida en párrafos
anteriores, el Segundo Tribunal Colegiado en materia Civil del Segundo Circuito
emitió el criterio contenido en la tesis TERCERO EXTRAÑO A JUICIO. LA ORDEN QUE LE
PREVIENE PARA PERMITIR A UN PERITO EL ACCESO A LA CONTABILIDAD DE SU NEGOCIO, NO
ES TRANSGRESORA DE GARANTÍAS CUANDO PROVIENE DE AUTORIDAD COMPETENTE Y ESTÁ
RELACIONADA CON LOS HECHOS CONTROVERTIDOS (novena época, SJFG, t. VI, diciembre
de 1997, p. 702, tesis II.2o.C.88 C) donde, sin entrar en el estudio de la eventual in-
constitucionalidad por contravenir el art. 14 constitucional (garantía de legalidad con-
tra actos de privación), determinó que el hecho de que exista una resolución judicial
que ordene a un tercero para permitir el acceso a un perito a la contabilidad de dicho
tercero, no significa una violación de las garantías tuteladas por el art. 16 constitucional
(contra actos de molestia), pues tal acto proviene de autoridad competente, se trata
de una prueba reconocida por la ley y tiene relación inmediata con los hechos con-
trovertidos, además de que rige el principio consignado en todos los ordenamientos
procesales, de que cualquier persona está obligada a auxiliar a los juzgadores en el
esclarecimiento de los hechos.
274 EL COMERCIANTE
g) Exhibición de libros fuera de residencia del tribunal. En caso de que los libros
que van a exhibirse se encontraren fuera de la residencia del tribunal que decrete su ex-
hibición, el reconocimiento de los mismos deberá hacerse mediante exhorto o despacho
del tribunal que conoce del juicio a aquel que tenga competencia en el domicilio donde
se encuentren los libros por exhibirse, sin que pueda ordenarse la traslación de tales libros
al juez del conocimiento (art. 45, cco).
Bajo la denominación "De la correspondencia", del capítulo iv, el cco concluye las
disposiciones que integran el título segundo ("De las obligaciones comunes a todos
los que profesan el comercio"). Básicamente se establece que los empresarios tienen la
obligación de conservar debidamente archivados todos los documentos originales que
integren la correspondencia relacionada con sus negocios, y copias de los que envíen
(art. 47), sin perjuicio de que podrán conservarse en medios mecánicos, fotográficos,
electrónicos o de 'cualquier índole, siempre que se puedan reproducir posteriormente
de manera íntegra. Se exceptúa de la posibilidad de conservarlos en copia en dichos
IV. DEBERES DEE COMERCIANTE 21$
medios, todo documento, sean cartas, telegramas, mensajes de datos, etc., en los que
se consignen contratos, convenios o compromisos que den nacimiento a derechos y
obligaciones, en cuyo caso se deberán conservar los originales durante un plazo mí-
nimo de 10 años.
Mediante adición al cco (DOF, 26 de enero de 2005), se creó un nuevo art. 6-bis, el
cual sustancialmente establece normas relativas a las sanas prácticas comerciales o "usos
honestos en materia industrial o comercial", donde establece como obligación que los
empresarios se abstengan de realizar actos que supongan competencia desleal. En la
Exposición de Motivos de la adición se manifestó que el objeto de la misma fue prote-
ger los derechos de los competidores así como dar seguridad jurídica en las relaciones
entre los mismos. La explicación de por qué un art. 6-bis y no 6o., 7o. u So., que a la
fecha se encuentran sin texto, fue en razón de que se consideró, para efectos de sistema-
tización y didácticos, que como el texto es de contenido diferente de que se tenía en
el derogado art. 6o. del cco, no era razonable que volviera a tener así vigencia. No obs-
tante dicha explicación, consideramos que el lugar de dicho numeral era precisamente
276 EL COMERCIANTE
- •••••••-.•-•-•.•,•••••••••■••••,•,•,..-••• ...,.z_ -.t ror,,1~)
1) Los países de la Unión están obligados a asegurar a los nacionales de los países de la
Unión una protección eficaz contra la competencia desleal.
2) Constituye acto de competencia desleal todo acto de competencia contrario a los
usos honestos en materia industrial o comercial.
3) En particular deberán prohibirse:
1. cualquier acto capaz de crear una confusión, por cualquier medio que sea, res-
pecto del establecimiento, los productos o la actividad industrial o comercial de
un competidor;
2. las aseveraciones falsas en el ejercicio del comercio, capaces de desacreditar el esta-
blecimiento, los productos o la actividad industrial o comercial de un competidor;
3. las indicaciones o aseveraciones cuyo empleo, en el ejercicio del comercio, pu-
dieren inducir al público a error sobre la naturaleza, el modo de fabricación, las
características, la aptitud en el empleo o la cantidad de los productos.
Son esencialmente tres áreas las que se refieren a los actos que tienen como
consecuencia restringir la libre concurrencia: i) el área de la propiedad industrial (la LPI
es el principal ordenamiento nacional en la materia), U) la del comercio exterior (la
CPEUM sirve de fundamento a la existencia de la LcE), y iii) la general de una actividad
económica que persigue eliminar los monopolios y las prácticas monopólicas también
de origen constitucional, la LFCE).
IV. DEBERES DEL COMERCIANTE 277
sea por el propio prestigio del competidor o porque éste invierta esfuerzos para
contrarrestar el intento del malicioso.
iii) "Induzcan al público a error sobre la naturaleza, el modo de fabricación, las
características, la aptitud en el empleo o la cantidad de los productos."
de tal jurisprudencia, sin que la misma tuviese efectos derogatorios, el Congreso deter-
minó su abrogación y sustitución por la Ley de Cámaras Empresariales y sus Confederacio-
nes (DoF, 20 de diciembre de 1996), posteriormente, y a su vez, también abrogada por
la vigente y del mismo nombre Ley de Cámaras Empresariales y sus Confederaciones (DoF,
20 de enero de 2005).
De conformidad con la LCEC, las cámaras son instituciones de interés público, au-
tónomas, con personalidad jurídica y patrimonio propio, conformadas por los empre-
sarios (comerciantes e industriales) y cuyo objeto es representar, promover y defender
las actividades empresariales, colaborando con el gobierno para lograr el crecimiento
socioeconómico, así como la generación y distribución de la riqueza. Son, asimismo,
órganos de consulta y colaboración del Estado. El gobierno deberá consultarlas en
todos aquellos asuntos vinculados con las actividades que representan (art. 4o., LCEC)..
La LCEC dispone que para efectos de la misma, se entiende por i) comerciantes, las
personas fisicas y morales con actividades empresariales que realicen actividades de co-
mercio, servicios y turismo que se encuentren establecidos y sujetos a un régimen fiscal,
en tanto que ii) industriales son las personas fisicas y morales con actividades empresa-
riales que realicen actividades industriales, extractivas, de transformación y sus servicios
que se encuentren establecidos y sujetos a un régimen fiscal. Las cámaras de Comercio,
Servicios y Turismo representan a los comerciantes, y las cámaras de Industrial, a los in-
dustriales. La Secretaría de Economía será la autoridad encargada del sector.
La afiliación a las cámaras por parte de los empresarios es voluntaria (art. 17); sin
embargo, serán obligatorios la inscripción y registro para el Sistema de Información
Empresarial Mexicano (sIEM) en la Cámara que corresponda, y no obligará al pago de
cuota alguna de afiliación, mas sí al pago de registro correspondiente (art. 29).Asimis-
rno, todos los empresarios tienen la obligación de registrar y actualizar anualmente
cada uno de sus establecimientos en el SIEM (art. 30). El registro se llevará a cabo en la
Cámara que le corresponda en razón de su actividad.
Las empresas de nueva creación deberán ser inscritas en el SIEM dentro de los
dos meses siguientes" a su fecha de registro ante la SHCP (art. 31). La ley no lo dice
expresamente, pero queremos suponer que se trata de su inscripción en el Registro
Federal de Contribuyentes, en cuyo caso, de conformidad con el RCFF, se hará dentro
del plazo de un mes contado: si son personas morales, a partir de la firma de su acta
constitutiva; si son personas fisicas, a partir del momento que se realicen las situacio-
nes jurídicas o de hecho que den lugar a la presentación de declaraciones periódicas
49 En el mismo plazo deberá manifestarse al SIEM cuando una empresa cese total o parcialmente en sus
actividades o cambie su giro o domicilio.
203 •E Er. COMERCIANTE
V. AUXILIARES MERCANTILES
27. Concepto
Mantilla define a los auxiliares mercantiles como aquellas personas "que ejercen una
actividad con el propósito de realizar negocios comerciales ajenos o facilitar su con-
clusión".51 Lo importante del concepto de auxiliar mercantil, sea que corresponda a
aquel que realiza su actividad de colaboración dentro de la empresa, sea que lo haga
fuera de la empresa, es, por una parte, que su auxilio sea de contenido mercantil, y
por otra parte que realice los actos jurídicos o materiales por cuenta del empresario
(negocios ajenos), sea en nombre del empresario, sea en nombre propio del auxiliar
correspondiente, o bien que en razón de su encargo realice actividades tendientes a
preparar, negociar o concluir negocios inherentes a la empresa. De ahí que si bien
existen instituciones que resultan verdaderas auxiliares del comercio o de las activida-
des empresariales, como pudieran ser las financieras (el crédito es el principal motor
50 Además de lo establecido por la LCEC; véase Ley de Información Estadística y Geográfica, arts. 80. y 36.
51 Derecho mercantil, n. 197.