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Sentencia SALA DE CASACIÓN CIVIL. Carmen Alves. 10-02-2022
Sentencia SALA DE CASACIÓN CIVIL. Carmen Alves. 10-02-2022
Exp. 2022-000257
C.A. inscrita ante el Registro Mercantil Segundo, en fecha 13 de mayo de 1991, bajo el Nro. 34,
Tomo 76-A; siendo su última reforma en fecha 21 de junio de 2013, inserta en el Nro. 23, Tomo
70-A, del Registro Mercantil Tercero del Distrito Capital y estado Miranda, representada por los
ciudadanos José Antonio Cabral Pinto e Izildo Rodríguez, venezolanos, mayores de edad, titulares
judicialmente por los abogados José Manuel Olivero Aguilera y Érika Alejandra González
Rondón, inscritos en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo los Nros. 111.287 y 232.419
titular de la cédula de identidad Nro. 4.439.327, inscrito en el Instituto de Previsión Social del
Abogado bajo el Nro. 133.479; el Juzgado Superior Primero en lo Civil, Mercantil y Tránsito de
la Circunscripción Judicial del estado Bolivariano de Miranda, dictó sentencia definitiva en fecha
12 de mayo de 2022, que declaró parcialmente con lugar la apelación ejercida por la parte
demandante; revocó el fallo dictado por el a quo; declaró improcedente la defensa de falta de
cualidad activa, alegada por la parte demandada en la contestación de la demanda; declaró sin
lugar la demanda interpuesta y, condenó en costas a la parte actora, de conformidad con lo previsto
impugnación.
Tribunal Supremo de Justicia en sesión ordinaria de la Asamblea Nacional del día 26 de abril de
Directiva de este Alto Tribunal en sesión de la Sala Plena, por auto de fecha 16 de mayo de 2022
se constituyó la Sala de Casación Civil de la manera siguiente: Magistrado Presidente Henry José
Timaure Tapia; Magistrado Vicepresidente José Luis Gutiérrez Parra; Magistrada Carmen Eneida
Alves Navas; Secretaria Abogada Victoria de los Ángeles Valles Basanta, y Alguacil Moisés de
Doctora CARMEN ENEIDA ALVES NAVAS, quien con tal carácter la suscribe, y a tal efecto
I
Al amparo del ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil en
concordancia con el artículo 243 ordinal 4°, delata la formalizante que la recurrida “…incurr[e]
en el vicio de contradicción entre los hechos y el derecho, lo cual se traduce o conduce a la nulidad
de la sentencia recurrida (…) por cuanto es considerada (…) como una modalidad de
inmotivación del fallo y se constata si los motivos se destruyen unos a otros, por contradicciones
“…De conformidad con el ordinal primero (1°) del artículo 313 del Código de
Procedimiento Civil, se denuncia la vulneración del numeral cuarto (4°) del artículo 243
eiusdem, por incurrir la sentencia en el vicio de contradicción entre los hechos y el derecho,
lo cual se traduce o conduce a la nulidad de la sentencia recurrida, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 244 ibidem, por cuanto es considerada en nuestra doctrina y
jurisprudencia patria emanada de la Sala Civil como una de las modalidades de
inmotivación del fallo y se constata si los motivos se destruyen unos a otros, por
contradicciones graves e irreconciliables, concibiéndose así una situación comparable a la
falta de fundamentos, llevando a la violación del ordinal 4° del artículo 243 del Código de
Procedimiento Civil, tal como se desprende de las Sentencias de la Sala de Casación Civil
del Tribunal Supremo de Justicia: Ne 83 de fecha 23-03-1992; Sent. Ne 58 de fecha 08-02-
2012; Sent. NQ 549 de fecha 24-09-2013, Sent. NQ 326 de fecha 06-06-2016),
transgrediendo el artículo 12 del Código de Procedimiento Civil, al no atenerse la juez ad
quem, en la sentencia de mérito a la norma de derecho cuya infracción aquí se delata.
Ciudadanos Magistrados de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, al descender al
análisis de la sentencia hoy recurrida, pueden constatar que partiendo de los términos que
quedó trabada la litis en el presente proceso, que el juez ad quem, no realizó la distribución
de la carga de la prueba establecida de conformidad, con lo previsto en el artículo 506 del
Código de Procedimiento Civil y 1.354 del Código Civil Venezolano, que prevén la carga
de probar sus distintas alegaciones de hecho, más cuando quien pida la ejecución de una
obligación debe probarla, y quien pretenda que ha sido libertada de ella, debe por su parte
probar el pago o derecho extintivo de la obligación; en este sentido, el hecho que el
demandado Miguel Ángel Arias, haya contradicho la demanda en toda y cada una de sus
parte al momento de contestar la misma no constituye causal de inversión de la carga de la
prueba pues en el caso de la falta de pago, de las cuotas de condominio, del impuesto al
valor agregado (IVA) las cuales se encuentran enmarcada contractualmente, y legalmente
con la entrada en vigencia del Decreto Ley de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario
para Uso Comercial, la carga probatoria en el presente proceso civil recae sobre el
demandado en este caso ciudadano Miguel Ángel Arias, quien debe demostrar que se
encuentra solvente en los pagos del canon de arrendamiento, de las cuotas del condominio
y del impuesto al valor agregado (IVA) o que el mismo no se realizó por una circunstancia
que no se le puede imputar al demandado. (…)”.
Para decidir la Sala observa:
En el marco de esta primera delación, resulta claro que lo pretendido por la formalizante
es discutir el análisis de los argumentos dados por la Alzada como fundamento de la recurrida,
cuyos fundamentos legales por una parte se dirigen a cuestionar errores in procedendo y por la
otra errores in iudicando. En tal sentido, aun y cuando se evidencia que la formalizante debió
dirigir su denuncia de un modo distinto al expresado, pues de la forma plasmada evidencia una
manifiesta falta de técnica, la misma no es de tal magnitud que impida a la Sala conocer a ciencia
Ello así, en observancia a la tutela judicial efectiva que debe imperar en todo procedimiento
se observa:
u omisión de formas sustanciales de actos procesales que causan indefensión”; en una manifiesta
contradicción y que además, suplió defensas al demandado, en tanto y en cuanto “…no realizó la
distribución de la carga de la prueba establecida de conformidad, con lo previsto en el artículo
506 del Código de Procedimiento Civil y 1.354 del Código Civil Venezolano, que prevén la carga
de probar sus distintas alegaciones de hecho, más cuando quien pida la ejecución de una
Alzada juzgó el asunto, aplicó las normas y valoró dichos medios de prueba, en los siguientes
términos:
razonamientos lógicos expresados por el juez al analizar los hechos alegados y probados por las
partes y subsumirlos en las normas y principios jurídicos que considera aplicables al caso.
En este caso, bajo el esquema del nuevo proceso de casación, conforme a lo señalado
en fallos de esta Sala de Casación Civil, Nros. RC-254, expediente N° 2017-072, y RC-255,
de marzo de 2022, entre muchas otros decisiones de esta Sala, y en aplicación de lo estatuido en
la desaplicación por control difuso constitucional de los artículos 320, 322 y 522 del Código de
Procedimiento Civil, y la nulidad del artículo 323 eiusdem, y por ende también quedó en desuso
el artículo 210 ibídem, y en conformidad con lo previsto en el artículo 320 del Código de
recurso de casación, la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, se pronunciará
sobre las infracciones denunciadas, PUDIENDO EXTENDERSE AL FONDO DE LA
DEL REENVÍO EN EL PROCESO DE CASACIÓN CIVIL, como regla, y lo dejó sólo de forma
excepcional cuando sea necesaria LA REPOSICIÓN DE LA CAUSA, esta Sala observa, que la
Procedimiento Civil, que se contrae a la falta de señalamiento por parte del juez de las razones de
Sentencias N° 446, del 3-7-2017. Exp. 2016-605; N° 649, del 24-10-2017. Exp. N° 2017-273; y
b) Porque las razones expresadas por el sentenciador no guardan relación alguna con la pretensión
deducida o las excepciones o defensas opuestas. (Ver. Decisiones N° 203, del 21-4-2017. Exp. N°
2016-696; N° 855, del 15-12-2017. Exp. N° 2017-568; y N° 231, del 9-5-2018. Exp. N° 2017-
336).
c) Porque los motivos se destruyen los unos a los otros por contradicciones graves e inconciliables.
(Cfr. Fallos N° 891, del 9-12-2016. Exp. N° 2015-830; N° 214, del 26-4-2017. Exp. N° 2016-861;
d) Porque todos los motivos son falsos. El razonamiento del juez conduce a una conclusión
apartada palmariamente de la realidad procesal. (Vid. Sentencias N° 149, del 30-3-2009. Exp. N°
2008-662; N° 576, del 23-10-2009. Exp. N° 2009-267; y N° 361, del 7-5-2017. Exp. N° 2016-
053).
e) Por motivación acogida, cuando el juzgador no señala sus motivos, sino que asume y dar por
entendidos los del juzgador de la apelación, dando por reproducidos los mismos como único
soporte para motivar el fallo de alzada, sin esgrimir una fundamentación propia. (Ver. Decisiones
N° 390, del 18-6-2014. Exp. N° 2014-060; N° 865, del 7-12-2016. Exp. N° 2015-438; y N° 745,
f) Por petición de principio, cuando se dé por probado lo que es objeto de prueba, cometiendo el
juez un sofisma, vale decir, un argumento falaz y/o una tergiversación engañosa de los hechos que
aparentan ser la verdad. (Cfr. Fallos N° 114, del 13-4-2000. Exp. N° 1999-468; N° 036, del 17-2-
coherencia o absurdos que impiden conocer el criterio jurídico que siguió el juez para dictar su
decisión. (Vid. Sentencias N° 38, del 21-2-2007. Exp. N° 2004-079; N° 632, del 15-10-2014. Exp.
h) Por motivación aparente o simulada. Aquella que no pasa de ser un intento fingido de
legales, jurisprudencia, doctrina y de frases vagas o genéricas que dan la impresión de haberse
hecho un razonamiento, pero que por sí solas no permiten conocer realmente cuáles son las razones
de hecho y de derecho por las que se arribó a la decisión. (Ver. Decisiones N° 074, del 15-3-2010.
Exp. N° 2009-570; N° 657, del 4-11-2014. Exp. N° 2014-320; y N° 228, del 9-5-2018. Exp. N°
2017-062).
i) Por inmotivación en el análisis de los medios de pruebas. Que hace imposible desentrañar cual
a lo que el juez considera que se probó; o no señala los motivos por los cuales fueron desechados.
(Cfr. Fallos N° 123, del 29-3-2017. Exp. N° 2016-239; N° 228, del 9-5-2018. Exp. N° 2017-062;
j) Inmotivación de derecho, por la falta de señalamiento de las normas legales aplicables para la
resolución de los distintos aspectos del fallo. (Cfr. Fallos N° 38, del 21-2-2007. Exp. N° 2004-079;
N° 559, del 25-11-2010. Exp. N° 2009-378; y N° 032, del 27-1-2014. Exp. N° 2012-624).
misma decisión, dos razonamientos que entre sí se destruyen o desvirtúan, generando un estado de
confusión, que indudablemente trae como consecuencia que el fallo carezca de fundamentos y, por
ende, se configure el vicio de inmotivación establecido en el ordinal 4° del artículo 243 del Código
de Procedimiento Civil.
Así las cosas, respecto al supuesto c) antes citado se observa, que la contradicción en
los motivos envuelve en el fondo inmotivación, cuando los motivos se destruyen los unos a los
otros por contradicciones graves, generando así la falta absoluta de fundamentos sobre el punto de
que trate, siempre que naturalmente la contradicción verse sobre un mismo considerando, lo cual
control de la legalidad del fallo, y en este sentido se ha pronunciado esta Sala en sus fallos N° RC-
RC-121 del 29 de febrero de 2012, expediente N° 2011-581; y N° RC-393 del 8 de julio de 2013,
Por lo que, la motivación debe estar constituida por las razones de hecho y de derecho
que dan los jueces como fundamento del dispositivo. Las primeras están formadas por el
establecimiento de los hechos con ajustamiento a las pruebas que las demuestran; y las segundas,
la aplicación a estos de los preceptos y los principios doctrinarios atinentes.
el fallo consiste en la falta absoluta de fundamentos y no cuando los mismos son escasos o exiguos
con lo cual no debe confundirse. (Cfr. Fallo N° RC-285, de fecha 26 de mayo de 2015, expediente
N° 2014-807, caso: Gladys Bali Asapchi contra Inversiones Pegelix, S.R.L., y otro; y N° RC-122,
de fecha 10 de marzo de 2014, expediente N° 2013-364, caso: Blanca Mery Carrillo de Niño,
específicamente, se puede citar la sentencia Nro. 639, de fecha 10 de noviembre de 2009, caso:
Jairo Enrique Salazar Colina, contra Hernán Rafael Solórzano Caguaripano, expediente 09-326,
“…Así pues, el requisito de la motivación previsto en el artículo 243 ordinal 4° del Código
de Procedimiento Civil establece que toda sentencia debe contener “...los motivos de hecho
y de derecho de la decisión...”, tal normativa impone al juez el deber de expresar los
motivos de hecho y de derecho que siguió para establecer el dispositivo, con la finalidad
de garantizar a las partes el conocimiento de las razones en que fue soportada tal decisión,
pues ello constituye el presupuesto necesario para lograr el control posterior sobre su
legalidad.
En este sentido, esta Sala en reiteradas oportunidades se ha pronunciado acerca del vicio
de inmotivación, señalando entre otras en decisión N° 85, de fecha 29 de marzo de 2007,
expediente N° 2007-133, caso: Jorge Alberto Morino contra Iliana Patricia Campos,
reiterada en sentencia de fecha 30 de enero de 2008, caso: Antonio Jesús Landaeta
Hernández, contra la sociedad mercantil Seguros Caracas de Liberty Mutual, C.A., lo
siguiente:
“...Ahora bien, en relación al vicio de inmotivación, esta Sala, en decisión N° 231 de fecha
30 de abril de 2002, juicio Nory Raquel Quiñonez y otros contra Instituto Autónomo de
Policía del Estado Yaracuy y otro, expediente N° 01-180, ratificada en fallo Nº 476 de 26
de mayo de 2004, juicio Avilio José Trujillo contra Inversiones El Rolito, C.A., expediente
Nº 2002-099, señaló lo siguiente:
“…La motivación debe estar constituida por las razones de hecho y de derecho que dan los
Jueces como fundamento del dispositivo. Las primeras están formadas por el
establecimiento de los hechos con ajustamiento a las pruebas que las demuestran; y las
segundas, la aplicación a éstos de los preceptos y los principios doctrinarios atinentes. Para
la Sala en constante y pacífica doctrina, por lo menos a partir de 1906, el vicio de
inmotivación en el fallo, consiste en la falta absoluta de fundamentos y no cuando los
mismos son escasos o exiguos con lo cual no debe confundirse. También ha sostenido la
Sala en repetidas ocasiones que la falta absoluta de motivos puede asumir varias
modalidades: a) Que la sentencia no presente materialmente ningún razonamiento. b) Que
las razones dadas por el sentenciador no guarden relación alguna con la acción o la
excepción y deben tenerse por inexistentes jurídicamente. c) Que los motivos se destruyan
los unos a los otros por contradicciones graves e irreconciliables y, d) Que todos los
motivos sean falsos…”
De modo que, en el caso sub iudice, debe la Sala referirse al vicio de inmotivación, como
“…la falta absoluta de fundamentos y no cuando los mismos son escasos o exiguos con lo
cual no debe confundirse. También ha sostenido la Sala en repetidas ocasiones que la falta
absoluta de motivos puede asumir varias modalidades: a) Que la sentencia no presente
materialmente ningún razonamiento. b) Que las razones dadas por el sentenciador no
guarden relación alguna con la acción o la excepción y deben tenerse por
inexistentes jurídicamente. c) Que los motivos se destruyan los unos a los otros por
contradicciones graves e irreconciliables y, d) Que todos los motivos sean falsos...”.
derecho que, por mandato del artículo 243 ordinal 4° del Código de Procedimiento Civil, debe
contener todo fallo. Tampoco se observa que los argumentos jurídicos presenten contradicciones
por el juzgado superior; hubo pronunciamiento expreso conforme se desprende del fallo recurrido
(folios 77 vto. Al 85 de la tercera pieza del expediente). El hecho que la motivación no favorezca
a una de las partes no puede bajo ningún concepto traducirse en inmotivación de la decisión; por
el contrario, aprecia la Sala que la Alzada rindió la argumentación propia del análisis de los autos.
Bajo las premisas antes explanadas, esta Sala desestima la denuncia formulada al amparo
del ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil en concordancia con el artículo
II
Al amparo del ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil en
concordancia con los artículos 12, 15, 243 ordinal 5° y 244, delata la formalizante que la
“…Se desprende claramente que el ad quem, considero y analizo (sic) hechos que no
fueron alegados por la parte del ciudadano Miguel Ángel Arias, al momento de contestar
la demanda incoada en su contra por las causales contempladas en el artículo 40 literales
“a”, “d” e “i” del Decreto Ley de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para el Uso
Comercial.
Siendo que en el libelo contentivo de la demanda de desalojo (…) se fundamentó en los
siguientes argumentos: de la falta de pago del canon de arrendamiento tanto en el monto
que le fue ajustado y en la cuenta bancaria que le fue debidamente notificada según
notificación extrajudicial practicada por la Notaría Pública del Municipio Guaicaipuro del
Estado Bolivariano de Miranda, la falta de pago del impuesto al valor agregado (IVA), la
falta de pago de las cuotas del condominio del edificio “Taurina 2000”, y en cambio del
uso que le dio, las cuales contrajo de manera contractual al momento de suscribir el contrato
de arrendamiento de la mezzanina 1 del mencionado edificio.
La parte demandada Miguel Ángel Arias solo se limitó a rechazar de forma genérica
la pretensión incoada en su contra (…).
Igualmente se desprende del mencionado escrito de contestación de la demanda
presentado (…) donde reconoce su obligación de pagar el impuesto al valor agregado (IVA)
(…).
Reconociendo el demandado (…) la obligación contractual que tenía de cancelar el
impuesto al valor agregado (IVA) más el canon de arrendamiento, lo cual nunca hizo en la
relación contractual, es clara la cláusula convenida entre las partes (…) no se desprende
de la referida cláusula cuarta del contrato que el concepto del impuesto al valor agregado
(IVA) esté incluido en el monto de DOS MIL QUINIENTOS BOLÍAVRES (Bs. 2.500,00)
mensuales o que esa haya sido la voluntad al momento de suscribir el contrato.
(…) la recurrida no decidió de forma alguna nuestro alegato de la falta de pago del
impuesto al valor agregado (IVA) y reconocido por la parte demandada en su escrito de
contestación, sólo se limitó la Alzada a establecer que el pago del impuesta (sic) se
encontraba incluido en el monto consignado (…) sin que exista ningún elemento en dicho
expediente que así lo determine o que la inten[ción] del demandado (…) era la de también
cancelar el impuesto (…)”.
allá de los límites del problema judicial que le fue sometido, lo que constituye trascender sobre
excepciones o argumentos de hecho no formulados en el proceso o excederse en lo solicitado
Así pues, lo jurídicamente correcto es que el fallo no contenga más de lo pedido por las
partes ne eat iudex ultra petita partium, pues si así lo hiciere, incurriría en incongruencia positiva,
la que como antes se apuntó, existe cuando el fallo otorga o niega lo que nadie ha pedido,
su soberano criterio.
Sobre la incongruencia positiva, esta Sala en sentencia Nro. 913 de fecha 10 de diciembre
“...Ahora bien, el requisito de congruencia del fallo está previsto en el ordinal 5º del artículo
243 del Código de Procedimiento Civil, el cual establece que toda sentencia debe contener
decisión expresa, positiva y precisa, con arreglo a la pretensión deducida y a las
excepciones o defensas opuestas.
Esta norma es acorde con lo previsto en el artículo 12 del Código de Procedimiento Civil,
que dispone que el juez debe decidir conforme a lo alegado en autos, sin suplir excepciones
o argumentos de hecho no formulados por las partes, lo cual constituye una reiteración del
principio dispositivo que caracteriza el procedimiento civil en nuestro ordenamiento
jurídico.
Las disposiciones citadas sujetan el pronunciamiento del juez a todos los alegatos
formulados por las partes, sin que le sea posible dejar de decidir alguno de ellos
(incongruencia negativa), o por el contrario, extender su decisión sobre excepciones o
argumentos de hechos no formulados en el proceso (incongruencia positiva). (…)”.
contestación de la demanda (folios 118 y siguientes de la primera pieza del expediente), la parte
accionada reconoció el monto de la pensión locativa así como la obligación de pago de la fracción
correspondiente al Impuesto al Valor Agregado (IVA). Tal reconocimiento emana del contenido
de la cláusula cuarta del contrato (vto. Del folio 53 de la primera pieza del expediente) que
mensual que pagará EL ARRENDATARIO será por la cantidad de DOS MIL QUINIENTOS CON
00/100 CENT (2.500), mas el Impuesto al Valor Agregado (IVA) que EL ARRENDATARIO se
obliga a pagar puntualmente dentro de los cinco (5) primeros días por mes Vencido, en efectivo y
ARRENDATARIO (…)”.
Ahora bien, del texto de la recurrida, se desprende con meridiana claridad que la juzgadora
teniendo a la vista tales argumentos así como la valoración de las probanzas que promovieron las
partes, arribó a una conclusión jurídica necesaria, como resultado de la operación intelectual
En efecto, observa la Sala que la conclusión de la que emanó el dispositivo del fallo,
proviene de los alegatos de las partes y del análisis del cúmulo probatorio que riela en el
expediente. El juzgamiento de la Alzada desfavorece a la parte demandante, pero ello, bajo ningún
concepto implica la configuración del vicio de incongruencia positiva, puesto que, como antes se
apuntó, del razonamiento jurídico emitido como solución del caso particular, no se evidencian
circunstancias de hecho impuestas por la sentenciadora, pues consta que se pronunció con arreglo
a la pretensión deducida, las defensas opuestas y las pruebas aportadas por ambas partes.
configura el vicio de incongruencia positiva denunciado, por tanto se desecha la delación planeada
al amparo del ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil en concordancia con
III
Con base en el ordinal 2° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, en
concordancia con los artículos 12 y 320 eiusdem, delata la infracción de los artículos 26 parte in
fine y 33 del Decreto Ley de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para Uso
sujetos a esta normativa cuando ha transcurrido más de un año después de firmado el contrato de
argumentos:
“…Se desprende que el ad quem desconoció y no aplico (sic) el contenido de los artículos 26
parte infine (sic) y 33 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley de Regulación del
Arrendamiento Inmobiliario para el Uso Comercial, el cual permite al arrendador revisar el
canon de arrendamiento, una vez transcurrido más de un año desde la firma del contrato y
cuando se encuentre en prorroga (sic) legal; y siendo que el contrato de arrendamiento entre la
Administradora Venespa C.A. y el ciudadano Miguel Ángel Arias, fue suscrito en data
diecisiete (17) de junio del año 2010, como bien lo estableció la sentencia, han transcurrido
más de ocho (8) años sin que se ajustara el canon de arrendamiento, realizando el pago del
canon de arrendamiento por el mismo monto, durante los años 2013, 2014, 2015, 2016, 2017
y 2018, es decir, por la cantidad de (…) (Bs.F 4.025,00) y durante el año 2019, la cantidad de
(…) (Bs.S. 425,00) y le fue notificada extrajudicialmente a través de la Notaría Pública del
municipio Guaicaipuro, la culminación de la relación arrendaticia y la prórroga legal a la cual
tiene derecho. (…)”.
La falsa aplicación de una norma se produce cuando el juez subsume la norma jurídica a
una situación de hecho que no es la contemplada en ella, por lo que el error proviene de una errada
relación entre los hechos, en principio correctamente establecidos por el juzgador, y el supuesto
éste se produce cuando el juzgador incurre en una falsa relación entre los hechos contenidos
en los autos y los previstos como supuesto de la norma jurídica que se aplica, es decir, cuando
el juez aplica una determinada norma jurídica a una situación de hecho que no es la
contemplada en ella.
Sentencia Nro. RC. 00-061 de fecha 12 de agosto de 2005, (caso: sociedad mercantil Banco
mercantil Inversiones Fococam, C.A.), que “…En cuanto a los motivos que generan la
denuncia por infracción de ley, el artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, ordinal
2° prevé, …la falsa aplicación de una norma jurídica, la cual supone la aplicación efectiva
de una norma que ha realizado el juez, a una situación de hecho que no es la que ésta
contempla…”.
Por su parte, la parte in fine del artículo 26 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley
“Artículo 26. Al vencimiento de los contratos de arrendamiento con plazos de seis (06)
meses o más, el arrendatario tendrá derecho a optar por una prórroga legal que será
obligatoria para el arrendador y optativa para el arrendatario, según las siguientes reglas:
(…)
Durante el lapso de prórroga legal, la relación arrendaticia se considerará a tiempo
determinado y permanecerán vigentes las mismas condiciones, estipulaciones y
actualizaciones de canon, convenidos por las partes en el contrato vigente, salvo las
variaciones del canon de arrendamiento que sean consecuencia de un procedimiento de
regulación”.
Contrastando las actas que rielan al expediente con la delación planteada y el razonamiento
contenido en la recurrida, se observa que el artículo 32 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de
Ley de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para el Uso Comercial, antes citado, señala
con suficiencia que, la procedencia del aumento del canon de arrendamiento debe mediar el
elemento consensual entre las partes, es decir, las partes de mutuo acuerdo establecerán el monto
a pagar y en caso que exista disconformidad deberá solicitarse ante el órgano competente,
análisis, pretende cuestionar el juzgamiento del ad quem, por cuanto la misma determinó que “…la
pensión arrendaticia señalada en el libelo por la cantidad de (…) (Bs. 2.450.000,00), no puede
ser exigida a la parte demandada, por cuanto la misma –se repite- fue fijada de manera unilateral
por la parte demandante, ello en contravención a lo estipulado en el transcrito artículo 32 de la
Entiende la Sala que el contenido del artículo 26 eiusdem cuya falsa aplicación se señala y
vigentes las mismas condiciones, estipulaciones y actualizaciones de canon, convenidos por las
partes en el contrato vigente, salvo las variaciones del canon de arrendamiento que sean
Ahora bien, en atención al artículo 33 de del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley de
Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para el Uso Comercial, segunda norma cuya falsa
suficiencia los argumentos que sirven de base a dicha delación, sino que se menciona la norma
como accesoria a la reclamación que, respecto del artículo 26 eiusdem se efectuó, limitándose la
recurrente a exponer “…La actividad delatada quebrantó el contenido de los artículos 26 parte
infine (sic) y 33 del Decreto (…) que establece lo siguiente: Los cánones de arrendamiento de los
inmuebles sujetos a este Decreto Ley, serán revisados en los casos siguientes: 1. Cuando hubiere
“Artículo 33. Los cánones de arrendamiento de los inmuebles sujetos a este Decreto Ley
serán revisados en los casos siguientes:
1. Cuando hubiere transcurrido un año después de firmado el contrato de arrendamiento,
y su ajuste se hará tomando como tope máximo la variación porcentual anual del grupo
“bienes y servicios diversos” considerado en el índice nacional de Precios al
Consumidor (NPC) del año inmediatamente anterior, de acuerdo con lo publicado por
el Banco Central de Venezuela (BCV).
2. Cuando el arrendador haya realizado mejoras o reparaciones mayores cuyo costo
excedan 40% del valor del inmueble establecido como base de cálculo para determinar
el canon de arrendamiento.
Como se aprecia de la norma transcrita, está dada la revisión y ajuste del canon arrendaticio,
cuando ha transcurrido un año desde la firma del contrato “siempre y cuando no exista un
concreto puesto que, como se determinó de autos, no medió acuerdo entre las partes para el
establecimiento de las mismas, por lo que lo procedente era la solicitud de intervención del órgano
debe mediar como se ha venido sosteniendo, el acuerdo consensuado entre las partes en cuya
ausencia, resta la intervención de la antes referida Nacional para la Defensa de los Derechos
Socioeconómicos (SUNDDE). Este derecho no ha sido negado en el curso del procedimiento que
se analiza, como pretende hacerlo ver la formalizante; por el contrario aprecia la Sala que la
juzgadora de alzada valoró los argumentos de hecho, aplicó los razonamientos de derecho y expuso
demandante no propició el acuerdo consentido necesario para el reajuste del canon arrendaticio,
legislador, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 32 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de
Ley de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para el Uso Comercial, para lograr dicho ajuste
bajo ningún concepto traducirse en desconocimiento o falsa aplicación de las normas invocadas,
siendo que la ad quem aplicó el derecho correspondiente, contentivo de los pasos a seguir para la
falsa aplicación de los artículos 26 parte in fine y 33 del Decreto Ley de Regulación del
Arrendamiento Inmobiliario para Uso Comercial, normas delatadas por la formalizante. Así se
establece.
IV
Con base en el ordinal 2° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, en
concordancia con los artículos 12 y 320 eiusdem, delata la infracción del artículo 27 del Decreto
Ley de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para Uso Comercial “…por falta de aplicación
de una norma y desconocer los motivos contemplados en el Decreto-Ley que rige la materia de
siguientes argumentos:
aplicación de una disposición legal vigente, que resultaba atribuible a una determinada relación
“…si la denuncia está referida al vicio de falta de aplicación de una norma jurídica,
es porque ésta, aun cuando regula un determinado supuesto de hecho, se niega su
aplicación o subsunción en el derecho, bien porque el juez la considera inexistente,
o por desconocimiento de su contenido, o porque presume que no se encontraba
vigente, aun cuando ella estuviese promulgada o no hubiese sido derogada. Esta
omisión conduce a la violación directa de la norma, pues, bajo este supuesto, la
situación sometida a conocimiento, ha debido ser decidida de conformidad con el
precepto legal que efectivamente planteaba la solución y que el juez respectivo no
aplicó…”. (Vid. Sentencia de fecha 1 de marzo de 2012, caso: Eli Lilly And
Company contra Laboratorios Leti S.A.V y otros).
Alega la formalizante que “…de haberse aplicado (…) la norma (…) tipificada en el
artículo 27 del Decreto-Ley (…) se hubiera declarado con lugar la causal de desalojo (…) toda
vez que quedó demostrado que el arrendatario recurrió a los tribunales de municipio a consignar
el canon de arrendamiento, cuando se le había notificado en fecha 04 de abril del año 2019, a
través de notificación extrajudicial (…) que dichas consignaciones realizadas por el demandado
(…) se hicieron fuera de los supuestos establecidos en el mencionado artículo (…), por tal motivo
eran ilegales por cuanto las cuentas bancarias se encontraban activa (…)”.
Sobre el particular, señaló la recurrida:
Así las cosas, la Sala observa que del texto de la recurrida se verifica la subsunción del
caso particular en la norma cuya falta de aplicación se denunció. Adicionalmente, del análisis de
los autos que integran el expediente se desprende que, mediante el estudio de los argumentos de
hecho y de derecho, así como la valoración de las probanzas, la juzgadora de alzada plasmó el
razonamiento que estimó acorde para la solución judicial del proceso, evidenciándose que en el
curso del litigio quedó demostrado que la parte demandada satisfizo la obligación de pagar los
cánones arrendaticios y que la accionante en su oportunidad recibió dichos pagos, aun y cuando
alegó en su formalización que la recurrida debió pronunciarse de un modo distinto por cuanto el
demandado no pagó en la cuenta suministrada y destinada ab initio para la recepción de los pagos
se materializó, en tanto y en cuanto el cumplimiento de pago del canon mensual establecido fue
juzgadora previo análisis de los alegatos de las partes y de la valoración probatoria efectuada,
del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para
el Uso Comercial (artículo 27), ya sea por desconocimiento de su contenido o porque la consideró
inexistente, o si por el contrario no le era aplicable al caso en concreto para desestimar como lo
hizo la demanda interpuesta, del texto de la decisión recurrida se evidencia la aplicación de dicha
norma, y que además, el hecho que lo decidido desfavorezca a la parte demandante no resulta
suficiente para impugnar y mucho menos para enervar los efectos de la decisión emitida con
Con base en los anteriores razonamientos, resulta forzoso para la Sala desestimar la
delación propuesta al amparo Con base en el ordinal 2° del artículo 313 del Código de
Procedimiento Civil, en concordancia con los artículos 12 y 320 eiusdem, delata la infracción
del artículo 27 del Decreto Ley de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para Uso
De conformidad con el ordinal 2° del artículo 313 del CPC en concordancia con los
artículos 12 y 320 eiusdem, se denuncia “…la vulneración de los artículos 506 del CPC y 1.354
del Código Civil Venezolano por falsa aplicación de una norma, por eximir de la carga probatoria
a la parte demandada ciudadano Miguel Ángel Arias del pago de los cánones de arrendamiento,
el pago del impuesto al valor agregado (IVA) y el pago de las cuotas de condominio del edificio
“Taurina 2000”.
impugnada por esta vía, atribuyendo el vicio de falsa aplicación de normas que “…de haberse
Del texto de la recurrida, advierte la Sala que en el curso del proceso las partes expusieron
sus alegatos y consignaron las pruebas que sirven de sustento a los mismos para arribar a la
causales invocadas en el escrito libelar, carga esta que incumplió al no poder llevar a la
Dispone el artículo 506 del Código de Procedimiento Civil, que “Las partes tienen la carga
de probar sus respectivas afirmaciones de hecho. Quien pida la ejecución de una obligación debe
probarla, y quien pretenda que ha sido libertado de ella, debe por su parte probar el pago o el
Por su parte, el artículo 1.354 del Código Civil establece que, quien pida la ejecución de
una obligación debe probarla y quien pretende que ha sido liberado de ella, debe por su parte probar
artículos 506 del Código de Procedimiento Civil y 1.354 del Código Civil, y de los criterios
atinentes a la carga de la prueba, adoptando una solución jurídica distinta a la pretendida por la
parte demandante.
demandado. Lo conducente es, analizar las pruebas aportadas por cada parte, y en caso de no haber
aportado ninguna que justifique su alegato, el juez deberá dejar sin efecto el argumento planteado
y juzgar a favor de la parte que se acerque a la realidad procesal que consta en el expediente, según
cada caso.
En ese sentido, se evidencia con meridiana claridad que los alegatos plasmados por la
disconformidad de la parte actora con los valores de juzgamiento del ad quem; es decir, la forma
como aplicó e interpretó el derecho ordinario, pero que, bajo ningún concepto resulta suficiente
para imputar la aludida falsa aplicación de las normas invocadas, en cuya virtud se desecha la
denuncia planteada de conformidad con el ordinal 2° del artículo 313 del Código de Procedimiento
Civil, en concordancia con los artículos 12 y 320 eiusdem, y los artículos 506 del Código de
realizadas por el recurrente, esta Sala debe declarar sin lugar el presente recurso extraordinario de
casación, tal como se hará en la parte dispositiva del presente fallo. Así se decide.
DECISIÓN
Por las razones de hecho y de derecho antes expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia
Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los diez (10) días del mes de febrero de dos mil
______________________________
HENRY JOSÉ TIMAURE TAPIA
Magistrado Vicepresidente,
_____________________________
JOSE LUIS GUTIÉRREZ PARRA
Magistrada-Ponente,
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CARMEN ENEIDA ALVES NAVAS
Secretaria,
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VICTORIA DE LOS ÁNGELES VALLÉS BASANTA
Exp. AA20-C-2022-000257.
Nota: Publicada en su fecha a las
Secretaria,