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ESTACIONES EUCARÍSTICAS PARA ESTACIONES DE PROCESIÓN

1.- SEMINARIO MENOR


(Pbro. Marco)
Sacerdote: En los cielos y la tierra sea por siempre alabado
Todos: El Corazón amoroso de Jesús Sacramentado

Sacerdote: Señor, en este día, te rendimos un homenaje, te agradecemos por estar


siempre a nuestro lado, por caminar junto a nosotros, especialmente, por acompañar al
Seminario Menor en sus etapas, gracias por todos los que han estudiado aquí, gracias Señor
por darnos tu amor sin medida y por enseñarnos que solo contigo lo podemos todo, y sin ti,
no podemos nada.

Sacerdote: Lectura: Del Santo Evangelio Según San Juan (6, 35, 51-52)
En aquel tiempo, Jesús dijo a los sacerdotes y fariseos: “Yo Soy el Pan de Vida. El
que viene a mí nunca tendrá hambre, el que cree en mí nunca tendrá sed. Yo soy el pan
vivo que ha bajado del cielo. Quien coma de este pan, vivirá eternamente, y el pan que Yo
daré es mi cuerpo para la vida del mundo.”
Sacerdote: Palabra del Señor
Todos: Gloria a ti, Señor Jesús

Reflexión: Una idea sobre la importancia de la Eucaristía en el Seminario menor.

Oración: Oh Maestro, Cristo nuestro Dios, Rey de las edades, creador de todas las
cosas; Yo te agradezco por todos los favores que tu me has concedido, y por haberme dado
tus puros misterios dadores de vida. Yo te suplico, O Dios lleno de gracia, quien amas a la
humanidad, mantenme bajo tu protección y bajo la sombra de tus alas; concede que hasta
mi último aliento, Yo pueda dignamente recibir tus Santos Misterios con una conciencia
clara para la remisión de mis pecados y para la vida eterna. Porque tú eres el Pan de la
Vida, la fuente de la santidad, y el proveedor de todas las gracias, y nosotros te
glorificamos junto con el Padre, y tu Espíritu Santo, ahora y siempre, y para siempre.
Amén.
2.- CURSO INTRODUCTORIO
(Pbro. Abdías)
Sacerdote: En los cielos y la tierra sea por siempre alabado
Todos: El Corazón amoroso de Jesús Sacramentado

Sacerdote: Señor, en este día, queremos que tu seas parte de nuestra vida, te
agradecemos por tu misericordia con nosotros, por quedarte junto a nosotros,
especialmente, por acompañar al Curso Introductorio en sus etapas, gracias por todos los
que han vivido esa etapa, gracias Señor por darnos tu amor sin medida y por enseñarnos
que solo contigo lo podemos todo, y sin ti, no podemos nada.

Lectura: Del Santo Evangelio según San Mateo (26, 26-28)


Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a
sus discípulos, dijo: "Tomen, coman, éste es mi cuerpo." Tomó luego una copa y, dadas las
gracias, se la dio diciendo: "Beban de ella todos, porque ésta es mi sangre de la Alianza,
que es derramada por muchos para perdón de los pecados.
Sacerdote: Palabra del Señor
Todos: Gloria a ti, Señor Jesús

Reflexión: Insistir sobre la espiritualidad Eucarística en el Curso Introductorio

Oración: Amo y Señor, Jesucristo nuestro Dios, Tu solamente tienes la autoridad


de perdonar mis pecados, ya sean cometidos con conocimiento o por ignorancia, y hacerme
digno de recibir sin condenación tus divinos, gloriosos, puros misterios dadores de vida, no
para mi castigo, sino para mi purificación y santificación, ahora y en tu reino futuro. Porque
tu, Cristo nuestro Dios, eres lleno de compasión y amas a la humanidad y a Ti damos gloria
con el Padre, y con el Espíritu Santo, ahora y siempre. Amén.
3.- SEMINARIO MAYOR
(Pbro. Sergio)
Sacerdote: En los cielos y la tierra sea por siempre alabado
Todos: El Corazón amoroso de Jesús Sacramentado

Sacerdote: Señor, gracias te damos por quedarte entre nosotros a través del
Santísimo Sacramento del Altar, te agradecemos por tu misericordia con nosotros, por
quedarte junto a nosotros, especialmente, por acompañar al Seminario Mayor: Filosofía y
Teología, gracias por todos los que han vivido esa etapa, gracias Señor por ser parte de
nuestra vida y por enseñarnos que solo en ti tenemos la luz de la vida.

Lectura: Del Santo Evangelio según San Juan (6, 55-57)


En aquel tiempo Jesús dijo a los sacerdotes y fariseos: “Mi carne es verdadera
comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre,
permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por
él, así también el que me come vivirá por mí.”
Sacerdote: Palabra del Señor
Todos: Gloria a ti, Señor Jesús

Reflexión: Insistir sobre la importancia de la Adoración Eucarística en el Seminario


Mayor: Filosofía como discipulado y Teología como configuración.

Oración: Sacratísimo Corazón de Jesús, verdaderamente presente en la Sagrada


Eucaristía, Yo consagro mi cuerpo y mi alma para que sea enteramente Uno con tu corazón
que esta siendo sacrificado en todos los altares del mundo y dando alabanza al Padre,
rogando por la venida de su Reino. Por favor recibe este humilde ofrecimiento de mi ser.
Usame como Tu quieras para la Gloria del Padre y la salvación de las almas. Santísima
Madre de Dios. Nunca me dejes estar separada de tu Divino Hijo. Por favor defiéndeme y
protégeme como tu hija especial. Amen.
4.- VOCACIONES SACERDOTALES Y RELIGIOSAS
(Pbro. Aldo)
Sacerdote: En los cielos y la tierra sea por siempre alabado
Todos: El Corazón amoroso de Jesús Sacramentado

Sacerdote: Gracias Señor, por hacerte parte de nuestra vida, por seguir llamando a
muchos a consagrarse a ti, te pedimos nos acompañes y nos bendigas siempre, que nos
concedas abundantes vocaciones para la Iglesia, para que se siga anunciando tu palabra por
el mundo entero, danos vocaciones según tu corazón.

Lectura: Del Santo Evangelio según San Lucas (10,1-2)


Después de esto, designó el Señor a otros setenta y dos y los envió por delante, de
dos en dos, a todas las ciudades y sitios adonde él había de ir. Y les dijo: «La mies es
mucha y los obreros pocos. Rueguen, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su
mies.
Sacerdote: Palabra del Señor
Todos: Gloria a ti, Señor Jesús

Reflexión: Insistir sobre la oración ante Jesús Eucaristía por las vocaciones

Oración: Sagrario del Altar el nido de tus más tiernos y regalados amores. Amor
me pides, Dios mío, y amor me das; tu amor es amor de cielo, y el mío, amor mezclado de
tierra y cielo; el tuyo es infinito y purísimo; el mío, imperfecto y limitado. Sea yo, Jesús
mío, desde hoy, todo para Ti, como Tú los eres para mi. Que te ame yo siempre, como te
amaron los Apóstoles; y mis labios besen tus benditos pies, como los besó la Magdalena
convertida. Mira y escucha los extravíos de mi corazón arrepentido, como escuchaste a
Zaqueo y a la Samaritana. Déjame reclinar mi cabeza

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